¿Qué factores apoyan el atractivo de las infraestructuras?

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Pixabay CC0 Public Domain. La sostenibilidad, el envejecimiento poblacional y la recuperación económica convierten a las infraestructuras en un activo clave

La deuda de infraestructuras privadas ha experimentado un fuerte crecimiento en los últimos años, proporcionando una fuente de duración, diversificación y rentabilidad en un entorno de bajo rendimiento de la renta fija. Esta clase de activo es solo un ejemplo de las bondades que han encontrado los inversores en los activos de infraestructuras, una tendencia que continuará, según las gestoras, debido a los fuertes motores motivos que impulsan su desarrollo: la transición energética, el envejecimiento poblacional y la recuperación económica.

El outlook de DWS sobre infraestructuras para este año destaca varias claves que apoyan la visión tan optimista sobre el desarrollo de las infraestructuras. Por ejemplo, el documento recuerda que las condiciones de liquidez siguen siendo favorables incluso para los estos activos de alta calidad que han sido afectados por la pandemia. Una vez controlada la pandemia y vacunada la población, la recuperación de las economías también impulsará las infraestructuras, por ejemplo la producción industrial y los volúmenes comerciales seguirán apoyando las operaciones portuarias y el transporte de mercancías por ferrocarril, y se mejorarán las redes y servicios públicos. Además, hay tendencias que son imparables como la movilidad sostenible o la transición energética y digital. 

“Dados los riesgos asociados al cambio climático, la disminución de los recursos naturales y los cambios demográficos, esperamos que el universo de las infraestructuras invertibles crezca a nivel mundial. Por ejemplo, el rápido envejecimiento de la población significa que hay una creciente necesidad de activos que generen ingresos fiables para la jubilación. Los activos de infraestructuras están bien posicionados para proporcionar los flujos de ingresos deseados a largo plazo. Un ejemplo actual es nuestra inversión en una de las plantas desalinizadoras de agua de mar más avanzadas tecnológicamente y eficientes energéticamente de Norteamérica. Este activo se gestiona en nombre de los planes de pensiones del sector público”, señala Gershon Cohen, Global Head of Infrastructure Funds de Aberdeen Standard Investments.

Según Cohen, la pandemia no ha modificado las razones macroeconómicas para invertir en infraestructuras nacionales nuevas y existentes. “En todo caso, la necesidad de acelerar las inversiones es cada vez más acuciante. El crecimiento demográfico, la urbanización, la industrialización, la competitividad y el deseo de mantener y mejorar el nivel de vida de los ciudadanos son los principales argumentos. La demanda actual de inversión en infraestructuras se ha visto exacerbada por la falta de inversión en el pasado y el crecimiento de la movilidad”, añade. 

Ahora bien, todo este argumento tiene un enfoque de fondo, la sostenibilidad. Aberdeen Standard Investments y DWS coinciden que la transición energética a la que se han comprometido la mayoría de los países del mundo otorga gran protagonismo a las infraestructuras, ya que estas desempeñarán un papel clave en el cambio climático. Este protagonismo se verá apoyado por los gobiernos, ya que, tras el COVID-19, los responsables políticos han acelerado sus objetivos en infraestructuras sostenibles con motivo de la recuperación económica y la descarbonización. 

Las oportunidades de inversión en infraestructuras abarcan múltiples sectores que prestan servicios públicos esenciales. Por lo general, estos proyectos pretenden generar ingresos sostenibles a largo plazo, al tiempo que tratan de salvaguardar el medio ambiente y/o aportar beneficios sociales. Incluyen proyectos energéticos, planes de transporte, puertos aéreos y marítimos, instalaciones de gestión de residuos, escuelas y hospitales. Se trata de sistemas físicos básicos que se consideran esenciales para impulsar la productividad de la economía”, señala Cohen.  

Las actuales presiones fiscales y la necesidad de que los gobiernos adopten disciplinas más comerciales están poniendo de manifiesto la necesidad de contar con la experiencia y el capital del sector privado. Según indican desde Pictet AM, los inversores institucionales asignan el 6% de sus inversiones a infraestructuras, siendo el grueso activos privados, con rentabilidades totales de casi 14% anualizas la última década. De manera que 54% de los inversores institucionales encuestados este año por Preqin, proveedor de datos de activos alternativos, esperan comprometerse más con la inversión en infraestructuras los próximos doce meses que en 2020.

“Pero a medida que se aceleran los esfuerzos en descarbonización, las empresas cotizadas especializadas en energía limpia, son cada vez más un complemento y alternativa a los activos privados, que son escasos y de altas valoraciones, sin las ventajas de diversificación, liquidez, supervisión y mejores métricas ASG. La alternativa de las cotizadas en infraestructuras relacionadas con energía limpia se ve impulsada por las SPACS”, explica Xavier Chollet, gestor de Pictet Clean Energy, fondo de Pictet AM.

En opinión de Chollet, es probable que el atractivo de las infraestructuras entre estos inversores se fortalezca la próxima década, especialmente en cuanto a energía limpia. “En una encuesta reciente, más de 80% esperaba que la energía limpia sea la principal fuente de inversiones en infraestructuras en los próximos diez años. Hay que tener en cuenta que EE.UU., Europa y China están a punto de emplear billones de dólares para una recuperación verde y una amplia gama de activos renovables y sostenibles -plantas de energía eólica y solar, redes de electricidad renovable, infraestructura de vehículos eléctricos y el sector de construcción- puede experimentar rápido crecimiento y, con el tiempo, representar la mayor parte de nuevos activos de infraestructuras”, añade. 

En este sentido, Estados Unidos será una de las regiones más atractivas para invertir en infraestructuras sostenibles. De hecho, según la Agencia Internacional de Energía Renovable, para cumplir los objetivos climáticos, las inversiones en el sistema energético en EE.UU. entre 2016 y 2050 deben aumentar 16% respecto a lo que se prevé, hasta 110 billones de dólares. “Las correspondiente oportunidades de inversión en electrificación e infraestructura -redes eléctricas, redes de carga de vehículos eléctricos e instalaciones de producción de hidrógeno o gas sintético- pueden llegar a sumar 26 billones de dólares para 2050”, destaca Chollet. 

Las regiones más activas

Una visión que comparte claramente Stéphane Monier, CIO de Lombard Odier, quien destaca que el Plan de Empleo Americano, propuesto por el gobierno de Biden el 31 de marzo, invertiría décadas de «desinversión» pública en EE.UU. y pondría la economía en una base más sostenible para el futuro. La propuesta señala que EE.UU. ocupa el 13º puesto mundial en calidad de infraestructuras. El gasto del gobierno federal estadounidense en sus infraestructuras se ha reducido a más de la mitad en relación con el producto interior bruto en las últimas seis décadas, pasando del 3,8% en los años 60 al 1,6% en la última década.

“La propuesta de ley de EE.UU. incluye proyectos específicos para el clima, por valor de unos 670.000 millones de dólares, es decir, un tercio del total. El objetivo es conseguir una economía neutra en carbono para 2050, incluida la electricidad libre de carbono para 2035, y acabar con las exenciones fiscales y otras subvenciones a las industrias de combustibles fósiles. El plan también mantendría los créditos fiscales para la energía eólica y solar durante diez años, además de ofrecer a los consumidores incentivos para los vehículos eléctricos y mejorar las redes ferroviarias”, añade Monier. 

El CIO de Lombard Odier también recuerda que la necesidad de inversión en infraestructuras no se limita a Estados Unidos, aunque es especialmente acuciante allí. Por ejemplo, señala que China, en un punto muy diferente de su evolución económica, sigue gastando más que el resto del mundo. En las próximas dos décadas, la segunda economía del mundo necesita gastar 28 billones de dólares en sus infraestructuras, según estimó el Banco Mundial en 2017, para mantener el ritmo de su desarrollo. 

“El gasto en infraestructuras en toda la Unión Europea ha disminuido desde aproximadamente 2010, a raíz de la Gran Crisis Financiera. En 2017, el gasto de la UE en infraestructuras equivalía al 2,7% del PIB y la falta ha pasado factura incluso a las naciones más ricas de la región. La UE ya ha establecido un plan de gastos. El año pasado, el bloque elaboró un paquete de estímulo por valor de 1,8 billones de euros, que incluye su presupuesto septenal de 1,15 billones de euros y un fondo de recuperación de Nueva Generación de 750.000 millones de euros. Los 27 Estados miembros del bloque se propusieron transformar sus infraestructuras energéticas, de transporte, agrícolas y sanitarias. Alrededor de 1 billón de euros de este total está vinculado al cumplimiento del objetivo de neutralidad neta de carbono para 2050”, concluye Monier.

Los ETFs climáticos de Lyxor superan los 1.000 millones de euros en activos bajo gestión

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Foto cedidaArnaud Llinas, Head of Lyxor ETF and Indexing.. Los ETFs climáticos de Lyxor superan los 1.000 millones de euros en activos bajo gestión

Lyxor Asset Management ha anunciado que ha recaudado más de 1.000 millones de euros en activos en su gama de ETFs climáticos, tras un año desde su lanzamiento. Según la gestora, esto muestra que «los inversores están adoptando medidas decididas para alinear sus carteras con sus objetivos de neutralidad de carbono». 

Los ocho ETFs climáticos de Lyxor, que replican los índices S&P Paris-Aligned Climate (PAB) y MSCI Climate Change (CTB) y están diseñados para cumplir con la normativa europea, representan una cuota del 30% del segmento de mercado de ETF que siguen los índices PAB y CTB1. 

En marzo de 2020, Lyxor se convirtió en el primer proveedor europeo de ETFs en lanzar un ecosistema completo de ETFs coherentes con el objetivo del Acuerdo de París de limitar el aumento de las temperaturas a 1,5°C, «con un rebasamiento nulo o limitado» por encima de los niveles preindustriales. 

En un contexto en el que los flujos hacia los ETFs ESG están batiendo todos los récords en Europa, los ETFs contra el cambio climático se están abriendo paso en las carteras de los inversores institucionales comprometidos con la descarbonización de sus carteras y la contribución a la reducción de emisiones. Los índices climáticos etiquetados proporcionan una forma transparente y rentable de aprovechar una multitud de datos climáticos. Los índices PAB y CTB de alto valor añadido que siguen los ETFs de Lyxor permiten a los inversores reducir la intensidad de carbono de sus carteras y seguir una tendencia de descarbonización absoluta del 7% anual. 

“A lo largo del año pasado, los inversores institucionales fueron tomando conciencia de que los ETF climáticos pueden ser una herramienta eficaz en la lucha contra el cambio climático, ya que pueden dirigir el capital hacia inversiones bajas en carbono, dentro de un marco transparente y basado en normas científicas. Estamos convencidos de que los ETFs climáticos, gracias a su accesibilidad y sus bajas comisiones, también ayudarán a democratizar la inversión climática para los inversores privados y, como resultado, formarán un componente fundamental del mercado de ETF ESG”, ha destacado Arnaud Llinas, Head of Lyxor ETF and Indexing.

Desde Lyxor explican que la lucha contra el cambio climático es un eje central de sus convicciones. La firma se posiciona como el proveedor de ETFs de referencia para los índices climáticos, habiendo lanzado en 2017 el primer ETF de bonos verdes del mundo, el mayor de su categoría, con 560 millones de euros de activos bajo gestión. “La mayor parte del capital captado por los bonos verdes subyacentes del ETF financia proyectos destinados a luchar contra el cambio climático. A principios de este año, Lyxor publicó mediciones de temperatura para 150 de sus ETFs, lo que permite a los inversores evaluar el impacto de sus carteras en el calentamiento global y reasignar su capital hacia una economía baja en carbono”, añaden desde la gestora.

Expectativas enfrentadas

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Pixabay CC0 Public Domain. Expectativas enfrentadas

En nuestra última entrega hablábamos de un incremento en las señales que apuntan –después de una consolidación- a una continuación en la tendencia bajista en precios del bono EE.UU..

La caída de rentabilidades puede continuar durante algo más de tiempo: el sentimiento en torno a los bonos del Tesoro ha girado de forma notable en las últimas semanas. A lo largo del primer trimestre el consenso apostaba por una rentabilidad a vencimiento objetivo de en torno al 2% (que, como explicábamos la semana pasada aún se justifica en base a pronósticos de inflación, paro y expectativas respecto a tasas de interés); tres meses después, el mercado parece estar a gusto respetando el rango 1,5% -1,7%, a tenor de la moderación en el ritmo de la recuperación (que pone de manifiesto el índice de sorpresas económicas de Citi) y el “bache fiscal”, que será más evidente en EE. UU..

Fig 1

Biden rompió esta semana las conversaciones sobre su proyecto de inversión en infraestructuras con el senador republicano Capito y, aunque la Casa Blanca ya tiene un nuevo acuerdo bipartidista sobre la mesa ($973.000 millones en 5 años, sin incremento en impuestos en renta/capital pero indexando el impuesto de combustible a la inflación), es probable que estas conversaciones también sean en vano. Adicionalmente, Washington dará a conocer una serie de medidas y recomendaciones destinadas a aliviar los cuellos de botella en la cadena de suministro y a reducir la dependencia de Estados Unidos respecto a otras naciones para los componentes críticos; esta iniciativa podría contribuir a aliviar el miedo a un repunte en inflación prolongado.

Lo cierto es que nos encontramos en una encrucijada y la dirección que acabe tomando el precio del bono tesoro dependerá en buena medida de los comentarios de Jay Powell el próximo día 16.

El informe JOLTs de abril se publicó el miércoles con 9,28 millones de puestos de trabajo abiertos (más de un millón por encima de lo previsto), un hito que marca la lectura más elevada en la historia de esta serie: las empresas quieren contratar, pero por diversos motivos no encuentran demanda suficiente entre los que están en paro. El mercado laboral puede estar más tensionado de lo que aparenta la tasa de paro.

Por su parte, la inflación se disparó en mayo hasta el 5% (3,8% para la subyacente), los niveles más altos desde la crisis hipotecaria, apoyándose en categorías de gasto ligadas directamente a la reapertura: coches usados y de alquiler, seguros, hostelería, transporte aéreo y restauración. El desglose del dato apuntala la explicación de la Fed respecto a que se trata de un fenómeno transitorio, pero las lecturas de IPC se mantendrán inusualmente elevadas este verano en la medida en que los consumidores empiecen a disponer de sus 2,1 billones de ahorros acumulados, además, con el componente más importante de la cesta de precios (renta equivalente de propietarios) que lleva tres meses dibujando un punto de inflexión que ya es evidente.

Todo ello obligará a Powell a ser quirúrgico en su comunicación si finalmente decide inaugurar la cuenta atrás hacia la implementación del tapering.

Esta incertidumbre queda de manifiesto en la foto técnica. La gráfica de rentabilidad a vencimiento del bono 10 años muestra como la serie viene cotizando dentro de un triángulo con tendencia bajista; la figura debería resolverse, en un sentido u otro, en unas semanas pudiendo enviar a la TIR -según el caso- hacia 1,9% o bien hacia 1,3%. Este ejercicio de consolidación acabaría por depurar la sobreventa que el precio de este activo mostraba al cierre del primer trimestre, que venía acompañada por una posición de infraponderación extrema en duración por parte de los gestores de renta fija encuestados por JP Morgan.

Fig 2

El fuerte ajuste en el indicador de exceso de liquidez, que mide el crecimiento en masa monetaria (M2) en el contexto del avance o retroceso económico y que anticipa en nueve meses los movimientos en la prima por plazo del bono, sugiere que el actual rango de cotización podría mantenerse durante algo más de tiempo.

Fig 3

No obstante, apuntando al medio plazo, y si analizamos lo sucedido en 2013 y 2016 ante otros episodios de retirada de estímulos, el rendimiento del bono acabó superando la media semanal de 200 sesiones –que ahora se ubica en 1,95%- antes de comenzar a caer iniciando un proceso natural de aplanamiento de la curva. Respecto al indicador que comentamos en el párrafo anterior, los datos más recientes muestran que el exceso de liquidez está descendiendo desde máximos, el crecimiento de la masa monetaria (M2) se está ralentizando y los mercados financieros se han estancado; todo ello sugiere que ahora la inversión comienza a destinarse a la producción económica a medida que la recuperación se acelera, y esta mayor actividad justificaría rentabilidades más altas para el bono.

La situación en el mercado de los bonos tesoro trasciende a la inversión en renta variable emitida por empresas del sector financiero. El reciente aplanamiento en la curva -descontando ya el boom económico de 2020 y el incremento en expectativas de inflación- no ha impedido que el sector financiero continúe acumulando rentabilidades superiores a las del mercado; esto representa un riesgo para el precio de estas acciones si la TIR de bono se mantiene estable (o cae algo más) a lo largo de las próximas semanas.

Fig 4

La solidez del balance de los bancos es indiscutible respecto a la observada entre 2006 y 2008 y, a pesar del barranco fiscal que puede desencadenar la finalización de las ayudas extraordinarias al desempleo y un aumento en impagos, muchos de ellos pueden revertir reservas potenciando los beneficios.

Sin embargo, la inyección masiva de dinero en los bolsillos de los consumidores y el exceso de efectivo en manos de las empresas han provocado un aumento de los depósitos en los bancos, lo que ha presionado los tipos de interés a corto plazo hasta el límite inferior del corredor objetivo de la Fed. Al mismo tiempo, el crecimiento de los préstamos se ha estancado, ya que las grandes empresas generalmente satisfacen sus necesidades de efectivo mediante la emisión de bonos, las pequeñas empresas que recibieron ayuda de los programas de protección de los salarios han tardado en pedir préstamos, mientras que los consumidores pagaron parte de su deuda con cheques de estímulo.

Como consecuencia el margen de interés neto de los bancos ha seguido estrechándose a pesar del aumento en la rentabilidad del tramo largo de la curva; el resultado ha sido un estancamiento de las expectativas de crecimiento en beneficios por acción.

Fig 5

Por último, el entusiasmo inversor respecto a este segmento del mercado ha impulsado al sector a la zona de sobrecompra técnica (RSI semanal de 73,6).

El sector financiero mantiene su atractivo y sigue siendo uno de los tres más baratos dentro del S&P 500, junto a energía y salud. El proceso de consolidación en el precio del bono -dentro de una tendencia bajista- y la situación de sobrecompra pueden dar lugar a la toma de beneficios. No obstante, en la medida en que su rentabilidad vuelva a dirigirse al nivel objetivo (2%-2,25%) y la economía cierre la brecha de producción, esta industria debería ofrecer un comportamiento destacado. Si la expansión económica continúa y los consumidores -en un entorno de normalidad social- se animan a tirar del exceso de ahorro y comienzan a aumentar de nuevo su apalancamiento, será necesaria más inversión desde el sector corporativo para equilibrar oferta y demanda, favoreciendo valoraciones más elevadas para las acciones de compañías financieras.

Amundi firma con Société Générale el acuerdo marco para la compra de Lyxor

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Foto cedidaYves Perrier, consejero delegado de Amundi.. Amundi firma con Société Générale el acuerdo marco para la compra de Lyxor

Ligero adelanto en la operación que ha protagonizado el segundo trimestre del año: la adquisición de Lyxor por parte de Amundi. Según un comunicado hecho público hoy, ambas gestoras ya han firmado el acuerdo marco para esta compra. 

Este anuncio llega antes de lo esperado. En un principio, se estimó que la operación estaría completada en febrero de 2022, sin embargo ahora Amundi anuncia que su previsión es que sea a finales de 2021. Aunque, recuerda que aún está sujeta a la aprobación previa de las autoridades reguladoras y de competencia competentes. 

La operación, que fue anunciada en abril de este año y cifrada en por un importe de 825 millones de euros (755 millones de euros excluyendo el exceso de capital), permitiría a Amundi acelerar el desarrollo de su negocio de ETFs, además de complementar su oferta de fondos de gestión activa, en particular las soluciones de inversión en activos alternativos líquidos y el asesoramiento

Cabe recordar que algunas actividades de Lyxor han quedado excluidas del ámbito de la transacción y serán conservadas por Société Générale. En concreto el negocio de soluciones estructuradas de gestión de activos destinadas a los clientes de mercados globales de Societe Generale y las actividades de gestión de activos dedicadas a soluciones de ahorro y realizadas para Société Générale (redes de sucursales y banca privada), como la estructuración de soluciones de ahorro, la selección de fondos y la supervisión de las sociedades de gestión de activos del Grupo.

“La adquisición de Lyxor acelerará el desarrollo de Amundi, ya que reforzará nuestra experiencia, sobre todo en la gestión de ETFs y activos alternativos, y nos permite acoger a equipos de personas altamente cualificados. Esta adquisición se inscribe en la estrategia de refuerzo del grupo Crédit Agricole en el ámbito de la captación de activos. También reforzará las relaciones comerciales con nuestro socio histórico Société Générale. Por último, al crear en Francia el líder europeo en gestión de activos pasivos, contribuirá al posicionamiento post-Brexit de la plaza financiera de París”, destacaba Yves Perrier, consejero delegado de Amundi, cuando se anunció la operación.

Allianz GI nombra a Virginie Maisonneuve nueva directora global de inversiones de renta variable

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Foto cedidaVirginie Maisonneuve, nueva directora global de inversiones de renta variable en Allianz GI.. Allianz GI nombra a Virginie Maisonneuve nueva directora global de inversiones de renta variable

Allianz Global Investors (Allianz GI) ha nombrado a Virginie Maisonneuve para el cargo de directora global de inversiones de renta variable. Según explica la gestora, Virginie Maisonneuve sucederá a Steve Berexa, quien se retirará a finales de 2021.

Se incorporará al equipo de Allianz GI esta semana y tendrá su sede en Londres, una vez regrese de Singapur en otoño. Como directora global de inversiones de renta variable, dependerá de Deborah Zurkow, directora global de inversiones de Allianz Global Investors.

Desde la gestora destacan que Maisonneuve cuenta con una probada trayectoria de más de 30 años de buen desempeño, liderazgo de equipo e innovación en el ámbito de la inversión. Anteriormente, ha sido gestora y directora de Inversiones. Ha trabajado en entidades como Eastspring, Pimco, Schroders, Clay Finlay, Batterymarch, State Street Research y Martin Currie en varias partes del mundo, incluidas Singapur, Nueva York, Boston, San Francisco y Londres. Durante este tiempo, ha sido pionera en invertir en áreas como China, “Quanta-mental”**, Inversión Temática, ASG y Cambio Climático.

“Allianz GI tiene una plataforma de renta variable amplia y significativa, con capacidades reconocidas en todos los estilos de inversión y geografías. Cuando buscamos un sucesor de Steve, queríamos a alguien del más alto calibre para asegurarnos de que nuestra capacidad de inversión y nuestra oferta se desarrollen antes que en el resto del mercado. Virginie encaja perfectamente: su gran experiencia, su relevante historial de innovación y su perspectiva global nos asegura que está muy bien posicionada para ayudarnos en el desarrollo de nuestra oferta a clientes, en renta variable, pero también como parte del equipo de dirección de la firma”, ha destacado Deborah Zurkow, directora global de inversiones de Allianz GI, sobre el nombramiento.

En este sentido, Virginie sustituirá a Steve Berexa, quien ha sido director global de inversiones de renta variable desde 2015. Como parte de la planificación de la sucesión, permanecerá en Allianz GI hasta finales de 2021, momento en el que se jubilará después de haber trabajado 24 años en la firma. Bajo el liderazgo de Steve, Allianz GI ha desarrollado herramientas de colaboración de vanguardia para el análisis fundamental, además de patrocinar el desarrollo de soportes para la toma de decisiones sobre las carteras basado en la inteligencia artificial. 

Actualmente, Allianz GI gestiona 160.000 millones de euros en carteras de renta variable para clientes minoristas e institucionales de todo el mundo. La plataforma de renta variable de Allianz Global Investors incluye importantes franquicias en estrategias globales y europeas Growth; Renta variable China; Tecnología, incluida Inteligencia Artificial; Inversión temática, que incluye una gama cada vez mayor de fondos alineados con los ODS; y estrategias sistemáticas muy consolidadas. Toda la inversión es activa y en toda se incorpora el análisis de los riesgos ASG.

Inflación y tapering, las piedras en el zapato que no afronta el BCE por ahora

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Pixabay CC0 Public Domain. Inflación y tapering, las piedras en el zapato que no preocupan al BCE por ahora

En su reunión de ayer, el BCE no hizo cambios en la postura de su política monetaria. Lo más importante es que ha declarado que las compras netas de PEPP durante el próximo trimestre «seguirán realizándose a un ritmo significativamente mayor que durante los primeros meses del año”, según ha indicado. Esta decisión se ha adoptado sobre la base de una evaluación conjunta de las condiciones de financiación y de las perspectivas de inflación, que ha sido la parte más relevante de su encuentro. 

“El BCE ha mantenido hoy la actual configuración de la política monetaria, y ha mantenido la mano firme a pesar de la pésima previsión de inflación del 1,4% para 2023. Es probable que el BCE elimine gradualmente las compras netas en el marco del PEPP en 2022, y que vuelvan a cobrar protagonismo las herramientas de compra de activos más regulares con el fin de afinar la política monetaria tras la pandemia. El BCE tiene previsto seguir comprando activos hasta poco antes de empezar a subir los tipos de interés, lo que, dadas las perspectivas de inflación, es poco probable que ocurra en los próximos tres años”, resume Konstantin Veit, gestor de carteras en PIMCO.

En general, las perspectivas de crecimiento e inflación mejoraron y, a diferencia de las reuniones anteriores, los riesgos se evalúan ahora como «ampliamente equilibrados». Según explica Martin Wolburg, economista senior de Generali Investments,  la presidenta Lagarde trató de matizar las implicaciones de la política monetaria. “Subrayó que las presiones subyacentes sobre los precios seguirán siendo moderadas en general, debido a un crecimiento salarial todavía débil, a la evolución de los tipos de cambio y a la atonía general de la economía. Creemos que también es importante tener en cuenta que, tras un repunte temporal de la inflación general este año (los precios del petróleo, los efectos de base, el fin del recorte temporal del IVA en Alemania para 2020 y otros factores técnicos), la inflación general volverá a moderarse y su tasa prevista para finales de 2023 seguirá estando por debajo de la proyección anterior a la pandemia, un umbral que el BCE utilizó para justificar sus medidas de emergencia contra la pandemia”.

Con la previsión de que la pandemia pierda gradualmente su fuerza y el nivel de actividad anterior a la crisis se vuelva a alcanzar en el segundo semestre de 2021, el BCE ha incrementado su proyección del crecimiento acumulado del PIB para 2021-2022 en un 1,3% y en un 0,7% la inflación. En opinión de Adrian Hilton, director de tipos mundiales y divisas de Columbia Threadneedle, “al modificar ligeramente al alza las previsiones de crecimiento del PIB y de la inflación para 2021 y 2022, pero dejando sin cambios las perspectivas para 2023, el BCE ha señalado que aún no ve las bases de una recuperación sostenida del crecimiento a largo plazo, especialmente mientras siga habiendo una importante holgura en el mercado laboral”.

“El BCE se ha vuelto considerablemente más seguro en sus perspectivas económicas. Así, la entidad ha elevado de forma significativa sus previsiones de crecimiento del PIB para 2021 y 2022 y considera que los riesgos económicos se encuentran ampliamente balanceados. Sin embargo, su objetivo de inflación para 2022 y 2023 no se va a cumplir en ese periodo. En varias ocasiones, la presidenta del BCE ha hecho hincapié en unas proyecciones más elevadas para la tasa subyacente durante todo el horizonte de previsión”, añade Ulrike Kastens, economista de DWS.

En opinión de Anna Stupnytska, economista global de Fidelity International, si bien el BCE ha revisado al alza sus previsiones de crecimiento e inflación para 2021 y 2022, cambiando la evaluación del riesgo a «ampliamente equilibrada», sigue siendo pesimista en cuanto a las perspectivas de inflación, la cual se aleja aún más del objetivo para su horizonte temporal. 

Según destaca Annalisa Piazza, analista de renta fija de MFS Investment Management, “el BCE sigue considerando que el actual repunte es una cuestión temporal, impulsada por la energía, los cuellos de botella de la oferta y los factores temporales. La inflación subyacente, sobre todo en el sector de los servicios, está impulsada por los salarios y estos últimos muestran pocos signos de aceleración por el momento y no se espera un repunte a corto plazo”.

“De cara al futuro creemos que, en el entorno de mayor crecimiento e inflación inducido por la reapertura más adelante en el año, es probable que los mercados sigan poniendo a prueba la determinación del BCE (y de la Fed) de mantener una política acomodaticia extrema. La prueba clave para el BCE será la decisión sobre cuándo y cómo retirar el PEPP -en vigor en estos momentos»al menos hasta marzo de 2022- sin provocar tensiones en el mercado. Dado que el APP (acrónimo en inglés del Programa de Compras de Activos) carece actualmente de los atributos de flexibilidad del PEPP, ese traspaso de las compras al APP podría ser problemático. Esperamos que el BCE siente las bases de esa medida cuando anuncie los resultados de su revisión de la estrategia en el segundo semestre de 2021”, añade Stupnytska.

Por su parte, Jai Malhi, Global Market Strategist en JP Morgan Asset Management, considera que, puesta en contexto de lo que hacen el resto de bancos centrales, la decisión del BCE ha sido la correcta. “La narrativa clave de la Fed hoy en día es que necesita que la economía estadounidense se caliente para anclar la inflación en un nivel más alto que el experimentado en el último ciclo. Dado que la baja inflación parecía tan arraigada en la zona del euro, este imperativo es aún mayor para el BCE”, matiza Malhi.

Sin tapering, por ahora

Las gestoras coinciden en que el BCE está enviando un claro mensaje de que no está dispuesto todavía a retirar su apoyo. La propia Christine Lagarde, presidenta de la institución monetaria europea, calificó el enfoque de la decisión política como de «mano firme» y subrayó que cualquier debate sobre la reducción del PEPP es prematuro y no necesario. “Lagarde reiteró su mensaje de que las economías individuales dentro de la eurozona deben proporcionar apoyo fiscal temporal y anticíclico para ayudar a la recuperación económica a la luz de la pandemia”, apunta Marilyn Watson, Head of Global Fundamental Fixed Income Strategy de BlackRock.

En este sentido, el tapering parece aún más lejano también a la luz del riesgo de subida de tipos inducida por Estados Unidos. “El Consejo de Gobierno opina que la mejor opción es mantener la calma. Esto significa que mirará a través de los diversos factores temporales, como el repunte de la inflación o la iliquidez del mercado en verano. Es probable que el BCE siga comprando en el marco de su PEPP al ritmo actual hasta que el programa termine. Esto aplazaría el precipicio de la política monetaria hasta marzo. Creemos que el Consejo de Gobierno, en su reunión de septiembre, empezará a pensar en un rediseño del PEPP (compras mensuales, flexibilidad) que facilite la vida posterior al PEPP tanto para el BCE como para los mercados”, sostiene Wolburg.

Pero Kastens recuerda que, ante la mejora en las perspectivas, un mayor ritmo de las compras de activos dentro del marco del PEPP no se puede justificar en el largo plazo. “En este escenario, es probable que la retirada de las políticas monetarias ultralaxas comience en otoño, con un ritmo algo más moderado de las compras del PEPP, pero sin ajustar la dotación del PEPP en su conjunto. De esta forma, seguimos manteniendo nuestra previsión de que la salida de las políticas monetarias ultralaxas se hará de manera cautelosa. Pero debería quedar claro para todos que, de cara a 2022, se puede esperar mucho menos apoyo del BCE”, añade el economista de DWS.

Apolline Menut, economista para la zona euro de AXA Investment Managers, señala que “el banco central debe abordar la ambigüedad de su definición de estabilidad de precios para dejar claro que es adecuadamente simétrica” y, así, permitir “un cierto rebasamiento de la inflación, necesario para volver a anclar las expectativas de inflación a largo plazo en el 2%. Las presiones inflacionistas podrían jugar a favor de los halcones”.

Las conclusiones de esta reunión suponen, según las valoraciones de las gestoras, que el BCE aplaza hasta después del verano todas las expectativas sobre los cambios en su política monetaria. En opinión de los expertos de Bank of America, “las grandes cuestiones siguen en gran medida sin resolverse: la orientación sigue siendo corta, el concepto de condiciones de financiación favorables en gran parte sin definir, y el calendario y el resultado de la revisión de la estrategia se desconocen. Así que, desde la perspectiva del mercado, seguimos viendo los últimos tres meses como un modelo para los próximos tres meses, con el nerviosismo del tapering aumentando probablemente durante el verano”.

Nicolas Walewski: “Hemos de prepararnos para un entorno de inflación y un superciclo de materiales”

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Foto cedida. walewski

La rotación hacia el value ya ha comenzado. Nicolas Walewski, fundador y máximo responsable de inversiones de Alken, tiene claro que hay factores que apoyan esta tendencia, como son la reapertura y recuperación de la economía, la estabilización de las políticas monetarias a nivel global y el aumento de las expectativas de subidas en la inflación. De hecho, ve fundamental proteger las carteras para un entorno inflacionista que beneficiará a sectores como el de los materiales.

En esta entrevista con Funds Society, explica dónde ve mayor potencial en el mercado (en sectores como materiales, industriales y consumo discrecional), nos cuenta su apuesta por las inversiones sostenibles en un entorno en el que muchos niegan esa capacidad a los gestores value, y nos avanza sus próximos proyectos, pues, tras lanzar fondos de renta fija y en el terreno quant, planea crear próximamente un producto de deuda privada que invertirá en préstamos dudosos, préstamos respaldados por activos inmobiliarios principalmente en Italia y España. Y además, Walewski reafirma su apuesta de negocio por Latinoamérica.

En el mercado se habla de la vuelta del value frente al growth, hay una clara apuesta por ello. ¿Qué factores os hacen pensar que el tiempo del value está volviendo?

La rotación hacia el value ya ha comenzado: de hecho, el value ha superado ampliamente el crecimiento del growth desde el cuarto trimestre de 2021. No estamos tan solo ante un tema de valoración, sino que también los fundamentales han comenzado a mejorar para valores con un estilo más value. Los sectores que mejor rendimiento registraron durante más de una década, a menudo sustitutos de los bonos, han comenzado a ceder terreno ante aquellos más cíclicos con mayor potencial y que cotizan hoy a múltiplos injustificadamente bajos.

Sectores como la tecnología habían cotizado descontando cifras de crecimiento infinito y también lo hicieron acciones de crecimiento defensivo de alta calidad que los inversores compraron por el rendimiento del dividendo. La manera en que estas rotaciones se han comportado en el pasado podría ser explicable al observar el despliegue de capex y cómo se ha comportado el mercado de valores durante estos ciclos. ¿Cuánto tiempo va a durar esto? Difícil de decir, la pregunta es cuánto tiempo tarda el mercado en descontar estos eventos, ya que al final todo se reduce a controlar el nivel de precio al que cotizan las acciones y hacer cambios adecuados cuando la situación lo requiera.

Los factores principales que han impulsado esta rotación son la reapertura y recuperación de la economía, la estabilización de las políticas monetarias a nivel global, y el aumento de las expectativas de subidas en la inflación.

Tras un 2020 de pandemia y apuesta por sectores más defensivos… en este año se espera ya una recuperación gradual de la economía, que podría beneficiar a los sectores más castigados en el pasado. En este sentido, ¿apostáis por algún sector que haya sido muy castigado con el COVID?

En general, sectores como industriales, materias primas y el consumo discrecional fueron las víctimas más obvias de la repentina paralización total de la economía. Cuando retrocedemos en la historia, solo podemos relacionar este evento con uno de similar alcance para la economía como lo fue la Segunda Guerra Mundial. Además, venimos de un ciclo largo en el que no se ha implementado capex durante más de una década, y las industrias se han centrado en políticas de control de costes más estrictas así como en la eficiencia financiera.

Por lo tanto, las industrias menos intensivas en capital fueron las que obtuvieron mejores resultados durante el ciclo. Parece que ahora estamos en un punto de inflexión en el que el mercado anticipa un crecimiento del 5%-6% en el sector industrial, mientras que creemos que podría haber un crecimiento del 15% durante el ciclo. La mitad de este crecimiento provendría de la reposición del nivel de inventarios, y la otra del resurgimiento del capex. El desarrollo de estos programas suele tardar entre dos-cinco años en consolidarse, y el impacto histórico de estos programas podría ser el triple del que hemos visto hasta ahora desde el suelo.

¿En qué sectores veis especial potencial y por qué?

Como hemos mencionado, sectores como materiales, industriales y consumo discrecional son los principales ganadores dentro de este entorno de reapertura / recuperación de las economías. Los PMIs se han recuperado rápidamente, de hecho, han vuelto a niveles anteriores a COVID, y la tasa de ahorro se mantiene en máximos históricos. En cuanto a los niveles de la oferta, se mantiene en niveles históricamente bajos desde que se redujo la capacidad. Por otro lado, los trabajadores aún no han regresado por completo al trabajo y los retrasos en las entregas siguen siendo más largos de lo habitual en su mayor parte. Esto crea cierto poder de fijación de precios a corto y medio plazo con el obvio resultado positivo en los resultados de las empresas. El mercado chino es muy barato y se recuperará con fuerza; ​​es probable, como siempre, que sigan los principales mercados mundiales. La mayoría de los inversores siguen invirtiendo en acciones de Nasdaq, que tendrán un rendimiento inferior en el nuevo entorno.

También con la recuperación económica, muchas voces hablan de la llegada de la inflación. ¿Cómo impactará en los mercados? En este sentido, ¿tenéis alguna apuesta concreta para beneficiarse o para protegerse de ella?

Hemos de prepararnos para un entorno de inflación y un superciclo de materiales. Nuestro principal objetivo y estrategia dentro de las carteras de renta variable en este momento es proteger la cartera de dicho entorno. Ya hemos comenzado a ver señales de repunte de precios, sin embargo, es probable que esto no se materialice de manera estructural en el corto plazo. Los subsidios par parte del gobierno de los Estados Unidos ponen presión a la empresas para ajustar los salarios al alza. Los empleados en general han perdido el incentivo que supondría regresar a sus puestos de trabajo, ya que probablemente su remuneración será inferior que si continuaran subsidiados. Estos ajustes en los salarios al alza supondrían el verdadero catalizador para ver un aumento de la inflación real.

Entonces, con la inflación podrían llegar subidas de tipos, y los tipos más altos podrían beneficiar al sector financiero… ¿Os gusta, tenéis alguna apuesta en el sector financiero y bancos?

Las expectativas de inflación en aumento son buenas para los bancos, por lo que, como operación táctica, durante mucho tiempo hemos tenido algunos bancos y financieras seleccionadas. Sin embargo, a largo plazo, es necesario tener una cartera bien protegida contra la subida de la inflación, y por ello vemos más oportunidades en los sectores ya citados. Los salarios en ascenso en los Estados Unidos, así como los impuestos pondrán presión en los márgenes, de ahí la importancia de encontrar empresas y valores con poder de fijar precios que puedan crecer y ganar cuota de mercado en este entorno.

Otro tema en auge en la industria es la inversión sostenible. También se dice que los gestores value tienen más dificultades en invertir siguiendo criterios ESG, que dan más importancia al valor-precio que a estos factores. ¿Estáis de acuerdo?

En Alken nos hemos tomado muy en serio la implementación de los criterios ESG en todos nuestros fondos. Creemos firmemente que la vigilancia de estos estándares nos ayudará a minimizar los riesgos a largo plazo y mejorar la calidad de nuestras carteras. Por este motivo, somos signatarios de los PRI desde 2012 y hemos seguido invirtiendo fuertemente para mejorar este aspecto tan importante del negocio. Pasamos de monitorear ratings e implementar listas de exclusión a una integración completa de los principios y empujar a los equipos hacia la “selección activa”. Tanto es así que se nos ha otorgado el Lux flag” en algunos de nuestros fondos. Nuestro compromiso en este aspecto es invertir en estos recursos para el largo plazo.

Entonces, ¿incluís estos criterios en vuestro análisis? ¿Apostáis más por compañías sostenibles y cómo ayuda a vuestras carteras?

Creemos que invertir en empresas de baja calificación ESG aumenta significativamente los riesgos, por lo general se trata de valores y sectores más volátiles. Según nuestra experiencia pasada, entendemos que es probable que las acciones con enfoque value de compañías de dudosa gobernanza se conviertan en “value traps”, por lo que intentamos evitarlas. Tener una puntuación adecuada en los criterios de ESG permite una capa adicional de filtro a la hora de identificar empresas bien gestionadas cuyos valores tendrán a largo plazo un comportamiento mejor que el del mercado.

Durante la pandemia, ¿habéis tenido problemas con algunas compañías? ¿Qué lecciones os deja esa crisis y cómo ajustaréis vuestra gestión de riesgos de cara al futuro?

Gestionar conlleva un proceso de aprendizaje continuo, y por tanto claro que nos hemos llevado decepciones (véase Wirecard). Sin embargo, estos errores te sirven a menudo como aprendizaje y hemos aplicado mejoras para evitar volver a cometer los mismos errores. Nuestro proceso de inversión se ha optimizado y reforzado, no solo a nivel de control de riesgos sino también en el proceso de  generación de ideas y construcción de carteras. Destacaría que nuestro ADN sigue siendo el de un gestor a quien le gusta tener una cartera concentrada, de alta convicción, con un enfoque más eficiente y colegiado y más conscientes del posible impacto de factores externos. También hemos entendido la necesidad de mitigar los riesgos de cola y comprender mejor la correlación entre las acciones en nuestras carteras de renta variable como manera de proteger la cartera frente a eventos concretos o rotaciones sectoriales.

Tradicionalmente habéis gestionado renta variable… pero ¿qué tal van vuestros proyectos de gestión de renta fija? ¿Veis potencial en el activo, especialmente en renta fija corporativa y bonos convertibles?

En 2018, dimos nuestro primer paso hacia la diversificación de nuestra cartera de negocios y contratamos a un equipo de JP Morgan para gestionar estrategias similares a las que habían gestionado durante más de una década en dicha gestora. Antony Vallée y su equipo se incorporaron a Alken y lanzaron en el cuarto trimestre de 2018 el Alken Fund Global Convertible (fondos de bonos convertibles globales que busca proporcionar exposición a la renta variable a través de empresas de alta calidad) y Alken Fund Income Opportunities (que invierte en emisiones de empresas globales con flexibilidad para invertir en convertibles de baja Delta, proporcionando así protección frente a un entorno bajista para corporates, con un enfoque All-Weather”).

Nuestras estrategias se centran en la generación de alfa, por lo que a pesar de que el potencial en mercado (beta) no es mismo que se observaba en el mercado hace cinco años, todavía existen oportunidades en el mercado y de ahí la importancia que cobra la selección de emisiones. Además, la flexibilidad para invertir en convertibles permite dotar de cierta protección a la baja en entornos en los que los corporates sufren caídas indiscriminadas. Esta exposición a fondos convertibles que se comportan como bonos agregará algo de sensibilidad a la renta variable en las correcciones del mercado corporativo.

En el caso del Convertible Global, nuestro objetivo es tener exposición a la renta variable a través de emisiones cuidadosamente seleccionadas, en su mayoría con grado de inversión, y cuya rentabilidad media a lo largo de un ciclo registrará valores similares a las de la renta variable con la mitad de volatilidad. Como respuesta a su pregunta, sí, vemos que hay muchas oportunidades en ambas clases de activos que vale la pena explotar.

¿Habéis lanzado algún fondo más recientemente o tenéis próximos proyectos?

Sí, hemos lanzado un fondo Quant, el Alken AQUA Fund, que invierte en índices globales destinados a explotar patrones recurrentes en la dinámica de filtros a través de modelos matemáticos. El fondo se lanzó recientemente tras registrar un buen comportamiento, aprovechando la amplia experiencia del equipo en la construcción de dichos modelos matemáticos. Aparte, cooperamos con Copernicus en la captación de activos para un fondo de deuda privada que invertirá en préstamos dudosos, préstamos respaldados por activos inmobiliarios principalmente en Italia y España. El fondo Copernicus Special Situations espera generar una TIR conservadora del 12%-15% durante los cinco años de vida del producto, sin apalancamiento y con una estrategia de inversión única. En definitiva, nuestra estrategia pasa por el desarrollo y evolución de las plataformas existentes en renta variable y renta fija; así como por la diversificación del libro de negocio hacia un modelo más global.

Y siguiendo en términos de negocio… recientemente es notable vuestra apuesta en las Américas, con el registro de estrategias en Pershing y el acuerdo con AIS Financial Group. ¿Qué objetivos os marcáis en la región?

Estamos encantados de haber firmado con AIS para el desarrollo del mercado Latam y US Offshore. Dicha alianza comercial supone un paso adelante en nuestra estrategia de expandir horizontes y cubrir áreas interesantes de mercado como lo es dicha región. Nuestra estrategia pretende desarrollar el negocio a través de la captura de activos para nuestro fondo de renta variable europea, el Alken Fund European Opportunities, y el fondo de corporates global, el Alken Fund Income Opportunities. De esta manera cubriríamos la demanda con dos fondos complementarios a su grupo de pares respectivo; y con perfiles de riesgo distintos, uno agresivo y otro muy conservador.

Las señales recientes de exuberancia del mercado

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Pixabay CC0 Public DomainiStrfry Marcus. iStrfry Marcus

Los seres humanos, por naturaleza, temen estar perdiendo una oportunidad cuando ven a otras personas lograr resultados financieros a corto plazo. Los sesgos de conducta, como el sesgo de confirmación o el sesgo de inmediatez, se imponen sigilosamente y pueden avivar las llamas de la exuberancia del mercado. La historia está plagada de periodos en los que los precios del mercado se han tornado irracionales y sobrevalorados, y las compras de activos han pasado de ser inversiones basadas en análisis para convertirse en prácticas de especulación basadas en la dinámica imperante sin pruebas contundentes. Con esto en mente, desglosamos las cinco señales principales de la actual exuberancia del mercado que, en nuestra opinión, los inversores deberían tener en cuenta.

El auge de la inversión minorista y el apalancamiento

Resulta preocupante el comportamiento cada vez más especulativo de los inversores minoristas a través de nuevos foros de negociación, lo que incluye un abanico más amplio de instrumentos operativos y la ludificación de la negociación. Se ha registrado un acusado aumento de las operaciones minoristas, y la deuda de margen (a saber, los préstamos en una cuenta de corretaje) ha tendido al alza a una velocidad alarmante (como se muestra en el gráfico 1). Consideramos que ese endeudamiento para invertir puede resultar contraproducente incluso en periodos de leve descenso de los mercados. La negociación con opciones también se ha disparado, ya que la tecnología, el tiempo libre y el tedio de los confinamientos han impulsado las operaciones unidireccionales.

MFS Investment Management

Las SPAC al ataque

La estructura SPAC (siglas inglesas que corresponden a las empresas de adquisición con fines especiales) ha ofrecido a las empresas emergentes una vía más fácil para salir a bolsa y con un menor escrutinio regulatorio que las tradicionales ofertas públicas de venta (OPV). Las SPAC son sociedades instrumentales (sin operaciones comerciales) cotizadas en bolsa que, primero, captan fondos a través de los mercados de valores y, después, buscan empresas con las que fusionarse, las cuales tienen la oportunidad de eludir la vía tradicional de una OPV. Las SPAC han experimentado una aceleración a escala mundial hasta alcanzar la cifra récord de 170.000 millones de dólares este año, un dato superior al total de 157.000 millones de dólares del año pasado, según Refinitiv. No obstante, la euforia ha comenzado a toparse con un mayor escepticismo en la comunidad inversora y ha llamado la atención de los reguladores.

El creciente interés en Bitcoin y criptomonedas

La criptomoneda bitcoin marcó un máximo histórico en 2021, lo que alentó a muchos inversores y profesionales de la inversión a reflexionar sobre la conveniencia de incluir dichos instrumentos en sus carteras. Ahora bien, nos mostramos escépticos respecto al potencial de las criptomonedas para operar fuera del sistema financiero tradicional. Las autoridades políticas podrían intentar endurecer los marcos reglamentarios y centralizar la supervisión de las criptomonedas y, en nuestra opinión, estos y otros riesgos potenciales deberían tenerse en cuenta antes de adoptar cualquier decisión de inversión.

La concentración de los índices y la valoración de la renta variable

La concentración del mercado estadounidense de renta variable ha ido en aumento desde enero de 2013: las cinco mayores empresas del S&P 500 representaban más del 20% del índice (en términos de ponderación) a 31/03/2021. La lista de las principales posiciones está dominada por la tecnología, lo que sugiere que cualquier vuelco en el sentimiento tecnológico podría hacer mella en el mercado general. El apetito por el riesgo de los inversores ha catapultado las valoraciones por encima del nivel de dos desviaciones estándares, lo que podría traducirse en una significativa volatilidad de precios y un mayor riesgo potencial.

La inversión temática se vuelve eléctrica

A nuestro parecer, tanto la pandemia del COVID-19 como las políticas del Gobierno de Biden constituyen los principales catalizadores de la transición hacia una economía más verde y más orientada a la sostenibilidad que conllevará un mayor énfasis en la inversión temática. Algunos sectores más maduros, como la automoción, han apostado por la tecnología eléctrica (como se muestra en el gráfico 2) en un esfuerzo por impulsar las ventas y mejorar su perfil ASG (factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo). Otros sectores convencionales, como la atención sanitaria, han hecho hincapié en la intersección entre la salud pública, la migración y el cambio climático. Consideramos que la inversión en temas concretos o un grupo de temas de elevada convicción está cobrando protagonismo y el actual entorno exuberante no hará sino acelerar esta tendencia.

MFS Investment Management

Nuestra opinión sobre la exuberancia del mercado

En entornos de mercado como el actual, consideramos importante que los inversores reconozcan la diferencia entre gestión activa (lo que es parecido a analizar unas previsiones meteorológicas desfavorables y anticipar de manera responsable lo que está por llegar) y especulación (que se asemeja a ignorar los datos meteorológicos y caminar por la cuerda floja sin ninguna red de seguridad en medio de un huracán).

A nuestro parecer, centrarse en factores fundamentales, como el crecimiento de las ventas, el poder de fijación de precios, ventajas competitivas sostenibles, la generación de flujo de caja libres, los niveles de endeudamiento, la importancia financiera relativa y la solidez de la gestión, se traducen en una asignación responsable del capital y en la posibilidad de crear valor a largo plazo. La exuberancia del mercado no siempre sugiere que un cambio de tendencia está a la vuelta de la esquina, pero sí presenta una oportunidad para volver a evaluar el riesgo y reequilibrar las carteras en función de los objetivos deseados.

 

Tribuna de Jonathan W. Hubbard, es director dentro del área de Soluciones de Inversión para MFS Investment Management.

 

Información importante

El índice MSCI All-Country World mide los mercados de valores desarrollados y emergentes.

El índice S&P 500 mide el mercado global de renta variable estadounidense.

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El estímulo fiscal en Estados Unidos hace más probable un aumento gradual y sostenible de la inflación

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Pixabay CC0 Public DomainSharon McCutcheon. Sharon McCutcheon

Es probable que el sólido estímulo fiscal cierre la brecha de producción de Estados Unidos antes de lo que en AXA Investment Managers habían pronosticado.  Como en cualquier análisis, hay muchas cualificaciones que deben realizarse: todavía se cuestiona el nivel de excedente de capacidad que realmente existía antes de que ocurriera la pandemia, mientras que la tasa de crecimiento potencial futuro de la economía de Estados Unidos también es incierta, conforme se intenta ignorar los efectos de histéresis asociados con la fuerte caída de la actividad en 2020. Sin embargo, según apunta David Page, Head of Macro Research, una simple extrapolación de las estimaciones de la Oficina de Presupuesto del Congreso de Estados Unidos (CBO, por sus siglas en inglés) de la brecha de la producción basada en las proyecciones de crecimiento de AXA IM, muestra que se espera que Estados Unidos opere en condiciones de exceso de demanda desde finales de este año.

 

AXA IM

 

Si bien en AXA IM consideran que estimación de la brecha de producción con algo de desconfianza, el resultado obtenido también sugiere que el exceso de la demanda podría aumentar a su nivel más alto de las últimas cuatro décadas, en particular, si un mayor gasto en infraestructura impulsa un crecimiento más rápido en 2023.

AXA IM

Esta expectativa de una expansión mayor que la potencial es un caso “prima facie” de una mayor presión sobre los precios a mediano plazo. Sin embargo, la historia reciente sugiere que la inflación no ha respondido tan bien a estas presiones cíclicas.

Se requiere una descomposición de la inflación en el gasto de consumo personal subyacente para abordar estas anomalías macroeconómicas. Los componentes cíclicos de la inflación del gasto de consumo personal han sido identificados por la Reserva Federal como subsectores de inflación que están correlacionados negativamente con la brecha de desempleo. Por definición, estos muestran una relación mucho más estrecha con la brecha de producción de Estados Unidos. De hecho, si se permite rezagos y expectativas de inflación adaptativas, utilizando un promedio móvil de cinco años de la tasa de inflación de precios al consumidor (IPC), se obtiene una explicación razonablemente buena de las tendencias cíclicas de los precios en la inflación del gasto de consumo personal subyacente.

AXA IM

Sin embargo, estos componentes cíclicos representan poco menos del 40% de la canasta de inflación subyacente del gasto de consumo personal. El resto es una colección de componentes acíclicos idiosincrásicos. Estos incluyen los grandes sectores de la salud, que representan el 35% de los factores acíclicos, y la vivienda, algo menos del 30%.

Después de una década de desinflación desde finales de la década de 1980, la tasa de inflación de la atención médica (que forma parte de la tasa de inflación acíclica) varió solo levemente alrededor de una media de poco menos del 2% desde fines de la década de 1990 hasta la introducción de la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio, más conocida como Obamacare. Esto ejerció presión a la baja sobre los costos de la atención médica durante la primera parte de la década de 2010 y, posteriormente, ha visto un retorno hacia y por encima de su media, particularmente en los últimos cuatro años, cuando el presidente Donald Trump revirtió elementos de Obamacare. Al examinar la tasa de inflación acíclica, descompuesta en la atención sanitaria y no sanitaria queda claro que los costes sanitarios no responden a los cambios cíclicos de la economía.

AXA IM

La perspectiva sigue siendo incierta e idiosincrásica, con cierto apoyo bipartidista para abordar los costos de los medicamentos recetados en Estados Unidos, lo que podría generar una nueva presión a la baja. Pero, en la opinión de AXA IM, el repunte económico más amplio de EE. UU. no debería transformarse en inflación a través de este componente.

El resto de los componentes acíclicos de la inflación ha tendido a seguir el ciclo económico desde principios de la década de 2000. Esto sugiere que a medida que se acelera la actividad económica, los precios se acelerarán. Sin embargo, existe una diferencia clave entre el crecimiento de los precios en el subcomponente acíclico y el cíclico. El crecimiento acíclico residual de los precios está asociado con el crecimiento actual (a diferencia de la brecha del producto en sí). Esto sugiere que las presiones sobre los precios crecerán durante 2021 y 2022, pero a medida que el crecimiento vuelva a niveles más normales después de 2022, las presiones inflacionarias deberían disminuir.

Por el contrario, la inflación cíclica de precios refleja el nivel de actividad en relación con su potencial. Un crecimiento más lento por sí solo no suavizaría la tasa de inflación, solo el crecimiento que se desacelera por debajo del potencial aliviaría las presiones inflacionarias, algo que en AXA IM no prevén que suceda hasta 2023.

Esto sugiere un aumento de la inflación en el componente cíclico en conjunto, suponiendo que los costes de atención médica se mantengan ampliamente estables durante los próximos años, la gestora prevé una aceleración de los componentes cíclicos de la inflación. Sin embargo, reflejando la relación rezagada con la brecha del producto, la gestora no espera que superen las tasas anteriores hasta el año 2023.

Es probable que el resto de los componentes de precios acíclicos registren una inflación más alta este año, antes de retroceder a medida que el crecimiento general se normalice el próximo año y en 2023. En total, en AXA IM pronostican que la inflación subyacente del gasto de consumo personal cerrará 2022 en 2.0% y 2023 en 2.3%.

AXA IM

Los riesgos para las perspectivas de inflación en Estados Unidos

Varios riesgos acechan las perspectivas de inflación. Los riesgos predominantes siguen centrados en el curso del coronavirus en los Estados Unidos y en el resto del mundo. El progreso de las vacunaciones brinda esperanza para la magnitud pronosticada de la actividad para Estados Unidos, pero los problemas con el suministro o la aceptación de la vacuna, o el riesgo continuo de variantes del virus que no se inmunicen con la vacuna, podrían cambiar esta perspectiva, no solo a nivel nacional sino mundial.

Los riesgos más tradicionales también rodean las perspectivas de inflación. Aquí predomina el papel siempre importante de la energía. Actualmente, habiendo absorbido gran parte del exceso de petróleo de la pandemia mundial, los precios del petróleo se han recuperado a los niveles anteriores al COVID-19. Sin embargo, esto sigue ocurriendo en un contexto de recortes de producción por parte de importantes países exportadores de petróleo (OPEP +) y de una reducción en la producción de petróleo de esquisto (shale oil) de Estados Unidos. Los aumentos de la oferta podrían suavizar drásticamente los precios del petróleo, lo que provocaría una inflación moderada. Por el contrario, un repunte más fuerte de la demanda podría elevar aún más los precios del petróleo, exacerbando las presiones inflacionarias.

A más largo plazo, en AXA IM también estarán atentos a las tensiones geopolíticas en curso que podrían llevar a aranceles directos o bloqueos indirectos que reduzcan el comercio internacional y aumenten los costes de producción internos.

También monitorean el impacto de la política de cambio climático que afecta a la inflación en un sentido más amplio, ya sea directamente a través de un mayor impacto de la endogenización de los precios del carbono o indirectamente a medida que las compras eviten transacciones de bajo coste que dañen el carbono para obtener alternativas más sostenibles. Además, la gestora supervisará cualquier cambio institucional a más largo plazo, incluidos los aumentos del salario mínimo y la nueva regulación del mercado laboral como un riesgo adicional para la inflación.

Finalmente, el dólar estadounidense será una incertidumbre clave para la inflación. De hecho, en AXA IM atribuyen la inflación relativamente más fuerte del IPC de 2020 a la caída del 8% del dólar estadounidense frente a una canasta de monedas durante la segunda mitad de 2020. Esto superó las proyecciones de AXA IM y agregó un estimado de 0,3 puntos porcentuales a la inflación de 2020. La perspectiva para el dólar de la gestora es de fortaleza renovada durante los próximos meses antes de un período de depreciación modesta desde mediados de año hasta 2023. Sin embargo, ciertamente hay margen para una mayor volatilidad en los tipos de cambio internacionales.

AXA IM

 

Puede obtener más información sobre las perspectivas macroeconómicas de AXA IM, a través de este link.

 

Si desea más información, por favor consulte a los representantes de AXA Investment Managers en el mercado US Offshore:

Rafael Tovar, Director, US Wholesale & Offshore Distribution

Samantha Muratori, Sales Associate, US Wholesale & Offshore Distribution 

 

 

Para obtener más información sobre las capacidades de activos múltiples de AXA IM, visite www.axa-im.com

El alza de los precios y la mirada de los expertos sobre la política de la Fed

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Este jueves se conoció que el dato 5% de inflación superó las expectativas de la Fed y los analistas privados que esperaban que el alza de los precios se mantuviera dentro de los márgenes de abril. 

En este contexto, los expertos estiman que la Fed deberá tener en cuenta las presiones alcistas que enfrenta EE.UU. de cara a lo que será la reunión del FOMC de la próxima semana. 

Para Ambrose Crofton, Global Market Strategist en J.P. Morgan Asset Management, hay dos dinámicas clave que impulsan el aumento de los precios: el aumento de la demanda a medida que la economía se reabre, junto con las limitaciones en las cadenas de suministro, y el mercado laboral.

Como resultado, el informe de este jueves mostró que los precios en las categorías sensibles al COVID-19 son los que más están aumentando como por ejemplo las tarifas de las aerolíneas aumentaron un 12,2% y los automóviles usados ​​un 6,5% solo en mayo.

“Este aumento de la demanda se ha producido en un momento en que el lado de la oferta de la economía está sufriendo algunos trastornos agudos. Por el lado de los bienes, la escasez de semiconductores, el aumento de los precios de los fletes y las materias primas están empujando los precios al alza. La interrupción de la oferta más llamativa últimamente se produce en el mercado laboral, donde las empresas luchan por volver a contratar trabajadores, a pesar de que más de un tercio de los puestos de trabajo perdidos durante la pandemia aún no se han recuperado. Como resultado, las empresas tienen que aumentar los salarios, lo que proporciona una razón más para subir los precios”, aseguró Crofton.

El experto asegura que es demasiado temprano para comprobar la hipótesis de que la Fed seguirá evaluando el aumento como transitorio

Por otro lado, Ben Laidler, estratega de mercados globales de eToro, explicó que el aumento de los precios “probablemente ejercerá cierta presión sobre la reciente relajación de los rendimientos de los bonos y las expectativas de inflación”.

Los rendimientos de los bonos estadounidenses a 10 años han caído un 0,2% desde su reciente máximo de mayo, hasta el 1,5%, mientras que las expectativas de inflación a cinco años han disminuido un 0,1% hasta el 2,25%

“Un pico de inflación contribuirá a respaldar las valoraciones de los mercados de renta variable estadounidenses, que a las actuales 22 veces los beneficios de consenso para 2021 están un 35% por encima de los niveles a largo plazo”, resumió Laidler.

De acuerdo a un informe de ING Bank, la comparación anual es algo engañosa en este momento. La entidad dice que todavía se están comparando los niveles de precios en una economía de reapertura vibrante con los de hace 12 meses, cuando EE.UU. todavía estaba en gran parte bloqueado y muchas empresas estaban recortando los precios para generar flujo de efectivo desesperadamente.

Las tasas anuales deberían comenzar a bajar a medida que avanzamos en el tercer trimestre y el extremo económico del bloqueo ya no se incluye en el cálculo. No obstante, no somos tan optimistas como la Fed al pensar que esto es puramente “transitorio” y rápidamente regresaremos al 2% y nos mantendremos allí.

La razón clave es que la economía impulsada por los estímulos está en auge, aseguran los expertos de ING. Sin embargo, la pandemia ha dejado cicatrices en la economía, lo que significa que nos preocupa que la capacidad de oferta no pueda hacer frente a la escala de la demanda.

El aumento de costos, el aumento del poder de fijación de precios de las empresas, el aumento de los salarios equivale a una inflación más persistente

El banco holandés estima que la inflación general de EE.UU. se mantendrá por encima del 4% hasta el primer trimestre de 2022 y es poco probable que la inflación subyacente baje del 3% hasta el segundo trimestre del próximo año. 

Desde SURA Inversiones aseguran que la inflación no debiera motivar al retiro de estímulos por parte de la Fed o a un cambio en el discurso, por lo que la recuperación económica, así como la de las utilidades corporativas, debería  seguir siendo la guía para mantener su recomendación de sobreponderar en las carteras renta variable versus fija

Para finalizar, todos los analistas coinciden que la Fed continuará hablando de inflación «transitoria» en la reunión del FOMC de la próxima semana, pero con las dudas que comienzan a surgir de varios funcionarios de la Fed, se podría sospechar que la Conferencia de Jackson Hole a fines de agosto podría ser muy interesante.