La mutación de las Golden Visa y la competencia global por atraer innovadores

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En la actualidad, alrededor de 30 países en el mundo ofrecen la visa de inversionista, también conocida como golden visa, para atraer capital e inversión extranjera de todo el mundo. Por medio de una inversión pasiva en bienes raíces, fondos de inversión privados o gubernamentales, en dichos países se obtiene a cambio la residencia permanente o la ciudadanía, y para hacerlo más atractivo, algunos países no requieren que el aplicante viva a tiempo completo en el país seleccionado, lo cual ha generado polémica ya que se argumenta que este tipo de inmigrante inversionista no estimula la economía local a mayor nivel y largo plazo.

Los países más populares en este momento, y que todavía ofrecen este programa, son España, Portugal y Grecia, mientras que los estados que cerraron este tipo de programa debido a la presión de la Unión Europea por el posible riesgo de lavado de dinero y corrupción son Malta, Irlanda, Chipre y Bulgaria.

Muchos países están en la competencia global para convertirse en un Innovator Hub y atraer capital humano con ideas innovadoras en vez de solamente capital monetario. El espíritu empresarial no se trata solo de iniciar un negocio, se trata de crear oportunidades, impulsar la innovación y fomentar el desarrollo económico. Los gobiernos que atraen talento internacional y apoyan el espíritu empresarial no solo están ayudando a los empresarios individuales, sino que también contribuyen al bienestar general de sus economías y sociedades.

Aunque cabe resaltar que algunos gobiernos podrían mantener la opción de inversión pasiva, pero exigirán montos más elevados de inversión y con más restricciones.

Por ejemplo, Canadá cerró su programa de visa de inversionista en el año 2012 y la razón oficial de su terminación fue que los candidatos de este programa no estaban manteniendo suficientes vínculos en el país y no generaban crecimiento económico y terminaban pagando significativamente menos impuestos que otros inmigrantes económicos a largo plazo.

Consecuentemente, en el año 2013, Canadá empezó un programa piloto llamado Start-up Visa (SUV), el cual fue lanzado oficialmente en el 2018. El SUV incubator no requiere mínimo de inversión y otorga la residencia permanente canadiense.

El país que más recientemente se unió a esta modalidad es el Reino Unido. El 17 de febrero del 2022, el gobierno británico decidió cerrar su programa de visa de inversionista UK Tier-1, el cual fue lanzado en el año 2008. Esta decisión fue tomada por razones de seguridad y la posibilidad de uso de lavado de dinero.

Ahora, las autoridades británicas están motivando a individuos a presentar sus candidaturas para obtener el visado por medio del programa de Innovator Founder Visa, lanzado el 13 de abril 2023. El programa no requiere mínimo de inversión y otorga la visa de Innovator Founder por tres años y, luego de haber pasado este tiempo, y cumplir con otros criterios, se puede solicitar la residencia permanente.

En conclusión, muchos países están en la competencia global para convertirse en un Innovator Hub y atraer capital humano con ideas innovadoras en vez de solamente capital monetario. El espíritu empresarial no se trata solo de iniciar un negocio, se trata de crear oportunidades, impulsar la innovación y fomentar el desarrollo económico. Los gobiernos que atraen talento internacional y apoyan el espíritu empresarial no solo están ayudando a los empresarios individuales, sino que también contribuyen al bienestar general de sus economías y sociedades.

Puede leer el artículo en la Revista de Funds Society en este enlace.

Los flujos hacia ETFs de renta fija igualan a los de renta variable en junio

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Los flujos de inversión hacia los fondos cotizados (ETFs) globales ascienden, en lo que va de año, a 300.000 millones de euros, según los últimos datos de Amundi correspondientes a finales del mes de junio. Esta cifra estuvo repartida, prácticamente, a partes iguales entre renta variable y renta fija.

Es la primera vez en lo que va de 2023 que los flujos de renta fija igualan a los de renta variable, lo cual es notable si se tiene en cuenta que los activos totales de renta variable ascienden a siete billones de euros, frente a los dos billones de renta fija. La popularidad de los productos de deuda refleja la mejora del valor de la renta fija tras la corrección del año pasado, unos rendimientos más elevados y una gama más amplia de ETFs de renta fija que ofrece a los inversores mayores posibilidades de elección y granularidad, según recoge el estudio de Amundi.

La estrategia más popular en los seis primeros meses del año fueron los índices estadounidenses, «que captaron un total de 55.000 millones de euros, la mitad de estas aportaciones fueron realizadas sólamente en junio por inversores estadounidenses, tendencia que no se reflejó en Europa».

Renta variable
Desde principios de año, los ETFs UCITS de renta variable europea experimentaron entradas por 33.600 millones de euros, siendo la renta variable de los mercados emergentes la estrategia más popular (13.400 millones de euros), mientras que los mercados desarrollados asiáticos ganaron 3.300 millones de euros. «Los inversores aprovecharon las mayores expectativas de crecimiento de esta región, así como las menores valoraciones en relación con EE.UU. y Europa», explican desde la firma. Los índices globales sumaron 11.800 millones de euros durante el mismo periodo, por lo que continuó la tendencia a largo plazo de la popularidad de estas estrategias.

Como reflejo de la caída de los precios de la energía, los inversores retiraron 2.000 millones de euros de los ETFs del sector energético, mientras que añadieron 1.000 y 500 millones de euros a los de tecnología de la información y consumo discrecional, respectivamente. Las tendencias de smart beta reflejaron «claramente» la preocupación de los inversores por la recesión, lo que se tradujo en que las estrategias de renta y calidad atrajeron 1.000 millones de euros y 600 millones de euros, respectivamente. Mientras, las estrategias de valor experimentaron salidas por 1.300 millones de euros y las de impulso, 500 millones de euros.

La renta variable ESG obtuvo aportaciones por 15.400 millones de euros en lo que va de año, por lo que casi iguala los 18.200
millones de euros asignados a estrategias de renta variable tradicional. Los índices globales captaron 4.700 millones de euros, aproximadamente la mitad de las asignaciones totales a esta estrategia. Por último, los ETFs ESG de mercados emergentes sumaron 4.300 millones de euros, alrededor de un tercio de las asignaciones totales a esta estrategia.

Renta fija
En este 2023, los flujos de ETFs europeos UCITS de renta fija casi igualaron a los de renta variable, con 32.600 millones de euros, con la deuda pública como la estrategia más popular, con 16.300 millones de euros. La deuda corporativa investment grade sumó 10.400 millones de euros. La popularidad de los bonos soberanos refleja el mayor rendimiento de estos productos, lo que los convierte de nuevo en una clase de activos atractiva. Sin embargo, también hay algunos indicios de que los inversores están recurriendo a estos activos como refugio seguro, según recoge el informe de Amundi.

Las asignaciones a los índices de deuda pública amplia y a los índices a largo plazo ascendieron a 3.900 millones de euros y 5.800 millones de euros respectivamente, mientras que los inversores también añadieron 4.700 millones de euros a las estrategias a corto plazo. «A principios de año, hubo un gran interés por los bonos a corto plazo, lo que reflejaba la curva de rendimientos invertida y el deseo de los inversores de evitar la duración, pero en junio, las asignaciones a índices amplios y estrategias a largo plazo fueron de 1.200 millones de euros y 1.600 millones de euros, frente a sólo 1.000 millones de euros añadidos a estrategias a corto plazo», detallan desde la firma.

Los bonos con vencimientos más cortos siguen ofreciendo mejores rendimientos, por lo que el aumento de las asignaciones a bonos a largo plazo debe reflejar la preocupación de los inversores por las perspectivas económicas.

En cuanto a las estrategias de bonos corporativos, los inversores se decantaron por exposiciones a todos los vencimientos, con entradas de 11.000 millones de euros hasta la fecha, mientras que retiraron 1.400 millones de euros de ETFs de bonos corporativos a corto plazo.

Las estrategias de renta fija ESG ganaron 6.800 millones de euros, cifra muy inferior a los 25.800 millones de euros asignados a estrategias de renta fija más tradicionales. Esta proporción es mucho menor que la de la renta variable porque las estrategias de deuda pública han sido muy populares este año, pero es más difícil crear estrategias ESG para esta clase de activos que para la deuda corporativa, tal y como apuntan en Amundi. Los inversores asignaron 2.600 millones de euros a estrategias ESG de deuda pública, alrededor del 15% de la asignación total a esta clase. Las estrategias ESG de bonos corporativos investment grade también ganaron 2.600 millones de euros, una cuarta parte de las asignaciones totales

Los estrategas de inversión se sienten más confiados en que el riesgo de recesión está retrocediendo

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Los economistas y estrategas de inversión se sienten más confiados en que el riesgo de recesión está retrocediendo en el segundo semestre de 2023, después de vivir un sólido comienzo de año, con una inflación en retroceso, rentabilidades de dos dígitos en algunos mercados bursátiles y con los rendimientos de la renta fija están en máximos de 15 años. Así se desprende de una encuesta de Natixis Investment Managers realizada a finales de junio

La encuesta revela que el 50% de los economistas y estrategas califica la recesión como un riesgo bajo de cara al segundo semestre, pero se mantienen cautelosos, ya que los vientos en contra del mercado se están intensificando y se perfila un panorama incierto para el segundo semestre. Casi tres cuartas partes de los encuestados (72%) están preocupados por la posibilidad de que la inflación se prolongue más de lo previsto, y el 38% cree que los tipos podrían mantenerse altos durante más tiempo de lo esperado, mientras que al 66% también le preocupan los beneficios empresariales.

Un sorprendente comienzo de año

El primer semestre de 2023 sorprendió a estrategas e inversores. En noviembre de 2022, el 59% de los inversores institucionales creía que la recesión en 2023 era «inevitable» y el 54% afirmaba que la recesión era «absolutamente necesaria» para frenar la inflación. La realidad es otra, ya que los mercados ofrecieron rentabilidades sólidas; los bonos generaron rendimientos atractivos y la inflación empezó a remitir en todo el mundo, con una caída al 3% interanual en EE.UU. 

La encuesta revela que en lo que queda de 2023 sólo el 6% de los estrategas cree que la recesión es “inevitable”, el 53% afirma que existe una “clara posibilidad” y el 9% piensa que la recesión es “muy improbable”.

Tras una dolorosa racha de aumento de los costes, los esfuerzos de los bancos centrales por aliviar la presión empezaron a dar resultados en el primer semestre. En Estados Unidos, la inflación se redujo del 6,5% en junio de 2022 al 3% a finales del primer semestre de 2023, mientras que en la eurozona cayó del 9,2% al 5,5%. El Reino Unido no ha logrado mantener el ritmo, pero empieza a mostrar signos de relajación de la inflación, al caer del 10,5% a finales de año al 8,7% en mayo.

Sólo el 22% de los estrategas encuestados afirma que la inflación es un «riesgo elevado» en el segundo semestre del año, sin embargo, el 38% de los estrategas no cree que se cumplan los objetivos de inflación hasta 2025, y el 9% afirma que es posible que no se alcancen al menos hasta 2026.

Los inversores no deberían ser complacientes mientras persisten los vientos de cara 

La geopolítica (72%) y la política de los bancos centrales (72%) suscitan el mayor consenso en cuanto a vientos en contra. Sin embargo, una cuarta parte (25%) de los estrategas no cree que la geopolítica afecte a los mercados en la segunda mitad del año, sino que la califica de «ruido». Las preocupaciones en torno a la política bancaria se centran en la cuestión de hasta qué punto y durante cuánto tiempo los tipos seguirán siendo restrictivos antes de que la inflación vuelva a los niveles objetivo.

Para el 66% de los encuestados, los beneficios empresariales son un posible factor adverso, aunque el 25% se muestra optimista y afirma que podrían actuar como catalizador en la segunda mitad del año. Los estrategas también están divididos en cuanto a las perspectivas del gasto de los consumidores, ya que la mitad teme que una ralentización del gasto suponga un obstáculo, mientras que el 28% cree que el gasto de los consumidores aumentará, lo que supondrá un catalizador para el crecimiento del mercado. 

“La inflación se está enfriando, pero aún no estamos a salvo. El fuerte gasto de los consumidores, el inflado coste de los servicios y las tensiones geopolíticas pueden hacer que la inflación persista durante más tiempo, lo que se traducirá en una subida de los tipos durante algún tiempo. En general, los estrategas creen que habrá que esperar hasta 2025 para alcanzar los objetivos”, afirmó Mabrouk Chetouane, responsable de Estrategia Global de Mercado, Soluciones en Natixis IM

Encontrando oportunidades 

Al considerar los vientos en contra y las oportunidades, el 34% de los estrategas de mercado afirman que EE.UU. está mejor posicionado para el resto del año, y el 22% piensa que Japón o los mercados emergentes (excluida China) serán los ganadores. Sólo el 16% piensa que Europa será el mercado líder, mientras que sólo el 6% cree que será China. Ninguno de los estrategas apuesta por el Reino Unido.

Existe un fuerte consenso en que las grandes capitalizaciones (81%) superarán a las pequeñas (19%), en parte debido al endurecimiento de las normas crediticias tras la crisis bancaria del primer trimestre. Los estrategas se debaten entre si el growth o el value superarán los resultados a finales de año, con una división al 50%. 

Mercados de bonos

Tras 15 años de rendimientos bajos y negativos, la rentabilidad volvió en 2023. Cuando los bancos centrales subieron los tipos hasta los niveles más altos desde la crisis financiera mundial, los inversores se aprovecharon. El rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años alcanzó el 3,84% en junio, mientras que el de los bonos centrales de la eurozona a 10 años llegó al 3,21%. Preguntados por sus perspectivas para el segundo semestre, el l 47% cree que el rendimiento del bono estadounidense a 10 años se situará entre el 3,5% y el 4%; mientras que el 41% ve un retroceso de los tipos, y el 28% espera que el Treasury caiga a la banda del 3%-3,5%.  Además, el 13% cree que los tipos podrían situarse entre el 2,5% y el 3%.

Sin embargo, los inversores en renta fija siguen con preocupaciones en mente. La primera es que el 72% teme que la inflación se prolongue más de lo previsto; además, el 38% considera que los tipos podrían subir más de lo previsto, y un mismo porcentaje cree que podrían mantenerse altos durante más tiempo del previsto, y otro 38% está preocupado por los impagos y las rebajas de calificación de las empresas

Por el contrario, los estrategas no están preocupados por el crédito al consumo y el mercado inmobiliario, ya que sólo el 13% dice estarlo, pero el 69% ve los errores de los bancos centrales como un riesgo (53% riesgo medio y 16% riesgo alto). Con todo, el 56% de los encuestados cree que los bonos de larga duración superarán a los de corta duración a finales de 2023. 

Es probable que la subida de la renta variable se enfríe 

Los mercados subieron en la primera mitad del año, en gran parte debido al resurgimiento de la tecnología. El Nasdaq registró una rentabilidad del 30%, el mejor primer semestre de los 52 años de historia del índice. El repunte tecnológico, impulsado por el entusiasmo en torno a la inteligencia artificial (IA), también ayudó al S&P 500 a ganar un 15,91%. En Japón, las reformas empresariales y la atención prestada al crecimiento sostenible hicieron que el Nikkei obtuviera una rentabilidad del 27,91% hasta el 30 de junio, la mayor subida en 33 años.

Sin embargo, ninguno de los encuestados espera que el repunte tecnológico se intensifique; menos de un tercio (31%) estima que “continúe de forma estable” y el 6%, cree que la “burbuja estallará”, por lo que las expectativas «deben seguir siendo realistas». La mitad cree que la renta variable en general se enfriará en el segundo semestre y que los precios bajarán para reflejar los fundamentales de las compañías.

Cuando se les pregunta específicamente por la IA, mientras que el 88% cree que puede desbloquear oportunidades de inversión antes indetectables, el 69% opina que acelerará el day trading, el 100% de los estrategas encuestados cree que aumentará los comportamientos potencialmente fraudulentos.

«Las grandes tecnológicas ayudaron a que la renta variable volviera a brillar en la primera mitad del año pero, aunque pocos predicen una caída importante, la mayoría están preocupados por los beneficios empresariales en todo el segundo semestre y esperan que el repunte se desvanezca a finales de año. La recesión sigue siendo una posibilidad real, pero la mayoría anticipa un aterrizaje más suave. Puede que los éxitos del primer semestre se disipen, pero nuestros estrategas y economistas siguen creyendo que hay buenas oportunidades si se mira con atención», afirmó Mabrouk Chetouane.

Efama pide a los responsables políticos más coherencia y menos inestabilidad en la regulación de la divulgación de información sobre inversiones sostenibles

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La Asociación Europea de Fondos de Inversión y Gestión de Activos (Efama) respondió recientemente a la consulta conjunta de las Autoridades Europeas de Supervisión (AES), en la que se establecían varias normas técnicas de regulación (NTR) para el Reglamento de Divulgación de Información sobre Finanzas Sostenibles (SFDR). La AES propone nuevos indicadores de sostenibilidad en relación con los impactos adversos principales (PAI) y divulgaciones adicionales al principio de «no hacer daño significativo», así como algunas otras modificaciones.

Efama subraya en su respuesta a la AES la necesidad de un enfoque pragmático y preparado para el futuro del trabajo técnico de la AES. «Aún quedan cuestiones fundamentales pendientes en el marco del SFDR y la Comisión Europea tiene prevista una revisión en breve, por lo que deben asegurarse de que los cambios técnicos que se realicen ahora no queden obsoletos más adelante por esta revisión», sentencias desde Efama.  

La AES ha propuesto aclaraciones en torno a las fórmulas para los impactos adversos principales y la simplificación de la información mediante el uso de un cuadro de mandos, «que son pasos positivos». Sin embargo, prosiguen desde Efama, «no se ve el valor añadido de ampliar la información sobre la evaluación del daño ‘no significativo’ de las inversiones sostenibles, especialmente porque prevén nuevos cambios en la definición de inversión sostenible y en la evaluación del DNSH.

Por otra parte, los impactos adversos principales del SFDR deben alinearse con las Normas Europeas de Información Sostenible (SFDR) de la Directiva sobre Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD), que definen las obligaciones de información no financiera de las empresas. Sin embargo, apuntan desde Efama, la Comisión Europea ha propuesto recientemente reducir las obligaciones de información de las empresas, «lo que significa que ahora tenemos un desajuste en el alcance, la definición, la evaluación de la materialidad y el calendario». Por lo tanto, se pide a la Comisión que «restablezca esta alineación para garantizar que los gestores de fondos reciban la información no financiera pertinente para, a su vez, poder elaborar sus propios informes SFDR para los clientes».

En tercer lugar, aunque aprecian el valor de las pruebas con consumidores, a Efama le decepciona «que no se hayan realizado antes de esta consulta», ya que «habría sido más productivo consultar sobre aspectos que han sido objeto de pruebas exhaustivas y concluyentes por parte de los consumidores que celebrar debates técnicos sin orientaciones sobre si estos cambios mejorarán la comprensión de nuestra información por parte de los clientes».

Por último, insisten en la necesidad de disponer de tiempo suficiente para aplicar los posibles cambios. «Si los inversores se enfrentan a información que cambia constantemente, se erosiona la confianza de los consumidores en los productos sostenibles, obstaculizando así el progreso en la agenda más amplia de las finanzas sostenibles», apuntan. Para abordar esta cuestión, en Efama recomiendan «encarecidamente» que se establezca un plazo mínimo de un año entre la publicación de las Normas Técnicas Reglamentarias y su aplicación. «Este plazo permitirá al sector financiero prepararse y adaptarse adecuadamente, garantizando una transición fluida sin perturbaciones indebidas», aseguran.

Anyve Arakelijan, asesora de Política Reguladora de EFAMA, comentó que todavía «estamos en los inicios del marco de financiación sostenible de la UE, lo que significa que todo, incluida la información, está en constante cambio», al tiempo que comprende «lo difícil que es encontrar el equilibrio adecuado entre una información significativa para los inversores y una aplicación práctica para el sector».

Sin embargo, Arakelijan aconseja «abordar las cuestiones pendientes dentro del SFDR antes de hacer cambios técnicos que pueden quedar obsoletos por la próxima revisión del SFDR por parte de la Comisión Europea. Los gestores de fondos también deben disponer de los datos no financieros necesarios para preparar sus propios informes reglamentarios». La experta recuerda que, en última instancia, «la comprobación por parte de los consumidores es la clave infrautilizada para garantizar que los eventuales cambios sean significativos y no se apliquen por el mero hecho de cambiar. Un entorno de divulgación confuso y en constante cambio erosionaría lentamente la confianza de los inversores en los productos financieros sostenibles».

Cuatro cambios estructurales que definirán al real estate en el próximo lustro

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Punto de inflexión en el sector inmobiliario
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Después de atravesar el ciclo de subidas de tipos de interés más rápido en décadas, combinado con la segunda y la tercera quiebra bancaria más grandes de la historia de EE.UU. en los últimos meses, ¿qué futuro le queda al real estate? Muchos inversores todavía recuerdan lo fuertemente golpeado que se vio este sector tras la crisis global financiera de 2008, pero lo cierto es que el mercado inmobiliario ha experimentado una profunda transformación en los últimos 15 años. José Luis Pellicer, responsable de la estrategia global de real estate de M&G Investments, ha identificado los cuatro cambios clave que van a definir el rumbo de los activos inmobiliarios en los próximos años:

  • Auge del teletrabajo

La pandemia de Covid-19 trajo el teletrabajo forzoso a las vidas de muchos de nosotros durante el periodo de confinamiento. Una vez superada la pandemia, la modalidad de trabajo híbrido, combinando presencialidad y trabajo en remoto, ha estado en auge en todos los confines del mundo, planteando serios interrogantes para el futuro de las oficinas tal y como las conocíamos antes de 2020. Pellicer explica que el dato global de ocupación de oficinas se sitúa en torno al 63%, pero que varía enormemente por países: EE.UU. es el más afectado, mientras que en países como Corea los trabajadores han vuelto al 100% de presencialidad. El gestor explica que el grado de adopción del trabajo híbrido o en remoto está condicionado por una serie de factores, de entre los que destaca el tamaño medio de la vivienda – lo que condiciona el espacio necesario para poder trabajar-, el peso que tenga la cultura del presentismo en cada país o el tiempo medio que se tarda en ir a trabajar.

  • Sostenibilidad por mandato

“La ESG está acelerando la obsolescencia de los edificios, porque obliga a efectuar reformas periódicas”, explica Pellicer, en referencia a las tendencias de electrificación y generación de energía a partir de fuentes renovables. “Esto va a implicar el incremento de la inversión en capex para la actualización de inmuebles”, resume.

El gestor ha identificado un segundo fenómeno derivada de este obligado cumplimiento, que es el aumento de la polarización por sectores: el mercado está empezando a poner en precio qué subsectores dentro del real estate son más eficientes energéticamente y en cuáles es más evidente la necesidad de reforma.

  • Más residencias y menos oficinas

El experto aclara que esta tendencia va a ser más evidente en Europa, dado que en EE.UU. es más habitual que los inversores institucionales tengan una asignación a real estate residencial en sus carteras – calcula que supone entre el 25% y el 30% de la asignación a real estate en carteras-. Sin embargo, Pellicer afirma que en Europa los inversores institucionales “tendrán que partir de cero” en la construcción de esta clase de asignaciones para sus carteras salvo algunas excepciones puntuales, como en los mercados alemán y danés.

  •  Incremento del e-commerce

Otro de los cambios de tendencia que trajo consigo la pandemia fue el aumento de las compras por internet. Tres años más tarde, esta tendencia se ha más que consolidado, con consecuencias muy notables para el real estate, particularmente el segmento comercial: muchos centros comerciales han entrado en decadencia por falta de visitas – Pellicer calcula que las pérdidas en la inversión podrían llegar hasta el 90% dependiendo de la ubicación del centro-, ha regresado el interés por las calles comerciales céntricas (los consumidores ya no están dispuestos a coger el coche para ir de compras) y, finalmente, ha aumentado la demanda de instalaciones logísticas, pero muy centrada en activos estratégicos de calidad.

“No es 2008”: el mantra

Una vez identificadas las tendencias estructurales que están redefiniendo al real estate, José Luis Pellicer procede a identificar qué partes de su clase de activo parecen más vulnerables, con un claro perdedor: el real estate comercial. El experto de M&G Investments indica, como había explicado ya Funds Society en este reportaje, que la quiebra de los bancos regionales de EE.UU. ha sido especialmente dañina para el sector, dado que muchos de estos bancos habían actuado como financiadores. Pellicer explica que, tras la relajación de la regulación emprendida durante la Administración Trump, muchos bancos regionales habían aumentado la presencia de real estate comercial en sus balances, hasta el punto de que el experto calcula que un 30% de los activos en cartera de los bancos regionales estadounidenses están expuestos al real estate comercial. En contraposición, Pellicer indica que “las entidades financieras de la UE están mucho menos expuestas y mucho mejor capitalizadas”, por lo que concluye que la situación actual es diferente a la que lastró a los bancos en 2008.

“Si hay una recesión, el real estate comercial será de los que más sufran. Pero no está claro que vayamos hacia una recesión profunda, solo podemos constatar por el momento que nos dirigimos hacia una situación económica algo peor de lo que estamos actualmente… pero por el momento es manejable”, matiza el experto.

¿Y qué pasa con el resto de subsectores del real estate? Pellicer realiza un rápido repaso: en el segmento hotelero constata signos de fortaleza gracias a la demanda sostenida de turismo tras el confinamiento durante la pandemia, siendo los países del sur de Europa los más beneficiados de esta tendencia; en el caso de la logística, en cambio, observa signos de vulnerabilidad evidente por su alta sensibilidad a la subida de tipos de interés. En el caso del real estate residencial, Pellicer analiza el nivel de endeudamiento de la población de diversos países europeos para concluir que Suecia es el mercado más vulnerable (donde se ha incrementado el endeudamiento de la población en los últimos años hasta niveles muy elevados), pero que también muestran signos de debilidad Finlandia y Portugal, por la alta sensibilidad de estos mercados a las subidas de los tipos de interés (proporción de hipotecas suscritas a tipo variable). En cambio, considera que España es el país en menor peligro: tras el estallido de la última burbuja inmobiliaria, la población ha aprendido la lección y ha mantenido su endeudamiento en niveles bajos durante la última década.

Otro de los riesgos que afectarán al sector vienen del lado regulatorio: el experto de M&G Investments afirma que “todos los gobiernos se están dirigiendo hacia un periodo de mayor intervención sobre el real estate, ya sea a través de políticas de control de los alquileres, subsidios o incluso forzando a los bancos a prestar más”.

En cualquier caso, el experto pone el acento sobre las compañías de todos los subsegmentos del real estate que tengan el mismo problema en los próximos meses: el vencimiento de su deuda en un momento en el que sus balances sigan muy apalancados. “Muchos jugadores que necesiten financiarse van a tener que quedarse al margen; solo podrán participar en el mercado de emisiones aquellos jugadores que tengan efectivo para gastar”, concluye.

Reunión del BCE: más alzas de tipos y dudas sobre el mensaje

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Lagarde
Pixabay CC0 Public Domain. Los desafíos de Christine Lagarde al frente del BCE

El Banco Central Europeo se reúne esta semana antes del parón veraniego y con el aniversario de la primera subida de tipos de interés recién cumplido. En estos doce meses, los tipos han pasado del 0% al 4% y puede que el proceso de normalización monetaria no haya terminado aún. 

Rubén Segura-Cayuela, economista jefe de Bank of America para Europa, espera que el BCE suba el precio oficial del dinero en la reunión de julio en un cuarto de punto. Una decisión que no sorprenderá ya que “ha sido ampliamente telegrafiada”. Pero todo apunta a que no será una reunión aburrida, ya que la clave del encuentro estará “en lo que sepamos de cara a la reunión de septiembre”.

En este punto, admite que “con unas perspectivas que no han cambiado mucho desde la reunión de junio, no esperaríamos una orientación clara” por parte del consejo de Gobierno del BCE, que irían en la dirección de que “se haga aún más hincapié en la subida durante más tiempo, aunque es probable que tengamos que esperar a recibir orientaciones más claras al respecto”.

Eso sí, el experto maneja una hipótesis de base que apunta a que no haya subida en septiembre, “pero sigue siendo una decisión muy reñida, como refleja la reciente comunicación incluso de algunos de los halcones del BCE” e, incluso, no descarta que dadas sus previsiones de inflación “y unas perspectivas de crecimiento mucho más débiles”, junio de 2024 sigue siendo una fecha válida para el primer recorte.

Germán García Mellado, gestor de renta fija de A&G, lo tiene claro con respecto a la reunión del BCE de esta semana: “En cuanto a tipos, hay pocas dudas sobre la subida de 25 puntos básicos en la reunión de julio, lo que dejaría la facilidad de depósito de la eurozona en el 3,75%”.

Eso sí, pone el foco en el mensaje a futuro del organismo, ya que “tras los mensajes restrictivos en la última reunión de política monetaria en junio y en el foro de Sintra, se daba por descontada la subida adicional en septiembre, pero desde entonces hemos tenido eventos relevantes que hace que se generen ciertas dudas sobre la decisión en esa reunión”, como los síntomas de moderación en el mercado monetario o las declaraciones de unos de los miembros más hawkish del BCE, Klaas Knot, en las que dejó la puerta abierta a no realizar el incremento de tipos en septiembre.

Frederick Ducrozet, director análisis macroeconómico de Pictet WM, considera “poco probable” que el debilitamiento de indicadores de la actividad económica en la zona euro detenga el ajuste monetario, por lo que se inclina por otra subida de los tipos en julio por parte del equipo de Christine Lagarde.  Ahora bien, el experto es consciente de que la inflación se ha desacelerado y otro movimiento al alza en septiembre “es menos cierto”.

A favor juega que la inflación subyacente sigue fuerte, pero una hipotética subida de tipos en septiembre “sería la última del ciclo” y, a partir de ahí, “el BCE se centrará en mantener los tipos de interés a ese nivel más tiempo”. La pausa será más o menos larga, ya que Ducrozet no espera ningún recorte “antes del segundo semestre de 2024”.

Annalisa Piazza, analista de renta fija de MFS Investment Management, por su parte, pone el foco en los programas de liquidez. Antes de la reunión, el organismo «tendrá ocasión de examinar la encuesta sobre préstamos bancarios del BCE del tercer trimestre y los datos de M3 de junio, que recientemente han apuntado a que el endurecimiento de las condiciones de financiación es la principal razón de la ralentización de los préstamos», señala la experta. Piazza recuerda que, a día de hoy, el endurecimiento de las condiciones de financiación «está afectando más a los hogares que a las empresas, pero una mayor cautela por parte de estas últimas aumenta el riesgo de un ritmo de crecimiento muy anémico en 2023-24» y añade que el gran reembolso de TLTRO en junio (alrededor de 500.000 millones de euros) es un elemento adicional de riesgo, «ya que las condiciones de liquidez de la zona euro cambiaron considerablemente, modificando el patrón de inversión». Además, los PMI preliminares de julio también se publicarán antes de la reunión del BCE y la Fed deliberará sobre sus decisiones políticas el 25 de julio. «En resumen, el Consejo de Gobierno del BCE tendrá mucha información que digerir antes de la reunión de este mes».

Precisamente, la reducción de la liquidez también es una prioridad para Karsten Junius, economista jefe en J. Safra Sarasin Sustainable AM, ya que prefiere «una reducción más rápida del balance a otra subida de tipos en ese momento», debido a que esta medida «mejoraría la transmisión de los tipos de interés oficiales a los tipos de depósito de los hogares y las empresas al reducir el exceso de liquidez».

Hamilton Lane mira con atención el apetito por activos alternativos de América Latina

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Juan Delgado-Moreira, Vice Chairman de Hamilton Lane (cedida)
Foto cedidaJuan Delgado-Moreira, Vice Chairman de Hamilton Lane

Después de la emergencia de la pandemia, y a medida que los inversionistas recalibran sus portafolios para un entorno que ha cambiado bastante, los mercados privados han estado recuperando la atención de los inversionistas latinoamericanos. Y una de las firmas que busca aprovechar esa corriente es Hamilton Lane, una casa de inversiones especializada en activos privados.

América Latina “es una región joven del mundo, una región donde están creciendo los AUM, y nuestro objetivo es crecer ahí”, relata Juan Delgado-Moreira, Vice Chairman de la firma, en entrevista con Funds Society, tanto ofreciendo productos a clientes como invirtiendo en la zona.

El ejecutivo explica que “la pandemia ha sido difícil para la región”, pero que “ahora se está viendo el retorno” del momentum en los mercados privados, especialmente en México y Chile, que tienen una posición relevante en esta recuperación.

Por el lado de los usos de capital, Delgado-Moreira comenta que el mercado como destino de inversión “se ha estado empezando a recuperar”, sin una profundización. Por el lado de las fuentes de capital, en cambio, el ejecutivo sostiene que “se ha recuperado y ha estado desarrollándose”.

Esto, explica, ha sido impulsado por inversionistas institucionales –AFP, aseguradoras, etc– y family offices que son cada vez más sofisticados, profundizando la piscina de inversionistas para la clase de activos.

En este contexto, el ejecutivo asegura que “la estrategia de más interés es el mercado de buy-out”. Considerando que el mercado de venture capital latinoamericano es considerablemente menor que Estados Unidos, Israel o China, Delgado-Moreira comenta que las estrategias de créditos y mezzanine tienen más escala.

El profesional asegura que los inversionistas de la región también están mostrando interés por las estrategias de financiamiento evergreen –modalidad donde el aporte de capital es gradual– y que la inversión en infraestructura “ha sido muy interesante también”.

Las luces y sombras para las economías andinas en un entorno global incierto

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En medio de un entorno global incierto, con desafíos en las dinámicas económicas a escala global, Credicorp Capital actualizó su análisis de las principales economías de la región andina, además de otros grandes mercados latinoamericanos.

“A pesar de que todavía existe mucha incertidumbre por el endurecimiento de las condiciones financieras y la alta probabilidad de fenómenos climáticos como El Niño global, la economía mundial ha demostrado una mayor resistencia de la esperada. Sin embargo, los retos persisten, sobre todo en las economías andinas, que aún enfrentan una alta incertidumbre relacionada a las condiciones políticas de la región”, comentó Daniel Velandia, economista jefe de Credicorp Capital.

En el informe Reporte Macroeconómico Trimestral, creado por el equipo de Research, la firma delinea un contexto en que la Reserva Federal de los Estados Unidos parece estar encaminada a lograr un “soft landing”, es decir, a una desaceleración económica más controlada. Eso sí, advierten, la probabilidad de recesión sigue siendo elevada para finales del año.

Por su lado, la inflación parece estar en una firme tendencia descendente en muchos países. Pese a ello, todavía se prevén mayores aumentos a las tasas de interés, en línea con los anuncios de la Fed y la tendencia de otros bancos centrales del mundo, como el inglés, el europeo y el canadiense.

Ante este escenario global, Credicorp Capital ve distintos impactos para las principales economías de la región.

Perú

En el caso peruano, la firma ha recortado su proyección del crecimiento del PIB de 1,8% a 1,3% para este año. Aunque el crecimiento de la economía repuntaría en la segunda mitad del año por la mayor confianza empresarial frente a un contexto sociopolítico más estable, una inflación decreciente y una recuperación de sectores como el turismo, la expansión casi nula registrada en el primer semestre acerca el aumento del PIB del año completo más al 1% que al 2%, señalaron.

La expectativa es un descenso más marcado de la inflación a partir de junio, que esté por debajo del 6% a partir de agosto o setiembre y que cierre el 2023 en 4,8% o menos. En paralelo, Credicorp anticipa que el Banco Central de Reserva reduzca la tasa de referencia para el cuarto trimestre y una ligera depreciación del sol para finales de año.

Existe incertidumbre hacia el 2024 por el impacto que tendría El Niño global, especialmente tras el impacto de los fenómenos naturales a comienzos del 2023.

Colombia

En Colombia, el PIB creció un 3% en el primer trimestre del 2023, por encima de las expectativas iniciales que lo colocaban en alrededor del 2%. Esto a propósito de un consumo privado saludable, un consumo público más fuerte y la contribución de las exportaciones netas, explicó la firma. Sin embargo, el reporte destaca una desaceleración en los próximos trimestres debido a ajustes en la inversión y el consumo privados, a causa de las condiciones financieras ajustadas, los precios elevados, impuestos altos y una mayor incertidumbre política. Con todo, Credicorp Capital espera que la economía colombiana crezca en 1,6% este año.

En lo que concierne a la inflación, desde la firma destacaron que alcanzó su punto máximo en marzo y se espera una reducción gradual en los próximos meses, aunque se pronostica que se mantendrá por encima de la meta trazada por el Banco de la República. En opinión de la compañía, este factor, sumado a la desaceleración de la economía, crea las condiciones para que el banco inicie un proceso de relajación con miras el segundo semestre de este año.

En el caso de Colombia, indicó la firma, la llegada de El Niño global también genera incertidumbre hacia el futuro, mientras que en el terreno político el lento progreso de las reformas más sensibles del gobierno de Gustavo Petro contribuye a una relativa calma en el corto plazo, a la espera de su estrategia para lograr la aprobación de sus reformas en la segunda legislatura.

Chile

En Chile, la incertidumbre política ha seguido reduciéndose luego del referéndum de setiembre del 2022, que supuso el fracaso del proyecto de Carta Magna redactada por la primera Convención Constituyente. El nuevo proceso constitucional ha apuntado en la misma dirección, con la conformación de un organismo constituyente que permite pronosticar la redacción de un documento que Credicorp califica como moderado, minimalista y promercado. Eso sí, advirtieron, a partir de lo que muestran las encuestas, su eventual aprobación no está garantizada.

La firma espera una evolución económica débil en el segundo trimestre del 2023, sobre todo en lo concerniente al consumo privado, aunque con la expectativa es un crecimiento positivo en el segundo semestre. En el mismo período, se espera una disminución en la inflación, donde Credicorp revisó a la baja la cifra para fin de año a 4,4%.

La preocupación sigue concentrándose en la sostenibilidad de las finanzas públicas a mediano plazo, frente al riesgo de presión política y social por un mayor gasto. Entretanto, se mantiene la expectativa de que el peso chileno cierre el año en 770, con respecto al dólar, auguraron.

Otras economías de la región

En Argentina, Credicorp destacó que persiste la preocupación por la aceleración de la inflación y la profundización de los desbalances económicos observados en los últimos años. La inestabilidad, explicada por el desequilibro de las cuentas fiscales, ha estancado la economía y dañado seriamente la confianza de los inversionistas. Entretanto, la demanda por dólares aumenta y se mantiene la tendencia en la devaluación del peso argentino.

La desaprobación del oficialismo puede llevar a un cambio en la dirección política del país en las próximas elecciones de octubre, aunque los retos para el próximo gobernante serán considerables, indicó la firma.

En Brasil, por su parte, la economía se ha visto beneficiada por la mayor producción de bienes agrícolas y mineros y por la mayor demanda china por estos productos. Así, el crecimiento en el primer trimestre se aceleró, superando las expectativas. Con ello, la proyección del crecimiento que la firma tiene para este año es de 2,4%.

Los riesgos globales y el aumento de las tasas de interés, sin embargo, sugieren que el crecimiento podría desacelerarse, advirtieron.

En el caso de México, el panorama luce más claro y seguro. El PIB creció más de lo esperado en el primer trimestre (3,7%) y el consumo privado ha dado muestras de resiliencia, reforzado por los flujos de remesas y la solidez del mercado laboral, según Credicorp. Aun así, por la política monetaria restrictiva y la menor demanda externa se espera una desaceleración en los próximos trimestres.

En general, resaltaron, las expectativas para el desempeño económico son positivas.

Los consumidores de EE.UU. resisten a pesar de la incertidumbre

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Los estadounidenses siguen siendo optimistas sobre sus perspectivas financieras, a pesar de la fuerte preocupación por la inflación, reveló un estudio realizado por Santander Holdings USA.

Los resultados de la encuesta muestran que el 68% de los hogares con ingresos medios creen que están en el buen camino hacia el éxito financiero, relativamente sin cambios desde el primer trimestre.

Aunque la inflación es una de las principales preocupaciones de la mayoría de los encuestados (80%), sólo el 3% considera que las recientes quiebras bancarias son un obstáculo para su prosperidad financiera.

Según la encuesta, la inmensa mayoría de los estadounidenses de renta media sigue confiando en sus proveedores de servicios bancarios y en el sector bancario, y son pocos los que toman medidas significativas en respuesta a los recientes acontecimientos del sector.

Además, el 95% de los hogares de renta media sigue confiando en su proveedor de servicios bancarios y el 84% confía en el sector bancario, resulta del estudio y ocho de cada 10 estadounidenses de renta media (79%) afirman que su comportamiento no ha cambiado como consecuencia de las recientes quiebras bancarias, que no se consideran un obstáculo para su capacidad de alcanzar la prosperidad financiera.

Sin embargo, el 5% de los encuestados cambió de proveedor bancario como consecuencia de las turbulencias.

El estudio, que se basa en la investigación realizada en el primer trimestre, evaluó el estado financiero actual y las aspiraciones futuras de los estadounidenses de renta media, centrándose en cómo han afectado las condiciones económicas actuales a los hogares.

También se analizaron los diversos factores que impulsan la prosperidad financiera, como el acceso a vehículos y a servicios financieros, identificados por los estadounidenses de rentas medias en la encuesta inicial.

Banca híbrida

La encuesta exploró además la creciente preferencia de muchos estadounidenses de renta media por el acceso a la banca digital. Las ofertas digitales son uno de los principales factores que influyen en la selección de proveedores bancarios, ya que el 97% de los estadounidenses de renta media afirman que es importante para ellos, incluido el 75% que lo considera muy importante.

Más del 90% de los encuestados ha realizado una transacción bancaria digital en el último mes, un dato que se mantiene en general en todas las cohortes generacionales. Además, la mayoría de los clientes de renta media (88%) realizan al menos la mitad de sus transacciones digitalmente.

El estudio fue realizado por Morning Consult en nombre de Santander US del 23 al 24 de mayo de 2023. La investigación encuestó a 2.213 clientes estadounidenses de servicios bancarios y/o financieros, con edades comprendidas entre los 18 y los 76 años.

Bonos high yield europeos: ¿hay motivos para ser optimistas?

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Foto de Pawel Czerwinski en Unsplash

Tras un buen comienzo de año, los bonos europeos de alto rendimiento experimentaron un periodo de volatilidad provocado por la crisis de la banca regional en Estados Unidos y la desaparición de Credit Suisse. Como respuesta, los diferenciales de los bonos de alto rendimiento se ampliaron de forma significativa, pero desde entonces se han reducido considerablemente a medida que los inversores recuperaban el aplomo. La atención se ha vuelto a centrar en los posibles problemas relacionados con el impacto de la subida de tipos, el aumento de la inflación y la debilidad de las perspectivas económicas. A pesar de estos vientos en contra, seguimos siendo globalmente positivos con respecto a los bonos europeos de alto rendimiento. Y vamos a explicar a continuación los motivos principales para ello:

El rendimiento compensa con creces el riesgo

A finales de junio de 2023, el mercado europeo de alto rendimiento ofrecía una rentabilidad a vencimiento del 7,53%, lo que consideramos que recompensa a los inversores por el riesgo que asumen. Aproximadamente el 40% del rendimiento se deriva de la curva de tipos de la deuda pública europea subyacente. Por lo tanto, una proporción significativa de la exposición en su totalidad es a los seguros bonos gubernamentales europeos. El otro 60% del rendimiento está compuesto por el diferencial de crédito, que es el rendimiento adicional que buscan los inversores que prestan su capital a las empresas como compensación por el riesgo de que incumplan su deuda.

Actualmente, este diferencial se sitúa en torno al 4,46% y muy por encima de la media a 10 años del 4,05%. En nuestra opinión, la rentabilidad adicional compensa con creces las actuales perspectivas de impago, según las previsiones de Moody’s. La tasa de impago prevista a 12 meses es del 3,80%, ligeramente inferior a la media a largo plazo de alrededor del 4,0%. Creemos que Moody’s está siendo algo pesimista. Prevemos que la morosidad real será más benigna. Los inversores también deberían tener en cuenta la tasa de recuperación en caso de impago de una empresa, que históricamente se ha situado en torno al 50%. Esto reduce el impacto sobre la rentabilidad a cerca del 2%, en caso de que las previsiones de Moody’s resulten correctas.

Luego está la situación económica. Si la economía cae en una recesión leve, los bancos centrales probablemente reducirían los tipos de interés y los rendimientos de la deuda pública bajarían. Esto impulsará los rendimientos de los inversores debido las ganancias que proporciona la sensibilidad a la duración subyacente. Teniendo en cuenta estos factores, confiamos en que los bonos high yield europeos proporcionen rentabilidades positivas a medio plazo.

Perfil de la deuda con un vencimiento ampliado

Las empresas aprovecharon el coste de financiación relativamente atractivo justo antes y durante la pandemia para ampliar su perfil de vencimientos. Durante 2019-2021, las compañías refinanciaron deuda por un valor total de aproximadamente el 80% de todo el mercado, asegurando bajos tipos de cupón por debajo del 4%. Esto significa que no hay un «muro de vencimientos» inminente en el que una gran proporción de la emisión de bonos en el mercado está a punto de vencer y los emisores afectados se ven obligados a refinanciar a tipos de interés vigentes posiblemente mucho más elevados. De hecho, menos del 20% del mercado llegará a su vencimiento a finales de 2024, y la mayor parte se producirán en 2026.

Esto proporciona un respiro, permitiendo a las empresas aguardar a que los bancos centrales hayan completado su ciclo de subidas y a que el coste de la financiación sea potencialmente inferior a los elevados niveles actuales.

Los fundamentales de las empresas son buenos, aunque se impone la cautela

Las compañías europeas se encuentran en una situación relativamente sólida. La economía parece resistente, el desempleo es bajo y el consumidor sigue gastando, lo que ha mantenido la rentabilidad empresarial. Sus balances no están al límite, y los indicadores más vigilados, como el apalancamiento y la cobertura de intereses, se sitúan en niveles adecuados.

Sin embargo, hay indicios de que las subidas de tipos  y la elevada inflación están provocando tensiones en ciertos sectores del mercado. Las empresas sin poder de fijación de precios para repercutir el aumento de los costes o las industrias que sólo han logrado sobrevivir gracias a una financiación barata pueden tener dificultades. El mercado distinguirá entre los más fuertes y los más débiles. Por lo tanto, será importante que los inversores comprendan a la perfección a las empresas a las que presta capital. Por ello, consideramos que un enfoque de gestión activa puede añadir un valor significativo en este entorno.

Los bonos high yield europeos se comparan favorablemente con los estadounidenses

El mercado europeo de alto rendimiento tiene un perfil de riesgo más bajo que su equivalente estadounidense. Por lo tanto, podría ser la mejor opción si nos dirigimos hacia algunas perturbaciones económicas. Por término medio, la calidad crediticia del mercado europeo es un escalón superior (BB-), frente a la calificación estadounidense (B+). Según Moody’s, el mercado europeo también tiene una tasa de impago prevista a 12 meses más favorable, del 3,8%, frente al 5,6% de Estados Unidos.

Es de esperar que el perfil de riesgo más elevado se refleje en los precios; sin embargo, el diferencial de crédito estadounidense es bastante más estrecho. El mercado estadounidense «sólo» ofrece a los inversores un diferencial de crédito del 4,05%, frente al 4,46% de Europa. Este desequilibrio se refleja en toda la gama de calificaciones, desde BB hasta CCC. En su defensa, el mercado estadounidense tiene un mayor rendimiento a vencimiento, del 8,6%, aunque esto se debe principalmente al mayor rendimiento disponible de los bonos subyacentes del Gobierno estadounidense.

Conclusiones

El entorno de inversión se ha mostrado resistente en lo que va de 2023. Algunos inversores predicen una marcada desaceleración económica debido al endurecimiento de las condiciones monetarias. Otros consideran que los bancos centrales pueden lograr un aterrizaje suave y evitar la recesión. Sea cual sea el escenario que prevalezca, los bonos high yield europeos, con su equilibrio entre riesgo de crédito y sensibilidad a la duración, podría ofrecer resultados positivos a los inversores a medio plazo.

Columna de Peter Marsland, Investment Specialist en abrdn