La empresa internacional de capital riesgo Eight Roads ha anunciado el lanzamiento de su cuarto fondo, en esta ocasión de 450 millones de dólares, para scale-ups europeas e israelíes. Según han explicado, este vehículo invertirá en 15-20 compañías que hayan alcanzado el equilibrio producto-mercado en sectores relacionados con la tecnología, incluyendo consumo, software as a service, fintech y healthtech, con una aportación inicial de entre 5 y 50 millones de dólares por empresa.
“Es genial lanzar este nuevo fondo en un momento en el que hay tanta energía emprendedora y tanta ambición, tanto en Europa como en Israel. Creemos firmemente en la idea de construir líderes tecnológicos en esta región. Este nuevo capital nos permite continuar ayudando a emprendedores con ambición a crecer, ganar y tener un impacto duradero en nuestras vidas”, ha explicado Davor Hebel, managing partner y presidente de Eight Roads Ventures Europe.
Este nuevo fondo de inversión se une a la plataforma internacional de Eight Roads y fondos asociados que ahora gestiona más de 8.000 millones de dólares en Europa, Asia y Estados Unidos. Desde el lanzamiento de su primer fondo europeo hace más de diez años, Eight Roads ha visto cómo el ecosistema emprendedor del continente se ha transformado en un centro neurálgico líder en tecnología con grandes éxitos y numerosos modelos a seguir, comunidades implicadas y distintos clústers de excelencia mundial.
El equipo europeo de Eight Roads está compuesto por 20 inversores profesionales con gran experiencia, conocimiento de este mercado y muy orientados al emprendimiento, que se centrarán en ayudar a los emprendedores europeos e israelíes a conseguir el éxito. El portfolio de la compañía cuenta con más de 50 empresas, entre las que se incluyen líderes de sus sectores como AppsFlyer, Cazoo, Fireblocks, Hibob, Made.com, Spendesk, Wallapop, Fever, Red Points y Neo4j.
“El equipo de Eight Roads siempre aporta mucha energía y sabios consejos en nuestras reuniones. Escuchan, saben cuándo empujar y cuándo esperar. Valoramos mucho la relación que hemos construido con ellos y les recomendamos de corazón a cualquier scale-up que busque un inversor internacional”, ha asegurado Laura Urquizo, CEO de RedPoints.
Fundada hace más de 50 años en Boston, algunos de los mayores éxitos de la compañía son Alibaba, Toast, Icertis, Paidy y muchos otros. La red de valor añadido de Eight Roads, con más de 30 partners de capital riesgo y expertos, ayuda al portfolio de un amplio abanico de sectores de estas startups de crecimiento acelerado en diversos aspectos, desde la llegada al mercado hasta la adquisición de talento.
Dado el significativo aumento de familias con un alto nivel patrimonial en todo el mundo, no es sorprendente que los family offices hayan tomado un mayor protagonismo. Al menos así lo defiende Credit Suisse en su último informe sobre family offices, en el que aborda desde la evolución de esta figura de servicios financieros hasta cómo ven el futuro de su negocio.
Aunque el rendimiento financiero sea una de las principales áreas de interés, los family offices que han participado en este estudio (que cubre 41 mercados principalmente de Europa, América Latina y Oriente Medio y que gestionan entre 90.000 -80.000 millones de dólares en activos) reconocen que igualmente importante es ofrecer servicios financieros de calidad, realizar una asignación estratégica de activos óptima, la gestión, el asesoramiento y la gestión de riesgos.
“Realizar una asignación estratégica de activos sensata puede ser la contribución más importante que los family offices pueden realizar a sus clientes, lo que se refleja en que el 91% de los encuestados identifica la asignación de activos y las directrices de inversión como servicios clave”, señala Nannette Hechler-Fayd’herbe, CIO de IWM en Credit Suisse.
También se preguntó a los encuestados a qué retos se enfrentan actualmente o se enfrentarán en el futuro, y su repuesta fue clara: «La tecnología, la informática y la ciberseguridad surgieron como los retos más acuciantes a los que se enfrentan, seguidos de la eficiencia de costes y la contratación de talentos», indica el informe. En cuanto a las familias que recurren a sus servicios, estas conceden gran importancia a la inversión sostenible y la educación/preparación de la próxima generación. Sin embargo, según indican las conclusiones del informe, su atención actual se centra en la gestión de la volatilidad relacionada con la pandemia para asegurar la prosperidad a largo plazo.
Principales tendencias
Por su diseño, los family offices se centran en “la siguiente generación” tanto en términos de mantener y ampliar la riqueza de sus clientes como en no quedarse fuera de las tendencias que van imponiéndose en la industria.
En este sentido, la mayor atención a los mercados privados es la primera de las tendencias que el estudio de Credit Suisse identifica entre los family offices. Según recoge el documento, los principales motivos han sido: la búsqueda de un mejor control de la inversión, el atractivo de los mercados de capitales, el menor precio de la volatilidad y el actual entorno de bajos tipos de interés. Por eso, según reconoce el 55% de los encuestados, el acceso a oportunidades de inversión en mercados privados, incluida la co-inversión, es fundamental cuando tienen que elegir socios bancarios con los que trabajar.
Para dar respuesta a esta tendencia, algunos family offices han optado por asociarse con otras firmas para llevar a cabo una estrategia de inversión directa privada común. “Aunque este enfoque ofrece atractivas sinergias en torno a la infraestructura, la búsqueda de acuerdos y el intercambio de ideas, puede crear problemas de gobernanza con la selección de inversiones y la gestión continua de las inversiones”, indica el informe.
Otra tendencia en alza es la inversión sostenible. Según el documento de Credit Suisse, los servicios que ofrecen ayudan a alinear las actividades de sostenibilidad con los valores y las necesidades patrimoniales de sus clientes, y determinar cómo encaja la visión de la sostenibilidad en el legado familiar a largo plazo. Eso sí, matiza que cada family office tiene un punto de partida y un camino diferente hacia la sostenibilidad, pero identifica un marco común caracterizado por: definir una visión, evaluar el nivel de compromiso, identificar un horizonte temporal, elegir los vehículos de inversión más apropiados, alinear los valores familiares con las estrategias de inversión, e implementar y seguir las novedades regulatorias.
En línea con esa visión “familiar”, otra tendencia clave es su labor a la de hora de preparar y ejecutar planes de sucesión para garantizar una transición fluida del patrimonio y mantener un sentido de unidad familiar. Según el informe, este es un aspecto muy relevante de su negocio, ya que se calcula que en las próximas dos décadas se transferirá de una generación a otra más de 35 billones de dólares de patrimonio familiar.
Una clave para los family offices es comprender que estas nuevas generaciones tienen sus propias características. Por ejemplo, según una reciente encuesta de Credit Suisse, el 60% de las familias están más abiertas a hablar de la gestión de su requisa y un 97% está interesado en involucrarse de forma activa en las inversiones de su familia. En este sentido, los family offices apuestan de forma común por ampliar la formación financiera de sus clientes, además el informe considera que pueden contribuir en tres áreas: establecer un modelo de gobernanza; fomentar el diálogo entre los miembros de la familia miembros de la familia y entre generaciones, y elaborar una filosofía de inversión familiar.
Otra tendencia es la tecnología. Según el informe, elegir la “tecnología correcta” puede ayudar a los family offices a lograr de forma efectiva sus objetivos, gestionar los cambios que plantea la transición de la riqueza a otra generación y seguir el ritmo de evolución de la industria de inversión. Esta visión de la tecnología no es teórica, sino práctica y por eso el informe se refiere a que tienen aplicaciones como en la gestión del riesgo, la gestión de las relaciones con el cliente, la parte operativa de trading y gestión de las carteras, así como a la hora de hacer reportes y apostar por la ciberseguridad.
Por último, se identifica una tendencia más: la gestión integrada del riesgo. “La conservación del patrimonio familiar a través de las generaciones es una tarea extremadamente compleja. Existen muchos riesgos que pueden hacer descarrilar a una familia de lograr su legado a largo plazo. Las familias deben desarrollar un enfoque de gestión de riesgos integrado entre los activos de la empresa familiar y los activos familiares privados para proteger a la familia del riesgo”, recuerda la entidad en su informe.
Así, la diversificación de los activos es una de las principales tareas de los family offices. “Debido a la creciente demanda de transparencia del riesgo, la inversión directa y el real estate han ganado popularidad en los últimos años, en comparación con los complejos productos del mercado de capitales financieros. Tanto las familias como los family offices tienden a buscar productos de inversión con un menor nivel de complejidad y con mayor proximidad a la inversión y la capacidad de influir en la misma. Para gestionar eficazmente los activos, existen siete categorías de riesgo que pueden ayudar a los family offices a desarrollar un enfoque sólido y coherente de la gestión de riesgos”, concluye el informe.
El estudio anual de Schroders para inversores institucionales (Institutional Investor Study) pregunta a cientos de inversores influyentes de todo el mundo sobre sus puntos de vista, y proporciona una valiosa información sobre las tendencias que están dando forma a los mercados. En el estudio de este año se consultó a 750 inversores institucionales que gestionan colectivamente 26,8 billones de dólares.
Los resultados de 2021 muestran que los activos privados siguen ocupando una mayor parte de las carteras institucionales. Dado el fuerte impulso en las asignaciones identificado en los resultados de años anteriores -y que muchos de los retos clave en los mercados líquidos han persistido- esto era quizás de esperar. Ni siquiera la pandemia mundial pudo desbaratar el impulso. El 90% de los encuestados confirmó que las asignaciones aumentarían en una o más áreas de activos privados hasta 2021.
Sin embargo, lo que a Schroders le parece especialmente alentador es que los inversores están reconociendo cada vez más la variedad de opciones y productos existentes para invertir dentro de los mercados privados. Los mercados privados continuarán creciendo en cuanto a la diversidad de sus productos a medida que los inversores demandan más opciones para diversificar su inversiones.
El espectáculo de la variedad
El capital privado sigue siendo el área que atrae la mayor cantidad de capital, y la segunda clase de activos más popular -el capital de infraestructuras- tampoco varía con respecto al estudio del año anterior. Sin embargo, este año el 29% de los inversores también espera invertir más en estrategias de impacto, algo para lo que los activos privados están en una posición única.
El 37% de los encuestados afirma que espera aumentar su asignación a los fondos de capital riesgo. El capital privado demostró su estabilidad durante la crisis financiera mundial y lo ha vuelto a hacer durante la crisis del COVID-19.
El 32% de los encuestados tiene previsto aumentar su asignación de capital a las infraestructuras. Podría decirse que esto no es sorprendente en este entorno. En un momento en el que los tipos de interés son extremadamente bajos, los activos de renta variable de infraestructuras ofrecen unos rendimientos sólidos, al tiempo que protegen el capital y anticipan potencialmente las subidas de la inflación. Además, dado que las consideraciones ASG son ahora de suma importancia, los efectos positivos de las infraestructuras -tanto directos como indirectos- tienen un valor incalculable.
El desglose de las respuestas por regiones ofrece algunas diferencias notables. Los inversores de Norteamérica y Asia-Pacífico tienen un claro sesgo hacia el capital riesgo (42% y 38% respectivamente) y 38%, respectivamente), mientras que los inversores europeos tienen una respuesta más tibia, con un 32% que espera aumentar asignaciones.
Por el contrario, los europeos son los que más de infraestructura (40%), mientras que los inversores los inversores norteamericanos van a la zaga en esta categoría, con un 25%. Los inversores europeos llevan mucho tiempo liderando la inversión sostenible y el 39% de los encuestados tiene previsto aumentar la asignación a la inversión de impacto, la respuesta más respuesta de la categoría, seguido por el 29% de los inversores de Asia-Pacífico. Sólo el 21% de los inversores norteamericanos y el 17% de los inversores latinoamericanos planean aumentar en este área.
Después de que en los últimos años se haya obtenido una cantidad significativa de capital en de capital en deuda corporativa privada en los últimos años, los inversores de Asia-Pacífico (36%) y América Latina (44%) son los más interesados en la deuda privada de cara al futuro. los más interesados en la deuda privada de cara al futuro. Los inversores europeos y latinoamericanos siguen siendo los principales inversores en deuda de infraestructuras.
Otra área que ha mostrado consistencia durante la crisis del COVID-19 es la deuda privada. La crisis ha sido la primera prueba de concepto real para la deuda privada desde su creación como clase de activo tras la crisis financiera mundial. El aumento de las asignaciones a la deuda privada refleja la creencia de los inversores en su capacidad de adaptación frente a la diversidad, pivotando hacia sectores defensivos, por ejemplo, la sanidad y la tecnología, y renegociando las condiciones de financiación favorables a los prestatarios.
La diversificación es la clave
El estudio de este año destaca que la oportunidad de diversificar mejor las carteras es un motor clave del aumento de las asignaciones a los activos privados (80%, frente al 78% en 2020). De hecho, incluso la «generación de altos rendimientos» pasó al segundo lugar entre las razones por las que los inversores institucionales utilizan activos privados.
Pero, aunque los inversores institucionales valoran claramente la diversificación, creemos que la variedad y la consistencia de la diversificación en los activos privados puede estar todavía infravalorada. La oportunidad no sólo consiste en diversificar entre las inversiones cotizadas y las privadas, sino también en diversificar dentro de los activos privados. Los mercados privados han crecido y madurado en las últimas dos décadas y hoy representan una multitud de estrategias con una variedad de impulsores de rentabilidad.
Entre los encuestados, un tercio espera destinar más inversión en activos privados en China e India (33%), mientras que menos de una cuarta parte tiene intención de invertir más en Europa y Norteamérica. Esto es Esto es consistente entre los inversores europeos y de Asia-Pacífico. En Norteamérica los encuestados destacaron el aumento de la asignación tanto para China e India como para América del Norte (32%).
Los recientes cambios geopolíticos y regulatorios más recientes, así como las incertidumbres en China pueden haber afectado negativamente la confianza de los inversores para invertir en el mercado chino. Muchos sectores en China de China han sido regulados, desde la educación privada, el sector de Internet y el sector tecnológico, el inmobiliario, el sanitario y el de los seguros. Esto ha sido especialmente importante para el sector tecnológico, ya que muchos de los valores cotizan en Estados Unidos.
La reacción inicial observada ha sido un desplazamiento de capitales de China a otros mercados de la región, con notables flujos hacia la India. Aunque esto puede afectar a las inversiones a corto plazo, el horizonte de inversión a largo plazo de los activos privados significa que las inversiones en el mercado privado deberían capear el temporal. En estos momentos, los inversores deberían buscar un gestor de confianza con un equipo experimentado sobre el terreno y un historial.
Con respecto a América Latina, tan sólo un 14% de los encuestados tiene intención de incrementar sus posiciones en la región, superando por poco el 11% de África y Oriente Medio.
Sostenibilidad y activos privados
La inversión sostenible ha crecido significativamente en los mercados líquidos en los últimos años, por lo que era inevitable un aumento de la atención dentro del capital privado. La mayor proximidad que tienen los inversores de activos privados con sus carteras significa que el cambio positivo puede llevarse a cabo con precisión y con resultados visibles en el mundo real.
El impacto del COVID-19 afectó a todos los aspectos de nuestras vidas y puso de relieve la desigualdad y llamó la atención sobre nuestro efecto en el medio ambiente. Además de una mayor asignación a activos privados, el 37% de los encuestados destaca que la pandemia también les ha hecho dar más importancia a las consideraciones ASG a la hora de invertir en activos privados. El creciente impulso de la sostenibilidad en los activos privados será sin duda uno de los aspectos que habrá que observar en los próximos años.
Está claro que los inversores institucionales tienen una importante demanda de estrategias de inversión que trabajen para fomentar un cambio positivo.
Además, el COVID-19 ha señalado la importancia de proporcionar financiación en tiempo real a los sectores centrales de la economía. También ha demostrado lo vital que es la combinación de recursos públicos y privados en momentos de crisis, cuando las necesidades de financiación son abrumadoras y la financiación del sector privado por sí sola no sería suficiente. La deuda privada en los mercados emergentes y fronterizos también ha demostrado ser crucial, con iniciativas específicas dirigidas a los sectores y regiones más afectados por la pandemia.
Si se quiere lograr la neutralidad de carbono a nivel global, es necesario tener un enfoque inclusivo. Así lo explicó Hendrik du Toit, fundador y CEO de Ninety One, durante la celebración del foro Investing for a World of Change, que fue retransmitido en vivo a más de 30 países de todo el mundo y en el que el principal tema de la agenda fue el objetivo de las cero emisiones netas. Para alcanzar una transición razonable hacia la descarbonización es necesario abrir un debate entre todas las partes implicadas, de ahí la importancia de la COP 26, la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
En las economías desarrolladas, desde la Revolución Industrial hasta la actualidad, una persona ha consumido en promedio siete veces más carbono en su progreso que su par comparable en el mundo emergente. Así, una persona de origen indio consume el 8% de carbono que un estadounidense o un europeo medio. Estados Unidos, con una población de 300 personas es el segundo mayor emisor a nivel mundial, con aproximadamente la mitad de las emisiones de China. Sin embargo, el gigante asiático tiene una población de 1,300 millones de personas. La buena noticia es que el único ámbito en el que la administración Biden y el gobierno Chino siguen teniendo un canal de comunicación abierto es en el ámbito del clima.
Desde el punto de vista de una cartera, los inversores no deben tener únicamente en cuenta la intensidad de carbono de la misma. Por ejemplo, si se produce una desinversión en los mercados emergentes debido a la intensidad de carbono en su producción, sin dar la oportunidad a esas empresas a adquirir un compromiso hacia unas menores emisiones, estas empresas pueden acabar en las manos de un inversor privado que únicamente tenga interés por los flujos de caja y que no obedezca a ningún criterio medioambiental.
Por primera vez, el conjunto de la sociedad está respaldando la transición hacia un mundo con cero emisiones netas de carbono. Las empresas ya no están solas a la hora de desarrollar sus planes de transición hacia una economía descarbonizada. En el mundo financiero, los factores ESG han sido incorporados a través de todo el espectro de inversión. Los gobiernos a nivel mundial están desarrollando programas de estímulo fiscal para favorecer la lucha contra el cambio climático. Una gran mayoría de los países participantes en la cumbre COP26 ha desarrollado ya sus planes de actuación. Existe un consenso y está respaldado por el conjunto de la sociedad. Una vez llegados a este punto, es una cuestión de dejar la retórica a un lado e implementar soluciones prácticas que reduzcan de forma real las emisiones de carbono, que no solo cumplan con la forma de las normas, si no con su contenido, o las futuras generaciones no lo perdonarán.
Charla con Dr. Ma Jun
En una charla con el Dr. Ma Jun, presidente del Comité de Finanzas Verdes de China, miembro del Comité de Política Monetaria del Banco Popular de China y co-presidente del Grupo de Trabajo de Finanzas Sostenibles del G20, explicó a Hendrik du Toit los problemas que enfrentan los inversores a la hora de seguir un marco de sostenibilidad.
Para el experto, los problemas globales no pueden ser solucionados a nivel local, por lo que la coordinación es fundamental. Hace cinco años, cuando se comenzaba a hablar en el G20 sobre iniciativas financieras verdes, había una queja sobre la falta de una taxonomía que los países pudieran aplicar a la hora de emitir bonos verdes. Ahora, en cambio, el problema es el contrario, existen demasiadas taxonomías, cerca de 200. Algunas están desarrolladas por las autoridades gubernamentales, otras por asociaciones industriales y otras desarrolladas por empresas. Si no existe una taxonomía común, es cómo si se hablaran 200 lenguas diferentes en el mismo mercado, haciendo muy difícil comunicarse, los costes de transacción son elevados y el mercado se verá segmentado. Además, una vez que los bonos verdes son emitidos en diferentes mercados se requiere una doble verificación. También hay otras cuestiones que precisan de un esfuerzo de coordinación, por ejemplo, las metodologías de las agencias de calificación ESG. En el mercado hay varias docenas de agencias de calificación y cada una utiliza una metodología diferente, por lo que sus resultados no son comparables. Otra área importante es la de las normas de presentación de informes sobre la sostenibilidad de las empresas, dónde hay otros tantos marcos y principios normativos diferentes entre sí. Unos hacen hincapié en el medio ambiente, otros en el cambio climático, algunos son obligatorios y otros son voluntarios, con lo que hay una falta de coherencia.
Al final, es el papel de la industria financiera trabajar con los reguladores para realizar una estandarización que sea práctica, sensata y que lleve a un mundo en el que se consiga detener el calentamiento global. Tras la gran crisis financiera, hubo una excelente cooperación a nivel de política mundial, tal vez se podría haber abordado de una forma diferente, pero en líneas generales, los bancos actuales son más seguros y mejores. Si en la anterior crisis Estados Unidos lideró el camino, en la crisis actual China podría dirigir las reformas.
Con respecto a los planes de transición de las empresas que no son sostenibles, ya no se trata solo de desinvertir en aquellas empresas que no cumplan con los criterios de la inversión verde, sino de ayudar a las empresas con altas emisiones de carbono a transformarse y a comprometerse con el proceso de descarbonización. Se necesita tener una vía de transición creíble para las industrias más contaminantes, como el acero, el cemento, el aluminio, el papel, la petroquímica y, por supuesto, el carbón y el petróleo. Y ésta debe ser incorporada en la taxonomía de las finanzas verdes y sostenibles, así las instituciones financieras no tendrán miedo de participar en los planes de transición.
Charla con Bill Winters
La plática de Hendrik du Toit con Bill Winters, consejero delegado del banco Standard Chartered, se enfocó en los principales avances en el proceso de descarbonización de cara a 2030. En la opinión del experto, las estrellas se están alineando. Empezando por los propios empleados del bancos, los accionistas, los acreedores o los reguladores y continuando por los clientes, todas las partes implicadas están presionando para que la entidad no financie a empresas que produzcan unas emisiones elevadas de carbono.
Standard Chartered tiene una fuerte presencia en África, Asia y Oriente Medio. Frecuentemente, en el diálogo con los inversores, éstos mencionan que la transición hacia la descarbonización es más fácil de implementar en Europa porque tiene un marco regulatorio y un mercado de carbono activo. Sin embargo, en las regiones emergentes, los gobiernos no van a poner la misma presión sobre las empresas locales, si no que la presión va a proceder de las finanzas. Por ejemplo, a partir de ahora, las empresas productoras de acero tendrán que presentar un plan creíble de transición hacia las cero emisiones netas de carbono para conseguir financiación. Porque si estas empresas no alcanzan sus objetivos, las entidades que las financien no alcanzarán sus objetivos.
Hace cinco años, la entidad decidió no financiar más centrales eléctricas de carbón. En su lugar, ayudaron a estas empresas a encontrar alternativas, reuniendo los contratistas adecuados y ofreciéndoles financiación a unas tasas competitivas con la voluntad de ayudar en la transición. Seis meses después, las centrales eléctricas cancelaron sus proyectos en carbón y los sustituyeron por otras opciones que eran más rentables económicamente. Standard Chartered ha reservado unos 75.000 millones de dólares para proyectos relacionados con la financiación de la transición hacia la neutralidad en carbono.
La fundación ReachingU comenzó el jueves su segunda campaña global bajo el lema “Levantá la mano por la educación en Uruguay”, con el fin de apoyar programas educativos a través de contribuciones o participando a través de una subasta silenciosa.
La campaña, que fue lanzada el jueves 21 de octubre, tendrá lugar hasta el 28 de octubre y se puede colaborar a través del sitio web de la fundación.
El remate a beneficio ofrecerá más de 200 lotes, que incluyen obras de arte, experiencias únicas, como charlas online mano a mano con diferentes personalidades del mundo del deporte y los negocios, artículos de diseño, estadías en Miami, Punta del Este, José Ignacio y mucho más.
Además, tendrá una conferencia de cierre con Sergio Fogel, co fundador y director del primer unicornio uruguayo, dLocal. La charla con el empresario será el día 28 de octubre a las 6.30pm, hora de Miami y se transmitirá online por YouTube.
La ceremonia de apertura del jueves estuvo a cargo de los científicos Gonzalo Moratorio, investigador del Institut Pasteur de Montevideo, elegido como una de las 10 personalidades del 2020 por la revista Nature, y Carlos Batthyány, director Ejecutivo y Responsable del laboratorio de Biología Vascular y Desarrollo de Fármacos del Institut Pasteur de Montevideo. Para ver la conferencia puede acceder a través del siguiente enlace.
Sobre la fundación
En 2021, ReachingU cumplió 20 años tendiendo puentes y creando oportunidades educativas para quienes más las necesitan en Uruguay. Según la descripción de la institución su principal motivación es comprometerse con la educación para cambiar vidas.
“Nos mueve el compromiso de educar para cambiar vidas. Un compromiso que renovamos y aumentamos, porque este año la pandemia de COVID-19 siguió golpeando con fuerza las poblaciones que apoyamos”, dice la descripción de la organización.
En el último foro de pensamiento activo de GAM Investments, tres de sus profesionales de inversión más brillantes abordaron las causas del cambio de políticas en China, la renta variable japonesa y el cambio en las políticas del país, así como por qué la reciente corrección de las acciones del segmento de lujo podría brindar una oportunidad de compra.
Jian Shi Cortesi, renta variable de China
Tras una significativa corrección estival de la renta variable china, debida, principalmente, a cambios normativos, es importante mirar más allá de la evolución del mercado y centrarse en las causas de ese giro en las políticas y plantearse qué es probable que suceda en los próximos meses. China está en pleno cambio de paradigma en sus políticas hacia la «prosperidad común». Con anterioridad, las autoridades se conformaban con crear riqueza. Actualmente, el 1 % más rico posee el 30 % de la riqueza de China y la mitad inferior posee menos del 10 %. La ampliación de la brecha en términos de riqueza está creando tensiones sociales. No es una situación diferente con respecto a otros países, donde la frustración sobre esta brecha se ha canalizado vía elecciones. El gobierno de China, en el marco de una misión de «servir al pueblo», ha previsto tres brechas en términos de riqueza que abordar: entorno urbano frente a entorno rural, ricos frente a pobres y zonas de costa frente a zonas de interior con rentas inferiores a la media. Los objetivos últimos son lograr una sociedad más armónica, reducir la tensión social y mejorar el bienestar físico y mental de los ciudadanos. No se trata de alcanzar la igualdad en riqueza y rentas, sino de ayudar a que los más desfavorecidos prosperen.
Como hemos visto, el cambio normativo abarca numerosos ámbitos, entre los que se encuentran Internet, vivienda y educación. ¿Pueden continuar las empresas chinas obteniendo beneficios? Confiamos en que muchas puedan adaptarse adecuadamente. En última instancia, China no está en contra de las empresas privadas, pues el sector es fundamental para su crecimiento económico: dichas compañías son responsables de la creación del 90 % de los puestos de trabajo. De cara al futuro, China seguirá enfrentándose al mismo dilema para sus políticas: un exceso de endurecimiento normativo en algunos sectores podría traducirse en pánico y menor inversión y crecimiento económico, mientras que una regulación permisiva lleva a desorden y agudiza la posibilidad de que se cometan fraudes y existan normas laxas. Prevemos que los ciclos de las políticas seguirán determinando el rumbo del mercado bursátil de China. Por ahora, la incertidumbre al respecto ha hecho retroceder las cotizaciones, con las consiguientes oportunidades de compra. Las «estrellas en ascenso» también podrían beneficiarse de una situación de mayor igualdad de condiciones en diversos sectores. En los ámbitos de consumo y tecnología, las valoraciones de algunas empresas parecen atractivas tras la corrección y, a largo plazo, seguimos percibiendo oportunidades en renovables, tecnología, semiconductores y fabricación de gama alta.
Reiko Mito, renta variable de Japón
Japón ha sufrido una especie de revés de corta duración, que puede atribuirse a diversos factores. Han surgido preocupaciones por los retrasos en la vacunación contra la COVID-19 y la normalización económica y existió una opinión de consenso de que la rentabilidad relativa positiva de las acciones japonesas había llegado a su fin a comienzos de 2021 al avanzar más rápidamente de lo previsto la recuperación de China y Estados Unidos. Los problemas relacionados con el gobierno corporativo de célebres marcas japonesas como Toshiba y Mitsubishi Electric han inquietado a los inversores, pero debe señalarse que se trata de temas de empresas concretas y que el gobierno corporativo, en general, está mejorando. Otra problemática es la incertidumbre política tras el anuncio de la dimisión del primer ministro Suga, que se retirará al final de su mandato, ante el aumento de las presiones tras las dificultades para contener los casos de COVID-19 en el país.
Percibimos diversas razones para creer que Japón volverá a repuntar tras quedar a la zaga de otros mercados de todo el mundo. Los beneficios trimestrales de junio fueron mejores de lo previsto y es probable que vuelva a evaluarse la solidez de los fundamentos. El programa de vacunación se ha acelerado desde finales de mayo y está alcanzando los niveles de países occidentales de peso, la presión social, para que la población se vacune, sigue siendo elevada. También ha comenzado la recuperación de la producción basada en la demanda interna, que no solo en la externa. Aunque sigue siendo un riesgo que suban los tipos de interés demasiado rápido, creemos que es improbable que así sea; merece la pena recordar que un alza gradual de los tipos es la evidencia de una recuperación económica sólida. Tampoco perdemos de vista la posibilidad de que se recrudezcan las tensiones entre Estados Unidos y China.
Ya estamos comenzando a asistir a una recuperación y el sector manufacturero, en particular, está impulsando el mercado. La capacidad de trasladar las líneas de producción ha sido fundamental; tras la COVID-19, se están produciendo cambios estructurales para permitir una mayor automatización de la producción y una aceleración de la inversión en nuevas tecnologías. Los factores medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG, por sus siglas en inglés) también están centrando cada vez más atención sobre cómo las empresas gestionan a sus proveedores, registrándose mejoras en las cadenas de suministro, por ejemplo, en cuanto a rendimiento medioambiental y anticipación de la rastreabilidad. Es probable que la recuperación del consumo comience en serio en el cuarto trimestre de este año a medida que la hostelería y los viajes, que centran una parte importante de los gastos de los hogares, se recuperen de su debilidad por la pandemia.
Existen diversas oportunidades de inversión que nos resultan atractivas en este momento. En el sector de los bienes de equipo, percibimos demanda acumulada de maquinaria de producción que contribuya al medio ambiente, la eficiencia de los combustibles y la rentabilidad de la producción. También avanza la transformación digital, que es de esperar que permita a las empresas potenciar sus ingresos efectivamente sin incrementar sus costes fijos. La inversión en inmovilizado es sólida, lo que sugiere crecimiento a largo plazo.
Swetha Ramachandran, renta variable de lujo
Cuando las marcas de lujo publicaron durante el verano sus resultados del segundo trimestre de 2021, no tardó en mostrarse evidente el robusto rendimiento de explotación del sector. De media, hemos asistido a una aceleración del crecimiento de los ingresos en los dos últimos años, con sólidas cifras comerciales en regiones principales como China, Estados Unidos y Europa. Por su parte, la expansión de los márgenes ha sido sustancialmente mejor de lo esperado y es posible que los partícipes más sólidos la mantengan. La mayoría de las acciones europeas del sector del lujo había alcanzado, efectivamente, máximos históricos a mediados de agosto, hasta que las observaciones de China sobre la «prosperidad común» llevaron a una marcada oleada de ventas. Las autoridades se han comprometido a elevar el número de personas que conforman el grupo de rentas medias de China, aumentar los salarios de los grupos con rentas bajas y prohibir los ingresos ilícitos para promover la justicia social y «ajustar razonablemente» los ingresos excesivos. Es importante señalar que estas iniciativas tienen como fin crear oportunidades para lograr nuevos consumidores, no centrarse en los más acaudalados.
En última instancia, la demanda de lujo, en especial, en China, guarda relación con el crecimiento de la clase media, no con los ultrarricos. Por tanto, consideramos que las políticas para «crear oportunidades para que más personas se conviertan en ricas» son un factor positivo a largo plazo para el sector del lujo y consideramos improbable el riesgo de que se adopten medidas precipitadas para restringir el consumo. También creemos que, el ajuste a la baja del sector ofrece una oportunidad de compra atractiva de cara a la temporada de compras de las fiestas y campañas posteriores, al hallarse las tasas de ahorro de los hogares todavía en niveles récord. El sector del lujo tiende a evolucionar rápidamente tras las correcciones y rebotar con fuerza; dados los sólidos fundamentos, prevemos que esta vez también se producirá una situación similar. De cara a más largo plazo, el sector sigue contando con una posición ideal para aprovechar el crecimiento de los mercados emergentes con un coste de capital propio de la esfera desarrollada. La brecha entre los ganadores y los perdedores es la mayor de la historia y consideramos que una selección ascendente de valores y una gestión activa son aspectos clave para aprovechar este tema de inversión.
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El último dato trimestral del PIB de China muestra que el crecimiento del país se está desacelerando, de hecho, más de lo esperado. Según los analistas de Banca March, el crecimiento se moderó hasta un avance del 0,2% trimestral frente al 1,3% anterior y por debajo del 0,4% esperado.
“Con estos datos y en comparación con el mismo periodo del año pasado, el crecimiento se moderó hasta un 4,9% interanual, el más bajo desde la pandemia. Esta desaceleración de la actividad estuvo centrada principalmente en el sector secundario, que se enfrentó a un freno en la construcción, a los cuellos de botella en la producción y también a los problemas de suministro eléctrico. A ello hay que unir los brotes esporádicos de contagios por el COVID-19 que continuaron afectado a la actividad”, explican.
Según explica Sophie Altermatt, economista en Julius Baer, los datos de actividad económica de septiembre muestran, además, una desaceleración más fuerte de lo previsto en la producción industrial y la inversión en activos fijos, mientras que el repunte de las ventas minoristas sorprendió al alza. “De cara al futuro, es probable que los vientos en contra derivados del desapalancamiento del sector inmobiliario y los recortes de la electricidad persistan en el cuarto trimestre. Seguimos esperando un repunte del crecimiento secuencial en el cuarto trimestre, como reflejo de la relajación de las restricciones relacionadas con el COVID-19. Los vientos en contra, tanto de la oferta como de la demanda, provocaron un enfriamiento de la actividad económica en el tercer trimestre. Entre ellos se encuentran los brotes generalizados del COVID-19 y las restricciones de movilidad relacionadas en agosto, las interrupciones de la producción debidas a la escasez de energía en septiembre y el impacto general de la campaña de desapalancamiento en el sector inmobiliario”, añade Altermatt.
Ante este contexto, el gobernador del Banco Popular, Yi Gang, reconoció durante el Seminario de Banca Internacional del Grupo de los 30 que la economía se enfrenta a retos como el de impago de ciertas empresas, en clara referencia al colapso del promotor inmobiliario China Evergrande Group. “Sin embargo, también señaló que se están adoptando medidas para defenderse de los riesgos financieros, y espera que la economía china crezca un 8% este año”, añade el análisis de Banca March.
Según Valtteri Ahti, estratega jefe de la boutique nórdica de gestión de inversiones Evli, hay que entender que el objetivo oficial de China sigue siendo duplicar el PIB para 2035. “Por tanto, la prosperidad común continúa requiriendo una prosperidad en rápido crecimiento. Sin embargo, la prosperidad de algunos puede ser más importante que la de otros. Los predecesores de Xi, Jiang Zemin y Hu Jintao, cumplieron el máximo de dos mandatos de cinco años en el poder. El máximo ha sido abolido y el año que viene China decidirá quién gobernará durante los próximos cinco años. El segundo quinquenio de Xi Jinping se agotará el año que viene y el escenario está preparado para que reine otros cinco”, apunta Ahti.
La experta cree que el gobierno chino ha pasado de promover exclusivamente el crecimiento económico a promover también el bienestar social de una forma que recuerda a la última época maoísta.
Evergrande, Fantasia y otros retos
Este último dato -sumado a los cambios regulatorios, a la presión sobre las compañías tecnológicas del país y a las tensiones con Estados Unidos- ha hecho que los inversores vuelvan a mirar de forma cauta a China. En opinión de Chi Lo, responsable senior de estrategia de la región de Asia Pacífico de BNP Paribas AM, la crisis de deuda a la que se han enfrentado recientemente las principales compañías del sector de la construcción ha provocado que las primas de riesgo de la deuda de las compañías chinas más débiles hayan alcanzado máximos históricos y ha desencadenado una ronda de rebajas de calificación crediticia. “La preocupación por la posibilidad de una reestructuración ordenada del sector inmobiliario se ha visto agravada por la restricción del suministro de carbón (y, por tanto, de energía), lo que ha aumentado la presión, y no solo sobre las empresas inmobiliarias chinas”, apunta para poner en contexto el impacto que ha tenido el caso Evergrande y Fantasia.
En general, según explican desde Morningstar, los gestores de fondos con los que ha hablado consideran que el impago de Fantasia es un acontecimiento idiosincrásico más que una manifestación de riesgo sistémico y esperan que la actual tensión en el sector inmobiliario chino sea temporal. De hecho, la gran noticia del día es que Evergrande ha conseguido evitar el impago de su deuda mediante el desembolso de 83,5 millones de dólares de intereses.
“La mayoría sigue esperando que el gobierno chino intervenga para proporcionar liquidez al sector en algún momento, pero se preparan para un periodo de turbulencias a corto plazo. Por su parte, los inversores deben esforzarse por mantener la cabeza fría: a medida que la situación evolucione, seguiremos vigilando la exposición al sector inmobiliario chino dentro de nuestro grupo de fondos con rating cualitativo. A pesar de los tropiezos a corto plazo, la exposición a la renta fija de los mercados emergentes puede reportar importantes beneficios de carry y diversificación, si se mantiene una asignación moderada en una cartera diversificada y se mantiene la inversión a largo plazo, es decir, un ciclo de mercado completo de al menos cinco años”, afirman desde Morningstar.
Pese a estos retos, Chi Lo considera que las perspectivas son favorables y que los inversores deben seguir manteniendo una visión a largo plazo “siempre que avancen las medidas destinadas a abrir la economía y los mercados de capital y que las autoridades continúen teniendo presente la importancia de las fuerzas del mercado en la economía”. Y añade: “El crecimiento podría volver a repuntar gracias a las medidas de expansión monetaria y fiscal y a las expectativas de nuevas medidas en el futuro. Las autoridades chinas podrían incluso eliminar algunas de las restricciones impuestas sobre el mercado inmobiliario, si consideraran que son excesivamente draconianas y que podrían dañar a la economía en general y provocar malestar social”.
China vrs EE.UU.
El experto de BNP Paribas AM reconoce que a los inversores les preocupa, por ejemplo, que las continuas tensiones entre China y Estados Unidos, en el ámbito comercial, pero también en cuestiones no económicas, puedan provocar una caída del comercio, ya que los países están deslocalizando la producción y las cadenas de suministro regionales en virtud de políticas que defienden el concepto de “nuestro país, en primer lugar”. En su opinión, “no hemos visto ninguna prueba convincente que nos lleve a pensar que las cadenas de suministro asiáticas, o globales, se estén rompiendo, o que las economías china y estadounidense se están desvinculando”.
En el último informe Shifts & Narratives de Amundi, la gestora apunta que tras la crisis del COVID-19, China ha logrado reafirmarse como superpotencia económica, mientras que Estados Unidos ha perdido algo de terreno, atrapado en la guerra comercial. “El tapering de la Reserva Federal estadounidense podría favorecer aún más a China en esta disputa, lo que tendría repercusiones económicas y de inversión. En el camino hacia el desacoplamiento entre China y EE.UU. hay dos fuerzas principales en juego: la internacionalización del renminbi como moneda clave para el comercio, el capital, las reservas y el ahorro; y el reequilibrio del crecimiento hacia motores de la demanda endógenos. Esto podría aumentar la independencia del ciclo económico chino y su aislamiento de los vientos en contra globales y de las fuerzas estadounidenses”, argumenta Amundi en el documento.
El informe de Amundi apunta que China ha cumplido con coherencia y disciplina sus objetivos. En cuanto a las políticas, explica que China ha resistido la tentación de embarcarse en la realización de experimentos monetarios y fiscales no ortodoxos, a diferencia de muchas economías emergentes. Por el contrario, Estados Unidos se encuentra a la cabeza en lo que respecta al dominio fiscal y la complacencia monetaria. Y en el ámbito monetario, afirma que la tentación de devaluar la divisa china durante la guerra comercial fue una trampa tendida por el entonces presidente estadounidense Donald Trump para poner en peligro los esfuerzos relacionados con la internacionalización del renminbi y desafiar los planes de China para reequilibrar su modelo de crecimiento; y China no cayó en esta trampa.
“De hecho, los beneficios a largo plazo de una divisa percibida como fuerte superan algunos de los imprecisos alivios a corto plazo de una guerra comercial (por ejemplo, la gente tiende a ahorrar en una divisa que se aprecia para mantener -y posiblemente aumentar- el valor de sus ahorros). En cambio, la trampa se materializa para Estados Unidos, ya que sólo puede perder con una base de liquidez global en dólares potencialmente más frágil y tiene poco que ganar en términos económicos con la elevación de las barreras comerciales”, concluye el documento de Amundi.
La inversión bajo criterios ESG sigue consolidándose en la industria. De hecho, según el informe de la Global Sustainable Investment Alliance, dado el rápido aumento del interés por la inversión sostenible, se espera que los activos sostenibles representen el 95% de los activos mundiales gestionados para 2030. En el caso de las estrategias alternativas, está menos desarrollada, algo que en opinión de los expertos de Lyxor Asset Management, esto es algo que está cambiando rápidamente.
Según explica Adélaïde de Casson, responsable de Producto y Marketing de Lyxor AM, el ejemplo más claro son los hedge funds, que se han quedado algo más rezagados en la adopción de la ESG debido a la gran variedad y complejidad de sus estrategias. “Se estima que por ahora solo un 35% de los hedge funds son signatarios de los Principios de Inversión Responsable de las Naciones Unidas de las Naciones Unidas (UN PRI) y aproximadamente la mitad tienen una política política ESG. Sin embargo, más del 80% de los gestores de hedge funds han manifestado su interés por orientar los productos hacia los criterios ESG en los próximos 12 meses, mientras que más del 60% de los gestores ya está estudiando cómo hacer la debida due diligence. Este último porcentaje se eleva hasta el 75% cuando se trata de los gestores ubicados en Europa, Oriente Medio y África”, explica Casson.
En este sentido, los fondos UCITS alternativos con consideraciones ESG han experimentado recientemente un rápido aumento, tanto de los activos gestionados como de la diversidad de las estrategias de los fondos. En opinión de Casson, esta tendencia se ha visto acelerada por la pandemia de coronavirus: “El 80% de los inversores institucionales mundiales afirmaron que su empresa ha impulsado la ESG como criterio de inversión debido a las repercusiones económicas del COVID-19”.
Dejando a un lado la figura de los hedge funds, los expertos de la gestora reconocen que las estrategias que suelen emplear los gestores de activos alternativos (la venta en corto, el uso de apalancamiento y derivados, y la exposición a clases de activos específicas como las materias primas) han sido excluidas por el los inversores ESG durante mucho tiempo. En Lyxor, estamos convencidos de que, aunque no encajan necesariamente con un enfoque ESG, no son fundamentalmente incompatibles con la inversión responsable.
“Hemos identificado dos componentes básicos de un marco de inversión responsable. El primer componente es la integración de los criterios ESG en los procedimientos de las empresas, lo que puede lograrse, por ejemplo, a través de la participación en organismos del sector, con el fin de demostrar el compromiso de la empresa con la inversión responsable, así como mediante la realización de actividades empresariales que estén en consonancia con unas normas ASG sólidas. El segundo elemento es la integración de las consideraciones de sostenibilidad en el propio proceso de inversión”, explica Florent Deixonne, responsable de Sostenibilidad e Inversión Responsable en Lyxor AM.
Puede sonar sencillo, pero Deixonne reconoce que, en ambos casos, el principal reto es cómo lograr una estrecha alineación de intereses entre el gestor externo del fondo y los inversores finales, añadiendo al mismo tiempo aspectos ESG a la ecuación. “En este contexto, nuestro papel es ayudar a los gestores a encontrar un equilibrio entre el nivel de integración, la naturaleza de la estrategia y las limitaciones normativas. Hay una amplia gama de enfoques de inversión ESG que son bien reconocidos por el mercado. Estos enfoques van desde la exclusión hasta la integración ESG, la selección de estos factores, la inversión temática ESG, el compromiso y la inversión de impacto; y muchos UCITS alternativos y hedge funds que ya entran en cada una de estas categorías ESG. Creemos que esta clasificación es solo el punto de partida para un análisis más profundo que llevará a una integración ESG a medida, ya que ese integración se hará teniendo en cuent la especificidad de la estrategia y la conciencia general de los gestores sobre las consideraciones ESG”, añade el responsable de Sostenibilidad e Inversión Responsable en Lyxor AM.
Para concretar estas ideas, Mouad Haddioui, analista ISR de Lyxor AM, pone como ejemplo la estrategia de ventas en corto, pese a estar envueltas cierta polémica por su impacto en los precios de las acciones. “Las ventas en corto pueden utilizarse como una herramienta alternativa para comprometerse con las empresas y obligarlas a actuar cuando sus prácticas no estén a la altura. No hay que ignorar los inconvenientes de las ventas en corto, por eso es crucial analizar la intención que hay detrás de las ventas en corto. Un vendedor en corto que busca obtener ganancias inmediatas en una sola acción no puede compararse con un inversor que pretende ponerse en corto con una compañía rezagada en materia de ESG o ponerse en corto con un índice para cubrir la beta de su cartera. Trabajamos con un gestor de renta variable long-short para evaluar cómo la puntuación ESG de una empresa en la que se invierte podría contribuir a la toma de decisiones de inversión del gestor de activos. Estudiamos el posible impacto de la inversión en las empresas con las mejores puntuaciones ESG y en las acciones de las empresas más rezagadas. Además mantenemos un diálogo permanente con el gestor para evaluar los pros y los contras de este enfoque de inversión”, explica Haddioui.
Para Casson, la ESG es el futuro de los fondos UCITS alternativos. La experta cree que la integración de una aproximación ESG transformará los estándares de la industria de fondos alternativos. “Nuestro objetivo será, cada vez más, seleccionar gestores alternativos con mentalidad ESG desde el principio. Por ejemplo, actualmente estamos tratando de extender nuestro liderazgo en el campo de la inversión climática al espacio alternativo. Como objetivo intermedio, también nos gustaría, en algún momento, tener el mayor número posible de fondos UCITS alternativos en nuestra plataforma que cumplan con el artículo 8 del Reglamento de Divulgación de Finanzas Sostenibles”, apunta.
En su experiencia, este será un camino para recorrer paso a paso. “La transformación del sector de la gestión de activos hacia normas más estrictas de sostenibilidad se está acelerando. Nos está empujando a todos a ser más transparentes y responsables en lo que hacemos. Como pionero en fondos UCITS alternativos, Lyxor quiere ayudar a establecer normas en este ámbito de rápido desarrollo y estamos bien posicionados para contribuir a la consecución de un cambio estructural en todo el sector. Una mayor sostenibilidad requiere un compromiso con la innovación, el análisis y el desarrollo, nuevas ideas y nuevos modelos de negocio. Para nosotros, se trata de un esfuerzo a largo plazo”, concluye Casson.
BlackRock refuerza su apuesta por la ISR. Actualmente, la firma gestiona 401.000 millones de dólares en su plataforma de inversión sostenible y tiene el objetivo de hacerla crecer hasta alcanzar el billón de dólares de activos en los próximos 10 años. En EMEA, los activos bajo gestión de la plataforma de inversión sostenible de BlackRock alcanzan los 301.000 millones de dólares, frente a los 135.000 millones de dólares de 2020.
Como reflejo de la mayor demanda de soluciones de inversión sostenible entre sus inversores, la gestora ha decidido mejorar su plataforma sostenible activa con el lanzamiento de la gama Broad ESG – Fundamental Equity Sustainable Suite, que incluye el lanzamiento de cinco nuevos fondos en EMEA que también están disponibles para los inversores de APAC. Según explica, se trata de una gama de renta variable regional compuesta por cuatro estrategias sostenibles amplias diferentes, y un fondo de renta fija de su gama Impact Investing.
“Esta gama de cuatro fondos está diseñada para satisfacer las necesidades de los clientes de soluciones de renta variable sostenible en las regiones clave”, explican desde la gestora. Los gestores de fondos identificarán e invertirán en empresas que son líderes o mejoran, así como facilitadores de la sostenibilidad, en toda la amplitud del mercado, con el objetivo de ofrecer rendimientos atractivos junto con resultados sostenibles medibles.
Esta gama comprende el BGF Emerging Markets Sustainable Equity Fund, que ofrece a los inversores una exposición al amplio, diverso y dinámico sector de la renta variable de los mercados emergentes. El fondo trata de identificar oportunidades incomprendidas e infravaloradas dentro del universo de empresas que se gestionan de forma sostenible.
En segundo y tercer lugar están el BGF European Sustainable Equity Fund, que invierte en empresas que pueden liderar un mundo más sostenible mediante la innovación y las mejores prácticas empresariales, y el BGF Developed Markets Sustainable Equity Fund, que invierte en un universo sostenible en toda la extensión de los mercados desarrollados, captando las tendencias que impulsan el capital público y privado hacia la transición y la eficiencia energética, la equidad social y la inclusión financiera, los productos y servicios sostenibles, y la salud y el bienestar.
Por último, dentro de las cuatro estrategias de renta variable, también ha lanzado el BGF US Sustainable Equity Fund, que tiene como objetivo invertir en las mejores empresas ESG de su clase, así como en facilitadores de la sostenibilidad, al tiempo que aprovecha el compromiso corporativo para identificar futuros líderes ESG.
En el espectro de la renta fija, BlackRock ha creado el BGF Emerging Markets Impact Bond Fund. Según explica, se trata de una estrategia de impacto en mercados emergentes que invierte en bonos verdes, sociales y de sostenibilidad (GSS, por sus siglas en inglés) con la intención de generar un impacto social y/o medioambiental positivo y medible junto con un rendimiento financiero. El fondo busca ofrecer aumento de capital e ingresos a largo plazo invirtiendo entre el 80 y el 100% en bonos GSS de mercados emergentes.
La gestora explica que aprovechar sus conocimientos de gestión activa ha sido fundamental para crear oportunidades de inversión sostenible para sus clientes, desde diseños ESG amplios hasta temas sociales y medioambientales específicos. “Como inversores activos y fundamentales, tenemos una visión a largo plazo. La sostenibilidad tiene que ver con el futuro y las empresas que miran al futuro y adoptan las mejores prácticas tienen el potencial de obtener mejores resultados a largo plazo. Al mismo tiempo, reconocemos que los clientes necesitan opciones de productos diversos y transparentes para alcanzar sus objetivos de inversión sostenible, por lo que seguimos innovando y ampliando nuestra oferta de sostenibilidad de renta variable fundamental, incluido el reciente lanzamiento de nuestra gama Core Sustainable”, apunta Becci McKinley-Rowe, codirectora de Renta Variable Fundamental de BlackRock.
Presentación de su nuevo informe
¿Cómo se puede lograr que la ESG impulse la rentabilidad potencial de las carteras? Según el último informe elaborado por BlackRock, la clave puede estar en los catalizadores y los datos empresariales orientados a la sostenibilidad. El documento concluye que ambos pueden ayudar a los gestores de inversiones activas a superar los índices de referencia tradicionales en la transición global hacia una economía de cero emisiones netas.
Se calcula que se necesitan entre 50 y 100 billones de dólares de inversión de capital para lograr la transición a una economía global de cero emisiones netas. En este sentido, el estudio de BlackRock muestra que, a medida que más empresas participan en el camino hacia la economía de cero emisiones netas durante este período de cambio económico de gran trascendencia, los inversores activos pueden encontrar cada vez más oportunidades con potencial para superar el mercado de renta variable tradicional de tres maneras: incorporando ideas sostenibles en sus estrategias de inversión, identificando catalizadores financieros relacionados con el clima e incorporándolos al proceso de inversión, y buscando oportunidades de inversión en tecnologías emergentes.
“Hemos sido claros en nuestra convicción de que los criterios de sostenibilidad tienen impactos materiales en los rendimientos de las inversiones, y nuestra última investigación refuerza nuestra tesis. La clave de la gestión activa es nuestra capacidad para identificar sistemáticamente empresas y puntos de datos que puedan ayudarnos a generar alfa en las inversiones. La incorporación de la analítica de la sostenibilidad es un componente cada vez más importante para evaluar el potencial de las empresas y las tecnologías como fuentes de rentabilidad”, explica Rich Kushel, director general y responsable del Grupo de Gestión de Carteras de BlackRock.
En abril de este año, Santander AM explicaba que estaba centrando todo su crecimiento en dos pilares fundamentales: la transformación de la compañía y la creación de valor. Muestra de cómo traduce esa visión, la gestora ha implementado un nuevo modelo para sus procesos de inversión, calificado One Investments, y que ha supuesto cambios en su actual equipo de inversiones.
Según ha podido confirmar Funds Society,la motivación de este cambio es modernizar sus equipos de inversiones con una gestión más estandarizada. En este sentido, elmodelo destaca dos conceptos: la colaboración entre equipos y la especialización por funciones de los equipos de inversión de la gestora. El fin último es centrarse solamente en el proceso de inversión y ser agnósticos respecto al tipo de activo que hay en los diferentes vehículos de inversión.
Este proceso de inversión será común y se repetirá en sus fondos tradicionales y planes de pensiones, como ya han adelantado otros medios. Desde Santander AM confirman que partirán de un análisis top-down, para definir la asignación de activos, y usarán un análisis bottom-up para abordar los activos desde el punto de vista fundamental y sostenible. A partir de estos análisis, se construirá la cartera.
Como consecuencia de este cambio en el modelo del proceso de inversión, la gestora ha realizado algunos cambios en su equipo de inversión. Por ejemplo, Kent Peterson, actual responsable de Global Multi-Asset Solutions (GMAS), ha sido nombrado responsable de análisis top-down. Dentro de esta área habrá varios equipos que estarán liderados por Haydn Davis ( Macro, TAA & Alpha) y Ruy Ribero, como responsable del equipo cuantitativo.