BNP Paribas Asset Management amplía su oferta de renta fija con el lanzamiento del fondo BNP Paribas Social Bond, que invierte en bonos destinados a financiar proyectos con impactos sociales positivos. Este nuevo vehículo de inversión está clasificado como Artículo 9 bajo el Reglamento de Divulgación de Finanzas Sostenibles (SFDR por sus siglas en inglés).
Según indica la gestora, este lanzamiento se realiza durante un período de crecimiento récord para el mercado de bonos sostenibles y, en particular, de bonos sociales. El lanzamiento está alineado con la Estrategia Global de Sostenibilidad de la gestora, donde lograr la igualdad y el crecimiento inclusivo es una de las tres áreas prioritarias, junto con la aceleración de la transición energética y la protección del medio ambiente.
Sobre el fondo explica que la selección de bonos y emisores, gestionada mediante una rigurosa metodología patentada, está alineada con los estándares de inversión sostenible de BNP Paribas AM. Para ello aprovecha la experiencia de sus equipos de gestión de bonos y de su Centro de Sostenibilidad. El fondo combina la experiencia de la gestora en bonos verdes (el fondo BNP Paribas Green Bond se lanzó en 2017) con su conocimiento de los problemas sociales, temática que abarca el fondo BNP Paribas Inclusive Growth, lanzado a principios de este año.
El BNP Paribas Social Bond invierte en tres áreas principales. En primer lugar, un mínimo del 75% en bonos clasificados como sociales o sostenibles, promoviendo el acceso a servicios esenciales como agua o la sanidad, la vivienda asequible, el empleo, la seguridad alimentaria, el progreso socioeconómico o la infraestructura básica. Además, habrá un máximo del 25% invertido en bonos emitidos por empresas socialmente responsables, seleccionados según un modelo de calificación desarrollado por BNP Paribas AM que asigna una ‘puntuación de inclusión’ a los emisores, clasificándolos por sus prácticas sociales orientadas a reducir las desigualdades. En tercer lugar, un máximo del 10% del fondo serán instrumentos de microcrédito que ayuden a proporcionar acceso a servicios financieros en los mercados emergentes, tanto a pequeñas empresas como a personas.
Desde la gestora destacan que los bonos sociales son el segmento de más rápido crecimiento del universo de bonos sostenibles, y representan el 30% del total de bonos verdes, sociales y de sostenibilidad en 2020. En su opinión, es esperable que este crecimiento continúe, impulsado en gran parte por emisores soberanos o cuasi-soberanos y por la expansión de los programas de bonos sociales para financiar más proyectos destinados a contrarrestar las desigualdades.
“La creciente importancia de los bonos en el marco de la gestión temática, históricamente más orientada hacia la renta variable, y el surgimiento de consideraciones sociales entre los inversores, son dos desarrollos importantes en nuestra industria. El lanzamiento del BNP Paribas Social Bond refleja ambos y permite que el capital sea dirigido a actividades con impacto social positivo, como los programas de prestaciones por desempleo o la vivienda social. Nuestra rigurosa metodología aporta un valor añadido real, al evaluar no solo la calidad del emisor sino también la de los proyectos que se financian”, señala Arnaud-Guilhem Lamy, director de estrategias de bonos agregados en euros en BNP Paribas Asset Management y gestor del BNP Paribas Social Bond.
Neuberger Berman ha anunciado la ampliación de su plataforma de renta fija con la incorporación de cinco profesionales de gran experiencia y reconocimiento en el sector dedicados a los mercados de crédito de colocación privada a nivel mundial. De esta forma, la gestora mejora su plataforma de renta fija y las soluciones para compañías aseguradoras.
Se espera que el nuevo equipo de crédito de Colocación Privada de la sociedad esté plenamente operativo a principios de 2022. Según explica la gestora, el equipo estará dirigido por el veterano del sector Frank LaTorraca, que se incorpora desde Macquarie Investment Management, donde era codirector de esta clase de activos. Además, otros dos miembros senior del equipo, Philip Lee y Nicole Tullo, también se incorporan desde Macquarie aportando así una amplia experiencia en Colocación Privada.
El cuarto profesional que se une a la gestora es Lori Cuneo, que procede de JP Morgan donde ha pasado más de 20 años suministrando, estructurando y distribuyendo colocaciones privadas y estableciendo una posición de liderazgo en el mercado en este sector. Desde la gestora señalan que Cuneo, junto con LaTorraca, se centrará en la búsqueda de clientes y la gestión de carteras. Por último, Chuck Devereux se ha incorporado desde T. Rowe Price y dirigirá los esfuerzos de análisis en colocaciones privadas.
El equipo estará totalmente integrado en la plataforma de renta fija de Neuberger Berman, que cuenta con un volumen bajo gestión de 201 mil millones de dólares, aprovechando los amplios recursos en materia de análisis, riesgo y operaciones de la compañía.
“La incorporación del equipo de crédito de Colocación Privada a nuestra plataforma global de renta fija impulsa nuestro objetivo de crear las mejores carteras personalizables del sector utilizando tanto los mercados públicos como los privados. Esperamos poder ver pronto las contribuciones de nuestros nuevos compañeros”, ha indicado Brad Tank, director de inversiones y responsable global de renta fija de Neuberger Berman.
Capacidades y oferta
La gestora está muy interesada en ampliar y mejorar las soluciones para compañías aseguradoras. Actualmente, cuenta con más de 200 clientes que son firmas aseguradoras en más de 30 países que representan 57.000 millones de dólares de los 437.000 millones de dólares de activos bajo gestión del grupo Neuberger Berman ofrece a las aseguradoras todo el abanico de clases de activos de renta fija y mercados privados. “En todo el mundo, la clase de activos de Colocación Privada, de 900.000 millones de dólares, ha estado históricamente dominada por las compañías de seguros”, destacan desde la gestora. Neuberger Berman, como gestora de inversiones independiente, cree que las relaciones de este nuevo equipo con el sector y su liderazgo en el mercado, creado a lo largo de dos décadas, aportarán un beneficio a los clientes.
Desde Neuberger Berman ha manifestado su compromiso a “dar acceso al amplio mercado de Colocación Privada” centrándose en “el crédito corporativo, los valores respaldados por activos estructurados, los arrendamientos de crédito a inquilinos (credit tenant leases), la financiación de proyectos y las oportunidades en infraestructura de un universo global de emisores”.
Sobre esta clase de activo de renta fija, la gestora explica que suelen ser emisiones a largo plazo y a tipo fijo que generalmente han tenido tasas de recuperación más favorables en relación con los bonos públicos. “La naturaleza privada de esta clase de inversión también puede ofrecer una prima de diferencial en comparación con el crédito público y ventajas estructurales, como pactos y protección de la demanda, que facilitan la protección contra las caídas y que, naturalmente, proporcionan una correlación entre activos y pasivos. Cada oportunidad de inversión se adaptará en gran medida al perfil crediticio y al sector en términos de plazo y estructura de convenios”, argumentan desde la gestora.
A raíz de este anuncio, Jason Pratt, gestor de carteras senior y responsable de renta fija de seguros, ha afirmado: “La demanda de esta clase de activos sigue creciendo teniendo en cuenta las oportunidades de bajo rendimiento persistente y del deseo de las aseguradoras y otros inversores institucionales de obtener una exposición al crédito de alta calidad y una diversificación con mayores características de rentabilidad total. Además de las compañías de seguros, creemos que habrá una demanda más amplia del mercado institucional”.
La inflación y el debate generado en torno a ella ha sido uno de los temas principales de este año. Así lo afirma Luke Newman, gestor de carteras en Janus Henderson Investors. Esto se ha manifestado en los mercados en una rotación entre los valores cíclicos con orientación al value y los valores de crecimiento estructural, donde las grandes empresas de tecnología han seguido dominando.
A finales de 2020, existían cuatro principales incógnitas: las elecciones presidenciales de Estados Unidos, las implicaciones derivadas del Brexit en el Reino Unido y para la Unión Europea en su conjunto, así como la potencial eficacia de las vacunas, y en qué medida se mantendría el rally iniciado tras el mínimo tocado de marzo como respuesta a la enorme cantidad de estímulo que fue introducida en la economía real. Esta incertidumbre se fue disipando a final del cuarto trimestre, las vacunas mostraron una eficacia mejor de la anticipada por el mercado, Reino Unido y la Unión Europea alcanzaron un acuerdo de última hora sobre el tipo de relación comercial que mantendrían después del Brexit, las elecciones de Estados Unidos se resolvieron con una amplia victoria para Biden, y había una cierta convicción de que los gobiernos y los bancos centrales de las economías occidentales mantendrían su apoyo a las economías. Con este telón de fondo, se produjo la primera de las rotaciones del mercado, alejándose de las empresas de crecimiento estructural que habían dominado durante el periodo de confinamientos para apostar por títulos con un sesgo value.
A principios de 2021, a nivel de cartera, esto supuso un enorme esfuerzo, por ejemplo, cambiando posiciones de corto a largo en los bancos. Las valoraciones del sector financiero se encontraban en niveles muy bajos, pero esperaban una curva de aprendizaje inclinada y unas rentabilidades absolutas superiores a los bonos gubernamentales. Asimismo, también esperaban que las rentabilidades de los bonos emitidos por bancos y aseguradoras siguieran un patrón de comportamiento similar.
A partir de ahí, iniciaron posiciones en largo o cubrieron posiciones en corto en empresas value dentro del sector de los semiconductores, automóviles o industria. En gran parte estas posiciones fueron las responsables de que tuvieran un desempeño superior durante el cuarto trimestre de 2020 y el primero de 2021. El mercado, que siempre se anticipa a lo que está sucediendo, respondió violentamente con una abrupta subida en los rendimientos de los bonos a 10 años, alcanzando unas rentabilidades del 1,7% a finales de marzo y principios de abril de 2021.
En esos momentos, la preocupación principal para los mercados eran los efectos de la variante Delta sobre la suave y constante recuperación de la demanda conforme las economías regresaban a la normalidad.
En el otro lado del debate de la inflación, se encuentra la oferta. Antes del verano, ya existían claros indicios de que la oferta de determinadas industrias, como la dedicada a la producción de tecnologías de consumo o automóviles, no se estaba recuperando tan rápidamente como la demanda. Los cuellos de botella creados por disrupciones en las cadenas de suministros y en el transporte de productos han sido uno de los principales factores que han provocado reacciones en los precios durante este periodo. En abril y mayo, cuando la narrativa del mercado comenzó a hablar de una inflación más persistente, el posicionamiento de la cartera cambió hacia un sesgo mucho más defensivo.
El posicionamiento actual
En el sector de servicios públicos, uno de los segmentos con que cuentan con una mayor predictibilidad en sus beneficios, hubo una oleada de ventas. Esto es algo muy inusual desde una perspectiva de valoración, no habiendo visto un escenario similar en las últimas dos décadas, por lo que se ha presentado una gran oportunidad para comprar este tipo de activo más defensivo. Las empresas de servicios públicos tienen precios regulados, pero pueden ofrecer unos beneficios superiores a lo planificado, tal y como ha sucedido en el sector del agua en Reino Unido con la consolidación.
En el sector de la construcción alemana, también se ha podido observar un comportamiento similar, con empresas como Novia o Deutsche Wohnen cotizando cerca del valor neto de sus activos. Se trata de un sector en proceso de consolidación con unos niveles muy predecibles de crecimiento.
Buscando un sesgo de crecimiento defensivo, también construyeron posiciones en empresas de productos básicos de consumo, otro área en la que entraron durante el verano dejando atrás el sesgo hacia el value o la ciclicidad. Estos movimientos no son apuestas cómodas, pero se realizaron en respuesta a que el debate se estaba inclinando hacia el lado de la inflación. Al examinar las perspectivas de las empresas de su universo de inversión y las expectativas en términos macroeconómicos, el equipo gestor de Janus Henderson pudo leer las señales que anunciaban lo que iba a suceder a finales de año: cabía la posibilidad de que hubiera una sorpresa al alza en los precios registrados por el IPC.
Examinando la composición del IPC estadounidense, pudieron advertir que uno de sus mayores componentes, los alquileres y la propiedad inmobiliaria habían subido considerablemente. Analizando su evolución en tiempo real, no pudieron encontrar ninguna ciudad del país por debajo de los niveles pre-COVID como resultado de una escasez en la oferta y un cambio en los patrones de la demanda muy vinculado al precio. En consecuencia, en Janus Henderson estaban esperando las elevadas cifras de inflación que han sido publicadas en las últimas semanas, y en su opinión, esperan que persistan durante un tiempo.
Por otro lado, se está comenzando a ver la respuesta de los bancos centrales. La Reserva Federal que ya ha anunciado potenciales subidas probablemente las retrase hasta que se confirme quién ocupará la presidencia de la Fed.
Otro componente que ha generado inflación ha sido la energía. A pesar de la subida de los precios del crudo y el gas, no se ha visto que las empresas inviertan capital en energías fósiles por razones obvias: los factores ESG y la implicación de accionistas, gobiernos y otras partes interesadas que quieren invertir en una transición energética.
En la actualidad, anticipan que el reciente movimiento hacia el estilo value será relativamente corto. De cara al próximo año, los principales bancos centrales podrían retrasar la subida de tipos porque para el momento en el que tienen confianza para realizar una subida de tipos, los datos podrían deteriorarse ligeramente y podrían verse acusaciones de error en las políticas. No se trata de que vaya a ocurrir una recesión en 2022 o 2023, pero si probablemente una desaceleración. Si estos cambios se dan, podrían ser suficientes para que la cartera volviera a estar posicionada con acciones de calidad orientadas al crecimiento.
Como seleccionador de valores, el equipo gestor Janus Henderson busca aquellas empresas que trascienden a todos estos debates macroeconómicos, centrándose en aquellos negocios de calidad que han salido reforzados tras la pandemia. Por ejemplo, Coca-Cola realizó fuertes inversiones para acelerar sus planes de deshacerse de sus plantas embotelladoras, dar menos peso a su negocio de productos de consumo básico para centrarse en ser un comercializador de franquicias y propietario de marcas.
Los cierres inducidos por el COVID-19 y la actividad comercial paralizada durante los momentos más duros de la pandemia, junto con la creciente digitalización, han cambiando la composición de las asignaciones inmobiliarias de los inversores europeos, según el informe The Cerulli Edge-European Monthly Product Trends, elaborad por Cerulli Associates.
El sector comercial ha sido el centro de la reevaluación de los fondos inmobiliarios europeos a medida que los empresarios se replantean sus planes a largo plazo para el regreso del personal a la oficina. Los cierres han demostrado en gran medida que el trabajo desde casa es una opción práctica, lo que acelera la tendencia a largo plazo hacia una sociedad digitalizada.
Según los gestores de activos encuestados recientemente por Cerulli Associates a lo largo del año pasado, los inversores europeos se inclinan cada vez más por la exposición a inmuebles industriales y logísticos, dos áreas relativamente indemnes a los cierres. También están mostrando un creciente interés en sectores nicho como los inmuebles sanitarios, que se beneficiaron de la atención mundial al desarrollo de vacunas.
«Los gestores tienen que ponerse al día sobre la evolución de las necesidades de los inquilinos para crear productos atractivos para sus clientes», afirma Fabrizio Zumbo, director asociado de Cerulli.
Además de los efectos de la pandemia, el sector inmobiliario se ha visto favorecido por varios vientos de cola. Por ejemplo, el entorno de bajos tipos de interés ha llevado a los inversores europeos a buscar fuentes alternativas de flujos de caja estables, pero suficientes.
«Se ha producido una mayor asignación a inversiones alternativas, entre las que se encuentra el sector inmobiliario, impulsada por el deseo de obtener una mayor rentabilidad, aunque diversificada. Una quinta parte de los bancos privados de Europa encuestados por Cerulli esperan aumentar sus asignaciones al sector inmobiliario en los próximos 12 a 24 meses», añade Zumbo.
Además, los inversores institucionales también siguen diversificando sus participaciones inmobiliarias, y la exposición a Asia-Pacífico será especialmente interesante. Por ejemplo, el sector inmobiliario extranjero representa ahora el 13% de las inversiones inmobiliarias de los fondos de pensiones profesionales suizos, según la Oficina Federal de Estadística de Suiza, frente al 7% de 2010.
Aunque los inversores minoristas siguen siendo cautelosos con los fondos inmobiliarios abiertos en el contexto del actual ciclo económico, la sostenibilidad va a dominar las conversaciones en el sector inmobiliario en los próximos meses. Según la Comisión Europea, los edificios físicos consumen aproximadamente el 40% de la energía y contribuyen al 36% de las emisiones de carbono en toda la UE. Los gestores de activos de toda la región ya han manifestado su intención de responder al creciente interés de los clientes por la sostenibilidad.
Tras el éxito de la distribución de la vacuna y la fuerte recuperación económica global, la inversión value ha repuntado de forma extraordinaria en 2021. Pero para muchos inversores en mercados emergentes, que suelen inclinarse por los segmentos growth del mercado, ha sido un año más difícil. Dado que en los últimos diez años los mercados se han visto impulsados principalmente por las acciones growth, ¿qué va a pasar con el value en los mercados emergentes?
El entorno actual es muy similar al de hace 20 años, cuando muchos inversores parecían haber descartar del todo el value. Los titulares que vimos el pasado verano en los que se tildaba de obsoleto y superfluo el estilo de inversión value de Warren Buffett y Benjamin Graham eran exactamente los mismos que hace 20 años, en el punto álgido de la burbuja tecnológica. El año pasado, la divergencia entre value y growth alcanzó su nivel máximo de 20 años, ya que las acciones value de los mercados emergentes quedaron casi un 20% por debajo de las growth.
Aunque durante buena parte de 2021 ha cundido el pesimismo sobre los mercados emergentes, creemos que las malas noticias ya están prácticamente descontadas y, lo que es más importante, los beneficios, que se han visto sometidos a una fuerte presión desde principios del año pasado, parecen estar recuperándose. En términos generales, las valoraciones también son bajas comparadas con los mercados estadounidenses, y no digamos ya con los mercados europeos actualmente.
Aunque las duras medidas recientemente adoptadas contra los sectores tecnológico, inmobiliario y educativo pueden haber espantado a los inversores y arrastrado los mercados emergentes a la baja, no es más que la última etapa de un continuo ciclo de reformas que se repite cada varios años. Ya hemos visto antes cómo el gobierno chino tiende normalmente a imponer reformas reglamentarias desde una posición de fortaleza económica. Ha sido la única gran economía en generar un crecimiento positivo del PIB en 2020, el año de la pandemia global, por lo que ha podido endurecer su política monetaria y reglamentaria en 2021.
Sin embargo, en nuestra opinión, creemos que la aceleración de la actividad económica en los países emergentes que están dejando atrás la pandemia ―y que ahora se benefician de una administración mucho más rápida de vacunas de ARNm más eficientes― ofrecerá un entorno favorable para la inversión en value.
Los mercados emergentes son los que exportan al mundo y ese es uno de los motivos por los que creemos que la recuperación tras la pandemia puede ser tan fuerte. Creemos que los mercados emergentes están en buenas condiciones para beneficiarse del mayor crecimiento global, en respuesta a la política de estímulo masivo que hemos observado en EE. UU., Europa y el Reino Unido en los últimos 18 meses. Esto ha disparado la demanda de productos por parte de los consumidores de los países desarrollados que ahora tienen más dinero que gastar. En particular, China se ha beneficiado enormemente del aumento del gasto en bienes de consumo relacionado con el estímulo, como se refleja en las exportaciones de mercancías de China, que actualmente se sitúan un 20% por encima de sus niveles anteriores a la pandemia de COVID‑19.
A más largo plazo, creemos que el objetivo de neutralidad de carbono para 2050 (2060 en el caso de China) alentará un nuevo ciclo de inversión y dará un impulso a muchos sectores tradicionales o de la vieja economía durante el largo periodo de transición.
Para cumplir los objetivos de energía verde y emisiones de carbono, el mundo tendrá que gastar sustancialmente en los sectores de actividad tradicionales durante los años de la transición, lo que debería generar oportunidades sumamente interesantes durante varios años en el ámbito del value. Por ejemplo, la energía renovable no está fácilmente disponible en la mayoría de los mercados emergentes y creemos que el gas natural desempeñará un papel importante en las primeras etapas de su transición hacia una energía más limpia.
El mundo ha invertido de manera muy insuficiente en este ámbito y los países probablemente tendrán que incrementar el gasto en bienes de equipo rápidamente si quieren cumplir los objetivos de reducción de emisiones netas de carbono. El enorme gasto en infraestructuras en China entre 2000 y 2010 contribuyó de forma importante a la mayor rentabilidad obtenida por los inversores en value en todo el mundo en esa década. La historia no tiene por qué repetirse, pero creemos que puede parecerse a sí misma.
Las presiones inflacionistas y las incertidumbres sobre la futura senda de la política monetaria estadounidense han afectado últimamente al ánimo de los inversores de los mercados emergentes. Sin embargo, creemos que gracias a la disciplina de muchos bancos centrales de los mercados emergentes durante la pandemia ―y que ha supuesto un cambio fundamental con respecto a recesiones anteriores―, cuentan con los cimientos económicos para recuperarse con más fuerza. Los bancos centrales de los mercados emergentes no han gastado tanto como los mercados desarrollados, y hemos visto países como Brasil que ya han empezado a subir los tipos de interés para tratar de controlar la inflación, lo que debería permitirles recuperarse rápidamente de los obstáculos inmediatos.
Creemos que los obstáculos para las acciones value que provocaron su inferior comportamiento relativo en el pasado podrían revertirse y transformarse en impulsos. La tendencia temática de estímulos directos y desglobalización podría normalizar el crecimiento y la inflación, lo que es bueno para los valores «olvidados» de los mercados emergentes. Asimismo, la transición hacia objetivos «verdes» sigue brindando oportunidades, ya que podría traducirse en un nuevo ciclo de inversión. En nuestra opinión, las empresas de los mercados emergentes, que hasta ahora han venido exhibiendo una gran disciplina en cuanto a su inversión en bienes de equipo, podrían beneficiarse de estas oportunidades. Creemos que hay grandes motivos para invertir en value de los mercados emergentes en adelante y muchos más para que los inversores diversifiquen su exposición exclusiva al growth de sus carteras emergentes.
Tribuna de Ernest Yeung, gestor de carteras emerging markets discovery equity strategy de T. Rowe Price.
Insigneo ha incorporado oficialmente a Mariano Scandizzo, responsable de Servicios de Asesoramiento, en su Comité de Inversiones.
Scandizzo tiene una trayectoria de más de 20 años de experiencia desempeñando una amplia gama de funciones de gestión de inversiones y estrategia corporativa. Esto incluye estrategia comercial, planificación y análisis financieros cuantitativos, gestión de riesgos cuantitativos, asignación estratégica de activos y aprendizaje automático.
Después de haber trabajado en América Latina, Medio Oriente y Estados Unidos mientras se enfocaba en sectores como servicios financieros, logística, bienes raíces y consumidores no cíclicos, Scandizzo también es CFA y cuenta una certificación CQF.
Además, es analista FMVA del Instituto de Finanzas Corporativas, y tiene una certificación en Inteligencia Artificial de la Escuela Lambda. Posee un posgrado en Finanzas de la Universidad de San Andrés y una Licenciatura en Economía de la Universidad Argentina de la Empresa.
Escribió el libro «Introducción al análisis de datos para finanzas corporativas».
“Encantado de que Mariano se una al Comité de Inversiones de nuestra firma. Aporta una gran cantidad de conocimientos sobre el dominio de la inversión, particularmente en el ámbito cuantitativo, que será un complemento valioso del trabajo que ya se está realizando. Este es un paso más hacia el objetivo de brindar a nuestros clientes una propuesta de valor de gestión de inversiones institucionales de primera clase”, dijo el director de Inversiones de Insigneo y presidente del Comité de Inversiones, Ahmed Riesgo.
El evento Latin America US Real Estate Meeting se realizará el próximo 29 y 30 de noviembre en Miami.
Entre los puntos destacados del encuentro estarán, una conversación entre Orlando Bravo, Fundador de Thoma Bravo y Antonio Luis-Ferre Rangel, CEO de Kingbird Investment Management. Los directivos discutirán acerca del mundo del software, su impacto en las empresas inmobiliarias y los iniciados filantrópicos que promueven el emprendimiento y el desarrollo económico en Puerto Rico.
Además, Mark W. Yusko, CEO & Chief Investment Officer; Morgan Creek, Managing Partner de Morgan Creek Digital y David Fann, vicepresidente de Aksia, discutirán cómo el panorama de la tecnología en rápida evolución está cambiando el capital de riesgo y el ecosistema de inversión privada.
Por otro lado, habrá un panel sobre Family Offices, otro sobre la perspectiva del inversor chileno y sobre logística, entre otros.
Por más información o para efectuar el registro, envíe un correo electrónico a rs@carmocapital.com
Con miras a entregar acceso a estrategias alternativas de BlackRock a inversionistas latinoamericanos, la plataforma de inversiones HMC Capital anunció una alianza de distribución, que se enfocará en el segmento de private equity.
Según anunció la firma a través de un comunicado, el acuerdo con BlackRock Private Equity Partners les permitirá ofrecer a sus clientes en la región soluciones diversificadas en etapas, estrategias y geografías.
En esa línea, HMC Capital agregó que el acuerdo buscará ofrecer acceso a administradoras de venture capital e inversiones directas de growth equity.
“Estamos felices de anunciar la alianza de HMC con BlackRock Private Equity Partners, que refleja nuestro foco único de desarrollar soluciones de inversión para nuestros clientes”, dijo Ricardo Morales, socio fundador y presidente ejecutivo de la firma.
Nicholas Franco, Head of Venture & Growth de HMC, agregó que su objetivo es “capturar alfa a través de posiciones cuidadosamente elegidas y escaladas, con managers que están generalmente constreñidos en acceso y capacidad”.
Desde la firma estadounidense también destacan el acuerdo entre las firmas. “Esta alianza combina las extensas capacidades de inversión y red de originación de BlackRock con la experiencia de HMC en lanzar estrategias de inversión alternativa innovadoras para servir a su base global de inversión”, indicó Johnathan Seeg, Global Head of Client Solutions and Strategy de BlackRock Private Equity Partners.
En esa línea, Roque Calleja, Head de BlackRock Alternative Specialists para América Latina, señaló: “Estamos entusiasmados por unirnos a HMC en el lanzamiento de esta nueva alianza con una propuesta de valor que esperamos que resuene fuertemente en América Latina”.
Fitch Ratings atribuye una “perspectiva estable” para los productores y exportadores de proteínas de Latinoamérica a pesar del bajo crecimiento de la demanda a nivel mundial después de un repunte del consumo en 2021.
“Los productores y exportadores de proteínas de Latinoamérica continúan beneficiándose de los bajos costos de producción debido a la debilidad de las monedas. Las empresas con una amplia diversificación geográfica y de proteínas deberían poder seguir mostrando resiliencia y repercutir un precio más alto para compensar la inflación de costes”, señala la calificadora en un informe.
Fitch espera una recuperación gradual del consumo en los mercados emergentes del segmento de servicios de alimentos (restaurantes, bares, entretenimientos) que debería impulsar un crecimiento de volumen de un solo dígito para los procesadores de proteínas. Es probable que las tendencias hacia la internacionalización, la innovación y los productos de mayor valor agregado continúen en los próximos años.
Fitch no espera rebajas de calificación en 2022 para el sector y evalúa que las métricas crediticias sigan siendo de manera conservadoras con base en un crecimiento de ingresos de un solo dígito en 2021 en comparación con 2021. Se prevé que la liquidez sea sólida debido a perfiles de vencimiento extendidos y FEL positivos.
El territorio de calificación natural del sector está en la categoría «BB». Sin embargo, la escala, la eficiencia operativa y la estructura financiera de JBS S.A. (BBB– / Estable) dieron como resultado una calificación de grado de inversión. La mayoría de las empresas han mostrado un fuerte apetito por las fusiones y adquisiciones a lo largo de los años.
El reto de alimentar a los 8.000 millones de personas del mundo y, al mismo tiempo, preservar la biodiversidad provocó un animado debate en el Klosters Forum de este año, celebrado en junio y centrado en el “El futuro de los sistemas alimentarios y la regeneración de la biodiversidad”.
“Con los alimentos se actúa de forma fraudulenta, sobre todo cuando se producen de forma que destruyen las interrelaciones indispensables para lograr una alimentación sostenible en el futuro”, afirmó la escritora y educadora Nora Bateson.
“La gente no come nutrición, sino alimentos. Entonces, ¿qué son los alimentos?”, preguntó Bateson. Su respuesta fue que no solo atañen a la agricultura, sino también “a la cultura, a las relaciones, a los terrenos, a las generaciones que han trabajado la tierra”. Propuso los datos contextualizados («warm data») como método para conciliar estas heterogéneas cuestiones. Los datos contextualizados, según explicó Bateson, consistían en “combinar las historias, la biodiversidad, la ecología de las ideas y la educación para percibir la interconexión de las cosas, compartiendo la información procedente de todos los contextos, desde la química hasta la política”. Esto equivalía a reconocer que “la forma en que la relación entre la cultura y la identidad interviene en la alimentación es muy importante”. Según sus palabras: “Los datos contextualizados son amenos porque están conectados con los recuerdos, con la vida de cada uno”.
Otra participante en el foro sugirió que se estudiara más seriamente cómo hacer llegar alimentos variados y nutritivos a los 600 millones de personas del mundo que no tienen acceso a fuentes de alimentación seguras. Pero además de la habitual cuestión de la desnutrición, también está el problema de la obesidad que, según ella, aumenta rápidamente, así como otros problemas relacionados con la nutrición tales como las enfermedades cardíacas, la diabetes y diversos tipos de cáncer. La solución, dijo, consiste en priorizar el acceso a alimentos diversos y más nutritivos y contrarrestar la visión en boga de “la alimentación como medicina” en favor de un enfoque basado en “la alimentación como salud”.
Resulta complicado medir el “progreso” agrícola o los avances científicos teniendo también en cuenta el riesgo de daños colaterales, si aceptamos la definición de sistema alimentario del Center for Urban Education about Sustainable Agriculture, con sede en EE.UU., como “la interrelación de los sistemas agrícolas, sus sistemas de apoyo económico, social, cultural y tecnológico, y los sistemas de distribución y consumo de alimentos”.
Seguimos necesitando un lenguaje común para definir la biodiversidad medioambiental y, a continuación, medirla.
El director de una importante organización conservacionista presente en el foro advirtió que la ciencia tiene sus limitaciones y, a menudo, se presta a la acusación de reduccionismo. “Todos podemos utilizar la misma ciencia y llegar a soluciones diferentes. La ciencia puede ser la verdad en un momento determinado, pero no es toda la verdad durante todo el tiempo”, afirmó. Aunque reconoció no estar seguro “de que se pueda alimentar a todo el mundo con un enfoque agrícola ecológico”, defendió que la ciencia tiene que cambiar. “Para los científicos resulta bastante incómodo salir de sus silos”, dijo, “pero las ideas transformadoras más interesantes han venido de aquellos científicos que han hecho cosas diferentes”.
“Históricamente se ha considerado que la naturaleza no tiene precio, por eso nunca le hemos puesto precio. Ahora que tenemos que asignarle un valor, no sabemos cómo”, apuntó un participante en el foro. “¿Cuál ha sido el efecto de los intentos de intensificar la agricultura en el capital natural de un país como Zimbabue, por ejemplo? Simplemente no lo sabemos porque la sostenibilidad de la agricultura no se mide adecuadamente”, dijo. Y, lo que es más importante, afirmó que “seguimos necesitando un lenguaje común para definir la biodiversidad medioambiental y, a continuación, medirla”. Por ejemplo, cuál es el significado real de la “intensificación sostenible” que un organismo internacional describe como el “enfoque que utiliza las innovaciones para aumentar la productividad de la superficie agrícola existente con un impacto medioambiental y social positivo”. Sostuvo que el término estaba “definido de manera inadecuada”.
Otro participante creía que un punto de unión entre la ciencia, con su fijación en los resultados tangibles, y la sostenibilidad podría encontrarse en los escritos de Rudolf Steiner, apodado como el “Científico de lo Invisible”, quien rechazaba la división entre la investigación científica y las dimensiones de la realidad en la periferia de la ciencia, como la química emocional. “La ciencia es buena para la materia y la energía ordinarias, pero no tanto para adoptar medidas óptimas”, afirmó.
No hemos conseguido ayudar a los jóvenes a entender el mundo en el que nos encontramos.
Integrar el elemento humano en el debate sobre la biodiversidad y la producción de alimentos podría contribuir a esas “medidas óptimas” sugeridas por un representante de las Naciones Unidas. Tenemos que enmarcar la cuestión de la sostenibilidad alimentaria, tanto en los mercados emergentes como en otros lugares, en términos de “cómo ayudar a los agricultores a ganar algo de dinero y apoyar al mismo tiempo a las comunidades en general”, explicó. “Si se enmarca la cuestión en términos de empatía y formas de hacer negocios, puede obtenerse un resultado mejor”, argumentó. Citó el caso de la India, donde la presión para producir más alimentos por metro cuadrado de terreno provocó un aumento de los suicidios antes de que se descubriera que el abandono del productivismo puro permitía producir mejores alimentos de manera más rentable.
El representante de la ONU consideraba que la juventud y sus aspiraciones serán fundamentales en la lucha por un sistema alimentario sostenible. “Hasta el momento”, dijo, “no hemos conseguido ayudar a los jóvenes a entender el mundo en el que nos encontramos. Esto tiene que cambiar. La interconexión entre generaciones y disciplinas es la clave”.
Lamentando los “intereses creados” que, en su opinión, siguen dominando varias cumbres internacionales sobre alimentación y la falta de consenso en materia de sostenibilidad alimentaria, otro participante en el foro también depositó su fe en los jóvenes, entre los que detectaba un “cambio de concienciación” subyacente, aunque difícil de definir. Citó a Bob Dylan: “Aquí está pasando algo, pero no se sabe qué es”.
Descubra más información sobre la agricultura sostenible en este enlace.
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