iM Global Partner ha anunciado que su gama de fondos Oyster, con sede en Luxemburgo, pasará a llamarse iMGP Funds. Según indican, este cambio se enmarca en el exhaustivo esfuerzo de reorientación de la marca debido a la aceleración del crecimiento de la compañía y la renovación de su visión corporativa.
“En el epicentro de la iniciativa de renovación de la marca está el cambio de nombre de la gama de fondos Oyster de la compañía a iMGP Funds”, afirman. Los fondos estadounidenses cambiaron de denominación el 16 de diciembre de 2021 y la sicav con sede en Luxemburgo lo hace hoy, 10 de enero de 2022.
“En los últimos años, iM Global Partner ha cimentado su posición como líder del mercado en productos de fondos diferenciados. El año pasado experimentamos un incremento de más del 90 % en los activos bajo gestión. Este aumento refleja el creciente reconocimiento de que los gestores de activos deben aportar fondos transparentes con rentabilidades competitivas y riesgo ajustado. Este anuncio supone un gran hito y nos da la oportunidad única de garantizar que nuestra marca es sinónimo de calidad. Nuestra marca refleja la solidez, sostenibilidad y flexibilidad de nuestras soluciones de inversión”, ha destacado Philippe Couvrecelle, consejero delegado y fundador de iM Global Partner.
Según ha explicado Couvrecelle,este anuncio demuestra la confianza de su equipo en el futuro de la compañía y sienta las bases para una mayor expansión, que tendrá lugar en 2022. Además, ha agregadoagregó que la firma planea alcanzar entre 60.000 millones de dólares y 65.000 millones en tres o cuatro años y 150.000 millones de dólares en 2030, sumando entre cuatro y seis nuevos socios para 2023-2024.
“La gama iMGP Funds ilustra la diversidad de nuestro sobresaliente equipo de excepcionales gestores de activos presentes en todo el mundo. Nuestros clientes saben que la marca de iM Global Partner implica calidad; buscamos por todo el mundo los gestores de fondos más capaces, con la tenacidad e innovación necesarias para lograr rentabilidad en las inversiones sea cual sea el entorno del mercado. Por tanto, confiamos en que 2022 volverá a ser un buen año para iM Global Partner y en particular para iMGP Funds”, ha indicado Couvrecelle.
Después de tres años consecutivos de rendimientos extraordinarios en las bolsas, los dos últimos mientras la economía estaba siendo devastada por la pandemia, los inversores, como en la célebre canción de The Clash, están cantando para sí mismos: “Should I stay or should I go”.
Muchos ven similitudes entre el período histórico que precedió a dicha canción y nuestro tiempo. Cuando surgió el punk-rock a mediados de los setenta, la economía mundial estaba lastrada por una inflación persistente; causada en gran parte por un creciente poder de sindical, unido a políticas monetarias y fiscales equivocadas. La preocupación es que las comparaciones no acaben ahí, y que como ocurrió en aquel entonces, los inversores sufran otra década perdida.
Pero la historia comparada obliga a ser cuidadosos con el contexto. De aquel período se aprendieron grandes lecciones, y en 1982, cuando la banda lanzó su canción más celebrada, las políticas económicas que habían llevado a una alta inflación, estaban comenzando a revertirse a toda máquina; dando inicio al período de mayor estabilidad macroeconómica que hemos tenido.
En las décadas que siguieron a la carga frontal contra la inflación encabezada por el presidente Volcker, las ganancias corporativas se dispararon. A esto contribuyó en gran medida la liberalización del comercio y las finanzas (acelerada por la caída del comunismo), así como el los aumentos en productividad que trajeron consigo las nuevas tecnologías.
Todavía nos estamos beneficiando enormemente de estos acontecimientos, que no sólo han contribuido al crecimiento económico mundial, sino que también han resultado ser claves para controlar la inflación. La deslocalización (o la amenaza de ello) redujo significativamente el poder de negociación colectiva en los países desarrollados; y la tecnología, combinada con la globalización, contribuyó al drástico abaratamiento muchos bienes y servicios.
Inferir que debido a que hemos sufrido un brote de inflación vamos a volver directamente a los años 70 es una interpretación muy simplista de la historia económica. La pandemia ha alterado en el corto plazo el régimen económico imperante, pero apenas tiene el potencial para cambiarlo fundamentalmente. Son las limitaciones del lado de la oferta las que han sido responsables del reciente aumento de la inflación, y no la generosidad fiscal y monetaria. De hecho, el apoyo de los gobiernos y los bancos centrales ha sido fundamental para conseguir evitar una profunda (y deflacionaria) recesión.
La prueba de que es difícil que se repitan los errores del pasado, es que la Fed ha anunciado (antes de lo esperado) que comenzará a reducir su apoyo. Como resultado, el principal riesgo para la economía no es caer en una trampa de “estanflación” al estilo de los años 70, sino que la dosis de estímulo ha tenido que ser tan desproporcionada, que al reducirla se puede fácilmente desencadenar el “síndrome de abstinencia”.
Esto ayuda a explicar la aparente paradoja de unos tipos de interés a largo plazo que se mantienen obstinadamente bajos mientras la inflación alcanza niveles no vistos en décadas, y con la Fed comenzando a endurecer su política. La lectura es clara, el mercado de bonos está descontando que, bien la inflación afloja, o la Fed no tendrá otra opción que enfriar la demanda.
Para los inversores, la conclusión más importante de todo lo vivido en 2020 es que la tesis del «lower for longer» ha superado con éxito un “stress test” extremo. Si las tasas apenas han repuntado, a pesar de que la inflación se acerca al 7%, ¿cuándo lo harán?
Teniendo esto en cuenta, los inversores no deberían preocuparse en demasía por un shock de valoración. Sin embargo, sí que tienen que preocuparse por la sostenibilidad de la recuperación, ya que cualquier indicio de que la economía se esté desacelerando puede provocar una corrección importante en los mercados de valores. Por tanto y contrario a la narrativa imperante, las acciones de crecimiento deberían ser menos vulnerables que las cíclicas y el “Value”.
En cierto modo, el año que comienza marca el regreso del «business as usual» para los inversores; con los beneficios empresariales como centro de atención. Y aquí el riesgo va en ambos sentidos. Por un lado, podemos ver una reversión hacia la tendencia histórica, dado que la pandemia parece haber proporcionado un impulso a los beneficios contrario a la intuición. Pero, por otro lado, la tendencia puede continuar mientras el mundo empresarial (con ganadores y perdedores) siga reestructurándose gracias a la digitalización; algo que la pandemia ha acelerado.
Ésta es la apuesta implícita de permanecer invertido en los mercados de renta variable. La única certeza que tenemos es que será prácticamente imposible repetir un año como 2021, en el que todos los sectores del S&P 500 terminaron en positivo, y el índice alcanzó 70 nuevos máximos. Pero dado que los bonos apenas ofrecen una alternativa, el coste de oportunidad de no permanecer invertido en acciones es simplemente demasiado alto en caso de que finalmente no ocurra una corrección. O dando la vuelta a la canción, “If I stay there will be trouble (…) And if I go it will be double (…)”
El Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI o FATF, según sus siglas en inglés) ha actualizado su guía sobre los riesgos asociados a los activos virtuales y a sus proveedores de servicios. Los expertos de finReg360 explican que, como consecuencia de esta revisión, la institución ha logrado generar un documento para proporcionar orientación de calidad a los agentes del sector público y privado.
En este sentido, el objetivo de la guía es doble. Por un lado, se pretende “ayudar a las autoridades nacionales competentes a entender y desarrollar respuestas regulatorias en relación con los riesgos de los activos virtuales y de los proveedores de servicios de activos virtuales respecto a la prevención del blanqueo de capitales y financiación del terrorismo (PBCyFT)”, según señalda. Por otro lado, se busca colaborar con las entidades a comprender sus obligaciones en esta prevención y cómo pueden cumplir efectivamente con ellas.
Desde finReg360 apuntan que, el GAFI reitera las conclusiones del informe sobre indicadores de banderas rojas en relación con los activos virtuales, que incluía algunos de los indicadores clave para que las entidades detecten operaciones sospechosas: características tecnológicas que aumenten el anonimato; riesgos geográficos; patrones de transacción; tamaño de las transacciones; perfil del remitente y el destinatario; y origen de los fondos o del patrimonio.
“Por otra parte, el GAFI aclara que las monedas digitales de los bancos centrales (CBDC, en siglas inglesas) no se consideran activos virtuales y se les aplicarán las normas y estándares del GAFI para cualquier moneda fiduciaria. Por último, señala que todos los proveedores de servicios de activos virtuales deben ser tratados igualmente desde una perspectiva supervisora y regulatoria independientemente de su modelo de negocio”, explican los expertos de finReg360 en su último análisis.
Sobre las conocidas como stablecoin (criptomoneda estable), el GAFI pide a los países y a los sujetos obligados que identifiquen y evalúen los riesgos de PBCyFT relacionados con ella, antes de lanzarla, de forma continua y progresiva. “Respecto a las transacciones entre pares (P2P, en abreviatura inglesa), advierte que, al no involucrar a un sujeto obligado, tienen un mayor riesgo para la PBCyFT”, afirman los expertos.
Por eso,el GAFI las califica con un riesgo alto y propone a los estados algunas medidas como que los proveedores de servicios de activos virtuales solo permitan transacciones desde otros proveedores o sujetos obligados; o imponer requisitos adicionales a los proveedores que permitan realizar transacciones desde sujetos no obligados: mantenimiento de registros, requisitos más estrictos de diligencia debida, etc.
Para los expertos es interesante la definición que se hace de activos virtuales y de proveedores de servicios de estos activos, ya que se abre la posibilidad a que los non-fungible assets (NFT) que se usen como medio de pago o como inversión entren en la definición de activos virtuales. Además, apunta que los creadores, propietarios y operadores o las personas que mantengan el control de una aplicación de finanzas descentralizadas (también conocida por la abreviación inglesa DeFi) entren en la definición de proveedores de servicios de activos virtuales, y confirma que las stablecoins son activos virtuales y están sujetas a los estándares del GAFI.
Aplicaciones prácticas: jurisdicciones, autoridades y sujetos obligados
Según los expertos de finReg360, en su documento, el GAFI ha aclarado a los países y autoridades competentes cómo se aplican sus recomendaciones y explica algunas cuestiones sobre la creación de registros o licencias de proveedores de servicios. “En este sentido, ofrece recomendaciones para identificar a los proveedores de estos servicios que los estén prestando y cómo se deben registrar. También, reitera en su recomendación 16 la conocida como travel rule y menciona que los proveedores de servicios de activos virtuales deben implantar mecanismos eficientes para facilitar el traspaso de información entre contrapartes, cuando sus usuarios realizan transferencias a otros proveedores o sujetos obligados”, señalan.
Como novedad, el GAFI incluye algunas premisas que las soluciones tecnológicas utilizadas para la identificación entre contrapartes deben cumplir para dar efecto a la travel rule:
Permitir que un proveedor localice a los proveedores de contrapartida para las transferencias de activos virtuales.
Presentar la información requerida sobre el ordenante y el beneficiario de manera precisa e inmediata cuando se realice una transferencia de activos virtuales en una plataforma con DLT (siglas inglesas de tecnologías de registro descentralizado).
Posibilitar que los proveedores presenten un volumen razonablemente grande de transacciones a múltiples destinos de manera efectivamente estable.
Facilitar que los proveedores transmitan datos de forma segura, es decir, proteger la integridad y disponibilidad de la información.
Proteger el uso de esa información por los proveedores que la reciban u otros sujetos obligados, así como ampararla de la divulgación no autorizada de acuerdo con las leyes nacionales de privacidad y protección de datos.
Proporcionar un canal de comunicación para apoyar el seguimiento continuado entre contrapartes con el fin de cumplir con la diligencia debida sobre el proveedor de contrapartida, y solicitar información sobre una determinada transacción para determinar si implica actividades de alto riesgo o prohibidas.
Por último, la versión revisada cuenta con un apartado sobre principios de intercambio de información y cooperación. “Esta nueva sección de la guía, el GAFI trata de los principios de intercambio de información y de cooperación entre los supervisores. Son principios no vinculantes que introducen una amplia gama de requisitos (por ejemplo, los supervisores deben acusar recibo de las solicitudes, responder a las peticiones de información y proporcionar información, y respuestas provisionales, parciales o negativas de manera oportuna), además de facilitar la cooperación entre homólogos y el intercambio de información pertinente”, concluyen desde finReg360.
Seis fondos de MainFirst recibieron en 2021 la etiqueta FNG del Forum Nachhaltige Geldanlagen, que opera y es un referente en los países de habla alemana. De esta forma, ya son diez fondos en total los que han obtenido esta certificación, después de que cuatro de ellos recibieran la etiqueta el año pasado. «Consideramos que una de nuestras principales responsabilidades es hacer una valiosa contribución a un uso más sostenible del capital mediante una cuidadosa selección de valores y unos criterios de exclusión claramente definidos», explica Frank Schwarz, gestor de fondos.
Según indican desde la gestora, los fondos de inversión que han recibido ahora dos estrellas por una estrategia de sostenibilidad rigurosa y completa son: el MainFirst Global Equities Fund, el MainFirst Global Equities Unconstrained Fund, el MainFirst Absolute Return Multi Asset y el MainFirst Germany Fund. El producto estrella, según señalan desde la firma, el fondo MainFirst Top European Ideas que participó por primera vez, también recibió dos estrellas, mientras que el recientemente lanzado MainFirst Megatrends Asia, recibió una estrella. Todos los fondos premiados obtuvieron puntos adicionales en las áreas de credibilidad institucional, estándares de producto y estrategia de selección y diálogo. La codiciada etiqueta FNG tiene en cuenta las normas de sostenibilidad reconocidas internacionalmente a la hora de evaluar los fondos y es ahora un estándar de calidad.
El equipo dirigido por Olgerd Eichler, responsable del fondo MainFirst Top European Ideas y del fondo MainFirst Germany, se centra en el diálogo activo con las empresas en las que invierte. «Nuestro objetivo es impulsar la acción sostenible a través de nuestras interacciones con los responsables de la toma de decisiones en las empresas. Para ello, también hacemos un uso intensivo de la opción de ejercer activamente los derechos de voto. Nos complace que nuestros esfuerzos durante muchos años hayan sido reconocidos en forma de dos estrellas para cada fondo. Incluso un producto lanzado como «fondo convencional» puede puntuar en términos de sostenibilidad sin «sostenible» en su nombre. Preferimos crear un puente entre la sostenibilidad y la rentabilidad mediante el diálogo activo y nuestro compromiso», explica Alexander Lippert, gestor de cartera del equipo de renta variable alemana y europea.
La falta de una definición clara y global de las inversiones sostenibles suponen una importancia mayúscula para la concesión de etiquetas y certificaciones. El Forum Nachhaltige Geldanlagen satisface este requisito y, por tanto, MainFirst celebra la concesión de la etiqueta FNG como norma de calidad para los fondos de inversión sostenibles en Alemania, Austria y Suiza.
Etiqueta FNG
La etiqueta FNG, lanzada en 2015, es la norma que se aplica en los mercados alemanes para certificar la calidad de las inversiones sostenibles. La metodología para la certificación sigue unas normas mínimas: criterios de transparencia y la consideración de los derechos humanos y laborales, la protección del medio ambiente y la lucha contra la corrupción, tal y como se resume en el Pacto Mundial de las Naciones Unidas. Además, todas las empresas del fondo respectivo deben ser analizadas por completo con respecto a los criterios de sostenibilidad y el producto debe tener una estrategia de sostenibilidad explícita.
Asimismo, están prohibidas las inversiones en energía nuclear, minería del carbón, generación de energía basada en el carbón, fracking, arenas petrolíferas, producción de tabaco y armas y armamento. Así, los fondos certificados siguen un enfoque de sostenibilidad transparente cuya aplicación creíble ha sido verificada por una auditoría independiente (Universidad de Hamburgo) y supervisada por un comité externo con conocimientos interdisciplinarios.
Los inversores siguen interesados en mantener la exposición al riesgo en sus carteras pese a estar inmersos en una pandemia mundial, según concluye el Estudio Global del Inversor de Schroders. Los resultados de la encuesta, que se realizó a más de 23.000 personas de 33 lugares del mundo, muestran que muchas personas se sienten obligadas a asumir mayores riesgos para compensar la incertidumbre del coronavirus y las preocupaciones que está causando el aumento de la inflación.
Analizando los datos de la encuesta, se observa que esta “obligación de tomar mayor riesgo” es más alta en el caso de los inversores más jóvenes. En general, así lo siente el 37% de los encuestados, pero cuando miramos la franja de edad de entre los 18 a 37 años, este porcentaje aumenta hasta el 44%. En cambio, si nos limitamos a la respuesta que dan los mayores de 71 años, tan solo un 22% reconoce tener un mayor apetito por el riesgo.
Curiosamente, las generamos más mayores no solo no se muestran dispuestas a asumir riesgos, sino que esperan unos retornos menores en comparación con las expectativas que tienen los inversores más jóvenes: el 56% de los encuestados de entre 18 a 37 años esperan unas rentabilidades en torno al 10%, mientras que solo un 38% de los mayores de 71 años aspiran a ese 10%.
“Si se les presenta un escenario en el que los tipos de interés son nulos o negativos, el 57% de los inversores de entre 18 y 37 años afirmó que realizaría inversiones de mayor riesgo en busca de rentabilidad, mientras que sólo el 17% sería más propenso a gastar y menos a ahorrar. Esto es así a pesar de que el 68% de este grupo de edad declara que el rendimiento de sus inversiones tiene un impacto en su salud mental. Esta relación se invierte cuando se trata del grupo de más de 71 años, ya que el 40% de ellos es más propenso a gastar que a ahorrar en este escenario”, afirman desde Schroders.
Profundizando en este escenario, más de la mitad de los encuestados (53%) afirmó que realizaría inversiones de mayor riesgo en busca de rentabilidad, mientras que un tercio (33%) buscaría invertir en criptodivisas.
Sesgo geográfico
Desde el punto de vista geográfico, los resultados de la encuesta muestran que el 59% de los inversores de Asia son los más propensos a realizar inversiones de mayor riesgo en condiciones de tipos de interés bajos, por delante de los de América (53%) y Europa (49%). “Para conseguir estos mayores rendimientos, muchos invierten ahora en activos que antes percibían como demasiado arriesgados”, matizan desde la gestora.
En concreto, los sectores nuevos y emergentes forman parte de los tres principales tipos de inversiones que la gente ha realizado por primera vez en el último año. Según indican las conclusiones del estudio, los valores relacionados con los vehículos eléctricos ocupan el primer lugar (24%), los fondos de biotecnología o farmacéuticos el segundo (23%), mientras que los valores de Internet y tecnología, así como las criptomonedas, ocupan conjuntamente la tercera posición con un 22%.
La gestora indica que los inversores más abiertos a invertir en activos de alto riesgo también tienen un mayor interés en los valores de internet y tecnológicos, por delante de los fondos inmobiliarios.
A la luz de los datos de la encuesta, Lesley-Ann Morgan, directora de Estrategias Multiactivo de Schroders, señala que muchas personas sienten que ahora tienen que asumir más riesgo en busca de rentabilidad, dada la pandemia actual. “Las difíciles condiciones económicas que hemos observado durante el pasado año probablemente han influido en ello. En un entorno de bajos tipos de interés, no es de extrañar que las opciones de inversión más arriesgadas sean más atractivas, especialmente para los inversores más jóvenes. Los inversores también se han visto estimulados a buscar una gama más amplia de clases de activos. En general, estos resultados demuestran que la proporción de inversores abiertos a asumir un mayor riesgo ha aumentado, pero dado que el 63% de las personas declaran que el rendimiento de sus inversiones también tiene un impacto en su salud mental, deberían asegurarse de que el riesgo se aborda con criterio”, concluye Morgan.
Nordea Asset Management (NAM) es una de las últimas instituciones financieras que se ha unido y firmado el Compromiso de Financiación de la Biodiversidad. Se trata de un acuerdo por parte de los signatarios para proteger y restaurar la biodiversidad a través de sus actividades financieras e inversiones. El Compromiso consta de cinco pasos que lascompañías deben cumplir: colaborar y compartir conocimientos; comprometerse con las empresas; evaluar el impacto; establecer objetivos; y informar públicamente sobre lo anterior antes de 2025.
Además, como instituciones financieras, destacan la necesidad de proteger la biodiversidad y revertir la pérdida de naturaleza en esta década, de cara a la Conferencia de las Partes (COP 15) del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) de 2021. Tras firmar este compromiso, las firmas pueden adherirse a los grupos de trabajo de la Fundación de Financiación para la Biodiversidad. Con esta nueva ronda de firmantes, el número total de miembros aumentó de 36 a 39.
Los miembros están compartiendo conocimientos y colaborando en temas como la evaluación del impacto, la participación de las empresas y la promoción de políticas públicas. El año que viene se crearán más grupos de trabajo sobre el impacto positivo y la fijación de objetivos.
«En Nordea Asset Management, reconocemos nuestro papel y nuestro deber de proteger, respetar y asumir la responsabilidad de nuestro impacto en la biodiversidad mundial y de contribuir a una economía positiva para la naturaleza. Apoyamos la misión del Compromiso de Financiación para la Biodiversidad de abordar los riesgos y las oportunidades financieras relacionadas con la naturaleza, de comprometerse con las empresas que tienen el mayor impacto relacionado con la biodiversidad y de canalizar los flujos de capital hacia resultados positivos para la naturaleza», ha explicado Nils Bolmstrand, director general de NAM, durante la sesión plenaria de clausura de la Cumbre Europea de la Empresa y la Naturaleza (EBNS), celebrada el pasado 1 de diciembre y donde se dio la bienvenida a los nuevos firmantes.
En este sentido, la Cumbre Europea de Empresas y Naturaleza (EBNS, por sus siglas en inglés) es un foro político y técnico de alto nivel que facilita el diálogo entre los líderes empresariales y los responsables políticos. Se celebró durante los pasados días, 30 de noviembre y 1 de diciembre. El evento estaba impulsado por la Plataforma Europea de Empresas y Biodiversidad de la Comisión Europea y organizado en cooperación con organizaciones asociadas. Se trata de una Cumbre dirigida a empresas, instituciones financieras y representantes del sector público, así como a académicos y ONG interesados en la acción empresarial en favor de la biodiversidad.
Según indican desde esta initicaitva, los 84 firmantes representan en total más de 12,6 billones de euros en activos y 18 países y son los siguientes (los nuevos firmantes aparecen en negrita): ABN AMRO, Achmea Investment Management, Achmea, ACTIAM N.V., Aegon Nederland N.V., Allianz France, Amundi, ASN Bank, ASR Nederland, Athora Netherlands NV, Aviva Plc, AXA Group, AXA Investment Management, Bank J. Safra Sarasin, Bankinter, Boston Common Asset Management, Caisse des Dépôts,Change Finance PBC, CNP Assurances, Crédit Mutuel Arkéa, Crédit Mutuel Asset Management, Crescent Capital Group LP, CZ, Demeter Partners, DNB Asset Management AS , Domini Impact Investments LLC, DPAM, eco.business Fund, Edmond de Rothschild AM, EGAMO, ERAFP, Etica Sgr – Responsible Investments, Federal Finance Gestion, Fidelity International, First Sentier Investors,Fondaction, Gay-Lussac Gestion, GLS Gemeinschaftsbank eG, Groupe MGEN, Groupe VYV, Harmonie Mutuelle,HSBC Global Asset Management, Incofin Investment Management CVA, International business of Federated Hermes, Jupiter AM, Karner Blue Capital, Klaverblad Verzekeringen, Kommunal Landspensjonskasse gjensidig forsikringsselskap (KLP), La Banque Postale Group,La Financière de l’Echiquier, Legal and General Investment Management (LGIM), Lombard Odier Investment Managers, Mandarine Gestion, Manulife Investment Management, Mirova, New Forests Pty Ltd, Nia Impact Capital, NN Investment Partners, Nordea Asset Management, NWB Bank, ODDO BHF Asset Management, OIP Trust, Ossiam, PensionDanmark, Piraeus Bank, PKA A/S, Pymwymic Investment Management B.V., Coöperatieve Rabobank U.A., Rathbone Greenbank Investments, Resona AM, Robeco, Schelcher Prince Gestion, SCOR SE, STOA Infra & Energy, Storebrand AM, Swedbank Robur, Sycomore AM, Triodos Bank, Triple Jump, UFF African Agri Investments, Van Lanschot Kempen NV, Vancity Investment Management, Vert Asset Managementand Volksbank.
Los bancos y los inversores temen que la creciente presencia de los criptoactivos pueda hacer tambalear los cimientos de la banca europea, afectando a actividades básicas como los préstamos, la captación de depósitos, el trading y las inversiones. Estas preocupaciones pueden no ser del todo erróneas, especialmente para los bancos rezagados en el área digital, pero sí lo son para el sector en general.
Los bancos que han hecho progresos visibles en la reestructuración digital integral y que se mantienen atentos a las megatendencias disruptoras en curso no deberían estar tan preocupados. Dichos grupos están claramente mejor posicionados para el emergente mundo de las criptomonedas y, de hecho, pueden encontrar oportunidades en él. Además, como destaco más adelante, las autoridades monetarias y los reguladores financieros parecen estar tomando en serio la creciente presencia de los criptoactivos. Esto es alentador.
Para evaluar el desafío de las criptomonedas para los bancos europeos, examino las criptomonedas y los contratos inteligentes/finanzas descentralizadas por separado, aunque están intrínsecamente relacionados. También resumo una iniciativa reguladora clave de la UE sobre los criptoactivos.
Criptodivisas frente a las monedas digitales de los bancos centrales
Las criptodivisas privadas distribuidas en cadenas de bloques -bitcoin, dogecoin, ether, etc. – no sacudirán los sólidos cimientos del dinero fiduciario: depósitos, préstamos y transferencias a través de intermediarios financieros regulados (que en Europa son en su mayoría bancos).
En este momento, tienen principalmente una función de depósito de valor (para hacer trading, especulación e inversión); más que de medio de intercambio (aunque cada vez más negocios en EE.UU. y en otros lugares están aceptando Bitcoin como pago, desde compras de lujo, como los coches Tesla y el arte NFT, hasta la reserva de viajes a través de Expedia).
Pero mientras los gobiernos y los bancos centrales se nieguen a respaldarlas -lo que ocurre en gran medida-, las criptomonedas desempeñarán, en el mejor de los casos, un papel marginal en las transacciones. Los gobiernos y los reguladores echaron un jarro de agua fría al intento de un consorcio liderado por Facebook, anunciado hace casi dos años, de establecer la criptodivisa Libra (recientemente rebautizada como diem) como una moneda digital privada respaldada por activos de alta calidad.
Se rumorea que el plan del consorcio podría ser que diem se convirtiera en un proveedor de marca blanca de monedas digitales de bancos centrales. Esto sugiere que el proyecto inicial puede haberse complicado, aunque se sigue persiguiendo.
En general, creo que las criptodivisas privadas, por mucho que su uso se extienda más allá de los entusiastas de las criptomonedas, no competirán con el dinero fiduciario de los bancos centrales, y mucho menos lo dejarán de lado. Sobre todo, porque los bancos centrales, tanto en los mercados desarrollados como en los emergentes, se encuentran en diversas etapas de investigación o incluso de implementación de sus propias iniciativas de moneda digital.
Tanto el Banco de Inglaterra como el BCE están llevando a cabo investigaciones con el objetivo de crear libras y euros digitales de uso general. En Estados Unidos, la Reserva Federal de Boston está llevando a cabo un proyecto de investigación sobre un dólar digital junto con el MIT (Instituto de Tecnología de Massachusetts), cuyos primeros resultados se esperan para dentro de un par de meses. China se encuentra en una fase más avanzada, con un yuan digital que ya se ha puesto en marcha en algunas ciudades; el Gobierno ha trabajado en este proyecto en secreto durante algunos años.
Contratos inteligentes y finanzas descentralizadas
Los bancos deberían sentirse algo más incómodos por el desarrollo de los contratos inteligentes, procesados en un libro mayor distribuido sin permisos en ecosistemas digitales abiertos como Ethereum. Los contratos inteligentes son acuerdos que se ejecutan (estructurados como software con controles y cumplimiento legal incorporados) entre participantes a través de Internet que no se conocen ni confían entre sí. Cuando se cumplen las reglas predefinidas del contrato, el acuerdo se aplica automáticamente por consenso mayoritario de la red blockchain.
Lo que podría plantear interrogantes sobre el futuro del sector bancario tal y como lo conocemos es hasta qué punto los contratos inteligentes pueden imponerse en las transacciones financieras entre pares (P2P), obviando a intermediarios como los bancos. Y así, con el tiempo, amenazar una fuente de ingresos básicos para los bancos.
Las finanzas descentralizadas (DeFi) -un término cada vez más popular en EE.UU.- incluyen aplicaciones descentralizadas construidas sobre libros de contabilidad distribuidos y
relacionadas con las transacciones financieras que utilizan tokens criptográficos (pagos, intercambios, ventas, préstamos, seguros, derivados, etc.).
Sin embargo, la viabilidad de las DeFi en su forma actual en el contexto europeo es dudosa. En primer lugar, aunque el entorno DeFi existe y seguirá mejorando, es poco probable que sea adoptado a gran escala por las empresas y los particulares, más allá de una categoría relativamente reducida de entusiastas de la tecnología (invertir en criptoactivos no forma parte ipso facto de las DeFi).
En segundo lugar, en la medida en que se lleve a cabo exclusivamente fuera del sistema de dinero fiduciario -que es, de hecho, la razón de ser de la tecnología-, debería seguir siendo marginal en comparación con las transacciones financieras habituales. En tercer lugar, y quizás de forma crucial, están las barreras regulatorias que, como se muestra a continuación, dificultan su implantación en toda Europa.
Dicho esto, los contratos inteligentes en blockchains sin permisos pueden utilizarse cada vez más para acuerdos y transacciones financieras que no se basan en criptoactivos. De hecho, es cada vez más frecuente. Por lo tanto, sigue existiendo la amenaza de que el P2P eluda a los intermediarios, como los bancos. Esta amenaza es más virtual ahora, pero las mejoras en la tecnología de los contratos inteligentes y su mayor aceptación pueden convertirla en una amenaza real para algunos intermediarios financieros. No tanto por el riesgo de desaparecer del mapa, sino como una amenaza para los ingresos principales.
Los bancos más grandes, especialmente los que alcanzan altos niveles de sofisticación tecnológica, son muy conscientes de ello, y el uso del blockchain está aumentando dentro de estos grupos. Incluso para la emisión de deuda. A principios de abril, el Banco Europeo de Inversiones anunció que está preparando la emisión de un nuevo bono a través de blockchain, utilizando como asesores a Goldman Sachs, Santander y Société Générale. Estos dos últimos ya han emitido bonos utilizando la tecnología blockchain. El primer bono basado en blockchain llegó en 2018, de la mano del Banco Mundial.
A medida que la tecnología de libro mayor distribuido -un subproducto de los criptoactivos, pero no aplicable exclusivamente a ellos- se adopte a mayor escala, los bancos más pequeños y menos sofisticados tendrán dificultades para competir. Sobre todo, porque se trata sólo de un elemento de la transformación digital. Pero, de nuevo, esto es más una cuestión de que algunos bancos van tecnológicamente por detrás de otros, no de que el sector bancario se vea perturbado por los criptoactivos que llegan por diferentes canales.
Estado de la normativa sobre criptoactivos en la UE
El paquete de medidas sobre finanzas digitales de la Comisión Europea, adoptado el pasado mes de septiembre, incluye una propuesta de regulación de los criptoactivos, el Reglamento para un Mercados de Criptoactivos (MiCA), que sustituirá a todos los ordenamientos nacionales relacionados con esta clase de activos. El MiCA introduce requisitos relacionados con la emisión, la oferta y la comercialización de criptoactivos, incluida la prevención del abuso de mercado. En general, la regulación de las criptomonedas persigue cuatro objetivos clave: proporcionar seguridad jurídica, apoyar la innovación, proteger a los clientes y preservar la estabilidad financiera. El MiCA se aplicará a tres categorías de criptoactivos (tokens):
Los tokens referenciados a activos (incluido el propuesto Diem)
Fichas de dinero electrónico (utilizadas como medio de intercambio y vinculadas a una moneda fiduciaria)
Otros criptoactivos (una categoría general que incluye el Bitcoin). Cualquier criptoactivo que constituya un instrumento financiero o equivalente (por ejemplo, tokens de seguridad, eMoney o dinero electrónico, depósitos estructurados, etc.) estaría cubierta por las regulaciones existentes de los mercados financieros (por ejemplo, MiFID), no por la MiCA.
Es importante destacar que, en toda la UE, los criptoactivos tendrán que ser emitidos y gestionadas únicamente por entidades jurídicas denominadas proveedores de servicios de criptoactivos (CASP), que serán autorizadas y supervisadas por las autoridades nacionales competentes. En la medida en que los criptoactivos se clasifiquen como «significativos» -lo que significa una gran base de clientes, un elevado número de transacciones o una capitalización de mercado superior a 1.000 millones de euros-, las CASP serán supervisadas directamente por la ABE (Autoridad Bancaria Europea), con revisiones anuales.
La obligación, en virtud de la MiCA, de que las CASP sean personas jurídicas será un obstáculo importante para el desarrollo europeo de las DeFi, en la que la emisión está descentralizada, sin emisor identificable. Además, también existen requisitos para las CASP en materia de divulgación (publicación de un libro blanco detallado antes de la emisión) y tamaño del capital, lo que podría alejar a los pequeños actores sin recursos para cumplir con la MiCA.
Si la CASP es una entidad de crédito ya autorizada en virtud de la Directiva sobre Requisitos de Capital (DRC), no necesitará una autorización separada para las CASP. Esto supone una ventaja inherente para los bancos, que a través del «passporting» (pasaporte) pueden incluso emitir, comercializar y realizar transacciones con criptoactivos en toda la UE. En general, la MiCA parece un conjunto de normas muy completo para el creciente segmento de los criptoactivos, que podría servir de modelo para las normativas de otros países, incluido Estados Unidos.
Tribuna de Sam Theodore, consultor senior de Scope Group.
AXA IM logra por tercer año consecutivo ser la gestora de activos europea más comprometida con la inversión sostenible debido a su continua dedicación a las estrategias orientadas en este tema, según el índice Responsible Investment Brand Index (RIBI) 2021 de Hirschel & Kramer (H&K).
El ranking destaca el grado en que la ESG y la inversión responsable se encuentran integradas en todos los niveles de las compañías. En concreto, se demuestra a través de dos tipos de medidas: de compromiso y de la marca. Por un lado, las «medidas de compromiso» por medio de acciones concretas. Por ejemplo, el compromiso con iniciativas colectivas sobre desarrollo sostenible o la publicación de la actividad de voto por delegación. Por el otro lado, las «medidas de la marca». A través de la intención que emana la gestora directamente en su marca, visible en las declaraciones de propósitos y los sistemas de valores comunicados abiertamente y con transparencia, generando así la creación de un mayor valor social.
Asimismo, AXA IM también se ha clasificado como la segunda empresa más comprometida con la inversión responsable de entre más de 500 gestoras de activos a nivel mundial, según el mismo índice.
“Es un honor para nosotros ser reconocidos como la primera gestora de inversiones en Europa, y la segunda a nivel mundial, comprometida con la inversión responsable. Nos esforzamos por mantener nuestro papel de pioneros como inversores responsables y administradores a largo plazo de las inversiones de nuestros clientes, y este premio refleja nuestra dedicación a la ESG, que está en el centro de nuestro propósito. Creemos que esto alinea nuestras acciones con los valores de nuestros clientes, y perseguiremos sin descanso nuestros esfuerzos en este ámbito”, ha señalado Marco Morelli, presidente ejecutivo de AXA Investment Managers.:
AXA IM forma parte del grupo del 16% de empresas que fueron consideradas dentro de la categoría más elevada de Avant-Gardist, lo que refleja los esfuerzos de la empresa por invertir para la prosperidad y la sostenibilidad a largo plazo.
El Informe completo se puede consultar a través de este enlace.
Las valoraciones del mercado de renta variable estadounidense se encuentran en máximos históricos; sin embargo, tal vez no estén narrando la totalidad de la historia. Según Abrie Pretorius, gestor principal junto a Clyde Rossouw de la estrategia Global Quality Equity Income de Ninety One, se ha completado el círculo desde el inicio del COVID-19 hace unos dos años. Los ingresos globales, son ahora un 2% más altos que en 2019, pero los beneficios se han aumentado casi un 40% en comparación con 2019.
Las empresas han logrado un fuerte apalancamiento operativo, especialmente durante 2021. Esto fue en gran parte porque en sectores como la energía, los productos cíclicos de consumo y las áreas cíclicas de la tecnología, la demanda regresó, pero sin la totalidad de sus bases de costes volviendo a la normalidad. Por lo tanto, el experto cree que ahora estamos viendo el rápido retorno de los costes, con la inflación en alza. Así pues, de cara a 2022, lo interesante será que los nubarrones del COVID se disiparán, y probablemente empezaremos a tener una imagen más clara en términos de la demanda real y las presiones de costes a las que se enfrentan las empresas.
Entre los principales riesgos a los que se enfrentan las empresas, es probable que el crecimiento de los ingresos se ralentice sustancialmente a medida que nos adentramos en 2022 y que los costes que estamos viendo ahora sigan siendo elevados. Eso va a obligar a los bancos centrales a acelerar la retirada de la liquidez y a normalizar el ciclo de tipos de interés en un momento en el que se está viendo una rápida desaceleración del crecimiento.
Son los flujos de caja libres los que impulsan los precios de las acciones, no los beneficios, por lo que en Ninety One son bastante cautelosos con las empresas que tienen altos costes de reinversión en un momento en el que esos costes son elevados. Así que se dirigen más a las empresas con fuertes activos intangibles que pueden proporcionar un fuerte crecimiento de los ingresos y que pueden hacer que ese crecimiento de los ingresos pase a los flujos de efectivo. Esto es posible porque no tienen los altos requisitos de reinversión, ya que sus bases de activos están realmente impulsadas por el software, el código, las patentes y las marcas.
Las oportunidades en 2022 se presentarán en empresas con un historial muy sólido de crecimiento en sus dividendos, ya que probablemente tendrán un buen desempeño. En concreto, se inclinan por las empresas del sector del consumo, algunas empresas de software seleccionadas y por el sector sanitario. El hilo conductor son empresas con una buena combinación entre una posición de ataque y de defensa, con balances con poca intensidad de capital y que carezcan de necesidades de reinversión. En concreto, creen que esta cuestión del rápido aumento de la base de costes en 2022 puede coger desprevenidos a algunos inversores, ya que muchos se centran en los beneficios y no el flujo de caja.
Con respecto al posicionamiento, en la estrategia Global Quality Equity Income de Ninety One poseen un número limitado de empresas que creen que podrán volver a ofrecer un crecimiento real en sus dividendos en el próximo año. Estas empresas tienen un fuerte poder de fijación de precios, que se mantendrá en el entorno de la demanda, pero no tienen los elevados costes de reinversión que tienen la mayoría de las demás empresas a nivel global. Por lo tanto, una vez más, deberían ser capaces de ofrecer un crecimiento muy fuerte del flujo de caja libre.
En Ninety One creen que 2022 será un año en el que la calidad impulsará el crecimiento. Es importante, ya que existen muchas distorsiones diferentes en el mercado, ser muy selectivos y seguir una diversificación geográfica. Europa, Estados Unidos y los mercados emergentes tienen restricciones muy diferentes impulsadas por los gobiernos locales, por lo que los inversores deben ser capaces de identificar los motores únicos de las empresas individuales que pueden impulsar el crecimiento en 2022.
La semana pasada, la gestora de fondos, Carmignac, realizó su evento digital internacional: Carmignac Annual Meeting 2022, oportunidad en la que detalló sobre sus decisiones de inversión y, sobre todo, su visión de futuro.
Raphaël Gallardo, economista jefe de Carmignac, señaló que el inicio de este año será lento pero que debería comenzar a tomar más ritmo hacia el segundo trimestre. Asimismo, proyectó un crecimiento económico de 4% para el 2022.
Por otra parte, el experto mencionó el tema fiscal advirtiendo sobre la incertidumbre respecto al nivel del estímulo, si será al alza o a la baja, tanto en China como en EE.UU.
Puede ver el análisis completo de Raphael Gallardo durante la Conferencia Anual Carmignac 2022 en el vídeo ligado a la imagen de la nota, o a continuación o en este link.