Actualmente, la electrificación del transporte es una de las principales tendencias de la industria del automóvil, que afecta directamente a los principales fabricantes y proveedores del ecosistema de los vehículos eléctricos.
Los vehículos eléctricos y los sistemas avanzados de asistencia al conductor (denominados ADAS) están experimentando una rápida adopción impulsada por la combinación de las políticas gubernamentales, las preferencias de los consumidores, los retos climáticos y la innovación disruptiva, que ha mejorado la calidad y el acceso general a estos productos. Estos factores están contribuyendo a un cambio de tendencia y favoreciendo el sólido crecimiento de los vehículos eléctricos en el futuro.
Thornburg estima que las nuevas ventas mundiales de vehículos eléctricos pueden alcanzar entre los 30 y 50 millones de unidades en 2030
Thornburg estima que las nuevas ventas mundiales de vehículos eléctricos pueden alcanzar entre los 30 y 50 millones de unidades en 2030, lo que supone una importante oportunidad para los fabricantes tradicionales de equipos originales (OEM), así como para una amplia gama de industrias y sectores que están involucradas en la cadena de suministro de vehículos eléctricos. En este sentido, identificamos dos catalizadores que apoyarán esta trayectoria de crecimiento.
Catalizador número 1: Las mejoras en la eficacia de las baterías
Los avances tecnológicos en la composición química de los cátodos utilizados en el diseño de las celdas de las baterías han reducido el coste y mejorado su rendimiento. Durante la última década, los costes de las baterías han descendido en más de un 18% al año, gracias al aumento de la fabricación en escala y a las mejoras en la química de los cátodos; mientras que la autonomía media de conducción ha aumentado de 84 millas a 256 millas por carga, entre 2010 y 2020.
Los metales básicos de las baterías son el litio y el níquel o el cobalto, aunque también se usan otros para su fabricación, como el aluminio, el manganeso, el cobre, el magnesio y el hierro. El empleo de todos los materiales, que son claves para los cátodos, debería crecer de forma significativa, pero la combinación química que finalmente se imponga tendrá un impacto enorme en la actividad minera y en los proveedores de minerales. Se estima que los minerales verdes que no dependen de la química de las baterías, como el litio y el cobre, experimenten una mayor demanda para 2030, con una proyección de 2,25 millones y más de 2,5 millones de toneladas métricas, respectivamente.
Una transición hacia cátodos con mayor contenido en níquel
En las dos últimas décadas, la combinación química más popular en la fabricación de cátodos fuera de China ha sido “la batería de bajo contenido en níquel”, compuesta por un 40% de níquel, un 30% de cobalto y un 30% de manganeso. La tendencia ha sido sustituir el níquel por el cobalto y el manganeso, más caros y con problemas éticos. Las baterías con más níquel también presentan una mayor densidad de potencia y autonomía. Dado que los costes de los insumos son significativamente menores y la densidad de potencia es mucho mayor, las baterías de níquel superior deberían sustituir a las de níquel inferior a mediados de la década de…
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Dotada de 450 obras de artistas internacionales, la colección de arte de Balanz se destaca en el mundo financiero latinoamericano por su alcance y ambición. Lo que empezó como una operación de diversificación financiera se ha convertido en algo más profundo: una seña de identidad para la corredora de bolsa argentina, que literalmente convive con el arte.
Balanz está a punto de lanzar la plataforma web de su colección para darla a conocer al mundo. Además, se está terminando un libro que describirá los hitos de la formación del acervo, con entrevistas a artistas y curadores. Como dice Juliana Fontalva, curadora y manager de la colección, están empezando una nueva fase, la fase de difusión.
Los trabajadores de Balanz conviven con el arte de la forma más literal: unas 250 obras de las 450 que componen la colección están expuestas en los locales de la empresa financiera, en las salas de reunión, puestos de trabajo o pasillos. La presencia de los cuadros y esculturas es una costumbre y la presencia cotidiana del arte, un incentivo para los miembros del equipo. “Ahora queremos sacar un poco la colección de la oficina y darnos mayor visibilidad como la institución que somos”, explica Fontalva.
Balanz existe desde 2002 y lleva más de 13 años invirtiendo en arte, algo que no solo tiene que ver con la compra de obras, sino también con la restauración, conservación, logística y seguros. Fontalva explica que hoy en día, la colección es sin ninguna duda un activo financiero para la empresa. “Tenemos claras las cifras y valores de todas las obras, pero no tenemos su valor de mercado. Vendemos muy poco, serán 10 obras al año como mucho”, dice la curadora.
Arte contemporáneo y una búsqueda existencialista
La colección empezó siendo eminentemente Argentina y con los años se fue abriendo a Latinoamérica, especialmente Cuba, Colombia y Brasil. Pero actualmente, el acervo es internacional. “Hoy en día nos definimos como una colección internacional. Tenemos artistas de todo el mundo, recientemente compramos obras de un artista japonés, en ese sentido no tenemos límites y de hecho ahora mismo estamos invirtiendo más en arte internacional que hace unos años”, dice Fontalva.
Claudio Porcel, actual CEO del Grupo Balanz, fue el verdadero precursor de la iniciativa junto a una de las socias, Isabel Pita, quien llevó su afición al arte en un nivel experto. Junto con Fontalva, visitan y recorren ferias de artes, se impregnan del medio y finalmente, son Porcel y Pita (financistas después de todo) quienes negocian las adquisiciones. “Los cuatro socios crearon la compañía con un espíritu de ser siempre los primeros, tratar siempre de mejorar y entenderse, empujar los límites para llegar a la excelencia en un camino de autoconocimiento. Entonces, la colección empieza buscando a los artistas que consideran importantes, mientras abre la agenda a ciertas temáticas que tienen que ver con la aventura, el existencialismo, el cuestionamiento general del mundo… Es una colección que siempre se está preguntando que es este mundo en el que vivimos y quién soy yo adentro de es mundo”, explica…
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Los principales temas que se trataron durante la COP26 se centraron en que la comunidad internacional ayudará a diseñar y ofrecer un futuro más sostenible tanto para las personas como para el planeta. Pero, según explica Jared Cook, especialista de inversión en renta fija en AXA IM, mientras que las medidas que están tomando los países desarrollados han sido objeto de un gran escrutinio, podría decirse que se ha prestado menos atención al avance -y la financiación- de la sostenibilidad en los mercados emergentes.
Por supuesto, todas las miradas están puestas en China, el mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo, responsable de alrededor del 30% de las emisiones mundiales de CO₂. En septiembre de 2020, el presidente de China, Xi Jinping, se comprometió a lograr la neutralidad en materia de carbono para 2060, lo que significa que las emisiones de carbono del país se compensarían financiando una cantidad equivalente de reducción de carbono en otros lugares.
China también ha anunciado recientemente planes para reducir su dependencia de los combustibles fósiles por debajo del 20% para 2060, una declaración ambiciosa dado que el año pasado el carbón representó casi el 60% del uso energético del país (1). En consonancia con estos objetivos, China es ahora el principal productor y exportador de tecnologías de energías renovables, lo que demuestra su firme compromiso con la sostenibilidad (2).
Fuera de China, otros mercados emergentes están dando grandes pasos en cuanto a políticas medioambientales. Por ejemplo, Brasil lleva casi 50 años añadiendo etanol a su combustible para reducir la dependencia de la gasolina, y en 2020 el consumo medio nacional de biocombustible fue de 0,72 barriles equivalentes de petróleo (boe, por sus siglas en inglés) por persona, considerablemente superior a la media mundial de 0,08 barriles equivalentes de petróleo por persona (3). Además, alrededor del 84% de la electricidad de Brasil proviene de fuentes renovables, una de las proporciones más altas a nivel mundial (4).
Por su parte, Costa Rica ha llevado a cabo un enorme programa de reforestación, aumentando la cobertura forestal hasta el 60% del país, frente al 40% de hace sólo 30 años (5). Con una abundancia de energía solar y eólica para aprovechar, Chile también tiene una amplia capacidad de energía renovable.
En 2020, el país se fijó el objetivo de convertirse en uno de los principales productores y exportadores de hidrógeno verde (hidrógeno producido a partir de energías renovables), una iniciativa clave para lograr el objetivo de reducir el consumo mundial de combustibles fósiles.
Otras regiones están menos avanzadas en sus políticas de sostenibilidad, siendo África un ejemplo en el que aún queda mucho por hacer. Sin embargo, esto también significa que hay enormes oportunidades para un impacto medioambiental positivo. El Programa Africano de Estímulo Verde, lanzado en 2021, está diseñado para apoyar la respuesta de recuperación del continente a los devastadores impactos socioeconómicos y ambientales de la pandemia del COVID-19 de una manera más verde y sostenible. Al mismo tiempo, dado que un gran porcentaje de la mano de obra de África está empleada en la agricultura, existe una importante necesidad de apoyo para mejorar la productividad agrícola, lo que a su vez podría conducir a una mayor seguridad alimentaria. Además, millones de personas en el continente siguen sin agua potable, otra área clave que debe ser abordada.
Crecimiento de los bonos verdes
El desarrollo del mercado de bonos verdes es una clara muestra del compromiso de los mercados emergentes con el cambio climático, ya que la deuda se emite con la intención de utilizar los ingresos para financiar proyectos sostenibles. En 2020, se emitieron unos 40.000 millones de dólares en bonos verdes en los mercados emergentes, lo que supone un aumento del 20% respecto al año anterior. Desde 2012, 43 países de mercados emergentes han emitido bonos verdes, lo que supone 226.000 millones de dólares de emisión total. Aunque el mercado de bonos verdes todavía constituye sólo el 5,5% del total del crédito de los mercados emergentes, se está expandiendo rápidamente, con 100.000 millones de dólares de emisión anual prevista para 2023 (6). China sigue siendo el mayor emisor de bonos verdes en los mercados emergentes, pero India, Chile y Brasil también han sido grandes impulsores de este mercado en crecimiento en los últimos años.
Siguen existiendo obstáculos
Sin embargo, los países con mercados emergentes todavía tienen que superar obstáculos para aplicar políticas sostenibles. Por ejemplo, muchos países en desarrollo carecen actualmente de la tecnología necesaria para adoptar las energías renovables y/o de la riqueza para desarrollarlas, mientras que las naciones más pobres tienen necesidades más básicas que atender. Además, dada la heterogeneidad de los mercados emergentes, es difícil aplicar un modelo único para todos. Por ejemplo, la orografía de Brasil dificulta la implantación de trenes eléctricos, mientras que la falta de infraestructuras en Colombia supone un reto para la adopción de tecnología sostenible.
Por un lado, los países de mercados emergentes son algunos de los mayores emisores de carbono, lo que refleja su rápido crecimiento económico reciente, a menudo combinado con fuentes de energía más baratas e intensivas en carbono. Pero, por otro lado, las emisiones de carbono per cápita son significativamente mayores en los mercados desarrollados, y la gran mayoría del presupuesto de carbono ha sido utilizado históricamente por las naciones desarrolladas, en particular la Unión Europea (UE) y los Estados Unidos (7).
En AXA IM creen que la puesta en marcha de programas de descarbonización no debe ir en detrimento del futuro crecimiento económico de los países con mercados emergentes, y las naciones desarrolladas tienen la responsabilidad de ayudar a financiar la sostenibilidad en los mercados emergentes. Por ejemplo, pueden proporcionar ayuda financiera y tecnología para permitir una aplicación más rápida de las políticas medioambientales, reconociendo que será necesario un esfuerzo de colaboración para luchar contra el cambio climático. El acuerdo alcanzado en la COP26 para que Estados Unidos, la Unión Europea y otros países desarrollados ayuden a financiar la transición de Sudáfrica hacia el abandono del carbón es un paso positivo que podría servir de modelo para otros países y otros proyectos.
Las convicciones de AXA IM
Los factores medioambientales, sociales y de gobernanza (ASG) son una consideración clave a la hora de dirigir el capital hacia los mercados emergentes. Las estrategias de deuda de mercados emergentes de la gestora se adhieren a las políticas de exclusión sectorial de AXA IM, lo que significa que no invierten, por ejemplo, en empresas que producen armas controvertidas, materias primas agrícolas como el aceite de palma.
Dentro de las estrategias de renta fija emergente también se aplica la política de Normas ESG de AXA IM, que también excluye ciertas áreas como el tabaco, así como la metodología de puntación ESG. El objetivo es que las estrategias de deuda de mercados emergentes tengan una puntuación ESG superior a la de su índice de referencia o a la de su universo, fomentando una inclinación hacia inversiones con una alta calidad ESG.
Durante los últimos 20 años, muchos países de mercados emergentes han sido considerados en gran medida como exportadores de materias primas, con economías construidas sobre sus reservas naturales de petróleo, gas y metales. Como tal, el sector energético ha representado normalmente una asignación significativa en las estrategias de deuda de mercados emergentes. Sin embargo, el equipo gestor de las estrategias de renta fija emergente ha ido reduciendo su exposición a estos activos en favor de otros sectores más orientados al consumo que en AXA IM creen que ofrecen una mayor sostenibilidad. También se han centrado en las oportunidades de energía renovables en América Latina y Asia.
Además, en AXA IM han tratado de reducir la huella de carbono de sus estrategias de deuda de mercados emergentes. Para ello, han reducido su exposición a sectores con altas emisiones de carbono, como los productores de acero y proteínas y las empresas de servicios públicos.
La gestora también ha reforzado su política de inversión en el sector del petróleo y el gas, con nuevas exclusiones para mitigar los impactos adversos de la industria sobre el medio ambiente. Dentro de las estrategias de renta fija de los mercados emergentes, han reducido la exposición a los productores de petróleo, en particular a los que son empresas estatales, que además de ser intensivos en carbono son potencialmente menos abiertos al compromiso.
En AXA IM creen que las cuestiones de desarrollo sostenible son una preocupación importante para los inversores en deuda de mercados emergentes. Al combinar los factores ASG con los criterios financieros tradicionales, pretenden no sólo crear estrategias de inversión más estables con una rentabilidad potencialmente superior a largo plazo, sino también ayudar a los países de mercados emergentes a desempeñar su papel en la financiación de un futuro más sostenible para el planeta.
Anotaciones:
(1) China reducirá el uso de combustibles fósiles por debajo del 20% en 2060 | China | The Guardian
(2) Diario de China, marzo de 2021
(3) BP Statistical Review of World Energy 2021
(4) Nuestro mundo en datos 2020
(5) Earth.org, octubre de 2021
(6) IFC 2020
(7) Citigroup, octubre de 2021
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Según el Estudio Global del Inversor de Schroders los inversores están recurriendo a inversiones de alto riesgo en medio de la pandemia. Los resultados del estudio de inversión minorista más importante de Schroders, en el que se encuestó a más de 23.000 inversores, que invertirán 10.000 euros o más en los próximos 12 meses y que realizaron cambios en sus inversiones en los últimos diez años, de 33 lugares de todo el mundo, revelaron que el 37% de las personas estaban más dispuestas a invertir en activos de alto riesgo, porcentaje que aumentó al 44% en el grupo de edad de 18 a 37 años.
El análisis indica que, aunque muchas personas se sienten obligadas a asumir mayores riesgos para compensar la incertidumbre provocada por el COVID-19 y las preocupaciones causadas por el aumento de la inflación, esto afecta aún más a los inversores más jóvenes.
Mientras que un 44% de los inversores argentinos cree que ahorrará más, aunque un 46% afirma que invertirá más en activos de bajo riesgo, cuando el confinamiento producido por el COVID-19 finalice. Por su parte, en Brasil, un 59% de los encuestados se mostró dispuesta a realizar inversiones de alto riesgo.
«El conocimiento de los inversores brasileños está creciendo y, con una mayor comprensión de las opciones de diversificación que tienen a su disposición, pueden explorar diferentes productos financieros, en diferentes clases de activos y sectores, que proporcionan mejores oportunidades de retorno», explica Daniel Celano, CFA, CEO de Schroders Brasil.
«La diversificación es fundamental para conseguir una cartera más resistente en medio de los retos de un mundo más complejo e incierto. Cabe destacar que algunas clases de activos que resultan menos familiares para el inversor pueden aumentar la percepción del riesgo de las inversiones.»
A su vez, los inversores en Chile se han decantado por una mayor diversificación. «La incertidumbre del escenario sociopolítico que hemos atravesado en los últimos años, ha provocado un cambio en la forma de invertir. El chileno se dio cuenta de que estaba muy concentrado en el país, y decidió asignar progresivamente mayores activos en el extranjero. Esta creciente diversificación de las carteras es una práctica muy saludable en términos de mitigación del riesgo», menciona Alex Toledo, Country Head de Schroders en Chile.
En cuanto a la inversión sostenible, la tendencia indica un crecimiento constante hacia una mayor presencia de este tipo de activos en las carteras. El 58% de los inversionistas chilenos considera que la evidencia disponible demuestra que tienen un mejor desempeño y mayor rentabilidad que aquellos que no consideran los factores relacionados con la sustentabilidad.
«Existe una correlación entre una mayor educación financiera y la valoración hacia los factores ASG. Quienes tienen un alto conocimiento de las inversiones, revisan más a menudo sus ahorros y su rentabilidad. En ese sentido, tienen en cuenta la evidencia empírica», señala Toledo.
Relación entre edad y riesgo por regiones
Al comparar entre continentes, el 59% de los inversores de Asia eran más propensos a realizar inversiones de alto riesgo, por delante de los de las regiones de América (53%) y Europa (49%).
Los resultados indican que muchas personas se sienten obligadas a asumir más riesgos para compensar la incertidumbre y la preocupación por el aumento de la inflación, y que esto es aún más cierto entre los inversores más jóvenes.
Además, la mitad de los inversores de los grupos más jóvenes, de 18 a 37 años y de 38 a 50 años, esperan una rentabilidad superior al 10%, una proporción significativamente superior a la media global del 9%.
En Brasil, el nivel medio mínimo de rendimiento que la gente desea recibir en sus inversiones es del 11,2%. Mientras que los inversores argentinos, por su parte, esperan en lo largo de los próximos cinco años, obtener una rentabilidad total anual media (ingresos y crecimiento del capital) del 15%, que es superior a la mundial (11,3%) y a la estadounidense (12,5%).
Ante la hipótesis de que la tasa de interés sea nula o negativa, el 57% de los inversores de todo el mundo con edades comprendidas entre los 18 y los 37 años afirmó que realizaría inversiones de alto riesgo en busca de rentabilidad, mientras que sólo el 17% sería más propenso a gastar y menos a ahorrar.
Esto es así a pesar de que el 68% de este grupo de edad afirma que los resultados de sus inversiones afectan a su salud mental, porcentaje que en Argentina baja hasta el 63% y en Brasil se sitúa ligeramente por encima, con un 72%. Además, el 26% de los encuestados en Brasil dijo que ahora son más propensos a gastar que a ahorrar para las inversiones, en comparación con el 22% de la media mundial. Esta relación se invierte cuando se trata del grupo de 71 años o más, ya que el 40% de ellos es más propenso a gastar que a ahorrar.
Nuevos sectores
Profundizando en este escenario, más de la mitad de los encuestados, alrededor del 53%, afirmó que realizaría inversiones de mayor riesgo en busca de rentabilidad, mientras que un tercio, un 33%, buscaría invertir en criptodivisas.
Así, un mayor número de personas invierten ahora en activos que antes consideraban demasiado arriesgados. En concreto, los sectores nuevos y emergentes se encuentran entre los tres primeros tipos de inversiones que la gente ha realizado por primera vez en el último año. Los valores relacionados con los vehículos eléctricos ocupan el primer lugar, con un 24%, los fondos de biotecnología o farmacéuticos el segundo, con un 23%, mientras que los valores de Internet y tecnología, así como las criptodivisas, ocupan conjuntamente la tercera posición, con un 22%. Los inversores más abiertos a invertir en activos de alto riesgo también están más interesados en los valores de Internet y tecnología, por delante de los fondos inmobiliarios.
Bajo este panorama, el inversor argentino es más propenso a pasar a una cartera cripto, ya que el 52% pasaría a invertir en Bitcoin, Ethereum y Litecoin, entre otras criptos. En ese sentido, Pablo Albina, Country Head Argentina & Uruguay y Head of Investment Latin America de Schroders,afirma que la pandemia movió cimientos muy arraigados y forjaron al inversor argentino a tomar mayor riesgo en búsqueda de mayor rendimiento. Esto lo demuestra la gran adopción del mundo cripto por parte de los argentinos, que es muy por encima de la media global.
“Desde el estallido del COVID-19, 82% de los inversores argentinos han pasado más tiempo pensando en su bienestar financiero y tratando de reorganizar sus finanzas personales. Una cifra que está en continuo ascenso, aunque el 63% de las personas esté de acuerdo en el rendimiento de sus inversiones tiene un impacto en su salud mental”, destaca Pablo Albina.
De forma similar, los inversores chilenos mostraron una clara tendencia hacia los activos relacionados con la tecnología: durante 2021 el 58% invirtió en empresas tecnológicas o de Internet, y el 52% en criptodivisas. «Las tecnologías se vieron muy favorecidas por la pandemia y aunque se ajustaron después de la apertura, siguen presentando rendimientos atractivos, ya que es un soporte clave en el comercio, la conectividad y los diferentes servicios», corrobora Toledo.
En Brasil, las criptomonedas, con un 26%, las acciones o fondos que se centran en sectores de internet y tecnología, con un 22%, y las acciones o fondos que invierten en vehículos eléctricos, con un 21%, se situaron entre los tres tipos de inversiones más importantes que los inversores brasileños realizaron por primer vez en el año pasado. Los inversores que se declaran expertas o con conocimientos avanzados en la materia seleccionaron más opciones entre diferentes clases de activos o sectores, lo que generó una mayor representación porcentual en relación con cada clase de activos o sector.
«Esto es probablemente el resultado de que este grupo se siente más cómodo negociando en diferentes clases de activos y mercados. Comparativamente, el grupo de principiantes o intermedios registró un ratio de selección proporcional menor. Esto indica que sus carteras están generalmente menos diversificadas entre las clases de activos, lo que significa que tienden a ceñirse a lo que entienden», añade Celano.
Por su parte, Lesley-Ann Morgan, Head of Multi-Asset Strategy de Schroders, coincide en señalar que muchas personas consideran que ahora tienen que asumir mayores riesgos en busca de rentabilidad, tras la pandemia. “Es probable que las difíciles condiciones económicas del año pasado hayan influido en ello. En un entorno de bajos tipos de interés, no es de extrañar que las opciones de inversión más arriesgadas sean más atractivas, especialmente para los inversores más jóvenes. Los inversores también se han visto estimulados a buscar una gama más amplia de clases de activos”.
«En general, estos resultados muestran que la proporción de inversores abiertos a asumir un mayor riesgo ha aumentado, pero como la mayoría de las personas declaran que el rendimiento de sus inversiones también tiene un impacto en su salud mental, deberían asegurarse de que el riesgo se aborda con precaución», subraya.
Un dato muy alentador, a medida que nos acercamos a 2022, es el marcado aumento de la tasa de vacunación en los mercados emergentes, incluso a pesar del riesgo que aún pueden significar variantes nuevas como Ómicron. Si bien esto ha contribuido a sustentar el crecimiento económico, es probable, en la opinión de los expertos de Schroders, que no se repita en 2022.
El crecimiento general en los mercados emergentes empezará a moderarse, y esto es bien sabido por los mercados, que se han ajustado de manera acorde durante 2021. Efectivamente, cabe la posibilidad de que los mercados emergentes den una sorpresa positiva el año próximo.
Los gestores de carteras de mercados emergentes de Schroders siguen de cerca las perspectivas inflacionarias y un posible punto de inflexión. También buscan un punto de inflexión en términos de crecimiento económico en China.
El riesgo geopolítico es un área que debe supervisarse continuamente. Además, hay varias elecciones clave; desde Corea del Sur en marzo, hasta la elección presidencial de Brasil en octubre.
Las economías de los mercados emergentes
David Rees, economista sénior en mercados emergentes
La amenaza de variantes nuevas significa un riesgo constante a tener en cuenta, como lo muestra la incertidumbre en torno a Ómicron, y puede provocar un cambio muy drástico de las perspectivas. Sin embargo, la amplia mayoría de los mercados emergentes está en proceso de vacunar a gran parte de su población en los próximos meses. Esto podría ser claramente beneficioso para la recuperación continua de la actividad económica. Mejores resultados en materia de covid serían una buena noticia para los mercados emergentes y, en particular, beneficiarían a las economías basadas en servicios; especialmente, las que dependen mucho del turismo.
De todos modos, no hay manera de evitar la disminución del crecimiento económico en los mercados emergentes en 2022. Muchas economías ya han retornado a sus niveles prepandemia y esto, naturalmente, hace que sea más difícil sostener tasas de crecimiento por encima de la tendencia. En 2021, los niveles de crecimiento se han visto beneficiados por la base baja de comparación del año pasado, lo que prácticamente garantiza un ritmo más lento de expansión en 2022. Si analizamos más allá de estos tecnicismos, encontraremos otros motivos fundamentales para prever una disminución del crecimiento.
El empeoramiento de las proyecciones de crecimiento de los mercados desarrollados significa que es probable que la demanda de productos manufacturados baje en el curso de este año. El comercio mundial es un factor de impulso importante para el crecimiento de los mercados emergentes y, si bien un mayor nivel de reposición de inventario de las empresas durante la pospandemia puede brindar apoyo en el corto plazo, es probable que las altísimas tasas de crecimiento de las exportaciones registradas en 2021 no puedan sostenerse. En general, esto es negativo para las economías pequeñas y abiertas de los mercados emergentes de Asia, partes de Europa Central y Oriental, y México.
Las perspectivas más bajas para China pueden afectar a determinados ME. Por ejemplo, si la actividad moderada del sector de bienes raíces se traduce en menor demanda de commodities, como los metales industriales, esto impactaría en las exportaciones de las economías de Latinoamérica y el África subsahariana.
En los ME, una política fiscal y monetaria más estricta tendrá un peso cada vez mayor en el crecimiento. El fuerte aumento de la inflación en los ME, que sofocó a muchos mercados emergentes en 2021 y obligó a los bancos centrales a realizar aumentos bruscos de las tasas de interés, debería aquietarse. Sin embargo, la suba de tasas suele impactar en la actividad de seis a nueve meses después. Combinado con un posible recorte fiscal, a medida que los gobiernos intentan reparar el daño causado por la pandemia en los presupuestos, el endurecimiento de la política tiene grandes chances de ser muy contraproducente para la actividad. En última instancia, esto puede significar que los bancos centrales no apliquen todo el endurecimiento que ahora se está aplicando en los mercados, lo que abre una ventana de oportunidad para los inversores en los mercados locales.
En consecuencia, esperamos que el crecimiento del PBI en los mercados emergentes se reduzca del 6,5 % esperado en 2021, a cerca del 4,5 % en 2022. Si estamos en lo cierto, es poco probable que los mercados emergentes experimenten un crecimiento mayor que el de algunos mercados desarrollados. Aunque esto no debería tomar totalmente por sorpresa a los inversores, en general, una prima de crecimiento tan limitada plantea un escenario delicado para los mercados.
Renta variable de los ME
Tom Wilson, responsable de renta variable de mercados emergentes
El estímulo global que se implementó como respuesta a la pandemia está despareciendo, y a ello se suma un menor crecimiento de la liquidez y la inminente reducción de estímulos en los Estados Unidos. La anticipación de políticas monetarias más estrictas le ha puesto mayor presión al dólar estadounidense, lo que complica las condiciones financieras del mundo emergente. Los cuellos de botella, la disrupción del mercado laboral, el aumento del precio de la energía y la recuperación económica poscovid también han causado una inflación más persistente que la esperada, lo que ha venido impulsando el temor a una estanflación.
Ha habido una continua normalización a nivel global, sustentada por la distribución de vacunas y los altos niveles de inmunidad poscontagio. El nivel de penetración de las vacunas en los mercados emergentes ha alcanzado el de los mercados desarrollados, mientras que algunos estudios, inclusive en la India, muestran niveles elevados de inmunidad natural por la infección postcovid. En líneas generales, esto debería traducirse en menores restricciones a la actividad en el futuro, lo que permitiría abordar los cuellos de botella y reducir la disrupción en fabricación y logística en 2022.
En tanto, el retiro de estímulos y la desaparición de la demanda creciente deberían reducir la presión inflacionaria y calmar el temor a una estanflación. Por supuesto, las variantes nuevas suponen un riesgo constante, en especial, si evaden a las vacunas actuales y generan un aumento de las tasas de mortalidad, y pueden cambiar sustancialmente las perspectivas.
El endurecimiento de la política de la Fed puede suponer viento en contra constante, pero los mercados emergentes son más resilientes que en el último ciclo de aumento de tasas de la Fed, como lo muestran los siguientes gráficos. Las cuentas externas suelen estar en orden, el ingreso de capital reciente ha sido menos especulativo que en 2013, las divisas de los mercados emergentes se ven baratas en general y los rendimientos de la deuda local de los mercados emergentes son relativamente atractivos.
La reducida disponibilidad de crédito en China se está sintiendo. Las condiciones económicas están empeorando debido a un impulso crediticio negativo, el cambio de 12 meses en préstamos nuevos como un porcentaje del PBI y una amplia acción regulatoria. Esta última ha generado incertidumbre en el mercado y ha tenido un impacto económico directo a través del sector de bienes raíces. Esperamos que la política se vuelva más estimulante y el impulso crediticio toque fondo y se recupere. También consideramos que el alboroto regulatorio puede haber alcanzado su pico máximo.
El impulso crediticio suele verse reflejado en la actividad económica en un plazo de nueve meses, como lo muestra el siguiente gráfico, lo que sugiere que la economía china seguirá siendo débil hasta mediados del año próximo. Sin embargo, en el segundo semestre de 2022, es posible que mejoren las perspectivas macroeconómicas para China. Aunque la ganancia de las empresas se verá afectada por la desaceleración económica de este año, los mercados tienen visión de futuro y pueden comenzar a pensar en una recuperación.
Riesgos para 2022
Los riesgos clave para las perspectivas incluyen la geopolítica, las variantes nuevas de COVID-19, capaces de evadir a las vacunas, el escenario inflacionario que demuestra no ser transitorio y la futura senda hacia la regulación en China. El último punto refleja los objetivos de “prosperidad común” del Gobierno, en términos de abordaje de la inequidad y mejora de la movilidad social. El ritmo de las nuevas iniciativas parece haber bajado, pero seguimos supervisando la situación de cerca, en especial, de cara a la reunión del Congreso Nacional del Partido Comunista en el cuarto trimestre del año que viene.
Valoraciones
En total, las valoraciones de los mercados emergentes no son baratas en relación con su historial. Sin embargo, esto esconde variaciones considerables en términos de países, sectores, acciones y tipos de inversión. También hay cierta incertidumbre sobre las ganancias de las empresas el año próximo, que surge de las presiones del crecimiento económico, alimentadas por el endurecimiento de la política monetaria. Sin embargo, en comparación con los Estados Unidos, las valoraciones se ven más atractivas, mientras que diversas divisas de los mercados emergentes lucen cada vez más baratas.
Hacia 2022, es posible que comencemos a ver un escenario más positivo. La política monetaria ha anticipado mayor inflación, y las tasas reales lucen atractivas. Si la presión inflacionaria disminuye, podría haber lugar para una relajación de la política monetaria. En tanto, cabe la posibilidad de que la economía china empiece a mejorar.
Países a los que debemos seguir
En términos de nuestra preferencia actual del mercado, mantenemos una visión menos favorable de China aunque hemos reducido nuestra escala de infraponderación en los últimos meses. A pesar de que seguimos viendo una promesa a largo plazo en la India, sustentada por el avance de las reformas, las valoraciones caras continúan moderando nuestro apetito.
En cambio, nos gustan los mercados emergentes de Polonia y Hungría, en Europa Oriental, donde el crecimiento económico es sólido y las valoraciones son razonables. Rusia es el mercado que preferimos, debido a las valoraciones baratas y a que se beneficia de precios de commodities más altos. Los riesgos geopolíticos persisten, y dadas las tensiones con el Oeste en reciente aumento, estamos supervisando la situación de cerca.
Brasil también puede ser una oportunidad en 2022, ya que las valoraciones reflejan un riesgo político elevado, y un punto de inflexión en la inflación puede dar lugar a la flexibilización monetaria en la última parte del año próximo. Continuamos, modestamente, sobreponderando el mercado de Corea, dada la amplia selección de oportunidades accionarias y las valoraciones atractivas.
La deuda de los mercados emergentes
James Barrineau, responsable de estrategia global de deuda de mercados emergentes
El lanzamiento oficial del programa de reducción de estímulos de la Fed es un cierre adecuado para un año en que los inversores de la deuda de los mercados emergentes lucharon poderosamente contra los recuerdos del berrinche del mercado de 2013. Esta vez, no creemos que los inversores esperen dos años de vacas flacas, como de 2013 a 2015, dado que la Fed sigue un formato similar.
Si bien los inversores podrían temer las consecuencias de una suba de tasas de interés en los Estados Unidos, los mercados son mecanismos “informacionalmente eficientes” y todo es tomado en cuenta. Como muestra el siguiente gráfico, el inicio del último ciclo de aumentos de diciembre de 2015 coincidió con una recuperación de los rendimientos del mercado local para los inversores que duró dos años. Este ciclo (desde los comentarios sobre “tapering”, o la reducción de estímulos, pasando a la efectiva reducción, hasta el despegue de las tasas) va camino a ser mucho más corto, lo que sugiere que se ha tenido en consideración un alto porcentaje del sufrimiento.
El dólar es un 18 % más alto que al inicio del ciclo anterior. Los bancos centrales de los mercados emergentes han estado subiendo las tasas de manera preventiva durante muchos meses, lo que amplió la diferencia en las tasas nominales con el mundo desarrollado. Además, las divisas, en líneas generales, nunca recuperaron por completo sus niveles de valoración reales previos al primer ciclo de reducción de estímulos. Las valoraciones son mucho más esperanzadoras hoy.
Si la inflación se modera y vuelve a acercarse a los niveles deseados por los bancos centrales en 2022, las perspectivas para los inversores de deuda de los mercados emergentes en divisa local podrían ser muy buenas. Durante el transcurso de este año, el rendimiento del mercado local de DME, medido por el índice global diversificado de deuda pública para mercados emergentes (GBI-EM), aumentó del 4,2 % al 5,65 %, a medida que los ciclos de aumento avanzaron. El diferencial, o diferencia en rendimiento, de los bonos del Tesoro de igual duración ha aumentado a poco más de 430 puntos básicos.
Los bancos centrales con mayor credibilidad, como los de Rusia y México, probablemente sean los primeros en poner un freno a los aumentos. Otros, en Europa Central y Brasil, se tomarán más meses en controlar las tendencias inflacionarias. Los países asiáticos tienen una credibilidad más parecida a la de los mercados desarrollados que otras regiones de mercados emergentes; además, si bien los rendimientos locales son más bajos, la volatilidad de la divisa también es mucho más moderada. Durante el transcurso de 2022, esperamos que casi toda la clase de activos haya completado ciclos de aumentos y quede con tasas de interés reales muy superiores a las de los mercados desarrollados; tal vez, con el surgimiento de ciclos de recorte de tasas.
Las divisas tendrán que cooperar con una visión optimista de las tasas para que la mayoría de los inversores se sientan atraídos. La estabilidad del renminbi de China, donde las tasas reales, es decir el neto de la inflación, son las más positivas de la clase de activos, indica que las tasas positivas son un gran atractivo a pesar de la importante cantidad de emisiones soberanas. También preferimos a Malasia e Indonesia en la región por el mismo motivo. El rublo ruso luce casi a prueba de balas, con fuertes cuentas externas. En Latinoamérica, se destaca México, debido a la proximidad con los Estados Unidos y la ausencia de presión fiscal.
Respecto de la deuda en dólares, las perspectivas son menos esperanzadoras. En la deuda de mercados emergentes de grado de inversión, el diferencial de rendimiento comparado con los bonos del Tesoro de los Estados Unidos es históricamente bajo; sin embargo, aún ofrece un pick-up modesto en comparación con la deuda de mercados desarrollados con similar calificación, que ha logrado estabilidad. Los diferenciales de bonos de mercados emergentes de alto rendimiento son más atractivos que los de alto rendimiento estadounidenses, pero no cuentan con un entorno operativo estable. Ser activo y adoptar un enfoque selectivo es clave. Algunos créditos de baja calificación lucharán contra los requisitos de financiamiento y la necesidad de endurecimiento de las políticas fiscales (muchos mercados de la frontera y de África subsahariana). Otros podrían no ser candidatos al default, pero lucharán contra las políticas tendientes a recuperar la sostenibilidad de la deuda a medida que el crecimiento y el gasto bajan.
Si la teoría financiera tradicional funcionara, ya nos hubiera caído una bomba atómica sobre los mercados. Pero sabemos que hace tiempo la teoría dejó de ser útil para explicar muchos fenómenos que estamos viendo actualmente. Valoraciones excesivas, precios exorbitantes, relaciones oferta y demanda que se rompieron, un nuevo impulso excesivo (¿burbuja?) al gasto en construcción residencial (gráfica 1), entre muchas otras variables que no tienen sentido alguno. ¿Por qué si todo está tan alto y el dólar está tan caro, sigue todo subiendo y el dólar, allá arriba, como si nada?
Parte fundamental de la explicación es que el dinero sigue yendo «a manos llenas» hacía EE.UU., y toda su amplia gama de activos financieros y no financieros. Los datos muestran que, entre abril de 2020 y septiembre de 2021, la posición de inversión internacional norteamericana ha seguido debilitándose, volviéndose aún más negativa de lo que era antes de pandemia (gráfica 2). Hoy ya es un déficit de más de 15 trillones (billones europeos) de dólares estadounidenses, lo que equivale decir que EE.UU. “debe” al resto del mundo una cifra similar a lo que vale la economía de China. Así, no solo los dólares que ha impreso la FED no han salido masivamente, sino que muchos otros dólares han estado llegando, explicando por qué a pesar de que hoy existen 9 trillones de dólares de masa monetaria adicional (un 30% de todos los dólares que existen han sido creados en los últimos 21 meses), el precio del dólar no baja.
Lo anterior justifica el símil que les digo a los inversionistas de que, en los últimos meses, invertir en EE.UU. es como encontrar petróleo en Arabia: es como ir a la fija; porque donde se ponga dinero, se hace dinero. Con sus excepciones, claro está, porque también es cierto que no todo el mundo la pasa bien: las altas cantidades de dinero han llevado a que vehículos como los money markets, cuyo mandato de inversión fundamental es la estabilidad de la unidad, estén teniendo serias dificultades para invertir.
La solución la dio la misma entidad que creo el problema (sí, adivinaron, la FED). Para mantener las tasas de interés bajas en el corto plazo en medio de una inflación galopantemente creciente (otro desajuste de la teoría tradicional), la FED ha estado comprando bonos de corto plazo de manera masiva, pero subsanando el tema de los money markets abriéndoles la ventana de repos inversos de manera descontrolada. Esta facilidad, antes utilizada para cuadrar las cuentas trimestrales, hoy sirve para que los dineros de corto plazo duerman en las arcas de la Reserva a razón de cerca de 1,5 trillones de dólares diarios (gráfica 3), ganando un «interesante» retorno de 0,05%.
Un tema no menor es que lo que pasa en EE.UU. hace parecer mínimo lo que está sucediendo en otras latitudes. Mientras que en el año hasta la fecha las acciones emergentes habían recibido algo más de 110 billones (110.000 millones según nomenclatura europea) de dólares en flujos de inversión, las acciones norteamericanas han recibido una cantidad 10 veces mayor: 1,1 trillones de dólares. Comparativamente vs. sus promedios históricos, las acciones emergentes (y esto mismo se extiende a los bonos emergentes) han tenido uno de sus mejores años, sin embargo esto no se ha notado masivamente. Así, la bolsa norteamericana sigue ganando participación tanto en el absoluto como en el relativo: en septiembre, la NYSE valía 28 trillones de dólares; y el Nasdaq, 22 trillones de dólares. La bolsa siguiente es Shangai, que vale algo más de 7 trillones de dólares.
Mientras la FED siga metiendo dinero en la economía, creo que la situación va a seguir siendo similar. Si bien ha empezado a reducir el ritmo, el hecho es que mes tras mes sigue llegando dinero fresco a los mercados, con las implicaciones ya conocidas. Realmente el punto de quiebre lo veremos cuando lleguemos a cero, pues ese día ya dejaremos de recibir el flujo para vivir solo del stock de dinero que es alto, pero que no se va a seguir alimentando. Si eso se da en mayo de 2022, podremos ver un verano relativamente agitado en los mercados el próximo año. Así fue la vez pasada, no hay razón para pensar que esta vez será diferente.
Claro, no todo tiene que ser un escenario catastrófico; ni más faltaba (y aclaro, los mercados pueden corregir, pero siempre tienen lógica que vaya al alza). Oportunidades siempre existirán (y en honor de la verdad, cabe anotar que las compañías norteamericanas en los últimos dos trimestres han tenido el mejor margen operativo desde la década de los 50, superando el 15%). Noviembre fue un buen ejemplo de ellas, pues aunque el índice agregado S&P 500 terminó negativo (0,6%), los sectores tradicionalmente defensivos (y que no les había ido bien, cabe decir), como los Servicios Públicos, tuvieron un retorno positivo de 2,5%. Realmente tener un manager local que aproveche dichas oportunidades, o estar en una plataforma offshore que brinda acceso a los sectores de manera desagregada, será totalmente clave.
Otra de las buenas acciones a tomar, será el exponerse a los activos no tradicionales, que han ganado mucha relevancia en los últimos años y, sin duda alguna, lo seguirán haciendo. El mundo internacional ofrece opciones casi infinitas, y para no alargarme, varias que han llamado mi atención recientemente: fondos de private equity con algún grado de liquidez; fondos de crédito privado a sectores específicos (ej, a constructores no residenciales en UK, que es un sector que viene rezagado); o fondos de infraestructura, que pueden tener un ciclo diferente y hasta ahora estar despegando.
Elpróximo año será retante y, en cierto sentido, muy divertido. Una montaña rusa de emociones, probablemente. Sin embargo, con tantas opciones de inversión disponibles, navegar los momentos de turbulencia que pueden llegar a presentarse, es más sencillo. Toca, eso sí, tener la mente abierta para explorar nuevas posibilidades, que se consiguen por montones y que cada día, están más al acceso de una amplia gama de inversionistas.
Bitcoin, ether, ripple o litecoin son algunas de las criptomonedas que han despertado la curiosidad de los inversores a lo largo de este año. Como consecuencia, las gestoras reconocen que sus clientes comienzan a preguntar por cómo tener exposición a esta clase de activo, poniéndoles en la tesitura de no poder ignorar que un nuevo “tipo de moneda” ha llegado al mercado.
Durante la presentación de perspectivas de este mes, algunas gestoras se han detenido a comentar el fenómeno de las criptomendas, destacando que se trata solo de la punta del iceberg. Pese a su previsible crecimiento, advierten de que aún falta una regulación clara que les permita abordar con garantías y transparencia esta clase de activo. En este sentido, hay dos tendencias claras: gestoras que apuestan por buscar exposición a la tecnología que está detrás de estas criptomonedas, es decir, al blockchain; y firmas que se han centrado en lanzar fondos, principalmente ETFs, para ofrecer esa exposición.
“A medida que la criptodivisa se generaliza, los gestores de activos tendrán que entender esta clase de activos emergentes y decidir si deben desarrollar su experiencia y ofrecer productos”, advierten desde Cerulli Associates. La firma de asesoramiento reconoce que los recientes avances en el espacio de la criptomoneda provocan que aumente su atractivo y participación en todo este ecosistema. Sin embargo, avisa de que las criptomonedas no son necesariamente apropiadas para todos los inversores o asesores “con ganas de probar algo nuevo”, ya que no es fácil de entender.
Según sus estimaciones, cerca del 70% de los asesores no esperan utilizar criptodivisas al crear carteras, pero cerca del 30% lo ha hecho o prevé dar este salto. “Es ciertamente posible que una amplia gama de gestores de activos encuentre su nicho y su capacidad para ofrecer la experiencia necesaria en la gestión de productos de criptodivisas. La criptomoneda puede ofrecer a los gestores activos la oportunidad de aportar su valor a través de su experiencia en un segmento de mercado opaco en el que los inversores buscan ayuda, especialmente teniendo en cuenta los retos a los que se enfrentan para superar a sus índices de referencia”, afirma Daniil Shapiro, director asociado de Cerulli Associates.
Balance 2021 y perspectivas para 2022
A finales de noviembre, el valor total del mercado mundial de criptomonedas alcanzó por primera vez la marca de los 3 billones de dólares, impulsado por las fuertes ganancias de las principales monedas. Sipho Arntzen, analista de Investigación de Next Generation en Julius Baer, considera que ese hito es un indicio más del sentimiento positivo y el impulso en torno a los activos digitales, tanto de los inversionistas minoristas como de los institucionales.
“Las ganancias anteriores en el mercado de las criptomonedas se han centrado en gran medida en dos monedas dominantes: bitcoin y ethereum, mientras que otras monedas más pequeñas se han quedado algo rezagadas en cuanto a su atractivo para los inversionistas. Por el contrario, las fuertes ganancias vistas en noviembre se han distribuido entre una serie de monedas líderes, en particular activos como solana y binance coin, lo que creemos que es indicativo de la ampliación del atractivo de los cripto que antes eran de nicho para la base de inversionistas”, añade Arntzen.
2021 ha sido un año relevante para el universo de las criptomonedas y de los activos digitales, y, según Benjamin Dean, director de activos digitales de WisdomTree, 2022 también lo será gracias a los avances tecnológicos y a su mayor uso. Ahora bien, ¿dónde podría crecer este espacio en el futuro y qué oportunidades podría generar? Según Dean hay algunas áreas claras como, por ejemplo, los pagos en las redes de activos digitales. “El desarrollo más importante de este caso de uso es la integración de las redes de activos digitales -y su funcionalidad de pago- en las plataformas de Internet existentes y en las aplicaciones de pagos móviles del día a día. Por ejemplo, el Twitter de Jack Dorsey ha comenzado a asignar billeteras Bitcoin Lightning a los perfiles de los usuarios, lo que permite que las personas se den propinas entre sí de forma económica, rápida y sin problemas a cambio de contenido”, explica.
El experto de WisdomTree suma dos áreas más de crecimiento de cara al próximo año.En primer lugar los tokens no fungibles (NFT), conocidos como coleccionables digitales, que han sido una de las partes emergentes del ecosistema de activos digitales en 2021. “Han atraído nuevos usuarios, particularmente de las industrias del entretenimiento y las artes, y han impulsado una inmensa actividad a través de plataformas como OpenSea. Es probable que las primeras iteraciones de modelos de negocio que se vean en este espacio durante 2021 evolucionen en un futuro próximo. Cuando se juntan desarrolladores con mentalidad técnica con creativos del arte, la música y los juegos, se genera una combinación ecléctica”, apunta Dean.
En segundo lugar, señala: “Los juegos son otra área en la que se impulsa la funcionalidad de los contratos inteligentes. Las redes de activos digitales brindan la infraestructura para respaldar tokens y economías en el juego, que sustentan muchos de estos mundos virtuales. A medida que las líneas entre el espacio de la carne y el ciberespacio continúan difuminándose, prepárese para ver cambios en la forma en que las personas interactúan financieramente, en donde un ejemplo de ello ya son los metaversos denominados actualmente por algunos”.
Eso sí, Dean reconoce que pensar más allá en el futuro del ecosistema de activos digitales es difícil debido a la imprevisibilidad de las comunidades de desarrolladores de código abierto, así como del proceso iterativo de prueba y error que caracteriza al motor empresarial. “Sin embargo, esto no es exclusivo de los activos digitales, ya que es una dinámica esencial que las nuevas tecnologías experimentan a lo largo de su desarrollo, comercialización y difusión. La última década tuvo varios altibajos en el ecosistema de activos digitales, los cuales todos han llevado al lugar donde se encuentra el espacio hoy en día. Asimismo, esto continuará a medida que se desarrolle una nueva funcionalidad técnica y los individuos den con nuevos problemas para los cuales la funcionalidad de las redes de activos digitales proporciona soluciones novedosas”, añade Dean.
Fondos de criptomonedas
En Estados Unidos, por ejemplo, los fondos de criptomonedas están en una etapa muy temprana. “Si bien la capacidad de comprar criptomonedas directamente ya existe, la disponibilidad de los fondos en criptomonedas está empezando a surgir, proporcionando a los inversionistas acceso a la clase de activo sin los obstáculos típicamente asociados con la inversión directa en criptomonedas”, explica Nicholas J. Elward, jefe de Productos Institucionales y ETF’s de Natixis IM.
Elward reconoce que los fondos en criptomonedas están ganando interés también fuera de EE.UU., a medida que los ETFs en bitcoins lanzados en Canadá a principios del 2021, seguidos poco después por ETFs en ethereum. “Los primeros ETFs de futuros en bitcoin en EE.UU. se lanzaron en octubre de 2021. Con una ganancia de 550 millones de dólares, este ETF registró uno de los primeros días de récords entre los ETFs. Desde entonces, otros ETFs similares se han lanzado también. Varias firmas de gestión de activos se han registrado en la SEC de EE.UU. con requerimientos de lanzar ETFs en bitcoin, no basados en futuros, y que podrían brindar mejore rastreo de los precios reales del bitcoin. Al igual que los ETFs de futuros de bitcoin, estos vehículos estarían más ampliamente disponibles que solo para inversionistas certificados”, añade.
Eso sí, el jefe de Productos Institucionales y ETF’s de Natixis IM advierte de que si bien el futuro podría ser brillante, los inversionistas deberían proceder con cautela: “Debido a que las criptomonedas son relativamente nuevas y no tienen flujo de efectivo, ganancias o una entidad de gobernanza, los inversionistas potenciales deberán ejercer cautela. Primero y lo más importante, deberán asegurarse que sus portafolios están bien diversificados y son capaces de soportar todas las condiciones del mercado. Deberán también calcular con cuidado su tolerancia al riesgo y garantizar que se sienten cómodos comprando un activo volátil, y una vez que se sientan listos, incursionar gradualmente en el terreno de las criptomonedas”.
El debate
Mientras este universo y los diferentes productos de inversión se siguen desarrollando, el debate sobre las criptomonedas continuará el próximo año. “El bitcoin y las demás criptodivisas privadas suponen actualmente un dolor de cabeza para los bancos centrales, una competencia indeseada que pone en jaque el monopolio estatal del dinero que administran. Si las criptomonedas privadas sustituyeran poco a poco al dinero actual, los bancos centrales ya no podrían utilizar la emisión monetaria para controlar la economía y financiar al Estado”, apuntan desde Flossbach von Storch.
Por este motivo, desde la gestora prevén que los bancos centrales seguirán trabajando en sus proyectos de monedas digitales, como es el caso de la Unión Europea y su euro digital. “La creación monetaria mediante un algoritmo pretendía evitar las burbujas y las crisis de crédito desencadenadas por la generación de dinero crediticio. En cambio, lo único que se pretende con el euro digital es añadir una nueva variante a ese tipo de dinero. Si el euro digital fuera un coche, podríamos decir que tendría el aspecto de un coche eléctrico moderno, pero bajo el capó seguiría habiendo un motor de combustión, que es precisamente la creación de dinero mediante préstamos bancarios”, concluyen.
Jean-Pascal Porcherot se convertirá en socio director de Lombard Odier a partir del 1 de enero de 2022, aunque su nombramiento está pendiente aún de la aprobación de las autoridades competentes. Desde la compañía destacan que se trata de un “gestor experimentado que conoce a la perfección Lombard Odier”, y puntualizan que permanecerá ubicado en Ginebra.
Dentro de la organización, será responsable de Lombard Odier Investment Managers (LOIM), la división de gestión de activos del Grupo, y seguirá dirigiendo LOIM junto con Nathalia Barazal. Además, a partir del 1 de enero de 2022, el equipo de Socios del Grupo Lombard Odier estará formado por Patrick Odier, Hubert Keller, Frédéric Rochat, Denis Pittet, Annika Falkengren, Alexandre Zeller y Jean-Pascal Porcherot. Representan hasta la séptima generación de banqueros, propietarios y directivos de la empresa.
A raíz de este nombramiento, Patrick Odier, socio director senior del Grupo, ha señalado: “Jean-Pascal Porcherot encarna plenamente los valores de Lombard Odier y estamos muy contentos de darle la bienvenida al equipo de Managing Partners. A lo largo de los últimos diez años, sus reconocidos conocimientos, su visión estratégica y su experiencia profesional han contribuido en gran medida al desarrollo de nuestro Grupo y naturalmente, contribuirá a la complementariedad del equipo de socios”.
Por su parte, JeanPascal Porcherot, ha declarado: “Tengo el honor de convertirme en Managing Partner y de poder contribuir al éxito a largo plazo del Grupo. Los valores de Lombard Odier, su independencia y su compromiso con la sostenibilidad en el centro de su filosofía empresarial y de inversión constituyen una propuesta única para los clientes», ha declarado”.
Jean-Pascal Porcherot se unió a Lombard Odier en 2009 para ayudar a desarrollar las estrategias de inversión alternativa dentro de LOIM. Fue nombrado director general del negocio de fondos de cobertura (1798 Alternatives) en 2015. Bajo su dirección, la marca 1798 se convirtió en el símbolo de una oferta de fondos de cobertura especializada y diferenciada. Respecto a su carrera profesional, ha forjado su experiencia en varias instituciones bancarias y financieras internacionales de renombre, como J.P. Morgan y Lazard Frères. Antes de incorporarse a Lombard Odier, fue director general en Deutsche Bank. Nacido en 1971, es de nacionalidad francesa y tiene un postgrado en matemáticas aplicadas a los mercados financieros por la Universidad Pierre et Marie Curie y un título de ingeniero por la Escuela Nacional Superior de Telecomunicaciones de París.
WisdomTree amplía su gama de ETFs UCITs con el lanzamiento del fondo WisdomTree BioRevolution UCITS ETF (WDNA). Este nuevo vehículo de inversión, que ha comenzado a cotizar en la Bolsa de Valores de Londres y Börse Xetra, busca seguir el precio y rendimiento, excluyendo comisiones y gastos, del índice WisdomTree BioRevolution ESG Screened Index (WTDNA), con una tasa de gastos del 0.45%.
Según explica la gestora, el ETF ofrece acceso a empresas asociadas con las actividades de BioRevolución a través de la inversión en compañías cotizadas que se espera que lideren las transformaciones y avances de la genética y la biotecnología, y cumplan con los criterios ASG (ambientales, sociales y de gobernanza) de WisdomTree.
“La revolución de la biología está creando una oportunidad de inversión histórica equivalente a las revoluciones industrial y de internet. Los avances en biotecnología podrían representar las mayores innovaciones de nuestra vida. La revolución de la biología tiene un enorme potencial para abordar y mitigar algunos de los desafíos más urgentes que enfrenta la humanidad hoy en día, ya sea el cambio climático, la escasez de alimentos o el control de enfermedades y pandemias. Las innovaciones nuevas y transformadoras podrían tener un impacto profundo en la sociedad y el medio ambiente, mejorando la calidad de vida de muchos”, ha destacado Chris Gannatti, responsable global de Análisis de WisdomTree.
La firma quiere aprovechar el conocimiento provisto por el Dr. Jamie Metzl, uno de los tecnólogos futurista líderes a nivel mundial y estratega especial para WisdomTree, en su construcción del índice WisdomTree BioRevolution ESG Screened, el cual identifica sectores e industrias clave de los que se espera que sean los de mayor transformación por los avances de la ciencia biológica y la tecnología.
En este sentido, según explica el Dr. Jamie Metzl, autor de la obra Hackeando a Darwin: la ingeniería genética y el futuro de la humanidad, “las revoluciones de la genética y la biotecnología no solamente cambiarán nuestros sistemas de salud, permitiéndonos vivir vidas más saludables y más largas”. En su opinión, también transformarán fundamentalmente nuestro mundo mucho más allá de la atención médica.
“Las mismas tecnologías que impulsan la innovación en el cuidado de la salud tendrán un impacto sísmico en industrias como la agricultura, los materiales, la energía y el procesamiento de información, revolucionando las formas en que tratamos las enfermedades, cultivamos alimentos, producimos materiales y procesamos datos. Si el siglo XIX fue el siglo de la química y el XX de la física, el XXI será el siglo de la biología. Estoy encantado de colaborar con el increíble equipo de WisdomTree y descubrir algunas de las oportunidades que presenta esta megatendencia histórica”, argumenta Metzl.
En este contexto, la gestora explica el lanzamiento de este nuevo fondo, que es el quinto ETF en la gama temática UCITS de WisdomTree que también comprende los ETFs que proporcionan exposición a las temáticas de la inteligencia artificial, el cloud computing, la ciberseguridad y la tecnología de baterías. La gama temática UCITS de WisdomTree, lanzada en 2018 con solamente un producto, ahora tiene 1.800 millones de dólares en activos bajo gestión.
“Nuestro enfoque de asociarnos con expertos para construir índices dentro de nuestra gama de productos temáticos ha resonado con los inversores y generado fuertes rentabilidades. Este enfoque ha contribuido a la construcción de una plataforma de 1.800 millones en dólares de productos temáticos diferenciados que brindan una exposición pura y transparente a la temática a través de un ETF. El WDNA reúne todos los elementos de la revolución de la biología y se encuentra en el punto óptimo de la innovación y la diversificación”, añade Alexis Marinof, responsable para Europa de WisdomTree.
Principales características del fondo
Desde la gestora, explican que el WisdomTree BioRevolution UCITS ETF fusiona las evaluaciones cualitativas y cuantitativas de los valores elegibles en un esfuerzo por identificar una cartera con las mejores empresas que trabajan a la vanguardia de estos avances biológicos a través de cuatro temas. El primero es salud humana, ya que considera que la aplicación de tecnologías genéticas para la prevención y tratamiento de las enfermedades conducirá a mejoras significativas de la salud humana, el bienestar y la longevidad, siendo el desarrollo de vacunas un ejemplo destacado.
A esto se añade, agricultura y alimentos. “Las revoluciones de genética y biotecnología transformarán progresivamente la agricultura, la acuicultura y la producción de alimentos generando modelos más saludables y sostenibles para alimentar a nuestra creciente población”, sostienen desde la gestora.
En tercer lugar, aborda el ámbito de los materiales, productos químicos y energía: la reingeniería biológica será utilizada para producir un mayor porcentaje de resultados físicos necesarios para la fabricación. Por último, el ETF invierte en “maquinaria biológica e interfaces”. Desde la entidad señalan que el WDNA está registrado para la venta en Austria, Dinamarca, Finlandia, Alemania, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Holanda, España, Suecia y Reino Unido.
Ámsterdam ha logrado la primera posición en el Índice de Ciudades Europeas Sostenibles de Schroders, que valora la respuesta que las urbes dan para frenar el cambio climático. La ciudad supera a Londres y París, que se quedan en el segundo y tercer puesto, respectivamente.
«Tanto Ámsterdam como París obtuvieron buenos resultados gracias a su ambicioso objetivo de que el 100% de la energía proceda de fuentes renovables para 2050. En esta categoría, Londres se quedó algo atrás, con un objetivo del 15% para 2030. Esta cifra se sitúa por debajo de la directiva de la UE sobre energías renovables, cuyo objetivo es que el 27% del consumo final de energía proceda de fuentes renovables para 2030 y que se utilizó como indicación de las mejores prácticas para orientar la puntuación en esta categoría», ha indicado Hugo Machin, director de Cartera y Codirector de Ciudades Globales de Schroders.
El índice evalúa el plan de sostenibilidad de acuerdo con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las ciudades europeas que superan el millón de habitantes, es decir, en total de 59 ciudades. Así, se clasifican en función de 13 políticas medioambientales igualmente ponderadas. Estas abarcan áreas como los objetivos de consumo de energías renovables, el transporte público más limpio, las estaciones de carga de vehículos eléctricos públicos, los plásticos de un solo uso, la calidad del aire, los planes climáticos, los objetivos de neutralidad de carbono y la política de residuos.
Ámsterdam, Londres y París obtuvieron puntuaciones similares en todas las categorías de políticas, en gran medida respaldadas por los exhaustivos planes climáticos de las ciudades. Además, los primeros puestos del índice están dominados por ciudades de Europa occidental y septentrional, mientras que las urbes de Europa del Este se han situado en el extremo inferior del índice, con la excepción de Praga y Sofía.