El Comité de Relaciones Comunitarias de la FIBA entregará este lunes juguetes a los niños del Miami Lighthouse for the Blind and Visually Impaired.
La campaña de recolección fue realizada por el comité de FIBA junto al Comité de Liderazgo de Mujeres (WLC) bajo el nombre de Toy Drive.
“Como lo hemos hecho en los últimos cuatro años, patrocinaremos una colecta de juguetes, por lo que les pedimos humildemente que nos ayuden en nuestra misión de llevar alegría navideña a los niños atendidos por esta organización”, dice el comunicado emitido por la organización.
La FIBA detalló que las anteriores campañas navideñas “fueron verdaderos éxitos”, que no hubieran podido lograr sin el apoyo de la personas de la industria.
Todos los fondos recaudados se utilizaron para comprar el tipo de juguetes necesarios para satisfacer las necesidades especiales de los niños.
Después de la última renovación de directorio de CFA Society Chile, un ejecutivo de BTG Pactual quedó al mando de la entidad en el país andino, además de sumar tres charterholders en su cumbre de liderazgo.
Según informó CFA Society a través de un comunicado, Hugo Aravena se desempeñará como presidente entre 2022 y 2023, quedando al mando del organismo que agrupa a los 166 profesionales de la industria financiera que cuentan con esta certificación en el país.
Aravena es ingeniero comercial de la Universidad de Chile, cuenta con más de 14 años de experiencia en la banca de inversiones y la administración de portafolios, y actualmente se desempeña como director de Portfolio Solution & Asset Allocation en BTG Pactual Wealth Management.
“En primer lugar agradezco la confianza de mis colegas y a María Alicia Montes por todo su trabajo durante estos años, ya que gracias a su liderazgo como profesional y como primera mujer a la cabeza de CFA Society hemos logrado dar a conocer nuestra labor ampliamente”, indicó el ejecutivo en la nota de prensa.
Sobre la anterior presidenta, Montes, Aravena destacó que “su trabajo incansable al frente de nuestra Asociación permitió que más profesionales decidieran tomar el desafío de certificarse como CFA, para así contribuir a un mercado de capitales cada vez mejor”.
En su cuenta pública, María Alicia Montes valoró el esfuerzo de la Asociación durante este periodo y enfatizó que “es increíble constatar cómo, a pesar de ser un año desafiante en que aún nos hemos visto enfrentados al distanciamiento producto de la pandemia, cuando se cuenta con personas motivadas y que trabajan por un objetivo común, se alcanzan enormes logros”.
Algunos de estos hitos fueron desarrollar las competencias universitarias Research Challenge y Ethics Challenge, así como convertir a CFA Society Chile en la primera entidad patrocinadora del Global Investment Performance Standards (GIPS®) en Chile.
Además del nombramiento de Aravena, la asociación renovó su directorio y nombró a Pamela Auszenker como vicepresidenta, Nicolás García Huidobro como secretario, Javier García como tesorero y Pablo Urzúa, Gustavo Price y Nicolás Álvarez como directores.
Auszenker es una cara conocida en BCI Corredores de Bolsa, donde actualmente trabaja como jefa de Marketing y comunicaciones de Banco BCI, mientras que García Huidobro es Co-Portfolio Manager y Senior Research Analysten Compass Group LLC y García es Managing Partner en Atacama Invest.
Por su parte, Urzúa se desempeña como gerente comercial de SURA Inversiones; Price destaca por su paso por AFP Cuprum, donde llegó a ser gerente de inversiones; y Álvarez es director financiero y socio de Deltahedge.
Cuando una empresa se encuentra en problemas de liquidez, con una deuda elevada y tiene pérdidas o sus operaciones no logran generarle las ganancias necesarias para hacerle frente a sus compromisos con los acreedores, tiene que establecer medidas que resuelvan sus problemas de fondo y no nada más llevar a cabo un maquillaje de sus estados financieros o medidas de solución temporal.
Resolver realmente los problemas de fondo requiere, entre varias medidas, inyectarle capital a la empresa y para que ese fortalecimiento sea fructífero es necesario reducir costos, renegociar los pagos de deuda y dedicar los recursos a las actividades que le generen mayores ganancias en el futuro. Se debe revisar a fondo el modelo de negocio, deshacerse de todas aquellas líneas que no sean rentables y enfocar todos los recursos y esfuerzos a las actividades que sean más rentables para lograr sacar a flote a la empresa.
Pemex tiene una elevada deuda, asciende a 113.000 millones de dólares y ha registrado pérdidas durante varios años. Con el objetivo de resolver la situación de Pemex el gobierno le ha otorgado diversos apoyos. Le redujo la carga impositiva, le disminuyó los derechos que paga por extraer petróleo de 52% a 40%, le inyectó 2.800 millones de dólares en agosto de 2020 y en diciembre de 2021 le inyectó otros 3.500 millones de dólares, un total de 6.300 millones de dólares en 16 meses. Esto ha permitido pagar menos impuestos así como mejorar los costos de la deuda y sus plazos, pero es insuficiente para representar una solución definitiva para el verdadero problema de la empresa.
De enero a septiembre de 2021 Pemex registró, antes de pago de impuestos, una utilidad de 111.014 millones de pesos, pero ello se debió a su actividad de exploración y producción la cual tuvo una utilidad de 241.592 millones de pesos, en tanto que el área de transformación industrial tuvo una pérdida de 111.135 millones de pesos. Eso quiere decir que Pemex gana en producir petróleo pero pierde en el proceso de transformarlo, situación que se ha presentado desde hace varios años. Por lo tanto, una solución de fondo al problema financiero debe ser concentrarse donde se gana y abandonar las líneas de negocio donde se pierde, como es el caso de refinar el petróleo. La situación se va a empeorar para Pemex si no orienta el camino, porque está por adquirir la refinería Deer Park en Texas, Estados Unidos, la cual hasta el 30 de septiembre de este año había perdido 380 millones de dólares. La construcción de la refinería de Dos Bocas no aparece en los gastos de Pemex, la está pagando el gobierno federal, pero cuando inicie operaciones los ingresos y gastos que genere van a aparecer en las cuentas de Pemex y opacarán, junto con las pérdidas de Deer Park las ganancias que genera la explotación de petróleo.
Los programas de apoyo a Pemex que se han anunciado y sus planes de negocio nunca han establecido medidas encaminadas a reducir los costos de operación, elemento fundamental para tener soluciones de fondo. A pesar de las reducciones que se han dado en el volumen de producción de petróleo y en los precios, la planta laboral de Pemex, a diferencia de las empresas petroleras de todo el mundo, no se ha reducido en la proporción que ha bajado la producción. Se necesita realizar una verdadera reingeniería de los procesos internos para utilizar los factores de una manera más eficiente y producir más con los mismos recursos.
Si realmente se quiere fortalecer a Pemex y que genere riqueza para el país, hay que instrumentar soluciones de fondo a sus problemas, concentrarla en las actividades rentables, que generen riqueza. De lo contrario, la empresa va a requerir constantemente inyecciones de capital y el gobierno la estará financiando constantemente a costa de cubrir otras necesidades más apremiantes en materia de salud y educación.
Mientras que las fuentes tradicionales de asignación de activos en América Latina se han reducido, el mercado interno brasileño, las afores y US Offshore se muestran como oportunidades, según la última investigación Latin American Distribution Dynamics 2021: Charting the Future for Latin American Retail and Institutional Asset Gathering de Cerulli.
El impulso del negocio en Brasil
El mercado interno brasileño, que tiene un valor de más de un billón (o trillion según el idioma anglosajón) de dólares, pero con un sesgo tradicionalmente extremo hacia los fondos de bonos locales, se ha visto impulsado por el negocio de fondos subordinados domiciliados localmente y otros vehículos que asignan fondos extraterritoriales y ETFs.
Las entradas durante el primer trimestre de 2021 alcanzaron los 2.600 millones de dólares, seguidas por 4.000 millones en el segundo trimestre.
“Con la combinación de productos adecuada, un administrador de activos puede esperar razonablemente acumular 500 millones de dólares o más durante sus primeros tres años de ofrecer fondos en Brasil», comentó Thomas Ciampi, director de Latin Asset Management de Cerulli para América Latina.
De la investigación se desprende que una mayor actividad de adquisiciones podría estar en el horizonte a medida que los managers evalúen sus opciones de entrada al mercado.
“Hay más de 700 managers locales activos en el país, la mayoría de los cuales luchan porque sus productos de renta fija producen rendimientos negativos en el entorno actual de tasas bajas. Un jugador local con sólidas relaciones y experiencia podría servir como trampolín para que un gerente internacional recaude activos rápidamente”, agregó Ciampi.
Las afores en pleno aumento de activos bajo administración
Por otro lado, el mercado mexicano de pensiones de las afores, con un tamaño de 225.000 millones de dólares, también sirve como un punto brillante de oportunidad, explica Cerulli.
Estos fondos de pensiones ahora pueden invertir internacionalmente utilizando fondos activos. Las afores de México disfrutaron de un gran aumento en AUM, ya que los flujos hacia el sistema no se vieron afectados significativamente por la pandemia y los retornos de los fondos en sí, ahora estructurados como fondos con fecha objetivo, están dando mejores resultados debido a un espectro de inversión más amplio y un horizonte de tiempo más extenso.
“Los managers en México de repente se sienten liberados para asumir más inversiones a largo plazo, justo en un momento en que se aprueba la venta de fondos activos del exterior en el país. En comparación con los problemas que enfrentan las pensiones en Chile y Perú, México se perfila como el país a vigilar en busca de gerentes activos en el exterior”, sugirió Ciampi.
El segmento US Offshore en plena recuperación
Por último, resurgiendo como una opción atractiva para los inversores minoristas, el segmento US Offshore se está recuperando después de un período de crecimiento moderado.
Con 150.000 millones de dólares, el negocio se ha disparado a medida que los latinoamericanos ricos mueven activos fuera de sus países de origen debido a las políticas inducidas por la pandemia, el estado paralizado de las economías regionales y los bajos rendimientos de los bonos locales de renta fija.
“Los inversores de la región buscan activos de vanguardia y un entorno más amigable”, agrega Ciampi, y detalla que lo están encontrando en Houston, Miami y en la costa Oeste.
El informe cita la demanda de fondos de bonos flexibles que invierten en varios instrumentos de deuda, fondos de renta variable temáticos y orientados a sectores, y fondos de renta variable asiáticos y fondos de renta variable europeos, como los tipos de productos más populares. También observa un creciente interés en las estrategias con criterios ESG.
Marco Costa se unió a Bradesco en Coral Gables tras abandonar UBS, según su perfil de LinkedIn.
El advisor que comenzó en Citi en 2014 y en marzo de 2021 había pasado a UBS se registró por Bradesco el pasado octubre, según su perfil de BrokerCheck.
Costa comenzó en Citi en Manhattan, donde estuvo hasta 2017 cuando pasó a ser advisor para clientes internacionales.
Este fichaje se suma al de Fernando Notari y Luciano Gani que ingresaron al banco a mitad de año para potenciar el sector de US Offshore.
Mientras los inversores buscan rendimientos y se abren cada vez más a los mercados privados, uno de los fondos de pensiones de Uruguay, AFAP SURA, organizó un recorrido por sus inversiones en la economía real, y de paso mostró la eficacia que está teniendo el vehículo “fideicomiso” en el país rioplantense, con redimientos que van del 5% al 9% anual.
Ante clientes, socios y periodistas, la recorrida comenzóen la escuela y el polo tecnológico de Maroñas y Jardines del Hipódromo. Se trata de una escuela de nueve aulas que alberga hasta 240 niños de educación inicial y primaria en más de 1.400 metros cuadrados, a la que se suma un centro de Educación Técnico Profesional de 2.800 metros cuadrados ya entregado a ANEP, que comenzará a operar en el próximo año lectivo.
Las instalaciones visitadas son un ejemplo centros educativos que se han desarrollado en todo el país con el financiamiento de los ahorros previsionales.
A través de estos proyectos de PPP Educativas se están gestionando 143 centros educativos, que incluyen 44 Jardines de Infantes, 42 CAIF, 38 escuelas primarias, nueve polos tecnológicos y diez polideportivos, la mayoría de ellos en el interior del país. Asimismo, se han construido y reparado corredores viales en diferentes rutas del país.
Los fideicomisos y el sistema PPP
Estas inversiones se llevaron adelante con el sistema de Participación Público Privada (PPP) bajo la modalidad de fideicomisos financieros, que separan el capital del emisor del capital del proyecto concreto, lo que brinda más garantías y permite diversificar la inversión y obtener un mayor rendimiento que en las colocaciones tradicionales en bonos del tesoro o letras de regulación monetaria.
“En AFAP SURA tenemos el compromiso de elegir las mejores opciones de inversión para nuestros afiliados y a su vez apoyar el financiamiento de obras que empujan el desarrollo del país, de su economía y de su gente”, expresó Santiago Hernández, gerente de Inversiones de AFAP SURA.
La estructura como fideicomiso establece un gestor fiduciario que brinda garantías de que los fondos efectivamente se destinen a lo que está previsto y libera fondos adicionales contra avances de obra o indicadores de gestión.
A su vez, se instaura un gestor de la propia obra que asume no solo la construcción, sino el mantenimiento futuro, garantizando que la escuela tenga siempre paredes pintadas, escritorios funcionales, paredes sin fisuras y techos sin goteras, y los directores y docentes puedan enfocarse en enseñar y no en cuestiones operativas y de mantenimiento.
A cambio, el Estado habilita una serie de pagos por la disponibilidad de uso de la infraestructura a lo largo de los años de duración del contrato, que oscila en el entorno de los 20 años.
En concreto, CAF AM Administradora de Activos Uruguay S.A., empresa subsidiaria de CAF –banco de desarrollo de América Latina-, es la encargada de gestionar el fideicomiso que canaliza los fondos a estos proyectos de PPP Educativas, que se financian a largo plazo con los fondos de inversores institucionales como las AFAP.
El Ferrocarril Central y el WTC Free Zone
Actualmente CAF AM gestiona unos 1.000 millones de dólares repartidos en dos fondos que invierten en obras de infraestructura y PPP Educativas y el fondo del Ferrocarril Central.
La recorrida continuó por las obras en proceso del Ferrocarril Central en Capurro, donde se pudo observar el lugar donde estarán las vías y los diferentes pasos a nivel que se están construyendo.
La obra implica una inversión de 900 millones de dólares y se lleva adelante con aporte de los fondos previsionales que gestionan las AFAP por unos 300 millones de dólares, lo que equivale al financiamiento de un tercio de la inversión.
La recorrida culminó con un almuerzo en World Trade Center, donde se pudo observar el desarrollo de World Trade Center Free Zone, lugar de trabajo de 3.000 personas que se desempeñan en 200 empresas con foco en tecnología, servicios profesionales y financieros.
Las AFAP invierten en World Trade Center Free Zone a través de la adquisición de certificados de participación del Fideicomiso Rentas Inmobiliarias Orientales (RIO), el cual adquirió el 12% de las acciones de la sociedad titular de las acciones del complejo de servicios. De esta forma los afiliados de las AFAP recogen la rentabilidad que surge de las ganancias de la gestión de la zona franca.
Actualmente las AFAP de Uruguay gestionan cerca de 17.000 millones de dólares, de los cuales invierten un 18% en activos reales, que están compuesto de inversiones en la economía real, y se dividen en un 36% en infraestructura, 25% en proyectos forestales, 21% en proyectos de desarrollo y de rentas inmobiliarias, 11% en emprendimientos agrícolas y un 7% en parques eólicos.
Particularmente AFAP SURA tiene activos bajo manejo por más de 3.100 millones de dólares, de los cuales 580 millones de dólares corresponden a inversiones comprometidas a realizar en activos alternativos (certificados de participación de fideicomisos financieros), lo que representa un 18,5% del total de los fondos.
Rentabilidades entre el 5% y el 9% anual
Este tipo de inversiones se adecua al período de vida activa de los trabajadores, ya que combina la inversión de largo plazo que necesita un trabajador hasta su retiro, con el financiamiento de largo plazo que requieren las obras de infraestructura. Al mismo tiempo hace crecer los ahorros de los afiliados ofreciendo diversificación y pagando una prima por la menor liquidez y el mayor plazo.
Un bono soberano a 10 años hoy paga en el entorno del 3% en dólares, mientras que la inversión en este tipo de activos reales paga rentabilidades de entre 5% y 9% anual, convirtiendo esa mayor rentabilidad en una mejor renta vitalicia al retiro.
Actualmente del fondo total que administran las AFAP, un tercio corresponde a aportes y dos tercios a rentabilidad gestionada a lo largo de los 25 años del sistema.
“Para nosotros es un orgullo poder mostrar estas obras, que son fruto de los ahorros de los uruguayos y ejemplo del cuidado con los que se administran para poder brindarles tranquilidad al momento de su retiro”, concluyó Hernández.
¿Son transitorias las actuales tasas de inflación o es probable que persistan? Esta es la pregunta dominante en los mercados de capitales en este momento. Mirando hacia el año de inversión 2022, también cabría preguntarse: ¿la burbuja de los mercados de capitales es transitoria o durará más?
Esta pregunta es importante porque en el actual entorno de mercado de valoraciones muy por encima de la media, los inversores tienen que preguntarse qué es transitorio y qué es sostenible, y no sólo cuando se trata de la inflación. Los accionistas están contemplando un año en el que han ganado más del 20% de media hasta ahora1, gracias a empresas que han aumentado sus beneficios casi un 50% interanual en los primeros nueve meses. Ello se debe, en parte, a que estas empresas han podido repercutir fácilmente los aumentos de costes a los consumidores, especialmente en el caso de los bienes, mientras que los salarios aún no han subido de forma generalizada. Esto ha dado lugar a un margen de beneficio neto históricamente alto, de casi el 13% en el S&P 5002 En el pico cíclico de 2007, todavía era inferior al 10%.
A esto se añade un sector público extraordinariamente derrochador. Las previsiones actuales sugieren que el gobierno estadounidense habrá gastado una media del 11% del producto interior bruto (PIB) más de lo que ha recaudado en impuestos durante los años 2020-223 Este nivel de estímulo fiscal suele verse más bien en tiempos de guerra. Y luego están los tipos de interés. Los rendimientos del Tesoro estadounidense a diez años han estado en un canal descendente durante 35 años y aún no han salido de él. Los rendimientos reales (ajustados a las expectativas de inflación de los inversores en bonos) han sido negativos durante casi dos años. ¿Cuál de estas condiciones es temporal y cuál sostenible?
Echemos un breve vistazo atrás. A día de hoy, 2021 ha sido un año muy bueno para los activos de riesgo, especialmente la renta variable. Menos aún para la renta fija. No nos sorprendió la subida de los activos de riesgo, sino más bien la magnitud de esa subida, sobre todo porque hubo algunos tropiezos en el camino: los problemas de la cadena de suministro, las reformas regulatorias de China, las oleadas recurrentes de Coronavirus y el repunte de la inflación.
En vista del actual repunte cíclico, fuerte pero temporal, seguimos centrándonos en una combinación de acciones value de growth y de cíclico. Esto nos lleva a una distribución regional equilibrada. Después de un año relativamente débil, las bolsas de Asia podrían volver a cerrar la brecha con el mercado general en 2022, pero creemos que podría haber más noticias que perturben el mercado desde China, en particular en la primera mitad del año. Mientras que Estados Unidos se inclina hacia el segmento de crecimiento, Europa, Japón y Asia representan más bien el componente cíclico. Este último incluye también valores industriales, algunos de los cuales vemos como grandes ganadores de las políticas de descarbonización. El término clave es la tecnología limpia. La sostenibilidad, como también demuestra el amplio interés que suscita la conferencia sobre el clima celebrada en Glasgow, debería ascender aún más en la agenda. Nuestra conclusión de la cumbre es que se logró más de lo esperado, pero menos de lo necesario.
El entorno económico descrito anteriormente también sigue favoreciendo algunos tipos de inversiones alternativas. El segmento de las infraestructuras está atrayendo a los inversores por su buena adaptabilidad al alza de los precios. Y también seguimos viendo muchos nichos interesantes en el segmento inmobiliario. Además del espacio logístico, esto incluye, en particular, viviendas asequibles y sostenibles en las proximidades de las grandes ciudades.
Todos estos temas siguen siendo relevantes en 2022, pero creemos que sobre todo en la primera mitad del año. Por lo tanto, esperamos otro año de tasas de crecimiento por encima del potencial para la mayoría de los países. En concreto, esperamos que la eurozona crezca un 4,6%, la primera vez desde 2017 que crecería más rápido que Estados Unidos, con un 4,0%. Esperamos que China crezca «solo» un 5,3% y la India un 7,5%.
Este panorama positivo se complementa con nuestras expectativas de inflación, que son de una caída por debajo del 3% de inflación en EE.UU. y la zona euro4 Además de los efectos de base, por ejemplo en los precios del petróleo, y los impuestos en Alemania, el creciente reajuste entre la demanda y la oferta también debería contribuir a la caída de la inflación en la segunda mitad del año, a medida que la oferta se recupera. Creemos que esto restará presión a los bancos centrales para que actúen. En nuestra opinión, la Fed detendrá sus compras netas de bonos a mediados de 2022 y luego subirá los tipos una vez hasta finales de 2022. El BCE probablemente reducirá las compras de bonos en 2022, pero mantendrá sus tipos de interés en su actual nivel extremadamente bajo, probablemente también en 2023. De todos modos, las tasas de crecimiento deberían disminuir en 2023, ya que es probable que el rebote de COVID-19 haya terminado. Esperamos que la Eurozona crezca sólo un 1,6% en 2023, y Estados Unidos un 2,8%. La economía mundial volverá así a la senda del crecimiento moderado, que en su día denominamos «ciclo de la tortuga» en 2014. Sin embargo, esta vez es probable que el crecimiento vaya acompañado de tasas de inflación ligeramente superiores.
La implicación más importante para las clases de activos a partir de este escenario económico es que no esperamos ningún repunte fuerte de los tipos de interés. Vemos que el rendimiento de la deuda pública estadounidense a diez años, principal referencia de los mercados financieros, sólo aumentará hasta el 2% a finales de 2022. Es probable que los tipos de interés reales sigan siendo claramente negativos. Y eso significa probablemente que el entorno para los activos de riesgo sigue siendo bueno, especialmente para la renta variable, que también puede ofrecer protección contra la inflación moderada. Las empresas con alto poder de fijación de precios, en las que nos centramos, lo están haciendo especialmente bien. Vemos el potencial de ganancias en el precio de las acciones en un rango porcentual de un solo dígito. Este sería el cuarto año consecutivo en el que la renta variable tiene un comportamiento positivo, una racha que se mantiene en el contexto de la pandemia del siglo.
En cuanto a la renta fija, habrá que ser selectivo en 2022. En nuestra opinión, los bonos del Estado, especialmente los de más largo plazo, seguirán pasándolo mal en un entorno de subida de los tipos de interés. Además, es probable que la volatilidad siga siendo similar a la de la segunda mitad de este año, incluso para los vencimientos más cortos, especialmente en la primera mitad de 2022, ya que es probable que los mercados pongan a prueba las intenciones de los bancos centrales de subir los tipos de interés, comunicadas en sus declaraciones políticas.
Después de un año más débil para los bonos corporativos -sólo los bonos de alto rendimiento de EE.UU. han mostrado una rentabilidad positiva hasta ahora-, esperamos que las cifras vuelvan a ser mejores en 2022. A ello debería contribuir el entorno económico, las tasas de impago increíblemente bajas y un mejor equilibrio entre la oferta y la demanda. También esperamos un año mejor para los bonos de los mercados emergentes, aunque es probable que una mayor ambigüedad en China o un fortalecimiento temporal del dólar eclipse en parte los beneficios del aumento de los precios de las materias primas.
1.Índice MSCI World, rendimiento en lo que va de año hasta el 11 de noviembre de 2021; Fuente: Bloomberg Finance L.P.
2.Bloomberg Finance L.P. a 23/11/21. Tenga en cuenta que los cambios en las ponderaciones sectoriales también han contribuido a ello.
3.Bloomberg Finance L.P. a 23/11/21
4.PCE subyacente de EE.UU. e IPC de la Eurozona
Disclaimer
Sólo para inversores institucionales. Queda estrictamente prohibida la distribución de este material. Sólo para uso de inversores institucionales y representantes registrados. No está destinado a su visualización o distribución pública. La rentabilidad pasada no es un indicador fiable de la rentabilidad futura. Las previsiones se basan en suposiciones, estimaciones, opiniones y modelos o análisis hipotéticos, que podrían resultar inexactos o incorrectos. DWS y FundsSociety no están afiliados.
Información importante sobre el riesgoDWS es la marca de DWS Group GmbH & Co. KGaA y sus filiales bajo las cuales operan sus actividades comerciales. Las respectivas entidades legales que ofrecen productos o servicios bajo la marca DWS se especifican en los respectivos contratos, materiales de venta y otros documentos de información de los productos. DWS, a través de DWS Group GmbH & Co. KGaA, sus empresas afiliadas y sus funcionarios y empleados (colectivamente «DWS») comunican este documento de buena fe y sobre la siguiente base.
Este documento se ha elaborado sin tener en cuenta las necesidades de inversión, los objetivos o las circunstancias financieras de ningún inversor. Antes de tomar una decisión de inversión, los inversores deben considerar, con o sin la ayuda de un asesor de inversiones, si las inversiones y estrategias descritas o proporcionadas por DWS son apropiadas, a la luz de sus necesidades particulares de inversión, objetivos y circunstancias financieras. Además, el presente documento tiene únicamente fines informativos y de debate y no constituye una oferta, recomendación o solicitud para realizar una transacción, y no debe considerarse como un asesoramiento en materia de inversión.
El documento no fue producido, revisado o editado por ningún departamento de investigación dentro de DWS y no es una investigación de inversiones. Por lo tanto, las leyes y reglamentos relativos a la investigación de inversiones no se aplican al mismo. Cualquier opinión expresada en este documento puede diferir de las opiniones expresadas por otras entidades legales de DWS o sus departamentos, incluyendo los departamentos de investigación.
La información contenida en este documento no constituye un análisis financiero, sino que se califica como comunicación de marketing. Esta comunicación de marketing no está sujeta a todas las disposiciones legales que garantizan la imparcialidad del análisis financiero ni a ninguna prohibición de negociación antes de la publicación de los análisis financieros.
Este documento contiene declaraciones prospectivas. Las declaraciones prospectivas incluyen, pero no se limitan a suposiciones, estimaciones, proyecciones, opiniones, modelos y análisis hipotéticos de rendimiento. Las declaraciones prospectivas expresadas constituyen el juicio del autor a la fecha de este documento. Las declaraciones prospectivas implican elementos significativos de juicios y análisis subjetivos y los cambios en los mismos y/o la consideración de factores diferentes o adicionales podrían tener un impacto material en los resultados indicados. Por lo tanto, los resultados reales pueden variar, tal vez materialmente, de los resultados contenidos en este documento. DWS no ofrece ninguna declaración ni garantía en cuanto al carácter razonable o completo de dichas declaraciones prospectivas o de cualquier otra información financiera contenida en este documento. Los resultados pasados no garantizan los resultados futuros.
Hemos recopilado la información contenida en este documento de fuentes que consideramos fiables; pero no garantizamos la exactitud, integridad o imparcialidad de dicha información. Todos los datos de terceros están protegidos por derechos de autor y son propiedad del proveedor. DWS no tiene ninguna obligación de actualizar, modificar o enmendar este documento ni de notificar al destinatario en caso de que cualquier asunto expuesto en el mismo, o cualquier opinión, proyección, previsión o estimación expuesta en él, cambie o resulte inexacta posteriormente.
Las inversiones están sujetas a diversos riesgos, como las fluctuaciones del mercado, los cambios normativos, los posibles retrasos en el reembolso y la pérdida de ingresos y del capital invertido. El valor de las inversiones puede bajar o subir y es posible que no se recupere el importe invertido originalmente en cualquier momento. Además, es posible que se produzcan fluctuaciones sustanciales del valor de cualquier inversión, incluso en periodos cortos de tiempo. Las condiciones de cualquier inversión estarán sujetas exclusivamente a las disposiciones detalladas, incluidas las consideraciones de riesgo, que figuran en los documentos de oferta. A la hora de tomar una decisión de inversión, debe basarse en la documentación final relativa a cualquier transacción.
DWS no se hace responsable de ningún error u omisión. Las opiniones y estimaciones pueden modificarse sin previo aviso e implican una serie de supuestos que pueden no resultar válidos. DWS o las personas asociadas a ella pueden (i) mantener una posición larga o corta en los valores mencionados en el presente documento, o en los futuros u opciones relacionados, y (ii) comprar o vender, hacer un mercado, o participar en cualquier otra transacción que involucre dichos valores, y ganar corretaje u otra compensación.DWS no ofrece asesoramiento fiscal ni jurídico. Los posibles inversores deben solicitar asesoramiento a sus propios agentes fiscales y abogados en relación con las consecuencias fiscales de la compra, propiedad, enajenación, reembolso o transferencia de las inversiones y estrategias sugeridas por DWS. Las leyes o reglamentos fiscales pertinentes de las autoridades fiscales pueden cambiar en cualquier momento.
DWS no es responsable ni tiene obligación alguna respecto a las consecuencias fiscales de la inversión sugerida.Este documento no puede ser reproducido o distribuido sin la autorización escrita de DWS. La forma de circulación y distribución de este documento puede estar restringida por la ley o la normativa de determinados países, incluidos los Estados Unidos. Este documento no está dirigido, ni tiene como objetivo la distribución o el uso por parte de ninguna persona o entidad que sea ciudadana o residente de, o esté ubicada en, cualquier localidad, estado, país u otra jurisdicción, incluyendo los Estados Unidos, en la que dicha distribución, publicación, disponibilidad o uso sea contraria a la ley o a la regulación o que someta a DWS a cualquier requisito de registro o licencia dentro de dicha jurisdicción que no se cumpla actualmente en la misma. Las personas a las que pueda llegar este documento están obligadas a informarse de dichas restricciones y a respetarlas. 2021 DWS International GmbH Todos los derechos reservados. I-086909-1 ORIG: 086827-1
Amundi, con más de 800.000 millones de euros en activos gestionados con un enfoque ESG, ha lanzado un nuevo plan de acción social y climática hasta 2025. Según indican desde la gestora, este plan forma parte del Proyecto Societario del Grupo Crédit Agricole, que se articula en torno a tres prioridades: clima, cohesión social y transición agrícola y agroalimentaria.
Con la ambición de fortalecer aún más sus compromisos, la gestora explica que este plan establece objetivos tanto para las soluciones de ahorro e inversión para los clientes, como para la política de engagement (compromiso) de Amundi con las compañías. Además, se incluirán objetivos ESG en la remuneración de sus altos directivos, y presentará su estrategia climática a sus accionistas.
Este anuncio llega después de que su plan ESG 2018-2021 haya llegado a su fin. Desde su creación en 2010, Amundi ha hecho de la inversión responsable uno de sus pilares fundamentales. De hecho, en 2018, la gestora estableció un plan de acción a tres años con el objetivo de adoptar un enfoque 100% responsable. Tres años después, Amundi destaca que se ha convertido en un “líder en inversión responsable”. Para argumentar esta afirmación señala que el 100% de sus fondos abiertos gestionados activamente incorporando criterios ESG y con el objetivo de tener una puntuación ESG más alta que el índice de referencia, sobreponderando o infraponderando compañías en las carteras según su contribución a las cuestiones medioambientales y sociales.
Además, sus inversiones responsables en gestión pasiva alcanzan alrededor de 80.000 millones de euros (desde los 19.000 millones en 2018), impulsadas por el desarrollo de una oferta ESG y climática. Y los activos dedicados a iniciativas específicas que promueven la transición energética o la cohesión social tienen un valor de 31.000 millones de euros (desde los 10.000 millones de euros de 2018). “Hemos desarrollado un servicio de asesoramiento ESG dedicado a inversores institucionales y distribuidores para apoyarles a lo largo de su andadura ESG”, destacan entre sus logros.
También han avanzado en términos de voto y engagement con las compañías, en particular con la consideración sistemática de sus niveles de contribución a las cuestiones ambientales y sociales en su diálogo con las compañías. “Amundi ejerce sus derechos de voto centrándose en dos temas principales: cuestiones climáticas y cohesión social. En 2020, Amundi votó en más de 4.000 juntas generales anuales e inició un diálogo sobre la transición energética y el cambio climático con 472 compañías”, apunta la gestora.
De cara a 2025, Amundi se ha planteado 10 medidas clave para acelerar la transformación de Amundi. Partiendo de estos avances y, sobre todo, consciente de los esfuerzos que aún deben realizarse para que todos los sectores y compañías se alineen con el Acuerdo de París manteniendo la cohesión social, Amundi manifiesta su deseo de ir más allá. Además de unirse a la coalición “Net Zero Asset Managers” en julio de 2021, Amundi busca lograr un avance más rápido hacia la descarbonización presentando un nuevo plan de acción 2022-2025. Este plan se basa en tres objetivos: asegurar que su oferta de soluciones de ahorro vaya más allá en términos de inversión responsable; apelar a que más compañías definan estrategias de alineación creíbles para el objetivo Net Zero 2050; y asegurar el apoyo de sus empleados y accionistas en sus nuevas ambiciones.
En concreto, Amundi se compromete a:
Introducir una nueva calificación de transición ambiental que evalúe los esfuerzos de las compañías para descarbonizar sus operaciones y el desarrollo de sus actividades sostenibles, cubriendo 400.000 millones de euros de fondos abiertos de gestión activa. Para animar a las empresas a realizar esta transformación, las carteras tendrán como objetivo tener un perfil de transición medioambiental superior a su universo. Como resultado, las carteras sobreponderarán aquellas compañías que realicen mayores esfuerzos en su transición energética.
Ofrecer fondos abiertos en todas las clases de activos con un objetivo de inversión Net Zero 2050.
Alcanzar 20.000 millones de euros en activos bajo gestión en fondos de impacto que invertirán en compañías que buscan un desempeño medioambiental o social positivo. Se medirá y se informará sobre este impacto anualmente.
Asegurar que el 40% de su gama de fondos pasivos esté compuesto por fondos ESG
Desarrollar “Alto Sustainability”, una solución de análisis tecnológico diseñada para apoyar a los inversores en la toma de decisiones sobre el impacto ambiental y social de su cartera.
Trabajar con 1.000 compañías adicionales para definir estrategias creíbles de reducción de sus emisiones de gases de efecto invernadero, votar en sus juntas generales anuales y que los paquetes retributivos de los directivos se vinculen a estas estrategias.
A partir de 2022, excluir de sus carteras a las compañías que generan más del 30% de su actividad a partir de producción de petróleo y gas no convencional.
Tener en cuenta el nivel de consecución de estos objetivos ESG (ponderación del 20% de los criterios totales) en el cálculo de KPIs de los incentivos en acciones de nuestros 200 altos ejecutivos. También estableceremos objetivos ESG para todos los gestores de cartera y personal de ventas.
Reducir sus propias emisiones directas de gases de efecto invernadero en aproximadamente un 30% por empleado (respecto a 2018) en 2025.
Presentar su estrategia climática a sus accionistas en la próxima junta general anual de 2022.
“Actuar en el mejor interés de nuestros clientes y sociedad siempre ha estado en el ADN de Amundi. El plan de acción que desarrollamos en 2018 se basó en el principio de que el deber de una gestora de activos no es solo invertir en el mundo tal como es, sino también según debe ser; con dos cuestiones principales: el cambio climático y las desigualdades sociales. Gracias a la implicación de nuestros equipos, al compromiso de nuestros socios y, sobre todo, a la confianza de nuestros clientes y accionistas, hemos llevado a cabo con éxito este plan y nos hemos convertido en un referente en inversión responsable. Nuestro compromiso hoy es ir aún más allá en ayudar a acelerar la transformación de nuestra sociedad y sus actores económicos. Nuestro nuevo Plan ESG 2025 es aún más exigente y tiene como objetivo alinear a todos nuestros stakeholders: inversores, compañías, empleados y accionistas La aceleración de nuestros compromisos ESG será la principal palanca de crecimiento de Amundi en todo el mundo”, ha indicado Valérie Baudson, consejera delegada de Amundi.
Mediolanum International Funds Limited (MIFL) ha anunciado el nombramiento de Jeremy Humphries para el cargo de responsable de Inversiones Cuantitativas. Ubicado en Dublín, Jeremy dependerá directamente de Brian O’Reilly, director de Estrategia de Mercado de la entidad.
Según explican desde la firma, Humphries será el responsable de diseñar y gestionar nuevas estrategias cuantitativas, al tiempo que garantizará que la investigación y el análisis cuantitativo de la firma se integren en toda la gama de productos de MIFL, ampliando su filosofía de inversión. Se trata de un puesto de nueva creación con el que MIFL busca expandir sus capacidades internas de gestión de renta variable y planea ampliar el equipo cuantitativo a medio plazo.
“Estamos encantados con la incorporación de Jeremy. Se une a nosotros en un momento importante para nuestra actividad, en el que buscamos añadir estrategias cuantitativas a nuestras capacidades internas de gestión de activos junto con nuestros equipos de gestión activa de renta variable y renta fija. Jeremy cuenta con una larga trayectoria en firmas de inversión altamente cualificadas y nos ayudará a aprovechar los activos que gestionamos internamente, lo cual es una prioridad estratégica para el negocio”, ha señalado Brian O’Reilly, responsable de Estrategia de Mercado de MIFL.
Jeremy Humphries cuenta con más de quince años de experiencia en la industria de la gestión de activos. Recientemente ha trabajado para Davy Global Fund Management en Dublín como gestor de carteras. Previamente, Jeremy formó del equipo de Productos de Renta Variable Cuantitativa de Schroders en Londres durante cinco años, gestionando 45.000 millones de dólares a través de varias estrategias – incluyendo value, quality, ESG, mercados emergentes y estrategias de renta variable con reparto de dividendos.
Por su parte, Jeremy Humphries, responsable de Inversiones Cuantitativas de MIFL, ha declarado: “»Estoy muy contento de unirme a MIFL para dirigir el equipo de Inversión Cuantitativa. La firma está creciendo rápidamente, ha realizado importantes fichajes, y cuenta con la infraestructura y las capacidades tecnológicas más avanzadas del mercado. La ambición de MIFL es inigualable y estoy deseando seguir construyendo sobre el éxito que Brian y el equipo de inversiones han logrado hasta la fecha».
Según indican, MIFL tiene previsto incorporar a más profesionales de renta variable en su estrategia de inversión cuantitativa. Si bien la gestora continúa manteniendo asociaciones con gestoras best-in-class de renta variable a través de su enfoque multigestión, la firma quiere complementar esta estrategia mediante el desarrollo de sus competencias internas con el objetivo de que al menos un tercio de los activos bajo gestión esté bajo gestión interna.
Para John William Olsen, gestor del fondo M&G (Lux) Positive Impact, todas las inversiones tienen un impacto sobre las personas y el entorno. Ahora que el inversor es consciente de ello, considera que las gestoras tienen una gran oportunidad para impulsar la ISR. En esta entrevista, el gestor analiza cómo están afrontando este reto y cómo se concreta en la estrategia que gestiona.
¿Por qué cree que la inversión de impacto se ha convertido en una forma sencilla para que los inversores inviertan de forma sostenible?
La inversión de impacto implica establecer objetivos de impacto junto con objetivos de rentabilidad financiera, y cuantificar y medir estos a lo largo del periodo de inversión. Definir el impacto que se desea (o no) y construir una cartera para cumplir los objetivos permite a los inversores buscar tanto la rentabilidad financiera como alinear el capital con objetivos más amplios. De este modo, los clientes pueden poner su dinero a trabajar con un propósito.
Normalmente cuando se piensa en fondos de impacto lo relacionamos con fondos de renta variable. ¿Por qué parece ser un tipo de estrategia que encaja mejor en esta clase de activos? ¿Hay espacio para una mayor presencia de la renta fija y activos alternativos en los fondos de impacto?
Todas las partes de la cadena de inversión tienen un papel que desempeñar en lo que respecta a la inversión de impacto: desde el capital catalizador, como la financiación combinada, hasta los activos privados y, a continuación, el capital cotizado y el crédito. Algunos gestores de activos, como M&G, pueden jugar en toda esa esfera, con un enfoque de financiación de impacto de principio a fin.
La inversión de impacto está creciendo rápidamente. Las últimas encuestas de la Global Impact Investing Network estiman que el tamaño del mercado es de 715.000 millones de dólares, con un 36% del capital de impacto invertido en deuda privada y un 16% en capital privado. Aunque la mayoría de los activos de impacto se encuentran en estas dos clases de activos, la inversión de impacto en el capital público, los activos reales y la deuda pública está en aumento. Pero tanto si se trata de inversiones en activos privados en fase inicial como de inversiones públicas cotizadas, hay algunos principios cruciales para la inversión de impacto que todos los inversores deberían respetar: intencionalidad, adicionalidad, materialidad, y medibilidad.
En este sentido, ¿qué es lo más relevante?
Toda inversión de impacto debe realizarse con el propósito de obtener resultados positivos que apoyen los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. La inversión debe contribuir positivamente a la resolución de un reto, invirtiendo en empresas que aporten algo nuevo, innovador y adicional para abordar ese reto. También es fundamental analizar cómo la inversión repercute materialmente en el resultado que se pretende generar. Y, por último, pero no menos importante, la medición es crucial.
En el contexto actual, y de cara a 2022, ¿qué papel pueden jugar y qué lugar van a ocupar las estrategias de impacto en la cartera de los inversores? ¿Por qué?
Queda mucho camino por recorrer en la orientación hacia una sociedad más sostenible y equitativa pero, aunque hay obstáculos e incertidumbres, hay una sensación palpable de esperanza mientras seguimos saliendo de la crisis del COVID-19. Los próximos nueve años dependen de si los líderes políticos, las empresas y los inversores pueden ayudar a impulsar el cambio para recuperarse de una manera resistente y equitativa, rediseñando el futuro y haciendo todo lo posible para alcanzar la fecha límite de la ONU para 2030. Una población cada vez más comprometida de ciudadanos preocupados también tiene un papel fundamental a la hora de adoptar un cambio de comportamiento y hacer que estos otros actores rindan cuentas. El mundo se ha comprometido a «reconstruir mejor» y debemos cumplir esa promesa. Creemos que las estrategias de inversión que abordan estos retos no harán más que ganar en importancia.
Tomando como referencia el fondo M&G – M&G (Lux) Positive Impact, vemos que invierte en unas seis áreas: ¿Por qué han elegido estas áreas?
El fondo adopta el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas e invierte en empresas centradas en seis áreas clave, que se corresponden con los ODS. Estas son: acción climática; soluciones medioambientales; economía circular; mejor salud, salvar vidas; mejor trabajo y educación; e inclusión social. Los ODS proporcionan un marco sólido y exceptuado para determinar las áreas de impacto material, y ayudan a enmarcar la medición de cómo se están logrando esos impactos positivos. Se calcula que, para 2030, la aportación de capital a los ODS podría suponer una oportunidad de inversión de 12 billones de dólares.
¿Cómo es el proceso de elección de los valores de estas áreas?
En cuanto a la construcción de la cartera, la selección comienza con un universo global de más de 4.000 valores, que se examinan inicialmente en función de criterios de liquidez mínima y de capitalización bursátil, y se excluyen las empresas que no son capaces de producir impactos positivos demostrables en la sociedad. A partir de este grupo de valores restante, el equipo selecciona una lista de vigilancia de unas 150 empresas con impacto que pueden comprarse si el momento y el precio son adecuados. Estas empresas se analizan según el “enfoque III» del equipo, que examina el caso de inversión, la intencionalidad y el impacto de una empresa para evaluar su idoneidad para el fondo. Como parte de este análisis, se puntúa a las empresas en función de estas credenciales III, y se requiere que los resultados sean superiores a la media para ser considerados dentro de la lista de vigilancia, así como el acuerdo consensuado de los méritos de una empresa por parte de todo el equipo de Positive Impact
Entiendo que las áreas en las que invierte el fondo tendrán en común que son megatendencias o, al menos, parte del crecimiento secular. ¿Qué perspectivas tienen sobre ellas?
Creemos que hay un viento de cola a largo plazo para las soluciones medioambientales y sociales. En el aspecto social, la pandemia ha puesto de relieve una serie de retos de desarrollo y ha puesto de relieve la necesidad de intensificar los esfuerzos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. En cuanto al medio ambiente, hemos asistido a un aumento de la atención prestada a la consecución de un nivel cero de emisiones y a un incremento de los «acuerdos verdes» en todo el mundo. Creemos que las empresas que ofrecen soluciones que ayudan a abordar los mayores retos sociales del mundo están bien posicionadas para las futuras décadas de crecimiento.
Siguiendo con este fondo como ejemplo, ¿cómo medís el impacto del fondo? ¿Muestra interés por esta información el inversor?
La «mensurabilidad» es uno de los principios centrales de la inversión de impacto y una característica clave para nuestros clientes; también es uno de los aspectos más desafiantes en el fondo. Esto es especialmente cierto para los inversores de impacto en los mercados de valores públicos, donde el impacto tiende a ser menos directo que en los mercados privados, por lo que la medición puede ser menos clara.
Nos centramos en el impacto concreto de cada empresa, evaluando cómo sus actividades empresariales se ajustan a los retos específicos de impacto social que hemos identificado como necesitados de inversión y susceptibles de ser invertidos por los inversores de capital público. Ponemos a prueba el propósito o la declaración de la misión de la empresa, preguntando: ¿El impacto positivo forma parte realmente del ADN de la empresa y es una parte demostrable de su estrategia corporativa? ¿O se trata sólo de buenas relaciones públicas? Evaluamos si las acciones de la empresa demuestran una clara alineación con ese propósito, y sopesamos los impactos positivos frente a los negativos, en particular excluyendo cualquier empresa cuyas actividades representen un impacto abrumadoramente negativo que contrarreste cualquier impacto positivo que pueda producir.
Comenzamos con una evaluación cualitativa de la actividad de una empresa: ¿Qué está haciendo para abordar un reto de impacto concreto y qué parte de su actividad está alineada con ese reto? Aunque esta evaluación es cualitativa, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas han proporcionado un marco más cuantitativo para los inversores, y nosotros relacionamos la actividad de cada empresa con estos objetivos. Es importante que utilicemos los 169 objetivos subyacentes para dar un mayor enfoque a este análisis.
Por último, ¿cuáles son los principales cambios que han hecho en el fondo en este último año?
Más allá de nuestro enfoque inicial III, hemos empezado a examinar los impactos de nuestras empresas a través de la lente desarrollada por el Proyecto de Gestión del Impacto (IMP), un foro para la creación de un consenso mundial sobre cómo medir y gestionar los impactos (el proyecto se convirtió en la Plataforma de Gestión del Impacto de mayor alcance este año). Esta lente se denomina «cinco dimensiones del impacto», y creemos que encaja perfectamente con nuestro propio marco III, y proporciona un medio adicional para comprender el alcance del impacto generado por nuestras empresas participadas.
¿Cómo se está preparando el fondo de cara a 2022?
Hemos orientado aún más la cartera hacia las empresas “infraatendidas» y «subatendidas», para ayudar a garantizar que los impactos que se producen son realmente adicionales y materiales, al tiempo que dirigimos la cartera hacia las empresas «C», según el sistema de clasificación «ABC» de IMP+ACT: las inversiones «A» actúan para evitar daños; las «B» benefician a las partes interesadas; y las «C» contribuyen a las soluciones. Esperamos que este cambio continúe el próximo año y los siguientes.