Consideramos que el sector sanitario es un lugar en el que buscar compañías defensivas de alta calidad. En numerosos casos, los ingresos y las barreras de entrada cuentan con la protección de las patentes, la regulación y contratos a largo plazo. Sin embargo, la capacidad de «compounding» más a largo plazo de cada compañía se debe valorar acción por acción, pues sus destinos pueden ser muy diferentes.
No basta con depender de grandes patentes, precios generosos y terapias y tratamientos con décadas de antigüedad: buscamos compañías capaces de innovar, ofrecer terapias y tratamientos nuevos y participar en cambios de paradigma científico, aspectos todos que pueden incidir directamente en la capacidad de obtener beneficios más a largo plazo y de mantener unos retornos sobre el capital operativo elevados. Uno de los cambios más importantes que tener en cuenta con respecto a las compañías del sector sanitario en las que invertimos es el desarrollo de «medicina personalizada». La medicina personalizada incide en numerosas partes de la cadena de valor sanitaria y allana el camino para nuevas terapias y curas para enfermedades que una vez se consideraron incurables.
Tomemos como ejemplo el síndrome de Usher, un trastorno genético raro que causa sordera y ceguera en niños pequeños y para el que hoy por hoy no existe cura. Formular una cura para enfermedades como esta será revolucionario, pero la ciencia y la tecnología que lo permitan no son nuevas. Se basan en el proceso de «secuenciación del genoma», que consiste en comparar el conjunto genético de una persona que padece cierta enfermedad con el de otra que no la padece, lo cual permite a los investigadores identificar el gen defectuoso que la causa. En 1990, secuenciar el primer genoma humano costó 5.500 millones de dólares y llevó 13 años; en la actualidad, se hace en menos de un día y cuesta unos 200 dólares. El síndrome de Usher podría curarse cuando el gen defectuoso se pueda sustituir por otro que funcione, lo cual evitará el inicio de los síntomas que se traducen en sordera y ceguera. La secuenciación genómica ya ha sido en el pasado fundamental para el desarrollo de tratamientos para determinadas enfermedades. Los fármacos de inmunoterapia, por ejemplo, atacan el cáncer directamente de una forma nueva, modificando la expresión de los genes del cáncer. Nos adentramos en la era de la medicina personalizada en que se tratará a los pacientes según su patrimonio genético, su respuesta prevista y su riesgo de enfermar.
La medicina personalizada incide en numerosas partes de la cadena de valor sanitaria y allana el camino para nuevas terapias y curas para enfermedades que una vez se consideraron incurables.
Un paso adelante: la promesa de la medicina personalizada
La revolución genómica ha hecho posible pasar en el ámbito de la atención sanitaria de un enfoque universal a otro personalizado. Emplear el enfoque tradicional universal es como entrar en una zapatería y comprar cualquier par de zapatos sin comprobar la talla o sin probárnoslos. La medicina personalizada consiste en adaptar los tratamientos médicos a las características genéticas individuales de cada paciente y su enfermedad específica. Zolgensma, farmacéutica multinacional suiza, es quizá el ejemplo más extraordinario de terapia génica, un tipo específico de medicina personalizada. Zolgensma funciona sustituyendo un gen defectuoso por otro que sí funciona y se emplea para curar la atrofia muscular espinal hereditaria en niños pequeños. Aunque todavía se encuentran en sus primeras fases de desarrollo y el acceso a ellas es caro, las terapias génicas albergan la promesa de poder llegar a curar diversas enfermedades.
Otro ejemplo de medicina personalizada es Enhertu, biofarmacéutica británica y sueca. representa un enorme paso adelante en la guerra contra el cáncer mediante el desarrollo de la medicina personalizada. Los tratamientos actuales de quimioterapia intoxican las células sanas del cuerpo, con la esperanza de llegar a las cancerosas en el proceso. Enhertu emplea una compleja tecnología para hacer llegar la quimioterapia únicamente a las células cancerosas, lo cual salva a las células sanas y permite a los médicos administrar más medicamento, de alta toxicidad y potente, en un lugar localizado. Enhertu encierra la promesa de tratar tipos muy específicos de cáncer de mama para los que apenas se dispone de tratamientos actualmente.
Dos pasos atrás: las dificultades de la medicina personalizada
El desarrollo de la medicina personalizada es un camino difícil. Los especialistas en desarrollo de fármacos se enfrentan a los riesgos habituales de que los ensayos no salgan bien porque las terapias no sean suficientemente efectivas o seguras. Incluso en los casos en que los fármacos superan los ensayos y reciben la aprobación de los organismos reguladores, algunos pueden conllevar efectos secundarios no deseados. En el caso de algunas terapias génicas, solo el 25% de los pacientes potenciales son aptos para el tratamiento debido a sus costes prohibitivos y a problemas de seguridad. Además, algunos médicos exigen un mejor historial de seguridad antes de administrar una «cura de una sola vez» que afectará al paciente de por vida sin posibilidad de volver atrás. En el caso de enfermedades como la hemofilia, puede que los pacientes prefieran seguir con sus tratamientos actuales y esperar entre 10 y 20 años para ver cómo funciona la esperada cura. Sin embargo, no todos los pacientes se pueden permitir este lujo. Los niños con atrofia muscular espinal hereditaria tienen una esperanza de vida de tan solo dos años, lo que significa que Zolgensma podría salvarles la vida. Para algunos, el riesgo de dar el paso adelante merece la pena.
Los efectos de la revolución de la medicina personalizada en la inversión en el sector sanitario
¿Qué significan estos riesgos y promesas en torno a la medicina personalizada a la hora de elegir valores de atención sanitaria? No creemos en poseer compañías concretas por estar desarrollando un medicamento específico. Las compañías que solo cuentan con un medicamento (como las biotecnológicas incipientes) están a la vanguardia de los avances y el desarrollo de fármacos, pero también son las más expuestas a sufrir reveses. Las inversiones en un único fármaco también suponen un riesgo de concentración significativo y no necesariamente se traducen en capacidad de «compounding» más a largo plazo, en particular una vez expira la patente del medicamento de que se trate (unos 10 años después de su aprobación).
Afortunadamente, esta revolución no se limita a los fármacos en sí mismos. El paso a la medicina personalizada exige adaptar en gran medida la manera en que la atención sanitaria se administra, se paga y se controla, lo cual se traduce en beneficiarios de dicha atención, derivados y subderivados, que ofrecen oportunidades de inversión.
Al tornarse los tratamientos más específicos y complejos, lo mismo sucede con la manera en que se diagnostican y se siguen las enfermedades. ¿Cómo saber qué terapia administrar a un paciente si no puede clasificar adecuadamente el tipo específico de la enfermedad? El diagnóstico condiciona el 70% de las decisiones de tratamiento y, si los tratamientos cambian, los diagnósticos deben cambiar con ellos. Las pruebas diagnósticas son cruciales para la economía de la salud. Si los médicos logran identificar correctamente la correspondiente enfermedad de que se trate con pruebas, los sistemas sanitarios no desperdiciarán medicamentos en pacientes que nunca habrían respondido a ellos. Empresas como cierta compañía diversificada estadounidense de atención sanitaria y otra compañía diversificada estadounidense dedicada a la ciencia y la tecnología están a la vanguardia en el desarrollo de pruebas de diagnóstico molecular que se utilizan a la hora de evaluar la idoneidad individual de un paciente para recibir medicamentos personalizados. Las compañías de diagnóstico ofrecen la ventaja de estar expuestas a la tendencia de un desarrollo de fármacos cada vez más complejo, sin los riesgos asociados de que el ensayo fracase o la patente expire o de presiones sobre el precio.
El sector sanitario ha dado pasos de gigante en el desarrollo y la administración de la medicina personalizada. Sus revolucionarias ventajas para los pacientes también están impulsando el potencial de «compounding» de estas inversiones de alta calidad.
Tribuna de Helena Miles, analista de investigación y miembro del equipo de Renta variable internacional de Morgan Stanley Investment Management.
INFORMACIÓN IMPORTANTE
Los puntos de vista y las opiniones pertenecen al autor en la fecha de publicación, podrán variar en cualquier momento debido a las condiciones del mercado o económicas y podrían no llegar a materializarse. La información que aquí se recoge representa el modo en que el equipo de inversión suele aplicar su proceso inversión en condiciones normales de mercado. Esta comunicación general, que no es imparcial, se facilita únicamente con fines informativos e ilustrativos y no deberá considerarse una recomendación. La información no aborda los objetivos financieros, la situación o las necesidades específicas de ningún inversor en concreto. Las inversiones entrañan riesgos, incluida la posible pérdida del capital principal
Haga clic aquí para obtener información importante.
La rentabilidad de los índices se facilita con fines meramente ilustrativos y no pretende describir el rendimiento de una inversión concreta. La rentabilidad pasada no es garantía de resultados futuros. Consulte el apartado Información importante para conocer las definiciones de los índices.
Consideraciones sobre riesgos
No existe garantía de que una cartera vaya a alcanzar su objetivo de inversión. Las carteras están sujetas al riesgo de mercado, que es la posibilidad de que bajen los valores de mercado de los títulos que posee la cartera. Los valores de mercado pueden cambiar a diario por acontecimientos económicos y de otro tipo (por ejemplo, catástrofes naturales, crisis sanitarias, atentados terroristas, conflictos y disturbios) que afecten a mercados, países, compañías o gobiernos. Resulta difícil predecir el momento en que se producirán tales acontecimientos, así como su duración y sus posibles efectos adversos (por ejemplo, para la liquidez de las carteras). En consecuencia, su inversión en esta estrategia podrá comportar pérdidas. Tenga en cuenta que esta estrategia puede estar sujeta a determinados riesgos adicionales. Los cambios en la economía mundial, el consumo, la competencia, la evolución demográfica y las preferencias de los consumidores, la regulación pública y las condiciones económicas podrían afectar negativamente a compañías con negocios globales y tener un impacto desfavorable en la estrategia en mayor medida que si los activos de esta estuvieran invertidos en una variedad más amplia de compañías. En general, los valores de los títulos de renta variable también fluctúan en respuesta a actividades propias de una compañía. Las inversiones en mercados extranjeros comportan riesgos específicos como, por ejemplo, de divisa, políticos, económicos y de mercado. Las acciones de compañías de pequeña y mediana capitalización entrañan riesgos específicos, como una limitación de líneas de productos, mercados y recursos financieros y una volatilidad de mercado mayor que los títulos de compañías más grandes y consolidadas. Los riesgos de invertir en países de mercados emergentes son mayores que los riesgos asociados a inversiones en mercados desarrollados extranjeros. Los instrumentos derivados pueden incrementar las pérdidas de forma desproporcionada y tener un impacto significativo en la rentabilidad. También pueden estar sujetos a riesgos de contraparte, liquidez, valoración, correlación y de mercado. Los títulos ilíquidos pueden ser más difíciles de vender y de valorar que los que cotizan en mercados organizados (riesgo de liquidez). Las carteras no diversificadas a menudo invierten en un número más reducido de emisores. En consecuencia, los cambios en la situación financiera o el valor de mercado de un solo emisor pueden causar una mayor volatilidad. Las estrategias ESG que incorporan inversión de impacto y/o factores medioambientales, sociales y de gobierno (ESG) podrían provocar que la rentabilidad relativa de la inversión se desvíe de otras estrategias o índices de referencia generales del mercado, en función de que los sectores o las inversiones de que se trate gocen o no del favor del mercado. Por tanto, no se garantiza que las estrategias ESG vayan a traducirse en rentabilidades de inversión más favorables.