¿La inmigración solucionará el problema de trabajo de EE.UU.?
| Por Marcelo Soba | 0 Comentarios
EE.UU. está enfrentando la mayor brecha entre la oferta y demanda de trabajo disponibles en la historia de la posguerra y un descenso de la inmigración ha contribuido a ampliar la brecha, lo que sugiere que un aumento de los trabajadores nacidos en el extranjero podría ayudar a contener la subida de los salarios y los precios, dice un informe de Goldman Sachs.
Al levantarse las restricciones por la pandemia, la demanda de mano de obra se recuperó mucho más rápidamente que la propia mano de obra. Como resultado, los salarios aumentaron un 5,5% durante el pasado año, según el Wage Tracker de Goldman Sachs. Si se mantiene este ritmo, la Fed tendrá dificultades para alcanzar su objetivo de inflación a largo plazo del 2%.
Se espera que la participación laboral se recupere en EE.UU., añadiendo hasta 1,5 millones de trabajadores durante el próximo año, pero los economistas de Goldman Sachs predicen que esto dejará una considerable brecha de empleo trabajadores de alrededor de 1 millón.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, señaló recientemente que la caída de los trabajadores nacidos en el extranjero que llegan a Estados Unidos ha repercutido en el mercado de trabajo.
La inmigración se desaceleró en Estados Unidos entre 2019 y 2021 en medio de la propagación del COVID-19 y los cambios de política, dejando la fuerza laboral alrededor de 1,6 millones de trabajadores menos de lo que habría sido si se hubiera mantenido en su tendencia prepandémica.
A pesar de que la emisión de tarjetas de residencia y de visados de trabajo temporales ha repuntado recientemente hasta alcanzar aproximadamente sus niveles anteriores, las tasas de inmigración tendrían que aumentar aún más para compensar el déficit, según el estudio de Goldman Sachs.
La crisis sanitaria del COVID-19 fue parte de la razón del descenso de la inmigración, pero las políticas de la administración Trump, desde la prohibición de visados hasta la reducción de los límites de refugiados, también influyeron, afirma el estudio.
Bajo la nueva administración de Joe Biden, el ritmo de la inmigración en EE.UU. parece haber regresado a lo que era antes de la pandemia, ya que los visados temporales y la emisión de tarjetas de residencia han repuntado, y se ha levantado el tope de refugiados, dice el informe.
Pero aun así, la población de trabajadores nacidos en el extranjero es menor de lo que habría sido sin los cambios de política y la pandemia, y las estimaciones de la Oficina Presupuestaria del Congreso indican que el déficit podría aumentar.
La inmigración es una de las principales preocupaciones políticas en Estados Unidos, pero también lo es la inflación. Para que los precios vuelvan a alcanzar el objetivo del 2% fijado por la Fed, la brecha entre empleos y trabajadores en Estados Unidos debe reducirse en unos 2,5 millones, según el Goldman Sachs Research.
El aumento previsto de la participación de la población activa está muy por debajo de lo que parece necesario. Puede ser realista aumentar la inmigración anual en unos pocos cientos de miles de personas, lo que supondría una modesta reducción del déficit, pero no lo suficiente como para solucionarlo.
Cuando se trata de enfriar el mercado laboral, esto sugiere que la Fed tendrá que hacer el trabajo pesado subiendo los tipos de interés lo suficiente como para frenar la economía.