ESG: proveedor de alfa en entornos de crisis

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Pixabay CC0 Public Domain. ESG: proveedor de alpha en entornos de crisis

Los inversores están teniendo cada vez más en cuenta factores ESG como parte de su proceso de análisis para identificar los riesgos materiales y las oportunidades de crecimiento. La crisis del COVID-19 es la prueba de fuego definitiva para las empresas cuya gestión ha integrado estos factores extrafinancieros. 

Cualquier organización que adopte un enfoque holístico para la creación de valor es más flexible y más apta para amortiguar los shocks de mercado a corto plazo. Por lo tanto, cualquier cisne negro puede ser afrontado mucho mejor si se anticipa y se adopta una posición flexible. En este sentido, las empresas que integran factores ESG son más ágiles a la hora de hacer cambios.  

Durante la reciente corrección del mercado, las empresas con fuertes criterios ESG superaron a sus comparables, tanto en los mercados bajistas como en los alcistas. Hay que admitir que el horizonte temporal es corto, y deberíamos estar cansados de las generalizaciones. Sin embargo, al final del año, será interesante reflexionar sobre el rendimiento generado en 2020.

Cabe imaginar que factores principalmente técnicos, como los sesgos sectoriales, han influido en los notables resultados obtenidos desde principios de año. Sin embargo, incluso cuando se neutralizan los sesgos sectoriales, las empresas de ESG de alta calidad superan a la mayoría de los sectores. A nivel regional, el margen de rendimiento superior obtenido por las empresas ESG es más pronunciado fuera de Europa, especialmente en Estados Unidos, donde la inclusión de factores extrafinancieros es más reciente y, por lo tanto, menos generalizada.  Las diferencias en las regulaciones sociales y ambientales entre Europa y Estados Unidos también pueden dar lugar a diferencias más notables entre las empresas con estándares ESG superiores a la media.

Durante los mercados bajistas, en nuestra opinión, fue sobre todo la fuerza de los factores sociales y de gobernanza lo que condujo a esta relativa solidez: la fuerte gestión del capital humano permitió una protección eficaz de los empleados y un proceso de reorganización y, en consecuencia, redujo al mínimo las disrupciones. Los inversores consideraron que estas empresas podrían reanudar la actividad más rápidamente que sus competidoras. Al mismo tiempo, una sólida gobernanza condujo a una comunicación transparente con los inversores y a la asunción de responsabilidades frente a sus accionistas. Los inversores se tranquilizaron y obtuvieron mayor visibilidad.

Muchos observadores se sorprendieron cuando las empresas ESG con altas calificaciones superaron a otras no ESG dentro de los mismos sectores durante los mercados alcistas, especialmente teniendo en cuenta que las acciones cíclicas lo hicieron mejor que las defensivas. 

En el punto más bajo del mercado, se abrió una ventana de oportunidad para las acciones ESG y los inversores aprovecharon la caída de los precios para redirigir los flujos hacia inversiones ESG, lo que explica en parte la fuerza del rebote posterior. Podría ser utópico creer que el mundo después de esta crisis será radicalmente más verde que el anterior. Sin embargo, es plausible si una proporción significativa de los estímulos gubernamentales se dirige hacia la infraestructura sostenible y la movilidad eléctrica. La crisis climática no ha quedado en suspenso por la actual pandemia. Por el contrario, ahora se considera una amenaza aún mayor para la humanidad.

Profundizando en los detalles

Creemos que el rendimiento superior de las acciones ESG puede estar relacionado con factores fundamentales. En nuestra opinión, no sólo la falta de visibilidad fue lo que hizo que los inversores huyeran hacia activos seguros ESG de alta calidad para refugiarse y capear la tormenta. Además, creemos que las empresas ESG ofrecen mejores oportunidades de inversión durante los mercados bajistas y alcistas.

Gráfico 1

Con respecto a la relación de la empresa con sus proveedores, clientes y accionistas, parece que las empresas con alta puntuación ESG, que cumplen con altos requisitos de transparencia, se comunican mejor y con mayor frecuencia. Por ejemplo, la compañía Microsoft comenzó a finales de enero a comunicar las posibles repercusiones financieras de la pandemia y, desde entonces, ha mantenido su comunicación actualizada. Este alto grado de transparencia no sólo es tranquilizador en cuanto a la capacidad de la directiva de seguir de cerca la evolución y de gestionar el proceso, sino que también permite que el consenso ajuste sus previsiones y logre una valoración más precisa. Da a los inversores la impresión de que hay «alguien a los mandos».

Otro ejemplo de buena gestión que ha causado cierta controversia en la sociedad es la empresa de ropa deportiva adidas. Esta compañía aceptó el apoyo financiero del Gobierno alemán para poder seguir pagando a sus acreedores, como los talleres de fabricación, que a su vez podrían ofrecer mejores soluciones a sus empleados, que a menudo operan en países con menor cobertura de seguridad social. La ayuda del Gobierno también permite a adidas seguir pagando el alquiler de sus tiendas a pesar del cierre de las mismas en todo el mundo. Al mantenerse unida y ser solidaria, adidas contribuye a garantizar que sus proveedores sean operativos una vez que la economía se reactive.

Capital humano

El capital humano también ha jugado un papel importante durante la crisis actual. La seguridad del personal ha sido un factor que ha preocupado a todos. La monitorización de la implementación de las medidas de protección de los trabajadores ha sido esencial en las últimas semanas. No es de extrañar que las empresas con mayor calificación en cuanto a protección del capital humano hayan resistido mejor la tormenta: el despliegue de medidas de distanciamiento social y de higiene para las plantillas permite un reinicio de la actividad más rápido. Por ejemplo, el fabricante de automóviles PSA pudo reactivar la producción a mediados de abril después de reorganizar las líneas de producción y proporcionar equipos de seguridad a los trabajadores.

Las medidas proactivas para proteger a las plantillas estimulan la moral de los trabajadores y los motivan. Este puede ser un factor clave para el éxito de cualquier compañía. Las empresas con una huella de carbono menor en comparación con su sector también han mostrado un rendimiento superior, ya que la emergencia climática sigue estando omnipresente. El siguiente gráfico excluye el sector de la generación de energía fósil, que ha estado sometido a una enorme presión debido a la fuerte caída de los precios del petróleo. Si se incluye, la discrepancia entre los emisores con bajos niveles de carbono y la tendencia mayoritaria sería aún mayor.

Gráfico 2

Huella de carbono baja

Creemos que hay dos explicaciones fundamentales para un mejor rendimiento de las empresas con una huella de carbono baja. En primer lugar, para lograr reducir su huella de carbono, una empresa debe reestructurarse en profundidad. Literalmente, todos los procesos internos y externos deben ser remodelados y digitalizados, dejando a la empresa con líneas de mando más cortas y, por tanto, más flexibilidad. Por lo general, una empresa de bajas emisiones de carbono es simplemente más moderna y puede afrontar mejor una tormenta. Para las empresas que están preparadas para luchar contra el desafío a largo plazo de la emergencia climática, la actual pandemia puede considerarse como un ensayo del desastre final.

En segundo lugar, muchos inversores esperan que «el mundo después del COVID-19» sea más verde, con fondos de estímulo que impulsen programas de infraestructura que potencialmente crearían un gran número de puestos de trabajo. Dado que el distanciamiento social podría seguir siendo la norma en un futuro más próximo, el aumento de los incentivos para la movilidad eléctrica individual en todas sus formas podría favorecer el mantenimiento de los empleos y la lucha contra el cambio climático.

La aplicación temprana de medidas ESG parece haber dado lugar a una ventaja competitiva que era evidente, a juzgar por el rendimiento superior de las empresas con un alto perfil ESG en los últimos meses. Sin embargo, esta tendencia sólo puede confirmarse si se analiza durante un período de tiempo más largo. En general, la implementación temprana de criterios ESG permitió que las empresas fueran más ágiles y capaces de hacer frente de manera más eficiente a cualquier tipo de incertidumbre, como la actual pandemia.

Retrospectivamente, podemos concluir que el aumento de ESG está dando paso a una clara ventaja en el actual entorno cambiante. Las declaraciones de los políticos apuntando a que, en la actual fase de inicio lento de la larga recuperación, los aspectos de sostenibilidad deben tenerse en cuenta al conceder ayudas y aplicar los programas de estímulo económico, actúan ahora como un refuerzo y pueden aumentar aún más la diferencia de rendimiento entre las acciones ESG y las empresas «convencionales».

Tribuna de Nina Lagron, responsable de renta variable de gran capitalización de La Française AM

 

Este comentario está dirigido a inversores profesionales en el marco de MiFID II. Se proporciona únicamente con fines informativos y educativos y no tiene la intención de servir como un pronóstico, producto de investigación o asesoramiento de inversión y no debe interpretarse como tal. No puede constituir un asesoramiento de inversión ni una oferta, invitación o recomendación para invertir en determinadas inversiones o para adoptar una estrategia de inversión. Las rentabilidades pasadas no son indicativas de rentabilidades futuras. Las opiniones expresadas por el Grupo La Française se basan en las condiciones actuales del mercado y están sujetas a cambios sin previo aviso. Estas opiniones pueden diferir de las de otros profesionales de la inversión. Publicado por La Française AM Finance Services, con sede en 128 boulevard Raspail, 75006 París, Francia, empresa regulada por la Autorité de Contrôle Prudentiel como proveedor de servicios de inversión, nº 18673 X, filial de La Française. La Française AM ha sido aprobada por la AMF bajo el nº. GP97076 el 1 de julio de 1997. Para más información, consulte los sitios web de las autoridades: Autorité de Contrôle Prudentiel et de Résolution (ACPR) www.acpr. banque-france.fr, Autorité des Marchés Financiers (AMF) www.amf-france.org

Expectativas de default en compañías latinoamericanas

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Foto cedidaNicolás García-Huidobro. ,,

El día viernes 24 de abril, la compañía chilena de hotelería y administración de casinos de juego Enjoy, anunció mediante un hecho esencial que entraba en un proceso de reestructuración de sus pasivos. Si bien no es la primera empresa chilena que entra en este tipo de proceso desde el inicio del estallido social, si es la primera con presencia en el mercado internacional de bonos.

Esta decisión viene poco después de la explosión de la crisis sanitaria producto del COVID-19, junto a una caída histórica en el precio del petróleo. El resultado de estos dos eventos globales ha sido una corrección de los mercados, tanto en deuda como renta variable, de una magnitud y velocidad pocas veces vista. Si bien existen tantas visiones como personas respecto al comportamiento y actual valorización de los mercados, también resulta valioso ver el flujo de información de manera inversa.

No es el objeto de este texto entregar opiniones respecto al comportamiento de nuestros mercados, sino extraer información implícita en los precios y ver como ésta se compara con otros eventos similares. 

Un indicador importante en la renta fija, especialmente corporativa, en tiempos de crisis es la tasa de default de las compañías. Si bien las razones del aumento de este indicador pueden ser variadas (deterioro de fundamentos macroeconómicos, condiciones de liquidez y acceso a mercados o excesivo apalancamiento por parte de las empresas, entre otros), lo interesante es analizar qué expectativas tiene el mercado frente a este indicador en el contexto actual.

Para este ejercicio utilizaremos el índice de JPMorgan CEMBI Broad Latin America, uno de los tradicionalmente usados por inversionistas a nivel global. El spread de este índice, en su versión High Yield (es importante recordar que la convención generalmente es que las tasas de default se miden sobre el universo high yield de cualquiera sea la región, industria o subgrupo que se quiera analizar), al cierre del 24 de abril de 2020 era de 889 puntos base.

Este spread tiene implícito una tasa de default esperada para nuestra región de casi un 9%. Esta tasa incorpora además supuestos de premio por riesgo y tasas de recupero, las cuales no van a ser detalladas en este texto, porque su incorporación supone una segunda oleada de análisis también extensa.

Poniendo en contexto este número, desde el 2011 en adelante ha habido solo dos años en que nuestra región ha tenido tasas de default por sobre el 9%. El 2013 posterior a la crisis europea, llegando a un 10.6%, y el año 2016 cuando coincidieron la crisis política en Brasil y una corrección importante de los precios de los commodities, alcanzando la tasa de default un 9.2%.

Durante este año, el spread máximo del índice High Yield que utilizamos en este ejercicio ha sido 1.067 puntos base. El 2013 ese spread llegó a 911 puntos base y en 2016 a 1.015 puntos base. Si bien en el proceso de inversión siempre es deseable comparar y hacer análisis relativo, también es igual de importante notar que el contexto de cada una de estas crisis ha sido distinto. 

A modo de ejemplo, la corrección del año 2016 se dio principalmente por Brasil por el caos político que vivía en ese momento, distinto a lo que hemos visto este año, donde ha sido un efecto más transversal en la región (y a nivel mundial también por supuesto).

Una diferencia importante en esta crisis del COVID-19 es el estado de solvencia de las compañías en nuestra región. Utilizando datos agregados, vemos que el nivel de endeudamiento (medido como deuda neta/Ebitda) ha venido bajando consistentemente los últimos 4 años. De la misma manera hemos visto mejoras en los índices de liquidez (caja/deuda de corto plazo) y de refinanciamiento (deuda de corto plazo/deuda total). Es decir, las compañías están hoy bastante mejor preparadas que en años anteriores para enfrentar una crisis.

¿Significa esto, entonces, que deberíamos esperar tasas de default menores que en las crisis antes mencionadas? No necesariamente. Bien sabemos que las compañías suelen incumplir sus pagos por problemas de liquidez mas que de solvencia. Si bien los índices de liquidez han venido mejorando, no hay compañía que aguante años con una economía detenida, y es probable que la tasa de default esté determinada por la duración de la crisis sanitaria.

Hoy las compañías están preparadas para sobrevivir entre 3 y 6 meses con niveles de actividad mínimos, mediante recorte de gastos, disminución de inversiones, menores pagos de dividendos, entre otros. Una tasa implícita de 9% pareciera ser alta dada la liquidez actual de las compañías, pero si la crisis se extiende, no se puede descartar que estos números superen los vistos en 2013 y 2016. 

Artículo publicado por la CFA Society Chile en abril de 2020 (con datos a esa fecha)

 

Nicolás García-Huidobro es CFA – Senior Analyst and Co-Portfolio Manager, Compass Group

 

 

Política fiscal, desglobalización e innovación: las tendencias que determinarán el mundo post-coronavirus

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Política fiscal, desglobalización e innovación: las tendencias que determinarán el mundo post-coronavirus
Pixabay CC0 Public Domain. Política fiscal, desglobalización e innovación: las tendencias que determinarán el mundo post-coronavirus

La pandemia de COVID-19 ha supuesto un punto de inflexión para la economía, la política y los mercados mundiales en cuestión de semanas. Para NN Investment Partners (NN IP), cuatro incógnitas económicas definirán la próxima década: la política fiscal, la desglobalización, el crecimiento y la inflación. Mientras, las nuevas fuentes de crecimiento económico dependerán de la innovación y la sostenibilidad.

El pasado 17 de junio, el director de inversiones de la gestora, Valentijn van Nieuwenhuijzen, y Peter Diamandis, autor de “The Future Is Faster Than You Think”, discutieron los cambios trascendentales que están viéndose impulsados por la crisis del Covid-19 durante el primer evento digital de la serie “UpsideDown”.

«La pandemia ha expuesto brutalmente los sistemas sanitarios que no estaban preparados y la fragilidad de las cadenas de suministro justo a tiempo (just in time) globalizadas», señala Van Nieuwenhuijzen. Si los gobiernos implementan políticas de apoyo activo para amortiguar el golpe de esta crisis económica masiva, el mundo avanzará con niveles de deuda aún más altos. En su opinión, esto podría acelerar la desaparición de la globalización y servir de catalizador para un nuevo régimen de deuda fiscal, crecimiento e inflación.

Política fiscal: ¿gasto o austeridad?

Según NN IP, hay dos aspectos claros de la futura política fiscal: los gobiernos estarán más abrumados por la deuda, y los bancos centrales se verán cada vez más obligados a monetizarla. La gran incógnita es si los gobiernos optarán por el gasto o la austeridad. Si se inclinan por esta última, es probable que recorten en programas sociales y aumenten los impuestos sobre los ingresos y el patrimonio. “Con ello se lograría la sostenibilidad de la deuda, pero a costa de un crecimiento potencial menor y malestar social”, afirma en una nota de prensa.

Otra posibilidad es que el aumento de estímulos fiscales por parte de los gobiernos permita subvencionar a consumidores y empresas; financiar proyectos sanitarios, climáticos y de infraestructuras; y redistribuir la riqueza entre los más pobres. En este escenario, la sociedad lograría más equilibrio en cuestiones ambientales, sociales y de gobernanza (ASG), y el crecimiento potencial alcanzaría niveles más altos. “Por otro lado, la deuda podría volverse insostenible, la inflación podría ser persistentemente alta y el crecimiento económico podría estancarse”, advierte la gestora.

La globalización bajo presión

A su juicio, si el foco político se traslada hacia los problemas creados por la globalización -como la desigualdad, los conflictos comerciales y el cambio climático, existiría la posibilidad de que las políticas comerciales de las últimas cuatro décadas se inviertan. En el plano nacional, podría allanar el camino para un programa populista o uno progresista. En ese sentido, asegura que, en el pasado, los gobiernos populistas han ignorado las limitaciones presupuestarias y no han cumplido sus promesas económicas, como la creación de empleo y mejores remuneraciones. “Los gobiernos progresistas tienen un mejor historial de creación de igualdad e impulso del crecimiento a través de la inversión”, apunta.

“En un mundo desglobalizado, el desafío sería contener la deuda, mantener alta la rentabilidad de las empresas y proporcionar el empleo elevado que la globalización ha logrado mediante la creación de puestos de baja remuneración”, dice NN IP. En su opinión, la escalada del conflicto EE.UU.-China, la ruptura de la cooperación internacional y la disminución del comercio mundial son riesgos que amenazan el crecimiento en la mayoría de las regiones y al uso del dólar como moneda de cambio global.

Fuentes alternativas de crecimiento

Con el parón del comercio, el estancamiento de la productividad y los niveles de inversión persistentemente bajos, las fuentes del crecimiento económico de la próxima década son una gran incógnita. Además, las perspectivas dependerán de si las innovaciones tecnológicas y los nuevos modelos empresariales impulsan el crecimiento o si el mundo se enfrenta a un estancamiento secular.

Para la gestora, la buena noticia es que hay una gran demanda de nuevas soluciones en muchas áreas, como la salud y el cambio climático; y la oferta de innovaciones “parece prometedora” en campos como la biotecnología, la eficiencia de las celdas solares o la robótica”, destaca la gestora. Si estos avances se materializan, podrían impulsar el potencial de crecimiento futuro.

Van Nieuwenhuijzen asegura que la crisis del COVID-19 también ha demostrado que los modelos de negocio a prueba de futuro son más estables y están mejor preparados para afrontar el cambio. «Esto es alentador y no solo ha sido evidente en el rendimiento de las estrategias de renta variable antes y durante la crisis, sino también en productos de renta fija como los bonos verdes», revela.

El regreso de la inflación

La enorme conmoción económica derivada de la pandemia es una fuerza deflacionaria adicional, pero, según NN IP, la inflación podría aumentar como resultado de la disolución parcial del libre comercio, la disminución de la competencia en los mercados de bienes y de trabajo y las perturbaciones en el sistema de tipos de cambio.

Además, considera que los gobiernos pueden sentirse tentados a inflar la carga de su deuda en lugar de orientarse hacia la austeridad. Sin embargo, todo aumento pronunciado de la inflación tendría repercusiones en la sostenibilidad de la deuda, que está estrechamente vinculada a unos tipos de interés estables y bajos.

Van Nieuwenhuijzen destaca que los responsables de la toma de decisiones tendrán éxito si preparan y ajustan sus políticas a medida que se desarrollen estas cuatro incógnitas. Y “como los inversores, es mejor que aprendan a esperar siempre lo inesperado».

Mitos y verdades sobre los argentinos que se quieran mudar al exterior por razones fiscales

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Foto cedidaMariano Sandáns, CEO de FDI Gerenciadora de Patrimonios. ,,

A la recesión con la que venían, se les sumó el “mazazo económico” de la no-actividad por la cuarentena, cambios abruptos en las normas laborales y las idas/vueltas con los préstamos a tasas subsidiadas y con los programas de ATPs, los cuales no lograron ayudar a todas las empresas. 

Ahora se suman restricciones cambiarias que dificultan la operación de importadores y exportadores, dejando a muchos “fuera de juego” si no cuentan con un asesoramiento especializado en este tema. Nunca fue fácil ser empresario en Argentina, pero ahora se complicó aún más y no se ve un panorama alentador. 

¿Qué están haciendo los más dinámicos?

Con la pandemia, se aceleró la competencia entre países para atraer inversiones y empresas; Argentina debe hacer algo si no quiere seguir perdiendo en ambas categorías. Hoy pierde por goleada con países como Brasil, Chile, Uruguay y Paraguay, los cuales tienen un excelente clima de negocios, costos de producción mucho más bajos y en algunos de estos países, ventajas impositivas inigualables. 

¿Lo mejor de todo? Los empresarios no necesitan irse a vivir a estos países para aprovechar estas ventajas. Y si le suman una correcta y prolija planificación fiscal, pueden estructurar sus patrimonios –incorporando sus nuevas empresas en el exterior- para optimizarlos fiscalmente frente a la fuerte y creciente presión tributaria actual. 

Lamentablemente, los que más rápido y fácil se van son los exportadores de servicios. Les basta con trasladar parte o toda su estructura, tomando como contratistas independientes al antiguo personal que tenían en Argentina. Si los empresarios –accionistas– continúan viviendo en Argentina, como se da en la gran mayoría de los casos, la AFIP se asegurará de que la sociedad del exterior no sea de “papel” y realmente tenga lo que se denomina “sustancia”. ¿El país más usado desde donde exportar servicios? Uruguay. 

Los que la tienen un poco más complicada son los exportadores de bienes, dado que deben trasladar o directamente replicar su empresa en otro país, con todo lo que ello significa: llevar procesos industriales, capacitar personal, reconfigurar proveedores, etc. Aunque a todas luces se trata de una labor titánica, el premio podría ser muy alto, especialmente para aquellos que estén focalizados en exportar y no en el mercado interno. ¿El país más utilizado para fabricar y exportar bienes? Paraguay. 

Cambio de residencia fiscal 

Otro tema del que mucho se habla en estos días, es que habría una oleada de argentinos queriendo radicarse fiscalmente en Uruguay, ahora acelerado porque quieren evitar el posible “impuesto solidario”. Aunque siempre se está a tiempo para mudarse de país y cambiar la residencia fiscal, primero es necesario que “te suelte” el fisco del país que estás dejando que, en el caso de Argentina, implica estar varios meses afuera y después realizar un proceso de “desacople”.

Claramente no van a llegar a tiempo los que quieran evitar este nuevo posible impuesto; para ello hay que utilizar otras herramientas, pero para lograrlo hay que actuar rápidamente. 

Aunque hay muchas consultas, una gran mayoría viene con la fantasía que, teniendo la residencia fiscal de otro país, en este caso Uruguay, no pagarían más impuestos en Argentina. Una vez que se “desayunan” de todo lo que implica, terminan siendo muy pocos los que efectivamente se mudan. De estos pocos, más de la mitad terminan incumpliendo los días necesarios para estar fuera de Argentina, ante lo cual la AFIP les termina recalculando los impuestos. Y de los que sí cumplen, la gran mayoría tarde o temprano terminan teniendo problemas de algún tipo: familiares o de pareja, es el más común. Al parecer, no es tan fácil alejarse de los afectos, ni vivir en un país extranjero, por más agradable que sea Uruguay en los papeles. Por eso, nuestra recomendación no es buscar la solución más fácil en la teoría sino la más eficiente en la práctica. 

 

Mariano Sandáns es CEO de FDI Gerenciadora de Patrimonios

 

 

Los fondos de pensiones chilenos siguen reduciendo posiciones en renta variable asiática ex Japón

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Pixabay CC0 Public Domain. Los fondos de pensiones chilenos siguen reduciendo posiciones en renta variable asiática ex Japón

Durante el mes de mayo de 2020, las AFPs chilenas redujeron en 635,7 millones de dólares sus posiciones en fondos extranjeros que invierten en renta variable asiática ex Japón, según el informe mensual de HMC Capital. A pesar de que sigue siendo la subcategoría de activo con mayor volumen de inversión (9.765,4 millones de dólares a 31 de mayo 2020), las salidas durante los primeros cinco meses del año acumulan 840,9 millones de dólares, lo que le convierte en la categoría mas afectada.   

Flujos negativos renta variable en el mes compensados parcialmente por entradas en renta fija

En total, durante el mes de mayo, los fondos de pensiones chilenos acumularon salidas por 2.431,0 millones de dólares, de los cuales 1.550,3 se produjeron en instrumentos de gestión pasiva y 1.173,6 en fondos de gestión activa. Aunque los flujos acumulados en el año son positivos (1.577,5 millones de dólares) desde el inicio de la pandemia las AFPs han reducido en 2.740,2 millones de dólares sus inversiones en fondos extranjeros. 

En concreto, el comportamiento por categoría de activo durante el mes ha sido dispar, ya que mientras  los fondos que invierten en renta variable han registrado salidas por 3.418,9 millones de dólares, los fondos de renta fija han registrado entradas netas por 695 millones de dólares.

Con respecto a los fondos de renta variable, además de la categoría de Asia ex Japón también registraron flujos negativos significativos: Japón Large Cap (328,8 millones de dólares), Europe Large Cap (291,5 millones de dólares), US Large Cap (247 millones de dólares). Por el lado contrario, destaca la entrada de 121 millones de dólares en fondos de renta variable alemana.

Dentro de los fondos que invierten en los mercados de renta fija, durante el mes, los fondos que invierten en deuda corporativa emergente han registrado entradas por 228 millones de dólares que contrasta con una salida de 119,6 millones de dólares en deuda emergente en moneda local.  Por su parte, los fondos de HY global  y US Investment grade corporativo registraron entradas de 192,5 millones de dólares y 176,1 millones de dólares respectivamente.

PIMCO adelanta tres puestos en el ranking

Las gestoras más afectadas por estas salidas han sido, Ninety One (antigua Investec) y Schroders que han registrado salidas durante el mes de 552,3 millones de dólares y 293,3 millones respectivamente. En el lado opuesto, PIMCO que ha registrado una entrada de flujos de 399, 92 millones de dólares, avanzó tres posiciones en un solo mes, convirtiéndose en la gestora de gestión activa preferida por las AFPs chilenas y en la segunda del ranking total por detrás de ishares de BlackRock.  Durante el mes de mayo, PIMCO ha registrado entradas positivas en 10 de los 12 fondos entre las que destacan 194,67 millones de dólares  en el fondo  PIMCO INCOME FUND.

AFPS Mayo 2020

 

Ruchir Swarup se une a Addepar como CTO

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Ruchir Swarup. foto cedida

Addepar, una plataforma de Wealth Management con casi 2 billones de dólares (trillion en inglés) en activos, contrató a Ruchir Swarup como director de tecnología.

De acuerdo con la firma, Swarup toma el timón de todas las iniciativas tecnológicas en Addepar, interviniendo como el primer CTO de la plataforma desde que el cofundador y ex CTO Jason Mirra partió en 2014.

Hasta la designación de Swarup, el director ejecutivo de la compañía, Eric Poirier, quien se unió a Addepar en 2013, supervisó el equipo de tecnología.

Después de casi 20 años como director ejecutivo en BlackRock, Swarup está «encantado de abrir un nuevo capítulo», como CTO de Addepar, según escribió en una publicación de LinkedIn.

Mientras trabajó en BlackRock, Swarup fue responsable de la estrategia, el diseño y el desarrollo de las capacidades posteriores a la negociación de la plataforma Aladdin de la firma. También fue miembro del Comité Operativo Global de BlackRock.

«Ruchir es un brillante tecnólogo y líder visionario con talentos atípicos en la creación de productos y plataformas tecnológicas innovadoras, escalables y seguras en servicios financieros», dijo Poirier en un comunicado, añadiendo que «Addepar continúa expandiendo significativamente el poder y el valor de nuestra plataforma y productos, y buscamos un líder para llevar a nuestro equipo de tecnología y apilar en el futuro».

Hasta la fecha, Addepar administra casi 2 billones de dólares (trillion en inglés) en activos en la plataforma y presta servicios a más de 400 family offices, RIAs y bancos.

Más de 30.000 universitarios han recibido la beca de conectividad Santander Chile para continuar sus clases de manera online

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Pxhere. ,,

La crisis sanitaria provocada por el COVID-19 ha presentado una serie de desafíos a nivel global, incluyendo las dificultades para acceder a clases de manera presencial. Santander Universidades respondiendo a ello, tomó la decisión de otorgar más de 30.000 becas de conectividad a estudiantes universitarios chilenos para que puedan continuar con sus clases en forma remota.

Además, se hizo entrega de 400 computadores a alumnos de Duoc UC y las universidades de Valparaíso y Católica de Valparaíso, lo que les permitirá estudiar desde sus casas mientras dure el confinamiento, acceder a los materiales de clases y mantener contacto con el profesorado.

Para materializar esta iniciativa, Santander Universidades se coordinó con las diferentes instituciones de educación superior para que ellas entregaran este beneficio a los estudiantes que más lo necesitaban en sus respectivos planteles.

Ambas actividades se enmarcan en el apoyo de Banco Santander a la lucha contra la crisis generada por el coronavirus, que se refleja en los 30 millones que se destinarán en todo el mundo a la lucha contra esta pandemia. Se promoverán proyectos de investigación en desarrollo de vacunas, fármacos o nuevas técnicas diagnósticas, se apoyarán a alumnos desfavorecidos para que puedan continuar el curso académico, se realizarán estudios de escenarios de salida a esta crisis y se trabajará en el fortalecimiento del sistema universitario en su transición digital.

 

Las gestoras consideran que el mayor riesgo para este año es una segunda oleada de la pandemia

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Pixabay CC0 Public Domain. Las perspectivas negativas sobre la solvencia de los gobiernos de cara a 2021 reflejan el shock económico, fiscal y social del coronavirus

Con sus últimos mensajes, la Fed y la OCDE rebajaron el optimismo de los mercados sobre una rápida reactivación económica y frenaron las subidas de las bolsas. Ante este entorno de alta volatilidad, las gestoras comentan sus perspectivas para la segunda mitad del año, en el que vigilarán una segunda oleada de esta pandemia, los rebrotes localizados del virus, el deterioro de las cifras macro o un repunte de la inflación. 

En lo que todas las gestoras coinciden es que el riesgo de coronavirus seguirá presente durante todo el año, incluso se podría intensificar al llegar el otoño. «No anticipamos que una vacuna estará disponible tan pronto como a principios del próximo año. Más bien, esperamos que haya más rebrotes de coronavirus, pero éstas deberían ser manejables», apunta Stefan Kreuzkamp, director de inversiones de DWS. En este contexto, la gestora espera que la fuerte recesión de este año esté seguida por una modesta recuperación en 2021. Con los nuevos rebrotes del coronavirus que se esperan, los mercados también conservarán los riesgos asociados para determinados modelos de negocio y sectores, por lo que la selección activa de valores en todas las clases de activos seguirá siendo la clave. 

En opinión de Kreuzkamp, aunque es probable que la economía mundial vuelva a una senda de crecimiento moderado el año que viene, la crisis desencadenada por la pandemia del coronavirus provocará cambios a largo plazo. “Es probable que la economía de libre mercado haya alcanzado su punto máximo, ya que es probable que los gobiernos desempeñen un papel más activo en el futuro y reclamen su participación en las decisiones de inversión, por ejemplo. Al mismo tiempo, es probable que los países y las empresas traten de reducir su dependencia de las importaciones, lo que acelerará la tendencia a la desglobalización de la industria manufacturera”, apunta. 

El segundo mayor riesgo que señalan las gestoras es la deflación. En opinión de Mathilde Lemoine, economista jefe del Grupo Edmond de Rothschild, el riesgo de deflación continúa siendo mayor que el de inflación. Además, argumenta que los planes de apoyo, como las intervenciones de los bancos centrales, están causando nuevos desequilibrios. “El riesgo de una crisis bancaria, sobre todo en la zona euro. Un descenso de las inversiones con un efecto deflacionista a medio plazo, salvo en Alemania y Estados Unidos, que están poniendo en práctica potentes medidas para acelerar el repunte de la demanda agregada. Distorsiones en la competencia sin ningún análisis de su efecto en la inflación. Y un aumento de las desigualdades entre el universo emergente asiático y demás países emergentes, entre Alemania y otros países de la zona euro, entre los trabajadores que se benefician de infraestructuras tecnológicas y los que no”, explica.

Una recuperación en 2021

A la hora de ofrecer perspectivas macroeconómicas, todas están alineadas con las cifras que ha ofrecido el FMI y ven claramente que habrá una importante contracción en el próximo trimestre, pudiéndose recuperar algunas áreas geográficas durante el último trimestre del año. Según destacan desde Candriam, la contracción de la actividad ha sido tan profunda en todas partes que medir su intensidad es difícil, por eso se muestran prudentes: «Predecir la rapidez con la que la economía mundial podrá recuperar el aliento es igualmente difícil».

Según indica en su documento de perspectivas, a principios de junio, la pandemia estaba lejos de estar contenida. Además, considera que es difícil predecir el comportamiento del gasto de los hogares al final del período de bloqueo: es probable que el aumento de la incertidumbre, la concentración del exceso de ahorro que acaba de formarse en manos de la parte más rica de la población, pero también un posible cambio hacia un consumo más «frugal», lleven a un rebote insuficiente del gasto de los hogares. «Además, la magnitud del daño al tejido económico es todavía en gran parte desconocida», dice Anton Brender, economista jefe de Candriam

Se espera que el crecimiento mundial se recupere gradualmente, un 4,4 % en 2021, tras un descenso del 3,3 % en 2020, aunque esto no bastará para borrar la huella de la crisis, según nuestras previsiones. Los países emergentes seguirán acusando los bajos precios de las materias primas y la carrera de China en la recta final de las elecciones estadounidenses, así como la tímida recuperación del turismo. Estados Unidos se beneficiaría de un paquete de estímulos que representa un 14,3 % del PIB y de un apoyo al capital gracias a las recientes medidas fiscales, pero las elecciones y las tensiones entre el país y China lastrarán la inversión privada y pública”, afirma Lemoine.

Por su parte, Schroders ha rebajado sus previsiones de crecimiento mundial para reflejar la debilidad observada en el primer trimestre. La gestora pronostica que la recuperación tome forma de U. “Prevemos que la actividad mundial caiga un 5,4% este año, en comparación con nuestra previsión anterior del -2,9%. No obstante, en 2021 el crecimiento mundial debería repuntar hasta el 5,3%, sobre la base de que la política fiscal y monetaria siga siendo flexible y, en el frente médico, se haya desarrollado con éxito una vacuna contra el Covid-19 a mediados de año”, explica Keith Wade, economista jefe de Schroders.

La gestora señala que, a nivel mundial, es probable que la actividad del segundo trimestre sea igual de negativa o peor, que en el primero, ya que los cierres se extendieron hasta abril y hasta mayo. Sin embargo, algunos de los datos sugieren que ya hemos pasado la peor parte: por ejemplo, los precios de los metales industriales se han estabilizado y los datos de movilidad de Google sugieren que la actividad en el lugar de trabajo se está recuperando, aunque desde un nivel bajo. 

«Creemos que el riesgo más probable para nuestro escenario base es que veamos una recuperación en forma de W. Esto sería resultado de una segunda oleada de contagios a finales de año, que llevaría a que se reimpusieran los cierres creando una doble recesión. La recuperación en forma de V es el siguiente escenario más probable. En este escenario, el virus sigue siendo moderado y el sector privado responde de forma más positiva al levantamiento de los cierres y al apoyo de los gobiernos y los bancos centrales. Que haya otra crisis de deuda en la eurozona es el tercer riesgo que consideramos más probable», añade Wade.

En cambio, Joseph Little, estratega jefe mundial de HSBC Global Asset Management, considera que la recuperación ha empezado este mismo trimestre. «Para finales del próximo año, la economía mundial debería estar plenamente establecida en una nueva y más baja trayectoria, pero con una tasa de crecimiento de tendencia más o menos similar. Las economías mejor posicionadas pertenecen a China y a la Asia industrializada, como Corea del Sur, Taiwán y Singapur. Menos resistentes son los mercados emergentes de la antigua Asia, los pequeños exportadores de petróleo, las naciones fronterizas y la zona del euro», señala. 

Claves de la recuperación

En este sentido, las gestoras coinciden que la clave del segundo semestre de 2020 será la efectividad de las medidas ya tomadas por gobiernos y bancos centrales, así como nuevas decisiones, en materia fiscales o de la política monetaria, que se puedan tomar. A fin de financiar medidas para amortiguar los efectos de la pandemia de coronavirus, Kreuzkamp cree que es probable que muchos gobiernos den una vuelta de tuerca a los impuestos y al mismo tiempo toleren tasas de inflación más altas a fin de reducir la carga de la deuda

Para AllianceBernstein, los principales factores que condicionarán el ritmo y la duración de la recuperación serán la eficacia de la ayuda de las políticas para los hogares y las empresas, así como la eficacia en la contención del virus a medida que se levanten las restricciones. «En general, somos optimistas en ambos casos», apunta en su documento de perspectivas. 

Según sostiene su último documento, la firma espera que el gasto fiscal incremente la creciente tensión de los balances del sector público, añadiendo más presión para que los bancos centrales mantengan los tipos de interés cercanos a cero o por debajo. «El incremento de la deuda no será la única huella que deje tras de sí el COVID-19 en la economía global. El cambio de comportamiento resulta inevitable. Sin embargo, también es probable que la crisis avive las principales tendencias seculares, esto es, el populismo, la desglobalización y los conflictos geopolíticos», argumentan desde AllianceBernstein.

Por último, en opinión del CIO de DWS, en lo que queda de 2020, también veremos como las tendencias de las que llevamos hablando todo el año siguen cogiendo fuerza. “El tiempo después de la pandemia de coronavirus será más verde, ya que muchos estados y organizaciones supranacionales no se contentarán con sus programas de estímulo económico para reactivar la economía en general, sino que también quieren dar un impulso hacia una economía más sostenible”, señala. Además, considera que la tendencia a la digitalización se está reforzando, tanto por la necesidad de un entorno de trabajo más flexible como por la necesidad de nuevas tecnologías y terapias en la industria farmacéutica.

Visión de mercado

Según explica el equipo de Allianz GI, a pesar de la confianza del mercado en un rápido repunte de esta recesión, los inversores deben obrar con cautela y mantener una asignación neutral a medio plazo, a la vez que estar preparados para aprovechar algunas oportunidades de manera selectiva. 

“Esperamos que los rendimientos de los bonos se mantengan bajos dado el tremendo apoyo de la política monetaria de los bancos centrales, que representa una recarga de las políticas de represión financiera desencadenadas como respuesta a la crisis financiera mundial y la posterior crisis de la deuda europea.Los inversores en busca de ingresos deben saber que, a medida que los bancos centrales sigan comprándolos, los bonos high-yield y algunos bonos con grado con calificación crediticia probablemente seguirán siendo caros”, argumenta Allianz GI en su último documento sobre perspectivas. 

Los tres expertos de tres expertos de Capital Group, Jared Franz , Mark Casey & Claudia Huntington, coinciden también en la idea de que el inversor sea más selectivo y que el mercado post COVID-19 presentará oportunidades para inversores selectivos. “Si observamos detenidamente el mercado de valores estadounidense, comprobaremos que se ha producido una clara división entre ganadores y perdedores en estos tiempos de movilidad limitada. Como era de esperar, los minoristas y los supermercados en línea han experimentado un fuerte crecimiento de sus ventas, porque los consumidores consumen y hacen sus compras frente a una pantalla”, apuntan sobre las perspectivas del mercado estadounidense. 

Desde Allianz GI apuntan que, a largo plazo, prefieren los bonos low-yield para los inversores en busca de rentabilidad, a pesar de que los que buscan un «refugio seguro» han impulsado las valoraciones de la renta variable en los Estados Unidos; las valoraciones son más moderadas en Europa y Asia. “La renta variable growth, particularmente el sector tecnológico, puede beneficiarse del hecho de que el crecimiento es escaso en esta recesión actual, y de la mayor demanda del sector digital en tiempos del COVID-19”, concluye en su documento.

En opinión de Little, la crisis actual ha acentuado la ya pronunciada compensación entre el riesgo y los beneficios. «Los precios actuales sugieren rendimientos subinflacionarios para los bonos gubernamentales básicos a mediano plazo, mientras que las clases de activos de mayor riesgo están descontando recompensas mucho más altas. Dado que los bonos del Estado no son atractivos desde el punto de vista de la valoración y que sus propiedades de cobertura son cada vez más limitadas a medida que los tipos de interés se acercan a cero, los inversores tienen que pensar más en cómo se diversifican», matiza el estratega jefe mundial de HSBC Global AM.

La capacidad de selección en la distribución minorista cobra más importancia que nunca

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Los minoristas que operan establecimientos físicos afrontaron obstáculos estructurales derivados de la amenaza de las plataformas de compra online. Pese a registrar una de las temporadas vacacionales más robustas de la historia en cuanto a nivel de gasto, las ventas en tiendas físicas revelaron un signo negativo en 2019 en el caso de muchos grandes almacenes.

Durante al menos el pasado lustro, muchos grandes almacenes y comercios minoristas han centrado sus esfuerzos en adoptar un modelo de negocio omnicanal, basado en la venta tanto física como digital de productos a través de sus propias plataformas de comercio electrónico o mercados online. Sin embargo, el comercio online constituye una ardua tarea, pues no se traduce directamente en sinergias cuando se combina con los comercios físicos.

Además, muchos comercios siguen acusando una caída de los beneficios pese al éxito del comercio electrónico, dado que los costes fijos asociados a los establecimientos físicos representan un mayor obstáculo para las cifras totales de beneficios a medida que se rota hacia lo digital. Teniendo en cuenta que estas realidades se vuelven cada vez más evidentes al tiempo que experimentamos perturbaciones en la demanda derivadas de la pandemia del coronavirus, prevemos que la tasa de cierres de establecimientos y quiebras de minoristas se disparará. No sabemos cuándo debería reabrir o reabrirá la economía. Aunque podríamos estar ante la recesión más profunda en casi un siglo, su duración sigue constituyendo un interrogante. Ahora bien, con independencia del ritmo de la recuperación económica, ¿cómo deberían plantearse los inversores su exposición a los distribuidores minoristas en las carteras de renta variable y crédito?

¿Qué quieren los consumidores?

Como casi todo lo que tiene que ver con la inversión, reviste cierta importancia volver a fijarse en los fundamentales. ¿Qué valoran los consumidores al comprar? En nuestra opinión, valoran lo siguiente:

  • 1. Oferta variada
  • 2. Comodidad
  • 3. Precios reducidos

Creemos que el comercio electrónico supone una propuesta de valor superior en lo que respecta a la variedad de productos y la experiencia del cliente. Las infinitas estanterías disponibles desde la comodidad del hogar son algo difícil de superar, y más cuando la salud personal está en riesgo. No obstante, los costes representan un campo de batalla en el que los minoristas online afrontan desafíos, y vaticinamos que esto seguirá siendo así en la era posterior a la crisis.

Por consiguiente, consideramos que cobra una relevancia crucial entender la sensibilidad del consumidor a los precios reducidos en comparación con su sensibilidad al abanico de posibilidades y a la experiencia a la hora de ponderar la sostenibilidad del modelo de negocio de cada empresa. Los precios reducidos importan. No cabe duda de que el coste como propuesta de valor crecerá en importancia a lo largo de la recesión. Prevemos que los consumidores se volverán más conscientes respecto del precio, ya que otorgarán prioridad a unos ahorros preventivos a medida que la amenaza de la pandemia se va desvaneciendo.

A pesar de la recesión y el comportamiento pospandémico, por lo general hay dos formas de generar dinero en los establecimientos físicos en un mundo digital. La primera es a través del concepto de grandes superficies con inmensos «carritos de la compra» y una rápida rotación en los inventarios, como ocurre con los grandes centros comerciales y los comercios de los que hay que hacerse socio para comprar. La segunda es a través del concepto de pequeñas superficies con «carritos de la compra» de menor tamaño y una rápida rotación del inventario, como las tiendas de marcas reconocidas y similares. Nosotros somos de la opinión de que cualquier cosa en medio de estos dos formatos no funcionará.

Los comercios de descuento se ven amenazados

Sin embargo, hay segmentos en el vasto universo de la distribución minorista que no se prestarán fácilmente a la venta digital, como los comercios de descuento. Dichos comercios de descuento venden, por lo general, artículos de alta calidad a precios más bajos de lo normal. Su acceso a las mercancías varía, y pueden disponer tanto de artículos de fuera de temporada como de productos procedentes del exceso de existencias.

Un mundo sin tiendas de descuento podría implicar, a buen seguro, que los consumidores harían frente a unos precios más elevados para artículos muy solicitados. En otras palabras, la economía de los comercios de descuento se halla fuera del «punto óptimo» de Internet. En todo esto, reviste igual importancia que los fabricantes de productos de marca aprecien la propuesta de valor que brindan las tiendas de descuento.

A título de ejemplo, las marcas textiles experimentan casi siempre un exceso de inventario y precisan de un medio tanto para vender existencias con descuento sin que se degrade el valor de la marca como para poder vender artículos a su precio completo a través de sus canales primarios. Ofrecer mercancía con descuento en un sitio web constituye la manera más rápida de llevar a cabo una comparativa de precios. Así pues, a efectos de mantener sus marcas, los fabricantes textiles distribuyen el exceso de existencias en muchos outlets. Al mismo tiempo, proporcionan a los clientes una especie de experiencia de «caza del tesoro».

A nuestro parecer, el segmento de comercios de descuento presenta aún margen para crecer y ganar cuota de mercado con el tiempo; este último parámetro ya ha crecido durante la pasada década desde porcentajes de un solo dígito elevado, entre el 7% y el 9%, hasta los dos dígitos bajos, entre el 10% y el 14% en lo que respecta al gasto en productos textiles al por menor y mobiliario para el hogar en Estados Unidos.

Supervivientes fortalecidos

Una década antes, la distribución minorista era un sector que presentaba un exceso de oferta, y lo sigue haciendo, dado que muchos actores del sector solo ofrecen una materia prima. Se daban las circunstancias propicias para la desintermediación. Al mismo tiempo, existía una falsa narrativa que afirmaba que nos convertiríamos en una sociedad sin tiendas. No creemos que esto ocurra, pero pensamos que habrá menos tiendas y que su abanico de ofertas será distintivo. De cara al futuro, consideramos que los minoristas que logren sobrevivir atesorarán una propuesta de valor defendible, ya sea por el coste o por un «factor de forma» como una experiencia o un servicio único.

Pronosticamos una disminución en la fragmentación de la industria, una consolidación, un crecimiento de la cuota de mercado y, en los próximos años, una expansión de los márgenes para aquellos con capacidad de aguante. Llevamos años hablando largo y tendido sobre cómo la facilidad para acceder al capital y unos costes de financiación reducidos han distorsionado el proceso de selección natural del mercado. Creemos que esa etapa ha llegado a su fin. A medida que algunos comerciantes caen y las fuentes de beneficios se desplazan, prevemos una dispersión palpable en el precio de los activos entre los minoristas —tanto en renta variable como en crédito—, lo que creará oportunidades para los inversores que asignan el capital de manera responsable.

 

Columna de Robert M. Almeida, Jr., gestor de carteras y estratega de inversión mundial, y Donald X. Zhang, analista de renta variable en MFS Investment Management.

 

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Schroders nombra a Andy Howard responsable global de inversiones sostenibles

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Howard
Foto cedidaAndy Howard, responsable global de inversiones sostenibles de Schroders.. Schroders nombra a Andy Howard responsable global de Inversiones Sostenibles

Schroders ha anunciado el nombramiento de Andy Howard para el cargo de responsable global de inversiones sostenibles, por lo que asumirá la dirección del equipo de inversiones sostenibles. Además de mantener sus actuales responsabilidades en el análisis sobre sostenibilidad, a partir de ahora Andy supervisará las actividades de gestión del equipo e impulsará aún más la propiedad activa en todo nuestro grupo.

Según explican desde la gestora, Howard reportará a Charles Prideaux, responsable global de inversiones de Schroders, y apoyará la plena integración de las inversiones en ESG en todos nuestros activos gestionados para finales de 2020. La Acreditación de Sostenibilidad de Schroders, que fue lanzada por la empresa en 2017, abarca actualmente más del 80% de los activos que gestionamos en nombre de nuestros clientes.

Andy Howard, se unió a Schroders en 2016 como Responsable de Análisis Sostenible y, según destacan desde la gestora, ha sido fundamental en el desarrollo de nuestras herramientas de ESG, como nuestro modelo de medición de impacto líder en el mercado SustainEx.

“Reconocemos que nuestra capacidad de ofrecer valor a nuestros clientes depende del desarrollo y la aplicación de una visión de sostenibilidad que refuerce la rentabilidad y cumpla con sus crecientes expectativas de resultados en materia de ESG. El nombramiento de Andy Howard garantizará que nuestra estrategia de inversión sostenible siga centrándose en el desarrollo de estas ideas y en su integración en nuestra plataforma de inversión, así como en nuestro programa de stewardship. Queremos agradecer a Jessica Ground todo su trabajo y dedicación a Schroders y le deseamos lo mejor en el futuro”, ha destacado Charles Prideaux, responsable global de inversiones de Schroders

Otro de las novedad en la estructura de Schroders es la salida de Jessica Ground, que hasta el momento era la  responsable global de stewardship. Se incorporó a la empresa en 1997 y desde entonces ocupó varios puestos dentro de la división de inversiones. Según indican desde la gestora, Ground ha desempeñado un papel importante en la evolución del enfoque de Schroders sobre el stewardship y las credenciales de sostenibilidad de la gestora. 

Actualmente, Schroders tiene un equipo de inversión sostenible de amplia experiencia y que dispone de buenos recursos. Está compuesto por 22 especialistas en ESG que se encargan de analizar, afianzar, elegir y facilitar la integración de los criterios ESG en los procesos de inversión de los equipos y las clases de activos. Su amplia experiencia, habiendo pasado cerca de una década en la industria de la inversión en promedio, proporciona una fuerte plataforma sobre la que seguimos creciendo.