Roberto Martins ha sido promovido como head de International Solutions de Itaú Asset Management.
Martins, con más de 20 años en la industria, publicó en LinkedIn su nuevo rol en la firma brasileña.
En su experiencia se destaca su pasaje por Credit Suisse entre 2001 y 2003.
Posteriormente trabajó durante una década (2003-2013) en Citi donde llegó a head de Private Bank de Brasil.
En 2013, desembarcó en Itaú donde cumplía su rol como jefe de GWS International de private bank hasta este momento que asumió como International Solutions head.
Martins tiene un MBA por la University of California, Berkeley, Haas School of Business y entre otros estudios y certificaciones se destaca el Data Science Program del Massachusetts Institute of Technology.
Mapfre Gestión Patrimonial (MGP), la unidad de Mapfre que ofrece soluciones de inversión financiera a sus clientes para rentabilizar sus ahorros, continúa reforzando sus equipos. Su último fichaje ha sido José Luis Palazón Pascual, que se une a la oficina de la firma en Bilbao, que está camino de cumplir tres años desde la apertura.
Según indican desde la entidad, Palazón colaborará en la expansión del negocio apoyando al equipo de Enrique De la Fuente, responsable de la oficina de Bilbao, cuenta con más de 20 años de experiencia en el sector financiero, con puestos de relevancia en entidades como Consulnor-Banca March o Bankinter y, más recientemente, en una EAF independiente bilbaína.
Esta es la última incorporación que ha realizado Mapfre Gestión Patrimonial después de un primer semestre muy intensoen el que incrementó su red de agentes en más de 25 profesionales, hasta alcanzar los 144 a pocos días del cierre del semestre, y también abrir nuevas oficinas, dentro de su plan de expansión. Junto a las ya anunciadas de Madrid Norte (la segunda en la capital) y en Zaragoza, se está explorando la posibilidad de iniciar su andadura a medio plazo en otras ciudades, como Palma de Mallorca, Málaga o Alicante. En total, actualmente cuenta ya con siete oficinas.
Candriam lanza Global Metaverse Fund. Según explica la gestora, se trata de un fondo que invierte en empresas que participan en el desarrollo y la mejora del metaverso. Este vehículo es la última incorporación a la plataforma de renta variable temática en expansión de Candriam, que cuenta con más de 9000 millones de dólares en activos gestionados en 13 fondos.
Desde la gestora explican que se trata de un fondo conforme al artículo 8 del Reglamento sobre la divulgación de información relativa a la sostenibilidad en el sector de los servicios financieros. A pesar de estar en su etapa inicial, Candriam cree que el metaverso podría ofrecer a los inversores una oportunidad de inversión importante y convincente, ya que los mercados estiman que la economía metaverso sobrepasará los 5000 millones de dólares. En su opinión, ya hay indicios de cómo podría ser el futuro, con un mercado de realidad virtual y aumentado que alcanzará los 73 000 millones de dólares en 20243 , y un mercado de TNF y certificados digitales de autenticidad que se estima que llegará a los 80 000 millones de dólares para 20254.
El fondo será gestionado de forma activa por un equipo con 40 años de experiencia de inversión: Johan Van Der Biest, codirector de renta variable global temática; Felix Demaeght, CFA, gestor de fondos; y Nataniel Wejchert, analista de renta variable tecnológica; bajo la supervisión de Rudi Van den Eynde, director de renta variable global temática, con 34 años de experiencia en inversión. Además, el equipo estará asistido por el equipo ESG de Candriam, compuesto por 21 analistas ESG.
Además, matizan que Candriam Equities L Meta Globe Fund es un subfondo de la SICAV Candriam Equities L y está domiciliado en Luxemburgo y registrado para su distribución en Austria, Francia, Alemania, Italia, Luxemburgo, los Países Bajos y España.
A raíz de este lanzamiento, Johan Van Der Biest, codirector de renta variable global temática de Candriam, ha señalado: “En un mundo digital en rápido crecimiento, cada vez es más importante que cada interacción digital sea más atractiva y proporcione una mayor inmersión. El metaverso es uno de los avances más apasionantes del ámbito tecnológico. Aunque sigue en sus primeras etapas, ya está claro que su desarrollo arrastrará a todo el sector tecnológico. Esto provocará disrupción y posiblemente revolucionará los sectores de la educación, la salud, las comunicaciones y el entretenimiento. El potencial y las oportunidades son enormes, y queremos que sean más accesibles para nuestros clientes. Partiendo del éxito de nuestra actual gama de renta variable temática y, en concreto, nuestro fondo de robótica y tecnología innovadora, consideramos que nuestro fondo Meta Globe es una expansión lógica y el siguiente paso en nuestra oferta”.
La industria sigue reconociendo los mejores productos sostenibles. El último de ellos ha sido el abrdn European Balanced Property Fund, gestionado por abrdn, que ha recibido 5 estrellas en el Global Real Estate Sustainability Benchmark (GRESB) de 2022, la máxima calificación.
Según destacan desde la gestora, el GRESB se ha convertido en la mayor referencia mundial en materia de ESG para las inversiones inmobiliarias y de infraestructuras. El índice mide el rendimiento ESG de un fondo, otorgando “estrellas verdes” por alcanzar un nivel absoluto de rendimiento y una puntuación sobre cinco por el rendimiento en relación con otros participantes.
En este sentido, desde abrdn explican que el fondo ha mejorado su puntuación GRESB ESG de forma constante año tras año, lo que le ha llevado a lograr su puntuación más alta este ejercicio, así como a alcanzar el primer puesto en su grupo de 51 fondos core europeos diversificados de activos no cotizados, y a su vez, conseguir una cifra récord de 92 puntos.
“Estamos muy orgullosos de este logro, especialmente con una cartera inmobiliaria de esta naturaleza con posiciones en diferentes localizaciones geográficas, grupos de interés y tipos de activos. Hemos trabajado mucho para garantizar que el fondo tenga una estrategia ESG completa y la hemos puesto en práctica durante los últimos 10 años. Estamos encantados de que esto haya sido reconocido de nuevo”, ha destacado Gert-Jan Kapiteyn, gestor del fondo.
Esta estrategia proactiva en materia de ESG, que ha contribuido a la puntuación del GRESB, ha impulsado diversas iniciativas, entre ellas, el alto grado de cobertura de los datos de los inquilinos (97% de la cartera por superficie), lo que ha ayudado a informar sobre el nivel de emisiones de carbono y a alimentar los planes de reducción a cero.
Por su parte, Neil Slater, Global Head of Real Assets, ha añadido: “En el sector inmobiliario tenemos la enorme responsabilidad de reducir el impacto medioambiental de nuestros edificios. También tenemos una responsabilidad fiduciaria con los inversores, que quieren asegurarse de que la forma en la que invierten es relevante para el medio ambiente. Se trata de lograr un impacto de la manera correcta: hacer lo apropiado para la sociedad al mismo tiempo que se obtiene una rentabilidad a largo plazo. El hecho de que el European Balanced Fund mejore constantemente su puntuación GRESB y alcance ahora el primer puesto en el grupo de pares da testimonio de nuestro compromiso de integrar plenamente el ESG en el desarrollo y la gestión de nuestros activos”.
Según añaden desde la gestora, en los demás fondos de abrdn se concedieron 21 «estrellas verdes», que muestran un sólido rendimiento en materia de ESG. El fondo European Balanced es uno de los cuatro fondos de abrdn que ha recibido la categoría de Cinco Estrellas.
Foto cedidaDe izquierda a derecha: Monica Defend, directora de Amundi Institute; Mahmood Pradhan, director de Macroeconomía Global de Amundi Institute; y Anna Rosenberg, directora de Geopolítica de Amundi Institute.
Amundi ha anunciado tres nombramientos dentro de Amundi Institute, la nueva línea de negocio donde la gestora reúne sus actividades de análisis, estrategia de mercado y asesoramiento en asignación de activos. En concreto, Monica Defend, directora de Amundi Institute, ha sido nombrada miembro del Comité Ejecutivo de Amundi. Además, Mahmood Pradhan se ha incorporado a Amundi como director de Macroeconomía Global, a partir del 2 de enero de 2023, y Anna Rosenberg como directora de Geopolítica, desde el 14 de octubre de 2022.
Según explica la gestora, con estos nuevos nombramientos, Amundi Institute reafirma su ambición de reforzar el asesoramiento, la formación y el diálogo permanente con todos los inversores sobre cuestiones económicas, financieras, geopolíticas, sociales y medioambientales. Además, cumple su objetivo de mejorar la comunicación de sus convicciones y sus recomendaciones de inversión y construcción de carteras, fomentando así su liderazgo en estos ámbitos.
Respecto a estos profesionales, la firma destaca que Monica Defend fue nombrada directora de Amundi Institute en febrero de 2022, a la par que Pascal Blanqué fue designado presidente de Amundi Institute. Defend dirige la creación de un análisis propio, atractivo y accesible que ofrece liderazgo de pensamiento en cross-asset e ideas de estrategias de inversión a clientes internos y externos. “Un rasgo distintivo de su enfoque es la estrecha colaboración que ha forjado con la división de inversiones para generar ideas de inversión viables”, afirman.
También es miembro del Consejo de Administración de Amundi Japan y de los Consejos Asesores de Amundi Japan y Amundi Italy. Defend ha desempeñado cargos de estrategia de análisis desde 2001. Antes de asumir la dirección de Amundi Institute, Defend fue directora global de Análisis, miembro del Comité de Inversión Global y del Consejo Asesor de Amundi. Se graduó en la Universidad Bocconi (DES). Posee un máster en Economía (Universidad Bocconi) y otro máster en Economía Financiera por la London Business School y la Universidad Bocconi. Asimismo, fue seleccionada para el Programa de Jóvenes Talentos de UniCredit y la Academia de Gestión y Banca, obteniendo un MBA de la London Business School.
Por su parte, Mahmood Pradhan, director de Macroeconomía Global de Amundi Institute, se incorpora a Amundi Institute desde el Fondo Monetario Internacional (FMI), donde fue director adjunto del Departamento Europeo, liderando el trabajo del FMI sobre la zona euro, los países periféricos de la zona euro y las cuestiones relacionadas con el sector financiero en Europa desde 2011. Antes de este cargo, Pradhan fue director adjunto del Departamento de Asia y el Pacífico, supervisando las actividades en Japón y el Sudeste Asiático, y director adjunto del Departamento de Mercados Monetarios y de Capital.
Por último, Anna Rosenberg, directora de Geopolítica de Amundi Institute, se incorpora a Amundi desde Signum Global Advisors, donde fue cofundadora y socia senior responsable de análisis predictivo de la firma centrada en Europa. Antes de Signum, Rosenberg ayudó a ejecutivos de compañías multinacionales a ajustar sus planes de expansión a la evolución política y económica en los mercados emergentes. En Frontier Strategy Group (ahora FrontierView), Rosenberg también lanzó y dirigió la práctica de análisis del África subsahariana y co-creó el producto de previsión macroeconómica de la firma, por el que su departamento ganó varios premios. Rosenberg es también profesora invitada en el Instituto de Banca y Finanzas de Londres y experta de la BBC. Rosenberg es historiadora de formación y cuenta con un máster por la School of Oriental and African Studies (SOAS) de la Universidad de Londres.
Foto cedidaStuart Dunbar, director del departamento de Clientes de Baillie Gifford
Podemos definir el escenario en el que vivimos como una montaña rusa. Al menos así lo hizo Stuart Dunbar, director del departamento de Clientes de Baillie Gifford, en un encuentro organizado por la entidad. El peligro, según advierte, está en sobre reaccionar a la situación que nos ha tocado vivir.
En este sentido, el experto asegura que “no intentamos invertir en el mercado, intentamos encontrar a los ganadores”, lo que implica que “tienes que ser lo suficientemente valiente como para intentar encontrar esas compañías”. Su filosofía se basa en el largo plazo, por lo que la elección de una compañía, a la que acompañarán al menos cincos años, es muy rigurosa.
Para identificarlas, una gran parte de su trabajo se centra en tratar de responder a la pregunta de si realmente una compañía está tratando de construir algo o solo busca el beneficio. “Deben tener un vínculo con el negocio, no sólo con el beneficio. No hay que centrarse en eso, hay que tener una misión. Además, nos convencemos de que estamos realmente alineados cuando hablamos con una empresa”, apuntan Gemma Barkhuizen y Stewart Hogg. Su filosofía es growth y el objetivo es encontrar estos valores que crecen más rápido que los mercados. “Para capturar esto debes aguantarlos en el largo plazo”, insisten desde la entidad.
Por su parte, Spencer Adair y Jon Henry, gestores del fondo Global Alpha, hablaron sobre el movimiento que ha habido en los mercados en los últimos meses. “Estos últimos 12/18 meses he tenido la sensación de que los turistas se han adentrado en la inversión growth de largo plazo, y empezaron a copiar y hablar sobre el largo plazo, es halagador que nos copiasen, llevamos haciendo esto un tiempo, pero desaparecieron pronto”, relatan. “Ahora el mercado está tranquilo y podemos tener buenas conversaciones sobre el largo plazo, estamos aún aquí, apoyando a las compañías, y los turistas se han ido a casa”, confiesa Adair.
Si apuestas por el largo plazo: ¿qué es más largoplacista que la sostenibilidad?
Inevitablemente, si miramos hacia el largo plazo, no se puede obviar el impacto positivo y los retos en materia de sostenibilidad a los que se tendrán que enfrentar las compañías. Desde la entidad consideran que las exclusiones sí pueden ser una vía efectiva para gestionar los riesgos ESG, pero, si se quiere abordar el reto, puede no ser suficiente.
“Identificamos compañías con productos que ayuden a resolver los desafíos, ya que estos productos se demandarán y se podrán beneficiar de ello, por lo que prosperarán en el largo plazo”, apunta Rosie Rankin, especialista en el equipo de Positive Change de la entidad.
Estas compañías deben perseguir y cumplir un doble objetivo: obtener rentabilidades atractivas y contribuir a la construcción de un mundo más sostenible. Además, para analizar su impacto tienen en cuenta tres factores: la intención, el impacto del producto y las prácticas de negocio.
El panorama cambia: aumenta la inversión en compañías privadas
Otra de las tendencias que localizamos es el aumento de la inversión en mercados privados. Hace 20 años, las compañías salían a los mercados públicos unos 5 o 6 años después de haber sido fundadas. Hoy, hay un elevado número de compañías que deciden permanecer en el mercado privado y preservar un mayor control de la entidad.
“Hace 10 años comenzamos a darnos cuenta de que algo estaba cambiando y ahora es un hecho”, señala Robert Natzler, gestor especializado en mercados privados de la entidad. Entonces, ¿cómo se puede acceder a esos negocios? Según explica, en esas fases, las compañías quieren alguien que les ayude y los acompañe en su viaje, con la mirada en el largo plazo y paciencia. En este sentido, buscan “negocios excepcionales y subestimados”.
Según el experto, en América es donde más invierten, pero recuerda que también se encuentran oportunidades en otras regiones, aunque en Europa, por ejemplo, señala que existen algunos retos como la fragmentación lingüística, la regulación o la fiscalidad.
Mirando hacia Europa
Volviendo al viejo continente, Stephen Paice y Tom Hodges dedicaron parte de la jornada a hablar sobre la inversión en Europa, donde destacaron su visión “high growth” y la importancia de la gestión activa. Concretamente, se concentran en tres tipos de compañías: tecnológicas, orientadas a la descarbonización y a la salud.
Los expertos recalcaron que “no invierten en la economía europea, sino en compañías europeas”. Además, destacaron que la innovación está presente en muchas industrias y que Europa tiene muchas compañías que tienen el potencial de ser «valores atípicos».
Oliver Wyman ha publicado su informe ‘Global Wealth & Asset Management: Time to Evolve’ que elabora anualmente junto con el banco estadounidense Morgan Stanley. En esta edición, las firmas analizan cómo el cambio que se está produciendo en el orden macroeconómico y geopolítico impacta en los gestores de patrimonio y les empuja a replantearse sus modelos operativos y de servicios para hacerlos más diversificados, escalables y modulares, aprovechando al máximo la tecnología para ganar cuota de mercado de manera rentable (reduciendo y diferenciado los costes) y acceder a nuevas reservas de ingresos potenciales procedentes de rangos de riqueza más amplios.
“Después de una década de mercado alcista en todas las clases de activos, las perspectivas son ahora mucho más inciertas. Existe un riesgo considerable de que la inflación sostenida interrumpa el crecimiento económico y el suministro de liquidez de los bancos centrales. Además, la guerra en Ucrania plantea la perspectiva de una nueva era de tensiones geopolíticas y desequilibrio. Los gestores de patrimonio deben prepararse ya que es probable que los retornos de la inversión y el crecimiento de los activos se moderen y se vuelvan más volátiles a medida que la complejidad y las presiones sobre los márgenes y los costes se intensifican”, asegura Pablo Campos, Managing Partner de Oliver Wyman Iberia.
Las oportunidades
Según las previsiones de Oliver Wyman y Morgan Stanley, el crecimiento del patrimonio financiero personal bajo gestión a nivel global se ralentizará ligeramente por primera vez en más de una década a un ritmo del 4% anual en los próximos cinco años hasta 2026, sustancialmente más lento que el 8% observado en los últimos cinco años (2016-2021).
Si bien las regiones de Asia Pacífico (APAC) y América del Norte impulsarán el incremento de la riqueza mundial, concentrando aproximadamente el 80% del patrimonio de nueva creación hasta 2026, el diferencial de crecimiento entre las regiones se está reduciendo. Así, se prevé que para 2026, el patrimonio gestionado en América del Norte se sitúe en 68.000 millones de dólares (desde 57.000 millones en 2021) y en 53.000 millones de dólares en Asia (frente a los 41.000 millones de 2021). Para Europa, tras haber crecido un 12,6% entre 2020 y 2021, se prevé que el patrimonio bajo gestión agregada alcance los 25.000 millones de dólares en 2026 desde 21.000 millones en 2021.
“Los gestores de patrimonio deberían reevaluar si el rendimiento de su presencia global y de sus inversiones en determinados mercados emergentes siguen siendo adecuados a la luz de este cambio en las perspectivas de crecimiento y de las mayores complejidades derivadas de la operación entre países o si debieran centrarse en menos mercados más estratégicos”, señala Jaime Lizarraga, socio de Financial Services y Digital de Oliver Wyman.
Ampliar el rango de clientes
Durante la última década, muchos gestores de patrimonio se han centrado en el crecimiento en los segmentos de patrimonio neto ultra alto (UHNW) y de mayor patrimonio neto alto (HNW) por las dificultades para asesorar de forma rentable a los clientes de las bandas inferiores de riqueza por los elevados costes de servicio. En el otro extremo, los segmentos de menor HNW y patrimonio han sido infravalorados y subvertidos, lo que ha limitado la creación de valor a nivel de la industria. Sin embargo, los gestores de patrimonio se están dando cuenta cada vez más de que están desaprovechando oportunidades en los segmentos más bajos.
En este sentido, los expertos de Oliver Wyman y Morgan Stanley estiman que los inversores UHNW (con más de 50 millones de dólares de patrimonio) continuarán impulsando la creación de riqueza y representarán más del 40% del crecimiento total para 2026. Sin embargo, este segmento supone menos del 15% del total de los ingresos potenciales de la gestión de patrimonio.
Así, la mayor oportunidad de crecimiento de ingresos estará en los segmentos de clientes de la banda baja HNW con un patrimonio de entre 300.000 dólares y 5 millones de dólares. Según el informe, este segmento podría generar alrededor de 45.000 millones dólares de nuevos ingresos y llegar a representar aproximadamente el 60% del total de ingresos de la gestión de patrimonio para 2026. “Actualmente, vemos una fuente de ingresos de unos 230.000 millones de dólares en este segmento, de los cuales solo el 15-20% es penetrado por gestores de patrimonios. Para asesorar a este segmento de clientes de manera rentable, los gestores de patrimonio necesitan reducir los costes, particularmente en el extremo inferior”, aseguran desde Oliver Wyman y Morgan Stanley.
La creciente importancia de los canales híbridos y digitales
El informe también constata cómo la pandemia ha acelerado las interacciones digitales e híbridas en la gestión de patrimonio. Así, la penetración de los canales digitales con los gestores patrimoniales tradicionales ha aumentado significativamente, y alrededor de dos tercios de los clientes han utilizado una forma de interacción digital en 2021. Incluso los clientes más veteranos han seguido esta tendencia, con una penetración digital de los clientes mayores de 65 años que casi se ha duplicado hasta el 40% desde 2019.
Los rangos de patrimonio más bajos, con menos necesidad de servicios altamente personalizados, prefieren cada vez más modelos de servicio con un alto grado de interacción digital. Sin embargo, los rangos de riqueza más altos también esperan una capa base digital para apuntalar sus interacciones y cambiar hacia plataformas digitales e híbridas.
El estudio concluye que la introducción de canales digitales y de cada vez más tecnología repercute en un reducción y diferenciación de los costes. Así, los costes de un gestor de patrimonio para atender a un cliente promedio hoy en día en el segmento UHNW / HNW tradicional son de entre 8.000 y 20.000 dólares y, aunque prevén que sigan siendo rígidos para las propuestas tradicionales premium, estiman que pueden bajar a entre 2.000 y 8.000 dólares en un modelo híbrido y a entre 500 y 2.000 dólares en un modelo digital.
En cuanto a clases de activos, las más novedosas y amplias son aquellas cuya demanda sigue aumentando de forma constante: los mercados privados, los criterios ESG y los activos digitales. Las plataformas de mercados privados han conseguido establecerse como parte integral del ecosistema de gestión de patrimonio. La inversión ESG desempeña un papel aún más importante en las carteras de los inversores. Mientras que los criptoactivos siguen siendo extremadamente volátiles, los activos digitales siguen despertando interés con el potencial de tokenizar activos y clases de activos tradicionales y nuevos (como el arte digital en las NFT), permitiendo un enfoque más amplio de la gestión de patrimonio.
Las reaseguradoras, que se enfrentan a la reducción de sus balances debido a la subida de los tipos y a la creciente volatilidad de los siniestros catastróficos, han utilizado eficazmente el mercado de valores vinculados a seguros (ILS) para gestionar los riesgos y pagar las pérdidas aseguradas, dice un informe de Fitch Ratings.
Sin embargo, los inversores en ILS que no se vean debidamente compensados por el riesgo o que se enfrenten a elevadas pérdidas en el marco de las secuelas del huracán Ian podrían optar por reinvertir el capital en otra parte, lo que agravaría el desequilibrio entre la oferta y la demanda del sector del reaseguro, que es especialmente grave en el mercado inmobiliario de Florida, afirma la calificadora.
Los ILS, que incluyen bonos de catástrofes, reaseguro colateral, sidecars y garantías de pérdidas del sector, representan alrededor del 20%, o 100.000 millones de dólares, de la capacidad global de reaseguro, dice el informe de la calificadora.
Los bonos de catastrófes representan aproximadamente el 30% del mercado de ILS. Los comentarios de la Cita de Montecarlo 2022 indicaron una reserva de acuerdos de ILS de 5.000 millones de dólares de capacidad de reaseguro adicional, lo que beneficiaría a las aseguradoras que se enfrentan a un mercado cada vez más duro.
Sin embargo, el mercado de ILS asumirá una buena parte de las pérdidas de Ian, ya que Fitch estima un total de pérdidas aseguradas de entre 35.000 y 55.000 millones de dólares, sólo superado por el huracán Katrina, con 65.000 millones de dólares (90.000 millones de dólares en 2021).
Dado que la frecuencia y la gravedad de los siniestros han aumentado en los últimos 10 a 15 años, la modelización de los siniestros catastróficos y la tarificación eficaz del riesgo se ven dificultadas por los costes de los riesgos secundarios y los posibles efectos del cambio climático en los eventos catastróficos. El aumento de la inflación y los gastos de litigio también dificultan el control de los costes de los siniestros.
Florida se ha visto afectada por grandes huracanes en cinco de los últimos seis años, tras una pausa de 10 años después del Katrina (2005).
El estado sigue siendo atractivo, ya que su población crecerá más del 16%, es decir, tres millones de personas entre 2010 y 2020. Las pérdidas estimadas por Ian harán que la tenue temporada de renovación del 1 de enero sea mucho más difícil, asegura Fitch.
Los inversores en ILS son compensados por las posibles pérdidas de capital debidas al riesgo de catástrofe natural.
Desde 2017, con las pérdidas aseguradas por los huracanes Harvey, Irma y María, el número de bonos cat que no devuelven la totalidad del capital a los inversores asciende a 55 tramos individuales con una pérdida total o parcial para los inversores, un aumento dramático en comparación con los 75 tramos en total desde 1990, recuerda la gestora.
Casi el 33%, es decir, 10.000 millones de dólares, de estos bonos están expuestos a los daños causados por el viento en Florida. Las inversiones en ILS expuestas exclusiva o predominantemente al viento de Florida o a la región del sureste y al huracán Ian ascienden a 2.900 millones de dólares.
Sin una compensación adecuada, los inversores buscarán en otra parte. Los bonos catástrofe (Cat) dejan de ser atractivos si los inversores perciben que no se les compensa adecuadamente por el «aumento de pérdidas» y el «capital atrapado» debido a los retrasos en la liquidación, que pueden durar de tres a cuatro años.
Durante este tiempo, los inversores en bonos Cat pueden renunciar a las oportunidades de inversión de otras clases de activos o quedarse con las operaciones de ILS con márgenes más bajos. El capital atrapado en los ILS por el huracán Ian se estima en 15.000 – 18.000 millones de dólares, según Trading Risk, consigna el informe de Fitch.
Varios índices de bonos catástrofe proporcionan la reacción inicial del mercado a Ian, reflejando las estimaciones preliminares basadas en las hojas de precios y en los siniestros no comunicados por los patrocinadores. Los rendimientos secuenciales del mes de septiembre de los índices Swiss Re Global Total Return, Eurekahedge ILS Advisers Index y Plenum fueron de -8,6%, -7,6% y -5,2%, respectivamente, frente al rendimiento del índice ‘BB’ High Yield de -3,8%.
Antes de septiembre, los índices ILS eran positivos y tenían un rendimiento muy bueno en 2022 con respecto a las clases de activos financieros, mostrando las ventajas de la no correlación.
El atractivo de los diferenciales y los beneficios de la diversificación para los inversores en ILS pueden caer con la subida de los tipos de interés, lo que puede reducir el apetito de los inversores por dedicar tiempo y recursos a un sector que se ha estancado entre 90.000 y 100.000 millones de dólares de emisiones en circulación, concluye Fitch.
El 30 de septiembre comentábamos en esta columna la situación de sobreventa técnica y el exceso de pesimismo del mercado, y explicábamos que era probable un movimiento contra tendencia.
Así, son precisamente los factores técnicos los que mejor pueden explicar la recuperación en precio experimentada las últimas jornadas, y son varios los catalizadores de la mejora en el sentimiento inversor.
En primer lugar, aunque la campaña de publicación de beneficios por acción correspondiente al tercer trimestre no ha hecho más que empezar, las noticias de momento no están siendo tan malas como se preveía. Solo han dado a conocer cifras 57 empresas, de las cuales un 65% supera las proyecciones de los analistas, con la media de sorpresas en beneficios por debajo de la de los últimos trimestres, pero aferrándose a la zona de positivos (-0,5% para BPA, +0,45% para ventas). Aunque esto tiene mucho que ver con la sagacidad de los directivos para atemperar las expectativas del mercado antes de las publicaciones (el crecimiento en beneficios se ha visto ajustado para el S&P 500 en casi 10% desde los máximos de abril), no deja de ser acicate para que los compradores de bolsa se muestren más confiados.
Los grandes bancos, que han sido los primeros en rendir cuentas ante sus accionistas, dejaron en evidencia el enorme beneficio que supone para ellos el inicio de este ciclo de subidas de tipos y enviaron un mensaje constructivo, al menos en el corto plazo, respecto a la resiliencia del consumidor. En este último resaltaron la saludable demanda de crédito, el dinamismo en consumo y la calidad de los activos. El principal motor de la sorpresa positiva comunicada por Bank of America o JP Morgan viene del margen de interés neto (NIM) y los ingresos netos por intereses (NII). La cruz ha estado en los ingresos por comisiones (asesoramiento, gestión de fondos, hipotecas y originación), algo que tiene sentido habida cuenta de las caídas en precio de activos financieros registradas en lo que llevamos de año. El desempeño de los bancos regionales no ha sido igual de brillante, porque la pérdida de depósitos les está obligando a incrementar el coste de su pasivo.
Y en industrias con mucho peso específico en la construcción del índice de acciones estadounidense, los resultados de empresas como Adobe o Netflix fueron muy buenas noticias. Así como las implicaciones en lo que a valoración se refiere para acciones de software en particular y tecnología en general del anuncio de la compra de paquetes de acciones en Splunk y Salesforce por parte del fondo activista Starboard, después de las caídas de más del 40% para el Nasdaq desde noviembre del año pasado.
En segundo lugar, los comentarios de Bullard (presidente de la Fed de San Luis), que sugiere un techo para los fed funds en un 4,75%, mientras que el mercado sigue apostando por un 4,93% en marzo, alimenta el optimismo de los que apuestan por un cambio de discurso desde la Fed. En EE.UU., con más probabilidad que en Europa, el IPC caerá los próximos meses, pero tardará en acercarse al objetivo del 2%. La normalización en cadenas de suministro, el vacío que deja el exceso de demanda registrado durante la pandemia y la pérdida de poder adquisitivo presionarán a la baja el precio de los bienes de consumo. No obstante, el precio de los servicios, que representa un 72% del cálculo del IPC subyacente, y que depende directamente del coste de mano de obra, no reaccionará tan deprisa.
Aunque cada vez son más las empresas que posponen planes de contratación con algunas incluso comenzando a reducir plantilla, el mercado laboral se mantiene caliente con 1,7x vacantes por desempleado y una tasa de paro oscilando cerca de los mínimos de los últimos 50 años. En la misma línea el coste de alquiler equivalente al propietario, que pesa un 40% en la cesta del IPC subyacente, depende directamente de la salud en el mercado de trabajo y del precio de la vivienda, al que ajusta con un retardo de unos 12 meses, y que solo comenzó a caer el pasado mes de julio.
Otros catalizadores que están favoreciendo la recuperación en el optimismo inversor son el giro fiscal en Reino Unido y el desplome en el precio del gas natural, que ha pasado de cotizar por encima de los 300 euros MW/h a cerca de 119 euros MW/h. Las ayudas a familias y empresas desplegadas en países como Alemania o Reino Unido y un gas bastante más barato en un contexto en el que los inventarios están en niveles estacionalmente normales, podría reactivar la confianza del consumidor europeo si el invierno termina siendo más cálido.
La bolsa puede seguir subiendo las próximas semanas en la medida en que se mantengan las buenas noticias en el plano corporativo y siempre y cuando el precio de los bonos deje de caer. El calendario también debería ayudar dado que los próximos eventos macro que potencialmente podrían pinchar la euforia no llegan hasta el jueves (la reunión del BCE) y el viernes (el PCE estadounidense y el índice de coste del empleo).
No obstante, las subidas de tipos impactan en los indicadores de actividad con 12–18 meses de retraso, y la Fed comenzó a incrementarlos hace escasamente 7. Si efectivamente el proceso de desinflación viene de la mano de una demanda más débil, los márgenes operativos caerán desde la zona de máximos acercándose a su media histórica y obligando a los analistas a ajustar sus expectativas de crecimiento en beneficios por acción. Recordemos que en EE.UU. el BPA para el S&P comenzó a caer en julio y solo ha ajustado un 4% desde máximos, y de acuerdo con nuestros cálculos el potencial de caída es bastante mayor. Un repunte hacia los 3.900 puntos se toparía con las medias móviles descendentes de 50 y 100 sesiones y colocaría al S&P por encima de las 17x en base un BPA de 225 (por debajo de los 239 dólares del mercado, pero por encima de los 210 dólares que sugiere nuestra proyección).
No olvidemos además que se acercan las elecciones en EE.UU. y los recientes comentarios de Kevin McCarthy (que probablemente sea después de noviembre el portavoz del Congreso) apuntan a riesgos al alza en la negociación de presupuestos y del techo de la deuda (si finalmente los republicanos recuperan el control de las cámaras), haciéndonos regresar a la época de Boehner–Obama.
45 días después, Liz Truss ha dimitido como primera ministra británica. Todo empezó con el anuncio de una política fiscal que, en medio de una crisis marcada por la elevada inflación, la guerra de Ucrania, la crisis energética y las posibilidades de entrar en recesión sentó muy mal. Ante el fracaso, Truss dio un paso atrás, pero el daño estaba hecho y la herida ha resultado ser incurable. Después del cese del ministro de Hacienda, Kwasi Kwarteng, y la dimisión de la ministra de Interior, Suella Braverman, lo de Truss era la crónica de una muerte anunciada.
Según los expertos, el mercado apenas se ha inmutado ante su dimisión, lo que demuestra que consideran la medida acertada. «La falta de reacción del mercado es porque lo más probable es que volvamos a una postura fiscal más ortodoxa, que se ha puesto en precio en las últimas sesiones tras el nombramiento de Jeremy Hunt como canciller. En algún momento de la próxima semana, más o menos, sabremos quién es exactamente el candidato al puesto de Primer Ministro. No esperamos que este conocimiento mueva masivamente el mercado, a menos que algunos de los candidatos sean considerados más radicales en términos de su perspectiva fiscal, lo que parece poco probable. Los momentos más importantes serán los Presupuestos del día 31, el inicio del endurecimiento cuantitativo el 1 de noviembre y la larga lista de decisiones de los bancos centrales de los mercados desarrollados que se producirán en las próximas dos semanas -en China, Europa, Japón, Australia, EE.UU. y el Reino Unido- tras los datos de inflación al alza publicados recientemente», explica Orla Garvey, gestora senior de carteras de renta fija de Federated Hermes Limited.
En opinión de Gordon Shannon, gestor de TwentyFour Asset Management, ante otra gran agitación en la política del Reino Unido, «la relativa calma en los gilts hoy podría tomarse como una indicación de que los mercados estaban seguros de que Liz Truss no podría durar o como una falta de convicción en lo que intentará su sucesor. Independientemente de quién dirija el gobierno, la inflación persistente sigue siendo un problema a medio y largo plazo para el Reino Unido».
En este sentido, Scott Service, gestor de cartera y codirector de renta fija global, Loomis Sayles (Natixis IM), considera que mientras el partido conservador busca un nuevo líder, los mercados están claramente al mando ahora. «Aunque se ha recuperado cierta estabilidad tras el cambio de rumbo de la política fiscal, no es fácil llegar a un acuerdo sobre la mejor forma de actuar en el futuro para controlar la inflación sin aplastar la economía. El mercado prevé actualmente un aumento significativo de los tipos de interés durante el próximo año, ya que los costes de la energía siguen siendo elevados y los mercados de trabajo siguen siendo bastante ajustados. Sin embargo, hoy mismo el vicegobernador del Banco de Inglaterra ha declarado que no cree que los tipos deban subir tanto como esperan los inversores, ya que la ralentización de la demanda debería ayudar en el frente de la inflación. Ya veremos; esperemos que el Banco de Inglaterra no se encuentre entre la espada y la pared», advierte Service.
El impacto en la libra
El comportamiento de la libra es lo primero que se han lanzado a analizar los expertos. Según relata Susannah Streeter, analista senior de inversiones y mercados de Hargreaves Lansdown, con una implosión política aparentemente inminente, y con la expectativa de que los minutos de Liz Truss en el poder estaban contados, la libra esterlina se revalorizó, acercándose de nuevo a 1,13 dólares. Cuando la ministra hizo su declaración de dimisión, la libra mantuvo en gran medida las ganancias. «La libra esterlina es muy sensible a la incertidumbre de la política económica y, aunque el barco Britannia seguirá en gran medida sin timón, con un sucesor aún por elegir, en lo que respecta a los inversores, el futuro es ligeramente más brillante sin ella al mando», valora la experta.
Por el momento, «la libra esterlina ha subido tanto frente al dólar como frente al euro, mientras que los Gilts de referencia a 10 y 30 años han visto caer sus rendimientos (los precios han subido), y han superado a otros bonos del Estado en el día. Sin embargo, siguen existiendo importantes retos para Reino Unido, entre ellos la forma en que el Banco de Inglaterra responda a este periodo de caos al tiempo que intenta reducir la inflación, que el mes pasado alcanzó su máximo en 40 años», destaca Azad Zangana, economista y estratega senior para Europa de Schroders.
Para William Marsters, trader senior de Ventas en el Reino Unido de Saxo, el juego de serpientes y escaleras» de la libra esterlina está lejos de terminar: «La libra se ha disparado tras el discurso de dimisión de la primera ministra, ya que el mercado puede confiar temporalmente en que no habrá más políticas económicas extravagantes como las de Truss. La dimisión de Liz Truss pone fin a unas semanas catastróficas en las que la economía ha sido golpeada por el «plan de crecimiento» de la ex primera ministra».
Sin embargo, Marsters considera que es poco probable ver que la libra muestre signos de recuperación a largo plazo. «Es probable que la economía siga sufriendo a manos de la creciente inflación, que ha llevado a que los costes cotidianos afecten a los hogares y a las empresas de todo el Reino Unido, lo que se reitera con el anuncio de ayer de un IPC obstinadamente alto», añade el experto.
Una clara advertencia
«El Reino Unido es potencialmente una señal de advertencia para los países altamente endeudados de la zona euro dispuestos a confiar demasiado en la palanca fiscal. La ahora exprimera ministra Truss lanzó un estímulo fiscal, que nunca es una gran idea en medio de una crisis de inflación», reflexiona Vincent Chaigneau, responsable del equipo de análisis de Generali Investments.
«Primero sus políticas ardieron, luego su breve carrera como primera ministra. La gran apuesta política de Liz Truss ha fracasado espectacularmente, pero no antes de causar un daño significativo a la economía del Reino Unido», lamenta Streeter, quien también considera que pasará mucho tiempo antes de que la prima de riesgo vinculada a los activos británicos se desvanezca.
Por su parte, James Athey, investment director de abrdn, recuerda que, mientras tanto, el Banco de Inglaterra sigue adelante y comienza la venta de activos a partir del 1 de noviembre. «Sigue creyendo que se justifica cierta cautela con respecto a nuevas subidas de tipos. De hecho, creen firmemente que la próxima recesión resolverá su problema de inflación. Es muy posible que tengan razón, pero yo sigo creyendo que es una estrategia demasiado dependiente de la esperanza y que juega a la ligera con su credibilidad, una divisa que se ha ganado a pulso y que se pierde fácilmente», afirma.
Según su interpretación, da la sensación de que el mercado de tipos sigue valorando demasiadas subidas, muy poca incertidumbre y una prima de inflación, por lo que cree que la curva debería empinarse. «Pero los mercados parecen seguir creyendo que pueden coaccionar al Banco hacia una postura más agresiva de subidas de tipos y, por lo tanto, la parte delantera sigue siendo débil y eso mantiene la curva bajo presión de aplanamiento», argumenta.
Siguientes pasos
Con un contexto económico complicado, Reino Unido debe darse prisa en elegir un sucesor ya que como explica Sam North, analista de mercados de eToro, la crisis en la que estamos ahora justifica una acción rápida del Partido Conservador para elegir un nuevo líder. «Cuánto más se demore la carrera, más agitación podría haber para los mercados», advierte.
«No es frecuente que las maquinaciones políticas tengan un impacto tan directo en las finanzas personales. Incluso durante el Brexit los efectos netos fueron un fuego lento en términos económicos. Pero la crisis en la que estamos ahora justifica una acción rápida del Partido Conservador para elegir un nuevo líder», insiste. Para North, cuanto más se demore la carrera, más agitación podría haber para los mercados. «Los gilts británicos y la libra esterlina han reaccionado ligeramente a su dimisión, pero todavía no hemos visto un gran movimiento. Esto podría empezar a cambiar si la contienda se alarga».
Según Zangana, los siguientes pasos están claros: «El Partido Conservador celebrará ahora un proceso, empezando por los miembros del partido parlamentario que votarán y eliminarán a los posibles candidatos, hasta que queden dos. El proceso se acelerará y terminará a finales de la próxima semana (28 de octubre de 2022). Si la contienda arroja dos candidatos claramente opuestos, se celebrará una votación entre los miembros del partido, que probablemente durará otras 4-5 semanas».
«El mandato de Truss será recordado por la Trussonomics, el nefasto experimento de vastos recortes fiscales sin financiación que se disfrazó de reforma por el lado de la oferta. A pesar de las importantes implicaciones políticas de los acontecimientos de ayer, no estamos convencidos de que vayan a tener un impacto económico material a corto plazo. El curso actual de la política fiscal parece que va a continuar, ya que el canciller Jeremy Hunt se ha descartado a sí mismo y se espera que el presupuesto tenga lugar el 31 de octubre, por lo que esperamos que el gobierno del Reino Unido se mantenga en el camino más probado de la ortodoxia fiscal. A medio plazo, aún deben resolverse cuestiones más amplias relacionadas con experimentos anteriores que desestimaron las realidades económicas, a saber, abordar el protocolo de Irlanda del Norte y llevar a cabo el Brexit. Pero por ahora, los rendimientos de los gilts a 10 y 30 años han bajado por la evolución de los acontecimientos del día», añade Modupe Adegbembo, G7 economist en AXA Investment Managers.
Por ahora, el ex canciller Rishi Sunak es el favorito de los mercados de apuestas para suceder a Truss (47% de probabilidades), aunque la anterior candidata a primera ministra, Penny Mordaunt, se considera su principal rival (27%). Curiosamente, el ex primer ministro Boris Johnson es el tercer favorito (15% de probabilidades), aunque, dada la forma en que fue destituido a principios de año, parece poco probable que gane. Además, los simpatizantes del partido esperan un rápido cambio de liderazgo, ya que el actual canciller Jeremy Hunt tiene que presentar los nuevos presupuestos el 31 de octubre, que esta vez incluirán previsiones económicas y fiscales de la independiente Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR por sus siglas en inglés).
«El nuevo primer ministro tendrá la ingente tarea de liderar un partido tory dividido y encontrar una respuesta a cómo conducir a Gran Bretaña hacia un futuro brillante e independiente tras el Brexit. Con el ex PM Boris Johnson volando de vuelta del Caribe para enfrentarse a los que lo intentaron hace tres meses, los mercados podrían entrar pronto en aguas agitadas de nuevo», concluye Susan Joho, economista en Julius Baer.