Las posibilidades de que se produzca una recesión se sitúan aproximadamente en algo más del 50%, según las estimaciones del director y estratega de inversiones de ClearBridge Investments Jeff Schulze. No obstante, en caso de producirse la recesión, no será profunda ni duradera.
Estas fueron las principales conclusiones a las que llegó el experto en el último Anatomy of a Recession, un webinar organizado por Franklin Templeton en el que abordó las perspectivas económicas generales de EE.UU. y el futuro de los mercados de valores del país.
Aunque anticipó un “mayor deterioro” de la economía hasta fin de año, para Jeff Schulze no sería exacto hablar aún de recesión y defendió que la situación ofrece una “buena oportunidad de compra” de activos seleccionados en el largo plazo. Al contrario de la creencia general “una recesión no se define como dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo del PIB”, sino como una “disminución de la actividad económica que dura más de unos pocos meses, que es visible en el PIB real, los ingresos reales, el empleo, la producción industrial, y las ventas al por menor y al por mayor”, condiciones que no se cumplen ya que tanto el consumo, como los salarios y los ingresos personales siguen siendo altos, aseguró el experto.
Un riesgo de recesión del 55%
La situación podría deteriorarse pronto hasta desembocar en una verdadera crisis económica. Así, el tablero de riesgo de recesión de ClearBridge, un grupo de doce variables que han hecho «un muy buen trabajo de previsión en pasadas recesiones», muestra la mitad de las variables en amarillo, lo que indica precaución, frente a las dos variables en amarillo en el trimestre anterior, comentó.
Además, el IPC ha continuado al alza y el IPC subyacente ha superado las estimaciones de consenso durante los dos últimos trimestres, mientras que las expectativas de inflación a largo plazo, que se ha situado en el 3% durante casi todo el año 2022, han aumentado hasta el 3,3% según la Encuesta de Confianza del Consumidor de la Universidad de Michigan.
«Una de las razones por las que la inflación fue tan alta en la década de 1970 en los EE.UU. es que la Fed mantuvo los tipos de interés demasiado bajos durante demasiado tiempo y, una vez se desboca “es difícil volver a meter al genio de la inflación dentro de la botella”, explicó Schulze. Esto explica que en la actualidad, la Fed se está centrando exclusivamente en restaurar la estabilidad de los precios.
Explicó que los mercados anticipan un 3,3% de endurecimiento de la Fed en el primer año de este ciclo, lo que de producirse conllevaría una gran posibilidad de error de política si «la FED aprieta demasiado y luego no es capaz de retroceder de manera adecuada para evitar una recesión», lo que constituye «una de las razones clave por la que hemos actualizado nuestras probabilidades de recesión al 55%«, señaló Schulze.
Posibles escenarios de recesión
El primer viento en contra de la economía estadounidense que podría contribuir a la recesión, según explicó el director de ClearBridge Investments, es que se va a producir una gran desaceleración de la vivienda. «Una de las áreas que está soportando el peso del endurecimiento de la Fed es la vivienda: el pago mensual medio de la hipoteca para alguien que acaba de comprar una casa ha subido un 46,6% en lo que va de año. Es una subida enorme en un corto periodo de tiempo que va a afectar a la asequibilidad y va a hacer bajar los precios de la vivienda de forma bastante dramática», señaló.
La siguiente área de preocupación es la confianza empresarial. Si la confianza de las empresas empieza a desmoronarse, eso significa que las futuras decisiones de contratación y los planes de gasto de capital podrían posponerse. Este efecto todavía no se está dejando notar en la contratación, pero si esto sigue bajando, es un presagio de que probablemente se va a producir una recesión, opina el experto.
Otra razón por la que una recesión puede estar en las cartas es que has visto un dramático endurecimiento de las condiciones financieras. «Este es el segundo mayor endurecimiento que se ha visto fuera de una recesión en las condiciones financieras, lo que nos lleva de nuevo a la idea de que la Fed puede estar endureciendo demasiado, creando las semillas de una recesión», advierte Schulze.
La última razón para una potencial recesión es la disposición de la Fed a incrementar las tasas de desempleo, explicó el experto, que se refirió al compromiso «incondicional» del presidente de la Fed, Jay Powell, para volver a situar la inflación en el objetivo del 2% de la Fed, dando a entender que está dispuesto a aceptar tasas de desempleo más altas para restaurar la estabilidad de los precios. «Los datos muestran que la Fed espera que la tasa de desempleo aumente desde hoy hasta el 4,1% a finales de 2024, e históricamente nunca ha habido un ciclo en el que la tasa de desempleo aumente medio punto porcentual desde sus mínimos recientes en los últimos doce meses sin que la economía entre en recesión», subrayó.
Una recesión “superficial”
«En cuanto a la recesión, si se produce, en realidad no creo que vaya a ser profunda. Normalmente, en los ciclos económicos más largos se acumulan muchos desequilibrios, pero este ha sido un ciclo económico muy corto y los consumidores y las empresas están en muy buena forma por la falta de esos desequilibrios. Creo que va a ser una recesión muy superficial, probablemente similar a lo que se vio en 1990 o 2001. No creo que vaya a ser una recesión severa en absoluto», aseguró.
Pero la recesión no es el único camino, hay un 45% de probabilidad de un aterrizaje suave, añadió el experto, explicando que, aunque la ingeniería para realizarlo no es fácil, dada la trayectoria prevista de la política monetaria, tampoco es imposible. “De los 13 ciclos de ajuste que EE.UU. ha presenciado desde 1955, ha habido tres aterrizajes suaves en 1960, 1961 y 1884. Y al evaluar estos periodos, la pauta que vemos en común es que en todos y cada uno de ellos existía un mercado laboral muy fuerte, lo que proporciona la oportunidad de que la Fed enfríe la demanda laboral sin detenerla completamente”, estima Jeff Schulze.
Otro posible camino es el de la estabilización de los precios de la energía y la moderación de la inflación, lo que permitiría a la Fed retroceder en su actual camino de endurecimiento. También está presenta la variable de la salud del consumo: el apalancamiento de los hogares está en mínimos de 50 años, lo que significa que, aunque la FED va a subir los tipos de forma bastante agresiva, puede que los consumidores sean mucho menos sensibles a los tipos de interés en este ciclo que lo que hemos visto en los últimos tres o cuatro, según el experto.
Además, en cuanto al consumidor, el patrimonio neto de los hogares está en niveles muy fuertes. Normalmente, cuando hay una recesión, el patrimonio neto de los hogares baja, pero desde finales de 2019, el patrimonio neto de los hogares ha subido 33.000 dólares, mientras que hay más de 2.000.000 de dólares de exceso de ahorro, aseguró el director de ClearBridge Investments.
Volatilidad en los mercados
Con respecto a la volatilidad recientemente observada en los mercados financieros, “esta no puede perjudicar al consumidor tanto como la gente está anticipando” ya que “en la exposición a la renta variable, el 90% de las acciones son propiedad del 20% de los hogares más ricos de Estados Unidos”, mientras que “el 20% de los hogares más ricos tienen la menor propensión a gastar” y “el mayor activo financiero del 60% de los hogares más pobres es la vivienda”, un mercado que sigue avanzando.
En cuanto al crédito renovable, este ha subido de forma bastante dramática, especialmente en mayo, mes que vio el mayor aumento anual desde 1997. “La razón por la que no me preocupa que esto sea una recesión es que la tasa de ahorro sigue siendo positiva, del 5,4%”, afirmó el estratega de inversiones.
Otra senda para un aterrizaje suave sería un debilitamiento, si llegar a la quiebra, del mercado laboral. “Se doblará, pero no se romperá”, opina Jeff Schulze, que estima que “las ofertas de empleo han bajado poco teniendo en cuenta el agresivo giro de la Fed y la desaceleración de la economía”, con un descenso de tan solo 6.000 ofertas en los últimos dos meses, lo que “es una muy buena señal”.
«No habrá despidos a gran escala»
La última y quizás la más poderosa razón para un aterrizaje suave es el hecho de que la presión sobre las empresas no es lo suficientemente fuerte como para ver un ciclo de despidos a gran escala. “Las empresas suelen recurrir a otras medidas de reducción de costes antes de reducir su plantilla: necesitan ver una compresión significativa de los márgenes, necesitan quemar mucho efectivo, necesitan ver un deterioro del balance. Nada de esto se ha producido hasta ahora y, con la mano de obra posicionándose como posiblemente el producto más escaso durante este ciclo, las empresas podrían ser muy reacias a recortar su plantilla”, indicó.
En cuanto a la energía, la opinión del experto es que el petróleo va a bajar en el transcurso de este año para representar este perfil de crecimiento global más bajo, con un mayor riesgo de recesión en los Estados Unidos. A menos que la producción se interrumpa, lo que podría volver a incrementar nuevamente los precios, pero con una duración y alcance limitados.
Por último, para el experto en inversiones de ClearBridge Investments, uno de los mejores activos para posicionarse contra la inflación en este periodo son las infraestructuras cotizadas. “Te dan protección contra la inflación. Las valoraciones de muchas acciones de infraestructuras están positivamente correlacionadas con la inflación y, a medida que la inflación aumenta, pueden ajustar sus precios debido a la normativa o a los acuerdos contractuales”, concluyó.