El negocio de la gestión de activos y asesoramiento financiero ha estado siempre marcado por los viajes corporativos. Estos desplazamientos, normalmente realizados en avión, han actuado como piedra angular del sector. Sin embargo, tras la pandemia del COVID-19, y las consiguientes restricciones de movilidad y aforo en espacios públicos, el futuro de los viajes corporativos se ve amenazado por la incertidumbre.
A nivel global, está claro que el confinamiento, anterior y actual, ha afectado a los viajes de negocio, que detuvieron por completo su actividad. Además, aquellas empresas capaces de aplicar un modelo de teletrabajo sustituyeron las reuniones presenciales por llamadas telefónicas, videollamadas o reuniones virtuales. Ahora que la fase más estricta del confinamiento parece haber terminado, la paulatina reapertura de fronteras y el levantamiento de ciertas restricciones, las economías están volviendo a retomar su actividad.
Para las aerolíneas, pese a que casi el 85% de sus pasajeros viaja por motivos de placer, los viajes corporativos generan el 40% de sus ingresos, según el informe de Citi GPS, Viajes corporativos después del COVID-19 (Corporate Travel After COVID-19). La gran pregunta es, ¿volverán los viajes corporativos al nivel pre-pandemia?
Según los datos de Citi, este sector se verá presionado tanto en el corto como en el largo plazo. En primer lugar, no existe una normativa global en lo que a fronteras o cuarenta vigentes se refiere. Esto podría crear un riesgo legal para las empresas. Por otro lado, la rápida adopción de herramientas virtuales durante el confinamiento podría impulsar un cambio secular que reemplace los viajes corporativos, debido a su alto coste en tiempo y monetario.
A corto plazo, el informe calcula que, una reducción del 1% en los viajes de negocio supondría un impacto del 10% en los beneficios de las aerolíneas, manteniendo estáticas el resto de variables, como el coste del combustible.
A largo plazo, podría producirse un cambio más profundo. Durante la cuarentena, las empresas adoptaron rápidamente herramientas virtuales que posibilitaran el teletrabajo. Si esta tendencia se mantiene, podría afectar a aquella parte del sector que viaja más de cinco veces al año, así como a aquellos gestores que visitan otras oficinas, en lugar de a los clientes. Según el informe, el primer grupo se vería afectado por las dificultades adicionales de viajar en la situación actual.
Por otro lado, los profesionales que visitan otras oficinas verían su actividad transformada a reuniones virtuales y las videoconferencias, cuyo coste es mucho menor. “Si el número de viajes se reduce a la mitad tanto para el viajero de alto volumen como para el viajero de oficina propia, los viajes corporativos podrían reducirse en un 25% respecto de los niveles de 2019”, añade el informe.