Después de sólo cuatro meses desde su última promoción, Baylor Lancaster-Samuel volvió a tomar nuevas responsabilidades en Amerant Bank, luego de ser nombrada CIO de la firma en Miami.
En su nuevo puesto, se encargará de la estrategia de inversión y comunicación del área. Además se une al Comité Administrativo.
Según su perfil de LinkedIn, se unió hace menos de dos años y tiene más de 20 años de experiencia en inversiones, habiendo trabajado en firmas como CV Advisors, BMO Global Asset Management, CreditSights y Standard & Poors. Además cuenta con las series 7 y 66.
Ante medios de comunicación nacionales y especializados en negocios, empresas y emprendedurismo, fue presentado en México Latin Leap, un estudio de capital de riesgo (VC Studio). Mediante un fuerte compromiso humano y financiero facilita el acceso a los recursos esenciales para el despliegue exitoso en la región de compañías cuyo diferencial se encuentre en el uso de innovaciones tecnológicas, como la inteligencia artificial por ejemplo, en sectores como agricultura, movilidad, clima, e-commerce y salud.
Fundado por Stefan Krautwald, un experimentado empresario y ejecutivo de tecnología con experiencia en América Latina y Asia, este nuevo fondo de capital de riesgo cuenta con un sólido comité de inversiones, en donde se encuentran personalidades del mundo financiero como Rodrigo Zorrilla, presidente del consejo de inversión en Latin Leap y presidente del consejo de Afore Citibanamex; Pablo Padilla, Fundador de Columbus Asesores Patrimoniales; Madeleine Clavijo, cofundadora del fintech unicornio Kushki, así como presidenta de Colombia Fintech; y David Geisen, CEO de Mercado Libre México y Fundador de la Asociación Mexicano de Venta Online (AMWO).
Ellos coinciden en que el entorno macroeconómico tanto del país como de la región reúne las condiciones necesarias para que compañías de tecnología nacientes con cierto recorrido se conviertan en las ganadoras que impacten positivamente a la economía en los próximos 6 a 8 años. En este sentido, Latin Leap no es una incubadora de ideas o startups, sino un facilitador de capital de riesgo para empresas cuyo catalizador sea la tecnología.
“Si volteamos a ver las crisis del 2008 al 2011, en esos momentos nacieron importantes compañías que a partir de su uso de la tecnología ahora son mucho más que unicornios, en segmentos como la movilidad y el real estate. En Latin Leap creemos que hay talento para que ese tipo de historias se repitan en Latinoamérica; pero lo que hacía falta aquí, en comparación con otras regiones del mundo, era el acceso a capital de riesgo para financiar proyectos, que es a lo que nos dedicamos. De ahí nuestro nombre, donde la palabra ‘leap’, que se traduce como salto, encierra nuestro objetivo: ayudar a dar ese salto a las empresas prometedoras de base tecnológica en México y América Latina”; comentó al respecto Stefan Krautwald, fundador y socio general de Latin Leap.
A través del concepto de soft-landing, que es una estrategia de expansión empresarial en la cual los facilitadores saben cómo escalar en nuevos mercados, dada la asimetría de lainformación, Latin Leap busca que las compañías a las que apoye puedan crecer hasta convertirse en jugadores relevantes que trasciendan las fronteras, sobre todo en la Alianza del Pacífico (Chile, Colombia, México y Perú), cuyos países comparten muchas similitudes.
El papel de los equipos más allá de las ideas
Como grupo, desde el 2022 Latin Leap ha realizado 12 inversiones exitosas en distintas compañías jóvenes que están impactando en sus mercados, lo que derivó en conformar su primer fondo de inversión en fase semilla, de 25 millones de dólares, para impulsar el crecimiento de proyectos tecnológicos que tengan una idea atractiva pero también el talento necesario para escalar sin perder tiempo ni oportunidades en el camino.
“En Latin Leap creemos que la idea representa el 1% de un buen proyecto y el 99% restante depende del equipo. Por ello, al analizar las propuestas, algo muy importante para nosotros es el equipo fundador, el quién hace qué. Ponemos mucho énfasis en detectar quiénes tienen una mentalidad más moldeable a la cabeza de las empresas para poder dar los giros necesarios sobre la marcha”; agregó al respecto Stefan Krautwald.
Por su parte, Rodrigo Zorrilla, destacó ante los medios que las empresas de tecnología en América Latina están viviendo un momento histórico, con algunos unicornios que han transformado completamente la manera en cómo funcionan las cosas, creando mercados o expandiendo los servicios de empresas tradicionales de manera disruptiva, dando paso a nuevas realidades y procesos.
“A través de Latin Leap, tratamos de contribuir a esa tendencia muy clara en la región, después de la experiencia de empresas que creemos son apenas la punta del iceberg. Hemos visto nacer unicornios en Latinoamérica, pero pensamos que no son suficientes; queremos ver una explosión enorme de estas compañías en comparación con las de otras regiones del mundo, y que se conviertan en un motor de transformación en lo económico y en lo social. Eso es lo que buscamos como fondo de inversión de capital de riesgo”; señaló Rodrigo Zorrilla.
Por último, los voceros de Latin Leap resaltaron que si bien en esta parte del mundo los fondeadores han sido cautelosos respecto del venture capital, la situación está cambiando en consonancia con los factores macroeconómicos. “En el mundo hay más cautela con las rondas de inversión series B, C y D en adelante, ahí hay cierta contracción, pero nosotros vemos que las inversiones semilla o pre semilla van a seguir fuertes, pues ahí es donde el capital es paciente y las compañías tienen el tiempo suficiente como para desarrollarse en algo relevante”.
La proveedora de servicios financieros para bolsas, clearinghouses y CSD sueca Vermiculus Financial Technology ahora tiene un fondo brasileño en su propiedad. Se trata de L4 Venture Builder, un fondo de inversión independiente especializada en innovación y emprendimiento, que adquirió una participación minoritaria en la firma.
Según informaron a través de un comunicado, ambas empresas firmaron un acuerdo que definió los términos de la inversión, que incluye una transacción de 5,55 millones de dólares por parte de L4. El objetivo, señalaron, es potenciar el crecimiento acelerado de Vermiculus.
Con todo, esperan que la operación se cierre en las próximas semanas.
“Esta inversión permitirá una aceleración de la estrategia de crecimiento de Vermiculus, que ya está en un camino firme adelante, y al mismo tiempo mantendremos nuestra independencia”, señaló Nils Robert Persson, presidente del directorio de la firma tecnológica.
Por su parte, uno de los fundadores del fondo brasileño, Pedro Meduna, comentó que “esta inversión minoritaria es parte de la implementación de nuestra estrategia de impulsar emprendedores que, a través de tecnología superior y soluciones robustas, entregan innovación y progreso verdadero a distintos mercados”.
En esa línea, el ejecutivo destacó el alto potencial de crecimiento de la empresa sueca.
L4 Venture Builderfue fundada en 2022 por el grupo bursátil B3 –operadora de la bolsa brasileña– con un capital comprometido de 600 millones de reales (alrededor de 113 millones de dólares), lo que lo convierte en uno de los principales fondos de inversión con capital comprometido por una empresa brasileña individual, recalcaron en su nota de prensa.
Por su parte, Vermiculus se ha establecido como un actor relevante en el mercado, a través de su foco en la innovación. Desde L4 destacan su capacidad de obtener clientes en una escala global.
La caída del Silicon Valley Bank ya se ha cobrado su primera víctima en terreno europeo: Credit Suisse. El banco, que arrastra problemas desde 2019 que incluyen pérdidas millonarias y diversos casos de corrupción, ha llegado a dejarse un 30% en la sesión bursátil de hoy. En realidad, el detonante de esta fuerte corrección han sido las declaraciones del principal accionista de la entidad, el Banco Nacional Saudí, que afirmó que no tiene intención de invertir más dinero en la firma suiza. Aunque lo justifica por razones regulatorias -al afirmar que incrementar su participación del 9,8% les obligaría a asumir un nuevo régimen regulatorio-, ha hecho daño la manera categórica en la que se ha expresado el presidente del banco, Ammar Abdul Wahed Al Khudairy, al afirmar que “absolutamente no” van a invertir un euro más en Credit Suisse.
Los inversores han propinado tal castigo a la entidad que han provocado la cotización más baja del banco en sus 167 años de vida, perdiendo el nivel de los 2 francos por acción. De hecho, la cotización ha estado suspendida en varios tramos de la sesión por los enormes niveles de volatilidad. Si tomamos como referencia el máximo histórico de la entidad, que marcó en 84 francos suizos en 2007, supone un retroceso del 98% en la cotización bursátil del que es el segundo banco de mayor tamaño de Suiza, solo por detrás de UBS.
El rápido retroceso también se ha reflejado en los seguros contra impago de Credit Suisse (CDS por sus siglas en inglés), que han llegado a alcanzar máximos históricos al poner el mercado en precio una probabilidad de impago del 47%. El equipo de asesoramiento y análisis de A&G indica que “los credit default swaps (CDS) a un año de Credit Suisse, que indican la predisposición bajista de los inversores, aumentaron hasta 800 puntos básicos el miércoles, desde los 250 puntos básicos de principios de mes”; en algún punto de la sesión llegaron a superar los 1.200 puntos. Según Bloomberg, los CDS de Credit Suisse cotizan tan alto que equivalen a 18 veces los de UBS y a nueve veces los de Deutsche Bank, prueba de la situación límite en la que se encuentra el banco. Desde A&G recuerdan que ayer mismo Credit Suisse reveló que su auditor, PwC, identificó «debilidades materiales» en sus controles de información financiera.
Los números rojos del banco suizo han arrastrado al resto de parqués europeos, figurando el Ibex 35 como el más castigado de la eurozona al perder más del 4%. De los bancos del selectivo español, el que más ha sufrido ha sido Banco Sabadell, con un desplome de doble dígito en algunos momentos de la sesión. El resto de los parqués europeos también registraron números rojos, figurando el Cac 40 francés y el FTSE 100 inglés asimismo entre los índices más penalizados, con caídas superiores al 3%. Además, los temblores de Credit Suisse también provocaron una apertura en rojo de Wall Street, siendo Boeing, Goldman Sachs y JP Morgan los tres valores con más ventas, con sendas pérdidas en torno al 5%.
El VIX, conocido como el termómetro del miedo por medir la volatilidad de las bolsas, no fue ajeno a esta reacción en cadena; en el momento de escribir estas líneas, ya había repuntado casi un 16,5%, hasta los 27 puntos.
Una caída a cámara lenta
Diversas voces de expertos llevan tiempo advirtiendo de la debilidad de Credit Suisse. Según resume Eoin Walsh, Portfolio Management de TwentyFour, desde que la entidad anunció su plan de reestructuración a tres años y llevó a cabo una exitosa ampliación de capital, ha habido una serie de historias negativas que le han rodeado. «Esto incluye una investigación sobre la afirmación del presidente, Axel Lehmann, de que los flujos de salida habían cesado; investigación que se ha cerrado desde entonces sin ninguna acción. Un informe de FINMA, el regulador suizo, que destaca un grave incumplimiento de las obligaciones de supervisión en relación con Greensill y cuya investigación fue retrospectiva y también se ha cerrado. Un retraso técnico en la publicación de sus resultados del ejercicio 2022 impulsado por la SEC y, por último, la declaración de ayer sobre la debilidad material en su control interno sobre la información financiera entre 2021 y 2022. No se trata de cuestiones que puedan tomarse a la ligera, pero nos atreveríamos a afirmar que en su mayoría están relacionadas con los deficientes controles de gobernanza y riesgo de Credit Suisse, que les han llevado a su actual situación de vulnerabilidad, y que la actual dirección se esfuerza por remediar», explica Walsh.
Esta misma mañana, el economista Nouriel Roubini afirmaba en una entrevista con Bloomberg que «Credit Suisse puede ser demasiado grande como para dejarlo caer también, pero también es demasiado grande como para salvarlo». Previamente, esta mañana, Roubini había tuiteado: “Los fondos de pensiones de Reino Unido, el Silicon Valley Bank (SVB) y los bancos regionales estadounidenses y ahora Credit Suisse son todos síntomas de riesgos de mercado, dada la duración del riesgo y el repunte de los rendimientos en el largo plazo. Pero, una vez que se produzca el hard landing económico, emergerá el riesgo de crédito como un riesgo adicional severo para la economía real y el sistema financiero”. El economista ha defendido la tesis del hard landing desde hace un año, y en otro tuit declaró que “ahora es claramente inevitable”.
Por su parte, el también economista, asesor de Allianz y ex PIMCO Mohamed El-Erian ha tuiteado: “Los tres principales factores tras la corrección actual del mercado son la mala gestión de bancos a nivel individual, lagunas en la supervisión, una transición de la política monetaria mal gestionada que complica los insuficientes ajustes entre los sectores público y privado y la volatilidad inducida por las políticas monetarias, que amplifica la fluidez económica y financiera”.
Un mal momento
Según el diagnóstico de Walsh, desafortunadamente para Credit Suisse, todos estos comentarios han llegado en un momento en el que los mercados están centrados en el colapso del Silicon Valley Bank (SVB) y de varios bancos regionales de EE.UU., lo que, en su opinión, ha provocado un contagio en el sector financiero mundial. «Hay muy pocos paralelismos entre los grandes bancos europeos y SVB, y en particular el tratamiento y la tenencia de bonos del Estado a largo plazo es muy diferente. En lo que respecta específicamente a Credit Suisse, el banco declaró ayer que su exposición a tipos fijos se limita a sólo 2.500 millones de francos suizos en la cartera de liquidez, que está totalmente cubierta. Esto coincide con lo que estamos escuchando de otros bancos europeos y no es en absoluto sorprendente dado el alto nivel de regulación en Europa», afirma el gestor de TwentyFour.
En su opinión, la dirección de la entidad bancaria va a tener dificultades para calmar a los inversores y a los titulares de depósitos, y al Banco Nacional Suizo (SNB), al que según el Financial Times, la entidad habría solicitado formalmente ayuda, y el regulador suizo, FINMA. «En última instancia, necesitan tiempo para que su plan de reestructuración tome forma, pero es probable que los flujos de depósitos sean el factor determinante de su éxito. El banco acaba de notificar una ratio CET1 del 14,1%, por lo que está muy capitalizado, y su ratio de liquidez media (LCR) era del 150% en el primer trimestre de 2023, pero estas estadísticas parecen carecer de sentido en la situación en la que se encuentran, que tiene que ver con la liquidez y la confianza, o la falta de ellas. Si el Banco Nacional Suizo/FINMA interviene, una línea de liquidez parecería el primer paso obvio, si es que la entidad estuviera sufriendo salidas. Además, algunos activos podrían retirarse del balance, algo que vimos que ocurrió en varios bancos durante la crisis financiera mundial y, en este caso, esperaríamos que los activos fueran de mucha mejor calidad que los que se trataron entonces. Este apoyo podría darle el tiempo que necesita, pero la situación es muy fluida en este momento, y dado el sentimiento negativo impulsado por los bancos regionales estadounidenses, el momento no podría ser peor», concluye Walsh.
Bancos fuera de EE.UU. y la sombra de SVB: Credit Suisse, en el ojo del huracán
A la hora de analizar el riesgo de contagio de la crisis de Silicon Valley fuera de EE.UU., los expertos apuntan a Credit Suisse: “El riesgo más evidente es para Credit Suisse, que lleva un tiempo sufriendo sus propios problemas. Su cotización está en mínimos históricos y ha perdido un 70% de su valor desde principios de 2022”, comenta Jérémie Boudinet, responsable de Crédito de Grado de Inversión de La Française AM. El banco está luchando por recuperar la confianza de sus clientes tras un pésimo anuncio de resultados en el cuarto trimestre y una pérdida neta para todo el año 2022 de 7.300 millones de francos suizos. Está peleando por estabilizar las salidas de depósitos y activos bajo gestión, que fueron muy elevadas en el cuarto trimestre (93.000 millones de francos en Wealth Management, 8.000 millones en Swiss Bank y 12.000 millones en Asset Management), y también registró pérdidas en prácticamente todos sus segmentos de negocio”, comenta. “Los próximos meses serán clave para Credit Suisse, que necesita absolutamente estabilizar su base de depósitos, incluso a costa de su rentabilidad, que de todos modos ya se ve gravemente mermada”, asegura.
Su hipótesis de base es que Credit Suisse puede acabar más o menos dividido, con la venta parcial o total de su franquicia de banca de inversión, conservando su rama minorista suiza y parte de su franquicia de Gestión Patrimonial en el extranjero. Sin embargo, esta hipótesis gira en torno a su capacidad para contrarrestar las salidas de depósitos a corto y medio plazo. “El caso más parecido que se ha dado últimamente fue el del Banco Popular en España, que se vendió por 1 euro al Santander para salvaguardar a los titulares de depósitos y a los tenedores de bonos senior”, recuerda Boudinet. Por ello en la gestora evitan invertir en la entidad: “Aunque se trata de un riesgo de cola muy lejano, el miedo actual al contagio y la presión de los mercados son muy poco favorables para el banco suizo”.
Sobre la situación de otros bancos fuera de EE.UU. es optimista: “No vemos ningún motivo fundamental de preocupación. Aunque los bonos de los bancos de «beta más alta», como Deutsche Bank, tienden a reaccionar de forma exagerada a este tipo de noticias, en nuestra opinión no hay nada que ver. Los fundamentos crediticios de los bancos europeos nunca han sido tan positivos, con indicadores de depósitos estables, bajos índices de morosidad y elevados colchones de capital. También suponemos que, en un escenario muy negativo, los tenedores de bonos preferentes y subordinados estarían protegidos por una posible prohibición del reparto de dividendos y otras medidas de protección (acceso ilimitado a la liquidez de los bancos centrales, etc.), como ocurrió durante la crisis de COVID-19 en 2020”. Además, las pérdidas no realizadas en las carteras de valores mantenidos hasta su vencimiento son mucho menos significativas para los bancos europeos (normalmente entre el 0% y el 20% de su valor contable tangible), en comparación con los bancos estadounidenses, añade el experto. “Y una vez más, subrayemos aquí que no es en absoluto motivo de preocupación, ya que los bancos cubren estas exposiciones, que ni siquiera necesitan deshacerse, a menos que se produzcan enormes salidas de depósitos”.
«Estos acontecimientos que estamos viviendo meteóricamente, no hay nada más rápido que el dinero cuando cunde el pánico, son una bajada de marea para la banca y alguno puede sorprender por su falta de pudor. Las caídas son tan acuciantes en Europa que varios bancos han tenido que suspender cotización, Société, Monte dei Paschi y UniCredit; el Stoxx 600 Banks, se ha desplomado ya un 13%. A pesar de este tsunami, la banca europea está más regulada y controlada que los bancos regionales de EE.UU.; por ejemplo, en la banca española la cartera de deuda pública, en su mayoría, está clasificada como bonos a coste de amortización, es decir, sin venta anticipada y por tanto sin influir contablemente hasta vencimiento y, por supuesto, no es su único activo en cartera, caso de SVB», comenta Juan Abellán, director del Máster de Mercados Financieros y Gestión de Activos del IEB. «Es una verdadera tormenta, sí, pero los bancos españoles y europeos están bien anclados, esperemos y no lo creo, que no se suelte el anclaje. Otra cosa, interesante, es ver qué hace Christine Lagarde mañana», apostilla.
Según los últimos datos sobre la industria europea de fondos publicados por la Asociación Europea de Fondos y Gestión de Activos (Efama, por sus siglas en inglés), los flujos hacia fondos UCITS y FIAs fueron positivos a finales de 2022, mostrado un renovado optimismo por parte de los inversores.
“Las esperanzas de que los tipos de interés se hayan acercado a su nivel máximo provocaron un repunte de la demanda de fondos de renta fija por parte de los inversores, mientras que las salidas netas de fondos de renta variable se redujeron prácticamente a cero en medio de un renovado optimismo hacia los mercados bursátiles”, apunta Bernard Delbecque, director senior de Economía e Investigación de Efama.
Los últimos datos disponibles, correspondientes a noviembre de 2022, los fondos UCITS y FIAs registraron entradas netas por valor de 53.000 millones de euros, frente a los 3.000 millones de euros de octubre. Además, los activos netos totales en estas dos clases de fondos aumentaron un 2,2% en noviembre, situándose en 19.660 millones de euros.
En concreto, los fondos UCITS registraron entradas netas de 44.000 millones de euros, frente a las entradas netas de 71.000 millones de euros de octubre. Por su parte, FIAs registraron entradas netas de 9 000 millones de euros, frente a salidas netas de 69.000 millones de euros en octubre.
Dentro de los fondos UCITS, los vehículos a largo plazo, registraron entradas netas de 1. 000 millones de euros, frente a las salidas netas de 53. 000 millones de euros de octubre.
También mejoró el comportamiento de los fondos de renta variable, que registraron salidas netas de 1.000 millones de euros, frente a las salidas netas de 14.000 millones de euros de octubre. La renta fija sufrió un movimiento similar: se produjeron entradas netas de 1.000 millones de euros, frente a las salidas netas de 3.000 millones de euros de octubre. Los fondos de renta fija registraron entradas netas de 8.000 millones de euros, frente a salidas netas de 21.000 millones de euros en octubre.
Por último, desde Efama destacan que los fondos multiactivos registraron salidas netas de 7.000 millones de euros, frente a salidas netas de 14.000 millones de euros en octubre. Mientras que los fondos monetarios experimentaron entradas netas de 43.000 millones de euros, frente a entradas netas de 124.000 millones de euros en octubre.
Foto cedidaVictor Verberk, CIO de Renta Fija y Sostenibilidad de Robeco.
Robeco lanza el fondo Sustainable Senior Loan (SLF). Según ha explicado la gestora, se trata de su segundo vehículo cerrado de deuda privada, y uno de los primeros en integrar auténticamente la sostenibilidad con la inversión en deuda privada.
Hasta la fecha, el fondo ha captado 130 millones de euros, incluido un importante compromiso de patrocinio de ORIX Corporation Europe N.V., una empresa del grupo ORIX Corporation que es asimismo la sociedad matriz de Robeco, y a lo largo de 2023 y 2024 empezará a invertir mientras continúa con la captación de fondos. El fondo Robeco Sustainable Senior Loan está dirigido a inversores institucionales y profesionales.
Según señala la gestora, el objetivo del fondo es aprovechar la actual tendencia favorable a los prestamistas alternativos frente a la financiación bancaria, canalizando capital hacia pequeñas y medianas empresas de sostenibilidad contrastada de las regiones europeas del Benelux, DACH y países nórdicos seleccionados, económicamente boyantes y favorables a los prestamistas. La estrategia aplica un criterio de sostenibilidad basado en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU y selecciona empresas estables y con resiliencia.
En este sentido, el fondo Sustainable Senior Loan no solo invierte en empresas que ya sean «verdes», sino que también financia las medidas concretas y relevantes que los posibles prestatarios estén dispuestos a adoptar para mejorar su perfil de sostenibilidad.
La gestora añade que “Robeco Sustainable Senior Loan juega las bazas del primer fondo de deuda privada de Robeco, el Bedrijfsleningenfonds (BLF), que desde 2016 ha invertido más de 700 millones de euros en 41 transacciones corporativas de Países Bajos”. Por eso que, al igual que el BLF, el fondo SLF está gestionado por el equipo europeo de inversión en deuda privada, que integran Erik Hylarides y Jan Hendrik Kroon, con sede en Rotterdam, y Glebs Ivanovs y Erwin Schreiber, que desde Fráncfort se encargan de los mercados de habla alemana. El equipo está integrado en el departamento de Renta Fija de Robeco, con más de 100 profesionales que gestionan 60.000 millones de euros en activos en todo el mundo. Eso permite que el equipo de inversión en deuda privada se sirva de la infraestructura, conocimientos y apoyo del equipo de Renta Fija a lo largo de todo su proceso de inversión.
“Nuestro nuevo fondo Sustainable Senior Loan crea una oportunidad única para que los inversores adquieran exposición a préstamos sostenibles. Se basa en el marco de los ODS de Robeco, que busca tener impacto en el mundo real, e identifica empresas con las que colabora para que sus actividades sean más sostenibles”, destaca Erik Hylarides, gestor principal de cartera.
Por su parte, Victor Verberk, CIO de Renta Fija y Sostenibilidad de Robeco, añade: “Con 130 millones de euros de compromisos iniciales, estamos muy contentos de lanzar nuestro fondo Sustainable Senior Loan. Ya hemos constatado un vivo interés de clientes que buscan integrar la sostenibilidad en sus carteras de deuda privada”.
Los representantes de los equipos de inversión de los family offices de Latinoamérica, y especialmente de Colombia, se han dado cita en el Black Bull Summit que se celebra en el Hotel NH Collection WTC de Bogotá. Para la industria, este encuentro es el foro ideal para identificar y pedir más y mejores ofertas de inversión: real estate, venture capital, fondos de impacto… En este sentido, los administradores de riqueza familiares quieren que los sorprendan.
El 14 y 15 de marzo, a sala repleta, las presentaciones, debates y encuentros se iniciaron bajo el signo de las quiebras de bancos que resonaban desde Estados Unidos. Durante su “panorama económico”, Juan David Ballen, director de Análisis y Estrategia de Casa de Bolsa- Grupo Aval, describió un mundo con inflación durante los próximos diez años, además del inicio de un super ciclo de materias primas que, teniendo como vector la transición energética, beneficiará a los países de América Latina.
También respondió la pregunta que está marcando esta semana los mercados: ¿la quiebra de Silicon Valley Bank puede contagiarse y cambiar los pronósticos actuales? Juan David Ballen reconoció que el camino hasta la reunión de la Fed de la semana que viene será tenso, e importante. “Esta crisis parece una mezcla de dos anteriores: la punto.com y la de 2018. En principio no está escalando porque estamos hablando de entidades de nicho. Pero uno se pregunta, ¿por qué está sucediendo esto? ¿puede que algo se rompa en la economía o en el sistema financiero después de 10 años de excesiva liquidez?”, dijo el experto.
Durante esta primera jornada, los inversores asistieron a dos charlas paralelas sobre tendencias y oportunidades de real estate y capital venture. Los ponentes eran variados y el espacio para el diálogo y las preguntas muy amplio. Representantes de las firmas Orange Investments, HASTA Capital, Point One Holdings, Alta Real Estate Funds, Participant Capital y Galium Capital hablaron de inversiones en Latinoamérica y Estados Unidos, principalmente. El intercambio giró entorno a la oportunidad que representa el segmento multifamily. Se evocaron citas y datos sobre la pertinencia de invertir en residencias de alquiler en Estados Unidos, México o Chile, además, los profesionales del sector insistieron en que la capacidad de desarrollo, financiación y velocidad de ejecución son primordiales para cumplir con los clientes.
Hubo preguntas difíciles: ¿para qué invertir en real estate si los bonos me dan rendimiento y liquidez? ¿y por qué no hay más oferta en los segmentos industriales, infraestructuras, alojamiento para los seniors etc…? En realidad, los inversores de los family offices latinoamericanos quieren más: más interacción, más clases de activo, mejores y más productos. Y además tienen confianza en sus fortalezas, como demostraba el arranque del seminario sobre capital venture en el que, interrogados sobre las quiebras de bancos en Estados Unidos, los ponentes destacaban que, en Latinoamérica, los inversores saben lo que son la crisis y cómo enfrentarlas.
Capital venture en “latinoamericano”
La inversión en capital venture es un terreno de predilección para los family offices, pero no siempre se declina en “lenguaje latinoamericano”. El Black Bull Summit de Bogotá agrandó el léxico con las ponencias de Partner Legal Nova, Iluminar Ventures, Santa María Investments, Wayra Hispam, Cube Ventures y Endeavor. “Geográficamente, Latinoamérica presenta ahora una oportunidad excepcional para invertir en el ecosistema que empezó a forjarse en la región a partir de 2017. En términos de valoración, está mucho más barato que empresas en fases similares en EE. UU.”, afirmó Cristian Raygoza, Managing Partner de Iluminar Ventures.
“Esta es una razón muy poderosa para que los family offices busquen inversiones en fondos de venture capital que invierten en empresas latinoamericanas. En todo caso, nunca hay que olvidar los beneficios de la diversificación, por lo que, aunque los family offices inviertan buena parte de su portafolio de VC en empresas estadounidenses, siempre deberían mirar las oportunidades en Latinoamérica. EE. UU. y Asia presentan las mejores oportunidades en empresas de tecnología puntera -deep tech-, pero en Latinoamérica hay oportunidades mucho más interesantes en startups que buscan soluciones mucho más básicas del mercado general, como fintechs o compañías de logística. Es necesario buscar las fortalezas del VC en cada región”, añadió Raygoza.
Ahora bien, ¿qué buscan los family offices al invertir en capital venture? Según Santiago Tamayo, CEO de Santa Maria Investment Group (family office), “el family office como inversor en venture capital comparte características con el inversor corporativo, puesto que para las familias es muy importante estar a la vanguardia tecnológica en sus respectivas industrias tradicionales. La innovación tecnológica de las startups es fundamental para no quedarse atrás en sus negocios. Por otro lado, los familiy offices también tienen una responsabilidad para apoyar a las startups en el hueco que va desde el momento semilla y etapas más tardías de la inversión. En estas etapas iniciales entras con tickets menores, pero añades mucho más valor”.
Hay también un factor generacional, ya que los miembros de cuarta o quinta generación de las familias inversoras están muy interesados en el venture capital, pero los de generaciones anteriores son reticentes. Y la división generacional llevó naturalmente a la sesión sobre inversión de impacto, que contó con ponentes de la academia, empresas privadas y organizaciones estatales.
La belleza de los fondos de impacto
Otro de los temas que destacó durante la jornada fue la inversión de impacto. La conversación empezó con una definición: “las inversiones de impacto son inversiones con un sentido diferente sin dejar de lado la rentabilidad”, y con aclaraciones sobre las diferencias entre criterios de inversiones ESG e inversión de impacto. En este sentido, se trató de trazar un mapa de Latinoamérica con Brasil como líder en fondos de impacto, México con la mitad de sus fondos de impacto de origen local y Colombia con fondos exclusivamente extranjeros.
Sobre la rentabilidad, se volvió a insistir sobre las ventajas de la clase de activo, ya que las empresas que miden y generan impactos positivos para la sociedad suelen ser más estables, rentables en el largo plazo y resilientes ante la volatilidad. Pero los inversores se enfrentan a un asset algo diferente, que implica una mayor participación del inversor a la hora de definir qué tipo de impacto se quiere obtener. Políticas de género, medioambientales, agroindustria, finanzas inclusivas, manejo de residuos, energías limpias… hay belleza en los fondos de impacto, y un camino por recorrer.
Tras lo ocurrido con Silicon Valley Bank (SVB) y Signature Bank, el Banco Central Europeo (BCE) encarará mañana su segunda reunión del año. La volatilidad desatada desde el domingo, que ha afectado al sector bancario, principalmente norteamericano, europeo y asiático, y al mercado de tipos de interés, arroja alguna sombra respecto a cómo de duro será el mensaje del BCE y de Christine Lagarde.
En lo que va de semana, las cosas no han ido mejorando. De hecho, el desplome de la banca que llevamos viendo estos días ha dado otro giro siniestro con la interrupción de la cotización de las acciones de grandes bancos europeos como Credit Suisse, Société Generale, BNP Paribas, Monte dei Paschi y UniCredit. Según explica Susannah Streeter, Head of money and markets en Hargreaves Lansdown, el nuevo episodio de ventas masivas de acciones bancarias se ha afianzado a medida que afloran los temores sobre la solidez del sector, con la sombra del colapso de SVB todavía al acecho. «Con la rebaja de la calificación del sector bancario estadounidense a negativa por parte de Moody’s, el nerviosismo es enorme y se ha extendido a Europa. Los inversores volvieron a asustarse tras la multiplicación de los problemas de Credit Suisse. Las acciones del banco se desplomaron un 20% después de que el principal inversor, el Saudi National Bank, rechazara el papel de caballero blanco y se negara a acudir al rescate. El SNB ha alegado problemas regulatorios, pero dado que el banco ha revelado que ha encontrado debilidades materiales, no es de extrañar que se abstenga de asumir más riesgos en el clima actual», afirma.
Hasta este episodio en los mercados financieros, las previsiones eran claras: Lagarde ya adelantó en la reunión de enero que tenía la firme intención de repetir una subida similar en marzo. Además, según destacan desde Ebury, los datos macroeconómicos publicados desde la última reunión del BCE han confirmado que las presiones inflacionistas subyacentes están, como dijo Lagarde en febrero, «vivas y coleando». “La inflación general sorprendió al alza el mes pasado, descendiendo tan solo ligeramente hasta el 8,5%, y más importante aún, la inflación subyacente prosiguió su incesante marcha al alza, alcanzando un nuevo récord del 5,6% (algo menos del triple del objetivo del banco central y muy por encima del 5,3% que esperaba el consenso). Creemos que hacer la vista gorda ante las presiones inflacionistas subyacentes no es una opción para el BCE, sobre todo porque, en cierta medida, esto puede ser consecuencia de la anterior complacencia del banco y del inicio tardío del proceso de endurecimiento”, señalan en su informe.
En este sentido, Franck Dixmier, director de inversiones global de Renta Fija de Allianz Global Investors, considera que el BCE sigue bajo presión, ya que la lucha contra la inflación está lejos de haberse ganado. «Es cierto que la inflación general se desaceleró hasta el 8,5% en febrero (desde un máximo del 10,6% en octubre de 2022). Pero la inflación subyacente siguió aumentando hasta el +5,6% en febrero, en un contexto de resistencia de la actividad económica, especialmente en los servicios, como muestra el índice PMI, que registró un 52,7 en febrero frente al 50,8 de enero. Tras una importante recalibración de las expectativas de tipos de los bancos centrales, la gran lección de febrero es el fin de la complacencia de los inversores. Ante las constantes sorpresas, tanto sobre la resistencia de la actividad como sobre el continuo aumento de la inflación subyacente, los mercados han capitulado. Ahora esperan un tipo terminal de entre el 3,75% y el 4%», señala.
Por lo tanto, según explica Peter Goves, analista de renta fija de MFS Investment Management, se espera que el BCE suba los tipos de interés 50 puntos básicos hasta el 3% esta semana, lo cual no será ninguna sorpresa. En cambio, en opinión de Goves, lo más importante será el discurso sobre el futuro, es decir, la posibilidad de nuevas subidas de 50 puntos básicos, y las nuevas proyecciones macroeconómicas del BCE.
“En general, esperamos que en el futuro el compromiso dependa de los datos. Aunque la inflación general está bajando, la subyacente parece más persistente. Así pues, el BCE sigue teniendo la clara misión de reducir la inflación desde los elevados niveles actuales. La incertidumbre en torno a las perspectivas de inflación sigue siendo elevada, lo que quizá haya influido en parte en el rebasamiento del mercado, junto con los factores mundiales”, afirma Goves.
Una visión con la que coincide el último informe de Ebury, sin embargo, reconocen que su confianza en estas previsiones ha disminuido un poco desde el evento de SVB, a medida que los inversores reducen sus expectativas sobre las subidas de tipos a escala mundial. “Seguimos previendo una subida de tipos de 50 puntos básicos en la reunión del Consejo de Gobierno del jueves, aunque, evidentemente, esto dista mucho de ser una certeza, y es probable que haya al menos alguna discrepancia dovish dentro del Consejo”, apuntan.
Por su parte, Martin Wolburg, economista senior en Generali Investments, añade: “Aunque esta opinión coincide con las expectativas actuales del mercado, diferimos de los mercados al esperar que el tipo máximo se mantenga al menos hasta mediados de 2024. Solo a partir de entonces, con unas perspectivas de inflación subyacente más favorables, vemos margen para una política menos restrictiva”.
Pese a la contundencia de la última reunión del BCE y de los datos de inflación, las posiciones y las valoraciones no son del todo unánime. Según Yves Bonzon, CIO (Chief Investment Officer) del banco privado suizo Julius Baer, “los recientes comunicados de los responsables de política monetaria sugieren que los banqueros centrales europeos pecan de cautelosos, impulsados por lo que quieren evitar más que por lo que quieren conseguir». Y pone como ejemplo a Philip Lane, miembro del Comité Ejecutivo del BCE, quien hizo recientemente algunos comentarios que indican que considera que la función de reacción política del BCE sigue siendo decididamente asimétrica, con los riesgos de inflación inclinados al alza.
“Al igual que la Reserva Federal de EEUU (Fed), el BCE se enfrenta a algunas limitaciones en su capacidad para aplicar una política monetaria independiente, principalmente por los costes del servicio de la deuda. Los niveles actuales de deuda pública son elevados en relación con el producto interior bruto, y la relajación cuantitativa cambió de hecho un tercio de la deuda pública de tipo fijo a tipo variable, lo que ha provocado un aumento del coste de mantener los tipos más altos durante más tiempo. En consecuencia, el horizonte temporal para volver a situar la inflación en el rango deseado es cada vez más corto, ya que ubicarse por encima del objetivo de inflación es cada vez más costoso. Esto explica la creciente impaciencia del BCE, como se refleja en los comentarios de Philip Lane. Dadas estas circunstancias, es más probable que el BCE cometa un error de política monetaria que la Reserva Federal. Sin embargo, ambos se enfrentan a verdaderas limitaciones de política monetaria en un mundo que nunca ha estado tan apalancado y financiarizado como el actual”, comenta Bonzon.
En opinión de Kevin Thozet, miembro del Comité de Inversión de Carmignac, desde una perspectiva económica, el principal riesgo para el BCE es algún tipo de indexación informal de facto de los salarios al alza de los precios. «En consecuencia, el riesgo de que se desanclen las expectativas de inflación, ya que los salarios negociados han pasado del 3,5% interanual hace un año a cerca del 5% interanual en la actualidad. Se trata de un punto de especial atención, ya que los ajustes en el mercado laboral europeo son mucho más lentos que en el resto del mundo y, más aún, ya que la inflación subyacente ha sorprendido al alza y no se espera que se recupere en la región hasta finales del verano, en el mejor de los casos», afirma Thozet.
¿Cambia algo el caso SVB?
Esta claro que, en los últimos meses, a medida que la inflación subyacente aumentaba en la eurozona, el Banco Central Europeo (BCE) ha defendido abiertamente la necesidad de aplicar varias subidas de tipos significativas. “El BCE aprobó una subida de 50 puntos básicos en febrero e indicó que volvería a hacerlo en marzo, elevando el tipo director hasta el 3%. Prevemos que el BCE subirá sus tipos 50 puntos básicos (p.b.) en la reunión de esta semana”, recuerda Sebastian Vismara, estratega y economista global macro sénior en BNY Mellon Investment Management.
Sin embargo, Vismara reconoce que el BCE podría modificar su hoja de ruta si los problemas financieros que están experimentando algunos bancos estadounidenses de menor tamaño se agraven y acaben contagiando a los grandes bancos de Estados Unidos y/o de Europa. “El shock que sufrió el sector bancario estadounidense cambia las cosas. El mercado se pregunta si el BCE finalmente aprobará una subida de 50 p. b. esta semana y ahora descuenta que los tipos subirán menos de 100 p. b. antes de que finalice el ciclo restrictivo. Aún es pronto para saber si las autoridades estadounidenses han logrado contener de forma efectiva los problemas bancarios, pero, en ese caso, sospechamos que las expectativas del mercado para la eurozona se han vuelto demasiado dovish”, afirma.
Misma reflexión hace María Marcos, analista de Mercado FX de Monex Europe: “Las recientes preocupaciones sobre la estabilidad financiera han hecho que los mercados valoren unos tipos de interés mucho más moderados, con una revalorización tan agresiva que incluso la certeza de la reunión de marzo está ahora en entredicho”.
Aunque Marcos considera que el BCE realizará esa subida de 50 pb esta semana, destaca que la gran pregunta para los mercados es hasta qué punto es sensible el Consejo de Gobierno a los riesgos para la estabilidad financiera. “Es por ello por lo que el impacto en el mercado de la decisión del jueves dependerá principalmente de la orientación futura del banco central. La principal especulación entre los observadores del euro no ha sido tanto cuál será la subida esperada en la reunión de marzo, sino qué ocurrirá después: qué esperamos de la reunión de mayo y dónde espera el BCE que se sitúe el tipo terminal”, afirma.
Siguientes pasos
Según Karsten Junius, economista jefe en J. Safra Sarasin Sustainable AM, ve poco probable que el BCE dé una orientación numérica explícita de cara a sus próximas decisiones. En cambio, ve factible que la institución monetaria señale una vuelta a la verdadera dependencia de los datos. “Aun así, es probable que la presidenta Lagarde subraye que es probable que se produzcan más subidas dadas las elevadas y persistentes presiones sobre los precios en la economía. En consonancia con esta opinión, esperamos que las proyecciones macroeconómicas trimestrales muestren un mayor crecimiento del PIB, una menor inflación general y unas previsiones de inflación subyacente más elevadas”, afirma Junius. Bajo esta premisa, desde JSS Sustainable AM, se inclinan por una subida de 50 pb en mayo, dadas las persistentes presiones sobre los precios que observamos actualmente, “aunque también observamos que las expectativas de inflación a medio plazo han disminuido en la encuesta de expectativas de los consumidores del BCE publicada recientemente”, matizan.
En opinión de François Rimeu, estratega senior de La Française AM, es probable que la orientación futura sea lo más neutral posible, manteniendo abiertas todas las opciones, especialmente dadas las visibles divisiones en el seno del Consejo de Gobierno y la situación de los bancos regionales estadounidenses. «Lagarde subrayará que el Consejo ajustará su trayectoria política en función de los datos que reciba sobre la inflación, la evolución de las perspectivas y la transmisión de su política monetaria. Tampoco esperamos que el BCE mantenga su valoración de febrero sobre las perspectivas de inflación, dados los últimos y sólidos datos de inflación. Por ejemplo, «Los riesgos para las perspectivas de inflación también se han equilibrado», añade Rimeu.
A la hora de hablar sobre la relevancia de los datos, Junius recuerda que, hasta ahora, el BCE preveía una recesión leve en el cuarto trimestre de 2022 y el primero de 2023 que, en su opinión, gracias al descenso de los precios de la energía y al crecimiento del 0% en el cuarto trimestre, es poco probable que se produzca.
“Naturalmente, esto nos lleva a preguntarnos hasta dónde podría subir los tipos el BCE y cuánto tiempo podría mantenerlos en un nivel restrictivo. En cuanto a esto último, nos mantenemos firmes en nuestra opinión de que es muy improbable que se produzcan recortes de tipos este año y que sólo deberían esperarse una vez que la economía mundial se ralentice de forma más acusada, lo que sólo podría ocurrir a finales de año, cuando prevemos que la economía estadounidense entre en recesión. En cuanto al tipo terminal, será un proceso de ensayo y error, ya que la corta historia del BCE no ofrece una buena orientación”, concluye Junius.
Aubrey Capital Management, firma especializada en renta variable global con sede en Edimburgo y Londres, ha anunciado su asociación con Aramea Asset Management, gestora independiente alemana, para reforzar su compromiso con el mercado alemán de fondos.
Según han señalado, esta asociación permitirá a Aubrey trabajar estrechamente con Aramea y su filial Punica Invest para ofrecer el apoyo y la experiencia necesarios para distribuir con éxito el conjunto de productos de Aubrey. Los productos incluyen el Global Emerging Markets Opportunities Fund de Aubrey, gestionado por Andrew Dalrymple, Rob Brewis y John Ewart, que se registró para su venta en Alemania en febrero de 2022 y desde entonces ha recibido una cálida acogida por parte de los clientes alemanes.
“Consideramos que Alemania es un mercado clave en la expansión global de Aubrey, y nuestra gama de fondos está demostrando ser popular en el país germano, en gran parte porque los inversores alemanes validan y apoyan a los gestores de activos boutique como Aubrey, que pueden ofrecer un enfoque altamente diferenciado y generar una fuente de alfa diversificada para sus carteras. Estoy deseando trabajar estrechamente con el equipo de Punica, cuya base de distribución complementa en gran medida la de Aubrey” ha afirmado Myra Chan, directora de Ventas y miembro del Comité de Sostenibilidad de Aubrey.
¿Cómo prevés que las políticas monetarias afecten al mercado global high yield? ¿Puedes hablarnos del impacto potencial sobre el sentimiento de los inversores y las valoraciones de los bonos de este segmento?
Pienso que lo primero que hay que decir es probablemente que el tercer pilar que vimos fue increíblemente positivo para el sentimiento en los mercados de high yield o los mercados de crédito en general, pero sobre todo en high yield. Así que si miramos hacia atrás y pensamos en lo que vimos en noviembre y diciembre, observamos algunos rendimientos totales bastante grandes en ambos meses, que se podría argumentar que fueron en realidad un avance a partir de finales del año pasado. Por tanto, fue un gran año para el high yield en 2023. La pregunta entonces es, ¿puede rendir ahora? ¿Es capaz de hacer lo mismo en 2024? Diría que absolutamente sí. De modo que sí, el impacto directo de eso tiene que mejorar el sentimiento hacia esta clase de activos. Y, principalmente, lo que eso ha significado, son flujos de entrada y por lo que hemos visto una gran cantidad de dinero que entra de nuevo en bonos de alta rentabilidad, que ha tenido el impacto de reforzar en un entorno muy técnico positivo. Con los flujos positivos, la táctica se vuelve muy fuerte. Y eso realmente ha forzado los diferenciales de crédito a una base bastante ajustada que hemos visto en lo que va de ejercicio. En particular, los diferenciales siguen siendo muy estrechos, pero una vez más, hay que mirar debajo de la alfombra, porque algunos de los doble B están muy ajustados, pero algunos de los bonos de menor calificación y los triple C todavía ofrecen potencial interesante.
Con el telón de fondo de la ralentización de las condiciones económicas y los vientos en contra macroeconómicos, ¿qué estrategias están aplicando para sortear los posibles retos en el sector del high yield? ¿Cómo equilibran la búsqueda de rentabilidad con la necesidad de gestionar el riesgo, especialmente a la luz del posible aumento de los impagos y la volatilidad del mercado?
El equilibrio es una palabra muy importante. Creo que la forma en que pensamos en esto tiene que ver con el equilibrio de la cautela, con el optimismo, porque considero que hay razones para ser cauteloso y razones para ser optimista. Y es nuestro trabajo ser capaces de reflejar eso en la cartera. Por tanto, la estrategia defensiva en los últimos trimestres ha sido en gran medida para subir en calidad dentro del universo del high yield. Centrarse en el rendimiento de calidad, en lugar de perseguir menores tipos de riesgo. En la práctica, eso ha significado reducir la parte del mercado que corresponde a la triple C, reducir la exposición a cíclicos más deliberados y, en realidad, aumentar la exposición a la parte del mercado que corresponde a la doble calidad y, en muchos casos, también a la parte del mercado que corresponde al grado de inversión. En los últimos trimestres, como digo, esta categoría definitivamente se ha vuelto atractiva. Y hemos visto muchas oportunidades en empresas de buena calidad en el espacio web con rentabilidades interesantes.
¿Dónde ves oportunidades para los inversores en high yield? ¿Cómo deberían abordar los inversores a las empresas de la parte baja del mercado que se enfrentan a retos de refinanciación?
En nuestra opinión, la actividad es probablemente la cuestión clave a la que se enfrentan los inversores de high yield hoy y en el futuro. Así que la forma en que lo pensamos es si viene recesión o no recesión, pero a lo que nos enfrentamos es a un entorno de costes de financiación prolongadamente más altos. Y el simple hecho de la cuestión es que no creemos que todas las empresas van a ser capaces de resistir, por lo que, obviamente, hay una orden de vencimiento que hay que tener presente en la parte negativa del análisis. En un momento dado, las empresas tendrán que hacer frente a su deuda pendiente. Pienso que muchos de los nombres con mayor presión han acudido a los mercados de crédito privado, pero todavía va a haber riesgo, de nuevo, de luchar con mayores costes de financiación. Para nosotros, es importante distinguir entre los que tienen y los que no tienen estos riesgos. De nuevo, en cierto modo recurro a mi respuesta de la pregunta anterior en cuanto a la calidad del triple C y doble B. Pero sí, probablemente vale la pena reforzar ese punto. La mayor calidad para nosotros sigue siendo el foco, la exposición selectiva a los nombres de menor calidad, donde creemos que hay una buena oportunidad.
Con el aumento de la dispersión en el mercado de high yield, especialmente entre los emisores de menor calidad, ¿qué importancia tiene la selección de sectores y créditos en el entorno actual? ¿Puedes compartir ejemplos?
La selección del crédito es actualmente importante en todo momento en el high yield, por supuesto, pero como has dicho, es particularmente importante ahora, en términos de la forma en que estamos abordando el mercado en la gestión de activos. Estamos muy centrados en la parte inferior (pero hacia arriba) de la curva, por lo que el 80% de nuestros rendimientos ya se han impulsado. Por otro lado, la selección sectorial es definitivamente algo importante para nosotros, nos gusta la banca, algunos de los sectores orientados al consumidor, ocio, viajes y transporte.
¿Cómo deben enfocar los inversores la inversión ideal para volver a invertir a largo plazo, qué factores deben tener en cuenta, especialmente en términos de volatilidad, y el momento oportuno para entrar en el mercado?
Si se mira a largo plazo, lo primero que hay que saber es que el high yield, como clase de activo, ofrece algunos de los mejores rendimientos ajustados al riesgo disponibles, especialmente cuando se mira a otras clases de activos. De este modo, si se compara con la renta variable global y el high yield global, se puede ver que, en los últimos 20 años, se ha obtenido la gran mayoría de esos retornos con una menor volatilidad. Es una clase de activos basada en los ingresos, tiene un punto de equilibrio. Sin embargo, son activos sobre pasivos. También sostenemos que un enfoque concentrado y agnóstico del índice de referencia, como el que utilizamos, la gestión de activos es la mejor manera de desbloquear el valor. Pero en términos de tu pregunta sobre el punto de entrada, eso es lo complicado. Es difícil de calibrar. Lo que podemos decir es que, dada la naturaleza de base de ingresos del high yield, el perfil ajustado al riesgo a largo plazo de la clase de activos es bueno. Todo es cuestión de tiempo en el mercado, por lo que creemos que se trata de invertir en high yield y permanecer invertido en este espacio.