CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Terry Vlisidis. Foto: Terry Vlisidis
Ante la amenaza del Brexit y toda la incertidumbre que trae consigo, el Reino Unido bien podría entrar en recesión. De hecho, el descenso del PIB del país y las oleadas de despidos a gran escala, que han contribuido a la preocupación pública sobre el estado de la economía británica, sugieren que el Reino Unido podría estar entrando en recesión técnica.
Una recesión suele definirse como la contracción de la economía durante al menos dos trimestres consecutivos. La duración media de una recesión es de un año y medio; teniendo en cuenta que un ciclo empresarial completo dura aproximadamente 4,7 años y que la última recesión mundial terminó en 2009, podría argumentarse que es algo que ya tenía que haberse producido. Los temores en el Reino Unido se han visto intensificados por el hecho de que el crecimiento del PIB británico fue negativo en el segundo trimestre del 2019, que constituyó la primera contracción desde el cuarto trimestre de 2012. Si nos basamos en la definición técnica, el Reino Unido está a un trimestre de una recesión plena.
En nuestra opinión, si bien algunos mercados podrían presentar características claramente recesionistas, resulta poco probable que se produzca una recesión a escala mundial este año. La economía estadounidense mantiene su solidez, incluso en un momento en el que las economías europeas se encuentran en fases de contracción. Dicho esto, es totalmente posible que el Reino Unido entre en recesión técnica cuando se anuncien los datos del tercer trimestre en noviembre.
Podemos fijarnos en el tambaleante sector de servicios a modo de indicador clave sobre el actual estado económico. El sector representa alrededor del 80% de la economía británica, y en agosto se estancó de un modo sin precedentes. En vista del actual contexto político, parece que las empresas no están dispuestas a tomar decisiones de inversión de gran calado ante la falta de claridad sobre el Brexit y las posibles restricciones sobre las importaciones y exportaciones. La incertidumbre generalizada sobre el Brexit y la relación del Reino Unido con Europa también ha contribuido a la caída de los sectores nacionales de construcción y producción.
Los bancos centrales a escala mundial rondan la delgada línea que les separa del pánico de los inversores, en nuestra opinión. Hemos asistido a la aplicación de paquetes de estímulo en EE. UU. y Europa: tanto la Reserva Federal como el Banco Central Europeo han recurrido a políticas de flexibilización cuantitativa para impulsar sus respectivas economías. En el caso de EE. UU., el crecimiento del PIB ha mantenido su solidez y se ha situado en el 2,1% en el segundo trimestre de este año. El índice de precios al consumo, a menudo utilizado como un indicador de recesión, registró un incremento subyacente del 2,4% en los 12 meses previos a agosto. Con base en estos datos, no creemos que EE. UU. vaya a sufrir una recesión en el futuro próximo.
Además de estos datos optimistas en términos generales, consideramos que la confianza es mayoritariamente positiva fuera del Reino Unido. La resolución de la guerra comercial entre EE. UU. y China podría proporcionar un alivio adicional y propiciar un repunte en los mercados, especialmente en lo relativo a la curva de rendimientos estadounidense, ligeramente invertida. Si bien históricamente una curva invertida ha sido preludio de una recesión, esta vez esta idea se ve en cierto modo rebatida por unas tasas de empleo récord en EE. UU. y Europa (incluido el Reino Unido). Además, una curva de rendimientos invertida suele anteceder a una recesión entre 14 y 36 meses, lo que hace poco probable que se produzca una caída de la economía de forma inminente.
El clima internacional es ambiguo, pero creemos que el Reino Unido es la principal economía que sufre un riesgo inmediato de entrar en recesión. Las economías de mayor envergadura del mundo (EE. UU., China y Japón) han mantenido cierta solidez por el momento, especialmente la locomotora estadounidense. El Reino Unido, sin embargo, tiene el problema concreto de la parálisis del Brexit. Los consumidores muestran una mayor aversión al riesgo, mientras que las empresas no están dispuestas a invertir a gran escala en un contexto tan marcado por la ambigüedad y la falta de claridad sobre el resultado.
Columnna de opinión de Charles Hepworth, gestor de carteras de GAM Investments.
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En muchos aspectos, octubre fue una continuación de los acontecimientos que comenzaron en septiembre. Las rentabilidades de la deuda pública subieron por la mejora de las noticias económicas (aunque todavía distan mucho de ser buenas); los riesgos políticos disminuyeron al moderarse importantes cuestiones negativas (a saber, la disputa comercial entre Estados Unidos y China y la salida del Reino Unido de la Unión Europea).
Sin nuevas evidencias de nuevas medidas de relajación de la política monetaria en todo el mundo, no sorprendió que las rentabilidades de los bonos evolucionaran al alza, si bien de forma desigual, prolongando los vaivenes bruscos para los inversores. Lo que estamos atravesando es una volatilidad significativa de alta frecuencia con pocas evidencias de que se trate de una tendencia. Es posible que continúe esta realidad según nos acerquemos a una bifurcación: los datos mejorarán según disminuyan los riesgos geopolíticos o regresaremos a las preocupaciones por la guerra comercial y el deterioro de los fundamentales económicos.
Esta desigual evolución también se propagó a los mercados de crédito. Los diferenciales de los activos con grado de inversión se estrecharon y las rentabilidades de los mercados emergentes cayeron, lo cual consideramos apropiado teniendo en cuenta la mejora económica y geopolítica. Sorprendentemente, los diferenciales de los activos de alta rentabilidad de Estados Unidos se ampliaron incluso alcanzando las acciones de dicho país nuevos máximos.
Lo único que podemos hacer es reiterar el consejo del mes pasado: quedarnos cerca de casa (es decir, mantener una posición neutral) con un pequeño sesgo optimista, mantener los riesgos equilibrados, sin demasiado riesgo de tipos y sin demasiado riesgo de crédito, y centrarnos en una selección bottom-up de valores y países cuyos fundamentales sean sólidos y cuyas valoraciones sean razonables.
Gráfico 1: Rentabilidad de los activos desde comienzos de año
Gráfico 2: Variaciones mensuales de divisas frente al dólar
Gráfico 3: Variaciones mensuales considerables de las rentabilidades a 10 años y los diferenciales
Perspectiva para la renta fija
Las ventas masivas en los mercados de bonos de la esfera desarrollada que comenzaron en septiembre continuaron en la segunda mitad de octubre, siendo de nuevo las rentabilidades no estadounidenses las más afectadas. En esta ocasión, dicha evolución puede atribuirse a dos factores:
la mejora de los datos económicos, en general, o al menos el optimismo por el repunte de los datos; y
el creciente optimismo por la posibilidad de que Estados Unidos y China lleguen a un acuerdo comercial, poniendo fin, al menos por ahora, a los riesgos de que se recrudezca el conflicto.
Confiamos moderadamente en que el mercado esté en lo cierto al comenzar a descontar un repunte desde mínimos de los datos económicos. En nuestra mente, este optimismo se basa en dos factores interrelacionados, factores que los inversores siempre deberían recordar. En primer lugar, los datos económicos no se deterioran para siempre, pues se activan mecanismos que, de manera endógena, ralentizan el descenso, concretamente cuando no existen grandes desequilibrios evidentes en el mundo. En segundo lugar, y claramente en relación con el primero, la política monetaria global se ha moderado sustancialmente en 2019. Se trata de una respuesta de política normal al deterioro de las condiciones económicas, tanto actuales como previstas.
La respuesta de política monetaria de Estados Unidos ha sido importante e inusual, pues el desempleo se encuentra en mínimos, las solicitudes de prestaciones para parados no están aumentando, la economía está creciendo y la inflación no está cayendo.
La Reserva Federal nunca antes ha rebajado los tipos en tres ocasiones en tales condiciones. Sus medidas son verdaderamente preventivas y es de esperar que mejoren en gran medida las posibilidades de que el crecimiento se acelere en 2020.
Las respuestas de otros bancos centrales no han sido así y pueden considerarse, en algunos aspectos, respuestas retardadas al deterioro real de la situación económica. Sin embargo, la conclusión es que las economías cuentan ahora con mucho más respaldo que hace doce meses y no es probable que se produzca una recesión en el futuro cercano. Solo falta que termine la engorrosa guerra comercial.
Sin embargo, no nos dejemos llevar por el optimismo, pues hay numerosos baches en el camino. Las evidencias de viraje en el crecimiento siguen siendo escasas. El crecimiento tendencial ha caído. R* —el tipo de interés real en pleno empleo— ha disminuido junto con el crecimiento. La inversión en inmovilizado sigue siendo débil, pues la relación a largo plazo entre Estados Unidos y China está todavía por decidir y la propensión a invertir es claramente escasa. Además, si bien puede que la actividad manufacturera/industrial esté tocando fondo, la parte de servicios de la economía global todavía está debilitándose moderadamente.
Dado que se trata de una parte con mucho más peso en la economía global, si los servicios no viran en los próximos meses, nuestras perpectivas optimistas podrían no cumplirse. Los mercados de trabajo, como ya hemos indicado, siguen siendo clave: si las economías de los hogares continúan creciendo, no habrá problema; de lo contrario, preparémonos para más rebajas de tipos.
La perspectiva para la política monetaria es probablemente la más sencilla de predecir, al menos, a corto plazo. Los tipos son bajos y así van a seguir. El obstáculo a la hora de elevar los tipos es mucho más importante que a la hora de rebajarlos. Por ahora, los bancos centrales han hecho su trabajo. Han reaccionado de un modo que calificaríamos como bastante agresivo a la ralentización y los riesgos reales de mayor deterioro económico.
No prevemos más cambios en el cuarto trimestre y probablemente tampoco para el primero del año próximo. Llevará tiempo comprobar la eficacia de las rebajas de tipos de este año y cómo evolucionan las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China y el divorcio entre la Unión Europea y el Reino Unido. Hasta entonces, prevemos que la dependencia de los datos y una actitud vigilante serán aspectos clave.
Además, dado que es probable que se produzcan nuevas rebajas de los tipos como respuesta al empeoramiento de los datos, puede que los mercados financieros no los interpreten de manera tan favorable, pues si bien las malas noticias son sinónimo de descenso de los tipos, estos no implican evoluciones favorables para la renta variable y los activos de alta rentabilidad. Las malas noticias son malas noticias.
Durante este periodo de intensa incertidumbre, seguimos buscando señales/indicadores que muestren cómo evolucionará la situación. Seguimos pensando que la curva de rentabilidades es el mejor barómetro de la confianza del mercado. En nuestra opinión, una medida de éxito, por ejemplo, la reflación, sería un pronunciamiento de las curvas de rentabilidades. Si el estímulo monetario funciona, las curvas deberían pronunciarse.
A corto plazo, parece avecinarse un periodo de mayor calma: parece que Estados Unidos y China están cerca de llegar a un acuerdo preliminar y que queda descartado que el Reino Unido salga de la Unión Europea sin acuerdo. No se avecina una recesión global.
Lo único que podemos hacer es reiterar el consejo del mes pasado: quedarnos cerca de casa (es decir, mantener una posición neutral) con un pequeño sesgo optimista y mantener los riesgos equilibrados, sin demasiado riesgo de tipos y sin demasiado riesgo de crédito. Debemos aprovechar las rentabilidades y las oportunidades en crédito dada su debilidad y centrarnos en una selección bottom-up de valores y países cuyos fundamentales sean sólidos y cuyas valoraciones sean razonables.
Tipos y monedas de mercados desarrollados
Análisis mensual:
Siguiendo la estela de septiembre, los bonos soberanos de mercados desarrollados volvieron a registrar ventas masivas en octubre. Aunque se conocieron una serie de datos económicos peores de lo previsto en Estados Unidos y Europa durante la primera mitad del mes, los riesgos geopolíticos —como las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China y que el Reino Unido y la Unión Europea se divorcien sin acuerdo— se moderaron hacia finales de mes.
El Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) tuvo un mes muy ajetreado entre su reunión, la publicación de actas de la reunión de septiembre y el anuncio de un nuevo programa de compra de bonos del Tesoro para aliviar la tensión en los mercados de financiación a corto plazo. En su reunión de octubre, el FOMC recortó los tipos de interés en 25 pb, rebajando el tipo de los fondos federales a un rango de 1,50%-1,75%.
La tercera rebaja “a modo de seguro” del año la descontaban ampliamente los mercados, pero ahora la pregunta es: ¿qué será lo próximo que haga el FOMC? Las observaciones de diversos miembros de la Reserva Federal sugieren que el banco central permanecerá a la espera de forma indefinida, al menos, hasta 2020, salvo que las condiciones económicas se deterioren significativamente. Según los datos, los indicadores del ISM de Estados Unidos cayeron hasta su nivel más bajo en 10 años, siendo las tensiones comerciales entre dicho país y China uno de los factores de que los datos fueran peores de lo previsto (1).
Perspectiva:
Es probable que el crecimiento global siga descendiendo en lo que resta de 2019. Los bancos centrales se han tornado más acomodaticios, concretamente, en Estados Unidos y la zona euro, si bien parece improbable que se adopten más medidas expansivas salvo que la situación macroeconómica empeore de modo sustancial.
Los tres grandes riesgos que percibimos para las perspectivas son la salida del Reino Unido de la Unión Europea, las disputas comerciales entre Estados Unidos y China y que la debilidad de los sectores manufacturero y comercial pese sobre el consumo. Dado este contexto, prevemos que las rentabilidades del Tesoro estadounidense permanecerán por debajo del 2%.
Tipos y monedas de mercados emergentes
Análisis mensual:
Los activos de renta fija de mercados emergentes evolucionaron de forma positiva en el mes, pues la mejora de la tolerancia al riesgo compensó con creces el efecto negativo de la subida de las rentabilidades del bono estadounidense a 10 años (2). La mejora de la percepción se atribuyó a los avances en el ámbito geopolítico, pues se pospuso la salida del Reino Unido de la Unión Europea y Estados Unidos y China lograron avances en sus negociaciones comerciales.
También contribuyeron al positivo dinamismo algunos signos de estabilización del crecimiento económico global, pues los datos de septiembre de China mostraron estabilización del crecimiento del crédito, mejora de los PMI, aumento de la inversión y mejora de las ventas de viviendas y del sector minorista. En cuanto a deuda nacional, las rentabilidades de los tipos locales y la solidez de las monedas de la esfera emergente con respecto al dólar contribuyeron al resultado.
Durante el periodo, los precios de las materias primas subieron por lo general, con los precios de la energía a la cabeza, seguidos por las materias primas agropecuarias; los precios de los metales evolucionaron de forma heterogénea, pues los de metales básicos cedieron. Los inversores siguieron ampliando sus posiciones en deuda de mercados emergentes como clase de activos, canalizando 3.200 millones de dólares hacia estrategias de deuda de la esfera emergente, dirigiéndose la mayor parte de los flujos hacia estrategias en monedas fuertes (2.400 millones de dólares) y los restantes 800 millones de dólares, hacia estrategias en monedas locales (3).
Perspectiva:
La deuda de mercados emergentes podría beneficiarse a corto plazo si se logran avances en las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China o llegan nuevos signos de estabilización en la actividad económica global. Nuestra hipótesis de partida prevé un acuerdo preliminar entre los presidentes Trump y Xi, si bien cuándo se producirá es más incierto, tras la cancelación de Chile de la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico a mediados de noviembre.
Podría haber incentivos para ambas partes para sellar una tregua comercial: desde el punto de vista de Estados Unidos, la proximidad de las elecciones presidenciales y la presión de los lobbies empresariales y los consumidores para retrasar la aplicación de nuevos aranceles a las importaciones de China; desde el punto de vista de China, aunque un acuerdo preliminar no incluya estipulaciones para eliminar los aranceles, podría permitir a ambas partes centrarse en otras cuestiones más importantes para China como, por ejemplo, Huawei, a un coste por concesiones relativamente bajo.
En el frente de la actividad económica, los indicadores de alta frecuencia apuntan una incipiente estabilización del crecimiento en los mercados emergentes que, si la confirman los próximos datos cualitativos, podría impulsar la tolerancia al riesgo a corto plazo. Los riesgos clave para nuestra perspectiva a corto plazo se derivan de la situación política en Estados Unidos, pues la investigación para la posible destitución del presidente está pasando a una fase más pública que podría traducirse en mayor volatilidad.
Crédito
Análisis mensual:
En octubre, los diferenciales corporativos se estrecharon en plena mejora generalizada. Las rentabilidades de los activos sin riesgo cerraron el mes al alza, continuando dando marcha atrás en su evolución de agosto. Los factores impulsores en octubre fueron los siguientes:
el anuncio del Banco Central Europeo (BCE) de su programa QE, que se prevé que comience el 1 de noviembre con compras de 20.000 millones de euros al mes;
las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China, que avanzan hacia un acuerdo preliminar que se espera que se firme en noviembre;
los resultados de las compañías del tercer trimestre, que fueron mejores de lo que apuntaban las expectativas rebajadas; y
que los datos económicos, aunque siguen siendo débiles, superaran las expectativas. La rebaja de los tipos estadounidenses a final de mes confirmó la postura de consenso de que la relajación de la política monetaria se prolongará en el futuro cercano.
Perspectiva:
Seguimos detenidamente los datos económicos que van llegando (con mayor enfoque hacia las tendencias del empleo), así como las observaciones de los bancos centrales. Si bien las favorables condiciones financieras conducen a tasas de impago bajas y la demanda técnica posiblemente cree un dinamismo positivo durante el cuarto trimestre, los diferenciales de crédito están próximos a su promedio a largo plazo.
Los resultados corporativos desde el segundo y el tercer trimestres hasta la fecha no indican debilidad, pero, de cara al futuro, esperamos a ver si el debilitamiento del crecimiento económico y las encuestas prospectivas se reflejan en los resultados del cuarto trimestre. Nuestra estrategia ha consistido en recoger beneficios de posiciones mantenidas durante largo tiempo, desde antes del verano, al evolucionar los diferenciales por debajo del promedio a largo plazo, si bien mantenemos una posición netamente larga en riesgo; nuestra intención es mantener un enfoque táctico en lo que queda de año, con sesgo de venta de cara a la solidez que esperamos.
Activos titulizados
Análisis mensual:
Los tipos siguieron subiendo en octubre, pues parece que mejoran las condiciones económicas y los riesgos geopolíticos. La situación económica del consumo estadounidense permanece estable, pues el desempleo se encuentra en mínimos históricos, los salarios suben y los niveles de gasto son adecuados y el aumento de las ventas de viviendas sigue contando con el empuje de unos tipos hipotecarios menores.
Los diferenciales del crédito titulizado permanecieron, en gran medida, sin cambios en octubre en el conjunto de los sectores de bonos de titulización hipotecaria de agencia y de crédito. Los diferenciales nominales actuales de los bonos de titulización hipotecaria de agencia con cupón se estrecharon 1 punto básico en octubre, situándose 100 puntos básicos por encima de los valores del Tesoro estadounidense interpolados(4).
El índice Bloomberg Barclays U.S. MBS obtuvo un 0,28% de rentabilidad en el mes, anotándose un avance del 5,97% desde comienzos de año. La duración del índice Bloomberg Barclays U.S. MBS se alargó 0,13 años, hasta 2,86 años, en octubre(5). Los tipos hipotecarios nacionales subieron 3 puntos básicos en octubre hasta el 3,75%, pero siguen en niveles muy bajos en términos históricos: 33 puntos básicos más bajos que en 2019 y 100 puntos básicos más bajos que hace un año(6).
Las liquidaciones de conjuntos específicos mantienen su solidez al buscar los inversores grupos con menores riesgos de amortización anticipada. La cartera de bonos de titulización hipotecaria de la Reserva Federal se contrajo en 21.000 millones de dólares durante el mes de octubre, hasta 1,446 billones de dólares; la reducción en lo que va de año es de 191.000 millones de dólares (7).
Los fondos de inversión hipotecaria registraron entradas netas de prácticamente 1.000 millones de dólares en octubre, elevando las entradas netas desde comienzos de año hasta casi 14.000 millones de dólares(8).
Las posiciones de los principales intermediarios en bonos de titulización hipotecaria de agencia siguen siendo altas, de 50.000 millones de dólares, por debajo de los 70.000 millones de dólares de finales de septiembre, pero todavía muy por encima del nivel histórico más habitual de entre 10.000 millones de dólares y 30.000 millones de dólares (9).
La combinación de la persistente reducción de las posiciones de la Reserva Federal en bonos de titulización hipotecaria y la probable minoración de las mismas posiciones de los principales intermediarios podría suponer un importante obstáculo para el dinamismo entre oferta y demanda de bonos de titulización hipotecaria de agencia hacia finales de año.
Perspectiva:
Nuestra perspectiva permanece en general sin cambios. Nuestra perspectiva crediticia fundamental sigue siendo favorable con respecto a las condiciones de financiación residencial y al consumo tanto en Estados Unidos como en Europa.
Seguimos manteniendo cierto pesimismo acerca de los bonos de titulización hipotecaria de agencia, que se encuentran sometidos a presiones por el aumento de los riesgos de amortización anticipada ante la caída de los tipos hipotecarios y también por la dinámica actual de oferta y demanda de la Reserva Federal, que sigue reduciendo sus posiciones en los citados activos, y el incremento de las existencias de los principales intermediarios.
Los diferenciales de los bonos de titulización hipotecaria de agencia se han ampliado sustancialmente en los últimos meses en respuesta a estos riesgos y ahora ofrecen un valor relativo más comparable, si bien es posible que persista la presión sobre la oferta de cara a final de año.
Columna de Jim Caron, portfolio manager y miembro senior del equipo de Renta Fija Global de Morgan Stanley Investment Management.
Anotaciones:
(1) Fuente: Bloomberg, a 31 de octubre de 2019.
(2) Fuente: Bloomberg, a 31 de octubre de 2019.
(3) Fuente: J.P. Morgan, a 31 de octubre de 2019.
(4) Fuente: J.P. Morgan. Datos a 31 de octubre de 2019.
(5) Fuente: Bloomberg. Datos a 31 de octubre de 2019.
(6) Fuente: Bankrate.com. Datos a 31 de octubre de 2019.
(7) Fuente: Banco de la Reserva Federal de Nueva York. Datos a 31 de octubre de 2019.
(8) Fuente: Lipper U.S. Fund Flows. Datos a 31 de octubre de 2019.
(9) Fuente: Bloomberg. Datos a 31 de octubre de 2019.
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Foto cedida. D. Williams (GSA Coral): “Existe un exceso de demanda global de alojamiento universitario, un sector de alta rentabilidad, incluso en entornos de recesión”
Derek Williams es responsable de Capital, EMEA y Norteamérica en GSA, una entidad que acumula 28 años de experiencia en el sector del alojamiento para estudiantes universitarios. En una entrevista con Funds Society en Madrid, realizada tras la presentación de su estrategia GSA Coral Student Portfolio, reveló que existe un exceso de demanda y una falta de oferta en este sector, que ofrece un alto rendimiento con carácter “defensivo”, ya que “rinde bien incluso en entornos de recesión”.
Los principales mercados de residencias estudiantiles de calidad son Estados Unidos y el Reino Unido, pero si se analiza Alemania, Japón, Australia o España, “están 15 años por detrás”. Según Williams, en esos países, los estudiantes están viviendo en casas compartidas o viviendas financiadas públicamente, que “suelen ser de menor calidad, están peor ubicadas y menos enfocadas al cliente”. Por ello, es en esos mercados, con un exceso de demanda frente a una baja oferta, donde se encuentran las mayores oportunidades y donde el fondo –lanzado hace una década y adquirido por GSA hace 5 años- está siendo “increíblemente exitoso”.
Otra de las características que, a su juicio, hacen atractivo este activo es su elevada rentabilidad. “Prácticamente cada nuevo mercado en el que hemos entrado en los últimos años el rendimiento de nuestros activos tiende a ser un 1,5% mayor que el de las oficinas y residencias de calidad del sector del real estate y, obviamente, muy superior el de la renta fija, los dividendos y la renta variable”, aseguró.
Para el gestor, la clave está en que ese rendimiento es, a su vez, “defensivo”, ya que afronta pocos riesgos en entornos económicos negativos, incluso recesivos, como el de 2008-2010, cuando las matriculaciones aumentaron. “Por una sencilla razón: en esos contextos, las personas quieren mejorar su formación para que, cuando la economía mejore, puedan tener mejores perspectivas laborales. Eso es lo que mueve la demanda”, afirmó.
Además, se espera que esta crezca de forma exponencial, ya que, según datos de la UNESCO, los estudiantes de educación superior pasarán de 224 millones en 2018 a 330 millones en 2025. Además, la movilidad global se encuentra en niveles récord, lo que genera más oportunidades de inversión en el sector.
Oportunidades globales de expansión
Actualmente, GSA Coral invierte directamente en seis mercados: Australia (33%), Irlanda (29%), el Reino Unido (16%), España (16%) y Japón (3%), y también cubre China y Dubái, donde tiene en marcha contratos operacionales con otros inversores. “En los últimos cinco años, hemos crecido de la nada a 8 mercados y vemos una oportunidad a medio plazo para duplicar, si no triplicar, el tamaño de nuestra cartera en lugares clave como España, Japón o Alemania”, declaró Williams.
A esto se une el objetivo a más corto plazo de GSA, que es entrar en Portugal, Italia y Francia en 2020 y, más adelante, continuar expandiéndose por Norteamérica y Asia. Sobre este último, el gestor destacó otra tendencia que hace crecer su interés por la región: cientos de millones de ciudadanos chinos están incorporándose a la clase media, algo que está moviendo la demanda hacia una educación de calidad, tanto en su país, como en otras ciudades. Es el caso de Londres, donde se ha visto una fuerte demanda por parte de estudiantes asiáticos.
Con todo, GSA Coral cuenta actualmente con 2.700 millones de dólares en activos bajo gestión, entre los que se encuentran aquellos ya finalizados y operativos y oportunidades en desarrollo. En concreto, mantiene 58 activos y 16.000 camas operativas en 35 ciudades de todo el mundo. “Tendemos a centrarnos más en las ciudades que en los países: miramos aquellas con universidades fuertes y una escena social atractiva, como Madrid, Barcelona, Salamanca, Dublín, Londres o Edimburgo”, contó Williams. Para él, la clave reside en crecer de forma “creíble”, sin dejarse llevar por adquisiciones a cualquier precio.
El 40% de la cartera está en efectivo o directamente gestionada por las universidades, es decir, que prácticamente la mitad se encuentra “libre de riesgo”; y el objetivo de rentabilidad anual es del 8-10%. La rentabilidad anualizada de la versión Clase E en euros desde su lanzamiento en 2011 ha sido del 6,84% y su volatilidad, del 1,46%; mientras que para el Clase A en libras, lanzado en 2009, han sido del 7,74% y el 1,52%, respectivamente.
Williams hizo hincapié en la escasa competencia que existe en el sector en la actualidad y lo bien posicionada que se encuentra GSA para desarrollar sus productos en mercados con una oferta de alojamientos universitarios insuficiente. Además, “la demanda de educación es fuerte y sigue creciendo y contamos con activos nuevos y bien ubicados para afrontarla”, sentenció.
Pixabay CC0 Public Domain. Jupiter AM anuncia un acuerdo con NZS Capital para entrar en el mercado estadounidense
Jupiter AM ha anunciado la compra de una participación minoritaria en NZS Capital, firma de inversión estadounidense fundada este año por Brad Slingerlend y Brinton Johns, ex gestores de Janus Capital. Con este acuerdo, Jupiter AM entrará en el mercado estadounidense y distribuirá de forma exclusiva las estrategias de NZS Capital, a partir del primer trimestre de 2020.
Según ha matizado la gestora en un comunicado, el acuerdo entre ambas firmas supondrá el lanzamiento de nuevos fondos basados en la experiencia de Jupiter AM. Inicialmente, han indicado, que su prioridad será centrarse en los inversores institucionales, incluidos aquellos ubicados en Estados Unidos, donde Jupiter AM empezará a dedicar recursos de ventas por primera vez.
“Asociarnos con un negocio prometedor es una oportunidad realmente emocionante para nosotros. Brad y Britnon tienen estrategias cuidadosamente construidas y con el potencial para ofrecer beneficios a largo plazo. Nuestras primeras conversaciones con los clientes sugieren que un enfoque de inversión centrado en la habilidad de innovación y adaptación de las compañías growth tendrá un gran interés entre los inversores. También supone nuestro primer paso en los EE.UU., un gran y sofisticado mercado que representan una opción atractiva de crecimiento no sólo para las estrategias de NZS, sino también para las capacidades actuales de Jupiter”, explica Andrew Formica, consejero delegado de Jupiter.
Por su parte, NZS Capital fue fundada por Brad Slingerlend y Brinton Johns este año. Ambos trabajaron juntos durante 14 años en Janus Capital, antes de fundar su propia gestora, y cuentan con un amplio historial de gestión de carteras de renta variable para clientes institucionales y minoristas. Desde Jupiter AM aseguran que son “expertos gestores con un enfoque alineado con la cultura y la convicción de Jupiter AM de una gestión activa centrada en los resultados para el cliente.”
“El enfoque de NZS Capital va más allá de los factores ESG y contempla una definición más amplia de responsabilidad fiduciaria que ofrece resultados de suma cero o beneficio mutuo teniendo en cuenta clientes, empleados, la sociedad y el medioambiente, además de los accionistas”, aseguran desde la gestora.
En este sentido, NZS Capital emplea una estrategia de inversión basada en el “complexity investing», que se centra en seleccionar activamente modelos de negocio que sean capaces de soportar las fuerzas disruptivas de la economía global al largo plazo. Mientras el ciclo de cambios continúa acelerando, las carteras del equipo están diseñadas para aprovechar el crecimiento de la innovación y, al mismo tiempo, evitar el riesgo de la disrupción.
“La tecnología impacta cada vez más en cada sector del mundo. Es más importante que nunca invertir la vista en el futuro y una perspectiva activa de la evolución de la economía mundial. Jupiter AM destaca por su dedicación a la gestión activa para satisfacer las necesidades de los clientes, lo que lo hace el compañero perfecto para NZS”, aseguró Brad Slingerlend, cofundador de NZS Capital.
Pixabay CC0 Public Domain. DPAM lanza un nuevo fondo como parte de su estrategia en la lucha contra el cambio climático
Con motivo de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 25), que se celebra en Madrid (España), Degroof Petercam Asset Management (DPAM) ha lanzado la estrategia DPAM L Bonds Climate Trends Sustainable. Un fondo de gestión activa, que ofrece a los inversores la posibilidad de financiar a emisores comprometidos con la lucha contra el cambio climático a través de una cartera agregada de bonos gubernamentales y corporativos, en su mayoría investment grade.
El vehículo permitirá a los inversores la posibilidad de financiar a emisores comprometidos con la lucha contra el cambio climático a través de una cartera agregada de bonos gubernamentales y corporativos, en su mayoría con grado de inversión. Según ha explicado DPAM, con este fondo busca concentrarse en las oportunidades que ofrece la actual transición a una economía de bajas emisiones de carbono, con el fin de generar un valor consistente.
El perfil de inversión no se limita a los bonos verdes (empresas o gobiernos emisores cuyo uso de los activos e ingresos involucra proyectos con beneficios ambientales), sino que también incluye compañías que dedican una parte significativa de su negocio a soluciones y productos verdes. «Estas empresas y gobiernos desafían activamente los riesgos climáticos y facilitan las soluciones necesarias para allanar el camino hacia un futuro con bajas emisiones de carbono. Estos emisores y proyectos deben encajar dentro del universo temático EMERALD de DPAM (Eficiencia energética, Movilidad y electrificación, eco-sociedad, economía regenerativa, energías alternativas y renovables, uso de la tierra, agricultura y agua, descarbonización y sector manufacturero)”, afirman desde la gestora.
El fondo DPAM L Bonds Climate Trends Sustainable combina los beneficios de una cartera medioambiental con el valor añadido de la gestión activa para garantizar un perfil de riesgo óptimo sin sacrificar la rentabilidad. La gestora considera que este fondo responde a inquietud de los inversores y a su preocupación sobre la actual crisis climática, que parece acercarse cada vez más a un punto de inflexión. Sin embargo, múltiples organizaciones se enfrentan ya los retos que esta supone de manera directa. Ha elegido el contexto de la COP 25 para este lanzamiento porque considera que este encuentro marcará la hoja de ruta de las Naciones Unidas en la búsqueda de soluciones que contribuyan a mitigar el cambio climático y la operatividad de la Conferencia de París sobre el cambio climático.
Actualmente, la oferta de vehículos de inversión responsable de DPAM cubre 6.600 millones de euros en activos. La gestora es, además, signataria del acuerdo Acción Climática 100+. Esta iniciativa garantiza que las empresas más grandes reduzcan sus emisiones de gases de efecto invernadero, mejoren la gobernanza y refuercen la información financiera relacionada con el clima. Además, el acuerdo Acción por el Clima 100+ apoya las directrices establecidas en el Acuerdo de París y pretende frenar el aumento de las temperaturas medias mundiales por debajo de los 2 °C.
Pixabay CC0 Public Domain. Las aseguras apuestan por la diversificación para aumentar la resiliencia de sus carteras
Las aseguradoras siguen mostrándose optimistas sobre las perspectivas de inversión a corto plazo y no creen que se vaya a producir una recesión a escala mundial antes de 2022. Esta es una de las principales conclusiones del nuevo estudio de BlackRock sobre las carteras de inversión de las aseguradoras.
A pesar de las halagüeñas perspectivas económicas, las aseguradoras están diversificando su combinación de activos para aumentar la resiliencia de sus carteras. Para ello, la búsqueda de inversiones no correlacionadas en los mercados no cotizados y en las carteras de renta fija parecen ser las dos estrategias más populares.
La octava encuesta anual de BlackRock, titulada Re-engineering for resilience (Reajuste por la resiliencia), recoge las opiniones de 360 altos directivos de aseguradoras que representan activos por valor de 16 billones de dólares. El estudio concluye que el 78% de las aseguradoras encuestadas presentan actualmente perspectivas de inversión positivas y más de la mitad, un 56% no esperan que se produzca una recesión antes de 2022.
Sin embargo, la encuesta pone de manifiesto cierta prudencia y el deseo de aumentar la resiliencia de la cartera a través de una mayor diversificación. Como consecuencia, se ha generado un interés continuado por las oportunidades en los mercados no cotizados menos correlacionados: el 60% de los encuestados tiene previsto aumentar la asignación a esta clase de activos en los próximos tres años según BlackRock.
La necesidad de encontrar un punto de equilibrio entre resiliencia y rentabilidad también apunta a la adopción de un enfoque más integral a la asignación de activos y la construcción de carteras. Un 83% de las aseguradoras está de acuerdo en que sigue siendo posible generar alfa en renta fija, principalmente a través de exposiciones a los tipos de interés, la deuda corporativa y el riesgo de liquidez, pero hacen un mayor hincapié en la resiliencia, señala el estudio.
Por otro lado, un 67 % de las aseguradoras a escala mundial también afirma estar intentando integrar criterios de sostenibilidad en sus procesos de inversión, en comparación con el año pasado y son las aseguradoras estadounidenses las que registran el mayor avance en este sentido. No obstante, más de tres cuartas partes de las entidades encuestadas siguen creyendo que la integración de criterios ESG conlleva poner en riesgo otros objetivos de inversión. Si bien este dato apunta a un énfasis continuado en estrategias centradas en “evitar” más que en “realizar progresos”, las entrevistas mantenidas en el marco del estudio indican que las aseguradoras están avanzando tanto en términos de riesgo ESG como de oportunidades en todo el proceso de inversión.
Patrick Liedtke, responsable del grupo de Instituciones Financieras de BlackRock, comenta: “Si bien las aseguradoras mantienen unas perspectivas de mercado positivas en líneas generales, aumentar la resiliencia en las carteras de inversión constituye una de las principales prioridades para el sector”.
La demanda continuada de oportunidades de inversión sostenibles apunta a una tendencia en la industria de mayor envergadura, pero las aseguradoras siguen mostrando cierta preocupación sobre el perfil de rentabilidad de este tipo de inversión y sobre el mejor modo de integrar los criterios ESG en una cartera, refleja el estudio. En muchos aspectos, esto resulta previsible a la hora de abordar un segmento relativamente nuevo en el sector. En términos generales, añaden desde BlackRock, resulta alentador ver indicios de progreso en un ámbito que consideran crítico de cara a los próximos años.
Junto con una mentalidad de “cartera integral” y el uso de la totalidad de las herramientas de inversión, las aseguradoras pueden construir carteras que ejerzan un efecto positivo en la sociedad y, al mismo tiempo, tolerar lo que probablemente será un periodo prolongado de rendimientos reducidos o incluso negativos con posibles repuntes de la incertidumbre en los planos político y económico, asegura BlackRock.
Foto cedidaSimon Zaks, responsable de comunicación de Carmignac. Carmignac ficha a un nuevo responsable de comunicación
Carmignac ha anunciado el nombramiento de Simon Zaks como nuevo responsable de comunicación. Según ha explicado la gestora, Zaks se encargará de la comunicación corporativa, lo que incluye las relaciones con la prensa y los medios y la estrategia de su imagen de marca. Además, formará parte tanto del Comité de desarrollo estratégico como del Comité estratégico de clientes de Carmignac.
Zaks se incorpora desde la agencia de comunicación francesa Image Sept, donde trabajó como consultor desde 2014 en el departamento de mercados de capitales. Se licenció en Finanzas por la EDHEC Business School y cuenta con un considerable bagaje en comunicación financiera, relaciones con inversores y comunicación estratégica y corporativa. Desde 2005, ha trabajado con empresas cotizadas y ha sido asesor de comunicación para destacadas compañías francesas e internacionales.
“Estamos encantados de que Simon se sume a nuestro equipo y de sacar partido de su dilatada experiencia en el ámbito de la comunicación corporativa en el sector financiero. Su incorporación constituye un gran fichaje que reforzará nuestra estrategia de comunicación”, ha comentado Edouard Carmignac, presidente y director de inversiones de Carmignac.
Según un estudio de Cerulli Associates, se espera que el grupo demográfico de asesores financieros por jubilarse pondrá en juego activos por 1,6 billones de dólares (trillion en inglés) en los próximos 5 a 10 años, considerando que el profesional promedio tiene 58 años y solo alrededor del 30% ha establecido planes formales de sucesión.
La firma de consultoría con sede en Boston calcula que en total hay 2,4 billones en activos de clientes sujetos a posibles adquisiciones de RIAs en los próximos 10 años. La cifra, compuesta por jubilaciones inminentes de asesores (1,6 billones), asesores separatistas (469.000 millones) y RIAs con problemas de crecimiento (348.000 millones), pinta una imagen de un campo de juego muy diferente para los RIAs en los próximos 10 años.
Dado que las principales firmas que dan servicio a los asesores manejan actualmente un total de 308.000 millones en la actualidad, 2,4 billones representan una oportunidad de crecimiento masivo.
Uno de los principales impulsores de la consolidación de RIAs es una crisis de sucesión inminente entre los asesores. Según las proyecciones de Cerulli, poco más del 32% de los asesores en los canales de RIA planean retirarse en los próximos 10 años, muchos de los cuales carecen de un plan de sucesión.
«Los recursos de planificación de la sucesión están descentralizados en el canal independiente, lo que significa que los RIA más grandes y bien capitalizados están mejor posicionados para unir a los asesores con un sucesor de ideas afines, ayudar a navegar el proceso y proporcionar capital para financiar la transición», explica Marina Shtyrkov, analista de investigación en Cerulli.
La investigación de la firma muestra que más del 80% de los asesores actualmente afiliados a una firma de servicios de RIA lo ven como una estrategia de sucesión.
Una gran parte del mercado de RIA está disponible para consolidar, presentando una perspectiva positiva para el futuro de las firmas que dan servicio a los asesores.
«Los consolidadores de RIA combinan el atractivo fiduciario, la cultura del primer asesor y la flexibilidad del modelo RIA con la potencia de una empresa nacional: la escala que ofrece tecnología de vanguardia, marketing elegante, soporte sólido de back-office y precios preferenciales» agrega Marina.
Cerulli ubica a estos consolidadores de RIA en tres categorías: plataformas con la marca RIA, compradores financieros y compradores estratégicos: «Cada uno de estos modelos de negocios enfrenta oportunidades y riesgos únicos, con nuevos desafíos a medida que crecen. En general, como un segmento de rápido crecimiento que busca agregar un mercado altamente fragmentado, los consolidadores de RIA son una oportunidad atractiva para los inversores de private equity y los administradores de activos», concluye la firma.
Walberto Sánchez, quien cuenta con una trayectoria de más de 17 años en el sector financiero y recientemente se desempeñaba como director de operaciones en Principal Fondos de Inversión, se unió a BNP Paribas Asset Management México como Chief Operations Officer.
Sánchez se une al equipo liderado por Carlos Rivera como CEO, que incluye a Alberto Baigts a cargo de la Dirección Comercial, Jorge Servín en la de Desarrollo Comercial, y Ana Paula Montaño en la Dirección de Riesgos.
Según confirmó a Funds Society, el directivo se integra a la firma “con gran entusiasmo y convicción de ser el soporte Operativo y Tecnológico para contribuir a los objetivos planteados” y cuenta con la misión de “continuar fortaleciendo operativa y tecnológicamente el negocio institucional particularmente en la gestión de reservas técnicas para compañías de seguros, excedentes de tesorería y la parte previsional dando soporte a planes de pensiones privados fondos y cajas de ahorro, que den como resultado servicios diferentes a lo tradicional”.
Previo a Principal, en donde lideró la implementación operativa y tecnológica de la primer Operadora de Fondos que opera un fiduciario en México, Sánchez ocupó cargos como subdirector de operaciones en Skandia, Zurich y Compass.
Si vamos a lo esencial, lo que está provocando una verdadera Transformación en el sector financiero tiene más que ver con antropología que con tecnología.
1 – Una nueva manera de Pensar – El Triángulo Virtuoso
Las Organizaciones más punteras diseñan su Estrategia desde el triángulo Empleado-Cliente-Comunidad, co-creando sus Curvas de Experiencia (o “journeys”) en un ejercicio de empatía tan rompedor como necesario.
e trata de aflorar Lo-Que-de-Verdad-Importa, buscar cómo se conectan los tres vértices, hacerse cargo de lo que no funciona y solucionarlo con velocidad ganando así su Preferencia.
Se trata de poner a los humanos en el centro de TODO.
2 – Una nueva manera de Hacer – Equipos “Donut” Ágiles
Pero para resolver con rapidez la rígida estructura matricial de una Organización Financiera ya no sirve. Del gran barco deben lanzarse Speed Boats hacia el horizonte.
Estos “equipos donut” (que rellenan su agujero con el triángulo virtuoso) rompen silos y favorecen una organización más líquida. Profesionales de diferentes departamentos y niveles, armados con metodologías para una innovación veloz y descentralizada, buscan soluciones coste-efectivas a las oportunidades detectadas.
Y en esos Speed Boats rigen nuevas dinámicas: las personas se imponen a los procesos, los entregables y prototipos a abstractos KPIs, las conversaciones constructivas a rígidos contratos y la improvisación inteligente a la planificación obsesiva.
3 – Una nueva manera de Relatar – Narrativa Corporativa
Cuando los Speed Boats hacen sus descubrimientos y llegan a islas vírgenes llenas de cocoteros, mangos, sirenas y sirenos es muy importante documentarlo y contarlo. Muchas veces la tentación es quedarse a vivir en la isla. Y es que volver al gran barco da pereza.
El viejo modelo “vamos-a-colgar-en-las-paredes-los-posters-con-nuestra-misión-visión-y-valores” está caduco. La distancia entre el mensaje aspiracional y la realidad de la cultura organizacional suele causar frustración y desapego. Lo que se comunica no es coherente con lo que se vive.
Por lo tanto, la nueva Narrativa Corporativa debe tejerse con los pedazos de Futuro que ya se están viviendo en el presente. En todas las empresas hay valientes embarcados en SpeedBoats. ¿Quiénes son?, ¿dónde están?, ¿qué proezas están consiguiendo? Ellos son los que inspirarán a los demás.
Y si no tienes equipos donut deberías crearlos ya mismo. Si no, un Futuro rabioso y hambriento os va a devorar.
4 – Una nueva manera de SER – Impacto Social
Una vez la Empresa piensa, hace y narra de manera diferente podemos decir que está dejando de ser lo que era para transformarse en algo nuevo.
Y este nuevo Ser se significa y se expresa con plenitud en contacto con la Sociedad. Los Estados están desbordados, los políticos ni saben ni quieren y los ciudadanos alzan la mirada al cielo en busca de una solución. Es hora de que las Empresas Financieras den su mejor cara y hagan de la Innovación Social su principal motor de progreso. Cada servicio, cada proceso, cada producto financiero debe ser diseñado para fomentar Sostenibilidad, Justicia e Igualdad.
Así que ha llegado el momento, es inevitable, es irrenunciable. Los accionistas, consejeros y top managers deben entender que para instalarse en la modernidad basta con asumir la Tendencia más poderosa: La Prosperidad de las Personas como Gran Propósito.
Los días 11, 12 y 13 de marzo de 2020, en Miami, Fl vamos a desarrollar una experiencia de aprendizaje transformadora con 40 Top Managers de empresas líderes. Más información aquí: Home | Miami Sprint Transformation – Mind the Gap
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Columna de Mind the Gap Miami escrita por Sergi Corbeto & Sergio Masal