El patrimonio de los fondos de inversión a nivel mundial experimentó un fuerte aumento, del 7,3%, durante el primer trimestre de 2021, según los últimos datos publicados por la Asociación Europea de Fondos y Gestión de Activos (Efama, por sus siglas en inglés). En concreto, los mayores mercados, que siguen siendo Estados Unidos y Europa, registraron un crecimiento del patrimonio neto del 4,5% cada uno.
“Las ventas netas de fondos de inversión a nivel mundial alcanzaron el billón de euros por primera vez en un trimestre concreto, impulsadas por el fortalecimiento de la confianza de los inversores en el éxito de la campaña de vacunación contra el COVID-19 y la recuperación económica mundial. Las entradas netas en fondos a largo plazo aumentaron incluso más que en el cuarto trimestre de 2020, principalmente gracias a las fuertes ventas netas de fondos de renta variable en Europa y de fondos de renta fija en Estados Unidos”, explica Bernard Delbecque, director de economía y análisis de Efama.
Según recogen los datos Efama, durante el primer trimestre del año, los fondos mundiales a largo plazo registraron entradas netas de 807.000 millones de euros, frente a los 584.000 millones de euros del cuarto trimestre de 2020. Si analizamos esta firma por regiones, se observa que en Estados Unidos se registraron las mayores ventas netas del trimestre (445.000 millones de euros), seguidos de la región Asia-Pacífico (304.000 millones de euros) y Europa (198.000 millones de euros).
La popularidad de los fondos de renta variable también quedó reflejada en los tres primeros meses de 2021. Estos atrajeron las mayores ventas netas (293.000 millones de euros), debido a su continuo y sólido rendimiento en Europa (133.000 millones de euros) y a la recuperación en Estados Unidos (96.000 millones de euros). En el caso de los fondos de renta fija, las ventas netas siguieron siendo elevadas (265.000 millones de euros). “Estas sólidas ventas netas mundiales se debieron principalmente a las elevadas entradas netas sostenidas en Estados Unidos (199.000 millones de euros)”, explican desde Efama.
Además, destacó el comportamiento de los fondos multiactivos, que experimentaron entradas netas por valor de 189.000 millones de euros frente a los 122.000 millones de euros del cuarto trimestre de 2020. Según matizan desde Efama, China representó 89.000 millones de euros en ventas netas, seguida de Europa (38.000 millones de euros) y Canadá (32.000 millones de euros).
Por último, en el caso de los fondos del mercado monetario, las ventas netas también se elevaron. A nivel mundial, estos fondos registraron entradas netas de 218.000 millones de euros, frente a los 75.000 millones del cuarto trimestre de 2020. En el caso de los fondos europeos, las ventas netas fueron negativas, donde las salidas duplicaron las entradas. En cambio, los fondos monetarios estadounidenses mantuvieron una dinámica positiva: 136.000 millones de euros en entradas frente a unas salidas de 59.000 millones de euros en el último trimestre de 2020.
De nuevo destaca el comportamiento de China, que registró las mayores ventas netas en fondos monetarios del trimestre, alcanzando los 144.000 millones de euros.
Edmond de Rothschild Private Equity, con la colaboración de Ginkgo Advisor, ha anunciado el primer cierre de su vehículo de inversión Ginkgo 3. Este fondo, dedicado a la descontaminación y reutilización de zonas industriales contaminadas, ha captado más de 180 millones de euros. Entre sus inversores principales cuenta con el Banque des Territories, el Grupo Edmond de Tothschild, MAIF, Allianz France y CAVP.
«Tenemos 12 años de experiencia en el ámbito de la regeneración urbana sostenible y tenemos un equipo con mucha experiencia. Nos sentimos muy honrados por la confianza que nuestros inversores han depositado en nosotros para continuar nuestras acciones con Ginkgo 3, de mayor alcance y significativamente más paneuropeo que nuestros fondos», señalan Pascal Roudier, Bruno Farber y Guillaume Ribet, socios de Ginkgo Advisor.
El grupo ya ha firmado dos proyectos situados en Île-de-France y se prepara para invertir entre doce y quince activos que representan inversiones de capital de entre 15 y 40 millones de euros. Tras el lanzamiento de Ginkgo 1 (2010) y Ginkgo 2 (2016), la compañía mantiene su estrategia de inversión vinculada a la gestión de la expansión urbana, el impacto de la contaminación ambiental y la regeneración urbana, contribuyendo a la transición hacia un modelo que utilice menos energía y recursos.
Ginkgo 3, clasificado bajo el artículo 9 del nuevo reglamento europeo sobre la divulgación de información relacionada con la sostenibilidad, o la normativa ‘SFDR’, está alineado con un enfoque de inversión sostenible a largo plazo.
Johnny El Hachem, CEO de Edmond de Rothschild Private Equity, afirma: “El éxito de esta captación de fondos refleja el interés de los inversores por las estrategias que combinan la rentabilidad financiera con la utilidad social y la responsabilidad medioambiental a través de objetivos de impacto claros e intencionados, a la vez que se benefician de una sólida trayectoria”.
Ha pasado ya más de un año desde que los precios de los activos se desplomaron al inicio de la crisis del COVID-19. Se puede decir que los mercados de activos se han recuperado rápidamente. El apoyo de los bancos centrales y los planes de estímulo de los gobiernos han logrado atenuar los daños económicos que normalmente se habrían producido al cerrar sectores enteros de la economía.
Los mercados de bonos corporativos high yield han respondido positivamente. Los márgenes crediticios (el rendimiento adicional que paga un bono corporativo con respecto a un título de deuda pública de vencimiento equivalente) se ampliaron con fuerza en la primera parte de la crisis en 2020, pero a mediados de mayo de 2021, los márgenes crediticios del high yield global se habían reducido hasta casi los niveles anteriores a la crisis1. Pero, ¿qué sucede con toda la deuda adicional que las empresas han asumido para sortear las pérdidas de ingresos durante los confinamientos? ¿Están diciendo los mercados que los niveles de deuda no importan?
El endeudamiento podría haber tocado techo
Si echamos un rápido vistazo al gráfico de abajo, vemos el veloz aumento del endeudamiento corporativo (apalancamiento) en Europa. El ratio de apalancamiento bruto (deuda total/EBITDA), mide la deuda total que tiene una empresa en relación con sus beneficios antes de deducirse los intereses, los impuestos, las depreciaciones y las amortizaciones. De ahí se obtiene un múltiplo de la deuda en relación con el beneficio. El apalancamiento neto (deuda neta/EBITDA) es el mismo ratio, pero se resta a la deuda total el volumen de caja (o equivalentes) que la empresa tiene en su balance. Un múltiplo más alto indica un mayor endeudamiento y viceversa. En principio, el gráfico podría parecer desalentador, pero nos permite deducir muchas cuestiones.
En primer lugar, observen la gran diferencia entre el apalancamiento bruto y el apalancamiento neto. Esto nos dice que, en total, las empresas del mercado high yield han ido acumulando caja por prudencia. En efecto, según JP Morgan, los balances de caja de los emisores de high yield europeos aumentaron hasta aproximadamente 190 000 millones de euros, cifra récord, a fin de 20202. Esto podría deberse al carácter intermitente de los confinamientos, así como a que algunas empresas hayan aprovechado los tipos de endeudamiento aparentemente bajos para captar capital. Con la aceleración de las vacunaciones y la reapertura de las economías, cabría esperar un pago parcial de esta deuda o un uso más productivo de la caja.
En segundo lugar, la cifra de apalancamiento neto disminuyó tanto en el tercer como en el cuarto trimestre de 2020. Y esto ocurrió en un momento en que muchas economías de Europa y de otros lugares del mundo estaban sujetas a restricciones de distancia social, por lo que no estaban a plena capacidad. Las empresas lograron avanzar en la reconfiguración de las cadenas de suministro y un funcionamiento más eficiente, pero, según Morgan Stanley, los beneficios de los emisores de highyield cayeron un 2% intertrimestral en el último trimestre de 20203. Sin embargo, las empresas redujeron sus gastos de capital, lo que liberó la caja. Otra forma de retener efectivo en el negocio fue mediante la reducción de los pagos de dividendos a los accionistas.
En tercer lugar, las cifras globales de apalancamiento tardan entre tres y seis meses en estar disponibles, debido a que hay que esperar a que las empresas comuniquen oficialmente sus beneficios y la situación de sus balances. Por lo tanto, el dato final del gráfico nos ofrece una imagen de la situación de las empresas de hace unos meses y no de la actual. Pero, tanto casualmente por las conversaciones que mantenemos con los emisores como por la sucesión de datos que se van publicando, sabemos que la situación económica ha mejorado. Aunque en el primer trimestre de 2021 continuaron las restricciones, la puesta en marcha de las vacunaciones ha permitido una reapertura gradual. En los datos de alta frecuencia (como las ventas minoristas y el uso de transporte público) de países que van por delante en la administración de las vacunas, hemos visto una rápida recuperación de la confianza y un repunte de los niveles de actividad. Por ejemplo, los datos de crecimiento del producto bruto interno (PBI) del Reino Unido mostraron un fuerte repunte en marzo, con la vuelta de las escuelas, el crecimiento de las ventas por Internet y la recuperación de la construcción4.
Tres categorías diferentes
Además, la deuda no se ha acumulado de manera homogénea, algo que hay que tener en cuenta al mirar los niveles totales de deuda. Empresas de diferentes sectores habrán vivido experiencias muy distintas. En primer lugar, están las empresas que no se vieron afectadas en absoluto o que incluso se beneficiaron del COVID-19 (como las compañías de streaming de contenidos y logística). En este caso, sus beneficios se han mantenido sólidos y la deuda (en caso de que haya aumentado) por lo general ha sido para financiar el crecimiento, en lugar de para pagar el déficit. En segundo lugar, están las empresas de los sectores cíclicos, como el del automóvil, el químico y el de bienes de consumo, que han logrado repuntar a medida que la actividad industrial se ha ido recuperando y los consumidores han empezado a gastar más generosamente en bienes. En el tercer grupo están los sectores de los servicios que siguen afectados por las restricciones de distanciamiento social, como los relacionados con los viajes internacionales. En este caso, no está tan claro cuándo empezarán a disminuir sus niveles de apalancamiento.
En última instancia, nos interesa saber qué pasará con el apalancamiento dentro de seis o dieciocho meses más que ahora mismo. Lógicamente, esto supone que las empresas tienen unos balances suficientemente resistentes o acceso a liquidez para poder mantenerse hasta que lleguen mejores tiempos. La mayoría lo tiene, como se refleja en la tasa de incumplimiento de pagos del high yield global, que está muy por debajo de los niveles máximos de la última gran crisis5.
Evidentemente, hay factores que podrían poner en riesgo las valoraciones del crédito corporativo, como variantes del virus que resisten a las vacunas que provoquen nuevos desajustes económicos o preocupación por la inflación, pero la experiencia del tercer trimestre de 2020 nos demostró que los beneficios pueden recuperarse rápidamente cuando las economías logren reabrirse. La pérdida de ingresos y el aumento del apalancamiento han sido repentinos, pero también podría serlo la recuperación.
Tribuna de Tom Ross, miembro del equipo de Crédito Corporativo Global en Janus Henderson Investors.
Anotaciones:
(1) Fuente: Bloomberg, índice ICE BofA Global High Yield Bond, diferencial ajustado a opciones del gobierno, 17 de mayo de 2021.
(2) Fuente: JPMorgan, ajustado a emisores que aún no han publicado resultados, 13 de abril de 2021.
(3) Fuente: Morgan Stanley, mediana, 7 de mayo de 2021.
(4) Fuente: ONS, estimación mensual del PIB, Reino Unido; marzo de 2021, 12 de mayo de 2021.
(5) Fuente: Moody’s. La tasa de incumplimiento de pagos a 12 meses para los bonos especulativos globales alcanzó un máximo de aproximadamente el 6,8 % en diciembre de 2020, en comparación con el 13,4 % en 2009 tras la crisis financiera global; 10 de mayo de 2021.
Glosario:
Balance: estado financiero que resume los activos, los pasivos y el capital social de una empresa en un momento determinado.
Sectores cíclicos: sectores altamente sensibles a los cambios en la solidez de la economía, como las compañías mineras o las empresas que venden artículos discrecionales, como automóviles.
Incumplimiento de pago: el incumplimiento por parte de un deudor (como un emisor de bonos) de su obligación de pagar intereses o reembolsar la cantidad original prestada a su vencimiento. La tasa de incumplimiento de pagos mide los impagos durante un periodo determinado como porcentaje de la deuda emitida originalmente.
Bono high yield: bono con una calificación crediticia más baja que un bono investment grade. A veces se le denomina bono sub-investment grade. Estos bonos conllevan un mayor riesgo de que el emisor incurra en incumplimiento de pagos, por lo que normalmente se emiten con un cupón (pago de intereses) más alto para compensar el riesgo adicional.
Fundamentos: la información básica que contribuye a la valoración de un valor, incluida la información financiera, las perspectivas de crecimiento y factores cualitativos como la experiencia de la dirección.
Rentabilidad: el nivel de ingresos de un valor, expresado normalmente como porcentaje. Un bono, se calcula al dividir el cupón anual pagado por el precio actual del bono.
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Esta semana se han seguido acumulando lecturas macro que apuntan a una transición desde el estadio de recuperación hacia el de expansión, con un crecimiento que pierde inercia y un IPC más pujante.
Los indicadores de mejora de la venta minorista (12,4% interanual) y producción industrial (8,8%) en China para el mes de mayo quedaron en ambos casos por debajo tanto de la proyección del analista como de los registros cosechados en abril; adicionalmente, de acuerdo al análisis de Google Search, el consumo en EE.UU. podría estar perdiendo ímpetu. En Japón, los pedidos de maquinaria también sorprendieron negativamente (0,6% mes sobre mes respecto a previsión de 2,5%), mientras que en Alemania el Instituto IFO atemperó el optimismo de su pronóstico para el PIB 2021 del 3,7% al 3,3% a consecuencia de los cuellos de botella en las cadenas de abastecimiento, aunque, en este caso, lo trasladó a la cifra de 2022: desde el 3,2% al 4,3%. Acerca de la inflación, el sondeo de expectativas del consumidor publicado por la Fed de Nueva York muestra en mayo un repunte a un año (del 3,4% al 4%) y a tres años (del 3,1% a 3,6%).
La estacionalidad y el ámbito geopolítico tampoco parece que vayan a suponer un viento de cola a favor del mercado. El ala más liberal del Partido Demócrata puede inspirar las próximas semanas titulares de prensa que redunden en un repunte en volatilidad: respecto al proyecto de ley de inversión en infraestructuras, esta facción del partido azul se muestra contraria a un compromiso bipartidista; al mismo tiempo, Schumer abre la vía de la reconciliación para agilizar la aprobación. El mercado da por hecho un paquete que no será financiado con una subida de los impuestos, pero la hipotética aprobación unilateral de los demócratas (que probablemente no se produzca) puede inducir a la ansiedad entre los inversores a corto plazo.
En la misma línea, la Casa Blanca sorprendió a la industria tecnológica y de servicios de comunicación con el nombramiento de Lina Kahn, de 32 años y muy crítica con el modelo de negocio de compañías ubicadas en estos sectores, como nueva presidenta de la FTC. No obstante, aunque la senadora Warren abrazó la noticia como “una enorme oportunidad para acometer un cambio estructural reactivando leyes antimonopolio”, probablemente acabe siendo “mucho ruido y pocas nueces”: los compradores de Nasdaq estarán algo incomodos hasta descontar este nuevo escenario.
Aun así, el foco de atención esta semana se centró en la reunión de la Fed. Como era de esperar, Powell reconoció que los 17 gobernadores que componen el Comité de Operaciones de Mercado Abierto (FOMC) están ya “hablando de hablar” sobre el inicio de los recortes en el programa de compras de bonos y MBSs, aunque matizó que el umbral para comenzar a implementar los ajustes se encuentra aún lejano -las inyecciones de liquidez podrían mantenerse hasta bien entrado 2022-. Con todo, lo más probable es que aproveche su discurso en Jackson Hole para anunciar la reducción de las compras por debajo de los 120.000 millones de dólares al mes a partir de diciembre.
El banco central estadounidense mantuvo tipos, compras de activos y guías de actuación sin cambios respecto al comité de abril, aunque revisó sustancialmente al alza sus expectativas de inflación del PCE, desde el 2,4% hasta el 3,4% para 2021 y del 2,0% al 2,1% en 2022.
Este aumento en riesgos inflacionistas justifica que en la actualización del “mapa de puntos” se aprecie cómoel inicio de un nuevo ciclo de subida de tipos se adelanta a 2023; hasta seis gobernadores más anticipan este resultado respecto al último resumen de proyecciones económicas (SEP) presentado en marzo. Llama la atención que, a pesar de cambios irrelevantes en el SEP de 2022 a 2023, sí se identifica un cambio importante en el posicionamiento de los miembros del FOMC hacia una política monetaria más restrictiva; 7 de los 18 votos apoyarían una subida en 2022 (por solo cuatro en marzo), y la mayoría (13) descuenta al menos un movimiento del +0,25% en 2023.
Sin embargo, no es recomendable tomarse estos pronósticos al pie de la letra; en primer lugar, porque Powell y su equipo continúan defendiendo que este repunte en inflación -resultado de efectos en la base de comparación año sobre año y de una violenta recuperación en la demanda que, en algunas industrias, no ha venido acompañada por el correspondiente aumento en producción- es transitorio. Además, de confirmarse, el panorama macro puede ser muy diferente de aquí a 2023.
En segundo lugar, porque el mismísimo presidente de la Fed reconoce que «no es un gran pronosticador de los futuros movimientos de los tipos» y que los mapas de puntos «deben tomarse con un gran grano de sal» y en tercero porque tres de los puntos que señalan a dos subidas ese año (Esther George, Eric Rosengren y Loretta Mester) perderán su voto en 2023.
Finalmente, la Fed incrementó en 0,05% la tasa de interés sobre exceso de reservas en (hasta alcanzar el 0,15%) y la del overnight reverse repo (0,05%) para levantar el coste efectivo del dinero de la parte inferior del corredor.
El viraje del regulador hacia una propuesta de política monetaria más hawkish podría concretarse en otoño con el vencimiento de las prestaciones extraordinarias por desempleo, en la medida en que la caída en contagios devuelva la normalidad a la actividad escolar y permita que millones de personas puedan delegar el cuidado de sus hijos menores y reincorporarse al mercado laboral. Aunque Powell confía que las limitaciones de capacidad en el sector servicios se resuelvan gracias a una economía más robusta, es posible que esto no suceda hasta que los salarios hayan subido lo suficiente como para estimular la oferta de trabajadores, lo que obligaría a ajustar políticas monetarias con más rapidez.
La primera reacción del mercado ha sido comprar dólar, vender tesoros y, como consecuencia, ajustar al alza la tasa de descuento en modelos de valoración de renta variable, generando viento en contra en la bolsa. La TIR objetivo del bono 10 años EE. UU., después de los cambios en el SEP, se sitúa en el 2,05%, lo que aconseja mantener una posición conservadora en lo que respecta a la duración. Adicionalmente, la preferencia por bonos ligados a la inflación (TIPs) sobre nominales pierde soporte.
Con el cambio de tono, la Fed marca su umbral de dolor respecto a expectativas de inflación (break even 10 años alrededor de 2,5%), que pueden moderarse más en anticipación del tapering. Si este fuera el caso, el atractivo relativo de acciones respecto al crédito corporativo dejará de ser tan evidente; con un P/E proyectado de 21,2x (en base a la pendiente de la curva, diferenciales de crédito y estimados de beneficios por acción) y unos BPA estimados para los próximos doce meses de 199,1 dólares, el objetivo para el S&P 500 se situaría en 4.221 puntos; para el crédito por debajo de grado de inversión estadounidense, contemplamos un objetivo de diferenciales a final de año en el rango de 280 a 240, que conllevaría una rentabilidad total media de -0,4% para una TIR del bono tesoro 7 años en 1,75%.
Cuando se habla de la economía digital, a menudo se suele pensar en las grandes empresas estadounidenses que han cambiado el paradigma tecnológico, los medios de comunicación, la publicidad y los medios de pago. Las principales empresas en el ámbito de la digitalización, como pueden ser Apple, Alphabet, Visa y Facebook siguieron mostrando unos resultados alentadores durante el primer trimestre de 2021 que sirven de base para unas perspectivas favorables en la economía digital.
Si bien la estrategia AXA WF Framlington Digital Economy mantiene una alta exposición en empresas con sede en Estados Unidos, se trata de empresas con actividad global en la que una gran parte de sus ingresos procede de otras regiones del mundo. En concreto, hasta un 18% de la exposición de los ingresos de la estrategia tiene su origen en los mercados emergentes. Mientras que, en términos de exposición directa, la estrategia de AXA IM mantiene una ponderación del 5% en mercados emergentes, estando esta exposición vinculada principalmente a China.
Las empresas estadounidenses han tenido mucho éxito en la comercialización de gran parte de la oportunidad global, pero a veces se han limitado en su manera de operar en China. Un obstáculo que ha permitido que algunos actores locales se hayan convertido en líderes indiscutibles en el gigante asiático. Sin embargo, estos líderes locales han mostrado relativamente poco éxito a la hora de expandir su actividad en el exterior, o si han conseguido un cierto nivel de internacionalización, su presencia es mucho menor que sus operaciones en el mercado doméstico.
La banca digital y los pagos electrónicos como megatendencia
Las tecnologías móviles, la computación en la nube, las redes sociales, el big data y la inteligencia artificial son megatendencias claramente disruptivas en el ámbito de la economía digital en los mercados emergentes. Sin embargo, sobre todas ellas, Jeremy Gleeson, principal gestor de la estrategia, destaca la transición digital de los medios de pagos y de los servicios bancarios. En los mercados emergentes existe un gran número de consumidores y empresas que no pueden tener acceso a los servicios bancarios y medios de pagos tradicionales. Sin embargo, los pagos electrónicos y la banca digital están disponibles para todos aquellos que dispongan de un dispositivo móvil y existe la oportunidad de explotar posibilidades que no estaban disponibles en el pasado.
El ritmo de adopción de la economía digital de los mercados emergentes es más rápido, ya que se evitan los errores cometidos en los países desarrollados, países que por lo general han tenido una adopción más temprana. La adopción de sistemas de pago basados en teléfonos móviles está siendo más rápida en China que en Estados Unidos, y las diferencias culturales, demográficas y de hábitos aprendidos han contribuido a ello. Un ejemplo, las propinas son una parte importante de la economía de servicios en Estados Unidos, por lo que ha favorecido el pago en efectivo. Por el contrario, en China la adopción de billeteras digitales ha sido más rápida.
El efecto de la pandemia
Antes de la llegada de la pandemia, las cifras de penetración del comercio electrónico sobre el total de las ventas minoristas en los mercados emergentes ya eran reseñables. Según datos proporcionados por Euromonitor, en el año 2018 el porcentaje de penetración del comercio electrónico en Corea del Sur y China ya era del 24%, superando con creces las tasas de penetración de otras economías desarrolladas, por ejemplo, Reino Unido y Estados Unidos, con unas tasas del 17% y 14% respectivamente. En ese momento, se proyectó que la tasa de penetración de Corea del Sur y China para 2023 sería del 35% y 34%, de nuevo superando las tasas de penetración proyectadas para Reino Unido y Estados Unidos, con un 21% y 22%.
Si bien muchos aspectos de la economía digital se expandieron durante el brote de COVID-19, en AXA IM son conscientes de que se plantearán interrogantes acerca de la futura probabilidad de crecimiento a medida que el mundo vuelva a un cierto nivel de normalidad. En ese sentido, los mercados emergentes no representan una excepción.
El equipo gestor de la estrategia es consciente de que la tasa de crecimiento anualizada podría plantear dificultades a corto plazo y lo ha tenido en cuenta en la cartera. Sin embargo, creen que muchas de sus inversiones se realizan en empresas que seguirán prosperando en los próximos años a pesar de los obstáculos a corto plazo, por lo que intentan utilizar cualquier debilidad de las cotizaciones como una oportunidad para reforzar sus posiciones.
La evolución digital no sucede de la noche a la mañana y en ese sentido el desarrollo continuo de la infraestructura de comunicaciones será clave. Si bien la estrategia AXA WF Framlington Digital Economy no invierte en ese segmento, reconoce que se necesita una infraestructura de banda ancha para que la economía digital progrese a nivel global, y en especial en los mercados emergentes. La regulación y los permisos gubernamentales serán otro factor que podría dictar el ritmo del progreso.
Aunque durante el año pasado algunas decisiones tuvieron que tomarse de forma precipitada para garantizar que las empresas permanecieran operativas durante una situación inesperada, también hay muchas oportunidades que se desarrollarán a medida que las empresas traten de poner en marcha los sistemas y la tecnología para permitir la continuidad del negocio en el caso de que se vuelva a producir un acontecimiento similar.
Según Gleeson, la cartera sigue bien posicionada para beneficiarse de las tendencias asociadas a la temática de la economía digital, como pagos digitales, ciberseguridad y marketing digital.
Puede obtener más información sobre la visión de la economía digital de AXA IM, a través de este link.
Si desea más información, por favor consulte a los representantes de AXA Investment Managers en el mercado US Offshore:
Rafael Tovar, Director, US Wholesale & Offshore Distribution
Samantha Muratori, Sales Associate, US Wholesale & Offshore Distribution
Para obtener más información sobre las capacidades de activos múltiples de AXA IM, visite www.axa-im.com
La última cumbre del G7 dejó muchas imágenes en clave política, como el encuentro entre Joe Biden, presidente de Estados Unidos, y Vladímir Putin, su homólogo ruso, pero pocos mensajes para los mercados. Entre los aspectos tratados por los líderes políticos, el impacto del impuesto global para multinacionales, las relaciones con China y el compromiso medioambiental fueron los más relevantes para los inversores.
“Como se esperaba, las medidas tangibles del G7 fueron muy escasas, aparte del compromiso de suministrar millones de vacunas a los países en desarrollo, aunque la mayor parte no llegarán hasta 2022. En el comunicado no se asumió ningún compromiso importante sobre el clima, la cooperación económica, la Covid o China. El alivio de que fuera el presidente Biden el que estuviera en las conversaciones, en lugar del presidente Trump, fue visible. Hubo numerosas oportunidades para hacerse fotos en torno a las barbacoas y las reuniones bilaterales, pero tener un socio constructivo en EE.UU. no es suficiente para conseguir que cambien las divisiones entre las principales potencias en cuestiones clave”, valora Stephanie Kelly, Deputy Head of the Research Institute de Aberdeen Standard Investments.
Tras las valoraciones sobre el impuesto de sociedades a nivel mundial, los compromisos adquiridos que pueden afectar a los mercados financieros fueron menores: una donación de 1.000 millones de vacunas, prevenir futuras pandemias, reducir la huella de carbono y contrarrestar la influencia de China en el mundo a través de un ambicioso plan de financiación destinado a países menos desarrollados. Los dos temas que más interesan a los inversores es cómo impactará en la renta variable ese impuesto para sociedades a nivel mundial y las relaciones económicas con China.
Sobre lo primero, Yves Bonzon,CIO del banco privado suizo Julius Baer, señala que no espera que este avance fiscal repercuta en los mercados de renta variable a corto y medio plazo y explica: “En primer lugar, se necesitará tiempo para acordar los detalles. En segundo lugar, su aplicación será compleja y prolongada. Desde el punto de vista político, pueden ocurrir muchas cosas en pocos años”. Por otra parte, el experto de Julius Baer recalca que “el impuesto de sociedades se redistribuirá de las jurisdicciones fiscalmente favorables a grandes economías, como Estados Unidos y la Unión Europea, pero, en lo que respecta al tipo impositivo, no hay que confundir este dato del 15% con lo que las empresas acaban pagando realmente. Independientemente de dónde se paguen los impuestos, las empresas podrán seguir aprovechando otras vías legales para optimizar los impuestos. Los abogados especializados en impuestos de sociedades no se han quedado sin trabajo. Sin embargo, esta es otra prueba anecdótica de que el régimen neoliberal de varias décadas ha terminado y el capitalismo patrocinado por el Estado es la nueva regla”.
En este sentido Catherine Doyle, de Newton, parte de BNY Mellon IM, añade: «El acuerdo fiscal no debería provocar un cambio significativo en las perspectivas económicas. La idea es que las empresas paguen un porcentaje de impuestos más justo. La carrera hacia el fondo de los últimos años ha tocado a su fin y las presiones alcistas están a la orden del día, lo que no resulta sorprendente, considerando la trayectoria que han seguido los déficits gubernamentales desde el inicio de la pandemia». «Es muy probable que la presión fiscal se intensifique. Las empresas aplican técnicas de optimización fiscal y reparten sus beneficios por todo el mundo con el objetivo de reducir al mínimo sus obligaciones tributarias. Sin embargo, ciertos sectores y empresas se verán más afectados que otros», añade Doyle.
Además, los analistas de Banca March, añaden que, en materia fiscal, “el G7 se ha comprometido a continuar los programas de estímulo tanto como sea necesario, además de acordar seguir trabajando en el impuesto global a las multinacionales, que será de al menos el 15%, y que buscarán lograr un acuerdo mayor para la reunión los ministros de finanzas del G20 de julio”.
Respecto a China, Kelly destaca que los líderes políticos del G7 tienen diferentes enfoques y muchos temas en los que posicionarse, como el comercio, la competitividad, las infraestructuras o el compromiso climático. “Biden señaló que el grupo estaba de acuerdo en la importancia de unirse contra los regímenes autocráticos y en la defensa de los derechos humanos, y hubo una declaración en la que se mencionaba Xinjiang y los problemas de derechos humanos en Hong Kong. Sin embargo, otros líderes se mostraron mucho más silenciosos respecto a China. La canciller Angela Merkel sigue interesada en trabajar con este país, especialmente en materia de clima, y el primer ministro Boris Johnson tampoco lo mencionó en sus comentarios finales”, apunta el experto de Aberdeen Standard Investments.
De cara a los inversores, desde Preqin destacan cómo afecta la relación geopolítica con China respecto a la gran oportunidad de inversión que existen en infraestructuras chinas. “El Presidente Biden aprovechó el G7 para responder a la creciente amenaza de China. La ambición de crear un programa de infraestructuras verdes que rivalice con la Iniciativa Belt and Road tendrá profundas implicaciones para los inversores privados. Pero el optimismo de que desencadenará un sinfín de oportunidades tal vez deba moderarse a la luz de la experiencia de Asia”, señalan.
En este sentido, el debate está servido. Según explican los analistas de Banca March, uno de los puntos que trataron los líderes del G7 fue lograr un acuerdo para crear un proyecto global de infraestructuras (Build back better for the world) como respuesta al proyecto chino One Belt, One Road, aunque sin mencionarlo explícitamente en el texto. “Además, los siete también han pactado implementar medidas contra las prácticas anticompetitivas de la industria china y han consensuado un comunicado sobre las violaciones de derechos humanos en Xianjing”, matizan.
Por su parte, Jeremy Lawson, economista jefe y director del Instituto de Investigación de Aberdeen Standard Investments, pone el acento en el tercer gran tema: el compromiso medioambiental. “Los miembros del G7 y del G20 deben señalar su voluntad de avanzar en esta dirección y enviar un poderoso mensaje al resto del mundo de que las mayores economías y emisores están dispuestos a actuar para limitar el futuro cambio climático perjudicial», afirma.
Esta voluntad ha estado acompañada por una carrera para animar a la industria financiera, y a las empresas en las que invierten o prestan, a alinear sus decisiones de asignación de capital con los objetivos de París.
Según Jeremy Lawson, si la política mundial no está alineada con esos objetivos, los flujos de capital dirigidos por el sector financiero tampoco lo estarán. “Esta es una de las razones principales por las que la mayoría de los compromisos de los inversores y las empresas para alcanzar un nivel de cero emisiones netas llevan la advertencia de que están condicionados a que las políticas gubernamentales se alineen con los objetivos del Acuerdo de París”, añade Lawson.
En este sentido, los analistas de Banca March destacan que el cambio climático ha sido uno de los grandes asuntos del G7, logrando el consenso para objetivos más ambiciosos. “Los siete han acordado poner fin a las ayudas a las centrales térmicas de carbón, así como acelerar la transición a los nuevos vehículos eléctricos. En el comunicado final, los países señalaban que aún es posible limitar a 1,5 grados el calentamiento global”, comentan.
El riesgo de las tensiones políticas
Por último, también tuvo lugar la primera cumbre de la OTAN en la era de Joe Biden, que ha servido para visibilizar el compromiso de la nueva Administración estadounidense con una Alianza cuya utilidad fue cuestionada por el anterior presidente. Según destaca el equipo de Portocolom AV la organización apuntó claramente como principal amenaza hacia Rusia, que aparece mencionada 61 veces en el comunicado final de la cumbre. Pero los 30 miembros de la OTAN subrayan también el desafío sistémico que supone China, que aparece mencionada 10 veces en el comunicado.
“Varios aliados han sufrido ciberataques en los últimos meses, desde el que afectó a las bases informáticas del sistema de salud en Irlanda al que paralizó un oleoducto en EE.UU. Aunque en principio los ataques son reivindicados por grupos de piratas informáticos a la caza de un rescate multimillonario, las autoridades occidentales sospechan que en ciertos casos puede tratarse de técnicas desestabilizadoras para la economía y la democracia orquestadas o toleradas por gobiernos autoritarios. En ciertas circunstancias uno de estos ataques podría ser equiparado a un ataque armado”, explican.
A pesar de las reticencias europeas, la Alianza endurece progresivamente su tono hacia China. “La OTAN ya había identificado a ese país como uno de sus principales desafíos en la cumbre de diciembre de 2019, en gran parte por la presión de Trump. El presidente Biden ha redoblado esa presión”, concluyen desde Portocolom AV.
La Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA, por sus siglas en inglés) ha actualizado sus documentos de preguntas y respuestas sobre EMIR y SFTR para aclarar la forma en la que se deben comunicar las modificaciones de los tipos de referencia aplicables a los contratos de derivados y a las operaciones de financiación de valores. Explica también, en las aclaraciones sobre el EMIR, cómo clasificar la entrega en el caso de las subastas de derivados de crédito.
Según explican desde finReg360, ambos documentos aclaran cuestiones comunes sobre el cumplimiento de esa obligación ante la llegada de nuevos índices de referencia, tras la reforma introducida por el BMR. “Recordamos que, con la reforma de los índices de referencia, las contrapartes sujetas a la obligación, han de reportar los cambios en los índices de referencia utilizados, debido a la aparición de nuevos índices. No obstante, estos nuevos índices de referencia no están en el listado del Reglamento 2017/105, que recoge las normas técnicas para el formato y frecuencia de las operaciones que se comunican a los registros de operaciones”, apuntan.
Sobre las notificación de cambios en el índice de referencia en operaciones de financiación de valores, el Q&A de SFTR recoge ahora la aclaración —que ya había incorporado al de EMIR en la actualización del principios de septiembre de 2019— de cómo reportar los casos en los que el índice no esté previsto en el Reglamento 2017/105. Así, explica cómo informar en el caso concreto del €STR. Las contrapartes deben: utilizar el campo de texto libre para incluirlo, e identificarlo con el código ISO 20022 de 4 letras: ESTR. “Esta regla se aplica también a otros índices de referencia que no estén recogidos en el reglamento citado, con la indicación de sus códigos ISO”, añaden desde finReg360.
Respecto a las operaciones con derivados, el Q&A de EMIR se ha actualizado también para aclarar otros supuestos de transición de índices, como el del LIBOR. Según explican desde finReg360, en este caso, “las contrapartes deben comunicar el cambio como modificación una vez que se hayan activado las cláusulas fallback con el cese del LIBOR e independientemente de que la referencia a este índice se mantenga en el acuerdo, ya que, desde una perspectiva económica, el derivado se basta en el tipo que establezca la cláusula fallback”.
Desde ESMA indican que también se incorpora cuando el derivado se identifique con un código ISIN (international securities identification number), entonces las contrapartes deberán modificar el campo Product Id, dado que al derivado se le asigna un nuevo ISIN por el nuevo tipo de interés.
Por último, en lo que afecta a las notificaciones de derivados de crédito, el Q&A de EMIR explica cómo informar del tipo de entrega (campo 2.24) en los derivados de crédito, para el caso concreto de las subastas: si el derivado se liquida en efectivo, es decir, una contraparte (la que compra la protección que le ofrece el derivado) recibe la compensación en efectivo de la parte del subyacente que no ha recuperado, siempre que las contrapartes no hayan intercambiado el subyacente, se deberá indicar el valor C (cash), y si se ha entregado el subyacente, las contrapartes han de indicar el valor P (physical).
Bank of America sigue dando pasos en el campo de la sostenibilidad. La entidad ha anunciado el lanzamiento de un Consejo Estratégico ESG para la región de EMEA, que estará liderado por Bernie Mensah, actual presidente de BofA International. Este órgano informará periódicamente al Comité Global ESG, presidido por Anne Finucane, vicepresidenta de BofA International, y al Comité Ejecutivo de EMEA.
Según explica el banco, el Consejo Estratégico ESG para EMEA se centrará en trabajar por minimizar el impacto el banco en el clima, así como evaluar y gestionar los riesgos relacionados con el clima, y apoyar a sus clientes en su transición hacia una baja emisión de carbono y ayudar a impulsar las políticas públicas y las actividades de promoción relacionadas. Además, actuará como un órgano vital para el Comité de Mercados Sostenibles, copresidido por Anne Finucane y Tom Montag y creado en 2020 para garantizar una perspectiva y un enfoque coherentes en las finanzas sostenibles, desde la política y la investigación hasta el despliegue de capital y productos de inversión.
El consejo estará dirigido por dos de los banqueros más experimentados de BofA en la región: Fernando Vicario (CEO of Bank of America Europe DAC and Ireland country executive) y Julian Mylchreest (executive vice chairman, Global Corporate & Investment Banking). Los miembros del consejo comprenderán una amplia muestra de líderes regionales y mundiales: entre ellos, Andrea Sullivan (ESG, Londres), Daniela Marilungo (políticas públicas, Milán), Martina Slowey (renta variable, Londres), Othman Kabbaj (FICC, París), Maria Garijo Del Cura (banca de inversión, Londres), Jeff Tannenbaum (mercados de capitales, Londres), Haim Israel (investigación, Tel Aviv), Mary Obasi (riesgo, Nueva York), Peter O’Flynn (riesgo, Londres), Karen Fang (finanzas Sostenibles, Nueva York), Katharina Kort (finanzas Sostenibles, Londres), Richard Gush (ejecutivo de País, Johannesburgo), Andrey Sergeev (ejecutivo Nacional, Moscú) y John McIvor (comunicaciones, Londres).
Región EMEA: el esfuerzo por volver ‘mainstream’ la sostenibilidad
Según señalan desde BofA, la región EMEA es el hogar de los mayores grupos de capital centrados en ESG del mundo, y ha estado en primera línea al llevar las finanzas verdes al ‘mainstream’. “Los reguladores europeos fueron de los primeros en pedir a nuestra industria que abordara el impacto del cambio climático en sus modelos y han estado a la vanguardia de otras cuestiones sociales críticas, como la diversidad y la inclusión. Por lo tanto, tomar las decisiones correctasestratégicamente en toda la región de EMEA a través de una lente ESG es vital para el éxito global de nuestra empresa a largo plazo”, concluye la compañía.
Por último, el banco recalcan su compromiso con los retos medioambientales a largo plazo, entre los que se incluyen llegar a tener una huella de carbono cero y el despliegue de 1,5 billones de dólares de financiación sostenible para 2030.
Aunque no sea inmediatamente obvio, «el Sabio de Omaha» y «Jopie» tienen mucho en común: integridad, autenticidad y un historial de éxitos. Aunque los inversores estarán familiarizados con las proclamas de Buffett, ante la Eurocopa recurrimos a las palabras de Cruyff.
Después de todo, no sólo fue un titán en el campo de fútbol, sino que también se le atribuye la transformación del Barcelona en una potencia del fútbol europeo. ¿Qué podemos aprender?
Las bases del éxito
Todo entrenador de éxito debe contar con las bases adecuadas. Una de las principales contribuciones de Cruyff al Barcelona fue la revisión de la academia de formación del club. Bajo su dirección, la filosofía del club pasó de seleccionar a los jugadores en función de su talla y su físico a dar prioridad a las habilidades técnicas. Lionel Messi es un producto de esa conversión, y sentó las bases de un estilo ofensivo y fluido que dominó el juego durante los siguientes 30 años.
Los gestores de activos también sientan las bases que les permiten obtener buenos rendimientos en diversos ciclos de mercado. Para nosotros, esto significa procesos de inversión sólidos y marcos de riesgo eficaces. Para rendir, necesitamos ideas, y esto se consigue mediante un análisis en profundidad y la creación de un vestuario en el que el intercambio de ideas y la revisión por parte de los compañeros van de la mano del talento individual. Esto incluye alimentar y potenciar el talento del futuro. ¿Y en el centro de todo esto? Las relaciones abiertas y duraderas con los clientes. Creemos que estos factores combinados son la base de los buenos resultados a largo plazo.
Construido para el éxito a largo plazo
La gestión de activos -al igual que el fútbol- ha visto cómo los horizontes temporales se comprimen año tras año. Los mercados están cada vez más obsesionados con las próximas cifras de beneficios trimestrales. La atención se ha desplazado del crecimiento a largo plazo a los rendimientos a corto. La rotación media de los fondos ha aumentado, coincidiendo con la caída de la rentabilidad media. Creemos que este cortoplacismo puede obstaculizar el éxito.
Una vez más, recordamos a Cruyff. Después de todo, su equipo, el Barcelona ganó tres títulos consecutivos (1991-1993) con prácticamente la misma plantilla. No salió corriendo a comprar en pánico cuando las cosas iban mal ni se hizo con un niño prodigio después de un buen partido. ¿La lección para la gestión de activos? Hay valor -y habilidad- en ser capaz de mantener el rumbo.
Pensamiento original
Otra faceta de la gestión de éxito es estar preparado para desarrollar puntos de vista contrarios para asumir riesgos medidos y hacer cosas diferentes a los compañeros del sector. Esto puede significar renunciar a gran parte del índice de referencia o respaldar las mejores ideas propias con un capital significativo. A veces, también es necesario tener el valor de calificar algo de «ruido» aunque el mercado lo considere una «señal».
Cruyff lo aprobaría. En una época de formaciones 4-4-2, optó por el 3-4-3, un estilo que favorece el ataque sobre la defensa. Además, colocó al inglés Gary Lineker, un gran goleador, en la banda. Los expertos se quejaron: parecía ridículo. Pero los resultados hablaron por sí mismos: Lineker marcó el primer gol de la final de la Recopa de 1989.
Preparados para el futuro
Ningún torneo internacional está exento de polémica. Sin embargo, hay cosas que podemos hacer para mitigar cualquier disgusto. De hecho, las franquicias, los equipos de fútbol y las empresas de mayor éxito se basan en una gobernanza sólida y en la alineación de intereses, desde el consejo de administración hasta el cliente o el aficionado. Para nosotros, esto implica integrar las consideraciones ESG -medioambientales, sociales y de gobernanza- en nuestro análisis, proceso de valoración y construcción de carteras. Al hacerlo, creemos que podemos construir un futuro más justo y sostenible para nuestros clientes, accionistas y la sociedad en su conjunto. ¡Los defensores de la Superliga Europea, tomen nota!
Elegir el equipo adecuado
Europa es un mercado profundo y diverso. Ofrece exposición a una rica gama de temas estructurales, desde su liderazgo en «capitalismo responsable» y ESG hasta la digitalización de la industria. La marea está cambiando la vieja narrativa de Europa como un mercado barato y con problemas estructurales. Como gestores activos, tenemos la oportunidad de seleccionar empresas de todo el continente. La habilidad, sin embargo, consiste en combinarlas en un todo cohesionado.
Para empezar, sin embargo, debemos romper con Cruyff. Como entrenador, renunció a entrenar a sus defensas y a su portero, y se hizo famoso por decir que prefería ganar 5-4 que 1-0. Aunque es divertido de ver, creemos que esto es demasiado arrogante para el inversor medio. En cambio, creemos que el núcleo de una cartera debe ser sólido y fiable. Eso puede significar a veces invertir en empresas con tasas de crecimiento poco emocionantes, pero con rendimientos menos volátiles. Puede que no marquen muchos goles, pero probablemente tampoco encajen muchos. Los productos básicos de consumo, como Nestlé, o las empresas farmacéuticas de alta calidad, como Novo Nordisk, se ajustan a este perfil.
A continuación, tratamos de complementar estos incondicionales con un medio campo de innovadores creativos. Europa tiene muchos para elegir. Por ejemplo, la empresa danesa Ørsted, que explota parques eólicos en alta mar, o Knorr-Bremse, que se dedica a las tecnologías de transporte ecológico. Asimismo, Dassault y Nemetschek participan en la digitalización de la industria. La lista continúa.
Por último, subimos al campo del delantero. Un papel a menudo incomprendido. El éxito aquí requiere versatilidad y olfato de gol. Pensemos en el italiano Del Piero o, más recientemente, en el español Fernando Torres. Europa cuenta con muchas empresas de características similares: menos maduras, pero de rápido crecimiento y que ganan cuota de mercado a rivales más grandes. En nuestra opinión, podemos encontrar ejemplos en el espacio tecnológico europeo, cada vez más llamativo, como Adyen en los pagos a empresas y Prosus en Internet de consumo.
Conclusiones
Así que, ahí lo tenemos. La gestión de fondos por la vía de Johan Cruyff. Sin embargo, ahora que empieza el torneo, quizás debamos dejar la última palabra a Gary Lineker: «el fútbol es un juego sencillo: 22 hombres persiguen un balón durante 90 minutos y al final, los alemanes siempre ganan».
Tribuna de Ben Ritchie, jefe de renta variable europea en Aberdeen Standard Investments, y Jamie Mills O’Brien, director de inversiones de Aberdeen Standard Investments.
La pandemia de COVID-19 y el frenazo que provocó en la economía global ha tenido un impacto especialmente profundo en América Latina, pero no todas las industrias la han vivido de la misma forma.
En esa línea, S&P Global Rating delineó los siete sectores más rezagados en la recuperación en la región. Se trata de los rubros automotor, de petróleo y gas, transporte, productos químicos, bienes raíces y desarrollo de viviendas, hotelería y otros alojamientos, y comercio minorista, que han estado luchando por volver a sus niveles anteriores a la pandemia.
El más impactado, según la clasificadora de riesgos, es el hotelero, que sigue en contracción. Mientras que los demás han ido recuperándose a ritmos distintos, este segmento siguió viendo caer sus ingresos en el primer trimestre de 2021.
Este sector, muestra el reporte, está operando un 50% por debajo de los niveles anteriores a la pandemia por segundo año consecutivo, tanto en el segmento urbano como el turístico.
A futuro, si bien S&P Global Ratings estima que hay sectores que se podrían recuperar rápidamente, ante la posibilidad de que la gente se lance a viajar para compensar los meses de reclusión, de momento se mantendrá bajo presión. “El potencial alcista para el sector hotelero puede ser fenomenal, pero hasta que se materialice, las ejecuciones hipotecarias, los incumplimientos y el sobreendeudamiento seguirían siendo la norma para este sector”, indicó la firma.
En recuperación
Otros cuatro sectores están clasificados como en “lenta recuperación” por parte de la calificadora crediticia: petróleo y gas, automotor, transporte, y bienes raíces y desarrolladores de viviendas. Estos segmentos, indica han mostrado avances en ingresos, pero se mantienen aún bajo los niveles previos a la pandemia.
En el caso de la industria petrolera, S&P recalca que se ha visto una recuperación desigual en la región, con más velocidad en Brasil y Argentina que en Colombia y México. En estos países, el consumo de gasolina y combustible diésel bajó 15% y 25%, respectivamente, entre el primer trimestre de 2019 y el de 2021.
En el caso de la producción de autos, todavía se ve una depresión en los dos mayores mercados, México y Brasil. Los primeros tres meses de este año trajeron una contracción de 18% y 14%, respectivamente, con respecto al mismo período en 2019.
A nivel de transporte, la industria de aerolíneas es la más golpeada, pero otros sectores del rubro de transporte han tenido un mejor desempeño, como los ferrocarriles y la gestión de carga. “Sin embargo, existe una clara diferencia geográfica en el desempeño entre las empresas de transporte mexicanas y brasileñas”, destacó S&P Global Ratings, con las firmas brasileñas recuperando sus niveles pre-pandemia y las mexicanas más rezagadas.
En el mundo de los bienes raíces y los desarrollos de vivienda, la clasificadora de riesgo también acusa diferencias entre países. “Si bien los operadores de centros comerciales en Brasil están entre un 10% y un 20% por debajo de los niveles prepandémicos, los desarrolladores de viviendas brasileños están creciendo rápidamente”, indicó el reporte. Esto se ha visto apoyado por bajas tasas de interés, abundancia de créditos, un déficit de vivienda y la necesidad de espacio asociada al teletrabajo.
Los sectores de comercio minorista y químicos en la región han tenido una recuperación más rápida, según destaca S&P Global Ratings. El primero, señala la firma, sufrió un “2020 bastante débil”, pero recuperó sus niveles de ingresos pre-pandemia en el primer trimestre de 2021. El segundo, por su parte, no experimentó caídas bruscas el año pasado y se espera que llegue a niveles anteriores en el segundo trimestre de este año