Vista desde las oficinas de Franklin Templeton México. foto cedida
La Asociación Mexicana de Asesores en Inversiones, A.C. (AMAI) a través de su Asamblea General Ordinaria de Asociados, aprobó el ingreso de Franklin Templeton México.
El organismo sin fines de lucro fue creado para “proteger sin reservas y en todo momento el patrimonio de sus clientes”; y cuenta con un alto compromiso con los principios de ética, transparencia, experiencia y calidad para ofrecer al público inversionista la mejor alternativa en sus decisiones de inversión.
“Como presidente de la Asociación Mexicana de Asesores en Inversiones, A.C. (AMAI), doy la más cordial bienvenida, como nuevo asociado, a Franklin Templeton… Estoy seguro de que su participación ayudará a crecer a la AMAI y al sistema financiero del país”. comentó Francisco Javier Ballesteros Chávez, presidente de la Asociación Mexicana de Asesores en Inversiones.
“El detonante en el mercado de la asesoría independiente en México será una Asociación aún más fuerte y con plataformas abiertas, donde los asesores nos podamos conectar de forma eficiente para ofrecer todo tipo de productos de inversión con independencia de los intereses y sin los límites de las plataformas que hoy prestan ese servicio en México, eso hará que todos los asesores podamos crecer al ritmo del potencial, esas plataformas ya existen en el mundo desarrollado y emergente, es lo único que nos frena. Sera un gusto trabajar con la AMAI, es un honor formar parte de la asociación” Comentó Hugo Petricioli, Country Head para México y Centro América de Franklin Templeton.
En un comunicado de prensa, Franklin Templeton detalló que se rigen por cuatro valores y principios que empatan con los objetivos de la AMAI:
1. Darle prioridad a los clientes
2. Construir relaciones
3. Lograr resultados de calidad
4. Trabajar con integridad
“En Franklin Templeton ser asesores financieros está en nuestro ADN. Hemos traído a México desde el 2005 mejores prácticas, estándares éticos e independencia en la asesoría y gestión. Después de 15 años de presencia y 40 años como inversionistas en el país, tenemos mucha experiencia local”, añaden.
De acuerdo con Franklin, el ser miembro de la AMAI, «reitera la firme convicción que tenemos como asesores de inversión, nuestro trabajo tiene un solo propósito: ofrecer los mejores resultados a nuestros clientes. Esto, va más allá de gestionar el riesgo y el rendimiento, significa esforzarnos continuamente en construir relaciones de largo plazo y asociarnos con nuestros clientes para lograr metas y aspiraciones compartidas. Respaldados por una empresa global y con una trayectoria de más de 70 años de experiencia como administrador de inversiones independiente, hemos sabido vincular las capacidades de nuestros equipos de inversión evolucionando continuamente y manteniéndonos fieles a nuestros valores, los cuales constituyen el núcleo de nuestra cultura corporativa, convirtiéndose en una práctica extendida y efectiva asumida por la empresa. Nuestra propuesta de valor al cliente se apega a cinco fortalezas: la creación de soluciones adaptadas a las necesidades de nuestros clientes, excelencia en las inversiones, sólida gestión del riesgo, escala global con perspectivas locales e innovación aplicada».
Foto cedidaSamantha Lamb, directora de renta fija ESG y gestora de deuda global con grado de inversión de Aberdeen Standard Investments.. Samantha Lamb, directora de renta fija ESG y gestora de deuda global con grado de inversión de Aberdeen Standard Investments.
Aberdeen Standard Investments anuncia el lanzamiento de Global Corporate Bond Sustainable and Responsible Investment Fund, una estrategia de renta fija que estará gestionada por el equipo global de deuda con grado de inversión de la gestora. Según explica, este nuevo fondo “trata de generar un rendimiento sólido a largo plazo mediante la asignación de capital a empresas que demuestren una firme gestión de sus riesgos y oportunidades ambientales, sociales y de gobernanza (ESG)”.
Es decir, el objetivo de inversión del fondo es la obtención de un retorno total a largo plazo invirtiendo principalmente en deuda con grado de inversión y en valores vinculados a la deuda emitidos por compañías de todo el mundo. El vehículo utilizará el enfoque de gestión activa de Aberdeen Standard Investments de selección de valores adaptado al entorno general, que combina el análisis fundamental y ESG de nombres particulares y sectores junto con decisiones top down de construcción de cartera. La evaluación de la sostenibilidad de una empresa se apoya en un marco ESG profundamente integrado, contando con el respaldo del equipo de crédito y de ESG central.
«El objetivo de este nuevo fondo es genera una diferencia positiva – para nuestros clientes, la sociedad y el mundo en general. Se trata de invertir en empresas que hagan lo correcto para crear carteras que ayuden a nuestros clientes a alcanzar sus objetivos financieros a largo plazo. El fondo se basa en la toma de decisiones fundamentadas, lo que genera un cambio positivo y, a su vez, impulsa estándares más altos y rendimientos más sólidos», explica Samantha Lamb, directora de renta fija ESG y gestora de deuda global con grado de inversión de Aberdeen Standard Investments.
El fondo excluirá a las empresas cuya actividad comercial no se considere sostenible. Esto se logrará gracias a un conjunto de exclusiones «binarias» que identifican las actividades comerciales controvertidas. También se producirán exclusiones «activas», identificando a las empresas calificadas como deficientes en función de su gestión de los riesgos ESG dentro de su negocio. Además, colaborará con las empresas para obtener una visión sobre la gestión de los riesgos y oportunidades ESG e influirá activamente en la gestión de estos factores de acuerdo con las normas de las mejores prácticas. Y, por último, el fondo busca una huella de carbono que sea inferior a la del índice de referencia.
La gestora explica que el resultado es “una cartera que integra las consideraciones ESG en cada paso del proceso de toma de decisiones de inversión, con lo que se evitan las empresas con un rendimiento débil en materia de ESG o que estén expuestas a actividades controvertidas, con el objetivo de generar rendimientos financieros sostenibles y atractivos a largo plazo”.
Pixabay CC0 Public Domain. Un embalaje sostenible es un buen negocio
Candriam ha anunciado el lanzamiento del fondo Candriam SRI Equity Circular Economy, con el que amplía su gama de fondos temáticos. Se trata de un fondo de renta variable global diseñado para “promover unas economías libres de residuos a través de la inversión en empresas que están adaptando sus operaciones hacia una economía circular y que contribuyen a un futuro más sostenible”, según explica la gestora.
El fondo Candriam SRI Equity Circular Economy es un subfondo de Candriam SRI, una SICAV con sede en Luxemburgo, que es gestionada por Candriam Luxembourg. El fondo está registrado actualmente para su comercialización en Luxemburgo, Austria, Bélgica, Alemania, España, Reino Unido, Italia y Holanda, y será gestionado por Koen Popleu, Thematic Equity Senior Fund Manager, y Monika Kumar, Thematic Equity Fund Manager.
Según explica la gestora, este fondo ofrece a los inversores minoristas e institucionales la oportunidad de participar en la historia de crecimiento transformador de las cadenas de suministro globales que se están haciendo más “circulares”. Koen Popleu, gestor del fondo declara: “La reacción contra el plástico de uso único y la creciente popularidad de los bienes libres de plástico han demostrado que los reguladores y los consumidores apoyan la transición a una economía circular. Frente al riesgo para la reputación y el boicot de los consumidores, las empresas han decidido incrementar drásticamente el uso de envases de plástico reciclado y transformar sus procesos operativos.Por su parte, Monika Kumar, co-gestora, apunta que “este hecho representa una oportunidad significativa para las empresas que ofrecen tecnologías y soluciones innovadoras que promueven la economía circular”.
En este sentido, la gestora considera que la economía circular es un concepto clave que ofrece una alternativa al actual modelo económico lineal (“extraer,fabricar, tirar”) mediante la eliminación de los residuos y la reducción de la necesidad de materias primas vírgenes. Candriam sostiene que la transición hacia la circularidad presenta un enorme potencial tanto de crecimiento económico como de sostenibilidad medioambiental. «Consideramos este fenómeno como una oportunidad de inversión con un horizonte de varias décadas, puesto que el mercado de la economía circular representará un volumen estimado de 4,5 billones de dólares en 2030. A través de nuestra estrategia temática única y de nuestra selección de ideas fundamentales, construimos una cartera diversificada de facilitadores y de transformadores de la economía circular. Los facilitadores son empresas que proporcionan soluciones que promueven la transición a una economía circular y que incluyen soluciones en materia de gestión de residuos, de recursos renovables, de ampliación de la vida de los productos y de optimización de los recursos. Los transformadores son empresas que están cambiando activamente sus operaciones comerciales para ser más circulares», explican desde la gestora
“La inversión sostenible ha estado en el núcleo de nuestro negocio durante 25 años y estamos orgullosos del lanzamiento del fondo Candriam SRI Equity Circular Economy. A medida que trabajamos en la promoción de una economía libre de residuos y en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, la transición a una economía circular será una parte esencial de nuestra transición hacia un futuro más sostenible”, añade Vincent Hamelink, Chief Investment Officer de Candriam.
Fondo solidario
Además, la gestora ha explicado que donará hasta el 10% de la comisión de gestión neta del fondo a organizaciones benéficas y a organizaciones que promueven la transición hacia una economía circular.
En este sentido, Candriam ha seleccionado a la organización Close the Gap como su primer beneficiario. Se trata de una iniciativa social internacional con el objetivo de solucionar la brecha digital mediante la oferta de ordenadores de segunda mano y de alta calidad donados por empresas europeas e internacionales a proyectos educativos, médicos y sociales en los países emergentes y en desarrollo. Desde 2004, Close the Gap ha prestado apoyo a más de 6.000 proyectos en más de 50 países en todo el mundo. Todos los proyectos son iniciativas orientadas basadas en la demanda y en la generación de impacto.
Pixabay CC0 Public Domain. El capital paciente: la inversión de impacto como medio para cambiar las cosas
La inversión como un medio y no solo como un fin en la lucha contra la pobreza es la base de la tesis de inversión de Jacqueline Novogratz, fundadora y directora ejecutiva de Acumen, un fondo de capital de riesgo global sin fines lucrativos. Autora de El suéter azul: acortando distancias entre ricos y pobres, Novogratz dejó su carrera en banca internacional para encontrar nuevas formas de enfrentarse a la pobreza: a través de la inversión.
Tras sus primeras experiencias en el continente africano, Novogratz fundó Acumen, un fondo de capital riesgo sin ánimo de lucro que invierte en pequeñas empresas de países en vías de desarrollo, principalmente de Asia y África. “Cuando, en 2001, se creó Acumen, nos propusimos crear un nuevo tipo de institución, que pudiera cerrar la brecha entre el impacto social de la filantropía pura y la eficiencia y la escala de los mercados”, aseguran desde la entidad.
Novogratz se refiere a esta nueva filosofía de inversión filantrópica como capital paciente, un modelo que trata de actuar como vía alternativa a la ayuda al desarrollo. En este sentido, el capital paciente consiste en la inversión temprana en una empresa social, donde el objetivo final no son los altos retornos financieros, sino “servir de puente entre el enfoque del mercado (basado en la eficiencia y la escala) y la filantropía pura”. Como características principales de este tipo de inversión, desde Acumen señalan una «alta tolerancia al riesgo, el repago a largo plazo del capital invertido, apoyo post-inversión necesario para el crecimiento y su impacto social».
En palabras de la propia Novogratz, el capital paciente es “un modelo que realiza inversiones disciplinadas (préstamos o equity, no donaciones) que producen beneficios tanto sociales como financieros”. En este sentido, la autora asegura que, para ello, es necesario desarrollar la “imaginación moral”. Un concepto al que Novogratz hace referencia en su libro y que define como la capacidad de ponerse en el lugar de la otra persona, para pensar estratégicamente y desarrollar empresas que sirvan a los pobres.
Este tipo de estrategias normalmente invierten en proyectos innovadores, altamente ambiciosos y a los que a veces se puede tachar de “alocados”. Sin embargo, en 2019, Novogratz llevaba invertidos a través de Acumen casi 100 millones de euros en 102 empresas de 13 países de África, Asia, América Latina y Estados Unidos. La entidad invierte en un total de ocho sectores que cubren desde la agricultura hasta la inclusión financiera, pasando por los servicios sanitarios. En 18 años, la entidad ha conseguido recaudar 30 millones de dólares para agricultura y 28 millones para energía, entre otros sectores.
Asimismo, desde Acumen también subrayan que, frente a otras características de la inversión de impacto, como que se desarrolle en un entorno constantemente dinámico, los límites presupuestarios a los que está sometida, el restringido capital humano y la carencia de sistemas de medición, el capital paciente tiene mayor capacidad de adaptación.
Una nueva forma de medir el impacto: Lean Data
Otro de los puntos en los que Novogratz hace especial hincapié es el de la correcta medición del impacto de las inversiones socialmente responsables. Por ello, en Acumen han desarrollado una nueva aproximación a la medición de impacto: Lean Data. Este proyecto, creado con el objetivo de entender cómo las inversiones afectan a las vidas de aquellos en situación de vulnerabilidad, busca “poner la voz del consumidor en el centro del análisis”, subrayan desde la entidad. De este modo, en lugar de medir el impacto a través de los datos que genera la empresa, en Acumen dirigen su estudio a la experiencia del cliente, comprobando el efecto directo que ha tenido el proceso de inversión.
Este método, que cuenta con las garantías del Aspen Network of Development Entrepreneurs y del Omidyar Network, supone la aplicación de principios de experimentación brutos en la recopilación de datos de impacto social. Con esto, Acumen propone dos cambios: uno dirigido a la creación de valor para una empresa y sus clientes y otro centrado en métodos y tecnologías de investigación eficientes y rigurosas. Por un lado, este modelo permite reducir costes de análisis y, por otro, ofrece soluciones directas que pueden ser implementadas con facilidad en el modelo de negocio de la empresa. Además, el Lean Data permite adaptarse a las incertidumbres y complejidades propias de la construcción de una empresa social.
A principios de 2014, el equipo de Acumen ya comenzó a desarrollar este modelo aplicando sus principios a un proyecto en colaboración con Ziqitza, proveedora india de ambulancias y servicios de emergencia médicos. El plan consistía en enseñar a los empleados del centro de llamadas en dos estados, Punjab y Orissa, a realizar una entrevista telefónico a los clientes. La encuesta estaba basada en el Índice de Probabilidad de Pobreza (PPI, por sus siglas en inglés), un estudio desarrollado por la Fundación Grameen. Entrenar a los teleoperadores no costó más de un día y, un mes después, la compañía ya había encuestado a 1.000 de sus clientes.
Los resultados revelaron que tres cuartas partes de los clientes de Ziqitza vivían por debajo del umbral de pobreza y, además, que sus consumidores eran, sobretodo, mujeres embarazadas. Además, los datos también reflejaban áreas de mejora para la empresa. En la zona rural de Orissa, por ejemplo, la penetración de Ziqitza entre la población que se encontraba en ese momento por debajo del umbral de pobreza no alcanzaba el promedio estatal en 11 puntos porcentuales.
Actualmente, la organización tiene disponible en su página web una guía que permite implementar el modelo Lean Data a cualquier proyecto. Además, según sus datos, ya han sido encuestados 85.000 clientes a través de esta metodología en 33 países diferentes. Del mismo modo, según Acumen, en los países en los que actúa, 150 empresas sociales y organizaciones sin ánimo de lucro ya utilizan Lean Data para registrar su impacto.
“Nunca en la historia hemos tenido tantas habilidades, recursos, tecnología e imaginación para crear un futuro en el que todo ser humano, sea rico o pobre, tenga la oportunidad de vivir una vida de gran propósito», aseguraba Novogratz en su última entrevista con la Fundación Open Value. En un escenario en el que dos tercios de la población mundial aún vive en situaciones de exclusión económica, la economista aboga por la búsqueda de nuevos enfoques para obtener iniciativas innovadoras.
Para elegir en qué proyectos invertir, Acumen utiliza una estrategia basada en ocho principios básicos como, por ejemplo, comprender los problemas de pobreza que afectan a las zonas en las que actúan y movilizar el capital de modo que permita desarrollar soluciones innovadoras o la correcta medición y gestión del impacto para crear cambios efectivos.
Pixabay CC0 Public Domain. ¿Por qué los inversores están tan interesados en la inversión sostenible?
En un momento en el que los inversores tratan de asimilar las fluctuaciones de los mercados generadas por el COVID-19, los profesionales financieros de todo el mundo esperan ver un crecimiento reducido, aunque positivo, en su patrimonio gestionado, de acuerdo con las conclusiones de una encuesta publicada por Natixis Investment Managers.
Entre sus conclusiones, la encuesta señala que la creciente competencia por los activos, los cambios en las expectativas de los clientes y la persistente incertidumbre reclaman a los profesionales financieros que mejoren su atención al cliente, así como sus capacidades de inversión y desarrollo de negocio.
En todo el mundo, los encuestados esperan que su patrimonio gestionado aumente un 2,5% durante los próximos doce meses, con un crecimiento anualizado del 14% durante los próximos tres años. Según la encuesta, la gran mayoría piensa que este crecimiento provendrá de nuevos activos de nuevos clientes (67%) y nuevos activos de clientes actuales (63%). Son menos (47%) los que cuentan con las rentabilidades de mercado como principal vector de crecimiento.
Factores ESG e inversiones alternativas
Cuanto se preguntó acerca de lo que más buscaron los clientes durante el último año, casi un tercio (29%) señaló que las inversiones con dimensión ESG apuntaban a un mayor interés en las inversiones sostenibles dentro de una cartera. En la encuesta también se preguntó a los profesionales financieros por el uso de los activos alternativos: el 54% afirmó que son más atractivos en el entorno de mercado actual y el 68 % los utilizaba como posible forma de generar rendimientos.
“Los profesionales financieros están volviendo sobre los supuestos básicos de la inversión y diseñando estrategias para mercados y escenarios de negocio potencialmente más inciertos. Invertir y configurar una cartera adecuadamente diversificada es un arte que implica conjugar eficiencia, creatividad y coherencia. La encuesta indica que los clientes son conscientes del potencial de inversión de los activos alternativos, así como la importancia de las estrategias ESG, que se han vuelto más visibles en el mundo dominado por la COVID-19”, señala Sophie del Campo, directora general de Natixis Investment Managers para Iberia, Latam y US Offshore.
Gestión activa
A la vista de la mayor incertidumbre en el mercado y la persistente volatilidad, el 79% de los profesionales financieros cree que el mercado actual favorece a las carteras activas. De media, el 69% de los activos de clientes se encuentra en inversiones gestionadas activamente
y se pretende mantener este nivel de exposición activa durante los próximos tres años. Los profesionales financieros creen que la gestión activa es lo que más valor aporta en clases de activos menos cubiertas, como los fondos de renta variable de pequeña capitalización (69%) y los fondos de los mercados emergentes (69%). En otras categorías, los inversores profesionales piensan que la gestión activa aporta valor en los fondos de renta fija (36%), de activos alternativos (48%) y de valores de gran capitalización (41%).
A pesar de la pandemia de COVID-19, los profesionales financieros siguen esperando que surjan oportunidades de crecimiento, pese a que resulta poco probable que el camino hacia el crecimiento rentable se mantenga en su forma actual. Lo que seguimos viendo en todo el mundo es el interés por la gestión activa, combinado con un mayor uso de estrategias alternativas para ayudar a los clientes a transitar por el contexto de incertidumbre en los mercados”, explica Dave Goodsell, director ejecutivo del Natixis Center for Investor Insight.
Metodología
La Encuesta internacional a profesionales financieros 2020 de Natixis Investment Managers fue realizada por CoreData Research entre el 16 de marzo y el 24 de abril de 2020. En la encuesta participaron 2.700 profesionales financieros, entre asesores de sociedades de valores y bolsa, asesores de inversiones registrados e intermediarios y agentes independientes, que suman un volumen total de activos de clientes de 134.600 millones de dólares en 16 países y territorios de Asia, Europa continental, el Reino Unido, Norteamérica y Latinoamérica. En EE. UU., CoreData encuestó a 300 profesionales financieros con una media de 20 años de experiencia en el sector.
Pixabay CC0 Public Domain. Posibles consecuencias del resultado de las elecciones de la Comunidad de Madrid
Capital Strategies Partners AV SA ha ampliado su equipo de ventas en España con la incorporación de tres nuevas comerciales. Según explica la firma, se trata de Ángela Mingo, Isabel Campillo y Paloma Vega, que se unen a la firma para reforzar su crecimiento en el mercado español.
“La incorporación de Ángela, Isabel y Paloma supone un paso importante en la trayectoria de Capital Strategies que este año celebra su vigésimo aniversario. Nuestro crecimiento y nuestro compromiso de dar un servicio excepcional a nuestros clientes nos llevan naturalmente a invertir más en nuestros recursos humanos”, ha señalado Daniel Rubio, fundador y CEO de Capital Strategies Partners AV SA.
La firma, que ya lleva implantada en España 20 años, señala que estas incorporaciones son una ampliación importante dentro de su trayectoria dentro de este mercado. En este sentido, la agencia de valores, que está especializada en la comercialización de gestoras internacionales, busca mejorar y potencia su servicios tanto para inversores como para las gestoras. Las comerciales se incorporarán al equipo de Javier Rubio, Partner y Director Country Head, al de Cristina Rubio, Partner y Senior Relationship Manager, y al de Borja López-Mancisidor, Partner, Senior Relationship Manager, respectivamente, respectivamente.
Capital Strategies Partners AV SA es una sociedad privada regulada que se especializa en identificar y representar a los mejores gestores de activos, a menudo únicos en su categoría. Fundada en 2000 y con sede en Madrid, la firma está formada por un equipo global de 29 profesionales con importante experiencia en mercados financieros. El modelo de negocio se centra exclusivamente en la distribución de fondos institucionales en diferentes regiones a través de asociaciones comerciales.
Ante las consecuencias del COVID-19 en las empresas y sus empleados, Mercer publica un análisis donde estudia cómo afectará esta situación a las pensiones e inversiones. Además, su estudio también plantea acciones de respuesta. Basándose en tres posibles escenarios, descritos según la duración del parón económico-productivo, Mercer recomienda enfoques en cada una de las situaciones para amortiguar las caídas.
En primer lugar, suponiendo que la duración de la crisis se extienda durante dos meses, con un modelo de recuperación en V, supondría “un tropiezo en el curso económico anual y permitiría una vuelta rápida a las actividades”, según los datos de Mercer. Un segundo caso plantea una crisis extendida hasta los seis meses, con un modelo de recuperación en “U”, provocando una recesión que impediría el crecimiento anual previsto. Por último, el tercer y más grave escenario supondría una crisis de año o año y medio, lo que provocaría una profunda recesión global con una recuperación en forma de “L” por la paralización de la economía.
Las empresas han visto caer sus ingresos o bien han tenido que, para su producción, por lo que se han visto obligada a adoptar medidas urgentes como ERTES, cierres temporales o cambios de actividad productiva. “Esto supone severos desajustes de plantilla y pérdida de oportunidades de negocio, así como una reducción de ingresos para sus empleados y una caída del ahorro individual”, advierten desde Mercer. Además, el informe destaca que la falta de ingresos por ambas partes está provocando una reducción de las aportaciones a los planes de pensiones y, en consecuencia, la pérdida de rentabilidad de los fondos.
“De extenderse la crisis, percibiremos una importante reducción del gasto en consumo y una dramática caída de las cotizaciones a la Seguridad Social, factores que inciden de forma directa en el estado de las pensiones”, advierte el informe de la entidad. Por todo esto, desde Mercer aseguran que las empresas necesitarán hacer un análisis pormenorizado de sus plantillas y aplicar medidas que contribuyan a optimizar el nivel de ingresos de sus empleados a través de nuevas políticas de retribución flexible. Asimismo, el poder adoptar acciones que les permitan recuperar los sobre aseguramientos en determinados colectivos de pensionistas y tratar de minimizar la pérdida del activo son acciones que pueden suponer una entrada de liquidez en las empresas.
De cara a reducir el impacto en sus inversiones, Mercer recomienda revisar las políticas de inversión e incrementar el riesgo de determinados activos para mejorar las rentabilidades e incorporar nuevos activos alternativos líquidos que eliminen la volatilidad.
“Esta crisis sanitaria supondrá un antes y un después en la sociedad. La vuelta al día a día se deberá hacer de forma programada y organizada y seguro que incorporará nuevos modelos de trabajo, valores, compromiso entre empresas y empleados, y la consecución de nuevos hábitos utilizados como consecuencia del confinamiento”, aseguran en su informe.
Por ello, destacan la resiliencia como un valor fundamental y recuerdan que se ha demostrado que la capacidad de adaptación, la incorporación de nuevas formas de ejecución para el desarrollo de las actividades, la aceptación de la situación y la responsabilidad de cumplir con las normas establecidas ha sido generalizada en la mayoría de las empresas, familias, hospitales, comercios e individuos.
. Task Force on Climate Related Financial Disclosures (TCFD) lanza recomendaciones traducidas al español
El 26 de junio 2020, el Task Force on Climate-related Financial Disclosures (TCFD) lanzó las traducciones en español de sus recomendaciones en un evento virtual organizado en colaboración con EY. Las traducciones fueron realizadas por la Embajada del Reino Unido en Chile. Si bien el evento de lanzamiento se dirige a los participantes del mercado chileno en particular, las traducciones fomentan una adopción más amplia de las prácticas de divulgación climática en toda la comunidad empresarial de habla hispana.
El evento online, en el que se discutió sobre los riesgos y las oportunidades de inversión en el mercado asociados con el cambio climático, incluyó comentarios de la jefa de la Secretaría de TCFD, Mary Schapiro; el presidente de EY Chile, Cristian Lefevre; y la embajadora regional de COP26 para América Latina y el Caribe, Fiona Clouder; seguidos de un panel de discusión entre Alan Gómez, vicepresidente de Sostenibilidad en Citibanamex y Miembro de TCFD; Kevin Cowan, comisionado de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF); Francisco Moreno, subsecretario de Hacienda del gobierno chileno; y fue moderado por Elanne Almeida, socia de EY.
«Las empresas de América Latina tienen una gran oportunidad de convertirse en líderes mundiales en la divulgación y el tratamiento de las amenazas financieras del cambio climático, y en ayudar a construir una economía global más resistente», dijo Mary Schapiro, jefa de la Secretaría de TCFD y vicepresidenta de Política Pública Global en Bloomberg LP. «Estamos orgullosos de hacer que las recomendaciones de TCFD sean más accesibles para la comunidad empresarial en América Latina, y esperamos que las traducciones fomenten una captación acelerada en toda la región”.
Task Force, que está presidido por Michael R. Bloomberg, ofrece recomendaciones para que las compañías divulguen los riesgos y oportunidades relacionados con el clima y las implicaciones financieras del cambio climático en sus negocios a través del marco de divulgación voluntaria reconocido mundialmente como TCFD. Una mayor transparencia en asuntos relacionados con el clima, como resultado de las revelaciones, ayudará a promover una toma de decisiones financieras más informadas por parte de inversionistas, prestamistas y aseguradores de seguros.
«Si bien los países de América Latina son únicos y diversos, estamos unificados por el hecho de que una mayor divulgación del riesgo climático ayudará a la comunidad financiera a asignar mejor el capital a las empresas e industrias de la región que estén mejor preparadas para abordar esos riesgos», dijo Alan Gómez, miembro de TCFD y vicepresidente de Sostenibilidad en Citibanamex. “Agradecemos a nuestros socios de la Embajada del Reino Unido en Chile por dedicar el tiempo y los recursos para traducir las recomendaciones de TCFD al español, y esperamos apoyar a toda la comunidad financiera, desde inversores hasta propietarios de activos, en el camino hacia más información y mayor transparencia en lo que respecta al riesgo climático «.
«EY está comprometido con liderar la difusión de las recomendaciones TCFD a entidades en Chile, América Latina y en todo el mundo de habla hispana», dijo Cristian Lefevre, presidente de EY Chile. “Una mayor implementación de las recomendaciones de TCFD aumentará la transparencia y proporcionará información al mercado internacional y a los fondos de inversión globales que buscan invertir en empresas y proyectos en la región que estén preparados para abordar los riesgos a largo plazo del cambio climático para sus negocios. En EY, estamos bien posicionados para asesorar a las empresas que desean unirse a este marco de divulgación voluntaria de riesgos y oportunidades climáticas”.
“Al reconstruir nuestras economías, reportar de acuerdo con las recomendaciones del TCFD, es una de las herramientas clave en el núcleo de la construcción de una base resiliente para una recuperación económica limpia y un futuro cero neto”, dijo Fiona Clouder, la embajadora regional de COP26 para América Latina y el Caribe. “La versión en español de estas recomendaciones contribuirá a apoyar las principales discusiones sobre el pavimento del camino para un crecimiento sólido, sostenible e inclusivo en toda la región y aumentar la ambición climática antes de la COP26 el próximo año”.
A partir de junio de 2020, más de 1.300 organizaciones de todo el mundo son partidarios oficiales del TCFD. Las organizaciones y empresas de apoyo abarcan los sectores público y privado e incluyen corporaciones, gobiernos nacionales, ministerios gubernamentales, bancos centrales, reguladores, bolsas de valores y agencias de calificación crediticia. Al declarar públicamente su apoyo al TCFD y sus recomendaciones, estas compañías y organizaciones demuestran su compromiso de construir un sistema financiero más resistente a través de la divulgación relacionada con el clima. La implementación generalizada de las recomendaciones TCFD proporcionará a los inversores, prestamistas y suscriptores de seguros la información necesaria para comprender los riesgos y las oportunidades de las empresas debido al cambio climático.
La composición de las carteras de deuda soberana de América Latina seguirá siendo importante para los perfiles de crédito a medida que aumente la carga de la deuda, asegura en un informe Fitch Ratings. Algunos emisores soberanos en la región han tomado medidas para mejorar la composición de sus carteras de deuda, pero los choques gemelos de la crisis del coronavirus y los precios más bajos de las materias primas (especialmente el petróleo) han dejado al descubierto vulnerabilidades en otros.
Al igual que otras regiones de mercados emergentes, América Latina ha progresado en el desarrollo de mercados de valores en moneda local desde que la crisis financiera asiática expuso los riesgos de los fuertes préstamos en moneda extranjera. En general, este proceso ha sido respaldado por una estabilidad macroeconómica más amplia y el anclaje de las expectativas de inflación, así como por el creciente papel de los inversores institucionales nacionales. Pero este progreso ha sido desigual.
Algunos países de la región financiaron crecientes déficits pre-pandémicos a través de una mayor emisión de moneda local, reduciendo su exposición cambiaria. México y Brasil tienen mercados de moneda local relativamente profundos y líquidos. Brasil tiene ahora una de las cuotas más altas de deuda en moneda local entre los países de mercados emergentes del G20, con más del 90%. Esto le ha dado a Brasil flexibilidad financiera para financiar una gran respuesta de política pandémica, con un pronóstico de déficit fiscal que alcanzará el 14% del PIB en 2020.
Otros, incluidos Chile, Colombia, Perú y Uruguay, han logrado avances significativos en el desarrollo de mercados de deuda en moneda local. Uruguay ha emitido nuevos tipos de valores para atender mejor la demanda interna, como los bonos del Tesoro vinculados a los salarios nominales. La participación de los no residentes ha aumentado en Chile, Colombia y Perú en los últimos años. Un mejor acceso de los inversores extranjeros para comprar directamente deuda en moneda local ha impulsado la liquidez de los instrumentos en moneda local y, en algunos casos, ha ayudado a extender la curva de rendimiento en moneda local y reducir los costos de endeudamiento a largo plazo.
Pero un alto nivel de participación de no residentes en los mercados locales puede hacer que los países sean vulnerables a las salidas repentinas de cartera cuando la aversión al riesgo y la volatilidad financiera internacional son altas. Chile, Colombia, México y Perú tienen acceso a las líneas de crédito flexibles del FMI, que mitigan los riesgos de tales salidas de capital.
Sin embargo, algunos países, como Argentina y Ecuador, siguieron siendo altamente dependientes de los préstamos externos y enfrentaron un grave estrés de liquidez cuando las condiciones del mercado se volvieron contra ellos, lo que condujo a incumplimientos del pago de la deuda.
Los bonos soberanos pueden enfrentar una compensación si el financiamiento en moneda local es más costoso y tiene una fecha más corta que el endeudamiento externo (como suele ser el caso cuando los mercados nacionales se están desarrollando por primera vez). La gestión prudente de la deuda implica equilibrar los costos y las consideraciones de riesgo.
Algunas oficinas de administración de deuda han sido proactivas al establecer objetivos de referencia para la composición de la moneda y el vencimiento promedio de sus carteras de deuda para reducir los riesgos de refinanciamiento y moneda extranjera. Preservar las mejoras en la composición de la deuda será importante en tiempos de crecientes déficits fiscales y crecientes cargas de deuda en toda la región.
La participación en moneda extranjera de la deuda total es un aporte directo al Modelo de Calificación Soberana de Fitch (SRM), que captura los riesgos que la depreciación representa para el balance soberano y para otras variables de SRM, como la deuda del gobierno general / PIB. La flexibilidad del financiamiento fiscal es una consideración en la superposición cualitativa de Fitch.
El informe ‘Choque de coronavirus destaca la importancia de la gestión de la deuda soberana de LatAm’ está disponible haciendo clic en este enlace.
Pixabay CC0 Public Domain. Ebury: “Los emergentes que no puedan contener el virus y tengan fundamentos más frágiles verán sus monedas más expuestas a nuevas caídas”
En Ebury, la institución financiera especializada en pagos internacionales e intercambio de divisas, se muestran optimistas con respecto a la evolución de las divisas de los mercados emergentes “toda vez que haya pasado la peor parte del impacto económico y la economía mundial vuelva por lo menos a un cierto sentido de normalidad”.
En su informe ¿Cómo han reaccionado las divisas de los mercados emergentes ante el COVID-19?, los expertos de Ebury manifiestan su opinión de que las caídas de las divisas tras el inicio de la pandemia fueron provocadas por un aumento de la aversión al riesgo que dejaron a muchas de las divisas emergentes de “forma injustificada” por debajo de su valor, y prueba de ello es el reciente repunte que han experimentado.
En cuanto a sus perspectivas a corto y medio plazo creen que los países que presenten dificultades en controlar la pandemia o con economías más frágiles sufrirán más que el resto, aunque todavía es pronto para tener una visión clara sobre el resultado de las medidas de contención de la pandemia. Sin embargo, desde Ebury señalan que se está empanzando a observar “una cierta dicotomía entre el comportamiento de las divisas de aquellos países con niveles muy altos de infecciones frente al tamaño de su población y las de los países que, hasta ahora, han logrado contener la expansión del virus”. Es decir, parece existir una correlación positiva entre el comportamiento de las divisas en términos anuales y los casos de COVID-19 per cápita reportados.
Sin embargo, en el informe se señalan otros factores a tener en cuentan que influyen en el comportamiento de las divisas, entre los que destacan las reservas de divisas, el déficit por cuenta corriente y deuda externa como porcentaje del PIB.
Con respecto a las reservas de divisas, medida en términos de meses de cobertura de importaciones, el informe señala que el tener suficientes reservas de divisas permite a los bancos centrales intervenir en el mercado para contener posibles caídas. En cuanto al déficit por cuenta corriente este tiene un efecto directo en la prima de riesgo de los países, aunque la forma en que son financiados juega un papel importante. En esta línea, el informe señala que “los déficits son menos perjudiciales cuando se financian con ingresos estables -como la inversión extranjera directa- y más insostenibles si se financian mediante préstamos». Por último, la deuda externa impacta con respecto a en que medida los países permiten que su moneda se deprecie. En este sentido, los países con una gran deuda externa dejaran que su moneda se deprecie más y este riesgo será mayor si la deuda es en moneda extranjera.
En base a estos indicadores, el informe de Ebury presenta una tabla con algunas de las divisas de mercados emergentes asignándoles un color en función de estos datos. Los países en rojo son las divisas expuesta a mayores pérdidas (Chile, Hungría, Sudáfrica y Turquía) mientras que las que están en una mejor situación aparecen en verde liderando la clasificación Brasil, China, India, Israel y Perú.