Pixabay CC0 Public Domain. Efama apuesta por un enfoque holístico y consistente para abordar las finanzas sostenibles
Pese al desafío que el COVID-19 está planteando, Europa quiere seguir impulsando las finanzas sostenibles. En estos dos últimos meses ha avanzado en nuevas consultas sobre índices de sostenibilidad y la actualización de la taxonomía sobre finanzas sostenibles. Desde la Asociación Europea de Gestión de Activos y Fondos (Efama) apuestan por que todo este trabajo se haga con un enfoque «holístico» y «consistente».
“Estamos de acuerdo en que la actual crisis del COVID-19 subraya la necesidad de fortalecer la sostenibilidad y la resistencia de nuestras sociedades. Para ello, la estrategia de financiación sostenible debe considerar cuidadosamente el impacto que la crisis de la pandemia tiene en nuestra sociedad y en nuestras economías, así como las necesidades de financiación que todo esto creará. Necesitamos una transición equilibrada que permita una distribución apropiada de los recursos entre los diferentes sectores. No podemos permitirnos dejar atrás parte de la economía o de la sociedad», defiende Tanguy van de Werve, director general de EFAMA.
Desde Efama quieren hacer esta reflexión pública para demostrar el apoyo de la industria de gestión de activos y fondos al camino que ha iniciado la Unión Europea. “Acogemos con mucha satisfacción la puesta en marcha de las diferentes consultas sobre este tema porque sigue siendo un aspecto nuclear de la agenda de la UE”, añade Van de Werve.
Efama reconocer que el Plan de Acción de Financiación Sostenible de 2018 ha creado un marco fundamental para integrar la sostenibilidad. Y consideran que la revisión que ha hecho la UE sirve para dar coherencia y unidad a toda la estrategia. “Si bien es crucial centrarse en el medio ambiente, la mayoría de las empresas están ahora en modo de supervivencia y lo estarán probablemente durante bastante tiempo. Si se observa la situación actual a nivel mundial, puede resultar necesario aumentar el enfoque en el factor de sostenibilidad, en particular en lo que respecta al capital humano y los desequilibrios sociales. El brote del virus ha puesto de manifiesto los defectos de nuestros sistemas sociales y probablemente hará mayor la división, con más recortes de puestos de trabajo, especialmente en aquellos empleos de baja cualificación y remuneración”, apunta Van de Werve.
Respecto al factor de buen gobierno, desde Efama consideran relevante que la Comisión Europea haya querido mejorar la transparencia y divulgación de la información relacionada con el gobierno y la gestión de las empresas. En este sentido, el responsable de la organización recuerda que para que las finanzas sostenibles funcionen en la práctica, “es esencial contar con datos sólidos, fiables y disponibles públicamente sobre el ESG de las empresas participadas”.
Los estadounidenses están renunciando a su ciudadanía en los niveles más altos registrados, según una investigación realizada por la firma de contadores Bambridge de Nueva York.
En los primeros 3 meses de 2020, el IRS reportó que 2.909 estadounidenses renunciaron a su ciudadanía, cifra mucho más alta que el total de los cuatro trimestres para 2019 (de 2.072 estadounidenses) y que representa un aumento del 1.104% frente a los 3 meses anteriores, donde se registraron 261 casos. El récord anterior fue de 2.365 casos durante el cuarto trimestre de 2016.
Alistair Bambridge, socio de Bambridge Accountants New York, explica «que la pandemia actual ha permitido a las personas poner en orden sus asuntos y abordar un problema que pueden haber estado posponiendo por un tiempo. Para los ciudadanos estadounidenses que viven en el extranjero, es imperativo el tener que presentar declaraciones de impuestos estadounidenses, posiblemente pagar impuestos estadounidenses e informar sobre todas sus cuentas bancarias extranjeras, inversiones y pensiones mantenidas fuera de los Estados Unidos. Para muchos estadounidenses esta intrusión es demasiado y dan el paso serio de renunciar a su ciudadanía ya que no planean volver a vivir en los Estados Unidos».
Para renunciar a su ciudadanía, los estadounidenses deben pagar una tarifa de 2.350 dólares y aquellos con sede en el extranjero deben hacerlo en persona en la embajada de los EE. UU. en su país de residencia.
Según comentó Bambridge a Funds Society, además de esa tarifa, se debe pagar un impuesto de salida si el patrimonio neto es de 2 millones de dólares o más cuando se renuncia. «Si está en ese umbral, el IRS calculará una venta estimada de todos sus activos y le cobrará por las ganancias de capital que se realizarían. Hablando con nuestros clientes, muchos de ellos se sienten nerviosos y preocupados por los impuestos estadounidenses y la situación actual se ha sumado a esa ansiedad. Así que creo que para muchos, al renunciar, es una forma de reducir esa preocupación y recuperar algo de control en sus vidas», concluye.
Bambridge Accountants New York es una empresa con sede en Nueva York que se especializa en impuestos de expatriados y no residentes.
Foto cedida. Paulo Leme es nombrado presidente del Comité Global de Asignación de la banca privada de XP Investimentos
XP Investimentos anunció el nombramiento del economista Paulo Leme como Presidente del Comité Global de Asignación de XP Private, entidad que se ocupa del segmento de altos ingresos de la firma brasileña. Además, Luciano Telo ha sido nombrado Head de Asignación Global.
La llegada de Leme se produce tras un periodo de fuerte crecimiento en el área de gestión de patrimonios que tiene oficinas en Nueva York, Miami, Ginebra, Londres y Lisboa, además de São Paulo y Río de Janeiro. Los dos profesionales tendrán funciones ejecutivas y estarán muy cerca de los clientes de XP Private para crear estrategias en los principales mercados y activos globales. Beny Podlubny sigue liderando el área como Head Global de XP Private.
«Con la creciente importancia de invertir de forma más globalizada, en este escenario de tipos de interés cero, estamos fortaleciendo nuestro equipo para que todos nuestros clientes en cualquier parte del mundo tengan acceso al mejor conocimiento de inversión», declaró Podlubny.
Con más de 35 años de experiencia, Leme es profesor titular de Finanzas en la Universidad de Miami, donde seguirá enseñando. Ha desarrollado 25 de años de su carrera en Goldman Sachs, donde llegó a ocupar los puestos de presidente del Consejo o CEO para Brasil. Durante ese periodo recibió una serie de premios y reconocimientos, incluido Mejor Economista brasileño en 2006. También trabajó durante nueve años para el Fondo Monetario Internacional, donde fue responsable de diversos programas de reestructuración de deuda y de estabilización económica en países de América Latina, Africa y Oriente Medio. Leme posee un maestría en economía (M.A por sus siglas en inglés) de la Universidad de Chicago y una licenciatura en ingeniería electrónica por la Universidad Federal de Río de Janeiro.
«Hoy en día, establecer el escenario global es un gran desafío y esencial para la gestión de carteras y, por lo tanto, puedo agregar no sólo 35 años de experiencia en bancos y entidades financieras, sino al mismo tiempo reunir la frontera de la innovación y el conocimiento académico», declaro Leme.
Por su parte, Telo es socio de XP Inc y CIO de XP Advisory. Con más de 20 años de experiencia en el mercado financiero, se ha desempeñado como gestor de fondos de inversión y como responsable de asignación de activos y estrategia de inversiones en instituciones como Itaú Unibanco y Goldman Sachs. Es licenciado en administración de empresas por la Escuela de Administración de empresas de FGV (Fundação Getulio Vargas ) en São Paulo y posee un MBA de la Sloan School do Massachussetts Institute of Technology (MIT).
A medida que la pandemia de COVID-19 ha tensado la economía de los Estados Unidos y ha dejado a millones sin trabajo, los estadounidenses han experimentado la mayor caída en su satisfacción financiera personal en más de una década.
El Índice de Satisfacción Financiera Personal (PFSi) Q1 2020 del Instituto Americano de Contadores Públicos (AICPA) marcó 32,9 a cierre de abril, una disminución del 20% (8,29 puntos) respecto al trimestre anterior. Esta es la mayor caída trimestral que el PFSi ha experimentado desde la Gran Recesión (cuarto trimestre de 2009).
Según la firma, el factor más notable que impulsó la disminución de PFSi trimestre a trimestre fue la caída del mercado bursátil, seguido de la inflación.
«Estamos escuchando de los planificadores financieros CPA en todo el país que ahora más que nunca sus clientes confían en su guía para navegar estos tiempos extraordinarios», dijo Andrea Millar, CPA / PFS, directora de Planificación Financiera en la Asociación de Contadores Profesionales Certificados Internacionales. “Desde darles a los clientes la tranquilidad de que los principios de planificación financiera no han cambiado, hasta la planificación proactiva con movimientos de cartera con eficiencia fiscal y préstamos para pequeñas empresas, los CPA han estado trabajando incansablemente para asegurar el futuro financiero de sus clientes y ayudarlos a realizar su vida. metas.»
Para ayudar a los estadounidenses a navegar la tormenta financiera COVID-19, los miembros de la sección de Planificación Financiera Personal de AICPA comparten los siguientes consejos:
Los retrasos en la fecha límite de impuestos significan más tiempo para realizar contribuciones de jubilación en 2019- “La pandemia de COVID-19 es ante todo una crisis de salud pública, y la seguridad y el bienestar de las personas deberían ser su principal preocupación. Si puede pagar sus facturas esenciales y tiene suficientes ahorros para mantenerse a través de una posible pérdida de empleo, considere contribuir a su jubilación. La extensión de la fecha límite de presentación y pago de impuestos federales hasta el 15 de julio de 2020 también extiende la cantidad de tiempo que tiene para hacer contribuciones a las cuentas IRA y HSA para 2019″ señala Mark Astrinos, CPA / PFS, miembro del Comité de Credenciales AICPA PFS.
Haz tu mejor esfuerzo para mantenerte firme -“En tiempos de mucho estrés, puede ser fácil hacer movimientos de dinero para ayudarlo hoy a terminar lamentando en el futuro. Cuando el mercado experimenta un retroceso significativo, es importante resistir la tentación de hacer un movimiento a corto plazo que pueda afectar los objetivos a largo plazo de su plan financiero. En cambio, manténgase enfocado y mantenga el rumbo con un plan financiero que incorpore una tolerancia al riesgo con la que se sienta cómodo y un horizonte temporal específico para sus objetivos financieros personales»,comenta Dave Stolz, presidente de CPA / PFS del Comité de Credenciales de AICPA PFS.
Su cartera puede estar en rojo, pero su planificación fiscal puede estar en negro- “Las pérdidas de inversión impulsadas por el coronavirus pueden ayudarlo a reducir sus impuestos si sabe cómo manejar esas pérdidas. Revise su cartera de inversiones para ver qué inversiones potenciales puede vender ahora para asegurar los beneficios fiscales. Aún mejor, si desea mantener la exposición a esa clase de activos, puede comprar una inversión similar y eventualmente volver a comprar esa inversión original después de 30 días. Asegúrese de esperar al menos 30 días para evitar las reglas de «venta de lavado» que están en vigencia para evitar que los contribuyentes deduzcan pérdidas por negociar valores sustancialmente similares dentro de los 30 días de diferencia. Esta estrategia se conoce como recolección de pérdidas fiscales y puede ayudar a reducir su posible impacto fiscal», comenta Michael Landsberg, CPA / PFS, miembro del Comité Ejecutivo de AICPA PFP
Oportunidad perfecta para estrategias de transferencia de riqueza“Al hacer obsequios a miembros de la familia, ya sea directamente o en un fideicomiso, el objetivo es que el activo aprecie y elimine la apreciación del patrimonio del donante. Al transferir riqueza, el valor de mercado de la propiedad se considera el valor del regalo. Desde la perspectiva de la planificación fiscal, desea que el valor de un regalo sea bajo cuando se entrega. Un mercado deprimido proporciona un valor de regalo más bajo. El valor del obsequio se compensa con la exención del impuesto sobre obsequios y sucesiones o está sujeto a impuestos si se agota la exención. Como parte de la Ley de Reducción de Impuestos y Empleos, la exención para obsequios se duplica temporalmente a 11,58 millones de dólares, lo que hace que ahora sea un momento aún mejor para considerar esta estrategia”, añade Lisa Featherngill, miembro de CPA / PFS del Comité Ejecutivo de AICPA PFP.
Los locales de Aiva en Zonamérica, Uruguay, han vuelto a la actividad después de varias semanas de trabajo a distancia. Un sistema de trabajo alterno y por grupos, además de un refuerzo de las medidas de seguridad, forman parte de un protocolo diseñado cuidadosamente y pensado para ir avanzando por etapas, cuidándose del COVID-19 pero también tratando de que el negocio siga avanzando.
Uruguay registra actualmente 19 víctimas mortales por coronavirus (al 11 de mayo) y se encuentra en alerta sanitaria desde el pasado 13 de marzo. Las autoridades recomiendan el aislamiento social y mantienen interrumpidas las clases en todos los establecimientos de enseñanza. Aunque la cuarentena no es obligatoria, el país quedó casi paralizado por la pandemia y actualmente ensaya un retorno cauto a la normalidad.
“Estas semanas de trabajo remoto han funcionado perfecto desde el punto de vista de la eficiencia, pero observábamos que estábamos perdiendo algo muy importante para Aiva que tiene que ver con la cultura de compartir, de pensar ideas juntos, de tener una conexión. Desde el primer caso que apareció en Uruguay creamos un equipo especial para diseñar un plan y la gestión de las tareas que implicaba la nueva realidad; siempre en contacto con la dirección y los diferentes jefes de área”, explica Natalia Sosa, Head of Human Resources, quien puso en marcha el plan junto con Jorge Redondo, Head of Business Technology.
Los colaboradores de Aiva quedaron divididos en tres grupos; dos de ellos tienen unos 40 integrantes cada uno y funcionan desde el pasado lunes 4 de mayo acudiendo a la oficina de manera alterna. Se estableció un protocolo que implica varias medidas: un ritmo semanal alternado, fuertes medidas higiénicas (los limpiadores rotan con cada grupo), distanciamiento entre puestos de trabajo y el uso de mascarillas y alcohol en gel, entre otras. El tercer grupo está compuesto por la gente que por diversas razones no podía reincorporarse en estos días por diferentes motivos, pero que lo hará en los próximos días.
Los dos grupos que ya pudieron reincorporarse conforman el 85% del actual staff de Aiva en Uruguay, un porcentaje que irá subiendo en las próximas semanas si la situación tiende a normalizarse
“Es importante dividir bien a la gente porque así, en caso de que aparezca un caso de contagio, los riesgos están limitados. Dentro del protocolo de medidas que tomamos definimos no hacer testeos aleatorios, pero sí ante cualquier mínimo síntoma de la enfermedad, Aiva se hará cargo de los test en el domicilio de los trabajadores si su médico de cabecera no se lo prescribió. En caso de positivo, todo el grupo quedará en cuarentena”, explica Natalia Sosa.
El plan de contingencia de Aiva parece de sentido común, pero ponerlo en marcha y diseñarlo fue de una gran complejidad: “Recopilamos información de otros países, de otras empresas y organizaciones locales. También consultamos a médicos de confianza, leímos mucha documentación y en todo momento tratamos de ponernos en el lugar de cada persona afectada por esta situación. El plan tiene decenas de medidas y se irá ajustando permanentemente. Debido a la evolución de la pandemia (el invierno está llegando al cono sur) el protocolo se irá revisando semana por semana, mes por mes, con un constante ajuste en función de lo que dicte la realidad”, afirma Jorge Redondo.
Aiva tiene su sede central en Uruguay, pero es una firma de alcance latinoamericano, con una amplia red de colaboradores en varios países, cada cual con una situación diferente. Actualmente los viajes están suspendidos, una decisión que se revisa cada quince días.
“Estábamos acostumbrados al trabajo a distancia con nuestros asesores, pero de todos modos esta es una situación inusual, y sentimos la necesidad de apoyarlos y acompañarlos. Fue por ello que en el marco de Aiva University, en estas semanas previmos la organización de conferencias y talleres, algunos con consultores que son socios estratégicos de Aiva, para darles un soporte personalizado y ayudarlos a mantener y continuar desarrollando su negocio. Hay gente que vio esto como una oportunidad y tenemos Asesores en diferentes países que han ganado en eficacia porque pueden tener más reuniones gracias a las herramientas informáticas, que los ayudan a superar las distancias o los problemas ligados al tráfico. Estamos mirando esta nueva realidad como una verdadera oportunidad”, señala Jorge Redondo.
Pixabay CC0 Public Domain. El equilibrio tremendamente frágil brindado por las autoridades condiciona las perspectivas a medio plazo
La crisis del coronavirus no solo está creando una nueva situación para los mercados, sino que también está dejando al descubierto la fragilidad del sistema. En su último comentario sobre la coyuntura actual, Carmignac apunta que, para comprender dicha fragilidad, hay que recordar que, después de la gran crisis financiera de 2008, los bancos centrales se esforzaron al máximo durante 10 años para evitar que la economía y la inflación entraran en recesión. Esto ha funcionado, aunque, a su juicio, “no del todo”; ya que, en Europa, se ha evitado la recesión, pero el crecimiento y la inflación se han mantenido en niveles anémicos.
“La paradoja reside en que unos tipos de interés cada vez más bajos han fomentado el aumento constante del apalancamiento financiero. Y la caída de los rendimientos de los bonos y el apoyo garantizado de los bancos centrales han animado a los inversores a asumir cada vez más riesgos, aunque la realidad económica fuera mediocre”, afirma la gestora. Por ello, los mercados se beneficiaron de la acción de los bancos centrales mucho más que la economía real.
En su opinión, el equilibrio alcanzado es muy singular: mientras se evitó una recesión mediante el apoyo monetario continuado, los activos de riesgo podían seguir avanzando, impulsados por la oferta de liquidez permanente de los reguladores. El repunte de los mercados de renta variable y deuda corporativa, e incluso de los activos inmobiliarios, alimentó un efecto positivo de riqueza, que a su vez fomentó el gasto de los consumidores, sobre todo en Estados Unidos.
Pero, según Carmignac, este equilibrio plantea dos problemas: el primero es que el apoyo de los bancos centrales no puede interrumpirse en ningún momento, como se demostró en 2018. De lo contrario, la economía se tambalea muy rápido y los activos de riesgo registran ventas masivas, lo que refuerza la recesión económica. “En ese sentido, 2019 supuso un alivio para los mercados: los bancos centrales habían aprendido la lección y los tipos bajos y los programas de QE estaban garantizados de una vez por todas”, afirma.
El otro problema reside en la posibilidad de una recesión brutal, por cualquier razón, que los bancos centrales no pudieran frenar con su apoyo, lo que haría que todo el castillo de naipes se derrumbara. Y, para la gestora, el coronavirus ha sido exactamente eso. “El cisne negro no ha sido la crisis sanitaria en sí misma, sino el cierre de la actividad económica, que generó un envite deflacionista de proporciones históricas. De repente, se rompió el delicado equilibrio necesario entre el crecimiento bajo -aunque positivo-, una inflación reducida pero positiva y unos precios de los activos financieros muy elevados”, apunta.
Es probable que aquellos que han apostado por el apalancamiento, ya sean inversores, empresas o incluso algunas economías nacionales, no tengan más remedio que declararse en quiebra a causa de esta conmoción, con consecuencias “potencialmente devastadoras a nivel mundial”.
Sostener el castillo de naipes
En este contexto, la tensión inicial en los mercados bursátiles, en los meses de febrero y marzo, tenía, a su juicio, todo el sentido. Pero lo que también era inevitable era que los bancos centrales y gobiernos duplicaran su apoyo. “Las autoridades no tendrán límites a la hora de mantener en pie el castillo de naipes. De ahí el amplio repunte del mercado de renta variable desde mediados de marzo”, que, señala Carmignac, no es otra cosa que “la continuación de la lógica que impera desde hace una década”.
Ahora, los mercados están más caros (en cuanto a valoraciones) que en sus máximos del pasado febrero, pese a que el horizonte de crecimiento económico es claramente más bajo que hace tres meses. Además, la parte de la ecuación relativa a la oferta de liquidez es lo suficientemente potente como para justificar múltiplos de valoración mucho más altos en los activos de riesgo. “Naturalmente, esto favorece a los sectores no cíclicos”, apunta.
Para la gestora, es clave ser conscientes de que las perspectivas a medio plazo se basan en la continuidad del equilibrio tremendamente frágil proporcionado por las autoridades. Gracias a este, las valoraciones de los activos de riesgo pueden mantenerse elevadas porque hay suficiente confianza en que las previsiones económicas a medio plazo serán muy lentas, pero no recesionistas ni inflacionistas, lo que justificará una oferta monetaria constante.
Asimismo, destaca que, por un lado, cuanto más coqueteemos con un crecimiento extremadamente bajo, más posible será que volvamos a caer en recesión en caso de accidente. “Por otro lado, cuanto más al extremo tengan que llegar las autoridades para salvar la desconexión entre los precios de los activos y la realidad económica, más tentados estarán los mercados de poner a prueba su credibilidad”, advierte. Por ello, Carmignac ha incorporado a empresas mineras de oro en sus carteras.
Es esta visión fundamental de un horizonte de crecimiento lento en el mejor de los casos la que explica su preferencia en las carteras de renta variable por títulos de crecimiento a largo plazo, de alta calidad, con capacidad de generar flujos de caja y elevada visibilidad. “Sobre todo los disruptores tecnológicos, que son los que de verdad están ampliando su cuota de mercado en este contexto”, revela.
“Esto también explica que esperamos que los próximos episodios de inestabilidad del mercado amenacen este frágil sistema de vez en cuando, de ahí nuestra gestión del riesgo, extremadamente vigilante”, añade. Por ello, considera que la gestión pasiva ha dejado de ser una solución.
Larry Fink, consejero delegado de BlackRock.. PNC Financial Services vende su participación del 22,4% en BlackRock
El banco estadounidense PNC Financial Services sale del accionariado de BlackRock. Según ha explicado la gestora en un comunicado, su mayor accionista ha puesto en venta la totalidad de su inversión, es decir, el 22,4% de su participación. Estas acciones se venderán en una oferta pública secundaria suscrita.
Actualmente, la entidad estadounidense posee 34,8 millones de acciones ordinarias y acciones preferentes convertibles de la Serie B en BlackRock, que se convierten en acciones ordinarias al momento de la venta. “PNC también espera otorgar a los suscriptores una opción de 30 días para comprar un 10% adicional de las acciones ofrecidas”, informan desde BlackRock. Con salida de PNC del accionario de BlackRock se pone fin a una relación de 25 años en lo que el banco ha definido de “beneficio mutuo”. Según explica el banco en su comunicado, esta venta responde a su objetivo de “materializar los beneficios de su inversión” y mejorar su caja para tener margen y responder a las potenciales oportunidades que plantea el entorno actual.
“La sólida trayectoria de BlackRock y su desempeño han aportado un valor significativo desde que PNC adquirió su participación en la compañía. Como buenos gestores del capital accionario, hemos revisado de manera consistente las opciones para desbloquear el valor de nuestra inversión», explica William S. Demchak, director ejecutivo de PNC.
Por su parte, BlackRock también ha matizado que inmediatamente después del cierre de la oferta secundaria,la gestora tiene la intención de hacer una recompra de 1.000 millones de acciones a PNC. Sujeto al cierre de la oferta, BlackRock habrá recomprado, aproximadamente, 1.500 millones de dólares de sus acciones en 2020 y habrá completado su nivel objetivo de recompra de acciones para el año. Sin embargo, en su comunicado advierte que “seguirá siendo oportunista en caso de que surjan oportunidades de valoración relativa”.
Tras la oferta y la recompra de 1.100 millones de dólares de acciones (y suponiendo que los suscriptores ejerzan su opción de compra de acciones adicionales en su totalidad), PNC habrá dispuesto de todas sus acciones, excepto de las 500.000 acciones que tiene la intención de donar a la Fundación PNC tras la finalización de la oferta. BlackRock no recibirá ninguna de las ganancias de la venta de acciones de sus acciones ordinarias.
BlackRock ha presentado una declaración de registro (incluyendo un prospecto) ante la SEC. Según señala, la oferta secundaria se realizará simultáneamente en los Estados Unidos e internacionalmente a través de Morgan Stanley, Citi y Evercore ISI.
Pixabay CC0 Public Domain. Bienvenido a la “nueva realidad”: principales tendencias de la economía tras la pandemia
Primero fue China y ahora es la Unión Europea la que avanza, paulatinamente, hacia el fin de las medidas de distanciamiento social y hacia la reactivación de la economía. La realidad en cada país es muy diferente, aunque el denominador común sigue siendo frenar los contagios sin hundir totalmente la economía. En este sentido, las bolsas han celebrado la reapertura, con restricciones, de cierta actividad económica y se aferran a argumentos positivos para mantener sus niveles.
“Países como Francia, Dinamarca, Noruega y Reino Unido hoy ponen en marcha nuevas medidas en sus respectivos procesos de desescalada. Y en España comienza la entrada en fase 1 para el 51% de la población del país aunque permanecen en fase 0 comunidades como Madrid y la gran mayoría de Cataluña”, apuntan los analistas de BancaMarch. Una característica de esta desescalada es que los países siguen vigilando que no haya un repunte en los contagios por COVID-19, como ha ocurrido en Corea del Sur y Alemania.
Desde el inicio de esta crisis, los expertos han apuntado que la magnitud del daño económico tendrá mucho que ver con las medidas de paralización de la economía que tomen los países, así como las herramientas que se pongan en marcha para contener el daño. “La difusión mundial del COVID-19 ha creado una volatilidad sin precedentes en los mercados financieros, impulsada por los temores sobre el impacto económico y los intensos niveles de incertidumbre sobre lo que sucederá a continuación. Sin embargo, durante el último mes, los mercados de inversión han recuperado casi la mitad de la bajada experimentada. Esta recuperación se debe a la percepción de que el virus se está controlando, junto con las extraordinarias políticas de los bancos centrales y los gobiernos de todo el mundo”, explica Joseph Little, Global Chief Strategist, HSBC Global Asset Management.
Nuevas tendencias
En opinión de Nicholas Grace, gestor de renta variable de Capital Group, lo que hemos vivido con esta pandemia impulsará tendencias como el aumento del proteccionismo y el nacionalismo. “Las posiciones hacia la inversión extranjera directa procedente de China han cambiado y ya estamos asistiendo a una incipiente propensión de los países a proteger a sus campeones nacionales. Tomemos el ejemplo de India, la semana pasada aprobaron una nueva legislación que limita la inversión extranjera directa, aumentando los obstáculos para China. En Europa, Alemania y España también han endurecido sus reglas, imponiendo un límite del 10% para las compañías de importancia estratégica. La preocupación es que las compañías extranjeras aprovechen las débiles valoraciones del mercado de renta variable para aumentar posiciones a través de fusiones y adquisiciones”, apunta.
La segunda tendencia que podemos observar de cara a esa “nueva realidad” es, según Grace, es el paso de la desregulación a la regulación y el aumento de la intervención gubernamental. Según explica, no sólo veremos impuestos mucho más altos a nivel individual y corporativo, sino también mucha más regulación en las empresas. “Anteriormente, se aumentó la intervención en el sector bancario en términos de niveles de capital Tier 1, retribuciones a los CEO, así como distribuciones de dividendos y recompra de acciones. Se espera que esta tendencia se extienda a otras industrias y afecte a una franja de las empresas. Las industrias que han recibido apoyo de los gobiernos se someterán, especialmente, a un escrutinio regulatorio”, afirma.
Tanto en Europa como en otras regiones del mundo, Erik Weisman y Robert M. Almeida, gestores de MFS Investment Management, «la economía de la poscrisis no se asemejará a la economía de la precrisis». En su opinión, si quisiéramos reconstruir la economía mundial tal y como se encontraba antes de que estallara la crisis de la COVID-19, entonces necesitaríamos volver a poner todos los pedazos (capital, empleadores, mano de obra, financiación y cadenas de suministro) exactamente en el lugar que ocupaban antes. Sencillamente, no creemos que esto vaya a suceder.
“El juego de parejas es demasiado complicado y, para empezar, algunos de los pedazos no existían. Además, todo intento de recrear el mundo precoronavirus supondría simplemente retornar a una economía rota de forma diferente. El ciclo económico que acaba de finalizar se caracterizaba por un exceso de apalancamiento, una insuficiente inversión en recursos productivos y una dependencia excesiva de la remuneración a los accionistas: era insostenible. En este contexto, ¿cómo debemos abordar las valoraciones de los activos de riesgo en el futuro, cuando intentamos restablecer la economía en algún tipo de nueva forma?”, se plantean los gestores de MFS IM.
Además de estas tendencias, el equipo Macro y Next Generation Research de Julius Baer considera en su último informe que las sociedad van a abrir el debate sobre cómo equilibrar los costes de una crisis como esta con las recursos sanitarios. Desde Julius Baer opinan que no es ético “descartar este debate”, aunque reconocen que es “difícil de abordar”. Si bien la tendencia hacia la digitalización tenía buenos cimientos antes de la crisis, se ha acelerado la velocidad con la que está produciéndose. Un mundo aún más digitalizado brinda oportunidades, pero viene con la amenaza bajo el brazo de la “creciente de inseguridad cibernética”. Por otra parte, la inversión sostenible pasó por su bautismo de fuego batiendo al mercado en general. Así, se espera que la demanda de los inversores se amplíe como resultado de la crisis, dando “un impulso” a esta estrategia que ya está en auge.
Además, desde Julius Baer consideran que, a nivel teórico, también habrá importantes cambios. Consideran que la actual situación adversa acelerará “las tendencias estructurales existentes en lugar de crear otras nuevas”. De este modo, como consecuencia del shock económico y para combatir las consecuencias de la crisis, la Teoría Monetaria Moderna tomará cada vez más importancia en los próximos años: reivindica la monetización de la deuda pública para lograr el pleno empleo y proporciona una actitud menos dura hacia la inflación.
Foto cedidaNicola Mai, analista de crédito soberano de PIMCO.. PIMCO reclama “urgentemente” una “colaboración fiscal comprometida en la Unión Europea”
La fuerte caída del PIB en la zona euro durante el primer trimestre y la probabilidad de una caída mucho más dramática en el segundo trimestre son consistentes con la previsión económica de PIMCO. La gestora estima que la economía de la zona euro se contraiga alrededor de un 10% este año, con el riesgo de que la contracción sea mayor. Este escenario supone un gran reto para el proyecto de la Unión Europea.
Por ello, Nicola Mai, analista de crédito soberano de PIMCO, pone el acento en que es “urgentemente necesaria una colaboración fiscal y monetaria comprometida y decisiva para hacer frente a la crisis económica”. En su opinión, pese a los esfuerzos, Europa sigue quedándose atrás. “Los responsables políticos europeos se enfrentan al momento de la verdad”, advierte.
Según Mai, el hecho de que probablemente muchos modelos de negocio no puedan volver a la normalidad por un largo tiempo (o en algunos casos, nunca más) muestra la necesidad de que el apoyo fiscal no solamente debe ser agresivo, sino más amplio y duradero, abarcando por ejemplo, mayores subvenciones e inyecciones de capital para los sectores en dificultades. Los bancos centrales, por su lado, necesitan coordinarse con las decisiones fiscales mediante el afianzamiento de los balances soberanos.
“Para evitar el riesgo de que la crisis dañe el tejido social en los países, los responsables políticos necesitan actuar decisiva y concertadamente. Nuestro análisis sugiere que, para alcanzar la cifra económicamente efectiva de 1 billón de euros (o más) en el tan esperado Fondo de Recuperación de la UE, la mayor parte del apoyo a los países deberá ser en forma de préstamos, en lugar de subvenciones”, explica.
De lo contrario, advierte que la Comisión Europea no podría emitir tanta deuda en los mercados públicos sin perder su calificación AAA. “En teoría, el despliegue de un mayor volumen de subvenciones solo sería posible si los países decidieran aumentar el presupuesto de la UE en más del 1% del PIB y durante más de dos o tres años, lo cual es poco probable, en nuestra opinión, dado que la actual propuesta del Fondo de Recuperación ya enfrenta suficientes obstáculos”, señala.
Dado que las subvenciones probablemente no superen el 0,5% del PIB de la zona euro, la mayor parte del apoyo fiscal sería en forma de préstamos a los Estados. “Dichos préstamos serían útiles al margen si se otorgan con vencimientos a muy largo plazo, a tasas muy bajas y con poca o ninguna condicionalidad. Sin embargo, acordar estas condiciones podría ser un desafío, debido a los comentarios recientes de algunos funcionarios del norte de Europa”, añade.
En este sentido, y viendo el discurso del BCE, Mai sostiene que los responsables políticos en Europa terminarán haciendo lo necesario, pero el tiempo es esencial: “Cuanto más se demore en llegar una respuesta política convincente, mayor será el riesgo de daño económico y social, y mayor será el riesgo de perder el control. Europa se enfrenta al momento de la verdad”.
Pixabay CC0 Public Domain. ¿Pueden los criterios ESG sobre los gobiernos reflejar el éxito o fracaso de la gestión del COVID-19?
A medida que los gobiernos empiezan a reflexionar sobre las estrategias para permitir que la mitad de la población mundial abandone sus hogares, la atención se centra en la tarea de reconstruir las economías y en las tendencias sociales que se acelerarán a causa de la pandemia.
A medida que se desarrollan los efectos del COVID-19, los cambios a largo plazo en el comportamiento de los consumidores y las repercusiones en los sectores que van desde el turismo a la tecnología están atrayendo una atención crítica. Muchos de los intentos por proyectar los efectos a más largo plazo de la actual pandemia de coronavirus dependen en gran medida de que los cambios en las pautas de comportamiento de los consumidores resulten permanentes una vez que se empiecen a levantar los confinamientos.
¿Cuánto tiempo se tarda en adquirir hábitos que se mantengan? El consenso es que, de acuerdo con investigaciones psicológicas, se requiere alrededor de dos meses para que un hábito se forme. La ciudad china de Wuhan vivió un período de casi dos meses de encierro y muchos de los estados europeos más afectados por la crisis están trabajando para aliviar las restricciones después de una experiencia similar.
Históricamente, las crisis han ido acompañadas de un cambio social. Tras las guerras mundiales del siglo XX, se establecieron servicios de salud universales (aunque no en Estados Unidos), las mujeres obtuvieron el derecho de voto en muchas democracias (aunque no en Suiza) y se incorporaron en gran número al mundo laboral. Tras los atentados terroristas de 2001, nos ajustamos a las restricciones de seguridad en los aeropuertos y la crisis financiera de 2008 agravó las desigualdades, desencadenando un aumento generalizado de los nacionalismos y la xenofobia. Esta vez, podemos prever amplios cambios en las tecnologías de conectividad, la globalización, la geopolítica y la sostenibilidad.
Dependientes de la tecnología
Nuestra dependencia de la tecnología ha sido obvia en las últimas semanas. El comercio online se ha incrementado, exigiendo más a la logística y a los servicios postales y de mensajería para mantener las entregas mientras que la demanda de citas médicas a distancia, o servicios de telemedicina, ha aumentado. Las ventas de ordenadores, monitores e impresoras se han incrementado a medida que nos adaptamos a trabajar desde casa y los niños aprenden por sí mismos desde su confinamiento.
La demanda de una capacidad de red cada vez mayor puede seguir impulsando las redes móviles de 5G, especialmente teniendo en cuenta la perspectiva de un estímulo fiscal destinado a la conectividad. Las plataformas de intercambio digital, así como las posibles implicaciones para el valor de los bienes inmuebles comerciales, evolucionarán a medida que ajustemos las expectativas de nuestros espacios de vida y de trabajo tanto dentro como fuera del hogar.
El crecimiento del teletrabajo también expuso las vulnerabilidades de la seguridad online. Zoom, un sistema de videoconferencias, vio aumentar por 20 el número de abonados en las primeras semanas de confinamiento en Europa, y muchas empresas prohibieron su uso por motivos de seguridad unas semanas más tarde. Inevitablemente, también surgirán temores sobre la solidez de la arquitectura de Internet, tanto de su infraestructura basada en la nube como del almacenamiento físico de datos y los cables en los que se apoya.
Habrá que insistir en el hecho de que muchos gobiernos no han actuado con la antelación suficiente como respuesta a la pandemia. Por ejemplo, gran parte del mundo no ha podido seguir el «simple mensaje para todos los países: tests, tests, tests» de la Organización Mundial de la Salud desde el pasado 16 de marzo. Tampoco todos los gobiernos han podido proporcionar equipos de protección, incluidos guantes y mascarillas que son la primera línea de defensa para los sanitarios. Por no hablar de los sistemas de información más sofisticados como las herramientas de vigilancia del comportamiento en pacientes contagiados.
La tecnología será parte de la respuesta, en forma de pruebas médicas masivas y monitoreo de la población. Aunque sea problemática desde el punto de vista de las libertades civiles, es seguro que se hará más común, incluso se espera que sirva para contener brotes adicionales. Ya se están desplegando nuevas tecnologías de rastreo en China y se están estudiando en Europa con el respaldo de Google y Apple.
Es probable que la pandemia actúe como catalizador, acelerando las tendencias existentes en el comercio electrónico, la logística y la seguridad cibernética, y subrayando la fragilidad de otras.
Desglobalización
La globalización se ha intensificado desde la II Guerra Mundial. Pero la liberalización del comercio de bienes y servicios, facilitada y vigilada por los acuerdos de la Organización Mundial del Comercio y la adhesión de China, ha sido cuestionada desde la gran crisis financiera de 2008/2009. La mayor amenaza para una respuesta coordinada a la crisis actual es el colapso de la confianza política en el sistema multilateral, provocado por el aumento de las desigualdades y explotado por los políticos populistas. El último ejemplo es la decisión de Estados Unidos de retirar la financiación de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Es importante porque los gobiernos están al mando de la economía, asumiendo el control, al mismo tiempo que gran parte de los servicios del sector privado se han paralizado. Esto tiene sentido ya que los gobiernos pueden recibir pagos para pedir préstamos y proporcionar estímulos fiscales y monetarios.
En 2019, la atención económica se centró en la reacción de la industria manufacturera ante las dificultades de hacer frente a la disputa comercial entre EE.UU. y China. Ahora, esperamos ver que la producción de artículos críticos, que antes se daban por sentado, se reoriente a nivel nacional. La producción de mascarillas médicas, por dar un ejemplo obvio y oportuno, se centra en Asia. Francia sólo tiene cuatro centros capaces de fabricar mascarillas de grado quirúrgico porque hasta la crisis actual el país suponía que siempre podría importar lo que fuera necesario para cubrir cualquier déficit. El Gobierno francés está ahora quintuplicando la producción. Además, ahora los temas de cooperación y competencia internacional están claramente centrados en el regateo comercial del suministro de mascarillas. El presidente Trump por ejemplo, invocando su política de «America First», bloqueó el envío de tres millones de mascarillas a Canadá.
Otras industrias quizás traten de reducir su dependencia de la fabricación de bajo coste en Asia y China, recurriendo a la producción y a la obtención de nuevas soluciones para la cadena de suministro. Otro ejemplo puede ser el de los componentes químicos de bajo valor añadido, considerados repentinamente esenciales porque son la materia prima de medicamentos básicos sin patente. Es posible que veamos la misma tendencia en el abastecimiento de alimentos a medida que nos ajustemos a los niveles cambiantes de suministro y nos enfrentemos a la fragilidad de nuestras redes de suministro actuales, que dependen de la “just-in-time delivery”, lo que ha contribuido a la disminución de los niveles de stock.
Sin duda, la automatización de los procesos industriales, el almacenamiento y la solución de los cuellos de botella logísticos se acelerarán para hacer frente a las nuevas urgencias y es probable que sigan siendo una prioridad para las empresas mucho después de la pandemia.
Los viajes son una baja obvia a corto plazo y plantean dudas sobre la rapidez con la que se recuperará el sector una vez que las restricciones de movimiento comiencen a levantarse. Podríamos ver más restricciones en los viajes corporativos y un impacto prolongado en los viajes de ocio, en particular los de larga distancia. Es probable que esto se combine con las crecientes sensibilidades ambientales de los viajeros, y puede generar algún cambio de los viajes aéreos a los ferroviarios. A corto plazo, cualquier cambio duradero en el comportamiento de los viajeros de negocios y de ocio puede prolongar la presión sobre los precios del petróleo, a pesar del reciente acuerdo entre la OPEP y Rusia, que hace que sus precios bajen aún más, pues el combustible de aviación representa el 7% de la demanda mundial.
¿Un nuevo eje geopolítico?
Dadas las muy diferentes experiencias de gestión de la pandemia y el control de su narrativa en China y EE.UU., ¿mirarán los historiadores este período como un punto de inflexión en el equilibrio geopolítico de poder entre EE.UU. y China? Esto ocurre cuando algunas democracias occidentales liberales parecen especialmente debilitadas a causa de líderes populistas y las preguntas sobre la interferencia de las elecciones extranjeras, mientras los EE.UU. se preparan para otras elecciones presidenciales en noviembre de 2020.
Por último, la solidez de la cohesión de la Unión Europea está bajo un escrutinio aún mayor. El tiempo que se tardó en acordar una respuesta común a la pandemia en toda la zona euro, que sigue siendo bastante limitada en comparación con el nivel de gasto de emergencia que se ofrece en Asia, no contribuyó demasiado a reforzar los argumentos de los federalistas. Después de haber tropezado con un compromiso y de haber dejado de lado la idea de los coronabonos, el resultado final puede resultar eficaz con la potencia de fuego adicional del Banco Central Europeo.
En los mercados emergentes, el impacto de la reducción de los precios del petróleo probablemente generará una serie de vías de crecimiento muy diferentes, que pondrán a prueba la vulnerabilidad económica de los productores de petróleo y contribuirán a la recuperación de los países importadores de petróleo, como la India y China.
Sostenibilidad en tiempos del COVID-19
¿Seguirán los líderes mundiales considerando el cambio climático como una prioridad con sus economías en recesión o en recuperación? La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, prevista para noviembre, se aplaza hasta el año 2021.
Desde el punto de vista de la ciencia del clima, la crisis actual va a ofrecer a los investigadores una oportunidad sin precedentes para estudiar el impacto del comportamiento humano en el medio ambiente. Hay una oportunidad de aprender lo que sucede con los gases de efecto invernadero en la atmósfera cuando el mundo vuelva a los niveles de transporte internacional de los años 50. ¿Se debilitarán los compromisos de reducción de los gases de efecto invernadero ante la ralentización de las economías? ¿O la experiencia de niveles más bajos de contaminación, incluso en el mundo emergente? ¿La comprensión de los efectos positivos para el crecimiento de la inversión en infraestructura ecológica estimularán la adopción de más medidas?
Dado que los residentes de muchas ciudades han estado disfrutando de un aire más limpio durante el confinamiento, es probable que disminuya la tolerancia del público a la vuelta a la normalidad, junto con una mayor consciencia de los efectos de la contaminación atmosférica en la salud pública. En la actualidad, las investigaciones vinculan la exposición a la contaminación con la propagación y la tasa de mortalidad del COVID-19, por el efecto de la contaminación atmosférica en la respuesta inmunológica del cuerpo y en las condiciones de salud subyacentes, que se agravan. Una revisión de las causas y los factores que contribuyen a la crisis puede dar un nuevo impulso a los esfuerzos por hacer más estrictos los controles de las emisiones, especialmente en el transporte.
Además, los paquetes de estímulo fiscal pueden dar un impulso a la infraestructura ecológica. Al menos en la UE, parece probable que cualquier programa de apoyo a largo plazo se ajuste al Acuerdo Verde de la UE anunciado el año pasado. En otros lugares, el aumento de la disponibilidad de préstamos y capital de bajo coste hará más atractivas las inversiones en eficiencia energética y tecnologías renovables, las cuales requieren un desembolso de capital inicial pero ofrecen un rendimiento económico positivo.
Desde el punto de vista de la sostenibilidad empresarial, la pandemia está poniendo de relieve las deficiencias en infraestructura y la necesidad de más inversiones. Hasta ahora, los planes de continuidad de la actividad empresarial daban por sentado que cualquier cierre forzoso de las oficinas de una empresa sería compensado en otros lugares y no preveían la posibilidad de que todos los sitios quedaran fuera de juego simultáneamente. La sostenibilidad de numerosas empresas será examinada de nuevas maneras y ofrecerá oportunidades para los más destacados, incluidas las empresas del sector tecnológico.
En general, estamos observando con atención la reactivación económica de China y Asia, no sólo desde el punto de vista de la experiencia del virus, sino también con la mirada puesta en la evolución de las preferencias, el enfoque y las posibles oportunidades de los consumidores.
Se avecina un cúmulo de cambios sociales y políticos, hábitos de consumo y demandas tecnológicas, aunque sólo sea porque esperamos, personal, nacional y globalmente, estar mejor preparados por si se repite la experiencia.
Tribuna de Stéphane Monier, Chief Investment Officer de Lombard Odier.