Pixabay CC0 Public Domain. El crecimiento de beneficios de muchos sectores se verá mermado por la crisis, pero los bancos centrales tendrán margen para sostener el castillo de naipes
Carmignac considera que tanto las empresas como los gobiernos se verán obligados a priorizar los márgenes de seguridad frente a la optimización económica en el contexto actual. En su último comentario de mercado, hace hincapié en que esto apunta a un crecimiento de los beneficios más reducido en multitud de sectores.
Hace dos semanas, la gestora incrementó tácticamente su asignación a la renta variable hacia el tramo medio de la horquilla permitida en los mandatos, “dado que los responsables políticos decidieron afrontar la situación y abordaron de forma convincente las tensiones que se generaron con rapidez en los mercados de financiación”. Esto le permitió empezar a exponerse ligeramente al mercado de deuda corporativa investment grade.
Una semana después, recogió ciertos beneficios de estas posiciones y redujo la exposición a la renta variable hasta un nivel notablemente inferior. “Esto se debe, lógicamente, al marcado repunte de los mercados (20% de media), pero también porque, tal y como se esperaba, la situación en EE.UU. está adquiriendo el cariz que Donald Trump afirmó que no tomaría”, revela.
Carmignac insiste en que estos movimientos tácticos siempre deberían interpretarse a la luz de su lectura global de la situación: “Creemos que esta crisis constituye una marcada perturbación deflacionista que afecta a unos mercados que presentaban unas valoraciones muy elevadas y, en este momento, no estamos convencidos de que la opinión de consenso sea plenamente consciente de la magnitud de la situación”.
A su juicio, esta percepción de “cierta complacencia” que muestran todavía algunos inversores se deriva de una aparente esperanza muy extendida de que una vez que se supere el problema sanitario, el crecimiento económico se recuperará con bastante rapidez. Una idea que, a veces, incluso se representa como una recuperación en forma de V y que también se ve propiciada por las elevadas expectativas del mercado sobre un inminente lanzamiento de los eurobonos. “Lo que, a nuestros ojos, resulta demasiado optimista”, advierte.
Anemia económica
La gestora analiza las posibles repercusiones que conllevará esta gran pérdida de confianza para el comportamiento del sector privado en el futuro, incluidos los consumidores, y el hecho de que los balances de los gobiernos y los bancos centrales hayan alcanzado niveles muy elevados. “Concluimos que el perfil de crecimiento de los beneficios de muchos sectores se verá mermado de forma duradera y que el crecimiento económico seguirá mostrando niveles anémicos”.
La otra cara de su opinión es que prevé que la inflación no supondrá una amenaza significativa a corto plazo, por lo que los bancos centrales podrán mantener los tipos de interés en niveles reducidos “y, por tanto, mantendrán en pie el castillo de naipes”, asegura. Este es uno de los motivos por los que, en este momento, no cree que las tensiones económicas y políticas en la zona euro reactiven los temores de ruptura.
No obstante, Carmignac cree “firmemente” que los índices de renta variable siguen mostrando niveles muy endebles, lo que podría ejercer una presión de venta aún mayor en los fondos pasivos, y tampoco considera que los precios de las materias primas vayan a repuntar de forma significativa por el momento.
Así, extrae otras tres conclusiones de su análisis:
1. A medio plazo, podríamos asistir a una creciente desconfianza en el papel moneda, dado que se está imprimiendo de forma creciente solo para financiar los déficits presupuestarios. Por ello, “hemos iniciado una posición en valores auríferos en algunos de nuestros fondos”, revela la gestora en su comentario.
2. En cambio, la prima de calidad de aquellas pocas empresas que sean capaces de registrar una trayectoria favorable después de la crisis de la COVID-19 podrían aumentar de forma considerable.
3. Asimismo, en este contexto, la deuda corporativa de empresas con sólidos balances debería poder recuperarse favorablemente del actual desplome.
Pixabay CC0 Public Domain. Mercado asiático: a la espera de una recuperación económica que empezará por China
Mientras Europa y América siguen viviendo el momento más duro de esta pandemia, tanto en lo económico como en lo social, China comienza a ver la luz al final del túnel. Hace una semana, una encuesta realizada por Fidelity International entre analistas señalaba que China es uno de los países que mejor se está posicionado para salir de la crisis que ha generado el COVID-19. El gigante chino será de nuevo el catalizador de los mercados asiáticos y globales.
Un día significativo será el próximo 8 de abril, ya que, previsiblemente, Wuhan anunciará el levantamiento de la cuarentena a su población. En opinión de Philippe Waechter, director de investigación económica de Ostrum Asset Management, filial de Natixis IM, es una gran noticia que, tras dos meses de contención, el número de contagios se haya detenido, pero aún es pronto para considerar que la crisis ha terminado.
Según en análisis de Waechter, la recuperación de China es la esperanza actual para occidente. “China sigue siendo una fuente sólida de impulso en el enorme y muy dinámico mercado de Asia: ninguna otra economía emergente genera este tipo de oportunidad”, señala. Una afirmación que lanzan sin dejar de reconocer que la economía china atraviesa un ajuste estructural a la baja.
“La economía estaba en una transición a partir de un crecimiento liderado por el sector industrial y hacia una expansión económica basada en el sector servicios. Esto se traduce en una tasa de crecimiento más baja de la que habíamos considerado anteriormente. Caerá de 10% en el pasado a 4% en el futuro inmediato. Asimismo, podría tener dos tipos de consecuencias. Primero, el gobierno va a intentar incrementar la ventaja de China en términos de tecnología y biotecnología, además de tratar de inmunizar a la economía china de cualquier impacto negativo a futuro. Segundo, muchas empresas que no son chinas intentarán reubicar su inversión en China. Actualmente, perciben que su cadena de suministro es demasiado dependiente de China y continuarán invirtiendo en Asia, pero con mayor diversidad”, señala.
En este mismo sentido Charlie Sunnucks, gestor de fondos y mercados emergentes de Jupiter AM, destaca que China tuvo un 2019 duro y que las perspectivas sobre la confianza empresarial son bajas. “La verdad es que el mercado chino ha sido uno de los que mejor se ha comportado en lo que va de año en términos de rendimiento de los índices. Sin embargo, esto subestima la debilidad del mercado en general, ya que más del 30% del índice está compuesto por los gigantes de Internet Alibaba y Tencent, empresas online que se benefician del tiempo que la población pasa en casa. Además de estas dos empresas, ha habido muchas otras cuya valoración ha sufrido mucho, generando oportunidades de compra a precios muy convincentes”, matiza.
Pese a las flaquezas que la economía China mostraba, el equipo de renta variable de M&G sostiene que el mercado chino se ha mantenido “notablemente bien” desde que comenzó esta crisis. “De hecho, es uno de los mercados de valores de mejor rendimiento a nivel mundial, lo que tal vez sea sorprendente dado que el virus se originó allí y, de hecho, la economía china siempre se ha percibido como un sustituto del crecimiento económico mundial”, explican en su último informe.
El control del virus y la paulatina recuperación de la actividad económica, hace que los analistas comiencen a valorar cómo será la potencial recuperación del país y el efecto que tendrá. “Las métricas de la actividad industrial se están recuperando. Los expertos parecen predecir que una vez que el pico inicial de los casos de virus disminuya, veremos un pico secundario cuando se reanude el contacto físico. Sin embargo, se espera que este pico secundario sea menos pronunciado, dada una cierta inmunidad residual”, apuntan desde M&G.
Sobre cómo será esa recuperación en China, Waechter explica: “Una V no parece posible, ya que hay demasiadas interacciones entre China y el resto del mundo. Hemos visto el perfil de V durante la crisis del SARS en 2002/2003 debido a que China no estaba integrada a la economía global. Esto ha cambiado drásticamente, ya que China es ahora el mayor exportador del mundo y solamente por debajo de EEUU en importaciones. Una recuperación U sugeriría que después de un largo periodo de estancamiento, la economía puede recuperarse rápidamente. ¿Qué podría causar esta espontánea recuperación? Si debo elegir un perfil de recuperación favorito sería el de una V abierta, lo cual demuestra un fuerte impacto negativo al inicio, un persistente efecto negativo y una recuperación gradual”.
Según Schroders, cuando esto acabe, es probable que haya un debate sobre la mejor manera de proporcionar estímulo, en China como en otros lugares. «Las medidas adoptadas hasta ahora parecen haber sido razonablemente eficaces para limitar las quiebras y los despidos, que es la respuesta que las economías occidentales todavía están luchando por configurar. El siguiente paso es cómo impulsar la demanda. El consumo sin duda se ha hundido, por lo que dar dinero a los consumidores puede parecer atractivo», apuntan.
Tendencias de inversión
De cara a los inversores, Álvaro Cabeza, Country Manager UBS AM Iberia, las oportunidades de inversión también irán volviendo a medida que todo esto pase. “Continuará la volatilidad en los mercados, pero las tendencias fundamentales a largo plazo en China y Asia permanecen intactas, por lo que el impacto a largo plazo para los inversores en los próximos tres a cinco años debería ser pequeño”, argumenta.
En este sentido, Cabeza identifica una serie de tendencias, tanto en China como en Asia, que consideran interesantes para sus estrategias de inversión:
La consolidación dentro de muchas industrias en China ya que las empresas más pequeñas tendrán muchas dificultades
El cambio de «offline» a «online» en muchos sectores, especialmente en la educación, los servicios financieros y el diagnóstico de atención sanitaria
Inversión en I+D e innovación, impulsada por la creciente demanda de soluciones automatizadas
Cambios en la cadena de suministro; el sudeste asiático y la India podrían beneficiarse
De cara a ver futuras oportunidades de inversión en China y en el mercado asiático, Fabrice Jacob, CEO de JKCapital Management, perteneciente al Grupo La Française, advierte: “La pregunta crítica en la mente de todos es si vamos a ver una segunda ola de brotes de COVID-19 en China. Desafortunadamente, la situación en Corea, Singapur y Hong Kong se ha deteriorado en los últimos días, ya que los ciudadanos de estos países regresaron de Europa, trajeron de vuelta la enfermedad y no respetaron la disciplina de cuarentena”
Resto de mercados emergentes
Mientras China intenta dejar atrás el brote de coronavirus y reactivar su economía y sus mercados, el resto de países emergentes, especialmente de Asia, lo miran con expectación. En este escenario, elCEO de JKCapital Management destaca que “los mercados acabarán por encontrar su suelo cuando el virus se estabilice, sobre todo teniendo en cuenta los niveles masivos de estímulo monetario y fiscal que se han puesto en marcha en prácticamente todo el mundo”.
Además, el experto ve señales alentadoras en los mercados de renta fija y variable asiáticos: “en el mercado asiático de high yield hemos empezado a ver anuncios de recompra de bonos corporativos, mientras que los principales mercados de acciones de Asia han seguido siendo muy líquidos”. Y, es que, en algunas plazas “los inversores se ven atraídos por lo que podrían percibir como una oportunidad de compra única en la década”.
En opinión de James Donald, responsable de mercados emergentes de Lazard Asset Management, el COVID-19 ya pesaba sobre las perspectivas de la demanda de petróleo y el crecimiento global. Y eso tendrá consecuencia sobre el resto de mercados emergentes. “La semana pasada ha empeorado considerablemente la brecha de crecimiento/valor y, cuando la situación cambie un poco, podríamos ver un cambio importante en el liderazgo del mercado. Los mercados emergentes dependen del crecimiento y se esperaba este año que la prima de crecimiento económico comience a volver a favorecer a los mercados emergentes frente a los países desarrollados. Se retrasará hasta la segunda mitad de 2020 o potencialmente 2021”, afirma.
Foto cedidaLa presidenta de Banco Santander, Ana Botín, y el consejero delegado, José Antonio Álvarez.. Ana Botín, presidenta de Santander, pide a Europa una respuesta “más solidaria” y que se apoye a los empresarios para preservar el empleo y así salir antes de la crisis
La presidenta de Banco Santander, Ana Botín, ha reclamado a Europa una respuesta “más rápida y más coordinada” ante la crisis sanitaria del COVID-19 y que se apoye a los empresarios “para poder mantener los empleos en un entorno en el que la actividad se ha desplomado”, ya que ésta es la vía para salir más rápidamente de una crisis sanitaria que ha derivado en “una crisis social y económica sin precedentes”.
Botín ha hecho este llamamiento durante su intervención en la junta general de accionistas, que ha aprobado las cuentas anuales correspondientes al ejercicio 2019. Debido a las restricciones a la movilidad impuestas por el Estado de Alarma, el evento se ha celebrado, por primera vez, sin presencia física de accionistas y en Boadilla del Monte (Madrid), en lugar de en la ciudad de Santander. Para la máxima ejecutiva de Banco Santander, este “es el momento de mostrar la cara más solidaria de Europa” con una “respuesta fiscal adecuada, similar a la que ha dado Banco Central Europeo (BCE), para reforzar la confianza de todos los ciudadanos en el proyecto europeo y seguir avanzando en él”.
“Los gobiernos deben proporcionar a las empresas y los hogares la liquidez que necesitan para aguantar los próximos meses y así hacer que la crisis económica sea lo más breve posible y se evite la destrucción del tejido empresarial del país. Desde ahora, y entre todos, colaborando autoridades y sector privado como lo hemos hecho hasta ahora y al igual que lo han hecho algunos países que van por delante, debemos planificar cuanto antes la vuelta al trabajo, de los más jóvenes y de aquellos que ya están inmunizados, y al mismo tiempo asegurar que los más vulnerables a la enfermedad permanezcan protegidos”, ha afirmado.
En su opinión, “esta crisis no es una crisis financiera como la de 2008”, pero podemos extraer lecciones de lo que ocurrió entonces: “Esta crisis global exige una respuesta global y coordinada”. Además, ha insistido en la fortaleza del sistema financiero, “estamos preparados para afrontar desafíos globales como el coronavirus”, y ha subrayado también el papel que Banco Santander está desempeñando para ayudar a combatir esta crisis y apoyar a sus empleados, clientes, accionistas y las comunidades donde opera.
Junta de Accionistas y resultados
A raíz esta crisis, el BCE emitió el 27 de marzo de 2020 una recomendación en la que insta a las entidades financieras a que, dada la incertidumbre económica derivada de la crisis del COVID-19, traten de preservar el máximo de capital posible. La presidenta de Santander ha asegurado que el consejo de administración comparte esa visión y, por ello, antes incluso del anuncio del supervisor europeo, en la sesión celebrada el 23 de marzo, el Grupo ya había acordado cancelar el dividendo a cuenta con cargo al presente ejercicio y posponer la decisión sobre dividendos con cargo a 2020 hasta tener mayor visibilidad sobre el potencial impacto de esta crisis.
Tras esta recomendación del BCE, que insta a preservar capital cancelando los dividendos con cargo a los resultados de 2019 y 2020, el consejo ha decidido cancelar la política de dividendos para 2020. Con ello, Santander tiene la capacidad de conceder 60.000 millones de euros adicionales en créditos. Asimismo, el consejo decidió este jueves, en línea con la recomendación del BCE, suspender el pago del dividendo complementario de 2019 y celebrar una nueva junta de accionistas, previsiblemente en octubre de 2020, en la que dependiendo de la situación se podría plantear un pago a los accionistas si las incertidumbres con motivo del coronavirus se han resuelto.
“Soy consciente de que, para muchos miles de personas que valoran de manera especial el dividendo, esto no es una buena noticia y puede suponer mayor presión financiera en un momento ya de por sí malo. El consejo y yo misma tenemos que considerar, al tomar este tipo de decisiones, el interés general de todos los accionistas, pero también de la sociedad en su conjunto, y actuar velando por la sostenibilidad del Grupo y las indicaciones del supervisor”, ha explicado.
En lo relativo al capital, la presidenta de Santander ha mostrado su confianza en que la ratio de capital de máxima calidad del primer trimestre esté en línea con el cierre de 2019, incluyendo el impacto de las operaciones inorgánicas cerradas en el trimestre. Respecto al resto de objetivos fijados en el Investor Day de 2019, ha señalado que se revisarán una vez se despejen las dudas y se estabilice la situación.
La presidenta de Santander ha anunciado que los objetivos estratégicos a medio plazo serán revisados una vez que se tenga claridad sobre el impacto económico de esta crisis, pero al mismo tiempo ha insistido en que los pilares sobre los que se asienta la estrategia del Grupo se mantienen invariables: mejorar el rendimiento operativo, optimizar la asignación de capital hacia las regiones y negocios que generen mayores retornos y acelerar la transformación del Grupo.
Durante la Junta de Accionistas, además de presentarse y aprobarse los cuentas de 2019, la junta aprobó la reelección de Ana Botín, Rodrigo Echenique, Esther Giménez-Salinas y Sol Daurella; el nombramiento como consejero externo de Luis Isasi, que también será presidente no ejecutivo de Santander España; el nombramiento de Sergio Rial, actual consejero delegado de Santander Brasil, como consejero ejecutivo, y la ratificación del nombramiento y reelección de la consejera independiente Pamela Walkden.
Para Botín, estas incorporaciones al consejo suponen reforzar el conocimiento y la experiencia en el sector financiero, y reflejan la importancia de estos dos países para el Grupo. Los nombramientos de Isasi y Rial están condicionados a la obtención de las autorizaciones regulatorias correspondientes. También se ha aprobado la renovación del auditor de cuentas externo para el ejercicio 2020, así como los sistemas de retribución de los administradores y el informe anual sobre remuneraciones de los consejeros.
Ser parte de la solución
Por último, Ana Botín ha repasado en su discurso algunas de las iniciativas puestas en marcha por el Grupo a nivel mundial para dar respuesta al desafío del COVID-19. En lo que respecta a los empleados, ha destacado que la inversión en tecnología de los últimos años ha permitido que más de 100.000 trabajadores desarrollen su actividad desde casa, asegurando la continuidad operativa y de negocio del banco.
Asimismo, en los países más afectados, como España, el banco ha cerrado temporalmente una parte significativa de su red de oficinas para minimizar la exposición de los empleados sin dejar de atender a los clientes. Botín dijo: “Todos tenemos una responsabilidad individual en esta crisis: desde cómo vivimos hasta cómo nos relacionamos con los demás y cómo podemos ayudar. Y las empresas somos parte de la solución”, ha destacado la máxima ejecutiva de Santander.
Además, Botín ha recordado que el banco se ha comprometido a no hacer ningún expediente de regulación de empleo en España y otros países: “Porque es esencial que los que podamos hacerlo, mantengamos ahora el empleo para que las personas que trabajan en el banco puedan contar con su sueldo para superar la crisis y ayudar a los que tienen cerca. Para salir de la crisis económica, necesitamos empresarios que inviertan y creen puestos de trabajo”.
También se ha referido a la creación del fondo de ayuda denominado ‘Juntos’, que estará dotado con al menos 25 millones de euros y que se destinará a comprar y donar equipamiento y material sanitario y ayudar así a contener la expansión del virus. La dotación inicial de este fondo proviene del recorte de la retribución del equipo directivo y el consejo del banco y se complementará con aportaciones voluntarias del resto de empleados
Pixabay CC0 Public Domain. Los mercados emergentes registran la mayor salida de capital en la historia tras el impacto del COVID-19
La crisis del coronavirus ha causado la mayor salida de capital de los países emergentes y en vías de desarrollo de la historia reciente. Pablo Duarte, analista senior del Instituto Flossbach von Storch Research, advierte de que “las próximas turbulencias están cerca”. Además, Duarte asegura que la pandemia del COVID-19 “ha pillado a las economías emergentes y en desarrollo en baja forma”.
Además de la saturación del sistema sanitario y del grado de pobreza de la población, la mayoría de los empleados no trabaja de forma regularizada y sus niveles de deuda externa y déficit por cuenta corriente son elevados. Con el estallido del coronavirus en Europa, el dólar estadounidense se apreció a medida que los inversores buscaban refugio motivados por el inesperado agotamiento de la financiación extranjera en los mercados emergentes. En consecuencia, el rastreador diario del IIF muestra que el tamaño de los flujos de salida es el más grande en la historia reciente. La vulnerabilidad de la economía ante un parón inesperado depende de sus condiciones macroeconómicas previas, del acceso al dólar y de la capacidad de reacción de las políticas económicas.
En este sentido, una primera condición macroeconómica determinante es el saldo por cuenta corriente. Antes del parón, los déficits de las cuentas corrientes se financiaban con capital extranjero. “Sin entradas de capital, los grandes déficits por cuenta corriente se vuelven insostenibles”, advierte Duarte.
Durante el tercer trimestre de 2019, los déficits más elevados se registraron en África subsahariana y América Latina. Los países emergentes y en desarrollo asiáticos tenían un superávit en la cuenta corriente, principalmente impulsado por Tailandia, China y Vietnam. Sin embargo, India, Indonesia y Bangladesh tuvieron fuertes déficits por cuenta corriente.
Ahora bien, se podría asumir que una moneda flexible actuaría como dispositivo equilibrador para los desajustes por cuenta corriente a medida que las exportaciones se abaratan y las importaciones se vuelven más caras en función de la depreciación de la moneda local. Sin embargo, el analista subraya que, en la situación actual de contracción en la demanda y la oferta, es improbable que las exportaciones satisfagan una demanda suficientemente alta en los mercados internacionales, incluso con la fuerte apreciación del dólar de las últimas semanas. “Además, los datos académicos demuestran que, en el pasado reciente, los tipos de cambio flexibles solo han ayudado parcialmente a reajustar los desequilibrios globales”, añade Duarte. Así, las posiciones de política fiscal y monetaria han sido más relevantes.
Por otro lado, el nivel de deuda externa, valorada en dólares, es uno de los principales condicionantes macroeconómicos a tener en cuenta. Dado que el parón conduce a una depreciación de las monedas locales con respecto al dólar estadounidense, la deuda denominada en dólares explota y esto, subraya Duarte hace que los pagos sean más complicados y la refinanciación en los mercados financieros internacionales, actualmente con dificultades, es casi imposible.
En octubre de 2019, el FMI, en su Informe de Estabilidad Financiera y Global, advirtió sobre el aumento de la deuda pública y privada por los bajos tipos de interés mundiales, ya que podría aumentar el riesgo de sobreendeudamiento por la creciente dependencia de los países a la financiación externa. “Además del déficit por cuenta corriente, muchos países también tuvieron un preocupante déficit presupuestario del gobierno (fenómeno del déficit gemelo) en 2019”, destaca el analista.
Además del parón del COVID-19, el dólar estadounidense ha sufrido una mayor presión de apreciación por la guerra del petróleo entre Arabia Saudí y Rusia: el 9 de marzo, el precio del petróleo cayó de 50 a 35 dólares por barril en un día. Como reacción al incremento de la demanda internacional de dólares estadounidenses, la Reserva Federal extendió temporalmente sus líneas swap de dólares a 9 bancos centrales para permitirles proporcionar fondos en dólares estadounidenses en sus propios países. Estas fueron aprobadas para los bancos centrales de Australia, Brasil, Dinamarca, Corea, México, Nueva Zelanda, Noruega, Singapur y Suecia. Sin embargo, no se incluyeron países con algunas de las monedas más débiles, como Rusia, Sudáfrica e Indonesia.
“Sin una línea swap de dólares, con considerables déficits por cuenta corriente, altos niveles de deuda externa, bajos precios de los productos básicos (lo que también significa menores ingresos para los exportadores de productos básicos, gobiernos y empresas estatales) y una demanda global en peligro, las medidas tradicionales de política económica no pueden hacer mucho para contener estos riesgos”, asegura Duarte.
En consecuencia, el margen de maniobra de la política fiscal se ve reducido por los altos niveles de deuda ya existentes y la necesidad de enfrentar los desafíos de salud pública de la pandemia COVID-19. Además, numerosos gobiernos han implementado bloqueos en las grandes ciudades, lo que hace que el gasto público sea aún más importante para aliviar la disminución de los ingresos de los ciudadanos más vulnerables.
Por ello, ahora los bancos centrales se enfrentan al dilema de incrementar los tipos de interés para proteger sus divisas y prevenir la inflación o reducirlas para apoyar el crecimiento. Los bancos centrales de Colombia y Sudáfrica, por ejemplo, han decidido aplicar la última de las medidas anteriormente planteadas e incluso comenzaron a aplicar programas de compra de activos para proporcionar liquidez adicional. “Ante el temor de que las reservas puedan agotarse rápidamente, los controles para las salidas de capital podrían reaparecer”, advierte el analista.
“Las economías de los mercados emergentes no se enfrentan a un horizonte nublado. Están frente a un huracán de graves dificultades financieras a pesar de la facilidad en la presión sobre el dólar debido a las últimas inyecciones de efectivo de la Reserva Federal y las medidas que los gobiernos locales pueden tomar”, asegura Duarte. Por ello, el analista advierte que, sin una rápida recuperación de la demanda global a la vista, el FMI y el Banco Mundial deberían estar listos para intervenir con fondos suficientes para ayudar a las economías de mercados emergentes con dificultades financieras.
“Incluso si las instituciones multilaterales anunciaran un ‘whatever it takes’ por ejemplo, mediante una importante emisión de derechos especiales de giro (DEG), como sugirieron recientemente algunos economistas, la próxima tormenta financiera probablemente provenga de los mercados emergentes”, advierte el analista.
Foto cedida. La fundación Citi dona 15 millones de dólares para luchar contra el impacto del COVID-19
La fundación Citi donará 15 millones de dólares para luchar contra las consecuencias y necesidades que deje el COVID-19 a nivel mundial. Los fondos se repartirán entre diferentes programas: 5 millones de dólares irán al Fondo de Respuesta Solidaria COVID-19, otros 5 millones al programa estadounidense No Kid Hungry (Ningún Niño Hambriento) para apoyar la distribución de alimentos de emergencia y, por último, se destinarán 5 millones de dólares a los esfuerzos internacionales adicionales específicos de los países más afectados por el virus.
Además, en las próximas semanas, la Fundación Citi trabajará para identificar oportunidades adicionales donde apoyar los esfuerzos de recuperación a largo plazo. “Estos fondos suponen solo el primer paso para ayuda a aquellos afectados inmediatamente por la crisis, incluidos los trabajadores de la salud en primera línea y los bancos de alimentos de los Estados Unidos que están alimentando a nuestros jóvenes. Esta situación sin precedentes exige que continuemos respondiendo con consideración y decisión usando la amplitud de nuestros esfuerzos filantrópicos y nuestras actividades comerciales centrales”, asegura Michael Corbat, CEO de Citi.
El Fondo de Respuesta Solidaria COVID-19 ha sido establecido por la Fundación de las Naciones Unidas y la Fundación Suiza de Filantropía a petición de la Organización de la Salud. Los fondos recaudados serán destinados a detectar casos rápidamente, detener la transmisión del virus y atender las necesidades de los afectados. Así, la donación de la Fundación Citi irá dirigida a proporcionar equipos de protección para los trabajadores sanitarios, equipar laboratorios de diagnóstico, mejorar la vigilancia y recopilación de datos, establecer y mantener unidades de cuidados intensivos, así como tomar otras medidas críticas para ampliar la respuesta sanitaria ante la pandemia mundial.
El programa No Kid Hungry distribuye alimento a aquellos niños que se ven más afectados tras el cierre de escuelas y colegios. Solo en esta semana, estos niños en situación de vulnerabilidad dejarán de recibir alimentos por valor de 101 millones de dólares, según la Fundación Citi. Esta donación irá dirigida a apoyar la labor de la fundación que proporcionará subvenciones de emergencia, destinar recursos a las comunidades más afectadas y asegurar que las familias reciben comida mientras los centros educativos permanezcan cerrados.
Además del apoyo de la Fundación, Citi igualará las aportaciones de los particulares hasta los 2 millones de dólares que vayan dirigidas al programa No Kid Hungry. Las donaciones pueden realizarse a través de la página web.
Asimismo, Citi apoyará a aquellos clientes afectados en los Estados Unidos a través de distintas medidas, entre las que se incluyen exenciones de tarifas para los clientes de Citibank, programas de ayuda ante dificultades y ayuda a los pequeños comercios, como periodos de disponibilidad ampliada de banqueros.
Así, los clientes individuales de Citibank y las pequeñas empresas que se hayan visto afectados por el COVID-19 podrán acceder a los siguientes servicios de asistencia, a partir del 9 de marzo, por un periodo de 30 días:
Banca minorista: exenciones de las tarifas mensuales de servicio, así como renuncia a las sanciones de retirada temprana de CD.
Empresas pequeñas: exenciones de las tarifas mensuales de servicio y captura de depósitos remotos y renuncia a las sanciones de retirada temprana de CD. Asimismo, los banqueros estarán a disposición de los clientes después de las horas de atención y los fines de semana.
Asimismo, desde Citi aseguran estar trabajando para ayudar a sus clientes institucionales ante la volatilidad de los mercados y satisfacer las necesidades de sus negocios. A través de su posición de capital y liquidez, así como gracias a las medidas sugeridas por la Fed para las entidades bancarias, Citi busca apoyar los mercados financieros y el flujo de crédito a las empresas.
Así, mediante los equipos de suscripción y asesoría de la compañía, Citi está creando nuevos servicios de cobro para que los clientes mejoren la transparencia en sus cadenas de suministro y puedan realizar operaciones críticas de pasaportes. Además, la entidad continúa con normalidad las reservas de préstamo y las aperturas de cuentas para clientes comerciales, así como busca ayudar a las pequeñas empresas a través de una línea de crédito para diferir pagos que ayuden a administras estos negocios durante este periodo de crisis.
Varios actores relevantes de la industria financiera montevideana organizan el seminario «Atravesar y aprovechar las tormenta» que se inicia el próximo 15 de abril.
La crisis del COVID-19 «nos desafía en varios frentes al mismo tiempo. Liderar una estrategia adecuada, adaptarse e innovar», plantean los organizadores de los cursos.
Bárbara Mainzer, CFA, Silvina Rocha, Alvero J. Amoretti, Leonardo Costa y Juan Diana son los facilitadores de las 3 sesiones de una hora que tendrán lugar sobre una plataforma online.
Las ganancias del seminario serán volcadas a la iniciativa de Piso 40 (en el WTC) para apoyar al personal del Sistema Nacional de Salud, campaña «Cuidamos a quién nos cuida».
Más información e inscripciones en: info@welead.uy
Poco conocida del gran público, World Monuments Fund es la principal organización independiente dedicada a salvar los lugares más preciados del mundo.
En 2020, WMF anunció una selección bienal de los sitios del patrimonio cultural en riesgo, lugares que combinan una importancia histórica y un impacto social.
En México, el cáncer infantil es la primera causa de muerte por enfermedad en niños entre 5 y 14 años. Cada año se diagnostican alrededor de 5.000 casos de cáncer infantil y juvenil y el índice de sobrevida es de entre 50 y 60%. Muchas veces, la situación socioeconómica de la familia del menor hace más difícil el seguimiento del tratamiento.
Casa de la Amistad busca que los niños tengan las mejores oportunidades para luchar contra la enfermedad.
El pasado 6 de febrero Funds Society celebró su VII aniversario en la terraza del EAST Hotel Miami, en presencia de más de 100 profesionales. Se trata de la la séptima edición del ya tradicional cocktail anual.
Renzo Nuzzachi, CFA, Investment Strategist de LATAM ConsultUs, publica una columna sobre los trabajos del futuro y la inversión temática en la revista 22 de Funds Society Américas.