La diversidad en el lugar de trabajo se presenta como un asunto clave que puede repercutir en los resultados empresariales, según analizan desde Credit Suisse. Ahora, en un nuevo estudio, recuperan estas investigaciones analizando el impacto de la mejora de la diversidad en el rendimiento empresarial a través del prisma de la inclusión de las personas LGBTQ+, un colectivo cuyo poder adquisitivo representa aproximadamente entre 2,7 y 5,3 billones de dólares del G20.
Con este informe, la entidad ha actualizado el LGTBIQ+ 500, un listado que reúne 500 empresas con las mejores prácticas de inclusión del colectivo. Concretamete, se han añadido 129 nuevas empresas y eliminado 26 de la cesta original de 400 empresas inclusivas LGBTQ+, en consonancia con los cambios realizados por herramientas externas de evaluación comparativa, y ajustando su rendimiento según la ponderación sectorial en el MSCI ACWI. Entre sus hallazgos destaca cómo las empresas inclusivas LGBTQ+ han superado el rendimiento del MSCI ACWI (excluidos los componentes LGBTQ+) en 238 puntos básicos anuales desde 2010.
Para los inversores interesados, el informe destaca 26 empresas, 4 de ellas en Asia, 10 en Europa y 12 en Norteamérica.
Aumenta la inclusión legal, pero persisten los retos
Para construir el LGBTQ+ 500, se incluyen datos de índices de igualdad en el lugar de trabajo centrados en cuatro regiones: Europa, Estados Unidos, India y Australia. En este informe, ofrecen una visión concisa de cómo han progresado los derechos LGBTQ+ en la historia reciente de estas cuatro regiones, observando que la tendencia de los derechos LGBTQ+ en los distintos países ha sido variable e incierta durante la última década. En algunas regiones, el movimiento LGBTQ+ ha logrado avances pequeños pero notables, con ejemplos como Singapur, Dinamarca, Francia y Grecia. Sin embargo, incluso dentro de una unión geopolítica como Europa, algunos países están reprimiendo cada vez más los derechos de las personas LGBTQ+, lo que crea una importante división dentro de la región sobre esta cuestión.
Los matrimonios entre personas del mismo sexo están reconocidos actualmente en 24 países de la OCDE, frente a cero en 1999. Los países de la OCDE alcanzaron más de la mitad de la inclusividad legal LGBTQ+ con un 52,5% en 2019, lo que supone un fuerte aumento desde el 20,1% de 1999 (es decir, un aumento del 160,8%). Sin embargo, el Índice Arco Iris de este año (Rainbow Index) -la herramienta de evaluación comparativa anual de ILGA-Europa- muestra que las puntuaciones medias de los países europeos se han estancado desde 2020.
El Reino Unido muestra la mayor caída en la clasificación entre todos los países encuestados (-11%). Según ILGA, la significativa caída en la clasificación «se produce en un momento de sentimiento político y mediático generalizado contra las personas trans, mientras que el gobierno británico no avanza en las reformas prometidas desde hace tiempo sobre el reconocimiento de género y la prohibición de la llamada «terapia de conversión» para todos».
Un enfoque no inclusivo podría afectar a la retención
Según una encuesta realizada por YouGov, la mayoría de los profesionales LGBTQ+ (75%) indican que es importante trabajar en una empresa en la que se sientan cómodos aportando todo lo que llevan dentro. Casi la mitad de los profesionales LGBTQ+ (49%) indican que no trabajarán en una empresa que no ofrezca prestaciones favorables a la comunidad LGBTQ+ y el 36% se plantearía dejar su empresa actual si ésta no adoptara una postura firme contra la discriminación y las noticias que afectan a la comunidad LGBTQ+.
Otra investigación de Deloitte indica que las acciones inclusivas pueden contribuir a un sentido de pertenencia en el trabajo, ya que más del 70% de los encuestados están más inclinados a permanecer en su empresa actual debido a su enfoque de la inclusividad. Por el contrario, casi 4 de cada 10 (37%) de los encuestados indican que están considerando activamente cambiar de empleador para encontrar uno con una cultura más inclusiva. Según la encuesta, es dos veces más probable que los encuestados que no se han enfrentado a comportamientos no inclusivos permanezcan con su empleador actual durante más de cinco años que los que sí lo han hecho (30% frente a 16%).
El poder económico de la comunidad LGBTQ+
Suponiendo que entre el 5 y el 10% de la población se identifica como LGBTQ+ y que los consumidores LGBTQ+ tienen patrones de gasto similares a los de los consumidores no LGBTQ+, el poder adquisitivo de la comunidad LGBTQ+ representa aproximadamente entre 2,7 y 5,3 billones de dólares del G20. Para ponerlo en perspectiva, si el colectivo LGBTQ+ fuera una economía, sería la cuarta más grande del mundo (excluida la Unión Europea). Combinando las estadísticas anteriores con las tendencias recientes que muestran un aumento de la proporción de adultos estadounidenses que se autoidentifican como LGBTQ+, y que, actualmente, más del 20% de la Generación Z (nacidos entre 1997 y 2002) en EE.UU. se autoidentifican como LGBTQ+, desde Credit Suisse prevén que el poder adquisitivo de la comunidad LGBTQ+ se convertirá cada vez más en una fuerza a tener en cuenta en la economía.