Los bancos centrales siguen con su partida: una pausa para la Fed y un recorte para el BCE
| Por Beatriz Zúñiga | 0 Comentarios
Enero ha traído las primeras reuniones de los principales bancos centrales. El Banco de Japón (BoJ) inició la agenda el pasado viernes con una subida del 0,5% en los tipos de interés de referencia a corto plazo -el nivel más alto desde 2008- y, entre hoy y mañana, le tocará pronunciarse a la Reserva Federal de EE.UU. (Fed) y al Banco Central Europeo (BCE). Según los expertos, habrá poca novedad en sus decisiones: la Fed mantendrá los tipos y el BCE realizará un nuevo recorte.
“En sus respectivas reuniones del 29 y 30 de enero, esperamos que la Fed mantenga los tipos sin cambios, situando el rango objetivo entre el 4,25%-4,50%. Mientras que el BCE reduciría los tipos en 25 puntos básicos (pb), llevándolo al 2,75%”, apunta Michael Krautzberger, CIO Global de Renta Fija de Allianz Global Investors.
Lo más relevante es que, según Krautzberger, el mercado ya ha ajustado sus expectativas, reflejando una perspectiva menos “dovish” (o prudente) para la Fed. “En el primer semestre de 2025, apenas se espera un recorte de tipos por parte de la Fed, mientras que el BCE tiene previsto al menos tres recortes en el mismo período. Esta valoración parece razonable dado el panorama actual de crecimiento e inflación en ambas economías”, argumenta.
Un aspecto relevante en los análisis de estos días es que las gestoras consideran que las implicaciones de la política comercial bajo la presidencia de Trump refuerzan las expectativas de una divergencia en el crecimiento relativo entre EE. UU. y Europa; lo cual se reflejará en las decisiones de los bancos centrales.
Sin duda, las políticas arancelarias y las promesas electorales de Trump hacen que, en palabras de Alexis Bienvenu, gestor de fondos de La Financière de l’Échiquier (LFDE), “los dogmas de gobierno económico y político que parecían más asentados estas últimas décadas están desmoronándose”.
En este contexto, considera que la Reserva Federal de EE.UU. (Fed) vuelve a estar bajo presión, como en 2018, cuando Trump despotricó contra esos “enemigos del pueblo” que subían los tipos. «En aquel momento, el Presidente Powell se resistió y no hay duda de que esta vez lo volverá a intentar, pero ¿cuánto aguantará el dique? Durante los próximos años, Trump podrá influir en las renovaciones periódicas dentro del Consejo de Gobernadores. Powell solo ocupará el cargo hasta mayo de 2026. A partir de ese momento, Trump podrá ejercer sus presiones con más facilidad«, comenta Bienvenu.
La Fed y su pausa
Por ahora, los mercados dan por hecho que la Fed mantendrá los tipos de interés en la reunión de esta semana y que el próximo recorte no se producirá hasta la cita del 18 de junio, pero estarán muy atentos al mensaje que transmita el banco central estadounidense. Ronald Temple, estratega jefe de mercados de Lazard, espera que Jerome Powell “siga tratando de evitar cualquier apariencia de estar políticamente motivado en relación con la política monetaria, aunque es muy probable que se le pregunte acerca de los recientes pronunciamientos presidenciales sobre el nivel óptimo de los tipos de interés”.
El experto de Lazard no cree que la nueva administración estadounidense intente poner fin anticipadamente a su mandato como presidente de la Fed, pero sí prevé que los mercados de bonos se vuelvan mucho más sensibles al riesgo de erosión de la independencia de la Fed en el periodo previo al final de la presidencia de Powell en mayo de 2026, “dependiendo de quién sea nominado para ocupar el puesto de presidente de la Fed”.
Por otro lado, según el análisis de Erik Weisman, economista jefe de MFS Investment Management, el mercado también está expectante ante los planes de la Reserva Federal para finalizar el proceso de endurecimiento cuantitativo (QT). “El techo de deuda, que limita la Cuenta General del Tesoro y la facilidad de recompra inversa, podría enturbiar significativamente las señales económicas que la Fed pretende monitorear. En este contexto, el mercado vería con buenos ojos una rápida conclusión del QT, ya que ello reduciría las posibilidades de errores por parte de la Fed”, apunta Weisman.
Otro punto de atención es si Powell dirá algo respecto a la nueva administración de EE.UU. En este sentido, los expertos de Ebury esperan que elogie la reciente resistencia de la economía y el mercado laboral de EE.UU., al tiempo que señale los aranceles de Trump como un posible riesgo inflacionista. “La Fed tal vez sería negligente si se desviara de la senda de tipos que esbozó en diciembre, antes de comprender mejor las implicaciones económicas de Trump 2.0.”, afirman.
El BCE en su camino
Si nos centramos en el BCE, hay que tener presente que, tal y como recuerdan desde Carmignac, su papel es muy parecido al de la Fed, pero se enfrentan a un contexto de crecimiento diferente. “Su decisión debería ser relativamente clara de cara a la reunión de política monetaria de esta semana. Se espera que la zona euro continúe su trayectoria de crecimiento moderado en los próximos trimestres, impulsada por un aumento gradual del gasto de los consumidores a medida que la desinflación y la reducción de los tipos de interés oficiales aumentan el poder adquisitivo de los hogares. Suponiendo que el entorno económico siga siendo tibio, se espera que el BCE lleve los tipos de interés oficiales a un nivel neutral del 2% para el verano”, afirma Kevin Thozet, miembro del comité de inversiones de Carmignac.
Pese a que los mercados están valorando un tipo de interés oficial en torno al 2%, algunas gestoras observan riesgos adicionales a la baja para el crecimiento de la zona del euro tras las elecciones estadounidenses y la posibilidad de que los tipos finales sean más bajos de lo previsto. “Desde diciembre, el BCE ya no tiene como objetivo una política suficientemente restrictiva, sino que pretende aplicar una política adecuada. En consecuencia, el debate sobre una configuración adecuada del tipo de interés oficial neutral ha cobrado fuerza en el seno del Consejo de Gobierno (CG). Dada la incertidumbre en torno al rango neutral de la política monetaria y la inflación interna aún demasiado elevada, reflejo en gran medida de las persistentes presiones sobre los precios en el sector servicios, creemos que es probable que los tipos de interés oficiales sigan bajando de forma gradual”, afirma Konstantin Veit, gestor de cartera de PIMCO.
Por último desde AXA IM añaden que incluso después de recortarlo hasta el 2,75%, el tipo depo del BCE seguiría estando (ligeramente) por encima del rango de tipos neutrales -el que no estimula ni restringe la actividad económica- mencionado por Lagarde en diciembre (2,50%-1,75%).No esperamos ningún cambio en la comunicación. “En diciembre, el Consejo de Gobierno modificó su orientación futura para mantener ‘los tipos de interés oficiales suficientemente restrictivos durante el tiempo que sea necesario’ para estabilizar la inflación de forma sostenible en el objetivo. Esto debería mantenerse hasta que recibamos más datos, la implementación de políticas en EE UU y el desarrollo de los acontecimientos políticos en Alemania y Francia”, concluye Hugo Le Damany y François Cabau, economista y economista senior de la zona euro de AXA Investment Managers.