La nueva revista Américas de Funds Society ya ha llegado a nuestros suscriptores de Estados Unidos, México, Uruguay, Argentina y finalmente Chile, donde los recientes acontecimientos han causado un breve retraso de la distribución.
La portada de este número está dedicada a Aiva, la firma montevideana y latinoamericana que cumple su primer cuarto de siglo y prepara ya, desde sus locales de Zonamerica, sus próximos 25 años.
Desde varios países de la región, el equipo de Funds Society les propone artículos y análisis sobre lo que está sucediendo. Nuestra red de expertos colaboradores en Santiago de Chile, México, Miami o Montevideo, aportan sus conocimientos para ir dibujando los contornos del mercado financiero latinoamericano.
En este número de la revista Américas, Jenna Barnard, de Janus Henderson Investors, anuncia el regreso de la convergencia de los tipos de interés en el mundo y analiza un ciclo “inusual” en el que los mercados de bonos de la esfera desarrollada y los bancos centrales de países que no son forzosamente Estados Unidos están llevando la batuta.
Quizá, en este momento, conviene seguir el consejo de Natixis y calibrar bien la tolerancia al riesgo tanto de una cartera como de un cliente. Esto es especialmente válido en Latinoamérica, donde, como señala la gestora, muchos sobreestiman su nivel de comodidad cuando los mercados bajan.
Será esencial ampliar la visión del mundo. Para ello les recomendamos el análisis de Matthews Asia sobre el proyecto “Belt and Road” de China, algo que nos saca del tema candente de la guerra comercial. Así, Robert Horrocks describe al gigante asiático como el principal valedor de la globalización y la cooperación económica.
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Los inversores institucionales están cada vez más abiertos a estrategias activas en acciones internacionales y globales, especialmente en los mercados emergentes y las acciones internacionales de pequeña capitalización de acuerdo con un estudio de Cerulli Advisors.
Sin embargo, los gestores continúan enfrentando la competencia de estrategias de gestión pasiva, particularmente en mercados más grandes y desarrollados. De hecho, en julio de 2019, los activos invertidos en ETFs superaron por primera vez la marca de los 4 billones de dólares (trillion en inglés). mientras tanto, en el mismo mes, los activos invertidos en fondos mutuos alcanzaron los 15,5 billones de dólares (trillion en inglés).
La tecnología sigue ayudando
Un área donde los administradores de activos están obteniendo valor de la tecnología es la inversión en tecnologías que centralizan los datos y automatizan los informes para sus grupos de ventas y servicios al cliente.
En conversaciones con Cerulli, los encargados de las solicitudes de propuestas (RFP) a menudo mencionaron la necesidad de bases de datos centralizadas para que puedan limitar la cantidad de tiempo requerido al extraer datos de varias fuentes en toda la empresa. Las plataformas tecnológicas también se emplean como una herramienta de servicio para los clientes, particularmente por los gerentes que operan como un director de inversiones subcontratado (OCIO).
Cerulli considera que, «una plataforma tecnológica que brinda a los clientes un mayor acceso a su cartera y agiliza la comunicación entre las dos organizaciones puede ser una herramienta clave para que un administrador de activos retenga a ese cliente».
En su ya tradicional seminario anual, especialistas de EDM compartieron sus perspectivas de mercado a cerca de 70 asistentes que se dieron cita en el Club de Industriales de la Ciudad de México.
En el evento, además de escuchar sobre las actualizaciones en Europa y el modelo de negocio de la firma, los invitados recibieron diez consejos para invertir en renta variable por parte de Eusebio Díaz-Morera, fundador de la firma.
Según el conocido inversor, cuando alguien está en eI oficio de invertir en renta variable debe tener en cuenta:
Invertir sin especular: fundamentos vs Mercado
Resistir la especulación: si pierdes los mejores 50 días de los últimos 10 años, la performance cae un 70%
Los inversores deben pensar en proteger su patrimonio de la inflación después de impuestos: ¡no es tan fácil!
Nadie es capaz de anticipar las recesiones y/o un mercado bajista
Vivimos una época de elevada volatilidad de la economía, de la política y de los mercados: ¡pero las empresas no se volatilizan!
El riesgo mas grave no es la volatilidad del precio sino la pérdida de valor: la insolvencia
Sólo las empresas “crean valor” gracias al crecimiento de beneficios
Resistir el corto placismo: descubrir la magia del interés compuesto
¿Qué es invertir a LP?: Ver la inversi6n como una película, no como una foto
El mundo no se acaba
Puede descargar la presentación completa en el archivo adjunto.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: NASA Goddard Space Flight . Foto: NASA Goddard Space Flight
La computación cuántica —un término que para casi todo el mundo es tan extrañamente raro como apasionantemente futurístico— está haciéndose un hueco en el interés de la gente. Combina la omnipotencia tecnológica de la computación digital con la asombrosa complejidad y abstracción de la teoría física más importante del siglo XX. Promete iniciar una nueva revolución tecnológica que podría dar forma al siglo en el que vivimos, de la misma forma que el desarrollo de circuitos digitales lo hizo en el siglo XX.
Durante mucho tiempo, los ordenadores cuánticos sonaban a ciencia ficción y su desarrollo parecía demasiado lejano. No obstante, todos sabemos que el futuro se acerca a pasos agigantados. Recientemente se ha revelado que los ingenieros de Google han logrado diseñar un ordenador cuántico que, por primera vez, ha solucionado un problema que un ordenador convencional es incapaz de resolver.
Concretamente, el procesador del ordenador de Google (conocido como Sycamore) solo necesitó 200 segundos para llevar a cabo una tarea informática especial para la que el mejor superordenador del mundo necesita 10 000 años. Hace unos años, Google acuñó el concepto «supremacía cuántica»: la idea de que un ordenador cuántico es superior a cualquier otro ordenador tradicional clásico en la ejecución de ciertas tareas. Parece que esta «supremacía cuántica» ya está aquí. Por tanto, podríamos estar ante un «momento Sputnik» en la tecnología de la información. Si bien se trata más bien de un hito simbólico —dado que el problema resuelto por Sycamore es de naturaleza muy académica—, el logro de Google podría estimular drásticamente el desarrollo de la tecnología de la información cuántica, como hizo el histórico hito del Sputnik para los viajes espaciales en la década de 1950.
Así pues, ¿qué es un ordenador cuántico? En primer lugar, aunque los ordenadores convencionales (con sus piezas cada vez más pequeñas) son objeto de efectos cuánticos, su funcionalidad principal se basa por completo en la física clásica.
La denominada «arquitectura von Neumann», en la que se basan todos los ordenadores en la actualidad, garantiza que los pasos de cálculo se procesan de forma secuencial, esto es, bit a bit. Cada una de las unidades de información del menor tamaño posible asumen un estado definido de 1 o 0.
En cambio, los ordenadores cuánticos emplean las mismas características de la teoría cuántica directamente y, por tanto, son objeto de una teoría de la información completamente distinta. En los ordenadores cuánticos, el equivalente de un bit clásico es un bit cuántico, o cúbit en su versión abreviada.
Los cúbits tienen algunas características increíbles: Por ejemplo, pueden asumir ambos estados —0 y 1— de forma simultánea, así como todos los valores intermedios, como «medio 1» y «medio 0». Esto se debe a la capacidad de los estados cuánticos para existir en las denominadas «superposiciones»: el solapamiento de los estados tradicionales mutuamente excluyentes.
Esta extraña característica de las partículas cuánticas era antaño origen de acalorados debates entre los padres de la física cuántica y terminó por encontrar su expresión en el conocido experimento del gato de Schrödinger. Además, varias partículas cuánticas pueden asumir los denominados «estados entrelazados». Esta es otra característica poco habitual del universo cuántico que no tiene equivalente en nuestro mundo clásico. Es como si los cúbits estuvieran vinculados entre sí mediante un resorte invisible. A través de una «espeluznante acción a distancia» (un término originariamente inventado por Albert Einstein de forma irónica, dado que consideraba que el entrelazamiento era imposible), los cúbits están en contacto directo entre sí. Cada bit cuántico «sabe», por decirlo de algún modo, lo que el resto está haciendo en ese momento.
Por tanto, los cúbits entrelazados existen en una superposición de infinitos estados distintos al mismo tiempo y todos ellos están conectados a través de una banda invisible e incalculable. En palabras más sencillas: el sistema de multipartículas se encuentra en todos los estados posibles de forma simultánea.
Solo se materializan estados individuales específicos (con una probabilidad respectiva) tras una medición física. Antes de ese momento, están objetivamente indeterminados: otra característica extraña del universo cuántico. Ahora con la ayuda del algoritmo correspondiente, todos los cúbits entrelazados pueden procesarse simultáneamente.
Es como si muchas fábricas de chocolate hubieran empezado sus líneas de producción al mismo tiempo y empezaran a producir chocolate en paralelo. Y cuantos más cúbits estén entrelazados, más estados pueden procesarse al mismo tiempo.
Al contrario de los ordenadores convencionales, cuyo poder informático aumenta de forma lineal con el número de componentes computacionales, el poder de un ordenador cuántico aumenta de forma exponencial con el número de cúbits empleados. Así pues, el desempeño de un ordenador cuántico no se duplica cuando otros 100 cúbits se incorporan a los 100 cúbits existentes, sino que lo hace cuando un solo cúbit se añade a los 100 cúbits originales.
Si se incorporan otros 10 cúbits, su desempeño aumenta en 1000 veces (para ser más precisos, en 1024 veces); con 20 nuevos cúbits, el ordenador cuántico ya es un millón de veces más rápido y con 50 nuevos cúbits, un billón de veces más rápido. Por tanto, con 100 nuevos transmisores de información, mientras que el desempeño de un ordenador tradicional simplemente se duplica, el aumento en el desempeño de un ordenador cuántico difícilmente puede cuantificarse. Con ese enorme poder de computación paralela, se podrían resolver problemas que aún son demasiado complejos para procesar incluso para los «superordenadores» que se utilizan hoy día en física, biología, investigación climática o cualquier otro campo.
No obstante, si lo analizamos de forma más pormenorizada, la paralelización masiva lograda con la ayuda de los estados entrelazados no puede compararse con la producción paralela de fábricas de chocolate. La información almacenada y procesada en los sistemas entrelazados es muy distinta de la información procesada por los ordenadores digitales ordinarios.
Los ordenadores cuánticos no trabajan literalmente en paralelo, sino que organizan la información de tal modo que se distribuye en muchos componentes entrelazados del sistema general. Imagínese un libro con 100 páginas. En un libro normal de 100 páginas, cada vez que lee una página, ha accedido a un 1 % del contenido del mismo. Después de leer todas las páginas una a una, ya sabe todo lo que hay en el libro.
Un libro cuántico, en el que las páginas están entrelazadas, funciona de otra manera. Si se leen las páginas una a una, solo se accede a texto aleatorio incomprensible, y después de leer todas las páginas una tras otra, se sabe muy poco del contenido del libro. Ello se debe a que la información del libro cuántico no está impresa en las páginas individuales, sino que está codificada de forma casi exclusiva en la correlación de las páginas entre sí. Si alguien quiere leer el libro, debe hacerlo mirando todas las páginas simultáneamente.
En este sentido, destacamos cinco problemas que superan los límites de los ordenadores actuales y muestran las increíbles posibilidades que podrían surgir con los ordenadores cuánticos:
Criptografía: Los métodos comunes de encriptación de hoy en día se basan en la refactorización de los resultados de dos números primos muy amplios. Desde un número de un cierto grado en adelante, esta tarea ya no puede resolverse con un ordenador clásico. En 1994, el científico informático Peter Shor desarrolló un algoritmo que, con la ayuda de un ordenador cuántico, podía factorizar en sus divisores los resultados más grandes de los números primos utilizados en la actualidad en tan solo unos minutos.
Resolución de problemas complejos de optimización: Los matemáticos consideran la tarea de encontrar la solución óptima entre muchas variantes especialmente complicada. Estos problemas se dan en logística industrial, en el diseño de microchips o en la optimización del flujo de tráfico. Incluso con un pequeño número de variantes, los ordenadores tradicionales fallan en el cálculo de soluciones óptimas. Los ordenadores cuánticos, en cambio, podrían resolver estos problemas de optimización en un tiempo reducido en términos comparables.
Asimismo, podrían surgir importantes aplicaciones en el ámbito de la inteligencia artificial: Las «redes neuronales profundas» que se utilizan en este campo presentan complejos problemas de optimización combinatoria que pueden resolverse de forma mucho más rápida y adecuada por los ordenadores cuánticos que por los clásicos. De este modo, las máquinas podrían ser infinitamente más inteligentes de lo que lo son en la actualidad.
Búsquedas en bases de datos de gran envergadura: A la hora de buscar en conjuntos de datos no clasificados, los ordenadores clásicos tienen que examinar todas las entradas de datos de forma individual. Por tanto, el tiempo de búsqueda se incrementa en paralelo al número de entradas de datos, algo que, en el caso de grandes cantidades de datos, pasa a ser una tarea demasiado prolongada para un ordenador tradicional. En 1996, el científico informático Lov Grover publicó un algoritmo de computación cuántica para el que el número de pasos de cálculo necesarios se incrementa solo con la raíz cuadrada del número de entradas de datos. En vez de necesidad mil veces más de tiempo para mil millones de entradas de datos en comparación con un millón, con el algoritmo de Grove un ordenador cuántico necesitaría un tiempo tan solo 30 veces superior, lo que constituiría una mejora impresionante para números de gran envergadura.
Búsquedas de nuevos compuestos químicos: En la simulación de sistemas cuánticos, se producen sin cesar problemas complejos de optimización a la hora de encontrar la mejor configuración posible —es decir, la más eficiente desde el punto de vista energético— de los electrones en un átomo o molécula en una situación con muchas alternativas. Los físicos y químicos teóricos han lidiado con estos problemas durante décadas con un éxito limitado. Las ecuaciones cuánticas correspondientes son sencillamente demasiado complejas para que los ordenadores clásicos las resuelvan. Los ordenadores cuánticos podrían categorizar y modelizar directamente el comportamiento de los electrones involucrados, dado que ellos mismos se comportan como un sistema cuántico. Podría utilizarse esta mejor comprensión del comportamiento molecular y de las reacciones químicas concretas para encontrar nuevos medicamentos o desarrollar tecnologías de baterías mucho más eficientes.
Algunos físicos incluso creen que los ordenadores cuánticos nos permitirán resolver cualquier problema que suceda en la naturaleza, desde el comportamiento de los agujeros negros, el desarrollo original del universo y las colisiones de partículas elementales de alta energía hasta la superconductividad y la modelización de las 100 000 millones de neuronas (y más de mil conexiones) presentes en nuestro cerebro. En cualquier caso, merecerá la pena leer la sección científica de los periódicos con mayor atención en las próximas semanas y meses para descubrir qué nos depara este ámbito.
Columna de Lars Jaeger, responsable de la división Alternative Risk Premia y gestor de GAM Systematic en GAMInvestments.
Los datos contenidos en este documento tienen simplemente el objetivo de la información y no constituyen asesoramiento de inversión. Por la veracidad y exactitud del contenido de esta información se declina toda responsabilidad. Cualquier recomendación u opinión contenida en este documento puede cambiar y refleja el punto de vista de GAM en las actuales condiciones económicas. Se declina toda responsabilidad por la veracidad y exactitud de los datos. La rentabilidad pasada no es un indicador de la rentabilidad actual o futura.
Pixabay CC0 Public Domain. SURA Asset Management adquiere Gestión Fiduciaria en Colombia
SURA Asset Management, la filial experta en administración de fondos previsionales, ahorro, inversión y gestión de activos del Grupo Sura, anunció la firma de un acuerdo para adquirir en Colombia la firma Gestión Fiduciaria, como un vehículo que le permite ampliar las capacidades de inversión de sus negocios en este país, y como parte de su oferta de valor con alcance regional.
Mediante un comunicado, Grupo de Inversiones Suramericana S.A. (Grupo SURA) informó que su filial SURA Asset Management S.A. (SURA AM) y su subsidiaria SURA Investment Management S.A.S. (SURA IM) en calidad de compradores, han suscrito un contrato de compraventa de acciones con las sociedades Rienza S.A.S., Compañía Mercado de Capitales S.A.S. y otros minoritarios, en calidad de vendedores, para la adquisición de 8.500.000 acciones ordinarias, correspondientes al 100% del capital de la sociedad Gestión Fiduciaria S.A. El valor de la transacción asciende a 11.000 millones pesos colombianos ( 3,3 millones de dólares).
Gestión Fiduciaria S.A., es una compañía domiciliada en Cali, Colombia, constituida como sociedad fiduciaria, debidamente autorizada para operar por parte de la superintendencia financiera de Colombia, que le permitirá a SURA AM ampliar las capacidades de inversión de sus negocios en este país, como parte de su oferta de valor con alcance regional.
Con la adquisición de este vehículo fiduciario, SURA Investment Management podrá ofrecer productos domiciliados en Colombia a clientes institucionales tales como compañías aseguradoras, family offices, entre otros, fortaleciendo su plataforma latinoamericana para grandes inversionistas.
Esta operación servirá también a futuro para potenciar otras unidades de negocio de SURA Asset Management que gestionan inversiones en segmentos voluntarios y dirigidas, en particular, a personas jurídicas.
“Venimos trabajando en fortalecer nuestras distintas unidades de negocio en la región, y esto implica ampliar capacidades de inversión en las diversas geografías, en este caso, en un país tan importante para nuestra compañía como es Colombia. Esto se traduce en mayor creación de valor a nuestros clientes”,comentó Ignacio Calle, CEO de SURA Asset Management.
Los estándares de gobierno corporativo y los procesos de inversión, así como su especialización en atención a clientes e inversionistas institucionales, fueron relevantes entre los criterios de análisis para la adquisición de Gestión Fiduciaria.
Pablo Sprenger, CEO de su unidad de negocio SURA Investment Management, también se refirió a este nuevo paso que fortalece el negocio institucional: “Estamos muy satisfechos de poder avanzar en complementar la oferta de valor para grandes inversionistas. El poder ofrecer a nuestros clientes, activos domiciliados en Colombia, potenciará, aún más, nuestra posibilidad de acompañarlos regionalmente”.
Las capacidades de SURA Investment Management convierten esta unidad de negocio en un actor de categoría mundial, experto en la gestión de activos, con conocimiento y presencia extendida en varios países de América Latina. Esta plataforma regional es un vehículo óptimo de inversión, conectando a la región con los mercados globales.
Foto cedida. Renta variable: ¿cómo identificar oportunidades entre tanto ruido?
Este año, una de las grandes preocupaciones de las gestoras ha sido ser capaces de separarse del ruido del mercado y de los múltiples eventos políticos que han estado presentes desde el primer trimestre para no perderse las oportunidades de inversión en renta variable. En opinión de Pablo Martínez Bernal, responsable de relación con inversores de Amiral Gestion, la clave es permanecer centrado en el análisis fundamental.
Según su experiencia, no se trata tanto de dar la espalda a los acontecimientos que nos rodean, sino de saber centrarse en lo importante. “Nos preocupa el agotamiento de este ciclo, en el que llevamos inmersos más de siete años. Nosotros estamos tratando de priorizar la inversión en compañías menos cíclicas y endeudadas para que llegado el punto en el que ciclo se dé la vuelta, las carteras sufran lo menos posible”, afirma.
Como inversores globales, y guiados por este criterio de apostar por el análisis fundamental, las principales oportunidades que están encontrando se ubican en los mercados asiáticos. “Cuando nosotros hablamos de Asia, no nos referimos tanto a emergentes como a países desarrollados. Dos de las regiones que vemos más atractivas son la bolsa japonesa y Corea del Sur”, señala.
En su opinión, ambos son mercados con valoraciones muy atractivas y a un nivel que no encuentras en otros mercados más tradicionales, como puede ser el caso de Europa. Por el contrario, Martínez explica que se están alejando del mercado estadounidense. “Según los diferentes ratios de valoración, el mercado de Estados Unidos está en máximos históricos y creemos que es mejor esperar a que existan mejores niveles de valoración para invertir”, añade.
Herramientas de análisis
Por último, Martínez destaca que para localizar estas oportunidades en mitad del ruido es importante utilizar herramientas cuantitativas, en su caso, el PER de Shiller. “Desde el 2010 usamos este indicador básicamente para determina la exposición a renta variable de nuestro fondo Sextant Grand Large. Además, nos da bastante información sobre cuáles son las regiones y mercados que están atractivas y cuáles están sobrevaloradas”, matiza.
Según este indicador, la bolsa norteamericana está casi al doble de su media histórica. En cambio, les muestra que otras regiones como Japón o Corea están más atractivas. “Lo bueno es que este indicador no nos condiciona a la hora de establecer nuestra exposición, sino que nos aporta información”, matiza. Además, destaca que el hecho de que usar este tipo de indicadores aporta un extra de objetividad a los equipos de inversión, al menos así lo interpretan en Amiral Gestion, al eliminarse todos los posibles sesgos psicológicos de estos equipos. Esto les permite, según su experiencia, centrarse en lo que de verdad saben hacer: analizar empresas y no intentar predecir qué harán los mercados.
Pixabay CC0 Public Domain. ¿Una oportunidad dorada?
Dado que el oro no tiene una TIR obvia, calcular su valor desde una perspectiva de inversión puede ser difícil. Por contraintuitivo que parezca, el equipo Real Return de Newton cree que para entender la utilidad del oro para los inversores es necesario considerar la creación de dinero.
Para la mayoría de los inversores profesionales, el oro es una reliquia del pasado con poca utilidad en el paisaje de inversión complejo y sofisticado de hoy en día. Creemos que parte del problema de esta percepción es el énfasis excesivo en lo que es el oro (un metal sin valor intrínseco aparente) y la falta de discusión sobre lo que son casi todos los demás activos financieros (promesas de pago en un papel). Un aspecto interesante es que los metales preciosos han sido una forma de “dinero” superior a los pagarés durante la mayor parte de la historia del hombre, mientras que hoy en día es al revés.
Pensamos que gran parte de este cambio de percepción obedece a la estabilidad y al “progreso” a nivel económico y social, pero las finanzas no son una ciencia, y por muy sofisticadas que pensemos que se han tornado, tendemos a cometer los mismos errores (por lo general relativos al apalancamiento y al envilecimiento del dinero) una y otra vez. La verdad innegable es que la mayor parte del dinero es crédito, creado por los bancos comerciales. Así, no sorprende que los bancos creen el tipo de dinero que más les conviene en ese momento. Este es el motivo por el que es necesario que estén regulados, y explica por qué —si la política no se ha pensado muy bien— gran parte de nuestro crecimiento crediticio puede constar de activos no productivos que no respaldan al PIB futuro.
Tal como identifica nuestro tema de la “financierización”, la política monetaria persistentemente acomodaticia del pasado reciente ha creado fuertes incentivos en el sistema financiero para dar preferencia a la financierización en lugar de asumir riesgos y financiar la economía real. Según Bernstein, “los adelantos a expensas de la futura capacidad productiva han crecido a mayor ritmo que la capacidad productiva propiamente dicha”, con lo que estamos acumulando más y más pasivos sobre una base productiva que crece a bajo ritmo.
En este contexto, en el que el activo de una persona es el pasivo de otra, la postura de las autoridades monetarias de que inflar los precios de los activos (por ejemplo mediante programas de flexibilización cuantitativa) también infla la “riqueza” puede considerarse un tanto falaz: en su conjunto, no lo hace. De hecho, como todas las inflaciones, cabe describirse más bien como una transferencia de riqueza. Es más, la inflación de los precios de los activos conlleva costes significativos (como la desigualdad y la distorsión financiera), algunos de los cuales ya han quedado patentes en la inestabilidad política reinante en gran parte del mundo occidental. Es probable que los costes en términos de asignación inadecuada del capital se hagan evidentes cuando baje la marea de los precios de los activos.
Llevamos tiempo argumentando que las autoridades se han arriesgado a crear la tercera mayor burbuja de las dos últimas décadas, y pensamos que el “giro” de la Reserva Federal estadounidense hacia una postura más acomodaticia como respuesta al tropiezo invernal del mercado no hace más que confirmarlo. El nivel de financierización de la economía estadounidense es sobrecogedor. Según cálculos de Bank of America Merrill Lynch, el valor de los activos financieros privados se aproxima a seis veces el PIB, cuando en los 50 años hasta 2000 osciló en un rango de 2,5 a 3,5 veces.2 Ahora sí que es la cola de los mercados financieros la que realmente menea al perro de la economía real: si el mercado cae, también lo hace la economía.
¿Por qué invertir en oro?
Teniendo esto en cuenta, el factor clave del oro es que no es un pasivo de nadie: no es una promesa de pago, con lo que no forma parte del sistema de crédito. Esto lo convierte en una buena póliza de seguros en épocas de estrés crediticio, y con ello en una buena herramienta de diversificación dentro de una cartera. Además, el metal precioso no puede “emitirse” a voluntad (su extracción es cada vez más difícil y costosa), su oferta es bastante plana y la dinámica de flujo/existencias es muy distinta a la de las materias primas industriales (porque la producción anual es pequeña comparada con la cantidad de oro en circulación). El oro tiene atributos monetarios físicos contrastados a lo largo de miles de años (principalmente el hecho de que no se degrada).
Hay quien lo considera irrelevante en el actual mundo digital, pero con los crecientes problemas que representan las violaciones de ciberseguridad, no creemos que los activos físicos deban ya descartarse. Como inversión, la “reliquia bárbara” ha tendido a mantener su valor en términos reales a (muy) largo plazo. No obstante, debemos tener cuidado con las estadísticas de rentabilidad en periodos de tiempo muy prolongados. Los plazos importantes son aquellos que representan horizontes de inversión razonables, y no cabe duda de que el oro ha vivido periodos de varias décadas en los que no ha levantado cabeza. Por consiguiente, no sugerimos que el oro sea un activo para todas las coyunturas, a no ser que uno pretenda vivir para siempre.
¿Cuándo debería invertirse en oro?
Tradicionalmente han existido varios motivos por los que invertir en oro, por ejemplo en momentos en los que ha existido un riesgo razonable de envilecimiento de la moneda o de inflación monetaria, en los que el sistema crediticio se ha visto amenazado, en fases de tensión en el sistema monetario o incluso cuando se ha perdido la fe en la capacidad o voluntad de los bancos centrales para apuntalar los precios de los activos. Los siguientes son solo algunos escenarios (de los menos extremos) que consideramos razonablemente plausibles de cara a los meses y años venideros:
– En el pasado reciente hemos tenido mucha inflación monetaria (los bancos centrales han “imprimido” en torno a los 12 billones de dólares desde la crisis financiera global) y de activos, pero apenas ha habido inflación de los precios de consumo. En el próximo ciclo —o en las fases finales del actual— cabe esperar un redoble de los esfuerzos de las autoridades para crear inflación. Ya se está hablando de utilizar las finanzas monetarias para reactivar la economía real en lugar de remunerar a los propietarios de activos (teoría monetaria moderna y similares).
– El actual ciclo de crédito es un monstruo con todas las características habituales, como por ejemplo apalancamiento excesivo, poca protección del inversor (deterioro de las condiciones de emisión) y prácticas contables cuestionables (ajustes de EBITDA). Actualmente, China está rompiendo récords de apalancamiento corporativo.
– El entusiasmo con el que la administración Trump está intentando eliminar déficits comerciales bilaterales parece estar opuesto al actual sistema monetario (un patrón dólar de facto), que depende de que la divisa estadounidense haga precisamente eso para brindar al mundo una oferta de dólares.
– Los bancos centrales cuentan con escasa munición tradicional para combatir la próxima crisis.
Cambios sutiles en el orden mundial, a favor de una mayor polarización y a expensas del multilateralismo, también podrían estar espoleando a los bancos centrales —por ejemplo en China y en Rusia— a elevar sus reservas de oro. Por último, vale la pena considerar cómo ha cambiado la inversión en las últimas décadas. La “gran levitación” de los precios de los activos se ha combinado con la teoría financiera moderna y la mayor capacidad de computación para crear un sistema (descrito en nuestro artículo “Una perspectiva sobre la rentabilidad”) en el que el inversor o ahorrador final invertirá seguramente en una “estructura” vinculada a un índice en cierta manera alejado de los activos subyacentes.
En este mundo, el “precio” es el principal determinante del valor, y la volatilidad histórica de los precios es la principal medida de riesgo. El problema del oro en el contexto de una cartera institucional —y el motivo por el que quizá sea más adecuado para el inversor particular— es que el precio no siempre es relevante; los inversores que desean una “póliza de seguros” generalizada, o los bancos centrales interesados en diversificar fuera de las divisas fiduciarias, también ven valor en otros atributos independientes del precio.
Es más probable que este concepto lo entiendan mejor los inversores en el mundo emergente que aquellos de nosotros en Occidente que hemos vivido el periodo más estable de la historia humana. Esto no quiere decir que los inversores institucionales (y sobre todo los gestores de patrimonios) no deban considerar una posición en oro. No obstante, creemos que no deberían esperar que se comporte de forma convencional; quizá deban verlo más bien como una “divisa” en la que desean denominar parte de sus activos y que debería mantener su aceptabilidad, liquidez y valor en momentos de tensión.
Tribuna de Iain Stewart, miembro del equipo Real Return de Newton.
Pixabay CC0 Public Domain. Asegurar que el cliente recibe toda la información, el objetivo de la EBA
La Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) quiere regular la información que los consumidores de servicios financieros digitales reciben a la hora de contratarlos. La entidad asegura que el uso cada vez más habitual de canales digitales requiere revisar los requerimientos relacionados con la forma en la que se presenta la información al cliente, según el análisis de finReg 360.
En este contexto, la EBA cree necesario revisar la Directiva 2002/65/CE, sobre los servicios financieros a distancia para así evitar la detección de posibles incoherencias o solapamientos con otras normativas, garantizar que el consumidor recibe la información y tenga la oportunidad y capacidad de actuar basándose en ella o asegurar que la presentación y formato de la información sea legible en cualquier dispositivo o permita que los consumidores puedan ampliarlo.
Además, desde la entidad defienden la necesidad establecer la obligación de supervisión sobre los mecanismos de suministro de información por los proveedores de los servicios financieros, y de análisis del comportamiento de los consumidores, por ejemplo, llevando a cabo un seguimiento de las reclamaciones recibidas. Asimismo, la EBA considera que, para adaptarse a la evolución tecnológica, se debe revisar la definición de soporte duradero, valorar que el uso de medios de comunicación digitales no dé lugar a una información demasiado restrictiva y usar modelos normalizados de manera apropiada a los dispositivos utilizados y al tipo de canal de comunicación, para garantizar así una divulgación efectiva.
Asimismo, la autoridad europea también ha presentado una serie de propuestas específicas con relación a la directiva, en materia de publicidad, información precontractual, derecho de desistimiento, procedimientos de tramitación de reclamaciones e información postventa.
Publicidad
Se pretende regular la información que los proveedores de servicios financieros hacen llegar al cliente. Para ello, se debe recurrir a estas entidades a que no oculten el carácter promocional de la comunicación, garanticen la claridad y veracidad de la información, eviten la exageración de los beneficios de sus productos y usen el mismo tamaño de letra y calidad del color del texto en la divulgación de los riesgos y las ventajas del producto.
Información precontractual
La EBA considera que la información precontractual deberá ser suficiente para que el consumidor pueda evaluar si el producto es adecuado a sus necesidades y a su situación financiera y se exigirá resaltar en la pantalla la información sobre tasas y costes, o utilizar otros medios para llamar la atención y aumentar la comprensión de los riesgos del producto.
Además, desde la entidad defienden que los proveedores deban evitar el uso de casillas premarcadas como medio para probar la comprensión de la información y el consentimiento del consumidor, así como aquellas en las que este opta, por defecto, a la adquisición de productos o servicios adicionales o auxiliares.
Derecho de desistimiento
Según la EBA, los proveedores deberán reservar un espacio accesible y ubicado en la página de inicio o en el menú principal de forma permanente para que los consumidores conozcan su derecho de desistimiento y lo puedan ejercer fácilmente. El proceso de desistimiento no podrá ser más complejo que el proceso de contratación.
Procedimientos de tramitación de reclamaciones
Como complemento a los requisitos fijados en la Directiva 2013/11/UE, de acuerdo con la opinión de la EBA, los proveedores deben establecer un espacio con las mismas características que el del derecho de desistimiento que permita a los consumidores ejercer con facilidad su derecho a presentar reclamaciones y conocer los sistemas alternativos de resolución de litigios (ADR, por sus siglas en inglés) de los que dispone el proveedor.
Información posventa
Por último, la revisión de la Directiva 2002/65/CE debe velar, según la EBA por que el consumidor conozca las comunicaciones importantes que se produzcan después de la venta del producto, así como las condiciones en las que el consumidor puede pasar a una prestación del servicio no digital.
Esta opinión, publicada el pasado 23 de octubre, está dirigida a la Comisión Europea para su examen en el transcurso de la revisión de la Directiva 2002/65/EC.
Pixabay CC0 Public Domain. Moody's desarrolla una herramienta para evaluar el riesgo de transición a bajas emisiones de carbono en empresas calificadas
Moody’s Investors Service ha lanzado un sistema de cualificación para evaluar el riesgo de transición hacia una economía baja en emisiones de carbono en empresas no financieras calificadas que cotizan en bolsa. Según ha explicado la firma, este lanzamiento está en línea con su compromiso de dar mayor visibilidad y transparencia a los participantes del mercado respecto de la forma en que se evalúa este riesgo.
La evaluación del riesgo de transición hacia bajas emisiones de carbono (CTA, por sus siglas en inglés) proporcionará una clasificación relativa de las compañías que operan en determinados sectores, según señalan desde la firma. Además, podrá utilizarse como herramienta para el análisis sistemático del riesgo de transición y su potencial para influir en el riesgo de crédito. En este sentido, las CTA no son calificaciones crediticias, sino evaluaciones de elementos de riesgo que pueden ser de interés para los inversores y otros participantes del mercado.
«La transición hacia una economía baja en emisiones de carbono conlleva riesgos y oportunidades que son importantes para la calidad crediticia en algunos sectores. Las CTAs son un indicador de riesgo, prospectivo y estandarizado, para analizar el riesgo de transición hacia bajas emisiones de carbono, utilizando un conjunto de características relevantes y materiales», ha señalado James Leaton, vicepresidente y responsable senior de crédito de Moody’s.
Las evaluaciones se expresan mediante una escala de 10 puntos donde CT-1 indica un posicionamiento avanzado para la transición y CT-10 indica un posicionamiento deficiente.
Tal y como aclaran desde Moody’s, la CTA de una compañía se calcula como la suma media ponderada de las puntuaciones asignadas a cuatro componentes: el perfil de carbono actual de la empresa, su exposición al riesgo tecnológico en el medio plazo, la estrategia de mitigación que la compañía está llevando a cabo en el corto a medio plazo y su exposición a escenarios de rápida transición hacia bajas emisiones de carbono en el largo plazo.
Pixabay CC0 Public Domain. Allfunds es la nueva plataforma de fondos de DBS Bank
Allfunds ha sido elegida por DBS Bank como su plataforma de fondos de inversión B2B, por lo que se convertirá en su proveedor de acceso a fondos mutuos de terceros para sus negocios de banca privada y minorista. Gracias al acuerdo con Allfunds, DBS obtendrá acceso a una amplia gama de fondos de inversión y podrá utilizar los servicios de activos que Allfunds ofrece en Asia y en todo el mundo.
Para Allfunds, la cooperación con DBS, uno de los bancos más importantes en Asia, es una gran oportunidad para expandir y fortalecer aún más su posición en el mercado regional, así como mejorar sus soluciones integrales para fondos de terceros.
Juan Alcaraz, CEO de Allfunds, señaló que su equipo «está muy contento de trabajar con DBS, una institución financiera de gran reconocimiento en Asia. Esperamos trabajar estrechamente con DBS, que utilizará nuestra amplia experiencia para mejorar y potenciar sus servicios de fondos de inversión”.
«Estamos deseando trabajar de manera conjunta hacia nuestro objetivo de expandirnos aún más en Asia y apoyar a DBS en su ambición de crecimiento en la región», añadió Alacaraz.
Marc Lansonneur, Head of Managed Solutions, Balance Sheet Products and Investment Governance en DBS Wealth, indicó a su vez: «Estamos muy contentos de firmar este acuerdo con Allfunds, una plataforma de fondos líder en el mundo. Allfunds presenta una solución integral para nuestras necesidades de distribución: acceso a un amplio ecosistema de fondos, una propuesta tecnológica líder y un conjunto completo de servicios, que buscamos aprovechar para lograr una mayor comodidad, eficiencia y productividad en el futuro”.
David Pérez de Albéniz, Manager Regional de Allfunds para Asia, se mostró encantado «de poder trabajar con DBS hacia nuestro objetivo común de promover el desarrollo de fondos mutuos en Asia. DBS, con su innovadora oferta digital para clientes, junto con las soluciones de Allfunds en arquitectura abierta, representan una combinación perfecta que ayudará a la industria de gestión de activos en Asia a alcanzar nuevos horizontes».
Allfunds cuenta con una sucursal en Singapur y un equipo de 17 profesionales que aportan un conocimiento amplio y analítico de las particularidades de los mercados asiáticos, así como una experiencia consolidada en la región.
A principios de este año, Allfunds, líder en la industria wealthtech, lanzó tres nuevas herramientas en el sector para mejorar aún más la experiencia de sus clientes en la plataforma de fondos, la productividad del gestor de fondos y del distribuidor y aumentando el acceso a la información de mercado.