Los primeros 100 días de Biden: ¿qué queda por delante?

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El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, está llegando a sus primeros 100 días desde que asumió el mandato el pasado 20 de enero. Esta referencia cronológica que comenzó con la administración de Franklin D. Roosevelt en 1933, y se ha utilizado para juzgar a los nuevos presidentes desde entonces, tiene el ojo de las gestoras en el análisis de varias políticas. 

En esta centena de días, Biden ha fijado sus prioridades en torno a la lucha contra la pandemia y la puesta en marcha de algunos de sus proyectos más ambiciosos como el avance de la vacunación contra el COVID-19, el Plan de Empleo Americano y el ajuste tarifario para los ricos.

En este sentido, Pascal Dudle, responsable de Listed Impact de Vontobel AM, comentó que el plan de empleo del presidente Biden propone un proyecto de ley que supone un enorme gasto en infraestructuras, subrayando el compromiso de su administración de llevar a cabo una transición hacia una economía de bajas emisiones de carbono y mejorar la calidad general de las infraestructuras tras décadas de desinversión en áreas críticas como carreteras, puentes, sistemas de agua y la red eléctrica

“Sin embargo, el plan va más allá, ya que la pandemia ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad del empleo, con más de 9.000 millones de puestos de trabajo perdidos, y la fragilidad del sistema sanitario, que amenaza la estabilidad económica de muchas familias estadounidenses. Invertir en el futuro es sin duda una prioridad para Biden”, aseguró Dudle.

El proyecto, que ronda el 10% del PIB actual del país (unos dos billones de dólares), se enfrenta ahora a un duro debate en el Congreso, donde la financiación a partir de mayores impuestos a las empresas y otro tipo de gravámenes se encontrará con la resistencia de los republicanos. 

Por lo tanto, las cifras propuestas “son meros puntos de partida” y en los próximos meses surgirán más detalles. Esto implica que muchas cosas pueden cambiar antes de que se apruebe la legislación, que necesitará el apoyo total del Partido Demócrata, concluyó el responsable de Listed Impact de Vontobel. 

Además, la propuesta incluye una prórroga de 10 años de los créditos fiscales a las renovables y un posible aumento de las redes eléctricas. Esto es un buen presagio para las empresas eólicas y solares, y otros detalles apuntan a un apoyo financiero para el desarrollo del almacenamiento de energía, la captura y retención del carbono, células de combustible y la infraestructura de los vehículos eléctricos.  

En ese sentido, Dudle cree que para aprovechar las oportunidades que surgen, los inversores deben mirar más allá de las soluciones eólicas y solares obvias y considerar las oportunidades en áreas como la infraestructura de energía limpia, las industrias de recursos eficientes, el transporte de bajas emisiones, las tecnologías de la construcción y el agua limpia

Las empresas y los impuestos

En cuanto a la preocupación de las empresas con respecto al aumento tarifario de la administración Biden, Christian Hantel, Senior Portfolio Manager de Vontobel AM, aseguró que las empresas de EE.UU. probablemente no se preocupen por la moderada subida de impuestos.

Antes de 2017, Estados Unidos tenía uno de los tipos impositivos más elevados del impuesto de sociedades entre los países de la OCDE. En 2017, se redujo del 35% al 21%. Ahora, podemos esperar que esto se invierta en parte, ya que el presidente Biden ha propuesto varios cambios en los impuestos de sociedades para recaudar ingresos para su plan de infraestructuras. A principios de abril se dio a conocer la hoja de ruta para pagar el Plan de Empleo Americano, llamado «The Made in America Tax Plan». El mayor cambio desde el punto de vista de los ingresos sería aumentar el tipo del impuesto de sociedades del 21% al 28%. 

Una regla general es que un aumento de un punto porcentual en el impuesto de sociedades equivale a unos 100.000 millones de dólares de nuevos ingresos al año. Sin embargo, un aumento del tipo de sociedades necesita el apoyo del Senado o de la Cámara de Representantes.

En consecuencia, es muy probable que se llegue a un compromiso y que el arancel se sitúe finalmente en torno al 25%. “Un aumento tan moderado del impuesto de sociedades es manejable para las empresas estadounidenses”, aseguró Hantel. 

En términos más generales, un compromiso que establezca un tipo impositivo más bajo de lo que se pensaba inicialmente podría ser positivo en última instancia para los activos de riesgo, incluidos los bonos corporativos.

En otro orden, Jack Janasiewicz, gestor y estratega de portfolio de Natixis IM espera que Biden proporcione más detalles de un segundo “plan de infraestructura” enfocado en la educación, salud, y financiamiento para la atención a la niñez y a los ancianos que se estima costará más de un billón de dólares y se pagará con aumentos al impuesto individual.  

La propuesta conjunta de infraestructura se ha dividido en dos (infraestructura física y social) ya que Biden cree que será políticamente más fácil promover las propuestas individualmente. 

“La oportunidad es crítica y combinar ambas propuestas en infraestructura en una sola podría demostrar ser más práctico debido a las expectativas de un prolongado proceso de conciliación presupuestal que se espera se requiera para su aprobación”, explica Janasiewicz.  

Combinar ambas iniciativas en una sola, más grande, es también una apuesta arriesgada ya que el precio final podría alcanzar los 3,5 billones luego del paquete de ayudas por 1,9 billones de dólares que recién se inyectó a la economía y que a su vez aumentó el déficit. 

El comportamiento financiero y la macroeconomía

Algunas de las cosas más conocidas en los primeros 100 días de Biden fue su plan de estímulo de 1,9 billones de dólares para combatir la crisis que dejó la pandemia. Esta ayuda a los estadounidenses “elevará este año el PIB de EE.UU. por encima de su nivel anterior a la crisis”, dice un análisis de Alvise Lennkh, director de calificaciones soberanas de Scope Ratings

En ese sentido, Lennkh se pregunta “si las medidas mejorarán el potencial de crecimiento del país lo suficiente como para hacer frente a los crecientes retos fiscales de los próximos años”.

El Plan de Rescate Estadounidense, por valor de 1,9 billones de dólares proporcionará un importante impulso inicial a la actividad económica en EE.UU. (AA/Estable), con lo que el PIB superará los niveles anteriores a la crisis a finales de 2021, muy por encima de algunas de las mayores economías europeas, como Francia (AA/Estable) y el Reino Unido (AA/Negativa). 

Además, el hecho de que el gobierno de Biden haya sido capaz de poner en marcha este importante plan de estímulo, en menos de dos meses tras la toma de posesión, es positivo para la calidad crediticia.

Se espera que el mayor impulso a la demanda agregada a corto plazo se produzca a través de los pagos directos a los hogares, que representan alrededor de una quinta parte del paquete de ayudas total. Además, es probable que las continuadas políticas monetarias acomodaticias de EE.UU. aumenten los efectos multiplicadores a corto plazo del paquete, elevando el crecimiento de EE.UU. en 2021 y 2022 a alrededor del 5-6% desde nuestra estimación anterior de alrededor del 3-4%, expone el análisis de Scope. 

“No sólo importa el tamaño y el momento del estímulo, sino también su composición. El nuevo acuerdo de Biden aborda dos debilidades crediticias interrelacionadas -el potencial de crecimiento a medio plazo y los preocupantes problemas sociales- a costa de la tercera, el deterioro estructural de las finanzas públicas estadounidenses”, comenta Lennhk.

Sin embargo, con el estímulo adicional, tras el paquete de 900.000 millones de dólares aprobado en diciembre del año pasado, los fundamentos fiscales de Estados Unidos seguirán siendo estructuralmente más débiles durante años. 

El impacto total del estímulo sobre la producción estadounidense es incierto, así como el grado en que aumentará la inflación. Es probable que las presiones inflacionistas sean transitorias y continúen siendo manejables -las expectativas de inflación a cinco años siguen estando en torno al 2%-, mientras que un poco de inflación podría incluso ayudar a aliviar la creciente relación entre la deuda y el PIB.

La prueba de fuego del plan de estímulo sigue siendo su éxito a la hora de mejorar el crecimiento potencial de EE.UU. a más largo plazo, dada la polarización política del país, que esperamos que siga impidiendo un acuerdo bipartidista sobre la consolidación fiscal incluso cuando la economía vuelva a funcionar a pleno rendimiento.

Tantrum o vuelta al valor razonable

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Michael. Michael

No parece que fuera hace tanto tiempo que las discusiones sobre economía y mercados se centraban en que los bancos centrales iban a mantener la política expansiva, que los tipos de interés y la inflación iban a permanecer en niveles bajos y que iba a pasar mucho tiempo antes de que las economías volvieran al pleno empleo. Tal percepción tuvo sentido en enero, cuando no estaba claro el grado de expansión monetaria y fiscal adicional que Estados Unidos podría aplicar. De hecho, en el aspecto de fundamentales, el ritmo de las vacunaciones masivas no estaba claro, Europa afrontaba un duro confinamiento de duración desconocida, el crecimiento chino parecía estar llegando a su punto máximo y el gasto de los consumidores y la producción industrial se estaban desacelerando en gran parte del mundo. Ahora, puede estar produciéndose demasiado estímulo, demasiada inflación y crecimiento demasiado fuerte. ¡Cómo ha cambiado la corriente!

Así, el movimiento en las rentabilidades de la deuda publica en lo que va de año ha hecho que empiece a usarse el término inglés «tantrum», que se refiere a las consecuencias ante la posible reducción de los estímulos. Esto nos remonta al episodio conocido como «“taper tantrum» de 2013 en Estados Unidos, cuando la Reserva Federal barajó la reducción de su programa de expansión cuantitativa (QE), desencadenando una reacción de mayores rentabilidades, diferenciales de crédito más amplios y mayor debilidad de la renta variable. Cuando quedó claro que la Reserva Federal no iba a poner fin repentinamente al programa de expansión cuantitativa, ni a endurecer la política, y que la economía no se debilitaría, los diferenciales de crédito se recuperaron, las rentabilidades cayeron y las acciones repuntaron. ¿Está sucediendo hoy algo parecido a lo que pasó en 2013?

Gráfico 1: Rendimiento de los activos desde el comienzo del año

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Creemos que no. Si bien la volatilidad ha aumentado drásticamente, la subida en las rentabilidades de la deuda pública ha sido repentina, pero bastante ordenada, y, hasta ahora, no ha tenido un impacto excesivo en el crédito (ni tal vez incluso en las acciones, dados ambos niveles de valoración). Es más probable que el repunte en la deuda pública se explique por un fenómeno de precio ajustado por el mercado. Lo que esto significa, es que, dado el flujo de información sobre la pandemia, las tasas de vacunación, las acciones de política, la dinámica de crecimiento y la fijación de precios de otros activos, como el crédito y las acciones, las rentabilidades de la deuda pública eran demasiado bajas, en términos relativos. El incremento en la rentabilidad del bono a 10 años del Tesoro estadounidense al 1,50% lo devuelve a donde estaba antes de la pandemia en febrero de 2020. Este equilibrio de rentabilidad y retorno previstos entre las clases de activos no supone una preocupación en términos de impacto en las perspectivas sobre los diferenciales de crédito, por ejemplo. Solo si las rentabilidades aumentan «demasiado», es decir, se mueven hacia un rango más restrictivo, alguien podría cuestionar las mayores previsiones de crecimiento para las economías de todo el mundo. Simplemente, todavía no hemos llegado a ese punto. Nos situaríamos del lado del optimismo justificado que explica el aumento de las rentabilidades, en lugar de considerarlo injustificado.

Gráfico 2: Variaciones mensuales de divisas frente al USD

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El ritmo de aumento de las rentabilidades ha sido intenso. Es probable que esto cause indigestión en el mercado, ajuste de las posiciones de riesgo entre los participantes de este y preocupación por el futuro, pero es poco probable que haga descarrilar la economía. La cantidad de estímulo fiscal que se lanza, y es probable que se lance, a la economía de Estados Unidos no tiene precedentes. Los paquetes fiscales de diciembre de 2020 y los que probablemente se adopten en 2021 podrían llegar a más del 20% del PIB. Es poco probable que aumentos moderados en los tipos causen problemas, a menos que se pierda el control. En nuestra opinión, eso significa que las rentabilidades de los valores del Tesoro estadounidense superaran rápidamente el 2%, lo cual es prematuro dado el estado aún débil de los mercados de trabajo. Pero, si el ritmo de la subida se ralentiza, no hay razón para preocuparse de que unas rentabilidades más elevadas hagan descarrilar una economía que probablemente esté consumiendo “esteroides” fiscales este año, y posiblemente también el próximo.

Las implicaciones de este escenario son en cierto modo sencillas: a menos que se materialicen unas reacciones similares a las descritas anteriormente ante la posible retirada de los estímulos, lo que creemos que no sucederá, el riesgo de tipo de interés / duración seguirá siendo un obstáculo para el rendimiento del mercado de bonos. Un crecimiento más fuerte es bueno para los resultados de las compañías y también puede serlo para sus balances. Sin embargo, el aumento de la volatilidad también es importante, ya que perjudica a los activos de riesgo, por lo que nos mostramos prudentes a la hora de agregar riesgo a las carteras a corto plazo. Seguimos posicionados para beneficiarnos potencialmente de los activos sensibles al crédito que superan a la deuda pública y seguimos creyendo que la duración será un obstáculo para el rendimiento a lo largo de 2021.

Gráfico 3: Variaciones mensuales considerables de las rentabilidades a 10 años y los diferenciales

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Perspectiva para la renta fija

Todo gira en torno a la economía. Creo que fue James Carville, exjefe de campaña del expresidente Clinton, quien dijo algo en ese sentido, tal vez usando un lenguaje más colorido. Pero la percepción es correcta. Las perspectivas para la renta fija, más que nunca, se refieren a la evolución de la economía y la actitud de los responsables de política hacia ella. Hasta hace poco, es decir, febrero, la perspectiva para los tipos apuntaban a una lenta subida, justificada por la mejora de las condiciones económicas; los bancos centrales limitarían mediante su política los aumentos, ya fuera a través de programas de expansión cuantitativa, orientación a futuro o incluso ajustes de tipos (que era la opción menos probable). Cualquier debilidad que surgiera por sorpresa se compensaría con más estímulos, probablemente fiscales, aunque, no obstante, en el fondo, hablaríamos de estímulos.

En resumen, ha habido demasiadas «buenas» noticias para justificar el nivel de las rentabilidades durante este año, o incluso a finales de enero (o probablemente también en febrero). Inicialmente, el repunte de enero estuvo encabezado por el aumento de las expectativas de inflación. No supone una preocupación terrible, dado el bajo punto de partida, e incluso es bienvenida por los bancos centrales y los mercados bursátiles y de crédito. Pero, a mediados de febrero, la narrativa cambió. Las rentabilidades reales comenzaron a subir, lo que impacta directamente en las condiciones financieras, las endurece y afecta a la economía real. Si las rentabilidades reales aumentan simplemente porque las expectativas de crecimiento mejoran, es posible que esto tampoco sea disruptivo y no necesariamente justifica la preocupación por parte de la Reserva Federal o de los mercados financieros: una economía con un crecimiento más rápido naturalmente hace que los tipos reales a largo plazo aumenten. Pero esta visión benigna de los movimientos de tipos / rentabilidades se complicó ante el cambio abrupto del mercado en su pronóstico sobre la política de la Reserva Federal. A finales de febrero, el mercado había adelantado casi 40 puntos básicos (pb) de subidas de tipos para 2023, algo que no estaba en el pronóstico de la Reserva Federal y lo contrario de lo que sugerían sus comunicaciones, es decir, no se iban a producir subidas de tipos hasta 2024. Este aumento en las expectativas a corto plazo sobre los tipos de interés se opone directamente al pronóstico de la propia Reserva Federal y tienen efectos perjudiciales, ya que, por ejemplo, socavan los precios de los activos de riesgo y no son bien recibidos por los mercados de riesgo ni por el banco central, considerando la distancia a la que se encuentra la economía de sus objetivos de inflación / mercado laboral y la continua incertidumbre económica.

De hecho, las previsiones de mercado para el crecimiento del primer trimestre de Estados Unidos probablemente se encontraban en el rango del 1%-2% a finales de 2020. Para febrero, las expectativas se movieron al rango del 3%-4% (en contraposición a una desaceleración en el primer trimestre), con aumentos proporcionales en las expectativas de crecimiento para 2021 y 2022. Sin ninguna señal preocupante de que la inflación esté aumentando «demasiado rápido», la Reserva Federal no ha visto necesario actuar ante la subida de las rentabilidades y el ajuste de sus previsiones de política.

Lo que también es notable es la naturaleza global del incremento de las rentabilidades. Las rentabilidades no solo han aumentado con fuerza en Estados Unidos, generando uno de los peores inicios de los bonos del Tesoro en la historia, sino aún más en países como Canadá, Australia y el Reino Unido, lo que sugiere que la expansión fiscal sin precedentes en Estados Unidos impulsará a TODOS los países, aumentando el crecimiento global. Las expectativas de tipos están cambiando en todas partes y, en cuanto a duración, no ha habido lugar para esconderse. Los mercados emergentes se han comportado de forma idiosincrática; algunos superando a los mercados desarrollados, otros con un rendimiento relativo negativo. Esperamos que este tipo de patrón continúe. Los diferenciales de crédito y de mercados emergentes se han mostrado muy resilientes a pesar del aumento de las rentabilidades. Consideramos una ampliación material de los diferenciales como una oportunidad de compra.

La gran pregunta es: ¿Estamos disfrutando de algo demasiado bueno? ¿Es la política demasiado expansiva? Los bancos centrales dicen que no. Los mercados dicen que sí, al menos en términos de previsión de subidas de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal. Básicamente, el mercado considera que la Reserva Federal cederá y endurecerá la política antes de lo que afirma. Pero, según la Reserva Federal y el Banco Central Europeo (BCE) (y la mayoría de los demás bancos centrales), las economías están lejos de alcanzar los objetivos de inflación / mercado laboral / crecimiento necesarios para endurecer la política. El presidente Powell reiteró este punto de vista en sus comentarios durante la primera semana de marzo. Declaró, a efectos de paráfrasis, que la política actual es apropiada a pesar de que las perspectivas mejoran, que el mercado de bonos se vuelve más volátil y que se adelantan las primeras subidas de tipos. Sin cambios en la política monetaria. Los mercados van por su cuenta.

Por tanto, dada la continuación de políticas fuertemente procíclicas en 2021 y años posteriores, la alta tasa de ahorro, las vacunaciones masivas, la naturaleza síncrona del ciclo económico global y el nivel relativamente bajo de las rentabilidades nominales y reales, consideramos que la asignación a activos de renta fija debería continuar orientándose hacia activos cíclicos y en detrimento de bonos de alta calidad y sensibles a los tipos de interés altos. Dicho esto, hay niveles en los que la deuda pública suponen una compra. Es solo que aún no sabemos cuáles son esos niveles. Como siempre, depende del estado de la economía y de la opinión del banco central en cuanto a su idoneidad. Sin embargo, la discriminación sigue siendo clave dados los niveles de las valoraciones y la incertidumbre presente en los mercados. Dadas las sólidas perspectivas macroeconómicas, parecen apropiados los movimientos para reducir en general la calidad crediticia, minorar la sensibilidad a los tipos de interés (tal vez no de inmediato dada la velocidad de la reciente subida), sobreponderar los mercados emergentes y buscar una prima de riesgo razonable. Creemos que la preocupación del mercado acerca de la excesiva fortaleza de la economía o la indiferencia de la Reserva Federal por el aumento de las rentabilidades es incorrecta, dado el actual nivel de conocimientos. Es probable que la preocupación acerca de que la economía sea demasiado fuerte como para contener una mayor inflación sea exagerada.

Tipos y monedas de mercados desarrollados

ANÁLISIS MENSUAL

En febrero, las rentabilidades aumentaron significativamente en los mercados desarrollados a medida que se aceleraba el ritmo de administración de las vacunas y las tasas de infección continuaban cayendo, lo que provocó un aumento de las expectativas de crecimiento e inflación. La mayor parte del aumento de las rentabilidades se debió a mayores rentabilidades reales más que a mayores expectativas de inflación. Los bancos centrales de los mercados desarrollados reiteraron su moderación y voluntad de brindar apoyo continuo.

PERSPECTIVA

Esperamos una recuperación económica mundial sólida y sincronizada este año, al eliminarse las restricciones relacionadas con la COVID-19 y la contención de la demanda impulsa la recuperación del consumo. Se espera que la política fiscal expansiva, especialmente en Estados Unidos, estimule aún más el crecimiento y se espera que los bancos centrales sigan siendo acomodaticios, ya que se cree que las brechas de producto siguen siendo elevadas, los riesgos económicos siguen sesgados a la baja y se espera que el aumento de la inflación sea temporal.

Si bien no esperamos incrementos dramáticos en los mercados de deuda pública, creemos que el riesgo está sesgado al alza de las rentabilidades, ya que las valoraciones aún son amplias en términos históricos y existe la posibilidad de que las primas por plazo adicionales se descuenten en el extremo largo de la curva de rentabilidades. Los bancos centrales en general no han expresado su preocupación, ni abiertamente ni a través de canales secundarios, por el aumento de las rentabilidades, presumiblemente porque aún no ha provocado un endurecimiento injustificado de las condiciones financieras.

Tipos y monedas de mercados emergentes

ANÁLISIS MENSUAL

EM debt posted negative returns in February across the board, i.e., in both local and hard currency bonds. From a sector perspective, companies in the Infrastructure, Real Estate, Financial and Consumer segments led the market, while those in the Pulp & Paper, Oil & Gas. and Diversified sectors underperformed.

PERSPECTIVA

A pesar de un año complicado para la deuda de mercados emergentes hasta ahora, todavía tenemos una visión optimista sobre la clase de activos para el resto de 2021. Un entorno global de expansión monetaria sostenida, la administración en curso de múltiples vacunas en el mundo desarrollado (y en partes de la esfera emergente) y las expectativas de una política fiscal más laxa en Estados Unidos debería favorecer a la clase de activos de los mercados emergentes. Un optimismo quizá excesivo acerca del descenso de las fricciones comerciales con un gobierno de Biden (en particular, en el caso de las relaciones entre Estados Unidos y China) podría poner en jaque nuestras hipótesis positivas para el comercio y el crecimiento globales, con el consecuente lastre para el rendimiento de activos de la esfera emergente sensibles al crecimiento.

Crédito

ANÁLISIS MENSUAL

Los diferenciales se ajustaron durante el mes, impulsados principalmente por las expectativas de repunte económico, estímulo fiscal adicional y beneficios del cuarto trimestre superiores a las expectativas.

PERSPECTIVA

Creemos que el crédito se verá respaldado por las expectativas de repunte económico en 2021. Nuestra hipótesis de referencia refleja la visión de consenso de que la COVID-19 es coyuntural y que el persistente respaldo de las políticas monetaria y fiscal posiblemente estrechará los diferenciales a medio plazo. Prevemos un impulso de las valoraciones en el primer semestre de 2021, con una posible corrección en el segundo, a medida que las fusiones y las adquisiciones aumenten. Sin embargo, persisten las preguntas sobre el nivel del programa de expansión cuantitativa en 2022 y dudas acerca de que el miedo a quedar fuera se convierta en miedo a poseer valoraciones que parecen históricamente caras.

Productos titulizados 

ANÁLISIS MENSUAL

El aumento de los tipos y el rendimiento relativo negativo de los de los bonos de titulización hipotecaria de agencia fueron los temas dominantes en febrero, mientras que el crédito titulizado siguió obteniendo buenos resultados. Los temores de una desaceleración en las amortizaciones anticipadas y la extensión de la duración superaron el continuo apoyo de la Reserva Federal al mercado de bonos de titulización hipotecaria de agencia. Los diferenciales de bonos de titulización de activos y los bonos de titulización hipotecaria sobre inmuebles residenciales de Estados Unidos se mantuvieron generalmente sin cambios, mientras que los diferenciales de los bonos de titulización hipotecaria sobre inmuebles residenciales de Europa se ajustaron ligeramente. Los diferenciales de los bonos de titulización hipotecaria sobre inmuebles comerciales de Estados Unidos fueron dispares, con un rendimiento relativo positivo de las clases con calificaciones más bajas.

PERSPECTIVA

Esperamos un rendimiento sólido continuo en los próximos meses. Hemos pasado de una perspectiva negativa a una neutral en bonos de titulización hipotecaria de agencia de agencia dado su abaratamiento en lo que va de año. Los bonos de titulización hipotecaria sobre inmuebles residenciales no de agencia de Estados Unidos todavía ofrecen un valor relativo razonablemente atractivo.Los bonos de titulización de activos estadounidenses arrojan una perspectiva heterogénea para 2021: los de consumo tradicional son caros, mientras que los sectores más afectados por la COVID-19 ofrecen un potencial de recuperación mucho mayor. Algunos sectores de bonos de titulización hipotecaria sobre inmuebles comerciales ofrecen oportunidades de valor atractivas, pero otros tienen posibles problemas de crédito. Los edificios plurifamiliares (apartamentos y de oficinas) podrían enfrentarse a retos si se producen virajes fundamentales en la forma en que las personas desean vivir y trabajar en el mundo que deje la pandemia. Los mercados europeos están registrando una dinámica de rendimiento por sectores similar.

 

Columna de Michael Kushma, CIO del equipo de Renta Fija Global, y Jim Caron, portfolio manager y director de Global Macro Strategies en el equipo de Renta Fija Global en Morgan Stanley Investment Management.

 

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Catalina Mertz y a Magdalena Aninat se integran al directorio de AFP Capital

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Foto cedidaDe Izda a Drcha: Catalina Mertz y María Magdalena Aninat. Catalina Mertz y a Magdalena Aninat se integran al directorio de AFP Capital como directores titulares

AFP Capital ha anunciado dos importantes cambios en su directorio durante la junta general de accionistas celebrada el miércoles 28 de abril. De esta forma, Catalina Mertz y María Magdalena Aninat, hasta ahora directoras suplentes, reemplazaran a Álvaro Restrepo y Claudio Skármeta, como directoras titulares, quienes por motivos personales presentaron su renuncia. En su lugar, el socio de 40C Consultores, Armando Holzapfel y el académico de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI), Rodrigo Moreno ingresaron como directores suplentes.

“Estamos muy contentos de dar este paso, ya que somos conscientes de la importancia que tiene avanzar hacia una mayor equidad de género y garantizar la participación femenina en la alta dirección es sin duda el camino para asegurar un país más igualitario”, destacó Juan Carlos Chomali, presidente de la compañía, quien también agradeció los más de diez años que los directores Restrepo y Skármeta dedicaron de forma impecable a la labor de directores en la Administradora.

En la oportunidad, la administradora también presentó su primera Memoria Anual Integrada, que además de reportar indicadores financieros y regulatorios, incorpora iniciativas y gestión relacionadas con temas ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ASG). “De esta forma, transparentamos nuestra gestión y compromiso en materias que son relevantes para nosotros, como los factores ASG, lo que permite generar confianza y fortalecer las relaciones con nuestros distintos grupos de interés”, comentó Jaime Munita, gerente general de AFP Capital.

Una vez terminada la junta, el ejecutivo se refirió a la discusión del tercer retiro del 10%, destacando que “tal como lo hicimos en el primer y segundo retiro, estamos preparados para responder en tiempo y forma. Las AFP han demostrado su eficiencia y rigurosidad en los dos procesos anteriores para llegar con estos recursos lo antes posible a las personas”.

En esa misma línea, Chomali planteó que “reiteramos lo que hemos dicho siempre sobre este tema, entendemos que la pandemia ha impactado fuertemente la economía familiar, y que, a un año de su inicio, se hace más urgente llegar con recursos a las personas lo antes posible. Sin embargo, creemos que esta ayuda debería provenir íntegramente de los recursos del Estado y no de los ahorros de las personas, y en este sentido, es una mala política pública financiar el presente con los ahorros previsionales para el futuro”.

Nuevos directores suplentes de AFP Capital

Armando Holzapfel es Ingeniero Comercial con mención en Administración, de la Pontificia Universidad Católica de Chile, cuenta con un Diplomado en Empresas Sociales de la Universidad Andrés Bello, y actualmente es socio y director ejecutivo de 40C Consultores, organización dedicada al desarrollo de proyectos filantrópicos. Ha desempeñado cargos como gerente general y director ejecutivo en organizaciones sociales como Fundación Para el Progreso, Fundación Chile + Hoy y Corporación de Adelanto Amigos de Panguipulli.

Rodrigo Moreno es Licenciado en Historia de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, cuenta con un Diploma de Estudios Avanzados en Historia y un Doctorado en Historia de América de la Universidad de Sevilla, España. Actualmente se desempeña como académico e investigador de la Universidad Adolfo Ibáñez, y anteriormente también se desempeñó como profesor investigador en la Universidad Marítima de Chile y participó en el área de investigación del Centro de Estudios Benedictino.

Bci emite un nuevo bono verde en el mercado de capitales

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Foto cedida. Bci emite un nuevo bono verde en el mercado de capitales

Con el objetivo de impulsar el financiamiento de proyectos verdes, Bci anunció la emisión de un bono verde por 10 millones de dólares a un plazo de 5 años. Esta colocación, de carácter privado con inversionistas taiwaneses, es el cuarto de características “verde” que realiza Bci y el segundo de este año.

Con esta colocación, Bci ya cuenta con cuatro bonos “verdes” por una suma total de 124 millones de dólares, los cuales han sido destinados principalmente al financiamiento de proyectos de ERNC (Energías Renovables No ConvencionalesI. En ese sentido, este cuarto bono verde será el primero del banco que busca financiar y/o refinanciar otro tipo de proyectos sustentables.

Cabe destacar que, con esta transacción, el banco continúa generando nuevos instrumentos financieros, luego de que en diciembre pasado desarrollara el “Portafolio Accionario ESG” administrado por Bci Corredor de Bolsa. Además, este tipo de emisión recoge el creciente interés de inversionistas internacionales en aportar a sus carteras activos que incluyan las mejores prácticas en materia ambiental, social y de gobernanza o ESG por su sigla en inglés

Anteriormente… en “Impuesto a los Súper Ricos”

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Pixabay CC0 Public Domain. Anteriormente… en “Impuesto a los Súper Ricos”

La necesidad de financiamiento para abordar los distintos desafíos económicos que enfrenta Chile, y el mundo en general, producto de la pandemia; y un escenario político y social revuelto, son algunos de los antecedentes que volcaron la atención en las personas de altos patrimonios como fuente de ingresos. Por el alcance global de la crisis sanitaria, voces como las del FMI y de la ONU, entre otras, se han sumado al debate en el sentido de que los denominados “súper ricos”, tienen un rol solidario que cumplir. 

La idea ya está instalada en el país, pero es difícil entender cómo se va desarrollando el proyecto y cómo terminará la propuesta. Noticias asociadas al proyecto original y sus hasta ahora dos paquetes de indicaciones, hacen difícil hacerle seguimiento. En este artículo, intentaré resumir en simple el desarrollo se esta serie con final incierto, hasta el capítulo actual.

T1 E1: Proyecto original

En Chile, esta iniciativa se materializa en su origen, con un escueto proyecto de reforma constitucional, en el que simplemente se definía la idea de gravar a contribuyentes con un patrimonio bruto de más de $22,5 millones de dólares al 31 de diciembre de 2019.

A poco andar, distintos expertos hicieron notar que, más allá de la tan discutida y cuestionada constitucionalidad de la medida, el proyecto no definía aspectos centrales en el diseño de un impuesto. Entre otros puntos, se expuso que la determinación de la base imponible era al menos insuficiente y  que el proyecto no regulaba cómo se valoraría el patrimonio. Cuestionaron, además, que la definición de patrimonio bruto hacía muy poco sentido al no descontar los pasivos asociados a los activos que lo componían.

T1 E2: Indicaciones o modificaciones al proyecto

Por lo anterior, una indicación sustitutiva se hizo cargo del tema, reconociendo el descuento de los pasivos para el cálculo del patrimonio y fijando su valoración a las normas que regulan el impuesto a la herencia. En paralelo, y como medidas adicionales, el diputado Matías Walker (DC) incluyó un aumento de tasa al 30% de impuesto corporativo a los ingresos de la denominadas “megaempresas” y una derogación transitoria a la exención a la ganancia de capital en venta de acciones con presencia bursátil del artículo 107 de la Ley Sobre Impuestos a la Renta.

Sin perjuicio de que la oposición, incluyendo la opinión la diputada Camila Vallejos (PC) autora del proyecto, consideraba que las medidas de Walker apuntaban a la renta y no al patrimonio, ambas posturas llegaron a acuerdo y fusionaron las indicaciones. La indicación fusionada, se sometió a votación logrando su aprobación en la comisión por sietes votos a favor y seis en contra. Estos últimos, de parlamentarios oficialistas que cuestionaron la eficiencia recaudatoria de la medida.

En paralelo, y luego de aprobada la indicación, se votó la propuesta de un grupo de parlamentarios oficialistas quienes la concibieron argumentando razones de recaudación y eficiencia recaudatoria. Esta proponía, como alternativa al cuestionado impuesto a los altos patrimonios, modificar los incentivos actuales para el pago de un impuesto sustitutivo al FUT y una nueva “ventana” para regularizar capitales mantenidos en el exterior.  El resultado fue un empate con seis votos en el que, de acuerdo con las actas legislativas, diputados de oposición, no estarían abiertos a crear una fórmula de recaudación que beneficie impositivamente a los que más tienen.

T1 E3: Proyecto aprobado en la Comisión y sometido a votación en la Cámara de Diputados

En resumen, luego de su discusión en la Comisión, el proyecto aprobado que pasó a votación de la Cámara de Diputados contiene tres modificaciones tributarias: a) el ya descrito impuesto a los “súper ricos” con los ajustes en la valoración del patrimonio; b) aumento  transitorio a una tasa del 30% del impuesto corporativo por los años 2021 y 2022 a las “megaempresas” y c) Derogación transitoria durante 2021 y 2022 a la exención a la ganancia de capital en la venta de acciones con presencia bursátil del artículo 107 de la LIR.

En la Cámara de Diputados, se votó favorablemente la idea de legislar en general, pero ahora debe volver a la comisión para su discusión en particular. Esto,  porque la aprobación y rechazo de las indicaciones antes descritas, no contaba con el quorum necesario para obviar el trámite legislativo. Sin perjuicio de lo anterior, no hay que olvidar que el Ejecutivo reservó acciones de constitucionalidad y que, de avanzar, podría recurrir al Tribunal Constitucional.

Próximos capítulos:

El proyecto regresa a la comisión de origen para su discusión en particular, luego deberá recorrer un largo camino legislativo y volver a la Sala de la Cámara de Diputados. Luego le queda pasar al Senado, tanto en comisión como en sala. Todo lo anterior, siempre que no se recurra a Tribunal Constitucional que podría frenar el proyecto en caso de detectar vicios constitucionales.

En resumen, en un escenario donde la idea y urgencia de recaudar, todo puede pasar. Eso, junto con los cuestionamientos constitucionales, visiones políticas cruzadas y negociaciones que buscan medidas de consenso, serán protagonistas de los próximos capítulos del thriller legislativo del momento.  Mientras que, desde sus butacas, los espectadores, esperan el tan ansiado desenlace que permita dilucidar cómo financiar las múltiples necesidades que enfrenta Chile.

Santander Chile anuncia nombramientos en Banca Comercial y Banca Empresas e Instituciones

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Foto cedidaDe Izquierda a derecha: Pedro Orellana y Luis Araya. Santander Chile comunica importantes nombramientos

Santander Chile ha anunciado dos cambios relevantes en las Divisiones Comerciales y Banca Empresas e Instituciones.

En el primer caso, Pedro Orellana asume como gerente de la División Banca Comercial. El ejecutivo cuenta con una vasta experiencia trabajando en Grupo Santander (Chile, Colombia, España) en el área de Retail y, hasta ahora, como responsable del segmento de clientes individuales. De esta manera, reemplazará a Matías Sánchez, quien a partir de mayo próximo ocupará una importante posición en el Grupo en Europa.

En tanto, Luis Araya asume como gerente de la División Banca Empresa e Instituciones, en reemplazo de José Manuel Manzano, quien deja el grupo tras 31 años. Araya ha tenido una larga trayectoria en el Banco, primero en Banca de Inversión y luego en Banca Comercial en distintos cargos: medios de pago, segmento, inversiones, etc.

Estuvo además en la División Personas como responsable de Gestión de Personas y actualmente se desempeñaba como responsable de la red de sucursales.

António Simões, nombrado consejero delegado de Santander España

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Foto cedidaAntónio Simões, consejero delegado de Santander España y responsable regional de Europa. . Santander alinea su estructura en Europa y nombra a António Simões CEO para España

Durante la presentación de sus resultados trimestrales, Santander ha anunciado cambios en el equipo directivo de Europa. En concreto, ha nombrado a António Simões consejero delegado de Santander España, además de seguir siendo el responsable regional de Europa para el banco.

António Simões, que se incorporó al banco en 2020, sustituye a Rami Aboukhair, que ha sido nombrado global head of Cards and Digital Solutions del grupo y reportará al consejero delegado del grupo, José Antonio Álvarez. Esta nueva función se crea para desarrollar el negocio de tarjetas en el contexto de la visión de One Santander. En este sentido, la entidad explica que el objetivo es construir una plataforma de tarjetas única, moderna y flexible aprovechando la tecnología de PagoNxt.

Con el nombramiento de Simões para el cargo de consejero delegado de Santander España, la estructura de gestión de Europa se alinea a la de las regiones de Norteamérica y Sudamérica, donde los responsables regionales también son consejeros delegados de un país. Además, según explican, este nombramiento permitirá que la entidad siga avanzando en el desarrollo de One Santander.

Respecto a este cambio en el equipo directivo europeo, Ana Botín, presidenta de Banco Santander, ha declarado: “Con One Santander, simplificaremos y mejoraremos nuestra atención al cliente aprovechando la fortaleza colectiva del grupo. Avanzamos a buen ritmo y con este cambio, que alinea el modelo de Europa al de las otras dos regiones, aceleraremos nuestra transformación. Me gustaría agradecer a Rami su éxito en la transformación de Santander España durante los últimos seis años y en la integración de Banco Popular. En sus nuevas funciones, seguirá teniendo un papel muy importante para mejorar los servicios que ofrecemos a nuestros clientes y para avanzar en la creación de One Santander”.

España no es el único país europeo donde el banco ha hecho cambios. El actual consejero delegado de Santander UK, Nathan Bostock, pasará a ocupar una función global como Head of Investment Platforms. Según explica la entidad, desde este nuevo cargo supervisará todas las plataformas de inversión propiedad de Santander o participadas por el banco que gestionan terceros, con foco en los negocios de alta rentabilidad que complementan a la banca tradicional y que se benefician de la escala y diversificación geográfica del grupo.

El plan de sucesión para el nombramiento del nuevo consejero delegado de Santander UK está en marcha y Nathan Bostock permanecerá en su cargo hasta que se designe a un sucesor. “En los años en los que Nathan ha estado al frente de Santander UK, ha consolidado al banco como un jugador capaz de competir con las grandes entidades británicas y ha puesto las bases para crecer en el Reino Unido, un mercado que es clave para el grupo. Me gustaría agradecerle el trabajo realizado y estoy segura de que seguirá aportando mucho al grupo en su nueva función”, ha señalado Ana Botín.

Las gestoras creen que la Fed no dará nuevas pistas sobre su política hasta la reunión de Jackson Hole

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Foto cedida. La Fed se apunta al modo "pausa" y pone todas las expectativas en la reunión de Jackson Hole

Las gestoras tienen claro cuál será el tono y el mensaje que Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, va a lanzar tras la reunión del banco central: continuidad en su postura dovish. Él mismo apuntó en esta dirección durante una intervención en el Club Económico de Washington el pasado 14 de abril, así que es difícil imaginar que su mensaje haya cambiado notablemente en el breve tiempo transcurrido.

Según explica David Norris, gestor de TwentyFour AM (Boutique de Vontobel AM), “en las últimas entrevistas Powell ha reconocido que la economía estadounidense se está abriendo. Los datos siguen mejorando y acercándose a los objetivos de la Fed, y los fundamentales están mejorando en general a un ritmo rápido. Los vuelos nacionales de pasajeros están creciendo, la gente está volviendo a los restaurantes y las recientes nóminas no agrícolas (NFP) han mostrado una mejora significativa con la expectativa de que esto continúe a lo largo del año”. 

Por ahora el banco está centrado en comprar cada mes 120.000 millones de dólares en bonos del Tesoro y valores respaldados por hipotecas de (MBS), con el objetivo de mantener los tipos de interés a un nivel que apoye la contratación y el gasto, y asegura que seguirá haciéndolo hasta que vea un progreso adicional importante hacia el pleno empleo y el objetivo de inflación sostenida del 2%. Powell sigue reiterando las tres normas que deben cumplirse antes de considerar la posibilidad de subir los tipos: una recuperación del mercado laboral, que se alcance el 2% de inflación y que ésta se sitúe por encima del 2% durante un periodo sostenido

Con este piloto compromiso por su parte, es lógico que no se espere un cambio en la postura política. “Creemos que la Fed seguirá adoptando un enfoque muy pragmático basado en hechos, y no en expectativas, como afirmó recientemente el vicepresidente Richard Clarida. La acción de la Fed estará determinada por las cifras de empleo e inflación. Al hacerlo, la Fed se está colocando en un modo reactivo en lugar de proactivo, y está asumiendo una posición detrás de la curva. Sin embargo, la Fed debe permanecer particularmente atenta a la inflación, como repitió recientemente el presidente Powell, cuando dijo que estaba listo para tomar las medidas necesarias si la inflación excedía sustancialmente el 2% durante un período prolongado”, añade Franck Dixmier, director de inversiones global de renta fija de Allianz Global Investors.

Los matices del “no news”

Pese a las bajas expectativas sobre posibles novedades, las gestoras sí apuntan diversos matices a los debemos estar atentos. Para Axel Botte, estratega de Ostrum AM (Natixis IM), las novedades podrían llegar en verano. Según argumenta, “Jerome Powell ha hablado recientemente de tapering, pero creemos que el anuncio oficial podría producirse a finales de verano, en Jackson Hole. Es probable que el escenario de tapering se traduzca en una reducción gradual de 10.000 millones de dólares en las compras de T-notes en cada FOMC en 2022. El pico de los estímulos monetarios, sin duda, se ha superado con creces”. 

Una reflexión con la que coincide François Rimeu, estratega senior de La Française AM, quien considera que hoy no habrá pistas sobre el calendario de la reducción de sus compras de activos del Tesoro y MBS antes de la segunda mitad del año. “Como muy pronto lo hará en la reunión de junio, muy probablemente en el simposio de Jackson Hole en agosto. Powell también hará hincapié en que la finalización del quantitative easing (QE) es una condición necesaria antes de considerar la posibilidad de subir los tipos. En general, esperamos un tono más optimista, pero no creemos que tenga un impacto significativo en los mercados, excepto si Powell señala que se acerca el momento de la retirada de estímulos. Pero, de nuevo, no vemos que eso vaya a ocurrir en esta reunión”. 

Y que también sostiene Esty Dwek, Head of Global Market Strategies de Natixis IM Solutions: «Creo que lo que la Fed va a comenzar a hacer en los próximos meses es prepararnos para empezar a hablar del tapering, pero no van a hablar de eso todavía; probablemente lo hagan en junio o en Jackson Hole en agosto. Pero ahora mismo la Fed está centrada en las tasas de desempleo y específicamente en los niveles de empleo entre las minorías sociales, para trabajos con bajos salarios y baja cualificación. Para ese tipo de empleos, las tasas de paro están mucho más altas que el promedio y mucho más altas que antes de la pandemia. Por lo tanto, sigue siendo apropiada la política monetaria acomodaticia y creo que probablemente no subirán tipos hasta 2023».

Puestos a buscar matices, Gilles Möec, economista jefe de AXA Investment Managers, también sostiene que “no se esperan cambios en la política monetaria, pero se mantendrá la atención sobre la Tasa de Interés sobre el Exceso de Reservas (IOER) dado las presiones a corto plazo”. En cuanto a la publicación del PIB del primer trimestre en EE.UU., añade: “Esperamos una tasa anualizada del 8,5%, por encima del 6,5% de consenso tras las fuertes ventas minoristas”.

Para Jim Leaviss, CIO de renta fija de mercados públicos de M&G, la clave de los mensajes de la Fed está en la capacidad que tenga Powell en mantener su discurso pese a la subida de la inflación. “La Fed ha querido mantener la idea de que el objetivo de inflación media flexible significa que está preparada para permitir que la economía se caliente durante los próximos años. La gente está anticipando ahora la reducción de las compras de flexibilización cuantitativa, y de hecho podríamos ver anuncios de reducción hacia finales de este año. Los mercados ya han descontado casi cuatro subidas de tipos de la Fed para finales de 2023. La cuestión es si eso va a ser coherente con el objetivo de inflación media flexible”, apunta.

Riesgo y optimismo en el año de la vacuna

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. La Mirada del Experto Revista

Carlos Ruiz de Antequera

Vacunas, estímulos y valoraciones son por ahora los pilares de 2021, el año en el que todo girará entorno a las vacunas. Carlos Ruiz de Antequera, uno de los analistas de referencia de Funds Society, amplía los conceptos que cada semana presenta en su espacio La Mirada del Experto. Además de la coyuntura, repasamos los riesgos de que estalle una burbuja especulativa (y las razones para ser optimistas) y los cambios que están llegando en la industria financiera.

Puede acceder al artículo completo, publicado en la revista de Funds Society, a través de este enlace.

Es el momento de volver a mirar al mercado menos querido del mundo: Europa

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Jamie Ross, gestor de renta variable europea en Janus Henderson Investors. Jamie Ross, gestor de renta variable europea en Janus Henderson Investors

Durante más de una década, la renta variable europea ha sido considerada el mercado menos querido, no contando con el favor de los inversores. Sin embargo, en la actualidad se están dando una serie de oportunidades para las acciones de la región. Después de un ciclo con un bajo crecimiento y un predominio del sentimiento de inestabilidad en la esfera política, los gestores John Bennett, gestor agnóstico en cuanto a estilo, Nick Sheridan, gestor value, y Jamie Ross, gestor de calidad con crecimiento, de renta variable europea en Janus Henderson Investors creen que hay razones para que los inversores recuperen el optimismo.

Según explicó John Bennett, hace doce meses sus carteras estaban más orientadas hacia el estilo growth. Cuando la pandemia golpeó las economías globales, algunas tendencias ya existentes se aceleraron con las medidas de confinamiento como los servicios de entrega de comida o productos a domicilio, servicios de conferencias en línea y las vinculadas a la digitalización de la economía. Esta aceleración de tendencias ha creado una dicotomía en el mercado, que apoyó a la temática de la disrupción y del confinamiento y dejó de lado a un gran número de empresas. En especial, empresas de franquicias globales del área industrial cotizadas en Europa, pero con una fuente de ingresos diversificada a nivel global. Conforme el mercado incrementó su preocupación por los confinamientos y apostó por la aceleración de la digitalización, empresas europeas con unos sólidos balances y unos flujos de caja sostenibles comenzaron a cotizar con descuento. Esto permitió al equipo de John Bennet incrementar sus posiciones en acciones de gran calidad, pero a precios de saldo, comenzando una transición hacia posiciones con algo de sesgo value. Conforme el 2021 avanza, han añadido nuevas empresas value que consideran han sido olvidadas por el mercado, especialmente en el sector del automóvil.

Hace un año, su equipo apostó por una recuperación en forma de V liderada por el sector industrial. Durante la pandemia, la actividad relacionada con la construcción reabrió rápidamente. Conforme las empresas consumieron sus inventarios, concluyeron que había una recuperación de la demanda, sin una recuperación de la oferta. En 2021, esperan ver una recuperación en forma de V en el sector consumo con la reapertura de las economías. El consumidor europeo está deseando volver a disfrutar del consumo en ocio, restaurantes y viajes, no sólo porque se ha visto privado de ellos durante un tiempo, sino porque la tasa de ahorro se ha incrementado considerablemente en el mundo occidental. Su exposición actual no es tanto la de una cartera value, como la de una cartera con exposición a la reapertura de las economías.

Por su parte, Nick Sheridan, señaló que unos tipos de interés especialmente bajos y un desvío de la asignación del capital hacia el sector que pretende ser la nueva economía han marcado a los mercados durante la última década. En la opinión del gestor de estilo value, muchas de estas empresas no hubieran sobrevivido sin un entorno de bajos tipos de interés. Históricamente, cuando comienza un periodo de recuperación económica, el estilo value obtiene un rendimiento superior al mercado durante un periodo sostenido de 2 o 3 años. A su juicio, el mercado de renta variable europeo se encuentra justo en el comienzo de este periodo. Además, cree que se dan las condiciones oportunas para que este periodo de rendimientos superiores al grueso del mercado se pueda extender en el tiempo: unas condiciones de inflación que han regresado al sistema, un nivel de la tasa de descuento apropiado, y tensiones en las relaciones comerciales.

En los últimos 3 o 4 años, el estilo value ha sido olvidado por el mercado, pero esto reporta mayores rendimientos a nivel de empresa, puesto que el mercado ha permitido al equipo de Nick Sheridan pagar menos por las posiciones que mantienen en cartera, por lo que los rendimientos han ido mejorando progresivamente.

Asimismo, Jamie Ross, defendió que no considera un estilo, factor, o sector determinado a la hora de invertir, sino que siempre considera las perspectivas de cada una de las empresas a nivel individual. En su cartera hay un elemento de equilibrio entre dos cestas diferenciadas. La primera cesta contiene inversiones con rendimientos superiores al conjunto del mercado, lo que podría considerarse como las acciones clásicas de calidad, que crecen en valor. La segunda cesta recoge aquellos negocios que en el momento que se analizan pueden tener un retorno a la inversión muy bajo o en la media, pero para las que se prevé un claro potencial de mejora en sus rendimientos.

En los últimos seis meses, se han dado muchas más oportunidades en la cesta del rendimiento de inflexión que en la cesta de los rendimientos superiores. En cierto modo, Jamie reconoció que se ha producido un giro en su cartera, pero no en la misma forma que en las carteras gestionadas por John. Su cartera en la actualidad está relativamente equilibrada entre las dos cestas mencionadas, en lugar de tener un sesgo hacia la reapertura, o algún sesgo hacia el value. 

De nuevo, John Bennett hizo referencia a la concentración del liderazgo del índice S&P 500 como un ejemplo del comportamiento binario que en ocasiones toma el mercado. Para muchos inversores comprar value requiere vender su exposición en growth, y comprar renta variable europea implica deshacer sus posiciones en Estados Unidos. En su opinión, es necesario tener en cuenta la tasa de descuento y la tasa de rendimiento de los bonos, y por asociación las expectativas de los inversores en inflación. Si un inversor tiene una postura deflacionista y cree que las rentabilidades de los bonos del Tesoro de Estados Unidos volverán a situarse por debajo del 1,5%, se encontraría con un escenario desinflacionario, con la misma narrativa que se ha mantenido en la última década o tres décadas en el caso de Japón. En cambio, si se considera que el mundo ha cambiado hacia un escenario inflacionario en consecuencia de la respuesta fiscal, monetaria y geopolítica a la pandemia, la renta variable estadounidense sería una venta y la renta variable europea una compra.

Jamie agregó que la renta variable europea cotiza con un gran descuento frente a las acciones estadounidenses, permitiendo a los gestores activos beneficiarse de ello, independientemente de su estilo de gestión. Si bien en la última década las acciones tecnológicas estadounidenses han liderado, en la próxima década se podría dar un giro hacia un liderazgo en sostenibilidad. En ese caso, la renta variable europea podría recobrar el favor de los inversores. La inestabilidad política de la región, con el Brexit en 2016 y la actual pandemia, ha sido frecuentemente citada como una razón para no invertir en Europa. Sin embargo, la respuesta a esta última crisis, con una mayor cohesión fiscal y presupuestos destinados a la inversión verde y la reconversión de la economía podrían reforzar el proyecto europeo.

Por último, Nick destacó la importancia de las valoraciones. Cuando se invierte en una empresa se compran las expectativas sobre los flujos de caja y los rendimientos del capital, por eso es necesario discernir si el crecimiento será sostenible en el tiempo y después examinar cuál es el múltiplo correcto que pagar por una acción. Este múltiplo se distorsiona en el mercado por las expresiones de miedo y avaricia. En términos generales, los inversores han sido más avariciosos con el mercado estadounidense y se han posicionado en el miedo frente al mercado europeo. Si la tendencia de la sostenibilidad en la inversión se consolida, puede que los inversores se preparen para pagar más por los activos europeos.

 

Si desea, puede acceder a la grabación completa del webcast, a través de este link.

 

El webscast es en inglés y está destinado para uso exclusivo de inversores institucionales, profesionales, cualificados y sofisticados, distribuidores cualificados, inversores y clientes comerciales, según se definen en la jurisdicción aplicable. Estando prohibida su visualización o distribución al público.

En el mercado US Offshore, estos contenidos están destinado a profesionales financieros de Estados Unidos que prestan servicios a personas no estadounidenses.