Foto cedidaChristine Lagarde, presienta del BCE. . El BCE no teme, por ahora, a la inflación y esperará a diciembre para dar más pistas sobre la retirada de estímulos
La inflación centró la reunión de ayer del Banco Central Europeo (BCE), que se mantiene firme en su hoja de ruta y sus premisas. Su presidenta, Christine Lagarde, reconoció que el aumento de los precios comienza a durar «más de lo esperado», pero transmitió un mensaje de tranquilidad e indicó que prevé que baje en 2022. Según las primeras valoraciones que hacen las gestoras, la institución monetaria no ha mostrado nerviosismo ante el debilitamiento de la recuperación europea, pese al contexto de inflación creciente. Es más, el comunicado de prensa en el que se anunciaban las decisiones de política monetaria ha sido casi idéntico al del mes pasado.
«El BCE trató de rebajar las expectativas del mercado en su reunión de ayer, pero sigue pensando firmemente que la inflación es transitoria y que volverá a caer hacia el objetivo el año que viene. Europa está soportando la peor parte de la subida de los precios de la energía y, con la falta de suministro, el endurecimiento de las normas medioambientales y el invierno que aún queda por delante, es difícil que la situación se resuelva de forma inminente, por lo que las presiones inflacionistas seguirán existiendo durante un tiempo. El BCE está decidido a mirar a través de esta inflación, pero el mercado sigue sin estar convencido, los bonos se vendieron y el euro subió después de la reunión», resume Jon Day, gestor de carteras de renta fija de Newton Investment Management, parte de BNY Mellon Investment Management.
En este sentido, la institución monetaria ha vuelto a defender que la inflación probablemente sea algo transitorio, además sigue considerando que el crecimiento es fuerte aunque sí reconoce que este se está moderando y que los riesgos están ampliamente equilibrados. Para Peter Allen Goves, analista de renta fija de MFS Investment Management, esta reunión se caracterizó quizás por su énfasis en los factores que impulsan la inflación.
“La inflación ha sido el tema principal de la reunión, de acuerdo con la presidenta Christine Lagarde. En este contexto, Lagarde señaló tres factores que impulsan la inflación: las dificultades de la cadena de suministro que mantienen tensa la oferta mientras la demanda de la economía se ha recuperado, los precios de la energía y los efectos de base. Aunque el Consejo admite que las tasas de inflación seguirán subiendo a corto plazo y disminuirán más lentamente el año que viene de lo que se esperaba en un principio, el BCE mantiene el mantra del carácter transitorio de la actual subida de las tasas de inflación. Por ello, Lagarde ha indicado que las expectativas del mercado de una subida de tipos ya en 2022 no están en consonancia con la orientación futura del BCE”, explica Johannes Müller, Head of Macro Research para DWS, en este sentido.
Por su parte, Goves añade: “Tal vez lo más interesante del BCE de octubre sea la interacción entre las orientaciones del BCE y sus perspectivas de inflación en comparación con las expectativas de los tipos de interés del mercado. Lagarde se refirió a una desconexión que, en nuestra opinión, es poco probable que dure para siempre. O el BCE sube en línea con las expectativas del mercado o no lo hace”.
Su férrea posición contrasta con la postura tomada esta misma semana por el Banco de Inglaterra y el Banco Central de Canadá, quienes están marcando ya el camino hacia el fin de sus políticas expansivas. En opinión de Pietro Baffico, economista de abrdn, el BCE se mantendrá en una posición dovish entre los principales bancos centrales, lo que debería contribuir a apoyar los precios de los activos de la zona euro.
“Como era de esperar, en su reunión de hoy, el BCE mantuvo sin cambios el marco de condiciones de financiación. Dado que las previsiones económicas de los miembros de la institución no se publicarán hasta diciembre, el BCE dispondrá de cierto tiempo para evaluar la evolución de la inflación antes de tomar cualquier decisión. Aunque es poco probable que el BCE se desvíe de su actual discurso de que los recientes repuntes de precios son temporales, el riesgo de presión inflacionista está erosionando la confianza de los inversores, que ahora esperan ansiosos la reunión de diciembre, en la que también se reevaluará el futuro de los programas de QE”, apunta Baffico.
Política monetaria y QE
Respecto a la evolución de la política de QE, las gestoras coinciden en que la reunión de diciembre será decisiva para saber más sobre el futuro de la compra de activos. “Seguimos creyendo que el APP se ampliará ligeramente en diciembre hasta aproximadamente 40.000 millones de euros. Las compras netas semanales han alcanzado los 18.400 millones de euros en las últimas tres semanas, frente a los 17.700 millones de media del tercer trimestre y los 18.300 millones del segundo. Definitivamente, es bastante difícil entender este enfoque holístico y multifacético», reconoce Hugo Le Damany, economista de AXA Investment Managers.
Tal y como recuerda Charles Diebel, director de renta fija de Mediolanum International Funds Ltd (MIFL), la intención es claramente reducir el PEPP para el próximo mes de marzo, pero a su vez tendrá algún programa de sustitución para continuar con las compras de activos.
“El mercado había empezado a valorar una subida de tipos del BCE en 2022 y la presidenta Lagarde se mostró claramente contraria a estas expectativas, afirmando que no están en línea con las directrices y que no prevé subidas en un horizonte a 3 años. A pesar de ello, el mercado sigue siendo cauteloso en cuanto a un cambio de postura en las perspectivas de inflación, aunque Lagarde fue categórica al afirmar que estaban convencidos de que las presiones inflacionistas eran transitorias y disminuirán en 2022. E mercado continúa nervioso respecto al riesgo de inflación a corto plazo, pero su mensaje steady as she goes fue claro”, matiza Diebel.
A la espera de diciembre
En este sentido Konstantin Veit, Portfolio Manager at PIMCO, añade: “En diciembre esperamos que el BCE anuncie el fin del PEPP, que indique un total de compras netas de activos muy por encima de la actual tasa de ejecución del APP durante el segundo trimestre del próximo año, que mantenga la reevaluación trimestral de las cantidades de compra y que anuncie operaciones adicionales de refinanciación a largo plazo con objetivo.
“Normalmente, evitar un precipicio en las TLTRO formará parte de la decisión de diciembre. Asimismo, el período previo a la reunión de diciembre será clave para configurar el debate del Consejo sobre la reforma del programa de compra de activos (PPA) para el período posterior al PEPP). Existen varias opciones: aumentar el PEPP para que se reduzca gradualmente; ampliar el APP para salvar el final del PEPP; hacer que el APP sea tan flexible como el PEPP en cuanto a límite de emisores y claves de capital”, añade Samy Chaar, economista jefe de Lombard Odier.
En su opinión, también en diciembre, el BCE podría eliminar la palabra «en breve» de su compromiso de poner fin al PPA «poco antes» de subir los tipos. Según la valoración de Chaar, “eso reforzaría su forward guidance sobre los tipos, pero no vemos una subida de tipos del BCE antes de 2024, ya que la inflación tendría que superar el objetivo del 2% del banco central para contrarrestar los periodos de inflación por debajo de su objetivo”.
Por último, Le Damany destaca que, durante el discurso de Lagarde, los mercados financieros se han movieron de forma bastante importante. “Es difícil extraer información precisa, ya que las cifras preliminares del PIB del tercer trimestre de EE.UU. y las solicitudes de subsidio de desempleo se han publicado al mismo tiempo, pero el bono alemán a 10 años subió 6 puntos porcentuales antes de retroceder hasta el -0,13%, mientras que el euro se depreció un 0,5% en pocos minutos frente al dólar», concluye Le Damany.
Pixabay CC0 Public Domain. Mitigar, adaptar, financiar y colaborar: las cuatro acciones clave de la COP26
Con un año de retraso debido a la pandemia del coronavirus y en la ciudad escocesa de Glasgow, el domingo arrancará la 26ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2021 (COP26), que reunirá a los líderes mundiales hasta el próximo 12 de noviembre para abordar los retos y compromisos del cambio climático, la descarbonización y el objetivo de reducir el 25% de las emisiones de cara a 2030.
Según explican desde Mirabaud, a esta combre se llega con varios avances logrados: el compromiso del 70% de las economías mundiales hacia el objetivo de emisiones netas cero en 2050, frente al 30% acordado cuando el Reino Unido asumió la presidencia; el consenso sobre que solar y eólica son las fuentes de energía más competitivas y actualmente más baratas que las nuevas plantas de carbón y gas en dos tercios de los países del mundo; y el incremento en la movilización de recursos para la financiación del clima -en 2018 la OCDE calcula que se movilizaron 78.900 millones de dólares y sigue avanzándose-.
En opinión de Ostrum AM (filial de Natixis Investment Managers), a pesar de la postura particular de los gobiernos y de la política en torno a la COP26, “existe un impulso considerable en el sector privado sobre el tema del cambio climático en Europa, en Estados Unidos y, más recientemente, incluso en Asia”, enfocado a “converger hacia el compromiso de cero emisiones netas de carbono”. Tal y como indican, “más allá de los compromisos gubernamentales, es la sensibilización de la sociedad civil, las empresas y las autoridades locales la que hace posible que se produzcan avances concretos en la lucha contra el cambio climático”. Según la gestora, hay cuatro retos principales que se deberán abordar durante esta cumbre: “mitigación, adaptación, financiación y colaboración”.
La industria de gestión de activos considera que este encuentro es clave porque marcará las principales tendencias de inversión a corto, medio y largo plazo y, lo que es aún más importante, consolida su papel y capacidad para movilizar los recursos económicos necesarios en la consecución de objetivos climáticos. “El cumplimiento de estos ambiciosos objetivos mundiales para 2030 requerirá entre 5 y 7 billones de dólares estadounidenses de financiación anual. Este capital debe provenir tanto de actores públicos como privados, incluyendo el capital riesgo, los bonos verdes y el capital público, siendo este último cada vez más importante”, señala Pascal Dudle, Head of Listed Impact, Portfolio Manager en Vontobel.
Objetivos, retos y puntos conflictivos
Pese a estos avances, Álvaro Navarro, analista de renta variable en Mirabaud Research España, recuerda que los compromisos aún son desiguales entre países y lejanos a los objetivos. “De los 191 países firmantes del Acuerdo de París solo 113 (59% del total) han actualizado/revisado recientemente sus compromisos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (NDC). Estos países más diligentes representan el 49% de las emisiones mundiales y prevén reducirlas un 12% en 2030 respecto a 2010. Cada plan climático refleja la ambición del país de reducir las emisiones, teniendo en cuenta sus circunstancias y capacidades nacionales, además de una base de equidad, un contexto de desarrollo sostenible y los esfuerzos por erradicar la pobreza. La COP26 tratará de aumentar la ambición de todos los países y especialmente de aquellos que no han presentado sus objetivos”, explica Navarro.
En este sentido, la COP26 se propone aprobar todas las normas para implementar el Acuerdo de París e impulsar acciones concretas para cumplir los objetivos. “En nuestra opinión hay un hecho claro: el compromiso con la descarbonización crece, será costoso pero se ha apostado fuerte por él. Esta transición y el desarrollo de renovables debe preservar la competitividad y realizarse con criterios exigentes para avanzar a gran velocidad y en la dirección correcta. Sustituir los combustibles fósiles en un plazo tan corto es un reto complicado y que afecta a todo el mundo”, destaca Navarro.
Según explica Silvia Dall’Angelo, economista senior en el negocio internacional de Federated Hermes, los puntos conflictivos son el papel de China, la falta de liderazgo creíble de Estados Unidos y la necesidad de financiar el desarrollo ecológico en los mercados emergentes. En este sentido, considera que la discrepancia entre los planes de descarbonización de China y los objetivos de París es muy pronunciada. La trayectoria de las emisiones chinas significa que China por sí sola utilizaría más del 50% del presupuesto mundial de carbono restante conforme a París.
“El compromiso de EE.UU. de reducir las emisiones en un 50% por debajo de los niveles de 2005 para 2030 parece muy improbable. Hay una gran incertidumbre en torno al destino del proyecto de ley plurianual de 3.500 millones de dólares de la administración Biden para reconstruir mejor, que incluye importantes disposiciones para las inversiones verdes. Respecto a las economías avanzadas, deben asegurarse de que los mercados emergentes dispongan de los recursos necesarios para alcanzar sus objetivos de desarrollo dentro de los límites medioambientales. Hasta ahora, no han cumplido su promesa de proporcionar 100.000 millones de dólares al año a los mercados emergentes para apoyar su transición energética. Dados los retos, las expectativas de acciones concretas de la COP26 son modestas, pero hay un amplio margen para las sorpresas positivas”, añade Dall’Angelo.
Para Jean-Philippe Desmartin, responsable de inversión responsable en Edmond de Rothschild AM, una prioridad de la COP26 será “ladotación completa y regular del fondo anual de 100.000 millones de dólares por parte de los países ricos en favor de los países más pobres, para ayudarles a financiar su transición energética y medioambiental, de acuerdo con el compromiso adquirido en la COP21. En la práctica, estamos más cerca del 80%, con una visibilidad que demasiado a menudo se puede poner en duda”.
El papel de la gestoras
Según Ophélie Mortier, estratega de inversión responsable de DPAM, considera que los resultados de la COP26 impactarán y guiarán nuestra estrategia sobre el clima en el futuro. “Es nuestro deber fiduciario que así sea. La financiación del clima es un determinante clave del éxito de la COP26. Como inversores institucionales, jugamos un papel decisivo a la hora de contribuir al éxito del Acuerdo de París
En opinión de Rebeca Cordero, asesora en sostenibilidad de Portocolom AV, ni la industria de fondos ni la industria en general espera mucho de la COP26. “Las entidades gestoras de fondos actualmente están más centradas en la adaptación a la legislación SFDR y las posibles acusaciones de posible green washing. Ya hemos visto a varios reguladores, entre los que se encuentran el regulador sueco y el inglés, alertando de la posible mala praxis a la hora de clasificar los fondos en los artículos 8 y 9 de la SFDR. Otro de los aspectos en los que está centrada la industria es en su propio compromiso con la neutralidad de emisiones cero en 2050, un reto al que sin duda a día de hoy es difícil dar respuesta puesto que todavía no todas las empresas se han comprometido, y las que lo han hecho, plantean dudas en cuanto al grado de cumplimiento y en cuanto a los objetivos que se han marcado a corto plazo”, explica Cordero.
En esta misma línea, Chris Iggo, CIO Core Investments de AXA Investment Managers, considera que para los inversores es importante que “comprendan que la política avanza en la dirección correcta” y advierte: “los inversores deberían centrarse en lo que se espera de la reunión de líderes mundiales y, supongo, que podría ser bastante fácil decepcionarse»
El impacto en la inversión
Todos estos objetivos colocan a las firmas de gestión de activos e inversiones en un lugar destacado para ser un motor de cambio, sin por ello dejar de lado la obtención de rendimientos atractivos para los inversores. Según apunta Nina Lagron, responsable de renta variable de gran capitalización de La Française AM, “la clave para lograr un impacto a largo plazo sobre el calentamiento global pasa por dirigir el estímulo posterior a la pandemia hacia las infraestructuras verdes mientras disminuye el apoyo a los combustibles fósiles”.
En los últimos 18 meses, los gobiernos del G20 sólo han asignado “363.000 millones de dólares a sectores o proyectos que pretenden impulsar la economía y reducir las emisiones o ayudar a la adaptación al clima, frente a los 1,2 billones de dólares destinados a sectores intensivos en carbono, como la aviación y la construcción, sin ningún elemento ecológico”, advierte Lagron. Los dos únicos países que destinan un estímulo similar a los sectores verdes y a los intensivos en carbono son Francia y Japón. Mientras que China, por ejemplo, con 247 GW de nueva capacidad en energía de carbón, ya sea en construcción o anunciada y autorizada, ha asignado 2.100 millones de dólares a estímulos verdes frente a 215.000 millones de dólares a sectores intensivos en carbono.
Abbie Llewellyn-Waters, responsable de Inversión sostenible en la gestora británica Jupiter AM, considera que todo el debate en torno al carbono se ha convertido en un elemento esencial para los inversores: “Estar preparado en las diferentes carteras y clases de activos para estos inevitables cambios en las políticas será determinante para las rentabilidades a largo plazo”. Para poder lograrlo, espera que la divulgación de los riesgos relacionados con el clima se generalice y estandarice, y que mejore su calidad. “Los mercados de capitales están cambiando y necesitamos un marco de inversión que mire al futuro. Como gestores de fondos, es importante que ayudemos a nuestros clientes a entender que la asignación de capitales puede desempeñar un papel clave a la hora de impulsar cambios para un mundo mejor y cómo sus ahorros pueden brindar resultados reales para el planeta, para la sociedad y para su bolsillo”, subraya Llewellyn-Waters.
Para Keith Wade, economista jefe de Schroders, dos medidas clave que la industria tendrá que tener en cuenta a la hora de orientar sus inversiones serán los impuestos y el cumplimiento normativo. En su opinión, estas dos herramientas ayudaría a cumplir los objetivos de las emisiones: “La primera sería establecer un impuesto global sobre el carbono. Este impuesto, a veces también llamado precio al carbono, se aplicaría a través de un canon sobre el contenido de carbono de los combustibles fósiles o sobre sus emisiones de CO2. También habría que conceder subsidios y compensaciones a los países más necesitados, muchos de los cuales ven el uso de combustibles fósiles baratos como algo esencial en el camino hacia los niveles de ingresos más altos que se encuentran en sus homólogos de los mercados desarrollados”. Dos catalizadores que, sumado al desarrollo tecnológico, serán muy relevantes para identificar oportunidades de inversión.
Pixabay CC0 Public Domain. ¿Se puede realizar recomendaciones de inversión a través de redes sociales?
Uno de los aspectos más delicados de esta industria es la difusión de la información sobre productos, estrategias de inversión o recomendaciones de activos. En este sentido, la proliferación de las redes sociales plantea nuevos desafíos a las compañías de gestión de activos, pero sobre todo a los reguladores.
Desde la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA, por sus siglas en inglés) recuerdan que compartir y contribuir a los debates, en internet o en las redes sociales puede considerarse una recomendación de inversión con arreglo al Derecho de la UE. Por lo tanto, insisten desde el regulador, se deben aplicar normas específicas a la hora de prestar dicho asesoramiento.
En concreto, difundir recomendaciones de inversión de forma incorrecta o sin ajustarse a la normativa puede conllevar un riesgo de manipulación del mercado, incluso multas. “El Derecho de la UE define una recomendación de inversión como información en la que se recomienda o sugiere una estrategia de inversión, explícita o implícitamente, relativa a uno o varios instrumentos financieros o a emisores, incluida cualquier opinión sobre el valor o el precio presente o futuro de dichos instrumentos, destinada a los canales de distribución o al público. Los canales de difusión pueden ser informes de analistas, artículos, medios de comunicación tradicionales o incluso redes sociales”, explica la ESMA en su última declaración.
El principal problema es que se puede inducir a error a los inversores. “Las recomendaciones de inversión deben hacerse de una manera específica y transparente, de modo que los inversores, antes de tomar cualquier decisión de inversión, puedan conocer y evaluar: la credibilidad de la recomendación y su objetividad; y los intereses de quienes formulen las recomendaciones. De este modo, todo el mundo tiene libertad para expresar su opinión sin perjudicar a los demás en el proceso”, aclaran desde la ESMA.
Normalmente, este tipo de recomendaciones son realizadas por empresas como bancos e intermediarios financieros, pero también analistas financieros. Desde ESMA aclaran que cualquier otra persona que proponga una estrategia de inversión puede entrar dentro de esta categoría si su recomendación de inversión está destinada a un público más amplio. “Esto incluiría la publicación en las redes sociales. Además, si se formulan recomendaciones de inversión con frecuencia, se pretende llegar a un público amplio y esa persona se presenta a sí misma como alguien con experiencia financiera, dicha persona puede ser considerada como un experto. En tal caso, la ley exige que esa persona proporcione información adicional. 28 de octubre 2021” aclaran desde la ESMA.
Información relevante y homogénea
La calidad, veracidad y transparencia de la información no solo se exige cuando se difunde a un público general, sino que los reguladores trabajan para que el “lenguaje” de la industria sea común, en especial ante los nuevos fenómenos del sector como es, por ejemplo, el caso de la ISR.
En este sentido, el Parlamento europeo está estudiando la posibilidad de extender el plazo de entrada en vigor de la directiva UCITS para los PRIIP. En un principio, la fecha que se marcó fue julio de 2022, pero ahora se ha propuesto retrasarlo hasta el 1 de enero de 2023, coincidiendo con la petición que se hacía desde las organizaciones de la propia industria.
BNP Paribas amplía su compromiso en la lucha contra el cambio climático con la creación del Grupo de Transición a bajas emisiones de carbono y la incorporación de más de 100 profesionales. Según ha explicado la entidad, este Grupo reunirá a más de 150 profesionales de todo el mundo especializados en la transición baja en carbono.
Este grupo, encabezado por Séverine Mateo, que cuenta con más de 20 años de experiencia en el asesoramiento a empresas, proporcionará acceso a todo el espectro de experiencia en el Grupo BNP Paribas incluidas las soluciones de energía limpia, movilidad y entorno construido. Además, el equipo apoyará y asesorará a los clientes corporativos en su transición hacia la descarbonización, la inversión en nuevos negocios, la compensación de su huella de carbono residual y la alineación de su estructura de capital en función de los requisitos de sostenibilidad; así como respaldará la innovación en proyectos aceleradores de esta transición en sus fases de escalado y desarrollo.
El Grupo de Transición a bajas emisiones de carbono movilizará una amplia gama de capacidades relevantes y una red de expertos en transición sostenible en todo el modelo integrado de BNP Paribas. En los últimos años, BNP Paribas ha desarrollado una gama completa de servicios dedicados a la transición, así como estrategias para canalizar los flujos financieros hacia proyectos y empresas que están construyendo un mundo bajo en carbono, con el propósito de contribuir a erradicar la crisis climática.
«Como miembro de la Alianza Bancaria Net-Zero, estamos decididos a fortalecer nuestra acción climática, con el fin de ayudar a nuestros clientes y a nuestro mundo a enfrentar los desafíos del futuro”, ha destacado Jean-Laurent Bonnafé, Director and Chief Executive Officer of BNP Paribas.
Además de la extensa gama de soluciones de banca corporativa e institucional, el Grupo también se apoyará en la competencia en movilidad de Arval, Leasing Solutions y Personal Finance; la experiencia en edificios de alto rendimiento de BNP Paribas Real Estate; los fondos sostenibles y temáticos de BNP Paribas Asset Management; la experiencia en inversiones de BNP Paribas Cardif y BNP Paribas Principal Investments; así como la experiencia en asesoramiento para clientes particulares a través de BNP Paribas Wealth Management y en clima y biodiversidad de BNP Paribas Company Engagement/CSR.
Buena parte de los debates que se han producido en los mercados financieros en los últimos meses han tratado sobre máximos: de tasas de crecimiento económico, de tasas de infección por COVID-19 y (más recientemente) de tasas de inflación. Esto tiene mucho sentido. El crecimiento, la COVID-19 y la inflación son factores clave para la economía global y los mercados financieros, cuyo enfoque es prospectivo. Por tanto, el foco suele situarse en qué sucederá en el futuro —¿está mejorando o empeorando la situación?, ¿está mejorando o empeorando más rápido o más lentamente? —, más que en lo que está sucediendo ahora mismo.
Sin embargo, centrarse en la tercera (o incluso cuarta) derivada de una variable no siempre es útil. Por ejemplo, numerosos indicadores de confianza empresarial y económicos alcanzaron máximos en el segundo trimestre y han descendido desde entonces, si bien permanecen en niveles elevados en términos históricos. Creemos que estas series de datos son los indicadores más oportunos de las perspectivas para el crecimiento económico y, por ende, su descenso es una fuente de inquietud: el crecimiento se está ralentizando, por lo que es de esperar que la deuda pública evolucione adecuadamente y se produzcan oleadas de ventas de activos de riesgo.
Sin embargo, los mercados en realidad no han evolucionado de manera síncrona con los datos este año, muy probablemente por las extraordinarias circunstancias económicas que nos han rodeado: los índices de confianza subieron a máximos a comienzos de este año, pues se esperaba que las economías se recuperaran a gran velocidad tras los confinamientos.
Así fue y ahora el crecimiento ha comenzado a moderarse según la situación se aproxima a la normalidad. Sin embargo, esta moderación no significa necesariamente que la expansión económica haya finalizado; además, lo más probable es que el descenso de los índices de confianza no refleje los crecientes riesgos de recesión, como a menudo ha sido el caso en el pasado.
En resumen, centrarse demasiado en las variaciones de la tasa de crecimiento nos distrae del hecho de que esta se mantiene en un nivel saludable. Además, debido al estado muy poco habitual de la economía global, es poco probable que los índices de confianza puedan predecir —como solían hacer— cuándo el ciclo económico comienza a llegar a su fin. La clave que en ocasiones pasa desapercibida es que, en la mayoría de las economías desarrolladas, el crecimiento económico ha sido robusto y las perspectivas siguen siendo sólidas. Pensamos que esta situación brinda un entorno favorable para los activos de riesgo y supone que los bancos centrales pueden comenzar a retirar gradualmente el respaldo de emergencia que han brindado en respuesta a la pandemia.
De manera similar, las curvas de las tasas de infección por el virus de la COVID-19 han sido el foco de muchos inversores —y de un ejército creciente de estadísticos epidemiólogos de salón—. El aumento de las infecciones ha sido motivo de preocupación para los inversores, así como para la humanidad. Sin embargo, el impacto económico del aumento de las infecciones se ha cambiado por el incremento de las tasas de vacunación, que ha alterado el vínculo entre las infecciones y las hospitalizaciones y los fallecimientos. Además del hecho de que las olas de infección han sido muy diferentes entre países, el impacto económico de estas también está siendo distinto, lo cual significa que el intento de desarrollar una tesis de inversión basada en las tasas de infección por el virus de la COVID-19 es cada vez más difícil.
El otro máximo que analizan los inversores es el de la inflación. A pesar de los datos muy elevados, no está claro si todavía nos encontramos en el punto álgido, ya que los datos de inflación continúan sorprendiendo al alza. Asimismo, incluso aunque ya hayamos superado el pico, numerosos economistas esperan ahora que los datos interanuales se mantengan en los niveles actuales durante otros 9 a 12 meses. En lugar de pronosticar un repunte brusco, el consenso apunta más a una meseta desde la cual solo descenderemos en la segunda mitad de 2022. El problema de la inflación no es tanto si hemos superado máximos, sino durante cuánto tiempo la inflación seguirá siendo elevada y si esta situación impulsará al alza las expectativas al respecto y obligará a los bancos centrales a actuar.
El asunto es que, en estos tiempos extraños, es posible que el intento de determinar el punto de inflexión en diferentes tendencias no sea un ejercicio útil. Probablemente, sea mejor centrarse en cosas que podamos saber con más certeza: las perspectivas económicas siguen siendo positivas, la pandemia de COVID-19 sigue presentando riesgos a la baja y los elevados niveles de inflación parecen transitorios, aunque los inversores deberían estar atentos por si los bancos centrales empiezan a preocuparse en caso de que se mantengan estos datos durante demasiado tiempo.
En lo que respecta a nuestras opiniones sobre el mercado, mantenemos posiciones largas en activos de riesgo (crédito corporativo, RMBS de no agencias de mayor tir, mercados emergentes) debido a las perspectivas económicas positivas y los sólidos fundamentales y a pesar de que los diferenciales de crédito son estrechos en términos históricos. Creemos que las tires de la deuda pública subirán a medida que los bancos centrales atisben la retirada paulatina de los estímulos, aunque no prevemos una liquidación desordenada.
Gráfico 1: Rentabilidad de los activos desde comienzos de año
Nota: rentabilidad en USD. Fuente: Bloomberg. Datos a 31 de agosto de 2021. Los índices se facilitan con fines meramente ilustrativos y no es su objetivo describir la rentabilidad de una inversión concreta. La rentabilidad pasada no es garantía de resultados futuros. Consulte el apartado Información importante que figura abajo para conocer las definiciones de los índices.
Gráfico 2: Variaciones mensuales de monedas frente al USD
Nota: una variación positiva indica apreciación de la moneda con respecto al USD. Fuente: Bloomberg. Datos a 31 de agosto de 2021.
Gráfico 3: Variaciones mensuales considerables de las rentabilidades a 10 años y los diferenciales
Fuente: Bloomberg, JPMorgan. Datos a 31 de agosto de 2021.
Perspectiva para la renta fija
Por una vez, agosto fue un mes relativamente tranquilo para los mercados, como se supone que debe ser. La renta variable siguió subiendo, los diferenciales de crédito se mantuvieron prácticamente sin cambios y las rentabilidades de la deuda pública de mercados desarrollados avanzaron moderadamente. La actitud optimista se mantuvo a pesar de algunas reuniones importantes de los bancos centrales —en particular, la reunión anual virtual de la Reserva Federal de Estados Unidos en Jackson Hole—, que los datos económicos fueran dispares o negativos y que las cifras de inflación continuaran sorprendiendo sustancialmente al alza. ¿Por qué los mercados se mostraron tan calmados?
En nuestra opinión, la razón principal es que, si bien los datos económicos se han moderado rápidamente, aún son acordes con fuertes niveles de crecimiento económico. En particular, son las encuestas económicas prospectivas las que se han moderado con fuerza. Sin embargo, todavía se encuentran en niveles conformes con una expansión económica saludable, si bien siempre se esperó cierta moderación, ya que anteriormente alcanzaron máximos históricos. El muy rápido ritmo de recuperación tras los confinamientos no se podía sostener para siempre y, en cierto modo, las tasas de crecimiento actuales más lentas reflejan simplemente hasta qué punto las economías ya han podido recuperarse.
El mismo panorama de crecimiento positivo se puede observar en los mercados de renta variable, donde los beneficios correspondientes al segundo trimestre generalmente superaron las expectativas, lo que proporciona una justificación fundamental para la sólida rentabilidad de la renta variable observada hasta la fecha. Los mercados de crédito se han visto respaldados por el desplome de las quiebras y, en la mayoría de los casos, los balances de las empresas y de los hogares se encuentran en las mejores condiciones en años —gracias a la generosidad mostrada por los gobiernos en respuesta a la crisis—. Además, los bancos centrales siguen comprometidos con mantener condiciones de liquidez expansivas.
Por supuesto, la historia no es de color rosa en todas partes, ya que la variante delta del virus de la COVID-19 está generando niveles crecientes de infección incluso en economías desarrolladas con altas tasas de vacunación. Es el caso agravado de Estados Unidos, donde el irregular programa de vacunación y las limitadas medidas de distanciamiento social hacen que el aumento de las infecciones esté causando otra ola de hospitalizaciones y muertes, lo que no está sucediendo en Europa, donde las tasas de vacunación ahora superan a las de Estados Unidos. La consecuencia para los mercados ha sido que la Reserva Federal modere su actitud restrictiva, pero no es el único banco central que ha relajado las medidas a causa de la pandemia; por ejemplo, el Banco de la Reserva de Nueva Zelanda decidió no subir los tipos debido a los nuevos confinamientos derivados de los nuevos brotes de coronavirus.
Sin embargo, en general, los bancos centrales están considerando cómo y cuándo retirar las extraordinarias medidas de política que tomaron en respuesta a la COVID-19. La Reserva Federal discutió este extremo en su reunión de agosto y el Banco Central Europeo lo hará en su reunión de septiembre, por lo que básicamente no existe ningún banco central que no haya comenzado a retirar los estímulos o no hable sobre cómo lo hará. Aparte de algunas subidas muy modestas en las rentabilidades durante el último mes —y una cierta ampliación de los diferenciales de la deuda soberana europea—, estas circunstancias realmente no han inquietado a los mercados.
¿Por qué? Desde la perspectiva de los activos de riesgo (acciones, crédito, etc.), los mayores rendimientos responden a la mejora de los fundamentales macroeconómicos; si bien no son útiles por sí mismos, el impulso de un mejor contexto macroeconómico es más importante. En segundo lugar, los mercados ya se han anticipado a la normalización de la política de los bancos centrales, por lo que, en la medida en que estos no se muevan más rápido de lo que los inversores han descontado, las rentabilidades no deberían subir más. En tercer lugar, como se mencionó anteriormente, parece claro que los bancos centrales relajarán las medidas restrictivas si perciben algún riesgo para la economía, derivado de la COVID-19 o de otros eventos.
¿Qué podría amenazar esta perspectiva positiva? Un riesgo obvio es la inflación, dadas las grandes sorpresas inflacionarias al alza que se han producido en todos los ámbitos este año, lo que podría representar una amenaza para los mandatos de estabilidad de precios de los bancos centrales. Hasta ahora, los bancos centrales se han mostrado muy optimistas sobre los datos, considerándolos resultado de perturbaciones transitorias y cuellos de botella presentes en la economía mundial. Esto debería solventarse con relativa rapidez y, en nuestra opinión, no justifican un endurecimiento de la política monetaria. Sin embargo, si parte del aumento de la inflación pasa a ser más permanente, generando expectativas de inflación más elevadas, podría haber razones para actuar. Así ha sido el caso cuando el aumento de los precios puede guardar relación con unos tipos de interés bajos derivados de la política monetaria, por ejemplo, el mercado de la vivienda y los costes de la vivienda.
¿Cómo afecta esto a nuestras opiniones sobre los mercados? En lo que respecta a la deuda pública, esperamos que las tires aumenten con el tiempo, pero no de manera pronunciada, siempre que la retirada de los estímulos se realice paulatinamente. Esperamos que los bonos del Tesoro estadounidense se mantengan dentro de un rango delimitado en los próximos meses con un sesgo hacia tipos más altos desde los niveles actuales. Nos encontramos sobreponderados de forma moderada en crédito con grado de inversión: los diferenciales son ajustados, pero los fundamentales son buenos, por lo que es mejor obtener cierto carry adicional que perderlo.1
Estamos más sobreponderados en high yield, aunque con una posición todavía media, favoreciendo los bonos con una calificación de B frente a los bonos que cuentan con una calificación de BB; una vez más, los diferenciales son estrechos en términos históricos, pero los fundamentales son atractivos y los precios más altos de las materias primas también deberían ser favorables. Consideramos que los RMBS de no agencia son particularmente atractivos desde una perspectiva de rentabilidad ajustada por el riesgo, pero estamos infraponderados en MBS de agencia por las exigentes valoraciones y la reducción paulatina de las compras de la Reserva Federal. Estamos sobreponderados en mercados emergentes, pues nos posicionamos largos en una gama idiosincrática de valores, en lugar de invertir en esta clase de activos en conjunto.
Tipos y monedas de mercados desarrollados
ANÁLISIS MENSUAL
Los mercados desarrollados estuvieron más tranquilos según se acercaba el final del verano. Sin embargo, las infecciones por la variante delta del virus de la COVID-19 continuaron cobrando impulso, lo que, junto con las continuas preocupaciones sobre la inflación y las perspectivas de crecimiento, generó incertidumbre en los mercados. Las tires fueron más elevadas en general en los diferentes mercados desarrollados.
PERSPECTIVA
La segunda mitad de 2021 marca la siguiente fase del ciclo económico impulsado por una pandemia que ha superado el pico inicial de crecimiento, inflación y respaldo vía políticas fiscal y monetaria. Aún se espera que las medidas de los bancos centrales sean un impulsor dominante para la evolución de los activos, aunque la recuperación de la economía hasta ahora justifica que los responsables de política estén considerando la forma de reducir las medidas de apoyo de emergencia sin amenazar la recuperación económica.
Aunque no esperamos oleadas de ventas masivas en los mercados de deuda pública, consideramos que el riesgo está orientado hacia una subida de tires, ya que los mercados descuentan una senda de normalización de la política monetaria. Esperamos que la inflación siga siendo alta durante algún tiempo y que este repunte sea transitorio en términos generales, aunque existe el riesgo de que se torne más persistente.
Consideramos que las monedas del G10 están cerca de sus valores razonables a medio plazo. El dólar estadounidense ya no se beneficia de unos datos económicos notablemente mejores de lo esperado en comparación con otras economías del G10 —y la Reserva Federal quizá se encuentra a la mitad de su enfoque acomodaticio—, salvo en los casos del BCE y el Banco de Japón, que presentan un sesgo más expansivo.
Tipos y monedas de mercados emergentes
ANÁLISIS MENSUAL
Las rentabilidades de la deuda de mercados emergentes fueron positivas en agosto. La deuda soberana denominada en monedas fuertes obtuvo rentabilidades positivas, impulsada principalmente por la contracción de los diferenciales. El crédito de mercados emergentes también avanzó, superando en rentabilidad el high yield al grado de inversión. Los bonos en moneda local registraron rentabilidades positivas debido a la fortaleza de las monedas de los mercados emergentes frente al dólar estadounidense.2 Por sectores, las compañías inmobiliarias, de metales y minería y de transporte lideraron el mercado, mientras que las diversificadas, de consumo e industriales registraron rentabilidades relativas negativas.
PERSPECTIVA
El simposio de Jackson Hole que se celebró el mes pasado y que resultó en una posición menos restrictiva de lo esperado de la Reserva Federal puede brindar apoyo a los mercados emergentes en las próximas semanas, además de los factores ya existentes, como las valoraciones relativamente atractivas de los activos de estos mercados, los altos precios de las materias primas y la mejora en curso del proceso de vacunación en la esfera emergente. Los riesgos a medio plazo para nuestra opinión optimista sobre los activos de mercados emergentes, además de los contratiempos ocasionados por la pandemia de COVID-19, incluyen un retraso en la transición hacia la consolidación fiscal, que podría elevar las primas de riesgo de estos países, así como riesgos geopolíticos crecientes que podrían afectar a la percepción del mercado.
Crédito
ANÁLISIS MENSUAL
Los diferenciales de crédito se ampliaron ligeramente en Europa y Estados Unidos durante el mes. La fortaleza del mercado de renta variable y la menor volatilidad respaldaron en general a los mercados de crédito.3
PERSPECTIVA
Seguimos siendo fundamentalmente optimistas en materia de crédito y, aunque las valoraciones son exigentes, prevemos que los diferenciales se consolidarán en estos niveles. Probablemente, las condiciones financieras seguirán siendo favorables, lo que respaldará que continúen el repunte de la actividad económica y las bajas tasas de impago corporativo. Esperamos que las compañías mantengan los beneficios mediante enfoques conservadores hacia los balances mientras permanezca elevada la incertidumbre macroeconómica global. Por último, persistirá probablemente la demanda de crédito en general, ya que los activos libres de riesgo ofrecen rentabilidades reales y absolutas negativas, mientras que el exceso de liquidez busca segmentos donde invertirse.
Productos titulizados
ANÁLISIS MENSUAL
Agosto fue un mes tranquilo en general, con una desaceleración de las emisiones nuevas en comparación con el segundo trimestre y el ritmo de principios del verano, además de una actividad de negociación mínima en el mercado secundario.4 La volatilidad de los tipos de interés cedió durante el mes y estos se mantuvieron, en gran medida, en intervalos delimitados, aunque la curva se pronunció. Los diferenciales de los MBS de agencia se ampliaron en agosto, las compras de estos activos por los bancos se han desacelerado y los rumores acerca de la retirada gradual de las compras de esta clase de activos por parte de la Reserva Federal siguieron afectando al mercado. Los diferenciales de los RMBS de no agencia apenas variaron. Los diferenciales de los ABS estadounidenses se contrajeron ligeramente de nuevo , mientras que los diferenciales de los CMBS estadounidenses en esencia no cambiaron. En Europa, la actividad en los segmentos de RMBS, CMBS y ABS fue escasa, ya que los volúmenes de emisiones nuevas y la negociación en el mercado secundario se mantuvieron muy bajos. Los diferenciales de los activos titulizados europeos apenas variaron durante el mes.
PERSPECTIVA
Creemos que el mercado titulizado ofrece una combinación única de baja duración, atractivas rentabilidades y sólidos fundamentales crediticios. Mantenemos el optimismo con respecto al crédito titulizado y seguimos ligeramente sobreponderados en crédito en nuestras carteras. Seguimos siendo prudentes con respecto al riesgo de tipos de interés y continuamos gestionando las carteras con una duración relativamente corta.
Columna de Michael Kushma, CIO del equipo de Renta Fija Global, y Jim Caron, portfolio manager y director de Global Macro Strategies en el equipo de Renta Fija Global en Morgan Stanley Investment Management.
Anotaciones:
1 Índice Bloomberg US Corporate. Datos a 31 de agosto de 2021.
2 Fuente: índice JPM EMBI Global Diversified a 31 de agosto de 2021.
3 Fuente: Bloomberg, a 31 de agosto de 2021.
4 Fuente: Bloomberg, a 31 de agosto de 2021.
Los puntos de vista y las opiniones que se expresan corresponden a los del equipo de gestión de carteras a septiembre de 2021 y pueden cambiar en función de las condiciones del mercado, económicas y de otro tipo. La rentabilidad pasada no es indicativa de resultados futuros.
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Luego de más de un año y medio sin reuniones presenciales a causa de la pandemia, y con la incertidumbre de cuándo podrían volver a verse todos juntos, más de 60 profesionales de la industria se reunieron para escuchar las estrategias de ocho gestoras en el Investment Summit & Golf 2021 de Funds Society.
Durante el evento, que tuvo cita en el Ritz Carlton Golf Resort de Naples entre el 13 y el 15 de octubre, Amundi, BNY Mellon, Janus Henderson, Manulife, M&G, RWC, Thornburg y Vontobel hablaron de sus estrategias con temas como la innovación y el futuro, la renta fija, los mercados emergentes, los activos de calidad y la gestión activa.
Además, el día 15 de octubre se disputó el torneo de golf en el que participaron la gran mayoría de los advisors.
En la primera manga (handicap del 0 al 18) el ganador fue Benjamin Bull y el segundo puesto lo logró Juan Carlos Bonelli.
En cuanto a la segunda manga (handicap del 18,1 al 36), el ganador fue Alec Murray, quien fue escoltado por John Roesset.
Para quienes no participaron del torneo se organizó un paseo en barco por la bahía de Naples.
Foto cedidaAlfonso Castillo, nuevo responsable de banca privada internacional de Santander.. ,,
Cambios en la cúpula del negocio de banca privada de Santander. Según ha podido saber Funds Society, Alfonso Castillo asume el liderazgo global de este segmento, responsabilidad que compatibilizará con su actual puesto en Banca Privada Internacional.
Castillo, que lleva casi cuatro años en el banco español, tiene su sede en Miami y asume el cargo sin abandonar sus responsabilidades en Banca Privada Internacional, toma el relevo de Víctor Matarranz,director del área de Wealth Management & Insurance. Tras el nombramiento, los responsables de banca privada de los diferentes países en los que opera la firma reportarán a Alfonso Castillo, que a su vez reportará a Matarranz en su nuevo rol.
El directivo tiene más de veinte de años de experiencia en la industria, en los que ha pasado por Credit Suisse, de 2003 a 2010; Barclays Wealth, de 2011 a 2014, y por último, antes de Santander, trabajó en Bankinter de 2014 a 2017.
Cambios en gestión de activos
También llegan los cambios al negocio de gestión de activos. El CEO de Santander Asset Management, Mariano Belinky, abandona la entidad, por lo que la Santander ya está buscando a su sustituto. Belinky emprenderá nuevos retos profesionales fuera de la entidad tras tres años como CEO, tras haber trabajado entre 2014 y 2018 como Managing Partner de Santander InnoVentures en Londres.
Próximamente Santander nombrará a un nuevo responsable de gestión de activos. Mientras dura el proceso, Matarranz asumirá temporalmente el liderazgo global del negocio, según ha podido saber Funds Society.
La cargada agenda de eventos de fin de año de la industria financiera uruguaya tiene una nueva cita en el calendario: Latam Financial Services celebra su foro de inversiones 2021 del 4 al 5 de noviembre.
Las gestoras M&G Investments y Nuveen son los socios del evento que tendrá lugar en The Grand Hotel de Punta del Este, en la parada 10 de la Playa Brava.
Durante los dos días del evento se anticiparán los desafíos del próximo año en la región.
Foto cedidaJosé de Gregorio, economista, académico y expresidente del Banco Central de Chile, y Alejandra Cox, presidenta de la Asociación de Administradoras de Fondos de Pensiones (AAFP). José de Gregorio y Alejandra Cox
Las pensiones están al centro de todas las miradas en Chile, con el sistema previsional local ubicado entre las principales discusiones en el Congreso y las promesas de campañas electorales. Y mientras parece haber una visión general de que el sistema necesita un elemento de redistribución de recursos, cómo incorporarlo es materia de discusión.
Este debate se vio presente en el webinar “Sistema de Pensiones en Chile: Mirada al largo plazo”, organizado por CFA Society Chile, donde, luego de una presentación de experta internacional y académica de Wharton Olivia Mitchell, dos actores locales relevantes dieron sus visiones al respecto.
En un panel de discusión, José de Gregorio, economista, profesor de la Universidad de Chile y expresidente del Banco Central, indicó que “debería haber un pilar redistributivo, de seguridad social, de seguros, en el sistema de pensiones” local, dado el nivel de desigualdad que hay en el país.
Eso sí, dijo, esa fórmula no debería ser el reparto, sino algún tipo de mecanismo generacional, que contemple un incentivo a cotizar.
Para el economista, el problema de realizar la distribución a través del Pilar Solidario –un conjunto de beneficios estatales que, entre otros, apunta a respaldar las pensiones de las personas con ahorros insuficientes– que complementa actualmente el sistema de capitalización privada chileno es el balance fiscal.
“A mí lo que me preocupa son las finanzas públicas de Chile, que son extremadamente débiles”, señaló De Gregorio, señalando que en un entorno de múltiples propuestas de pensión universal en la esfera política, “ya no hay un respeto mínimo por la salud de las finanzas públicas”.
El académico advirtió que “no hay límite” para el uso del pilar solidario, lo que se podría traducir en una carga fiscal relevante, por lo que lo propone es “hacerlo al interior del sistema”, con un mecanismo de contribución y una redistribución entre los trabajadores.
Por su parte, Alejandra Cox, presidenta de la Asociación de Administradoras de Fondos de Pensiones (AAFP), comparte la visión de que es fundamental inyectar un componente de redistribución, pero asegura que el pilar solidario es la fórmula para realizarlo.
“Es importantísimo que haya redistribución en el sistema económico. La pregunta es si acaso el aporte hacia las pensiones es la mejor manera de hacerlo, o si es mejor hacerlo a través del Pilar Solidario. Para eso es el Pilar Solidario, para hacer redistribución, y con una base impositiva más amplia y más progresiva”, dijo en el webinar de CFA Society Chile.
Para la representante gremial, el problema de realizar esta distribución de recursos a través de las contribuciones es que sube el costo del trabajo para las empresas. “Eso es muy problemático, sobre todo en una economía como la nuestra, donde tenemos informalidad”, indicó la ejecutiva.
En ese sentido, también advirtió que “tenemos que tener mucho cuidado con el mercado laboral” en un momento como este, en que el acelerado cambio tecnológico postula un desafío para la arista laboral.
Para Cox, dadas las circunstancias actuales, la necesidad de aumentar las pensiones probablemente será cumplida a través de transferencias. “El pilar solidario va a ser la fuente más importante de dar respuesta a esta pregunta, especialmente después de estos retiros”, señaló.
El modelo de capitalización individual chileno ha ido perdiendo respaldo ciudadano a lo largo de los años, con un aumento en las críticas al rol de las administradoras de fondos previsionales organizándose en grupos como No+AFP. Ahora, el panorama para la discusión del tema se complica con las tres ventanas de rescates de recursos desde los fondos de pensiones que ya se han abierto –ahora se tramita la cuarta en el Senado– y la ley corta de pensiones que se encuentra en el Congreso.
Foto cedidaRaúl Henriquez, nuevo CEO de Insigneo. Foto cedida
Insigneo confirmó este jueves el nombramiento de Raúl Henríquez como Chief Executive Officer.
Henríquez asumió el cargo de director general interino el 2 de junio de 2021 y ahora asume como CEO. Además de su nuevo cargo, seguirá siendo presidente ejecutivo de la empresa.
“Con el rol de CEO tiene un gran sentido de responsabilidad para ejecutar nuestra estrategia y continuar apuntando más alto en todos los aspectos. Afortunadamente, soy apoyado por un equipo de alta dirección profundo y experimentado, lo que hace que la tarea sea mucho más fácil de realizar», comentó Henríquez al confirmarse su nuevo puesto, según un comunicado de la compañía al que accedió Funds Society.
Insigneo Financial Group incluye dos subsidiarias operativas: Insigneo Securities e Insigneo Advisory Servicios, que colectivamente prestan servicios a más de 200 asesores y corredores financieros, y respaldan a 25 firmas de asesoría, que en conjunto representan más de 13.700 millones de dólares en activos de clientes. Desde principios de año, más de 50 nuevos asesores se han incorporado a la firma.
“Veo un futuro brillante para Insigneo”, agregó Henríquez.
El directivo había asumido temporalmente el cargo de CEO de la compañía luego de que Daniel de Ontañón entrara en licencia administrativa. Finalmente De Ontañon dejó la compañía esta semana, dijeron a Funds Society fuentes de la compañía.
Nacido en El Salvador, ha residido en Miami desde 1979. A lo largo de su carrera profesional, se ha desempeñado en varias juntas directivas, incluidas la Bolsa de Valores de El Salvador, la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (FUSADES), la Fundación Humanitaria Salvadoreña Americana ( SAHF) y Ransom Everglades School en Coconut Grove, Florida, donde también se ha desempeñado en su Comité de Inversiones. Actualmente, es miembro del Comité de Inversiones del Nicklaus Children’s Hospital.
Henriquez tiene un MBA de la Wharton School of Business de la Universidad de Pensilvania y una licenciatura en finanzas de la Universidad de Florida.