El legado económico de Biden: un crecimiento récord y un fuerte endeudamiento

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Estimado Presidente Biden
CC-BY-SA-2.0, FlickrCréditos: jlhervàs . Estimado Presidente Biden

Este lunes 20 de enero termina el mandato del presidente número 46 en la historia de Estados Unidos, Joe Biden; el balance económico es inevitable en un periodo caracterizado por turbulencias e incertidumbre. Sin embargo, parece que los saldos finales son relativamente positivos.

Un análisis de Banco Base señala que durante la presidencia de Joe Biden la economía  del país mostró un crecimiento acumulado (hasta el tercer trimestre del 2024) de 10,7%. De seguir con esta tendencia en el cuarto trimestre, sería el mayor crecimiento desde el segundo periodo de George Bush (2005 al 2008).

Si evaluamos el crecimiento promedio del mandatario saliente, tenemos que la expansión promedio por año de la economía durante la presidencia que finaliza es de 3,56% (si en 2024 crece 2,8%), el mayor promedio anual desde el segundo mandato de Bill Clinton.

Crecimiento impulsado por el rebote de la pandemia y el gasto público

Los analistas del banco mexicano consideran que el alto crecimiento se debió primero a un efecto rebote tras la pandemia, y por otra parte también influyó el incremento del gasto público.

Según las cifras oficiales, en el periodo presidencial de Joe Biden el gobierno ejerció un gasto total de 25,98 billones de dólares (años fiscales del 2021 al 2024), el máximo registro para cualquier periodo presidencial, mostrando un incremento de 36,11%, el mayor incremento desde el primer periodo de Ronald Reagan de 1981 a 1984, cuando el gasto público subió 56.31%. «De hecho, el mandato de Biden tiene a la fecha la mayor deuda y
déficit en registro», dicen en Base.

«Durante la administración de Biden, la economía vivió en una continua política fiscal expansiva con un alto endeudamiento público. Debido a la pandemia, el PIB mostró una contracción fuerte en 2020 (-2.16%), por lo que el gobierno en turno de Donald Trump, implementó políticas contracíclicas para acelerar la recuperación económica. La recuperación se alcanzó en el primer trimestre del 2021, solo un año después del inicio de la crisis. No obstante, aún (al tercer trimestre del 2024) se encuentra 0.36% por debajo del nivel que tendría si hubiera seguido la tendencia observada hasta 2019», explicó Banco Base en su análisis.

Como consecuencia del alto gasto público financiado por deuda, acompañado de una alta tasa de interés, se provocó que el gasto en intereses aumentara considerablemente. Así en el año fiscal 2022 el gasto por intereses fue de 475,12 mil millones de dólares, creciendo 34,9%. Para el año 2023 el incremento fue 38,7% (el más alto en registro), y en el año fiscal terminado en 2024 el crecimiento fue de 33,7%. Con esto, el gasto en intereses alcanzó un total de 881,65 mil millones de dólares en el año fiscal 2024, lo que representó el 13,1% del gasto total, se trata del porcentaje más alto desde 1999.

Inflación, «dolor de cabeza»

En la administración de Biden la inflación alcanzó un máximo de 9.06% en junio del 2022, cifra no vista
desde noviembre de 1981; este aumento de la tasa inflacionaria obedeció a factores como: 1) ajuste post pandemia ya que las personas dieron prioridad al consumo en servicios, 2) aumento sostenido en el gasto público, 3) efectos en precios de las materias primas por el inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania, y 4) distorsiones en cadenas de suministro por la política de cero COVID de China.

Ante el aumento de la inflación la Reserva Federal implementó una agresiva política monetaria restrictiva, al subir la tasa de interés en un total de 525 puntos base en 17 meses durante la administración de Biden.

«Debido a la alta tasa de interés y a una regulación deficiente de la banca, en marzo del 2023 se dio un desorden bancario que obligó a la Reserva Federal a otorgar préstamos de emergencia a los bancos, a la par que el gobierno de Estados Unidos, junto con la Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC, por sus siglas en inglés) comenzaron a asegurar los depósitos de los bancos declarados en bancarrota. Se estimó que el costo de proteger los depósitos fue de 22.500 millones de dólares, de los cuales 19.200 millones se atribuyen a la facilidad anunciada el 12 de marzo para evitar riesgo sistémico y deberán ser reembolsados por los bancos a través de una tasa especial cobrada por el FDIC».

Los 3.300 millones de dólares restantes fueron absorbidos por el fondo del seguro de depósitos. Por otro lado, la Reserva Federal respaldó a los bancos a través de la ventana de descuento con préstamos de emergencia, además de lanzar el Programa de Financiación Bancaria a Plazo (BTFP por sus siglas en inglés) que permitió a los bancos acceder a préstamos a un año, garantizados por títulos de deuda pública reconocidos a su valor nominal. «Probablemente este fue el reto económico más grande al que se enfrentó la presidencia de Biden, dijo Biden.

Consumo, respaldo de la economía

El impulso del consumo, especialmente tras el fin de los confinamientos, fue un detonante de la recuperación económica en Estados Unidos.

El consumo mostró un crecimiento promedio por año de 4,78% entre 2021 y 2023; fue de hecho el segundo componente del PIB con mayor crecimiento promedio durante la administración Biden.

Por su parte la inversión fija bruta tuvo un crecimiento promedio por año de 4,96%, mientras que las exportaciones netas restaron crecimiento al caer 13,98%.

Turbulencias geopolíticas y riesgos de recesión

Es importante recordar que durante la administración de Biden comenzó la guerra entre Rusia y Ucrania, lo que llevó a Estados Unidos a imponer sanciones y otras medidas. Además, Estados Unidos regresó al acuerdo de París.

En el año 2023 se especulaba que Estados Unidos se encontraba cerca de una recesión debido a la alta tasa de interés, alta inflación, debilitamiento del mercado laboral y al agotamiento de los ahorros de las personas.

Sin embargo el país evitó dicho fenómeno; el gobierno realizó en ese año la mayor contratación de personal (709.000 puestos de trabajo) desde el año 1966.

«Actualmente, el mercado laboral muestra signos de debilitamiento y la morosidad de los créditos al consumo está en tasas no vistas en más de 10 años. Si la tendencia continúa, en 2025 la economía de Estados Unidos mostrará una desaceleración, propia del primer año de administración. Si en este año la economía de Estados Unidos solo se desacelera y no cae en recesión, la Reserva Federal habrá alcanzado el deseado soft landing», concluye Banco Base.

La industria europea de ETFs atrajo 270.420 millones de dólares a sus fondos en 2024

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Industria europea de ETFs
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Las cifras publicadas mensualmente ya daban pistas de que 2024 sería un año récord para la industria de los ETFs en Europa y, finalmente, así ha sido. El año ha cerrado con 270.420 millones de dólares entrando en sus fondos, tras haberse registrado en diciembre entradas netas por valor de 32.910 millones de dólares -sumando 27 meses consecutivos de entradas netas-, según los datos de la consultora ETFGI. 

Estos flujos positivos, 270.420 millones de dólares, suponen un récord porque son la cifra más alta registrada desde 2021, cuando los flujos ascendieron a 193.460 millones, y por supuesto respecto al año anterior, cuando las entradas alcanzaron los 155.910 millones. Igualmente significativo es el patrimonio que los ETFs en Europa han alcanzado: 2,27 billones al cierre de 2024. “Se trata del segundo nivel más alto registrado en términos de patrimonio, solo por debajo del récord de 2,29 billones de dólares en noviembre de 2024. Los activos invertidos en la industria de ETFs en Europa aumentaron un 25% en 2024, pasando de 1,82 billones a finales de 2023 a los 2,27 billones de este año”, apuntan desde ETFGI.  

A la hora de analizar cómo fueron los flujos, los datos muestran que en diciembre, los ETFs registraron entradas netas de 32.910 millones de dólares, siendo los fondos de renta variable el principal destino ya que acapararon 26.990 millones. Esto elevó las entradas netas de 2024 a 201.580 millones de dólares, superior a los 93.310 millones de 2023

En cambio, los ETFs de renta fija tuvieron entradas por valor de 3.880 millones de dólares durante diciembre, llevando las entradas netas de 2024 a 56.860 millones, por debajo de los 65.140 millones registrados en 2023. Por su parte, los ETFs de materias primas registraron salidas netas de 758,66 millones de dólares en diciembre, lo que situó las salidas netas de 2024 en 7.640 millones, menor a los 9.270 millones de dólares en 2023. 

Un dato llamativo lo encontramos en los ETFs activos, que atrajeron entradas netas de 2.880 millones de dólares durante el mes, logrando entradas netas en 2024 de 19.940 millones de dólares, superando la marca de los 7.290 millones de 2023.

Según destaca Deborah Fuhr, socia gerente, fundadora y propietaria de ETFGI, “el índice S&P 500 disminuyó un 2,38 % en diciembre, pero aumentó un 25,02 % en 2024. Los mercados desarrollados, excluyendo el índice de EE.UU., disminuyeron un 2,78 % en diciembre, pero subieron un 3,81 % en 2024. Dinamarca (bajó un 12,34 %) y Australia (bajó un 7,90 %) registraron las mayores caídas entre los mercados desarrollados en diciembre. El índice de mercados emergentes aumentó un 0,19 % durante diciembre y subió un 11,96 % en 2024. Emiratos Árabes Unidos (subió un 6,42 %) y Grecia (subió un 4,21 %) registraron los mayores aumentos entre los mercados emergentes en diciembre”.

Sobre la oferta

Otro dato relevante tiene que ver con la evolución del número de productos en el mercado. Según los datos de ETFGI, la industria de ETFs en Europa contaba con 3.107 productos, 12.907 listados, activos por valor de 2,27 billones de dólares, de 107 proveedores listados en 29 bolsas de 24 países al cierre de diciembre.

Por último, desde ETFGI destacan que las entradas sustanciales pueden atribuirse a los 20 principales ETFs por nuevos activos netos, que colectivamente reunieron 26.160 millones de dólares en diciembre. “El Amundi S&P 500 II UCITS ETF USD (LSPU LN) atrajo 4.330 millones de dólares, siendo la mayor entrada neta individual”, señalan.

Aegon Asset Management asciende a Elena Delfino a directora de Distribución para el Sur de Europa

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Aegon y Elena Delfino
Foto cedidaElena Delfino, directora de Distribución para el Sur de Europa de Aegon AM.

Aegon Asset Management ha anunciado el nombramiento de Elena Delfino como directora de Distribución para el Sur de Europa. En su nuevo cargo, Delfino supervisará las iniciativas de crecimiento para la región.

Elena Delfino se incorporó a Aegon Asset Management en junio de 2016 como directora de desarrollo de negocio en el equipo comercial de Europa continental. Durante este tiempo, ha establecido y mantenido relaciones con clientes en Italia, España y Portugal, incluidos bancos, compañías de seguros y family offices. Antes de incorporarse a Aegon Asset Management fue asociada de clientes en Neuberger Berman, donde era responsable de los canales institucionales e intermediarios en Italia, España y Portugal.

Es licenciada en Gestión Internacional por la Universidad Bocconi de Milán y CFA charter desde 2017.

En relación con el nombramiento, Sven Becker, responsable de Distribución para Europa Continental, ha declarado: «Estamos encantados de ascender a Elena Delfino a este puesto esencial. Su profundo conocimiento de la base de clientes del sur de Europa y su impresionante trayectoria la convierten en la elección perfecta para liderar nuestra distribución en la región. Estamos seguros de que su liderazgo impulsará el éxito continuado y aumentará el valor para nuestros clientes».

Delfino añadió: «Es un honor para mí asumir este nuevo cargo. Como siempre, mi atención se centra en nuestros clientes, comprender sus necesidades es esencial para garantizar el cumplimiento de sus objetivos de inversión. Estoy deseando trabajar junto a nuestro distinguido equipo para impulsar el crecimiento y ofrecer un servicio inigualable a nuestros clientes de la región».

De la retórica a la realidad: expectativas sobre el arranque de la nueva administración de Donald Trump

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Administración Trump 2.0
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La semana comienza con la atención puesta en EE.UU., donde hoy tomará posesión Donald Trump, como 47º presidente del país, tras ganar las elecciones en noviembre de 2024. Desde su victoria, las gestoras han analizado cuál será el impacto positivo y negativo de sus promesas electorales. Sin embargo, a partir de este 20 de enero de 2025 veremos cuáles serán realidad y qué supondrán. 

Sin embargo, sobre lo que hay dudas es sobre la solidez de la economía estadounidense. Ante la solidez de los mercados laborales y del crecimiento de los beneficios y el repunte de la inversión empresarial en Estados Unidos, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha revisado recientemente al alza su previsión de crecimiento de la economía estadounidense en 2025 al 2,2%, contrarrestando así su revisión a la baja de otros mercados desarrollados, como las principales economías europeas. 

En este sentido John Queen, gestor de renta fija, de Capital Group, reconoce que “Estados Unidos disfruta de numerosas oportunidades a nivel económico, industrial y empresarial. Japón está comenzando también a acceder a ciertas oportunidades. Y creo que tanto Europa como China se enfrentan a serias dificultades en este momento”.

Desde Amundi destacan que esta investidura llega en un momento favorable. “Los mercados han aplaudido cualquier buena noticia surgida en 2024 de la economía, los beneficios empresariales y el entorno político, aunque en ocasiones les hayan pillado por sorpresa. En adelante, se verán impulsados por el momentum de los beneficios, un escenario de ralentización del crecimiento en EE.UU. y el reequilibrio de los mercados laborales, pero sin debilitarse drásticamente”, destacan en su último informe. 

Según advierte el documento de Amundi, el crecimiento en EE.UU. es resiliente, pero sigue en una trayectoria decreciente y está sujeto a la incertidumbre sobre las políticas de Trump. “Los datos recientes apuntan a mejores fundamentales en la economía, pero la trayectoria general de crecimiento no cambia”, apuntan.

En opinión de Hemant Baijal, director de Multi-Sector Portfolio Management- Global Debt en Invesco, la economía seguirá portándose bastante bien, al menos en el primer semestre de 2025. “Claramente el cambio de administración tendrá un impacto significativo. Durante la Administración Biden, la economía estadounidense ha estado muy impulsada por medidas políticas como la Ley para la Reducción de la Inflación (IRA por sus siglas en inglés) o la Ley CHIPS, que han dado como resultado inversiones significativas, y la actuación de la Fed. Respecto a la deuda gubernamental, se trata de un problema muy a largo plazo para EE.UU. No es un problema inmediato. El país tiene un déficit entre el 5% y el 6% con pleno empleo, lo que es bastante elevado”, explica Baijal. 

Según su visión, estamos transicionando desde esta economía de base política a lo que yo consideraría una economía más especulativa, en el sentido de desconocemos todas las medidas de la administración entrante, pero es improbable que afecten a industrias concretas, sino que serán más generalizadas. “Esto significa que, si algo funciona, veremos más acciones al respecto y, si algo no funciona, probablemente veamos menos. Esto probablemente incrementará la volatilidad, porque será menos claro quiénes podrían ser los beneficiarios”, concluye.

Incertidumbre y volatilidad

Tratar de distinguir la retórica o las tácticas de negociación de la política real es complicado, pero existen numerosas propuestas que podrían tener un gran impacto este 2025. Junto a los aranceles, en la agenda del nuevo presidente figuran recortes fiscales, frenos a la inmigración y desregulación, y todos ellos tendrán implicaciones nacionales y mundiales. Además, se espera que haya pocos avances en la lucha contra el elevado déficit presupuestario de Estados Unidos, y el aumento del déficit y de la deuda en relación con el PIB, junto con la demanda de primas por plazo, podría pesar sobre los US Treasury bonds (UST) e impulsar al alza los rendimientos durante 2025; ya lo hemos visto desde que se celebraron las elecciones”, afirma Eoin Walsh, gestor de cartera en TwentyFour (Boutique de Vontobel).

En opinión de Sebastian Paris Horvitz, director de análisis de LBP AM, la incertidumbre en torno a las medidas que aplicará Donald Trump está alimentando el nerviosismo de los mercados. “El S&P500, el índice estrella de la bolsa estadounidense, se encuentra en estos momentos por debajo del nivel alcanzado tras la victoria del republicano en las elecciones presidenciales de EE. UU. Esta dinámica obedece en gran medida al ascenso de los tipos largos, que parece haber sofocado la euforia postelectoral”, señala Horvitz. 

Si bien la incertidumbre política en EE.UU. será una constante durante el próximo año, Alex King, analista de inversiones estratégicas en Wellington Management, considera que existen diversas medidas de protección que podrían mitigar los riesgos de cola. “En primer lugar, el proceso de aprobación en el Senado debería evitar que los candidatos más extremistas sean elegidos para puestos políticos clave. En segundo lugar, las leyes y reglamentos vigentes deberían limitar la aplicación de políticas más radicales. En tercer lugar, los mercados de renta variable y renta fija ejercerán su ‘poder de voto’ sobre las consecuencias económicas de las nuevas políticas. Si alguno de los mercados se desploma, lo más probable es que el presidente actúe en consecuencia”, sostiene King.

Para George Brown, economista senior de EE.UU. de Schroders, hacer previsiones económicas es actualmente aún más difícil de lo habitual, dada la incertidumbre sobre las prioridades políticas de la nueva Administración. Y reconoce que existe un claro riesgo de ser demasiado optimistas y de que Trump haga exactamente lo que ha prometido.

“Esto es algo que hemos simulado en nuestras previsiones de un hipotético escenario llamado ‘Trump agresivo’. Nuestro análisis indica que habrá factores con un impacto deflacionista en la economía mundial en relación con nuestra previsión de referencia. China sería probablemente el país más afectado por las agresivas políticas de Trump, aunque estas podrían provocar un gran estímulo fiscal para impulsar la demanda interna. Las disrupciones del comercio mundial y de las cadenas de suministro implicarían que el golpe al crecimiento sería más pronunciado que en nuestro escenario de «reducción del consumo en EE.UU.”, apunta Brown.

Sin embargo, reconoce que se estima que los efectos negativos sobre la inflación serán más limitados debido al gran estímulo fiscal, junto con las represalias arancelarias y la depreciación de las monedas locales frente al dólar estadounidense.

Los focos de atención

Según la visión de Carlos Llamas, CEO de EDM, “la llegada de Donald Trump a la Presidencia ha estado saludada con una marcha triunfal en los mercados y un optimismo desbordado en EE.UU. reflejando un flujo de inversiones extraordinario a costa del resto de los mercados bursátiles de otras áreas geográficas”. Sin embargo, recuerda que muchos economistas alertan sobre determinados efectos negativos a medio plazo de las anunciadas políticas que pueden moderar o, incluso, revertir la actual euforia.

Una de las incógnitas que más se está analizando es qué ocurrirá con la política monetaria. Tanto los últimos datos macro publicados como la reunión de la Fed de diciembre apuntaba a una pausa en el ciclo de bajada de tipos que Jerome Powell había iniciado para lograr el llamado aterrizaje suave. Ahora los expertos apuntan a que una economía con fortaleza y unas políticas de Trump proclives a ralentizar el progreso de la inflación podrían limitar los recortes de tipos a solo uno o dos en los próximos 12 meses. 

Por otro lado está el tema de los aranceles y las tensiones comerciales. “Esperamos que la administración Trump imponga aranceles a los productos europeos, lo que, junto con un crecimiento más débil, pondría a Europa en desventaja frente a Estados Unidos. Esto se refleja en nuestra sobreponderación de la renta variable estadounidense y de la duración europea frente a la estadounidense. Aunque la renta variable japonesa ha registrado un buen desempeño desde que comenzamos nuestra sobreponderación en el mercado a finales de 2022, hemos decidido adoptar una posición neutral debido a la debilidad del yen y la incertidumbre política. Estos factores negativos podrían contrarrestar los positivos, como la mejora de la gobernanza corporativa y las valoraciones atractivas”, comenta Walsh, gestor de cartera en TwentyFour.

Inversión sostenible en 2025: cinco cuestiones para tener en cuenta

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Inversión sostenible en 2025
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Tras un año marcado por las elecciones, 2025 estará definido por sus consecuencias. Temas como la lucha contra el cambio climático, la entrada en vigor de nuevas normativas y la tendencia del gasto en defensa serán algunos de los factores clave que perfilarán la inversión sostenible en el próximo año.

“2024 ha estado marcado por altibajos en múltiples aspectos. Sin embargo, 2025 podría ser un punto de inflexión en el que todos los stakeholders adopten un pragmatismo necesario para impulsar las iniciativas (y la financiación) necesarias para avanzar hacia una transición económica global más sostenible, con la vista puesta en 2030 y más allá”, según Allianz GI.

Aspectos clave del próximo año según Allianz GI:

  • Las temperaturas extremas y la intensidad sin precedentes de los huracanes acentuarán la necesidad urgente de elaborar planes consistentes destinados a la transición climática.
  • La entrada en vigor en 2025 de una serie de normativas, en su mayoría europeas, pondrá a prueba el interés por alcanzar la transición.
  • En el marco del Acuerdo de París, los estados ya se han comprometido a alcanzar objetivos climáticos durante la próxima década, pero los verdaderos desafíos estarán en lograr esas metas y en cómo materializarlas.
  • Los conflictos actuales y los posibles cambios en las prioridades de EE.UU obligarán a replantear cómo financiar de manera responsable el sector global de la defensa.
  • El mercado laboral global está cambiando, lo que conlleva riesgos y oportunidades: será clave adaptar nuestra forma de pensar y abordar la mano de obra moderna.

Del impacto climático a la transición climática

El verano de 2024 ha sido el más caluroso de la historia, ya que el 22 de julio se alcanzó la temperatura media diaria más alta del planeta. “Estos acontecimientos confirman nuestra previsión del año pasado de que en 2024 la atención global pasaría de los costes a largo plazo del cambio climático a los efectos inmediatos del impacto climático. De cara al futuro, a pesar de las continuas divergencias políticas, esperamos que en 2025 se dé el siguiente paso en el camino que va del impacto climático a la transición climática”, han destacado desde la compañía.

Para que el próximo año se logre un plan de transición claro y creíble, será fundamental avanzar en el análisis de escenarios, los marcos de riesgos climáticos, y en los marcos financieros y regulatorios, según Allianz GI. Además, será clave definir con claridad quién financiará esta transición y cómo se garantizará que sea equitativa.

La hora de la verdad

El próximo año se producirá una auténtica oleada de nuevas normativas, directrices y supervisión, lo que supondrá nuevas exigencias a las empresas, justo cuando la UE está revisando su competitividad. En opinión de Allianz GI, este será un “momento de la verdad”, en el que se definirá si estas mejoras son un coste adicional o si, por el contrario, fomentarán la asignación de capital hacia la tan necesaria transición climática.

“En 2025, las empresas europeas estarán obligadas a cumplir con unos mayores requisitos de divulgación y a un mayor análisis de sus cadenas de valor. Los inversores esperan posibles cambios en las regulaciones de divulgación y en las normativas europeas sobre sostenibilidad. Este proceso probablemente coincida con la implementación de nuevos sistemas de etiquetado oficial (tanto en Europa como en Reino Unido), la adopción de la nueva norma de Bonos Verdes, posibles nuevas directrices sobre planes de transición, y el impacto continuo de las legislaciones que regulan a los proveedores de calificaciones ASG”, subrayan desde la entidad.

La soberanía del clima

El papel de los gobiernos en el ámbito climático se centrará cada vez más en sus propios objetivos, con lo que esperan de la respuesta de las empresas. Según el Acuerdo de París, 196 países tienen hasta febrero de 2025 para actualizar sus Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés), en las que detallan cómo cada país contribuirá a los objetivos globales de temperatura.

“Con una inversión global estimada en 6,2 billones de dólares al año para alcanzar el objetivo de cero emisiones, la financiación climática representa una gran oportunidad para que los mercados de capitales innoven en nuevas estructuras y normativas. Los países soberanos tienen un papel clave en esta financiación”, destacan desde la compañía.

El caso de la defensa

La guerra en Ucrania y los conflictos en Oriente Próximo han puesto en evidencia la urgente necesidad de alcanzar un consenso sobre cómo financiar el sector de la defensa, que lleva varias décadas sufriendo un periodo continuado de falta de inversión en varios países, en opinión de los expertos de Allianz GI. Los riesgos son especialmente altos para Europa, y podrían aumentar si la nueva administración estadounidense decide replantearse su enfoque y prioridades en cuanto a defensa.

“El gasto en defensa seguirá en aumento y deberá ser financiado de manera conjunta por los diferentes países y los inversores. Es esencial establecer directrices claras y una alineación estratégica sobre cómo se debe integrar el sector de la defensa en las inversiones, especialmente cuando se trata de lo que se considera socialmente perjudicial”, subrayan desde la compañía.

Trabajar con la mano de obra moderna

Un informe del Foro Económico Mundial ha resaltado cómo las transformaciones impulsadas por la tecnología en el mercado laboral global se ven intensificadas por las alteraciones económicas y geopolíticas, así como por las crecientes presiones medioambientales y sociales. El mercado laboral mundial se enfrenta ahora a una doble realidad: un aumento del desempleo y una creciente escasez de talento. Por ejemplo, la inteligencia artificial, la automatización y otros avances tecnológicos están generando preocupación por despidos masivos. Al mismo tiempo, el mercado laboral podría experimentar una falta de más de 85 millones de trabajadores para 2030, según Korn Ferry.

“Para mitigar el impacto de esta transformación en la productividad y aprovechar al máximo las oportunidades, es necesario adoptar un enfoque estratégico y reflexivo a largo plazo en relación con la mano de obra moderna. En sectores como el aeroespacial y el del transporte, que están atravesando cambios estructurales, las interrupciones laborales están resultando caras, con un aumento de las huelgas en Europa y EE.UU. Las soluciones deberán centrarse en la formación, la inclusión, la diversidad y la localización de las cadenas de suministro. Además, normativas como la Directiva sobre informes de sostenibilidad empresarial exigirán una mayor transparencia sobre los factores sociales. Todo esto, sumado al creciente coste de las interrupciones laborales, pondrá aún más el foco en la mano de obra en 2025”, concluye la entidad en sus predicciones.

Blue Owl vuela por América Latina encantando a institucionales con su sexto fondo GP Stakes

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(cedida) Michael Rees, co-presidente de Blue Owl (izq), y Philippe Stiernon, CEO y Managing Partner de Roam Capital (der)
Foto cedidaMichael Rees, co-presidente de Blue Owl (izq), y Philippe Stiernon, CEO y Managing Partner de Roam Capital (der)

Después de cinco iteraciones, la gestora especializada Blue Owl está en proceso de recaudar capital para su sexto fondo GP Stakes, una estrategia que apunta a cubrir el espectro de los activos alternativos invirtiendo en una variedad de administradoras de fondos especializadas de relevancia. Y como parte del esfuerzo comercial, la firma está mirando América Latina con detención, apuntando a los institucionales de la región.

“Es una forma muy única de invertir en mercado privados”, comenta el co-presidente de Blue Owl, Michael Rees, en entrevista con Funds Society. Desde el punto de vista de los institucionales, el ejecutivo describe el encanto de la estrategia en tres pilares: una cartera “extremadamente” diversificada, eficiencia de capital y flujos de caja.

Fuentes conocedoras del proceso complementan que el fondo GP Stakes VI está apuntando a los 13.000 millones de dólares. El proceso de levantamiento va más o menos en la mitad, acotan, por lo que la expectativa es que la firma cierre el fondo durante 2025.

De todos modos, Rees asegura que la estrategia va a empezar a invertir a principios de 2025. “Ya tenemos bastante capital levantado , así que podemos empezar a desplegarlo lo antes posible”, indica.

En el desagregado, el esfuerzo comercial en América Latina, en particular, ha incluido varios viajes a la región en el pasado reciente. “Tenemos un gran, gran foco en México, pero también Chile y Colombia”, acota Philippe Stiernon, CEO y Managing Partner de Roam Capital, la firma a cargo de distribuir a Blue Owl en la región.

Roadshow latinoamericano

A México viajaron dos veces en 2024: una vez en marzo y una vez en noviembre, para participar en el Encuentro Amafore, uno de los principales eventos de la industria de administradoras de fondos de pensiones (Afores). Además, viajaron a Chile y Colombia durante la segunda semana de enero.

“Estamos muy entusiasmados con esto”, acota Rees. “A lo largo de 2025, tendremos más roadshows y nos aseguraremos de estar disponibles para los clientes”, agrega.

Para el ejecutivo de Blue Owl, hay dos tipos de inversionistas que van a encontrar el fondo particularmente interesante. Por un lado, los clientes que tienen una cartera de mercados privados bien establecida y buscan un producto que genere alfa y supere el desempeño de la industria. Por el otro, los inversionistas que están empezando a incursionar en activos privados y buscan una exposición amplia en una sola estructura.

Stiernon acota que los mercados institucionales de Chile y Colombia se asimilan más al primer tipo, mientras que México está más cercano del segundo. Si bien las Afores no son nuevas en el mundo de los alternativos, el auge ha sido más reciente. “Muchas de las Afores están tomando impulso, con los límites de posicionamiento subiendo. Eso abre la oportunidad para que algunas instituciones allá entren con fuerza en privados”, complementa Rees.

En el caso de otras jurisdicciones de la región, donde las reformas a los sistemas de pensiones arrojan dudas sobre los inversionistas institucionales locales, los ejecutivos también ven espacio para el interés. “Incluso en los países que tienen desafíos regulatorios, como Colombia, Perú y, potencialmente, Chile –en una menor medida–, este producto funciona impecablemente. Es realmente un producto para todo clima”, agrega el ejecutivo de Roam.

La fórmula GP Stakes

El sexto fondo de esta serie, al igual que sus predecesores, comprenda todas las grandes categorías de activos alternativos. La cartera también seguiría los pasos de las versiones anteriores, donde las posiciones reflejan –a grandes rasgos– la industria en general.

Así, la expectativa, según delinea Rees, es que el fondo termine invirtiendo alrededor de un 60% en gestores buyout y el 40% restante repartido entre growth capital, venture capital, infraestructura, crédito privado y activos inmobiliarios.

Es precisamente esta diversificación la que está en el corazón del pitch de GP Stakes VI. El co-presidente de Blue Owl detalla que no sólo está diversificada según activos subyacentes de los gestores en los que invierten y por GP, sino también por geografía y año de vintage.

“Cuando compramos un GP, nuestros clientes obtienen exposición a sus fondos más viejos, que todavía están vigentes, y también probablemente a los fondos que van a lanzar en tres, cinco o diez años”, explica.

Otro componente relevante son los flujos. GP Stakes, según Rees, se trata de una “estrategia de yield”, con la capacidad de distribuir recursos sin vender sus posiciones en las gestoras de alternativos, ya que invierten en firmas rentables. “Mientras invertimos, estamos generando flujo de caja y yield prácticamente de inmediato. Entonces, mientras pones dinero en el suelo, estás sacando dinero”, comenta.

El perfil de los GPs

Respecto al tipo de gestores de activos en los que invierten, Rees recalca que la estrategia es encontrar gestoras líderes en sus segmentos, que tengan un horizonte de décadas de operación. “Estamos buscando esas firmas de mercados privados que están creando franquicias valiosas en las que tendremos una posición por un período muy largo de tiempo”, indica.

Si bien la selección de GPs está al servicio de la diversificación de la cartera, el ejecutivo de Blue Owl asegura que el análisis es 100% bottom-up. Esto quiere decir que primero definen si es que la gestora está entre las primeras de su categoría. “Cuando piensas en los primeros 100 o 200 GPs en la industria, ese es nuestro universo de pesca”, indica, agregado que ”hay beneficios reales por ser grande hoy en día”.

Para el ejecutivo, el tamaño filtra el acceso de las gestoras especializadas a los espacios que están impulsando el crecimiento. “Los nuevos recursos no están viniendo del capital de los fondos de pensiones estatales de EE.UU., como hace una década. Está viniendo del canal de wealth y de geografías que están aumentando su posicionamiento”, comenta, como México, Australia, Medio Oriente y Asia.

“Si eres una firma pequeña y estás en el lugar número 5.000 en la industria, no vas a tener acceso a todos esos tipos de clientes. Por eso vemos que esta etapa de crecimiento realmente está favoreciendo a las firmas más grandes, con marca”, explica.

Las ayudas tras los incendios podrían contribuir al PIB estadounidense

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Ayudas por incendios y PIB de EE.UU.
Foto de Patrick Tomasso en Unsplash

Aunque la euforia construida en torno a la cotización de las acciones de empresas de pequeña capitalización tras la victoria de Donal Trump en noviembre se ha evaporado por completo, como muestra la evolución del índice Russell 2000, la encuesta entre pymes (NFIB) correspondiente al mes de diciembre sigue mostrando los efectos que tiene sobre el sentimiento empresarial el regreso del republicano a la Casa Blanca.

El indicador de optimismo entre negocios pequeños y medianos sube desde 101,7 hasta 105,1, apoyado en una mejora generalizada en la mayoría de sus componentes. El subíndice de expectativas económicas para los próximos seis meses se situó en zona de máximos históricos. De acuerdo con Morgan Stanley, estas cotas de entusiasmo han coincidido históricamente con incrementos en BPA a 12 meses vista para el S&P 500 por encima de un 20%.

El sentimiento es una cosa y la realidad económica otra: aunque la perspectiva de los empresarios es la más constructiva desde antes de la pandemia, sus planes de inversión o de contratación, según nos muestra la encuesta, mantienen una tendencia a la baja.  No obstante, y más allá de los aspectos de carácter político que puedan influenciar el resultado del NFIB, merece la pena dar seguimiento al desempeño a corto plazo de estas métricas: la confianza puede acabar contagiando la toma de decisiones y llevar a consumir más, invertir más y crecer más.

En la actual situación de “buen dato de crecimiento, malo para la bolsa” y de nerviosismo en torno a los índices de coste de la vida, el porcentaje de pymes con planes de subir precios (que se mantuvo sin cambios respecto de la publicación anterior), no deja de ser una buena noticia.

Mientras, la sorpresa positiva en el índice de precios de producción industrial (PPI) apaciguó algo los nervios entre los bonistas que, no obstante, ofrecían toda su atención al dato del IPC del miércoles. El PPI subió un 0,2% intermensual tras el 0,4% apuntado en el mes de noviembre, mientras que el subyacente se mantuvo plano (+0,2% en noviembre).

Después de uno de los movimientos más agresivos en incremento de pendiente en la curva de los últimos 40 años, como muestra Bloomberg (ajuste en la curva 2-10 años escalado por volatilidad) era factible una reacción violenta ante un dato de inflación razonablemente bueno. Y eso es precisamente lo que acabó sucediendo.

 

El dato de IPC (general) del mes de diciembre igualó las expectativas de consenso (0,4% mensual y 2,9% anual), pero el índice subyacente sorprendió positivamente, frenándose en tasa interanual desde el 3,3% de noviembre hasta el 3,2%, y dejando buenas sensaciones tanto por el lado del precio de bienes como del de los servicios. La respuesta fue, como cabía esperar, de “efecto muelle”, con la TIR del bono a 10 años comprimiendo un 0,15% de máximos a mínimos de sesión.

En la “panza de la curva” el movimiento fue de otros 10 puntos básicos aproximadamente, que puede parecer excesivo, pero que no lo es tanto si tenemos en cuenta que la rentabilidad del bono a 5 años se ha visto incrementada en más de un 1% en los 3-4 meses que han coincidido con bajadas de tipos de 100 puntos básicos.  

 

La sorprendente fortaleza de la encuesta de manufacturas de la Fed de Filadelfia (enero) no empañó la inercia alcista en el bono; se trata de un sondeo notoriamente más volátil que el ISM, pero habrá que vigilar qué sucede con este último el próximo 3 de febrero. En cualquier caso, la volatilidad en tipos y bolsa del mes de enero probablemente nos acompañe durante más tiempo.

El ciclo aparentemente se alarga, pero lleva tiempo en zona de madurez y las perspectivas macro para los próximos meses no son claras, con un tira y afloja entre el efecto retardado del ciclo de subidas de tipos, los riesgos geopolíticos y las reformas fiscales por un lado, y  la normalización en los niveles de inventarios o la inercia positiva de los recortes de tipos a nivel global por el otro. Los incendios de Los Ángeles y el impacto de las ayudas que pondrá en práctica la nueva administración y que afectarán a métricas de consumo, inversión y crecimiento, también dificultarán interpretar la tendencia de fondo de la economía.

Estudiando referencias históricas (California 2017-2018, Katrina en 2005, Sandy en 2012) y los componentes y magnitud de las ayudas y subvenciones que entonces se desembolsaron, el importe podría superar en esta ocasión los 100.000 millones de dólares (con Katrina los daños ascendieron a ~$125.000 millones y el Congreso aprobó un conjunto de medidas por valor de $120.000 millones).  El efecto inmediato de un paquete de ayuda de estas características probablemente impulsaría el PIB. Los principales canales serían:

  1. Incremento del gasto público: los fondos de ayuda federales y estatales contribuyen directamente al PIB a través de la reconstrucción de infraestructuras, servicios de emergencia y ayudas a la vivienda.
  2. Consumo: la ayuda a los hogares afectados restablece el poder adquisitivo, impulsando el consumo.
  3. Creación de empleo: los esfuerzos de reconstrucción crean puestos de trabajo en la construcción, la ingeniería, el comercio minorista y sectores afines.

Impacto (estimado) a corto plazo sobre el PIB:

Por cada dólar gastado en ayuda en eventos de catástrofe, el PIB suele aumentar entre 1,50 y 2,00 dólares, según los multiplicadores históricos de sucesos similares.

Así, un paquete de ayuda de 100.000 millones de dólares podría aportar entre 150.000 y 200.000 millones de dólares al PIB en los primeros 1-2 años. El riesgo de aumento de la inflación se vería incrementado con los estimados de consenso para 2025 en un 2,1% (vs. un 0,3% en enero 2023 y un 1,3% en enero 2024), y un impulso adicional de ~+0,5% (con Katrina las iniciativas del gobierno añadieron un 0,5% al PIB el primer año; con Sandy, y en el contexto de un desembolso más ajustado, el impulso fue de ~+0,2% en 2 años).

¿Qué riesgos amenazarán la estabilidad y el progreso global a corto y medio plazo?

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Riesgos globales y estabilidad
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El panorama global  está cada vez más fragmentado. Estamos en un momento en el que los crecientes desafíos geopolíticos, medioambientales, sociales y tecnológicos amenazan la estabilidad y el progreso, según la 20ª edición del Informe sobre Riesgos Mundiales del Foro Económico Mundial (WEF). Si bien los riesgos económicos tienen menos protagonismo inmediato en los resultados de la encuesta de este año, sus autores reconocen que siguen siendo motivo de preocupación debido a su interconexión con las tensiones sociales y geopolíticas.

En concreto, el informe destaca que el conflicto armado entre estados es identificado como el riesgo global más apremiante para 2025, con casi una cuarta parte de los encuestados calificándolo como la preocupación más grave para el próximo añoLa encuesta también revela que la desinformación y la información errónea continúan siendo los principales riesgos a corto plazo por segundo año consecutivo, subrayando su amenaza persistente a la cohesión social y la gobernanza, al erosionar la confianza y exacerbar las divisiones dentro y entre naciones. Otros riesgos destacados a corto plazo incluyen eventos climáticos extremos, polarización social, ciberespionaje y ciberataques.

Otra tendencia que destaca el informe es que los riesgos medioambientales dominan el horizonte de 10 años, encabezados por eventos climáticos extremos, la pérdida de biodiversidad y el colapso de los ecosistema, cambios críticos en los sistemas terrestres y escasez de recursos naturales, liderando la clasificación de riesgos a 10 años. El quinto riesgo medioambiental en el top 10 es la contaminación, que también se percibe como un riesgo destacado a corto plazo. Su sexta posición en el corto plazo refleja un reconocimiento creciente de los graves impactos en la salud y los ecosistemas de una amplia gama de contaminantes en el aire, el agua y el suelo. En general, los eventos climáticos extremos fueron identificados de manera prominente como riesgos inmediatos, a corto y a largo plazo.

Además, el panorama a largo plazo también está marcado por riesgos tecnológicos relacionados con la desinformación, la información errónea y los resultados adversos de las tecnologías de inteligencia artificial. «El aumento de las tensiones geopolíticas y la fractura de la confianza están impulsando el panorama global de riesgos. En este contexto complejo y dinámico, los líderes tienen una opción: encontrar formas de fomentar la colaboración y la resiliencia, o enfrentar vulnerabilidades crecientes», destaca Mirek Dušek, director general del Foro Económico Mundial.

Sistemas fracturados, futuros frágiles

El informe, que recopila las opiniones de más de 900 expertos en riesgos globales, responsables políticos y líderes de la industria encuestados en septiembre y octubre de 2024, presenta una visión contundente sobre la próxima década. Los encuestados son considerablemente menos optimistas acerca de las perspectivas del mundo a largo plazo que a corto plazo. Casi dos tercios anticipan un panorama global turbulento o tormentoso para 2035, impulsado principalmente por desafíos ambientales, tecnológicos y sociales cada vez más intensos.

Más de la mitad de los encuestados espera cierta inestabilidad dentro de dos años, reflejando la fractura generalizada de la cooperación internacional. Las proyecciones a largo plazo indican desafíos aún mayores, ya que se espera que los mecanismos de colaboración enfrenten presiones crecientes. Los riesgos sociales, como la desigualdad y la polarización social, ocupan un lugar destacado en las clasificaciones de riesgos tanto a corto como a largo plazo. La creciente preocupación por la actividad económica ilícita, las cargas de deuda acumuladas y la concentración de recursos estratégicos destaca vulnerabilidades que podrían desestabilizar la economía global en los próximos años. Todos estos problemas amenazan con exacerbar la inestabilidad interna y erosionar la confianza en la gobernanza, complicando aún más los esfuerzos para abordar los desafíos globales.

Los 33 riesgos incluidos en la clasificación aumentan en puntuación de gravedad a largo plazo, reflejando las preocupaciones de los encuestados sobre la mayor frecuencia o intensidad de estos riesgos a medida que se desarrolla la próxima década. Según afirma Mark Elsner, jefe de la Iniciativa de Riesgos Globales del Foro Económico Mundial, «desde conflictos hasta el cambio climático, enfrentamos crisis interconectadas que exigen acciones coordinadas y colectivas. Es urgentemente necesario renovar los esfuerzos para reconstruir la confianza y fomentar la cooperación. Las consecuencias de la inacción podrían sentirse durante generaciones».

Una década decisiva

Según el informe, a medida que las divisiones se profundizan y la fragmentación redefine los paisajes geopolíticos y económicos, la necesidad de una cooperación global efectiva nunca ha sido más urgente, según el informe. Sin embargo, con el 64% de los expertos anticipando un orden global fragmentado marcado por la competencia entre potencias medias y grandes, el multilateralismo enfrenta una presión significativa.

No obstante, destaca que el aislamiento no es una solución viable. «La próxima década presenta un momento crucial para que los líderes naveguen los riesgos complejos e interconectados y aborden las limitaciones de las estructuras de gobernanza existentes. Para evitar una espiral descendente de inestabilidad –y en su lugar reconstruir la confianza, mejorar la resiliencia y asegurar un futuro sostenible e inclusivo para todos– las naciones deben priorizar el diálogo, fortalecer los lazos internacionales y fomentar condiciones para una colaboración renovada”, concluye el informe.

Ardian levanta la cifra récord de 30.000 millones de dólares para la mayor plataforma de secundarios del mundo

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Ardian y plataforma de secundarios
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Ardian, firma de inversión privada, ha anunciado que ha movilizado 30.000 millones de dólares para su plataforma de secundarios de novena generación, lo que la convierte en la mayor captación de fondos de secundarios a nivel mundial hasta la fecha y consolida el liderazgo de Ardian en el mercado de secundarios, según la entidad.

“Esto representa un aumento significativo con respecto a los 19.000 millones de dólares recaudados para la plataforma de octava generación de Ardian en 2020 y sitúa los activos bajo gestión de secundarios y primarios de Ardian en 97.000 millones de dólares”, añaden desde la compañía.

El éxito de la captación de fondos, que fue sobresuscrita y se cerró en su límite máximo, pone de relieve el continuo y creciente apetito por las inversiones secundarias entre los LP, ya que la volatilidad del mercado y la necesidad de liquidez impulsaron los volúmenes de operaciones a máximos históricos en 2024, según Ardian. 

“La captación de fondos atrajo a una amplia gama de inversores mundiales, con un total de más de 465 inversores procedentes de 44 países de Europa, América, Oriente Medio y Asia. La diversa base de LP incluye importantes fondos de pensiones, compañías de seguros, fondos soberanos, instituciones financieras y particulares de grandes patrimonios. Se ha producido un crecimiento especialmente pronunciado entre los clientes de patrimonios privados, que representan el 22% del total de fondos captados, frente al 11% de la plataforma de octava generación”, destacan desde la compañía.

Esta nueva plataforma se alinea con la actual estrategia de secundarios de Ardian relativa a la adquisición de participaciones en los mejores activos de capital riesgo, proporcionando soluciones de liquidez a los mayores y más sofisticados inversores institucionales y general partners del mercado, señalan desde la entidad.

“La demanda y el tamaño de esta última generación demuestran que Ardian es una de las pocas firmas con el capital necesario para realizar las transacciones de mayor tamaño y complejidad en el mercado de Secondaries. El equipo de Secondaries & Primaries de Ardian se encuentra entre los de mayor experiencia del sector, con más de 100 profesionales de la inversión repartidos en 14 oficinas y con un equipo directivo que ha trabajado conjuntamente durante casi dos décadas”, han destacado desde Ardian.

Apalancándose en más de 25 años de experiencia en el mercado, el equipo de Secondaries & Primaries de Ardian ha desarrollado una de las mayores y más completas bases de datos del mundo de activos del mercado privado para respaldar su actividad inversora, cubriendo 1.600 fondos de más de 650 general partners, y ofreciendo acceso a 5,4 millones de datos en tiempo real sobre más de 10.000 empresas subyacentes. Con esta sólida base de datos y el uso de la IA, la plataforma integrada permite a Ardian identificar los mejores fondos para comprar en cualquier momento y permite al equipo tomar decisiones de inversión fundamentadas con mayor agilidad y rapidez.

«Estamos capitalizando activamente una oportunidad de compra generacional para los secundarios. Con el continuo crecimiento exponencial de los mercados privados, los inversores recurren cada vez más a los inversores en secundarios para que les ayuden a gestionar activamente sus carteras de valores privados. Y más recientemente, con un entorno cambiante de tipos de interés y la volatilidad de los mercados públicos, muchos se encuentran sobreasignados y necesitados de una solución. Esta dinámica del mercado, combinada con la solidez de nuestra oferta, que hemos cultivado durante más de 25 años, nos ha ayudado a lograr este hito sin precedentes. La escala de nuestra plataforma nos permite asegurar transacciones de un tamaño nunca visto, incluidas nuestras dos operaciones secundarias más recientes, cada una de las cuales supera los 3.000 millones de dólares. Agradezco sinceramente a nuestros inversores su apoyo y confianza constantes”, ha subrayado Mark Benedetti, Presidente ejecutivo y codirector de Empresas Secundarias, Ardian. 

«Los últimos 12 meses han registrado un volumen récord en el mercado secundario. Recurrir al mercado secundario para obtener liquidez y equilibrar la cartera ya no es una decisión puntual, sino que ahora forma parte integral  de las estrategias de inversión en mercados privados de los inversores institucionales. Esto ha dado lugar a volúmenes mucho mayores de activos en venta, creando oportunidades sin precedentes para los compradores de escala y permitiendo al mismo tiempo una capacidad de selección aún mayor. A medida que crezca el mercado, los fondos con un capital significativo que desplegar y con capacidad para realizar las operaciones más complejas se verán beneficiados. Contamos con una cartera sólida y diversificada de fondos gestionados por GPs líderes a nível mundial, con nuestro noveno fondo ya desplegado al 50% y un tamaño medio de transacción de 2.000 millones de dólares para carteras de LP.  Esperamos que 2025 sea un año aún más dinámico, y estamos profundamente agradecidos con nuestros inversores, quienes han garantizado que estemos bien capitalizados para aprovechar esta oportunidad de mercado”, ha concluido Vladimir Colas, vicepresidente ejecutivo y codirector de Empresas Secundarias, Ardian. 

Generali Investments adquirirá una participación mayoritaria en MGG Investment Group

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Generali Investments y MGG Investment Group
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Generali Investments, firma líder mundial en gestión de activos que forma parte del Grupo Generali, y MGG Investment Group (MGG), especialista en préstamos directos en EE.UU. con más de 6 millones de dólares en activos bajo gestión, han anunciado la firma de un acuerdo definitivo en virtud del cual la filial propiedad al 100% de Generali Investments, Conning & Company, adquirirá una participación mayoritaria en MGG y sus filiales.  

MGG fue fundada en 2014 por Kevin Griffin y McCourt Global, una empresa familiar privada. Tiene sede en Nueva York, ofrece préstamos senior garantizados y soluciones de capital estructurado a empresas estadounidenses del middle market. Desde su creación, la empresa ha invertido más de 10 millones de dólares en más de 175 operaciones, con un enfoque diferenciado en prestatarios no patrocinados y situaciones más complejas y personalizadas. La extensa red de MGG y su presencia en el mercado local ofrecen una amplia gama de oportunidades de abastecimiento, lo que permite al equipo de inversión mantener la selectividad y un enfoque disciplinado en toda la estructura de capital y en diversos entornos de mercado.

“La adquisición de MGG acelera el desarrollo estratégico de Generali Investments y de nuestras capacidades de crédito privado para satisfacer las necesidades cambiantes de nuestros clientes, incluidas nuestras compañías de seguros afiliadas que se convertirán en inversores en las ofertas de MGG. El riguroso enfoque de suscripción de crédito, estructuración y enfoque en el middle market y los préstamos no patrocinados complementan nuestra oferta existente y nos posicionan mejor para apoyar a nuestros clientes a alcanzar sus objetivos de inversión en préstamos directos», ha señalado Woody Bradford, director ejecutivo y gerente general de Generali Investments.

Mantenimiento de la cúpula

Según matizan, MGG seguirá siendo dirigida por el CEO & CIO, Kevin Griffin, sin cambios en la estrategia de inversión, los procedimientos o el día a día de la compañía. “Nuestra alianza con Generali es un nuevo y emocionante capítulo que apoyará el crecimiento futuro de MGG y nos permitirá ampliar nuestras capacidades de inversión y formación de capital. Generali Investments es una plataforma líder en gestión de activos con sólidos recursos estratégicos y una cultura centrada en el cliente que está alineada con nuestra filosofía y valores. Esta transacción es un testimonio del equipo y el negocio de MGG que hemos construido en la última década, proporciona nuevas y mayores oportunidades para nuestros empleados, y mejora nuestra capacidad para servir a nuestros inversores y prestatarios”, ha destacado Griffin.

Conning & Company ha firmado un acuerdo definitivo para comprar el 77% de MGG por 320 millones de dólares al finalizar el acuerdo, con pagos adicionales sujetos la consecución de objetivos operativos. Los actuales accionistas de MGG Management y McCourt Global conservarán una participación minoritaria. El impacto estimado en el ratio de Solvencia II del Grupo Generali es de aproximadamente -2 puntos porcentuales.