Los fondos monetarios siguen siendo una inversión atractiva para los inversores institucionales

  |   Por  |  0 Comentarios

Fondos monetarios atractivos
Pixabay CC0 Public Domain

Pese a cómo ha cambiado el mercado a lo largo de estos últimos diez meses, los fondos monetarios no han perdido atractivo y siguen siendo una herramienta clave para la gestión de la liquidez en las tesorerías de las empresas y entre los inversores institucionales. Según Ofi Invest, este tipo de estrategias presentan una serie de ventajas en el contexto actual de mercados: requieren una gestión precisa y rigurosa, aportan diversificación que minimiza los riesgos, y proporcionan seguridad y rentabilidad en el corto plazo.

Para tener el éxito de estos fondos es necesario echar un vistazo al mercado. Los expertos de Ofi Invest reconocen que, pese a la bajada de tipos, los fondos monetarios siguen en terreno positivo, tal y como ha sucedido históricamente, por su capacidad para navegar en diferentes entornos de tipos, como por ejemplo sucedió en la fase del Covid. Por tanto, explican que las empresas seguirán utilizando los fondos monetarios para gestionar su cash, ya que ofrecen liquidez y flexibilidad. “Los tipos de interés positivos siguen facilitando retornos competitivos para los inversores, manteniendo el nivel de riesgo, e incluso con tipos de interés más bajos, lo que hace que los fondos monetarios sigan siendo atractivos por su seguridad y flexibilidad. Son las cualidades idóneas para las tesorerías de las empresas, que necesitan soluciones eficaces para gestionar sus necesidades de capital circulante (Working Capital Requirement)”, argumentan.

Según la gestora, una gestión rigurosa de estos fondos es clave para tener éxito en estas estrategias y considera que un ratio clave para ello es el vencimiento medio ponderado o WAM (Weighted Average Maturity), que que indica cuánto tiempo están expuestos los valores de la cartera en cada fondo monetario a las fluctuaciones de los tipos de interés. Se trata de un indicador crítico porque refleja la sensibilidad del fondo a los cambios en los tipos de interés. Según su experiencia, un WAM bajo ayuda a minimizar los riesgos de pérdida de valor en caso de una subida de los tipos de interés, manteniendo una elevada flexibilidad para ajustar posiciones en la cartera.

“Gestionar el WAM, es una fuente de rendimiento para los fondos del mercado monetario. En Ofi Invest AM lo hacemos estableciendo un escenario de tendencia de tipos, basándonos en el análisis macro y micro de los mercados, las reuniones del BCE, etc. Para ajustar el WAM, utilizamos micro o macro swaps de tipos de interés para cubrir o exponer una cartera. Estos swaps nos dan la flexibilidad para reaccionar y ajustarnos a las condiciones cambiantes del mercado”, explica Daniel Bernardo, Co-Head of Money Market Strategies en Ofi Invest AM.

Cuestiones relevantes

Por otra parte, la preservación de capital y la liquidez diaria convierten a los fondos monetarios en una herramienta esencial para gestionar la liquidez de las empresas de forma activa en un contexto de caída de los rendimientos. Según el análisis de Ofi Invest, esto provocó que durante la fase de ocho años de tipos de interés negativos (desde junio 2014 a   julio de 2022, tocando fondo en el -0,50%) los fondos monetarios mantuvieron un nivel elevado en activos bajo gestión porque siguieron aportando protección del capital, liquidez y seguridad.  

Otra cuestión es la importancia de la diversificación como una de las mayores ventajas de los fondos monetarios porque ayuda a minimizar el riesgo de contraparte, que puede evaluarse en función de las calificaciones crediticias de los emisores. Los fondos monetarios son especialmente eficaces a la hora de diversificar emisores y vencimientos, lo que ayuda a reducir la exposición a una única tipología  de riesgo.

«Un ejemplo reciente fue la crisis bancaria en EE.UU., en marzo de 2023.La diversificación de los fondos monetarios, protegida por la regulación MMFR, que obliga a unos niveles mínimos de diversificación por emisor y tipología de producto, fue esencial para evitar el riesgo de concentración. De este modo, los fondos monetarios aportan diversificación desde varios ángulos, tanto por la granularidad de la inversión, como por el número de emisores, y la diversificación sectorial y geográfica”, añaden los analistas de Ofi Invest.

Los gestores de fondos monetarios cuentan con amplios recursos para llevar a cabo su labor, tales como análisis del riesgo crediticio y del riesgo idiosincrático, análisis sectorial, análisis ISR/ESG, una mesa de negociación, y un equipo externo de selección de fondos. La clave es “saber gestionar el riesgo porque sin riesgo no hay remuneración”, según Ofi Invest. Por tanto, una gestión proactiva y eficiente de la liquidez,  así como mantener buenas relaciones con los inversores, son esenciales para mantener la estabilidad y el buen comportamiento de los fondos monetarios.

“Así, durante la crisis del COVID, los fondos monetarios tuvieron que gestionar elevados reembolsos para satisfacer la necesidad de liquidez de los inversores, lo que exigió una gestión  minuciosa de los activos líquidos. Para mantener una liquidez permanente y constante, es necesario cumplir los coeficientes de liquidez exigidos por MMFR, (una liquidez diaria del 7,5% y semanal del 15%), y también invertir un porcentaje no superior al 10% en fondos monetarios”, explican los analistas. 

Otra forma de preservar la liquidez, según los expertos de Ofi Invest, es mantener un porcentaje de inversión en bancos con alta calificación crediticia, entre el 30% y el 40% de los activos netos. Un mecanismo que se complementa con el conocimiento del pasivo y un calendario ajustado a la ciclicidad del fondo. Cumpliendo estos criterios, los fondos monetarios pueden satisfacer grandes reembolsos sin comprometer el desempeño o la estabilidad de la cartera, según concluyen los expertos. 

Principales temáticas

Los fondos monetarios también pueden estar vinculados a temáticas concretas. Los expertos de la gestora señalan algunas como, por ejemplo, la sostenibilidad, y el papel de las nuevas tecnologías, en concreto la inteligencia artificial y el blockchain. «La cuestión sobre sostenibilidad que plantearon los expertos fue, ¿están haciendo los tesoreros de las empresas un mayor esfuerzo para invertir en fondos monetarios sostenibles? En la selección de fondos monetarios se incluyen criterios ESG y son muy inusuales los fondos sin certificado SFDR. Los tesoreros buscan fondos que estén alineados con sus políticas de inversión, y la selección de fondos suele aprobarse de antemano para cumplir estos requisitos», indican. 

Respecto a los cambios que podrían suponer la incorporación de la IA y el blockchain en la gestión de fondos monetarios, los expertos de la gestora creen que podrían reducir los errores al introducir datos y automatizar las tareas administrativasRespecto al blockchain, puede ser una fórmula útil para acelerar las transacciones de los tesoreros. En conclusión, tanto la Inteligencia Artificial, como el blockchain, son avances que pueden mejorar la eficacia y la seguridad del sector financiero, según Ofi Invest. 

Último repaso a los principales escenarios de las elecciones presidenciales en EE.UU.

  |   Por  |  0 Comentarios

Inversión en renta fija y Fed
Wikimedia CommonsMonte Rushmore, Estados Unidos

Finalmente, Kamala Harris y Donald Trump medirán fuerzas en las urnas mañana, aunque se estima que 42 millones de estadounidenses ya han ejercido su derecho a través del voto adelantado. Teniendo en cuenta que las encuestas muestran que los candidatos están muy igualados, hacemos un último repaso a los posibles escenarios, según la opinión de las firmas de inversión internacionales. 

Los expertos de las gestoras coinciden en que el ciclo económico no cambiará el 6 de noviembre, el día después de las elecciones de EE.UU., pero sí reconocen que la combinación de políticas podría tomar un rumbo diferente, y los mercados financieros tratarán de ponerle un precio. “Hasta cierto punto, es posible que ya lo hayan estado haciendo, con las expectativas de tipos y el dólar subiendo a medida que las encuestas se han inclinado a favor de Trump, aunque los sólidos datos publicados recientemente probablemente expliquen la mayor parte de los movimientos. Hay que tener en cuenta que en este proceso electoral existe la posibilidad real de que el ganador de las elecciones no se conozca hasta dentro de algún tiempo. En nuestra opinión, se trata de un escenario con un riesgo de cola para nada desdeñable, y puede provocar un risk off en los mercados”, afirman los analistas de J. Safra Sarasin Sustainable AM (JSS SAM).

Principales consideraciones

La primera aproximación a estos escenarios nos la ofrecen justamente los analistas de JSS SAM, quienes consideran que el impacto de las propuestas de los candidatos variará mucho en función de la combinación de políticas que se siga y de cómo se estructuren. 

Otro punto a tener en cuenta es que, según Salvatore Bruno, director adjunto de inversiones y director de gestión de activos de Generali AM (parte de Generali Investments), la política de ambos candidatos puede tener consecuencias inflacionistas precisamente por las opiniones diferentes que han roto el proceso de globalización deflacionista en un mundo multipolar e inflacionario.

“La guerra en Ucrania ha hecho que Europa sea más dependiente del Gas Natural de Estados Unidos, el cual, debe pasar por el Cabo de Buena Esperanza, una ruta claramente más costosa y larga que por el Canal de Suez. Además, hay que tener en cuenta los equilibrios internacionales, especialmente la tendencia de China, que se perfila como uno de los principales motores de un mundo multipolar. China influye cada vez más en los países emergentes y también en la transición energética”, añade Bruno.

Sobre cuál será la reacción del mercado, el experto de Generali AM reconoce que dependerá sobre todo del soporte que tenga el nuevo presidente a nivel del Congreso más que del nuevo presidente. “Recomendamos prudencia, pues siempre conviene recordar que el mercado tiende a tener una primera reacción más emotiva y luego tiende a estabilizarse y continuar más ordenadamente. centrándose en las repercusiones a medio y largo plazo de los resultados electorales sobre los fundamentales y la dinámica macroeconómica”, concluye Bruno. 

En este sentido, Axel Botte, jefe de estrategia de mercado de Ostrum AM (affiliate de Natixis IM), considera que los mercados financieros parecen obsesionados, casi paralizados, por las próximas elecciones estadounidenses. “Las próximas elecciones estadounidenses suponen un riesgo para los tipos de interés a largo plazo que los bancos centrales se esfuerzan por contener. Los próximos días son cruciales para la dirección de los mercados en los próximos meses”, indica Botte, que hace referencia no solo a las elecciones sino, también, a las recientes publicaciones económicas y a la reunión de la Fed de esta semana. 

«Los giros a menudo dramáticos de la campaña de este año, así como el contraste de las propuestas políticas de los dos candidatos, añaden peso al acontecimiento del 5 de noviembre. Sin embargo, siempre hemos insistido en un punto muy importante: no mezcle la política con su cartera. Hasta ahora, este consejo ha demostrado ser acertado a pesar de la palpable angustia por el resultado de las elecciones: una cartera global 60/40 de acciones y bonos ha rendido un impresionante 11% en lo que va de año. Y aunque no recomendamos grandes cambios en su asignación estratégica de activos en relación con los posibles resultados de las elecciones, seguimos abogando por oportunidades tácticas para mejorar el rendimiento de su inversión o minimizar la volatilidad”, apunta Kurt Reiman, codirector de ElectionWatch, informe de UBS Global Wealth Management.

Un posible triunfo de Trump

Según la Tax Foundation, algunas de las propuestas fiscales de Trump -como hacer permanentes las deducciones por maquinaria, equipos e I+D- están bien diseñadas y podrían ayudar a impulsar el crecimiento a largo plazo. Otras, sin embargo, están mal concebidas y empeorarían el código tributario. “Peor aún, su dependencia de los aranceles para compensar parte del coste conlleva importantes riesgos a la baja. Los aranceles son una forma especialmente ineficaz y distorsionadora de recaudar ingresos, ya que generan pérdidas a los compradores nacionales que superan la suma de los beneficios para los productores y los ingresos arancelarios, al tiempo que invitan a represalias desde el exterior”, añaden desde JSS SAM. 

Otro punto relevante, es la política fiscal. Según George Brown, economista senior de Estados Unidos de Schroders, si Donald Trump gana un segundo mandato y tiene un Congreso controlado por los republicanos con el que trabajar, es probable que las disposiciones de la TCJA se prorroguen más allá de 2025.

Por su parte, Kevin Thozet, miembro del comité de inversiones de Carmignac, señala que para la economía, un gobierno Trump 2.0 prolongaría el excepcionalismo estadounidense, impulsando la economía con esteroides hasta sus límites hasta que el punto de ruptura y la subida de tipos haga estallar las burbujas estadounidenses. “Mientras que un gobierno de Harris perseguiría un aterrizaje suave de la economía estadounidense y dejaría la oportunidad de brillar a otras regiones”, matiza. 

Según Thozet, para los mercados financieros, un Trump 2.0 probablemente provocaría una rotación sectorial, de factores y de valores dentro de los propios mercados de renta variable estadounidenses. Mientras que considera que “un gobierno de Harris permitiría una rotación fuera de los mercados de renta variable estadounidenses”.

Por último Lizzy Galbraith, Political Economist de abrdn, sostiene que hay varias versiones potenciales de una presidencia de Trump, dependiendo del resultado del Congreso y de su estilo de gobierno. “Sin embargo, lo más importante es que gran parte de la agenda comercial de Trump puede aprobarse con decretos ejecutivos. Asignamos un 25% de probabilidad a la guerra comercial, un 15% a un resultado favorable al mercado que implique recortes fiscales y desregulación, y un 10% de probabilidad a un escenario potencialmente volátil que implique recortes fiscales, desregulación, proteccionismo y la politización abierta de la política monetaria”, afirma Galbraith.

¿Y si gama Kamala Harris?

Kamala Harris, por su parte, pretende reducir la desigualdad aumentando los impuestos a las compañías y a los ricos, bajando los precios de los medicamentos con receta y ampliando los créditos fiscales para las familias con rentas bajas. Sin embargo, algunas de las subidas de impuestos que propone podrían perjudicar a la competitividad estadounidense. Además, es poco probable que invierta la tendencia hacia un mayor proteccionismo. Al igual que las propuestas de Trump, las suyas probablemente aumentarían el déficit, aunque en menor medida. 

El CRFB prevé que, con Harris, el déficit se mantendría en el 6,3% en el mejor de los casos, pero probablemente aumentaría al 7,2% y podría alcanzar el 8,3% en la próxima década. Con un Congreso dividido, es probable que ni Trump ni Harris apliquen sus planes en su totalidad. Esto hace que la expiración de la Tax Cuts and Jobs Act (TCJA por sus siglas en inglés) de 2017 a finales de 2025 sea crítica. Tanto la Cámara de Representantes como el Senado estarán dispuestos a prorrogar al menos algunos de los recortes, ofreciendo al próximo presidente una palanca para avanzar en un nuevo proyecto de ley en línea con sus promesas de campaña.

Sobre las políticas fiscales, Brown explica que si Kamala Harris gana la presidencia y los demócratas controlan tanto el Senado como la Cámara de Representantes, es probable que cambien las principales disposiciones de la TCJA. “La vicepresidenta Harris y sus compañeros demócratas han criticado con frecuencia el grado en que los recortes fiscales de 2017 favorecieron a los ricos y a las corporaciones. Aun así, Harris se ha comprometido a mantener la promesa del presidente Biden de no subir los impuestos a nadie que gane menos de 400.000 dólares al año. Cumplir esa promesa exigiría prorrogar algunas de las disposiciones de la ley de 2017 sobre el impuesto sobre la renta de las personas físicas”, comenta el experto de Schroders. 

Asimismo, añaden que Harris también ha propuesto varios recortes fiscales nuevos para la clase media: “Es probable que la totalidad de los nuevos recortes fiscales propuestos por la vicepresidenta Harris solo se conviertan en ley si los demócratas obtienen la mayoría tanto en el Senado como en la Cámara de Representantes.En un gobierno dividido, con los republicanos y los demócratas teniendo cualquier combinación de control dividido sobre la Casa Blanca, el Senado y la Cámara de Representantes, el destino de los recortes de impuestos de 2017 probablemente será mixto, con algunas disposiciones que se les permita expirar, mientras que otras podrían ser prorrogadas o restringidas”.

En opinión de la experta de abrdn, Harris ha presentado una agenda política más expansiva que Biden, desde el punto de vista fiscal, y promete un paquete de desgravaciones fiscales, pero también propone un impuesto de sociedades más alto y una mayor regulación de ciertas prácticas empresariales. “Sin embargo, la candidata demócrata tendría dificultades para aplicar gran parte de esta agenda a menos que consiguiera un Congreso unificado. Consideramos que esto es poco probable y le damos sólo un 10% de probabilidades a este escenario. Aun así, un gobierno de Harris con un Congreso dividido, un escenario al que otorgamos una probabilidad del 40%, podría ser capaz de aprobar propuestas suavizadas de su agenda. El interés republicano en la desgravación fiscal por hijos y la reforma de la inmigración hace posible un acuerdo bipartidista”, comenta Galbraith.

Para Greg Meier, economista senior de Global de Allianz Global Investors, hay tres principales canales en los que las políticas de la vicepresidenta Kamala Harris y del expresidente Donald Trump afectarán los mercados: el crecimiento económico, la inflación y la demanda de activos refugio. “Dado nuestro supuesto de un gobierno dividido, creemos que una segunda presidencia de Trump podría significar una debilidad en las acciones internacionales y de EE. UU., pero con apoyo al dólar estadounidense y al oro, mientras que las implicaciones para los bonos del Tesoro de EE. UU. son menos claras. Con Kamala Harris probablemente continuando al menos algunas de las políticas del presidente Joe Biden, el impacto en el mercado si ella gana podría ser más neutral, con posible apoyo para las acciones estadounidenses y las materias primas”, afirma Meier.

M&G lanza una estrategia de bonos sostenibles en colaboración con su especialista en impacto responsAbility

  |   Por  |  0 Comentarios

Nueva estrategia de bonos sostenibles de MG
Pixabay CC0 Public Domain

M&G ha anunciado el lanzamiento de su primera estrategia de bonos corporativos sostenibles en colaboración con responsAbility, la gestora de activos con sede en Suiza y 20 años de experiencia en inversiones de impacto, adquirida por M&G en 2022. El nuevo fondo, M&G (Lux) responsAbility Sustainable Solutions Bond Fund, artículo 9 según SFDR, ha sido diseñado a partir de conversaciones con inversores institucionales y wholesale interesados en estrategias activas y sostenibles en renta fija.

“Aprovechando la dilatada experiencia en crédito de M&G y la larga trayectoria de responsAbility en inversión sostenible y de impacto, el equipo seguirá una estrategia de crédito basada en el análisis fundamental, construyendo una cartera altamente diversificada de bonos globales con grado de inversión”, explican desde la entidad.

M&G tiene como objetivo que los bonos, seleccionados de modo activo, impulsen un cambio positivo en seis áreas distintivas: mejor salud, mejor trabajo y educación, inclusión social, economía circular, soluciones medioambientales y acción climática. Las inversiones, según M&G, se asignarán a Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas en función de sus contribuciones y los bonos de la cartera serán: 

Bonos para la financiación de proyectos, es decir, bonos ASG que financian un proyecto específico que persigue resultados medioambientales (bonos verdes) o sociales (bonos sociales), o una combinación de ambos (bonos de sostenibilidad); o empresas proveedoras de soluciones o bonos emitidos por empresas que abordan activamente problemas relacionados con retos medioambientales o sociales a través de los principales productos y servicios que ofrecen.  

M&G ha anunciado que el nuevo fondo estará cogestionado por Mario Eisenegger y Ben Lord, parte del equipo de renta fija global de mercados públicos de M&G, con 161.000 millones de euros en activos bajo gestión. “responsAbility actuará como asesor de inversión, aportando sus extensos conocimientos en sostenibilidad y apoyando el análisis exhaustivo de los equipos de research de M&G, líderes en el sector. responsAbility también será miembro con derecho a voto del Comité independiente de Impacto, ODS y Soluciones de M&G”, explican desde M&G.

Uno de los principales aspectos que ha destacado la entidad es que diez años después de la emisión del primer bono verde corporativo en 2013, el mercado de bonos ESG ha presentado a los inversores un universo creciente de bonos verdes, sociales y de sostenibilidad. En los tres primeros trimestres de 2024, la emisión mundial de bonos corporativos ESG alcanzó los 306.000 millones de dólares, según datos de M&G, lo que representa el 23% de la oferta corporativa total actual en el espacio europeo de grado de inversión.

A raíz de este lanzamiento, Neal Brooks, director Global de Producto y Distribución de M&G, ha comentado: “Esta estrategia demuestra la capacidad de M&G para combinar sus equipos y capacidades con el fin de crear soluciones únicas que aúnen nuestros puntos fuertes en renta fija activa y las credenciales de impacto de responsAbility. El M&G (Lux) responsAbility Sustainable Solutions Bond Fund ha sido diseñado para satisfacer la demanda de fondos de pensiones, compañías de seguros e inversores wholesale en Europa que buscan alinear sus carteras activas de renta fija pública a un cambio positivo». 

Por su parte, Mario Eisenegger, gestor del fondo, ha añadido: «Una de las formas más eficaces para que los inversores en bonos contribuyan a los Objetivos de Desarrollo Sostenible es la financiación directa de proyectos medioambientales y sociales, proporcionando fondos a empresas que realicen una contribución significativa y positiva al planeta o a la sociedad a través de sus modelos de negocio. Este fondo hace exactamente eso, dando al equipo un mandato claro para centrarse en estas prioridades urgentes a la hora de invertir el dinero de nuestros clientes. Además, el alcance global y la flexibilidad de este fondo de crédito con grado de inversión son beneficiosos para la construcción de carteras, ampliando el conjunto de oportunidades para la selección de activos, mejorando la diversificación y permitiendo al fondo acceder a soluciones sostenibles en todo el mundo a medida que estas se presenten”.

«Como pioneros en la inversión de impacto y con una sólida trayectoria de 20 años en la prestación de servicios a nuestros clientes en mercados emergentes, sabemos lo crucial que es para los inversores tomar decisiones sostenibles entre la amplia gama de opciones disponibles. Estamos encantados de poder unir fuerzas con el equipo de renta fija de M&G por primera vez, capitalizando la fortaleza de nuestras de nuestro análisis sobre cambio climático y contribuyendo al enfoque sostenible de la cartera. Esta es una gran oportunidad para combinar nuestra experiencia y ofrecer resultados para nuestros clientes institucionales y wholesale», ha concluido Stephanie Bilo, directora de Soluciones de Inversión y Clientes en responsAbility.

Los mercados reciben de buen grado la posibilidad de un gobierno menos intervencionista en EE.UU.

  |   Por  |  0 Comentarios

Pixabay CC0 Public DomainScott & Michael Seviour-Owens from Pixabay

A los mercados les gusta la idea de un gobierno en EE.UU. menos intervencionista. Dado que el S&P 500 registró su mejor rentabilidad en décadas el día siguiente a las elecciones y una persistente puja por los valores en los días posteriores, los inversores están entusiasmados con las políticas que pueden implantarse durante el segundo mandato de Trump.

Los inversores ven especialmente con buenos ojos el interés de Trump por la desregulación y el hecho de que el Gobierno federal desempeñe un papel menor en la economía y los mercados
financieros.

El objetivo del capitalismo es dejar la asignación de los recursos sociales en manos de los mercados privados. En lugar de los burócratas, los sistemas capitalistas prefieren dejar que sea la «sabiduría de las masas» la que determine qué proyectos deberían financiarse y de dónde habría que obtener el capital para impulsar el crecimiento social.

¿En qué medida se ha implicado el Gobierno en este proceso? Desde la crisis financiera mundial de 2008, mucho. El gráfico 1 muestra el ratio de deuda pública estadounidense sobre el PIB, que ha aumentado desde el 68% antes de la crisis financiera hasta cerca de un impresionante 130% actualmente.

El gráfico 2 ilustra el crecimiento del tamaño del balance de la Reserva Federal de EE. UU. como porcentaje de la economía desde el comienzo del siglo. Desde su promedio del 5% antes de la crisis financiera mundial, se ha incrementado hasta el 25% hoy por hoy. El banco central estadounidense posee 25 centavos de cada dólar del PIB. Dicho de otro modo, la oferta de dinero se ha disparado.

Por último, las políticas de estímulos de la pandemia, desde la ley CARES hasta el Plan de Rescate Estadounidense, se tradujeron en una inyección de más de 5 billones de dólares en la economía de Estados Unidos, lo que desembocó en unos niveles de déficit fiscal que solo se habían observado en periodos de guerra.

Para aquellos a quienes sorprenda que Estados Unidos haya evitado una recesión en los dos últimos años aproximadamente, la explicación es sencilla: el aterrizaje suave de la economía que está viviendo el país se consiguió a un coste elevadísimo.

¿Cómo se comportaron los mercados bursátiles durante este periodo de intervencionismo exponencial del Gobierno? Desde los primeros compases del Gobierno de Obama hasta finales
de octubre de 2024, el S&P 500 se anotó un avance del 839%, con una rentabilidad anualizada de alrededor del 15%. (1) Ya fuera bajo el mandato de Obama, Trump o Biden, los mercados superaron con creces los perfiles históricos de rentabilidad-riesgo.

Mediante políticas monetarias y fiscales, la intervención del Gobierno estadounidense en el sector privado permitió efectivamente la privatización de la riqueza en periodos de bonanza y
la socialización de las pérdidas en tiempos de crisis. Esto ha reducido la capacidad del sector privado de valorar el riesgo de forma eficiente y de asignar capital y recursos tanto con los Gobiernos demócratas como con los republicanos. Partiendo de la situación actual, ¿a dónde nos pueden llevar la desregulación y los aranceles?

Aunque la mayoría (entre la que me incluyo) preferimos menos regulación e intervención por parte de las autoridades políticas, los inversores deben tener en cuenta la situación de la que partimos actualmente. El gráfico siguiente, que muestra el ratio precio/beneficios ajustado cíclicamente de la renta variable estadounidense durante los 100 últimos años, puede resultar útil.

Aunque los precios actuales no son tan elevados como durante la burbuja de las «puntocom» de la década de 1990, en vista de la rentabilidad histórica de los activos de riesgo, no debería
sorprendernos demasiado que sus niveles ronden los de finales de la década de 1920. No obstante, no estoy diciendo que vayamos a regresar a octubre de 1929 ni a vivir otra Gran Depresión, puesto que existen muchísimas diferencias entre un periodo y otro.

Si bien las valoraciones se parecen, por sí solas pueden resultar un motivo de inversión peligroso. Además, cabe destacar que los inversores deben tener presente la senda que seguirán los beneficios futuros, el denominador del gráfico anterior y el factor más determinante de los precios que pagarán los inversores. Lo que me lleva a mencionar otra similitud con la fase tardía de la década de 1920: los aranceles.

En 1929, los inversores empezaron a descontar los planes del Congreso republicano de imponer aranceles a más de 25.000 productos que entraban en Estados Unidos. Esto revestía importancia para los inversores porque, aunque los aranceles hacen que los productos estadounidenses resulten más atractivos para los compradores nacionales, encarecen los costes para los productores de EE. UU. que obtienen mercancías fuera del país, así como para los consumidores. Si bien hubo otros catalizadores hasta llegar a octubre de 1929, las perspectivas de los aranceles Smoot-Hawley fueron un factor que cambió la manera de pensar de los inversores respecto de las ganancias futuras y de lo que estaban dispuestos a pagar.

Para ser justos, mucho antes de las elecciones de 2024, los costes de los insumos habían aumentado a causa del incremento de los costes de capital y laborales. Sin embargo, las empresas lograron compensar en gran medida esas presiones subiendo los precios a los clientes y recortando gastos en esferas que no fueran esenciales para su negocio. Lo que ha cambiado es que los consumidores han empezado a sustituir bienes y servicios según sus necesidades, lo que ha reducido los precios y la inflación, así como el gasto empresarial en ámbitos innecesarios. Ahora que ya se han aplicado las medidas más sencillas, en el futuro resultará más complicado maniobrar para proteger los márgenes de beneficios, lo que traerá un nuevo paradigma con una dispersión de rentabilidades mucho más amplia en los índices de referencia.

En conclusión, la menor intervención gubernamental en la economía y los mercados debería haberse producido hace tiempo y se acoge de buen grado. No obstante, creo que los inversores deben tener presente qué puede conllevar un papel más secundario del Gobierno para la rentabilidad de proyectos y negocios que son incapaces de compensar la mayor presión de
los precios. En consecuencia, creo que, con Trump 2.0 y, en concreto, con un Gobierno menos intervencionista, puede peligrar el dominio en términos de rentabilidad mostrado por la inversión pasiva.

 

 

Tribuna de Robert Almeida, gestor de carteras y estratega de inversión global de MFS Investment Management

SIX nombra a Bjørn Sibbern nuevo CEO

  |   Por  |  0 Comentarios

SIX nombra Bjorn Sibbern CEO
Foto cedidaBjørn Sibbern, SIX

El Consejo de Administración de SIX ha nombrado a Bjørn Sibbern nuevo consejero delegado, que será efectivo a partir del 1 de enero de 2025.  Sibbern sucede en el puesto a Jos Dijsselhof, que deja la empresa tras siete años en SIX, para emprender un nuevo reto profesional en Oriente Medio. Desde la compañía destacan que Jos Dijsselhof ha tenido un papel relevante en el desarrollo de SIX y su expansión a nivel internacional.

Desde SIX destaca que, como director global de Bolsas y miembro del Comité de Dirección  del Grupo, Dijsselhof ha estado a cargo del negocio bursátil internacional de SIX desde principios de 2024. Por su parte, indica que Bjørn Sibbern cuenta con más de dos décadas de experiencia en mercados de capitales para instituciones de gran prestigio, y, entre otros cargos internacionales, ha trabajado para Nasdaq, OMX Exchanges y como Consejero Delegado de E*TRADE Bank Dinamarca. Tiene nacionalidad danesa, es titular de un Executive MBA, un Diploma en Administración de Empresas y un Máster en Economía y Derecho Empresarial por la Copenhagen Business School.

A raíz de este anuncio, Thomas Wellauer, presidente del Consejo de Administración de SIX, ha señalado: “Estoy encantado de que hayamos podido designar  como CEO a Bjørn, un experto en el mercado de capitales,  bien relacionado en la industria y miembro del equipo. Desde que se incorporó a SIX hace un año, hemos podido conocer a Bjørn como un colega asertivo, muy motivado y proactivo. Con su sólida trayectoria, Bjørn aporta la experiencia internacional y la calidad de liderazgo necesarias para continuar y acelerar la senda de crecimiento que SIX ha emprendido”.

Desde que Jos Dijsselhof se incorporó a SIX como CEO en 2018, ha desempeñado un papel fundamental en el desarrollo comercial de la entidad y en la expansión de su presencia a nivel internacional. Consiguió llevar a cabo con éxito el reajuste estratégico de SIX con la venta del negocio de tarjetas a Worldline y diversificar aún más la cartera de negocios de la entidad.

Bajo su dirección, SIX realizó adquisiciones clave, la más notable, la compra de la Bolsa española, BME,  junto con otras inversiones internacionales principalmente del sector de la información financiera, que han impulsado nuestro crecimiento de forma sustancial. Jos Dijsselhof permanecerá en SIX hasta finales de febrero de 2025 para garantizar un traspaso ordenado. 

“En nombre del Consejo de Administración, me gustaría expresarle a Jos nuestra sincera gratitud por su dedicado liderazgo. En los últimos siete años ha reforzado  la presencia internacional de SIX, impulsado innovaciones como SDX y desempeñado  un papel decisivo en la transformación y modernización de la cultura corporativa de SIX, posicionando así a la entidad para que continúe cosechando más éxitos. Le deseamos a Jos todo lo mejor en su nueva andadura”, concluye Thomas Wellauer, Presidente del Consejo de Administración de SIX.

El mercado se decanta ahora por la victoria de Trump

  |   Por  |  0 Comentarios

El mercado favorece a Trump
Foto de Scottsdale Mint en Unsplash

Con el mercado anticipando quizá de forma demasiado temprana una victoria de Donald Trump, el riesgo ahora parece estar del otro lado de la moneda.

El precio del bitcoin ha alcanzado máximos, y las cotizaciones de compañías mineras de oro y uranio reflejan cómo, en esta ocasión y en contraste con lo ocurrido en 2016, los inversores ya consideran la posibilidad de una “ola roja” arrolladora el próximo 5 de noviembre.

La experiencia política acumulada entre 2016 y 2020 reduce considerablemente el factor sorpresa que una figura tan particular como la de Trump ofrecía antes de su presidencia. Además, el contexto macroeconómico también es distinto.

Aunque la inflación se ha moderado desde los picos de 2022, sigue por encima del rango de confort de la Fed, mientras que, entre 2014 y 2016, se mantuvo cómodamente por debajo del 2%, en una tendencia estable que solo comenzó a cambiar cinco meses antes de las elecciones. La bolsa, por su parte, mostraba una valoración que permitía a los inversores interpretar de forma favorable las sorpresas que Trump efectivamente terminó ofreciendo, principalmente a través de recortes de impuestos a empresas y familias. En aquel momento, el múltiplo precio/ventas era de 1,9x, mientras que actualmente se sitúa alrededor de 3x. Además, el margen operativo de las empresas del S&P 500 estaba en 8,4%, un 25% por debajo del nivel actual.

Como muestra la tabla (que presenta distintos escenarios de valor teórico para el S&P 500), para justificar la cotización actual, tras el incremento de ~0,6% en la rentabilidad del bono del Tesoro, sería necesario asumir una prima de riesgo que se encuentra entre las más bajas de los últimos 50 años.

 

El efecto de estas y otras diferencias se observa, por ejemplo, en el comportamiento de las empresas de pequeña capitalización frente a sus hermanas mayores, el cual es muy distinto al registrado en 2016 y refleja claramente los mensajes de la encuesta NFIB sobre las pymes.

Como explicábamos la semana pasada, aunque el desempleo está cerca de mínimos históricos, las encuestas que evalúan cómo distintos segmentos de la sociedad estadounidense perciben la situación económica no son especialmente favorables a la candidatura demócrata, pero tampoco ofrecen una justificación contundente para anticipar su derrota.

Como se muestra en la gráfica, el sentimiento de los estadounidenses (según las encuestas de la Universidad de Michigan) respecto a la gestión macroeconómica del gobierno de Trump, siguió una tendencia ascendente hasta el inicio de su último año como presidente. Aunque las percepciones, de acuerdo con este sondeo, fueron en general bastante mejores que las obtenidas bajo la administración Biden/Harris, ambos presidentes entraron en la fase final de sus respectivas campañas de reelección en terreno pantanoso.

Además, aunque los indicadores de actividad en el mercado de trabajo continúan, de manera unánime, mostrando un claro enfriamiento, la situación actual es razonablemente buena. Los datos más recientes ofrecen argumentos tanto para quienes apoyan la idea de un aterrizaje suave como para quienes prevén una desaceleración del crecimiento en 2025.

La publicación de las cifras de empleo privado de octubre (ADP: +233.000 frente a los +111.000 esperados) refuerza la confianza de los primeros, aunque persisten dudas sobre el posible impacto de los huracanes Helene y Milton (ajustando estacionalmente, el dato se situaría en aproximadamente +117.000). La actualización de los índices JOLTS da impulso a los segundos: las vacantes de empleo han vuelto a caer por debajo de los 8 millones y, como porcentaje del total de empleos, se sitúan en un 4.5%, un nivel a partir del cual, en el pasado, el desempleo ha tendido a dispararse. Indicadores a “tiempo real” del estado de la demanda de nuevos empleos no anticipan un cambio inminente en la dinámica de deterioro que muestra JOLTS.

 

Es posible que la corriente global de polarización política y social, que en los últimos 8-10 años ha afectado de manera particular a Estados Unidos, esté influyendo más en el sentimiento de los votantes que su propia salud financiera. Como hemos explicado en semanas anteriores, la interpretación de la situación macroeconómica es muy distinta entre los hogares acomodados y las familias con menos recursos, quienes llevan meses reduciendo su gasto discrecional para concentrar un porcentaje cada vez mayor de sus ingresos en la compra de bienes de consumo personal y de primera necesidad, inclinándose además por marcas blancas.

 

Esto, a priori, beneficia a Trump; sin embargo, lo ocurrido en el evento del Madison Square Garden (MSG) en Nueva York esta semana podría tener repercusiones negativas más allá de Pensilvania, un estado clave que aporta 19 votos electorales. Según las apuestas, la mayoría en este estado sigue siendo republicana, aunque las últimas encuestas -anteriores al mitin en el MSG-, muestran un empate técnico.

El promedio de los sondeos otorga una ventaja de 1,4 puntos a Harris, lo cual cae dentro del margen de error estadístico. Aunque una “ola azul” es poco probable, el mercado parece no estar considerando adecuadamente la posibilidad de una presidencia demócrata.

Si Trump regresa a la Casa Blanca y su partido recupera el control del Congreso, es posible que la bolsa reaccione favorablemente a corto plazo, descontando así el desenlace a este periodo de incertidumbre política. Sin embargo, en una perspectiva más amplia, el mejor escenario podría ser la presidencia de Kamala Harris junto con un control parcial o total del Congreso en manos de los republicanos, lo que evitaría un aumento desmesurado del gasto público, limitaría potenciales subidas de impuestos y evitaría la imposición de aranceles excesivos.

Las encuestas han comenzado a inclinarse recientemente en esta dirección, y Allan Lichtman, el popular historiador y pronosticador de elecciones presidenciales estadounidenses, ya ha declarado a Kamala Harris como ganadora.

Tras la corrección en el precio de la deuda pública el mes pasado y en base a nuestros comentarios del viernes pasado, los bonos del Tesoro podrían ser la mejor herramienta para protegerse en caso de que el resultado del próximo día 5 sea contrario al que anticipa el consenso.

iCapital adquiere AltExchange, busca mejorar las capacidades de gestión de datos

  |   Por  |  0 Comentarios

Canva

iCapital, la plataforma global de tecnología financiera que impulsa el mercado de inversión alternativo del mundo para las industrias de gestión de patrimonio y activos, dijo que firmó un acuerdo definitivo con AltExchange para adquirir las operaciones de la empresa.

AltExchange es una empresa líder en tecnología impulsada por IA que transforma la agregación, gestión e informes de datos de inversión alternativos para asesores financieros y administradores de activos.

“Esta adquisición complementa las inversiones que estamos realizando en nuestra I+D interna para mejorar aún más nuestras capacidades de gestión de datos. Combinado con nuestras soluciones existentes, nos permite cumplir nuestro objetivo de crear servicios confiables de gestión de datos de extremo a extremo para todos nuestros clientes», dijo Lawrence Calcano, presidente y director ejecutivo de iCapital.

La plataforma segura de iCapital ofrece una cartera completa de capacidades de gestión para educación, transacciones, flujos de datos, análisis y soporte al cliente durante todo el ciclo de vida de la inversión.

Con 200 mil millones de dólares en activos de plataforma global al cierre de septiembre, el sistema operativo iCapital automatiza y agiliza el complejo proceso de inversión en el mercado privado y se integra perfectamente con la plataforma y las herramientas de infraestructura existentes de los clientes.

Por su parte, la tecnología avanzada de AltExchange agrega y convierte datos no estructurados de documentos dispersos y fuentes de datos multiformato en información estructurada para respaldar la presentación de informes de datos en tiempo real, y la presentación de informes fiscales optimizados.

«Creamos una plataforma intuitiva orientada al asesor para administrar, monitorear e informar sobre inversiones alternativas, ofreciendo herramientas integrales para la gestión de documentos, alertas avanzadas y flujos de trabajo tributarios optimizados», dijo Kareem Hamady, director ejecutivo de AltExchange.

iCapital emplea a más de 1.675 personas en todo el mundo y tiene 17 oficinas en diferentes países y ciudades, incluidas Nueva York, Greenwich, Zurich, Lisboa, Londres, Hong Kong, Singapur, Tokio y Toronto.

“Si queremos impulsar un crecimiento sostenible en Europa no tiene sentido invertir en el S&P 500, sino en crédito privado europeo”

  |   Por  |  0 Comentarios

Inversión en crédito privado europeo
Pixabay CC0 Public DomainMahesh Patel from Pixabay

El boom por los mercados privados ha hecho más que empezar: valorados en torno a unos 10 billones de dólares (datos de Preqin, Statista, Reuters de 2022) representan tan solo un 4% del mercado global de capitales; la expectativa es que se duplique en cuatro años. Una de las gestoras que está estimulando de forma más activa el interés de sus clientes por esta parte del mercado es M&G Investments, que lleva operando en este segmento desde 1999.

M&G cuenta con un equipo de crédito privado constituido por más de 50 personas y el año pasado lanzó un ELTIF, el primero de su categoría, que ofrece a los inversores la posibilidad de invertir en un mix de bonos de crédito corporativo en una proporción de 70-85% de la cartera en deuda líquida (principalmente préstamos sindicados senior garantizados a tipo variable) y el 15-30% restante en oportunidades de direct lending. Aramide Ogunlana es investment specialist director de M&G y admite que el fondo está captando mucho interés, aunque se muestra cauta: “Como sector, especialmente cuando se trata de activos privados, no deberíamos hacer recaer en el cliente la responsabilidad de autocertificarse como profesionales. Tenemos que trabajar para asegurarnos de que es sencillo y de que tiene la estructura adecuada, además de ofrecer la formación necesaria para que más gente pueda entenderlo”. “Estamos comprometidos con la educación de los inversores, no solo con la captación de fondos”, insiste.

La experta habla de un interés creciente por parte de inversores distintos al perfil tradicional en crédito privado. Por un lado, observa un mayor apetito por parte de family offices. Por otro, constata un interés creciente por parte de inversores asiáticos: “Históricamente, los inversores asiáticos se han centrado más en inversiones denominadas en dólares y tenían algunas preocupaciones en torno a la economía europea. Pero hemos visto que Europa ha generado de manera consistente mejores diferenciales y mejores retornos que Estados Unidos en crédito privado a lo largo de múltiples ciclos de mercado, y los inversores asiáticos también se están fijando”.

Factores que están impulsando al crédito privado

La ampliación de la base de inversores no es el único factor que está sosteniendo la demanda de crédito privado. Ogunlana, que participó en el evento temático “Bond Vigilantes” que celebra anualmente M&G en Madrid, destacó la diversificación que proporcionan esta clase de inversiones con rentabilidades atractivas. “No se trata de una competición, hay complementariedad entre los mercados públicos y los privados”. También aclaró: “La cartera 60/40 no está muerta, pero los ciclos varían y esto va de invertir a largo plazo, ahí tiene sentido la inversión en crédito privado”. Por poner ejemplos, la experta afirma que el direct lending ofrece una volatilidad similar a la que daría una posición de cash en cartera, pero con mayor rendimiento.

La experta añadió otros factores, como la caída en el número de OPVs, las fuentes de financiación aun dominadas en su mayoría por los bancos-en Europa la financiación en mercados de capitales aún representa solo el 30%, frente al 70% de financiación obtenida vía préstamos bancarios- o el incremento de la presión sobre la estructura del capital como consecuencia de las regulaciones de los últimos años.

Finalmente, se refirió a una cuestión más relacionada con el impacto directo de estas inversiones sobre el tejido corporativo europeo, cuya estimulación es uno de los objetivos que se ha marcado la UE en los últimos años. Así, aunque sea EE.UU. quien destaque habitualmente en emprendimiento, afirmó que “el espíritu emprendedor es bastante fuerte en Europa” y destacó la cultura europea enfocada en la preservación del crecimiento durante varias generaciones, lo que explica bajo su punto de vista la presencia de muchas empresas familiares operando en el continente. “La cuestión es que, si queremos impulsar un crecimiento sostenible en Europa, no tiene sentido apoyar al top del S&P 500 sino a pequeñas y medianas empresas y negocios privados”, declara la experta.

El segmento del mercado donde M&G está centrando su actividad en direct lending es en compañías que tengan un ebitda de entre 10 y 75 millones de euros: “Vemos valor dentro del direct lending en el mercado de pequeño a mediano tamaño, en el segmento sénior. También invertimos en compañías de mayor capitalización a través de préstamos sindicados”.

La experta considera que, dentro del crédito privado, existen interesantes oportunidades de inversión tanto en el segmento de direct lending préstamos sindicados y  bonos flotantes (FRN por sus siglas en inglés), donde M&G cuenta con un equipo de analistas que ha sido pionero.

La importancia de tener buenos contactos

La relevancia del equipo aparece varias veces a lo largo de la conversación, pues una de las peculiaridades de la inversión en mercados privados es que aquí las relaciones humanas pesan cada vez más en un mercado que está ganando dinamismo: “Hace tres años no era tan importante porque estábamos en un entorno de baja financiación donde el dinero era barato y había un montón de ofertas. Pero ahora que es más competitivo, estar en una lista blanca (White list) es clave”.

Ogunlana recuerda que, aunque el objetivo de M&G es participar en operaciones en las que haya pocos financiadores o incluso como financiadores únicos, lo cierto es que muchas de las empresas en el espacio privado que caen en su radar son propiedad de inversores privados, no sólo de familias. “Así que tienes que asegurarte de que tienes esas relaciones con los inversores para que, cuando llegue un nuevo acuerdo, puedas ser uno de los primeros de la lista”, explica.

La experta indica que estas dinámicas están dando lugar a una mayor interacción entre empresas y posibles financiadores no bancarios incluso en la parte más líquida del mercado privado; en concreto, refiere que algunas operaciones que en el pasado habrían adoptado la forma de préstamo sindicado ahora se están ejecutando como direct lending gracias a la aparición de nuevos jugadores en el mercado que quieren asegurarse de poder hacer el trato en exclusiva con la compañía. Pone como ejemplo a Wella, la compañía de productos profesionales de peluquería: empezó siendo una participación en la que M&G participó como co-inversor gracias a un acuerdo obtenido por el equipo de private equity de la firma; cuando la compañía quiso refinanciar, la gestora aprovechó la oportunidad para actuar como prestamista, convirtiendo a Wella en una de las posiciones de mayor peso actualmente en su estrategia. “Así que sí, las relaciones importan”, concluye la experta.

El peso mexicano está a la espera del desenlace electoral en EE. UU., volátil pero con límites

  |   Por  |  0 Comentarios

El peso mexicano gana terreno pese a Trump
Pixabay CC0 Public DomainFoto: AmarADestiempo . El peso mexicano gana terreno pese a Trump

El peso mexicano se mantiene volátil a unos días de las elecciones en Estado Unidos el próximo martes 5 de noviembre; sin embargo, la divisa se ha movido dentro de rangos tolerables y observados ya en varias ocasiones por el mercado.

En el promedio de la semana, el tipo de cambio ha tocado un máximo de 20,28 pesos por dólar y un mínimo de 20,03 unidades, de acuerdo con los datos oficiales del banco central mexicano.

Si bien, el factor electoral estadounidense es el de mayor peso en estos momentos, la paridad cambiaria no deja de reflejar también los efectos coyunturales relacionados con la economía.

«Este jueves el peso se aprecia debido al debilitamiento generalizado del dólar estadounidense y dicha debilidad obedece a que el mercado sigue descontando que la Reserva Federal recortará la tasa de interés en un total de 50 puntos base antes de que termine el año», dijo CI Banco en un reporte para sus clientes.

Las cifras coyunturales validan dicha expectativa ya que en Estados Unidos el índice de precios del consumo personal ( PCE deflactor ), el dato preferido para observar la inflación por parte de la Reserva Federal , mostró un incremento de 0,18% mensual, en línea con las expectativas del mercado.

A tasa anual este indicador se incrementó 2,09%, desacelerándose por segundo mes consecutivo y ubicándose en su menor nivel desde febrero del 2021, cuando se ubicó en 1,85%.

Lo que es un hecho es que conforme pasan los días el tipo de cambio en México resiente más presiones, aunque no lo suficientes como para rozar los máximos históricos vigentes de la relación peso-dólar, registrados en el inicio de la pandemia sobre niveles de 25,13 pesos por dólar en el mercado interbancario.

Apenas a mediados del mes el banco JPMorgan Chase & Co. advirtió al mercado los riesgos derivados de unas elecciones presidenciales en Estados Unidos “altamente impredecibles”.

El banco rebajó la recomendación del peso desde sobreponderar a ponderación de mercado, debido a los riesgos relacionados con el desenlace del proceso electoral, que para fines prácticos está a nada de que suceda.

“Si bien no vemos una eventual victoria de Donald Trump como algo totalmente negativo para el peso mexicano en el mediano plazo, sí creemos que la moneda es vulnerable a los resultados de las elecciones”, dijeron los estrategas del banco en una nota para sus clientes.

Sin embargo JP Morgan es relativamente optimista sobre la tendencia del peso después del proceso electoral en Estados Unidos, «ya que la moneda mexicana podría enfrentar un mejor escenario bajo ciertos escenarios comerciales».

«Dependiendo del resultado, favorecemos volver a realizar operaciones alcistas con el peso mexicano después de las elecciones estadounidenses”, dijo el banco.

Para conocer cuándo se producirá la caída, hay que saber cuándo se produce el auge

  |   Por  |  0 Comentarios

Las economías capitalistas asignan los recursos en función de la utilidad. El sector privado detrae capital de sectores que exhiben un valor social y una rentabilidad del capital decrecientes y lo destina a industrias con rentabilidades crecientes y mayor utilidad.

El ciclo de capital impulsa la innovación, el progreso y el cambio. Sin embargo, los ciclos son imperfectos, como pone de manifiesto la repetición de auges y caídas en el plano sectorial y económico. En términos históricos, se ha constatado una tendencia a inundar de capital los proyectos de alto rendimiento, lo que ha espoleado un auge. Al principio, la oferta satisface la demanda, pero con el tiempo la oferta acaba superando la demanda. Cuando se constata de forma generalizada que el sector o el proyecto han alcanzado, de facto, un estado de exceso, las rentabilidades el capital se desploman y se produce la caída. A menudo, las fuerzas del mercado se desplazan en sentido contrario hasta que las aguas acaban por volver a su cauce, se alcanza el equilibrio y las rentabilidades se normalizan.

En el último año, múltiples previsiones sobre una recesión en EE.UU. no se han cumplido, un hecho que ha despertado en los inversores un renovado apetito por los activos de riesgo. Ahora bien, tanto si se produce un aterrizaje duro como uno suave, el énfasis de los inversores puede estar fuera de lugar. En mi opinión, la excesiva asignación a sectores con exceso de oferta supone un riesgo mucho mayor para los inversores. Por el contrario, las inversiones en sectores en los que la oferta presenta limitaciones desde un punto de vista estructural y las rentabilidades del capital son sostenibles pueden ofrecer mejores resultados que intentar valorar a tiempo los mercados basándose en predicciones económicas y de tipos de interés muy inciertas.

El ciclo económico que siguió a la crisis financiera mundial de 2008 se reveló dilatado pero débil, debido a la falta de voluntad de los bancos para conceder préstamos y de los consumidores y las empresas para gastar. Cuando las empresas occidentales no recompraban sus acciones o trasladaban la fabricación a China, asignaban recursos al sector del software. Este fenómeno se tradujo en que el sector del software duplicó su participación en la capitalización bursátil del S&P 500.

El gasto fue especialmente acusado en las grandes empresas, segmento en que presenciamos el mayor incremento en materia de eficiencia. En la actualidad, sin ir más lejos, las empresas con más de 10.000 empleados exhiben una media de 650 aplicaciones informáticas. Aunque resulta difícil de observar en los precios agregados de las acciones, el gasto en software ha disminuido durante los dos últimos años. ¿Por qué?

Aunque las empresas aducen numerosas razones, desde preocupaciones económicas hasta limitaciones presupuestarias, en general, se encuentran en una fase de absorción del software tras años de gasto. Sin embargo, el factor más acuciante y que podría convertirse en crónico reposa en la captación de cuota de cartera por parte de la inteligencia artificial.

A largo plazo, la tecnología es deflacionista con el tiempo porque elimina fricciones de la sociedad. Sustituir una tecnología obsoleta por una nueva, no solo permite ahorrar costes, sino obtener un rendimiento mayor y más eficiente, lo que impulsa su valor para la sociedad. La mayoría de la gente, cuando piensa en la IA, piensa en los beneficios y en el impacto positivo sobre la productividad. Y es cierto. Pero, ¿qué ocurre con los flujos de ingresos vinculados a la tecnología que la IA está sustituyendo? Muchas de esas empresas están impulsando la exposición anterior y se enfrentan a un desplome de las rentabilidades.

Los inversores siguen las señales de los economistas y los responsables políticos, cuyos modelos de orientación retrospectiva tratan de evaluar la futura actividad económica y los niveles de los tipos de interés. Sin embargo, creo que podrían estar buscando en los lugares equivocados. Al igual que los generales tienden a luchar hasta la última guerra, el próximo desplome no procederá de dónde se produjo el último. Vendrá de donde se produjo el auge.

El auge no se produjo en el PIB, el mercado laboral, el gasto de los hogares, etc. El auge se produjo en el sector del software. Y aunque ese auge estaba justificado por una rentabilidad del capital atractiva y la eficiencia para las empresas, la IA podría ofrecer más ventajas a un menor coste. Esperamos que los presupuestos de TI se desplacen del software a la IA y que disminuya el número de aplicaciones informáticas. La cuestión no es el rumbo, sino la velocidad.

El software está saturado con demasiada competencia, aunque puede que la IA no llegue a replicar las aplicaciones esenciales. El software y la IA trabajarán juntos, si bien el exceso de proveedores a subescala en categorías indiferenciadas debe «dar un paso atrás». Si evitamos las empresas con problemas de valoración al tiempo que conservamos proveedores de software esencial, puede revelarse como una poderosa fórmula para obtener unos resultados superiores. Por este motivo, considero que la gestión activa revestirá cierta relevancia tras años de letargo.

 

 

Tribuna de Rob Almeida, gestor de carteras y estratega de inversión global de MFS Investment Management