Apollo anuncia la compra de Bridge Investment Group

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Apollo y Bridge Investment Group Holdings Inc han anunciado la firma de un acuerdo definitivo para que Apollo adquiera Bridge en una transacción totalmente en acciones, con un valor de capital aproximado de 1.500 millones de dólares.

Fundada en 2009, Bridge es una firma consolidada en el sector inmobiliario residencial e industrial, así como en otras clases de activos inmobiliarios especializados. Dirigida por un equipo de liderazgo sénior con amplia experiencia y respaldada por más de 300 profesionales de inversión altamente especializados en la gestión y operación de activos inmobiliarios, el modelo de integración avanzada de Bridge, su plataforma operativa a nivel nacional y su enfoque basado en datos han impulsado un crecimiento orgánico constante y generado resultados positivos en diversas clases de activos.

Según explican, con esta operación, Bridge proporcionará a Apollo una escala inmediata en su plataforma de inversión en activos inmobiliarios y fortalecerá sus capacidades de originación tanto en inversión inmobiliaria como en crédito, lo que se espera que beneficie la creciente oferta de productos híbridos e inmobiliarios de Apollo. 

Actualmente, Bridge gestiona aproximadamente 50.000 millones de dólares en activos bajo gestión en productos inmobiliarios dirigidos tanto a clientes institucionales como patrimoniales, y se prevé que genere importantes sinergias con las estrategias actuales de inversión inmobiliaria de Apollo y su plataforma líder en crédito inmobiliario. Se espera que la transacción tenga un impacto positivo inmediato en los ingresos relacionados con comisiones de Apollo tras su cierre.

A raíz de este anuncio, David Sambur, socio y codirector de Inversiones en Renta Variable de Apollo, ha señalado: “Nos complace anunciar esta transacción con Bridge, que está altamente alineada con el enfoque estratégico de Apollo en la expansión de nuestra base de originación en áreas de nuestro negocio que están creciendo, pero aún no han alcanzado una escala significativa. Liderado por un equipo de bienes raíces de gran prestigio, que incluye al presidente ejecutivo Bob Morse y al CEO Jonathan Slager, Bridge aporta un equipo experimentado con una profunda experiencia y un sólido historial en sus sectores. Su negocio complementará y fortalecerá aún más nuestras capacidades inmobiliarias existentes, y creemos que podemos ayudar a escalar los productos de Bridge aprovechando la amplitud de nuestra plataforma integrada. Esperamos trabajar con Bob y el talentoso equipo de Bridge mientras buscamos alcanzar los objetivos estratégicos que presentamos en nuestro reciente Día del Inversor”.

Por su parte, Bob Morse, presidente ejecutivo de Bridge, ha declarado: “Nos sentimos orgullosos de unirnos a Apollo y a su equipo líder en la industria, quienes comparten nuestro compromiso con el rendimiento y la excelencia. Esta transacción permitirá a los equipos de Bridge y Apollo crecer sobre la sólida base que Bridge ha construido desde 2009, mientras trabajamos para generar un impacto significativo y crear valor para nuestros inversores y comunidades. Con la plataforma global integrada de Apollo, sus recursos, innovación y reconocida experiencia, estamos seguros de que Bridge estará bien posicionado para la próxima fase de crecimiento en medio de la creciente demanda en el sector de inversiones alternativas”.

Tras el cierre de la transacción, Bridge operará como una plataforma independiente dentro del negocio de gestión de activos de Apollo, manteniendo su marca, equipo directivo y equipo dedicado a la formación de capital. Bob Morse se convertirá en socio de Apollo y liderará la franquicia de inversión en bienes raíces de Apollo.

¿Por qué los ETPs son el as bajo la manga de los gestores de activos?

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Foto de Esteban López en Unsplash

Los productos cotizados en bolsa (ETPs, por sus siglas en inglés) se han convertido en una herramienta indispensable para los gestores de portafolios, destacan desde FlexFunds, al ofrecer flexibilidad, accesibilidad y eficiencia en costos para el re-empaquetamiento y la administración de activos. Estos instrumentos financieros permiten a los asset managers diversificar sus carteras de manera eficiente, implementar estrategias de inversión personalizadas y adaptarse rápidamente a las condiciones cambiantes del mercado.

¿Qué es un ETP?

Un ETP es un instrumento financiero que se negocia en una bolsa de valores de forma similar a las acciones. Proporciona acceso a un índice de referencia o a una clase de activo específica, lo que facilita a los gestores la construcción de portafolios diversificados con una sola transacción. La mayoría de los ETPs son inversiones pasivas, diseñadas para seguir la evolución de un índice o activo subyacente, con costos operativos generalmente más bajos que los de los fondos de inversión activos o los fondos mutuos.

Características de los ETPs

  • Gestión pasiva: una opción eficiente en términos de costes y transparencia para obtener exposición a un índice o activo sin la necesidad de una gestión activa constante.
  • Diversificación simplificada: permiten a los gestores acceder a un amplio espectro de activos a través de una sola operación.
  • Liquidez y operativa sencilla: se pueden comprar y vender durante las horas del mercado, con precios cotizados en tiempo real.
  • Flexibilidad para los gestores: pueden emitir acciones o títulos de deuda según la demanda, adaptándose a las necesidades del portafolio.
  • Transparencia: los componentes de los ETPs se publican a diario, brindando a los gestores una clara visión de las posiciones del portafolio.

                                                         La industria del ETP en perspectiva

                                                              * ETFGI, Global ETF and ETP Industry Insights (enero de 2025).

 

La industria de ETPs ha experimentado un crecimiento significativo desde el lanzamiento del primer producto en 1993. Según ETFGI, firma independiente de investigación y consultoría, al cierre de enero de 2025, se habían invertido más de 14 billones de dólares en ETF/ETPs a nivel global. En Estados Unidos, el mercado alcanzó un récord de 10,73 billones de dólares en enero de 2025, superando el máximo previo de 10,59 billones registrado en noviembre de 2024. Estos datos reflejan el creciente interés y la adopción de ETPs como un vehículo clave en la gestión de portafolios, tal como se observa en el siguiente gráfico:

 

ETPs vs. fondos de inversión convencionales

En la actualidad, los gestores de portafolios cuentan con una amplia variedad de vehículos de inversión para optimizar sus estrategias. En este artículo, nos enfocamos en comparar los ETPs con los fondos de inversión convencionales, destacando sus principales diferencias en la siguiente tabla.

 

FlexFunds es un proveedor de servicios reconocido internacionalmente en la emisión y administración de ETPs que abarcan activos listados e inversiones alternativas, los cuales están dirigidos a asesores de inversión (advisors), gestores de fondos de cobertura (hedge funds), de fondos privados (portfolio managers) y de fondos inmobiliarios.

Los ETPs de FlexFunds destacan por su eficiencia y versatilidad, permitiendo a los gestores de activos diseñar estrategias personalizadas y crear productos listados en bolsa con un código ISIN único, listado en la Bolsa de Viena y en Bloomberg. Ofreciendo entre otras ventajas las siguientes:

  • Suscripción eficiente a través de Euroclear
  • Flexibilidad en la composición del portafolio: permite la titulización de múltiples clases de activos, tanto líquidos como alternativos.
  • Sistema eficiente de costes: mejora la rentabilidad del portafolio y optimiza los gastos operativos.
  • Acceso global: los productos pueden adquirirse desde cualquier cuenta de corretaje en el mundo, facilitando la distribución internacional.
  • Administración integrada: respaldado por instituciones de renombre como Interactive Brokers y Bank of New York, ofreciendo seguridad y confianza.
  • Reportes directos y transparencia: el precio es calculado y expuesto directamente en Bloomberg, Six Financial y en las cuentas de los inversores.

Gracias a los vehículos de inversión de FlexFunds, los gestores de activos pueden acceder a soluciones que titulizan múltiples clases de activos, tanto líquidos como alternativos. Para descubrir cómo estas soluciones pueden potenciar tu estrategia de inversión, no dude en contactar a uno de nuestros expertos a través de info@flexfunds.com.

Iberoamérica: a río revuelto, ganancia de pescadores

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El cambio de liderazgo en EE.UU. ha cubierto al mundo con un manto de incertidumbre. Para aquellos que esperaban curvas, el presidente Donald Trump no ha defraudado, iniciando su presidencia de forma avasallante. Iberoamérica no está siendo ajena a las primeras salvas del mandatario estadounidense, que ha amenazado con imponer elevadas tarifas a México –suspendidas temporalmente tras su conversación “amistosa” con la presidenta Claudia Sheinbaum– y Colombia –retiradas tras acordar la repatriación de inmigrantes irregulares–, y retomar el control del Canal de Panamá. Por otro lado, la dura retórica antiinmigración podría afectar a millones de iberoamericanos de forma directa o indirecta. Recordemos que las remesas, el envío de dinero de los inmigrantes a sus familiares, son una importante fuente de riqueza para sus países de origen. En Guatemala, El Salvador y Honduras, por ejemplo, representan entre el 15% y el 20% del PIB, mientras que en Colombia y México representan entre el 3% y el 4%.

Aunque estas primeras interacciones no invitan al optimismo, no se puede permitir que los árboles oculten el bosque. La avalancha de órdenes y contraordenes desvían la atención del asunto de fondo, el intento de EE. UU. de detener las aspiraciones de China, su único y auténtico rival. Ésta ha sido la mayor preocupación del presidente Trump, sus predecesores inmediatos y de las grandes empresas estadounidenses. Esto impide a EE. UU. enfrentarse hasta las últimas consecuencias con todos sus socios comerciales, especialmente con aquellos tan cercanos geográficamente, como los países iberoamericanos, porque les motivarían a acercarse a China.

Hay factores importantes a considerar, como el acceso a los enormes recursos naturales y humanos de la región, perseguido por unos y otros. En cuanto a recursos naturales, más allá de las enormes reservas de petróleo y cobre, Iberoamérica es la segunda región más rica –tras la propia China– en reservas de litio y diversas tierras raras, materias primas necesarias para la electro movilidad y el desarrollo de la Inteligencia Artificial. En cuanto a recursos humanos, un país que envejece como EE.UU. seguirá necesitando para su crecimiento económico de mano de obra barata, especialmente para puestos de trabajo que su propia población rechaza.

Otro factor importante es que, debido a su estructura de costes y salarios, será imposible fabricar dentro de EE. UU. todos los productos que su mercado demanda, sin impactar negativamente en las finanzas de sus consumidores. Necesitarán, sin duda alguna, de socios comerciales con menores costes de producción. En su anterior presidencia, Trump inició un proceso de desglobalización que benefició principalmente a países asiáticos, como Vietnam e Indonesia, que aprovecharon cadenas de suministro preexistentes. Actualmente, tras los efectos de la pandemia y los diversos conflictos internacionales, esas cadenas de suministro son menos fiables, lo que podría abrir una oportunidad a los países iberoamericanos para beneficiarse del “near-shoring”. Aunque para ello será necesario tanto negociar con la nueva administración de EE. UU., como acometer importantes inversiones en infraestructuras.

Evidencia de la relevancia de estos aspectos es el renovado empeño de la Unión Europea de alcanzar, tras 20 años de negociaciones, un acuerdo con Mercosur. El capital y “know-how” de Europa, hace una simbiosis perfecta con los recursos naturales y dinámicas demográficas positivas de los miembros de Mercosur –justo dos importantes debilidades de los países europeos–. A esto se suma una importante afinidad cultural y, en términos generales, democrática, especialmente con los miembros occidentales del bloque europeo. Ambos bloques necesitan este acuerdo. Ante las duras e inciertas negociaciones que se anticipan con su hasta ahora tradicional socio norteamericano, se les hace necesario contar con alternativas.

En un análisis holístico de las opciones de Iberoamérica también se debe mirar hacia las opciones de su mercado interior. Si se viese enfrentada al peor de los escenarios, podría hacer de la necesidad virtud. Una región tan heterogénea, pero con una importante masa crítica de recursos y mercado interior, tiene una enorme oportunidad de sacar frutos de una mayor integración, generando una riqueza que se mantendría dentro de sus fronteras. Quizás esto suene utópico, pero hay datos que invitan a un cauto optimismo. La base de la que parten los principales países de la región es mejor que en anteriores coyunturas.

La calidad de sus instituciones, por ejemplo, ha mejorado considerablemente. Sus bancos centrales han demostrado en el último episodio inflacionista una alta pericia y profesionalidad, por encima incluso de la de sus hermanos mayores de los mercados más desarrollados.

Históricamente, los ciclos de subidas de tipos de interés en EE.UU. hacían saltar a la región por los aires, y este no ha sido el caso en el último episodio de subidas. Las dinámicas demográficas siguen siendo positivas, y en aspectos más allá de los más evidentes.

Aunque la población iberoamericana envejece, lo hace a un ritmo mucho menor que en los grandes países desarrollados. Su joven pirámide poblacional aporta un alto potencial de consumo y unas dinámicas muy positivas de incremento del peso de los servicios en la economía. A esto se suma un incremento considerable de la calidad de este capital humano. El acceso más extendido a la formación ha permitido que la región produzca y exporte profesionales en áreas muy demandadas, como el desarrollo de software. Iberoamérica también exporta mandos intermedios y ejecutivos, un valioso capital gerencial forjado a fuego, ante la necesidad de sobrevivir a constantes eventos adversos.

Por último, y no menos importante, se debe considerar la propia situación de EE.UU, y hasta dónde podrá llevar una estrategia de aranceles que apunta a efectos inflacionistas. El impacto económico dependerá, tanto para EE. UU. como para sus socios comerciales, del alcance definitivo de los aranceles y, según dicta la experiencia, es posible que diste bastante del anunciado.

Recordemos que el presidente Trump ha equilibrado un discurso agresivo, para satisfacer a sus votantes, con una enorme capacidad negociadora. También habrá que contar con la respuesta de los gobiernos de los países afectados por sus políticas e incluso la de los habitantes de éstos, quienes podrían pelear la guerra por su propia cuenta boicoteando los productos estadounidenses. Otro factor no menos importante será la capacidad de la Reserva Federal de mover los tipos de interés a la baja, una capacidad mucho más limitada que en años previos, debido a un escenario con presiones inflacionistas persistentes, independientemente de las políticas de la nueva administración, y un nivel de deuda mucho más elevado.

Los países iberoamericanos cuentan con herramientas y oportunidades para sacar beneficios de un escenario económico y geopolítico complejo. Un buen liderazgo y una mayor integración serán claves en incrementar sus posibilidades.

Tribuna de Alirio Sendrea, presidente del Comité de Iberoamérica de CFA Society Spain.

Repensando el impacto de Trump en Europa y en los mercados emergentes

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Donald Trump continúa agitando las relaciones comerciales. El presidente de EE.UU. ha confirmado la imposición de aranceles del 25% a las importaciones de automóviles a partir de principios de abril, y más adelante a los productos farmacéuticos y los semiconductores. Mientras sigue su estrategia, sus aranceles y sus críticas a Zelensky arrastraron a la baja a los mercados europeos y asiáticos. Para las gestoras internacionales, ha llegado el momento de revaluar el impacto de la administración para Europa, los mercados emergentes y China, y de cómo afecta esto a sus ideas de inversión. 

“Dada la incertidumbre geopolítica actual y las impredecibles políticas de Donald Trump, seguimos prefiriendo la renta variable protegida, ya que debería amortiguar cualquier caída grave del mercado. Tenemos una ligera preferencia por la renta variable china, ya que Pekín parece decidido a desplegar estímulos económicos. En renta fija, seguimos prefiriendo la deuda corporativa a la deuda pública”, apuntan desde Edmond de Rothschild AM.

Por su parte, Connor Fitzgerald, gestor de carteras de renta fija en Wellington Management, apunta que intentar predecir el resultado futuro correcto y posicionar nuestra cartera en consecuencia es inútil. En su opinión, hay más valor en identificar una operación saturada. «Hoy en día, el mercado está valorando la probabilidad de que las políticas de la administración Trump impulsen el crecimiento de EE.UU y prolonguen los ciclos económicos y crediticios como se espera en un escenario positivo. Sin embargo, en un escenario menos optimista, en el que dichas políticas afecten negativamente al crecimiento y endurezcan las condiciones financieras en EE.UU, podría ser más probable de lo que el mercado anticipa», apunta.

Europa, una socia más

En opinión de François Rimeu, estratega senior de Crédit Mutuel Asset Management, la perspectiva de asistir al distanciamiento de Estados Unidos de sus aliados históricos parece ser hoy una realidad. Según su visión, las recientes declaraciones de la Administración Trump sugieren que Estados Unidos tiene la intención de tratar a Europa como “un socio comercial más” en lugar de como un aliado estratégico.

“Para Europa y el resto del mundo, esto desafía enormemente la estabilidad de posguerra en la que se basó el Viejo Continente para convertirse en la mayor zona de libre comercio del mundo. El desafío es brutal y pone de relieve la dependencia europea de Estados Unidos en materia de seguridad. Los debates actuales entre los principales jefes de Estado europeos sugieren que están empezando a comprender el alcance de la transformación que se está produciendo ante ellos y las decisiones que tendrán que tomar en los próximos meses. La Unión Europea ha estado marcada históricamente por diferencias estratégicas basadas en los intereses económicos y geopolíticos de sus Estados miembros. Por desgracia, la crisis actual puede no ser suficiente para superar estas antiguas divisiones”, explica Rimeu.

En consecuencia, este experto de Crédit Mutuel AM ve probable que aumenten las expectativas de inflación, y los tipos nominales no podrían bajar debido al crecimiento nominal sostenido, lo que favorecería los tipos reales frente a los nominales. “Los empresarios de defensa experimentarían un aumento de la demanda, lo que impulsaría su rentabilidad. En definitiva, esto no hace sino reforzar nuestra convicción respecto al oro, que una vez más se presenta como un activo refugio. Más allá de las compras de los bancos centrales o de la cobertura que proporciona frente al riesgo de inflación, la probabilidad de un cambio en el orden mundial, como pocas veces se ha visto en la historia, es probablemente el principal argumento a favor del oro en la actualidad”, añade Rimeu.

Mercados emergentes

Si centramos la atención en los mercados emergentes, desde Capital Group destacan que, desde la anterior presidencia de Trump, estos han demostrado su capacidad de resiliencia, soportando dos guerras regionales y una pandemia. “Las balanzas exteriores son por lo general fuertes fuera de algunos mercados frontera, mientras que la inflación se ha moderado sustancialmente desde los máximos de 2022 y sigue en general una tendencia a la baja en un contexto de políticas monetarias restrictivas. Del mismo modo, los fundamentales empresariales de los mercados emergentes están en buena forma, especialmente en comparación con las compañías de los mercados desarrollados”, apunta Álvaro Peró, Investment Director de renta fija de Capital Group

Según su visión, aunque Trump podría representar un posible factor adverso para los mercados emergentes, la solidez de los fundamentales, el control de la inflación y la posibilidad de que el dólar se debilite a largo plazo dibujan un panorama favorable para los inversores en deuda de mercados emergentes.

El presidente Trump ha hecho cuatro propuestas clave de política económica: aumentar los aranceles, reducir o revertir la inmigración, disminuir los impuestos (una extensión de los recortes de impuestos de 2017 y una reducción del impuesto de sociedades son probables) y reducir la regulación (principalmente en las industrias energética y financiera). Estas políticas plantean dificultades a los mercados emergentes. Sin embargo, la política estadounidense es ahora muy impredecible, y la realidad podría no ser tan contundente como se esbozó durante la campaña, especialmente en materia de aranceles», apunta.  Y añade que: «Durante el primer mandato de Trump en 2016, por ejemplo, la atención se centró inicialmente en la política fiscal más que en la comercial y, si esto volviera a ocurrir una vez más, sería más positivo que negativo para algunos mercados emergentes”, matiza.

Una mención especial merece China ya que, aunque la situación de la economía  parece menos estable que la de la economía estadounidense, el gobierno dispone de margen de maniobra fiscal y, además, está favorecido por una caída de los precios de la energía. «De cara a 2025, el entorno macroeconómico, en teoría, debería favorecer a los mercados emergentes, sobre todo dada la tendencia generalizada de desinflación, que permitiría a la mayoría de los bancos centrales recortar de manera significativa los tipos de interés durante el año. Sin embargo, el nuevo gobierno estadounidense plantea ciertos riesgos a los mercados emergentes. El presidente electo Donald Trump ha propuesto cuatro grandes medidas de política económica: aumento de los aranceles (ha amenazado con aranceles del 60% en China y del 10-20% en el resto del mundo), reducción o reversión de la inmigración, rebajas de impuestos (posible prórroga de los recortes fiscales de 2017 y reducción del impuesto de sociedades) y reducción de la normativa (especialmente en los sectores de la energía y las finanzas)», añade Robert Burgess, Gestor y director de Análisis de Capital Group.

La cuestión de las divisas

Por último, las firmas de inversión ponen la atención en qué supondrá todo este contexto de aranceles para el dólar. Según Burgess, este debería fortalecerse, al menos inicialmente, si Estados Unidos optara por imponer nuevos aranceles y por una orientación más expansiva de su política fiscal. «Los aranceles tenderán a reducir la demanda estadounidense de bienes importados ante el aumento de los costes, lo que disminuirá directamente la demanda de las correspondientes divisas extranjeras, que podrían debilitarse», explica. Sin embargo, el experto matiza: «A más largo plazo, los aranceles pueden reducir las perspectivas de crecimiento en Estados Unidos, lo que tendería a debilitar el dólar».

Thomas Hempell, director de análisis macro y de mercado de Generali AM, parte de Generali Investments, sigue esperando una mayor fortaleza moderada del dólar frente a la mayoría de sus homólogos en los próximos meses, aunque de forma no lineal. «El euro/ podría volver a probar niveles inferiores a 1,03, aunque romper la paridad probablemente requeriría una grave escalada de las tensiones comerciales de EE.UU. con la UE. El yen destaca como excepción, apoyado por el singular sesgo restrictivo del Banco de Japón. Sin embargo, el yen sigue estando en manos de los rendimientos estadounidenses, que probablemente impidan un rápido ascenso del yen, mientras que el lastre regional de un CNY más débil tampoco ayuda», concluye Hempell.

Inversiones ESG: Los propietarios de activos exigen cada vez más transparencia en los reportes

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La nueva demanda de transparencia en los informes sobre factores ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) está remodelando la inversión responsable. Según la última edición de Cerulli Edge – U.S. Institutional Edition, los propietarios de activos enfrentan una presión por parte de reguladores, clientes y el público. Por este motivo, ahora exigen que los gestores de activos proporcionen divulgaciones detalladas sobre las actividades relacionadas con ESG. Este cambio está impulsando una mayor responsabilidad en toda la industria de inversiones.

La investigación de Cerulli indica que el 58% de los inversores institucionales actualmente requieren o planean exigir a los gestores de activos que divulguen la exposición a riesgos ESG materialmente financieros a nivel de portafolio, así como informes sobre el impacto y los temas relacionados. Además, el 23% de los propietarios de activos exigen informes sobre actividades de participación relacionadas con ESG, mientras que otro 22% tiene la intención de implementar este requisito dentro de los próximos dos años.

“Los inversores institucionales quieren asegurarse que las consideraciones de ESG no sean solo una tendencia pasajera, sino una parte fundamental del proceso de inversión”, dijo Gloria Pais, analista de Cerulli.

A pesar de estas demandas, persisten desafíos significativos. La falta de pautas estandarizadas para los informes ESG genera inconsistencias en la forma en que se definen los riesgos y los impactos ESG en diferentes sectores. Esta variación complica la evaluación del rendimiento de los portafolios. Según los hallazgos de Cerulli, el 38% de los propietarios de activos informan sobre la dificultad de definir los límites de ESG, particularmente cuando se trata de diferenciar entre ESG e inversión de impacto.

Los esfuerzos para estandarizar los marcos de informes ESG están en marcha, pero persisten obstáculos. A medida que los propietarios de activos siguen priorizando la transparencia, los gestores de activos deben invertir en sistemas de informes avanzados para cumplir con estas expectativas. Aquellos que puedan ofrecer informes ESG completos y estandarizados estarán mejor posicionados para atraer clientes institucionales y mantener una ventaja competitiva.

“Integrar las consideraciones de ESG en los procesos de inversión no solo mejorará la competitividad, sino que también asegurará la alineación con los valores de los clientes institucionales,” agregó Pais. 

El impulso por la transparencia en ESG va más allá del cumplimiento normativo. Significa un cambio en las prioridades de los inversores hacia la sostenibilidad y la responsabilidad a largo plazo. Los gestores de activos que adopten prácticas transparentes de informes ESG estarán mejor posicionados para capitalizar las oportunidades emergentes en este mercado en constante evolución.

Muzinich hará foco en las ventajas de los bonos corporativos de corta duración en Houston

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Foto cedidaIan Horn, co-Lead Portfolio Manager

Muzinich presentará una estrategia de inversión en bonos corporativos de corto plazo con rendimientos atractivos sin demasiado riesgo de duración en el V Funds Society Investment Summit de Houston, a realizarse el próximo 6 de marzo en el Hyatt Regency Houston Galleria.

Ian Horn, co-Lead Portfolio Manager de la firma, expondrá sobre el Muzinich Enhancedyield Short Term Fund, un fondo global de crédito de empresas con calificación media de grado de inversión y una duración inferior a los 2 años.

“El objetivo del fondo es ofrecer a los clientes un rendimiento atractivo sin asumir demasiado riesgo de duración o de crédito”, informó la gestora en un comunicado. El fondo se lanzó en 2003, tiene un AUM de 8.000 millones de dólares y busca proteger el capital y generar rentabilidades atractivas.

En un entorno de tasas de interés a la baja, “a los inversores les preocupa el riesgo de reinversión asociado a permanecer en productos al contado -añadió-. Para hacer frente a esta situación, los inversores buscan el rendimiento adicional que pueden obtener del crédito sin asumir demasiado riesgo”. Muzinich fue fundada en Nueva York en 1988 por George Muzinich; actualmente la empresa cuenta con 16 oficinas en Estados Unidos, Europa y Asia.

El Muzinich Enhancedyield Short Term Fund mitiga el riesgo de refinanciación sin depender de la duración para generar una “rentabilidad muy predecible, una volatilidad contenida y una recuperación más rápida tras periodos de caída”, agregó la gestora. El fondo fue creado para explotar la posible ventaja estructural de riesgo-recompensa del crédito corporativo cruzado a corto plazo.

Ian Horn

Lleva 11 años trabajando en Muzinich & Co, donde tiene responsabilidades como portfolio manager de las estrategias Global Investment Grade y Crossover.

Antes de unirse a la empresa, pasó dos años en el Royal Bank of Canada, en su división de Gestión de Patrimonios e Inversiones; anteriormente trabajó en Lazard y JP Morgan. Posee un Máster en Ingeniería por la Universidad de Oxford, casa de altos estudios donde recibió premios académicos, incluida una beca de la Institución de Ingenieros Mecánicos. Además, es candidato al Certificado CFA en Inversión ESG.

 

Estrategias para diversificar con los distintos tipos de inversiones alternativas

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Las inversiones alternativas llevan varios años en el punto de mira. Actualmente, el crecimiento que han alcanzado a nivel global se sitúa en los 13,1 billones de dólares, un mercado todavía bastante reducido si lo comparamos con otros activos como, por ejemplo, la renta fija (103,2 billones de dólares) o la renta variable (101 billones de dólares). Y puede ir a más, ya que un informe de Preqin -entidad especializada en datos, herramientas y perspectivas sobre activos alternativos- calcula que en 2029 se espera que el sector de las inversiones alternativas alcance los 29,2 billones de dólares en activos gestionados, con una tasa de crecimiento anualizada del 9,7% en el periodo de 2023 a 2029.

Javier Alonso, socio y director de Middle office y productos alternativos en Abante, explica que este crecimiento responde a que cada vez hay menos compañías que quieren “hacerse públicas y cotizar. Cuando formas parte de esto tienes una serie de necesidades de reporting a nivel regulatorio muy exigentes”. ¿Cómo beneficia al inversor invertir en empresas no cotizadas? Los expertos de Abante responden que invirtiendo en mercados privados o en empresas que no cotizan complementa los activos tradicionales, proporcionando acceso a inversiones directas en empresas y proyectos vinculados a tendencias que darán forma al futuro y a activos reales que el inversor puede «tocar» o «consumir».

La iliquidez es su característica principal, y aunque pueda tener cierta connotación negativa por no poder acceder al dinero siempre, obliga al inversor a estar comprometido con el largo plazo, evitando errores de comportamiento humano. “No hay precio y eso hace que no puedas vender o comprar en mal momento”, subraya Alonso.

Universo de inversiones alternativas: ¿en cuál es más adecuado invertir?

El tipo de inversión alternativa depende del perfil de riesgo, horizonte temporal, situación financiera y objetivos del inversor. Esto será lo que marque la inversión, la estrategia y cuánto porcentaje del patrimonio se pueden destinar a estos activos.

“Los fondos de private equity son imprescindibles en cualquier cartera que tenga un horizonte temporal que permita aguantar la iliquidez y que tenga un patrimonio suficiente como para poder complementarlo con esa parte ilíquida”, asegura Marta Campello, socia y gestora de fondos en Abante.

Los mercados privados ofrecen multitud de tipos de inversión. La más conocida es la del capital privado o private equity, que implican inversiones en el capital de empresas no cotizadas con el objetivo de mejorar operativamente e impulsar el crecimiento de los negocios. Esta fórmula de inversión cuenta con distintas categorías: buyouts, growth capital o venture capital.

Para entender cómo se distribuyen las categorías hay que pensar en el ciclo básico de una compañía. El inicio -start up- es donde menos recursos y más riesgos hay (venture capital). Tras esto, viene el crecimiento (growth equity), la madurez o compañías estables en el mercado (buyouts) y estabilidad o declive (special situation). “Por ejemplo, cuando hablamos de los fondos de buyouts, principalmente hablamos de invertir en empresas que están consolidadas en el mercado, con un nicho controlado”, destacan desde la firma.

“Los fondos suelen entrar con la mayoría del capital para poder ejercer derecho de voto en las decisiones de la empresa e incluso con la totalidad del capital”, dice Alejandra Pérez, del equipo de Productos alternativos de Abante. Son compañías con trayectoria y con planes de negocio a futuro. “Tras la inversión, los fondos suelen mejorar la eficiencia de la compañía, hacer cambios estratégicos, reestructurar una línea de negocio o expandirse”, añade Pérez. Una vez alcanzada su rentabilidad objetivo, inician el proceso de venta, que puede ser a otro private equity, a otro socio industrial o una salida a bolsa.

Por su parte, el venture capital invierte en compañías en fase incipiente o en una etapa muy temprana. “La gran diferencia con los buyouts es que hablamos de inversiones minoritarias en las que el gestor no quiere arriesgarse a invertir mucho capital en una compañía que está por formarse con ingresos negativos”, dice la experta. La estrategia operativa del gestor consiste ayudar a estabilizar el negocio y crecer. La salida, una vez alcanzado el objetivo es igual que en los buyouts.

En segundo lugar, y un activo que está en crecimiento en el mercado, está la deuda privada, caracterizada por invertir en compañías a través de la financiación mediante préstamos. “Pero ¿qué es la deuda privada? Cuando hablamos de crédito privado, nos referimos a deuda proporcionada por entidades no bancarias. En función del tipo de compañía en la que desarrollemos esta estrategia, podemos encontrar distintas opciones: deuda senior / direct lending, deuda mezzanine, deuda infra o deuda inmobiliaria”, explican desde Abante.

Las principales características son los covenants o términos que deben cumplir los prestatarios y que incluyen aspectos como limitaciones en el nivel de deuda de la compañía, solicitar permiso de los prestamistas antes de llevar a cabo operaciones corporativas y utilizar fondos únicamente para los fines acordados. Con esto consiguen proteger el riesgo de crédito y a los inversores.

También están la deuda garantizada o colateral, en la que el gestor la solicita si cree que un prestatario no puede devolver el préstamo. En este caso, tendría derecho a quedarse con ciertos activos, minimizando así el riesgo de pérdida. Y, por último, los tipos de interés flotantes (tipo base más spread). Las inversiones en crédito privado suelen cerrarse con este término, lo que ayuda a respaldar los rendimientos cuando los tipos de interés están en aumento, aunque podría reducir los rendimientos cuando las tasas de interés están disminuyendo.

“También destacamos las infraestructuras o activos reales. Se trata de invertir en compañías que proveen de un servicio esencial para la sociedad. Y podemos invertir en este sector a través de capital o de deuda. Las compañías de infraestructuras se consideran más defensivas, aunque podamos ver en ellas diferentes tipos de riesgo: super core, core, core-plus, value-add y opportunistic”, explican desde Abante Asesores.

Los beneficios que ofrecen las infraestructuras para la cartera son la capacidad de generar retornos consistentes, la cobertura frente a la inflación, la diversificación que proporcionan ya que, son activos con baja correlación de los tradicionales y menos volatilidad frente a los mercados cotizados. Sin embargo, las barreras de entrada son fuertes, tienen un coste elevado, hace falta una experiencia previa técnica y son activos regulados.

Por último, están los activos inmobiliarios. Suelen ser inversiones más intensivas en capital y se trata de la financiación de inmobiliario mediante deuda o capital. Depende del tipo de riesgo que asumamos podemos hablar de core, value-add y opportunistic.

Visión sobre emergentes y la oportunidad en deuda de corta duración

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BECON IM y Neuberger Berman comienzan temprano el 2025 convocando a diferentes eventos virtuales y presenciales. Para este primer webinar contarán con Jennifer Gorgoll, PM de Neuberger Berman Short Duration EMD Fund para disertar sobre mercados emergentes y en particular sobre las oportunidades en deuda de corta duración. La fecha será el 26 de febrero via Zoom para todo Latinoamérica

 Jennifer Gorfoll, PM del fondo NB Short Duration EMD Fund, disertará sobre diferentes temas actuales tanto a nivel económico como temas geopolíticos actuales y las medidas de la administración Trump en Estados Unidos.

El equipo de Neuberger Berman de deuda de mercados emergentes esta compuesto por 40 integrantes con presencia en 5 países y mas de 25B en activos bajo administración entre 10 estrategias diferentes de bonos emergentes.

NB Short Duration Emerging Market Debt, en su versión offshore, es una estrategia lanzada en 2013 con un AUM actual de casi 4.000 millones de dólares. Su cartera está compuesta por bonos corporativos y soberanos en dólares, con una duración promedio de alrededor de 2 a 3 años. Mantiene una calificación promedio de Investment Grade, por mandato, con baja rotación de cartera y 5 estrellas en Morningstar.

Moderarán Florencio Mas, managing partner de BECON IM, y Lucas Martins, partner de BECON IM.

 

La fecha será el 26 de febrero via Zoom para todo Latinoamérica, a las 11 AM Argentina/Uruguay

 

Para inscribirse al seminario contactar a info@beconim.com

Razones para apostar por la gestión activa en 2025 y más allá

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En la vida real, a menudo confundimos los síntomas con sus causas subyacentes, lo que nos lleva a veces a tratar los efectos y no las causas reales de los problemas. Esto ocurre, por ejemplo, cuando un médico receta un medicamento tópico con efectos secundarios negativos para tratar una afección cutánea en lugar de abordar lo que puede ser el problema de fondo: un estilo de vida poco saludable y una dieta inadecuada.

Una pauta similar puede observarse en los mercados financieros actuales. Con las concentraciones de los índices en máximos históricos, a menudo leo y oigo decir a los inversores activos que la culpa es del crecimiento de la inversión pasiva. Sin embargo, el hecho de que tanto la concentración de los índices como la propiedad pasiva hayan alcanzado máximos históricos es el resultado de la misma causa subyacente: la demanda por parte de los inversores de acciones de empresas con un enorme crecimiento de los beneficios.

Los precios de todos los activos financieros reflejan las expectativas globales de los inversores en relación con los flujos de caja futuros. Pensemos en la renta variable. Aunque cada sector es diferente, en general todos giran en torno a los beneficios, los beneficios por acción, los ingresos netos, el flujo de caja libre y demás. Por tanto, cuando una empresa de un gran sector consigue materializar una parte desproporcionadamente elevada de los beneficios, sus acciones pasan a tener una representación desmedida en un índice bursátil. Es lo que sucedió con AT&T, General Motors, IBM y otros valores en las décadas de 1950 y 1960.

De forma similar, hoy observamos esto con los valores de inteligencia artificial (IA) de megacapitalización, cuyas expectativas de crecimiento de los ingresos netos superan con creces las de otras empresas del S&P 500 (gráfico 1). En 2023, las perspectivas de crecimiento de los valores de IA eran 20 veces superiores a las del resto del S&P. Son precisamente las expectativas y los diferenciales de beneficios los factores que determinan principalmente la ponderación de sus índices.

Sin embargo, la concentración de los índices y la consiguiente toma de participaciones por parte de los inversores pasivos afecta a los 495 valores distintos de los «5 de la IA». La liquidez no aumenta, y cada dólar que se retira de las carteras discrecionales y se asigna a las no discrecionales ejerce una presión a la baja sobre el coste del capital propio de estas empresas.

La concentración de los índices no terminará con la reversión de los flujos de los inversores pasivos. De hecho, cualquier cambio en la concentración del mercado bursátil constituye un síntoma. La causa es un cambio en las expectativas de beneficios. Los analistas de Wall Street han rebajado considerablemente sus expectativas de ingresos netos de los «5 de la IA» para 2025 y 2026 (gráfico 1). La delta entre las dos cohortes pasó de 20x en 2023 a menos de 2x en 2026. Aunque sigue resultando una diferencia notable (y los beneficios nominales de los «5 de la IA» son enormes), lo que importará para los precios de las acciones será el ritmo de cualquier cambio frente a lo que se habrá descontado en las cotizaciones.

La volatilidad representa los ajustes del mercado ante nueva información que corrige supuestos incorrectos relacionados con los beneficios. Uno de los riesgos para los inversores pasivos, o para cualquier inversor excesivamente indexado a los «5 de la IA», estriba en que los precios se ajusten en función de las estimaciones a la baja realizadas por los analistas respecto de las expectativas de beneficios.

Cuando surge una tecnología nueva y de amplia aplicación, la oferta es baja pero la demanda de los clientes es alta. El desequilibrio se traduce en un rendimiento del capital excesivo para los pioneros. Esos elevados rendimientos atraen capital de forma natural, ya que otros emprendedores quieren participar en la acción. Las cotizaciones bursátiles de esas empresas también suben, lo que crea un bucle de retroalimentación y, de hecho, invita a que entren más empresas en el sector. Aumenta la competencia, lo que aporta oferta al mercado. Sin embargo, esa oferta casi siempre resulta superior a lo necesario y excede la demanda de los consumidores. Entonces, el ciclo empieza a revertirse: el precio y la rentabilidad caen, lo que supone una rebaja en las cotizaciones. El exceso de producción y la deflación de los rendimientos dan lugar a la consolidación del sector hasta que la oferta y la demanda alcanzan el equilibrio.

Aunque la economía carece de leyes inmutables y cada ciclo es diferente, el ciclo del capital se ha repetido a lo largo de la historia. Así pues, aunque no sabemos cuándo el ciclo del capital de la IA pasará del crecimiento a la consolidación, creemos que ocurrirá, como ya ha sucedido en el pasado. Un ejemplo reciente es la burbuja de Internet de la década de 1990. También podemos remontarnos a los ferrocarriles de mediados y finales del siglo XIX en Inglaterra y Estados Unidos. Y así ha ocurrido con todos los avances tecnológicos de los últimos 100 años, desde el automóvil hasta la radio, el teléfono o  el ordenador.

En los últimos 30 años, hemos comprado programas informáticos que nos ayudan a realizar tareas. Hoy en día, la IA está haciendo que el software deje de ser una herramienta para convertirse en algo que realiza tareas por sí mismo. Los agentes de la IA combinarán la recuperación de información, las capacidades de razonamiento y la autocodificación para hacer evolucionar cada pieza de software y proceso empresarial.

La IA está redefiniendo el SaaS de «software como servicio» a «servicios como software». A medida que los grandes modelos lingüísticos se conviertan en materia prima «comoditizada» en la cadena de suministro de software, serán los productos de software basados en IA los que acaben mejorando la funcionalidad del software existente. La capacidad de las empresas para asumir los precios dependerá de la rentabilidad de la inversión del cliente.

Los vectores de la competencia en el software, la IA y el panorama tecnológico en general se revelan poco menos que increíbles. Ahora bien, los fabricantes de muchas de las aplicaciones informáticas existentes pueden experimentar una enorme erosión de su poder de fijación de precios. En mi opinión, dado lo sobreindexados que están los índices de referencia con respecto a los activos con una competencia cada vez mayor debido al ciclo del capital, debería haber mucha más dispersión en el futuro, lo que se traduciría en que los mercados financieros redescubrieran las ventajas de la inversión activa.

A largo plazo es el rendimiento del capital lo que genera el valor final de las empresas, no el flujo de capital. Como inversores fundamentales bottom up, evaluamos dónde corren riesgo los rendimientos del capital debido al aumento de la competencia y dónde son duraderos debido a la falta de ella. En este entorno, a los valores, ya sean públicos o privados, que se enfrentan a una competencia creciente puede costarles mucho más cumplir las expectativas de beneficios, lo que plantea un paradigma diferente en el valor de la construcción de carteras.

 

Tribuna de Rob Almeida, director de inversiones y estratega global de MFS Investment Management

Tres razones para invertir en bonos emergentes de corta duración: un análisis de Neuberger Berman

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Bonos GSS y regulación en Europa
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En vistas al webinar a realizarse el 26 de Febrero, a las 11 (horario de Argentina y Uruguay), junto a Jennifer Gorgoll para brindar perspectivas sobre mercados emergentes para 2025, el equipo de Neuberger Berman comparte tres razones para considerar bonos emergentes de corta duración para este entorno:

  1. El fortalecimiento de los fundamentos es una de las razones clave para considerar esta clase de activos en 2025. El crecimiento económico de los mercados emergentes sigue superando al de los mercados desarrollados, lo que brinda un entorno favorable para la inversión en deuda. Además, las calificaciones crediticias de estos países han mostrado una tendencia positiva, alcanzando su mejor nivel en la última década. Esta combinación de crecimiento y mejora crediticia hace que los bonos emergentes sean una opción atractiva frente a los de mercados desarrollados.
  2. Los rendimientos atractivos con menor volatilidad hacen que los bonos de corta duración en mercados emergentes sean una opción estratégica para los inversores. Estos instrumentos ofrecen rendimientos competitivos con un 40% menos de volatilidad en comparación con el mercado amplio de bonos hard-dollar. Esto permite a los inversores capturar ingresos estables sin exponerse a los altos niveles de volatilidad que pueden caracterizar a los bonos de mercados emergentes con larga duración en períodos de incertidumbre.
  3. La resistencia en diferentes escenarios de tasas de interés es otra ventaja clave de los bonos emergentes de corta duración. Su menor sensibilidad a los movimientos en las tasas de interés de EE.UU. y a los diferenciales de crédito de los mercados emergentes significa que, incluso en entornos de tasas fluctuantes, estos bonos pueden generar retornos positivos. Esto los convierte en una opción flexible y resiliente dentro de una cartera de inversión.

El equipo experimentado de Neuberger Berman está compuesto por 39 profesionales de inversión que gestionan más de $23 mil millones en activos con un enfoque diversificado y probado. Ofrece una gama completa de estrategias de deuda en mercados emergentes, abarcando moneda fuerte, moneda local, corporativa y renta fija en China. Su enfoque integral y especializado hace que el fondo NB Short Duration Emerging Market Debt sea una alternativa sólida para los inversores que buscan rendimiento con menor volatilidad.

NB Short Duration Emerging Market Debt, en su versión offshore, es una estrategia lanzada en 2013 con un AUM actual de casi 4000 millones USD. Su cartera está compuesta por bonos corporativos y soberanos en dólares, con una duración promedio de alrededor de 2 a 3 años. Mantiene una calificación promedio de Investment Grade, por mandato, con baja rotación de cartera y 5 estrellas en Morningstar.

 

Tribuna de opinión de Florencio Mas, managing partner de Becon IM; José Noguerol, managing partner de BECON IM; y Lucas Martins, partner de BECON IM.

 

Para mas información sobre las diferentes estrategias o participar del Webinar, contactarse con info@beconim.com