La lucha contra la inflación no debe tener tregua, según Agustín Cartens

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Agustín Carstens, BIS
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El final del endurecimiento monetaria parece estar llegando y el escenario de aterrizaje suave en las economías mundiales parece realista, estas fueron las conclusiones, entre otras, de Agustín Carstens, gerente general del Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés), quien fijó el punto de vista de la institución sobre el desempeño de la inflación global en los meses recientes, los factores que desde su punto de vista han permitido el descenso de los precios, los riesgos que se observan en el horizonte y las medidas correctivas que podrían realizarse en caso de un repunte no deseado o imprevisto de la inflación.

El ex banquero central mexicano, presentó sus reflexiones sobre el curso de política macroeconómica global y, de manera especial, el desempeño de la inflación en el mundo.

Está cerca el fin del endurecimiento monetario

Cartens aseguró que ya se vislumbra el fin de este endurecimiento monetario excepcional. La mayoría de los bancos centrales han señalado que sus tasas de política pueden haber alcanzado su punto máximo. En Suiza, por ejemplo, los tipos de interés están estancados desde junio del año pasado y los bancos centrales de algunas economías de mercados emergentes ya los han reducido.

Asimismo, la actividad económica se ha mantenido sorprendentemente resiliente, lo que ha reforzado la confianza en que las economías podrían estar preparadas para un escenario de aterrizaje suave.

Agustín Carstens señala que la lucha contra la inflación ha tenido un costo notablemente pequeño en términos de menor crecimiento del PIB o mayor desempleo.

«Si en 2021 se hubiera dicho a la mayoría de los economistas que los principales bancos centrales aumentarían sus tipos de interés oficiales en 5 puntos porcentuales, habrían pronosticado un golpe considerable a la actividad económica, o incluso una recesión. Y, dados los ya elevados niveles de deuda y las vulnerabilidades acumuladas durante la era de bajos niveles de deuda durante mucho tiempo, no habría sido demasiado descabellado esperar también un aumento significativo de la morosidad y las quiebras, o incluso una crisis financiera», aseguró el dirigente del BIS.

Con el escenario actual, el panorama es relativamente optimista; sin embargo, Carstens se pregunta si continuará esta resiliencia. «Sin duda, este no es el final del viaje. Como señaló el Banco Nacional Suizo (BNS) en su evaluación de política monetaria más reciente, es probable que la inflación vuelva a aumentar ligeramente en los próximos meses debido al aumento de los precios de la electricidad y los alquileres, así como al aumento del IVA», señaló.

Existen riesgos

En virtud de que desde su punto de vista se mantienen los riesgos, Carstens puso sobre la mesa tres puntos que le parecen trascendentes para el desempeño de la actividad económica global los próximos meses:

1) Desde su punto de vista existen cuatro señales que confirman que la actuación de los bancos centrales va en el camino correcto.

En primer lugar, y lo más importante, la inflación sigue bajando. Así como el aumento de la inflación fue un fenómeno global, su disminución también ha sido similar en todos los países. Las economías avanzadas comenzaron el 2023 con una inflación promedio del 7.5 por ciento. Hoy su inflación promedio es del 3.2 por ciento. En los mercados emergentes, excluyendo un par de valores atípicos, la inflación promedio cayó del 8.1 por ciento al 4.1 por ciento durante el mismo período.
Parte de la caída refleja la caída de los precios de las materias primas después de los rápidos aumentos observados en 2022 y la normalización de las cadenas de suministro pospandemia

En segundo lugar, las tasas de crecimiento económico se estabilizan. El crecimiento mundial se ha desacelerado aún más en 2023. La recuperación en China ha sido más débil de lo que muchos esperaban. Y Europa evitó la recesión. Es cierto que Estados Unidos ha sido una excepción importante. Pero allí también se espera que la actividad se debilite pronto a medida que se agoten los excesos de ahorro de la era de la pandemia.

Además y en tercer lugar, los mercados laborales se relajan. Un gran enigma durante el período pospandemia es que los mercados laborales en muchos países se han mantenido ajustados a pesar del debilitamiento del crecimiento del PIB. Las tasas de desempleo continúan rondando mínimos históricos. La pandemia perturbó la oferta laboral y distorsionó la demanda laboral. Los cambios en las preferencias laborales hacia una menor participación de la fuerza laboral y menos horas trabajadas serían temporales, y se disiparía el acaparamiento de mano de obra por parte de las empresas sorprendidas por la dificultad para volver a contratar trabajadores durante la recuperación.

Por último, mejora el crecimiento de la productividad. Mecánicamente, la reciente combinación de mercados laborales fuertes y bajo crecimiento del PIB ha implicado un débil crecimiento de la productividad laboral. La producción por hora se ha estancado incluso cuando el empleo se ha expandido con fuerza.

A medida que los mercados laborales se normalicen y las tasas de crecimiento converjan a niveles potenciales, este patrón debería revertirse. Un crecimiento más rápido de la productividad permitiría a los trabajadores compensar la reducción de los salarios reales que muchos experimentaron en los últimos dos años, sin una reducción significativa de las ganancias corporativas. Esto, a su vez, reduciría la probabilidad de que surjan espirales de precios-salarios.

En resumen, el camino en los próximos seis a nueve meses debería estar marcado por una reducción continua de la inflación, un crecimiento moderado pero estable, un modesto debilitamiento del mercado laboral y un repunte gradual del crecimiento de la productividad. Y, eventualmente, la inflación volvería a alcanzar su objetivo y las tasas de crecimiento convergerían a su potencial.

¿Qué podría salir mal?

«Mi principal preocupación es que las tasas de inflación tal vez no regresen a los niveles objetivo con tanta rapidez y firmeza como esperan la mayoría de los pronosticadores», explicó el banquero de banqueros, como se le conoce a quien ocupa la titularidad del BIS sea quien sea.

Es en este contexto que, si bien los bancos centrales han hecho su trabajo endureciendo la política monetaria y restringiendo la demanda agregada, no se puede decir lo mismo de la política fiscal.

Los déficits fiscales, que justificadamente aumentaron durante la pandemia de Covid-19, aún no han vuelto a los niveles anteriores a la pandemia, que ya eran muy elevados. Esto aumenta la demanda agregada, lo que no ayuda, dado que las condiciones macroeconómicas más amplias son más resistentes de lo previsto.

Además, como ya se ha dicho, es bastante razonable esperar que los salarios reales intenten recuperar terreno. Si la productividad no se recupera y más bien regresa a las lentas tendencias previas a la pandemia, implicará un mayor costo laboral unitario para un nivel determinado de inflación salarial, lo que aumentará el riesgo de nuevas presiones sobre los precios.

Un riesgo clave para las perspectivas de inflación es que los mercados financieros puedan comenzar a descontar una flexibilización monetaria más pronunciada y rápida de lo que se justifica. A medida que las tasas a largo plazo han caído recientemente, los índices bursátiles se han recuperado y algunos alcanzaron máximos históricos. Los precios de la vivienda también han vuelto a subir en varias economías y no están lejos de sus máximos. Esto conduciría a una flexibilización prematura de las condiciones financieras que podría reavivar las presiones inflacionarias.

Además de los riesgos para la inflación, debemos prever la posibilidad de que la actual mala racha en el crecimiento pueda continuar, o incluso intensificarse. Como se mencionó anteriormente, la política monetaria opera con rezagos. Por lo tanto, el impacto total de las tasas de interés más altas aún no se ha sentido y puede resultar más fuerte de lo previsto.

Las dificultades de los prestatarios también plantearán desafíos para el sistema financiero a través de mayores tasas de morosidad, lo que agravará los riesgos para las perspectivas económicas. De hecho, la cuestión no es si habrá pérdidas crediticias, sino más bien qué tan grandes serán y qué tan bien podrá afrontarlas el sistema financiero.

No debe haber tregua contra la inflación

Agustín Cartens advirtió que no debe haber tregua en la lucha contra la inflación ya que la prioridad clave sigue siendo guiar de manera constante la inflación hacia los niveles objetivo.

«Como ya se ha dicho, hay varias fuerzas que podrían seguir añadiendo presión sobre la inflación: una política fiscal laxa, la recuperación de los salarios reales, la disminución de los factores desinflacionarios y posiblemente una flexibilización prematura de las condiciones financieras. Para ser muy claro, no veo ningún interés en que los bancos centrales se adapten a estas presiones. Los bancos centrales harán su trabajo y permanecerán vigilantes».

En este contexto, Casrstens señaló los que desde su punto de vista son los desafíos que plantearían nuevos shocks de oferta, un riesgo relevante en el contexto de tensiones geopolíticas, desafíos planteados por la transición verde y fuerzas demográficas adversas.
1) Permitir que la inflación vuelva a aumentar –incluso si se produce un shock temporal– sería una estrategia muy arriesgada.

2) En cuanto a la política fiscal, ha llegado el momento de apretarse el cinturón. Este no es un mensaje nuevo. Pero hemos llegado al punto en que la consolidación fiscal es un imperativo. Los niveles de deuda pública están en niveles récord y los déficits fiscales siguen siendo demasiado grandes en muchos países a pesar de la resiliencia del ciclo económico. Sin una consolidación fiscal y teniendo en cuenta las presiones de gasto relacionadas con la edad, los niveles de deuda pública tanto en las economías avanzadas como en las de mercados emergentes crecerán exponencialmente.

3) Otros desafíos fiscales surgen de las necesidades de gasto relacionadas con las tensiones geopolíticas y la transición verde, así como de un posible aumento de las tasas de interés reales de equilibrio. Por lo tanto, reducir los déficits fiscales es esencial para preservar la estabilidad macroeconómica en el mediano plazo y también respaldaría el proceso de desinflación en curso.

4) Las autoridades también deben permanecer atentas a los posibles riesgos para la estabilidad financiera. El alto nivel de los tipos de interés seguirá ejerciendo presión sobre los prestatarios. Y también existe el riesgo de disfunción del mercado, especialmente si la demanda de liquidez se dispara a medida que aumentan los préstamos en dificultades.

Agustín Carstens insistió en que conforme la economía se enfríe, sería complaciente confiar en que todo seguirá igual. Es esencial que los supervisores y reguladores estén preparados para tomar medidas rápidas y preventivas para preservar la resiliencia financiera cuando surjan señales de dificultades. Estas acciones tempranas pueden minimizar la probabilidad de que se requieran medidas de emergencia, como las implementadas en marzo de 2023.

Por último, pero no menos importante, las autoridades deberían revitalizar la agenda de reformas estructurales. Esto es clave para aliviar la carga que pesa sobre las políticas monetaria y fiscal, a las que con demasiada frecuencia se recurre para proporcionar estímulo económico en un contexto de crecimiento de la productividad persistentemente lento.

Lograr un crecimiento mayor y sostenible sólo puede lograrse impulsando el potencial productivo mediante medidas que mejoren el lado de la oferta e impulsen la innovación. Esto requiere esfuerzos renovados para diseñar e implementar reformas estructurales en los mercados de productos y de trabajo, que se han desacelerado considerablemente en las últimas dos décadas.

Para Carstens, el trabajo aún no está completo y persisten riesgos considerables. «El éxito que hemos tenido hasta ahora no debe generar complacencia. Las autoridades deben prestar atención a las señales y mantenerse firmes en su compromiso de completar el camino hacia la desinflación, al tiempo que revitalizan los esfuerzos para garantizar trayectorias fiscales sostenibles y elevar el crecimiento de la productividad», finalizó.

Forandra Capital lanza un fondo de «activismo financiero global» en México

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Los inversores mexicanos tienen acceso al activismo financiero global por primera ocasión en la historia, un nicho de inversión que impulsa el cambio positivo de las compañías que cotizan en el mercado global de valores. Forandra Capital ha lanzado “Activist Fund 1”, con inversiones en Estados Unidos, Europa y Japón.

Forandra Capital es una compañía global fundada por un grupo de inversores mexicanos que se dedica a la administración de activos, especializada en inversiones alternativas y disruptivas. La empresa invierte en mercados globales de la mano de activistas (socios Forandra), con el propósito de que los inversionistas mexicanos tengan por primera vez exposición al activismo global.

Los inversores activistas, también conocidos como accionistas activistas, compran una participación relevante en una empresa que consideran de bajo desempeño y luego ejercen sus derechos para influir en la administración y la junta directiva de esa empresa, para realizar cambios que conduzcan a generar mayor valor a los accionistas de la compañía.

El número de activistas en el mercado global ha aumentado desde 2017, debido potencialmente a que los bajos precios de las acciones facilitan la compra de participaciones de empresas que creen que pueden mejorar.

Por ejemplo, cuatro grandes compañías como Disney; los gigantes del software Salesforce y Splunk; y el fabricante de juguetes Hasbro; están actualmente comprometidas cada una con múltiples inversores activistas.

Diego Tarrats, CEO y co-fundador de Forandra Capital explica: “Nuestro primer fondo denominado “AF1” (Activist Fund 1) es la primera estrategia de inversión activista con ADN mexicano, y también es el primer fondo activista que se estará invirtiendo en los tres principales mercados que están marcando tendencia en el sector: Estados Unidos, Europa y Japón”.

El fondo AF1 estará realizando su primera ronda de inversión durante el primer trimestre del 2024, buscando así tomar ventaja de las oportunidades de inversión que se están presentando actualmente.

¿Qué es el activismo financiero?

La primera tarea consiste en identificar empresas extranjeras que coticen en la bolsa, y que éstas hayan mostrado un bajo rendimiento en el valor de sus acciones. Una vez seleccionada la compañía, siguen tres pasos:

  1. El activista compra una parte considerable de las acciones de la compañía. Usualmente el activista adquiere entre el 1% y el 10% del valor total de las acciones de la compañía.
  2. El activista presenta un plan de acción con el cual tiene la intención de influir en las decisiones estratégicas de la compañía que pudieron haber causado un bajo desempeño, basándose en un diagnóstico de cuatro puntos clave: asignación de capital, gobernanza, factor ambiental-social y el desempeño operativo.
  3. El activista abandona su posición una vez que los cambios se hayan reflejado en un aumento en el valor de sus acciones y elevado el rendimiento de la compañía. Los socios de Forandra Capital apuntan a una Tasa Interna de Retorno (TIR) superior al 15% en dólares americanos.

Forandra Capital lanza un fondo de «activismo financiero global» en México

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Los inversores mexicanos tienen acceso al activismo financiero global por primera ocasión en la historia, un nicho de inversión que impulsa el cambio positivo de las compañías que cotizan en el mercado global de valores. Forandra Capital ha lanzado “Activist Fund 1”, con inversiones en Estados Unidos, Europa y Japón.

Forandra Capital es una compañía global fundada por un grupo de inversores mexicanos que se dedica a la administración de activos, especializada en inversiones alternativas y disruptivas. La empresa invierte en mercados globales de la mano de activistas (socios Forandra), con el propósito de que los inversionistas mexicanos tengan por primera vez exposición al activismo global.

Los inversores activistas, también conocidos como accionistas activistas, compran una participación relevante en una empresa que consideran de bajo desempeño y luego ejercen sus derechos para influir en la administración y la junta directiva de esa empresa, para realizar cambios que conduzcan a generar mayor valor a los accionistas de la compañía.

El número de activistas en el mercado global ha aumentado desde 2017, debido potencialmente a que los bajos precios de las acciones facilitan la compra de participaciones de empresas que creen que pueden mejorar.

Por ejemplo, cuatro grandes compañías como Disney; los gigantes del software Salesforce y Splunk; y el fabricante de juguetes Hasbro; están actualmente comprometidas cada una con múltiples inversores activistas.

Diego Tarrats, CEO y co-fundador de Forandra Capital explica: “Nuestro primer fondo denominado “AF1” (Activist Fund 1) es la primera estrategia de inversión activista con ADN mexicano, y también es el primer fondo activista que se estará invirtiendo en los tres principales mercados que están marcando tendencia en el sector: Estados Unidos, Europa y Japón”.

El fondo AF1 estará realizando su primera ronda de inversión durante el primer trimestre del 2024, buscando así tomar ventaja de las oportunidades de inversión que se están presentando actualmente.

¿Qué es el activismo financiero?

La primera tarea consiste en identificar empresas extranjeras que coticen en la bolsa, y que éstas hayan mostrado un bajo rendimiento en el valor de sus acciones. Una vez seleccionada la compañía, siguen tres pasos:

  1. El activista compra una parte considerable de las acciones de la compañía. Usualmente el activista adquiere entre el 1% y el 10% del valor total de las acciones de la compañía.
  2. El activista presenta un plan de acción con el cual tiene la intención de influir en las decisiones estratégicas de la compañía que pudieron haber causado un bajo desempeño, basándose en un diagnóstico de cuatro puntos clave: asignación de capital, gobernanza, factor ambiental-social y el desempeño operativo.
  3. El activista abandona su posición una vez que los cambios se hayan reflejado en un aumento en el valor de sus acciones y elevado el rendimiento de la compañía. Los socios de Forandra Capital apuntan a una Tasa Interna de Retorno (TIR) superior al 15% en dólares americanos.

ETFs de Bitcoin y su comportamiento con instrumentos tradicionales

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Karolina Grabowska (Pexels)

El año 2024 verá numerosos análisis sobre la habilitación de la creación de ETFs de Bitcoin por parte de la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC). Los analistas de la firma argentina Cohen se plantean la hipótesis de que la criptomoneda sea una nueva clase de activos dentro de un mercado regulado y publica un primer análisis sobre su comportamiento.

«Este avance en la integración de las nuevas tecnologías en los mercados financieros tradicionales resulta un hito histórico, dado que no sólo abre las puertas a inversores institucionales para acceder a este instrumento, sino que brindará mayor liquidez, transparencia y credibilidad al mercado de criptomonedas. Esto último, incluso, generará probablemente un impacto significativo en la percepción general del Bitcoin y otras criptomonedas por parte de inversores privados más conservadores», dicen desde Cohen.

Si consideramos al Bitcoin como una nueva clase de activo en el marco de un mercado regulado, resulta esencial estudiar su comportamiento en comparación con las clases de activos más tradicionales de los mercados financieros, ya que ahora podría ser incluido en un portfolio global.

En el siguiente ejercicio, los analistas de Cohen calcularon la correlación rolling de un año entre el Bitcoin y las distintas clases de activos. En el siguiente gráfico, analizan el rango del coeficiente de correlación observado del Bitcoin contra las clases de activo, el promedio y el valor actual. Esto es lo que ven:

  • El rango con la mayoría de las clases de activos es muy amplio. Se distinguen momentos de correlaciones tanto positivas como negativas.
  • El Bitcoin tiene en promedio una correlación levemente positiva con los activos de riesgo, así como acciones, bonos de alto rendimiento y Real Estate, entre otros.
  • Por otro lado, el Bitcoin tiene una correlación positiva pero baja con el oro, lo que aporta a la gran discusión de si este nuevo activo podría algún día reemplazarlo como reserva de valor.
  • Los Bonos del Tesoro Americano tienen una correlación en promedio de cero con la criptomoneda.

En resumen, según Cohen, los resultados sugieren que el Bitcoin puede ser un activo que aporte valor a los portfolios tradicionales. La correlación con las diversas clases de activo puede variar significativamente. Por ende, hay que estudiarla constantemente, ya que de esa forma se puede aprovechar los movimientos para aportar cobertura o para amplificarlos. Sin embargo, es importante destacar que el Bitcoin es un activo no apto para todos los inversores debido a su alta volatilidad, que es notablemente superior a la de los mercados tradicionales. Por consiguiente, los inversores deben ser conscientes y entender el activo en el que invierten.

UBS nombra a Aleksandar Ivanovic presidente de su división de Gestión de Activos

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Foto cedidaAleksandar Ivanovic, presidente de la división de gestión de activos de UBS.

Tras la jubilación de Suni Harford, responsable de Gestión de Activos de la entidad durante los últimos cuatro años, UBS ha reorganizado su junta directiva. El banco suizo ha nombrado a Aleksandar Ivanovic presidente de la división de Gestión de Activos, en sustitución de Hardford, y nuevo miembro del consejo ejecutivo del UBS Grupo. Además, ha anunciado que Beatriz Martín Jiménez se convertirá en la responsable de sostenibilidad y políticas de impacto dentro del comité ejecutivo global de la entidad. Según indican desde UBS, estos cambios serán efectivos a partir del 1 de marzo de 2024.

Como director de Cobertura de Clientes y director de las regiones de EMEA y Suiza para el brazo de gestión de activos y patrimonios de la entidad, “Aleksandar Ivanovic ha desempeñado un papel clave en el desarrollo y la ejecución de la estrategia de gestión de activos de UBS y ha liderado el compromiso con los clientes institucionales y mayoristas”, destaca la entidad en su comunicado. Desde que comenzó su carrera en UBS en 1992 como aprendiz, Ivanovic ha trabajado en todas las divisiones de negocio de UBS y, además, ha ocupado diversos puestos de liderazgo en Credit Suisse y Morgan Stanley. 

Por su parte, Beatriz Martín Jiménez sucederá a Suni Harford al frente de las políticas de sostenibilidad y de impacto dentro del comité ejecutivo global de la entidad, además de mantener sus actuales responsabilidades bajo el cargo de Head Non-Core and Legacy and presidenta de EMEA y directora ejecutiva del Reino Unido. Beatriz Martín Jiménez, que se incorporó a UBS en 2012, ha desempeñado funciones clave en el ámbito empresarial y financiero durante sus 12 años en UBS, entre ellas las de directora de Personal y directora de Operaciones del Banco de Inversión, tesorera del Grupo y directora de Transformación del Grupo, y ha participado estrechamente en las actividades de creación de cultura de la empresa.

Suni Harford fue nombrada presidenta de gestión de activos en 2019 tras incorporarse a la firma en 2017. Desde UBS destacan que bajo su liderazgo “la entidad ha seguido evolucionando y ampliando su negocio de gestión de activos para satisfacer las necesidades cambiantes de los clientes”. Más recientemente, Harford ha liderado la integración de las actividades de gestión de activos de Credit Suisse, creando uno de los mayores actores globales con 1,6 billones de dólares en activos bajo gestión y fortalezas reconocidas en áreas que incluyen alternativas y sostenibilidad. También, desde 2021, ha encabezado los esfuerzos de UBS para alinear las actividades en toda la firma e impulsar la transición hacia una economía baja en carbono”.

A raíz de estos nombramientos, Sergio P. Ermotti, CEO del Grupo UBS, ha declarado: “Estoy encantado de dar la bienvenida a Aleksandar Ivanovic al consejo ejecutivo del Grupo UBS. Su dilatada experiencia y su amplia red de contactos en toda la empresa le convierten en la persona ideal para construir sobre nuestros sólidos cimientos y hacer progresar nuestros planes de integración. Al mismo tiempo, los muchos años de experiencia de Beatriz Martín Jiménez en UBS, así como en otras empresas líderes de servicios financieros, serán muy valiosos en su papel como líder del GEB para la sostenibilidad y el impacto. También me gustaría dar las gracias a Suni Harford por su liderazgo y compromiso con UBS y por la importante contribución que ha hecho a nuestro éxito. Le deseo todo lo mejor para el futuro”.

Perseguir el rendimiento en Europa, explorar la IA en EE.UU. y vigilar los márgenes

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En 2024, esperamos que Europa sea la región con mayor distribución de liquidez a los accionistas, teniendo en cuenta tanto los dividendos como las recompras. Se estima que los primeros crezcan aproximadamente un 6,5%, casi en línea con los beneficios, mientras que las recompras deberían mantenerse en un máximo histórico en torno al 2%, gracias a la solidez de los balances, el alto rendimiento del flujo de caja libre y las bajas valoraciones, para un rendimiento total superior al 5,6%.

En el periodo posterior al coronavirus, el porcentaje de empresas y sectores que compraron sus “propias acciones” aumentó significativamente, situando las recompras por encima de un tercio de la distribución del flujo de caja total, un despliegue de liquidez bien acogido por los inversores.

Aunque los bancos y la energía siguen liderando el grupo de recompras previstas para 2024, las empresas pertenecientes a sectores más defensivos, como las telecomunicaciones y los bienes de consumo básico, también representarán una parte del total.

También esperamos que la inteligencia artificial siga siendo un tema a largo plazo en 2024. Aunque el rendimiento de los valores relacionados con la IA fue impresionante en 2023 y las valoraciones no son baratas en un contexto histórico y relativo, el crecimiento de los beneficios está preparado para ser sistemáticamente superior al del resto del mercado en los próximos años, con una sensibilidad potencialmente menor al ciclo macroeconómico.

Nuestra expectativa es que en los próximos meses y años asistiremos a una aceleración de la innovación y la adopción de la IA a medida que surjan múltiples tecnologías al mismo tiempo. Además, esperamos encontrar oportunidades no sólo en el sector tecnológico, sino también en los sectores de servicios intensivos en conocimiento y en las empresas manufactureras que puedan mejorar su eficiencia mediante la adopción de la IA.

Por último, tras aproximadamente un año y medio de apalancamiento operativo negativo, el tercer trimestre de 2023 demostró ser resistente en cuanto a márgenes, y los inversores y analistas esperan una mejora o al menos estabilidad en 2024, dependiendo de las distintas regiones.

En términos agregados, la mayoría de las empresas siguen ganando mucho más en términos de márgenes netos que antes de la crisis del coronavirus. Dado que el desvanecimiento de la inflación y el debilitamiento de la demanda de los consumidores podrían limitar la capacidad de repercutir las subidas de precios a los clientes, será importante centrarse en los sectores y, sobre todo, en las empresas con modelos de negocio sólidos, gran poder de fijación de precios y flexibilidad de costes para defender mejor la elevada rentabilidad actual.

 

Tribuna elaborada por Luca Fina, responsable de Renta Variable de Generali Insurance Asset Management.

Motivos para no bajar la guardia en 2024: sorpresas e interpretaciones de los mercados

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Los expertos coinciden en que uno de los factores más determinantes para este año es el ritmo con el que, previsiblemente, los principales bancos centrales bajen los tipos de interés. Según Olivier de Berranger, consejero delegado y director de inversiones, y Alexis Bienvenu, gestor de fondos de La Financière de l’Echiquier (LFDE), la visión imperante en los mercados es que la Fed y el BCE podrían aplicar un recorte de los tipos de 25 puntos básicos a partir de finales del primer trimestre, seguido probablemente de otros cuatro o cinco recortes durante el año.

Ahora bien, ¿qué podría tirar por tierra esta convicción? En opinión de los expertos de LFDE, estos escenarios podrían quedar desbaratados por evoluciones imprevistas de la inflación o, sobre todo, del crecimiento. “En EE. UU., las previsiones del mercado son moderadamente optimistas, en torno al 1,30 %, y estos últimos meses se han revisado regularmente al alza. En la zona del euro, por el contrario, el mercado no es entusiasta: el crecimiento previsto es del 0,5% y, aunque no deja de revisarse a la baja desde el pasado verano, esta cifra podría terminar siendo demasiado optimista”.

Según Jeffrey Cleveland, jefe economista de Payden & Rygel, hay que tener en cuenta que una inflación obstinada puede obligar a la Reserva Federal a apretar demasiado, inclinando la economía hacia una recesión. “La media móvil de seis meses de la tasa de variación mensual del IPC subyacente se situó en octubre en línea con el objetivo de la Fed del 0,2%, y la tasa de desempleo se mantiene cerca de los mínimos del ciclo. Harán falta algunos meses más de datos para que la Fed declare la victoria sobre la inflación”, explica.

Para Cleveland es importante observar que ya están apareciendo “grietas” en los mercados mundiales y advierte de que otros bancos centrales, como el BCE, BoE y el BoC, seguirán a la Fed en cuanto empiece a recortar tipos. En su opinión, a excepción del Reino Unido y Canadá, a otros grandes países desarrollados les ha ido mejor de lo que muchos piensan y algunos bancos centrales están incluso más cerca de alcanzar los objetivos de inflación que la Fed, por lo que es posible que la mayoría de las autoridades monetarias recorten menos agresivamente de lo que predicen los mercados. Por eso señala: “La Fed probablemente no tomará la iniciativa, dada la fortaleza del mercado laboral estadounidense. En todo caso, una importante fuente de tensión de los mercados en los últimos 24 meses: el endurecimiento de las condiciones financieras”. 

Por último, Cleveland advierte de que se está olvidando que los “retardos largos y variables” de la política monetaria no tardarán en hacer mella. “Los retardos largos y variables de los que hablaba Milton Friedman puede que ya se hayan dejado sentir, y lo que es más importante: los consumidores y las empresas estadounidenses han alargado los vencimientos de su deuda y han resistido las subidas de los tipos de interés, y los bancos son proveedores de crédito mucho menos críticos que en décadas pasadas. Los pagos hipotecarios no han aumentado y los costes del servicio de la deuda de las empresas se mantienen en mínimos históricos”, comenta.

Para estos dos expertos, la previsiones que el mercado tiene sobre los bancos centrales y la inflación no es el único factor que puede estar malinterpretando el mercado. Ambos coinciden en señalar la geopolítica, aunque mantienen posturas diferentes. “Las guerras en Ucrania y Oriente Medio podrían agravarse. China podría sentir la tentación de hacer avanzar sus peones en Taiwán y Corea del Norte podría insistir en sus provocaciones. En un horizonte inmediato, la política también podría influir de forma significativa en las economías y los mercados. Más de la mitad de la población mundial está llamada a las urnas: Rusia, Irán, México, Indonesia, Reino Unido, la India, la Unión Europea… y en el caso concreto de EE. UU., todos los desenlaces son imaginables, incluso los más atípicos”, afirman Berranger y Bienvenu.

En este sentido, el jefe economista de Payden & Rygel añade: “La escalada de los problemas geopolíticos hará descarrilar la economía mundial. Aunque trágicos y desafortunados, los acontecimientos geopolíticos suelen tener un impacto efímero en los mercados y las tendencias económicas. A falta de una fuerte sacudida petrolera, una subida de los precios del crudo que pellizque el bolsillo de los consumidores, como vimos en 2008, una grave recesión inducida por acontecimientos geopolíticos sigue siendo un escenario de baja probabilidad”.

Implicaciones para la inversión

Ante estos posibles, Berranger y Bienvenu, mantienen claras sus convicciones: “En primer lugar, la desinflación va a continuar, lo que será favorable sobre todo para los bonos, que todavía presentan un carry atractivo. La deuda no cotizada sigue siendo un activo preferente, como ocurre desde hace varios trimestres. Una ralentización podría acentuar la relajación de las políticas de tipos de los bancos centrales, lo que favorecería la ampliación de los múltiplos en las bolsas. Y aunque las valoraciones de las empresas de gran capitalización estadounidenses se mueven por encima de sus medias, otros segmentos de la bolsa mundial —sobre todo Europa— ofrecen niveles que todavía son razonables, incluso francamente atractivos en el caso de los valores de pequeña capitalización”. 

Los gestores de La Financière de l’Echiquier (LFDE) reconocen que, como siempre, el año que comienza encierra oportunidades, “pero lo más probable es que las mejores inversiones se encuentren más allá de los valores preferidos de 2023, que han descontado un gran número de buenas noticias”.

Para Cleveland, aunque los tipos probablemente han tocado techo, aún se puede estar a tiempo de añadir duración. “Apostar por la larga duración, poseer bonos del Estado de mayor duración en lugar de efectivo, suele funcionar mejor cuando los bancos centrales recortan los tipos más de lo que ya está descontado; cuando la inflación está por debajo del objetivo del banco central, o cuando el mercado laboral se está deteriorando”, explica. 

Su segunda idea pasa por considerar que la renta fija es atractiva en términos absolutos y ajustados a la inflación en comparación con la historia reciente. Según afirma, el escenario de «aterrizaje suave» es una receta espléndida para los sectores de crédito en el mercado de renta fija, y hay un abanico de posibilidades sobre la dirección de los tipos de interés en función de la trayectoria futura de la inflación, pero, en última instancia, cabe esperar que la Fed recorte los tipos menos de lo que prevén los mercados, lo que podría decepcionar a los inversores a corto plazo.

La dependencia de los datos llevará al BCE a posicionarse en un “esperar y ver”

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El Banco Central Europeo (BCE) celebra mañana su primera reunión del año. La previsión es que la institución monetaria baje los tipos de interés a partir de primavera, siempre que se confirme la moderación de la inflación. Esta premisa hace pensar que, en la reunión de este jueves, la política monetaria y el mensaje sobre la dependencia de los datos se mantendrán sin cambios. En opinión de Charles Diebel, responsable de renta fija de Mediolanum International Funds (MIFL), la reunión del jueves marcará el tono de la política monetaria del BCE en 2024. “Aunque el mercado no descarta por completo un recorte de los tipos, la reunión se centrará en sentar las bases. Se espera que la primera reunión en la que se discuta un recorte de tipos sea en marzo, pero incluso entonces, parece poco probable que se produzca dicho recorte de tipos”, afirma Diebel.

“En la última conferencia de prensa de diciembre de 2023, Lagarde, todavía pudo decir que era pronto para hablar de recortes de los tipos de interés. Sin embargo, se trata de un tema que domina ahora todos los comentarios de los gobernadores de los bancos centrales de la zona del euro. Para algunos, en general, es demasiado pronto; para otros, se necesitan más datos o ya no ven riesgos por el lado de los salarios. En la actualidad, existe una gran variedad de opiniones en el seno del Consejo de Gobierno. Es poco probable que la reunión del 25 de enero cambie mucho las cosas, ya que los datos realmente importantes sobre la evolución económica -crecimiento del PIB en el cuarto trimestre- y la inflación en enero no se publicarán hasta el 30 de enero y el 1 de febrero, respectivamente. Por tanto, es probable que el BCE siga insistiendo en su dependencia de los datos en la conferencia de prensa, pero también que se abra a recortes de tipos en un futuro próximo”, afirma Ulrike Kastens, economista para Europa de DWS.

Eso quiere decir que los tipos de interés oficiales en la zona euro se mantendrán en el 4% para el tipo de depósito, el 4,5% para el tipo de referencia y el 4,75% para la facilidad marginal de crédito. Los expertos coinciden en que primará el enfoque de ir “reunión a reunión” y que el BCE reiterará que recortará los tipos de interés este año una vez que los miembros del Consejo General estén totalmente convencidos de que las perspectivas de inflación se acercan al objetivo del 2% de forma sostenida.

Además, según François Rimeu, estratega senior de La Française, a la vista de lo que se compartió en Davos, Lagarde seguirá oponiéndose a las apuestas de recortes de tipos tempranos y amplios. “En esta reunión, sin nuevas proyecciones macroeconómicas, no esperamos ninguna orientación clara sobre el calendario o el tamaño de los recortes de tipos este año, debido al enfoque dependiente de los datos y a la incertidumbre del BCE, especialmente en relación con la evolución de los salarios. No obstante, creemos que la comunicación del BCE será equilibrada, evocando riesgos de endurecimiento excesivo y riesgos de relajación prematura. Este comité podría provocar un ligero aumento de la pendiente de la curva de tipos de interés y un debilitamiento moderado de la moneda europea”, comenta.

Dado que, en esta ocasión, se espera que el BCE no proponga nuevas medidas, todas las miradas estarán puestas en su política monetaria. Felix Feather, economista de abrdn, espera que, aunque no se comprometa, se muestre favorable a la expectativa del mercado de que el próximo movimiento de tipos de interés oficial sea a la baja. “No esperamos que se cumpla la totalidad de las expectativas del mercado: el BCE insinuará, casi con toda seguridad, que cree que las expectativas del mercado de al menos cinco recortes de tipos este año son exageradas”, matiza.

Los datos: inflación y salarios

En opinión de Tomasz Wieladeck, economista jefe para Europa de T. Rowe Price, para que el intento del BCE de influir en los precios del mercado tenga éxito, es necesario que los datos cambien realmente para apoyar la narrativa económica del BCE. «En estos momentos, los mercados están centrados en la idea de que la inflación puntual de la zona euro está a punto de caer al 2% y que el BCE empezará a recortar los tipos rápidamente como respuesta. Sin embargo, el BCE ha dicho claramente que los datos sobre el mercado laboral y el crecimiento de los salarios serán un factor decisivo en su decisión de política monetaria. Los datos de las negociaciones salariales del primer trimestre no estarán disponibles hasta la reunión de junio del BCE. Dado que los mercados se centran en los datos a corto plazo a la hora de fijar los precios de la política monetaria, los datos del PMI del miércoles y los datos de la inflación de enero de la próxima semana serán clave en el intento del BCE de influir en la fijación de precios del mercado. En cuanto a la inflación, dado que en enero expiran varias subvenciones fiscales, los datos de inflación de enero de la zona euro también podrían sorprender al alza a los economistas. En general, los cambios en los datos podrían apoyar pronto la narrativa del BCE y, por tanto, los mercados podrían revalorizar sus expectativas de relajación de la política monetaria», explica Wieladeck.

Según recuerdan desde Allianz GI, tras su última reunión, la presidenta Christine Lagarde señaló que no se habían abordado los recortes de tipos y recalcó que «no es el momento de bajar la guardia». Pese a ello, la gestora indica que los datos publicados recientemente muestran que la inflación subyacente anualizada a tres meses desciende con rapidez hacia el objetivo del 2%.  Según indica Peter Goves, responsable de análisis de deuda soberana de mercados desarrollados de MFS Investment Management, a pesar de un ligero repunte hasta el 2,9% en el Índice Armonizado de Precios al Consumo (HICP en inglés) en diciembre y las probables presiones al alza en enero, el panorama general sugiere una disminución de la inflación en un entorno en el que la transmisión de la política monetaria se manifiesta con fuerza. «Incluso los halcones, como Schnabel, reconocen esta tendencia. Además, la disminución en los precios de la energía también jugará un papel en la reducción general de la inflación en los próximos meses. Mantenemos la opinión de que las débiles perspectivas de crecimiento, con una actividad por debajo del potencial durante varios trimestres, junto con la disminución de la inflación, harán que los recortes puedan producirse más pronto que tarde. Dado el endurecimiento de las condiciones financieras y la desaceleración del mercado laboral, un aumento de los tipos de interés reales aumenta el riesgo de endurecimiento excesivo.  El momento exacto en que se produzcan los recortes dependerá, por supuesto, de los datos, que hasta ahora apuntan en la misma dirección que esta tesis», sostiene Goves.

Sin embargo, Rubén Segura-Cayuela, economista jefe para Europa de Bank of America, se muestra más cauto: “El BCE quiere ver los datos de primavera sobre beneficios, salarios e inflación. Mantenemos nuestra opinión de que el primer recorte de 25 puntos básicos se producirá en junio, pero dada la rápida desinflación, los riesgos apuntan a una actuación más rápida a partir de entonces. Estamos cada vez más nerviosos ante la posibilidad de que los datos obliguen al BCE a recortar una vez en cada reunión posterior, en lugar de trimestralmente, un ritmo acelerado que no esperábamos hasta 2025”

En este sentido, Martin Wolburg, economista senior en Generali AM, reconoce que tras unos datos de inflación globalmente favorables, los mercados han empezado a especular con recortes de los tipos de interés oficiales del BCE a partir del segundo trimestre. “Los últimos comentarios de los miembros del Consejo de Gobierno fueron más heterogéneos y la presidenta Lagarde volvió a insistir en la importancia de los convenios colectivos salariales de este año. Los últimos acuerdos importantes en Francia, España y los Países Bajos fueron bastante elevados y es poco probable que aplacaran las preocupaciones sobre la inflación a medio plazo. Por lo tanto, en la reunión de política monetaria del jueves esperamos que el BCE adopte una postura de esperar y ver, haciendo hincapié una vez más en la dependencia de los datos. Seguimos esperando una primera bajada de tipos en junio y creemos que la conferencia de prensa que acompañará a la reunión será coherente con esta opinión”.

El mercado prevé actualmente cinco o seis recortes de tipos del BCE para 2024, el mismo número que para la Reserva Federal, pero los expertos lo consideran mucho ante la realidad de los datos. “Dados los diferentes factores que impulsan la inflación inicial en la UE y en EE.UU. -espoleada por la demanda y de origen interno en EE.UU.; impulsada por la oferta y externa en la Unión Europea-, esto es sorprendente. Actualmente, el ritmo de la inflación subyacente se sitúa por debajo de los 10 puntos básicos mensuales o el 1% anualizado en la eurozona, frente a los casi 30 puntos básicos mensuales o el 3,3% anualizado de Estados Unidos. En nuestra opinión, esto justifica recortes de tipos mayores o más rápidos por parte del BCE”, explica Claudia Fontanive-Wyss, gestora de carteras en Vontobel

La gestora de Vontobel añade un dato más en su argumento: “La tasa de crecimiento anual de la masa monetaria M2 se ha vuelto negativa en la eurozona, así como en Estados Unidos. Esto es restrictivo y hace una parte del trabajo en nombre de los bancos centrales. Por lo tanto, la orientación actual de la política monetaria podría ser incluso más restrictiva, y no hay que descartar del todo un recorte antes de junio. Sin embargo, es probable que la actualización de las previsiones del BCE en marzo proporcione mejores pistas sobre el calendario del primer recorte”.

El “calendario” de 2024

La gran pregunta es a qué ritmo bajará los tipos el BCE. Franck Dixmier, director de inversiones global de Renta Fija de Allianz Global Investors, recuerda que a finales de 2023, la percepción del mercado de que la Reserva Federal estadounidense y el Banco Central Europeo (BCE) habían culminado la escalada de tipos de interés alimentó un repunte de la renta fija a medida que los inversores confiaban cada vez más en los inminentes recortes de los bancos centrales. «En el punto más delicado de estas expectativas, a finales de diciembre, el mercado estimaba que el BCE realizaría algo más de siete recortes, cada uno de ellos de 25 puntos básicos (pb), en 2024, y los inversores situaban en un 72% la probabilidad de una primera bajada en marzo de 2024. Desde entonces, varios miembros del BCE han defendido un calendario de recortes de tipos más largo de lo previsto con posiciones más duras del Consejo de Gobierno, como las de Robert Holzmann y Joachim Nagel, y otras más moderadas, como la del economista jefe Philip Lane. Estas repetidas advertencias han contribuido a moderar las expectativas del mercado que, sin embargo, siguen siendo elevadas: el 19 de enero se anticipaban casi seis recortes de tipos, con una probabilidad del 80% de una primera bajada en abril», recuerda Dixmier.

“Actualmente, las predicciones del mercado sugieren aproximadamente 140 puntos básicos de recortes de tipos para este año, comenzando alrededor de abril, y un tipo terminal cercano al 2% en 2025. Nos preguntamos si el BCE aplicará recortes de tipos tan pronto debido a las inciertas perspectivas de inflación. Es probable que el BCE siga vigilando de cerca la inflación sin declarar prematuramente su éxito”, reconoce Konstantin Veit, gestor de carteras en PIMCO.

Desde DWS añaden: “Creemos que hay razones de peso para un primer recorte en junio de 2024, momento en el que los datos sobre la evolución salarial del primer trimestre también deberían estar disponibles y habrá más claridad sobre la tendencia de la inflación en 2024. Aún no compartimos el optimismo de muchos participantes en el mercado de que el BCE vaya a recortar los tipos muy rápida y significativamente. Como el BCE quiere evitar errores a toda costa, mantenemos nuestra opinión de recortes graduales de los tipos en 2024”.

Para Veit, la reunión más relevante será la de marzo, ya que se presentarán las nuevas proyecciones macroeconómicas de los expertos, y puede que aporten más luz e información. “Se espera que el crecimiento a corto plazo sea más débil de lo previsto. Sin embargo, las perspectivas de inflación de diciembre se basaban en la senda de tipos de interés indicada por los datos del mercado a 23 de noviembre de 2023. Estos datos sugerían recortes de tipos de alrededor de 75 puntos básicos para 2024. Desde entonces, las condiciones financieras se han relajado significativamente, y en la reunión de marzo del BCE se publicarán proyecciones actualizadas”, apunta el gestor de PIMCO.

Así pues, lo que haga el BCE a lo largo de 2024 dependerá de los datos y del nivel de enfriamiento de la economía europea. “Los bancos centrales tienen tendencia a no reducir los tipos hasta estar bastante seguros de que la economía ha entrado en recesión y el desempleo tiende al alza. La consecuencia de un retraso en la política monetaria es que, cuando los bancos centrales empiecen a recortar los tipos, esos recortes podrían ser más agresivos de lo que anticipan los mercados. Según una muestra de 140 ciclos de endurecimiento monetario en 14 mercados desarrollados desde la década de 1960 hasta la actualidad, los bancos centrales han tendido a recortar los tipos de referencia en 500 puntos básicos, en promedio, cuando sus economías se adentraban en una recesión. Durante los ciclos de relajación monetaria que no coincidieron con una recesión, los bancos centrales recortaron los tipos en 200 de media en el primer año de relajación”, añaden Tiffany Wilding economista en PIMCO y Andrew Balls, director de inversiones de renta fija en PIMCO.

En opinión de Marco Giordano, director de inversiones de renta fija en Wellington Management, 2024 será un año en el que veamos una mayor divergencia entre los bancos centrales. “La Reserva Federal ha reconocido públicamente que es probable que recorte los tipos, mientras que los bancos centrales europeos siguen sin comprometerse con ningún calendario. El BCE querrá ver una ralentización del crecimiento salarial antes de embarcarse en un ciclo de recortes de tipos, mientras que el Banco de Inglaterra se ve limitado por una inflación estructuralmente más alta y una economía resiliente”, afirma Giordano concluyendo este análisis de las firmas de inversión.

“Anticipamos la entrada en un periodo de desapalancamiento en el que las compañías se esforzarán por mejorar la calidad de su rating”

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Foto cedidaRobert Cohen, gestor y director del equipo de crédito global desarrollado de DoubleLine Capital.

¿Qué depara el 2024 para los inversores en crédito? Según Robert Cohen, director del equipo de crédito global desarrollado de DoubleLine Capital, incluyendo las áreas dedicadas a bonos con grado de inversión y de alto rendimiento y préstamos bancarios, nos encontramos ante una oportunidad única de inversión en una década. “Los pilares proporcionados por el rendimiento, la duración, y la calidad crediticia brindan la oportunidad de construir una cartera de alta calidad con un perfil de rentabilidad positivamente sesgado, con potencial para generar rendimientos altos dentro de la categoría de un dígito y un riesgo a la baja limitado”, afirma el experto en una entrevista con Funds Society.

La visión de la firma es que la economía estadounidense está en riesgo de ingresar a una recesión en 2024. En previsión a este escenario, su estrategia general ha pasado por rotar carteras hacia activos de mayor calidad, incluyendo crédito con grado de inversión. No obstante, desde la gestora aclaran que para el caso de la estrategia de crédito corporativo que lidera Robert Cohen, aunque sí tiene presentes los riesgos macro, los inversores deben tener en consideración que se trata de una estrategia bottom up fundamental con una gestión activa muy centrada en la selección de los mejores nombres para la cartera. Por tanto, el gestor tiene más en cuenta factores como la fortaleza de los balances y modelos de negocio a la hora de realizar una valoración sobre la clase de activo.

Dicho esto, Cohen da la bienvenida al regreso de tipos de interés en niveles más elevados, después de una década de represión financiera marcada por una fuerte compresión de los diferenciales y el incremento de la duración media de la clase de activo, la cual llegó a máximos de casi nueve años en 2020.

Cohen recuerda que en los últimos diez años se convirtió en una práctica habitual que las compañías aprovechasen esta era de financiamiento barato para endeudarse de más y alargar los vencimientos de su deuda. Estas prácticas impulsaron los tipos a la baja, obligando a muchos inversores conservadores a tener que asumir más riesgos para obtener rendimientos positivos en renta fija. Según cálculos del gestor, la relación entre la rentabilidad por unidad de duración generaba un alto grado de riesgo para el sector, ya que era improbable que los rendimientos y el diferencial siguieran bajando. En este entorno, un incremento de 100 puntos básicos (pb) en los rendimientos del Tesoro de EE.UU. era suficiente para borrar cinco años de ingresos.

En 2021 esta tendencia tocó techo cuando el rendimiento medio del crédito se situó en torno al 2%. “El comportamiento del crédito estaba muy sesgado. Los inversionistas estaban expuestos a pérdidas en todos los escenarios hipotéticos salvo en uno en concreto, que preveía un entorno de crecimiento muy fuerte y tipos cero. Ahora las cosas han cambiado, y vemos posibilidad de obtener retornos positivos en muchos escenarios”, resume el experto. El escenario base con el que está trabajando incluye la expectativa de que la inflación continúe a la baja y una caída en los rendimientos de los bonos del tesoro, “que supone un impulso para el crédito grado de inversión”, añade. Cohen concluye que tanto la relación entre rendimiento y duración como los cupones actuales siguen ofreciendo protección a los inversores.

Cohen añade que, durante la era de los tipos cero, los inversores no eran penalizados por asumir riesgos. Sin embargo, ha identificado una tendencia emergente que cree que tendrá varios años de recorrido: “Ahora el costo del capital está al alza, y los tipos se mantienen altos. Las compañías no están emitiendo bonos para después recomprar sus acciones. Anticipamos la entrada en un periodo de desapalancamiento en el que las compañías se esforzarán por mejorar la calidad de su rating y defender sus balances”. Esto incluye a un número de compañías high yield que se esforzarán por obtener el grado de inversión (rising stars), contribuyendo a incrementar el universo de bonos grado de inversión.

Como resultado del incremento del costo del capital y la previsible política “higher for longer” de la Fed, el gestor también espera un incremento en la dispersión entre emisiones, aunque matiza que “es una temática que afecta a grado de inversión, high yield, y a la renta variable”, por lo que considera que nos adentramos en un periodo “en el que la gestión activa va a ser más importante de lo que ha sido en los últimos diez años”

Posicionamiento

El equipo de crédito corporativo de Doubleline tiene capacidad para invertir en activos de crédito a lo largo de todo el espectro de calidad crediticia y está organizado por sectores, con analistas dedicados por sector que son auténticos especialistas en cada área. Así, el posicionamiento de la cartera es el resultado de un proceso de selección bottom-up que va caso por caso con una asignación macro de activos. La duración actual de la cartera se sitúa en torno a los 7 años, con una rentabilidad media de alrededor de 5,5%.

Cohen explica que, en el entorno actual, aportan tanto valor los activos que están en cartera como los que el equipo decide activamente no incluir. Pone como ejemplo el posicionamiento en banca: la estrategia lleva tiempo sobreponderada en grandes bancos americanos como JPMorgan o Wells Fargo, al considerar que son compañías muy sólidas y reguladas y que además son demasiado grandes como para que el gobierno las deje quebrar. Por tanto, DoubleLine ya habían iniciado 2023 sin exposición a bancos regionales por tener dudas sobre la calidad y viabilidad de sus modelos de negocio. Como resultado, cuando en marzo del año pasado se produjo la segunda mayor quiebra bancaria de la historia de EE.UU., la cartera no se vio afectada.

Actualmente la cartera subpondera sectores sensibles a los tipos de interés. Son particularmente cautos con sectores cíclicos como industriales, químicos, constructoras, y con compañías vinculadas al consumo. En cambio, sobreponderan bonos de los sectores tecnológico y farmacéutico. En ambos casos, Cohen explica que son compañías que “han transformado favorablemente sus políticas de los últimos años”, en línea con la tendencia hacia la calidad ya mencionada. El gestor también encuentra muy atractivo el sector de telecomunicaciones, con subsegmentos como compañías con negocio wireless u operadores de torres de telecomunicaciones.

Para Cohen, el mayor riesgo en el entorno actual es que la inflación vuelva a subir sorpresivamente y fuerce un selloff en la renta fija. Fuera de ese escenario, considera que en adelante los riesgos van a ser más idiosincráticos en el espectro grado de inversión. “El mercado ha hecho un buen trabajo al valorar los riesgos. Los problemas están siendo bien entendidos por los inversores”, concluye.

 

Conozca más sobre la visión de DoubleLine sobre crédito corporativo.

LarrainVial lista 12 ETF de Invesco en la Bolsa de Valores de Lima

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(Cedida) Ceremonia de campanazo del listado de los ETF en la Bolsa de Lima / LarrainVial, BVL
Foto cedidaCeremonia de campanazo del listado de los ETF en la Bolsa de Lima

La plataforma de Mercado Globales de la Bolsa de Valores de Lima (BVL) recibió 12 nuevos ETF. Estos vehículos, gestionados por Invesco, fueron listados por la distribuidora de la firma en la región, LarrainVial, hito que celebraron con un campanazo en la plaza limeña.

El ingreso de estos 12 ETF deja la oferta total de Invesco en el Segmento de Mercados Globales de la BVL en 16 instrumentos, según informaron a través de un comunicado. Esto, agregaron, da cuenta del interés de gestoras internacionales en el mercado local peruano.

La plataforma de mercados internacionales de la BVL entrega acceso a los inversionistas peruanos a un universo de 150 ETF, administrados por 15 gestoras internacionales. Esto permite a los actores locales un espacio de diversificación internacional sin la necesidad de abrir un contrato de inversión en el extranjero.

Desde LarrainVial destacan los 15 años que llevan representando a Invesco en la región. “Comenzar este 2024 dando acceso a los inversionistas locales a sus ETF, a través de la bolsa, es una excelente noticia, dado los beneficios tributarios que significan”, dijo Juan José Ponce, gerente de Distribución Institucional de la firma, en la nota de prensa.

“Este hito se enmarca en nuestro compromiso con el mercado de valores local y nuestra búsqueda por incrementar la oferta de instrumentos de inversión de calidad y llegar a un mayor universo de inversionistas”, agregó Alejandra Saldías, Head of Sales de LarrainVial.

Por su parte, Miguel Ángel Zapatero, gerente general de la Bolsa de Valores de Lima, enfatizó en que “contar con nuevos instrumentos de inversión provistos por importantes gestores de fondos globales proporcionan mayores oportunidades de diversificación, complementando muy bien las oportunidades locales de nuestro mercado”.