Con el brote de COVID-19, la comunicación entre el inversionista y el asesor en EE.UU. aumentó casi un 50%

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De acuerdo con datos de AdvisorStream, la demanda de los inversores por comunicación con sus asesores aumentó un 47% en marzo desde febrero, lo que, de acuerdo con la firma, subraya el deseo de un contacto más estrecho entre asesores y clientes al tiempo que la pandemia relacionada con el COVID -19 se expandió por los mercados mundiales.

«Los inversores quieren hechos, no miedo», dice el CEO y cofundador de AdvisorStream, Kevin Mulhern. La investigación de AdvisorStream revela que los inversores desean un contacto personalizado constante y frecuente con sus asesores en tiempos de crisis, con el correo electrónico como medio preferido ante la incapacidad actual de reunirse en persona, y el tiempo significativo que toma llamar a los clientes frecuentemente.

«El volumen de comunicación electrónica entre asesores e inversores durante marzo no tiene precedentes en la plataforma AdvisorStream», señalan.

En marzo, AdvisorStream entregó digitalmente casi 4 millones de campañas de comunicación para inversores, más de 500,000 desde febrero. El aumento en la demanda de los inversores se atribuye en gran parte a los crecientes temores sobre el impacto de la pandemia en los planes de jubilación y la creciente ansiedad que continúa afectando la economía.

«Con la creciente incertidumbre diaria, los asesores están dando un paso más valiente que nunca para aclarar, iluminar y liderar la conversación», dice Mulhern.

De los casi 120 millones de artículos, comentarios, videos e infografías de AdvisorStream enviados durante el período de seis meses que finalizó el 31 de marzo, más de 22 millones fueron enviados en marzo.

«La comunicación es clave. Los inversores están más inclinados a dejar un asesor por falta de comunicación que por un mal asesoramiento financiero», dice Mulhern. «La comunicación, en cualquier forma, de los asesores es un salvavidas para los inversores en tiempos volátiles».

Si bien los asesores están centrados en la retención del cliente durante la volatilidad, Mulhern dice que también ha habido un pico equivalente (38,9%) en los prospectos conseguidos para los asesores a través de la plataforma durante el mismo período. «Parece que hay una oportunidad en la crisis. Potencialmente, algunos clientes quieren cambiarse, y otros inversores que nunca han tenido un asesor ahora se dan cuenta de que necesitan orientación», concluye.

Ana Botín se une al grupo de asesores externos creado por el FMI ante los desafíos del COVID-19

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Foto cedidaAna Botín, presidenta de Santander. . Ana Botín se une al grupo de asesores externos creado por el FMI ante los desafíos del COVID-19

Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), ha convocado un grupo asesor externo para analizar y abordar los desafíos que el COVID-19 está generando en la economía global. Este grupo está formado por doce asesores provenientes del ámbito económico y empresarial público y privado.

Según ha explicado la institución, el objetivo es aprovechar la experiencia de este “eminente grupo”, en el que participa Ana Botín, presidenta de Santander. Este grupo asesor externo ofrecerá una perspectiva y análisis de los principales acontecimientos respecto al COVID-19, así como las medidas políticas y económicas tomadas para limitar su impacto.

“Incluso antes de la propagación del coronavirus y de las dramáticas perturbaciones sanitarias, económicas y financieras que ha traído consigo, los miembros del FMI ya se están enfrentando a un mundo que cambia con rapidez y que presenta complejas cuestiones políticas. Para prestar un buen servicio a nuestros miembros en este contexto, necesitamos aportaciones y conocimientos técnicos de primera clase y ampliar nuestras fuentes, tanto de dentro como de fuera del FMI”, ha explicado Georgieva sobre el motivo de la creación de este grupo asesor externo. 

Los miembros de este grupo son:

  • Ngozi Okonjo-Iweala, ex Ministra de Finanzas de Nigeria
  • Tharman Shanmugaratnam, Ministro Principal de Singapur y Presidente de la Autoridad Monetaria de Singapur
  • Kristin Forbes, profesora del Instituto de Tecnología de Massachusetts
  • Kevin Rudd, ex Primer Ministro de Australia
  • Mark Malloch Brown, ex vicesecretario general de las Naciones Unidas
  • Feike Sijbesima, presidente honorario de DSM y ex CEO de Royal DSM
  • Raghuram Rajan, profesor de la Universidad de Chicago
  • Ana Botín, presidenta ejecutiva del Grupo, Santander
  • Carmen Reinhart, profesora de la Universidad de Harvard
  • Mohamed A. El-Erian, asesor económico principal de Allianz
  • Scott Minerd, director de inversiones de Guggenheim Investments
  • Nyaradzayi Gumbonzvanda, presidenta de Ayuda en Acción International

La primera reunión de este grupo se celebró el pasado viernes durante la cual “se mantuvo un dinámico debate para conocer los puntos de vista de los asesores y escuchar sus opiniones sobre nuestras ideas”, apunta Georgieva. El objetivo es que el grupo de asesores externos se reúna varias veces al año con la directora generante de FMI, así como con los subdirectores gerentes y los directores de diversos departamentos del FMI.

Inversión ESG: una apuesta segura a largo plazo incluso en tiempos de COVID-19

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Pixabay CC0 Public Domain. La inversión ESG: una apuesta segura a largo plazo incluso en tiempos de coronavirus

La crisis del coronavirus y su impacto en los mercados están poniendo a prueba la inversión sostenible y bajo criterios ESG que tanta fuerza ha tenido durante los últimos años. La inversión ESG es una realidad, no una tendencia, y ahora le toca pasar su primera gran prueba de fuego: una crisis global. 

Según un análisis realizado por Afi, firma española de asesoramiento, consultoría y formación en ámbito de las finanzas, en términos de rentabilidad, se observa, cómo tanto a nivel global como en las diferentes zonas geográficas (Estados Unidos, Europa y Economías Emergentes), los índices sostenibles presentan unas menores minusvalías que los índices tradicionales. Durante las últimas semanas, “las bolsas globales llegaban a sufrir caídas superiores al 30%, incluso del 40% en algunos casos, desde los máximos alcanzados en febrero de este mismo año. Sin embargo, en el universo de la renta variable, destacaba el comportamiento diferencial de aquellas compañías con características sostenibles, es decir, aquellas empresas con un perfil de sostenibilidad robusto desde el punto de vista ambiental, social y de gobierno corporativo (ESG)”, explican. 

Esta misma certeza tienen las gestoras. Desde Schroders apuntan que, hasta el momento, los datos son alentadores. Por ejemplo, un análisis realizado por BofAML revela que el 20% de las acciones con mejor calificación ESG han superado al mercado estadounidense en más de cinco puntos porcentuales durante la reciente corrección. «Esto se debe en parte a que las empresas líderes en ESG han visto hasta ahora menores recortes en los beneficios por acción (EPS) que las rezagadas en ESG. Esto se muestra en el gráfico a continuación, en el que se analizan los recortes en las estimaciones de beneficios por acción de las empresas estadounidenses», afirma Katherine Davidson, gestora de renta variable global de Schroders.

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«Nos parece que esta crisis ha aumentado, realmente, la visibilidad y la importancia percibida en las prácticas comerciales sostenibles. En medio de titulares aterradores y de una disrupción sin precedentes en nuestra vida cotidiana, todos nos estamos replanteando nuestros valores y prioridades personales», añade Davidson de Schroders.

Según recoge BlackRock en su análisis semanal, se observa una tendencia duradera hacia la inversión sostenible. “Un cambio estructural en las preferencias de los inversores que dará lugar a flujos constantes de gran envergadura hacia clases de activos percibidos como más resilientes ante los riesgos relacionados con la sostenibilidad, como el cambio climático. Los inversores que reajusten sus carteras tras las ventas masivas de los activos de riesgo deberían plantearse orientarlas hacia los activos sostenibles”.

Desde BlackRock lanzan esta visión desde la perspectiva de los ETFs, pero la misma reflexión hacen las firmas especializadas en la gestión activa. BNY Mellon IM sostiene que una vez logremos superar la crisis sanitaria que ha provocado el coronavirus, los gobiernos y autoridades deberán centrarse en apostar por un futuro más saludable, sostenible y respetuoso con el medio ambiente. “Esta es una oportunidad que no podemos desaprovechar”, advierten desde la gestora. 

“El drástico distanciamiento social que ha provocado la aparición del COVID-19 ha tenido consecuencias importantes en todos los mercados financieros. Las repercusiones para la sociedad y la economía están poniendo a prueba muchos modelos de negocio, si bien las empresas más sostenibles, que han sabido equilibrar la tensión dinámica entre rentabilidad financiera e impacto social y medioambiental han resistido mucho mejor durante las bruscas correcciones de marzo”, apunta Andrew Parry, responsable de inversión responsable en Newton IM, parte de BNY Mellon IM.

Los expertos en asesoramiento financiero también creen que una de las lecciones que dejará esta pandemia es el gran valor que los inversores van a dar a que sus inversiones tenga un impacto positivo en el entorno. “La pandemia de coronavirus ha puesto de relieve la vulnerabilidad y la fragilidad de las sociedades y del planeta. Ha subrayado que, cada vez más, solo sobrevivirán y prosperarán las empresas que estén alineadas con la realidad social. La crisis sanitaria también ha subrayado la complejidad e interconexión de nuestro mundo en cuanto a la demanda y la oferta, en el comercio y la comercialización, y cómo éstas pueden estar amenazadas si no son sostenibles», señalan desde deVere.

Según su estimación, la demanda de soluciones ESG se disparará en los próximos 12 meses. “Esta demanda estará impulsada por el buen rendimiento que han estado demostrando los productos ESG y por el estilo que creen las nuevas generaciones de inversores”, añaden. 

En opinión de Iván Díez Sainz, director general España de Groupama AM, esta crisis dejará paso a una nueva industria donde la ESG será básica. «Pero seamos positivos y ambiciosos: a través de la integración de los criterios ESG implementados en la selección de empresas, buscamos volver a un modelo de crecimiento centrado en el medio-largo plazo, donde las empresas centran sus políticas en el respeto de los desafíos climáticos y medioambientales, reemplazan el capital humano como el verdadero activo de su crecimiento futuro, revisan las remuneraciones de los directivos y accionistas en favor de la remuneración de los empleados para reducir las desigualdades. Ahora es el momento de sentar las bases para un crecimiento y unas finanzas sostenibles, los planes de inversión que la Unión Europea debe lanzar imperativamente deben basarse en estos nuevos objetivos: reconstruir la economía europea sobre la base de los desafíos medioambientales, sociales y societarios», señala. 

«El brote de Coronavirus tiene innumerables implicaciones en la economía. Pero mucho más allá de los problemas económicos, el COVID-19 es una emergencia humana. La situación de emergencia del brote del virus es un claro diagnóstico que permite identificar a las empresas que actúan de manera sostenible y las que no lo hacen. En este sentido, creemos que los acontecimientos actuales demuestran que la sostenibilidad es una inversión», añade Domingo Torres, Country Head Spain and Portugal de Lazard Fund Managers.

Apuesta a largo plazo

BlackRock considera que la apuesta por la ESG es a largo plazo y que momentos de mercado como el actual solo ponen en valor el componente de gestión de riesgo que lleva implícito este tipo de inversión. “Los escépticos han argumentado durante mucho tiempo que los mercados financieros son eficientes, por lo que si la sostenibilidad importa ya debería reflejarse en los precios de mercado; o que  si los inversores se preocupan por la sostenibilidad, deberían estar dispuestos a aceptar menores rendimientos pagando una prima por los activos verdes; e incluso que los inversores obtendrán un mayor rendimiento como compensación por poseer activos marrones de mayor riesgo. Esta lógica lleva a la conclusión de que podemos simplemente ignorar la sostenibilidad: Inclinarse hacia los activos verdes será costoso y poseer activos marrones ofrecerá retornos esperados relativamente más altos. No estamos de acuerdo”, sostienen. 

Por el contrario, la gestora argumenta que cuando se consolide la tendencia hacia economías bajo en carbono, los activos respaldados por una alta sostenibilidad serán más caros, mientras que otros activos se habrán vuelto más baratos o desapareció por completo. Según indica en su análisis, “los activos sostenibles deberían obtener un beneficio de retorno durante esa larga transición, además de una mayor resistencia a riesgos como las perturbaciones físicas del cambio climático. Esto implica la conclusión que la inversión sostenible requiere el sacrificio de los beneficios es un mito, en nuestra opinión. La inversión sostenible probablemente tendrá un rendimiento ventajoso durante años y décadas”.

Tres motivos para el optimismo: control de la pandemia, políticas monetarias y medidas fiscales

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Pixabay CC0 Public Domain. Tres motivos para el optimismo: control de la pandemia, políticas monetarias y medidas fiscales

Las noticias y análisis sobre el impacto de la crisis del coronavirus en el mercado y en las economías circulan con rapidez estos días. La mayoría de las gestoras considera que el contexto actual se traducirá en una recesión, que habrá más medidas por parte de las instituciones monetarias y gobiernos y que es necesario vigilar la liquidez de algunos activos. 

Sin embargo, John Plassard, especialista de inversión de Mirabaud, destaca que algunos de estos aspectos que, de momento han sido obviados por la mayoría de los analistas, podrían ser motivo de optimismo. En primer lugar, destaca que la mejora de las cifras de afectados por el coronavirus en algunos países. “El pasado 23 de marzo Italia registró la tercera caída consecutiva en el número de nuevos casos y fallecidos por coronavirus, generando cierta esperanza de una ralentización del avance de la epidemia. En Corea del Sur registró 76 nuevos casos el martes, confirmando la tendencia a la baja y aumentando las expectativas de que sea posible controlar la epidemia en uno de los primeros países afectados. Y, en China, las autoridades confirmaron el pasado martes que el cierre de la ciudad de Wuhan se levantaría el próximo día 8 de abril, después de más de dos meses de confinamiento”, resume. 

Al control de la pandemia en estos países, se suma también los datos económicos de China, que resultan más esperanzadores. Según explica Plassard, “el gasto en consumo ha recuperado terreno, alcanzando el 85% de la media anual. Por su parte, la venta de coches está entre un 30% y un 40% por debajo de la media frente a la caída del 80% experimentada en febrero, y empieza a repuntar el comercio por vía marítima. Como prueba de esta recuperación, ha empeorado la calidad del aire, alcanzando unos niveles de contaminación más cercanos a lo normal”. 

El tercer motivo para el optimismo es la rapidez con que gobiernos e instituciones han respondido. En este sentido, los países industrializados han adoptado unas medidas de estímulo fiscal de gran envergadura, sin tener en cuenta las consecuencias en términos de endeudamiento. “Los países del G7, por ejemplo, han prometido hacer todo lo necesario para recuperar la confianza, el crecimiento económico y los puestos de trabajo, y se han comprometido a colaborar con los bancos centrales para responder a una crisis que probablemente conduzca a una recesión mundial este año”, apunta. 

Para Plassard los ejemplos más representativo son la decisión de Alemania de “hacer trizas ortodoxia económica” y, por primera vez desde 2013, el gobierno de Angela Merkel ha decidido recurrir a los mercados para financiar las medidas que ha anunciado, acumulando una deuda de unos 156.000 millones de euros, lo que representa un gran cambio respecto al superávit registrado en 2013. En Europa, la otra gran medida es el anuncio de compras del BCE por valor de 750.000 millones de euros. 

“En Estados Unidos, la crisis del coronavirus ha obligado a los demócratas y republicanos a adoptar algo cercano a una tregua, y están al punto de alcanzar un acuerdo sobre un plan de estímulo económico por valor de 2 billones de dólares”, destaca sobre cómo se está gestionando la crisis económica en América. Una decisión que se suma a las medidas ya tomadas por la Reserva Federal de Estados Unidos. 

«En resumen, aunque seguimos sin saber cuánto durará la pandemia, existen diversos escenarios que, descartando sorpresas desagradables, nos permiten anticipar una mejoría económica, sin obviar la volatilidad que no va a desaparecer en el corto plazo”, concluye Plassard sobre la situación actual.

 

La primera fase de la crisis del coronavirus ha terminado

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Pixabay CC0 Public Domain. La primera fase de la crisis del coronavirus ha terminado

Después de las caídas verticales del 5 al 23 de marzo de 2020, parece que, finalmente, los mercados han encontrado su primer suelo y empezaron un rebote técnico. Desde el inicio de esta crisis, los mercados han reflejado el impacto que ha tenido el cierre decretado por los gobiernos de sectores completos de la economía en una velocidad récord. 

Sin embargo, el movimiento ha sido clásicamente magnificado por las ventas forzadas de los inversores que se enfrentan a las llamadas de búsqueda de margen. Esta fase de desapalancamiento parece que ha tocado a su fin. Gracias a las decisivas intervenciones de los bancos centrales, que se benefician de lo que aprendieron durante la crisis de 2008, los mercados han sido capaces de continuar desempeñando sus principales funciones hasta la fecha. La esfera financiera está estabilizada por ahora, con el objetivo de que la crisis en la economía real sea gestionada de forma efectiva. 

En el lado de la pandemia, las noticias desde Lombardía e Italia son alentadoras. Los primeros signos del efecto positivo del confinamiento comienzan a confirmarse. El precio es astronómico, pero el efecto es evidente. Sin embargo, los países que primero se vieron afectados, desafortunadamente, no volverán a la normalidad económica de forma inmediata. De hecho, las medidas de restricción en las fronteras seguirán en vigor hasta que el virus haya remitido en los países y regiones más afectados. Aparte de eso, el contagio acaba de comenzar en África, por ejemplo. 

En resumen, hay luz al final del túnel, pero todavía queda mucho camino por recorrer. Al mismo tiempo, la investigación para encontrar una droga y una vacuna está muy avanzada en China y en los países desarrollados. Es una carrera contra el tiempo, y con cada día que pasa de contención, el probabilidad de que el método de contención como en La Edad Media parece ser la única solución para aliviar sistemas de salud tensos.

Medidas loables, pero contraproducentes

La conmoción del sector privado en las economías condenadas a la contención requiere una respuesta de política monetaria coordinada y con las medidas de apoyo fiscal. Las empresas y los trabajadores por cuenta propia deben recibir una compensación, al menos, parcial por los ingresos perdidos como resultado de las medidas de cierre tomadas por los gobiernos. Esto puede considerarse como un seguro de daños tras un desastre natural. En ausencia de este apoyo al sector privado por parte del Estado, éste se verá permanentemente cargado con deudas adicionales que frenarán considerablemente la recuperación después de la contención. En otras palabras, el sector privado no puede apoyarse en transferencias forzadas o voluntarias, por muy bien intencionadas que sean, del sector privado al privado

Reducir o regalar temporalmente algunos alquileres, por ejemplo, puede aliviar situaciones individuales. Pero colectivamente, a nivel nacional, añadiría combustible al fuego deflacionario. Sin embargo, en interés general, es mejor asegurar el pago de los alquileres mediante medidas de apoyo puntuales, transfiriendo las cantidades necesarias del balance del Estado al de los agentes privados interesados. Este ejemplo ilustra dos aspectos. En primer lugar, el riesgo de que se adopten políticas bien intencionadas pero contraproducentes es elevado en los próximos meses. En segundo lugar, sin el respaldo del balance de los gobiernos no habrá salvación. El consenso neoliberal nacido en los años 80 con Ronald Reagan y Margaret Thatcher ha muerto para siempre esta vez. Ahora, nos dirigimos hacia un capitalismo de estado similar al que se practicó durante la guerra en los años 40. Como consecuencia, estamos perdiendo inexorablemente los mercados libres. El control de la curva de rendimiento, como en Japón, corre el riesgo de extenderse pronto a Europa y a los Estados Unidos.

Una nueva prueba de cohesión para Europa

Los criterios de Maastricht y el Pacto de Estabilidad en la zona euro fueron diseñados para prevenir el deslizamiento inflacionario en un momento en que los déficits públicos estaban generando inflación. El coronavirus ha sido su sentencia de muerte. La cohesión europea se pondrá a prueba tras el fin de la pandemia.

Cuando la conmoción de la tragedia sanitaria se calme, se planteará muy pronto la cuestión de la elección entre el retorno a la austeridad fiscal o el paso a un enfoque macroeconómico poco ortodoxo destinado a orientar el producto interior bruto (PIB) nominal a través de la política monetaria en conjunción con la política fiscal. Europa del Norte no se dejará influenciar sin luchar y Europa del Sur no tendrá elección. La cohesión europea está cerca de una nueva prueba. Reiteramos nuestro anuncio de dar preferencia a los países que puedan imprimir la moneda en la que emiten su propia deuda.

El papel del oro

Constantemente recibimos preguntas sobre el comportamiento del metal amarillo. De hecho, su papel es a menudo mal entendido. La característica más notable del oro es que protege contra el riesgo sistémico. En la crisis actual, los bancos son una parte esencial de la solución, a diferencia de 2008. Los Estados los necesitan para prestar abundantemente y a bajo interés con garantías gubernamentales. Por esta razón, el incumplimiento de los bancos está prácticamente descartado en un futuro próximo. 

Sin embargo, si las medidas para apoyar y estimular la economía real son insuficientes, incompletas o erróneas, la esfera real podría contaminar el sistema financiero dentro de unos meses. El oro se beneficiaría entonces de su característica de protección contra el riesgo de contrapartida. Mientras tanto, fluctúa con los vagabundos de los tipos de interés reales de los EE.UU., en un rango entre unos 1.500 y 1.700 dólares.

Los mercados de renta fija y de acciones reflejan ahora la «recesión exógena» que acaba de comenzar. Como resultado, los activos de calidad se están negociando a niveles récord de valoración en relación con los activos de tipo value. Sin embargo, creemos que es prematuro sumergirse en esta oportunidad. La oportunidad del value parece ópticamente muy convincente, pero debe evaluarse a la luz del actual conjunto de circunstancias sin precedentes.

Para que los activos value rindan y su ventaja de valoración se lleve a cabo, necesitamos que se cumplan dos condiciones. En primer lugar, la política macroeconómica debe formularse de manera que refleje eficazmente la economía. En segundo lugar, en la nueva era de rápido crecimiento de los controles gubernamentales, algunas decisiones de política podrían perjudicar gravemente a los activos value. Por ejemplo, las autoridades ya están interfiriendo en las políticas de dividendos. Si bien en el caso de los sectores o empresas que probablemente recurran a la ayuda estatal esto está perfectamente justificado, la tentación de extirpar esas intervenciones de manera más amplia podría ser difícil de resistir para los políticos. Cuidado con el value!

Inicio del segundo trimestre

Tras el análisis, hemos llegado a la conclusión de que mantendremos nuestras asignaciones actuales, sin reequilibrar mecánicamente nuestras carteras hacia una asignación estratégica de activos, como suele recomendarse en la práctica institucional. Mantenemos esa opción abierta para más adelante. También mantenemos el sesgo hacia las empresas de calidad que nos ha servido bien en esta crisis hasta ahora. 

La primera fase de la crisis ha terminado y estamos entrando en la segunda fase, el fin de la pandemia. Técnicamente, los mercados deberían volver a probar los recientes mínimos durante el segundo trimestre antes de recuperarse a medida que la actividad económica se recupera durante la segunda mitad del año. El camino a seguir sigue siendo volátil y, sobre todo, depende de las decisiones políticas.

Para concluir, quisiera compartir una reflexión basada en la experiencia adquirida durante crisis anteriores como las de 1987, 1998 o 2008. La disminución de algunos precios de los activos en esta crisis es ciertamente impresionante a corto plazo. Sin embargo, siguen contenidas en los mercados de valores, dado el remedio prescrito a la economía real para absorber esta pandemia. Dentro de 12 a 18 meses, podríamos sorprendernos en retrospectiva al ver el potencial de recuperación de los mercados. Todavía estamos en un mercado alcista secular. Parece difícil de creer, pero era igual de difícil de imaginar en el otoño de 1987.

Tribuna de Yves Bonzon, CIO de Julius Baer.

¿Cómo comprender el comportamiento de los mercados bursátiles frente a la crisis del coronavirus?

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¿Cómo comprender el comportamiento de los mercados bursátiles frente a la crisis del coronavirus?
Pixabay CC0 Public Domain. ¿Cómo comprender el comportamiento de los mercados bursátiles frente a la crisis del coronavirus?

Al preguntarnos por la reacción de los mercados ante la crisis del coronavirus, sin duda, debemos citar el temor a una recesión. No obstante, resulta imposible comprender el desplome tan repentino como marcado de los mercados sin analizar primero unos catalizadores de índole más psicológica.

En primer lugar, la propagación de la epidemia: en cada país, sigue una curva clásica denominada “epidémica” en forma de campana que comienza por una fase de crecimiento exponencial. Sin embargo, a pesar de este dato estadístico objetivo, todo el mundo parece seguir mostrándose sorprendido -incluidos los mercados financieros- ante las cifras que se dan a conocer a diario.

Contra toda lógica, su aceleración constituye motivo de sorpresa, y este sentimiento parece seguir produciéndose en Estados Unidos en la actualidad, lo que explica que presenciemos unas reacciones tardías, en ocasiones cercanas al pánico, y, en cualquier caso, siempre ineficientes.

En segundo lugar, tenemos la evolución de la confianza: desde siempre, la confianza es el elemento que convierte las previsiones económicas en valoraciones de mercado. Desde hace más de una década, los inversores podían, con razón, depositarla en unas economías estables a largo plazo y en unos tipos de interés objeto de recortes periódicos, puesto que los propios bancos centrales, símbolo de la credibilidad, se encargaban de garantizar que así fuera.

De este modo, las valoraciones de absolutamente todos los activos financieros habían alcanzado máximos históricos pocos días antes de que se identificase la amenaza que planteaba el coronavirus. Y mejor aún, o más bien peor: esta visibilidad había permitido a los más audaces -y habían llegado a ser numerosos- beneficiarse de esta ganga endeudándose para posicionarse en estos activos.

No hay término más idóneo para resumir esta situación que el de fragilidad: este contexto podría perfectamente haber perdurado aún durante un largo tiempo, con la condición expresa de no ser objeto de una perturbación violenta. Pero, ¿existe acaso una perturbación más violenta que el confinamiento de cerca de la mitad de la población mundial?

Tribuna de Didier Saint-Georges, miembro del Comité de Inversiones Estratégicas de Carmignac

Alquity lanza la campaña 40-40 para canalizar hasta un millón de dólares frente al COVID-19

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Foto cedida. Alquity lanza la campaña 40-40 para canalizar hasta un millón de dólares para apoyar a las comunidades más vulnerables frente al COVID-19

La firma de gestión de activos Alquity ha lanzado la campaña 40-40 para promover, entre los inversores, la solidaridad y dar respuesta a las necesidades sociales que el COVID-19 está generando en muchas comunidades. Según explica la firma, para lo que resta del 2020, todas las nuevas inversiones en los fondos Alquity por parte de socios registrados tendrán un 40% de la comisión neta de gestión como donación directa a la Fundación Alquity Transforming Lives.

La campaña 40-40 de Alquity tiene por objetivo mejorar la vida de 40.000 personas en países donde las condiciones de vida hacinadas, la mala salud crónica y los sistemas de salud pública deficientes expongan a la población a contraer el coronavirus. El fin es generar donaciones suficientes para apoyar proyectos que tendrán un impacto transformador en comunidades que ya sufren discriminación, dificultades y exclusión económica, lo cual solo ha solo ha empeorado por la pandemia por coronavirus. La previsión de la gestora es que su campaña, que se lanzó el pasado jueves, logre canalizar un millón de dólares. 

«Nuestra Campaña 40-40 es nuestra respuesta a las graves dificultades económicas y sociales que la pandemia por Coronavirus está causando a muchas personas en todo el mundo. Alquity siempre ha creído que donde sea que nazca, debes tener la misma oportunidad en la vida y esto es aún más relevante hoy. Al algunas de las libertades y comodidades a las que estamos acostumbrados en los países desarrollados se han reducido drásticamente, estamos probando una pizca de cómo es la vida diaria para las personas más pobres en el mundo. Esta es nuestra oportunidad de transformar la inversión y crear una sociedad más justa y sostenible», explica Paul Robinson, presidente de Alquity

El fin de la campaña está alineado con su cultura empresarial, ya que la Alquity gestiona una serie de fondos que invierten en mercados emergentes. Además, desde su fundación en 2009 utiliza los criterios ESG a la hora de elegir las acciones en las que invierte. Como parte de su RSC (responsabilidad social corporativa) habitualmente dona el 10% de sus tarifas de gestión a causas benéficas, lo que hace con esta campaña es elevar ese porcentaje al 40%.

La segunda ola

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CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Roger Mosley. Foto: Roger Mosley

Cuando el COVID-19 apareció en diciembre de 2019, la mayoría de los observadores lo consideró un problema de China. La reacción de los mercados globales fue, primero, de inquietud ante la posibilidad de disrupciones en el suministro y, posteriormente, de tranquilidad cuando China adoptó medidas agresivas de cuarentena en Hubei, la provincia en la que el virus se originó.

Más de dos meses después del cierre de Hubei, la economía mundial se encuentra en una situación precaria. En el momento de redactar este informe, se están notificando 40.000 nuevos contagios diarios, y se han puesto en marcha medidas de confinamiento extremas para impedir la propagación del virus y aliviar la sobrecarga de los sistemas sanitarios nacionales. La reducción del 14% al 11% (en el momento de escribir este texto) en el número de nuevos contagios diarios respecto a la semana anterior hace pensar que las medidas comienzan a surtir efecto poco a poco.

Ante la ausencia de precedentes modernos de confinamientos de esta magnitud, tan solo podemos tomar a Italia y China —dos de los países más afectados— como escenarios base sobre la evolución que podría darse en el resto del mundo. Por desgracia, ninguno de estos países se ha recuperado completamente del virus. La historia de la recuperación china es posiblemente la más importante a examinar en este momento, ya que el país está comenzando a volver a la normalidad. Cuando China suavice sus restricciones y reabra su economía doméstica podremos estudiar la probabilidad de una segunda oleada de contagios.

En este momento, China está reportando unos 35 casos nuevos al día, lo que supone una notable reducción respecto a sus niveles máximos. La gripe española evolucionó inicialmente de una forma similar: apareció en marzo de 1918 y fue descendiendo durante el verano. No obstante, retornó con una fuerza mortífera a finales de agosto de ese año. Según el consenso generalizado, esta segunda ola, que los soldados embarcados en naves militares propagaron por todo el mundo, vino provocada por una cepa mutada del virus original. A lo largo de dos meses, el virus mutado mató a millones de personas de todo el mundo.

A comienzos de 1919 surgió una tercera cepa mutada, pero la escasa circulación de personas entre países a causa de la guerra evitó que esta última ola se propagara tanto como la segunda. Vemos muy probable que el COVID-19 mute de forma similar cuando se levanten las cuarentenas.

Esto viene a sumarse a los múltiples factores que dificultan el desarrollo de una vacuna, que tendría que garantizar la inmunidad ante futuras cepas. Mientras tanto, los países deberán supervisar estrechamente los desplazamientos interiores y exteriores de sus ciudadanos conforme las medidas de confinamiento se vayan relajando durante los próximos meses.

Aunque el presidente Trump ha sugerido que EE.UU. podría reabrirse a principios de mayo, un final tan abrupto y prematuro de las iniciativas de confinamiento podría resultar devastador tanto para la economía como para el sistema sanitario de producirse una segunda ola.

Desde el punto de vista de los activos de riesgo, creemos que el caso de la recuperación tras el COVID-19 plantea tres riesgos principales: la capacidad de la política presupuestaria para evitar que los shocks de oferta y demanda se agudicen aún más; el impacto del virus sobre el crecimiento del PIB en los mercados desarrollados durante el segundo trimestre, y la posibilidad de que se produzca una segunda ola. A nuestro juicio, los dos primeros riesgos palidecen en comparación con el surgimiento de una segunda ola. Incluso sin una mutación, el COVID-19 ha demostrado que puede propagarse y provocar muertes a gran velocidad. Antes de que la economía global pueda plantearse llevar a cabo una recuperación, es necesario confirmar que podremos contener una segunda ola del virus.

 

Columna de opinión de Charles Hepworth, director de inversiones en el equipo Managed Fund Solutions de GAM Investments.

 

Advertencias legales importantes: 

Los datos contenidos en este documento tienen simplemente el objetivo de la información y no constituyen asesoramiento de inversión. Por la veracidad y exactitud del contenido de esta información se declina toda responsabilidad. Cualquier recomendación u opinión contenida en este documento puede cambiar y refleja el punto de vista de GAM en las actuales condiciones económicas. Se declina toda responsabilidad por la veracidad y exactitud de los datos. La rentabilidad pasada no es un indicador de la rentabilidad actual o futura.

Santander US ficha a Brian Yoshida y Joe Abruzzo

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Wikimedia CommonsPhoto: Hctr. Santander Bank, Summer Street, Boston

Santander Holdings USA, (Santander US) nombró a Brian R. Yoshida como director Jurídico, a partir del 4 de mayo de 2020, y a Joe Abruzzo como jefe de la Banca Comercial de Santander Bank, a partir del 1 de junio de 2020.

Tanto Yoshida como Abruzzo reportarán a Tim Wennes, CEO de Santander US y Santander Bank en Boston.

Yoshida será el último responsable de todos los aspectos legales y regulatorios del banco en Estados Unidos, incluyendo el negocio internacional de Miami. También supervisará las Relaciones Públicas y Políticas Públicas de Santander, así como las Relaciones Regulatorias, los deberes del Secretario Corporativo y las funciones de Gobernanza.

Abruzzo supervisará todos los aspectos de la banca comercial, incluidos el mercado medio, las corporaciones medianas, las ABL, la banca gubernamental, la gestión de tesorería, la gestión de riesgos, la suscripción y la gestión de cartera y las soluciones internacionales.

«Me complace dar la bienvenida a Brian y Joe al equipo de Santander en Estados Unidos», dijo Tim Wennes. «Brian intervendrá fácilmente para liderar nuestros equipos legales, de políticas y de gobernanza a medida que continuamos fortaleciendo nuestro marco regulatorio, profundizando y mejorando las relaciones con los clientes, aumentando la rentabilidad y mejorando nuestra cultura. Joe aporta una profunda experiencia que brinda crecimiento en todos los aspectos de la banca comercial, y liderará iniciativas para aprovechar la fortaleza de los recursos globales de Santander con nuestras capacidades personalizadas de banca comercial aquí en los Estados Unidos».

Wennes continuó: «Estos líderes aportan una gran cantidad de conocimiento y experiencia a Santander y complementarán nuestro dinámico equipo de liderazgo. Su visión estratégica para Santander en los Estados Unidos será de gran valor a medida que trabajemos para continuar ejecutando nuestra estrategia de crecimiento del Banco, aprovechando las fortalezas de nuestros negocios en los Estados Unidos y brindando un servicio excepcional a nuestros clientes y comunidades».

Yoshida se une al Banco Santander luego de trabajar como vicepresidente senior y asesor general adjunto senior de M&T Bank Corporation. Durante su mandato en M&T, Yoshida se especializó en asuntos corporativos generales, incluidas fusiones y adquisiciones, valores, informes financieros, tesorería / ALCO, regulación bancaria, gobierno corporativo y compensación ejecutiva. Su experiencia en M&T también incluyó la supervisión de litigios, trabajo y empleo, bienes raíces corporativos, contratos de proveedores, préstamos comerciales y leasing, gestión de patrimonio, fideicomiso corporativo, propiedad intelectual y seguridad de la información, y apoyo legal para la Secretaría Corporativa, Relaciones con Inversores y Accionistas , Comunicaciones corporativas, la Fundación benéfica M&T y el Comité de acción política de M&T.

Abruzzo se une a Santander Bank desde HSBC, donde ha desempeñado varios roles de liderazgo clave, incluido el jefe de los grandes segmentos corporativos y de mercado medio en Banca Comercial y, más recientemente, como CEO de HSBC Private Banking Americas y presidente del Consejo de Administración de HSBC Private Banco Internacional. También pasó 26 años en JP Morgan Chase en puestos ejecutivos en banca corporativa y de inversión y banca comercial.

 

Global Environmental Opportunities: transformando la inversión sostenible

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Gabor Molnar Bosco Verticale Milan Unsplash
Pixabay CC0 Public DomainGabor Molnar. Gabor Molnar

Gracias a la aparición de una próspera industria de productos medioambientales, invertir en la protección del planeta ya no implica renunciar a la rentabilidad.

A la hora de invertir en una industria que evoluciona con rapidez, como la de los productos y servicios medioambientales, identificar las oportunidades más prometedoras no es tarea fácil.

Por eso los gestores de nuestra estrategia Global Environmental Opportunities (GEO) han desarrollado un proceso que combina una metodología científica basada en normas y la investigación tradicional de cada una de las empresas para construir su cartera.

La primera etapa del proceso consiste en identificar a las empresas con mejores credenciales medioambientales. Es decir, empresas que no consumen materias primas en exceso ni generan cantidades desproporcionadas de residuos. A continuación, de entre este grupo seleccionamos empresas especializadas en el desarrollo de productos o servicios concebidos para mitigar los daños causados al medio ambiente.

A fin de identificar las empresas que presentan estas características, realizamos una auditoría ecológica que determina la huella medioambiental de más de 100 subindustrias. Esta auditoría incorpora dos nuevas herramientas de medición: el marco de referencia de los Límites Planetarios (LP) y el Análisis del Ciclo de Vida (ACV).[1]

El marco de los LP es un modelo que define el “espacio operativo seguro” ecológico dentro del cual deberían llevarse a cabo las actividades humanas.[2]

Desarrollado por un equipo de científicos y economistas eminentes, el marco de los LP establece umbrales ecológicos para nueve de los fenómenos medioambientales antrópicos más perjudiciales (véase el gráfico). El modelo cuantifica un conjunto de límites que, en caso de superarse, pondrían en peligro las condiciones medioambientales que han contribuido decisivamente a la prosperidad humana durante miles de años. Por ejemplo, para que el suministro mundial de agua dulce se mantenga estable, el consumo total de agua de la humanidad debe mantenerse por debajo de un nivel de entre 5.000 y 6.000 kilómetros cúbicos al año. El modelo de los LP también especifica que, para que las emisiones de dióxido de carbono se mantengan en niveles aceptables, la proporción de CO2 en la atmósfera no debe superar las 350 partes por millón.

Fig. 1: Límites Planetarios

Pictet AM

Fuente: Stockholm Resilience Centre, Pictet Asset Management, a 29/12/2019

El ACV, por su parte, es una metodología que se utiliza para calcular las emisiones de residuos y el consumo de recursos de cada una de las industrias que conforman la economía global. Este modelo analiza todas las actividades de la producción de un bien o servicio: la extracción de materias primas, los procesos de fabricación, la distribución y el transporte, la utilización de los productos, los desechos y el reciclaje.2

En nuestro proceso, combinamos el ACV con los LP para crear una lente que pueda identificar con precisión las industrias cuya huella medioambiental es menor.

He aquí un ejemplo de cómo funciona el proceso:

Los Límites Planetarios establecen que la capa de ozono debe tener un espesor de 276 milímetros. Para que el agujero en la capa de ozono comience a cerrarse, las emisiones totales mundiales de sustancias que reducen la capa de ozono deberían mantenerse por debajo de los 6.600 millones de toneladas al año. A nivel empresarial, esto significa que el umbral de emisiones de dichas sustancias se establece en 2,48 kg por cada millón de USD de ingresos al año. Solo las empresas cuyas emisiones totales, según el ACV, se mantengan dentro de los Límites Planetarios serán aptas para su inclusión en nuestro universo de inversión.[3]

Este análisis es necesario porque creemos que la mayoría de los informes sobre el medio ambiente que se elaboran hoy en día son demasiado restringidos o demasiado subjetivos. La mayoría de los modelos de huella medioambiental se centran exclusivamente en los procesos de fabricación, pero no tienen en cuenta el resto del impacto ecológico que generan, por ejemplo, los proveedores o los productos y servicios a lo largo de toda su vida útil. Tomemos la industria automovilística como ejemplo. Las emisiones de un automóvil durante su vida útil son de cuatro a cinco veces más altas que las derivadas solamente de su fabricación. Limitarse a medir el nivel de emisiones durante el proceso de producción automotriz no basta para calcular la verdadera huella ecológica total de los fabricantes de automóviles.

Una vez finalizada la auditoría ACV-LP, la segunda etapa del proceso consiste en examinar más a fondo la actividad principal de cada una de las empresas identificadas en la primera etapa. En este punto nuestro objetivo es determinar qué empresas desarrollan productos y servicios que logran verdaderos avances en la reversión de la degradación del medio ambiente. Asignamos a cada empresa un valor de “pureza temática”, un indicador de concepción propia que cuantifica qué porcentaje del valor de empresa (VE), los ingresos o el EBITDA se deriva de productos y servicios medioambientales en cada compañía. Para que una empresa pueda ser incluida en la cartera, su valor de pureza debe ser de al menos el 20%.[4]

Estos filtros reducen nuestro universo de inversión a unas 400 empresas. A continuación, realizamos otro análisis para determinar qué empresas del universo cumplen los criterios definidos por los LP. Después llevamos a cabo una minuciosa investigación de cada una de las empresas para encontrar aquellas cuyas características de riesgo-rentabilidad son más atractivas. Utilizamos un sistema de calificación propio que incluye indicadores de la solidez del modelo de negocio, la calidad de la gestión, la valoración y el dinamismo operativo. El análisis ASG también se integra sistemáticamente en esta etapa.

El resultado es una cartera concentrada de aproximadamente 50 títulos –en la que cada inversión combina un atractivo perfil de riesgo-rentabilidad con un escaso impacto medioambiental.

Medición de la huella medioambiental: Límites Planetarios y Análisis del Ciclo de Vida

Pictet AM

Fuente: Stockholm Resilience Centre, Pictet Asset Management

Pero nuestro proceso de inversión no termina ahí. Nuestro objetivo es ser propietarios activos de las empresas en las que invertimos. Para ello, ejercemos los derechos de voto a través de una plataforma de votación por delegación e interactuamos con las empresas para asegurarnos de que cuentan con la mejor estructura de gobierno corporativo posible. A nuestro juicio, esta forma de capitalismo responsable no solo mitiga los riesgos sino que también genera rentabilidades del capital sostenibles a largo plazo.

Durante mucho tiempo los inversores han reconocido la necesidad de proteger el planeta, pero también han albergado recelos sobre los sacrificios financieros que podía implicar el hacerlo. Ahora, gracias a la aparición de una próspera industria de productos medioambientales, estas preocupaciones deberían desaparecer rápidamente.  Proteger el medio ambiente e invertir para obtener plusvalías han dejado de ser dos conceptos incompatibles.

Fig. 2 Interacción activa

Ejemplo de cómo hemos interactuado con una empresa de servicios públicos medioambientales con sede en el Reino Unido

Pictet AM

Fuente: Pictet Asset Management

 

Tribuna de Luciano Diana, director de inversión temática ambiental de Pictet Asset Management y gestor de Pictet Global Environmental Opportunities.

 

Anotaciones:

[1] Utilizamos la base de datos “Economic Input-Output Life Cycle Assessment (EIO-LCA)” de la Universidad Carnegie Mellon para cuantificar el impacto medioambiental de 157 subindustrias empresariales, definidas por MSCI y S&P Global en su metodología Global Industry Classification Standard.  Para más información, véase http://www.eiolca.net/ and https://www.msci.com/gics

[2] Steffen et al, Stockholm Resilience Centre, septiembre de 2009

[3] Retiramos del universo de inversión las empresas que figuran en nuestra “lista negra” –compuesta por empresas que comercializan armas controvertidas, como minas antipersona, armas químicas o municiones de racimo

[4] La cartera tiene una calificación media de pureza de al menos el 60%

 

Mas información sobre nuestra estrategia tematica

 

 

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