Las bajadas de tipos, el dólar y la inflación: los factores que los inversores en oro vigilan para lograr otro año récord
| Por Beatriz Zúñiga | 0 Comentarios

A pesar de la falta de interés de los inversores institucionales por el metal, el oro ha tenido un año fantástico en 2023, alcanzando un nuevo máximo de 2078 dólares/onza* y, en cuanto a precios intradía, alcanzó un nivel aún más alto de 2135 dólares/onza el 4 de diciembre de 2023. Además, superó con creces a los bonos del Estado de EE.UU. (un 4% más durante el mismo periodo, según el índice Bloomberg US Treasury). ¿Volverá a repetirse esta situación?
En opinión de Nitesh Shah, responsable de Comodities y Análisis Macroeconómico de WisdomTree, el año no acabó nada mal. A diferencia del año 2022, “los vientos en contra de la renta fija y el dólar estadounidense se suavizaron a finales de año, lo que permitió que el metal ganara terreno”, sostiene. De cara al año 2024, el experto considera que una mayor compresión de los rendimientos de la renta fija y un debilitamiento del dólar probablemente anularán el apoyo de la inflación, impulsando al oro a nuevos máximos.
“Toda la depreciación del dólar desde el 18 de diciembre de 2023 hasta el 27 de diciembre de 2023 se ha invertido en la primera semana de 2024. El mercado de la renta fija prevé ahora un recorte para mayo de 2024, en lugar de marzo. Si observamos las expectativas medias de los economistas para el año 2024, es probable que los primeros recortes de tipos se produzcan en el segundo trimestre de 2024 y podríamos asistir a una reducción total de 100 puntos básicos de aquí a finales de año. No obstante, la resiliencia de la economía estadounidense sigue sorprendiendo a la mayoría de los analistas, con unas últimas cifras de empleo que parecen muy sólidas y unas cifras de desempleo que caen hacia finales de 2023, tras un pequeño aumento en los ocho primeros meses del año”, señala como su principal escenario.
En este contexto, ve posible que la Reserva Federal no ofrezca orientaciones de política monetaria tan rápidamente como esperaba el mercado, a fin de disponer de la máxima flexibilidad para responder a los datos a medida que estén disponibles.
Los mercados tendrán que ir recalibrando sus expectativas y en este proceso, “el oro podría perder parte del impulso que cobró a finales de 2023 y caer en el primer trimestre de 2024”, advierte Shah. Sin embargo, estima que a medida que los recortes de tipos empiecen a comunicarse, el oro probablemente repuntará y, a medida que los recortes se apliquen realmente, el oro podría alcanzar un nuevo máximo histórico de 2.210 dólares/onza a finales de año.
Un dato llamativo es que la demanda de oro de los bancos centrales en el año 2022 fue la más fuerte de la que se tiene constancia y, en los tres primeros trimestres de 2023, esa fuente de demanda iba camino de superar los niveles de 2022. Según Shah, aunque hay que superar grandes obstáculos, la demanda del año 2024 podría situarse en la misma región.
“Los países no pertenecientes al G7 están comprando oro a un ritmo récord para diversificar sus tenencias de divisas. Los acontecimientos de 2022, cuando se congelaron los activos del banco central ruso en divisas del G7, asustaron a muchos otros bancos centrales. Caer en desgracia en la alianza geopolítica del G7 tiene un coste profundo y, para mitigar el riesgo, los bancos centrales están acumulando la pseudodivisa que ningún otro banco central controla: el oro”, explica.
El experto de WisdomTree apunta los tres factores que impulsaron el precio del oro en 2023: la inflación, el dólar y la visión sobre sus futuros. “A finales de 2023, los rendimientos de la renta fija estaban aproximadamente al mismo nivel que a finales de 2022. De este modo, se atenuó el viento en contra del oro. Eso permitió que los niveles relativamente elevados de inflación impulsaran los precios del oro. Además, aunque el dólar se mantuvo firme, la cesta del dólar se depreció con respecto al año anterior, lo que una vez más proporcionó cierto alivio al oro. Por último, el sentimiento hacia el oro, basado en el posicionamiento especulativo en los futuros del oro, aunque parecía algo decaído en octubre de 2023, mejoró notablemente a finales de año. En diciembre de 2023, el oro registró un nuevo máximo debido a la conjunción de estos factores. Nuestro modelo indica que el oro podría haber subido aún más en diciembre de 2023, tras unos meses en los que los precios reales del oro superaron al modelo. Sin embargo, el modelo y los precios reales terminaron el año mucho más cerca que en abril de 2023, cuando la discrepancia era notable”, explica.
Cuestión de escenarios
Ante estos tres elementos, el consenso apunta que la inflación seguirá bajando (aunque seguirá por encima del objetivo de los bancos centrales), el dólar estadounidense se depreciará y los rendimientos de la renta fija seguirán cayendo. Un consenso que se basa en que los recortes de tipos de la Reserva Federal comenzarán en el segundo trimestre de 2024 y terminarán el año un punto porcentual por debajo.
“Sin una previsión de consenso sobre el sentimiento del oro, reducimos el posicionamiento especulativo a un conservador 75.000, por debajo de la media a largo plazo de 111.000 desde 1995 y considerablemente por debajo de los niveles de finales de 2023 (217.000 contratos largos netos). El riesgo es claramente alcista en el posicionamiento este año si se materializan los riesgos de una recesión, un trastorno financiero o se intensifican las tensiones geopolíticas. El oro es un activo muy codiciado en épocas de tensión económica, financiera y geopolítica y estos desencadenantes podrían impulsar aún más el sentimiento por el metal”, afirma Shah.
En este sentido, en el escenario del consenso, el oro alcanza los 2.210 dólares/onza en el cuarto trimestre de 2024, superando los máximos nominales históricos (2.078 USD/onza el 28 de diciembre de 2023). “Sin embargo, en términos reales no alcanza el máximo histórico, que se alcanzó en enero de 1980. De hecho, estaría un 36 % por debajo de ese nivel”, matiza el experto de WisdomTree.
Por último, considera que, en un escenario en el que la Fed aplique recortes en el primer trimestre del año y aumente el riesgo de recesión, el dólar estadounidense se deprecia mucho más rápidamente y el rendimiento de la renta fija cae hasta el 3 % a finales de año, mientras que la inflación desciende de forma más agresiva. El oro podría alcanzar los 2.455 dólares/onza; esto supondría un 18% más que el máximo nominal histórico (alcanzado en diciembre de 2023) y un 29% por debajo del máximo histórico real de enero de 1980. En cambio, en un escenario en el que Fed se muestre reacia a recortar los tipos, el oro podría alcanzar los 1.830 dólares/onza, retrocediendo los precios hasta los niveles de febrero de 2023.
*Dato correspondiente al fixing de la tarde de la Asociación del Mercado de Lingotes de Londres (LBMA) el 28 de diciembre de 2023