¿Está todo despejado?

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Foto cedidaFoto: Maarten Deckers. Foto: Maarten Deckers

Pasé las dos primeras semanas de noviembre viajando por Asia, discutiendo sobre los mercados de renta fija y los temas de inversión que sustentan el posicionamiento actual de la cartera. Hablé con personas de entornos profesionales, en vistas a empresas y con inversores, y me reuní con los medios de comunicación (las conversaciones que menos prefiero).

También pase tiempo con los lugareños, comiendo y paseando por los centros comerciales. Hablé con taxistas que hablan un inglés machucado notablemente mejor que mi compresión de los dialectos locales. Incluso, compartí una cerveza o dos en los pubs del vecindario. A medida que las conversaciones se dirigían a los mercados y la inversión, el tema al que iba a dedicar esta nota se hizo más evidente: los inversores creen cada vez más que el mundo está a salvo de nuevo.   

Los mercados aplauden

Los mercados han estado optimistas, bendecidos por la inyección de liquidez del “no-relajamiento-cuantitativo” de la Reserva Federal. La Fed se ha comprometido a no elevar las tasas de interés en un futuro cercano dadas las condiciones económicas actuales en los Estados Unidos.

El Banco Central Europeo contribuyó al sentimiento de moderación cuando Mario Draghi entregó las riendas del banco central a Christine Lagarde, mientras que el Banco de Japón y el Banco de la República Popular de China tomaron medidas para acelerar sus posiciones monetarias acomodaticias ante la perspectiva de un crecimiento estancado y resbaladizo.  

De forma significativa, a mediados de octubre, las tensiones comerciales en ebullición entre Estados Unidos y China se enfriaron a fuego lento, y los inversores de todo el mundo esperaron ampliamente un acuerdo comercial que se encuentra todavía en su fase inicial. Los detalles del acuerdo todavía nos eluden, no como el lugar elegido para la firma del acuerdo, y la materialidad real del acuerdo sigue siendo cuestionada. Sin embargo, parece haber un consenso entre los participantes del mercado en que las tensiones comerciales y los aranceles no empeorarán y que el crecimiento global está asegurado, aunque sea un poco más lento.

Como era de esperar, los mercados de renta variable establecieron nuevos récords, mientras que los inversores de tasas globales redujeron las expectativas de una recesión, recuperando cerca de 30 puntos básicos de ganancias recientes en la curva de rendimiento y reduciendo las expectativas de recortes adicionales de la tasa de la Fed. Otros mercados de renta fija aplaudieron con una ola de nuevas emisiones crediticias sobresuscrita. Los mercados de riesgo crediticio han respondido de una forma similar a mis conversaciones durante mi estancia en Asia: ¡Todo despejado!    

Me gustaría cuestionar esta suposición. ¿Es realmente el mercado seguro de nuevo? Examinemos los temas principales en el mercado actual de riesgo: el comercio y la liquidez del banco central.

¿Una tregua comercial?

Primero, echemos un vistazo a la disposición del mercado a fijar precios en una tregua comercial. Muchos indicadores macroeconómicos son menos alarmantes y la debilidad económica mundial ha dejado de deteriorarse, al menos en el corto plazo. Los comentarios de personas que están mejor conectados que yo, son cada vez más difíciles de negar. La probabilidad de que se consiga algún tipo de tregua comercial en el corto plazo parece alta, por lo que las condiciones están mejorando. Aun así, ¿el acuerdo tendría calado?  

La administración estadounidense actual se enfrenta a una campaña electoral polémica en próximo año y necesita un acuerdo sobre una importancia iniciativa política. También preferiría evitar la volatilidad del mercado durante este periodo. Dicho esto, en MFS IM vemos un acuerdo inicial como un alto al fuego en una relación progresivamente deteriorada entre Estados Unidos y China. Existen marcadas diferencias fundamentales en los modelos económicos de los dos países y complejidades estructurales inherentes a los temas polémicos que hacen que su resolución sea poco probable a corto plazo.    

En MFS IM prevemos que un acuerdo inicial, bastante limitado, puede hacer poco para alterar la confianza de los inversores en los mercados financieros en el largo plazo y las empresas que toman las decisiones de capital. Además, no creemos que un acuerdo inicial limitado podría hacer mucho para alterar la continua erosión en las expectativas de las ganancias.  

Los bancos centrales al rescate

En segundo lugar, consideremos la capacidad de los bancos centrales para extender la expansión. Es cierto que el aumento de las políticas acomodaticias monetarias y las gotas de liquidez pueden extender el crecimiento, que se encuentra por debajo de su tendencia, y ayudar a evitar una recesión en el corto plazo. En las reuniones de MFS IM, nos solemos referir a la probabilidad de que “tengamos la misma conversación dentro de un año”.  

Sin embargo, la valoración y la oportunidad establecidas en varios mercados de inversión se mantienen sin cambios. Estas medidas no alteran las menores expectativas de retorno de la inversión, ni abordan la estabilidad financiera y los crecientes puntos de presión que enfrentan hoy a los inversores de renta fija.

Los banqueros centrales, liderados por la Reserva Federal parecen estar emitiendo una señal de “¡Todo despejado!” sobre las condiciones económicas, mientras que, al mismo tiempo, se señalan a los mercados que no quieren discutir las tasas de interés más altas.

Dicho de otra forma, Estados Unidos y la mayoría de las demás economías globales son demasiado frágiles para mantener la tendencia de crecimiento sin tasas de interés excesivamente bajas. Además, los banqueros centrales tienen poco que temer por las sorpresas al alza en la inflación y las expectativas de inflación. En otras palabras, a pesar de billones de dólares de liquidez del banco central, no somos capaces de crear un entorno que sostenga los objetivos de inflación, y en realidad tememos la desinflación, sin continuar la relajación cuantitativa.

Los mismos banqueros centrales que promueven los puntos de vista descritos anteriormente han comenzado a criticar la eficacia de sus propias políticas y destacar los efectos potencialmente perjudiciales de las tasas de interés negativas. Toda esta política monetaria, debe tenerse en cuenta, está teniendo lugar en un período de expansión económica. ¿Cómo será este conjunto de herramientas cuando la política monetaria sea necesaria en una recesión económica significativa?

Desde nuestro punto de vista, la política monetaria acomodaticia en curso y las inyecciones de liquidez del banco central crean un entorno para una visión de consenso para perseguir la beta. Desafortunadamente, eso solo respaldaría una eventual inestabilidad en el mercado y distorsiones en la valoración. Los inversores parecen demasiado cómodos tomando apuestas direccionales del mercado mientras ignoran las posibles reducciones y la gestión de riesgos.

A contrapelo

En MFS IM creemos que la opinión de consenso debe ser cuestionada. Las inquietudes indicadas anteriormente ejemplifican nuestra falta de voluntad para asumir importantes apuestas de riesgo en el mercado. En su lugar, elegimos buscar oportunidades de valor relativo descubiertas por la investigación fundamental e invertir en esas ideas a largo plazo. El papel de los administradores de inversiones activos como establecedores de precios es importante en este entorno. Igualmente, es importante el papel y la responsabilidad de la paciencia en la gestión activa, es decir, no ser tomadores de precios simplemente basados ​​en el impulso. “¡Todo despejado!” está lejos de ser la señal que envía este mercado; debemos tener en cuenta los intereses a largo plazo de nuestros clientes.

Columna de William J. Adams, jefe de inversiones de renta fija global en MFS Investment Management.

Las relaciones comerciales entre China y Estados Unidos serán clave para la volatilidad en 2020

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Pixabay CC0 Public Domain. La mejora de las relaciones comerciales entre China y Estados Unidos reducirá la volatilidad de cara a 2020

La economía mundial ha sufrido una desaceleración durante el 2019 y continúa creciendo por debajo de la tendencia debido a la guerra comercial entre China y Estados Unidos, lo que ha provocado una gran incertidumbre en los mercados y la desaceleración de la economía global. Estas son las principales conclusiones del del informe Mercer Themes & Outlook 2020.

No obstante, desde la firma esperan que las tensiones arancelarias no se intensifiquen más y que se eliminen los gravámenes impuestos. “Ambas potencias están en plena fase una de negociaciones y el resultado es inminente, sin embargo, la fase dos será crítica para resolver cuestiones relativas a la propiedad intelectual y transferencia tecnológica”, subraya el informe. Además, si remite la guerra comercial y continúa creciendo el mercado laboral, será posible implementar políticas monetarias más moderadas, aseguran.

En lo que se refiere a la eurozona, destacan el potencial repunte de la inflación para 2020 en Europa gracias a una mejora de las tasas de empleo y la recuperación del crecimiento. Sin embargo, este aumento será muy moderado, por debajo del 2%. El principal factor de desaceleración ha sido la contracción de la economía alemana, derivada de la caída del sector de fabricación automovilística, provocado por el escándalo de exceso de emisiones de los vehículos diésel.

Mercer prevé que, en el 2020, el paquete de medidas de estímulo aplicadas por el Banco Central Europeo (BCE) dará fruto, consolidando la relajación de las condiciones financieras y, que se implementarán medidas fiscales en aquellos países con un superávit (como Alemania). Mientras que para los mercados de capital el informe prevé que los costes de capital aumentarán a medida que lo haga la inflación y los bancos centrales mantengan las tasas de interés congeladas. Para que las ganancias aumenten, “será necesario que las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos no sufran una escalada”, advierten.

Asimismo, desde la gestora destacan el estado del mercado laboral como indicador clave de que la economía global no entra en una nueva etapa de recesión. “Mientras se mantenga fuerte y aumenten los salarios mejorará la confianza de los consumidores y el aumentará el gasto”, afirman.

Por último, arrastrados por la incertidumbre generada por el conflicto entre estas dos potencias, los mercados emergentes han sufrido una desaceleración ya que tienen una fuerte dependencia del sector industrial y la manufactura, así como de las cadenas de suministro comercio global. No obstante, y si el conflicto remite, desde Mercer esperan que, en 2020, las economías de los países emergentes crezcan a un ritmo superior al de las economías desarrolladas.

Europa lidera el mercado ESG por compañías, regulación y oferta de productos

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Pixabay CC0 Public Domain. Europa lidera el mercado ESG en sus compañías, en regulación y en oferta de productos

La popularidad de los factores medioambientales, de sostenibilidad y buena gobernanza (ESG) ha crecido exponencialmente en los últimos años. La cantidad de fondos de inversión con estos criterios se ha multiplicado por 40 en la última década, según el estudio “Great for the world, good for returns”. Además, los flujos de capital hacia estos productos, que eran escasos hasta hace poco, han crecido hasta ocho veces en los últimos dos años.

El informe, que ha sido realizado por Bank of America, destaca el enfoque y la creciente conciencia sobre la inversión sostenible que se puede ver  en el ámbito europeo, que concentra el 67% de los fondos ESG lanzados en todo el mundo. De cara al futuro, Bank of America espera que este tipo de inversiones crezca aún más. Actualmente sólo el 7% de los vehículos listados en Europa están totalmente dedicados a la inversión sostenible, pero la entidad estadounidense espera que para 2030 al menos uno de cada tres fondos esté centrado en ESG.

Para ese mismo año Bank of America calcula que la inversión por parte de fondos en acciones de compañías ESG europeas podría crecer entre 0,8 y 1,1 billones de euros. Según el informe, estos activos serán impulsados en los próximos años por tres catalizadores clave: el creciente número de partidos políticos con sesgo ecológico que están alcanzando el poder, la transformación de la base de inversores con la irrupción de los millennials y un comportamiento más “verde”, y, por último, la evidencia de 10 años de persistente rendimiento superior de los activos que ostentan una mejor calificación en términos de ESG.

De acuerdo con La Alianza Global de Inversión Sostenible, Europa representa casi la mitad de los activos de inversión sostenible de un total de 30,7 billones de dólares a nivel global, con 14,1 billones en el año 2018, subraya el informe. Además, las acciones europeas obtienen puntuaciones consistentemente más altas en los factores ESG y representan el 64% de las acciones ESG con calificación AAE en el índice MSCI AC World lo que supone un ejemplo del “liderazgo del viejo continente” añade el informe.

Para realizar el informe Bank of America parte de una base de 18.000 fondos, seleccionando 543 fondos ESG y temáticos. Los sectores más sobreponderados son los industriales, utilities y los de consumo discrecional, según el estudio. En general, las acciones de compañías holandesas y francesas son las preferidas y los cinco valores más sobreponderados dentro de estos fondos son L’Oreal, Suez, Inditex, Geberit y Henkel. El quintil superior de las acciones de MSCI ESG tiene un sesgo de estilo de «alta calidad». Los sectores infraponderados son energía, salud y finanzas.

Liderando la investigación

Por otro lado, Europa está liderando con contundencia la investigación en cuanto a la regulación sobre los criterios ESG, según los datos de Bank of America. Asimismo, la integración de estos factores y el compromiso corporativo, junto con el papel de los accionistas están experimentando un crecimiento constante. Dentro de Europa, los principales mercados ESG son Reino Unido, Francia e Italia, las regiones más comprometidas con la inversión sostenible según el informe.

Entre los criterios más comunes que aplican los inversores de estos mercados se encuentra la exclusión de compañías del sector armamentístico o las tabacaleras. El Pacto Mundial de las Naciones Unidas domina el cribado de las normas a aplicar, mientras que la selección temática de sostenibilidad está siendo aplicada de forma más adecuada en el viejo continente que en el resto de los mercados, según el análisis de Bank of America.

Por otra parte, las empresas europeas obtienen una puntuación más alta que la media en aplicación de los criterios ESG, tal y como analiza el estudio, sobre todo en relación a los factores medioambientales y de buen gobierno. En este sentido, el 64% de las empresas con una calificación de sostenibilidad de AAA (la más alta) a nivel mundial tienen su sede en Europa, mientras que solo el 3% están calificadas con CCC-B.

Así, Europa lidera en buena gobernanza al recibir la puntuación más alta de media: en 7 de los 11 sectores las firmas europeas lideran la clasificación. El análisis estima que las empresas con buena puntuación en gobernanza han cotizado en los últimos 10 años con una prima de 20% frente a las peor situadas en los ránkings de ESG, lo que supone una muestra de cómo los factores de sostenibilidad repercuten en la solvencia económica de los balances de las compañías.

M&G Investments: ¿qué clase de activos tiene más probabilidad de generar rentabilidad en el escenario actual?

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Juan Nevado M&G
Foto cedidaFoto: Juan Nevado, gestor de carteras de M&G Investments. Foto: Juan Nevado, gestor de carteras de M&G Investments

A la hora de considerar el entorno de inversión, el primer aspecto a tener en cuenta, según explica Juan Nevado, gestor de carteras de M&G Investments, es lo extremadamente difícil que resulta pronosticar lo que va a ocurrir en el frente macroeconómico o en el ámbito fluido de la geopolítica.

Por consiguiente, en lugar de tratar de realizar predicciones, en el equipo Multi-Activos de M&G analiza los fundamentales de la economía mundial y las valoraciones de los activos, tras lo cual asignamos el capital en distintos activos para lograr el perfil de riesgo y rentabilidad probable más propicio.

En el marco de este proceso, el equipo Multi-Activos de M&G tiene en cuenta desarrollos económicos plausibles y su posible efecto en la evolución de distintas clases de activos. Su actual escenario básico es la continuación de un crecimiento moderado y de inflación apagada, lo cual probablemente conduciría a rentabilidades decentes de la renta variable y de la deuda soberana de mercados emergentes.

Los otros dos escenarios potenciales son una mejora de la situación macroeconómica (con aceleración del crecimiento) o un deterioro de la misma (con una recesión a nivel mundial). Si mejoraran las circunstancias económicas —una posibilidad rechazada por la práctica totalidad de los comentaristas— cabría esperar subidas muy pronunciadas de los mercados de renta variable desarrollados y repuntes moderados en el universo emergente.

Tal escenario también podría conducir a una oleada de ventas en los mercados de deuda soberana de países core, al disiparse el pesimismo de los inversores y dibujarse nuevamente la perspectiva de posibles subidas de los tipos de interés.

Por último, en caso de una recesión global, lo más probable sería que los precios de las acciones cayeran y que los diferenciales de crédito se ensancharan. Los bonos de mercados emergentes podrían mostrar mejor comportamiento, ya que muchos gobiernos de estos países tienen un margen significativo para recortar tipos.

La deuda soberana core se beneficiaría de su estatus como activo refugio, pero si tenemos en cuenta que sus TIR ya se hallan en mínimos sin precedentes, este segmento podría ser incapaz de registrar subidas de precios. Esto afectaría sobre todo a los bonos de mayor vencimiento, que incluso podrían ser objeto de ventas al introducirse políticas para estimular el crecimiento y la inflación.

Ante tal trasfondo, estoy convencido de que la renta variable —dada su prima de riesgo elevada respecto al efectivo y la deuda— es la clase de activos con más probabilidad de generar fuerte rentabilidades en el medio plazo.

De modo similar, las divisas y la deuda soberana de mercados emergentes ofrecen TIR atractivas, mientras que la mayoría de los bonos soberanos occidentales parecen sobrevalorados y vulnerables a caídas de precios en casi todos los entornos, a excepción de los más recesionarios.

 

Información importante:

El valor de los activos del fondo podrían tanto aumentar como disminuir, lo cual provocará que el valor de su inversión se reduzca o se incremente. Es posible que no recupere la cantidad invertida inicialmente.

Los puntos de vista expresados en este documento no deben considerarse como una
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Exclusivamente a inversores profesionales. Prohibida su posterior distribución. Ninguna otra persona o entidad debe utilizar la información contenida en el presente documento.

Este documento se distribuye únicamente a efectos informativos y no constituye oferta u ofrecimiento
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suscripciones en sus fondos de inversores residentes en Canadá. Promoción financiera publicada por
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Zest Capital se posiciona como la fintech más grande de Perú y anuncia la contratación de Adrien Verhée

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Foto cedida. ,,

Zest Capital, fintech peruana enfocada al segmento Wealth Management, ha superado los 65 millones de dólares de activos bajo administración y se confirma como un referente en notas estructuradas.

“Actualmente Zest se posiciona como la Fintech más grande de Perú, logrando superar los 65 millones de dólares en captación de recursos y líder en notas estructuradas dentro del país”, anunció a Funds Society Arthur Silva, gerente general de la firma.

La empresa acaba de incorporar a su equipo a Adrien Verhée, nuevo portfolio manager. Verhée fue hasta hace poco estratega de equity derivaties en la Societé Génerale, con sede en Londres, banco con el que trabajó desde 2014. Anteriormente, en 2013, trabajó cmo analista de equity en Natixis y en 2012 fue Fund Manager Assistant en BNP Paribas.

Adrien Verhée, CFA, estudió Economía y Finanzas en la Universidad de Paris Dauphine.

 

Perspectivas para 2020: crecimiento bajo, reducidos tipos de interés y baja inflación

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Wikimedia Commons. Perspectivas macro para 2020: entorno de bajo crecimiento, reducidos tipos de interés y baja inflación

Volatilidad, menor crecimiento, bancos centrales y tensiones comerciales son las cuatro palabras clave que se pueden encontrar en la mayoría de las previsiones que las gestoras están publicado estos días. Sin duda, el mensaje que tienen en común sus análisis es que sostienen que no habrá recesión a corto plazo, pero sí un menor crecimiento. Un mensaje que llevamos escuchando desde mitad de año y en el que hacen hincapié las gestoras para evitar que los inversores caigan en el pesimismo. 

El ciclo está avanzado, pero no eso no significa que para 2020 no vaya a haber crecimiento ni oportunidades de inversión. Según William Davies, director de inversiones para EMEA de Columbia Threadneedle Investments, el próximo año “amenaza con traer fuertes emociones”, desde el malestar social hasta las persistentes guerras comerciales, pasando por la agitación política y la volatilidad en el mercado.

“Creemos que la economía mundial seguirá creciendo a un ritmo más pausado y menos uniforme a escala regional. En este continuo entorno de bajo crecimiento, reducidos tipos de interés y baja inflación, tratamos de mantener el equilibrio en el estrecho camino entre los riesgos al alza, como una repentina aceleración del crecimiento, con los riesgos a la baja, entre los que se incluye la amenaza de una recesión más profunda. Nuestro enfoque global y nuestros análisis exhaustivos en un entorno de tales características nos sitúan en una buena posición para capear estas fluctuaciones macroeconómicas y de mercado”, argumenta Davies.

La inversión de la curva de tipos y lo que históricamente ha significado preocupa a las gestora, pero piden prudencia. Según explica Mark Holman, consejero delegado de TwentyFour AM (Vontobel AM), la inversión de la curva de tipos estadounidense entre dos y diez años se ha convertido rápidamente en “una noticia anticuada”, aunque hay algunas buenas razones por las que esta vez podría ser diferente y debemos seguir cuestionando la sabiduría convencional en este ciclo extraordinario.

“Históricamente, los grandes bancos comerciales estadounidenses han tomado esta reversión como una señal para reducir la concesión de préstamos, con el consiguiente endurecimiento de las condiciones financieras que conducen la economía a la recesión. Sin embargo, ahora que los bancos mantienen tanto capital y se les anima a conceder préstamos a lo largo del ciclo, puede que no sea tan urgente modificar las prácticas de préstamo a la primera señal de problemas. Los consejeros delegados de los bancos estadounidenses ciertamente no han cambiado de opinión, afirmando con frecuencia que creen que la economía de los Estados Unidos se mantiene en buena forma”, sostiene Holman.

Riesgos en el horizonte

Para Ariel Bezalel, responsable de estrategia del área de Renta Fija de la gestora Jupiter AM, cuesta pensar en algo que pueda dar impulso a la economía mundial en 2020. Por eso para el próximo año espera más de lo mismo: “Un crecimiento mundial exiguo, una política monetaria cada vez más expansiva y mayor riesgo político, mientras que las potentes fuerzas deflacionistas originadas por un mundo excesivamente endeudado, el envejecimiento demográfico y la disrupción tecnológica, siguen actuando en segundo plano”.

Entre los eventos que pueden mermar el crecimiento, las gestoras están teniendo en cuenta destaca Estados Unidos y sus tensiones comerciales con China, pero también hacia Estados Unidos y Europa. “En nuestra opinión, el retroceso del comercio mundial está provocando un cambio importante en la estructura del crecimiento, pero no apunta a una recesión total, especialmente en un momento de acumulación de políticas de relajación y se vislumbra un acuerdo parcial entre Estados Unidos y China. La combinación de las políticas monetaria y fiscal, un tema destacado en el futuro, puede ampliar aún más el ciclo actual. Aunque el ruido sobre las cuestiones relacionadas con el comercio será fuerte es poco probable que se produzca una escalada material, dadas las próximas elecciones americanas de 2020”, señalan Pascal Blanqué, director de inversiones Grupo Amundi y Vincent Mortier, director de inversiones adjunto Grupo Amundi.

Misma opinión comparte Neil Dwane, estratega global de Allianz Global Investors, quien sostiene  se esperan unos giros pronunciados de “apetito por el riesgo/aversión al riesgo”, como consecuencia de las elecciones en EE.UU., de la evolución del conflicto comercial y de la abundancia de liquidez inyectada por los bancos centrales; la gestión del riesgo será fundamental.

“Las amenazas para la oferta de petróleo, la preocupación que genera la seguridad alimentaria y la creciente competencia entre EE.UU. y China podrían crear riesgos adicionales para las carteras. Se recomienda seleccionar cuidadosamente las acciones estadounidenses más demandadas; analizar los valores europeos infravalorados y la deuda de mercados emergentes; pensar en inversiones alternativas para obtener una rentabilidad menos correlacionada; y proseguir la búsqueda de beneficios en un contexto de bajos rendimientos”, añade Dwane.

Protagonistas del 2020

Desde Ostrum Asset Management comparten la idea de que en el próximo año el plano político tendrá más relevancia que en 2019. Según la gestora, en lo que se refiere a las elecciones presidenciales que tendrán lugar en EE.UU. el 3 de noviembre de 2020, éstas apuntan a una amplia gama de opciones lo que indica que la sociedad es más dispar. Mientras tanto, en China el crecimiento estructuralmente más bajo y los acontecimientos que se desarrollan en Hong Kong, podrían afectar al poder de Xi Jinping. En europa, la nueva Comisión Europea tendrá que generar un nuevo ímpetu e impulsar una mayor cohesión si se quieren afrontar los efectos del conflicto de influencia entre los americanos y los chinos. Además consideran que Christine Lagarde jugará un papel clave en el impulse del momentum en Europa y su papel probablemente irá más allá de una mera misión de política monetaria.  

No solo Lagarde, los analistas de las gestoras coinciden en que los bancos centrales volverán a tener un papel relevante en 2020. “El papel de la política monetaria será ahora el de mantener una posición acomodaticia y frenar los riesgos para la economía, así que podemos esperar que los tipos de interés se mantengan bajos durante 2020” añade Philippe Waechter. Los bancos centrales no se verán amenazados por una inflación renovada y la volatilidad como indicador es simplemente un reflejo de las variaciones del precio del petróleo: dejando de lado este aspecto, la inflación subyacente permanecerá prácticamente plana. El dato en la zona euro ha estado fluctuando alrededor del 1% desde 2013 y esta tendencia manifiesta principalmente los ajustes en el mercado laboral y la disminución del poder de negociación de las clases medias”, afirma Philippe Waechter, economista jefe de Ostrum Asset Management.

Por último, los mercados emergentes volverán a ser un foco de atención. En opinión de Keith Wade, economista jefe de Schroders, se producirá una aceleración en la mayoría de los mercados emergentes, a medida que el comercio se recupere y la inflación siga estando limitada. “Tenemos perspectivas positivas para Brasil, ya que la reforma de las pensiones debería impulsar la confianza y fomentar la actividad económica. Por el contrario, la India se ve amenazada por algunos desafíos, en particular, por sus bancos. Esperamos ver una mejora por el respaldo de la acción gubernamental. En 2010, el gobierno se comprometió a duplicar el tamaño de la economía y los ingresos medios para 2020. Para alcanzar estos objetivos, las autoridades tendrán que garantizar al menos que el crecimiento se mantenga en el nivel simbólico del 6%. Es posible una mayor flexibilización de la política económica”, concluye Wade.

Poder adquisitivo: el soporte técnico en bonos con grado de inversión en euros

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Foto cedidaFoto: Tim Winstone, gestor de carteras de crédito empresarial en Janus Henderson Investors. Foto: Tim Winstone es gestor de carteras de crédito empresarial en Janus Henderson Investors

Tras una pausa de casi un año, el Banco Central Europeo (BCE) reinició sus compras de bonos corporativos en noviembre de 2019. Según explica Tim Winstone, gestor de cartera de deuda corporativa en Janus Henderson Investors, los factores técnicos impulsarán probablemente la demanda de bonos con grado de inversión denominados en euros.

Durante las tres primeras semanas, adquirió unos 4.600 millones de euros en bonos, elevando con ello las compras totales desde el arranque en junio de 2016 del programa de compras en el sector corporativo (Corporate Sector Purchasing Programme, CSPP) hasta los 182.000 millones de euros (a 22 de noviembre de 2019).

Gráfico

Resulta difícil determinar cuál será su impacto sobre los diferenciales (definidos como la diferencia existente entre el rendimiento de un bono corporativo y el de un bono soberano equivalente), en parte porque el BCE anunció el reinicio del programa en septiembre de 2019 y ya incluso antes existía el consenso de que el BCE estaba listo para actuar.

Podría argumentarse que su impacto sobre los precios ya se dejó notar en los meses previos a la reactivación. El diferencial sobre los bonos con grado de inversión en euros medido por el índice ICE BofAML Euro Corporate cayó de los 155 puntos básicos de comienzos de 2019 hasta el mínimo anual de 98 puntos básicos de 7 de noviembre de 2019, si bien después escaló hasta los 105 puntos básicos el 22 de noviembre(1). Aunque existen múltiples factores que explican los movimientos de los diferenciales, en lo referente a su reducción nunca viene mal contar con compradores no sensibles a los precios adquiriendo bonos en el mercado.

El universo de la deuda con grado de inversión en euros, medido por el índice ICE BofAML Euro Corporate, asciende a aproximadamente 2,6 billones de euros (1). El universo de bonos aptos para ser comprados en el CSPP del BCE es inferior, unos 600.000 millones de euros (2), ya que existe una serie de restricciones sobre el tipo de bonos que pueden adquirirse en el marco del programa.

Por ejemplo, los bonos deben ser emitidos por entidades no bancarias que estén radicadas en la zona euro. Los instrumentos de deuda deben estar emitidos en la zona euro y estar denominados en euros, además de contar con una calificación crediticia de BBB- (o equivalente) o superior y con vencimientos comprendidos entre seis meses y 31 años.

Lo que resulta destacable sobre las últimas compras es que el BCE abrió la posibilidad de adquirir activos con rendimientos inferiores al tipo de la facilidad de depósito (esto es, menores al -0,5%), por lo que los bonos con rendimientos negativos también resultan aptos.

Las empresas europeas no se han tenido reparos en sacar partido a esta situación. En los últimos años, se ha producido un incremento en la oferta neta de emisiones con grado de inversión en euros, ya que las empresas buscaban no solo refinanciarse a tipos más bajos, sino también emitir deuda mientras los costes por intereses son relativamente bajos y existe un comprador dispuesto en el mercado.

Pero las empresas europeas no han sido las únicas emisoras de deuda. Así, se ha asistido a un notable aumento de bonos denominados «reverse yankees», esto es, títulos emitidos en mercados de la zona euro por empresas con sede en EE. UU., ya que estas buscan tipos de financiación más reducidos o igualar los costes de financiación con fuentes de ingresos locales.

En conjunto, el mercado se encuentra en una situación de equilibrio razonable. Pese a que la oferta se ha recuperado, existe mucha demanda por esta clase de flujos, lo que está conteniendo los diferenciales. Dado que los rendimientos negativos son la tónica imperante en muchos bonos soberanos de la zona euro, los inversores están buscando bonos corporativos con grado de inversión en euros que ofrezcan algún rendimiento positivo, sin tener que asumir riesgos excesivos. Según se muestra en el gráfico a continuación, la inmensa mayoría de bonos corporativos con grado de inversión brindan rendimientos positivos, ya que solo un 16% del mercado de grado de inversión en euros presenta rendimientos negativos(3).

Gráfico

Habida cuenta de que los bonos corporativos con grado de inversión en euros cotizan con un diferencial medio de 105 puntos básicos, muy superior a sus mínimos de los últimos cinco años (74 puntos básicos en febrero de 2018), aunque ligeramente inferior a su media de cinco años de 114 puntos básicos, en Janus Henderson consideran que el mercado no está caro ni tampoco barato (1).

A su juicio, el interés de los inversores en los bonos corporativos con grado de inversión en euros probablemente continuará siendo elevado a la luz de los recelos que la perspectiva económica suscita, ya que las compras del BCE ofrecen una cierta red de seguridad al mercado.

 

Anotaciones:

(1) Fuente: Bloomberg, índice ICE BofAML Euro Corporate, OAS (diferenciales ajustados por opciones) de bonos soberanos a valor total de mercado, a 22 de noviembre de 2019.

(2) Fuente: Bloomberg Intelligence, a 30 de octubre de 2019.

(3) Índice ICE BofAML Euro Corporate, a 13 de noviembre de 2019

 

Información importante:

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Emitido por Janus Henderson Investors. Janus Henderson Investors es el nombre bajo el cual se proporcionan los productos y servicios de inversión por parte de Janus Capital International Limited (reg. n.º 3594615), Henderson Global Investors Limited (reg. n.º 906355), Henderson Investment Funds Limited (reg. n.º 2678531), AlphaGen Capital Limited (reg. n.º 962757), Henderson Equity Partners Limited (reg. n.º 2606646), (cada uno registrado en Inglaterra y Gales en 201 Bishopsgate, Londres EC2M 3AE y regulado por la Financial Conduct Authority) y Henderson Management S.A. (reg n.º B22848 en 2 Rue de Bitbourg, L-1273, Luxemburgo, y regulado por la Commission de Surveillance du Secteur Financier).

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Se inicia una nueva década en 2020: así se preparan los inversores para el futuro

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Foto cedida. Se inicia una nueva década en 2020: así se preparan los inversores para el futuro

A solo unas semanas de que se inicie una nueva década, los inversores se preparan para recibirla con su estrategia apuntando a los cambios demográficos, la automatización, los trastornos ambientales y la inversión sostenible como las megatendencias que trazarán el futuro.

El 2020 se avecina y frente a los nuevos desafíos la firma suiza de servicios financieros UBS publicó el informe “Investor Watch sobre el año que viene”, en el que explica que “los inversores sienten incertidumbre hoy pero son optimistas de cara al futuro”. UBS destaca que pese a un “confuso panorama geopolítico” actual los inversores se “sienten más confiados respecto a los profundos cambios que atisban en el horizonte” de los próximos 10 años, período en el que se pronostica que “los cambios demográficos tendrán grandes efectos”.

FF1Los millennials, la “mayor generación de EE.UU., rondarán los 50 años y los últimos baby boomers estarán jubilados”, agrega el informe sobre una década en la que además se estima que “la inteligencia artificial y la realidad virtual ya se hayan generalizado”.

Asimismo “la automatización afectará a la mano de obra. Los trastornos ambientales seguramente persistan, y la inversión sostenible será una importante tendencia (…) los inversores tienen la oportunidad de garantizarse que están bien posicionados de cara al futuro, un futuro que llegará antes de que nos percatemos”.

 

Impulsos a la rentabilidad en la próxima década

FF2Como parte de este informe se consultaron a cerca de 3.400 inversores con grandes patrimonios personales a nivel mundial, de los que el 69 % muestra optimismo “respecto a la rentabilidad de su cartera en la próxima década”, siendo Latinoamérica la región con el mayor porcentaje de optimistas (83 % frente al 65 % de Asia, por ejemplo).

Además, un 88 % de los inversores en el mundo (97 % específicamente en Latinoamérica) prevé adecuar sus carteras a las megatendencias de la próxima década, siendo las cinco más relevantes el envejecimiento de la población (87 %), la tecnología inteligente (86 %), mayor automatización (85 %), inteligencia artificial (85 %) y la disminución de los recursos naturales (82 %).

Sostenibilidad, una preocupación

En los próximos diez años la preocupación frente a la sostenibilidad medioambiental crecerá y los inversores se concentrarán en desafíos globales como el acceso a saneamiento, agua potable o atención sanitaria.

Con base a las consultas, UBS señala que se ha aumentado la asignación a inversión sostenible en los últimos cinco años y destaca el creciente interés por hacerlo en Latinoamérica (96 %), Europa, Oriente Medio y África (88 %), Asia (86 %) y EE.UU. (70 %). Además, son los inversores más jóvenes, aquellos de entre 18 y 34 años, los que están más interesados en la inversión sostenible que los de más edad (83 % frente al 30 % de los mayores de 51 años interesados).

Estrategia clara para la coyuntura inmediata

Ante la incertidumbre geopolítica actual y los desafíos que se aproximan en la nueva década “el 64 % de los inversores contempla la idea de incorporar acciones de calidad a sus carteras”, en tanto que “otros aumentarían la diversificación y el efectivo. De promedio, el efectivo ya representa un 25 % de los activos de los inversores”.

De otra parte, se estableció que existe “una clara correlación” entre la confianza del inversor y planificación. Un ejemplo de ello es que el 65 % de los inversores con un plan a largo plazo establecido “se muestran muy confiados en que lograrán sus metas, frente a solo un 51 % de los inversores sin plan”. Además, “ocho de cada 10 prevén consultar el impacto de las presidenciales estadounidenses con sus asesores”, se lee en el informe.

Cautela para el inicio de la década

Para el comienzo de la nueva década quedaron algunos vestigios de las principales inquietudes geopolíticas del 2019, ya que el 44 % de los inversores “está muy preocupado” por que la guerra comercial entre EE.UU. y China afecte a sus carteras en 2020, aunque también pesa el entorno político de su país (41 %) y las elecciones presidenciales en EE.UU. (37 %).

Teniendo en cuenta estos factores, el 79 % de los inversores considera que se avecina un periodo de mayor volatilidad, un 55 % cree que los mercados sufrirán un importante traspié en algún momento de 2020 y el 52 % no está seguro de que ahora sea buen momento para invertir. Además, un 72 % ve que el entorno de inversión es más problemático que hace cinco años y un 58 % que la rentabilidad de la inversión escapa más a su control.

Consolidación de soluciones de financiación innovadoras

Al margen de este análisis, puede agregarse que el desarrollo de soluciones innovadoras de financiación será otra de las grandes megatendencias en la nueva década de la mano del “boom” de las fintech y otras alternativas basadas en tecnología que están revolucionado el sector desde hoy. Un ejemplo de esta visión es la firma estadounidense FlexFunds, proveedor de vehículos de inversión versátiles y soluciones de gestión de activos para instituciones financieras y profesionales, que integra soluciones de tecnología pioneras para brindar alternativas de titulización de activos y ofrecer mayor distribución gracias a su relación comercial con más de 100 de las principales instituciones financieras de todo el mundo.

Para conocer más sobre cómo FlexFunds da acceso a mercados de capital globalmente, contáctalos en info@flexfunds.com o visita su web: www.flexfunds.com

Empresas unicornio: ¿los enemigos naturales de las compañías value?

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Pixabay CC0 Public Domain. Empresas “unicornio”: ¿los enemigos naturales de las compañías value?

En el sector financiero, el término unicornio hace referencia a las empresas de nueva creación que aún no cotizan en bolsa, pero que ya están valoradas en más de 1.000 millones de dólares. Hace una década solo existía un puñado de este tipo de empresas. Recientemente, el número se ha incrementado hasta alrededor de 500. Esto supone una verdadera plaga de unicornios. Pero ¿es un problema esta plaga?

El problema está en la estrategia de crecimiento de muchos “unicornios”. Para estas compañías la prioridad son las ventas. Por lo general, el crecimiento de sus ventas se logra mediante el agresivo aumento de la cuota de mercado. Dejan de lado la rentabilidad, que no juega ningún papel y es secundaria a la expansión en los mercados globales, a veces incluso durante décadas. Por ejemplo, la compañía de comercio electrónico Amazon – hoy en día la tercera empresa cotizada más cara del mundo- es considerado un modelo a seguir para muchas de estas empresas.

Si un unicornio entra en el mercado, hay consecuencias para las empresas ya establecidas. Un ejemplo es Uber, la multinacional del transporte colaborativo puso en jaque al negocio del taxi a nivel mundial. En su salida a bolsa en mayo de este año, Uber estaba valorada en 75.000 millones de dólares, aunque la propia empresa se preguntaba si alguna vez sería rentable.

Así las cosas, ¿cómo pueden otras compañías luchar contra los “ubers” y “amazons” del mundo si los nuevos contrincantes no están focalizados en tener beneficios? Es una batalla muy asimétrica. Es ahí donde vemos que radica una de las principales razones del desempeño increíblemente débil de las acciones de valor frente a las acciones de crecimiento. La distorsión estructural del mercado causada por los “unicornios” es enorme y afecta especialmente a los modelos de negocio de las acciones de valor.

¿Cuándo terminarán de dar escaso rendimiento las acciones de valor? Dado el éxito de los “unicornios”, esto no es tanto una cuestión de valoración. La pregunta más importante es: ¿Cuánto tiempo más estarán dispuestos los inversores a financiar un crecimiento no rentable a tan gran escala?  De momento, no parece que vaya a llegar el final de esta tendencia, pues las inversiones de miles de millones de dólares continúan fluyendo hacia este segmento.

Tribuna de Christian Schmitt, gestor senior de Ethenea.

Santander se compromete a ser neutro en carbono en 2020

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Pixabay CC0 Public Domain. Nordea AM lidera una iniciativa de interacción colaborativa para luchar contra la construcción de una central eléctrica de carbón en Vietnam

Santander ha anunciado su compromiso de ser neutro en carbono para 2020 mediante la compensación de todas las emisiones que genera en su actividad diaria. Según explica el banco, entre 2011 y 2018  ya redujo sus emisiones y su consumo de electricidad un 27% y un 36%, respectivamente.

Según informan desde la entidad, están haciendo un gran esfuerzo. de hecho, el 43% de la electricidad utilizada por Santander procede de fuentes renovables. La entidad se ha comprometido a que todo su suministro eléctrico provenga de energías renovables, en la medida de lo posible, de cara a 2025. Además, todas sus instalaciones contarán a partir de este año con la certificación ISO 14001, un estándar para diseñar y aplicar un sistema de gestión medioambiental eficaz en las empresas. Con esta y otras acciones, el banco prevé reducir sus emisiones en un 46% adicional entre 2019 a 2025.

“Santander es uno de los líderes en financiación de energía renovable en el mundo y vamos a ejercer nuestro papel en la lucha contra el cambio climático. El compromiso anunciado hoy es un paso importante. Solo podemos abordar el reto del cambio climático trabajando juntos con mayor ritmo y determinación”, afirmó Ana Botín, presidenta del Banco Santander.

Este esfuerzo por reducir las emisiones de carbono llega de la mano de las iniciativas de la entidad de contribuir a la transición hacia una economía verde. Tras lanzar su primer bono verde en octubre, el grupo se ha comprometido a movilizar 120.000 millones de euros en financiación verde de 2019 a 2025 y 220.000 millones de euros hasta 2030. Además, Santander se ha adherido al Compromiso Colectivo de Acción Climática, promovido por la Iniciativa Financiera del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP FI). Este compromiso requiere que sus firmantes establezcan y publiquen objetivos específicos por sector y basados en escenarios para alinear sus carteras con el Acuerdo de París sobre el cambio climático.