CC-BY-SA-2.0, FlickrPhoto: Joe Le Merou. Muzinich's New Hires Prepare Two Fund Launches
El especialista en deuda corporativa Muzinich & Co lanzará dos nuevos fondos que serán gestionados por el equipo de préstamos que recientemente se unió desde ECM Asset Management Limited, una compañía propiedad de Wells Fargo Asset Management.
Muzinich anunció en el verano que había contratado a Torben Ronberg, a Stuart Fuller, a Sam McGairl y a Alex Woolrich, que gestionaban el negocio de deuda por debajo de investmente grade en ECM.
Ronberg y su equipo, que asumieron sus puestos la semana pasada, priorizarán a partir de ahora el lanzamiento de una nueva estrategia de deuda europea garantizada, el Muzinich European Loans Fund.
También están sentando las bases para el lanzamiento de un vehículo multi-activo, el Muzinich Senior Secured Fund, que tendrá un mandato de inversión más amplio. Este vehículo invertirá principalmente en préstamos garantizados senior y deuda high yield garantizada, combinando las principales fortalezas del nuevo equipo con las del existente en Muzinich.
Ambos fondos estarán bajo el ICAV domiciliado en Irlanda de Muzinich, que se ha establecido como un Fondo de Inversión Alternativa Calificada. Estarán dirigidos principalmente a fondos de pensiones, compañías de seguros y otros inversores institucionales.
Foto: Juan Camilo Rojas, director de estrategia de inversión Credicorp Capital Colombia. Credicorp Capital: “Las salvaguardas que Estados Unidos pueda imponer a México podrían repercutir en el resto de LatAm”
Los resultados de las recientes elecciones presidenciales de Estados Unidos fueron sorprendentes para todos. Coincidiendo con la información publicada por la mayoría de las encuestas, Credicorp Capital Colombia no esperaba en su escenario base una victoria de Donald Trump. En una entrevista en exclusiva con Funds Society, Juan Camilo Rojas, director de estrategia de inversión de la firma, comparte sus primeras impresiones tras la victoria del candidato republicano y analiza las posibles repercusiones que el cambio en la casa blanca puede traer para América Latina, y en particular, para Colombia.
La reacción inicial de los mercados fue bastante negativa, pero comenzó a cambiar de matiz tras escucharse el discurso de aceptación del recién electo presidente, donde el tono utilizado por Trump fue mucho más de consenso que el esgrimido durante su campaña. Fue entonces cuando los mercados comenzaron a tranquilizarse. Para Rojas, la reacción de los mercados dependerá mucho del ritmo de implementación de las políticas que Trump ha pregonado durante su campaña.
El primer discurso de Trump no ha sido entendido de igual forma por los mercados desarrollados que por los emergentes, en estos últimos ha aparecido un miedo generalizado por los reajustes que sus políticas puedan suponer en el flujo de capitales, en el posicionamiento de las empresas, y en definitiva en la posición con respecto a las economías emergentes, que al final, podrían redundar en una transición en términos de crecimiento que puede tener efectos negativos para estas economías.
En Colombia, el efecto más inmediato se ha podido observar en una depreciación de la moneda, el miércoles siguiente a las elecciones con una depreciación moderada del 1,7%, pero el jueves ya se dejó sentir algo más, llegando casi al 3,7%. “Este efecto se está dando principalmente por el temor, y en todo caso el ánimo, que tiene el nuevo gobierno de Estados Unidos en recomponer sus relaciones comerciales, sobre todo en los países emergentes, y en especial con los de América Latina. Los inversionistas extranjeros de portafolios han decidido por lo pronto tomar una decisión más cauta, un poco más moderada con respecto a lo que se había sido mercados emergentes en América Latina durante el año, donde se había tenido flujos permanentes de entrada hacia los mercados de deuda y de renta variable, con unos beneficios bastante interesantes hasta por lo menos el mes anterior a las elecciones”, comenta Rojas. “Sin embargo, esta posición ha comenzado a ser un poquito más cauta, esperando a saber cuáles son las primeras medidas que el presidente adopte, y que tan perjudiciales pueden ser para los mercados de América Latina”.
Juan Camilo señala también que ha habido cierta sorpresa, pues el escenario de la victoria de Trump se esperaba que fuera acogido con una reacción más agresiva por parte de los mercados, y finalmente no ha sido así.
Para Credicorp Capital Colombia, todavía es pronto para poder hablar de efectos directos sobre la economía colombiana, pero se pueden empezar a discernir los efectos indirectos: “La reacción inicial en Colombia ha sido principalmente derivada de lo sucedido en México, de un efecto colateral. Las salvaguardas que le puedan imponer a México o la posible revisión de los tratados comerciales entre ambos países, podría repercutir en el resto de economías latinoamericanas”.
Al igual que en México, Estados Unidos es el principal socio comercial de Colombia, pero en un nivel de dependencia mucho menor. En el caso en el que llegara a haber una revisión del tratado de comercio entre Colombia y Estados Unidos, entonces si habría un efecto directo sobre la economía.
El efecto en el precio del crudo
En cuanto a las posibles implicaciones sobre el precio del petróleo, también es pronto para poder realizar evaluaciones. Por un lado, se piensa que podría ser negativo, por la sobreproducción que podría tener Estados Unidos, simplemente por la aprobación de la construcción del oleoducto XL, que estaba frenada bajo el gobierno de Obama, que podría aumentar la producción y consecuentemente bajar los precios. Pero también habría que considerar la amistad declarada entre Trump y el presidente ruso Putin. Estados Unidos no entraría en políticas que pudieran dañar el mercado del petróleo para no afectar a la economía de Rusia, lo que podría fijar pisos para el precio del barril, y así evitar un comportamiento más errático. “La primera señal que se va a tener para saber lo que va a ocurrir con el precio del petróleo, al menos a nivel estructural, será al final de noviembre con la reunión de la OPEP, si finalmente logran ponerse de acuerdo con los recortes de la oferta y la demanda”.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Jared Keener. Renta fija mundial: visión después de las elecciones estadounidenses
Los resultados de las elecciones en EE.UU. han obligado a reevaluar las estrategias de inversión en todas las clases de activos, también la renta fija. Donald Trump ha prometido impulsar la inversión pública, pero el gobierno tiene pocas balas en materia presupuestaria, dice Fidelity, y no está claro de que sea el mejor momento para apretar el gatillo de forma indiscriminada. En esta situación, las perspectivas a medio plazo para los TIPS parecen favorables, en tanto que las hipotecas pierden atractivo y las perspectivas del dólar no están claras.
Reacción a los resultados: decisión transcendental
Los resultados de las elecciones estadounidenses son, sin lugar a dudas, un acontecimiento decisivo. El sorprendente desenlace es totalmente opuesto a la visión que la gestora manejaba a comienzos de octubre, cuando hablaba de una clara victoria de los demócratas. Después de que se haya materializado el resultado menos probable, se está llevando a cabo una reevaluación de todas las tesis de inversión en todas las clases de activos y los equipos de Fidelity esperan que la incertidumbre en torno a las cotizaciones de mercado se mantenga a corto plazo.
Así, se están suscitando grandes preguntas: ¿A quién nombrará el presidente electo Trump para su gabinete, especialmente como Secretario del Tesoro, Secretario de Estado y otros puestos importantes? ¿Qué políticas se aplicarán en materia tributaria y asuntos exteriores? ¿Cómo interactuará con la Reserva Federal? ¿Qué va a priorizar el nuevo gobierno en sus primeros 100 días?
“Dado que el control de la Cámara de Representantes solo está garantizado durante los próximos dos años, los republicanos no tienen mucho tiempo para hacer las cosas. Para nosotros, lo más importante es cómo encajar las contradictorias declaraciones de Trump durante la campaña e identificar qué políticas probablemente se saquen adelante”, dice la firma en su análisis.
En la apertura del día siguiente, el mercado huyó claramente del riesgo, ya que nadie esperaba una presidencia de Trump, pero cuando se hizo evidente la clara victoria de los republicanos, el sentimiento se dio la vuelta y los mercados parecieron recordar que el partido republicano suelen ser bueno para los marcados, creen los expertos de Fidelity.
¿Cuentas públicas equilibradas?
La política presupuestaria fue protagonista durante la campaña. Trump prometió invertir más de 500.000 millones de dólares en infraestructuras, pero al mismo tiempo también prometió recortes de impuestos. Para la firma, un frenesí inversor financiado potencialmente con deuda no concuerda con los valores del partido republicano, que tradicionalmente ha apostado por unas cuentas públicas equilibradas. Lo normal es recurrir a la política presupuestaria cuando el paro es elevado, pero ciertamente ese no es el caso de EE.UU.
Podría ser complicado justificar estímulos a gran escala cuando hay tensiones en el mercado laboral y la población está volviendo a buscar trabajo, como ha quedado demostrado con el repunte reciente de la tasa de participación. El gobierno tiene pocas balas en materia presupuestaria y no está claro que ahora sea el mejor momento para apretar el gatillo de forma indiscriminada.
Visión sobre las clases de activos: ¿Ningún rendimiento es lo suficientemente alto?
“El gran movimiento bajista de elevación de la curva nos indica que los mercados esperan que Trump someta cualquier oposición republicana para abrir el grifo de los presupuestos y generar niveles de crecimiento en EE.UU. más elevados de lo que se esperaba antes de las elecciones. El debate actual es hasta qué punto descuentan ya los precios los estímulos que realmente se producirán y su impacto en el PIB”, explican.
El movimiento de los tipos nominales ha llevado a los breakevens estadounidenses hasta sus niveles más altos del periodo reciente, pero Fidelity tiene poca convicción en esta recuperación. El aumento del gasto público, dice, podría provocar más inflación y salarios más altos, pero hemos visto que no ha sido así en otros países, con Japón como ejemplo destacado, lo que refuerza el escepticismo. Sin embargo, mirando más allá del ruido político, estima que las perspectivas a medio plazo para los TIPS son favorables en líneas generales: la inflación está subiendo, los mercados laborales registran tensiones y la inflación subyacente muestra fortaleza.
Oportunidades y riesgos: todo gira en torno a los tipos
Hemos asistido en un cambio en las curvas de tipos en todo el mundo. La renta fija mundial se ha movido en sintonía con los bonos del Tesoro de EE.UU., en algunos casos imponiéndose a los motores económicos de los países. Para Fidelity, la subida de los rendimientos ofrece buenos puntos de entrada tácticos allí donde los fundamentales no hayan cambiado. Un buen ejemplo en este sentido es Australia, donde los rendimientos se han movido más que en México. «Seguimos a la búsqueda de oportunidades en Europa. Italia está aumentando su atractivo a medida que el mercado va descontando el miedo al referéndum, pero el perfil de riesgo y recompensa no es todavía lo suficientemente atractivo”, dice.
Y es que durante los últimos días, todo ha girado en torno a los tipos de la deuda pública y los mercados de deuda corporativa apenas se han movido. “Si nos fijamos en los más de 6.000 bonos del índice estadounidense, únicamente seis emisores han cotizado fuera de su horquilla de precios de los últimos dos meses. Esta falta de volatilidad, tanto antes como después de los resultados de las elecciones, es un motivo de inquietud, ya que eso quiere decir que la volatilidad específica solo puede subir. Seguimos siendo cautos sobre la deuda corporativa; por eso, nos centramos en los bonos a corto plazo y esperamos que la volatilidad genere oportunidades”, concluye la gestora, que en general se ha posicionado defensivamente, con infraponderación en la exposición a deuda corporativa e hipotecas y una posición neutral en duración, en previsión de un nuevo pico de volatilidad.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Fortune Live Media
. Donald Trump altera la lista de milmillonarios de Forbes
Las expectativas de mercado sobre el comportamiento futuro en bolsa de determinados valores, o sectores, gracias a la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales estadounidenses quedaron claras el mismo miércoles 9 de noviembre. Horas después de que Trump fuera proclamado presidente electo, la fortuna de Warren Buffett aumentaba en 1.700 millones de dólares, según cálculos de Forbes. Un día más tarde, el jueves 10, el buen comportamiento en bolsa de la firma de inversión Berkshire Hathaway sumó otros 2.000 millones de dólares a la fortuna de Warren Bufett.
Forbes estima que desde el cierre de mercados del viernes pasado, el patrimonio de Buffett ha crecido en 6.600 millones, y sitúa su riqueza actual en 70.600 millones de dólares. El inversor vuelve, así, a ser el tercer hombre más rico del mundo en el ranking de milmillonariosde Forbes, pasando a Jeff Bezos, que le había superado –a él y a Carlos Slim- en el ranking. Según la publicación, a 16 de noviembre de 2016 su fortuna solo está por detrás de las de Bill Gates y Amancio Ortega, valoradas en 82.000 y 71.800 millones de dólares respectivamente.
La fortuna del mexicano Carlos Slim fue la que mayores pérdidas registró el jueves pasado del famoso ranking, con hasta 3.700 millones de dólares en una sola jornada, para situarse hoy en 46.500 millones y ocupar la séptima posición.
Las acciones de Berkshire Hathaway marcaron un récord el jueves –igual que el promedio industrial Dow Jones- y Buffett posee el 18% de los títulos de la firma de inversión. Sin embargo, para otros milmillonarios, especialmente para los del sector tecnológico, el resultado de las elecciones ha tenido el efecto contrario. Siempre según la publicación, las pérdidas las encabeza la fortuna de Jeff Bezos, CEO de Amazon, que encadenó caídas de 1.300 y 2.400 millones de dólares, el miércoles y jueves, acompañando el recorte del 4% de las acciones de Amazon del jueves. LA fortuna de Bezos está estimada en 64.700 millones de dólares, a día de hoy.
Pero no fue el único del sector, el patrimonio del CEO de Facebook, Mark Zuckerberg, cayó 1.000 millones para situarse en 51.700; y las de Larry Page y Sergey Brin, cofundadores de Google, bajaron a 38.000 y 37.100 millones de dólares, respectivamente, tras perder cerca de 1.000 millones de dólares cada uno.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Camerage. La deuda corporativa latinoamericana sigue siendo la más atractiva dentro del universo de mercados emergentes
La inesperada victoria de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos añade incertidumbre a las perspectivas de la deuda corporativa latinoamericana en los próximos trimestres, particularmente para los emisores mexicanos. A pesar de que los precios se han movido a la baja, en el entorno actual, el equipo gestor del fondo Investec Latin American Corporate Debt cree que la deuda corporativa latinoamericana sigue siendo una de las alternativas más interesantes dentro de la categoría de renta fija.
Las valuaciones relativas, los indicadores técnicos en el lado de la oferta y una mejora en los fundamentales macroeconómicos y corporativos de la región deberían proporcionar un colchón en un entorno con mayor incertidumbre, proporcionando una oportunidad para añadir exposición a esta clase de activo.
En la actualidad, el fondo Investec Latin American Corporate Debt está posicionado con una exposición a la duración más cautelosa y con el menor peso en México que el fondo ha tenido desde mayo de 2013.
¿Qué pasó en el mercado de bonos tras las elecciones?
La victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales y del partido republicano en el Senado sorprendió al mercado, provocando la peor venta en un día (desde julio de 2013) en el tramo largo de la curva de tipos de interés de los bonos del Tesoro de Estados Unidos (el bono a 10 años del Tesoro de Estados Unidos subió unos 20 puntos básicos y el bono a 30 años subió unos 23 puntos básicos). Los rendimientos se han ampliado desde el jueves posterior a las elecciones.
La deuda de las empresas latinoamericanas fue arrastrada hacia abajo junto con el movimiento de la deuda del Tesoro y el choque de incertidumbre (el índice CEMBI Broad LatAm cayó un 0,9% el miércoles 9 y abrió a la baja de nuevo el jueves 10), siendo los bonos mexicanos de mayor duración los que se vieron más afectados en términos de precio.
¿Qué impacto se podría esperar en la deuda corporativa latinoamericana de ahora en adelante?
La elección de Trump añade inceritumbre a las perspectivas de la deuda corporativa latinoamericana. Una mayor tasa de volatilidad e incertidumbre sobre las políticas de la administración entrante de Trump podría retrasar la historia de recuperación economía de la región y mantener algo de presión al alza en la curva de tipos de Estados Unidos.
Hasta ahora, el tono del presidente electo en su discurso de aceptación dio a entender que su agenda política podría ser más conciliadora y pragmática que la retórica utilizada en su campaña. Si el barrido republicano en las elecciones estadounidenses (presidencia, Senado y Cámara de Representantes) resultase en mejores políticas fiscales, en una mejora de las infraestructuras y una desregulación sin un giro hacia el proteccionismo, los mercados emergentes se beneficiarían. Pero esto dependerá de cómo se desarrollen los acontencimientos, dado que las propuestas de Trump durante la campaña fueron ampliamente difundidas y que el presidente electo no tiene ninguna trayectoria en algún cargo de elección popular.
Desde el punto de vista de los fundamentales macroeconómicos de América Latina, la completa implementación de las propuestas políticas de Trump sobre comercio e inmigración expuestas durante su campaña podrían probablemente resultar en un repunte del crecimiento más lento, un proceso de desinflación más gradual y una corrección menos rápida de los déficits externos. En particular, México y (en menor medida) Colombia podrían ser los países más afectados por la retórica proteccionista de Trump, dada la exposición de sus exportaciones a Estados Unidos (un 79% y un 32% de las exportaciones de cada país en 2014, respectivamente).
El impacto inmediato de la victoria en las elecciones de Trump ha sido un peso mexicano más débil, mientras que la incertidumbre en relación al TLCAN (NAFTA) y su efecto en el mercado de trabajo y las remesas mexicanas deberían afectar negativamente al sector consumo de este país. Dicho esto, Brasil, Argentina y Perú, así como otros países de la región tienen una menor exposición a las exportaciones a Estados Unidos.
En general, se está viendo un giro hacia una mejor formulación de políticas en América Latina: Brasil y Argentina están ambos abrazando la elaboración de políticas más prudentes sobre nuevos gobiernos, mientras que Pedro Pablo Kuczynski en Perú fue elegido en una plataforma reformista.
Las propuestas políticas de Trump tienen también el potencial de proporcionar algo de soporte al precio de las materias primas. Por lo que en ausencia de un aumento prolongado de la aversión al riesgo, que socaba la confianza y los flujos de capitales, Latinoamérica podría situarse de nuevo en el terreno positivo del crecimiento por primera vez en tres años desde 2017, principalmente debido al cambio de tendencia en Brasil.
Esto podría proporcionar a las empresas corporativas latinoamericanas un mejor telón de fondo que en los últimos años, beneficiándose en sus ganancias, con una dinámica de apalancamiento ayudada por una moneda menos sobrevalorada; y con la mayoría de las empresas persiguiendo una estrategia más conservadora (costes en los precios, ventas de activos, reducción en el gasto de capital y una persecución en la administración de los pasivos).
Mientras tanto, los indicadores técnicos del lado de la oferta siguen sirviendo de apoyo para las empresas latinoamericanas, que durante los primeros tres trimestres de 2016 experimentaron una oferta neta negativa de más de 20.000 millones de dólares, añadiendo algo de escasez a la clase de activo.
De una forma más amplia, los indicadores técnicos de la demanda en renta fija podrían necesitar algo de tiempo para ajustarse dado el posicionamiento en el mercado de renta fija global y las perspectivas para un estímulo adicional en Estados Unidos (con el impacto aquí dependiendo de la calidad del estímulo).
Desde Investec no esperan una ruptura significativa en materia de política monetaria (como otros observadores han temido) dadas las otras prioridades de la entrante administración republicana. En el frente de la valoración, las empresas latinoamericanas siguen siendo las más baratas dentro del universo de mercados emergentes: la región proporciona un diferencial de 90 puntos básicos con respecto al índice más amplio de mercados emergentes, lo que es una prima que no se había visto desde mayo de 2005. La actual corrección en los rendimientos debería proporcionar puntos de entradas interesantes en un número de sectores.
¿Cómo se posiciona el fondo Investec Latin American Corporate Debt con respecto a la duración y la exposición a México?
El fondo Investec Latin American Corporate Debt está posicionado en la actualidad con una exposición a la duración más cautelosa y con el menor peso en México que el fondo ha tenido desde mayo de 2013.
A 9 de noviembre, la duración del fondo era aproximadamente 5,1 años a vencimiento o unos 4,6 años medida en years-to-worst (con una cobertura sobre duración que disminuía la exposición en 0,1 o 0,2 años menos). Esto se compara con una duración cercana a los 5,7 años a vencimiento para del índice JP Morgan CEMBI Broad Latin America.
La duración del fondo a vencimiento (DTM) se encuentra en la actualidad en el límite inferior del rango desde 2011 (situándose en 5,1, en comparación con el rango histórico de 4,9 a 6,0 años), y solo un 5% del fondo está asignado a bonos con una DTM mayor a 10 años (comparado con aproximadamente un 10% – 15% de los índices CEMBI Broad Latin America y Broad Latin America Diversified).
En Investec han mantenido una cartera con sesgo hacia una duración más corta y una mayor asignación en el universo de high yield con mejor calidad (más del 50% de los activos bajo gestión del fondo están invertidos en ‘BB’ y en ‘B’ alta), lo que debería proporcionar un cierto colchón para los retornos en un entorno de mayores tasas por parte del Tesoro estadounidense.
La exposición del fondo a México es menor al 18% de los activos bajo gestión. La mayoría de la exposición mexicana al fondo (en torno a 10 puntos porcentuales) se concentra en cuatro nombres: Alfa Group (uno de los mayores conglomerados en México, con una presencia significativa en Estados Unidos), Cemex (una de las mayores cementeras del mundo con también una amplia presencia en Estados Unidos), Pemex (el gigante de la energía que se considera deuda cuasi-soberana), BBVA Bancomer (una de las mayores instituciones financieras en México, donde la calidad de los activos debería ser gestionable).
La debilidad de la moneda, un menor crecimiento en México y las potenciales políticas proteccionistas podrían tener un impacto en el país, así como en estas compañías, pero desde Investec creen que esto podría verse silenciado por el fuerte posicionamiento de estas empresas en Estados Unidos, como es el caso de Cemex, Alfaa, la subsidiaria petroquímica Alpek y la subsidiaria alimenticia Sigma.
Las renegociaciones del TLCAN (NAFTA) podrían tomar un periodo extendido de tiempo, y parece que hay fuertes intereses dentro del Congreso de Estados Unidos y del sector privado para oponerse a grandes tarifas de escala.
Cemex se verá afectada por la incertidumbre macroeconómica y los movimientos en los tipos de interés, pero podría también verse beneficiada por el incremento en el gasto en infraestructura en Estados Unidos.
Una sobreactuación por parte de los precios de los activos mexicanos en el mercado podría proporcionar interesantes puntos de entrada en la deuda mexicana, la cual ha estado siempre cotizando con unas valoraciones relativamente estrechas en comparación con las empresas brasileñas y otras empresas latinoamericanas en los últimos trimestres.
Mary Jo White, presidenta de la SEC - foto: SEC. No habrá norma fiduciaria de la SEC antes de enero
La todavía presidenta de la SEC, Mary Jo White, dijo el martes en la reunión en la que se discutía el presupuesto de la agencia para 2018 que no empujará nueva reglamentación antes de que el presidente electo, Donald Trump, tome posesión de su cargo en enero más allá de la incluida en la agenda que hizo pública en febrero. Y en esa agenda no estaba una norma para los broker dealers al estilo de la recientemente aprobada norma fiduciaria del Departamento de Trabajo para los planes de pensiones.
White, que había anunciado este lunes que dejará su cargo coincidiendo con el relevo presidencial, escuchaba ayer de boca del representante de Texas, Jeb Hensarling: “la invito fuertemente a respetar los resultados de las elecciones de la semana pasada y a resistir la tentación de finalizar cualquier reglamentación, incluida la normativa Dodd-Frank, en deferencia al derecho de la administración entrante de fijar sus propias prioridades una vez tome posesión en enero”.
Según reporta InvestmentNews, White aseguró que la agencia no contemplará medidas más allá de las que ya se anunciaron este año. “No veo prisas de última hora”, dijo. “Tengo intención de cumplir con la agenda que publiqué en febrero de este año tanto como me sea posible”. En este sentido, especificó que esto incluye las normas que elevan los requerimientos de capital, limitan la utilización de derivados en fondos y requieren a los fondos a distribuir a sus accionistas los informes electrónicamente.
Sin embargo, una norma que eleve los estándares para las cuentas retail –que permitiera a la SEC emular la norma delDepartamento de Trabajo (DOL) para los planes de jubilación- no será la prioridad antes de que la administración Trump tome las riendas de la agencia. “No creo que exista consenso en la Comisión actual para avanzar en ella”.
La presidenta explicó que su decisión de retirarse del cargo coincidiendo con la llegada de una nueva administración al gobierno es lo habitual y que fue tomada antes de las elecciones. “He ocupado el cargo casi cuatro años. Es realmente una decisión normal”, señaló, según informa ThinkAdvisor.
Foto: (De izquierda a derecha): Jim Cielinski, director global de Renta Fija; Mark Burgess, director de Inversiones para EMEA y director global de Renta Variable; y Mark King, Editor de Inversiones.
. Tras la victoria de Trump, empieza a imponerse un entorno de ligera aversión al riesgo
Donald Trump ha ganado las elecciones estadounidenses de 2016 y jurará el cargo de presidente en enero de 2017. Mark Burgess, Director de Inversiones para EMEA y director global de Renta Variable de Columbia Threadneedle Investments, y Jim Cielinski, director global de Renta Fija, explicaron en una mesa redonda convocada por la gestora las repercusiones a corto y medio plazo del resultado electoral.
¿Cómo están reaccionando los mercados a la noticia de la victoria de Trump?
Mark Burgess: Mejor de lo que habíamos imaginado. La opinión predominante en los mercados era que Clinton iba a ganar, por lo que estaban experimentando una fuerte subida basada en las encuestas a pie de urna de anoche y en las encuestas en general. Como todos sabemos, el resultado no ha sido ese. Y no solo no ha sido ese, sino que hemos asistido a una victoria bastante rotunda de los republicanos a una escala más general, por lo que parece que han arrasado y Trump tendrá más o menos vía libre para aplicar las políticas que desee. Creo que ese es el problema por ahora y, aparte de su oposición a México, no tenemos nada claro qué quiere hacer con la economía.
¿Habían contemplado los mercados la posibilidad de un triunfo de Trump?
Jim Cielinski: En absoluto. Como ha dicho Mark, creo que ha sido un revés muy duro. Puede que las encuestas señalaran un resultado ajustado, pero el avance registrado por los mercados los últimos días reflejaba como mucho una probabilidad del 20-25% de que Trump saliera vencedor y más inesperada era todavía una victoria aplastante, por lo que el resultado ha pillado por sorpresa tanto a las empresas de encuestas como a los mercados.
¿Qué señales nos envían los mercados de renta fija?
Jim Cielinski: No muchas. Los rendimientos siguen prácticamente igual que la semana pasada, quizá algo más bajos hoy. Es una situación que yo describiría como un verdadero «tira y afloja». Empieza a imponerse un entorno de ligera aversión al riesgo, es decir, que los activos de riesgo como la renta fija tienden a la baja. La renta fija suele considerarse un «refugio». Esto está ayudando en cierta medida a las emisiones de renta fija. No obstante, creo que esto está viéndose contrarrestado por el hecho de que estamos a punto de asistir a una de las políticas fiscales más expansionistas en mucho tiempo.
Ya hemos hablado de la rotación de una política monetaria a una política fiscal en Estados Unidos como una forma de conseguir crecimiento y creo que eso es lo que veremos con la estrategia de Trump. Estamos hablando de una gran bajada de impuestos y de incrementar el gasto. Estas dos medidas son inflacionistas y lo que se consigue con ellas es contrarrestar parte de esos descensos en los rendimientos con presiones inflacionistas y esa importante rotación de políticas monetarias a fiscales, lo que debería derivar en una subida de los rendimientos a medio plazo.
Con el Brexit, podría decirse que los más afectados fueron los mercados de divisas y que los mercados de renta variable necesitaron unos pocos días para recuperar el terreno perdido. ¿Seguirán este mismo patrón las reacciones a las elecciones estadounidenses?
Mark Burgess: No cabe duda de que el dólar estadounidense es una moneda tan importante a escala mundial que su evolución no me parece tan clara como la de la libra esterlina después del referéndum sobre el brexit. Creo que el dólar será objeto de numerosos tiras y aflojas. No obstante, por ahora, se ha depreciado ligeramente, aunque no de forma notable. En mi opinión, esto podría conllevar algunas consecuencias para la libra esterlina. Resulta evidente que la libra ha sido la gran penalizada desde el referéndum sobre el brexit, y creo que cabe la posibilidad de que se aprecie frente al dólar a partir de ahora, puesto que el foco de atención se ha alejado de los acontecimientos en el Reino Unido y empezamos a pensar sobre otros acontecimientos a escala internacional.
La otra consecuencia estriba en que esto está agravando el riesgo geopolítico en todo el mundo. El brexit primero y la victoria de Trump ahora suponen un claro rechazo al poder establecido, y pronto tendremos elecciones en Europa. A finales de este año se celebrarán el referéndum en Italia y las elecciones presidenciales en Austria, mientras que el año que viene tendremos elecciones importantes en Francia y Alemania. Esto ejerce presión sobre el poder establecido y lo que esto significa para la opinión política actual. También repercutirá en los mercados, y creo que es algo que debemos tener en cuenta como inversores.
Por lo que respecta a las divisas, ¿realizan un seguimiento de los mercados emergentes?
Jim Cielinski: Sí. Si bien el dólar estadounidense ha retrocedido frente a muchas divisas, como el yen japonés o el euro, se ha apreciado frente al peso mexicano, por ejemplo, y la mayoría de las divisas de los mercados emergentes. Esto refleja el proteccionismo comercial que la mayoría de la gente teme de una administración Trump. Representa uno de los factores que pueden tener un gran impacto desde la Oficina Ejecutiva del Presidente y, puesto que más del 80% de las exportaciones de México recalan en Estados Unidos, el país azteca está en una posición prominente para salir malparado. El tiempo nos dirá si la retórica de mano dura, que, en mi opinión, es lo que ha caracterizado la campaña de Trump, acaba materializándose.
Se han dicho muchas cosas, pero ahora hay que revisar exactamente qué se ha dicho, qué tiene probabilidades de aplicar Trump y, por último, qué puede aplicar con el Congreso. Por lo que respecta a Donald Trump, no creo que vaya a hacer nada como desmantelar el TLCAN. En su lugar, intentará renegociar las condiciones y, por tanto, algunos de los escenarios más pesimistas que quizá hayan aparecido en los titulares probablemente no se concretarán. También creo que con las divisas hay que adoptar un enfoque de esperar a ver qué pasa. Por ahora, la fluctuación del dólar no ha sido tan sustancial como para tener gran repercusión en el comercio mundial. Sin embargo, diría que asistiremos a cierta desaceleración en el comercio mundial, simplemente a causa del mayor riesgo de proteccionismo.
Hablando de las políticas previas a las elecciones, ¿se traducirá la apabullante victoria republicana en la aprobación inmediata de políticas?
Mark Burgess: Por el momento, Trump no se ha mostrado en absoluto como un republicano al uso. Sigo creyendo que el sistema registrará correcciones y reequilibrios que pueden actuar como fuerza moderadora en caso de que desee aplicar medidas extremas. El Partido Republicano ha tenido que reagruparse, reunirse y pensar qué quiere representar como gobierno. Dicho esto y pese a las correcciones y los reequilibrios mencionados, es más probable que Trump pueda hacer más cosas a la vista del panorama político que nos han dejado las elecciones.
En su opinión, ¿cuáles serán los sectores que se verán más afectados?
Mark Burgess: Es evidente que una presidenta Clinton habría atacado a las empresas de atención sanitaria y fármacos, un sector que ha repuntado con bastante fuerza tras la victoria de Trump. De forma más general, dado el discurso de Trump contra Wall Street, cabe pensar que su triunfo probablemente perjudique a los valores financieros y el sistema financiero en su conjunto. Luego nos quedan factores como el gasto en infraestructuras y, posiblemente, el gasto en defensa, puesto que ha señalado su deseo de gastar más que nunca en estos segmentos. Estos sectores han reaccionado de forma positiva, una tendencia que probablemente se mantenga en el futuro.
¿Qué piensan del crecimiento y la inflación en Estados Unidos?
Jim Cielinski: En estos momentos reviste especial dificultad hacer una previsión, puesto que carecemos de información suficiente sobre la mayor parte de las políticas de Trump. Sabemos cuál será la pauta general, a saber, que el comercio mundial debería ralentizarse, aunque esto afectará seguramente a otros países más que a Estados Unidos. Por consiguiente, anticiparía poco impacto en el crecimiento estadounidense con una subida de la inflación, por lo que el crecimiento nominal puede darnos alguna sorpresa al alza a través de la inflación. Creo que nunca antes hemos elegido a un Presidente del que supiéramos tan poco sobre sus políticas económicas y lo que conllevan en realidad. Algunas de las políticas de Trump eran bastante agresivas, como la rebaja fiscal, por lo que cabe preguntarse si de verdad se revelarán tan exhaustivas como se habían presentado en un principio. Por lo que respecta a los detalles de las políticas, sabemos que la pauta general no es tan mala. Por tanto, aunque sigue existiendo cierta incertidumbre, esta victoria no conlleva un hundimiento de las perspectivas de crecimiento.
Antes de las elecciones, teníamos una confianza razonable en que la Fed subiría los tipos en diciembre. ¿Sigue esto sobre la mesa?
Jim Cielinski: Creo que dependerá de si las condiciones financieras se endurecen de ahora a la reunión de la Fed. La entidad tiene muchas ganas de endurecer su política. Asimismo, cabe recordar que se ha centrado en la inflación y que el panorama para la inflación no ha hecho sino empeorar. Por tanto, me parece que las expectativas de inflación probablemente también tenderán al alza de ahora en adelante. Mientras no asistamos a un desplome de los mercados de renta variable y un endurecimiento de las condiciones financieras, creo que lo más probable es que mueva ficha. No obstante, según lo que descuentan los mercados, esta probabilidad se ha reducido a todas luces. Las probabilidades han caído por debajo del 50% y, en mi opinión, el cálculo es correcto hasta que podamos ver un poco más cómo se comportan los mercados los próximos días.
Con el triunfo de Trump, se espera que la reversión de la globalización cobre impulso, al tiempo que podríamos asistir a la introducción de aranceles. ¿En qué medida deberían preocuparnos estos obstáculos?
Mark Burgess: La globalización ha sido muy positiva para la economía mundial por lo que respecta al crecimiento del PIB y las consecuencias que ha tenido en la eficiencia. Ha reducido la inflación y ha impulsado el desarrollo de los mercados emergentes, lo que ha sido beneficioso para la región y, a su vez, ha favorecido a la economía mundial. Por tanto, se trata de un factor negativo a escala más general, pero puede tener un resultado más positivo para Estados Unidos en términos de puestos de trabajo y de lo que conlleva para la actual autoestima estadounidense. No obstante, debemos mostrarnos pesimistas en cuanto a lo que puede conllevar para el crecimiento de PIB en el futuro.
¿Qué importancia otorgan a otros problemas como el sistema bancario mundial, China y la mayor incertidumbre política?
Jim Cielinski: Les otorgamos una gran importancia, sobre todo a la vista del efecto dominó que hemos observado con la reversión de la globalización y, para nosotros, el riesgo estaría en que esto se contagiara a Europa. Tenemos un importante referéndum en Italia en diciembre y un calendario cargado de elecciones en Europa el año que viene. Con Donald Trump, tenemos un presidente capaz de aplicar medidas en el frente del proteccionismo comercial. Algunas precisarán la aprobación del Congreso, pero bastantes de ellas pueden salir adelante sin su refrendo. Por tanto, nos esperan varios escollos potenciales y mucha incertidumbre susceptibles de repercutir en el crecimiento mundial.
Mark Burgess: Contamos con un sistema financiero relativamente sólido en Estados Unidos, lo que no sucede en Europa. El sistema bancario europeo sigue siendo frágil por lo que respecta a su capital. Asimismo, cualquier nuevo elemento que desestabilice la zona euro instigado por los partidos populistas que intentan sacar a un Estado miembro importante de la moneda única podría ejercer una gran presión en el sistema financiero europeo y sería un factor de gran importancia para la economía y los mercados mundiales.
China revestía gran importancia para los inversores mundiales a principios de año, una importancia que no se ha desvanecido. ¿Cuándo volverán a interesarse los inversores por la región?
Jim Cielinski: China es interesante. Parecía débil a principios de año, pero ha repuntado desde entonces. Sin embargo, este avance está impulsado por la deuda, como muchos otros repuntes actuales. Se ven indicios de burbujas, como en el mercado de la vivienda. Así pues, existían muchos temores sobre China antes de la victoria de Trump, quien ha amenazado en el pasado con tachar al país de manipulador de divisas. El tiempo nos dirá si acaba haciéndolo o no, pero todos estaremos de acuerdo en que lleva un tiempo sin sacar el tema. También está por ver si de verdad intenta imponer aranceles, pero la situación sigue siendo frágil. Somos ligeramente optimistas en cuanto a las perspectivas de crecimiento, puesto que parece que se han estabilizado. No obstante, la evolución de China podría verse perjudicada por factores exógenos.
¿Nos trae la victoria de Trump nuevas oportunidades que antes no teníamos?
Jim Cielinski: Como en todos los casos de volatilidad, el triunfo de Trump nos abre muchas oportunidades. Creo que lo más complicado actualmente es determinar el rumbo general que tomarán los mercados. Entonces, ¿los mercados de riesgo avanzan o registran grandes ventas? Y lo mismo cabe preguntarse de los tipos. Son preguntas más difíciles de responder, puesto que muchos de esos mercados presentan valoraciones bastante justas y su rumbo depende tanto de la política que no sabemos lo que va a suceder. No obstante, la volatilidad está ahí y crea oportunidades. Nos centraremos en compañías de calidad y en los mercados emergentes, que podrían verse perjudicados por el simple hecho de ser mercados emergentes, pero que pueden resistir bastante bien.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Álvaro Ibañez. BBVA pone en venta su banca privada en Suiza con 5.000 millones de activos bajo gestión
En sintonía con su plan de racionalización, que ya ha llevado a recortes en las plantillas de Asia y Estados Unidos, BBVA habría puesto a la venta su unidad de banca privada en Suiza, según informaciones del diario español El Independiente.
La división que, actualmente, cuenta con 5.000 millones de euros en activos bajo gestión, tendría ya potenciales pretendientes, aunque el banco que preside Francisco González declinó realizar comentarios al respecto.
Según la publicación, el banco de inversión Rothschild sería el encargado de buscar un comprador para la filial con oficina en Zúrich y liderada por Alfonso Gómez desde 2014.
Durante la presentación de resultados del tercer trimestre, el consejero delegado Carlos Torres, dijo, en declaraciones a Bloomberg, que están racionalizando los recursos en Asia y en general en todo el negocio de banca corporativa y banca de inversión debido a los menores volúmenes y los tipos de interés. “Tiene sentido adecuar el personal”, señaló.
Foto: cedida. Una versión revisada de Europa: el impacto del cambio político
Michael Browne, gestor de la filial de Legg Mason Martin Currie, analiza en un documento recientemente publicado por la firma el panorama político actual de Europa y sus consecuencias para los mercados, midiendo el riesgo que supone cada país para la estabilidad de la Unión Europea durante los próximos meses, y asignando a cada mercado una puntuación comprendida entre cero (mínimo) y diez (máximo).
En el trabajo, el gestor muestra que Grecia es el país de la Unión Europea que supone un mayor riesgo político actualmente, y tan solo podría ser superado por Francia tras una hipotética victoria de Le Pen; que Portugal y Alemania comparten la misma puntuación de riesgo político (seis puntos); que, a pesar del voto a favor del Brexit, Reino Unido no supondrá un gran riesgo para la estabilidad europea en 2017; y que España sigue a velocidad de cruceroy solo supone un riesgo para la estabilidad europea de dos sobre 10, con unos datos de su PIB son positivos, impulsados por la llegada de turistas que evitan Francia y Turquía.
Sobre Alemania, según él «la economía más fuerte de Europa, aunque Merkel se enfrenta a múltiples desafíos», dice que supone un riesgo para la estabilidad europea de seis. Dada la importancia del comercio exterior, el país es mucho más vulnerable a factores exteriores, en especial respecto de China y Estados Unidos, dice; además las elecciones federales del segundo semestre del próximo año podrían tener un efecto considerable sobre la economía del país; y el marcado crecimiento del apoyo a la izquierda desde las elecciones de 2013, sumado a la crisis del CDU, puede dejar la puerta abierta a que los partidos de centro-izquierda ejerzan una mayor influencia, lo que conllevaría un mayor respaldo a la hora de introducir los llamados impuestos ecológicos, una fiscalidad más estricta de las transacciones financieras y un impuesto de sociedades más elevado, todo lo cual no se vería favorecido por los mercados financieros.
El ascenso de Beppe Grillo conlleva un mayor escrutinio por parte de la Unión Europea y hace que el riesgo de Italia para la estabilidad europea sea de tres (si Renzi gana el referéndum) o de seis (si Renzi lo pierde). Según el gestor, el crecimiento en Italia ha sido anémico y los bancos del país, en particular, amenazan la situación financiera europea a un nivel más general; y, en especial, el referéndum constitucional de diciembre reflejará, en consecuencia, tanto la insatisfacción de los italianos con la economía, como su principal propósito: restringir el poder del senado
Francia, que se encuentra en una vuelta al centro-derecha, con Le Pen esperando entre bastidores, podría suponer un riesgo para la estabilidad europea de cuatro puntos (en un escenario como el actual) o de 10 puntos sobre 10 (tras una victoria de Le Pen). Para Francia, un país que se considera a sí mismo como el núcleo del proyecto europeo, una victoria de Le Pen (improbable, pero no imposible), conllevaría una fuerte conmoción en los mercados.
Reino Unido no supondrá realmente un problema para el resto de Europa durante 2017 y los mercados, por su parte, parecen haber aceptado el brexit, incluso si todavía no tienen claro qué significa exactamente, por lo que Browne califica su riesgo para la estabilidad europea de cero.
Grecia, con lo que el autor del informe califica como «la crisis de la deuda vuelve a la palestra», supone unriesgo para la estabilidad europea de ocho puntos y dice que 2017 podría ser el año en el que los bancos lleguen al límite, pues actualmente la economía griega está ignorando por completo estos bancos. Por otro lado, en un contexto en que el Reino Unido se dispone a abandonar la Unión Europea, imponer a Grecia la salida del euro cambia considerablemente el panorama y conllevaría el aumento de la prima de riesgo para Europa, añade.
Por último, Portugal, a quien llama “Grecia bis”, supone un riesgo para la estabilidad europea de seis puntos, según el gestor, que explica que Portugal se encuentra en una situación, si cabe, más inestable: en lo que se refiere al contexto político, la coalición de derechas Portugal à Frente ganó las elecciones el pasado año, y hay un fuerte sentimiento antieuropeísta en el país. Por otro lado, la fallida venta de Novo Banco da una mala imagen de la salud general del sector bancario y el país tiene todavía una elevada ratio deuda/PIB. Es posible que se vea obligado a salir del euro (como previsiblemente también ocurrirá con Grecia).
. Cinco formas en las que Donald Trump podría influir en los mercados
En una histórica victoria que ha conmocionado a la política y a los mercados financieros globales por igual, Donald J. Trump se convertirá en el 45º presidente de los EE.UU. Como un extraño eco del Brexit, millones de americanos frustrados con la marcha de su país han votado en contra de lo que percibían como el status quo de la democracia más rica y poderosa del mundo. Sin embargo, la incertidumbre sobre la forma en que gobernará el presidente electo plantea riesgos y oportunidades para los inversores.
¿Cómo será la presidencia de Trump? El candidato republicano ha ganado a su oponente Hillary Clinton con un notable margen. La incertidumbre sobre sus políticas pone nerviosos a los inversores, al menos inicialmente. Los mercados de valores mundiales se desplomaron, el dólar estadounidense cayó contra las principales divisas, mientras los bonos del Tesoro y el oro rebotaron cuando los inversores huyeron de los activos de más riesgo.
Ahora los inversores y los líderes internacionales deben tomar medidas, y los americanos se adaptarán al estilo y al tono de una persona ajena a la Casa Blanca. Sin embargo, una mayoría republicana tanto en la Casa Blanca como en el Senado significa que Trump tiene una buena posibilidad de promulgar gran parte de su agenda económica. Podría hacerlo a través del llamado proceso de ajuste del presupuesto, según el cual los cambios fiscales y de gasto pueden aprobarse con una mayoría simple del Senado, no más de 60 votos. Los inversores asustados por la elección de Trump pueden verse sorprendidos el próximo verano con un estímulo económico promulgado desde Washington.
Aunque creemos que la volatilidad del mercado va a continuar, ya que los inversores se ajustan a la realidad de un nuevo equilibrio de poder en Washington, hay cinco áreas clave en las que las decisiones de política podrían tener un impacto económico.
Infraestructuras: mucho más que un muro
El presidente electo ha hablado de un plan de infraestructuras que podría alcanzar los 500 millones de dólares, si tenemos en cuenta su promesa informal de destinar más o menos el “doble” de lo que prometía Clinton. Mientras muchos en Washington se muestran escépticos, esta partida puede también incluir alguna versión del muro fronterizo destinado a detener el flujo de inmigrantes a través de la frontera sur de los EE.UU., una pieza central de su campaña.
En teoría, EE.UU. podría incluso dar a México garantías de crédito para préstamos a tipos de interés muy bajos para ayudar en su construcción, con lo que cumpliría otra de sus promesas de hacer “pagar” a México parte del muro. Un gran proyecto de este tipo podría llegar a ser visto como un programa de empleo al más puro estilo keynesiano a ambos lados de la frontera.
Mientras tanto, el mismo impulso que llevó a Trump para poner su nombre en líneas en el horizonte de Nueva York, podría llevarle a adoptar una agenda de infraestructura que dejaría su legado impreso en carreteras, puentes, túneles, puertos marítimos, aeropuertos o sistemas de alcantarillado. El estímulo podría sumar medio punto porcentual al PIB estadounidense durante un período de cinco años.
Impuestos más bajos para empresas y trabajadores
Esos proyectos de infraestructuras podrían ser pagados en parte a través de una reforma del impuesto de sociedades. Cualquier acuerdo de este tipo probablemente incluya una disposición de repatriar los beneficios de las empresas estadounidenses en el extranjero, que se estiman en 2 billones de dólares, y a los que se aplicaría un impuesto del 10%. Esto podría ser un incentivo para que las empresas lleven el dinero de vuelta a los EE.UU.
La mayoría de los republicanos y los demócratas coinciden en que el sistema de impuestos empresariales en EE.UU. necesita una reforma. Eso hace que Trump sea un candidato ideal para un acuerdo bipartidista y una primera oportunidad para que demuestre sus habilidades de negociación. Durante su campaña, se comprometió a reducir la tasa impositiva corporativa marginal superior al 15% desde el 35%, lo que debería tener el deseable efecto secundario de frenar inversiones– transacciones que permiten a una empresa estadounidense que quiere fusionarse con una empresa extranjera pagar menos impuestos en el país de este último. Esta práctica se ha vuelto popular en los últimos años, para gran consternación de los políticos.
Trump también se ha comprometido a bajar los impuestos sobre la renta de manera que el modelo resultante -que también incluiría aumentos sustanciales en las partidas de defensa- significaría un mayor déficit presupuestario en el corto plazo.
Comercio: llegan vientos de cambio
Un presidente tiene más poder para realizar cambios unilaterales en los acuerdos comerciales de lo que se cree. Eso significa que el presidente electo Trump podría reescribir esos acuerdos para ser más duro con sus socios comerciales – o utilizar la amenaza de la retirada de EE.UU. como una táctica de negociación para forzar cambios en las zonas que considere importantes.
Si bien el poder establecido en Washington teme que Trump nos conduzca a una guerra comercial destructiva, incluida una recesión económica, eso no está garantizado. Parece más probable que Trump mejore las condiciones comerciales en favor de los intereses de EE.UU. En particular, Trump se ha comprometido a revisar el Tratado de Libre Comercio, que fue firmado por el marido de su oponente, el presidente Bill Clinton, en 1993.
Además, acabaría con la Asociación Trans-Pacífico, lo que podría herir el prestigio de Estados Unidos en la región. Por último, Trump ha pedido normas más estrictas sobre el comercio con China, que según él se ha aprovechado de los negociadores comerciales de Estados Unidos durante años. También podría intentar de diversas maneras para acabar con las empresas de Estados Unidos que deslocalizan el trabajo, sus sedes u operaciones al extranjero.
Derogación y remodelación de la Affordable Care Act (ACA)
Aunque Trump ha sido vago sobre sus planes concretos sobre este asunto, ha hecho campaña sobre la derogación de esta ley. La mayoría de los observadores creen, sin embargo, que sería políticamente desastroso cancelar la cobertura de los 20 millones de estadounidenses que han conseguido cobertura sanitaria gracias a la norma. Así que es probable que el plan del partido republicano para «derogar y reemplazar» la ley sea implementado en última instancia como una especie de «derogación y cambio de marca», es decir, una reducción progresiva de los subsidios y regulaciones que los republicanos encuentran excesivos.
Durante la transición puede haber nerviosismo de los mercados por los planes hospitalarios y de salud que dependen de los subsidios que contempla la ley, pero, al final, deben ser capaces de recuperarse, incluso después de una renovación del partido republicano. Durante su campaña, Trump también criticó los altos precios de los medicamentos, diciendo que el gobierno tiene que ser un negociador más fuerte con las empresas farmacéuticas. Si continúa en esa línea podría significar un impulso para que el gobierno ejerza su poder de fijación de precios a través de Medicare, Medicaid y otros programas. Sin embargo, el partido republicano en un sentido más amplio, no está alineado con Trump en la idea de las negociaciones directas de precios, por lo que el resultado por el momento no está claro.
A largo plazo, la economía EE.UU. es probable que siga siendo uno de las más fuertes a nivel mundial, sin importar quién resida en la Casa Blanca. Sin embargo, el presidente tiene la facultad de ejecutar los cambios políticos que pueden mover los mercados. Si bien estas cinco áreas son algunas de las más significativos en los que el presidente electo espera hacer cambios, él y el nuevo Congreso pueden influir en la economía también de otras maneras.
Por ejemplo, Trump ha dicho que va a hacer retroceder la ley de regulación financiera Dodd-Frank de 2010 al tiempo que retiraría del Acuerdo Climático de Paris y las regulaciones ambientales para promover el fracking y la industria de la minería del carbón. Eso podría tener un impacto negativo en las empresas de energía renovables y una positiva en empresas de combustibles fósiles. Estos pasos, además, serían muy controvertidos.
Al final, una administración Trump significa un cambio significativo en la política de Washington por lo menos durante los próximos cuatro años. Esto podría preocupar a los mercados al principio, peo tendrán que esperar y ver cómo se concreta la realidad la presidencia de Donald Trump.
Columna de Matt Miller, asesor político y de comunicación en Capital Group.