Tras el incremento significativo de la pobreza causado por el COVID-19, Mapfre ha decidido este año dedicar la IV edición del Día del Voluntariado, que se extendió durante el mes de octubre, a la nutrición, una necesidad inminente para muchas familias y que cobra una importancia vital en momentos como los actuales. Así, se han recogido más de 9 toneladas de alimentos, que se han entregado a más de 3.300 personas y sus familias en riesgo de exclusión social.
“El COVID-19 no sólo está siendo una crisis sanitaria de dimensiones globales, sino que también está provocando un incremento significativo de la pobreza en un gran número de países donde ya existían muchas necesidades sociales”, subrayan desde la entidad. Por ello, advierten que la realidad económica de muchas familias ha cambiado de forma drástica en los últimos meses y, luchar contra el hambre se ha convertido en una prioridad para los voluntarios de Mapfre.
Durante el mes de octubre, más de 600 voluntarios de la compañía han realizado cerca de 200 actividades (entre las que destacan colectas, clasificación, entrega y preparación de alimentos y comedores sociales) en 20 países.
Estas acciones de voluntariado son el reflejo de la apuesta de Mapfre por contribuir a la Agenda 2030 e impactar directamente en dos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible prioritarios para la compañía: ODS 1, Fin de la Pobreza, y ODS 2, Hambre cero. Casi 690 millones de personas en todo el mundo padecen hambre, según datos de Naciones Unidas, una cifra que supone un aumento de 10 millones de personas en el último año y de 60 millones en los últimos cinco años.
El programa de Voluntariado Corporativo de Mapfre se lleva a cabo a través del programa VOLUNTARIOS de Fundación Mapfre. Desde la compañía aseguran que el voluntariado corporativo está alineado con la estrategia del grupo y con el compromiso y vocación de servicio de sus empleados.