UBS Asset Management nombra a Álvaro Cabeza director de Wholesale para EMEA ex Suiza

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UBS Asset Management (UBS AM) ha nombrado a Álvaro Cabeza head of Wholesale para la región EMEA, con excepción de Suiza. Álvaro mantendrá su puesto como Country Head España para UBS AM y continuará desempeñando sus tareas en Madrid. Reportará a Francesco Grana, global head of Wholesale Client Coverage.

Cabeza se incorporó a UBS AM hace cinco años para desarrollar el negocio mayorista e institucional de la firma en España, Portugal y Andorra. En este nuevo cargo será responsable de definir y ejecutar la estrategia mayorista de UBS AM con los socios de distribución en toda la región EMEA, específicamente, en Reino Unido, Alemania, Francia, Italia, países nórdicos, Benelux, Austria y Francia, además de Iberia.

 «Bajo el liderazgo de Álvaro Cabeza, hemos transformado y hecho crecer nuestro negocio ibérico en los últimos cinco años. Estamos seguros de que podemos aprovechar este impulso para acelerar nuestro crecimiento en toda la región EMEA», afirmó Grana.

Cabeza comentó que está «muy entusiasmado con la oportunidad de trabajar con los equipos de EMEA para poner las amplias capacidades de UBS Asset Management a disposición de nuestros clientes en esta región de importancia estratégica».

Calidad y duraciones largas en renta fija para la segunda mitad del año

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Las continuas subidas de los tipos de interés por parte de los bancos centrales durante buena parte de 2022 y lo que va de 2023 para contener la inflación han dado a la renta fija el lustre perdido durante la época de los tipos de interés al 0%. Ahora, a la espera de que las autoridades monetarias confirmen la esperada pausa en las restricciones monetarias, los gestores de fondos de bonos y crédito tienen ante sí varios retos de cara a la segunda mitad del año. Por ahora, los activos de calidad y las duraciones largas siguen imponiéndose, igual que a principios de año. 

Kevin Thozet, miembro del Comité de Inversiones de Carmignac, reconoce que prefiere bonos core con duraciones de largo o medio plazo, «debido a la posibilidad de una desaceleración económica global unido al riesgo de más subidas de los tipos para ahondar en la desaceleración de las presiones inflacionistas». Es más, califica de “atractivos” los yields reales, “porque no descuentan la posibilidad de una bajada de los tipos”, teniendo en cuenta la actual situación de los precios al consumo. Por otra parte, Thozet avisa de que el endurecimiento de las condiciones crediticias y la ralentización del crecimiento económico “provocarán impagos en las empresas”, aunque matiza que “los márgenes de crédito ya incorporan un fuerte aumento de las las tasas de impago”.

Patrice Gautry, economista jefe de UBP, observa oportunidades de inversión en renta fija “en medio de una desaceleración económica en EE.UU.”, punto en el que cita que los rendimientos de los bonos a dos años estadounidenses “han alcanzado los niveles previos al pico del ciclo de la crisis financiera, por lo que este tipo de activo está infravalorado en un escenario de desaceleración”. Pero también reconoce oportunidades en bonos del Tesoro a plazos más largos, puesto que ha ofrecen rentabilidades entre el 4% y el 4,5%. “La combinación de tipos más altos y diferenciales por encima de la media en los bonos corporativos con grado de inversión da lugar a cupones atractivos y ofrece cierta protección contra los tipos más altos y el deterioro de la calidad crediticia”, afirma el experto. Gautry añade que la clave “sigue siendo la calidad y la exposición limitada a la duración”.  Así, considera que teniendo en cuenta que la tasa de impagos subirá a medida que se desacelere la economía, “la posición de riesgo-recompensa en los los bonos corporativos de alto rendimiento no parece especialmente atractiva”.

Todo lo contrario opina Christian Starcke, managing director, presidente y director global de Análisis de Crédito en PIMCO. Starcke que cree que “los préstamos privados serán una fuente creciente tanto de tensiones como de oportunidades”. El experto explica que las tasas acumuladas de impago a tres años de estos préstamos en los mercados públicos y privados podrían alcanzar entre el 10% y el 15% en los próximos años, lo que se traduciría “en al menos 300.000 millones de dólares de oportunidades potenciales en la clase distressed para los inversores de crédito”. Starcke apunta que, ante la inminencia de la recesión, los inversores se han apresurado a reducir su exposición a activos más sensibles desde el punto de vista económico y espera que esta tendencia se acelere a medida que los bancos endurezcan cada vez más las normas de concesión de préstamos, obligando a los fondos de deuda privada a vender posiciones poco rentables que ya no pueden incluir en sus mecanismos de apalancamiento.

“Prevemos un aumento de las oportunidades para comprar estos préstamos con descuento o refinanciar directamente a las empresas con estructuras de solución de capital más flexibles”, afirma el experto que, concluye que en PIMCO “vemos oportunidades para proporcionar liquidez a empresas en funcionamiento que se enfrentan a dificultades para financiar sus necesidades de capital circulante, cerrar adquisiciones o refinanciar vencimientos de deuda existentes”, señala Starcke.

En Eurizon, creen que “nos encontramos en las etapas finales de una fase de restricción monetaria acelerada” y que, con toda probabilidad, “el año 2024 será un año en el que los tipos de interés bajarán, tanto porque se domestique la inflación (escenario de aterrizaje suave), como porque surja la necesidad de contener la desaceleración macroeconómica (escenario de aterrizaje duro)”. Es más, la forma de las curvas estadounidense y alemana, ultra invertidas, apoya la opinión de que la restricción monetaria está llegando a su fin. 

Para la firma, “en ambos casos parece interesante el mercado de renta fija, en el que los tipos a corto y medio plazo han vuelto a niveles en línea con sus máximos del año, sin superarlos”. Entre los bonos corporativos, los investment grade “presentan un atractivo perfil de riesgo-rentabilidad, con elevados rendimientos a vencimiento y diferenciales que ya están poniendo en precio un cierto grado de desaceleración económica”. En cambio, a juicio de los expertos de Eurizon, “los bonos de alto rendimiento presentan un mayor riesgo de volatilidad”.

Por áreas geográficas, Eurizon sobrepondera los bonos gubernamentales de EE.UU. y Alemania, debido a que ofrecen una atractiva rentabilidad al vencimiento y pueden proporcionar protección en caso de desaceleración macroeconómica. También hay atractivo en la renta fija de las economías emergentes “ya que los bancos centrales de los países emergentes disponen de margen para adaptarse a una posible ralentización de la economía”.

Mientras, Konstantin Leidman, gestor de carteras de renta fija en Wellington Management, deja intacta su estrategia de inicio de año para lo que queda de 2023, es decir, “una postura de riesgo neutral en las carteras globales de alto rendimiento, manteniendo al mismo tiempo suficiente liquidez para poder aprovechar las posibles dislocaciones del mercado”. La razón es que “con el aumento de los riesgos de recesión, ese sigue siendo nuestro escenario de referencia”, aunque matiza que “dada la composición actual del mercado y su relativa falta de desequilibrios, no esperamos que los diferenciales de alto rendimiento se amplíen significativamente hasta los niveles observados en ciclos crediticios pasados”. Para Leidman, las valoraciones “parecen razonables”, pero prefiere esperar “a que haya mejores puntos de entrada para añadir riesgo a las carteras”. El motivo es que, aunque no observa los mismos excesos que en la anterior crisis crediticia en el segmento high yield, “estamos atentos a las tensiones emergentes en otros sectores del mercado de crédito, como el inmobiliario”.

La estrategia preferida de Sander Bus, CIO de high yield, y Reinout Schapers, co director de investment grade de Robeco, sigue siendo “comprar a la baja y vender en el repunte, desde una base conservadora”. Ya lo hicieron en primavera, con la crisis bancaria desatada por Silicon Valley Bank y Credit Suisse, cuando aprovecharon la oportunidad “para añadir riesgo a las carteras, ya que los valores financieros se abarataron considerablemente y desde entonces, el mercado se ha normalizado en gran medida, a niveles previos a marzo. Es más, aún creen que sigue habiendo “algunos nichos de valor”.

Los estrategas de Candriam, en el mercado de bonos, reconoce que el actual interés de los gestores por este activo reside en “su atractivo carry”. Su estrategia se inclina por las duraciones largas y por la sobreponderación de la deuda de alta calidad en Europa, “que ofrece un atractivo perfil de rentabilidad/riesgo”. También están aprovechando “un entorno de bancos centrales más complacientes en los países emergentes para sobreponderar su deuda en moneda local”. También, la duración estadounidense “dado su liderazgo relativo en el ciclo de ajuste monetario”. En crédito, también optan por la calidad, sobre todo en Europa, mientras se mantienen neutrales en crédito high yield, donde hay “rendimientos atractivos, pero una dinámica de rebajas de calificaciones por las agencias de rating en un entorno de endurecimiento de las condiciones crediticias podría pesar sobre esta clase de activo”.

Perspectivas para los alternativos: buscando catalizadores para el cambio

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ESG, cambio climático
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Nuestra opinión al comienzo del año era que, si 2022 era el año de las tasas en aumento, entonces 2023 sería el año de vivir con ellas. Vimos riesgos de que las consecuencias de los rápidos aumentos de las tasas de interés pudieran generar shocks en el sistema, lo que podría generar una ruptura o un cambio en la dirección de la legislación y el entorno monetario y fiscal.

Uno de esos puntos se produjo en el sector bancario a principios de marzo, cuando el colapso de Silicon Valley Bank (SVB) conmocionó al sistema financiero. Los depositantes en pánico comenzaron a retirar su dinero después de que SVB anunciara planes para recaudar $ 2,25 mil millones en capital, lo que avivó las preocupaciones de que el banco tenía problemas de solvencia. El banco se vio obligado a liquidar algunas de sus tenencias del Tesoro con una pérdida significativa, y con los crecientes temores sobre el riesgo de una quiebra bancaria al estilo de 2008, los reguladores se vieron obligados a intervenir, una vez más, para evitar el contagio.

Afortunadamente, se habían aprendido lecciones de 2008. Los reguladores y la Fed intervinieron rápidamente para respaldar los depósitos, creando un nuevo prestamista de último recurso (entre otras medidas), asegurando que las tribulaciones de SVB siguieran siendo idiosincrásicas. Pero no había terminado. Una vez que se asentó el polvo, el colapso de First Republic, SVB y Signature Bank fueron la segunda, tercera y cuarta quiebras bancarias más grandes en la historia de EE. UU.

El colapso de estos tres bancos nos recordó las consecuencias potencialmente de gran alcance de los rápidos cambios en la política monetaria (y fiscal). Pero a pesar de estas quiebras bancarias, las acciones continuaron subiendo. Parte de esto fue una respuesta a la escala y la velocidad de la intervención, pero también una señal de que podríamos estar cerca de un pico para la tasa de la Reserva Federal de EE. UU., con los inversores simplemente comprando la opción de venta para compensar el riesgo de una caída del mercado.

Pero mientras las acciones subían, la reacción del mercado de bonos fue completamente diferente. Los rendimientos de los bonos del Tesoro a 2 años han sido más altos que los que se ofrecen para las notas a 10 años desde mediados de 2022, alcanzando su margen más amplio desde septiembre de 1981 en febrero (Gráfico 1). Esto creó una oportunidad de valor relativo para las estrategias posicionadas para beneficiarse de una inclinación de la curva de EE. UU., basado en un estrechamiento del diferencial de rendimiento a 2/10 años (Gráfico 1). El colapso de SVB fue el catalizador de una reversión en el mercado de tasas a corto plazo de EE. UU., un movimiento récord para las tasas a 2 años (Gráfico 2). Las posiciones cortas de crédito también tuvieron una breve ventana de oportunidad para brillar.

Hablamos mucho sobre cuáles son los mayores problemas que los inversores podrían resolver con alternativos líquidos.

Una de las consecuencias del regreso de la inflación al sistema ha sido la necesidad de reevaluar la asignación tradicional de activos de cartera. La estrategia tradicional de asignación de activos ’60/40′ que ha desempeñado un papel particular para los inversores en las últimas décadas ha estado condicionada a un entorno de inflación/desinflación perpetuamente baja. Esto exigió una mayor asignación a los activos de riesgo de lo que normalmente sería deseable, dada la insignificante tasa libre de riesgo.

Sin embargo, con la tasa de fondos federales de EE. UU. en 5.0%-5.25% (en el momento de redactar este informe) y otros bancos centrales importantes (aparte deJapón) comprometidos con controlar la inflación, esto sugeriría una necesidad posiblemente menor de activos de riesgo, a través de acciones long only, lo que abre la puerta a considerar otras opciones. Con la volatilidad, en nuestra opinión, que probablemente persistirá en 2023, la pregunta para los inversores es: ¿qué parte de esa proporción de renta variable del 60/40 podría diversificarse con alternativas para aportar distintos factores de rendimiento y mejorar potencialmente el perfil de correlación de una cartera más amplia?

Lo que está claro es que estamos operando en un entorno mucho más polarizado que el que existía hace una década, lo que recuerda el comentario de Donald Rumsfeld, ex secretario de Defensa de EE.UU., sobre las ‘incógnitas desconocidas’ (“unknown unknowns”). Incluso si tuviera acceso a una bola de cristal que podría darle una previsión de lo que vendrá, la forma en que reaccionará el mercado podría ser totalmente contraria a la intuición. Entonces, cuando consideramos el balance de oportunidades, estamos pensando en un escenario de  incertidumbre casi radical y qué alternativos líquidos podemos ofrecer en ese entorno.

Creemos firmemente en el valor de una estrategia que ofrece varias palancas para generar rendimiento y que es capaz de producir rendimientos consistentes a largo plazo que no están correlacionados con los activos tradicionales, como las acciones y la renta fija. Lo que funcionó hace dos años o hace 10 años no necesariamente funciona hoy. Todo se reduce a tener el conjunto adecuado de herramientas para el entorno y la capacidad de ajustar el posicionamiento según sea necesario.

Por ejemplo, en 2022, vimos caer las acciones y la renta fija y subieron algunos activos sensibles a la inflación, como las materias primas. Esos entornos donde los precios se mueven constantemente en la misma dirección a lo largo del tiempo son, lógicamente, buenos para las estrategias de seguimiento de tendencias. Pero en entornos caracterizados por saltos en los precios de los activos, como el ya mencionado shock contra-tendencia del bono estadounidense a dos años, las estrategias que siguen la tendencia son, como era de esperar, más propensas a sufrir, lo que lleva a buscar otras opciones, en particular estrategias no direccionales.

En períodos de mayor volatilidad, los inversores pueden considerar estrategias no direccionales que potencialmente pueden funcionar muy bien si el mercado se mueve rápidamente en cualquier dirección. Eso incluiría estrategias que tienen más opcionalidad, que usan mercados derivados para obtener esos pagos positivamente convexos.

Después de un tiempo en el desierto, los bonos convertibles experimentaron un resurgimiento de la demanda en la primera mitad de 2023, lo que refleja las expectativas de que la Reserva Federal de EE. UU. está cerca del final de este ciclo de ajuste. Los niveles de papel nuevo emitido fueron significativamente más altos que en 2022, con el objetivo de financiar el crecimiento, refinanciar la deuda y proporcionar combustible para la actividad de fusiones y adquisiciones. Esto ayudó a inyectar un poco más de la convexidad deseada en el mercado, y dados los cupones más altos que se ofrecen (en respuesta a tasas de interés más altas), aparecieron puntos de entrada potencialmente más favorables para conseguir exposición “buy & hold” a activos que combinan capital y deuda.

El argumento a favor de los alternativos líquidos no se trata solo de si pueden ofrecer diversificación, sino también del tipo de diversificación que eso significa. No todas las estrategias se crean de la misma manera, y existe el riesgo de que lo que se ofrece como alternativa no cumpla de manera consistente con sus objetivos. En este momento, los alternativos que podrían actuar como un «amortiguador» no correlacionado con el potencial de generar alfa parecen una buena solución para ayudar a mantener el equilibrio entre ataque y defensa en las carteras de los inversores. Nuestra opinión sigue siendo que los gestores de alternativos deberán centrarse en mejorar el rango y la adaptabilidad de sus ofertas si pretenden proporcionar a los inversores una plataforma fiable capaz de funcionar durante todo el ciclo del mercado.

 

 

Tribuna de opinión de David Elms, director de alternativos diversificados y gestor de cartera de Janus Henderson Investors. 

La volatilidad en los mercados de divisas, crédito y renta variable destila complacencia

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Foto de Tim Mossholder en Unsplash

La semana pasada explicábamos que era probable que el alza en riesgo geopolítico suspendiera la calma en los mercados, elevando la volatilidad en el precio de las acciones.

En esta línea, el lunes afloraba el ejemplo más reciente en la creciente fricción política sino-estadounidense, a través de las restricciones impuestas por China a la exportación de germanio y galio. Se trata de materiales básicos en la fabricación de semiconductores (sobre todo de radiofrecuencia y LEDs, entre otros) cuya producción mundial se concentra en un 80% aproximadamente en este país asiático. No son considerados como «raros” y de hecho Alemania y Rusia fueron también productores, aunque han perdido relevancia al no poder competir con los costes de extracción manejados por los chinos.

El galio se utiliza en la producción de chips de GaN (gallium nitrade), que presentan una capacidad para conducir electrones más de 1.000 veces más eficiente que los transistores de óxido metálico de silicio tradicionales (MOSFET), al tiempo que pueden fabricarse a un coste inferior. Los GaN pueden facilitar la vigencia de la Ley de Moore y los límites anunciados por China no impedirán que esta tecnología continúe utilizándose. No obstante, a corto plazo la iniciativa incrementará el precio de estos semis y será inflacionista.

La respuesta por parte de la administración Biden no se ha hecho esperar. Un artículo en la edición del Wall Steet Journal del martes sugería la aprobación de una batería de restricciones al acceso de compañías chinas a servicios IaaS/PaaS y SaaS ofertados por empresas estadounidenses, en un intento por bloquear los atajos al acceso a chips GPU que facilitan el desarrollo de capacidad computacional de inteligencia artificial generativa.

Por otra parte, a pesar de tener a priori solo un efecto pasajero y producirse en el seno de una OPEP+ poco coordinada y cohesionada, los recortes en producción de crudo anunciados para el mes de agosto por Arabia Saudí (1 millón de barriles diarios), Rusia (500.000 barriles diarios) y Argelia (20.000 barriles diarios) son otro factor que señala riesgos al alza en el precio de la energía. Además, a este se unen los recortes en producción de esquisto en Estados Unidos, la suspensión de ventas de crudo desde las reservas estratégicas estadounidenses o una demanda algo más pujante desde las economías emergentes.

En el ámbito macroeconómico, las noticias en el sector industrial y –sobre todo– en el terciario tampoco fueron buenas. A pesar de desprender algún destello de optimismo (mejora en pedidos sobre inventarios sugiriendo un proceso ya avanzado en ajuste de existencias), el ISM estadounidense descendió hasta 46 (por debajo del 46,9 de mayo y de las expectativas del consenso), y el PMI de servicios europeo (junio) se revisó a la baja. En China, el índice Caixin de servicios (junio) también retrocedió hasta la cota de 53,9 puntos (por debajo del 57,1 de mayo y del 56,2 previsto). Los datos de creación de empleo (JOLTs, ADP en particular) siguen mostrando un mercado de trabajo tensionado (algo menos las nuevas nóminas no agrícolas) que mantendrá la división entre los miembros de la Reserva Federal.

Todo ello se sucede en un entorno de endurecimiento en condiciones de crédito, pérdida de impulso fiscal y drenaje de liquidez. La negativa del Tribunal Supremo de Estados Unidos a condonar la deuda estudiantil y la finalización este otoño de la moratoria al pago de intereses sobre la misma, mermarán en –al menos– unos 70.000 millones de dólares los próximos doce meses la capacidad de consumir de estos ciudadanos (concentrados en Millenials y Gen Z). Coincidiendo con el repunte en mora sobre líneas de crédito resolvente en máximos de los últimos 15 años que, como vemos en la gráfica del BofA, ya está deprimiendo el gasto a crédito de este grupo demográfico.

Respecto al drenaje de liquidez (que ya comentamos en nuestra anterior nota), la caída en el saldo de RRP en el mes de junio (repo invertido), de ~236.000 millones de dólares, solo ha compensado parcialmente el rápido ajuste al alza en la cuenta general del Departamento del Tesoro (~331.000 millones de dólares). A su vez, las reservas bancarias han compartido el lastre de la emisión de letras y del ajuste de activos en balance (QT) por cerca de 170.000 millones de dólares. De acuerdo con la relación histórica (con coeficiente de determinación de 75%; ver gráfica de abajo), este movimiento debería haber resultado en una caída de algo más del 3% en el S&P 500, y si efectivamente Yellen emite deuda por entre 0,7 y 1 billón de dólares de aquí a septiembre, y la distribución entre fuentes de demanda se reparte entre RRP y reservas bancarias en la proporción en la que ha venido sucediendo las últimas semanas, solo por este concepto la bolsa enfrentará vientos en contra de un -5%.

Ante este velo de incertidumbre, la volatilidad en los mercados de divisas, crédito y renta variable destila complacencia.

Los últimos datos de la Asociación Americana de Inversores Minoristas muestran que sólo 1 de cada 3 encuestados que se confiesan alcistas/indiferentes son bajistas, mientras que en octubre la situación era exactamente la opuesta (3 bajistas por cada alcista/indiferente). Según cálculos del área cuantitativa de Morgan Stanley, la compra de futuros sobre índices bursátiles estadounidenses de gestores de fondos, para compensar la infraponderación en contado, se ha disparado en 28.000 millones de dólares en junio, llevando la posición neta como porcentaje del total de posiciones hasta el nivel más elevado desde 2019.

Nuestro indicador de aversión al riesgo se ha situado por debajo de la marca del percentil 10. Este optimismo, como muestra la gráfica, no ha dejado en el pasado mucho margen para que el mercado continúe subiendo.

Generali refuerza su negocio global de asset management con la adquisición de Conning y sus filiales, y firma un acuerdo a largo plazo con Cathay Life

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Foto cedidaCarlo Trabattoni, Generali CEO Asset & Wealth Management

Generali ha dado a conocer la adquisición de Conning Holdings Limited (GIH), gestora global de activos para seguros y clientes institucionales, de Cathay Life -filial de Cathay Financial Holdings-, una de las entidades financieras más importantes con sede en Asia. Como resultado de la adquisición de CHL por parte de Generali Investments Holding S.p.A, Cathay Life se convertirá en accionista minoritario de GIH y ampliará su alianza con Generali apoyando las aspiraciones estratégicas de crecimiento de Generali Asset Management a nivel mundial.

Conning y sus filiales son empresas de gestión de activos a nivel global que atienden a las necesidades de compañías de seguros y otros clientes institucionales con aproximadamente 157.000 millones de dólares (144.000 millones de euros) en activos bajo gestión. El negocio incluye Conning (seguros y renta fija institucional), Octagon Credit Investors (préstamos bancarios, CLO y crédito especializado), Global Evolution (deuda de mercados emergentes) y Pearlmark (deuda y renta variable inmobiliaria).

Como parte del ecosistema de filiales de Generali Asset Management, Conning y sus filiales seguirán estando dirigidas por el actual equipo de dirección, incluido el consejero delegado y presidente del consejo de Conning Holdings Limited, Woody Bradford. Esto garantizará la estabilidad y continuidad de los equipos, los niveles de servicio al cliente y la estrategia de inversión. Woody Bradford también supervisará las iniciativas para facilitar una estrecha colaboración en áreas como la distribución en el ecosistema de Generali junto a su alta dirección. Conning y sus filiales también se beneficiarán de las mejores prácticas compartidas con Generali Asset Management, así como de su marco operativo y de riesgos.

Generali Asset Management se beneficiará de la adquisición de Conning y de su consolidada base de clientes de seguros e institucionales de sus filiales en Estados Unidos y Asia y estará mejor posicionada para ampliar su negocio de terceros en mercados clave de todo el mundo, aprovechando las capacidades de inversión y las fortalezas de distribución combinadas.

La adquisición, que está alineada con el plan estratégico de Generali “Lifetime Partner 24: Driving Growth”, reforzará la estrategia de Generali Asset Management para convertirse en un operador líder mundial de soluciones de inversión, generando una plataforma combinada con 709.000 millones de dólares (650.000 millones de euros) en activos bajo gestión y añadiendo capacidades diversificadas de alta calidad en renta fija, crédito estructurado y corporativo, deuda de mercados emergentes e inmobiliario privado. El total de activos bajo gestión del Grupo Generali, tras la adquisición de Conning y sus filiales, ascenderá a 845.000 millones de dólares (775.000 millones de euros).

Como contrapartida de la aportación de Cathay Life del 100% de las acciones de CHL en GIH, se espera que Cathay Life adquiera el 16,75% del capital social de GIH al cierre, sujeto a los ajustes de cierre habituales. GIH es la entidad subholding que -al cierre- comprenderá la mayoría de las actividades de asset management globales del Grupo Generali, con la excepción de operaciones seleccionadas, concretamente las de China. GIH generará la totalidad del resultado en gestión de activos de Generali excluida la contribución de la gestión de activos en chinas.

Generali y Cathay Life establecen una alianza a largo plazo, lo que ha llevado a Cathay Life a suscribir un acuerdo de asset management con una duración mínima de 10 años en relación con determinados activos bajo gestión de seguros que seguirán siendo gestionados en su nombre por las sociedades de Generali Asset Management, incluidas Conning y sus filiales. Además, Generali y Cathay Life también han acordado ciertas disposiciones de earn-out que pueden ser pagadas en efectivo tres años después del cierre, condicionado a la consecución de ciertos términos preacordados.

Los acuerdos suscritos entre las partes conceden a Cathay Life determinados derechos de gobierno corporativo en relación con GIH y establecen un periodo de bloqueo sobre las acciones de Cathay Life en GIH. También proporcionan a ambas partes ciertos mecanismos de salida, en línea con la práctica habitual del mercado para transacciones de este tipo y duración.

Generali o GIH no tienen que pagar a Cathay Life ninguna contrapartida en efectivo por adelantado y se espera que el impacto en el ratio de Solvencia II del Grupo sea insignificante.

Carlo Trabattoni, Generali CEO Asset & Wealth Management, dijo que este acuerdo «impulsa la creación de valor sostenible para ambas compañías y gestión de activos para terceros, basándose en la fuerte complementariedad entre Generali Asset Management y Conning. Refuerza nuestras ambiciones y posicionamiento como operador líder mundial de soluciones de inversión diversificadas, con mayores competencias para aseguradoras y clientes institucionales. Los beneficios de esta asociación son significativos para nuestro negocio de asset management, añadiendo capacidades de inversión diferenciadas y de alta calidad”.

Hong-tu Tsai, presidente de Cathay Financial Holding, comentó que “como cliente y accionista desde 2011, Cathay ha disfrutado de una larga y exitosa alianza con Conning. Ahora estamos muy ilusionados por seguir participando como accionistas en Generali Investments Holding y trabajar junto a Generali para apoyar el crecimiento continuo de Conning. También estamos deseando buscar nuevas oportunidades para seguir colaborando, incluyendo el Pacífico asiático”. 

Woody Bradford, Chief Executive Officer y Chair de Conning Holdings Limited, añadió que el acuerdo “se trata de una combinación de negocios altamente complementaria, que presenta oportunidades excepcionales a largo plazo para Conning y sus filiales -manteniendo la capacidad de nuestra firma para ofrecer rendimiento y servicio a nuestros clientes-, al tiempo que ampliamos nuestras capacidades de inversión global. Creemos que esta transacción proporciona estabilidad a nuestros clientes y empleados, mantiene la continuidad del liderazgo y la estrategia y generará nuevas oportunidades de colaboración con Generali y sus filiales para fortalecer ambas firmas”.

Sujeta a las aprobaciones reglamentarias, antimonopolio y de otro tipo, se espera que la operación concluya en el primer semestre de 2024.

Ardea Partners y BofA Securities han actuado como asesores financieros y Linklaters como asesor jurídico de Generali en esta operación.

Una mirada a las oportunidades para la gestión patrimonial en Latinoamérica

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Un análisis del contexto global de la riqueza y cómo la misma está invertida, puede darnos lecciones valiosas para nuestra región. Si bien en los últimos años, y cada vez con mayor fuerza, los grandes actores financieros internacionales han puesto sus ojos en América Latina, aún distamos en ciertas cosas —y en no pocas ocasiones esa distancia es grande— de lo que pasa globalmente en términos de distribución de activos y preferencias entre los administradores de estos recursos. Esta distancia se puede ver como una oportunidad para los que quieren venir a la región y posicionarse aún más entre los grandes patrimonios y los inversionistas latinoamericanos en general.

La riqueza en Latinoamérica, y el caso de Colombia y México en términos de gestión patrimonial

Latinoamérica tiene muchas tareas pendientes para generar riqueza a mayor escala y poder beneficiar a toda la población con ella. En un extremo se encuentran países como México, donde a pesar de que existe una alta concentración de patrimonio en el 1% de la población, los datos muestran que menos del 42% de la población adulta tiene una “riqueza” total de hasta 10.000 dólares; lo que contrasta con países como Brasil y Colombia, donde la población adulta que en conjunto tiene menos de 10.000 dólares, es del 77% y 74%, respectivamente.

Al centrarnos en el tema de altos patrimonios, definidos como los adultos con una riqueza mayor al millón de dólares norteamericano, quiero enfocarme especialmente en el caso de México y Colombia, dos países que corporativamente en Skandia conocemos muy bien. Valga decir que en términos porcentuales, México se parece mucho a la foto global de distribución de riqueza, teniendo incluso menor cantidad de pobres proporcionalmente; mayor cantidad de clase media inferior; algo menos (deuda pendiente) de clase media superior; y muchos menos millonarios porcentualmente. Si uno mira Colombia, la situación es muy diferente: mucha mayor proporción de pobres, menos de la mitad de clase media inferior, menos de clase media superior (aunque proporcionalmente, levemente más que México), y muchos menos millonarios.

Ahora, subdividiendo este último grupo entre HNW y UHNW (aquellos de más de 50 millones de dólares), vemos cómo los países analizados tienen muchos menos millonarios como porcentaje de su población total que el promedio en el mundo. En Colombia el número de personas con riqueza mayor a 1 millón de dólares es de cerca de 39.000; en México supera las 318.000; y en el mundo (incluyendo estos dos países), son un total de 62,5 millones.

Algo que sorprende en nuestra región es que México “solo” tiene 2,5 veces más población que Colombia, pero más de ocho veces el número de personas con un patrimonio mayor al millón de dólares. Claramente la capacidad de los dos países de generar riqueza difiere, siendo mayor en el país azteca.

Cada región tiene sus particularidades en temas de inversión y de preferencia por cierto tipo de activos, y América Latina no es la excepción. Algo que me llamó la atención del último estudio de Dentons 1 es la fuerte preferencia de los family offices en Latinoamérica por sectores “tradicionales”, como el inmobiliario (no residencial) y los sectores industriales; en contraposición con la tendencia global de darle mayor preponderancia relativa a la tecnología y a la inversión en startups. Este puede ser un foco de trabajo de la gestión patrimonial en los próximos años, especialmente en temas de capacitación para los inversionistas de la región, ya que en no pocos espacios donde confluyen actores diversos de la industria se reconoce, de parte de los mismos inversionistas, la necesidad de trazar un camino de conocimiento sobre sectores que en no pocos casos aún son inexplorados para muchas personas en la región.

Los mayores cambios se irán dando hacía activos privados, no solo acciones, sino que especialmente el crédito privado irá ganando preponderancia en las carteras de la banca privada y la gestión patrimonial latinoamericana, por su calidad de ser menos variante dada la tasa de interés de referencia; y también porque luego de los sucesos ocurridos solo unos meses atrás, el acceso a crédito de los canales tradicionales no será tan fluido como antes.

Puede leer el artículo completo en este enlace.

Schroders se asocia con Select Equity Group para lanzar un fondo long-short de renta variable estadounidense

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Schroders ha anunciado el lanzamiento del fondo Schroder GAIA SEG US Equity, un fondo long-short de renta variable estadounidense con sesgo “long” gestionado por Select Equity Group (SEG). Este producto ofrecerá a los inversores acceso a una estrategia con liquidez semanal de alta convicción que invierte en empresas de calidad seleccionadas a través de un exhaustivo análisis. Supone la última incorporación a la plataforma Schroder GAIA, que cuenta ya con doce fondos y 5.400 millones de dólares bajo gestión a 31 de marzo de 2023.

Se trata de una adaptación UCITS de la emblemática estrategia de renta variable estadounidense long-short de SEG, que se lanzó en 1998 y que contaba con más de 9.400 millones de dólares de activos bajo gestión a 31 de diciembre de 2022. Se lanza mediante una fusión de fondos para permitir la transferencia de accionistas del actual subfondo UCITS Select Equity Long Short de SEG.

Andrew Dreaneen, responsable de inversiones alternativas de Schroders, comentó que en Schroders, «los clientes son siempre la prioridad de la estrategia de inversión. Nuestra asociación con Select Equity Group es un reflejo continuo de esto, ya que seguimos buscando oportunidades atractivas para nuestros clientes. El enfoque de análisis independiente de esta estrategia y su filosofía de inversión centrada en la calidad la convierten en una excelente incorporación a la plataforma Schroder GAIA. Mantenemos nuestro compromiso de ofrecer a los inversores acceso a gestores alternativos de alta calidad en un formato líquido y regulado».

Fundada en 1990, SEG es una gestora global de inversiones. Con sede en Nueva York, gestiona más de 40.000 millones de dólares en activos a través de estrategias de renta variable long-only y long/short que invierten en empresas de alta calidad de distintas geografías y con diferentes capitalizaciones de mercado.

El lanzamiento del fondo marca el inicio de lo que Schroders espera que sea una asociación a largo plazo entre ambas empresas.

Henry Davis, director de Select Equity Group, reconoció que le «complace asociarnos con Schroders, que se ha labrado una reputación a lo largo de muchos años creando valor a los clientes. Es un momento emocionante para nuestras dos empresas, ya que los productos alternativos y long-short son iniciativas estratégicas clave que ambos tenemos en común. Estamos impacientes por combinar nuestra experiencia inversora con la escala y alcance global de Schroders».

UBS nombra un nuevo equipo directivo para Brasil y Latinoamérica

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UBS Group AG ha nombrado a Sylvia Coutinho Country Head de Brasil y líder regional para los negocios en América Latina, en un movimiento que se enmarca en la integración de los equipos tras la compra de Credit Suisse por UBS.

Además, Marcello Chilov, ex director ejecutivo de Credit Suisse en Brasil y responsable de gestión de patrimonios para Latinoamérica, dirigirá la gestión global de patrimonios de UBS en Latinoamérica, según publica Bloomberg. Los cambios entrarán en vigor el 17 de julio.

Coutinho trabaja en UBS desde hace más de 10 años y, antes de la fusión, era la directora de UBS en Brasil. También fue directora de Gestión Patrimonial para América Latina. En su nuevo puesto, se centrará en liderar los esfuerzos de integración, así como en supervisar la regulación, la gobernanza y la colaboración entre los negocios de la región. Reportará a Naureen Hassan, presidenta de UBS Américas.

Con la adquisición de Credit Suisse, UBS superará a JPMorgan Chase & Co. y se convertirá en el mayor gestor de patrimonios de América Latina. Credit Suisse tiene una mayor presencia que UBS en el mercado local de banca privada de Brasil, incluidos los préstamos a brasileños ricos, mientras que UBS tiene un modelo de oficinas multifamiliares. UBS tiene centrales de reservas en EE.UU., incluso en las ciudades preferidas por los clientes latinoamericanos, como Miami, Nueva York y Houston, una presencia de la que carece Credit Suisse.

«De cara al futuro, tenemos una oportunidad única para seguir reforzando nuestra posición de liderazgo en el mercado», afirma Jason Chandler, director de Gestión de Patrimonios para América, en la circular a la que ha tenido acceso Bloomberg y que fuentes de UBS han confirmado.

UBS acordó la adquisición en marzo, en un acuerdo negociado por el Gobierno suizo, de Credit Suisse, que colapsó tras años de errores de gestión y escándalos.

Desde septiembre de 2020, cuando UBS inició una asociación con el banco estatal Banco do Brasil SA, la firma suiza ha ido creciendo en banca de inversión en la región. La empresa conjunta incluye la banca de inversión en Sudamérica y el negocio de corretaje en Brasil, donde UBS es el número 2 en lo que va de año, según datos recopilados por Bloomberg.

También incluye un acuerdo comercial entre UBS BB Investment Bank y Banco Patagonia SA en Argentina, controlado por BB. UBS BB Investment Bank es el número 3 en la suscripción de bonos locales de Brasil, según Bloomberg.

Los family offices se vuelcan con los activos alternativos, incluidos los ilíquidos

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Un informe de Aeon Investments, gestora de inversión centrada en el crédito con sede en Londres, revela un importante cambio en las estrategias de inversión de los family offices. Uno de los motivos es la necesidad de planificar la sucesión, pero también por la búsqueda de rentabilidad en un contexto de creciente incertidumbre macroeconómica. El estudio, que contó con gestores de inversión sénior y gestores de patrimonios que trabajan para family offices con un total de 98.400 millones de dólares en activos bajo gestión, muestra un uso creciente de activos alternativos en general y de activos ilíquidos, incluida la deuda privada, el crédito privado y el sector inmobiliario en particular.

Casi todos (97%) los inversores profesionales de family offices entrevistados coinciden en que el impacto de la COVID-19 aceleró la integración de la planificación de la sucesión en las estrategias a largo plazoEsto se ha traducido en una mayor educación para las generaciones más jóvenes y el estudio muestra que están teniendo una mayor influencia en la planificación de las inversiones. Casi dos de cada cinco (39%) directivos de family offices están totalmente de acuerdo en que los miembros más jóvenes de la familia están impulsando un mayor interés por la inversión sostenible y otro 58% está ligeramente de acuerdo.

Casi nueve de cada 10 (88%) están de acuerdo en que las family offices se están diversificando cada vez más en una gama más amplia de clases de activos, siendo los activos ilíquidos, incluida la deuda privada y el sector inmobiliario, los componentes clave de la diversificación.

Alrededor del 90% de los encuestados espera un aumento de la demanda de activos ilíquidos por parte de las family offices en los próximos dos años. La principal motivación para ello es su necesidad de protegerse frente a la incertidumbre macroeconómica, y las inversiones en deuda privada ofrecen a menudo estrategias que proporcionan un cupón a tipo variable, lo que tiene el potencial de constituir una cobertura natural frente a la inflación.

Los family offices también destacan el hecho de que la deuda privada ofrece nuevas oportunidades de inversión y una creciente gama de activos, así como su papel en la diversificación de las carteras y el acceso a los beneficios ESG en las subclases de activos de deuda privada.

El estudio encontró un acuerdo generalizado en que los instrumentos de deuda privada de mayor calidad proporcionan seguridad. Casi todos los encuestados (99%) señalaron que la combinación de rendimientos atractivos y protecciones estructurales, como los pactos de deuda y las mejoras crediticias, ofrecen un alto grado de seguridad. Esto se ve reforzado por la expectativa de una mejora de la regulación en el sector: más de una cuarta parte (26%) espera mejoras drásticas en la regulación de la deuda privada en los próximos dos años, mientras que el 52% espera ligeras mejoras.

Alrededor del 80% de los encuestados espera que las family offices aumenten sus asignaciones a la deuda privada en los próximos dos años, y casi uno de cada 10 (9%) prevé aumentos drásticos.

La personalización de las soluciones de crédito alternativas para las family offices también está llamada a crecer con fuerza a medida que aumenta la demanda de perfiles de vencimiento y rentabilidad más personalizados. Casi nueve de cada 10 (87%) family offices esperan una mayor personalización de las soluciones de crédito alternativas en los próximos tres años. Alrededor del 16% de los altos ejecutivos de las family offices prevén un crecimiento espectacular de la personalización, mientras que sólo el 2% pronostica que la personalización disminuirá durante ese periodo.

Ben Churchill, director de Operaciones de Aeon Investments, afirmó que los family offices «necesitan obtener unos ingresos estables y predecibles, lo que está impulsando un mayor interés por la deuda privada, siendo los activos inmobiliarios residenciales y las áreas especializadas de las finanzas corporativas las clases de activos más populares para ofrecer rentabilidad y preservación del capital. Sin embargo, las instituciones financieras deben reconocer que las family offices son exigentes en lo que respecta a las estructuras de comisiones».

Los ETFs de renta variable reviven con notables entradas de flujos de inversión en mayo

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Lanzamiento de un nuevo ETF
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Los ETFs globales vivieron un mes de mayo de entradas netas de flujos de inversión. En total, las suscripciones ascendieron a 42.100 millones de euros, aunque la cifra sigue estando por debajo de la media, según recoge el informe mensual de Amundi sobre flujos de ETFs.

En cuanto a activos, a diferencia de abril, cuando los inversores se decantaron por la renta fija, las asignaciones a esta clase de activos en mayo fueron casi iguales a las de la renta variable, con entradas de 19.500 millones de euros y 18.200 millones de euros, respectivamente.

Las entradas norteamericanas se mantuvieron prácticamente estables respecto al mes pasado, con 33.300 millones de euros, mientras que las europeas fueron inferiores a las del mes anterior, con 7.200 millones de euros. Los inversores asiáticos añadieron 1.000 millones de euros este mes.

Renta variable

Los ETFs con exposición a índices globales fueron los más populares, con entradas de 2.100 millones de euros. Los inversores siguieron centrándose en la renta variable de los mercados emergentes, puesto que añadieron 1.200 millones de euros, «lo que convierte a mayo en el quinto mes consecutivo desde principios de año con grandes asignaciones a esta clase de activos», según describe el informe. Las estrategias en bolsa japonesa también fueron populares, con una entrada de inversión por 500 millones de euros, lo que refleja la popularidad del mercado asiático entre los inversores europeos. Los inversores añadieron 400 millones de euros a la renta variable de mercados emergentes, lo que supone alrededor de un tercio de la asignación total a esta clase de activos.

En cambio, los inversores retiraron 1.400 millones de euros de las estrategias de renta variable europea, frente a las entradas registradas en febrero y marzo. Los inversores sacaron 600 millones de euros de las estrategias energéticas, tal vez como reflejo de la preocupación por una posible recesión, según Amundi. Las estrategias de volatilidad mínima y alta calidad registraron ingresos de 600 millones de euros y 200 millones de euros, mientras que los inversores retiraron 800 millones de euros de los productos de value, lo que indica, a juicio de la firma, «la adversidad de los inversores al riesgo».

Las estrategias de renta variable ESG ganaron 2.700 millones de euros en mayo, con los índices mundial y europeo añadiendo 1.000 millones de euros y 600 millones de euros respectivamente, lo que refleja la
continua transición desde estrategias más tradicionales.

Por zona geográfica del inversor, los estadounidenses asignaron 17.600 millones de euros a ETFs de renta variable, frente a 13.900 millones de euros a ETFs de renta fija; los inversores europeos se mostraron más adversos al riesgo: los UCITS europeos de renta variable recibieron 2.300 millones de euros, algo menos de la mitad que los de renta fija.

Renta fija

Los ETFs de renta fija UCITS europeos vieron entradas de inversión por 5.100 millones de euros, siendo los bonos soberanos la estrategia más popular, con 2.500 millones de euros, seguida de la deuda corporativa con calificación investment grade, con 1.000 millones de euros. En lo que va de año, 2023 es un año récord para las asignaciones a estrategias de ETF de renta fija, con 27.000 millones de euros. Esta tendencia refleja tanto la cautela de los inversores como la mejora de los rendimientos de esta clase de activos, según explican en Amundi.

Dentro de los bonos soberanos, los inversores prefirieron la deuda denominada en euros, como nuestra la entrada de 1.400 millones de euros a este activo, frente a las ganancias de 600 millones de euros de la deuda denominada en dólares estadounidenses. Dentro de la deuda en euros, los inversores prefirieron las estrategias a todos los plazos, mientras que en el caso de la deuda pública en dólares se decantaron por las estrategias a largo plazo.

Las suscripciones de ETFs de bonos corporativos investment grade denominados en euros ascendieron a 700 millones de euros, todavía con preferencia por las estrategias a todos los vencimientos, y 300 millones de euros a la deuda corporativa investment grade denominada en dólares estadounidenses.

Los ETFs de renta fija ESG ganaron 1.600 millones de euros, con inversores que añadieron 1.000 millones de euros a bonos del Estado y 200 millones de euros a estrategias de investment grade y high yield, respectivamente.