El banco estadounidense de inversión Lehman Brothers ha pasado a la historia como el que desencadenó, aceleró y/o también fue víctima de la crisis financiera de 2008. Todo un símbolo de la misma. Aquel 15 de septiembre en el que la entidad anunció su bancarrota nos dejó las imágenes inolvidables de centenares de ejecutivos abandonando la sede del banco en Nueva York con las cajas en las que llevaban sus pertenencias. Atrás quedaban 163 años de historia de una firma íntimamente ligada a la historia de EE.UU., desde los campos de algodón de Nueva Orleans a la implantación del ferrocarril o el canal de Panamá.
«Lehman Trilogy» no es un musical ni una obra de teatro. Es todo eso, pero en realidad es un espectáculo de tres horas de duración que combina música en directo y la historia de la familia Lehman, desde la llegada del primero de ellos (Henry Lehman) como inmigrante alemán a EE.UU. hasta la muerte del último. Una historia articulada en tres actos que nos cuenta cómo entre 1844 y 1850 los tres hermanos Lehman (Henry, Emmanuel y Mayer) se instalaron en Alabama y abrieron un negocio textil. Con el tiempo, y aprovechando los eventuales incendios que solaban las plantaciones de algodón, los Lehman se convirtieron en financiadores de los agricultores al tiempo que admitían el pago de las deudas en especie, es decir, en algodón. Esta práctica les llevó a convertirse en intermediarios, un «concepto novedoso» que les hizo ricos.
La guerra civil estadounidense y la expansión del ferrocarril fueron dos eventos que les ayudaron a expandirse y crecer, no sin ciertas dificultades. Los herederos de los primeros Lehman lucharon por imponer sus nuevas visiones del negocio familiar y apostaron por la inversión en el ferrocaril, el café o el tabaco. En la década de 1930 se integró, también en el mercado de la radio y la televisión a través de una asociación con Radio Corporation of América.
En 1969 muere el último Lehman, Bobbie, y deja un banco que ya cuenta con un departamento de trading encargado de diseñar y «colocar» a quien sea cualquier producto financiero. Uno de esos productos financieros serían las hipotecas subprime por las que Lehman Brothers sucumbiría años después.
Tras su paso por los escenarios de París, Milán y Londres, «Lehman Trilogy» ha llegado a Madrid de la mano de Sergio Peris-Mencheta y seis actores que dejan al espectador boquiabierto con su talento interpretativo y musical. Litus Ruis, Pepe Llorente, Victor Clavijo, Aitor Beltrán, Darío Paso y Leo Rivera dan vida a 120 personajes, masculinos y femeninos, sin perder el aliento y el ritmo, consiguiendo que tres horas pasen «casi volando» y trasladando al espectador a cada escenario que se recrea.
La obra cuenta con varios momentos álgidos, pero cabe destacar el monólogo de Darío Paso (Bobbie Lehman) sobre el poder del consumismo o la surrealista y sesuda elección de esposa de Phillip Lehman. A ritmo de rhythm and blues, twist, reagge, Bob Dylan o Los Beatles, los seis actores se mueven como pez en el agua sobre un escenario móvil creado por Curt Allen Wilmer.
Sin duda, el espectador de Lehman Trilogy no saldrá de los Teatros del Canal habiendo comprendido a la perfección los motivos que llevaron al banco de inversión a la crisis de 2008, pero sí tendrá claro que 163 años de historia se pueden quedar en nada por una (o varias) decisión errónea. La ambición, el llamado «sueño americano», los excesos del capitalismo están presentes en esta historia que ya forma parte de la de todos. Incluso para los neofitos en la materia, resulta un espectáculo atractivo a pesar de la rapidez con que el elenco recita su texto en algunos momentos. La obra está en cartel hasta el próximo 23 de septiembre, aunque la mala noticia es que las entradas ya llevan varios días agotadas.