T. Rowe Price ha comunicado su decisión de convertir 12 de sus fondos de inversión en responsables, ampliando así a 16 su gama de vehículos de inversión clasificados bajo el artículo 8 del Reglamento de Divulgación EU Sustainable Finance Disclosures Regulation (SFDR).
Según explican desde la gestora, estos fondos responsables tienen como criterio promover características medioambientales y sociales mediante la integración de parámetros ESG. Esto se logrará, añade la firma, “a través de una gestión activa, excluyendo aquellos sectores o empresas cuyas actividades puedan ser consideradas perjudiciales para el medio ambiente o la sociedad”.
Para ello, T. Rowe Price aplicará una lista de exclusión y se descartarán determinadas empresas cuyas actividades comerciales impliquen ciertas armas (municiones de racimo, minas antipersonas, armas incendiarias, químicas, biológicas, nucleares y de asalto para uso civil), la producción de tabaco y de carbón, el entretenimiento para adultos y ciertas las actividades de juego.
Con ello, T. Rowe Price busca dar a los inversores la oportunidad de alinear sus inversiones con sus valores de responsabilidad. Los fondos reclasificados son: Responsible Asia Credit Bond Fund; Responsible Diversified Income Bond Fund; Responsible Emerging Markets Corporate Bond Fund; Responsible Euro Corporate Bond Fund; Responsible European High Yield Bond Fund; Responsible Global Aggregate Bond Fund; Responsible Global Investment Grade Corporate Bond Fund; Responsible US Aggregate Bond Fund; Responsible US Investment Grade Corporate Bond Fund; Responsible Asian ex-Japan Equity Fund; Responsible European Select Equity Fund; y Responsible European Smaller Companies Equity Fund.
Según explica la gestora, esta medida forma parte de los esfuerzos de T. Rowe Price en materia de ESG y se produce tras el registro en España en junio de 2021 de cuatro fondos responsables (bajo la Sicav III): Responsible Global Focused Growth; Responsible Global Growth; Responsible US Large Cap Growth; y Responsible US Large Cap Value.
Según Alfonso del Moral, responsable de T. Rowe Price en España y Portugal: «La ESG sigue ganando terreno en el mundo de la inversión y en T. Rowe Price llevamos varios años construyendo nuestras capacidades de inversión en materia de sostenibilidad. La reconversión de 12 de nuestros fondos a responsables es un paso más en la evolución natural de T. Rowe Price en materia ESG».
La potencial subida de los precios de la energía a nivel mundial durante un período más largo ha hecho que se establezcan paralelismos con la década de 1970. En aquel momento, los precios del petróleo fueron muy volátiles durante un largo periodo y los salarios aumentaron en muchas economías occidentales. Genesis y Pink Floyd sonaban de fondo, pero según la visión de las gestoras, la música de ahora es diferente y la estanflación no es la melodía principal.
Según explica Simon Keane, experto en renta variable de Schroders, como resultado de aquellos años 70, varias de las grandes economías experimentaron estanflación, una combinación de desaceleración del crecimiento y aceleración de la inflación subyacente. “Esto se conoce a menudo como inflación por el lado de la oferta, que puede ocurrir cuando las economías tienen menos capacidad de la esperada como resultado de la escasez de mano de obra o de cuellos de botella, por ejemplo”, apunta Keane.
En opinión de DWS, si comparamos la situación actual con aquella crisis del petróleo, vemos que estamos ante fenómenos muy distintos. “Parafraseando la famosa frase que se atribuye, entre otros, a Maslow, para un martillo, todo son clavos, lo que puede ayudarnos a entender por qué últimamente se habla tanto de estanflación. Durante la década de los 1970, la inflación marcó máximos a consecuencia de las dos crisis del petróleo, poco antes de que el crecimiento se desplomase, lo que se tradujo en unas brechas de producción amplias y persistentes. Dicho de otro modo, mucha gente que quería trabajar no pudo encontrar empleo, en parte porque los sindicatos exigían unos salarios altos para proteger el poder de compra de los que sí tenían trabajo. El término estanflación surgió entonces para referirse a esta paradójica situación, caracterizada por unas tasas de inflación y de desempleo persistentemente altas”, explican desde la gestora.
Según Olivier de Berranger, director de gestión de activos en La Financière de l’Echiquier (LFDE), la situación actual es radicalmente distinta. Según explica, “la demanda mundial da muestras de gran fortaleza, sobre todo en los países desarrollados, y es precisamente esta sobredemanda, en un contexto de oferta temporalmente restringida a causa de las secuelas de la crisis del coronavirus, lo que provoca la inflación. Además, resulta difícil hablar de estancamiento de la actividad económica con un crecimiento mundial que se cifra en el 4,5% en 2022 y que rozará el 6% este año”.
“Los datos económicos han seguido siendo sólidos. Vemos un crecimiento económico robusto hasta 2022, mientras que la inflación se modera hasta una tasa superior a la anterior a la pandemia. La justificación de nuestra hipótesis de crecimiento se basa en que los responsables políticos mantienen su postura de apoyo, así como en que el ahorro de los consumidores sigue siendo elevado y los balances de las empresas privadas están saneados”, añaden James Beaumont, Head of Multi Asset Portfolio Management de Natixis IM, y Nuno Teixeira, Head of Cross-Asset Diversified Beta Solutions de Natixis IM.
De todas formas, Berranger reconoce que estamos ante una ralentización de la actividad más fuerte y más precoz de lo previsto, lo que está suscitando inquietud, pero no justifica calificarlo de estanflación. “La escasez de energía, una inflación que terminará erosionando la demanda, el riesgo inmobiliario chino y las perturbaciones de las cadenas de producción y suministro son elementos que enfrían los ánimos de los inversores. Todo ello lleva a preferir las acciones de crecimiento visible y a dar la espalda a las acciones más cíclicas, que tienen un perfil más value. Así, mientras que algunos sectores que cotizan con descuento (como la banca o la energía) monopolizan las primeras posiciones aupados por la subida de los tipos y la escalada de los precios de las materias primas, otros (como el turismo y los bienes de equipo) se sitúan en el furgón de cola debido a las inquietudes que pesan sobre la pervivencia del ciclo económico”, añade.
Respecto al papel que juega el mercado laboral y los salarios, ya que, actualmente, preocupa a los economistas que la mano de obra se ha reducido desde la crisis del COVID-19. “Si la mano de obra se ha reducido realmente en EE.UU., hay menos capacidad disponible en términos de brecha de producción. La brecha puede ser más pequeña de lo que quizás nos imaginamos y eso podría significar que la inflación subyacente sea más duradera», explica Keith Wade, economista jefe de Schroders. Sin embargo, los datos no muestra este aumento de desempleo ni falta preocupante de mano de obra.
Posibles escenarios
Para Keane analizar si podemos caer en esa misma dinámica constituye una posibilidad marginal: “Si no se lleva a cabo una gestión económica adecuada, existe el riesgo de que se produzca un aumento de los salarios y los precios, la denominada espiral de precios salariales a la que se refería el economista jefe del FMI, Gita Gopinath, a principios de octubre. En este caso, las expectativas de inflación se convierten en una profecía autocumplida. Los precios suben – o se desanclan- como resultado. En la actualidad, algunos elementos de la inflación subyacente, que aumentaron con la reactivación de la economía estadounidense a principios de año (coches de segunda mano, billetes de avión y ropa, por ejemplo), se han moderado, lo que da motivos para el optimismo”.
Una reflexión en que también coincide Chris Iggo, CIO Core Investments de AXA Investment Managers, quien ve en la estanflación “el escenario menos probable”. En sus palabras: “Existe el riesgo de recesión, pero un cambio persistente a la baja en el crecimiento y un cambio al alza en la inflación parece ser una opción muy poco probable. El consenso estima un crecimiento del PIB del 4% en Estados Unidos y la zona euro el próximo año. Prefiero apostar por eso y una moderación de la inflación que por volver a los años 70”.
Por otro lado, según Iggo, “en el peor de los casos”, el escenario más probable sería, que ante “la acumulación de evidencia sobre el incremento de la inflación”, los responsables de la política monetaria decidan “ajustar las condiciones de manera mucho más rápida y agresiva” que la prevista. “Esto provocaría un aumento en los tipos de interés reales y las primas de riesgo, endureciendo las condiciones financieras y reduciendo expectativas de crecimiento y beneficios. Sería una recesión clásica impulsada por la inflación y los tipos de interés”, concluye el experto.
En esta primera semana de la COP26 se ha puesto de manifiesto el papel relevante que juega el sector financiero para canalizar parte de los recursos económicos necesarios para cumplir los objetivos en la lucha contra el cambio climático y en la transición hacia la sostenibilidad.
Ese papel se concreta en hacer más ecológico el sistema financiero, mejorando su resistencia a los riesgos relacionados con el clima y el medio ambiente, y fomentando el aumento de los flujos de financiación necesarios para apoyar la transición hacia una economía sostenible, según Chris Kaminker, responsable de Inversión Sostenible de Lombard Odier. “Se está prestando cada vez más atención a los riesgos relacionados con la naturaleza y el clima, lo cual es nuevo y muy importante”, añade.
Para su colega Thomas Hohne-Sparborth, responsable de Sustainability Research de Lombard Odier, el sector financiero, en muchos sentidos, es un aliado natural del movimiento climático. “El cambio climático no es sólo un problema medioambiental, sino también económico. El cambio climático plantea crecientes riesgos físicos y de responsabilidad civil para las empresas, y los costes ocultos de la contaminación atmosférica y otros peligros medioambientales actúan como un lastre para nuestros sistemas sanitarios, la sociedad y la economía. A medida que las tecnologías verdes se vuelven más rentables y el comportamiento de los consumidores cambia, las empresas que no se adapten a la rápida descarbonización se enfrentarán a crecientes riesgos transitorios, y se verán excluidas de las oportunidades que se generen de esta transición. Por lo tanto, el sector financiero tiene un fuerte incentivo natural para fomentar la rápida descarbonización y transformación de las empresas en las que invierte y de la economía en general”.
Inversión y transición ecológica
En opinión de Adrienn Sarandi, director de Renta Fija ESG de Janus Henderson, los mercados financieros tendrán que facilitar, mediante la asignación de capital, la transición a un modelo económico sostenible. “Los gobiernos y los reguladores tendrán que proporcionar las señales e incentivos adecuados para que los mercados de capitales financien esta transición. Se calcula que necesitamos invertir al menos 120-150 billones de dólares para la transición a un mundo con bajas emisiones de carbono de aquí a 2050”, comenta Sarandi.
Este trabajo de transitar hacia menos emisiones puede suponer que los inversores comiencen a evitar aquellas empresas que están más rezagadas o tengan un mayor trabajo por delante. En opinión de Samuel Grantham, Investment Manager Fixed Income de abrdn,es importante no evitar sectores de forma precipitada. “Sea cual sea el sector o la empresa, en la transición hacia una economía de cero neto, debemos asegurarnos de que el capital se asigna donde se necesita y donde puede tener el mayor impacto. Nadie debe quedarse atrás”, apunta con una visión constructiva.
Hablando en términos de activos, Ostrum Asset Management, firma afiliada a Natixis IM, considera que los bonos verdes, en particular, son bonos que guían a los fondos hacia proyectos con un impacto positivo en el clima y el medio ambiente, son un activo clave para aunar inversión y transición ecológica. Según su visión, otro activo que aúna inversión y transición ecológica son los bonos sostenibles, cuyo desempeño está indexado con métricas establecidas que promueven la neutralidad de carbono de los emisores, son también herramientas interesantes.
“Los bonos verdes se han convertido en una clase de activo obligatoria para los inversores interesados en poner en práctica estrategias bajas en carbono. El 2021 ya ha demostrado ser un año récord, con nuevos temas relacionados con la sostenibilidad que se estima alcancen cerca de 900.000 millones de dólares en valor, incluyendo más de 400.000 millones de dólares en bonos verdes. Este impresionante crecimiento puede atribuirse a continuos temas gubernamentales, por ejemplo, en Italia y España, junto con factores de bonos corporativos. Además, se espera que esta tendencia se siga fortaleciendo en los próximos años: la Unión Europea por sí sola planea emitir unos 250.000 millones de euros en bonos verdes en los próximos años. La oleada verde ha llegado para quedarse, y nuestros criterios para seleccionar bonos necesitan volverse más estrictos”, señala Olivier Vietti, gestor de carteras de renta fija senior en Ostrum AM.
Una visión que también comparte Grantham: “Al desarrollar fondos de bonos que buscan ayudar a la transición hacia una realidad cero neto, pueden ayudar a canalizar el capital donde más se necesita. Para los inversores, esto crea oportunidades para poner su dinero a trabajar en las áreas más necesitadas, al tiempo que buscan asegurar su propio futuro financiero.
Los responsables políticos también están ayudando. Por ejemplo, en marzo la UE puso en marcha su Reglamento de Divulgación de Finanzas Sostenibles (SFDR). Esto obliga a los participantes en el mercado financiero y a los asesores a proporcionar información más detallada sobre la sostenibilidad. El objetivo es dar a la población la información crítica que necesita para tomar decisiones de inversión en línea con sus objetivos de sostenibilidad.
Por último, un tema clave en la agenda de la COP26 está siendo las emisiones de carbono. Según Andrew McCaffery, CIO Global de gestión de activos de Fidelity International, es necesario ponerles un precio para alcanzar la neutralidad. En este sentido, argumenta que, con un precio de alrededor de 3 dólares por tonelada, el precio internacional del carbono sigue siendo demasiado bajo para instigar un cambio y tiene que subir. “El FMI espera que los precios internacionales alcancen los 100 dólares por tonelada en 2030, (lo que podría ser incluso una estimación conservadora si la inflación se mantiene en niveles elevados. En mayo, el precio del carbono en la UE alcanzó un récord de 50 dólares por tonelada en previsión de los impuestos al carbono, un 50% más que a comienzos de 2021, y desde entonces ha seguido subiendo, dado que el bloque trata de incorporar más sectores a sus marcos de precios del carbono”, señala.
Un compromiso también de la industria
No se trata solo de activos e inversiones, también de la actitud proactiva de la industria. El ejemplo más evidente de todo esto es el compromiso que han alcanzado más de 450 entidades bancarias para destinar 130 billones de dólares durante las próximas tres décadas a actividades que contribuyan a descarbonizar la economía y a reducir las emisiones de CO2, así como las suyas propias. Hasta el momento, 35 países acordaron acciones obligatorias para garantizar que los inversores tengan acceso a información fiable sobre el riesgo climático para orientar sus inversiones hacia áreas más ecológicas. Para canalizarlo, se ha puesto en marcha la creación de un nuevo organismo internacional: el Consejo Internacional de Normas de Sostenibilidad (ISSB).
Desde la Asociación Europea de Fondos de Inversión y Gestión de Activos (Efama, por sus siglas en inglés) han aplaudido y apoyado esta iniciativa, y destacan que la industria de gestión de activos está dispuesta a “participar activamente en su gobernanza y su labor técnica”, a medida que se vaya desarrollando. Según sostiene Efama, los gestores de activos aún no pueden integrar plenamente las consideraciones relativas al cambio climático en sus decisiones de inversión, debido a la fragmentación global de la información relacionada con el clima, la modesta comparabilidad de la información divulgada y la ausencia de un marco único y global de información obligatoria.
“Es esencial que la ISSB se centre en la convergencia de las numerosas normas existentes en una base común para un marco obligatorio de información sobre sostenibilidad a nivel mundial. Dado que algunas jurisdicciones, como la UE con su organismo de normalización EFRAG, pueden adoptar marcos más ambiciosos, elogiamos el anuncio del ISSB de un mecanismo de coordinación formal con dichas jurisdicciones. En este contexto, también nos gustaría que el ISSB se comprometiera a ampliar el enfoque de las NIIF sobre la materialidad en los informes de sostenibilidad, incluyendo los impactos climáticos positivos y negativos de las empresas, además del impacto de los riesgos medioambientales en las empresas; es decir, la doble materialidad”, reclaman desde Efama.
A esto se suma otra iniciativa puesta en marcha esta semana, la Alianza Financiera de Glasgow para el Cero Neto (GFANZ, por sus siglas en inglés), que estará liderada por Mark Carney, ex gobernador del Banco de Inglaterra. Según se ha explicado esta semana, los miembros de la GFANZ están obligados a establecer objetivos sólidos y de base científica a corto plazo en los 12-18 meses siguientes a su adhesión, y más de 90 de las instituciones fundadoras ya lo han hecho. Uno de sus principales objetivos es apoyar a los países en desarrollo y a los mercados emergentes.
“Estamos en el ojo del huracán”. Así lo explicó Deirdre Cooper, co-responsable de renta variable temática dentro del equipo de Multiactivos y co-gestora de la estrategia Global Environment de Ninety One, durante la celebración del foro “Investing for a World of Change”, organizado por la gestora coincidiendo con la COP 26, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. En la opinión de Deirdre, este es un momento único en el que los gestores de activos tienen un enorme papel que desempeñar en la financiación de la transición energética.
En el evento, la experta habló con José Sáinz, director financiero de Iberdrola, una empresa de electricidad centrada en la transición hacia las energías renovables. Dentro de su sector, Iberdrola ha sido una de las empresas que más rápido ha actuado, con una comprensión real de lo importante que es el cambio climático. Cerca del 65% de su capacidad es energía renovable y anualmente invierten alrededor de 10.000 millones dólares en energía eólica y solar. Para poner en contexto esa cifra de 10.000 millones, la financiación global del clima es de unos 700.000 millones de dólares, con lo que Iberdrola es una parte importante en el proceso de financiación de la descarbonización a nivel mundial. Con esta inversión la empresa incrementa su capacidad de almacenamiento en energías renovables y mejora el alcance de sus redes eléctricas para distribuir electricidad verde a hogares, fábricas y edificios. En la opinión de Deirdre Copper, son precisamente las empresas que, al igual que Iberdrola, están invirtiendo para descarbonizar, las que están en el ojo del huracán, pues deben realizar esta transición de una forma inclusiva, tener en cuenta a todas las partes implicadas y mantener su vida útil.
En los próximos cinco años será necesario duplicar la inversión, y en los siguientes diez habrá que triplicarla. Según José Sáinz, las inversiones deben ser mayoritarias, tienen que venir del sector privado y deben estar impulsadas por el sector regulador, que debe establecer un marco predecible y atractivo para que se materialice la inversión con unas reglas transparentes y consistentes. Otro elemento que los gobiernos deben mejorar, en especial en los mercados emergentes, es la burocracia relacionada con la inversión que en ocasiones crea frustración para los inversores. Además, es importante apoyar aquellas tecnologías que suponen un cambio en las normas del juego, por ejemplo, el hidrógeno.
Iberdrola todavía produce un 35% de su electricidad a través de combustibles fósiles. Debido a la forma en que muchos gestores puntúan y miden la exposición a emisiones de carbono en sus carteras, muchos de ellos no considerarían Iberdrola en sus estrategias con factores medioambientales. Sin embargo, en Ninety One consideran que no sólo se puede invertir en carteras con bajas emisiones de carbono, sino que para impulsar la descarbonización se debe invertir en empresas que tengan un compromiso con la transición energética. Si se tiene únicamente en cuenta la intensidad de la huella de carbono, el ratio de emisiones de carbono generadas por ingresos, una empresa como Iberdrola duplica las emisiones recomendadas por el mercado. Pero esta métrica no está teniendo en cuenta los 10.000 millones de dólares anuales que Iberdrola está invirtiendo anualmente en energía renovable, no sólo en España, sino en Reino Unido, México, Brasil y Polonia. La eléctrica está impulsando la transición en todo el mundo, pero no puede cerrar sus centrales eléctricas que siguen generando energía con combustibles fósiles de golpe, sino que debe hacerlo de forma progresiva. Por eso, a pesar de que su intensidad de carbono es elevada, en Ninety One se sienten perfectamente cómodos manteniendo la posición en su cartera.
En la estrategia Global Environment de Ninety One no se centran tanto en la intensidad de carbono como en empresas con una menor intensidad de carbono que sus pares comparables. El equipo gestor examina empresas dentro del universo de renta variable global para encontrar aquellas empresas que tienen el potencial de descarbonizar y que están en sectores que realmente están ayudando a impulsar la transición hacia un mundo con menos emisiones de carbono.
Asimismo, los gestores de Ninety One trabajan de forma conjunta con el Carbon Disclosure Project, que es un proyecto que abarca la mayor base de datos sin ánimo de lucro del mundo sobre informes de carbono, para encontrar empresas dentro de los sectores vinculados a la transición energética que han reducido las emisiones de carbono, con productos y servicios que emiten menos carbono que sus pares comparables y que, por lo tanto, están invirtiendo para ayudar a impulsar la transición.
Por eso, no sólo se fijan en el sector eléctrico, también se enfocan en las empresas automovilísticas y observan si los vehículos que producen tienen menores emisiones que la media o si están creando nuevos vehículos para descarbonizar el transporte. También tienen su foco en las empresas que son proveedoras de soluciones para edificios ecológicos y en fábricas que sean más eficientes en comparación con la tecnología. Además, dentro del sector agrícola, apuestan por aquellas empresas que contribuyen a impulsar alternativas al consumo de carne de vacuno y cordero con menores emisiones de carbono y que ayudan a producir alimentos más sostenibles.
Hace dos décadas, el universo de la descarbonización se limitaba a paneles solares y biocombustibles. Ahora, se está pensando en alimentos alternativos para animales, por ejemplo, recientemente se ha comenzado administrar al ganado vacuno pastillas de ajo para reducir sus emisiones de metano. Esta medida se percibe como una cuestión provisional, puesto que es muy difícil que se pueda sostener un mundo que consuma la misma cantidad de alimentos.
La transición hacia la descarbonización es especialmente compleja porque la correlación entre las emisiones de carbono y el PIB es superior al 90%. Se debe romper por completo la forma en la que funciona la economía mundial y rehacerla nuevamente. Existe un alto riesgo en la transición hacia modelos de negocio que emitan menos carbón, pero también existe un alto potencial en las oportunidades de transición.
En muchos sentidos, la transición energética es mucho más disruptiva que la revolución en la industria tecnológica, porque tiene que cambiar la forma en la que funciona la economía. Las empresas que descubren cómo hacerlo tienen un enorme potencial para impulsar los rendimientos en las carteras de inversión.
AXA Investment Managers (AXA IM) ha anunciado el cambio de nombre de sus fondos más centrados en ESG. Según ha explicado la gestora, incluirá la palabra ACT en el nombre oficial de cada fondo, para simplificar su gama para los distribuidores e inversores finales.
Con esta decisión logra que la denominación ACT identifique los fondos que cumplen objetivos de sostenibilidad en torno a cuestiones como el cambio climático, la desigualdad o el capital social, con el fin de lograr los mejores resultados posibles relacionados con los criterios ESG y los ODS de Naciones Unidas. «La incorporación del nombre común ACT proporciona una clara identificación, facilitando la comparación de los diferentes productos a nivel de integración ESG», concluyen desde AXA IM.
Al comentar el cambio de nombre de los fondos y estrategias, Hans Stoter, director global de AXA IM Core, ha declarado: «Tanto los clientes como los reguladores piden cada vez más transparencia y simplicidad a las gestoras de activos a la hora de ayudar a los inversores a entender cómo comparar los diferentes productos ESG. Creemos que una categorización más clara de nuestra oferta contribuirá a solucionar esto. En concreto, la aplicación de un nombre común a todos los productos que se encuadran en nuestra categoría ESG más estricta pretende ayudar a nuestros clientes a identificar fácilmente estos fondos y tener claros los criterios».
El cambio de nombre se producirá gradualmente, en distintas oleadas que ya comenzaron en agosto y septiembre de 2021. Actualmente, como parte de la primera oleada, siete fondos han sido rebautizados: AXA WF Framlington Human Capital pasa a ser AXA WF ACT Framlington Human Capital; AXA WF Framlington Social Progress pasa a ser AXA WF ACT Framlington Social Progress; AXA WF Multi Asset Optimal Impact pasa a ser AXA WF ACT Multi Asset Optimal Impact; AXA WF Global Green Bonds pasa a ser AXA WF ACT Global Green Bonds; AXA WF US High Yield Bonds Low Carbon pasa a ser AXA WF ACT US High Yield Bonds Low Carbon; AXA WF US Corporate Bonds pasa a ser AXA WF ACT US Corporate Bonds Low Carbon; y AXA WF Framlington Clean Economy pasa a ser AXA WF ACT Framlington Clean Economy.
A medida que se intensifica el movimiento de asesores y la competencia en la gestión patrimonial y la banca, los ejecutivos bancarios recurren cada vez más a la tecnología para evitar amenazas y aprovechar nuevas oportunidades de crecimiento, dice el último informe U.S. Private Banks & Trust Companies 2021: Competing with Technology de Cerulli.
De cara al futuro, el 65% de los ejecutivos bancarios espera que su empresa aumente su presupuesto de tecnología durante los próximos tres años, mientras que solo el 6% espera una disminución.
Tanto a través de desarrollos patentados como de la adopción de software de terceros, los ejecutivos están dedicando recursos sustanciales a iniciativas tecnológicas.
Apoyar a los asesores y aumentar la productividad a través de la tecnología ha sido un tema constante para los bancos privados durante los últimos años.
Sin embargo, en 2021, la iniciativa ha cobrado mayor impulso, con un 61% de los ejecutivos de bancos privados y fideicomisos que afirman que un mejor apoyo a los asesores con tecnología es una prioridad estratégica muy importante.
“Los bancos están tratando de defenderse del movimiento de asesores. Dado que el desgaste de los asesores se está convirtiendo en una amenaza considerable en los bancos privados y el espacio fiduciario bancario, las empresas están invirtiendo miles de millones de dólares al año para agregar tecnologías que pueden aliviar significativamente las cargas innecesarias para los asesores”, según Chayce Horton, analista senior de la gestora.
Además, invertir en capacidades digitales para mejorar la experiencia del cliente es una de las principales prioridades para el 90% de los ejecutivos bancarios.
La implementación de tecnología orientada al cliente superó las preocupaciones de gestión de cumplimiento y regulatorias en 2021 para convertirse en la segunda iniciativa estratégica más importante entre los ejecutivos de bancos privados y firmas fiduciarias.
Más allá de mejorar la experiencia del asesor y del cliente, un 48% de los ejecutivos bancarios están evaluando formas de gestionar la reputación y el riesgo cultural. Con numerosos escándalos en la industria y el escrutinio resultante tanto de los reguladores como de los clientes, la gestión de la reputación es fundamental.
Al mismo tiempo, las empresas también están cada vez más preocupadas por la cultura interna, las prácticas comerciales y los requisitos reglamentarios.
“El cambio a las tarifas basadas en AUM, la reducción del reparto de ingresos y las funciones de diligencia debida más centralizadas, en gran parte influenciadas por Reg BI, ha tenido un impacto en todos los administradores de patrimonio. Esto ha provocado que muchas empresas busquen la diferenciación a través de servicios de valor agregado mejor servidos por la tecnología, como la gestión fiscal o la inversión personalizada, que a menudo se ofrecen a través de soluciones de indexación directa”, relfexionó Horton.
La implementación de estos objetivos estratégicos requerirá que los bancos prioricen la inversión en tecnología, y la mayoría de los líderes comprenden la importancia de asignar recursos hacia estos objetivos.
“El negocio debe estar alineado en torno a una estrategia sólida y objetivos formulados para garantizar que las grandes inversiones tengan el mayor impacto”, concluyó Horton.
La Academia Latina de la Grabación anunció que para asistir a la grabación de la vigésima segunda Entrega Anual del Latin GRAMMY se deberá presentar el certificado de vacunación completa o, de lo contrario, un test PCR o antígeno que constate que no tiene COVID-19.
Hay un número muy limitado de boletos para asistir a los eventos de La Academia Latina de la Grabación en Las Vegas y se pueden adquirir a través de la plataforma AXS.
Además, en todos los eventos, los invitados deberán usar mascarilla, independientemente de si están vacunados, y es posible que deban someterse a una evaluación de síntomas al ingresar.
La vigésima segunda Entrega Anual del Latin GRAMMY se trasmitirá en vivo por Univision el jueves, 18 de noviembre de 2021, a las 8 pm (ET). También se difundirá por el canal de cable TNT y por el Canal 5 de Televisa en México.
Entre los nominados y los artistas que estarán presentes en la ceremonia se encuentran Rubén Blades, Nella y Ozuna, Paula Arenas, Danna Paola y C. Tangana.
Además, se confirmó la presencia de Christina Aguilera y la ceremonia será conducida por Ana Brenda Contreras, Carlos Rivera y Roselyn Sánchez.
Por medio de un mágico recorrido musical, la ceremonia invitará al público a redescubrir lo importante en la vida a través de la música. Presentando colaboraciones singulares y momentos únicos Latin GRAMMY, el espectáculo promete ser una gran celebración con historias conmovedoras y mostrando un gran despliegue de excelencia musical.
PUENTE, entidad de gestión patrimonial y mercado de capitales -con su sede en Reino Unido y presencia en Estados Unidos y América Latina- anunció que Fernando Recalde será el nuevo CEO del Grupo.
Hasta la fecha, Recalde se desempeñaba como Country Manager de Larraín Vial en Argentina y, durante los últimos 20 años, ocupó diferentes roles de estructuración, trading y distribución en Nueva York. En su extensa trayectoria, se destaca también su paso como director y presidente de Merrill Lynch Argentina.
“Estoy muy entusiasmado en sumarme a una entidad con el reconocimiento y la trayectoria de PUENTE. El proyecto de crecimiento que nos planteamos para los próximos cinco años es muy desafiante, pero contamos con profesionales con la experiencia, el conocimiento y el compromiso necesarios para lograrlo”, destacó Fernando Recalde.
Por su lado, Federico Tomasevich, principal accionista, expresó: “Estoy muy conforme con la evolución que tuvo Puente en estos últimos 10 años gracias al equipo de líderes y profesionales de excelencia que tenemos. A la fecha, gestionamos más de 2.500 millones de dólares en activos bajo administración en Gestión Partimonial, operamos más de 15.000 millones de dólares en Trading Institucional y en los últimos cinco años y hemos estructurado financiamiento en el Mercado de Capitales por más de 5.000 millones de dólares en más de 400 transacciones”.
Tomasevich venía desempeñándose hasta ahora como CEO y presidente del Directorio de Puente Holding UK, se centrará ahora en la dirección estratégica del grupo.
“Tenemos grandes planes de expansión en América Latina y Estados Unidos para los próximos cinco años. Con la designación de Fernando como CEO del Grupo, voy a dedicarme -desde la presidencia del Grupo y junto con el resto del directorio- a la dirección estratégica de PUENTE”, señaló Tomasevich.
Cuando las personas alcanzan cierto éxito en su vida profesional o tienen una situación económica privilegiada, el correcto manejo de sus bienes e inversiones se puede convertir en una tarea difícil y compleja. Es por ello que existe la gestión patrimonial, donde expertos de diferentes campos trabajan asegurando y haciendo crecer el patrimonio, creando una estrategia a medida para cada familia o individuo de éxito.
Los Multi Family Office manejan portafolios de diferentes tamaños. En nuestro caso, tenemos un portafolio de clientes panameños e internacionales; familias o personas de éxito que tienen patrimonios desde 5 millones de dólares. Antiguamente este modelo de gestión estaba reservado únicamente a los patrimonios más extensos ($100M+) pero debido a su éxito y su constante evolución, se ha ido democratizando y ahora es más accesible para familias que requieren de un grupo de expertos en gestión patrimonial para asegurar y aumentar su patrimonio.
Estamos saliendo de una pandemia que todavía tiene fuertes repercusiones en Latinoamérica. ¿Pero qué están buscando actualmente las familias latinoamericanas y por qué eligen un multi-family office como K&B?
Para muchas familias adineradas, la prioridad es asegurar su legado y sacar el mayor partido posible a su patrimonio. Éstas suelen recurrir a asesores de inversión, abogados, contadores, corredores de bienes raíces y seguros, etc. Pero hacer que todos esos asesores trabajen de forma coordinada, en el mejor interés de la familia y sin conflicto de intereses, es un reto prácticamente imposible.
Por eso contar con todos los profesionales de la gestión patrimonial sentados en la misma mesa, como es el caso de los Multi Family Office, permite alcanzar los objetivos de cada familia de una forma más eficiente. La comunicación constante entre los departamentos de las diferentes ramas de la gestión patrimonial hacen que ésta sea más dinámica y eficiente, lo que normalmente se traduce en un mayor crecimiento del patrimonio familiar. Como solemos decir: ayudamos a nuestros clientes a que su patrimonio trabaje para ellos y se puedan centrar en disfrutarlo.
Además, las soluciones de inversión a las que tenemos acceso como Multi Family Office son mucho más sofisticadas que las del típico wealth manager que se enfoca principalmente en productos bursátiles. El portafolio de inversión de los Multi Family Office suele estar mucho más diversificado. Además de los productos bursátiles, también invierten en grandes proyectos de bienes raíces, capital privado y deuda privada entre otros.
Estas áreas solían estar reservadas a los inversionistas más grandes como fondos de pensiones o fondos soberanos. Hoy en día continúan siendo de difícil acceso para el inversionista normal, por eso trabajar con un MFO implica pertenecer a un grupo exclusivo que permite acceder a estas oportunidades que ofrecen rendimientos superiores.
En el caso del grupo K&B Family Office, tenemos dos pilares fundamentales en la gestión del patrimonio de nuestros clientes: la independencia y transparencia.
Trabajamos de forma independiente a las entidades bancarias, por lo que no tenemos conflicto de interés a la hora de hacer nuestras recomendaciones y eso nos permite velar siempre por los intereses de nuestro cliente.
Nuestro modelo de negocio se basa en la confianza, por lo que la transparencia es fundamental en la relación con nuestros clientes. Ellos saben exactamente qué recibimos como remuneración por cada gestión que llevamos a cabo.
Obedeciendo a un código de conducta estricto de total transparencia no entramos en conflictos de interés, siempre actuamos en bienestar de nuestros clientes. Cabe destacar que los fundadores y socios de K&B son los primeros clientes del grupo. Solamente proponemos soluciones de gestión y oportunidades de inversión que usamos para nosotros mismos.
En los últimos años muchos inversionistas han acudido a nosotros disconformes con los bajos rendimientos que les ofrece el mercado de la renta fija. Cuando la mayoría de los wealth managers fueron incrementando el riesgo de crédito de sus carteras de renta fija para alcanzar el rendimiento deseado, K&B Family Office decidió solucionar este problema buscando alternativas a la renta fija clásica, lo cual en nuestra opinión ofrece un ratio rentabilidad/riesgo poco atractivo. Fuimos diversificando nuestra cartera de renta fija con instrumentos como los bonos convertibles y estrategias de venta de opciones pero la mejor fuente de valor fue sin discusión la deuda privada.
Aunque la deuda privada está empezando a entrar en el mapa de ciertos wealth managers, sigue siendo una clase de activos infra presente en las carteras de los inversionistas privados. La deuda privada incluye muchas sub-estrategias como los real estate bridge loans, el direct lending, el factoring o el life insurance settlement como algunos.
La deuda privada ofrece varias ventajas a los inversionistas:
1. Rendimientos 2/3 veces superiores a los de la renta fija con un nivel de riesgo crediticio similar.
2. Ninguna correlación a los activos tradicionales (bonos y acciones).
3. Una volatilidad cuasi nula dado a la actividad de prestamista.
Obviamente -como siempre en el mundo- para gozar de estos beneficios tenemos que asumir ciertos riesgos o desventajas:
1. Una liquidez reducida. Sin embargo, si el foco es en préstamos de corto duración, existen gestores que ofrecen una liquidez mensual.
2. La transparencia y el riesgo operacional son también riesgos importantes que se pueden mitigar solamente por una debida diligencia detallada y una selección rigurosa de los gestores y fondos que se usarán.
Para los que pueden soportar aún menos liquidez, hemos tenido mucho éxito con oportunidades de coinversión en proyectos de bienes raíces especializados -algo parecido a un REIT- que pagan dividendos atractivos además de un potencial de apreciación del bien raíz importante.
En conclusión, existen varias alternativas a la renta fija tradicional que no hemos eliminado pero hemos sustituido una gran parte por estrategias alternativas como las mencionadas anteriormente.
La firma gestora de patrimonios uruguaya Nobilis designó a la nueva encargada de marketing de la compañía. Se trata de Carolina Montalto, que cuenta con una amplia experiencia en el rubro y una orientación publicitaria en su carrera profesional.
Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de la República (Udelar), Montalto ha ampliado su formación académica con posgrados en Marketing y Negocios de la Universidad de la Empresa (UDE) y cuenta con un máster en Dirección de Empresas cursado en el mismo centro de estudios.
Con más de 15 años de experiencia, ejerció su profesión en puestos de jefatura y dirección en diversas empresas del mercado, desarrollando estrategias de marca con objetivos comerciales.
Se destaca por ser una profesional que trabaja fuertemente en el desarrollo de estrategias de marca para lograr el posicionamiento adecuado, lo que le ha permitido conseguir importantes resultados en destacadas compañías y organizaciones donde trabajó, como Corporación JWT, Grupo Bimbo, PepsiCO, Campiglia Pilay, entre otras.