La pandemia de COVID-19 ha mostrado a diferentes economías la importancia de asegurar el suministro de semiconductores. Según explica Christopher Gannatti, jefe de análisis de WisdomTree, hay que tener en cuenta que existe una amplia variedad de semiconductores y que algunos países buscan asegurarse un tipo de suministro sobre otro.
En 2021, los ingresos de la industria de los semiconductores ascendieron a 553.000 millones de dólares, y se espera que aumenten a 1,35 billones de dólares en 2030. Aproximadamente tres cuartas partes de la producción de chips se encuentran en China, Taiwán, Corea del Sur y Japón. Estados Unidos sólo tiene un 13%, mientras que la UE tiene alrededor de un 9%.
Además, existe una fuerte competencia para ser un actor de mayor volumen en la parte esencial del mercado de los chips de menor precio, pero aún importantes para muchos procesos. Algunos chips necesarios que inhiben la producción de automóviles, por ejemplo, podrían estar valorados en 1 dólar o menos por unidad, lo que dista mucho de ser los más innovadores del entorno.
Los resultados de la compañía están mostrando tanto éxitos como fracasos
Los beneficios del segundo trimestre publicados por Intel tuvieron una recepción desalentadora, dado la caída de un 17% de sus ingresos en relación con el primer trimestre de 2022. Este fue el peor rendimiento secuencial de ingresos de trimestre a trimestre desde el año 2000. Intel también señaló un retraso en su chip de servidor de próxima generación, Sapphire Rapids, y que además su negocio de chips para centros de datos tendría un crecimiento más lento que el resto del mercado general de centros de datos durante dos años. Esto se compara con los ingresos crecientes de Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC) del 37%, y sus beneficios de un 76% interanual.
A principios de 2022, Samsung perdió ante TSMC a sus dos mayores clientes de fundición, Qualcomm y Nvidia. Los informes indican que no estaban satisfechos con la capacidad de Samsung en el espacio de 4 y 5 nanómetros, que representa la vanguardia de hoy en día en la fabricación de semiconductores. TSMC abarca más del 50% de la cuota de mercado de la fundición, el triple aproximadamente de la cuota operativa de Samsung. Pese a ello, recientemente Samsung realizó una ceremonia para celebrar su primer envío de chips de 3 nanómetros, alcanzando este hito más rápido que TSMC. En contraste, se estima que aproximadamente el 25% del negocio de TSMC es de Apple, y que Nvidia, Qualcomm y Advanced Micro Devices (AMD) proporcionan aproximadamente otro 5% cada uno.
Los gastos de capital preparan a las compañías para el crecimiento futuro
TSMC también está invirtiendo a un ritmo increíble, con el objetivo de gastar hasta 44.000 millones de dólares en 2022 en comparación con los 12.000 millones de dólares de Samsung, aunque esta última haya anunciado un plan de gastos de un total de 151.000 millones de dólares de aquí a 2030. Intel ha anunciado en sus resultados trimestrales más recientes, ciertamente duros, un plan de reducción de un 15% de los gastos de capital previstos para 2022 hasta un nivel de 23.000 millones de dólares.
Samsung también enfrenta competencia en el negocio de las memorias dinámicas de acceso aleatorio (DRAM), ya que Micron y SK Hynix han introducido algunos de los chips más avanzados para estos fines. Aun así, incluso en medio de la ofensiva competitiva, las cuotas de mercado de DRAM de Samsung se sitúan en torno al 40%. En el mercado de procesadores de aplicaciones para teléfonos inteligentes, la cuota de mercado de Samsung fue del 6.6%, en comparación con la de Qualcomm (37.7%), MediaTek (26.3%) y Apple (26 %).
¿Tiempo para invertir?
Las empresas de semiconductores tienden a seguir un ritmo particular, observan una fuerte demanda, realizan inversiones, aumentan la oferta, alcanzan niveles de exceso de oferta en ciertos tipos de chips y luego esperan a que el mercado recupere de algún modo el equilibrio. Hoy, podemos estar al final de la “escasez de chips” y puede que, al menos a corto plazo, no sea el momento de esperar un repunte inmediato de la rentabilidad de precio de las acciones de la mayoría de las empresas de semiconductores.
Sin embargo, cualquier megatendencia que afecte de algún modo a la tecnología requiere semiconductores para funcionar; en cierto sentido, si alguno de ellas crece, la demanda de los semiconductores necesarios también crecerá. Tener un horizonte temporal de varios años podría ser más interesante, en nuestra opinión. Dado que no todos los semiconductores son iguales, también vale la pena reconocer que diferentes compañías pueden estar más asociadas con diferentes megatendencias.
Por ejemplo, algunas de ellas están haciendo más en el espacio de capacitación del modelo de Inteligencia Artificial (IA), mientras que otras están haciendo más en el sector industrial y el sector automovilístico. El equilibrio entre la oferta y la demanda dentro de los diferentes tipos de semiconductores no será necesariamente el mismo.
El mercado viene inquietándose las últimas sesiones ante la posibilidad de que Jay Powell muestre su perfil más duro el viernes en Jackson Hole.
Los tiempos de edición me impiden esperar hasta entonces para incluir nuestras impresiones y las posibles implicaciones que este evento pueda tener sobre el precio de los activos financieros. Sin embargo, vale la pena mencionar que los dos hitos realmente relevantes a corto plazo en el plano macro son la publicación del IPC de agosto (13/09) y la decisión del FOMC de septiembre (21/09). Adicionalmente, lo natural sería que el presidente de la Reserva Federal comunicase las ideas contenidas en las actas de la última reunión, que fueron, además, anteriores a la sorpresa positiva de la publicación del IPC de julio.
A corto plazo, el riesgo de sorpresas desagradables en las series de precios ha disminuido. El funcionamiento de las cadenas de suministros está volviendo a la normalidad, los discretos datos macro en China -a pesar del crecimiento en exportaciones y del incremento en gasto público anunciado esta semana, que no será suficiente para apuntar a una tasa de PIB que supere holgadamente el 3%- y la crisis energética en Europa ponen presión alcista sobre el ahorro a nivel global y la inflación más volátil (asociada al precio de productos de consumo) ha entrado en clara tendencia a la baja. El deterioro generalizado de los índices de gerentes de compra (PMIs) en los países desarrollados en agosto (tanto en el ámbito industrial como en el de empresas de servicios) demuestra que los costes de insumos se han moderado, rebajando los costes de producción.
Es, por tanto, factible un escenario donde el PCE estadounidense (en tasa interanual) descienda con rapidez hacia niveles próximos al 4% o 5%, que es donde se mantiene la inflación del sector servicios y también la de los componentes menos volátiles de la cesta de precios.
A partir de ahí, es posible que la velocidad de aproximación al objetivo de 2% disminuya, obligando a la Fed a ser más permisiva respecto a la tasa de paro (U3) que puede estar dispuesta a asumir para reclamar una victoria definitiva sobre la inflación. La continuación del repunte en despidos que hemos venido señalando en las últimas columnas no es buena noticia para las expectativas de crecimiento en beneficios por acción.
Los precios de servicios representan más de 2/3 en el cálculo del IPC subyacente, mientras que los de bienes de consumo no alcanzan el 30% y el coste principal para el sector terciario es el de mano de obra. Con un diferencial de unos 5 millones entre ofertas de trabajo y número de desempleados (1,8x) y un paro en mínimos de los últimos 50 años, la Fed no lo tendrá fácil a la hora de poner freno al incremento en salarios y se verá abocada a continuar con el drenaje de demanda agregada. Es importante recordar que el mercado laboral ajusta con retardo -de 16 a 18 meses- respecto a la evolución de los índices adelantados de actividad LEI. Adicionalmente, a pesar del cada vez más evidente parón en actividad en el mercado de propiedad residencial (40% del IPC subyacente), el precio de los alquileres también se mueve de 12 a 15 meses después de que lo haga el precio de las viviendas (medido por el índice Case-Shiller).
Las implicaciones de todo esto son que, pese a que el mercado acertó descontando un menor riesgo de recesión a corto plazo, parece no haberlo hecho en lo que respecta a la duración del ciclo de contención en política monetaria confiando aun en la “put de la Fed”. Aunque los inversores ponen ahora el pico de tipos de interés cerca del 3,6%, esperan recortes en los fed funds en 2023, algo que el “mapa de puntos” no contempla hasta 2024. Curiosamente, el nivel de tipos sugerido por el modelo de Taylor estaría un 7% por encima de los niveles actuales, lo que implica la deriva más alta en 30 años y que representa un evento de 2,8 desviaciones estándar según cálculos de Bloomberg.
Y aunque la recesión sea leve y se produzca más tarde de lo que se esperaba, las expectativas de crecimiento en beneficios por acción ya se han girado y, de acuerdo con el ISM manufacturas, podrían seguir corrigiéndose. Con los analistas apuntando ya a 240 dólares de BPA en 2023 las 17,25x a las que cotiza el S&P 500, queda poco margen de error en lo que a valoración se refiere.
Después del fuerte rebote desde los mínimos de junio, la bolsa comienza a mostrar síntomas de cansancio. El termómetro de sentimiento de mercado de Morgan Stanley (que es una serie estacionaria y por lo tanto revierte a su media) se ha girado esta semana. Hemos regresado a zona de sobrecompra técnica y el índice de acciones estadounidense no ha sido capaz de perforar al alza la media móvil de 200 sesiones que, además, mantiene una tendencia negativa. Por su parte, el indicador de inercia de la tendencia de corto plazo MACD ha registrado un corte bajista. Este cóctel técnico (cruce bajista en MACD desde sobrecompra y tendencia negativa en la media móvil de 200 sesiones) ha resultado, desde 1950, en retornos negativos para el S&P 500 a 1, 2 y 3 meses vista en un 73% de los periodos (-2,5%, -5,1% y -7,6%, respectivamente).
Powell puede acabar echando un capote a los inversores, pero los indicios apuntan a que lo vivido en julio y agosto ha sido un bear market rally.
Carbon Direct, una empresa de gestión del carbono y proveedora de software que está respaldada por un equipo de más de 30 científicos expertos en la materia a nivel global, ha anunciado una ronda de financiación de 60 millones de dólares dirigida por Decarbonization Partners, una asociación entre Temasek, BlackRock y el fondo de innovación de Quantum Energy Partners.
La gestión del carbono es el proceso mediante el cual una organización mide, reduce y elimina sus emisiones de carbono. Para que sea eficaz, es necesario aplicar tanto la ciencia de vanguardia como la experiencia comercial en cada etapa del proceso. Carbon Direct es la principal empresa de gestión del carbono que trabaja para ayudar a sus clientes mundiales a cumplir sus objetivos climáticos mediante la reducción y eliminación del carbono de la atmósfera. La firma permite a las organizaciones convertir la ciencia del carbono líder en la industria en acción a través de su plataforma de gestión del carbono de extremo a extremo.
Carbon Direct está ayudando a liderar el sector en la creación de criterios de calidad para los créditos de carbono, la reducción de las emisiones de la cadena de suministro, la adquisición de combustibles y materiales bajos en carbono y la facilitación de la adquisición de créditos y eliminación de carbono a gran escala.
Carbon Direct utilizará el capital de crecimiento recaudado para seguir invirtiendo en su plataforma de gestión del carbono basada en la ciencia y continuará aplicando su riguroso enfoque de prioridad científica mientras amplía su oferta.
«La plataforma de Carbon Direct convierte la ciencia del carbono líder en la industria en acción a través de software y experiencia en el mercado», comentó Jonathan Goldberg, CEO de Carbon Direct.
«Estamos entusiasmados al ver el crecimiento de los compromisos de cero emisiones de las principales empresas y gobiernos, así como el reciente impulso político. Sin conocimientos científicos, los compromisos de carbono tendrán un impacto mucho menor del que podrían tener. Esta inversión de Decarbonization Partners y Quantum Energy Partners nos ayudará a ampliar el trabajo que ya estamos realizando para clientes líderes del sector», añadió.
El informe más reciente del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas afirma que, para cumplir los objetivos climáticos acordados y evitar los peores impactos del cambio climático, es necesario reducir agresivamente las emisiones de todos los sectores de la economía y, al mismo tiempo, eliminar de la atmósfera miles de millones de toneladas de carbono al año para 2050.
«La transición hacia una realidad de cero emisiones netas requiere que las organizaciones actúen con audacia en la gestión de sus emisiones de carbono», dijo la Dra. Meghan Sharp, directora global de Decarbonization Partners.
«Carbon Direct Inc. reúne una combinación única de ciencia y software, que permite a las organizaciones aplicar una acción climática altamente eficaz a escala. Estamos encantados de apoyar el enfoque científico de la empresa para la gestión del carbono, y vemos una oportunidad significativa para aprovechar el fuerte impulso existente de la empresa.»
«Las organizaciones tendrán que cambiar significativamente la forma de gestionar su huella de carbono para cumplir sus objetivos climáticos», dijo Jeffrey Harris, que supervisa el Fondo de Innovación de Quantum.
«Creemos que la combinación de ciencia y experiencia en el mercado posiciona de forma única a Carbon Direct para permitir a las organizaciones hacer operativa la gestión del carbono y tener un impacto significativo en el cambio climático. Estamos encantados de apoyar la siguiente fase de crecimiento de la empresa», explicó.
Los activos digitales caminan hacia el mainstream, según el 84% de los inversores profesionales encuestados por Nickel Digital Asset Management (Nickel), gestora de hedge funds especializada en esta clase de activos. Mientras que tan solo un 3% defiende que no se convertirán en una tendencia mayoritaria, todavía hay un 13% que considera que es demasiado pronto para la adopción masiva de activos digitales.
La encuesta, realizada a 200 inversores institucionales y gestores de patrimonio de siete países (Estados Unidos, Reino Unido, Alemanía, Israel, Suiza, Emiratos Árabes Unidos y Brasil) que gestionan colectivamente unos 329.000 millones de dólares en activos, revela que el 81% cree que los activos digitales -en particular los protocolos DeFi- están surgiendo como una importante tecnología disruptiva para las finanzas tradicionales.
Cuando se les preguntó por su principal opinión sobre la tecnología blockchain y los activos digitales, el 41% de los inversores profesionales afirmó que es escalable y que está en camino de lograr la adopción generalizada, mientras que el 21% aseguró que tiene un fuerte potencial de transformación para la economía mundial.
Por el contrario, solo el 30% cree que los activos digitales seguirán siendo una tecnología de nicho, aunque existe un argumento comercial convincente para ello, y solo el 9% cree que hay poco valor práctico en el sector y que la tecnología «desaparecerá».
En cuanto al papel que los inversores profesionales esperan que desempeñen los activos digitales en el futuro, la encuesta indica que el principal es la diversificación de las carteras de inversión, según la opinión del 53% de los encuestados. Le sigue el 51% que indicó que la tokenización de los activos tradicionales, el 49% que citó el acceso a las plataformas DeFi, y el 38% que destacó su capacidad para proporcionar un nuevo mecanismo de transferencia de valor.
“En gran medida, los activos digitales ya han alcanzado la velocidad de escape: han logrado una capitalización de mercado de varios billones de dólares, y existe una aceptación normativa gradual de los mismos en países clave. Esto se refleja claramente en los resultados de nuestra investigación, que muestran que la abrumadora mayoría de los inversores profesionales creen que los activos digitales se generalizarán”, destaca Anatoly Crachilov, director general y socio fundador de Nickel Digital.
La banca europea se dirige hacia una nueva normalidad. Los programas de moratoria ante el COVID-19 casi han vencido, las subidas de tipos parecen definitivas y los colchones contracíclico capital bancario (CCyB por sus siglas en inglés) están aumentando. No obstante, la senda hacia la plena normalización seguirá siendo prolongada y sinuosa.
«La incertidumbre se ha disipado en cierta medida tras el fin de los programas de moratoria, pero el apoyo fiscal y monetario a gran escala sigue vigente», afirma Marco Troiano, director del equipo de instituciones financieras de Scope.
Según la interpretación que hacen desde Scope, la transición hacia el incremento de los colchones de capital anticíclicos en toda Europa continúa siendo “más puntual que real”, en este momento. Sin embargo, consideran que la tendencia a volver gradualmente a los niveles anteriores a la crisis financiera parece clara. El Reino Unido, Dinamarca y Noruega ya han anunciado las subidas de las tasas de los colchones de capital cíclicos (tras una introducción gradual de 12 meses).
Por ejemplo, Suecia fue uno de los primeros en anunciar una subida hasta el 1% en septiembre (que entrará en vigor en septiembre de 2022) y se propone aumentar más hasta el 2,5%, en función de los datos. Y Francia, por su parte, tiene la intención de normalizar sus CCyB a los niveles anteriores a la crisis en su próxima reunión «una vez que el ciclo económico y financiero confirme que el sistema bancario es capaz de apoyar el crecimiento», apunta el experto de Scope. Otros países se han abstenido de anunciar incrementos oficiales de los tipos de los CCyB por ahora, aunque la mayoría han dicho que están observando de cerca sus economías en busca de señales y que tomarán las medidas oportunas.
“Las repercusiones de un aumento de los colchones de capital anticíclico serán moderadas. Los bancos europeos están bien capitalizados y los aumentos graduales de los tipos de los CCyB ya se han integrado en la planificación del capital. Los grandes bancos de la eurozona tienen un exceso de capital y varios están retribuyendo a los accionistas mediante dividendos extraordinarios o recompras. Unos requisitos más elevados podrían contribuir a que se mantenga más capital en el sistema”, explica Troiano.
Según destacan desde Scope, en cuanto a la forma en que otros países varían sus tasas de capital anticíclico, la aparición de la variante ómicron podría generar nuevas incertidumbres. “Las medidas cada vez más estrictas para limitar la propagación de los contagios, incluidos los confinamientos en toda Europa, podrían frenar o incluso invertir el ritmo y el momento de la recuperación económica, lo que provocaría tensiones en los sectores más directamente afectados, un menor crecimiento del PIB y una reducción de la demanda de crédito. Esto podría llevar a una activación de los CCyB, especialmente si los reguladores vuelven a orientar a los bancos a recurrir a sus reservas para mantener el apoyo financiero a las economías”, concluyen en su último análisis.
J. Safra Sarasin Sustainable Asset Management (JSS SAM) ha anunciado que su fondo JSS Sustainable Bond – Euro Broad pasará de estar clasificado bajo el artículo 8 de la normativa SFDR al artículo 9. Según explican desde la firma, con este cambio el vehículo de inversión pasa a tener un objetivo ESG, a diferencia de un fondo artículo 8, que sólo tendría en cuenta factores ESG en su gestión.
“Así pues, al menos el 30% de los activos en cartera serán bonos etiquetados o vinculados a la sostenibilidad. Es importante señalar que, actualmente, la proporción de bonos etiquetados ya se sitúa en torno al 50%, muy por encima del objetivo”, destacan desde la firma.
Según explican, el JSS Sustainable Bond – Euro Broad invierte principalmente en bonos emitidos por empresas y emisores soberanos y cuasi-soberanos con una calificación de investment grade. Además, la cartera incluye los emisores considerados como ESG best-in-class. De esta forma, señalan, “el equipo lleva a cabo una gestión activa de la cartera para tratar de obtener un exceso de rentabilidad mediante la asignación dinámica a emisores soberanos o corporativos”.
Además, el fondo tiene el objetivo de lograr la neutralidad en carbono para 2035 en el segmento corporativo de la cartera. Esto está en consonancia con el Acuerdo de París y nuestro Compromiso Climático. El objetivo de reducción se basa en la huella de carbono del índice de referencia (solo empresas). El punto de partida es diciembre de 2020, un 30% por debajo del nivel del índice de referencia, seguido de un objetivo de reducción del 7% anual hasta 2030. A partir de 2030, se reducirá linealmente hasta que la huella de carbono alcance el nivel cero en 2035.
Desde la firma destacan que, actualmente, cuenta con varios fondos artículo 9, entre los que se incluyen el JSS Sustainable Equity – Green Planet, JSS Sustainable Equity – Global Climate 2035, JSS Sustainable Equity – SDG Opportunities y JSS Sustainable Green Bond – Global. En este sentido apunta que emplean un modelo de análisis ESG propio y patentado, la Matriz de Sostenibilidad que aplica tanto a compañías como a países.
La fragmentación geopolítica, es decir, esta situación en la que los países o bloques actúan de forma cada vez más desunida, hace más difícil predecir la política gubernamental. Según el último informe de Moody’s, en este contexto hay cinco tendencias que pueden acabar aumentando los riesgos crediticios: la coordinación de la seguridad, las perturbaciones relacionadas con el comercio, las cuestiones financieras transfronterizas, la política de cambio climático y los patrones de migración.
Según explica Kelvin Dalrymple, vicepresidente-senior de crédito de Moody’s, la geopolítica puede perturbar la estabilidad económica, financiera, institucional y política, y puede afectar directamente al crédito. “Por ejemplo, la invasión de Ucrania por parte de Rusia ha provocado interrupciones en el suministro, inclinando las políticas de los países hacia una mayor autosuficiencia o friend-shoring en áreas que van desde los alimentos hasta la energía. Esto podría disminuir la eficiencia de la producción, aumentar los precios o limitar la disponibilidad, perjudicando el consumo, el bienestar y el crecimiento”, afirma Dalrymple.
En este sentido, el experto matiza que la fragmentación de la cooperación en materia de seguridad aumentará los costes fiscales y de defensa. Explica que los diferentes intereses de los miembros de las alianzas de seguridad harán que las acciones coordinadas de la alianza sean menos predecibles. “Es probable que varios soberanos se vuelvan más autosuficientes en materia de seguridad, aumentando su gasto en defensa. Esto aumentará la deuda o desviará recursos de proyectos potencialmente mejoradores del crédito en educación, infraestructuras y asistencia social”, matizan.
El segundo elemento que apunta el informe es que la fractura de las cadenas de suministro pesará sobre el crecimiento económico. Según el documento, la preocupación por la seguridad nacional siempre ha dominado la política comercial en sectores como la defensa y la tecnología estratégica.
Además, y como tercer factor, Moody’s apunta que las tensiones en torno a los beneficios relativos de los actuales sistemas financieros transfronterizos van en aumento. “Las estructuras financieras internacionales han cambiado poco desde el final de la Segunda Guerra Mundial, pero favorecen desproporcionadamente a las economías avanzadas. Sin embargo, no esperamos que se produzcan cambios significativos en el sistema financiero internacional, porque los países están cada vez más en desacuerdo sobre cuáles deberían ser estos cambios. En última instancia, cualquier nuevo sistema financiero o mercado alternativo debe tener suficiente liquidez para desafiar las estructuras existentes”, matiza en sus conclusiones.
Dalrymple también profundiza en el impacto de la política de cambio climático a la hora de crear riesgos para los activos de crédito. En este sentido explica: “A pesar de la urgencia compartida en materia de política climática, existe una alineación limitada en cuanto a la financiación y el calendario de actuación. Los gobiernos y las entidades del sector privado llevarán a cabo proyectos de transición del carbono y de mitigación del clima en gran medida según sus propios calendarios y prioridades. Esperamos una coordinación limitada entre los mayores países emisores de gases de efecto invernadero y los países que más sufren los efectos del cambio climático. Hasta el momento, la financiación prometida a los países en desarrollo ha sido escasa”. De hecho, los países en desarrollo necesitan entre 280.000 y 500.000 millones de dólares al año hasta 2050 para hacer frente a sus planes climáticos colectivos.
En este sentido, Moody’s considera que los riesgos desiguales a los que se enfrentan estos países en comparación con otros no se reflejan todavía en los compromisos de financiación o de reducción de emisiones. “Los inversores buscarán cada vez más invertir en regiones o áreas como las infraestructuras que cumplan con sus sólidos principios medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG). Esperamos que aumente la demanda de instrumentos de deuda innovadores con capacidad de adaptación al clima que financien actividades ESG. Las emisiones se ralentizarán en las zonas donde la calidad crediticia y las políticas ESG son débiles. Algunos soberanos del África subsahariana y de Oriente Medio son los más vulnerables, al igual que las empresas petroleras y de gas”, advierte en su informe.
Por último, el informe destaca que el trato a los migrantes y refugiados puede perjudicar las relaciones internacionales de los países y aumentar los “riesgos sociales” en los países recpetores. “Acoger a los refugiados aumenta directamente el gasto público, incrementando los riesgos fiscales y sociales. A largo plazo, el aumento de la migración puede impulsar el PIB y ayudar a los países a afrontar los retos demográficos. Hay que ser conscientes de que limitar la migración económica puede ser una política popular entre los votantes nacionales. En la práctica, estos límites se basan a menudo en la escasez de mano de obra cualificada en el país o en los ingresos y la riqueza preexistentes, y estos últimos diferencian el acceso de los ricos y los pobres”, concluyen.
En medio de focos de incertidumbre que han sacudido a los mercados financieros durante el año, tanto en Chile como en el extranjero, la industria local de fondos mutuos ha visto varios movimientos. Aunque los patrimonios han sufrido, estos vehículos han logrado captar aportantes de todos modos, favoreciendo principalmente los vehículos de renta fija.
Cifras agregadas de la Asociación de Administradoras de Fondos Mutuos (AAFM) local muestran que los vehículos registrados en la industria sumaban un patrimonio neto de 50.743.667 millones de pesos chilenos, alrededor de 56.300 millones de dólares, al 23 de agosto (último dato disponible). Esto representa una baja de 0,23% respecto al cierre de 2021.
Sin embargo, los datos de partícipes totales del sistema pinta un panorama más optimista. Los inversionistas –individuales e institucionales– aumentaron en un 0,99% en lo que va del año. Esto quiere decir que los fondos mutuos chilenos han captado 29.164 aportantes en ese período, alcanzando los 2.971.309 que registran actualmente.
En el desagregado, se ve una dinámica más conservadora, con los fondos de deuda ubicándose como los más populares de este período.
Preferencia por la renta fija
Las cifras de la AAFM –excluyendo un puñado de fondos sin clasificar y de administradoras no asociadas– muestran que los fondos de deuda son la única gran categoría que ha logrado aumentar su cartera y captar más aportantes.
Este segmento –el más grande, por amplio margen, en el país– ha aumentado su patrimonio neto un 10,12% en lo que va del año, alcanzando los 37.357.075 millones de pesos (cerca de 41.500 millones de dólares) esta semana.
En ese mismo período, los fondos de deuda han aumentado en 81.449 su piscina de partícipes, llegando a 1.754.182.
En contraste, los vehículos mutuos orientados a la renta variable han perdido un 30,44% de su patrimonio neto, hasta los 4.457.055 millones (4.950 millones de dólares), y suman la salida de 39.177 aportantes. Esto equivale a un 13,52% menos de los partícipes que tenían al finalizar 2021.
En el mundo de los fondos balanceados, cuyas carteras combinan activos de renta fija y renta variable, ha ocurrido algo similar. El tamaño de este segmento ha caído un 25,10% a lo largo del año, a 7.168.600 millones de pesos (sobre 7.950 millones de dólares), y registra una baja de 35.857 aportantes.
Subcategorías de deuda
En el desagregado, la mayoría de las subcategorías de vehículos de deuda han obtenido buenos resultados.
La que más ha aumentado su patrimonio en términos proporcionales es la de fondos de deuda con un vencimiento inferior a un año, de origen flexible, con un alza de 577,92%. Eso sí, cabe destacar que es la subcategoría más pequeña, con un patrimonio neto agregado de sólo 22.967 millones de pesos (poco más de 25 millones de dólares).
Le siguen dos de las categorías más grandes: deuda nacional de menos de 365 días en UF, que ha visto su cartera crecer un 236,08%, y deuda nacional de inversión en UF con una duración mayor a un año pero menor a tres, con un alza de 33,89%.
En términos de las estrategias que han logrado captar la mayor cantidad de partícipes, muestran datos de la AAFM, destacan los fondos de deuda nacional menor a un año en UF, con la entrada de 43.208 inversionistas; los de deuda inferior a 90 días –categoría que concentra los vehículos de money market–, con 13.710; y los de bonos en UF de duración de más de un año y menos de tres, con 10.681.
En contraste, los fondos de deuda que han visto una mayor baja en sus patrimonios son los de papeles de más de un año de estrategias internacionales y emergentes, con bajas de 42,21% y 19,17%, respectivamente.
Los bonos en pesos también han perdido cierto atractivo, según la dinámica de aportantes. De las únicas cinco subcategorías de fondos mutuos de renta fija que han visto salidas de inversionistas, la mayor se concentra en estrategias de papeles de más de un año, en moneda local. En este segmento, los partícipes totales han disminuido en 4.222 a lo largo del año.
Fondos más arriesgados
El desagregado de los vehículos de renta variable también hace eco de la turbulenta dinámica de los mercados internacionales.
En un momento en que el conflicto en Ucrania ha dejado a los inversionistas nerviosos con Europa, las subcategorías de fondos accionarios europeos han registrado la mayor reducción de patrimonio. Las cifras del gremio muestran una contracción de 69,68% en la cartera de los vehículos orientados a Europa emergente y una baja de 61,43% en los orientados a Europa desarrollada.
Los fondos de acciones de mercados emergentes también han experimentado una fuerte contracción, con una caída de 44,69% en su patrimonio desde el cierre del año pasado.
En términos de salida de aportantes, las mayores reducciones se han visto en las estrategias de acciones estadounidenses, que han perdido 14.179 inversionistas; las de acciones de países desarrollados, con una baja de 10.129 aportantes; y las de Europa desarrollada, con la salida de 5.925.
Según un estudio realizado con inversores institucionales y gestores de patrimonio de toda Europa, que gestionan colectivamente más de 520.000 millones de dólares en activos, los mercados frontera han ganado relevancia a la hora de diversificar las carteras y las inversiones.
El informe, realizado para la firma de gestión independiente de patrimonio vietnamita Dragon Capital, revela que más de la mitad (un 53%) está muy de acuerdo y el 46% ligeramente de acuerdo en que los mercados frontera ofrecen atractivas ventajas de diversificación respecto a los mercados emergentes y desarrollados.
La mayoría de los inversores (un 85%) también está de acuerdo en que los mercados frontera ofrecen algunas de las mejores oportunidades para encontrar “joyas ocultas” en el mundo de la gestión de inversiones. Además, más de dos tercios (67%) están de acuerdo, el 18% muy de acuerdo. Según la firma de inversión, “este interés por los mercados frontera refleja el impresionante rendimiento del año pasado gracias a los importantes cambios en el universo de inversión”.
El cambio de los valores sensibles al precio del petróleo basados en Oriente Medio a las empresas manufactureras y expertas de Asia contribuyó a que el índice MSCI de mercados fronterizos obtuviera una rentabilidad del 20,09% en 2021, y un rendimiento superior al del índice MSCI All World del 1,05%.
Cuando se les preguntó qué mercado asiático ofrece la rentabilidad más atractiva a largo plazo para los inversores, el 26% eligió Vietnam; cuyo mercado obtuvo un rendimiento del 39% en 2021. En cuanto a los factores más importantes a la hora de seleccionar un gestor de fondos fronterizos, más de nueve de cada diez inversores dijeron que la trayectoria (95%) y la longevidad del fondo (93%).
“Los mercados frontera tienen altas tasas de crecimiento del PIB y disfrutan de periodos de rápida urbanización, creciente formación de la clase media, aumento del consumo interno y elevados niveles de inversión extranjera directa, todo lo cual supone atractivas oportunidades de inversión. Y, como han comprobado los participantes en la encuesta, la falta de cobertura de las empresas en los mercados fronterizos significa que existen amplias oportunidades para encontrar joyas ocultas. A medida que los mercados fronterizos sigan evolucionando y adoptando la tecnología digital, esperamos encontrar un conjunto cada vez mayor de valores atractivos”, afirma Tuan Le Anh, CIO de Dragon Capital.
En la opinión de Le Anh, “cuando se invierte en los mercados frontera es beneficioso tener los pies sobre el terreno para ayudar a mitigar el riesgo, y por lo tanto, naturalmente, tiene sentido para los inversores dar prioridad a los gestores de fondos con una historia probada y experiencia demostrable de la entrega de rendimientos consistentes”.
Comenzando hoy y con tres días de duración, arranca la reunión de Jackson Hole, en Wyoming, Estados Unidos. Históricamente, esta cita que reúne a banqueros centrales, responsables en materia de política monetaria, académicos y economistas de todo el mundo ha definido la política monetaria del siguiente año. En esta ocasión, el evento tendrá lugar del 25 al 27 de agosto y, en un claro reflejo de las preocupaciones que afrontan los banqueros centrales y gobiernos en el escenario actual, se titula “Reevaluación de las limitaciones de la economía y la política”.
Ante el escenario inflacionista en el que nos encontramos desde hace meses, el simposio económico cobra especial relevancia. La persistencia de la inflación ha forzado a los principales bancos centrales a iniciar un ciclo de endurecimiento de política monetarias con un ritmo mucho más acelerado de subidas de tipos de lo que se anticipaba a principios de año.
Los comentarios de Powell
El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell intervendrá el viernes 26 de agosto a las 10:00 EDT (14:00 CEST). Según explica Jack Janasiewicz, estratega de Natixis IM Solutions, se espera que los comentarios de Powell tranquilicen al mercado sobre el compromiso de la Fed para combatir la inflación al tiempo que retiene la flexibilidad para realizar ajustes según permitan los datos.
Para Janasiewicz es probable que Powell intente hacer hincapié en un ritmo más lento de subidas de tipos de interés, pero también en un periodo de tiempo más prolongado en terreno restrictivo, suavizando el impulso en la narrativa dovish de pivote. Según el experto, es necesario tener en cuenta que un ritmo más lento de subidas tampoco implica un cambio en el tipo terminal, sino que significa que habrá tasas más altas por más tiempo, algo que a su juicio el mercado no está valorando actualmente.
Los comentarios de Powell van a intentar contener o resistirse ante los recortes que el mercado espera para 2023. El punto más importante es que el sesgo de riesgo de la Fed seguirá inclinándose hacia un sesgo de halcón. Pues, desde la óptica de Natixis IM Solutions es más probable que la Reserva Federal responda de forma agresiva a las sorpresas de inflación que con una postura dovish a la debilidad del crecimiento. En consecuencia, no esperan enormes cambios en materia de política monetaria, sólo un intento de replantear las perspectivas de inflación y tipos de interés.
Coincide con esta opinión Kevin Thozet, miembro del comité de inversión de Carmignac, quien valora las próximas actuaciones de la Fed como un difícil acto de equilibrio. Este ritmo de subidas «más lento por más tiempo» podría acentuar el riesgo de que los mercados flexibilicen todavía más las condiciones financieras si se centran en mayor medida en la primera parte de ese mensaje, causando más dolor en el futuro cuando se cumpla la parte de mayor extensión en el tiempo.
No obstante, para Cristina Gavín, responsable de renta fija de Ibercaja Gestión, es poco probable que Powell aclare si la próxima subida de tipos va a ser de 50 o de 75 puntos básicos, y será necesario esperar a los datos adelantados de precios y de empleo de comienzos de septiembre para tener una visión más clara del movimiento. Durante el próximo año, la política de la Fed será dictada sobre la base de los datos y reunión por reunión.
Según indican desde Banca March, por el momento, el mercado apuesta más por un incremento de 50 puntos básicos en la próxima reunión de septiembre, frente a los 75 puntos básicos vistos en las dos reuniones previas, y hay más dudas en torno al punto de inflexión, ya en 2023, en el que los tipos oficiales empiecen a corregir.
A juicio de Gavín, será muy importante prestar atención a la valoración que haga Powell del último dato publicado de inflación y las claves sobre política monetaria que pueda transmitir en sus declaraciones. Este dato ha dado un respiro a la economía norteamericana al situarse dos décimas por debajo de lo esperado. Aunque esta bajada se ha debido fundamentalmente a la relajación en los precios de las materias primas, Gavín cree que podría permitir un cierto alivio en el proceso de subida de tipos en Estados Unidos y anticipar, si la tendencia se mantiene, un cambio de sesgo por parte de la Fed en un periodo de tiempo relativamente corto.
En ese sentido, Luke Bartholomew, economista sénior de abrdn, comenta que el discurso de Powell puede implicar explícitamente un ‘mea culpa’ sobre las previsiones de la Fed como forma de intentar demostrar lo que han aprendido sobre la inflación este año. Según Bartholomew, es probable que Powell subraye que la política aún tiene un largo camino por recorrer antes de que la Fed se sienta cómoda de haber recuperado la estabilidad de los precios. Esto es importante porque el mercado se ha comportado recientemente como si la Fed se hubiera alejado de su postura hawkish.
«Es difícil creer que la dirección de la Fed se sienta cómoda con la forma en que las condiciones financieras se han vuelto mucho más acomodaticias después del último mes. Por ello, Powell utilizará este discurso como una oportunidad para hacer frente a esta interpretación más dovish que ha surgido recientemente sobre la política de la Fed. Si no lo hace, los mercados lo tomarán como una luz verde para que los activos de riesgo sigan subiendo, lo que probablemente hará que la Fed tenga que aplicar aún más subidas de tipos de interés», comenta.
Asimismo, Franck Dixmier, director de inversiones global de renta fija de Allianz Global Investor, cree que la Reserva Federal sigue por detrás de la curva, y debe restablecer su credibilidad, mientras que ella misma ha debilitado su forward guidance en julio al subir los tipos en 75 puntos básicos en lugar de los 50 comunicados anteriormente. En la gestora piensan que el mensaje de Jerome Powell debería conducir a un reajuste al alza de las expectativas de subida de tipos en 2022 y 2023 y alimentar la presión de los rendimientos en la curva estadounidense observada desde principios de agosto. El mensaje de halcón de la Fed no debería favorecer a los activos de riesgo, el crédito y la renta variable, y es de esperar que haya volatilidad en los mercados.
Consecuencias para los mercados de renta fija en Estados Unidos
Los tipos de interés a corto plazo de Estados Unidos seguirán subiendo, ya que los mercados han estado valorando el riesgo de recesión más bien pronto que tarde. Desde el punto de vista de Carmignac, no se espera que la recesión llegue a Estados Unidos hasta el segundo semestre de 2023 y esta estará alimentada en gran medida por la subida de los tipos de interés. Según Thozet, el hecho de que la Fed se centre en los indicadores rezagados -principalmente la inflación y los mercados laborales- significa que tardará en realizar un giro en materia de política monetaria, lo que implica un aplanamiento de la curva de rendimiento estadounidense.
En los días previos a la reunión de Jackson Hole, los mercados de tipos han retrocedido en lo que se refiere al rendimiento, con los rendimientos de los bonos del Tesoro a diez años girando nuevamente en torno al 3%. Así, David Norris, gestor de TwentyFour AM, gestora boutique de Vontobel AM, también cree que los mercados están anticipando una declaración con un tono más duro por parte la Reserva Federal en la línea de una «narrativa tipos elevados durante más tiempo». Se espera que la reacción inicial del mercado sea moderada, con la postura hawkish ya reflejada en los rendimientos del Tesoro.
Desde principios de julio, el mercado de deuda corporativa estadounidense ha experimentado un buen repunte debido a razones técnicas y fundamentales. Para TwentyFour AM, desde el lado técnico, la cobertura de posiciones cortas, la falta de inventarios de los intermediarios y un mercado de nuevas emisiones debilitado han proporcionado un fuerte impulso al crédito, especialmente porque también se ha visto un aumento de las entradas en la renta fija de grado de inversión y high yield.
Por otro lado, unos fundamentales fuertes -como una sólida temporada de beneficios en el segundo trimestre, unos balances corporativos consistentes, unas tasas de impago bajas y una mayor gestión del pasivo corporativo- han hecho que los diferenciales del high yield corporativo retrocedan desde los recientes máximos de 600 puntos básicos hasta los actuales 460, y que los diferenciales de la renta fija internacional se recuperen de 167 puntos básicos hasta los actuales 145 puntos básicos.
Para Norris, la dirección que puedan tomar los diferenciales a partir de este punto dependerá de la trayectoria de la inflación y de la política del banco central. Si la inflación sigue disminuyendo, es posible que los diferenciales de los bonos high yield estadounidenses lleguen a niveles más cercanos a los 400 puntos básicos. Sin embargo, si la inflación persiste, se esperarían unos tipos de interés más altos durante más tiempo y un retroceso de los diferenciales de crédito hacia los máximos recientes, que sobre una base histórica representan un atractivo nivel de soporte para el crédito.
La actuación del Banco Central Europeo
En cuanto a la Unión Europea, el dato de inflación que se dio a conocer la semana pasada, marcaba de nuevo un récord, lo que demuestra que las presiones inflacionistas no se han mitigado y que es más que probable que se vuelva a ver otra subida adicional de 50 puntos básicos en la reunión del 8 de septiembre.
Según la opinión de Gavín, así lo ha dejado entrever estos días Schnabel, miembro del consejo de Gobierno del BCE, y es de esperar que mantenga el mensaje en su intervención en Jackson Hole, donde ante la ausencia de Lagarde se sitúa como principal autoridad del BCE.
En Carmignac también anticipan que el BCE se incline por el lado de los halcones, ya que no se espera que la inflación alcance su punto máximo en la eurozona antes de este otoño y los precios de riesgo se inclinan al alza, el propio escenario de corte de gas del BCE integra más subidas en el futuro, lo que es aún más probable ya que un acontecimiento tan dramático significaría más apoyo fiscal. Por eso, Thozet cree que el simposio de Jackson Hole podría servir de plataforma pública para seguir preparando a los participantes en el mercado para su esperada segunda subida en 10 años.