La ESMA emite las directrices finales sobre la función de cumplimiento con MiFID II

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Pixabay CC0 Public Domain. La Comisión Europea publica una hoja de ruta para relanzar el plan de acción sobre la Unión de Mercados de Capitales

La Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA, por sus siglas en inglés) ha publicado sus directrices finales sobre ciertos aspectos de los requisitos de la función de cumplimiento en el marco de la MiFID II. Estas directrices se publican tras la consulta pública realizada el pasado 15 de octubre de 2019. 

Según explican desde finReg360, las directrices aclaran las obligaciones que deben cumplir las entidades que prestan servicios de inversión y promueven la convergencia en su aplicación por las autoridades nacionales competentes. “Las nuevas directrices se aplicarán en el plazo de dos meses desde la fecha de publicación en la web de la ESMA en todos los idiomas oficiales de la Unión Europea. Si bien el texto definitivo no recoge diferencias significativas con respecto al borrador adjunto a la consulta pública, destacamos las siguientes novedades”, señalan. 

La versión final de estas directrices contempla diversas novedades. En primer lugar, en la evaluación de riesgos de cumplimiento, las entidades deberán revisar periódicamente su mapa de riesgos para garantizar que el enfoque y las actividades de supervisión de la función de cumplimiento siguen siendo válidas y que no hayan surgido riesgos adicionales, motivados por cambios en el marco regulatorio, en nuevas áreas de negocio o en otros cambios relevantes en la estructura organizativa de la entidad.

“Para realizar la evaluación de riesgos, la función de cumplimiento debe tener en cuenta las obligaciones requeridas por la MiFID II, las normas nacionales de aplicación y las políticas, procedimientos, sistemas y controles implementados en la entidad. La evaluación debe considerar los resultados de cualquier actividad de supervisión y de cualquier auditoría interna o externa. Al identificar el nivel de riesgo, además de las áreas de servicios de inversión, actividades y servicios auxiliares, también se deberán tener en cuenta los tipos de instrumentos financieros que se comercializan y distribuyen, la clasificación de los clientes, los canales de distribución, y la organización interna del grupo”, aclaran desde la firma de consultoría. 

Respecto a las obligaciones de supervisión basado en el riesgo, se aclara que el propósito del programa debería ser evaluar si la entidad realiza sus actividades en cumplimiento de las obligaciones de la MiFID II, y si sus políticas y procedimientos internos y sus medidas de organización y control siguen siendo eficaces y adecuadas para garantizar que el riesgo de cumplimiento es monitorizado correctamente. Este enfoque servirá de base a la entidad para determinar la frecuencia y metodología de sus actividades de control, y no debe limitarse al uso de indicadores de riesgo o informes adicionales, sino también a la realización de entrevistas a los clientes de la entidad, entre otros.

Obligaciones de información y asesoramiento

Uno de los aspectos más relevantes es el que tiene que ver con las obligaciones de información. Sobre ellas, las directrices definen el contenido que deben abarcar los informes obligatorios de cumplimiento e incluyen en su ámbito de aplicación a todas las unidades de negocio que intervienen en la prestación de servicios de inversión, actividades y servicios auxiliares.

Por lo tanto, se aclara que en la sección del informe que abarca los acuerdos de gobernanza de productos, debe informarse al consejo de administración de la efectividad de las políticas y procedimientos en esta materia, incluyendo una explicación de la supervisión realizada por la función de cumplimiento, las incidencias detectadas y, en su caso, las medidas adoptadas. Además, se deben incluir información sobre los instrumentos financieros fabricados o distribuidos por la entidad, incluyendo, entre otros datos, el número y la naturaleza de dichos instrumentos, su público objetivo y la estrategia de distribución.

“En relación con las reclamaciones recibidas, las directrices especifican que los informes de cumplimiento incluirán las respuestas a las reclamaciones recibidas y los pagos realizados por ellas, si no se hubiera informado por otras vías. Además, establecen que las entidades deben favorecer que las funciones de cumplimiento y de gestión de reclamaciones sean independientes”, destacan desde finReg360.

Otro punto relevante es el que tiene que ver con las obligaciones de asesoramiento y asistencia a otras áreas. La ESMA incluye entre las responsabilidades de asesoramiento y apoyo a otras áreas de la función de cumplimiento la promoción de una “cultura de cumplimiento” en toda la entidad, la formación continua, y la supervisión al personal que presta servicios de inversión, en colaboración con el equipo directivo, para determinar si se aplican correctamente las políticas y procedimientos de la entidad.

Asimismo, se atribuyen a la función de cumplimiento dos obligaciones claras: la de participar en la elaboración y revisión de políticas y procedimientos, en particular en las políticas de remuneración y de gobernanza de productos, y, en segundo lugar, la de de prestar asesoramiento a las unidades de negocio sobre todas las decisiones estratégicas o nuevos modelos de negocio, entre otras.

Desde finReg360 destacan que la directriz aclara que  las entidades deben asegurarse de que la función de cumplimiento participe en las comunicaciones con las autoridades competentes, todas las modificaciones significativas de la organización, entre ellas: la aprobación de nuevas líneas de negocio o nuevos productos financieros, y la definición de políticas de remuneración del personal.

Otras aclaraciones

Las directrices establecen que la entidad debe contar con los recursos y mecanismos necesarios para asegurar la adecuación de los recursos de la función de cumplimiento a la escala y tipos de servicios de inversión que presta la entidad. “En relación con la adecuación de los recursos humanos, se fija una periodicidad mínima de un año para que la dirección de la entidad verifique si el personal y sus conocimientos siguen siendo adecuados para desarrollar las obligaciones de esta función. Asimismo, se indica que, cuando una entidad, por razón de su tamaño, actividad o volumen, no designe a un responsable de la función de cumplimiento dedicado en exclusiva a esta labor, deberán minimizarse los conflictos de intereses. Las autoridades competentes evaluarán caso por caso las justificaciones de las entidades que se acojan a esta exención”, indican desde finReg360.

La ESMA aclara que el responsable de cumplimiento debe tener los conocimientos y experiencia necesarios para asumir la responsabilidad de la función encomendada para asegurar su eficacia, y demostrar alto nivel ético e integridad personal. Esta función debe tener conocimiento de la MiFID II, su normativa de desarrollo, la normativa nacional, así como las directrices y los criterios publicados por la ESMA y el supervisor nacional correspondiente. 

Además, las entidades deben asegurarse de que la función de cumplimiento ocupe un puesto en su estructura organizativa que permita que el responsable y el personal que desarrolla esta función actúen de forma independiente al realizar sus tareas. “Las directrices finales prohíben la combinación de la función de cumplimiento con la de auditoría interna, a diferencia del borrador de directrices publicado junto a la consulta, que se limitaba a recomendar que las entidades evitaran esta situación. En cambio, aunque se incluía en el borrador de directrices, no se menciona en la versión final la implantación de un equipo dedicado en exclusiva al cumplimiento de la normativa MiFID II”, apuntan desde finReg360. 

Sin embargo, ESMA en las directrices finales sí exigen que, cuando la función de cumplimiento se combine con otras funciones de control o sea responsable de otras funciones (por ejemplo, prevención de blanqueo de capitales), las entidades garanticen la asignación de recursos suficientes para el cumplimiento de la normativa MiFID II en todo momento. Por último, incluyen que, cuando el responsable del cumplimiento de las obligaciones de salvaguarda de activos sea diferente al responsable de la función de cumplimiento, deberán actuar de forma independiente entre ellos, sin que el responsable de la función de cumplimiento pueda supervisar al responsable de la salvaguarda de activos ni darle instrucciones.

Externalización y supervisión

Por último, las directrices de ESMA aclaran que la responsabilidad por las funciones asociadas al cumplimiento recae siempre en la entidad, aunque estas funciones estén externalizadas por completo o en parte. Además se añade una nueva disposición que recoge las situaciones que deben evitarse ante la externalización de la función de cumplimient. Se trata de cuatro situaciones concretas: la disminución de su calidad e independencia; la creación de riesgos operativos adicionales e indebidos; el perjuicio a las actividades de control interno; y el menoscabo de la capacidad de la entidad y de la autoridad competente para supervisar el cumplimiento de los requisitos aplicables.

“En este sentido, las directrices finales avisan de la problemática que supone externalizar parte o toda la función de cumplimiento a entidades no pertenecientes a la Unión Europea, debido a las mayores dificultades para la supervisión. Estos casos, estarán sujetas a un seguimiento más estrecho. El seguimiento de la función de cumplimiento deberá garantizarse cuando finalice la externalización y las tareas se lleven a cabo por la propia entidad o se externalicen a otra”, explican desde finReg360.

Por último, la ESMA hace referencia a la supervisión de la función de cumplimiento por las autoridades competentes. En este sentido aclara que las autoridades competentes deben evaluar la forma en la que las entidades planean cumplir, aplicar y mantener los requisitos de la función de cumplimiento. Se incluye, como ejemplo, el ejercicio que llevan a cabo algunas autoridades competentes de países de la Unión, que consiste en que la función de cumplimiento de las entidades se refleje en un cuestionario sobre el ejercicio de supervisión realizado y se lo remitan cada año.

Misma senda con diferentes retos: los mercados emergentes ante el impacto del COVID-19

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Pixabay CC0 Public Domain. Los mercados emergentes siguen la misma senda que los desarrollados para paliar el COVID-19, pero con riesgos diferentes

Ni una sola región del mundo ha escapado al impacto del COVID-19. China, Europa y Estados Unidos han ocupado diariamente los titulares, donde hemos podido leer el efecto de la pandemia en los mercados y las medidas que se han ido tomando, pero los gestores avisan: no debemos olvidar de evaluar cuál está siendo el impacto en los mercados emergentes.

Hacer una valoración general es difícil ya que los países emergentes encierran muchas realidades diferentes. Por ejemplo, Christian Rouquerol, Sales Director Iberia de Tikehau Capital, destaca la mayoría han entrado en la crisis a través de deuda privada pero con balances públicos saludables. “Los mercados emergentes prácticamente no han aumentado su déficit público ya que podría desencadenar la fuga de capital provocando una espiral de devaluación monetaria e inflacionista”, apunta.

Desde Tikahau recuerdan que estos mercados son más dependientes del comercio internacional, lo que ya les llevó a sufrir durante las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China en 2019. Es más, señalan que antes del COVID-19 los mercados emergentes estaban luchando tras el punto de inflexión de la globalización al que se ha llegado como consecuencia de estas tensiones comerciales. “Según la Organización Internacional de Trabajo más del 60% de los trabajadores a nivel mundial son informales y más del 90% se encuentran en países de desarrollo. Así, las medidas más duras de distanciamiento social se impusieron en países como India o Sudáfrica donde el mercado de trabajo está parado. Este tipo de economías tiene una mínima red de seguridad social y se espera que el consumo se reduzca durante un largo plazo”, señala Rouquerol para poner el contextos a los países de esta región.

Por este motivo, el responsable de Tikehau para Iberia afirma que “la única manera de seguir siendo optimista respecto a las economías emergentes y desde una perspectiva europea, es concebir una debilidad del dólar, algo que aún no se está observando, como consecuencia de la expansión cuantitativa sin precedentes en Estados Unidos”, explica. En su opinión, el riesgo para los países emergentes está en que cuando este potencial colapso de liquidez se convierta en una crisis de solvencia, empezará entonces esta fase en los países más vulnerables que siguen dependiendo del dólar. 

Según señala Irina Topa-Serry, economista senior Macro Research – Core Investments de AXA Investment Managers, hasta la fecha, los mercados emergentes parecen haberse enfrentado relativamente bien con la pandemia, con el temor de una gran crisis humanitaria hasta ahora fuera de lugar. Sin embargo, Irán, Rusia y Turquía siguen siendo puntos calientes.

“Las autoridades locales se han embarcado en la flexibilización de la política fiscal y monetaria. Sus respuestas fiscales permanecen muy por debajo de la escala observada en las economías avanzadas. En el frente de la política monetaria, al elegir reducir las tasas de interés, los bancos centrales de los mercados emergentes han preferido apoyar el crecimiento interno en lugar de la fortaleza de la moneda”, explica Topa-Serry. 

En su opinión, el aumento de la deuda causado por las medidas pandémicas inevitablemente afectará los balances de los países emergentes. “Los esfuerzos fiscales necesarios para mantener controladas las trayectorias de la deuda varían de un país a otro, pero algunos pueden requerir ajustes fiscales más precisos que solo pueden manejarse si se reanuda un ciclo de crecimiento saludable después de la crisis”, añade. 

Principales riesgos

Muchos analistas destacan que la pandemia ha tenido y sigue teniendo un mayor impacto sanitario y social en algunos de los países emergentes, en particular en Latinoamérica y África. Uno de sus principales retos es contener y gestionar la pandemia. En este sentido, Topa-Serry apunta: “Con una infraestructura de salud típicamente débil, los países en desarrollo no tienen una alternativa real para combatir la epidemia, aparte de imponer bloqueos drásticos para limitar la propagación del virus. Como era de esperar, la infraestructura de salud es a menudo una función de la riqueza de un país. Las estrictas medidas de bloqueo de India y Sudáfrica parecen, por lo tanto, sabias en este contexto”. 

Gráfico covid

Por último, la dependencia del comercio que comentaba Rouquerol de Tikehau se suma un riesgo: la huída de capitales de estas regiones. “La crisis de COVID-19 había desencadenado un shock financiero en los mercados emergentes como resultado de las salidas masivas de capital extranjero. Según el Instituto Internacional de Finanzas (IIF), se vendieron unos activos de EM por un valor de 100.000 millones de dólares en cuestión de unas pocas semanas, que ya superaron las entradas de todo el año 2019. La crisis financiera ha presionado a los países que dependen de los flujos de cartera para financiar sus déficit de cuenta corriente. Junto con la caída de los precios de los productos básicos, la dependencia del turismo y las remesas, las salidas de capital pueden provocar un estrés externo significativo para los más vulnerables, lo que eventualmente puede requerir ayuda multilateral”, explica la economista senior Macro Research – Core Investments de AXA IM

DWS refuerza sus prácticas de stewardship con un enfoque «smart integration»

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Pixabay CC0 Public Domain. El Parlamento Europeo aprueba el Fondo de Transición Justa

DWS defiende su posición como una de las gestoras más innovadoras a la hora de integrar la ESG. Según ha explicado, acaba de reforzar sus prácticas de stewardship con la integración del «smart integration» o la integración inteligente. Se trata de un enfoque pionero de la integración de los criterios ESG que va más allá de las prácticas de la industria anteriores.

La gestora explica que este enfoque se desarrolló antes del COVID-19 y se espera que sea aún más importante ya que las consecuencias de la pandemia refuerzan la necesidad de reconstruir nuestra economía de manera responsable y sostenible. “Como paso inicial, el nuevo proceso se aplicará a aproximadamente una quinta parte del total de los activos bajo gestión, dirigiéndose en particular a los fondos no enfocados en ESG. La introducción del smart integration se extenderá a lo largo del año para asegurar una mayor integración ESG en la plataforma de inversión de DWS”, señalan desde la gestora.

En este sentido, DWS quiere utilizar su “motor ESG” patentado para aprovechar los mejores datos de investigación y la inteligencia artificial para identificar los posibles riesgos de las carteras, principalmente las empresas con altos riesgos de transición climática y las que violan las normas internacionales. El uso de este análisis permitirá a DWS actuar de forma proactiva y comprometer a las empresas con mayor exposición al riesgo, no sólo para ayudar a los clientes a construir carteras de inversión más responsables, sino también para garantizar que la empresa cumple con su responsabilidad de contribuir a una economía, una sociedad y un medio ambiente más sostenibles para el futuro.

 «El diálogo con las empresas sobre la estrategia corporativa – el compromiso – es la herramienta más poderosa que tenemos como gestor de activos fiduciarios para tener un impacto positivo en las prácticas de ESG. Estoy orgulloso de que con la introducción del “Smart Integration”, DWS haya establecido una taxonomía propia para aplicar su influencia. Este es un gran paso adelante para convertirse en líder ESG en nuestra industria», ha señalado Asoka Woehrmann, CEO de DWS.

 Enfoque sofisticado

Según la gestora, el sofisticado enfoque del “smart integration” eleva el estándar de las normas de sostenibilidad más estrictas en la gestión de las inversiones, así como en las empresas en las que invierte DWS, lo que supone un importante avance con respecto al enfoque de las exclusiones sectoriales top-down. 

En la práctica, los analistas y gestores de DWS aplicarán el «smart integration» a través de un proceso centrado en la investigación exhausta, la experiencia profesional y un fuerte compromiso. En la práctica, este enfoque permite a la gestora clasificar las empresas identificadas por su mayor exposición al riesgo, en lugar de excluir sectores enteros e incorporar el análisis de riesgos de esas empresas en las decisiones de inversión asesoradas por expertos internos. Por último, también permitirá excluir a las empresas del universo de inversión del DWS como último recurso si no actúan. 

Se aplicará inicialmente a los fondos de inversión de gestión activa de DWS en estrategias de inversión líquida domiciliados en la región EMEA. Evitar las empresas con un riesgo excesivo de transición climática puede conducir a una menor intensidad de carbono en la plataforma de inversión activa de DWS, así como a un mejor rendimiento ajustado al riesgo para los inversores. Esto se debe a que las personas que asumen riesgos graves en materia de ESG suelen estar asociadas a una mayor probabilidad de que se produzcan consecuencias adversas significativas en su posición financiera o reputación.

GAM analizará las oportunidades en MBS, tecnologías disruptivas y presentará sus nuevas clases disponibles en pesos mexicanos

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Foto cedidaArmando Vidal, gerente general de Fondos SURA. SURA Investment Management fue reconocido por la administración de inversiones en Fondos Mutuos en Perú

En un evento online organizado junto a Funds Society, Mark Hawtin debatirá sobre las oportunidades de inversión que presenta el actual entorno de crecimiento disruptivo en los mercados de renta variable. En los mercados de renta fija, Tom Mansley  desarrollará en detalle las oportunidades que ofrece el segmento de los MBS (Mortgage Back Securities), que al no formar parte del programa de recompra de la Fed  ofrece valoraciones especialmente atractivas. Además, GAM Investments presentará su nueva gama de clases de fondos en pesos mexicanos entre los que se encuentra  el fondo MBS Total Return strategy que presentará Mansley. 

La reunión tendrá lugar el miércoles 23 de junio a las 11:00 am (Miami time: Eastern Daylight Time (North America) EDT y será moderada por Carmen van Roon Pence Director – Intermediary Sales de GAM Investments. Las presentaciones serán en inglés aunque las preguntas a los ponentes se podrán hacer tanto en inglés como en español a través de la sección Q&A de la plataforma. 

En concreto, Hawtin, director de inversiones responsable de administrar fondos globales long only y long/short que invierten en los sectores disruptivos de crecimiento y tecnología de GAM Investments, compartirá su visión sobre la aceleración de tendencias, oportunidades en entornos de crecimiento disruptivo y proporcionará una visión general de las compañías que siguen activamente.

Antes de unirse a GAM en octubre de 2008, Hawtin fue socio y portfolio manager de Marshall Wace Asset Management durante ocho años, administrando uno de los hedge funds de tecnología, medios y telecomunicaciones más grandes de Europa. Con anterioridad, se desempeñó durante siete años en Enskilda Securities, inicialmente como Head of Sales, para posteriormente asumir la responsabilidad del negocio de renta variable internacional, supervisando las actividades de research y trading paneuropeas y liderando cerca de una cuarta parte del equipo de banca de inversión.

Por su parte, Mansley especialista en el análisis y gestión de activos respaldados por hipotecas y activos ( mortgage and asset backed securities en inglés) y gestor de GAM Star MBS Total Return strategy,  proporcionará una visión general sobre la oportunidad única que presentan este tipo de activos al cotizar actualmente con descuentos significativos con respecto a sus fundamentales.

Mansley se incorporó a GAM en junio de 2014 procedente de Singleterry Mansley Asset Management. Antes de eso, ocupó diversos puestos, incluyendo jefe de productos estructurados, portfolio manager, propietary trader y gerente de riesgos en empresas como JP Morgan y Credit Suisse First Boston. Mansley, CFA, tiene una licenciatura en matemáticas y un MBA de la Universidad Pace además de una maestría en matemáticas de la Universidad de Nueva York.

Para registrarse en el evento pinche aquí

Katch Investment Group lanza KOEPI, un nuevo índice de deuda privada

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CC-BY-SA-2.0, FlickrPhoto: Thomas Wolter. Photo: Thomas Wolter

La deuda privada es una de las clases de activos más atractivas, como demuestra el crecimiento de los fondos de esta categoría. El éxito de la deuda privada tiene varias razones: en primer lugar, las reformas regulatorias financieras posteriores a la crisis han llevado a los bancos a reducir sus actividades crediticias, particularmente a las pequeñas y medianas empresas. Esto se intensificó aún más durante la crisis del COVID-19. En segundo lugar, la demanda de crédito de las empresas no ha caído en la misma magnitud, lo que ha llevado a una demanda insatisfecha. Finalmente, la demanda de los inversores institucionales de deuda que rinda más que la deuda del gobierno sigue siendo sólida.

Históricamente, el mercado de deuda privada consistía en fondos especializados que proporcionaban deuda intermedia, que se ubica entre el capital y la deuda garantizada/senior en la estructura de capital, o deuda en dificultades, que es adeudada por compañías cercanas a la bancarrota. Sin embargo, después de la crisis financiera, surgió un tercer tipo de fondo. Conocido como fondo de préstamos directos, estos fondos extienden crédito directamente a empresas o adquieren deuda emitida por bancos con el propósito expreso de venderla a inversores.

Los principales administradores de activos alternativos han ampliado sus ofertas de productos para incluir fondos de deuda privada. A ellos se unen muchas empresas nuevas especializadas. La fuerte demanda de los inversores institucionales ha permitido que estos fondos se expandan rápidamente en tamaño. Colectivamente desde el 2009, se han creado más de 500 fondos de deuda con un estilo similar a los de capital privado. La industria de la deuda privada se ha cuadruplicado, superando los 800.000 millones de dólares, según el proveedor de datos alternativo Preqin.

Sin embargo, el universo de la deuda privada sigue siendo algo opaco. Existen varios tipos de fondos de deuda privada que pueden diferir en términos de estructura, riesgo y duración. Por ejemplo, la mayoría de los administradores de deuda privada utilizan estructuras de fondos cerrados con horizontes de inversión largos y liquidez muy limitada. Además, algunos fondos invierten en áreas con características de riesgo / rendimiento de tipo de capital, como deuda intermedia, préstamos subordinados, préstamos convertibles o incluso componentes de capital, incluidos warrants y coinversiones de capital privado.

Katch Investment Group decidió centrarse solo en las áreas de menor riesgo en el espacio de la deuda privada global. Esto se compone principalmente en préstamos garantizados senior, deuda inmobiliaria senior y otros nichos en el área de préstamos directos que combinan un alto nivel de antigüedad y garantías de activos reales. Además, el grupo se centra en oportunidades a corto plazo, donde la competencia de los bancos ha disminuido aún más, ya que las nuevas regulaciones y los procesos burocráticos han hecho que los bancos se demoren en aprobar los préstamos. Además, la alta rotación en los libros de préstamos a corto plazo permite a los administradores de activos proporcionar liquidez a los inversores. Las estructuras de los fondos suelen ser abiertas con suscripciones y redenciones mensuales o trimestrales. Esta es una ventaja clave para los inversores que a menudo luchan con las llamadas de capital y la falta de liquidez de los fondos cerrados.

Uno de los desafíos de la deuda privada ha sido la falta de puntos de referencia. Algunos inversores están utilizando el índice de préstamos apalancados S&P/LSTA o el de bonos de alto rendimiento Bloomberg Barclays, ambos son malos indicadores de la clase de activos de deuda privada. El índice de deuda privada de Cliffwater tiene más méritos, ya que busca medir el rendimiento no apalancado, bruto de comisiones, del mercado medio de préstamos de Estados Unidos, representado por el rendimiento ponderado de los activos subyacentes de las empresas de desarrollo empresarial (BDC). Un BDC es el equivalente de un REIT (Real Estate) pero para préstamos en los Estados Unidos.

Sin embargo, este punto de referencia no refleja realmente el enfoque de inversión de Katch en términos de exposición geográfica, duración y riesgo. Es por eso que el grupo decidió crear el Katch Open Ended Private Debt Index (KOEPI). El índice utiliza una metodología de ponderación equitativa y está diseñado para replicar el rendimiento neto de comisiones de las estrategias de préstamos garantizados a corto plazo, tales como préstamos puente de bienes raíces, financiamiento comercial, liquidación de seguros de vida y otras estrategias de préstamos a corto plazo respaldados por activos. El índice comienza en enero de 2017 y actualmente consta de 23 fondos mutuos. El índice se reequilibra trimestralmente, ya que varios fondos solo publican NAV trimestrales. La publicación de cada rendimiento trimestral tendrá lugar entre 75 y 90 días calendario después de la fecha de valoración respectiva.

Katch Investment Group

Actualmente, el índice incluye fondos en las áreas de financiamiento comercial (33%), oportunidades de crédito (28%), préstamos puente (22%) y liquidación de seguros de vida (17%). Geográficamente, está expuesto a Europa (39%), América del Norte (33%), Asia (11%), África (11%) y Global (6%). El índice combina algunos de los requisitos de indexación más importantes: es inequívoco ya que se conoce el peso de cada fondo en el índice, es invertible y el rendimiento es fácil de medir, ya que los NAV de los componentes están ampliamente disponibles y actualizados a través de proveedores de datos financieros, como Bloomberg.

Sin embargo, los inversores deben ser conscientes de algunos sesgos y limitaciones. Por ejemplo, dado que el índice no incluye fondos que cerraron, existe un sesgo de supervivencia. Esto significa que el rendimiento histórico del índice KOEPI podría ser exagerado. Además, Katch Investment Group se compromete a aumentar las normas de transparencia y presentación de informes en el área de la deuda privada. Aunque el número de fondos en el índice es ciertamente representativo del espacio, sería deseable que se puedan incluir más fondos en el índice en el futuro, una vez que mejoren sus prácticas de difusión de precios.

 

Columna de Stephane Prigent, CEO de Katch Investment Group.

Si desea más información, puede contactarle a través de este email: sprigent@katchinvest.com

 

 

 

Las AFPs peruanas han recibido un elevado número de solicitudes de retiro parcial de fondos de pensiones

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Pixabay CC0 Public Domain. Las AFPs peruanas han recibido un elevado número de solicitudes de retiro parcial de fondos de pensiones

El gobierno peruano ha sido el primer gobierno de la región en autorizar el retiro de parte de los saldos acumulados en los fondos de pensiones para poder hacer frente a la crisis económica provocada por el COVID-19. Perú es uno de los países de la región más afectados por la pandemia y los últimos datos publicados muestran una caída de la actividad economía por encima del 40%.

En concreto, durante el mes de abril, el gobierno autorizó el retiro de 2.000 soles (575 dólares) de los fondos de pensiones, ampliados en varias ocasiones hasta llegar el 25% de los fondos acumulados hasta un máximo de 12.900 soles (3.700 dólares).

Según el último boletín diario publicado por la asociación peruana de AFPs, a 12 de junio se habían registrado 2.777.591 solicitudes de retiro de 2.000 soles desde el 6 de abril y 3.261.641 solicitudes de retiro del 25% desde el 18 de mayo. Las solicitudes no son excluyentes, aunque el límite máximo es el 25% fondo o 12.900 soles. El plazo para la solicitudes termina el 18 de junio ( 2.000 soles) y el 18 de julio ( 25% del saldo).

Afiliados activos ascienden a 7,5 millones de personas

Estos datos son de una considerable magnitud si se tiene en cuenta que el número de afiliados activos, conforme a los últimos datos disponibles (7 de junio 2020) de la superintendencia de banca, seguros y AFPs de Perú, asciende a 7.558.197 personas. En términos de volumen de retiro, de momento, no hay cifras oficiales, pero fuentes de la industria estimaban que podía alcanzar 8.000 millones de dólares.

A 5 de junio de 2020, la cartera administrada por los fondos de pensiones peruanos ascendía a 160.462 millones de  soles ( 46.045 millones de dólares) . El 56,1% de este portafolio corresponde a inversiones en el mercado local y 46,1% a inversiones en el exterior. A nivel local, la cartera se invierte principalmente en bonos del gobierno (21,5%), acciones (11,1%) y bonos corporativos no financieras (7,2%), mientras que las inversiones en el exterior se concentran en fondos mutuos cuya participación en el total de la cartera fue de 34,4%.

Cartera AFP Peruanas

En Perú, existen cuatro administradoras de fondos de pensiones de capital privado siendo Prima la que mayor cuota de mercado concentra en número de afiliados (31,6%) , seguida de Integra  (31%), Profutro (23,7%) y Habitat (13,7%), según datos de la superintendencia.

Chile y Colombia evalúan la implementación de medidas similares

Los gobiernos de Chile y Colombia se encuentran debatiendo implementar normas similares en sus países con el fin de aliviar la situación económica del gran número de afectados por la pandemia.

En Chile, se han presentado dos proyectos de ley, a finales de abril e inicio del mes de junio, para permitir el retiro del ahorro acumulado en las cuentas individuales de los fondos de pensiones. Los dos son proyectos de reforma constitucional, la única vía para que puedan ser considerados a trámite, ya que en Chile los temas que afectan a la seguridad social son potestad del presidente de la República. Una vez las cámaras pertinentes elaboren sus informes, se debe decidir sobra la idea de legislar, es decir, si sigue adelante el proceso legislativo.

Por otro lado, en Colombia el 12 de junio, el ministro de Hacienda colombiano declaró en una comisión del Congreso de la República que la opción de permitir el retiro de hasta el 10% del importe en fondos de pensiones estaba siendo evaluada, aunque no hay decisión firme al respecto.

¿Ha generado el COVID-19 valor en los mercados emergentes en divisa local?

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La deuda de mercados emergentes en moneda local tuvo un fuerte rendimiento positivo en 2019. A pesar de los temores de una ralentización global a mediados del año pasado, los inversores en esta clase de activos disfrutaron de un rendimiento del 13,5%[1] en dólares sin cobertura de divisa. Sin embargo, el impacto de Covid-19 ha afectado negativamente a la clase de activo este año. La aversión al riesgo y la incertidumbre dominaron los mercados a medida que los inversores y los hacedores de política tuvieron que computar las consecuencias del virus a corto y largo plazo. Los mercados emergentes se han visto atrapados en esa dislocación, lo que ha llevado a algunos a cuestionar el valor que ofrece este segmento de la renta fija. A medida que el polvo se asienta y el panorama se aclara, encontramos una clase de activo con valoraciones cercanas a mínimos históricos.

La deuda de mercados emergentes en moneda local exhibió un rendimiento negativo en el primer trimestre de 2020. La caída de 15,2% fue la mayor caída trimestral del índice JP Morgan GBI-EM Global Diversified desde su creación en 2003 (en dólares sin cobertura de divisa). Es importante separar las fuentes de retorno cuando se examina la deuda soberana en moneda local y diferenciar entre el rendimiento de los bonos y el de las divisas. Históricamente, el retorno de los bonos y de las monedas no ha estado altamente correlacionado, con una correlación de 0,55. El componente de la divisa es también más volátil que el componente subyacente de los bonos. En esta ocasión como en anteriores episodios de tensión, las monedas de emergentes fueron las mas afectadas por la corrección mientras que los bonos fueron algo mas defensivos.

Mientras que algunos países estaban más expuestos a temas idiosincráticos, el componente de bonos del índice JPM GBI-EM Global Diversified disminuyó un 1,4% en el primer trimestre de 2020 (en dólares con cobertura de divisa). Se trata de un resultado particularmente sólido, dada la magnitud de los trastornos económicos causados por la crisis. También contrasta con el descenso de 13,5% del componente de bonos del índice global de alto rendimiento (high yield)[2] y la caída de 4,2% del índice global de bonos corporativos con grado de inversión[3] (ambos en dólares con cobertura de divisa).

Por el contrario, las monedas de los mercados emergentes se vieron afectadas negativamente por la «crisis del virus» en el primer trimestre, agravada en algunos casos por la fuerte caída de los precios del petróleo y otras materias primas. En conjunto, el componente divisa del índice de emergentes en divisa local disminuyó un 14,3%[4] frente al dólar en el primer trimestre.

Para evaluar el atractivo de la clase de activo hoy en día, podemos observar el rendimiento real y las valoraciones del tipo de cambio real que se ofrecen en términos absolutos y relativos a la historia. La combinación de ambos proporciona una evaluación del potencial actual de la clase de activo. 

Para Colchester la principal medida de valoración de los bonos es el rendimiento real esperado, utilizando una estimación propia de la tasa de inflación que se descuenta de la tasa nominal del país. Complementamos esto con una evaluación de la solidez financiera del país. El virus indujo un shock adverso de la demanda y la oferta y una gran disminución del precio del petróleo (que cayó dos tercios en el primer trimestre de 2020) y de otras materias primas, lo que nos llevó a revisar a la baja nuestras estimaciones de inflación dentro del universo de mercados emergentes. La gran caída del tipo de cambio en algunos países templó esa revisión, pero el “pass through” a la inflación doméstica de la depreciación del tipo de cambio ha disminuido notablemente en el último decenio.

La consiguiente reducción de nuestras estimaciones de inflación y el aumento de los rendimientos nominales en algunos mercados han resultado en un aumento del atractivo general de los bonos de mercados emergentes sobre la base de su rendimiento real esperado que ahora se sitúa en torno al promedio del periodo anterior a la Gran Crisis Financiera.

La principal medida de Colchester para valorar las monedas es una estimación de su tipo de cambio real – o paridad de poder adquisitivo (PPA). Complementamos esto con una evaluación del balance del país, el nivel de gobernanza, los factores sociales y ambientales (ESG) y los diferenciales de los tipos de interés reales a corto plazo (es decir, el «carry real»). Las monedas de los mercados emergentes, junto con varias monedas del mundo desarrollado, estaban significativamente infravaloradas frente al dólar antes de la crisis del virus, la dislocación y la incertidumbre resultantes las han hecho aún más atractivas para un inversor en dólares.

La combinación del rendimiento real esperado de los bonos y la valoración del tipo de cambio real resulta en un rendimiento real esperado agregado para el índice de referencia que sugiere que nos encontramos en niveles pocas veces vistos en términos históricos. El valor ofrecido por los bonos emergentes en divisa local está hoy a la par con el visto durante la Gran Crisis Financiera de 2009 y más recientemente, en 2015 cuando la fortaleza del dólar se combinó con problemas específicos de algunos países para crear una valoración atractiva. El rendimiento total promedio ofrecido por el índice de referencia en los dos años que siguieron a períodos de valoración igualmente extremos -junio de 2004, enero de 2009 y septiembre de 2015 – fue de 33.7%[5].

Las valoraciones deben considerarse en el contexto de los fundamentos. En otras palabras, ¿son justificadas las caídas en la valoración de las divisas y la suba en los rendimientos reales? En resumen, la respuesta parecería ser «no» cuando se mira el universo de los mercados emergentes en su conjunto.

Al entrar en la pandemia, podría decirse que los mercados emergentes en su conjunto se encontraban en una posición más estable que sus homólogos de los mercados desarrollados en varias mediciones. Si se observa la relación entre deuda y PIB, por ejemplo, se observa que los mercados emergentes tenían menos de la mitad de la deuda que los mercados desarrollados. Además, el aumento relativamente menor de la deuda pública en los mercados emergentes en los últimos 10 años pone de relieve su enfoque más cauteloso de la gestión macroeconómica y la adopción generalizada de políticas generalmente prudentes y ortodoxas. La posición externa de muchos mercados emergentes también parece relativamente sólida si uno considera las necesidades de financiamiento de corto y largo plazo.

La historia también muestra que los países con monedas más sobrevaloradas tienden a estar más expuestos a un ajuste y a una reversión de los flujos de capital. En términos sencillos, cuanto mayor sea la necesidad de capital extranjero y cuanto más sobrevalorado esté el tipo de cambio real de un país, más expuesto o vulnerable estará ese país. La mayoría de los mercados emergentes se encuentran en una posición de baja vulnerabilidad, con tipos de cambio infravalorados y poca o ninguna dependencia de flujos de capital de corto plazo.

El perfil de calificación crediticia de la deuda emergente en moneda local se ha mantenido en un saludable promedio de BBB+ durante los últimos años[6]. Sin embargo, habida cuenta de los paquetes fiscales de emergencia Covid-19 y la consiguiente desaceleración del crecimiento, varias agencias de calificación han actuado recientemente con rapidez para rebajar la calificación de varios emisores del universo, como México, Colombia y Sudáfrica. Por el contrario, los países del mundo desarrollado como Estados Unidos y el Reino Unido aún no han visto alterada[7] su calificación crediticia a pesar de haber gastado y comprometido más del 11% y el 19% del PIB, respectivamente (hasta la fecha, y sigue en pie) para ayudar a sus economías a capear la pandemia. En comparación, los paquetes de gasto y apoyo de los gobiernos de México y Sudáfrica han ascendido a un mísero 1,1% y 0,6% del PIB (hasta la fecha).

Desde un punto de vista puramente «cuantitativo», al observar algunas de las diversas métricas del balance, es difícil comprender cómo algunos países emergentes pueden ser calificados como inferiores a algunos de sus pares del mercado desarrollado. Claramente se esperaría que el nivel de la deuda de un soberano fuese un factor clave. Si bien existe una relación entre los niveles de deuda y las calificaciones, los mercados emergentes actualmente poseen una menor calificación para un mismo nivel de endeudamiento, manteniendo el resto constante.

Una explicación de la diferencia se encuentra en los factores «cualitativos». Esto abarca cosas como el precedente histórico de un país, la coherencia de la política, la voluntad sociopolítica de realizar los ajustes necesarios y el nivel de gobernanza, que incluye cosas como el control de la corrupción y el estado de derecho. Tradicionalmente, los organismos de calificación consideran que esto es una debilidad.

En general, a pesar del deterioro inducido por el virus en los parámetros fiscales, creemos que los balances de la mayoría de los países del universo de mercados emergentes siguen siendo sólidos. Las agencias de calificación pueden seguir rebajando la calificación a lo largo del sector, pero los fundamentos no apuntan a un aumento significativo del riesgo de impago. Por el contrario, el índice de referencia es sólidamente grado inversor y es probable que siga siéndolo en ausencia de un nuevo colapso mundial.

Si bien los rendimientos reales de los bonos de los mercados emergentes han vuelto a acercarse a sus valoraciones históricas promedio de largo plazo, sus monedas están actualmente muy infravaloradas frente al dólar. Esto le da a la clase de activo una fuente adicional de rendimiento potencial. Históricamente este nivel de valoración ha demostrado ser extremadamente atractivo.

Si bien persisten algunas buenas razones para la diferencia de calificación crediticia entre el mundo desarrollado y el mundo emergente, las diferencias pueden no ser tan grandes como algunos las perciben y, en conjunto, la mayoría de los países del universo de los mercados emergentes deberían superar el temporal Covid. 

 

[1] JPM GBI-EM Global Diversified USD Unhedged Index

[2] ICE BofA Global High Yield USD Hedged Index

[3] ICE BofA Global Corporate Bond USD Hedged Index

[4] JPM GBI-EM Global Diversified FX Return en USD Index.

[5] El rendimiento total del JP Morgan GBI-EM Global Diversified Index (dólares sin cobertura de divisa) entre junio de 2004 y junio de 2006 fue del 27,7%, entre enero de 2009 y enero de 2011 fue del 47,7% y entre septiembre de 2015 y septiembre de 2017 fue del 25,6%.

[6] La calificación BBB+ a la que se hace referencia aquí es el promedio ponderado de la calificación de moneda local de Standard & Poor’s de los países en el JP Morgan GBI-EM Global Diversified (en dólares sin cobertura de divisa) según lo calculado por Colchester.

[7] De acuerdo a Standard & Poor´s a fines de abril de 2020.

 

“Este articulo no constituye asesoramiento financiero. Colchester Global Investors Limited está regulada por la Autoridad de Conducta Financiera del Reino Unido, y sólo trata con clientes profesionales. https://www.colchesterglobal.com para obtener más información y notas relevantes”.

Norman Alex abre oficina en Montevideo de la mano de su nuevo socio, Ricardo Soto

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Ricardo Soto. ,,

Ricardo Soto cubrirá la región latinoamericana desde Montevideo para la firma Norman Alex, una boutique de consultoría internacional que brinda servicios de búsqueda de ejecutivos y desarrollo corporativo a clientes dentro del sector de servicios financieros.

Soto trabajará en estrecha relación con la oficina de Miami de la compañía, valiéndose de su amplia experiencia en la industria financiera, ya que pasó más de quince años en Citibank con sede en Montevideo y Nueva York, cubriendo diferentes áreas, pero principalmente banca privada.

El nuevo socio de Norman Alex desarrolló la actividad de gestión patrimonial en Uruguay, gestionando un equipo de más de treinta personas, y también dirigió un proyecto para implementar equipos de ventas de crédito en toda la región.

Anteriormente, trabajó siete años para American Express Bank en varios puestos de alto nivel y fue también socio de una boutique suiza de consultoría y reclutamiento con sede en Zúrich y centrada en la gestión de patrimonios.

Establecida en 1997 en Mónaco, la firma Norman Alex tiene oficinas en Ginebra, París, Luxemburgo, Londres y Miami, y busca establecer una presencia en Singapur el próximo año.

La rotación hacia los títulos de valor constituye un posicionamiento temporal

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La rotación hacia los títulos de valor constituye un posicionamiento temporal y no un cambio de liderazgo en el mercado
Pixabay CC0 Public Domain. La rotación hacia los títulos de valor constituye un posicionamiento temporal y no un cambio de liderazgo en el mercado

Carmignac no ha realizado ninguna modificación en la estructuración de su cartera, más allá de recogidas de beneficios en los valores que han protagonizado una revalorización sumamente rápida. En su último comentario de mercado, la gestora revela que se ciñe a su “núcleo de cartera de gran solidez, compuesto por valores de crecimiento no cíclicos y de elevada calidad”.

“La naturaleza de este repunte resulta muy poco habitual, dado que se está materializando en un momento en el que la confianza de los inversores sigue siendo bastante endeble. En otras palabras, ante la escasa visibilidad sobre el año que viene, han acortado su horizonte de inversión”, asegura. A su juicio, los inversores confían en que la reapertura no acabará siendo un desastre, cuentan con los bancos centrales para mantener el precio de los activos y su optimismo se materializa en la toma de posiciones en los títulos más baratos.

Según Carmignac, muy pocos inversores querrían tener en cartera a largo plazo cualquiera de los valores que están registrando un repunte meteórico en la actualidad, dado que su calidad es muy reducida. “Por tanto, estamos ante una rotación con pies de barro, aunque puede durar hasta que la realidad se encargue de hacer añicos este optimismo”, apunta.

Asimismo, señala que, durante la burbuja tecnológica, el nivel extremo de las valoraciones respondió al optimismo excesivo sobre el crecimiento de los beneficios. En este caso, la situación no solo es diferente, sino, incluso, opuesta. El aumento de las valoraciones se produce en un contexto de creciente “japonización” del mundo y con unas previsiones de crecimiento muy reducidas. Esto ha dado lugar a un mercado dual: “los valores de crecimiento con gran visibilidad cotizan con prima, mientras que los valores cíclicos cotizan con descuento”. Además, destaca que el repunte de los valores cíclicos se explica porque habían pasado a estar muy baratos y, en su opinión, seguirán estándolo porque su potencial de crecimiento de beneficios es muy débil.

El número de quiebras está empezando a aumentar -lo cual era inevitable- pese a los programas de apoyo gubernamentales”, dice la gestora. Mientras, en EE. UU., el informe sobre el mercado laboral sumamente alentador publicado la semana pasada y que sorprendió a todos los economistas rozó, a su juicio, la manipulación de datos. Muchos trabajadores temporalmente desempleados pasaron de estar inscritos en los programas federales de lucha contra el desempleo a quedar registrados en programas análogos gestionados por empresas, por lo que siguen en casa, pero, a efectos oficiales, han vuelto a ser contratados. Así, los empleadores reciben la subvención del Gobierno y los empleados quedan eliminados de las listas oficiales del paro.

“Desde el punto de vista político, este enfoque resulta muy inteligente, pero no impulsará la demanda de los consumidores. De hecho, los despidos de carácter permanente empezaron a incrementarse el mes pasado desde un nivel muy bajo, una tendencia que seguramente se acentuará”, advierte.

Para Carmignac, la crisis del coronavirus constituye un acontecimiento único y extraordinario, y la actividad a escala mundial seguramente repunte hacia niveles más “normales” si el virus no depara ninguna sorpresa desagradable. “No obstante, observamos importantes factores recesivos de fondo, como los márgenes corporativos o el endeudamiento público y privado, que están sentando las bases de una coyuntura económica bastante aciaga de cara a 2021”, asegura.

Por tanto, mantiene la convicción de que la rotación hacia los títulos de valor constituye tan solo un posicionamiento temporal y no representa un cambio estructural en el liderazgo del mercado. “En todo caso, la escasez de crecimiento pasará a ser un factor con mayor peso en el futuro”, afirma.

Los títulos de valor están baratos porque generan una rentabilidad reducida sobre los fondos propios, mientras que los de crecimiento están caros porque generan un ROE superior durante los ciclos. En un contexto de crecimiento reducido, o en una recesión, este aspecto marca la diferencia, y explica por qué, pese a haber aumentado su exposición a la renta variable y a la deuda corporativa, el posicionamiento sectorial principal de Carmignac ha permanecido inalterado.

La deuda de los mercados emergentes ofrece un atractivo punto de entrada, según William Blair Investment Management

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Foto cedidaJorge Ramírez . Credit Agricole CIB nombra a Jorge Ramírez como Senior Country Officer para Chile y Perú

En los últimos dos años, la firma de distribución de fondos de terceros con sede en España, Capital Strategies Partners, ha llevado al gestor de activos William Blair a los principales mercados globales y más recientemente está trabajando para promover su nuevo equipo de deuda de mercados emergentes (EMD).

El equipo de EMD está compuesto por Marcelo Assalin, CFA, Marco Ruijer, CFA, y varios miembros clave de su ex equipo de NN Investment Partners (NNIP), quienes se unieron a William Blair a inicios de 2020 para formar un equipo dedicado de EMD dentro de William Blair Investment Management. Assalin ha estado gestionando estrategias de EMD desde el año1996 y Ruijer ha estado gestionando estrategias de EMD desde el año 2002.

Assalin y el equipo tienen una trayectoria bien documentada de éxito, mejoran el alcance global de William Blair y le dan una oportunidad única para ampliar su exitosa franquicia de renta variable de mercados emergentes, al incluir activos de renta fija.

Estos inversores experimentados y exitosos también tienen un fuerte alineamiento cultural con William Blair. Incorporan criterios ESG de manera holística, de manera individual y como equipo, centrándose en ofrecer resultados sólidos a sus clientes.

Otros miembros del equipo que se unieron a William Blair desde NNIP son Yvette Babb; Johnny Chen, CFA; Lewis Jones, CFA, FRM; Jared Lou, CFA; Anezina Mytilinaiou; Luis Olguin, CFA; Alexandra Symeonidi CFA; Mariana Villalba, CFA; y Daniel Wood.

El equipo lanzó una estrategia de deuda en dólares de mercados emergentes durante el primer trimestre de 2020 y está lanzando una estrategia en moneda local de deuda de mercados emergentes a finales de junio.

EMD para potenciar retornos ajustados por riesgo

El equipo de William Blair cree que una asignación estratégica a la deuda de EMD puede mejorar el potencial de retorno ajustado por riesgo para carteras de todos los grados de sofisticación, dice Assalin.

«Algunos inversores asocian la deuda de los mercados emergentes con algo muy arriesgado, algo muy exótico», dice. «Sin embargo la tasa de default anualizada en los mercados emergentes de deuda soberana en los últimos 30 años ha sido inferior al 1%».

Assalin señala que debido a que EMD está sub-invertido, está menos cubierto y no se entiende bien, parte del universo de inversión tiende a mostrar mayores primas por riesgo y mayores rendimientos. Pero la clase de activos ha evolucionado sustancialmente en los últimos años. «Estamos hablando ahora de más de 70 países dentro del universo invertible más amplio y más de 600 emisores de crédito corporativo», dice.

Además, Assalin añade, en la parte de mayor rendimiento del universo, las correlaciones tienden a ser más bajas en comparación con otras clases de activos de renta fija.

«Es una clase de activo que ofrece oportunidades de inversión muy atractivas y que también ofrece beneficios de diversificación muy importantes para los inversores», señala Assalin.

Atractivo punto de entrada a EMD después del choque COVID-19

La actividad económica en los mercados emergentes colapsó debido a la pandemia del COVID-19.

La preocupación por este deterioro de las perspectivas y sus posibles implicaciones negativas para la solvencia de la deuda dieron lugar a salidas sin precedentes de los fondos de EMD durante marzo y abril de este año, aunque las salidas se moderaron en mayo, y más recientemente Assalin comenzó a ver pequeñas entradas en fondos EMD en moneda dura.

Estas salidas crearon presiones por ventas forzadas masivas, especialmente entre los fondos negociados en bolsa (ETFs), en condiciones de baja liquidez del mercado. Esto condujo a una disminución significativa de los precios, especialmente en la parte menos líquida y de mayor rendimiento del mercado EMD.

«Estas importantes dislocaciones de precios llevaron los spreads a niveles extremadamente altos en cuestión de días y EMD se comportó peor que otras clases de activos de crédito durante este proceso», dice Assalin. «Sin embargo, los spreads se han comprimido alrededor de 135 puntos básicos en el último mes, lo que refleja mejores condiciones técnicas impulsadas por flujos estables a marginalmente positivos».

Assalin espera ahora una recuperación económica extremadamente gradual y desigual, probablemente con regiones de bajo beta como Asia a la cabeza y regiones de alto beta como Africa rezagadas.

 «Los fundamentos de la EMD ciertamente se ven desafiados por la recesión económica mundial, sin embargo, las preocupaciones sobre los riesgos sistémicos que desencadenaron las salidas de EMD parecen exageradas, en nuestra opinión», dice Assalin. «Aunque temporalmente es mayor que sus niveles históricos, nosotros esperamos que el riesgo de incumplimiento de los mercados emergentes siga estando relativamente bien contenido en el futuro, dado que los fundamentos en la mayoría de los mercados emergentes siguen siendo sólidos».

En este contexto, dice Assalin, y a pesar de la reciente recuperación, las valoraciones actuales parecen atractivas. «Una parte considerable del universo invertible de EMD continúa operando por debajo de lo que percibimos como valor razonable basado en nuestro enfoque fundamental del análisis de crédito soberano».

El enfoque del equipo de William Blair incluye evaluar exhaustivamente el perfil de riesgo crediticio de un emisor y clasificar la solvencia de los países. «Nuestro modelo cuantitativo propietario y el enfoque combinado top-down, bottom-up, nos ayudan a identificar ideas de valor relativo sólidas», dice Assalin. «Somos agnósticos con respecto a cada región y preferimos segmentar nuestro universo de inversión en tres grupos basados en diferentes perfiles de riesgo: países de bajo beta, beta medio y alto beta».

Assalin añade que los inversores con horizontes de tiempo a largo plazo rara vez han visto una oportunidad tan atractiva para invertir en deuda de mercados emergentes. “La diferencia entre perdidas crediticias ex-post y lo que el mercado valoriza en este momento es muy amplia. Esta dinámica impulsará rendimientos positivos para el inversor a largo plazo», dice.