En un contexto de mercado tan complejo como el actual, los gestores son cautos a la hora de hablar de activos concretos. En opinión de Maria Municchi, gestora del fondo M&G (Lux) Sustainable Allocation y responsable de las estrategias sostenibles dentro del equipo de multiactivos en la gestora, lo más relevante es cómo enfocar la inversión y las estrategias, en especial en el caso de las multiactivo. Sobre ello ha hablado en su última entrevista con Funds Society.
P. ¿Qué factores consideran que marcarán más el entorno de mercado?
R. De cara al futuro hay que tener en cuenta que estamos ante una situación de mercado muy compleja: estamos saliendo de dos años de pandemia, que se ha enfrentado con medidas que no tienen precedentes desde el punto de vista monetario como fiscal. Hemos pasado de un cierre abrupto de las economías a una rápida reapertura, lo que ha generado consecuencias como, por ejemplo, las vistas en las cadenas de suministro. A esto hay que sumar la situación catastrófica de Ucrania que, además de las vidas personales, está pesando en el precio de la energía y, en consecuencia, en las economías mundiales. Completando esta complejidad están los bancos centrales, que tratan de navegar en este entorno totalmente inexplorado para ellos mientras comienza a endurecer sus políticas monetarias y a reducir sus balances. Estos tres factores -la salida de la crisis, la guerra y su impacto en la energía, y los bancos centrales y el control de la inflación- actúan de forma simultánea.
P. En su opinión, ¿cuáles han sido las mayores sorpresas que se han llevado los inversores?
R. Creo que lo que más ha sorprendido ha sido la debilidad que hemos visto en el mercado de renta fija durante este año. Durante los últimos 20 años, se ha considerado un activo con muy poco riesgo y al que acuden los inversores cuando quieren evitar el riesgo, pero el activo ha perdido atractivo porque su rendimiento inicial era extremadamente bajo. En segundo lugar, la inflación ha sido el otro elemento que más sorpresa ha generado en los inversores, ya que ha alcanzado niveles que no veíamos en décadas. No es de extrañar que haya un nivel de conmoción en los mercados debido a las cifras tan altas de inflación.
P. Ante este contexto de mercado, es difícil preguntar por el comportamiento de los activos. ¿Cómo se ve esto desde las estrategias multiactivo?
R. Si se piensa en la cartera histórica de 60/40 o en la cartera equilibrada desde el punto de vista de las estrategias multiactivo, cuando empezamos el año en enero estaba probablemente en uno de los puntos más bajos que habíamos visto en mucho tiempo, en términos de rendimientos esperados. Ahora, esto ha cambiado dramáticamente, sobre todo en términos de valoración y calificación, tanto en la renta fija como en la variable. La clave está en el enfoque de la propia estrategia multiactivo, buscando en la diversificación rendimientos potencialmente más atractivos.
P. ¿Qué puede aportar un fondo multiactivo en este entorno?
R. Para mí, en este contexto, y especialmente después de los últimos seis meses, resulta muy interesante las estrategias multiactivo en términos de diversificación en renta fija y variable, sobre todo ante retos como la inflación y el crecimiento. En el caso de una recesión severa, podríamos ver una menor subida de tipos permitiendo que algunos bonos gubernamentales no pierdan todo su atractivo; o si los beneficios siguen siendo sólidos, podríamos encontrar rendimientos interesantes en renta variable. Además, en un entorno con potencial de grandes sorpresas, con estas estrategias puedes hacer una asignación táctica de activos, que resulta útil para evitar que el inversor reaccione de forma brusca y también sirve de herramienta adicional para buscar rendimientos.
P. ¿Considera que los inversores comprenden lo que puede aportar una estrategia multiactivo en sus carteras o inversiones?
R. Si los bancos centrales son exitosos controlando la inflación o esta se reduce, creo que puedes encontrar rendimientos muy interesantes en renta fija y renta variable. Pero ahora estamos más centrados en el potencial descorrelación entre ambos tipos de activos y cómo beneficiarnos de ella. Pensando en los inversores y a la hora de ofrecerles un fondo multiactivo, con una parte de renta fija y otra de renta variable, hay que recordar que un fondo multiactivo no tiene por qué tener menos riesgo, lo que sí estará es más diversificado. Si ambos activos caen, el fondo va a caer, pero aun así tiene un fuerte elemento de diversificación. Y si la renta fija y la renta variable muestran una gran descorrelación, o al revés, una gran correlación, las estrategias multiactivo también pueden beneficiarse de ello.
En el caso de nuestras estrategias, nos diferencia que invertimos sin ningún tipo de restricciones, ni en el caso de la renta fija ni en la renta variable. Tenemos una visión muy muy abierta en términos de dónde podemos invertir, lo que también nos permite invertir con un enfoque totalmente sostenible.
P. En este sentido, ¿es fácil ser ESG en una estrategia multiactivo en comparación con una estrategia solo de renta fija o renta variable?
R. Históricamente era duro porque la ESG realmente empezó en la parte de la renta variable. Aunque en nuestro caso rápidamente los parámetros que hemos creado y usado para los activos de renta variable, los hemos trasladado y aplicado a los diferentes activos de renta fija, en particular a los corporativos. Una de las cosas en las que hemos estado trabajando durante los últimos cinco años en la cartera de este fondo es la habilidad de lograr obtener beta de la parte ESG.
P. Los datos sobre sostenibilidad que tenemos sobre los activos de renta variable y renta fija no son iguales, ¿qué reto representa esto?
R. Bueno, en la parte de activos corporativos, básicamente, usamos los mismos datos porque coinciden los temas que analizamos. Considero que la parte difícil viene realmente con la deuda pública, que es más compleja de interpretar. Para ello, nosotros comenzamos asignando puntuaciones ESG y luego lo combinamos con un análisis cualitativo de los aspectos sociales y climáticos. Ahora la industria ha avanzado mucho en este sentido y, por ejemplo, desde junio de este año, usamos una nueva herramienta de sostenibilidad que nos ofrece una aproximación muy definida a la hora de considerar los activos en nuestra asignación. Principalmente, miramos que los emisores cumplan con tratados internacionales u objetivos concretos.
Toda esta evolución ha hecho que el universo de inversión haya aumentado, por ejemplo, hemos visto mayor número de emisiones de bonos verdes por parte de los países emergentes, en particular. Además, al aumentar las oportunidades de deuda sostenible, aumenta también el potencial diversificador de las carteras.
P. ¿Hacéis más cambios en este fondo a raíz de la apuesta sostenible y la actual volatilidad del mercado?
R. En primer lugar, esta estrategia nació como un fondo sostenible y siempre ha invertido de forma sostenible, y eso no ha cambiado con el tiempo. Es decir, no ha variado la composición core del fondo, ya que está enfocada a albergar los instrumentos que creemos que mayor beta sostenible pueden ofrecer. Después tenemos una amplia gama de instrumentos y activos que usamos en un sentido más táctico.
La mayor volatilidad del mercado nos ha obligado a mover más las carteras. Iniciamos el año con mucho cash, el 17,5%, y durante este periodo de fluctuaciones hemos ido reduciéndolo poco a poco y buscando oportunidades, como por ejemplo en la renta fija. Creemos que, a corto plazo, el mercado puede ir hacia cierto pánico, por lo que habrá que estar atento porque las oportunidades no serán tan evidentes. Es cierto que las valoraciones se van a seguir moviendo y se verán valoraciones más atractivas, pero también se van a mover los fundamentales, que es lo más relevante. Nos vamos a quedar con un poco de cash, ligeramente sobrependerados en renta variable, tirando a neutrales, e infraponderados en renta fija, siendo neutrales en las duraciones.