Wellington Management y el Programa Conjunto sobre Ciencia y Política del Cambio Global del MIT anunciaron la formación de una colaboración de investigación sobre el cambio climático.
“La alianza reforzará la investigación actual de Wellington sobre la transición a una economía baja en carbono, mejorará su comprensión de los impactos financieros esperados de varias vías de transición en industrias y economías, y profundizará sus prácticas de participación en la descarbonización”, dice el comunicado emitido por la firma.
El equipo integrado de científicos naturales y sociales del Programa Conjunto del MIT tiene como objetivo proporcionar a los equipos de inversión de Wellington proyecciones integrales sobre el cambio climático en varios escenarios ambientales, económicos y políticos.
“Nuestra colaboración con el Programa Conjunto del MIT se centrará en la investigación de riesgos de transición de vanguardia que describe los riesgos económicos y las oportunidades asociadas con el cambio climático. El ritmo del cambio y la innovación en este campo exige que colaboremos y aprendamos de los principales expertos en ciencias climáticas para informar mejor las decisiones de inversión”, dijo Chris Goolgasian, director de Investigación Climática de Wellington.
Además, el objetivo de esta investigación es delinear las vías de descarbonización para las operaciones corporativas, las cadenas de suministro y los productos, al tiempo que evalúa sus posibles impactos económicos.
Los equipos de inversión de Wellington planean integrar estos hallazgos de riesgo de transición en su investigación fundamental en curso, junto con los hallazgos de riesgo físico del Woodwell Climate Research Center, una organización independiente líder en investigación de ciencias del clima.
Wellington lanzó su primera estrategia de inversión centrada en el clima en 2007 y ha seguido ampliando sus capacidades de investigación climática, explica el comunicado.
En diciembre de 2020, Wellington se convirtió en miembro fundador de la iniciativa Net Zero Asset Managers, evaluando las vías de descarbonización estrategia por estrategia y trabajando con clientes individuales en sus objetivos de cero neto.
“Esperamos aplicar las capacidades del Programa Conjunto del MIT para evaluar muchas relaciones y retroalimentaciones socioeconómicas complejas, desde cambios en la tecnología hasta acciones de políticas globales y locales en evolución”, dice Sergey Paltsev, Director Adjunto del Programa Conjunto del MIT.
La tarificación del carbono constituye una herramienta política de vital importancia para promover la descarbonización y lograr una reducción de las emisiones de CO2 acorde con los objetivos del Acuerdo de París sobre el cambio climático. En este artículo, Natalia Luna, analista sénior de inversión temática responsable, y Roger Wilkinson, director de renta variable EMEA y análisis de inversión responsable en Columbia Threadneedle, examinan en mayor profundidad la función de la tarificación del carbono, el abanico de sistemas de tarificación del carbono a escala global y lo que los analistas, los gestores de carteras y los asesores deben tener en cuenta en relación con el posible impacto de la tarificación del carbono en las compañías, los sectores y la economía en general.
Un sistema eficaz de tarificación del carbono puede resultar decisivo para acelerar la transición hacia la neutralidad de carbono
Los gobiernos y el sector industrial están adoptando medidas para acelerar y superar los indicadores de referencia y los objetivos de emisiones de crucial importancia. Entre los catalizadores para lograr la neutralidad de carbono se incluyen la regulación climática y de los mercados de carbono a nivel nacional y regional, así como el desarrollo de nuevas tecnologías energéticas limpias por parte de las compañías.
En la Unión Europea, las reformas del régimen de comercio de derechos de emisión (RCDE) —anunciadas como parte del paquete de medidas “Objetivo 55” de la UE— tienen como objetivo adaptar el mercado del carbono a los objetivos climáticos provisionales para 2030, mientras que los reglamentos climáticos reforzados comprenderán políticas de energías renovables e impuestos energéticos.
En Estados Unidos, el programa de infraestructuras de la administración de Biden abarca un amplio abanico de políticas climáticas, como normas de electricidad limpia e incentivos fiscales para tecnologías limpias y energías renovables, y se prevé que se promulgue de una forma u otra a finales del año. Al mismo tiempo, se están adoptando políticas a nivel estatal que pretenden fijar las normas sobre tarificación del carbono y energías renovables.
Los gobiernos, los inversores y los consumidores también están ejerciendo presión sobre las compañías para que adopten compromisos significativos con respecto a la descarbonización. Tarificación del carbono: una herramienta esencial para lograr la neutralidad de carbono La tarificación del carbono representará un elemento clave para reducir las emisiones de CO2 con arreglo a los objetivos del Acuerdo de París y para acelerar la transición hacia la neutralidad de carbono. Conscientes de ello, más países han comenzado a adoptar sistemas de tarificación del carbono con el fin de limitar sus emisiones.
Ahora bien, mientras los precios de las emisiones de carbono están aumentando, los precios actuales siguen siendo demasiado bajos para lograr la necesaria descarbonización a largo plazo. La Agencia Internacional de la Energía (AIE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, entre otros organismos, estiman que, para lograr los objetivos del Acuerdo de París, es preciso que el precio del carbono oscile entre 75 y 100 dólares por tonelada de CO2. Hoy en día, el FMI estima que cuatro quintas partes de las emisiones de carbono del mundo siguen teniendo un precio insuficiente, y que el precio de carbono medio global es inferior a 5 dólares por tonelada. Existen tres enfoques con respecto a la tarificación del carbono: impuestos sobre el carbono, mercados de carbono de cumplimiento regulado y mercados de carbono voluntarios o de compensación.
1. Los impuestos sobre el carbono representan un instrumento de política fiscal con una aplicación relativamente fácil. Estos impuestos determinan un precio directo sobre el carbono mediante la definición de un tipo impositivo basado en las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) o el contenido de carbono de los combustibles fósiles. Con los impuestos sobre el carbono, el precio del carbono es fijo y no se establece un máximo general de emisiones, lo que significa que la reducción general de emisiones exacta dependerá del precio del carbono. No obstante, los impuestos sobre el carbono suelen ofrecer escasa flexibilidad, ya que los emisores de carbono no pueden pagar a otras compañías para reducir las emisiones cuando esta opción sea más rentable. Conforme los países aumentan el nivel de sus compromisos con la neutralidad de carbono, también suben los impuestos sobre el carbono en un intento por conseguir esos objetivos.
Por ejemplo, Noruega tiene previsto triplicar con creces su impuesto nacional sobre las emisiones de CO2 hasta 237 dólares por tonelada de aquí a 2030, mientras que Canadá planea multiplicar por más de cinco su impuesto sobre el carbono desde 30 a 170 dólares canadienses por tonelada antes de 2030.
2. Los mercados de carbono de cumplimiento regulado se basan en un modelo de “tope y trueque” (régimen de comercio de derechos de emisión con fijación previa de límites máximos que se reducen con el paso del tiempo). Un regulador asigna o vende derechos de emisión hasta el límite máximo establecido. Cada año las entidades deben entregar suficientes derechos de emisión para cubrir todas sus emisiones. Un mecanismo de penalización suele incorporarse en caso de incumplimiento. Los precios del carbono se determinan en el mercado: las entidades con reducidas emisiones pueden vender los derechos excedentarios a emisores más grandes, y viceversa. En la opinión de Columbia Threadneedle, los mercados de carbono de cumplimiento regulado representan el mecanismo más eficaz para incentivar y materializar la reducción de las emisiones (gráfico 1).
3. Los mercados de carbono voluntarios, o compensación de carbono, ofrecen a las compañías una oportunidad para gestionar las emisiones que no pueden eliminar. Estos mercados se basan en el supuesto de que las compañías no pueden neutralizar o compensar la cantidad de emisiones que generan. Un mecanismo de compensación se crea mediante la financiación de proyectos destinados a reducir, prevenir o eliminar emisiones de CO2 de la atmósfera (gráfico 2).
El precio del carbono se determina en el mercado y depende de la oferta y la demanda de compensaciones. Los proyectos de compensación del carbono incluyen soluciones basadas en la naturaleza, como la repoblación forestal, las energías renovables y la eliminación de residuos. Los resultados deben ser medibles, verificados y de eficacia probada. Una importante desventaja de los sistemas de compensación es que el mercado está fragmentado y presenta una gran complejidad por la variedad de registros y metodologías aplicadas. Tampoco existen suficientes normas, lo que plantea el riesgo de “lavado de imagen verde”, es decir, presentar información falsa o engañosa sobre cuán respetuoso con el medioambiente es un producto/ una compañía. Por esta razón, los mecanismos de compensación de carbono no se consideran actualmente una alternativa o un sustituto de peso frente a otras soluciones de reducción de emisiones más completas. El grupo de trabajo sobre los mercados de carbono voluntarios (“Task Force for Voluntary Carbon Markets”), la iniciativa recién lanzada de Mark Carney, trata de establecer las normas en este tipo de mercados con el fin de contribuir al proceso de descarbonización.
Opciones de descarbonización
Desde Columbia Threadneedle evalúan lo fácil y costoso que resulta para una compañía de un sector específico reducir las emisiones de carbono y, por lo tanto, compensar el impacto de unos mayores precios del carbono. Por ejemplo, los servicios públicos pueden rebajar las emisiones a través de las energías renovables, lo cual reduciría la sensibilidad de este sector al aumento de los precios del carbono.
Otros sectores como la aviación o los productos químicos dependen de tecnologías limpias que todavía están en fase de desarrollo y/o no están disponibles en el mercado, como los combustibles sostenibles y el hidrógeno. La transición hacia la neutralidad de carbono para estos sectores podría llevar más tiempo, lo que aumenta su vulnerabilidad ante unos mayores precios del carbono.
En la gestora utilizan estas tres lentes para determinar el impacto potencial del aumento de los precios del carbono y evaluar la capacidad de adaptación de los emisores en cada sector. Incluso en sectores de elevada intensidad de carbono, las compañías que adoptan planes de reducción de las emisiones inmediatos y creíbles y muestran un sólido poder de fijación de precios deberían salir mejor paradas que las que no lo hacen.
La neutralidad de carbono tendrá repercusiones en todas las compañías y en todos los sectores. Y ese impacto ya se está haciendo notar. Los inversores y sus asesores deberían informarse adecuadamente de los posibles efectos de la tarificación del carbono en la economía y en las compañías en las que invierten, así como determinar la mejor manera de posicionar sus carteras en vista de las iniciativas de descarbonización.
Allfunds e iCapital, la plataforma fintech global líder en impulsar el acceso y la eficiencia en la inversión alternativa para las industrias de gestión de activos y patrimonio, han puesto en marcha su alianza, anunciada el año pasado, para proporcionar oportunidades de inversión alternativa en el mercado privado a la red global de Allfunds.
Con la puesta en marcha de este acuerdo, los clientes de Allfunds podrán solicitar el acceso a esta nueva herramienta dentro del ecosistema Allfunds y tendrán la opción de invertir en una selecta gama de fondos alternativos de gestores de primera línea. Además, según explica la firma, los clientes podrán optar entre distintas geografías y estrategias, como capital privado, deuda privada o activos reales, y acceder a estas clases de activo con una inversión mínima inferior a la media habitual.
En los próximos meses, iCapital continuará seleccionando los mejores fondos de entre diversas estrategias para continuar ampliando su solución de inversión alternativa para la red de Allfunds. Según indican ambas compañías, el enfoque centrado en el cliente y la mentalidad digital-first, que comparten Allfunds e iCapital, se han materializado en una integración tecnológica fluida y eficiente.
En este sentido, explican que todos los procedimientos de suscripción y servicio al cliente durante todo el ciclo de vida de la inversión quedan automatizados, de esta manera se eliminan dificultades operativas y procesos manuales a los que asesores y clientes se han enfrentado históricamente con esta clase de activos. Adicionalmente, los inversores se beneficiarán de un centro de gestión de documentación centralizado, con visibilidad completa e información exhaustiva sobre todas sus inversiones.
“Allfunds está comprometido con proporcionar a sus clientes la mejor oferta de productos posible, tanto en calidad como en rango, por lo que, naturalmente, llevamos tiempo pensando en incluir una solución de inversión alternativa en mercados privados. Esta colaboración garantiza que nuestros clientes tengan la opción y oportunidad de inversión en mercados privados con la experiencia probada de iCapital. Estamos encantados de aliarnos con una plataforma fintech líder y, una vez más, aportar una solución tan innovadora a nuestros clientes”, ha indicado Juan Alcaraz, CEO de Allfunds.
Por su parte Lawrence Calcano, presidente y CEO de iCapital, ha destacado que ambos equipos tienen el objetivo común de que más gestores de patrimonio y bancos accedan a oportunidades de inversión que puedan ayudar a los clientes a cumplir los objetivos de sus carteras. “Estamos encantados de que nuestra alianza con Allfunds haya arrancado y sabemos que esto es sólo el comienzo de un trabajo conjunto para construir una amplia oferta de productos dentro de una experiencia de inversión privada eficiente, transparente y totalmente digital para nuestros clientes”, ha afirmado Calcano.
Para Marco Bizzozero, director de Internacional de iCapital, la creación de riqueza se produce cada vez más fuera del mercado público. “Nuestra alianza con Allfunds, la única de su clase, proporciona a bancos y gestores de patrimonio acceso a importantes oportunidades de crecimiento y diversificación en los mercados privados. Este es un hito clave en nuestra expansión internacional y estamos encantados de trabajar con Allfunds, un reconocido líder mundial en la distribución de fondos, para facilitar el acceso de un mayor número de inversores y asesores a oportunidades de inversión en los mercados privados”, ha afirmado Bizzozero.
Tras la reunión de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), la atención se centra ahora en el Banco Central Europeo (BCE), que celebrará mañana su primer encuentro del año. Según indican los análisis de las gestoras, pese a que la Fed ha endurecido su posición, el BCE sigue mostrándose continuista y con poca intención de modificar su política monetaria de forma abrupta. Por lo tanto, ¿qué se espera de la reunión de enero?
En opinión de Hans-Jörg Naumer, Director Global Capital, Markets & Thematic Research de Allianz Global Investors, en esta ocasión, no valen las medias tintas. “La política monetaria es una cuestión de confianza, y la confianza no debe ser socavada por la sospecha de que los objetivos de política fiscal prevalecen. Como escribió el Premio Nobel Friedrich August von Hayek en su libro de 1960 Los fundamentos de la libertad: Una política monetaria independiente de la política fiscal es posible siempre que el gasto público represente solo una parte relativamente pequeña de todo el gasto y que la deuda pública (y especialmente la deuda a corto plazo) represente solo una pequeña parte del volumen total de deuda. Esto sigue siendo plenamente válido”, señala.
Las gestoras interpretan que simplemente el BCE va a un ritmo diferente que otras instituciones monetarias, como la Fed o el Banco de Inglaterra, pero que transitará igualmente hacia una normalización de su política. De nuevo, la clave estará en la evolución de la inflación en la zona euro.
Franck Dixmier, Global CIO Fixed Income en Allianz Global Investors, considera que esta reunión debería ser una oportunidad para que el presidente del BCE retome la retórica comunicada por otros miembros del Consejo de Gobierno en las últimas semanas. “El BCE debería reiterar su voluntad de ser, como la Fed, pragmático y ágil, y estar dispuesto a intervenir si la inflación sigue siendo demasiado alta en relación con su objetivo del 2%. Entre las herramientas a disposición del BCE, la primera sería detener las compras netas, como sugiere Philip Lane, economista jefe del BCE”, añade Dixmier.
Inflación: la gran clave
En este sentido, los analistas de Monex Europe, destacan que hasta ahora, los responsables de la política monetaria del BCE siguen confiando en que la inflación caerá durante el próximo año y la mayoría de los miembros del Consejo de Gobierno rechazan la idea de una subida de tipos en 2022, a pesar de las expectativas del aumento de los tipos y de un contexto inflacionario más fuerte a nivel mundial. “Es probable que la reunión del BCE del jueves esté dominada por la forma en que el banco central hará retroceder las expectativas de subida de tipos al tiempo que aborda los riesgos al alza de la inflación sin que los mercados piensen que se incluyen en el escenario de partida”, comentan.
Desde Generali Investment recuerdan que la inflación general se disparó hasta el 4,9% interanual en noviembre, impulsada por los efectos de base, el aumento de los precios de la energía y los cuellos de botella de la oferta. Según sus estimaciones, en 2022, estos factores se reducirán y la inflación volverá a situarse por debajo del umbral del 2% en la segunda mitad del año. Dicho esto, argumentan que el régimen de baja inflación de los últimos años habrá terminado y la inflación anual se situará en una media del 2,3% en 2022. Por su parte, la inflación subyacente se acercará gradualmente al objetivo del 2% del BCE en los próximos años, mientras que las expectativas de inflación ya se han normalizado.
Según Bloomberg, el mercado espera que la inflación general se ralentice hasta el 4,4% interanual desde el 5,0% de diciembre, y que la inflación subyacente se desacelere aún más, pasando del 2,6% al 1,8%. Gilles Moëc, economista jefe de AXA Investment Managers, cree que una cifra superior a la esperada pondría a Lagarde en una posición menos cómoda este jueves, pero el verdadero problema para el BCE va a ser la próxima tanda de previsiones que se publicará en marzo.
En este sentido, Moëc señala: “Hemos argumentado que el banco central se ha dado a sí mismo bastante cobertura para permanecer en modo de supervisión hasta finales de 2022, dada su orientación futura que ya proporciona una fuerte visibilidad sobre su acción al menos hasta octubre en la flexibilización cuantitativa, mientras que empuja el debate sobre las subidas de tipos para más adelante. Sin embargo, los halcones se han hecho oír, y esperamos que Christine Lagarde baje la temperatura y repita que es poco probable que el BCE suba los tipos este año. Sin embargo, el tono de la conferencia de prensa puede depender de la inflación de enero, que se publicará hoy”.
Previsión sobre las subidas de tipos
Según recuerda Talib Sheikh, responsable de Estrategia Multi-Asset de Jupiter AM, el mercado europeo de tipos espera que el proceso de normalización se inicie con una única subida de 25 puntos básicos en 2022, seguida de dos subidas en 2023, lo que llevaría los tipos a territorio positivo. Pero, en su opinión, «esto nos parece demasiado agresivo».
«Aunque la incertidumbre en torno a las presiones salariales ha aumentado, pensamos que es poco probable que la dinámica laboral inflacionista se mantenga y dé lugar a espirales salariales y, por lo tanto, en última instancia, el BCE no se verá obligado a adoptar un modo más agresivo», concluye Sheikh.
Para Thomas Hempell, jefe de Análisis Macro y de Mercado, y Florian Späte, estratega de Bonos Senior, en Generali Investments, el entorno de la política monetaria ha cambiado notablemente. “La subida de tipos aún no está sobre la mesa, ya que la nueva estrategia del BCE ha elevado notablemente el listón para un endurecimiento temprano. La inflación general y la subyacente deben ser coherentes con el umbral del 2% mucho antes del final del horizonte de proyección del BCE (actualmente en 2024). Pero, a diferencia del pasado, los riesgos al alza de la inflación son ampliamente reconocidos y el BCE querrá estar preparado para actuar en todas las contingencias sin provocar cambios bruscos en el mercado”, afirman.
Por ello, según Hempell y Späte, lo más probable es que el BCE ponga fin al PEPP en marzo, pero que suavice la reducción de las compras mensuales del QE durante el resto del año mediante el aumento de las compras del APP. “De este modo, podría estar preparado para anticipar su primera subida de tipos de 2024 (hipótesis base) a 2023, por ejemplo, si se materializaran los efectos de segunda ronda del actual repunte de la inflación. El balance del BCE alcanzará probablemente su punto máximo a finales de 2022 y se reducirá posteriormente. Habrá medidas para evitar una caída brusca, por ejemplo, relacionadas con la expiración de los LTROs. Sin embargo, el camino está claro: 2022 será el año en el que el BCE empiece a reducir su política ultra acomodaticia”, añaden.
En cambio, según matiza su colega Martin Wolburg, economista senior de Generali Investments Partners, los mercados tienen una visión mucho más agresiva de las subidas de tipos del BCE, ya el pasado otoño abrazaron la idea de una subida de tipos en 2022. “Los miembros del Consejo de Gobierno (CG) del BCE no han dejado de comunicar que esto es exagerado y la presidenta Lagarde, entre otros, lo calificó de muy improbable. A pesar de estos comentarios, las expectativas de una subida de tipos en 2022 se intensificaron después de la reunión de diciembre. Una de las razones podría ser que los mercados toman a la Fed como modelo. Sin embargo, la situación allí es muy diferente, y es difícil imaginar circunstancias realistas en las que el BCE se apartaría de la secuencia de medidas políticas anunciada y subiría los tipos de interés sin dejar de aplicar el QE, ya que también podría suponer un indeseado aplanamiento de la curva de rendimiento”, explica Wolburg.
“En consecuencia, el BCE intentará que la reunión de política monetaria de febrero sea un acontecimiento discreto, y no esperamos que se tomen decisiones importantes en esta reunión. En marzo, recibiremos las nuevas proyecciones macroeconómicas del equipo. Si las proyecciones de inflación, que ya son razonablemente halagüeñas, se revisan al alza para 2023 y 2024, es probable que el BCE contemple una trayectoria de salida algo acelerada, un escenario que el mercado ya está valorando. Creemos que el BCE probablemente estará en piloto automático durante la mayor parte de 2022, ya que el listón para una flexibilización adicional importante más allá de la combinación de políticas anterior a la pandemia es alto”, concluye Konstantin Veit, gestor de carteras de PIMCO.
Según la visión de Annalisa Piazza, analista de renta fija de MFS Investment Management, a pesar de la división interna en el Consejo de Gobierno con respecto a la inflación, el BCE iniciará su ciclo de subidas lentas no antes del segundo o tercer trimestre de 2023 y el tono del anuncio de política de febrero no difiera mucho de lo que escuchamos en diciembre.
“Lagarde había dejado claro en una de sus últimas declaraciones que el BCE tiene buenas razones para no actuar con tanta rapidez como la Fed, lo que reduce los riesgos de que la presión de los homólogos sea el principal motor de la actuación del BCE. La evolución de la inflación y de las expectativas de inflación será el factor clave para que el BCE empiece a subir los tipos y, para entonces, se habrán celebrado varias rondas de negociaciones salariales y el BCE tendrá una visión más clara de las presiones inflacionistas subyacentes”, afirma Piazza.
“Los inversores deberían esperar que el BCE confirme su camino hacia la normalización gradual de la política monetaria en febrero. Esto hará que, en términos de endurecimiento monetario, vaya por detrás del Banco de Inglaterra y de la Reserva Federal. Es poco probable que se produzcan cambios en la política y podría reconocer que existe un alto nivel de incertidumbre respecto a la futura senda de la inflación. Las nuevas incertidumbres incluyen el impacto de la última ola del Covid-19, así como las presiones de los mercados de la energía. Los inversores deberían seguir considerando que el BCE mantendrá un enfoque flexible y basado en datos a lo largo de este año”, concluye Pietro Baffico, economista europeo en abrdn.
Neuberger Berman ha anunciado el lanzamiento de su segundo Fondo Europeo de Inversión a Largo Plazo (ELTIF II, por sus siglas en inglés), el NB Direct Private Equity Fund 2022 ELTIF, centrado en coinversiones con los mejores gestores de private equity. Según indican desde la firma de inversiones, este nuevo fondo llega “tras el éxito del lanzamiento de la primera estrategia ELTIF el año pasado”.
El nuevo fondo coinvertirá en una serie de clases de activos de capital privado, invirtiendo principalmente en compañías de buyout, y de manera oportunista en compañías en fase de crecimiento y capital preferente. Las inversiones directas se realizarán principalmente en compañías con sede en Europa y América del Norte, así como en Asia y América Latina en menor medida.
Desde la firma explican que con esta nueva solución de inversión el acceder e invertir en capital global será más sencillo tanto para los inversores minoristas asesorados como para inversores profesionales. Además, ha anunciado que para los inversores que utilicen el fondo por primera vez, Neuberger Berman ofrece un descuento anticipado en la comisión de gestión para el primer año del 25%.
El primer fondo Neuberger Berman ELTIF I recaudó un total de 149,2 millones de euros (169 millones de dólares) durante el periodo de oferta de seis meses desde su lanzamiento en mayo, y a 31 de diciembre de 2021 ya ha invertido en 12 compañías, lo que demuestra, según la valoración que hacen, que el interés entre los inversores en este área que antes era difícil acceder para los inversores minoristas.
Tradicionalmente, los fondos de capital privado tienen mínimos de inversión elevados, pero Neuberger Berman propone con su fondo entrar a partir de los 25.000 euros para los inversores de toda Europa. Por último, indica que la duración inicial prevista del fondo es de 8 años.
“El NB Direct Private Equity Fund 2022 ELTIF coinvertirá en una gran variedad de oportunidades, tanto en nuevas operaciones como en compañías existentes en las carteras de las gestoras líderes de Private Equity . No tendrá limitación en cuanto a sectores, compañías y regiones geográficas en las que puede invertir”, explica José Luis González Pastor, director general de Neuberger Berman.
El NB ELTIF II aprovechará la experiencia del galardonado equipo de capital privado de Neuberger Berman, que cuenta con más de 245 profesionales especializados en mercados privados en nueve lugares del mundo y un amplio historial de más de 30 años gestionando activos privados.
En este sentido, González añade: “Tras el gran éxito que obtuvimos con el ELTIF I en 2021, lanzamos otro nuevo fondo innovador. Normalmente, el capital privado tiene muchas barreras de entrada, pero nuestro objetivo es superar esas barreras dando a los inversores acceso a una diversificación adecuada, y un exhaustivo y selectivo proceso de due diligence. El lanzamiento de este segundo fondo es un verdadero ejemplo de la potencia de nuestra plataforma y un paso decisivo para hacer que el capital privado sea accesible a los inversores minoristas asesorados con bajos mínimos de inversión en toda Europa”.
Por su parte, José Cosio, responsable global ex USA del canal de Intermediarios, ha comentado: “La inversión en private equity permite a los inversores acceder a las bondades de este activo: rentabilidades atractivas a largo plazo, disminución de la volatilidad y en consecuencia del riesgo y acceso a una cartera diversificada. Como compañía, llevamos muchos años hablando de la necesidad de poner este activo a disposición de más inversores. Aunque ya ocupa un lugar importante en la mayoría de los planes de pensiones públicos y privados, estos fondos que hemos lanzado son una forma de tener exposición a un impulsor tan importante de rentabilidad y diversificación de riesgo”.
En su opinión, el apetito por este tipo de inversión está creciendo, como detectaron con el ELTIF I el año pasado. “Creemos que este nuevo fondo hace que la inversión en capital privado sea accesible para los inversores que desean una solución sencilla y disponible de manera anual”, concluye Cosio.
Groupama Asset Management ha anunciado la incorporación de Emmanuel Daull como nuevo responsable de la Deuda no cotizada. Según explican desde la gestora, se trata de un puesto de nueva creación que abre el camino para la construcción de un equipo de especialistas dedicados a esta clase de activos.
Como primer paso en el despliegue de esta clase de activos reales y como responsable de la deuda no cotizada, Duall tendrá como misión estructurar un equipo de especialistas experimentados, diseñar la gama de fondos y garantizar su promoción y desarrollo. Emmanuel Daull reportará a Xavier Hoche, director de gestión, y todo el equipo de deuda no cotizada se unirá al equipo de gestión de Groupama AM.
“Nos complace dar la bienvenida a Emmanuel Daull, un experimentado especialista en la clase de activos. Sus competencias y su experiencia son verdaderas bazas al servicio de las ambiciones de Groupama AM. De hecho, con el apoyo de nuestra matriz, queremos ofrecer a nuestros clientes una gama completa de fondos de deuda no cotizada con un fuerte carácter ESG”, ha destacado Xavier Hoche, director de gestión de Groupama AM.
A través del desarrollo de su experiencia en deuda no cotizada, Groupama AM aportará nuevas soluciones de diversificación que generarán rendimientos tanto para los inversores institucionales como para los profesionales de la distribución. Según adelanta la gestora, el universo de emisores del primer fondo debería incluir principalmente empresas con cifras de negocio de entre 50 y 500 millones de euros. Toda la gama de fondos se caracterizará por una fuerte dimensión de impacto ESG.
“El primer fondo que queremos lanzar se estructurará en torno al eje social-societal con fuertes convicciones de gestión”, continúa Xavier Hoche. Para ello, el equipo de gestión se apoyará en el trabajo del equipo de análisis interno, compuesto por 16 especialistas, tanto en el aspecto financiero como en el extrafinanciero.
Respeto a Emmanuel Daull, la gestora destaca que ha trabajado en AlixPartners como Asociado en el equipo de reestructuración financiera, en Allianz Global Investors como analista-gestor de deuda privada y, más recientemente, en Credit Value Investments, donde era Director de inversiones de deuda no cotizada – Europa Central, desde 2018. Emmanuel Daull tiene un Máster en Corporate Finance (Toulouse Business School) y un máster en Finanzas Gestión Contable y Management (Bradford School of Management).
A menudo escuchamos que el “mercado se adelanta” o que el “mercado descuenta el futuro”, y muchos de estos movimientos los vemos en precios y valuaciones. Pero, ¿cómo podemos medir el tamaño de las expectativas de los inversionistas en el mercado de valores?
Hay muchas metodologías para valuar una acción o un índice accionario. Todas tienen sus fortalezas y sus debilidades, por lo que no hay que esperar encontrar un modelo o una verdad única. Todos los modelos son criticables y en todos podemos encontrar contraargumentos que busquen resaltar el punto de vista de cualquier inversionista. Una vez dicho esto, me gustaría usar el siguiente modelo como “proxy” del sentimiento del inversionista sobre el mercado accionario.
Partamos de varios supuestos:
El Valor en Libros de una empresa puede considerarse como el valor neto contable de dicha empresa. Digamos que son “los fierros” que mantienen la empresa funcionando (ajustados por depreciación y amortización). Importante remarcar que en el Valor en Libro no se cuentan los activos intangibles, como las patentes, por ejemplo. Dicho esto, el valor en libros refleja el valor de una empresa bajo un escenario de liquidación.
Sin embargo, la mayoría de las empresas en el mercado no cotizan bajo un escenario de liquidación, sino bajo un escenario de operación continua (o going concern en inglés), por lo que el valor en libros no es una métrica suficiente para reflejar el verdadero valor de una empresa.
Hay varias formas de capturar el valor de ese escenario de operación continua como, por ejemplo, descontar dividendos esperados o descontar el Flujo Libre de Efectivo. Sin embargo, por simplicidad, usaré la Utilidad Esperada para 1, 2 y 3 años. Si bien usar la Utilidad Esperada no es ideal, pues puede ser manipulada por partidas virtuales de alta discrecionalidad, como la depreciación, lo que pretendo es generar un proxy y no un cálculo “exacto” de la valuación, por lo que, la Utilidad Esperada es mucho más sencilla de conseguir y manejar.
Dicho lo anterior, podemos asumir que el precio de una acción o un índice accionario podría modelarse de la siguiente forma: Valor en libros por acción (BVPS, en inglés) + Valor Presente de las Utilidades Esperadas por acción para los siguientes 3 años (EPS, en inglés) + Valor Residual. Donde me quiero centrar en este análisis es en ese Valor Residual.
Pero antes, una pequeña digresión. Pronosticar es complicado, y pronosticar bien, casi imposible. En el ejercicio de “pronosticar” uno debe hacer muchos supuestos y, conforme nos alejemos del presente, los supuestos que hagamos tenderán a ser cada vez más frágiles ya que, de hoy a un punto alejado en el futuro, pueden pasar una infinidad de cosas que te alejen de tu pronóstico inicial. Es por eso que pronosticar el tipo de cambio a 5 años (o cualquier otra variable económica y/o financiera) es bastante inútil. Esto también aplica para las Utilidades Esperadas de cualquier empresa. Fin de la digresión.
Asumamos, entonces, que los analistas son “relativamente buenos” pronosticando el corto plazo, en este caso, la Utilidad Esperada para 1, 2 y 3 años. Después de ese lapso, su capacidad predictiva pierde poder. Sin embargo, eso no implica que no exista valor después de los 3 años, solo implica que somos muy malos para calcularlo. Sin embargo, eso no nos detiene y expresamos nuestra opinión sobre el mercado “comprándolo o vendiéndolo”, inflando o deprimiendo las valuaciones. Dicho esto, el Valor Residual de nuestro modelo podemos pensarlo como “los sueños y las esperanzas” de los inversionistas (término acuñado por Cameron Crise, estratega Macro en Bloomberg), ya que, si asumimos que el inversionista promedio toma en consideración que el mercado (muy grosso modo) puede expresarse como la suma del BVPS + el valor presente de los EPS de 1, 2 y 3 años + Valor Residual, entonces en dicho Valor Residual los inversionistas verterán sus expectativas bajo el escenario de operación continua por delante de los 3 años ya expresados en los EPS.
Dicho todo lo anterior, aplicaré el modelo descrito al S&P 500, el Nasdaq y el IPC ¿Cómo se ha comportado históricamente este Valor Residual? Y ¿Qué tanto representa hoy del valor de los índices?
El caso del S&P 500
Para el caso del S&P 500 podemos ir tan atrás como 1990. En la gráfica 1 vemos que el Valor Residual (lo que llamé “Sueños y Esperanzas”) en la valuación del índice es el componente más volátil, y se infla y se deprime según van cambiando las expectativas del mercado.
Gráfica 1: S&P 500 dividido en tres componentes: BVPS, EPS y valor residual. Fuente: Bloomberg.
Como porcentaje de la valuación total del índice, el máximo que ha alcanzado este componente residual es de 66%, es decir, 66% del precio del índice es explicado por las expectativas de los inversionistas sobre las capacidades de las empresas (en promedio) para generar valor más allá de 3 años. El promedio histórico es de 44% y el valor actual es de 64% (Gráfica 2).
Gráfica 2: Porcentaje de la valuación del S&P 500 explicada por el Valor Residual. Promedio móvil 90 días. Fuente: Bloomberg.
Es interesante notar que el pico se dio justo antes de la caída de la burbuja “dot-com”, y actualmente se encuentra en niveles similares a los vistos en esa época.
El caso del Nasdaq
Para el Nasdaq (Gráfica 3), desafortunadamente, no cuento con datos pre-burbuja del “dot-com”, pues existen datos públicos desde diciembre 2001, cuando la burbuja ya había reventado. Sin embargo, los 20 años de historia nos sirven como referencia para conocer el promedio histórico en el que dicho Valor Residual se ha movido.
En la gráfica 4 podemos ver el porcentaje máximo, que curiosamente es el dato actual (74%), y el porcentaje promedio (54%). Es impresionante ver como el 74% del precio que se paga por el Nasdaq hoy se explica por las expectativas que tienen los inversionistas de que las empresas tecnológicas generen valor a partir del 3er año.
El caso del IPC
Para el IPC (Gráfica 5), la historia disponible es aún más corta (septiembre 2005), pero aun así sigue siendo un buen lapso (16 años). Para el caso de la Bolsa Mexicana, es interesante notar que el BVPS representa una parte importante de la valuación (contrario a las dos Bolsas de EE.UU.), y que las expectativas no son tan fuertes.
En la gráfica 6 se puede ver el porcentaje máximo (51%) que corresponde al 2008, meses antes de la Gran Crisis Financiera y muy por encima del promedio histórico de 39%. El valor actual es de 33%.
Algunas conclusiones
Si bien los resultados expuestos anteriormente ayudan a apuntalar la idea de una sobrevaluación en los dos índices de EE.UU., intentaré ser cuidadoso en mis conclusiones.
En las gráficas podemos ver que las estimaciones de EPS fueron creciendo durante la mayor parte del lapso, lo que me da pie a pensar que muchos de los pronósticos de los analistas se concretaron, es decir, parte de esos sueños y esperanzas tenían una razón legitima de ser. Esto pudo ayudar a generar una espiral de optimismo hacia adelante, que pudo causar que los sueños y esperanzas fueran más desproporcionados de lo que la realidad dictaba.
El mercado accionario, sobre todo el sector tecnológico, tiene características peculiares que pocos sectores tienen: 1) haber probado su capacidad para mejorar la calidad de vida de las personas y; 2) que suelen ser suficientemente disruptivos para crecer rápido y convertirse en entes monopólicos u oligopólicos creadores de grandes fortunas. Eso no lo voy a poner en duda. Sin embargo, debe existir un límite, y el cielo está muy lejos de ser ese límite.
El nivel de valuaciones que hemos visto, aunado a la coyuntura actual de normalización monetaria y posibles leyes anti-monopólicas en países desarrollados, podría poner en entredicho la sostenibilidad de estos precios. ¿Cuándo? Difícil saberlo. ¿Cuál será el catalizador? Complicado predecir, sin embargo, la mesa está puesta para que el catalizador pueda venir de distintos frentes.
Por otro lado, tenemos el caso de México, en el cual las expectativas parecen estar algo deprimidas y por debajo del promedio histórico. Si bien esto no es indicio de que la Bolsa mexicana sobredesempeñará a las bolsas en EE.UU., no puedo evitar pensar en el periodo 2002-2007, post burbuja “dot-com”, donde el S&P y el Nasdaq en EE.UU. rindieron 7% anual en promedio, pero la Bolsa mexicana rindió, en el mismo lapso, 32% anual promedio (ambos rendimientos en pesos). Sin embargo, hay que tomar esto con un grano de sal. El México de 2002 es distinto al México de 2022. El México de hoy enfrenta retos distintos a los que enfrentábamos en aquel entonces, y esto podría ser causa suficiente para hacer que las expectativas se mantengan deprimidas por más tiempo.
Si bien este es un análisis muy superficial de lo que ha pasado (y podría pasar) en las Bolsas de valores de EE.UU. y México, es difícil ignorar el hecho de que el futuro de los índices accionarios será complicado durante los siguientes meses o años. El llamado a invertir en acciones cada vez se vuelve menos claro y, sin duda, el camino hacia adelante no estará exento de baches, y uno que otro susto.
Por Luis Gonzali, CFA. VP/Co-Director de Inversiones en Franklin Templeton México
Entre abril de 2020 y mayo de 2021, las compras internacionales de propiedades residenciales en Estados Unidos superaron los 54 mil millones de dólares, según la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios (NAR por sus siglas en inglés).
En ese contexto, México se ubicó como el segundo país de origen de los compradores, representando 7% de todas las adquisiciones. Argentina y Colombia, responsables de 3% y 2% de las transacciones, respectivamente, también se encuentran en la lista de los primeros 10 países, dice un informe de JP Morgan.
Los principales mercados de compra incluyen Florida (22% de todas las operaciones internacionales), California (16%), Texas (9%), Arizona (5%), Nueva York (4%) y Nueva Jersey (4%).
Durante el último año, el mercado de Real Estate en Estados Unidos ha pasado de prácticamente inactivo a estar al rojo vivo, y algunos factores importantes apuntan a que el aumento de los precios de las viviendas va a continuar.
Las tasas hipotecarias han aumentado, pero siguen siendo históricamente bajas. El ritmo de construcción de nueva vivienda aún no logra satisfacer la demanda. Es probable que el trabajo a distancia mantenga atractivos los suburbios. Y, lo que es más importante, se espera que los millenials, la generación más grande en la historia de Estados Unidos, sigan comprando casas.
Por este motivo, para Joe Seydl, senior markets economist de JP Morgan, “ahora puede ser un buen momento para considerar los bienes raíces en Estados Unidos para uso personal o, estratégicamente, dentro de su cartera”.
“La falta de construcción de viviendas nuevas desde 2008 ha sido tan severa que ahora hay escasez de viviendas disponibles para la venta. Si bien llevará tiempo revertir esta tendencia, esperamos que el ciclo de construcción actual, que ya se está calentando, continúe durante años”, comenta el experto.
¿Qué impulsará el mercado inmobiliario de Estados Unidos?
Es probable que las mismas cuatro fuerzas que ayudaron a revivir el sector de la vivienda en Estados Unidos recientemente continúen manteniéndolo activo: el apoyo del gobierno, el auge de la vida suburbana, la creciente popularidad del sur como lugar de residencia y el creciente número de millenials que está considerando formar una familia.
Esto no es una burbuja inmobiliaria
Aquellos que recuerdan la burbuja inmobiliaria de 2006-2007 pueden estar nerviosos al ver que los precios de la vivienda en Estados Unidos se han disparado.
Sin embargo, esa burbuja fue impulsada por compras especulativas, algo que no sucede ahora, según JP Morgan.
La actividad de construcción debería acelerarse ya que los altos precios de las viviendas hacen que las nuevas edificaciones sean atractivas, especialmente cuando hay escasez de inventario.
“Esperamos que la vivienda en EE.UU. siga siendo una fuente importante de fortaleza para los inversionistas durante los próximos años. Por supuesto, también existen riesgos potenciales: las tasas de interés podrían subir y la inflación resultará más rígida de lo esperado. Sin embargo, creemos que esos eventos serán manejables”, resumió el experto.
El equipo de B. Riley Wealth Management fichó a Arturo Castelo procedente de Morgan Stanley en Miami.
“Estoy feliz de compartir que estoy empezando una nueva posición como managing director, Investments en B. Riley Wealth Management”, publicó Castelo en su perfil de LinkedIn.
Castelo fue registrado en su nuevo empleo el pasado 28 de enero, según su perfil de BrokerCheck.
El advisor trabajó en UBS Financial Services entre 2009 y 2010 para luego desembarcar en Morgan Stanley entre 2013 y 2022.
Compass Group ha promovido a Maricarmen de Mateo, quien asume el cargo de Head de Productos Globales – con el objetivo de potenciar la oferta de la firma latinoamericana – además de ser Gerente de Productos de Terceros desde 2018, según confirmaron fuentes de la empresa a Funds Society.
Así, Maricarmen de Mateo agrega “a sus actuales roles como responsable de inteligencia de negocios y relación con los managers en la distribución de fondos de terceros, el liderazgo de los proyectos relacionados al crecimiento de nuestra oferta global de productos, con foco en los segmentos de Wealth Management e Intermediarios”, explica un mensaje de Compass Group en Linkedin.
Por su parte, la responsable se mostró “feliz de asumir este nuevo desafío enfocado en seguir fortaleciendo nuestra oferta de productos globales para el segmento de intermediarios y Wealth Management. Es un orgullo formar parte de Compass Group y su gran equipo”.
Maricarmen de Mateo empezó a trabajar en Compass hace seis años. Anteriormente fue subgerente de Desarrollo Comercial en LarrainVial Asset Management. Es ingeniera civil industrial por la Universidad Adolfo Ibáñez.