CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Ged Carroll. Las divisas emergentes se preparan para depreciaciones más moderadas que en años precedentes
Las divisas emergentes siguen penalizadas por toda una serie de factores estructurales. Por un lado, la ralentización económica y la baja inflación han incitado a las autoridades monetarias de numerosos países emergentes a recortar los tipos de referencia. Por el otro, todo indica que en fechas próximas la Reserva Federal dará inicio a un ciclo de aumento gradual de los tipos. Así opinan Koon Chow, experto en estrategia macroeconómica y de tipos, y Karine Jesiolowski, especialista senior de inversión, ambos del equipo de renta fija emergente de Union Bancaire Privée.
Ambos destacan que este contexto de divergencias de las políticas económicas respaldará la cotización del dólar frente a la mayoría de las divisas emergentes. Además, pese a que estas se han devaluado en el transcurso de los tres últimos años, no puede decirse que en la actualidad estén infravaloradas. De hecho, los modelos de valoración de divisas empleados por la firma (un modelo concebido internamente que se basa en las productividades relativas y el modelo del FMI, que se basa en los flujos de las balanzas por cuenta corriente), corroboran que el rublo ruso, el rand sudafricano y la lira turca, tres grandes divisas de referencia en el ámbito de los mercados emergentes, no se encuentran especialmente infravaloradas.
“No obstante, todo parece indicar que las grandes caídas de los precios de las materias primas han quedado atrás, pues la oferta ya ha empezado a experimentar ajustes tanto en lo que respecta a la producción de energía como a los metales. Si bien no hay que descartar todavía la prudencia en relación a las cotizaciones de las materias primas (y en especial de los metales que dependen en gran medida de la buena salud del sector industrial chino), este cambio parece indicar que el riesgo de bajadas será pequeño en lo sucesivo. Es pues de prever que la estabilización de las materias primas alivie la presión que sufren las divisas emergentes”, escriben Chow y Jesiolowski en su análisis.
Además, estiman, va desvaneciéndose poco a poco el fantasma de la devaluación competitiva del yuan. El pasado verano, entre el 10 y el 13 de agosto, el Banco Popular de China permitió que la divisa se devaluara un 3% pero desde entonces, dicho organismo ha centrado su actuación en estabilizar la moneda y ha optado por ampliar la liberalización del sector bancario mediante la supresión del máximo aplicado a los tipos de depósito.
«Nuestro escenario principal prevé que prosiga la devaluación de las divisas emergentes, si bien a un ritmo más moderado que en estos dos últimos años. Bajo esta premisa, seguimos pues dando preferencia a las obligaciones de los mercados emergentes emitidas en monedas fuertes. Todo indica que la incertidumbre se disipará con la estabilización del crecimiento chino y que volverá a crecer la propensión al riesgo, lo que contribuirá a reorientar los flujos de inversión hacia los mercados de renta fija emergentes, en los que los rendimientos siguen siendo atractivos en comparación con otros mercados de renta fija», apuntan Chow y Jesiolowsk.
UBP estima que esta tendencia tendría que beneficiar a los emisores emergentes de deuda, sea esta pública o privada, y en especial a las obligaciones de las empresas exportadoras. «Así, todo indica que los diferenciales de los bonos emergentes emitidos en monedas fuertes podrían empezar a reducirse, alejándose de los máximos alcanzados recientemente», concluyen los gestores.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: GolbalX. Reacción de la deuda privada ante la posible subida de tipos de la Fed
El mercado high yield normalmente presenta una duración inferior a otros mercados de renta fija debido a los cupones más elevados que ofrece, combinado con vencimientos más cortos. Dado que las condiciones del crédito tienden a inducir el comportamiento del mercado high yield, la dirección de los tipos de interés suele interpretarse por lo que puede anunciar acerca de la solidez económica. Finalmente, la Reserva Federal estadounidense ha venido emitido señales contradictorias. Después de provocar intensos rumores en el mercado sobre una posible subida de tipos en septiembre, la consiguiente corrección reavivó las dudas en torno a la vitalidad de la economía mundial, lo que puso nerviosos tanto a los mercados de renta variable como de high yield.
Nosotros no estamos excesivamente preocupados por un aumento de los tipos de interés en Estados Unidos. La siguiente tabla muestra que la deuda high yield estadounidense históricamente se ha comportado bien después de que la Fed subiera los tipos por primera vez. Esto se debe a que las subidas de tipos suelen denotar una expansión económica, de modo que, por definición, las empresas se hallan en unas condiciones razonablemente sólidas.
Esto no debe interpretarse en el sentido de que las condiciones crediticias son necesariamente buenas en sí mismas, ya que, como hemos explicado anteriormente, los sólidos beneficios pueden venir acompañados de una actividad menos favorable a los titulares de bonos; de ahí la importancia que otorgamos al análisis crediticio.
El Banco Central Europeo ha expresado su deseo de tranquilizar a los mercados al indicar que la política acomodaticia seguirá en vigor. En una declaración más reciente, Mario Draghi sugirió que la tasa aplicada a depósitos (actualmente situada en el -0,2%) podría sufrir otro recorte más en territorio negativo.
Las compras de deuda pública europea por 60.000 millones de euros al mes anunciadas por el Banco Central Europeo hasta septiembre de 2016 proporcionan un fuerte respaldo técnico a los mercados de deuda privada europeos. Creemos que estas compras de activos tienen visos de seguir favoreciendo a los activos de mayor remuneración, lo que creará un efecto cascada en toda la gama de activos de deuda privada, dada la saturación de los inversores con los activos menos rentables.
Kevin Loome se unió a Henderson Global Investors en 2013 como responsable de Crédito de Estados Unidos.
Chris Bullock es analista de Crédito y co-portfolio manager del Euro Corporate Bond Fund y Euro High Yield Bond Funds de Henderson.
Tom Ross es cogestor de los fondos de absolute return credit de Henderson.
. Los bonos high yield europeos baten este año a otras clases de activos de riesgo
El año 2015 ha deparado hasta el momento un entorno desafiante para los bonos high yield europeos. Esto quedó especialmente patente en el tercer trimestre, debido a la repentina subida de la aversión al riesgo entre los inversores. Los activos de riesgo, como los bonos high yield, reaccionaron negativamente ante los temores a una ralentización percibida del crecimiento económico global encabezada por la segunda mayor economía mundial, China, y a la caída de los precios de las materias primas.
Como demuestra un reciente informe de NN Investment Partners, en este escenario adverso, los bonos high yield europeos mostraron una notable resistencia. A 30 de septiembre, la rentabilidad total de esta clase de activos en 2015 apenas fue negativa (-0,5%), pese a la acusada subida de los rendimientos y los diferenciales y a una rentabilidad negativa del 2,6% en el tercer trimestre. Como tal, en los nueve primeros meses del año los bonos high yield europeos batieron, en su gran mayoría, a otras clases de activos de riesgo como la renta variable mundial, los valores de deuda de mercados emergentes y los bonos high yield estadounidenses. Además, en Europa, la deuda high yield se anotó una carrera alcista en la primera quincena de octubre en medio de la expectativa de políticas monetarias más expansivas y de una corrección respecto a los niveles infravalorados de muchas clases de activos de riesgo.
“Esta superior rentabilidad relativa de los bonos high yield europeos en lo que llevamos de 2015 puede que esté relacionada, en su mayor parte, con el continuo dinamismo positivo del crecimiento económico en la zona euro, favorecido por un endeble euro y el abaratamiento del petróleo. También contó con el apoyo continuado del programa de expansión cuantitativa del BCE, que mantuvo los rendimientos de la deuda pública en un nivel bajo”, explican los expertos de NN IP.
El documento de la gestora destaca además la gran divergencia de rentabilidades publicadas por los diversos segmentos de esta clase de activos. Como tales, los bonos con ratings más bajos CCC batieron con creces a los bonos con mayores ratings BB. De manera similar, los bonos high yield del Viejo Continente con plazos de vencimiento más cortos batieron a aquéllos con plazos de vencimiento más largos.
Grandes diferencias por regiones
La firma cree que estos acontecimientos pueden explicarse por el hecho de que los bonos con ratings BB tenían, de media, plazos de vencimiento más largos y estaban más expuestos al aumento de los rendimientos de los Bund alemanes en el segundo trimestre. Además, las peculiares noticias que han afectado a empresas con ratings de categoría de inversión como Volkswagen o Glencore también repercutieron indirectamente, de manera más negativa, en las empresas con ratings BB.
Otra destacada característica de mercado del mercado de bonos high yield en lo que va de 2015 ha sido la divergencia inusualmente grande entre regiones. Las rentabilidades de los bonos high yield europeos batieron, de largo, a las de EE.UU., gracias a la buena acogida mostrada por los inversores a la solución de compromiso para la última fase de la crisis griega y a las señales de una recuperación económica sostenida. La inferior rentabilidad relativa de los bonos high yieldestadounidenses podría explicarse principalmente por la importancia en el índice de referencia de emisores presentes en los mercados de energía y materiales. El sector de la energía supone alrededor del 15% del mercado de bonos high yield estadounidense, mientras que en Europa la exposición no es mayor del 2%.
Perspectivas: elevadas rentabilidades previstas
“Consideramos que el escenario actual es atractivo para este tipo de activo. El yield-to-worst del bono high yield de referencia europeo se situó cerca del 5,4% a finales de octubre, alcanzando los diferenciales de solvencia niveles cercanos a 513 puntos básicos. A nuestro juicio, este rendimiento yield-to-worst compensa más que suficientemente los riesgos. Los datos fundamentales de esta clase de activos siguen siendo positivos, previéndose en la zona euro unas tasas de crecimiento del 1,6% y 2,0% para 2015 y 2016, respectivamente. Este ritmo de crecimiento debería permitir a las empresas europeas mejorar sus márgenes de beneficio, aumentar sus cash flows libres y reducir su apalancamiento financiero”, subraya el análisis de NN IP.
Además, las medidas de apoyo de los bancos centrales, especialmente en Europa, están sirviendo de barrera contra una ampliación significativa de los diferenciales. Además, consideramos que las compras de deuda pública por parte de los bancos centrales están conduciendo a una subida del precio de los activos en muchas clases de activos diferentes, una de las cuales es la deuda high yield.
Según los expertos de la firma, los factores técnicos son entre neutrales y favorables a esta clase de activos. Dado que en verano no se produjo casi ninguna nueva emisión en el mercado, la cartera de nuevas emisiones en proyecto ha aumentado, aunque consiste principalmente en operaciones de refinanciación. Los saldos de tesorería han crecido en verano como consecuencia de las amortizaciones de bonos y del ingreso de cupones. Más recientemente, los flujos de fondos volvieron a ser positivos y reabrió el mercado primario. Estos hechos constituyen, en opinión de la firma, una señal de normalización del mercado.
Photo: Caio Bruno. Brazil’s Slumping Economy Likely To Decline Further
En 2015, los flujos de capital a los mercados emergentes cayeron casi un 25% en los portfolios, volviendo a los niveles previamente vistos en el verano de 2010. Esta disminución refleja las salidas de capital tanto por los no residentes y, algo nuevo, como por los residentes. En su último análisis, el equipo de Amundi ha detectado que este fenómeno ha sido más significativo en los mercados de renta variable que en los mercados de bonos. “Los factores responsables no son nuevos, pero se han intensificado a lo largo de este año”, dice Julien Moussavi, estratega y analista económico en Amundi.
En el ámbito doméstico, enumera el experto, la falta de vigor en el crecimiento de los mercados emergentes, las preocupaciones sobre la desaceleración de China, la caída de los precios de las materias primas y el aumento de riesgo inherente en Europa del Este y en Oriente Próximo han aumentado la aversión al riesgo. A nivel más global, la divergencia de las políticas monetarias ha intensificado la volatilidad en unos mercados abarrotados de incertidumbres.
En general, en comparación con las salidas masivas de capital que siguieron al anuncio del tapering de la Fed en mayo de 2013, los flujos de salida (en volumen) en 2015 han sido de una escala similar en los mercados de renta variable emergentes (-28,2% este año frente al -30,7% post-tapering), pero menos intensa en los mercados de bonos emergentes (-18,7% este año frente al -41,1% post-tapering). “Además, la fuga de capitales sufrida tras tapering de la Fed no ha tenido tiempo de recuperarse por completo y, sin embargo, un nuevo movimiento a la baja ha estado en marcha desde el otoño de 2014. Sin embargo, estos hechos son algo diferentes entre las regiones emergentes y clases de activos”, apunta Moussavi.
En los mercados de renta fija, los países emergentes de Asia han visto salidas de capital mucho menos acusadas que las de América Latina o la región de EMEA. La razón es que los mercados emergentes más afectados por las recientes turbulencias han sido los que sufren, entre otros factores, altos déficits por cuenta corriente, mayor incertidumbre política y/o alta exposición a materias primas. Es decir, Brasil, Rusia, Sudáfrica y Turquía, por ejemplo.
En los mercados de renta variable, las salidas de capital han sido más significativas, también en las economías emergentes de Asia aunque en este caso, por razones equivocadas. El estallido de la burbuja especulativa en los mercados de renta variable chinos este verano ha planteado nuevas preguntas sobre la desaceleración en China y provocó flujos de salida importantes, que afectaron a todas las bolsas de los emergentes asiáticos de una forma mayormente indiscriminada. Los mercados de renta variable de América Latina y de EMEA también se han visto afectados por las salidas de capital en 2015, pero en menor medida.
En 2016, Amundi cree que los flujos de capital de los portfolios a los mercados emergentes recuperarán los niveles de 2015, aunque sin una tendencia clara, mientras los riesgos deberían seguir lastrando. “De hecho, es probable que las fuentes de incertidumbre vistas en 2015, persistan en 2016”, estima el analista de la firma, que recuerda además que las perspectivas de crecimiento de los mercados emergentes se mantienen muy por debajo de las tendencias históricas, como evidencia la desaceleración en China y las recesiones en Rusia y Brasil. A esto se suma que los precios de las materias primas podrían seguir siendo bajos durante mucho tiempo, mientras los riesgos geopolíticos y la divergencia de las políticas monetarias en los mercados desarrollados siguen siendo una fuente importante de incertidumbre.
Por último, desde un punto de vista técnico, las empresas de los mercados emergentes siguen estando muy expuestas al riesgo de divisa, sobre todo en los mercados de bonos. En los mercados de renta variable en 2015, las salidas de capital fueron significativas en los mercados emergentes, pero aún podrían recuperarse en el 2016; sin embargo, la cautela sigue siendo necesaria dados los riesgos vistos a corto plazo, concluye Moussavi.
Photo: Fut Und Beidl. Groundhog Day for Financial Markets
Los mercados financieros han soportado su propia versión del Día de la marmota en los últimos meses: los tres temas que preocuparon a los inversores a principios de año —conocer el momento preciso en que la Fed subirá los tipos de interés, el moderado ritmo de crecimiento mundial y la incertidumbre macroeconómica actual en China— no están ahora más cerca de su resolución de lo que lo estaban en verano. Por consiguiente, tal vez valga la pena considerar qué ha cambiado en los mercados y qué no.
La Fed, por su parte, se ha esforzado sobremanera por tratar de sostener la importancia de su reunión sobre política monetaria de diciembre (los actuales precios de mercado indican que en diciembre es probable una subida de tipos, mientras que dicha probabilidad era inferior al 30% antes de la reunión de octubre). No obstante, sigue resultando imposible predecir con total seguridad si la Fed actuará o no antes de finales de año, dado el descenso estacional de la liquidez del mercado de la que somos testigos en diciembre. Los críticos de la Fed argumentarían que el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) ha sido simplemente demasiado transparente, y que los responsables políticos se han metido en un callejón sin salida. Si el propio FOMC no está seguro de qué debe hacer, se revela imposible que alguien prediga con cierta precisión qué hará la Fed.
Mientras que los movimientos (o falta de ellos) de la Fed han ocupado la mayor parte de las columnas de prensa en las últimas semanas, tal vez lo más preocupante sea la atonía que reflejan los datos económicos a escala mundial. La crisis de Lehman Brothers se produjo hace más de siete años y, pese a ello, aún reviste cierta dificultad detectar indicios de una recuperación cíclica tradicional.
Por el contrario, la preocupación actual de los mercados estriba en la sobrecapacidad de China y qué significará esto no solo para los productores de materias primas y energía, sino también para la rentabilidad industrial en general. Si bien no prevemos una recesión económica, está claro que una serie de sectores mundiales atraviesan una situación bastante complicada, que seguramente empeorará. Hablar de una recesión de los beneficios industriales podría parecer alarmista, aunque puede que no diste mucho de la realidad si se es un productor de equipos de minería o equipos agrícolas, áreas en las que hay un exceso de oferta mundial considerable. Si se fabrica un producto mercantilizado, no diferenciado —como planchas de acero, por ejemplo—, la situación se antoja extremamente complicada y provoca que empresas estén quebrando.
¿Por qué ha sido el crecimiento mundial tan discreto? Una explicación es que mientras que la expansión cuantitativa ha sentado las condiciones (es decir, unos tipos de interés en el entorno del cero) para que las empresas inviertan, las empresas solo cuentan con un incentivo para invertir si creen que existe una demanda por lo que van a producir. Después de la crisis, esa demanda ha destacado por su ausencia, fuera de los mercados emergentes. Por supuesto, como se ha comentado hasta la saciedad, los mercados emergentes están ahora bajo una presión considerable (especialmente los que han basado la expansión de su economía en satisfacer la demanda china de materias primas), lo que significa que las perspectivas de consumo mundial son, en el mejor de los casos, moderadas.
En este contexto, tal vez no sea de extrañar que las empresas hayan optado por reducir costes y utilizar el exceso de efectivo para pagar dividendos (o dividendos especiales) y que últimamente hayan recurrido a la ingeniería financiera (como recompras de acciones) para respaldar sus cotizaciones bursátiles. En un mundo en que es difícil registrar un crecimiento orgánico, cobra mucho más sentido recomprar acciones que comprometerse en proyectos caros a largo plazo que exijan grandes sumas de inversiones de capital y una retribución incierta, como ha ocurrido, muy a su pesar, con muchas empresas de minería.
La falta de confianza empresarial para invertir constituye solo una cara de la moneda. Cuando los precios del petróleo se desplomaron, esperábamos que el consumo se beneficiaría de un dividendo de «energía barata», si bien esto, sencillamente, no ha sucedido del modo que creíamos. ¿Por qué? Creemos que, al igual que las empresas, que se resisten a gastar en proyectos de inversión a gran escala, muchos consumidores están simplemente agradecidos de tener un trabajo en la era poscrisis y, por consiguiente, se están embolsando las ganancias realizadas gracias a los bajos precios de la energía. Tal vez aún más importante, y pese al fortalecimiento de los mercados laborales en países como los EE. UU. y el Reino Unido, el crecimiento de los salarios se ha revelado muy modesto.
Tampoco debemos olvidar que una generación de personas que terminó su educación secundaria o universitaria a finales de la década de 2000 habrá crecido sin conocer nunca el mundo de financiación barata y abundante que existía antes de la crisis de Lehman. El consumo financiado mediante endeudamiento no se está recuperando ni en los EE. UU. ni en otras partes, y esto incidirá de forma notoria en el nivel de aumento del PIB que se registrará el año que viene y los siguientes. En otras palabras: la nefasta alianza de una normativa más estricta, unos mayores costes legales y unos requisitos de capital más exigentes supondrá que los bancos minoristas se parezcan en el futuro cada vez más a las empresas de servicios públicos.
¿Qué significa esto para los inversores? En nuestra opinión, será difícil observar crecimiento orgánico y esto tal vez explique el repunte reciente de la actividad de fusiones y adquisiciones. A las empresas que ya han reducido su base de costes y utilizado operaciones de ingeniería financiera para elevar su cotización bursátil no les quedan muchas otras opciones. En efecto, el aumento de las fusiones y adquisiciones y la mayor creatividad de las empresas al configurar sus balances han desembocado en el deterioro reciente de los fundamentales de crédito en los EE. UU.
Puesto que resulta probable que el crecimiento siga siendo deslucido, los tipos de interés se situarán en cotas más bajas durante más tiempo. De hecho, el tipo final de los fondos federales para este ciclo podría alcanzar un mínimo del 2%. En teoría, este hecho favorece a la renta fija, si bien resulta difícil entusiasmarse por la deuda pública dados los niveles actuales de rendimiento y la subida de tipos esperada de la Fed. No obstante, la deuda de alto rendimiento europea sí parece interesante, en vista del considerable diferencial de rendimiento con respecto a la deuda pública y al hecho de que esta clase de activo suele beneficiarse de las fusiones y adquisiciones, a diferencia de la deuda con calificación investment grade.
Una baja tasa de descuento representa, en teoría, un importante factor positivo para la renta variable, aunque todos los puntos expuestos con anterioridad indican que el crecimiento económico y, por ende, los beneficios, seguramente serán más bajos de lo que serían si parte del exceso de capacidad productiva mundial se hubiera eliminado. Creemos que un enfoque selectivo en renta variable dará sus frutos, especialmente habida cuenta de que existen pocas probabilidades de que las preocupaciones sobre el crecimiento chino remitan pronto. También creemos que los inversores se centrarán más en las valoraciones y en los fundamentales a medida que la liquidez mundial siga disminuyendo, y en ese entorno los inversores deberían estar preparados para llevarse más decepciones con respecto a valores específicos. En el futuro, la Fed no actuará como asegurador de los mercados bursátiles y pese a la probabilidad de que el BCE siga tomando medidas, ya no habrá una marea ascendente de expansión cuantitativa mundial que levante a todos los barcos.
Mark Burgess es director de Inversiones para EMEA de Columbia Threadneedle Investments.
En dos semanas, el Comité Federal del Mercado Abierto de la Fed (FOMC) se reunirá por última vez en 2015. En sus dos últimos encuentros, la Fed desafió las expectativas de muchos inversores que esperaban la primera subida de tipos desde 2006, citando principalmente amenazas financieras de carácter global. ¿Será esta vez será diferente?
El mercado parece pensar que sí: A 30 de noviembre de 2015, el mercado adjudica un 74% de probabilidades de que haya un aumento de tipos de interés en diciembre. Desde Eaton Vance, Eric Stein, CFA y co-director de Global Income, estima que las probabilidades podrían estar en realidad por encima de esa cifra. Una análisis exhaustivo de las últimas actas de la Fed deja claro que el organismo que preside Janet Yellen quiere iniciar la subida de tipos más temprano que tarde, y los datos económicos respaldan esa decisión. Aunque los datos conocidos últimamente han sido mixtos, hay que tener en cuenta que:
Los últimos datos de empleo publicados son bastante alentadores, y el mercado laboral de Estados Unidos sigue siendo, en general, fuerte. Un mercado laboral como este, no es consistente con los tipos de interés cercanos a cero, al menos a corto plazo.
Aunque la inflación se sitúa por debajo del objetivo ahora mismo, la Fed está ‘razonablemente segura’ de que podrá alcanzar la meta. Además, algunos de los efectos de base como consecuencia de la pronunciada caída de los precios del petróleo vista desde finales de 2014 podrían empezar a perder fuerza haciendo que la inflación suba en 2016.
“Sin duda, no hay que dar por hecho una subida de tipos de interés en diciembre, y todavía hay muchos escépticos que creen que la Fed va a esperar hasta la primera mitad de 2016 o incluso más tarde. Dicho esto, en Eaton Vance creemos que las razones que podrían disuadir a la Fed de la subida en un par de semanas son bastante pocas”, explica Stein.
En este sentido, la firma cree que tendría que ser algo realmente malo o inesperado. Por ejemplo, una fuerte caída en la próxima tanda de datos económicos o una significativa oleada de ventas en los mercados financieros mundiales. Eventos impredecibles, como los recientes ataques terroristas en París, son ciertamente trágicos y tienen significado desde una perspectiva geopolítica, pero en lo que se refiere a la política monetaria de la Fed, todo se centra en el estado de la economía estadounidense.
“Es probable que la primera subida de tipos en casi una década, esté por llegar este mes. Creemos que los mercados podrían comportarse de forma volátil en los próximos meses, ya sea debido a la Fed, a China, a cuestiones geopolíticas o alguna combinación de todas. En este tipo de contexto, seguimos creyendo que muchos inversores pueden beneficiarse de contar con una estrategia de income flexible que puede adoptar posiciones largas y cortas en países de todo el mundo”, concluye el experto de Eaton Vance en el blog de la compañía.
Detalle de la obra "Camuflaje" de Andy Wharhol, expuesta en Art Basel Miami. Con la llegada de Art Basel a Miami, el arte toma la ciudad
Con la llegada de la archiconocida feria Art Basel a Miami –el año pasado recibió más de 70.000 visitantes- la oferta cultural de la ciudad se multiplica hasta inundar todos sus rincones, colapsar su tráfico y hacer imposible la misión de encontrar mesa en los restaurantes de mejor oferta gastronómica. Esta locura cultural y financiera, que empezó anoche con las presentaciones VIP de algunas ferias y multitud de eventos, mantendrá despierta a la ciudad hasta el domingo, en una de las semanas que marca uno de los picos más altos del año para el sector turístico.
La mañana del miércoles 2 de diciembre tiene lugar el “first choice” de Art Basel, al que las galerías o entidades patrocinadoras invitan a sus clientes –coleccionistas y grandes patrimonios-. A partir de ahí, la feria se abre a un público que disfruta de las obras –pintura, fotografía, escultura, obras interactivas, videos o intervenciones- de más de 4.000 artistas –los más cotizados-, presentadas por 267 de las mejoresgalerías de arte moderno y contemporáneo del mundo. Sin duda alguna, en Art Basel se encuentra la obra que marcará la cifra récord de la semana en Miami y por la que se pagarán varios millones. Hace dos años la mayor operación fue para una obra de Jeff Koons por la que su nuevo dueño desembolsó 28 millones de dólares.
Por la noche, de 7 a 9 en Collins Park, tiene lugar la Public Opening Nigth de Art Basel, un evento -gratuito para el público- con actuaciones en vivo de Xavier Cha, Ryan Gander, Pope. L y Yan Xing, en distintas disciplinas, en un parque en que 20 grandes esculturas -de talentos consagrados o emergentes- salen a la calle para acercarse al público.
Pero el arte no se encierra en Art Basel, pues al calor de su celebración, tienen lugar innumerables ferias con oferta complementaria o alternativa, muestras, mesas redondas, visitas a residencias privadas y otros eventos. Entre la oferta cultural más alternativa destaca la del distrito de Wynwood, que se engalana para recibir a los miles de visitantes que pasearan esta semana por sus calles y donde los graffiteros–desde los emergentes hasta los más consagrados- ultimaban estos días sus obras en los muros. Entre graffiti y graffiti, la zona de galerías más desenfada de la ciudad muestra, también esta semana, su mejor oferta.
Entre otras ferias, hay que destacar Art Miami, que se ha hecho a lo largo de sus 25 ediciones con una merecida reputación y que abría sus puestas anoche en Mid Town. Entre sus expositores, además de los venidos de Nueva York –u otras localidades estadounidenses- Ámsterdam, Berlín, Londres, Tokio, Hong Kong, Tel Aviv o Singapur, galerías como las venezolanas Ascaso Galery y Galería Freites, ambas de Caracas; la colombiana La Cometa, que viene desde Bogotá; o las españolas RGR + Art de Valencia; la madrileña Álvaro Alcázar; Horrach Moya, de Palma de Mallorca; o la galería Mayoral de Barcelona, que expone en sus paredes 10 obras de Dalí, junto con trabajos de Juan Gris o Tapies, entre otros.
La presencia de artistas españoles se multiplica y, así, la canaria Rufina Santana celebra open houses en su estudio, mientras expone en FIU; y Blanca Cuesta y Asis Camacho presentan sus obras -junto con las de otros artistas- en el espacio que la galería madrileña David Bardía tiene en Red Dot Art Fair, que celebra este año su novena edición.
Entre los must de la semana: Nada, Untitled, Pulse o Scope, otras ferias que no se puede dejar de visitar. ¡A disfrutar!
. Tasas de depósitos o artillería pesada para sorprender al mercado: ¿Qué hará Draghi?
Diciembre será un mes cargado de reuniones de los bancos centrales. El Banco Central Europeo (BCE) cogerá el testigo hoy jueves. La pregunta ahora no es si va a optar por una nueva flexibilización de la política monetaria, sino más bien de qué proporciones estamos hablando de dicha flexibilización, comenta Christopher Dembik, analista financiero de Saxo Bank. Durante las últimas semanas, muchos miembros del BCE han preparado el terreno: Ewald Nowotny, el gobernador del Banco Central de Australia, una vez más ha marcado el riesgo de entrar en una situación al estilo de Japón. Y Peter Praet, economista jefe del BCE, ha reiterado la eficiencia de las tasas negativas que incluso tenía un impacto positivo en la rentabilidad de los bancos. Pero esto aún no se ha demostrado, dice el experto.
En su opinión, los tres escenarios principales que son posibles esta semana son los siguientes:
1.Una bajada de la tasa de depósitos para dejar más margen a una mayor flexibilización. Hasta la fecha, la tasa de depósito parece ser el instrumento privilegiado del BCE. «Nuestro escenario base se basa en una disminución de 10 a 20 puntos básicos de este último, lo que significa que van de -0,20% a -0,30%/-0,40%. Tal decisión estaría en línea con las expectativas del mercado». Hay tres argumentos principales en favor de una acción mínima para diciembre, dice: el nivel del euro está indiscutiblemente cómodo para la institución -la tasa de cambio óptimo para el BCE se mantiene en un rango entre 1,12 y 1,15 para el euro-dólar (EURUSD)-; los recientes indicadores del PMI compuesto se relacionan más a una postura de política monetaria más restrictiva que a un período de flexibilización monetaria; el BCE necesita mantener un poco de munición en caso de deterioro de la inflación en la zona euro o pánico del mercado a raíz de la probable subida de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal.
A mediados de noviembre, en la audiencia ante el Parlamento Europeo, Mario Draghi, expresó su preocupación por una desaceleración en el aumento de la inflación para el año 2016. A diferencia de su predecesor al frente del BCE, Draghi se basa en la inflación subyacente para medir la evolución futura de los precios en la zona euro. Jean -Claude Trichet, antiguo presidente del BCE, pensaba que el último no era un indicador fiable. Desde su punto más bajo en el 0,6% a principios de año, el HICP aumentó en octubre para llegar a una cifra récord de 1,1%, un nivel no visto desde hace dos años. «Los miedos de un estancamiento de la inflación subyacente durante el año 2016 no son totalmente infundadas; sin embargo, la aceleración pronunciada está lejos de haber terminado. Es muy probable que veamos un aumento hasta el 1,3%. Por tanto, no hay necesidad real de una intervención urgente. Una nueva evaluación en la primavera de 2016 del sistema existente dejaría tiempo suficiente para que el BCE obtenga más datos sobre el panorama económico de la zona euro y para ajustar su política monetaria a la velocidad de la tasa de crecimiento en EE.UU. Entonces, el BCE sólo estaría en condiciones de decidir si extender o no el BCE más allá de septiembre de 2016 y/o fortalecerlo aún más», explica el experto.
2. Se introduce una tasa de depósito en dos niveles para meter más presión a los bancos. El BCE trabaja lógicamente con un rango amplio de herramientas que puede incluir, en concreto, una tasa de depósitos de dos niveles. Esto consistiría en imponer diferentes tasas de depósitos basadas en el exceso del nivel de reservas depositados por los bancos a los bancos centrales. Los bancos con altos niveles de exceso de reserva, sobre todo los grandes bancos europeos que utilizan ampliamente las herramientas de depósito, estarían sujetos a una tasa de depósito más negativa que los bancos con un nivel menos importante de reservas en exceso.
«La idea es, una vez más, empujar a los bancos a prestar dinero. En vista de este enfoque se podría sugerir tener una tasa de depósito inicial en -0,30% y una tasa de depósito «punitiva» en -0,40%. No está claro si este sistema sería muy eficaz, a menos que se introduzca cada vez más la tasa de depósito «punitiva». En el caso de que esta medida se utilice a partir de este mes, sería, en todo caso, una medida de una complejidad sin precedentes en la política monetaria que reflejaría el desorden de todos los bancos centrales, al no poder aumentar significativamente la inflación y el crecimiento».
3. Lanzamiento de un nuevo «bazuca» monetario para sorprender a los mercado. «Dado que un estancamiento de la inflación es inevitable de cara al próximo año, y porque el QE sigue en marcha, el BCE podría decidir la creación de una onda de choque con el lanzamiento de un nuevo «bazuca» monetaria. Aún están disponibles muchos ajustes en el programa de rescate de activos: su extensión, el aumento de las compras mensuales, la introducción de nuevos activos, así como los bonos emitidos por las autoridades locales, o dejar caer el límite de compra del 25% de los bonos soberanos con calificación AAA».
Según Saxo Bank, el BCE podría tratar de aprovechar el elemento sorpresa. «La modificación del QE podría ir de la mano de una disminución de la tasa de depósito a fin de maximizar el impacto psicológico en los actores económicos de las nuevas medidas del BCE. A corto plazo, parece muy poco probable este escenario, ya que requeriría un gran consenso entre el banco central y la información de apoyo a la necesidad de actuar lo más rápido posible», dice. Porque, a día de hoy, las conversaciones sobre este asunto sólo están en una etapa muy preliminar y los miembros alemanes del BCE, Jens Weidmann y Sabine Lautenschläger, están en contra aún de imprimir más dinero. «Además, este escenario presupone que existe un riesgo claro: si siempre esperamos que se sorprenda a los mercados, llega un momento en que no hay nuevas herramientas que se puedan utilizar y seguramente el BCE decepcionaría».
Los límites de la expansión de la política monetaria
En los últimos años, se ha hecho muy difícil anticipar los cambios de la política monetaria. Se ha vuelto cada vez más difícil saber cómo los bancos centrales están analizando los datos macroeconómicos. El deseo, para algunos de ellos, incluido el BCE, para responder siempre de forma proactiva las expectativas del mercado es un tanto desconcertante, dados los más magros resultados de la política expansiva. La zona euro se enfrenta a una paradoja: la política monetaria nunca ha sido tan servicial, y sin embargo, la actividad no ha tenido tanto éxito. «El efecto más positivo de una de las intervenciones del BCE fue la depreciación del euro. Para Francia, una disminución del 10% del euro se tradujo en un aumento de las exportaciones, alcanzando hasta un 8% para el sector del automóvil y en aproximadamente de 20.000 a 30.000 nuevos puestos de trabajo. La caída del euro coincide con las tasas de interés del mercado de bonos, que se encuentran en sus niveles más bajos. Hoy en día, el 30% de los bonos soberanos de la zona euro tienen rendimientos negativos. Para Alemania: más del 50% de los bonos soberanos se ven afectados».
En opinión del banco, a pesar de estos aspectos positivos, el crecimiento sigue siendo débil y una inflación baja en comparación con el objetivo del banco central. «Es hora de reconocer que, en la actualidad, la política monetaria ya no es la palanca más eficiente. Mario Draghi implicaba esto al final de noviembre cuando subrayó el hecho de que un aumento en el crecimiento de los salarios nominales en los sectores de servicios reforzaría la subida de la inflación. Este mensaje se dirige principalmente a Alemania y es probable que el país vaya a hacer oído sordos».
El baile de los bancos centrales
El diferencial de la política monetaria, a ambos lados del Atlántico, tiene un impacto significativo en los mercados financieros. Esto lógicamente debería inducir a la volatilidad del tipo de cambio adicional, lo que podría conducir a una disminución del euro y un movimiento más cerca de la paridad con el dólar. El análisis técnico destaca esencialmente el principal apoyo psicológico para la zona de 1,0450 a 1,0500, lo que limita las posibles tendencias bajistas. Si el nivel era romper, las posiciones cortas de opciones muy probablemente estimularán al par a perder varios cientos de pips en un corto tiempo. La paridad volvería a estar a la vista. Si no se logra a finales de diciembre de este año, será durante 2016 como resultado de la divergencia inevitable de los tipos de interés.
Y vendrán más medidas: a aíz de la intervención del BCE y especialmente de la Fed, se espera un gran ajuste de la política monetaria. El Banco Nacional de Suiza podría, tan pronto como el 10 de diciembre, fortalecer su sistema para luchar contra la apreciación del franco suizo al reducir su tasa de depósitos a un nuevo mínimo, al 1,0%. «Los mercados emergentes, más dependientes de la Fed que del BCE, podrían esperar hasta el 16 de diciembre antes de actuar. En este contexto, Turquía podría ser uno de los principales países emergentes en subir sus tipos. Diciembre de ninguna manera debería ser una réplica de enero de 2015. Ningún banco central debe realmente sorprender a los agentes del mercado. Por otra parte, los bancos centrales han entendido claramente que una verdadera coordinación de las políticas monetarias a nivel mundial se está implementando en torno a las zonas de cambio dólar/euro».
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Katie Killary
. Los milmillonarios de Londres emigran a Nueva York, Miami y Los Ángeles
Tras la continuas subidas de impuestos con las que el gobierno del Reino Unido ha gravado las propiedades más lujosas –aquellas de más de un millón de libras esterlinas- parece que los milmillonarios han tomado la decisión de emigrar a Nueva York, Miamiy Los Ángeles, según se desprende del nuevo informe Transatlantic Wealth Report.
El informe -realizado por la firma londinense Beauchamp Estates, la neoyorkina Leslie J Garfield, los datos estadísticos de Dataloft y publicado por Business Insider-, muestra que en los últimos 12 meses se ha producido un incremento del 7%en el número de grandes patrimonios que buscan propiedades premium en Nueva York y de entre el 7 y el 10%por parte de compradores londinenses buscando propiedades de lujo en Miami y Los Ángeles.
Según el informe, la inversión media de los compradores londinenses en apartamentos en Manhattan oscila entre los cinco y seis millones de dólares. El valor de las propiedades en las mejores zonas de Londres es casi el doble –comparado el precio por pie cuadrado- que el de las de Manhattan, donde además suelen ser más grandes. Cabe señalar que el precio de una vivienda grande en la mejor zona de Knightsbridge (en Londres) puede rondar de media los 3.615 dólares pie cuadrado, frente a los 1.832 del Upper East Side (Sur) de Manhattan.
En la actualidad, según los datos del informe, son 140 los milmillonarios y 191.000 los millonarios que viven en Londres, superando a los 103 y 389.100 milmillonarios y millonarios, respectivamente, que lo hacen en Nueva York. Aunque por el momento, Londres concentre el mayor número de grandes patrimonios del mundo, crece el número de los que consideran mudarse a estas tres ciudades norteamericanas. Así, ya son más de 120.000 los expatriados británicos que viven en Nueva York y más de 758.000 en el total de los Estados Unidos.
Las firmas Beauchamp Estates y Leslie J Garfield se han unido para realizar este informe conscientes de que se necesitan mutuamente para manejar las ventas transoceánicas y aprovechar esta nueva tendencia.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Nicolas Raymond
. El momento del private equity y venture capital a debate
Entre los días 1 y 3 de febrero de 2016 tendrá lugar en San Francisco la conferencia “Superinvestor 2016”, en la que durante tres días expertos de todo el mundo discutirán sobre la gestión y el éxito en el entorno actual. Además de las ponencias, por las tardes se celebrarán sesiones interactivas y, el día 1 de febrero, se llevarán a cabo dos foros paralelos: uno sobre fundrasing & investor relations y otro sobre co inversiones, en que se discutrán los temas de actualidad de ambas prácticas.
Entre los ponentes confirmados, se encuentran Michael Flaherman, visiting scholar de Berkeley; Gary Schlossberg, economista de Wells Capital Management; Eric B. Maddox, militar retirado, consultor y autor; Jay Park,director general de BlackRock Private Equity Partners; Andrew Beaton, director general y co director de co inversiones de Capital Dynamics; Maurice Gordon,director general y responsable de private equity de The GuardianLife Insurance Company Of America; Sandra Bosela, co responsable del negocio de private markets y directora general y responsable global de private equity de OPTrust Private Markets Group; Saguna Maholtra, socio de Adams Street Partners; DJ Peterson, presidente de Longview Global Advisors; Zach Jackson,VP de QIC Global Private Equity; Andrea Auerbach,directora general de Cambridge Associates; Jeremy Pendrey, assistant regional director de la división de asset management de la división de Enforcement de la U.S. Securities and Exchange Commission, y Pam Hendrickson, CIO de The Riverside Company.
Para más información y registro, puede utilizar este link.