Pixabay CC0 Public Domain. Aviva Investors llega a un acuerdo de distribución con Capital Strategies Partners para España, Portugal, Brasil y Uruguay
Aviva Investors ha anunciado la formalización de su colaboración con Capital Strategies Partners para la venta de productos de inversión a clientes de España, Portugal, Brasil y Uruguay. Según el acuerdo alcanzado, Capital Strategies Partners centrará sus esfuerzos en la distribución de los productos de crédito, renta variable, liquidez, multiactivos y activos reales de Aviva Investors, a través de sus canales mayoristas e institucionales.
El acuerdo garantiza a Aviva Investors una cobertura geográfica completa de las regiones ibérica y latinoamericana, como complemento a su asociación actual con Excel Capital, que representa a Aviva Investors en mercados institucionales de Chile, Perú y Colombia.
Como consecuencia de esta colaboración, Charlie Jewkes, responsable del área de instituciones financieras globales en Aviva Investors, colaborará con Capital Strategies Partners en Brasil y Uruguay. Por su parte, el encargado de las operaciones en el sur de Europa de la empresa será Paolo Sarno, que se ocupará de la distribución de Capital Strategies Partners en España y Portugal. En cuanto a Capital Strategies Partners, Cristina Rubio, Pedro Costa Felix, Jorge Benguria y Agustín Mariatti serán los responsables de la división de ventas.
“Estamos encantados de poder embarcarnos en esta asociación con Capital Strategies Partners. Cuentan con una trayectoria de 20 años en la optimización de activos de gestores internacionales en estos mercados. Creo que este acuerdo supondrá un antes y un después para Aviva Investors y que podremos impulsar nuestros productos de inversión y ofrecerlos en algunos de los mercados más interesantes del mundo”, ha señalado Paolo Sarno, responsable del sur de Europa para Aviva Investors.
En su opinión, los actuales cambios macroeconómicos, socioeconómicos y normativos siguen alimentando el rápido avance de oportunidades para los gestores de activos internacionales del mercado ibérico y de toda esta región. “La coyuntura actual, que combina un aumento del patrimonio personal con algunas de las reformas de ahorro a largo plazo más previsoras, hace de la región un objetivo muy atractivo. Además, nuestra extensa experiencia como líder en inversión responsable nos permite ofrecer una plataforma ideal para asociarnos con clientes nuevos que empiezan a adoptar esta filosofía; algo que ya estamos empezando a ver”, ha añadido Sarno.
Por su parte, Daniel Rubio, director ejecutivo, Capital Strategies Partners, ha destacado que sus deseos de iniciar este proyecto y trabajar con Aviva Investors en algunos de sus mercados. “Estamos seguros de que será todo un éxito. La sólida oferta de inversión, gestión de activos y experiencia en seguros de Aviva Investors, junto con su posición de liderazgo en inversiones responsables, resultará muy atractiva para los clientes de estos mercados”, ha afirmado.
Con fuertes convicciones en torno a la inversión a largo plazo y de impacto, el grupo Edmond de Rothschild siempre ha sido un importante actor en el sector inmobiliario. Consciente de los profundos cambios sociales que influyen en este ámbito, el grupo se compromete a facilitar y financiar las grandes transformaciones del sector, con especial atención a la ordenación del territorio, el desarrollo de inmuebles nuevos y sostenibles, y a la renovación y optimización energética de los edificios obsoletos.
Edmond de Rothschild REIM se centra en dos tipos de oportunidades de inversión para generar impacto y rentabilidad consistente para sus clientes:fondos basados en convicciones con enfoque temático, sectorial o regional, apoyados por tendencias sociales, demográficas, ambientales y tecnológicas, y préstamos sindicados en los que participan varias entidades bancarias (club deals) y joint ventures que captan oportunidades de mercado y añaden valor mediante la aplicación de los conocimientos técnicos internos.
Adquisiciones estratégicas
Edmond de Rothschild ha desarrollado su negocio de gestión de inversiones inmobiliarias a través de una serie de adquisiciones estratégicas. Cleaveland se fundó en Francia en 2005 y fue adquirida por Edmond de Rothschild en 2016. Actualmente está dirigida por François Grandvoinnet. Cording Real Estate Group fue fundada en 2008 y fue adquirida también por Edmond de Rothschild en 2018. La compañía está dirigida por Rodney Bysh y cubre el Reino Unido, Alemania y el Benelux. Por último, la empresa suiza Orox fue creada en 2007 y colaboró con Edmond de Rothschild en el lanzamiento de varios fondos inmobiliarios en Suiza. Dirigida por Pierre Jacquot y Arnaud Andrieu, fue adquirida por Edmond de Rothschild en 2012.
Las entidades que ahora están bajo la dirección de Edmond de Rothschild Real Estate Investment Management (REIM) forman una red europea sólida y completa de nueve oficinas y 120 empleados, con un patrimonio inicial de 10.400 millones de euros bajo gestión y un importante potencial de crecimiento futuro.
Sus competencias incluyen la gestión de inversiones, la gestión de fondos y la gestión de activos/propiedades. Los vehículos de inversión del grupo incluyen oficinas, industria, logística y residencias, todos ellos con un fuerte compromiso de impacto e inversión responsable.
Pierre Jacquot, al frente
Pierre Jacquot ha sido nombrado CEO de la nueva unidad de negocio, junto con Arnaud Andrieu, que será director general adjunto, y Rodney Bysh como jefe de Desarrollo de Negocios. En paralelo, se han llevado a cabo otros nombramientos de alto nivel para reforzar su presencia en mercado local y las capacidades de inversión, al tiempo que se refuerza el nivel europeo.
Vincent Taupin, CEO de Edmond de Rothschild afirma: «Estamos convencidos de que el desarrollo del sector inmobiliario está reconfigurando nuestra sociedad y estamos dispuestos a desempeñar un papel clave en esta transformación. Nuestro objetivo es reforzar nuestra oferta de activos inmobiliarios y ofrecer los mejores servicios de gestión de inversiones inmobiliarias aprovechando lo que constituye nuestro ADN: convicciones sólidas, gestión activa y un enfoque local».
La Reserva Federal de Estados Unidos sorprendió el martes a los mercados con un recorte de 50 puntos básicos, situando la tasa en el rango del 1% al 1,25%. Pero todavía está por ver si conseguirá restaurar la confianza de los inversores. Tras el anuncio de la decisión de la Fed, la renta variable estadounidense cerró en números rojos en una jornada de mercado caracterizada por la volatilidad.
Los principales índices de la bolsa de Estados Unidos cayeron casi un 3%. El índice Dow Jones Industrial Average perdió 785,91, situándose en los 25.917,41 puntos a cierre, aunque subió unos 300 puntos durante la jornada. El S&P 500 se dejó 86,86 puntos, una pérdida del 2,8%, mientras que el índice NASDAQ Composite, cayó 268,08 puntos, cerrando en los 8.684,09.
Según indica Sonal Desai, responsable de inversiones en renta fija en Franklin Templeton, este ha sido un movimiento de emergencia que se ha producido fuera del calendario previsto de las reuniones del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de política monetaria. “En su comunicado, la Fed dijo que el recorte tiene como objetivo compensar por los riesgos en evolución del brote del coronavirus para la actividad económica, pero señaló que los fundamentos de la economía en Estados Unidos siguen siendo fuertes. El presidente Jerome Powell no relacionó directamente el recorte con los mercados financieros, pero está bastante claro que un cambio ha llegado a los mercados en las últimas semanas”, explica Desai.
En la opinión de Desai, este es un movimiento oportuno que debería apuntalar la confianza de los mercados financieros. “Los inversores esperaban una respuesta del banco central de Estados Unidos y la Fed se mostró lista para actuar con rapidez y decisión. La medida de la Fed también ayuda a compensar la decepción por la falta de voluntad del G7 para anunciar una respuesta política coordinada, aunque la declaración del G7 anunció que los gobiernos nacionales responderían individualmente”, agrega.
Aunque reconoce que un recorte en la tasa de interés solo puede tener una eficacia limitada contra el impacto negativo del coronavirus en la actividad económica, en cualquier caso, su impacto indirecto a través de la confianza y de los precios de los activos podría ser significativa.
“En mi opinión, la fuerte corrección en los precios de las acciones reflejó en gran medida unas valoraciones muy elevadas, por lo que no veo una reversión fácil. La Fed ha indicado que sigue participando en el juego, a pesar de la limitada eficacia de las políticas monetarias en el entorno actual, esperaría que se dieran nuevos movimientos de política si los datos subyacentes se deterioran.
Si bien los mercados han ignorado en gran medida el recorte de tasas en las primeras operaciones tras el anuncio, debería tener un impacto positivo en el sentimiento. Además, en el caso de que se contenga la propagación del covid-19, la economía se enfrentará a condiciones financieras sustancialmente más fáciles”, incide.
Por su parte, Diego Fernández Elices, director general de inversiones de A&G Banca Privada, cree que la reacción del mercado ante el recorte de tipos de la Fed ha sido muy negativa. “Se esperaba que se diera un recorte en la reunión del 18 de marzo y el hecho de haberla acelerado sólo genera dudas sobre la situación y alimenta el pánico y confirma, o bien que el impacto económico del virus puede ser mayor de lo inicialmente esperado, o que la Fed está más pendiente de la evolución de las bolsas. Históricamente, siempre que la Fed ha hecho una bajada de 50 puntos básicos la economía estadounidense ha entrado en recesión en los próximos trimestres”, comenta.
Desde el punto de vista de Fernández Elices, la reacción del mercado, con las bolsas subiendo en un principio para después caer fuertemente, pone en duda la efectividad de la llamada “put” de la Fed y de la fe ciega que el mercado venía teniendo en los bancos centrales. “Esperamos medidas adicionales en la próxima reunión que complementen esta bajada de tipos y también algún movimiento del resto de bancos centrales, si bien tienen una munición significativamente menor que la Reserva Federal”, añade.
En un tono más positivo, Bill Papadakis, estratega macro de Lombard Odier, considera que el momento del anuncio, la escala de la medida -ya que la Reserva Federal normalmente se mueve más de 25 puntos básicos en tiempos de crisis- y la unanimidad en el voto del comité envían una señal de que la Reserva Federal está decidida a actuar con prontitud y decisión antes de que el choque del coronavirus se transforme en un golpe arraigado a la confianza que podría plantear riesgos de recesión para la economía de los Estados Unidos.
“El abrupto endurecimiento de las condiciones financieras derivadas de la reacción del mercado a las recientes noticias relacionadas con el coronavirus estaba presionando a la Reserva Federal para que tomara medidas de relajación, y la decisión tomada por la Fed es claramente un movimiento en esa dirección.
Esta decisión, que se produce poco después de la declaración del G-7 en la que se expresaba el compromiso de los encargados de la formulación de políticas de utilizar todos los instrumentos adecuados para salvaguardar las economías contra los riesgos a la baja, es probable que sea uno de los varios anuncios de ese tipo que se hagan en las próximas semanas. Consideramos que la respuesta política es un factor clave para reducir la posibilidad de que el choque del coronavirus genere una dinámica recesiva en la economía mundial”, argumenta.
Más allá de la crisis del coronavirus…
Olivia Álvarez, analista de Monex Europe para España, indica que la persistente inversión de la curva de rendimientos de los bonos del tesoro desde inicios del año puede haber sido la señal de alarma para la Fed.
Históricamente, la inversión de esta curvas ha sido un infalible instrumento de predicción de futuras recesiones. Al replicar el modelo de probabilidad lineal que utiliza la Fed para inferir probabilidades de recesión a partir de esta señal, los resultados son notablemente alarmantes. El modelo señala que, basado en la agresiva actividad en el mercado de renta fija de las últimas semanas, la economía norteamericana enfrenta significativas probabilidades de recesión para febrero de 2021. La probabilidad de recesión estimada para la fecha es de un 35%, por encima del umbral de 30% a partir del cual el modelo predijo correctamente los anteriores episodios recesivos durante el medio siglo pasado.
Gráfico 1. El modelo de probabilidad lineal de la Fed, advierte sobre una posible recesión de la economía durante el próximo año.
A pesar de que esta metodología de predicción ha sido recientemente sometida a amplios cuestionamientos y otros fundamentos macroeconómicos norteamericanos aún no muestras señales visibles de ansiedad económica, el repentino movimiento de los tipos hoy denota una notable preocupación por parte de la Fed. Si bien el peligro de una eminente recesión no fuese el móvil central del ajuste, la agresiva demanda de los mercados por condiciones financieras menos agresivas sí lo es.
Ante una considerable caída de los rendimientos de los bonos y de los futuros de los fondos federales, de haberse mantenido en “modo neutro”, la Fed podría haber ocasionado de facto un ajuste restrictivo de las condiciones financieras de la economía y profundizar las probabilidades de recesión.
Este movimiento de emergencia de la Fed deja la puerta abierta a otros bancos centrales para seguir en línea con las políticas de estímulo en respuesta al shock económico derivado del coronavirus. Sin lugar a dudas, estos eventos consolidan la realización de una profecía varias veces advertida recientemente: la volatilidad de los mercados está de regreso y llegó para quedarse por un buen tiempo.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Yuting Liu. Foto: Yuting Liu
Como dijo Artemus Ward: «No es lo que no sabemos lo que nos trae problemas, es lo que creemos saber, pero en realidad no sabemos». Invertir es sencillo. Ya se trate del mercado de renta variable o renta fija, público o privado, los flujos de efectivo impulsan los precios de los activos. La vida, sin embargo, no es tan fácil. Y la inversión también resulta increíblemente difícil por la naturaleza no lineal del mundo.
Cuando los flujos de efectivo no están a la altura de las expectativas, los precios de los activos pueden descarrilarse. Por ejemplo, en la antesala de la crisis financiera, los inversores estaban convencidos de que los precios de la vivienda no podían descender. Y, por lo tanto, creían que los cientos de miles de millones de instrumentos de deuda titulizados respaldados por pagos mensuales de hipotecas eran dinero seguro. Ahora sabemos que no lo eran.
Pasemos al año 2020. La actual expansión económica mundial se está prolongando de manera excepcional, si bien ha generado una tasa de crecimiento por debajo de lo esperado. Pese a los 768 recortes de tipos acometidos, junto a un programa de expansión cuantitativa de más de 11 billones de dólares (cifra en aumento), la inflación sigue sin aparecer. En mi opinión, lo más destacado de esta situación es la fortaleza histórica de los beneficios corporativos en un entorno de deslucido crecimiento económico, una productividad excepcionalmente reducida y un crecimiento de los ingresos muy inferior a la media.
En este sentido, Estados Unidos se distingue de otros grandes mercados. Aunque esta es la expansión económica más larga, aunque más débil, desde la Guerra Civil americana, la capacidad de generación de beneficios se ha incrementado hasta alcanzar la notoria cifra del 13,3% anualizado, como se muestra en el gráfico 1 a continuación.
Como escribí en la edición de Strategist Corner de octubre de 2019, «Estas son las cuestiones que me quitan el sueño por las noches«, los jerarcas corporativos han empujado agresivamente los resultados financieros durante años. Parafraseando a Artemus Ward, deberíamos preguntarnos lo siguiente: ¿qué creemos saber sobre este ciclo de beneficios que quizás «no sabemos en realidad»?
Considerar la calidad de los beneficios
La comparación de los beneficios calculados conforme a los PCGA y los beneficios no acordes con los PCGA, como hacemos en el siguiente gráfico 2, puede ayudarnos a discernir qué sabemos y qué no.
Wall Street opta por los beneficios operativos no calculados según los PCGA (línea azul oscura), al considerar que reflejan mejor la rentabilidad de las operaciones comerciales habituales. Por lo general, estos datos excluyen los gastos y cargos no monetarios que se contabilizan en la cuenta de resultados. Podemos citar como ejemplos la depreciación de un activo, como una fábrica, o el fondo de comercio derivado de una adquisición.
Los PCGA, publicados por el Consejo de Normas de Contabilidad Financiera (FASB), son normas generales estandarizadas. Los beneficios acordes con los PCGA reflejan unos gastos no monetarios «extraordinarios», como la amortización o la cancelación de una mala inversión. Como es lógico, existe normalmente una diferencia entre los beneficios que se rigen o no por los PCGA. En este ámbito no hay sorpresas.
Ahora bien, como muestra el gráfico 2, a medida que este ciclo maduraba y los beneficios se fortalecían, el diferencial (representado por las barras azules) experimentó un aumento, en promedio. De hecho, los niveles arriba indicados son en torno a un tercio más elevados que los registrados en los últimos compases de la década de 1990. Esto implica que los beneficios durante la segunda mitad de este ciclo revelaron una calidad inferior, dado que los inversores ignoraron en gran medida el creciente número de impactos no monetarios «extraordinarios» en los beneficios. Siendo justos, parte de la brecha se puede explicar probablemente por la tecnología y el giro secular desde las inversiones físicas a las no físicas, como la propiedad intelectual.
Por qué la gestión activa es importante
Algunas compañías están adoptando acertadas decisiones de inversión entre bastidores, y la diferencia entre los beneficios declarados y los beneficios calculados según los PCGA resulta adecuada. En cambio, existen empresas cuya propuesta de valor se ha visto erosionada, y sus no muy competentes equipos de directivos adoptan decisiones equivocadas en materia de asignación de recursos. Esto ayuda a explicar por qué la esencia de la gestión activa radica en entender los fundamentales de sectores y empresas, determinar quién cuenta con poder de fijación de precios y quién no, y analizar los canales de distribución de los productos y servicios de las empresas para evaluar su viabilidad.
Habida cuenta de los elevados niveles de valoración actuales y la inusual duración de este ciclo de mercado (casi 12 años), cobra más importancia que nunca poder distinguir entre lo que es y lo que no es un gasto no monetario que debería excluirse de los beneficios declarados. Esa es la razón por la que creemos que la gestión activa podría ofrecer un mayor valor de cara al futuro del que ha brindado hasta ahora en este ciclo inusualmente homogéneo. Y esto empieza por distinguir lo ordinario de lo extraordinario.
Columna de Robert Almeida, gestor de carteras y estratega global de inversión en MFS Investment Management.
Pixabay CC0 Public Domain. Mirova, reconocida como una de las empresas vanguardia en cuestión de información medioambiental
Según subraya el segundo informe anual de fusiones y adquisiciones corporativas de Bain&Company, pese a que la volatilidad económica llevó a muchos directivos a adoptar una posición de recesión en 2019, la actividad de M&A terminó el año en una posición sorprendentemente fuerte.
En Europa y Asia, esta actividad “estuvo a la deriva” en la primera mitad del año antes de recuperarse. Mientras, Estados Unidos comenzó fuerte antes de estabilizarse. Si bien el número de operaciones de 2019 fue un 2% más bajo que los niveles de 2018, el valor final de las operaciones de fusiones y adquisiciones el año pasado alcanzó los 3,4 billones de dólares, según los datos de Dealogic incluidos en el informe.
“En línea con la tendencia europea, en España la actividad de M&A corporativo en 2019 fue también algo más baja que en el año anterior, destacando varias transacciones de gran volumen y el incremento de las operaciones de capital riesgo”, comenta Cira Cuberes, socia de Bain&Company en Madrid.
En el frente geopolítico, el informe destaca tanto el Brexit como las guerras comerciales que redujeron significativamente el apetito por acuerdos interregionales en un 31% durante los primeros nueve meses de 2019. Con este, ya son tres años consecutivos de bajada para el volumen de acuerdos interregionales.
Además, la preocupación con respecto a la efectividad del capitalismo en sí y, específicamente, el poder sin control de las grandes empresas tecnológicas, llevó a los reguladores a examinar estás operaciones con detalle. De hecho, los reguladores han expandido su escrutinio sobre las operaciones a asuntos más allá de la consolidación del mercado. Ahora también evalúan el impacto en el acceso a datos, el interés nacional y la competencia futura.
“A pesar de la desaceleración del crecimiento económico el año pasado, las condiciones de capital se mantuvieron favorables con los bajos tipos de interés. Esperamos que la interacción entre el crecimiento económico y el coste del capital continúe determinando el destino de los volúmenes de las operaciones en el próximo año”, subraya Cuberes.
Los scope deals (operaciones de alcance) aumentan
Las operaciones de alcance ahora representan aproximadamente el 60% de todas las operaciones estratégicas con un valor superior a los 1.000 millones de dólares (frente al 40% en 2015). La justificación fundamental para muchas operaciones se ha desplazado a una orientación de alcance, de entrada en líneas de negocios de crecimiento más rápido , así como para adquirir nuevas capacidades – digitales y de otro tipo – para fortalecer el negocio existente o impulsar la innovación.
“Las operaciones de fusiones y adquisiciones de alcance se han acelerado en los últimos cinco años en respuesta al entorno de bajo crecimiento y la disrupción en los modelos de negocio en varias industrias, especialmente en las de la salud, la tecnología y los productos de consumo”, destaca Andrei Vorobyov, coautor del informe y experto en fusiones y adquisiciones en Europa.
Esta tendencia se equilibró durante 2019, lo que indica, según Vorobyov que “muchos directivos están cambiando los modelos de negocio heredados, de éxito, pero de crecimiento más lento, a nuevos modelos generadores de crecimiento”. Además, esto añade a las empresas nuevas capacidades, especialmente digitales, como la experiencia del cliente omnicanal, la inteligencia artificial y el análisis de big data o robótica, para impulsar el crecimiento.
Al mismo tiempo, muchos sectores están alcanzando sus límites naturales de consolidación, lo que dificulta la aprobación de operaciones. Sin embargo, las operaciones de escala siguen “siendo una ruta comprobada para construir y extender una posición de liderazgo en las áreas de negocio elegidas”, afirma el informe. Asimismo, en otros sectores, como en el de los medios y en los de las telecomunicaciones, la disrupción digital en realidad está causando que las empresas unan fuerzas y usen su escala combinada para invertir en nuevas capacidades.
Cómo construir el mejor manual de estrategia de fusiones y adquisiciones
En su estudio, Bain&Company describe un enfoque para el desarrollo de capacidades de fusiones y adquisiciones que se adapta a los tiempos cambiantes:
Filtración de fusiones y adquisiciones: “las nuevas estrategias requieren una visión más amplia”, asegura el estudio. Por ello, un enfoque tradicional en el que se seleccionan objetivos dentro de un límite definido de una industria ya no es el adecuado en el entorno actual. “Los mejores compradores están rápidamente desarrollando capacidades de mayor ámbito de detección para identificar y monitorizar nuevas tecnologías y modelos de negocio en el mercado”, advierte el informe.
Auditoría (due diligence): Bain&Company destaca cómo los enfoques evolucionados aumentan las probabilidades de éxito. “La mayoría de las operaciones fallan al principio, en la fase de estudio y auditoría, y esto no ha cambiado, incluso si el mix de las operaciones lo ha hecho”, subrayan. No obstante, muchos compradores están mejorando sus probabilidades gracias a la participación de equipos interfuncionales, horizontes de auditoría mayores y una construcción de relaciones más sólida.
Integración: Las operaciones que buscan nuevas capacidades representaron alrededor del 20% de todas las transacciones por valor de más de 1.000 millones de dólares. En 2019 se registra una actividad constante de empresas que compran nuevas capacidades para fortalecer sus modelos de negocio existentes o para innovar. Se trata, según el informe, de una desviación importante de los enfoques tradicionales, ya que los compradores de éxito se centran desproporcionadamente en planes conjuntos de creación de valor, no en una integración funcional.
Desinversiones: una mayor preparación equivale a un mayor valor en las desinversiones.“No hay forma de invertir en nuevos motores de crecimiento sin desinvertir en negocios que ya no se ajustan a la agenda estratégica futura, pero tampoco hay razón para perder valor en el proceso”, remarca el informe. Por ello, las mejores empresas desinvierten sin demoras innecesarias y se preparan con anticipación para obtener su parte justa de valor. “Las desinversiones son una herramienta infrautilizada pero indispensable para la gestión de cartera de negocio, y sin ellas, las empresas no pueden realmente liberar el tiempo, el talento, la energía y el capital para invertir en nuevos negocios en crecimiento”
Aunque las operaciones de alcance han aumentado su cuota, el estudio refleja que las de escala siguen siendo una ruta comprobada para construir y extender una posición de liderazgo en áreas de negocio seleccionadas. “Queda por ver cómo la combinación de transacciones se desarrollará o cambiará en un escenario de desaceleración económica o recesión”, remarcan.
“Las compañías están sofisticando sus procesos de due diligence, ya que se aprecia cada vez más la importancia de estos procesos para el éxito de la transacción. En el caso de los fondos de capital riesgo, en ocasiones vemos cómo desde la etapa de due diligence se invierte tiempo en pensar en el plan de creación de valor de la compañía, en lugar de dejarlo para una etapa posterior una vez realizada la operación. Esto aumenta significativamente las probabilidades de generar valor”, asegura Cira Cuberes.
No obstante el informe remarca que “es probable que las empresas de más éxito sean aquellas expertas en el uso de fusiones y adquisiciones planificadas previamente, y de desinversiones para continuar fortaleciendo su posición en el mercado”.
Pixabay CC0 Public Domain. Recorte de emergencia de la Fed: ¿Le seguirán los bancos centrales de la región?
En los últimos días hemos visto a los mercados cayendo sin freno ante los temores causados por la propagación del coronavirus y a los expertos preguntándose si, también esta vez, los bancos centrales podrían salir al rescate, en una lucha sin cuartel dinero versus virus: pues bien, acaban de hacerlo. Tras un recorte del Banco Central de Australia por la mañana, la Reserva Federal estadounidense ha dado la sorpresa, con un recorte de tipos consecuencia directa de la crisis vírica.
Así, la Fed ha decidido aplicar un inesperado recorte del 0,5% en los tipos de interés para contrarrestar el impacto del coronavirus en los mercados y en la economía, hasta dejarlos en un rango de entre el 1% y el 1,25%. «Los fundamentos de la economía estadounidense siguen siendo fuertes. Sin embargo, el coronavirus plantea riesgos en la evolución de la actividad económica», ha dicho la autoridad. La decisión llega tras una reunión del G7 en la que sus miembros del mundo han mostrado su compromiso de utilizar todas las herramientas adecuadas para hacer frente a los riesgos ligados a la expansión mundial del virus.
Los mercados esperan más
El paso dado por la Fed ha llegado de forma inesperada si bien los expertos venían preguntándose, y esperando, que las autoridades monetarias también ayudaran en esta crisis. Y los mercados habían empezado a descontarlo, con fuertes caídas en los yields de bonos que sirven de refugio, como la deuda pública estadounidense o británica: “La parte corta de la curva también se ha derrumbado, con la rentabilidad del bono americano a dos años cayendo hasta el 0,75%, lo que implica claramente que el mercado de renta fija espera recortes de tipos de forma inminente”, explicaba Mark Holman CEO de TwentyFour AM boutique de (Vontobel AM).
“Es un movimiento algo sorprendente, aunque solo hasta cierto punto. La Fed había dado indicios de que iba a recortar tipos y, si iba a hacerlo, ¿para qué esperar hasta el 18 de marzo? Esta es una decisión que tiene mucho que ver la estabilización de los mercados y con apoyar de manera preventiva a la economía. En cuanto al volumen del recorte, el mercado había indicado claramente que estaba esperando una reducción de 50 puntos básicos (y está descontando un nuevo recorte igual a lo largo del año), así que la Fed estaba abocada a cumplir con las expectativas ejecutando un recorte contundente, en lugar de tener que volver a bajar tipos pronto si la primera decisión no fuera considerada como suficiente”, dicen Esty Dwek, Head of Global Strategy de Natixis IM Solutions (Natixis IM).
Y de hecho, los mercados piden más: “Los mercados de futuros en los tipos nos permiten juzgar con bastante precisión lo que los inversores están valorando con respecto a la actividad del banco central, y actualmente se indican tres recortes de 25 puntos básicos por parte de la Reserva Federal para finales de julio. Sin embargo, algunas empresas están pidiendo una acción más agresiva. Goldman Sachs espera recortes de 100 puntos básicos por parte de la Reserva Federal en total y un inminente recorte de 50 puntos básicos este mes”, indica el experto de TwentyFour AM.
¿Funcionarán las medidas?
Sin embargo, la clave es si las autoridades monetarias tienen realmente poder para luchar contra esta crisis: dinero contra virus. Para los expertos, el intento coordinado de los principales bancos centrales mundiales puede inyectar confianza en el sistema cuando más lo necesita, pero también advierten de que sus esfuerzos no pueden curar un virus y creen que las autoridades podrían quedarse pronto sin munición. “Debemos ser cautelosos con las acciones improvisadas de las autoridades, tanto en forma de estímulos monetarios como fiscales específicos”, dicen en TwentyFour AM.
Gonzalo de Cadenas-Santiago, director de análisis macroeconómico y financiero del Servicio de Estudios de Mapfre, también matiza sus efectos: “El recorte de tipos de la Fed no va a servir de mucho porque, más bien, debería garantizar un suelo en la caída del precio de los activos (y esto no se arregla con un recorte de tipos) y estar preparada para una potencial crisis de liquidez. El escenario del coronavirus y las reacciones de los mercados a este evento recuerda más al episodio del 11/9 que a la quiebra de Lehman. Esto es porque, fundamentalmente, es un shock de oferta que además afecta en segunda ronda al sector financiero. Como ocurrió el 11/9, lo que hay es un miedo real y una disrupción productiva y comercial que no se arregla bajando el precio del dinero, sino con mecanismos que ayuden a transitar el ‘impasse’ productivo y frenen la caída del valor de los activos a nivel global, especialmente los más ilíquidos”, indica.
«Es evidente que la Reserva Federal está alarmada directamente por los riesgos que plantea el coronavirus, pero también lo está de forma indirecta por el pánico que se apoderó de los mercados financieros la semana pasada. Si no se controla, esta explosión de tensión financiera podría haber amenazado el ciclo. Este paso que ha dado la Fed debería proporcionar cierta comodidad a los mercados, impulsar a las personas con préstamos y ayudar a mantener la confianza”, dice James McCann, Senior Global Economist de Aberdeen Standard Investments. Pero advierte: “Esto no es una panacea. Recortar los tipos en una situación como la actual es una herramienta bastante contundente y realmente sería deseable que se combinara con la intervención de los gobiernos. Actuando ahora, la Fed se arriesga a dar a los gobiernos todas las excusas que necesitan para no tomar medidas», añade.
«Si bien la relajación de la política monetaria ayuda al sentimiento, los bancos centrales no deberían actuar de manera aislada: los gobiernos deberían intervenir con medidas fiscales oportunas y bien diseñadas, apoyando a las economías que tienen problemas no solo por el virus en sí, sino también por la toma de medidas preventivas que, en algunos casos, han detenido su actividad productiva», defienden también en este sentido en Fidelity International, donde Anna Stupnytska, directora de macro global, cree que, a raíz de este movimiento por parte de la Fed (y también del banco central australiano), es probable que otros bancos centrales sigan su ejemplo de manera coordinada.
¿Qué harán los demás bancos centrales?
“Creemos que otros bancos centrales secundarán a la Fed, reduciendo tasas o agregando liquidez y brindando así un apoyo adicional a los mercados. Dicho esto, los riesgos a la baja para la economía permanecen, ya que el brote aún se está extendiendo y los temores respecto al crecimiento persisten”, advierten en Natixis IM Solutions.
En el caso del BCE, el experto de Mapfre prevé que, por el momento, la institución garantizará mayor volumen de compras y una pausa en la revisión de la estrategia que anunció su presidente.
Keith Wade, economista jefe de Schroders, prevé que “China también recorte los tipos de referencia en 2020 y que el BCE mantenga el recorte de la tasa de depósitos (-0,50% a -0,60%) durante el segundo trimestre”. Desde la gestora creen que “el impacto a corto plazo del coronavirus es significativo y en gran parte debido a esto estamos reduciendo nuestra previsión de crecimiento global en 2020 al 2,3% desde el 2,6%. Tal resultado haría que este año fuera el más débil desde 2009, el punto álgido de la crisis financiera mundial”.
Desde Itaú Chile no descartan que se otros bancos centrales, no solo del mundo desarrollado, si no de economías emergentes adopten medidas similares. Así, «la decisión de hoy aumenta de manera importante la probabilidad de ocurrencia de nuestro escenario, que prevé que el Banco Central de Chile recortaría en 50 pb la TPM hasta 1,25% en los próximos meses», afirman. Esta misma opinión es compartida por BCI Estudios que añade que esta decisión «abre espacio para nuevas bajas hacia la segunda parte del año”.
En México, los analistas de Bx+ consideran «revisar a la baja nuestro estimado para la tasa objetivo, dado que el anuncio de hoy en EE.UU. da mayor margen de maniobra a Banxico y es posible que replique este movimiento… Actualmente, vemos altamente probable que Banco de México emprenda un ritmo de relajamiento de la postura monetaria más acelerado a lo que originalmente previmos. Con ello, hemos decidido poner en revisión nuestro estimado de cierre de año para la tasa objetivo (6,75%), posiblemente a un rango de entre 6,00–6,50%, sujeto a la evolución de la inflación y su balance de riesgos».
La compensación en todos los niveles del personal de los RIA ha aumentado sustancialmente desde 2014, de acuerdo con el Informe de Compensación RIA 2019 de Charles Schwab.
El estudio destaca que la compensación media, incluida la participación en las ganancias, para los gestores de cuentas y relaciones con clientes senior aumentó de 200.000 dólares en 2014 a 231.000 dólares en 2018, un aumento del 16%, según los datos recopilados de 984 RIAs.
«La compensación es un gasto enorme y es importante la forma en que una empresa lo aborda», dijo Lisa Salvi, vicepresidenta de consultoría de negocios y educación en Schwab Advisor Services, añadiendo que “a los empleados les gusta sentir que hay oportunidades de crecimiento [para ellos y para la empresa]. La compensación y la cultura de la empresa son dos partes del rompecabezas que pueden incentivar el comportamiento que conduce a una empresa saludable».
El informe también señaló que más del 60% de todos los empleados en roles de inversión reciben un pago basado en el rendimiento. Además, un tercio de los administradores de inversiones y carteras y el 14% de los planificadores financieros tienen cierto grado de propiedad de la empresa. El 29% de las empresas recompensa a los asesores por atraer nuevos clientes y por aumentar la participación en la cartera de los clientes existentes.
«El éxito del RIA es impulsado por el personal que sirve efectivamente a los clientes y construye relaciones sólidas», según el informe. «Recompensar y desarrollar los mejores talentos son principios fundamentales que ayudan a construir firmas duraderas».
La compensación es particularmente importante porque en 2018, el 42% de las empresas reclutaron empleados de otras RIA para cubrir puestos vacantes, y el 73% de las empresas de reclutamiento ofrecieron participaciones en la empresa a estos nuevos integrantes.
46% de los gerentes senior de cuentas y relaciones con clientes tenían acciones en sus empresas en 2018, frente al 38% cuatro años antes. Sin embargo, la propiedad de capital para los administradores de la cartera de inversiones disminuyó del 36% al 33% durante el mismo período de tiempo.
Beneficios como el seguro de salud son vitales para las operaciones de la mayoría de las empresas, según el informe. Para las empresas con entre 250 millones y 500 millones de dólares en AUM, el 90% proporciona seguro de salud, el 55% proporciona seguro dental y el 39% proporciona seguro de visión. Los porcentajes aumentan para las tres coberturas a medida que aumentan los AUM para las empresas.
Los costos medios de compensación para las empresas con más de 250 millones de dólares en AUM representan el 71% de los ingresos de la empresa.
“Estos datos pueden ayudar a los líderes de las empresas a asegurarse de que se están preparando para el éxito. Es particularmente útil cuando se contrata para un nuevo puesto dentro de la empresa ”, agregó Salvi. “La demanda de talento aumenta a medida que las empresas crecen. Tres de cada cuatro empresas dijeron que están contratando y eso puede ser un desafío”.
En el estudio de este año, 984 empresas participaron en la parte de compensación, lo que representa tres cuartas partes de los que participaron en el estudio general (1.310 empresas). La parte de compensación incluye datos de 11.000 empleados en 27 funciones. Puede consultar el estudio en este link.
En los últimos días hemos visto a los mercados cayendo sin freno ante los temores causados por la propagación del coronavirus y a los expertos preguntándose si, también esta vez, los bancos centrales podrían salir al rescate, en una lucha sin cuartel dinero versus virus: pues bien, acaban de hacerlo. Tras un recorte del Banco Central de Australia por la mañana, la Reserva Federal estadounidense ha dado la sorpresa, con un recorte de tipos consecuencia directa de la crisis vírica.
Así, la Fed ha decidido aplicar un inesperado recorte del 0,5% en los tipos de interés para contrarrestar el impacto del coronavirus en los mercados y en la economía, hasta dejarlos en un rango de entre el 1% y el 1,25%. «Los fundamentos de la economía estadounidense siguen siendo fuertes. Sin embargo, el coronavirus plantea riesgos en la evolución de la actividad económica», ha dicho la autoridad. La decisión llega tras una reunión del G7 en la que sus miembros han mostrado su compromiso de utilizar todas las herramientas adecuadas para hacer frente a los riesgos ligados a la expansión mundial del virus.
De hecho, el Banco Central de Australia se convirtió horas antes en el primer banco central en salir al rescate, recortando los tipos de interés en 25 puntos básicos hasta un mínimo histórico del 0,5% e indicando un sesgo hacia una mayor relajación.
Los mercados esperan más
El paso dado por la Fed ha llegado de forma inesperada si bien los expertos venían preguntándose, y esperando, que las autoridades monetarias también ayudaran en esta crisis. Y los mercados habían empezado a descontarlo, con fuertes caídas en los yields de bonos que sirven de refugio, como la deuda pública estadounidense o británica: “La parte corta de la curva también se ha derrumbado, con la rentabilidad del bono americano a dos años cayendo hasta el 0,75%, lo que implica claramente que el mercado de renta fija espera recortes de tipos de forma inminente”, explicaba Mark Holman CEO de TwentyFour AM boutique de (Vontobel AM).
“Es un movimiento algo sorprendente, aunque solo hasta cierto punto. La Fed había dado indicios de que iba a recortar tipos y, si iba a hacerlo, ¿para qué esperar hasta el 18 de marzo? Esta es una decisión que tiene mucho que ver la estabilización de los mercados y con apoyar de manera preventiva a la economía. En cuanto al volumen del recorte, el mercado había indicado claramente que estaba esperando una reducción de 50 puntos básicos (y está descontando un nuevo recorte igual a lo largo del año), así que la Fed estaba abocada a cumplir con las expectativas ejecutando un recorte contundente, en lugar de tener que volver a bajar tipos pronto si la primera decisión no fuera considerada como suficiente”, explica Esty Dwek, Head of Global Strategy de Natixis IM Solutions (Natixis IM).
“A pesar de la escasa visibilidad sobre el impacto económico del COVID-19, contamos con bancos centrales y gobiernos estimulando la economía, cuando a finales del 2018 se esperaba lo contrario”, indican en A&G, donde confían en la actuación de las autoridades, creen que el mercado ha sobre reaccionado y ven oportunidades interesantes.
Y de hecho, los mercados piden más: “Los mercados de futuros en los tipos nos permiten juzgar con bastante precisión lo que los inversores están valorando con respecto a la actividad del banco central, y actualmente se indican tres recortes de 25 puntos básicos por parte de la Reserva Federal para finales de julio. Sin embargo, algunas empresas están pidiendo una acción más agresiva. Goldman Sachs espera recortes de 100 puntos básicos por parte de la Reserva Federal en total y un inminente recorte de 50 puntos básicos este mes”, indica el experto de TwentyFour AM.
¿Funcionarán las medidas?
Sin embargo, la clave es si las autoridades monetarias tienen realmente poder para luchar contra esta crisis: dinero contra virus. Para los expertos, el intento coordinado de los principales bancos centrales mundiales puede inyectar confianza en el sistema cuando más lo necesita, pero también advierten de que sus esfuerzos no pueden curar un virus y creen que las autoridades podrían quedarse pronto sin munición. “Debemos ser cautelosos con las acciones improvisadas de las autoridades, tanto en forma de estímulos monetarios como fiscales específicos”, dicen en TwentyFour AM.
“Es una herramienta que no había sido utilizada desde 2008 y llega tras un empeoramiento del escenario macroeconómico mundial debido al coronavirus”, indica Ranko Berich, jefe de análisis de Monex Europe. “Con el mundo enfrentado un shock macroeconómico de proporciones históricas, el FOMC ha decidido que el mercado tiene la razón, y la economía estadounidense necesita un apoyo monetario significativo para contener el shock”, añade, explicando que el alcance del recorte significa que el coronavirus está provocando consecuencias peores a las que se anticipaban (empezando por la fuerte volatilidad de los mercados). El experto, que cree que la Fed ha dejado ahora el testigo en otros bancos centrales para que relajen sus políticas de forma agresiva, advierte del peligro de quedarse sin munición demasiado pronto en esta crisis: “Con los bancos centrales utilizando sus principales herramientas de política monetaria tan pronto, hay ahora un riesgo de que si el virus no se contiene en la primera mitad del año, la política monetaria se habrá quedado sin munición”.
Para Ariel Bezalel, responsable de estrategia del área de Renta Fija de la gestora Jupiter AM,“habrá una recesión económica antes de que el «dinero del helicóptero» venga al rescate”.
Andrew Mulliner, gestor del equipo de renta fija de Janus Henderson, cree que la Fed actuará para apoyar la economía y el funcionamiento de los mercados de la manera que pueda, pero, matiza, mientras su apoyo es un requisito para calmar a los mercados, la realidad sigue siendo que reducir la extensión del coronavirus está lejos de ser cierto. “Con los titulres de una escuela cerrada en Nueva York este mediodía, estamos lejos de ser capaces de ver todo claro en la actividad económica. La realidad es que podría conjugarse un shock de oferta (debido a la disrupción de las cadenas de oferta con links en China) con un shock de demanda (cancelación de eventos, viajes, consumo en general) y ello requeriría de medidas más dramáticas para contener el virus. En este escenario, el recorte de tipos no será malo, pero tampoco suficiente para evitar una mayor disrupción económica”, advierte.
Mike LaBella, responsable de estrategia de inversión de QS Investors, filial de Legg Mason, se muestra crítico: “La medida emprendida por la Fed, si bien audaz, probablemente resulte prematura», dice, y cree que resulta poco probable que la política monetaria cure el coronavirus: «La flexibilización tendrá un efecto positivo en la confianza a corto plazo, pero hasta que las tasas de contagio no alcancen su punto álgido, debemos esperar una continuidad de la incertidumbre y la volatilidad. Aunque el efecto del recorte sorpresa de la Fed en los mercados es incierto, lo que es seguro es que la ya reducida capacidad de la Fed para hacer frente a la siguiente recesión ha menguado hoy un poco más», añade. Por último, critica, «cualquier solución para esta epidemia probablemente deba aplicarse a escala mundial»: «Tras la crisis financiera, los distintos países del mundo se unieron y aplicaron medidas coordinadas. Si bien la declaración del G7 entrañaba el compromiso de responder de forma adecuada, el movimiento de hoy por parte de la Fed parece ser unilateral y podría ser una medida que responde a los tiempos en que vivimos. Una menor confianza en las instituciones internacionales y una respuesta mundial menos coordinada cuando probablemente más lo necesitamos”.
Gonzalo de Cadenas-Santiago, director de análisis macroeconómico y financiero del Servicio de Estudios de Mapfre, también matiza sus efectos: “El recorte de tipos de la Fed no va a servir de mucho porque, más bien, debería garantizar un suelo en la caída del precio de los activos (y esto no se arregla con un recorte de tipos) y estar preparada para una potencial crisis de liquidez. El escenario del coronavirus y las reacciones de los mercados a este evento recuerda más al episodio del 11/9 que a la quiebra de Lehman. Esto es porque, fundamentalmente, es un shock de oferta que además afecta en segunda ronda al sector financiero. Como ocurrió el 11/9, lo que hay es un miedo real y una disrupción productiva y comercial que no se arregla bajando el precio del dinero, sino con mecanismos que ayuden a transitar el ‘impasse’ productivo y frenen la caída del valor de los activos a nivel global, especialmente los más ilíquidos”, indica.
«Es evidente que la Reserva Federal está alarmada directamente por los riesgos que plantea el coronavirus, pero también lo está de forma indirecta por el pánico que se apoderó de los mercados financieros la semana pasada. Si no se controla, esta explosión de tensión financiera podría haber amenazado el ciclo. Este paso que ha dado la Fed debería proporcionar cierta comodidad a los mercados, impulsar a las personas con préstamos y ayudar a mantener la confianza”, dice James McCann, Senior Global Economist de Aberdeen Standard Investments.Pero advierte: “Esto no es una panacea. Recortar los tipos en una situación como la actual es una herramienta bastante contundente y realmente sería deseable que se combinara con la intervención de los gobiernos. Actuando ahora, la Fed se arriesga a dar a los gobiernos todas las excusas que necesitan para no tomar medidas», añade.
«Si bien la relajación de la política monetaria ayuda al sentimiento, los bancos centrales no deberían actuar de manera aislada: los gobiernos deberían intervenir con medidas fiscales oportunas y bien diseñadas, apoyando a las economías que tienen problemas no solo por el virus en sí, sino también por la toma de medidas preventivas que, en algunos casos, han detenido su actividad productiva», defienden también en este sentido en Fidelity International, donde Anna Stupnytska, directora de macro global, cree que, a raíz de este movimiento por parte de la Fed (y también del banco central australiano), es probable que otros bancos centrales sigan su ejemplo de manera coordinada.
¿Qué harán los demás bancos centrales?
“Creemos que otros bancos centrales secundarán a la Fed, reduciendo tasas o agregando liquidez y brindando así un apoyo adicional a los mercados. Dicho esto, los riesgos a la baja para la economía permanecen, ya que el brote aún se está extendiendo y los temores respecto al crecimiento persisten”, advierten en Natixis IM Solutions.
En el caso del BCE, el experto de Mapfre prevé que, por el momento, la institución garantizará mayor volumen de compras y una pausa en la revisión de la estrategia que anunció su presidente.
Keith Wade, economista jefe de Schroders, prevé que “China también recorte los tipos de referencia en 2020 y que el BCE mantenga el recorte de la tasa de depósitos (-0,50% a -0,60%) durante el segundo trimestre”. Desde la gestora creen que “el impacto a corto plazo del coronavirus es significativo y en gran parte debido a esto estamos reduciendo nuestra previsión de crecimiento global en 2020 al 2,3% desde el 2,6%. Tal resultado haría que este año fuera el más débil desde 2009, el punto álgido de la crisis financiera mundial”.
«La decisión de la Fed, que se produce poco después de la declaración del G-7 en la que se expresaba el compromiso de los encargados de la formulación de políticas de utilizar todos los instrumentos adecuados para salvaguardar las economías contra los riesgos a la baja, es probable que sea uno de los varios anuncios de ese tipo que se hagan en las próximas semanas. Consideramos que esa respuesta política es un factor clave para reducir la posibilidad de que el choque del coronavirus genere una dinámica recesiva en la economía mundial», añade Bill Papadakis, estratega macro de Lombard Odier.
Global Advisor Group, un RIA con sede en Reston, Virginia, que gestiona 610 millones de dólares en activos de clientes, se ha unido a Private Advisor Group, la oficina más grande de LPL Financial.
El equipo, que hasta ahora trabajaba con Raymond James Financial Services en un suburbio de Washington, D.C., fue fundado por el veterano de la industria y CEO James Barnette y se compone por 22 miembros que incluyen a 14 asesores financieros con licencia, muchos de los cuales tienen las designaciones CFP y CFA, así como asociados de servicio al cliente.
«Creemos que la asociación con Private Advisor Group, combinada con las capacidades innovadoras de LPL, nos ayudará a continuar elevando el servicio a nuestros clientes y crear oportunidades futuras para hacer crecer la práctica y expandirse a nuevos mercados», dijo Barnette, en un comunicado.
Global Advisor Group brinda servicios de planificación financiera y gestión de patrimonios a clientes de alto patrimonio, instituciones internacionales, educadores y administradores, y dueños de negocios en los Estados Unidos y en 106 países de todo el mundo.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Wagner Machado Carlos Lemes
. Wagner Machado Carlos Lemes
Con cuatro, tres, uno y un fondos de UBS, Pictet, GSAM y Fidelity, respectivamente, sumados al uno de Vanguard (para tener siete) y uno de AllianceBernstein (que lo lleva a cuatro), son once nuevos fondos los que se incorporaron a la lista de fondos mutuos internacionales en los que las afores pueden invertir.
Hasta ahora han sido Investec, que cuenta con cinco fondos en la lista, y Morgan Stanley, con tres fondos, los que han recibido recursos por parte de una afore, en este caso, de Afore SURA.
En total son ya 80 fondos de 18 gestoras entre los que las afores pueden elegir. La lista es liderada por Amundi que con 15 fondos casi duplica al segundo y tercer lugar, ocupados por Schroders y Vanguard.