Ana Gil, especialista en inversiones de M&G. Ana Gil (M&G): “El Optimal Income está corto de duración y constructivo en crédito de EE.UU.”
“Estamos satisfechos con el resultado del fondo. El entorno de mercado ha sido positivo”, asegura Ana Gil, especialista de inversiones de M&G sobre Optimal Income Fund, el fondo que cuenta con 18.000 millones de euros bajo gestión y que ha alcanzado en lo que va de año la misma rentabilidad que en los dos anteriores.
Durante la celebración en Madrid del Bond Vigilantes Day de M&G, Gil ha explicado que la estrategia actual se basa en la apuesta por duraciones cortas y por valoraciones con potencial de revalorización. Su exposición a deuda pública está limitada al 10% y Gil lo explica al afirmar que “basta con que los tipos suban 20 puntos básicos para que el bono a 10 años de EE.UU. rinda cero. Pero basta una subida de tan sólo dos puntos básicos para que el Bund a diez años genere tipos negativos”.
Estos movimientos bruscos nos recuerdan, comenta, “lo rápido que puede cambiar el sentimiento del mercado”, evocando el Taper Tantrum de 2013 o la caída del Bund alemán en 2015. La duración del fondo se ha reducido, por lo tanto, hasta los 1,9 años debido a esta tensión en el mercado. “Hemos aumentado la duración de los activos en euros y hemos bajado la duración de activos en libras”, explica. Con todo, la especialista destaca la flexibilidad del fondo a la hora de aumentar la duración. “Cuando vemos valor en deuda pública no nos importa comprar duración”.
El Optimal Income Fund de M&G se presenta ahora “constructivo en crédito americano” debido a una macroeconomía buena, con bajo desempleo y crecimiento salarial del 2,7% que, según algunas proyecciones, debería repuntar a un ritmo del 3% en 2017. A ello se suma una inflación al alza que podría situarse en 2017 en el 2% que tiene por objetivo la Fed. A juicio de Ana Gil, “en EE.UU. hay spreads más altos en empresas similares a las europeas como es el caso de Verizon, AT&T frente a Deustche Telekom o British Telecom”.
En cuanto a la renta variable, el fondo ha elevado su exposición hasta un 5,1% de su cartera con 27 títulos de los sectores automovilístico, farmacéuticas y medios de comunicación. Una posición que pone de manifiesto el atractivo que ofrece, a ojos de la gestora, la renta variable siendo este fondo eminentemente defensivo. “Sólo invertimos en acciones si están muy atractivas”, confirma Ana Gil.
Lejos están, sin embargo, del crédito europeo donde observan ciertos riesgos cíclicos, así como problemas estructurales y políticos.
Santiago Satrústegui, vicepresidente de EFPA España. Foto cedida. EFPA España: “Las mayores dificultades para adaptarse a MiFID II las tendrán las entidades cuyo negocio dependa en gran medida de las retrocesiones"
MiFID II supondrá una revolución para la industria de fondos y asesoramiento en España. Según Santiago Satrústegui, vicepresidente de EFPA España, en dos sentidos: «profesionalizará la actividad del asesor financiero y hará necesario diferenciar el asesoramiento independiente de aquel que no lo sea”. En esta entrevista con Funds Society, el experto analiza las implicaciones de la nueva directiva, un tema del que hablará en la conferencia de EFPA España que se celebra esta semana en Zaragoza.
MiFID II es el gran reto regulatorio al que se enfrenta la industria financiera en el medio plazo. Aunque afectará mucho a los distribuidores, principalmente, ¿afectará también a las gestoras y en qué sentido?
La nueva regulación financiera europea supondrá una oportunidad para elevar la aportación de valor a los inversores, aumentando la transparencia en la información que éstos reciben y situando al sector financiero en su conjunto en un entorno más competitivo. Derivado de esto, las gestoras soportarán una mayor presión en su obtención de rentabilidades, pues los asesores deberán justificar a sus clientes la elección de los vehículos y productos de inversión recomendados.
Desde EFPA España, ¿vaticináis una evolución o una revolución tras la llegada de MiFID II a España?
Tras la crisis de 2008, y la pérdida de confianza en las entidades financieras, MiFID II pondrá el foco en la protección del inversor. A pesar de que esta nueva Directiva parece ser resultado de la evolución lógica del sector, traerá consigo una revolución en dos sentidos. En primer lugar, profesionalizará la actividad del asesor financiero, hasta ahora relegada a un segundo plano. Previsiblemente exigirá la obtención de una certificación y la asunción de las consecuentes responsabilidades que ello pueda tener. En segundo lugar, hará necesario diferenciar el asesoramiento independiente de aquel que no lo sea, prohibiendo además a las entidades que se declaran independientes el cobro de retrocesiones.
Aún hay dudas sobre cómo se traspondrá en el ordenamiento jurídico español, pero ¿cuál es el panorama más probable?
Estamos a la espera de ver cómo se transpone, seguro que como siempre, se hará de manera adecuada.
Muchas entidades están esperando a esos detalles para mover ficha, pero ¿cree que las entidades españolas llegarán a tiempo para adaptarse a la normativa?
Resulta evidente que la adecuación a MiFID II supondrá un esfuerzo considerable para muchas entidades que se encuentran aún muy alejadas de este nuevo patrón. Las mayores dificultades las encontrarán aquellas entidades cuyo modelo de negocio dependa en gran medida de las retrocesiones. A este respecto, cabe destacar que la entrada en vigor de la norma se ha aplazado un año más, mientras que el número de entidades que mantiene estas prácticas continúa siendo elevado. Esto hace especialmente complicado proyectar el grado de cumplimiento en el tiempo.
¿Cuáles serán los efectos colaterales de la normativa: se quedarán los individuos con menos patrimonio sin asesoramiento?
Con la normativa aún por cerrar no es fácil adelantar los futuros efectos colaterales. Sin embargo, los inversores con menor patrimonio no tendrán que renunciar al asesoramiento financiero. De hecho será muy importante que cuenten con él. En este sentido esperamos que la transición tenga en mente este efecto.
Para esos individuos, ¿se pondrán en valor los roboadvisors?
Es cierto que los roboadvisors han irrumpido con fuerza en los últimos años dentro del sector, sin embargo, serán una opción más que no evitará que la figura del asesor financiero siga siendo relevante para muchos tipos de inversores. Estas plataformas tecnológicas fomentan el interés por el ahorro y la inversión, pero en ningún caso podrán sustituir al propio asesor personal. Los cambios regulatorios van dirigidos a comprender las necesidades del inversor como persona y a gestionar adecuadamente sus emociones, habrá que ver cómo compiten en este ámbito el ser humano y la máquina.
¿Cuáles serán los beneficios de MiFID II?
En este escenario cabe esperar que las entidades sitúen, cada vez más, a sus clientes en el centro y sean capaces de ofrecer un servicio cada vez más personalizado. Además, la actividad del asesor financiero sólo podrá ser ejercida por aquellos profesionales que estén cualificados y tengan la correspondiente certificación designada por la Administración, lo que otorgará mayor seguridad y confianza a los inversores. En este sentido, la alineación de intereses con los clientes, la excelencia en la aportación de valor y la visión de largo plazo cobrarán especial importancia en los próximos años.
Se habla de una tendencia hacia el asesoramiento dependiente más que independiente: ¿cómo lo veis desde EFPA? ¿Qué soluciones podrían adoptar las entidades?
En la actualidad se asocia exclusivamente la dependencia (o independencia) al cobro (o no) de las retrocesiones. Sin embargo, esto no es suficiente para garantizar la eliminación de conflictos de intereses. Habrá que esperar a ver cómo queda la normativa y que propuestas plantean las entidades.
En cualquier caso, la gran mayoría de las entidades se encuentran muy centradas en la decisión de si deben o no eliminar las retrocesiones a fin de lograr el carácter de independiente, cuando los retos que plantea MiFID II van más allá de la etiqueta de independencia. Los problemas futuros estarán realmente ligados a entender a los clientes.
¿Será diferente la normativa en España que en el resto de Europa, podría serlo? Y en ese caso, ¿sería eso un aspecto negativo, creen necesaria una estandarización?
La normativa en España únicamente podría ser diferente en aquellos aspectos concretos o matices que la Directiva europea ha dejado abiertos a la Administración de los estados miembros, que no son muchos.
Un ejemplo de ello es la exigencia de una certificación a los asesores financieros. MiFID II ha establecido las normas generales pero no existe una obligación respecto a la forma de implantar una certificación concreta. La armonización con Europa reportaría ventajas tanto para inversores como para asesores, pues en este caso haría realmente transfronteriza la profesión y comparable la protección de los inversores españoles. En este sentido creemos que no deberíamos ir a un modelo menos exigente, en cuanto a la certificación de nuestros asesores, del resto de Europa.
CC-BY-SA-2.0, Flickrfoto: Paul Lim
. Cuatro razones por las que la deuda corporativa emergente todavía está infravalorada
Rodica Glavan, de Insight –parte de BNY Mellon-, afirma que los inversores están dejando pasar oportunidades significativas debido a ideas falsas pero arraigadas sobre la deuda corporativa emergente.
Una clase de activo floreciente
Según ella, los inversores no son plenamente conscientes de la cantidad de oportunidades disponibles en el segmento. El mercado de deuda corporativa de mercados emergentes ha protagonizado un fuerte crecimiento desde la crisis financiera global, y actualmente tiene un saldo vivo de unos 1,7 billones de dólares, explica. Con ello eclipsa a los mercados de crédito high yield europeo y estadounidense, y supera en más del doble al mercado de deuda con grado de inversión denominada en libras esterlinas. La clase de activo abarca más de 70 países y más de 970 emisores corporativos en un amplio abanico de sectores, lo cual pone de relieve su naturaleza global y su diversidad.
Mejora de la liquidez y del perfil de riesgo de crédito
Una proporción significativa de los bonos empresariales emergentes (63%) tienen la calificación de grado de inversión, pese a los temores de los inversores en torno a la calidad crediticia de la clase de activo. Las condiciones de liquidez de este mercado han continuado mejorando -explica-, impulsadas por el afianzamiento de los fundamentales y por una base de inversores cada vez más global: esta mayor profundidad de la base inversora ha espoleado el volumen de emisiones de las empresas emergentes en múltiples tramos de deuda, y a medida que los volúmenes y el tamaño de las emisiones cotizadas han aumentado, la liquidez en el sector corporativo emergente ha mejorado.
«Una parte considerable de las empresas en muchos mercados emergentes han elevado su financiación mediante deuda en divisa extranjera –sobre todo en dólares– al aumentar la profundidad de sus mercados de renta fija. Esto ha eliminado el impacto de la exposición cambiaria para muchos inversores en deuda privada emergente, lo cual ha jugado un importante papel a la hora de amortiguar la volatilidad».
Afianzamiento de los fundamentales y del trasfondo técnico
Los emisores corporativos emergentes suelen mostrar menores niveles de apalancamiento financiero y ofrecer mayores rentabilidades por cupón (TIR) que sus homólogos desarrollados con calificaciones equivalentes, así como diferenciales crediticios más amplios. Estas empresas han respondido a la incertidumbre macroeconómica global reforzando sus balances mediante recortes de costes, reducciones del gasto de capital y ventas de activos para obtener efectivo. Estas actividades han ayudado a evitar subidas significativas de los ratios de apalancamiento, y mejorado el trasfondo técnico para los bonistas.
Valoraciones que no reflejan necesariamente la realidad
«Los diferenciales a los que cotiza actualmente el crédito emergente figuran en el 50º percentil de su historia desde 2002. Dicho de otra forma, la clase de activo ha cotizado en mayores precios la mitad del tiempo en los últimos 14 años. En nuestra opinión, esto es más bien reflejo del sentimiento que de los fundamentales».
Glavan cree que «los riesgos idiosincrásicos que se han asociado tradicionalmente con los activos de mercados emergentes se están convirtiendo en un fenómeno global«. Aunque el reciente intento de golpe de estado en Turquía ha servido de recordatorio del riesgo político que pueden conllevar estos mercados, el suceso permaneció relativamente bien contenido, con pocos efectos secundarios en otras economías emergentes. De igual modo, el ruido político procedente de países como Brasil, Rusia y Sudáfrica también ha menguado de forma significativa. Al mismo tiempo, la decisión histórica del Reino Unido de abandonar la Unión Europea, el auge de los partidos populistas en toda Europa y el ruido político en torno a las elecciones presidenciales en Estados Unidos hacen patentes los riesgos procedentes del mundo desarrollado.
¿Por qué invertir en deuda corporativa emergentes?
«Creemos que la tesis de inversión en deuda corporativa de mercados emergentes se ve respaldada más si cabe por el descenso de las rentabilidades por cupón en el universo desarrollado, que se están tornando negativas en vencimientos cada vez más largos», señala Glavan. Preocupados por los riesgos a nivel global, los inversores están aceptando pérdidas en su capital, pero a su juicio pasan por alto los riesgos inherentes a los mercados desarrollados en sus niveles actuales, lo cual subraya lo generalizado del actual entorno de TIR negativas.
Además, cree que el crecimiento en los mercados emergentes está encarrilado hacia un punto de inflexión este año, a medida que los fundamentales continúan mejorando. «Han surgido señales claras de estabilización de los indicadores de crecimiento emergentes –entre ellos el comercio mundial, las balanzas de pagos y los índices de directores de compras–, que apuntan a un diferencial de crecimiento cada vez más ancho respecto al mundo desarrollado».
En su opinión, invertir en deuda privada emergente consiste en capturar la prima estructural que ofrecen estos emisores respecto a sus homólogos de mercados desarrollados, a medida que los países emergentes representan un porcentaje mayor del PIB global. Estos títulos ofrecen a los inversores las ventajas potenciales de rentabilidad y de diversificación que supone invertir en países que se hallan en distintas fases de desarrollo económico y estructural.
En resumen, la experta defiende que la gestión activa de bonos corporativos emergentes brinda a los inversores la opción de plasmar en mayor o menor medida distintos motores de riesgo y rentabilidad en sus carteras, en base a sus objetivos. Estos créditos están infraanalizados, se hallan poco representados en las carteras de los inversores, y son repudiados por el grueso de la comunidad inversora. Esto crea anomalías de precios y oportunidades, pese al estatus de la deuda corporativa emergente como una clase de activo que está madurando con rapidez.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: John Sonderman. Trump: un símbolo del actual fracaso político para abordar los desafíos socioeconómicos
Esta carrera presidencial sin precedentes ha llegado a su fin y, una vez más, el voto anti sistema ha sido subestimado en las encuestas, por los periodistas y los analistas y el ganador es Donald Trump. Lo primero que nos viene a la cabeza es “esperar lo mejor, pero prepararnos para lo peor”; ya que la campaña ha proporcionado muchas evidencias de que Trump podría no ser un buen presidente.
Hasta cierto punto, esta victoria también en un símbolo del actual fracaso político para abordar los desafíos socioeconómicos más importantes. Evidentemente, ha generado incertidumbre, al menos a corto plazo, no sólo en el contexto económico actual, sino también en términos de evolución geopolítica en el futuro. Como resultado, la elevada volatilidad en los mercados globales puede mantenerse durante los próximos días y probablemente brindará oportunidades interesantes si las valoraciones de los activos alcanzan niveles exagerados bajos en algún momento.
Mirando más allá de 2017, con una mayoría republicana en el Congreso, ¿podrá Trump calmar los temores de los inversores a cerca del proteccionismo, la inmigración y los asuntos exteriores? En otras palabras, ¿se alejará de los extremos de su campaña? Y si pudiera gestionarlo, ¿qué pasa con la reforma fiscal, el gasto en infraestructura y los déficits potencialmente más elevados? La reacción inmediata ahora es vender riesgo, especialmente los activos de mercados emergentes, y comprar activos seguros como los bonos del Tesoro estadounidenses y el oro. A medio plazo, su administración podría caracterizarse por un poderoso reajuste comercial, con unos rendimientos de bonos más elevados.
Vamos a tratar de evaluar cómo pueden reaccionar los mercados en los próximos días y las tendencias que pueden surgir en el futuro.
Renta variable
Estimamos un riesgo de caídas del 5-7% para la renta variable global en los próximos dos o tres días. Los activos estadounidenses deberían cotizar ahora con un precio significativamente más bajo, pero, como de costumbre, gracias a su naturaleza defensiva, pueden comportarse mejor en términos relativos.
El S&P 500 puede caer a 2.000 puntos y, en este caso, esperamos que otros mercados experimenten una caída de aproximadamente el 10% antes de estabilizarse. Geográficamente hablando, las acciones de los mercados emergentes (especialmente Latinoamérica y Asia) estarán entre los principales perdedores. Europa, sobre todo Suiza, y Japón también pueden experimentar severos contratiempos, especialmente si las divisas tienden apreciarse mucho frente al dólar en los próximos días.
Es probable que las grandes multinacionales sufran más que las empresas locales, dado el programa de política comercial proteccionista de Trump. Como resultado, las compañías de pequeña capitalización deberían superar a las de gran capitalización a nivel mundial.
Por sectores, los industriales (infraestructura) pueden mostrar una mayor resistencia debido a las expectativas de un gran estímulo fiscal, especialmente con una mayoría republicana en el Congreso. El consumo discrecional debe dividirse entre los temores sobre una subida de los salarios mínimos y las nuevas preocupaciones sobre el comercio.
Lo mismo para el financiero: la buena noticia es que Trump debería resultar menos oneroso en la regulación, pero el futuro de las subidas de los tipos de interés – especialmente en el caso de un escenario de risk-off muy adverso, que pondría a la Fed en modo espera hasta el próximo año – debería seguir predominando.
Por lo tanto, esperamos que los bancos se comporten relativamente bien dentro de una corrección benigna. Un rally del sector del sanitario puede ser probable también, al menos en el corto plazo, aunque las preocupaciones por los precios de los medicamentos no desaparecerán por completo. La energía –obviamente excluyendo las reservas de energía solar– parece que también puede ser un refugio seguro bajo el nuevo régimen político de Trump.
Bonos
La subida de los tipos por parte de la Fed en diciembre está ahora menos segura y, como he explicado anteriormente, debería traer al menos una pausa, o una espera temporal en el posicionamiento experimentado después del verano. Se espera que los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense, así como otros rendimientos de los bonos soberanos de elevada calidad, retrocedan al menos 20 puntos básicos. Se espera también que los TIPS tengan un rendimiento inferior en este entorno, así como en los mercados de crédito, ya que los diferenciales pueden ampliarse. Incluso si la ampliación de los diferenciales fuera limitada en esta etapa, el crédito en cualquier caso se comportará peor que los bonos del gobierno.
La deuda de mercados emergentes, especialmente en divisa local para Latinoamérica, se espera que sufra significativamente, erosionando la mayoría de los beneficios que se han obtenido este año.
Divisas
El entorno de elevada volatilidad debería beneficiar al yen, el franco suizo y quizá incluso al euro, aunque en menor medida. Son claramente noticias devastadoras para el peso mexicano y es un golpe duro para el dólar canadiense. El peso mexicano puede negociarse ahora por encima de 20 frente al dólar y se mantendrá bastante volátil en los próximos días. El rublo y algunas divisas asiáticas, como la rupia indonesia, deberían demostrar mayor resistencia dentro de los mercados emergentes.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Gage Skidmore
. Superada la incertidumbre inicial, ¿ganará la renta variable estadounidense con la victoria de Trump?
Los mercados de renta variable estadounidense recibían con sorpresa la victoria del líder republicano, Donald Trump, a la presidencia de Estados Unidos. El que será 45 presidente de la nación ha definido en campaña sus ideales, pero ha mostrado muy poco sobre sus políticas concretas, por lo que los inversores –inquietos- tratan de adivinar cuales serán sus resoluciones provocando movimientos inestables en las bolsas.
“El electorado estadounidense ha votado por el cambio, si bien cabe recordar que las políticas mencionadas por Trump han sido un tanto superficiales y no sabemos cuáles de sus anuncios de campaña se utilizarán en el proceso de una rigurosa formulación de políticas”, dice Mark Burgess, director de inversiones para EMEA y director global de renta variable de Columbia Threadneedle . “Sabremos más durante las próximas semanas, pero entretanto los mercados probablemente permanecerán volátiles ya que tendrán que lidiar con la incertidumbre presente”.
Ian Heslop, director de renta variable global de Old Mutual y gestor de su fondo de renta variable norteamericana coincide en la falta de definición de políticas del nuevo presidente: “La incertidumbre es grande, y no ha ayudado que su campaña haya estado llena de promesas largas en retórica y cortas en detalles de medidas concretas”.
También Paul Markham, gestor de carteras de renta variable global en Newton, (BNY Mellon), cree que es mucho más difícil anticipar claramente qué supondrá una victoria de Trump para los mercados, más allá de una extrema inestabilidad a corto plazo, aunque –añade-es posible que resulte reflaccionaria en los próximos seis a doce meses, puesto que ha indicado que invertirá grandes cantidades en ciertas áreas de la economía, como las infraestructuras, que podrían considerarse inflacionarias si reciben el capital suficiente
Este segundo efecto lo señala también Heslop: “Mirando hacia el futuro, algunas de las políticas que Trump ha anunciado durante la campaña, como el proteccionismo, su deseo de disputar los acuerdos comerciales internacionales, y deportar a los inmigrantes ilegales, pueden contribuir a la volatilidad de los mercados a largo plazo; pero, otros, por ejemplo, su intención de rebajar impuestos –en el caso de las corporaciones tanto como desde el 35 hasta el 15%-, sus planes para alentar la repatriación de los beneficios corporativos que hoy se quedan fuera del país, y su anuncio de embarcarse en una gasto en infraestructuras masivo, podría estimular la economía estadounidense, y aupar la renta variable”.
De hecho, según Burgess, “este resultado tendrá un efecto dispar en los mercados de renta variable, con una penalización inicial a corto plazo a medida que el mundo se ajusta a un aparente aumento del riesgo económico y geopolítico”. Según él, los claros ganadores serán las infraestructuras, especialmente las carreteras, los puentes, los aeropuertos y los sectores que se beneficien tanto de fusiones y adquisiciones como de la consolidación del sector, “algo por lo que Trump muestra un especial entusiasmo”. También, en su opinión, el sector financiero se verá favorecido por la relajación de la normativa Dodd-Frank, mientras que el sector de defensa probablemente prosperará. Otros sectores con posibilidades de avanzar son el consumo discrecional, el consumo básico, las telecomunicaciones, la energía y la minería.
“En las bolsas, tras una racha inicial de volatilidad, la rebaja del tipo del impuesto de sociedades (si se aplica tal y como se ha propuesto) sería positiva a corto‐medio plazo”, señala Ángel Agudo, gestor de fondos de renta variable estadounidense de Fidelity. Por sectores, el sector sanitario debería remontar el vuelo tras la derrota de Hillary Clinton en las elecciones y su evolución se verá cuando Trump aclare sus planes para la Affordable Care Act (Obamacare) y los precios de los medicamentos. El sector financiero también podría salir beneficiado si Trump mantiene su promesa de campaña de flexibilizar el marco normativo.
Como dice Eric Lonergan, gestor del equipo de multi activos de M&G : Estamos ante una reedición del Brexit. El auge de los movimientos contestatarios ha adquirido una dimensión mundial. El Brexit ya no puede considerarse como un suceso anómalo, es una tendencia. Donald Trump ha ganado desafiando a su partido, a los medios de comunicación y a la política convencional. El populismo está haciéndose con el poder. La clave ahora es saber qué va a significar en la práctica.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: torbakhopper. México podría experimentar una bajada en la calificación soberana de crédito
El empresario Donald Trump será el próximo presidente de los Estados Unidos. Trump representa el voto de protesta a lo establecido, a las ventajas ofrecidas por la globalización que no llegaron, a la apertura a la inmigración que resta oportunidades de empleo y, en general, a la inequidad en la distribución del ingreso.
Este reclamo es el mismo que motivó el Brexit y ha brotado en otros lugares del mundo. Al final, dicho reclamo fue más fuerte incluso de lo que captaban las encuestas previas a la elección y finalmente llevarán a Trump a la Presidencia. El contexto en el que ocurre es más preocupante, ya que el comercio internacional está estancado, las políticas monetarias del mundo desarrollado están agotadas, y dado el reciente aplanamiento de las curvas de rendimiento, el sistema financiero aumentó su vulnerabilidad. El mensaje del electorado estadounidense del agotamiento de la tolerancia a lo establecido es una llamada de atención al resto del mundo donde están próximos a realizar elecciones presidenciales, incluido México.
Donald Trump mostró un discurso agresivo en su campaña contra México, en particular, contra el Tratado de Libre Comercio de Norte América y contra la inmigración ilegal de mexicanos en Estados Unidos, por lo que era de esperarse una reacción negativa de los mercados en caso de que ganara las elecciones presidenciales. Así, el peso mexicano fue la moneda que más se depreció de todas las emergentes contra el dólar estadounidense.
La Comisión de Cambios decidió el miércoles no intervenir en el mercado cambiario para aminorar la depreciación cambiaria. A nuestro juicio, la depreciación parece exagerada, ya que más que compensa cualquier costo asociado con un desmantelamiento de las tarifas de importación favorables a México por el TLCAN, en el caso extremo que se revirtiera dicho tratado comercial, por lo que se hubiera justificado una intervención hoy de venta de dólares en el mercado cambiario. Hemos apuntado en ocasiones previas, que la Comisión de Cambios pasó de intervenciones diarias a ninguna intervención, cuando la mejor política pudiera estar en medio de ambos extremos. Es decir, el objetivo de la Comisión debería ser el incrementar el costo de especular contra el peso mexicano, a través de la incertidumbre generada en el especulador de cuándo podría intervenir la Comisión de Cambios, ya que si se sabe que no va a intervenir (porque no ha intervenido en los momentos más críticos), entonces da lugar a estos movimientos exagerados con repercusiones para la planeación económica y la inflación, entre otros. La Comisión de Cambios parecería más preocupada de lo que han mostrado en público respecto a lo que hemos anotado en comentarios previos referente al ensanchamiento del déficit de la cuenta corriente, ya que el consumo privado está creciendo más rápido que el producto interno bruto, así validando un ajuste importante en el tipo de cambio con el objeto de reducir las importaciones y alentar las exportaciones.
La depreciación del peso mexicano dará a la Secretaría de Hacienda un gran remanente de operación proveniente de Banxico por el ejercicio 2016. En 2015, el Banco de México tuvo un resultado de operación positivo de 378.236 millones de pesos, de los cuales 462.898 se explicaron por fluctuaciones cambiarias. Con dicho resultado, el Banco de México determinó dar a la Secretaria de Hacienda un remanente por el ejercicio de 239.094 millones de pesos. Para este año, dada la depreciación del tipo de cambio, el remanente de operación pudiera superar los 300.000 millones de pesos. Dicho remanente, sería de gran ayuda para las finanzas públicas al reducir el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público y compensar el impacto que tendrá en el saldo la revalorización de la deuda externa en pesos mexicanos. Sin embargo, consideramos que no será capaz de revertir la alta probabilidad de una baja en la calificación soberana de crédito, ya que la preocupación principal sigue siendo el crecimiento económico. A nuestro juicio, la retórica anti- TLCAN de Trump es responsable de una disminución de la inversión en nuestro país y ahora que ganó las elecciones la incertidumbre continuará respecto a si llevará a cabo sus amenazas de renegociar dicho Tratado, o en su caso aplicar tarifas contra algunas industrias.
El plan fiscal de Trump sugiere una Fed más agresiva en subir la tasa de lo que tenía el mercado. Recientemente, apuntábamos en “Curvas de rendimiento al alza con programa fiscal en EUA”, del pasado 26 de Octubre, que cualquiera de los dos candidatos presidenciales traía un plan fiscal agresivo que daría a la Fed la posibilidad de desmantelar la política monetaria laxa a un ritmo más acelerado de lo que traía incorporado el mercado.
En dicho comunicado apuntábamos que el plan Fiscal de Trump es más agresivo todavía que el de Clinton al considerar más gasto en infraestructura, pero menos impuestos también, aumentando el déficit fiscal. Dicho estímulo a la economía, en palabras de Stanley Fischer era lo que la economía americana necesitaba para incrementar el potencial de crecimiento económico. Además de aumentar el nivel de la tasa de equilibrio, da a la Fed espacio para llegar a dicha tasa más rápido de lo que tenía incorporado el mercado, por lo que los rendimientos de los bonos del Tesoro tenían que subir a lo largo de toda la curva de rendimiento, y es lo que estamos (y esperábamos) viendo hoy. Dicha curva de rendimiento, siendo la referencia de las tasas en todo el mundo, tendrá repercusiones en todas las curvas, incluidas la de México.
Banxico tendrá que lidiar sólo sin apoyo de la Comisión de Cambios con el impacto de la depreciación en la inflación. Muy probablemente Banxico va a tener que seguir a la Fed y subir la tasa de referencia en la próxima reunión de política monetaria a celebrase el 17 de noviembre. Previo a conocer el resultado de las elecciones anticipábamos una inflación del 3,8% para el año que entra, en particular por la tendencia al alza de la inflación subyacente, y los impactos esperados por la liberalización de los precios de la gasolina. Ahora, con la victoria de Trump, y el aval de la Comisión de Cambios para que tome el nivel que tenga que tomar, el impacto en la inflación podría ser mayor.
En suma: la victoria de Trump, después de Brexit, es un claro llamado a todos los gobiernos del resto del mundo para tomar nota del descontento contra lo establecido, la globalización y la inmigración y el riesgo del resurgimiento del populismo. El impacto que tendrá finalmente en los niveles de las tasas de interés, tipo de cambio, inflación y crecimiento económico dependerá de su plan fiscal, de su política comercial, y de la relación bilateral con México dada la cercanía y la integración económica que se ha logrado. En las próximas jornadas estaremos evaluando los discursos de Trump y la reacción de los mercados para estar en posibilidad de revisar nuestro escenario base.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: vladimix
. Renta fija estadounidense y tipos ante la llegada al poder de Trump
Jim Leaviss, responsable del área de Renta Fija Minorista de M&G, resumía esta mañana lo que ha pasado en las primeras horas después de que fuera oficial que Donald Trump ganaba las elecciones presidenciales estadounidenses: “En los mercados de bonos, el impacto ha sido relativamente moderado hasta ahora; es en las bolsas donde los movimientos están siendo más acusados (el Nikkei perdía estaba perdiendo un 5%). La pasada noche, el peso mexicano fue el termómetro de los resultados y primero subió, pero después se replegó rápidamente. Esta mañana acumulaba un descenso del 10% frente al dólar estadounidense, que a su vez también cedía terreno ante las expectativas de que haya menos subidas de tipos. El índice DXY USD ha perdido un 0,8% durante la sesión de Asia, mientras que el yen, que tradicionalmente suele salir beneficiado en fases de huida del riesgo, ha avanzado un 2%”.
Según Leaviss, hasta ahora se daba por cierto que la Fed iba a subir los tipos 25 pb en diciembre, pero la incertidumbre derivada de la victoria de Trump hace que sea mucho menos probable. Además, se pregunta: “¿seguirá siendo Janet Yellen la presidenta de la Fed con Trump en la jefatura del estado?”. La probabilidad implícita de una subida de tipos ha pasado de más del 80% al 50% -dice-. Las expectativas de tipos para 2017 han descendido también.
Mitul Patel, responsable del área de Tipos de Interés de Henderson, coincide en que el mercado ha recortado las probabilidades de que la Reserva Federal suba tipos en diciembre, ya que la incertidumbre en torno a los planes de Trump, sumada al peor tono de los activos de riesgo, podría retrasar la subida prevista. Sin embargo, si ahora EE. UU. aplicara estímulos presupuestarios en una economía que ya estaba próxima al pleno empleo, se podría estimular más la inflación que el crecimiento, lo que podría llevar a la Reserva Federal a endurecer las condiciones monetarias más de lo que se prevé actualmente.
Por su parte Bryan Collins, gestor de fondos de renta fija asiática de Fidelity, decía que tras la elección de Donald Trump como presidente podríamos ver un cambio en la dinámica actual de los mercados antes del traspaso oficial de poderes en 2017. Los bonos del Tesoro de EE. UU. podrían subir al principio y después la curva podría ascender, a medida que vayan cayendo las expectativas de nuevas subidas del dólar frente a otras grandes divisas.
Refiriéndose a los bonos estadounidenses, Leaviss recordaba que en ellos tienen gran peso los inversores extranjeros, como China, país contra el que Trump ha realizado comentarios hostiles. El 50% del mercado de bonos del Tesoro de EE.UU. está en manos de inversores extranjeros (China posee el 19%; Japón, el 18%), al igual que el 30% del mercado de bonos corporativos estadounidenses. Los extranjeros, especialmente China, ya han pasado a ser vendedores netos de bonos del Tesoro de EE. UU. durante los últimos seis meses.
El gestor de Fidelity, Collins, por su parte, añadía que el renovado interés por los estímulos presupuestarios podría traducirse en nuevas directrices a favor del gasto en infraestructuras, lo que, en general, es positivo para el crecimiento estadounidense a largo plazo. Sin embargo, a corto plazo el debilitamiento de la inflación y el posible aumento del gasto público en EE.UU. podrían hacer que el dólar perdiera terreno frente al euro. En general, la debilidad del dólar frente al euro podría ser beneficiosa para las economías asiáticas por la elevada dependencia de la región de las importaciones de petróleo, lo que mantendrá controladas las presiones inflacionistas. Las economías asiáticas siguen creciendo a mayor ritmo que sus homólogas occidentales, y la mayoría de los bancos centrales sigue teniendo capacidad para dinamizar el crecimiento mediante estímulos monetarios y presupuestarios.
Además, hay que tener en cuenta, añadía el responsable del área de Tipos de Interés de Henderson, que puesto que los republicanos van a controlar la Cámara de Representantes y el Senado, también se produce el fin del bloqueo que el gobierno estadounidense ha sufrido durante los últimos seis años. Eso facilita considerablemente la aprobación de leyes, si bien es probable que algunas de las propuestas más extremas de Trump queden diluidas para poder superar el trámite del Congreso.
De cara al futuro, el Brexit y la victoria de Trump han puesto de manifiesto que los populismos han sido más efectivos de lo que se esperaba. Ante la proximidad del referéndum italiano y varias citas electorales clave en Europa, en 2017 el viejo continente podría convertirse en el siguiente foco de atención.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Matt Johnson . Trump gana las elecciones: ¿qué cabe esperar en Latinoamérica?
La elección de Donald Trump como nuevo presidente de Estados Unidos implica en líneas generales una mayor incertidumbre para la economía global y un incremento en el riesgo de que la economía estadounidense abogue por políticas proteccionistas. Los primeros efectos ya se han dejado sentir en los mercados de valores y divisas mundiales, que amanecieron hoy en rojo; aunque algunos lograron darse la vuelta antes del cierre, ante la apertura alcista de Wall Street.
México se encuentra probablemente a la cabeza de los países que sufrirán mayores implicaciones económicas después de la victoria de Trump, debido a las alusiones directas que el candidato republicano realizó sobre las políticas de comercio e inmigración con su país vecino durante el transcurso de su campaña, pero también el resto de economías de América Latina se verán afectadas en mayor o menor medida.
La amenaza del proteccionismo
Unas de las declaraciones más agresivas realizadas fueron las relacionadas con la renegociación o revocación del acuerdo de NAFTA (Tratado de Libre Comercio de América del Norte) y la revocación del TPP (Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica): ambos tendrían consecuencia directa sobre México, mientras que el segundo tendría también consecuencias sobre Perú y Chile.
Desde el inicio de la campaña, Trump rápidamente elaboró un discurso contra México, por lo que su candidatura fue ampliamente asociada con un deterioro de las perspectivas para la economía mexicana. “No creemos que las propuestas originales mencionadas durante su campaña electoral se materialicen palabra por palabra. Esperamos que Trump sea más indulgente en la renegociación del acuerdo de NAFTA. También anticipamos un enfoque más gradual a la ahora de solucionar los problemas pendientes de la inmigración, reduciendo por ello la probabilidad de que se dé un escenario de deportaciones masivas”, comenta Alexis Milo, economista jefe de HSBC en México. “Esto supondría una gran diferencia con respecto a las declaraciones realizadas durante su campaña. En ese caso, creemos que una vez la volatilidad inicial se evapore, se mitigarán las preocupaciones a medio plazo sobre México, lo que sería probable y consistente con nuestras perspectivas económicas. Sin embargo, si el sentimiento general se establece a favor de las barreras al comercio, es probable que veamos un escenario más conservador en términos de inversión extranjera directa y en el crecimiento de exportaciones”, añade.
Por su parte, el peso mexicano, que sirvió durante meses de barómetro indicador, registró una caída histórica conforme se fueron conociendo los resultados, llegando a caer en torno a un 12% y situándose en por encima de los 20 pesos mexicanos por dólar. “Son claramente noticias devastadoras para el peso mexicano y es un golpe duro para el dólar canadiense. El peso mexicano puede negociarse ahora por encima de 20 frente al dólar y se mantendrá bastante volátil en los próximos días. El rublo y algunas divisas asiáticas, como la rupia indonesia, deberían demostrar mayor resistencia dentro de los mercados emergentes”, comenta Fabrizio Quiriguetti, CIO de SYZ Asset Management.
Coincide con esta visión Mark Burges, director de inversiones de EMEA y director global de renta variable de Columbia Threadneedle, que apunta que “el proteccionismo comercial tal vez constituye el mayor temor en el ámbito económico, ya que podría traducirse en una situación de «estanflación» y en un riesgo real para los mercados emergentes, en concreto México y China”.
Una posible reducción en el envío de remesas de Estados Unidos
Otro problema quizá menos abordado, probablemente por la poca viabilidad logística y por lo complicado que sería ejecutar esta medida, es qué ocurriría en Centroamérica si Trump consigue llevar a cabo su promesa de deportar a los 11 millones de inmigrantes ilegales que viven en Estados Unidos y disminuyen las remesas enviadas por los trabajadores a sus países de origen. “Los países que acusarán el mayor impacto, serán los de menor tamaño como Guatemala, El Salvador y Honduras, donde las remesas no autorizadas procedentes de Estados Unidos podrían ascender al 5,6%, el 8% y el 13,2% de sus PIB respectivos”, comenta Claudia Calich, gestora del fondo M&G Emerging Market Bond. “Estos países tienen una proporción mayor de remesas respecto a su PIB y sus ingresos de cuenta corriente, porque su proporción de inmigrantes ilegales es mayor con respecto al tamaño de su economía y su población”.
Dependencia de la región al precio del crudo
El petróleo también se encuentra a la baja, a la espera de conocer nuevos datos sobre los inventarios del crudo. Las distintas posiciones de Trump sobre política energética podrían tanto debilitar como soportar los niveles actuales del precio del crudo, haciendo más complicado que los países miembros de la OPEC lleguen a un acuerdo en la producción y creando una mayor incertidumbre en el largo plazo. El mencionado proteccionismo de Donald Trump podría perjudicar a las economías emergentes, que son las que impulsan el crecimiento de la demanda del crudo, y probablemente reavive la producción de petróleo de esquito estadounidense, dos factores que jugarían en contra de las economías de la región, que todavía tienen una fuerte dependencia en el precio del crudo, especialmente en el caso de Venezuela, México, Brasil y Colombia.
El caso de Brasil
Brasil es la economía de América Latina que menos lazos comerciales tiene con Estados Unidos. De hecho, Brasil es la economía más cerrada de la región, por lo que podrían permitirse aparcar las preocupaciones globales por un tiempo. En la opinión de Daniel Cunha, estratega global de XP Securities, “Brasil está atravesando un periodo en el que sólo depende de cumplir con sus deberes. Las perspectivas globales podrán ayudar o crear ruido, pero sólo de forma marginal. Si Brasil continúa realizando sus ajustes fiscales y tiene éxito a la hora de recobrar la senda del crecimiento, los activos continuarán recuperándose y deberían incluso recibir un impulso extra de los potenciales flujos que podrían recibir por parte de economías más vulnerables en la región”.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: DARSHAN SIMHA
. Las mejores ciudades de Estados Unidos para generar patrimonio
Desde que en la década de los años 40 del siglo XIX San Francisco viera cómo los buscadores de fortuna de la fiebre del oro se convertían en dueños reales de fortunas asentados en la ciudad, ha seguido viendo como nuevos millonarios –ahora gracias al boom tecnológico del cercano Silicon Valley- siguen llegando a la urbe. Las cada vez más caras propiedades inmobiliarias de San Francisco, su saludable mercado de trabajo y los altos sueldos de los ejecutivos la convierten en la mejor gran ciudad de Estados Unidos para construir riqueza, según estudio de Bankrate recientemente publicado.
«Creo que hay muchas cosas atractivas de vivir en San Francisco, y una de ellas es obviamente su sana economía para muchas personas diferentes», dice Ashley Pellouchoud, una abogada de San Francisco al portal Bankrate, que advierte que hay segmentos de la población atraídos a la ciudad de la bahía en este momento, pero también hay segmentos que están siendo expulsados por los altos precios.
Tras San Francisco, aparecen Minneapolis, Washington, San Louis, y Detroit, completando el Top 5. Seguidas por Seattle, Boston, Denver, Phoenix y Baltimore.
El estudio, en su segunda edición, toma en cuenta distintos criterios como ingresos disponibles para el ahorro, capital humano, acceso a servicios financieros, beneficios de poseer una vivienda y nivel de endeudamiento de la población. Frente al trabajo del año pasado hay ciudades como Detroit o Washington que repiten en las primeras posiciones, mientras otras se han caído de ellas. Nueva York, por ejemplo –dice el portal- no ha conseguido situarse en los primeros puestos dado el altísimo precio de las viviendas y la falta de acceso a planes de jubilación para muchos de los trabajadores.
Pero el hecho de que una ciudad sea productiva o rica en su conjunto no quiere decir que facilite a los hogares las herramientas para tener éxito financieramente, advierte.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Kurtis Garbutt. Tres instrumentos de renta fija que se benefician del aplanamiento de la curva de tipos
Una vez que los inversores digieran los resultados de las elecciones presidenciales en Estados Unidos y la reacción inicial del mercado, la atención podría volverse hacia la Reserva Federal y las probabilidades que hay de que suba en diciembre los tipos de interés.
Según la última encuesta trimestral de Eaton Vance entre los 1.002 asesores financieros del índice Top of Mind (ATOMIX), la decisión de la Reserva Federal sobre los tipos superará al resultado de las elecciones presidenciales de Estados Unidos como el mayor factor de volatilidad a corto plazo.
La opinión de consenso actual es que la Fed subirá los tipos en su reunión de política monetaria de diciembre, aunque eso por supuesto podría cambiar si el mercado experimenta cualquier tipo de conmoción.
“Nuestra última encuesta de ATOMIX reveló que muchos asesores están muy atentos a las decisiones de la Fed y esperan que dentro de los próximos 6-9 meses, el organismo actúe. El 39% de los entrevistados estima que la Fed empezará a normalizar la política monetaria antes de fin de año y el 41% apuesta por una subida durante el primer semestre de 2017”, explica Eaton Vance.
Es cierto que las elecciones presidenciales ha dominado los titulares y el interés de los inversionistas últimamente. Sin embargo, la firma cree que de cara al futuro, los posibles aumentos de los tipos podrían volver a ocupar el primer plano, concluye la gestora.