Se acerca el final de 2024, un año marcado por una oleada electoral y el resurgir de la incertidumbre geopolítica, para dar la bienvenida a un 2025 que se antoja clave para la economía mundial. La Navidad es época de deseos y varias firmas nacionales se han atrevido a desgranar sus anhelos financieros para el año que está a punto de arrancar. Estos deseos no solo recogen los eventos para un mundo ideal, dentro de la industria de la gestión de activos, sino también aquellos que, bajo ningún concepto, serían bienvenidos por los inversores.
Geopolítica, tipos de interés, inflación, educación financiera… el abanico de áreas que está en los pensamientos de los profesionales de la inversión es muy amplio, a la hora de expresar sus deseos para 2025.
Desde Intermoney Patrimonios, Lourdes Moreno, su directora, explica que su deseo primordial para el próximo año es que los tipos de interés sigan la tendencia de la inflación y que bajen ligeramente. Aún más ideal es que se mantengan en terreno real positivo. Esto, según la experta, provocaría, en primer lugar, una estabilización de las expectativas de los mercados financieros, y redundaría en que los inversores más conservadores sigan preservando capital.
“Los inversores más conservadores que están invertidos en renta fija a corto plazo podrán encontrar con este escenario alternativas para preservar su patrimonio frente a la erosión de la inflación” y aclara que, aunque una caída más pronunciada de los tipos “beneficiaría a corto plazo a los activos de renta variable y renta fija”, también podría perjudicar a los patrimonios conservadores, “dejándolos sin opciones atractivas de reinversión”.
Otro de los deseos positivos de la directora de Intermoney Patrimonios es que se reduzcan las tensiones bélicas, especialmente en Oriente Medio y en Ucrania, puesto que, además del factor humano, “relajaría los riesgos inflacionarios derivados del aumento de los precios de las materias primas, especialmente el petróleo, que ha visto presionada su oferta por estas tensiones”.
Moreno también anota el evento que no desearía que ocurriera: “Es crucial que no se produzca un repunte de la inflación combinado con una fuerte desaceleración económica”, ya que en este escenario, “tanto la macroeconomía como los activos financieros sufrirían, y los bancos centrales estarían atrapados, puesto que su mandato principal es controlar los precios”. Una situación que tendría consecuencias que no agradan a la experta, como mantener los tipos de interés en niveles restrictivos, “lo que complicaría aún más la recuperación económica” y las correlaciones entre activos aumentarían, “afectando negativamente la diversificación, justo en el peor momento para los inversores”.
Lourdes Moreno (Intermoney): “Esperemos que los tipos de interés sigan la tendencia de la inflación y bajen ligeramente”
Crecimiento e inflación
Por su parte, Eric Ollinger, presidente de ValueTree, también se centra en el crecimiento y la inflación como sus mayores anhelos para 2025. Apunta que el escenario económico ideal de cara a 2025 sería “la combinación de una inflación controlada, del orden del 1,5%, con un crecimiento económico sostenido”. Es más, Ollinger afirma que sería “muy positivo ver a Alemania recuperar protagonismo como motor económico de Europa”.
En cuanto al escenario negativo, al igual que Intermoney, Olinger cree que el escenario a evitar en este año es aquel en el que se produzca un estancamiento económico con un entorno de alta inflación.
Las consecuencias son claras: “Una contracción económica prolongada conduciría rápidamente a una caída importante del empleo y a una disminución masiva de las valoraciones de las compañías. En un entorno de deflación, los bancos centrales tendrían poca maniobra para aplicar medidas expansivas”, argumenta el experto.
Profundizar en el conocimiento financiero
La educación financiera centra los deseos de Tali Salomon, directora regional de eToro para Latam e Iberia, de cara a 2025. La experta recuerda que “hace cinco años, cuando lanzamos la primera edición del barómetro digital, alrededor del 80% de los españoles afirmaba no tener suficientes conocimientos para invertir; cerca del 70% veía esta falta de conocimientos como una barrera para mejorar su nivel de vida y casi un 90% consideraba que sería necesario o muy necesario incluir la educación financiera como una asignatura obligatoria en colegios e institutos”.
Desde entonces, el panorama, según Salomon, ha cambiado mucho, puesto que la democratización del acceso a la información ha permitido que “el ciudadano de a pie disponga ahora de la misma información que los profesionales de Wall Street”. Y así desea que siga siendo la tendencia el próximo año.
Talli Salomon (eToro): “La democratización del acceso a la información ha permitido que el ciudadano de a pie disponga ahora de la misma información que los profesionales de Wall Street y esperamos que siga esta tendencia”
Sobre el evento negativo indeseable para el año que viene, la directora regional de eToro apunta a no tener en cuenta a los inversores minoristas. En este punto, explica que desde el año 2020, los flujos de entrada diarios de los inversores minoristas en Estados Unidos se han incrementado un 20%, hasta los 1.510 millones de dólares en febrero de 2023. “Esto se debe a la mencionada democratización del acceso a la información, que ha provocado el aumento de los inversores minoristas hasta el punto de ser una parte crucial del sistema”.
Añoranza del value
El gran deseo de Alfonso de Gregorio, director de Inversiones de Finaccess Value, está relacionado con que la gestión activa vuelva a ganar peso dentro de la industria: “La gestión activa de verdad, la que implica un estudio en profundidad de las empresas, la detección de ineficiencias de mercado y la que, a medio y largo plazo, genera valor a los inversores”.
Pero también vería con buenos ojos que desaparecieran eventos que Alfonso de Gregorio (Finaccess Value) penalizan a las empresas. De Gregorio comenta que les gustaría que “los gobiernos dejaran de pensar en las empresas como ‘meras vacas lecheras’ a las que exprimir vía impuestos para tratar de cubrir los elevados déficits públicos”. El experto no duda en recordar que los déficits públicos actuales “van a tener implicaciones, tanto a largo como a corto, como la bajada de inversiones, pérdida de competitividad, destrucción de valor para los accionistas, freno al crecimiento económico y al empleo o la huida a otras áreas geográficas que ofrezcan una mayor seguridad jurídica”.
Las cuentas públicas, a escena
Los anhelos que proponen los profesionales de Buy & Hold abarcan un amplio espectro de temáticas. Julián Pascual, presidente y gestor de renta variable de la firma, también pone el foco en las cuentas públicas, sobre todo, en las de Estados Unidos. Su deseo es que “gane quien gane en las próximas elecciones presidenciales estadounidenses se ponga a trabajar en reconducir el déficit público alcanzado por el país”. Pero también tiene unas palabras para el Gobierno español: que el Ejecutivo nacional siga sin poder aprobar unos Presupuestos Generales “tiene su lado positivo”, puesto que, de esta forma, “el déficit público se mantendrá algo más manejable, sin incrementarse más y más”.
Antonio Aspas (Buy & Hold): “La situación de la vivienda es uno de los principales problemas de las economías occidentales”
Su compañero Rafael Varela, consejero delegado y gestor de renta fija de Buy & Hold, desea que no les sigan subiendo los impuestos a los ahorradores e inversores, mientras que Antonio Aspas, socio y consejero de la firma, revela su deseo de una mejora del acceso a la vivienda, “tanto por compra como por alquiler”, ya que “se está convirtiendo en uno de los principales problemas de las economías occidentales”. Aspas no quiere ni pensar en un escenario en el que decaiga el turismo en España pues, a su juicio, “tendría un efecto en la economía similar al de la crisis inmobiliaria del año 2008”.