Mike Riddell, courtesy photo. Allianz Global Investors apuesta por la gestión activa y flexible en su estrategia de bonos más exitoso
Uno de los principales objetivos de los gestores de activos es que su cartera sea capaz de ofrecer retornos atractivos incluso en momentos de alta volatilidad del mercado, como el entorno actual. Sobre este enfoque de inversión hablaron Mike Riddell y Jack Norris, gestores de Allianz GI, durante el último webcast organizado por la gestora que abordó su estrategia de bonos.
En la opinión de la gestora, su estrategia de bonos es de gestión activa y tiene un enfoque sin restricciones que permite gestionar una cartera diseñada para comportarse como un fondo de bonos debería durante una crisis de mercado, buscando entregar retornos atractivos durante períodos de intensa volatilidad mientras que provee un flujo de rendimientos no correlacionados con la renta variable.
“La estrategia ha superado constantemente su benchmark desde su creación en 2016 y tiene tres objetivos. El primero, ofrecer un rendimiento superior al Bloomberg Barclays Global Aggregate Index en un horizonte de tres años, buscando cuatro fuentes potenciales de alfa: los tipos de interés, el crédito, la inflación y las divisas. En segundo lugar actúa como un diversificador de cartera al tener una correlación a la renta variable de como máximo el 0,4. Y en tercer lugar, la estrategia es asimétrica, es decir, ofrece un perfil de retorno asimétrico persiguiendo oportunidades que tienen el potencial de capturar mayores ventajas que desventajas”, explican los ambos gestores.
Una de sus principales características es su flexibilidad, que permite reposicionar la cartera según las condiciones del mercado. Mike Riddell y Jack Norris explican que, a principios de año, la estrategia se posicionó para una inflación creciente y tasas más bajas en medio de un fuerte impulso económico a nivel mundial. “Sin embargo, a finales de enero y principios de febrero nos preocupaba cada vez más que el coronavirus supusiera un riesgo material para la economía mundial y nuestra tesis de inversión. En respuesta a estas preocupaciones, comenzamos a posicionar la cartera para un entorno más arriesgado, siendo más cautelosos con el crédito, ya que esperábamos que los márgenes se ampliaran, que la inflación disminuyera y que la volatilidad aumentara”, afirman.
Los gestores reconocen que, a medida que las condiciones del mercado empeoraron en marzo, sus posiciones en crédito y divisas contribuyeron favorablemente a la estrategia. “Cuando la Reserva Federal (Fed), el gobierno de los Estados Unidos y los responsables de las políticas en Europa y Asia lanzaron respuestas sin precedentes a la crisis, cambiamos agresivamente la estrategia a una postura más arriesgada para beneficiarnos de una posible recuperación económica en la segunda mitad de 2020”, añaden.
El otro elemento básico en la estrategia de bonos de Allianz GI es la liquidez. Los gestores reconocen que la liquidez es un elemento que les ha preocupado mucho durante este entorno de mercado. “El reciente Informe sobre la Estabilidad Financiera Mundial del Fondo Monetario Internacional (FMI), en octubre de 2019, destacó el aumento del riesgo de liquidez de los fondos de renta fija, estimando que la mitad de los fondos de alto rendimiento del mundo no tienen suficiente liquidez para hacer frente a los rescates en un entorno de tensión. A medida que los diferenciales de crédito se han ido reduciendo desde los últimos picos, hemos visto cierta normalización de la liquidez. Sin embargo, creemos que la liquidez sigue siendo frágil en el entorno actual, y la reanudación de los temores podría desencadenar otro suceso de liquidez. Dentro de nuestras estrategias, la liquidez sigue siendo un componente crítico de la gestión de riesgos, y evaluamos la liquidez tema por tema para asegurarnos de que podemos hacer frente a los reembolsos de los clientes y cambiar nuestro posicionamiento”, comentan los gestores.
Nick Youngson CC BY-SA 3.0 Alpha Stock Images. CEO
Reg BI sacudirá la industria de gestión de activos y entrará en vigencia en junio. FIBA, como uno de los principales representantes del negocio de la riqueza privada transfronteriza está organizando su segundo seminario de Reg BI con miembros de la SEC, el 29 de mayo. En versión online.
Lourdes González, una de las principales autoras del Reglamento Best Interest y nativa de Miami estará en el panel. Ben Tecmire, de la SEC, se unirá a ella para abordar los asuntos relacionados con family offices, administradores de activos y otros distribuidores no intermediarios afectados por Reg BI.
Kim Prior y Greta Trotman de Shutts & Bowen así como Sergio Alvarez-Mena de Jones Day, guiarán a la audiencia a través de los requisitos de CRS, el impacto del Asesor de inversiones y los cuatro requisitos principales para el cumplimiento de Reg BI. Se prestará especial atención al negocio offshore y cómo las empresas transfronterizas de todos los tamaños pueden enfrentar el desafío de Reg BI.
Los temas en el oportuno seminario web de una hora que recapitularán los últimos desarrollos para el cumplimiento del Mejor Interés de Regulación, incluyen:
Cómo la introducción de empresas puede satisfacer a CRS.
¿El requisito de inglés simple es realmente solo inglés?
¿Se excluyen las PIC y estructuras similares?
¿Qué es una recomendación?
¿Las comisiones son inherentemente un conflicto?
¿Cómo pueden las empresas reclutar en la era de Reg BI?
¿Están exentos los valores offshore de Reg BI?
Para suscribirse al webinar Regulation Best Interest Countdown: What you absolutely, positively must have in place!, siga este link.
Pixabay CC0 Public Domain. SURA Inversiones analiza el impacto de los últimos acontecimientos en el mercado de renta variable latinoamericano
¿Qué oportunidades surgirán a partir de la crisis? Es la pregunta que abordaron Felipe Asenjo, director de Renta Variable, y Jean Paul Latournerie, vicepresidente de Renta Variable, ambos de SURA Investment Management en un seminario exclusivo para clientes de SURA.
Felipe Asenjo analizó la situación económica actual, afirmando que el sector más afectado a nivel mundial es el relacionado con los servicios; segmentos minoristas, ventas de retail, hotelería, las aerolíneas, entre otros, que muestran peores indicadores incluso que el sector manufacturero.
De acuerdo al experto, el principal catalizador de las bolsas son los resultados corporativos. En este sentido, Latinoamérica ha sido el mercado más afectado a nivel mundial por la fuerte corrección a la baja desde marzo en la utilidad por acción, con una caída en las utilidades en torno al 40%.
Eso ha afectado las bolsas específicamente en los retornos en dólares desde el inicio de este año, y el mercado que mayormente reflejó esta crisis fue Latinoamérica con una caída en torno al 47%, Europa con una contracción de 24% en lo que va del año, y el caso de Estados Unidos que ha bajado 11%.
En cuanto a las proyecciones, el economista tiene sus ojos puestos en los avances de China, no solo como el país donde se inició la crisis, sino que también como el principal socio comercial de Chile, asegurando que “China ya está dando luces, con crecimientos importantes en las exportaciones y en la producción industrial, con crecimientos de 3,5% y 3,9% respectivamente, que si bien no son las cifras del pasado, ya está sorprendiendo al mercado, que esperaba caídas de doble dígito”, lo que serían buenas noticias para Latinoamérica y en especial Chile.
De acuerdo a Asenjo, también es importante considerar el riesgo que representa la informalidad en los mercados, ya que existe una correlación entre cantidad de contagios y capacidad económica, por lo que países que presentan mayores tasas de informalidad, tales como México y Colombia, no pueden aplicar cuarentenas totales, perjudicando la posibilidad de aplanar la curva de contagios y recuperación a largo plazo. “Si las personas no son capaces de tener ingresos, van a aumentar los niveles de desigualdad que habíamos visto en el pasado, y que gatillaron una serie de conflictos mundiales de carácter social. Es importante entender que necesitamos ir abriendo paulatinamente, controlando el número de contagios para no colapsar el sistema de salud”, explicó.
Preferencia por renta variable chilena
Por su parte, Latournerie aseguró que Chile enfrenta la pandemia mundial en medio de un ya debilitado crecimiento económico, un fuerte aumento del gasto fiscal y baja confianza empresarial tras el estallido de las protestas sociales el 18- O, donde la incertidumbre respecto al crecimiento interno y la demanda local va a seguir existiendo, debido a factores como las próximas elecciones presidenciales y el cambio constitucional, generando un escenario mucho más complejo de resolver.
Asimismo, argumentó que el país se encuentra en una situación muy distinta a la de la crisis subprime, donde en el escenario previo durante el año 2007, el resultado fiscal para Chile estaba creciendo un 8% principalmente debido al precio del cobre, y la tasa política monetaria estaba en torno a un 5%, lo cual daba un espacio bastante amplio para bajar las tasas. “Lamentablemente durante el 2019 tenemos un resultado fiscal que se estaba contrayendo en torno al 3%, una tasa política monetaria al 2,5% que quita espacio para hacer política expansiva. El PIB de Chile creciendo solo un 1,1% y el PIB del mundo en un escenario mucho más lento, lo que demuestra que el mundo estaba mal parado para enfrentar esta crisis”, señaló.
Por otra parte, mencionó que la confianza empresarial se encuentra en índices mínimos, atentando contra el crecimiento económico en Chile, que proyecta una contracción entre 1,4% y 3,0%.
Respecto de los sectores con buenas perspectivas para la inversión, destaca los mercados con exposición al consumo básico, especialmente supermercados, y sectores regulados, como el de telecomunicaciones en el caso de Chile, que van a mostrar mejores cifras que el resto de los sectores.
Finalmente, en cuanto a la bolsa local y en un horizonte de largo plazo, afirma que la tasa de política monetaria que arrastra a las tasas bancarias hoy está en los mínimos, por lo que el retorno que veremos en los productos de renta fija de largo plazo es bastante bajo, incluso por debajo de lo que vimos en la crisis subprime.
“Hoy en día, dado el escenario en tasas que estamos viendo, sin lugar a dudas hay que poner atención a los mercados de renta variable, porque saliendo de esta crisis y solucionando nuestra incertidumbre respecto al cambio constitucional y las elecciones presidenciales, de todas maneras, Chile tiene fundamentos y pilares sólidos para que en largo plazo la renta variable siga mostrando un mejor desempeño relativo a la renta fija”, sentenció.
Public Domain Photos CC0. Public Domain Photos CC0
Calypso Technology, proveedor en soluciones multiactivos, front-to-back y en la nube y en gestión de servicios para mercados de capitales, ha llegado a un acuerdo de colaboración con la empresa especializada en consultoría de banca corporativa y de inversión Nfq Advisory Services.
De acuerdo con las firmas que han colaborado en proyectos durante ocho años ya, este acuerdo consolida el compromiso de Nfq con la realización del trabajo de más alta calidad con los clientes de Calypso, poniendo el foco en el sur de Europa, el Reino Unido y América Latina.
Laura Aspas, socia de Mercados, Nfq dijo:
«El objetivo de Nfq es ofrecer servicios profesionales para ayudar a los clientes con sus programas de transformación. Estamos bien preparados para proporcionar soluciones de valor a los clientes actuales y futuros de Calypso. Nuestro equipo de consultores y profesionales con gran experiencia abarca un conocimiento profundo tanto del mercado como de soluciones técnicas y a eso suma la experiencia funcional y de implementación relacionada con Calypso, así como capacidades de gestión de proyectos. Además de nuestras habilidades y experiencia existentes de proyectos ya ejecutados alrededor de Calypso, estamos fortaleciendo aún más nuestro compromiso de convertirnos en un proveedor clave para los clientes de Calypso, particularmente en Europa y América, a través de este acuerdo de colaboración”.
Por su parte, Philippe Carré, director Global de Alianzas Estratégicas, Calypso, añadió:“Nfq tiene una larga historia trabajando con clientes de Calypso. Estamos encantados de formalizar esta relación y le damos la bienvenida a la empresa como Calypso Service Partner para fortalecer aún más la oferta de servicios a la comunidad de clientes de Calypso. Nuestros socios juegan un papel clave en proporcionar valor a los clientes, ayudando a resolver los desafíos a los que se enfrentan a medida que transforman sus negocios. La experiencia de Nfq trabajando con Calypso en Europa y su compromiso de crecer en América, donde nuestra comunidad de clientes continúa aumentando en dos dígitos cada año, es particularmente valiosa para ayudarnos a satisfacer las necesidades de cerca de 50 clientes de primer nivel y más de 8.000 usuarios en nueve países de dicha región».
Nfq es una firma global que brinda servicios de consultoría en banca, mercados de capitales, real estate y seguros. Con sede en Madrid, Nfq tiene oficinas en Londres, Ciudad de Mexico, Sao Paulo y Miami. Desde estos últimos, Nfq presta servicios a un creciente número de clientes en Estados Unidos, México, Colombia, Venezuela, Perú, Brasil y Chile.
Durante la última década, Nfq ha adquirido una experiencia relevante en la implantación y gestión de proyectos en el ámbito de Tesorería para algunas de las principales entidades financieras en el sur de Europa, el Reino Unido y América Latina. Este trabajo incluye una gran variedad de proyectos para clientes de Calypso, lo que convierte a Nfq en un socio versátil con una experiencia significativa en para desarrollar soluciones que cubran todo el ciclo de vida; incluyendo migraciones, configuraciones e integraciones, soporte para la actualización de los sistemas y mantenimientos y realización de pruebas automatizadas.
Analía Giachino se ha unido al equipo de Colchester Global Investors, gestora británica independiente, especializada en renta fija soberana, integrando el equipo global de Especialistas de Producto liderado por Paul Allen, Global Head of Marketing & Client Services.
Giachino, conjuntamente con Constance de Wavrin, quien se enfoca en la región andina, se encargarán de llevar la propuesta de valor de la firma al mercado latinoamericano, cubriendo tanto el segmento institucional como de intermediarios financieros.
Colchester, fundada en 1999 por Ian Sims gestiona actualmente más de 40.000 millones de dólares con un enfoque valor aplicado a la renta fija, buscando invertir en bonos soberanos con tasas reales atractivas y finanzas sólidas. La especialización en deuda gubernamental permite preservar la integridad diversificadora de los bonos soberanos en relación con el crédito y los activos con riesgo.
Giachino señala que, en un mercado con un sesgo claro hacia la renta fija, contar con la presencia de un especialista en deuda soberana de calidad aportara una opción atractiva para el inversor latinoamericano.
“En el corazón de nuestra filosofía está la creencia que las inversiones deben valorarse por el ingreso que van a generar en términos reales. Por tanto, nuestro enfoque de inversión se basa en el análisis de la inflación, los tipos de interés reales y los tipos de cambio reales, complementado con una evaluación de los balances financieros soberanos. Las carteras son transparentes, el proceso de inversión es repetible y ha sido testeado con el tiempo. Invertimos principalmente en bonos físicos y forwards de divisa, no hay apalancamiento y el inversor puede fácilmente interpretar sus posiciones”, afirmó Giachino.
El tamaño de Colchester le permite acceder a oportunidades en mercados más pequeños de calidad como puede ser el caso de Singapur o Noruega, complementando la asignación a soberanos más tradicionales como los del G3. Las divisas se gestionan separadamente de la cartera de bonos con el objetivo de generar entre la mitad y dos tercios del rendimiento relativo a partir de la selección de bonos y aproximadamente un tercio a partir de la gestión de divisas en el transcurso de un ciclo económico completo.
sColchester se ha enfocado tradicionalmente en el mercado institucional, con una clientela muy selecta de fondos de pensiones, fondos de fondos, fundaciones y fondos soberanos. Sin embargo, la compañía también posee una gama de fondos UCITS que abarca sus principales estrategias, disponible a través de intermediarios y asesores financiero.
Colchester tiene su casa matriz en Londres y cuenta con oficinas en Australia, Singapur, Dubái y Nueva York.
Las estrategias de Colchester
En general, Colchester cuenta con cuatro estrategias estrella: “Nuestra principal estrategia es un programa de bonos soberanos globales, que gestionamos desde septiembre de 2000. Colchester introdujo el programa de bonos ligados a la inflación (Global Inflation–Linked) en 2006, el de deuda emergente en divisa local (Local Currency Emerging Markets Debt) a finales de 2008 y el de alfa (Alpha Program) en 2005″.
A fines de abril, las estrategias incluyen:
Colchester Global Sovereign (solo de deuda pública), con USD 25.4 mil millones. Colchester Emerging Local Markets Debt (solo deuda emergente en divisa local), con USD 11.0 mil millones. Colchester Global Inflation Linked (bonos ligados a la inflación), con USD 3.8 mil millones.Colchester Alpha Program (posiciones largas y cortas en bonos soberanos y divisas), con USD 890 millones.
Este artículo no debe ser considerado como un consejo de inversión. Colchester Global Investors Limited está regulada por la Autoridad de Conducta Financiera del Reino Unido, y sólo trata con clientes profesionales. https://www.colchesterglobal.com para obtener más información y descargos relevantes.
Foto cedidaFoto: Roque Calleja, resposable de BlackRock Alternative Specialists (BAS) en América Latina. Foto: Roque Calleja, resposable de BlackRock Alternative Specialists (BAS) en América Latina
La extrema volatilidad que han sufrido los mercados a raíz de la pandemia del coronavirus ha reforzado la importancia de buscar fuentes alternativas de rentabilidad. Incluso en el actual y complejo escenario, las inversiones alternativas han seguido mostrando características atractivas dentro de una cartera de inversión, como baja correlación con los mercados públicos, protección y rentas estables. Al mismo tiempo, según indica Roque Calleja, resposable de BlackRock Alternative Specialists (BAS) en América Latina, la fuerte corrección y revalorización de los activos también están creando oportunidades de inversión altamente atractivas, a corto y largo plazo, para las inversiones alternativas.
Antes de esta crisis, las valoraciones a través de las distintas clases de activos eran elevadas y la inversión de capital era altamente selectivo. Si bien las ventas masivas en el mes de marzo provocadas por inversionistas en busca de liquidez se han retraído debido a acciones por parte de los bancos centrales sin precedentes, es probable que la crisis actual implique cambios fundamentales a largo plazo en la relevancia de ciertos modelos de negocio de compañías.
Los clientes reconocen que estas distorsiones crearán grandes oportunidades de inversión, pero el desafío es saber exactamente cómo y dónde se presentarán las oportunidades más atractivas. Estas oportunidades variarán según el tipo de activos o la región, y es muy probable que surjan en diferentes momentos. Adicionalmente las limitaciones estructurales de acceder a estas oportunidades en el negocio alternativo deberían proporcionar una ventaja competitiva a los gestores e inversionistas con capital flexible ya disponible y listo para invertir. Ahora cobra más importancia que nunca aquellos administradores (managers) que cuenten con una plataforma de originación de oportunidades diversificada y de escala, los cuales estarán mejor posicionados para capturar áreas atractivas del mercado antes de que esas oportunidades se llenen o se disipen.
Un área donde el equipo de BlackRock Alternative Specialistsve gran oportunidad es en deuda privada. A su juicio, los mercados de crédito son muy distintos de lo que eran durante la crisis financiera global de 2008, especialmente dado el fuerte papel que el capital privado ha desempeñado en sustitución de las entidades bancarias desde la crisis. En este sentido, prevén que las empresas necesitarán acceso a soluciones de liquidez y capital más flexibles a corto plazo, presentado oportunidades para obtener rendimientos más atractivos y términos más favorables. En direct lending, por ejemplo, esperan una importante mejora en precios y en calidad de los covenants, lo que beneficiará a los inversionistas de renta fija con mejores perfiles de rentabilidad/riesgo en sus inversiones. El enfoque debe estar en el financiamiento de deuda senior garantizada en sectores defensivos (ej. industria de cuidados de salud) o en empresas con ingresos contractuales, ya que se verán menos afectados por acontecimientos macro. Además, esperan un incremento importante de oportunidades en áreas del mercado de crédito oportunístico o distressed que se acentuarán considerablemente en los próximos 6 a 9 meses.
Por el lado de equity, el equipo de BlackRock Alternative Specialists cree que las mejores oportunidades se presentarán en el mercado secundario de PE. Los tiempos en que existe una distorsión en el mercado están hechos para capital privado en fondos secundarios, ya que se ha demostrado que la estrategia prospera durante los ciclos volátiles como capital flexible basado en soluciones, impulsado por inversionistas que necesitan liquidez o que requieren rebalancear portafolios y están forzados a la venta de activos, generando mayores descuentos para que los inversionistas que tengan la liquidez. Además, el mercado secundario es una herramienta eficiente para arbitrar valor y capturar ineficiencias en el mercado de PE.
Por último, en el mercado de alternativos líquidos, los fondos de cobertura (hedge funds) han sido un pilar clave, proporcionando diversificación y protección a los portafolios de clientes. En este entorno, la elección del manager es esencial dada la significativa dispersión de rentabilidades que se ha vuelto a ver entre los mejores y los peores deciles a través de todas las disciplinas. En particular, el equipo de BlackRock Alternative Specialists ve una gran oportunidad en este escenario de volatilidad en las estrategias de event driven donde habrá un incremento sustancial de oportunidades de inversión que arbitren distintos eventos corporativos.
Si bien el escenario cambia entre las distintas clases de activos, en BlackRock tienen certeza de que: los mercados privados seguirán creciendo y evolucionando. Habiendo triplicado su tamaño de $2,5 trillones de dólares en 2007 a aproximadamente $7,7 trillones de dólares hoy, esperan que los mercados privados jueguen un papel importante a medida que se salga de esta crisis, proporcionando a las empresas con fuentes de capital muy necesarias -y más flexibles-.
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Por definición, un cisne negro es un evento inesperado, que llega por sorpresa y que causa un gran impacto y, por ello, resulta imposible de predecir. Por eso, una de las preguntas que surgen de esta crisis del coronavirus es si los mercados, y los inversores, tendrán posibilidades para evitar verse sorprendidos de nuevo en el futuro por otra pandemia. Y la respuesta es negativa, aunque sí pueden prepararse mejor para su llegada, con distintas herramientas, entre las que se encuentra la ESG, la diversificación de las carteras o mejores sistemas de análisis y de riesgos.
“Por definición, los cisnes negros son difíciles de predecir. Aunque se han desarrollado algoritmos para ayudar a predecir las condiciones meteorológicas para, por ejemplo, los intermediarios de materias primas, tratar de predecir con precisión cuándo se produciría una pandemia viral podría ser imposible y más bien una pregunta para los epidemiólogos”, explica Ignacio de la Maza, responsable de ventas de Europa Continental y América Latina en Janus Henderson Investors. “Un cisne negro es un fenómeno prácticamente imposible de prever, como lo era el coronavirus hasta enero, si bien la comunidad científica llevaba muchos años advirtiendo de la inevitabilidad de una pandemia de este tipo”, recuerda Andrew McCaffery, CIO Global de Gestión de Activos de Fidelity.
Así, las gestoras no podrán adelantarlos, pero sí podrán estar más preparadas en el futuro:“Lo que sí se puede hacer es equiparse y prepararse mejor para gestionar cisnes negros en caso de que se den. Podemos utilizar el sistema financiero como ejemplo: el fortalecimiento experimentado a raíz de la crisis financiera, y por tanto la mejor salud de sus balances, permite absorber una situación económica negativa como la actual”, explica Marisa Aguilar, directora general para España de Allianz Global Investors.
Y, al igual que sucedió con los bancos tras 2008, McCaffery cree que “lo que veremos cuando los mercados se recuperen plenamente es un refuerzo, esperemos que coordinado, de los sistemas sanitarios y científicos mundiales, con un incremento muy sustancial de su financiación por parte de los estados y, en menor medida, del sector privado”.
En la gestora también creen que, en esa línea de prevención, podrían realizarse pruebas de resistencia similares a las que se realizaron a la banca tras la crisis del 2008, pero en otros sectores. “Esperamos algo parecido en los países para determinar si algunos servicios esenciales pueden soportar tensiones en el sistema y si las cadenas de suministro pueden aguantar y ofrecer protección a escala nacional”.
“Sin duda crearemos metodologías para lidiar mejor con eventos de esta o mayor magnitud, pero el futuro, en general, sigue siendo incierto en todo aspecto. Lo que sí es cierto es que cuanto mejor preparados e informados estemos, nuestra capacidad de resiliencia y reacción mejorará”, añade Julián De la Cuesta, consultor senior de Inversiones en AON.
Preparación para las carteras: diversificación y un buen análisis
Una herramienta que ayudará a las gestoras a tener esa mejor preparación es la diversificación: “Los inversores pueden cubrirse frente a los cisnes negros manteniendo una cartera diversificada”, explica De la Maza.
Otra, tener una buena selección de negocios en la misma: así, para Bruno Paulson, gestor del equipo de Renta Variable Internacional en Morgan Stanley, “poseer negocios menos frágiles, o en el lenguaje de Nicholas Taleb, negocios «anti-frágiles», sería una forma de mitigar los riesgos” frente a futuros riesgos.
Para MFS IM, la clave es también conocer muy bien los fundamentales de las empresas en cartera: “Los macrodesplazamientos de las epidemias, la agitación política, los desastres naturales, los disturbios civiles, etc. son imposibles de predecir. Sin embargo, episodios como el brote de COVID-19 demuestran la importancia de tener un profundo conocimiento de los fundamentos de la empresa y, más concretamente, de la dependencia excesiva de la deuda para financiar el negocio”, explica Robert Almeida, estratega de Inversiones Globales en MFS Investment Management.
“Las empresas con un apalancamiento superior y productos fácilmente sustituibles serán las que corran más riesgo en caso de una caída del mercado, mientras que las empresas cuyos productos o servicios son únicos y que se centran en el largo plazo pueden hacerlo muy bien, gracias a sus flujos de caja sostenibles. La diferencia entre estos dos tipos de empresas es lo que aporta la gestión activa”, asegura.
Para algunos expertos la inversión con criterios ESG, más sostenibles, también ayudará a construir carteras más robustas que ayuden a estar mejor preparados para futuras crisis, aunque en otras gestoras, como Ninety One, son más escépticos con este tema. En la firma, confían en las disciplinas de análisis como principal herramienta para estar más preparados: “El enfoque ESG ganará fuerza pero hará poco para mitigar este tipo de crisis. La aplicación de disciplinas de valoración fundamentales y formas más avanzadas de diversificación estructural probablemente seguirá demostrando ser más eficaz para mitigar el impacto de las incógnitas desconocidas», dice Philip Saunders, co responsable de Multi-Asset en Ninety One.
Una crisis en perspectiva
Con todo, y aunque los expertos reconocen su carácter imprevisible, algunos expertos advierten de que en el sistema ya venía fraguándose cierta fragilidad que esta crisis ha exacerbado: “La crisis actual necesita ser puesta en perspectiva. Todo lo que está sucediendo no se reduce a esta pandemia, que por naturaleza no se podía predecir. Por supuesto que el catalizador de la crisis es el coronavirus y las respuestas que se han aportado para contenerlo, pero esta crisis sanitaria es también un catalizador de la fragilidad que la precedió. Porque llega después de más de 10 años de políticas monetarias excepcionales que empujaron a los inversores a asumir cada vez más activos de riesgo, a veces sin liquidez, y fomentaron un sobreendeudamiento generalizado a pesar del débil crecimiento económico”, reflexiona Kevin Thozet, miembro del comité de inversión de Carmignac.
El pasado viernes 22 de mayo, a las 17:00 de Nueva York, Argentina cayó nuevamente en default después del impago del vencimiento de 503 millones de dólares en intereses de varios bonos bajo jurisdicción internacional. Pero el gobierno y los acreedores seguirán negociando, ya que el acuerdo parecía cercano en los últimos días.
Así, el gobierno argentino anunció que prolongaba su oferta de canje hasta el 2 de junio con la esperanza de llegar a un acuerdo antes. Si después de semanas de diálogo infructuoso se llega a un compromiso, este noveno default en la historia de Argentina será una anécdota, ya que no se habrán activado las cláusulas de los bonistas para reclamar la deuda. «Las discusiones de Argentina con los acreedores continúan mientras los grupos de acreedores entregan contrapropuestas para reestructurar los 65.000 millones de dólares de deuda externa del país. Según los medios de comunicación, los tenedores de bonos buscan que se paguen los intereses acumulados, se reduzca el período de gracia y se les proporcione una garantía que les permita participar en cualquier mejora económica, acercando los valores de recuperación al 55%-60%», explica Eirini Tsekeridou, analista de renta fija de Julius Baer, sobre la ampliación del plazo hasta principios de junio.
Por su parte, en su comunicado del viernes, el mayor grupo de acreedores (Ad Hoc Bondholder Group), pidió un mayor compromiso al gobierno argentino para llegar a un acuerdo. “Argentina anunció que extenderá por segunda vez su oferta de intercambio inicial, y los medios informaron que Argentina no realizará los pagos de intereses vencidos de sus bonos antes del final del período de gracia de hoy. Aunque la falta de pago de intereses por parte de Argentina provocará incumplimientos en las distintas emisiones de bonos, el Grupo entiende que Argentina ha expresado su intención de comprometerse con los acreedores durante la próxima semana para tratar de encontrar una solución integral. El Grupo acoge con satisfacción la expresión de Argentina de un intento de trabajar con los acreedores, pero las acciones hablan más que las palabras. Durante el último mes, Argentina prácticamente no ha tenido un compromiso sustancial con sus acreedores”, señala la nota.
Este grupo tiene 16.700 millones de dólares en bonos argentinos y está integrado por AllianceBernstein, Amundi Asset Management, Ashmore Investment Management Limited and Ashmore Investment Advisors Limited, Autonomy Capital, BlackRock Financial Management, Inc. and its affiliates, BlueBay Asset Management LLP, Fidelity Management & Research Co., Invesco Advisers, Inc., T. Rowe Price Associates, Inc., Western Asset Management Company LLC, and Wellington Management Company LLP.
Según fuentes de la prensa argentina, que habla de “soft default” o de “default técnico” en los próximos días el gobierno presentaría una enmienda a la propuesta original, que establecía una fuerte quita de intereses, una menor en el capital (entre 12% y 18%), un cupón promedio de 2,3% (escalonado) nunca mayor al 5% y un período de gracia de tres años. Con diferentes tipos de instrumentos, los plazos se extendían hasta 2047.
El pasado lunes se dineron aconocer tres contraofertas de los tres grupos de acreedores (Ah Hoc, Comité de Acreedores y Argentina Exchange Bondholders) que negocian con el gobierno argentino. Según los analistas de Consultatio, estas propuestas tienen algunos puntos de acercamiento ya que “no están alejadas del marco de sustentabilidad del FMI” y significaba que los bonos locales argentinos no recibirían un trato mejor a los de legislación internacional. Además, se establecía un pago de cupón que dependería del crecimiento del PIB y de la inflación.
En su documento “La recta final de un acuerdo” los analistas de Consultatio resumen en este esquema las posiciones de cada cual en la negoación.
La deuda argentina de títulos emitidos bajo legislación extranjera que se negocia actualmente alcanza los 66.500 millones de dólares. La deuda total de Argentina es de unos 324.000 millones de dólares, cerca de 90% de su PIB. El país le debe 44.000 millones de dólares al FMI.
Durante su historia, Argentina entró en default en 2020, 2014, 2002, 1989, 1982, 1956, 1951, 1890 y 1827.
Pixabay CC0 Public Domain. La emisión de bonos verdes de países emergentes alcanza los 52.000 millones de dólares
A día de hoy, tanto los emisores de bonos verdes como los inversores se enfrentan al desafío de superar las turbulencias del mercado causadas por el coronavirus. En este sentido, las economías de mercados emergentes tienen mucho menos margen de maniobra fiscal y monetaria y, como muestran los primeros indicadores, se verán afectadas de manera desproporcionada por la crisis del COVID-19.
Así lo asegura la segunda edición del Amundi-IFC Emerging Market Green Bond Report 2019, centrado las inversiones de bonos verdes en mercados emergentes, de Amundi e IFC, miembro del Grupo del Banco Mundial. Con el objetivo de resaltar el progreso del mercado e identificar oportunidades futuras, este informe permite abordar la brecha existente de información pública sobre los bonos verdes de los mercados emergentes.
“Mientras publicamos este informe, los gobiernos de todo el mundo están implementando medidas sin precedentes para combatir una de las pandemias más graves desde la gripe española”, subrayan desde Amundi. No obstante, la gestora asegura que, para superar estos desafíos, los inversores responsables con asignaciones a largo plazo a mercados emergentes pueden colaborar con los emisores a través de bonos verdes y fondos ESG para desbloquear capital a largo plazo y ayudar a los emisores a ser más resistentes. Hasta ahora, los flujos de inversión desde el comienzo de la crisis han demostrado ser más resistentes hacia las inversiones verdes en comparación con las inversiones tradicionales. Por ello, apuntan a que es posible que los inversores vean a los emisores verdes como más orientados a largo plazo y flexibles para resistir la volatilidad a corto plazo.
Además, según el informe, la financiación de los compromisos de desarrollo sostenible y climáticos de los países requerirá una inversión global de un volumen sin precedentes. IFC estima un potencial acumulativo de inversión climática de 29,4 billones de dólares en ciudades de mercados emergentes hasta 2030. Las políticas y productos financieros sostenibles, como los instrumentos de deuda, ya están ayudando a cerrar esta brecha, al financiar proyectos con beneficios ambientales y sociales.
Asimismo, “el momentum está creciendo rápidamente para el mercado global de bonos verdes, que actualmente ha superado los 700.000 millones de dólares en emisiones en circulación”, destaca el informe. Este mercado es una fuente crucial de financiación para proyectos con impactos ambientales positivos tanto en países desarrollados como emergentes. Por otro lado, añaden que el apetito de los inversores por los bonos verdes continúa creciendo y es probable que los emisores de mercados emergentes se beneficien del aumento de la demanda.
Mercados emergentes: emisiones de bonos en 2019
A nivel mundial, el mercado de bonos verdes registró mejor comportamiento en 2019, con un volumen de emisiones récord de 240.000 millones de dólares (el 3% del total de bonos globales emitidos el año pasado). Además, los datos del informe reflejan un aumento del 21% en las emisiones de bonos verdes de ME hasta los 52.000 millones de dólares, llevando el tamaño total del mercado hasta los 168.000 millones de dólares. “Las emisiones han sido impulsadas por un mayor reconocimiento entre los emisores e inversores de los beneficios que brindan, incluidos unos rendimientos estables y predecibles, y una mayor conciencia de los productos y estrategias ESG”, afirman desde Amundi.
Asimismo, el crecimiento de los bonos verdes de mercados emergentes sigue estando liderado por China. Así, la región de Asia Oriental y Pacífico registra el 81% del mercado. Otros mercados emergentes impulsaron el crecimiento general en 2019 con emisiones por valor de 18.000 millones de dólares, un volumen que casi triplica al de 2018. Fuera de China, los principales emisores según el informe fueron: India, Chile, Polonia, Filipinas, Emiratos Árabes Unidos y Brasil.
Por otro lado, el tamaño de las emisiones de bonos verdes de estos mercados emergentes pasó de los 1.500 millones de dólares a los 2.900 millones en 2019. Los bonos benchmark sized, con un tamaño de al menos 300 millones de dólares, ascendieron a más de 60 en 2019, un aumento interanual del 25%. Alrededor del 52% están en divisa fuerte, y excluyendo a China, las emisiones de bonos en divisa local representan el 9% de las emisiones acumuladas de bonos verdes de mercados emergentes. Además, el informe subraya que, en los mercados emergentes, la energía renovable constituye el sector más grande en el que se utilizan los activos, seguido por transporte, edificios verdes, residuos, agua, conservación de la biodiversidad y adaptación.
Las instituciones financieras siguen siendo el mayor sector emisor en los mercados emergentes, representando el 59% de las emisiones (frente al 19% en los mercados desarrollados), seguidas por las compañías no financieras con el 35%, los gobiernos con el 12%, las agencias gubernamentales con el 5% y las municipalidades con el 0,1%. “Las compañías no financieras y los gobiernos aumentaron su cuota de mercado en el segmento de bonos verdes”, añade la gestora.
Además, el informe destaca que “los desarrollos normativos y políticos también están ayudando a estandarizar las prácticas y las definiciones de las finanzas verdes”. Desde 2019, se han establecido directrices nacionales de bonos verdes en al menos 14 países de mercados emergentes y las iniciativas mundiales, como los Principios de los Bonos Verdes y el Estándar de Bonos Verdes de la UE, respaldan muchas de las políticas y estrategias lanzadas a nivel nacional y regional.
“Durante la última década, las finanzas verdes han pasado de ser un nicho de mercado a convertirse en un segmento cada vez más dominante. La próxima década es clave para la transición hacia economías bajas en carbono y la movilización de inversiones para el desarrollo sostenible. En un contexto en el que las economías se enfrentan a muchos desafíos debido a la pandemia del COVID-19, las finanzas verdes proporcionan soluciones innovadoras para construir economías sólidas. Este informe destaca dónde pueden crecer los mercados de bonos verdes y qué pasos serán necesarios”, subraya Jean Pierre Lacombe, director de Análisis Global Macro & de Mercado de IFC.
Potencial futuro
El mayor apetito de los inversores por los bonos verdes y la creciente conciencia hacia los productos verdes están impulsando el crecimiento, tanto en términos de emisión como de inversión. Sin embargo, Amundi e IFC concluyen que se deben abordar cinco desafíos principales para facilitar aún más la expansión del mercado de bonos verdes de los mercados emergentes:
Calidad y disponibilidad de información para identificar, medir y monitorizar las inversiones verdes.
Limitaciones de la oferta, incluida la disponibilidad limitada de activos ecológicos etiquetados y una cartera de proyectos ecológicos.
Falta de conciencia y conocimiento sobre la emisión e inversión en productos verdes.
Inestabilidad macroeconómica y política general, así como desafíos relacionados con los marcos regulatorios, incluyendo estándares armonizados, definiciones verdes y taxonomías verdes.
Mercados infra-desarrollados con liquidez insuficiente y elevados costes de transacción.
“En Amundi estamos orgullosos de haber colaborado con IFC en la segunda edición de este informe. Ahora, más que nunca, mientras los gobiernos y las comunidades abordan colectivamente el COVID-19, reconocemos la importancia de hacer que nuestra economía sea más resistente a las crisis globales. Nuestro análisis muestra que los mercados de deuda pueden ayudar a cerrar las brechas financieras y movilizar capital para el desarrollo sostenible en los mercados emergentes”, asegura Yerlan Syzdykov, director global de Mercados Emergentes de Amundi.
No obstante, Syzdykov recuerda que, aunque es difícil evaluar los impactos a largo plazo de la crisis actual y aún existen muchos desafíos para aumentar las emisiones de bonos verdes, se está generando impulso con más inversores que buscan alinear sus estrategias de inversión con las consideraciones ambientales. “Nuestro análisis indica que el fenómeno de los bonos verdes, especialmente en los mercados emergentes, muestra signos potenciales de resistencia durante estos tiempos sin precedentes”, afirma.
Visión global del mercado
A nivel global, Johann Plé, gestor de cartera de AXA Investment Managers, comenta que las perspectivas del mercado de bonos verdes «parecen prometedoras», incluso en el difícil comienzo de los mercados este año, gracias a «la resiliencia que esta clase de activos ha presentado tras haber emitido 50.000 millones de euros desde principios de este año», lo que hace esperar que «la demanda de bonos verdes se mantendrá fuerte en los próximos meses».
Y es que, tal y como señala el gestor, «el mercado de bonos verdes se mantuvo en el primer trimestre 2020 cerca de su desempeño en 2019, el año récord de emisiones» gracias a la composición equilibrada con un 50% de crédito y un 50% de soberano, que «garantiza la continuidad de la oferta en cualquier contexto», según indica Plé. Así, a finales de marzo, el mercado de bonos verdes ofrecía un rendimiento superior al del universo global agregado convencional para un perfil de riesgo similar.
Además, apunta que «se observa una diferencia en términos de liquidez, en beneficio del mercado de bonos verdes» ya que, como explica, «en marzo fue posible vender bonos verdes cuando a veces era muy difícil encontrar un comprador para los bonos convencionales», lo que, como señala, pone de relieve que «la demanda de bonos verdes se mantiene fuerte». El gestor espera que «la demanda de los bonos verdes se mantendrá fuerte por dos razones». La primera, es que las empresas que emiten bonos verdes deben tener una clara estrategia ambiental para la transición, algo que «las posiciona mejor a largo plazo para hacer frente a los desafíos del cambio climático», según indica Plé. La segunda, es que «los bonos verdes son uno de los instrumentos más adecuados para cumplir con la transparencia que, cada vez más, exigen los inversores».
Foto cedidaPetra Pflaum, CIO de DWS para la inversión responsable y miembro del Consejo Asesor de Finanzas Sostenibles alemán. Petra Pflaum se incorpora al Consejo Asesor de Finanzas Sostenibles del gobierno alemán
Petra Pflaum, CIO de DWS para la inversión responsable, pasa a ser miembro del Consejo Asesor de Finanzas Sostenibles del gobierno alemán. El nombramiento, efectivo a partir del 20 de mayo de 2020, ha sido realizado a petición del Ministerio Federal de Finanzas de Alemania, el Ministerio Federal de Medio Ambiente, Conservación de la Naturaleza y Seguridad Nuclear y el Ministerio Federal de Economía y Energía.
“Estoy muy orgullosa de poder asesorar al gobierno alemán en relación con su estrategia de financiación sostenible y de participar en su aplicación junto con los demás miembros del consejo. Nuestro objetivo común es posicionar a Alemania como líder en finanzas sostenibles”, asegura Pflaum. Además, añade que la actual pandemia del COVID-19 refuerza la necesidad de seguir promoviendo y fortaleciendo la economía de manera responsable y sostenible.
Entre los miembros del consejo figuran representantes del sector financiero local, la economía real, la sociedad civil y las ciencias. Este órgano asesora al gobierno alemán sobre cómo fortalecer las finanzas sostenibles en Alemania mediante la puesta en común de recursos existentes.