Pixabay CC0 Public Domain. La creciente carga administrativa consume el tiempo de los asesores
Los asesores dedican la mayor parte de su tiempo a tareas de administración y cumplimiento en detrimento del servicio al cliente, advierten los asesores de Square Mile Investment Consulting and Research. El análisis, recogido por el diario online FTAdviser y compartido por CISI, concluye que los asesores califican las tareas administrativas como las culpables de la mayor demanda de su tiempo en el trabajo, seguidas por tener que lidiar con el cumplimiento.
El tiempo que pasan cara a cara con los clientes ocupa el tercer lugar, a pesar de que el 39% de los asesores afirman que las reuniones en persona con los clientes son el medio de comunicación más efectivo, recoge también el diario.
Mark James, director de relaciones con los clientes en Square Mile, apunta: “Esto pone de manifiesto una desconexión obvia: la carga administrativa de los asesores les impide proporcionar mayores servicios de valor añadido a sus clientes. Si los asesores pasan la mayor parte de su tiempo cumpliendo con los requisitos reglamentarios, esto supone menos tiempo frente a los clientes, que es donde obtienen sus honorarios”.
Sin embargo, apuntan desde FTAdviser, la encuesta a 133 asesores financieros realizada en septiembre también identifica una tendencia creciente: asesores que subcontratan servicios reguladores a terceros como un medio para superar la creciente carga.
“Una forma en la que los asesores han modificado su modelo de negocio es que se han dado cuenta de que ésta es un área en la que pueden ahorrar tiempo al incorporar expertos al negocio. Esta es la tendencia más grande que hemos observado: los asesores ya no lo hacen ellos mismos”, declara James.
En los últimos años, se han introducido en el mercado una serie de requisitos reglamentarios, incluida la Directiva de Mercados de Instrumentos Financieros (MiFID II), el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) y el inminente Régimen de Directivos Senior y Certificación que se prevé implementar en diciembre. Estas reglas han exigido más tiempo y energía a los asesores; en particular, a aquellos que trabajan en pequeñas y medianas empresas sin un departamento de cumplimiento específico, apunta FTAdviser.
A principios de este año, el Chartered Institute for Securities & Investment (CISI) ya advirtió que MiFID II, que exige que las empresas de servicios financieros divulguen un desglose de todos los costes y cargos asociados con las inversiones de un cliente, supone unos 20 minutos de tiempo administrativo a cada reunión con clientes, tal y como señala el medio.
James agrega que la subcontratación también se está convirtiendo en una práctica común para los procesos de inversión: menos de la mitad de los asesores de la encuesta de Square Mile, un 44%, utilizan ahora sus propios servicios de inversión centralizados. Sin embargo, admite que esto lleva un elemento de riesgo: la disminución del control y un coste adicional ya sea directamente para el asesor o para el cliente, advierten.
Ya en mayo Nucleus publicó unos datos similares, tal y como señala FTAdviser, cuando la plataforma advirtió de que el número de asesores que dedicaban el 40% de su tiempo a tareas administrativas se había triplicado en un año.
Nucleus también descubrió que los asesores tenían dificultades a la hora de encontrar el tiempo suficiente para atender el aumento del número de clientes y que sólo uno de cada siete asesores pasaba más del 40% de su tiempo con los mismos clientes, en comparación con uno de cada cinco el año pasado, apunta el artículo.
Foto cedidaAdrie Heinsbroek, director de inversiones responsables de NN IP. La interacción entre gobiernos, empresas y particulares en el mundo post-COVID-19 determinará el futuro de la inversión responsable
El COVID-19 ha perturbado todos los aspectos de la vida humana. Esta amenaza mundial nos ha impulsado a reconsiderar las prioridades y ha aumentado la importancia de la justicia social y la preservación del planeta. Pero, si va a ser el catalizador que impulse el cambio hacia un mundo más sostenible, ¿qué papel tendrán que desempeñar los gobiernos, las empresas y los individuos? En un comunicado, NN Investment Partners identificó nuevas «incógnitas» que los inversores responsables deberán tener en cuenta en su toma de decisiones.
«Ya se están produciendo cambios fundamentales, como se observa en los paquetes de estímulos sin precedentes de los gobiernos, la emisión de bonos sociales para financiar proyectos de preservación de la salud y el empleo, y las empresas que cancelan dividendos y recompran acciones para centrarse en el bienestar de sus empleados y otras partes interesadas», dice la gestora. Asimismo, destaca la creciente urgencia de pasar a un mundo con menos emisiones de carbono. «Ya está claro que la responsabilidad de las empresas ayuda a aumentar esta capacidad de recuperación desde la perspectiva del rendimiento de las inversiones».
Adrie Heinsbroek, director de inversiones responsables de NN IP, señala que la forma en la que podría desarrollarse un nuevo «contrato social» entre los gobiernos, las empresas y los particulares plantea muchos interrogantes. «Los inversores y los administradores de activos deben evaluar cómo actuar ante estas incógnitas y ser conscientes de la flexibilidad que necesitan para adaptarse y aprovechar estas tendencias marcadas por el coronavirus», comentó.
El pasado 15 de julio, Heinsbroek se reunió con Joseph Stiglitz, Premio Nobel y ex economista jefe del Banco Mundial, en un evento digital para discutir cómo las interacciones entre gobiernos, empresas y particulares darán forma a la inversión responsable en un mundo post-COVID-19. Se trató del segundo evento de la serie “UpsideDown” de NN IP que se centró en el mundo después del coronavirus.
Stiglitz afirmó que el COVID-19 ha causado muchas conmociones pero también ha acelerado los cambios que ya estaban en marcha, especialmente en torno a cómo valoramos el éxito económico y comercial. «El PIB, por ejemplo, es una medida demasiado simplista y, en última instancia, engañosa. Se necesita un conjunto más amplio de indicadores para captar con precisión el valor inherente al bienestar y la sostenibilidad en un nuevo mundo de múltiples interesados», añadió.
La transición hacia una economía más equilibrada e inclusiva depende y dirige la evolución de tres grupos clave: los gobiernos, las empresas y los particulares; «y forman un triángulo que no solo está vinculado, sino que también es mutuamente dependiente», señala NN IP. Las diferencias entre los países, las culturas, la situación económica y el tipo de gobierno también afectarán a la velocidad y la dirección del cambio.
¿Cómo liderarán los gobiernos?
Para la gestora, una pregunta clave es cuánto de intervencionistas serán los gobiernos en la próxima década. En su opinión, los paquetes de apoyo fiscal y monetario promulgados para combatir las consecuencias económicas de la crisis de COVID-19 no tienen precedentes.
Pero, ¿estarán esos paquetes y las políticas vinculados a la sostenibilidad, como las medidas sobre el cambio climático y las iniciativas de reducción del carbono? ¿Aprovecharán los gobiernos esta oportunidad para condicionar el apoyo financiero a las empresas a que se aborden cuestiones como la inclusión social? ¿Intervendrán de manera más enérgica, castigando e incentivando para orientar el comportamiento corporativo? «También tendrán que colaborar más internacionalmente para cumplir los objetivos de sostenibilidad», añade NN IP.
Un modelo de múltiples partes
NN IP cree que, dentro del triángulo, las empresas tienen la mayor oportunidad de impulsar el cambio hacia una economía más sostenible. Las incógnitas a nivel empresarial se deben al equilibrio entre el enfoque del «accionista primero» y el modelo de múltiples partes interesadas. El valor del comportamiento social (atender a los clientes y empleados en lugar de a los inversores mediante dividendos o recompra de acciones) es uno de los hechos más destacados que han surgido de la pandemia.
¿Se convertirá esta creación de valor más sostenible a nivel corporativo en una tendencia permanente en el mundo posterior a COVID-19? ¿Descartarán las empresas las prácticas que ponen los intereses de los accionistas por encima de los de otras partes interesadas? Si la perspectiva de múltiples interesados se convierte en el motor de la creación de valor, NN IP espera que los parámetros no financieros se conviertan en un factor determinante para evaluar y predecir. «Ese cambio también afectará a la función que los factores ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) desempeñan en la evaluación del valor financiero».
El comportamiento individual
La crisis de COVID-19 ha aumentado la conciencia de la gente sobre los problemas climáticos y sociales y las consecuencias de su comportamiento. Pero, ¿se traducirá esta mayor conciencia en nuevos patrones de comportamiento? ¿Se fortalecerán las preferencias por productos y servicios más sostenibles, como los alimentos orgánicos? ¿Continuarán las tendencias que se desarrollaron durante el confinamiento, como estilos de vida más saludables y menos vuelos? Por último, ¿se convertirá la sostenibilidad en un privilegio solo para aquellos que pueden permitírselo, lo que supone una amenaza para una sociedad mundial más inclusiva?
Heinsbroek asegura que habrá muchos desafíos por delante y diferencias que abordar, pero también hay elementos que nos conectan. “Un aspecto que ha quedado claro es que la evaluación efectiva del valor implica adoptar una perspectiva más amplia. Mirar más allá de los factores financieros. Esto se convertirá en una tendencia cada vez más dominante en la forma en que medimos tanto el progreso económico como el social, y como inversores tenemos los medios para influir positivamente en él”, concluye.
Según Jon Mawby, responsable de crédito con grado de inversión en Pictet Asset Management (Pictet AM), los inversores deben repensar la forma en que gestionan el riesgo en sus carteras de renta fija. Después de una década de rendimientos de dos dígitos en los bonos estadounidenses a finales de los años 70 y principios de los 80, la era del «Fondo de retorno total» comenzó a finales de los 80 y durante los últimos 35 años se ha beneficiado de las políticas monetarias anticíclicas ejercidas por la Reserva Federal. En más de tres décadas, los rendimientos de los bonos corporativos y del gobierno estadounidenses han experimentado unos máximos y unos mínimos más bajos. Esto ha sido impulsado en gran medida por la respuesta de política monetaria implementada por Alan Greenspan, Ben Bernanke, Janet Yellen y Jerome Powell, anteriores y actual presidente de la Junta de la Reserva Federal, a través de una serie de crisis financieras.
Más recientemente, todo el estímulo que se ha inyectado en el sistema para combatir la crisis del coronavirus, los sucesivos recortes en las tasas de interés, el QE ilimitado y los varios programas de préstamos que se anunciaron en marzo, han dejado a los inversores en bonos estadounidenses enfrentados a unos rendimientos cercanos a cero o negativos. Este es un entorno muy diferente en el que la inversión tradicional en bonos puede conducir a pérdidas de capital o de poder adquisitivo, de ahí la necesidad de los inversores de reevaluar la forma en que gestionan sus carteras de renta fija.
Los desafíos que enfrentan los inversores hoy
En la opinión de Pictet AM, después de la Crisis Financiera Global, el punto de partida para una asignación de activos en una cartera tradicional 60/40 está en gran medida equivocado. Esto se debe en gran medida al hecho de que los bonos de gobiernos a nivel global en las carteras tradicionales de renta fija se consideraban un vehículo para almacenar valor que ofrecían un rendimiento razonable y que, en un contexto de cartera más amplio, tenían una correlación menor o negativa con los activos de riesgo. Estas tres características permitieron que los fondos de renta fija tradicionales ofrecieran retornos atractivos y un riesgo diversificado en una cartera de activos de riesgo más amplia a lo largo de varios ciclos.
Los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años y muchos otros bonos gubernamentales en mercados desarrollados ahora ofrecen rendimientos por debajo del umbral del 1%. En este nivel, los bonos del gobierno tienen un riesgo al alza limitado y un riesgo a la baja potencialmente grande si las economías se mueven de un entorno deflacionario a uno inflacionario. Por lo tanto, los inversores ya no pueden confiar en el modelo tradicional para producir las mismas características de retorno y riesgo en el futuro.
Esto deja a los inversores con esencialmente dos opciones tradicionales en términos de asignación de activos a largo plazo, activos de riesgos similares a la renta variable (crédito corporativo, renta variable en directo o private equity) y efectivo. Por lo tanto, incluso aunque los inversores puedan no darse cuenta, las carteras que siguen esta combinación tradicional de asignación de activos 60/40 son, por diseño, más arriesgadas de lo que predecirían los modelos históricos. Esto se aplica en términos generales a las carteras de activos de riesgo y más específicamente a los productos de crédito y renta fija.
Los factores macro
La Fed ha reducido las tasas del 2,5% al 0%, pero las compresiones en los rendimientos de los bonos corporativos pasaron de 150 puntos básicos a 75 puntos básicos, esto es bastante poco para amortiguar a los inversores de la volatilidad en los mercados crediticios. Por lo tanto, los inversores necesitan una forma diferente de pensar sobre cómo manejan el riesgo en sus carteras de renta fija.
En opinión de Mawby, los inversores deben tomar una postura contraria y basada en el valor. Ya no pueden confiar en su exposición a bonos del gobierno para compensar la exposición con un riesgo similar al de la renta variable en sus carteras. Los inversores ahora deben pensar en gestionar sus posiciones en renta fija de una manera más proactiva, ya no es suficiente tener cierto grado de riesgo de crédito y capital para diversificar efectivamente una cartera.
¿Cuáles son las implicaciones para la inversión de la crisis COVID 19?
Esta crisis deja algunas oportunidades a explorar. Ha creado dislocaciones en los precios, generando oportunidades potenciales para elegir empresas con balances sólidos con valoraciones atractivas. En los niveles actuales, los bonos corporativos híbridos seleccionados y los bonos convertibles “out-of-the-money” ofrecen oportunidades atractivas. Sin embargo, los inversores deben permanecer altamente selectivos en los mercados primarios en medio de un diluvio de emisión corporativa. Además, la intervención de los bancos centrales continúa distorsionando las curvas de crédito de grado de inversión, mientras que la volatilidad de los bonos del Tesoro de EE. UU. ha retrocedido recientemente a los niveles anteriores a la crisis.
Por otro lado, hay muchos riesgos que deben considerarse. Existen trampas de valor «baratas» asociadas con riesgos de solvencia, rebaja crediticia e incumplimiento. El camino hacia la salida del confinamiento sigue siendo mixto y está lleno de obstáculos potenciales para algunas industrias, particularmente para aquellas asociadas con el sector de servicios, como restaurantes y aerolíneas.
Mientras tanto, la dispersión está aumentando en todo el mercado crediticio: existe la necesidad de mantener la opcionalidad en forma de superposiciones de riesgo y protección a la baja, ya que aún existe la posibilidad de nuevos desafíos de liquidez en el crédito. Esto exige una posición de calidad en Estados Unidos y Europa.
Particularmente, una de las áreas en las que Pictet AM es un poco más cauteloso es la deuda subordinada en el sector financiero, los bonos híbridos de Additional Tier 1 (AT1) podrían verse afectados por un riesgo regulatorio potencial y esto podría tener un efecto dominó para los cupones y dividendos.
En este contexto, la gestión de la volatilidad será especialmente importante en los próximos 6 a 18 meses en términos de navegar otra recesión. Al mirar hacia atrás en el tiempo, las crisis parecen estar ocurriendo en ciclos de 18 a 24 meses: crisis de la deuda soberana en Europa en 2012, rabieta en 2013, crisis petrolera en 2014 y 2015, Brexit en 2015, «Trumpflation» en 2017, etc.; ya que la intervención y la retórica están impulsando cada vez más la alternancia de períodos de mayor volatilidad con otros períodos de represión del rendimiento y de la volatilidad. Esto les da una ventaja a los inversores que piensan en la volatilidad de una manera menos tradicional.
Temas y oportunidades en las carteras de renta fija
Comenzando con el «punto de inflexión de Powell», como se conoce el último paquete de estímulo monetario lanzado por la Reserva Federal, las nuevas medidas han regresado las tasas de interés a 0 y han seguido un programa de QE a niveles sin precedentes. A su vez, estas acciones han creado distorsiones y oportunidades en los precios que pueden ser explotadas por los inversores, especialmente en convertibles, híbridos corporativos y bonos elegibles por los programas de QE. Por otro lado, también han creado problemas de agencia en el sector corporativo relacionados con tasas históricamente bajas.
Además, también hay oportunidades impulsadas por el aumento de la volatilidad, ya que los entornos inciertos crean dispersión y dislocación en los precios que pueden ser liberadas si los inversores piensan en el riesgo de manera proactiva.
Luego, al observar el alto rendimiento y las posiciones idiosincrásicas en la cartera, se pueden agregar fuentes de rendimiento cuando éstas tengan sentido, seleccionando nombres con ciclicidad limitada, nombres impulsados por eventos (event driven) y estrellas en ascenso (empresas que están desapalancando sus balances y consideradas como crédito actualizar candidatos).
Mirando a mediano plazo, existe la probabilidad de que en algún momento la narrativa pueda cambiar a medida que continúe el surgimiento de las medidas de confinamiento. La posibilidad de que los mercados desarrollados vean un crecimiento de dos dígitos es un potencial catalizador alcista para los activos de riesgo y es algo que el equipo estará monitoreando de cerca. Por lo tanto, es importante vigilar atentamente la publicación de datos y la forma en que éstos conforman el sentimiento a corto plazo.
Conclusión
Los riesgos a la baja han aumentado y las carteras de renta fija se han vuelto más arriesgadas por diseño. En la opinión de Mawby, las estrategias tradicionales de renta fija ya no ofrecen lo que los inversores necesitan de en su asignación de activos en el momento en que lo necesitan. Por lo tanto, es necesario repensar el riesgo y cómo navegar el ciclo. Además, las acciones del banco central y de los inversores han distorsionado el terreno de juego, es por eso que los inversores de renta fija deben considerar una postura contraria e impulsada por el valor, para aprovechar la volatilidad cuando ésta ocurra y obtener lo que quieren de los bonos: diversificación, protección a la baja e ingresos.
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Pixabay CC0 Public Domain. Barclays y EY se convierten en las principales consultoras financieras del sector energético en 2020
Durante el primer semestre de 2020, Barclays y Ernst & Young (EY) se convierten en las principales consultoras de fusiones y adquisiciones (M&A, por sus siglas en inglés) en el sector energético, por número de operaciones y volumen de negocio, respectivamente, según los datos de Global Data.
En total, Barclays fue intermediaria en seis operaciones por un valor de 10.400 millones de dólares, la cifra más alta entre sus competidores. Asimismo, EY cierra la primera mitad del año con 16 operaciones por un valor de 978 millones de dólares, destacan desde Global Data.
“Pese a haber aconsejado en un número significativamente menor de acuerdos, Barclays ha sido la única consultora en superar la barrera de los 10.000 millones de dólares este año, superando a sus competidores con un gran margen”, asegura Aurojyoti Bose, analista financiero de acuerdos en Global Data. Barclays ofrece sus servicios de asesoramiento a menos operaciones, pero con un valor más alto, lo que la sitúa líder en volumen de negocio.
“Por su parte, EY, la única asesoría capaz de alcanzar dobles dígitos en su volumen total de operaciones, no ha conseguido situarse entre las diez primeras compañías por volumen, debido a que las transacciones en las que se involucra suelen ser de valor bajo”, añade Bose.
Morgan Stanley ocupa la segunda posición por valor, con dos acuerdos por valor de 6.500 millones de dólares. A esta le sigue Societe Generale con dos tratos por un valor total de 6.100 millones de dólares. Por otro lado, en cuanto a volumen de operaciones, PwC ocupa el segundo puesto en la lista con ocho acuerdos por valor de 491,7 millones de dólares.
El número de acuerdos anunciados en el sector energético a nivel global descendió un 30,5% en 2020. Así, frente a las 1.345 operaciones registradas en el primer semestre de 2019, solo 935 se han producido este año, según los datos de Global Data. Del mismo modo, el valor de los acuerdos también ha bajado, de los 109.400 millones de dólares a los 87.600 millones de dólares, un 19,9% menos.
En el último informe de Global Data, que clasifica a nivel global las 20 mejores consultoras de M&A, la entidad situó a Barclays como la octava por valor de negocio y a EY como líder del sector por volumen de negocio.
Foto cedidaTom Mansley, gestor de GAM Investments. Tom Mansley, gestor de GAM Investments
En los últimos meses, el mercado de capitales se ha visto sacudido a nivel mundial. Sin embargo, Tom Mansley, gestor de GAM Investments, cree que la crisis del Covid-19 no tendrá in impacto significativo en el mercado de valores con garantía hipotecaria (Mortgage Backed Securities).
¿Si hubiera una segunda oleada de contagios, ¿nos libraríamos del confinamiento?
Ciertas áreas que ya han sufrido altas tasas de contagios probablemente seguirán abiertas; sin embargo, en aquellos lugares donde persistan los rebrotes, podrían tener que decretarse nuevos confinamientos. Hay un equilibrio entre recurrir a los confinamientos para garantizar el mantenimiento del nivel de atención sanitaria que requieren los pacientes de COVID-19 y los perjuicios económicos que se causan al mantener cerrados los negocios. Existen ciertas áreas tanto en el sector público como en el privado que simplemente no pueden permitirse el lujo de seguir cerradas. Se estima que los ingresos fiscales que se recaudarán en estados como Nueva York, por ejemplo, disminuirán cerca del 30-40 %, lo cual no es sostenible.
¿Los mercados y economías están entrando en una fase de regreso al crecimiento?
Aunque la posibilidad de asistir a futuros confinamientos depende de cada región, cada sector registra su propio crecimiento. La crisis desatada el 11 de septiembre de 2001 y su impacto en el sector hotelero y los viajes aéreos, por ejemplo, ofrece un paralelismo sobre lo que podría ocurrir de aquí en adelante. Otros sectores, entre ellos la tecnología, no han sufrido ningún tipo de confinamiento. La construcción, que está volviendo a reactivarse, será un sector de crecimiento. En el área de venta minorista, el COVID-19 ha acelerado la tendencia ya instalada de la desintermediación: compras por Internet a costa de las visitas a grandes centros comerciales.
¿Qué implicaciones tiene esto para su clase de activos?
En nuestra opinión, la crisis asociada al COVID-19 no tendrá repercusiones significativas en el mercado de valores con garantía hipotecaria. Estos valores cuentan con dos líneas de defensa. Si los prestatarios no pueden pagar, hay activos que aseguran la inversión; la inversión puede recuperarse mediante la venta de esos activos. En el sector inmobiliario estadounidense en concreto, persiste el desequilibrio entre la oferta y la demanda; no hay suficiente oferta de viviendas para atender la demanda. Aunque hemos experimentado una importante disrupción que va a restringir la oferta, esto quedará contrarrestado por el aumento del desempleo, un factor que suele reducir la demanda. No obstante, en última instancia, continúa habiendo una demanda preexistente de viviendas. El consumidor entra en esta crisis con un balance muy sólido, a diferencia de los balances societarios y de la Administración Pública. La ratio de deuda/ingresos del consumidor estadounidense no ha dejado de descender durante los últimos 13 años y ahora ha regresado a los niveles vistos por última vez en 2000. Por otro lado, dado el entorno de bajos tipos de interés aplicados a bajos niveles de deuda, las cuotas de préstamos pagadas por el consumidor son muy bajas; la ratio de amortización de préstamos se encuentra a mínimos históricos.
Información legal importante La información contenida en este documento se ofrece únicamente a efectos ilustrativos y no reúne las condiciones para considerarse asesoramiento de inversión. Las opiniones y las valoraciones recogidas en el presente documento pueden registrar cambios y reflejan el punto de vista de GAM en el entorno económico actual. Se declina toda responsabilidad respecto a la exactitud y exhaustividad de la información ofrecida aquí. La rentabilidad pasada no es indicativa de resultados actuales o futuros. Las referencias a valores específicos no constituyen una recomendación para comprar o vender el valor en cuestión.
Pixabay CC0 Public DomainFoto: Jean Wimmerlin. Foto: Jean Wimmerlin
Los mercados de valores evolucionaron adecuadamente en junio. La renta variable registró resultados positivos, los diferenciales se estrecharon y el dólar se debilitó. Sin embargo, por primera vez en meses, las noticias sobre el virus no fueron en absoluto positivas. El aumento de las tasas de infección en Estados Unidos (y en todo el mundo) pesó sobre las buenas y homogéneas noticias económicas, ámbito en que los datos superaron las expectativas en general. De nuevo, las rentabilidades de la deuda pública siguen excepcionalmente ancladas, sin apenas variar durante el mes y el trimestre. De hecho, las rentabilidades de la deuda pública estadounidense a 10 años cerraron el trimestre básicamente sin cambios (aunque las rentabilidades han subido un 11% desde comienzos de año)1.
Aunque esta evolución no necesariamente parezca positiva, es todo un logro que las rentabilidades de la deuda pública simplemente no varíen cuando los datos económicos superan incluso las previsiones más alcistas y el high yield y las acciones se anotan rendimientos superiores al 10%. De hecho, anclar las rentabilidades de la deuda pública y la intervención en los mercados de crédito (corporativo e hipotecario) son las líneas de acción de los bancos centrales. Hasta ahora, ha sido una estrategia ganadora. Que terminen o no ganando la guerra exigirá avances en el frente sanitario; una economía no puede ser normal si las personas no pueden trabajar o sentirse seguras al gastar su dinero.
En junio, no se produjeron nuevas iniciativas de política, si bien los programas que ya se habían anunciado supusieron un efecto significativo para el mercado. Se lanzó el anunciado programa de préstamo de valores titulizados a plazo (TALF) de la Reserva Federal, si bien, dada la compresión de los diferenciales de los bonos de titulización de activos con una calificación de AAA en el segundo trimestre, no queda claro si dicho banco central efectivamente prestará cuantías importantes, ¡pues ya ha logrado sus objetivos sin gastar o prestar un centavo! Eso sí que es credibilidad. Incluso aunque los fondos del TALF no acaben invirtiendo cantidades importantes, la existencia del programa fue el factor fundamental del descenso de los diferenciales.
En Europa, se captaron 1,35 billones de euros en la tercera ronda de operaciones de financiación a plazo más largo con objetivo específico (TLTRO) del Banco Central Europeo (BCE), que permiten a los bancos tomar dinero en préstamo de dichas operaciones a un interés del -1%.2 Aunque el BCE lleva ofreciendo rondas de financiación mediante TLTRO desde 2012, lo que resulta significativo de la última es no solamente lo bajo que resulta el coste de financiación —¡a los bancos se les paga literalmente un 1% por tomar en préstamo!—, sino también la cuantía que los bancos pueden captar dadas las condiciones asociadas al programa. La elevada cuantía prestada y su bajo coste suponen un impulso para la rentabilidad de los bancos europeos, la economía y los activos financieros que los bancos podrían comprar. De cara al futuro, los bancos centrales han ganado credibilidad, de forma que parece que solo tienen que avisar con tener que hacer más para conseguir que los mercados evolucionen en la dirección deseada. Los mercados, sin duda alguna, creen en el aura de «todo lo que sea necesario» que actualmente rodea a los bancos centrales. Persiste el dominio de sus políticas.
Las iniciativas fiscales también han sido claves para respaldar la incipiente recuperación económica. Los pagos de transferencias han impulsado los ingresos, potenciando el gasto según terminaban los confinamientos. Aunque existen dudas sobre algunos de los programas de Estados Unidos de ayudas vía ingresos que expiran a finales de julio, confiamos en que el Congreso de dicho país renueve o lance nuevos programas para mantener el flujo de ingresos hacia quienes hoy por hoy no tienen trabajo.
En Europa, sigue debatiéndose acerca del Fondo de recuperación, pues no todos los países están de acuerdo con aplicar mayor laxitud, si bien se avanza muy claramente hacia permitir que cada gobierno gaste más si así lo decide y hacia un mayor respaldo fiscal a escala de la UE. Auguramos que la política monetaria seguirá girando considerablemente en torno a los estímulos, contribuyendo a disipar las inquietudes de los inversores sobre las mayores necesidades de financiación de los gobiernos.
Aunque junio y el segundo trimestre generaron rentabilidades estelares, abundan los riesgos. El alarmante auge de las tasas de infección en diversos estados grandes de Estados Unidos y los brotes en países que dejan atrás el confinamiento suponen riesgos para la economía. Las presidenciales en Estados Unidos y las relaciones entre este país y China suponen otro conjunto de problemas independientes de la pandemia. Sin embargo, por otra parte, los avances de las diferentes vacunas en estudio y los posibles tratamientos podrían traducirse en sorpresas económicas y financieras positivas. Hay mucho en lo que pensar. Seguimos confiando en que, a pesar del aumento de las tasas de infección, no vuelvan a imponerse confinamientos a gran escala.
Gráfico 1: Rendimiento de los activos desde el comienzo del año
Gráfico 2: Variaciones mensuales de monedas frente al USD
Gráfico 3: Variaciones mensuales considerables de las rentabilidades a 10 años y los diferenciales
Perspectiva para la renta fija
Nuestra perspectiva para la renta fija sigue siendo entre optimista y moderadamente alcista. Sin embargo, hay algunos obstáculos. Se produjo el rebote económico en forma de V, pero es probable que se aplane. Un repunte no es una tendencia. Es posible que los datos económicos no sean tan sorprendentemente buenos de cara al futuro (podrían serlo, pero no deberíamos contar con ello). Las valoraciones no son tan favorables como el mes pasado. También es posible que veamos avances más limitados en el empleo y la producción con respecto a nuestras expectativas, ahora mejoradas.
Asimismo, incluso con las mejoras en numerosos frentes, diversos sectores importantes permanecen cerrados o funcionan muy por debajo de su potencial (viajes, ocio y entretenimiento). Este extremo ralentizará las ganancias agregadas. Fijándonos en lo positivo, las personas tienen dinero y quieren gastarlo y las compañías desean contratar y aumentar o restaurar su producción. No obstante, percibimos riesgos en la posibilidad de una reapertura torpe de las economías en un contexto de una segunda ola de infecciones peor que la primera, así como en que el recrudecimiento de las tensiones entre Estados Unidos y China (Hong Kong y cuestiones comerciales) y el ruido geopolítico en otras regiones (Rusia/India frente a China) pesen sobre la percepción de riesgo.
Los mercados se anotaron resultados excepcionales en junio y en el segundo trimestre. La razón de dicha evolución fueron en parte la mejora de los datos, el posicionamiento del mercado, las políticas adoptadas y la esperanza acerca de la evolución de la pandemia. ¿Continuará la recuperación? Creemos que puede continuar, pero a un ritmo menor. Lo más importante es que el respaldo de las políticas adoptadas sigue siendo robusto y que se fortalecerá en caso necesario. No hay duda de que los reguladores se encuentran en modo «todo lo que sea necesario». No debemos subestimar las capacidades y la disposición de los bancos centrales para ofrecer apoyo efectivamente ilimitado en los próximos meses.
Así pues, es de esperar que las rentabilidades de la deuda pública sigan siendo bajas y estables, como deben continuar. La volatilidad ha caído de forma sostenida con motivo de la mejora de los datos económicos, los pagos de transferencias fiscales, la mejora en el control del virus (al menos, más allá de Estados Unidos y Brasil) y las medidas de expansión cuantitativa. Cualquier subida de las rentabilidades más a largo plazo posiblemente se produzca por una mejora sustancial de la perspectiva económica y sobre la pandemia. Sin embargo, incluso en ese caso, la inflación estaría muy por debajo del objetivo y la Reserva Federal, por ejemplo, posiblemente adoptaría un marco de políticas basadas en resultados —a saber, no endurecería las condiciones hasta lograrse sus objetivos de política—, todo lo cual apunta que las primas de riesgo y las expectativas para los tipos quedarían oprimidas durante años. El riesgo para esta perspectiva es que se produzca un avance científico que acabe con la pandemia.
Seguimos mostrándonos moderadamente optimistas acerca de la deuda de mercados emergentes. Las actuaciones a gran escala vía política monetaria y fiscal llevadas a cabo en la esfera desarrollada ofrecen un entorno robusto para la deuda de mercados emergentes. Los países emergentes también han prestado a sus economías un apoyo monetario y fiscal sin precedentes, contribuyendo a amortiguar el embate de la pandemia. A diferencia de lo que es habitual en el caso de los mercados emergentes, los inversores no han penalizado a estos países por sus políticas expansivas (por ejemplo, debilitando la moneda o retirando fondos), ni siquiera ante fundamentales macroeconómicos subyacentes débiles.
Parece que existe un amplio consenso en que la respuesta correcta a la situación actual es acomodaticia. Las valoraciones son actualmente menos atractivas en vista del alza del segundo trimestre, si bien las rentabilidades han quedado rezagados con respecto a los mercados desarrollados, en particular, en aquellos sectores cubiertos por las políticas de los mercados desarrollados. El dinamismo por la desescalada es sólido en Asia y Europa oriental. América Latina se enfrenta a más dificultades por la lenta respuesta de política sanitaria al virus. La recuperación, significativamente sólida, de China también es positiva para los mercados emergentes. Lo más probable es que ya se hayan producido las mayores variaciones de los tipos en la esfera emergente, si bien todavía percibimos valor en determinadas deuda externa y divisas.
Los mercados de crédito también continúan evolucionando adecuadamente. Es de esperar que prosiga el respaldo vía política (por ejemplo, con las compras de la Reserva Federal y el BCE), los datos económicos están en auge y la oferta debería disminuir con respecto al ritmo récord del primer semestre del año. La mayoría de las pérdidas económicas deberían ser transitorias y, por tanto, no resultarán sustancialmente negativas para las valoraciones corporativas. De hecho, las compañías continúan implementando estrategias de reducción del riesgo mediante ventas de activos y menores dividendos e inversiones en inmovilizado.
Auguramos que, a medida que mejoren las economías, el rendimiento de las compañías avanzará sustancialmente, siendo sus pérdidas cortas en el tiempo y restándose relevancia a sus mayores niveles de apalancamiento, pero significativos, no obstante, para diferenciar a las compañías que evolucionen en positivo. Dejando a un lado posibles noticias negativas económicas y relacionadas con la pandemia, es de esperar que los diferenciales de los bonos con grado de inversión y el high yield sigan estrechándose durante el resto del año. Tras la reciente alza, no sería sorprendente cierta consolidación a la espera de mayor información sobre los brotes en Estados Unidos.
Las recientes tendencias de la renta fija titulizada continuaron en junio con un rendimiento sólido y sostenido. Dado el estrechamiento de los diferenciales de los activos con una calificación de AAA, parece que el potencial alcista es limitado. Sin embargo, pensamos que las clases de activos con calificaciones menores, concretamente BBB y BB, todavía tienen margen sustancial para seguir estrechándose. Si bien hemos asistido a cierta recuperación de los diferenciales en los dos últimos meses, los de los activos titulizados con calificaciones menores permanecen en niveles muy superiores a los de febrero y no se han beneficiado de las mejoras experimentadas por los sectores de crédito corporativo. Los datos fundamentales siguen siendo críticos, pero, hasta ahora, el deterioro del rendimiento ha sido muy moderado para la mayoría de los sectores y mucho mejor que las expectativas. Es posible que el rendimiento de los bonos de titulización hipotecaria de agencia siga siendo moderado y continuamos infraponderados en este sector.
Tipos y monedas de mercados desarrollados
Análisis mensual
Junio marcó el final de un trimestre y un primer semestre históricos para las diferentes clases de activos y regiones, con numerosos países de mercados desarrollados avanzando en la senda de la reactivación económica. Por lo general, los datos económicos fueron mejores de lo esperado; en particular, los datos de las encuestas sorprendieron al alza. Aunque en algunas zonas se registraron repuntes de casos de coronavirus, otras regiones de economías desarrolladas siguieron asistiendo a un descenso de las infecciones. Una excepción clave es el alza de las tasas de contagios en algunos estados grandes de Estados Unidos, si bien la buena noticia al respecto es que la tasa de mortalidad es mucho menor que en brotes anteriores (puede que, principalmente, porque se hayan infectado personas más jóvenes).
Perspectiva
Seguimos previendo que la política monetaria continúe siendo acomodaticia y que los activos de riesgo cuenten con un apoyo sólido en los diferentes mercados desarrollados en los próximos meses para favorecer que siga la estabilización de la economía y los mercados financieros globales. Tras llevar a cabo una relajación agresiva de sus políticas en meses anteriores, la mayoría de los bancos centrales siguen ahora de cerca los datos económicos que se van conociendo para determinar si resulta necesario aplicar más medidas. Además, los datos que se van conociendo por lo general han sido mejores de lo esperado, pero dada la marcada debilidad de las presiones inflacionarias y el embate a las economías de una grave perturbación exógena, hay numerosas razones para creer que los bancos centrales se mostrarán dispuestos a relajar aún más sus políticas y lo más probable es que procedan con medidas de política no convencionales.
Tipos y monedas de mercados emergentes
Análisis mensual
La buena marcha de los activos de mercados emergentes se prorrogó comenzado junio, llevando a uno de los trimestres más sólidos de los que se tienen constancia. Alentaron a los inversores la persistente acomodación de las políticas monetaria y fiscal en los mercados emergentes y sus homólogos desarrollados, así como los renovados programas del Fondo Monetario Internacional (FMI) para ayudar a naciones en vías de desarrollo en su respuesta a la COVID-19.3 La deuda soberana de mercados emergentes denominada en dólares lideró el rendimiento una vez más impulsada por el segmento de alta rentabilidad y los países exportadores de energía, al encarecerse esta por las expectativas de mayores consumo y crecimiento. La deuda corporativa denominada en dólares siguió a la soberana, mientras que la deuda en moneda local quedó a la zaga al debilitarse las monedas de mercados emergentes con respecto al dólar.4
Perspectiva
Seguimos confiando con cautela en la deuda de mercados emergentes de cara al corto plazo, pues las noticias positivas derivadas de las desescaladas se ven anuladas en parte por unas valoraciones menos atractivas que hace unos meses y los reveses en la lucha contra la pandemia en determinados países. Todavía pensamos que hay valor en la deuda de mercados emergentes, principalmente en el caso de los activos de high yield denominados en monedas fuertes y divisas. No obstante, percibimos riesgos en la posibilidad de una reapertura torpe de las economías en un contexto de una segunda ola de infecciones peor que la primera, así como en que el recrudecimiento de las tensiones entre Estados Unidos y China (Hong Kong y cuestiones comerciales) y el ruido geopolítico en otras regiones (Rusia/India frente a China) pesen sobre la percepción de riesgo.
Crédito
Análisis mensual
Los diferenciales de crédito con grado de inversión se estrecharon en junio, tanto en Estados Unidos como en Europa. Los factores impulsores clave de esta evolución fueron una mejora inicial a comienzos de mes cuando las economías desarrolladas comenzaron a salir de los confinamientos por la COVID-19 y uno datos de actividad económica mejores de lo esperado. Sin embargo, se produjo un debilitamiento en la segunda mitad del mes, pues el aumento de las tasas de infección en Estados Unidos, junto con las noticias sobre la relación entre dicho país y China, hizo que la percepción se tornara negativa. Las noticias corporativas fueron limitadas en la antesala de la publicación a partir de julio de los resultados del segundo trimestre. Los emisores con una calificación de BBB superaron en rentabilidad a los valores con una calificación mayor. Frente a la deuda pública, el índice Bloomberg Barclays U.S. Investment Grade (IG) generó un excedente de rentabilidad del 1,89%. Los activos europeos con grado de inversión, medidos según el índice Bloomberg Barclays Euro-Aggregate Corporate, rindieron por debajo del mercado estadounidense en junio, cerrando en niveles 21 pb más bajos, en 148 pb.5
Perspectiva
Las compañías han respondido al coronavirus centrándose en captar efectivo, una respuesta racional dada la incertidumbre económica. Esto se ha traducido en una combinación de estrategias, entre las que se encuentran captación de capital, emisión de deuda corporativa, reducción de dividendos y menores inversiones en inmovilizado. La respuesta ha variado entre los diferentes sectores, los más cíclicos, orientados a captar más efectivo. De cara al futuro, está la cuestión de cuál es la estructura de financiación óptima para las compañías ante un posible escenario de bajos crecimiento, inflación y coste de endeudamiento.
Activos titulizados
Análisis mensual
Los mercados de crédito titulizado continuaron recuperándose en junio: los sectores de crédito al consumo, el sector inmobiliario comercial respaldado por oficinas y los ámbitos relacionados con la vivienda vieron reducidos sus diferenciales. Sin embargo, las condiciones económicas siguen siendo débiles, pues más de 30 millones de personas siguen solicitando prestaciones por desempleo, si bien existen signos de mejora, pues diversos segmentos de la economía están reanudando la actividad en diferentes fases por todo el país.
Perspectiva
Dado que los diferenciales de los activos con una calificación de AAA han cedido un 80%-90% de la ampliación que sufrieron con motivo del COVID-19, creemos que parece improbable que sigan estrechándose sustancialmente dadas las condiciones de crédito actuales. Por su parte, también es improbable que se amplíen de modo considerable dados los menores volúmenes de emisión y los 100.000 millones de dólares del TALF, dispuestos para cualquier ampliación de los diferenciales que pueda producirse. Sin embargo, las clases de activos con calificaciones menores, concretamente BBB y BB, todavía tienen buen margen para seguir estrechándose. Si bien hemos asistido a cierta recuperación de los diferenciales en los dos últimos meses, los de los activos titulizados con calificaciones menores permanecen en niveles muy superiores a los de febrero y no se han beneficiado de las mejoras experimentadas por los sectores de crédito corporativo. Los datos fundamentales siguen siendo críticos y los mercados vigilan de cerca cualquier signo de deterioro sustancial del crédito por el aumento del desempleo; sin embargo, la merma del rendimiento hasta ahora ha sido moderada para la mayoría de los sectores, la situación ha sido mucho mejor de la esperada y la economía lentamente muestra signos de volver a la vida.
Columna de Jim Caron, portfolio manager y miembro senior del equipo de Renta Fija Global de Morgan Stanley Investment Management.
Anotaciones:
1 Fuente: Bloomberg, a 30/06/2020
2 Fuente: Banco Central Europeo, a 30/06/2020
3 Fuente: Bloomberg, a 30/06/2020
4 Fuente: JP Morgan, a 30/06/2020
5 Fuente: Bloomberg Barclays, a 30/06/2020
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Los impactos financieros y operativos del COVID-19 brindan una oportunidad para que los gestores de fondos vuelvan a evaluar su distribución y uso de productos alternativos líquidos, afirma el último estudio U.S. Alternative Investments 2020: The Path Forward
El uso de los productos alternativos líquidos sigue siendo bajo a pesar de que los administradores de fondos reconocen el papel de estos activos como diversificadores de cartera.
Los administradores informan que asignan un promedio de 5.6% a los alternativos (sin incluir productos básicos), y una porción aún menor de esto se asigna a productos alternativos líquidos.
«Los gestores asignan mucho menos a las exposiciones alternativas de lo esperado, especialmente dada la mayor disponibilidad de los productos y la necesidad informada de los administradores de diversificación y protección a la baja», comenta Daniil Shapiro, director asociado de Cerulli.
Shapiro atribuye la adopción limitada a varios factores, incluidos los costos, la búsqueda del rendimiento del inversor que resulta en rendimientos inferiores y la complejidad de las exposiciones.
Para los administradores, las alternativas líquidas ofrecen nuevas oportunidades para generar fees superiores al promedio y diversificar las oportunidades de ingresos, así como para ayudar a los gerentes institucionales a aumentar los activos minoristas.
Cerulli alienta a los managers a centrar el desarrollo futuro de productos en los menos costosos y en exposiciones más coherentes que sean más fáciles de explicar y posicionar a los gestores, al tiempo que evitan segmentos más riesgosos.
Además, Shapiro sugiere que los managers presten atención a las lecciones aprendidas de los jugadores pasivos.
«Los desarrolladores de productos alternativos deberían tomar una página del libro de jugadas de gestión pasiva y competir en simplicidad y costos en lugar de una carrera armamentista de capacidades», enfatiza Shapiro.
Los administradores pueden ingresar al mercado a través del lanzamiento de sus propios productos o mediante mandatos de subadministración.
Cerulli estima que aproximadamente 41.000 millones de dólares en activos alternativos líquidos similares a los fondos de cobertura, o el 15% del universo, fueron subadministrados en el primer trimestre de este año.
Un beneficio clave para los patrocinadores es lograr las habilidades y la experiencia altamente especializadas de un manager diferente, una demanda particularmente importante dada la complejidad de las estrategias, sin desarrollar la experiencia internamente.
Cerulli cree que aún quedan muchas oportunidades para competir en costos y lanzar ofertas innovadoras, incluida la replicación de capital privado.
Si bien la mayoría de los activos alternativos líquidos se encuentran actualmente en el vehículo de fondos mutuos, la accesibilidad del fondo negociado en bolsa y sus principios clave de exposiciones simples y económicas pueden convertirlo en un vehículo de distribución sólido para alternativas líquidas.
Cerulli reconoce los desafíos a los que se enfrentan los gestores en la selección de productos de alternativas líquidas y por esta razón, recomienda que las empresas que los distribuyen pongan la máxima atención en la educación.
«Los administradores de fondos no solo necesitan una asistencia significativa para seleccionar un producto alternativo líquido apropiado, sino que también deben estar suficientemente informados para poder evaluar estas estrategias de manera continua para garantizar que se mantengan con ellos durante los períodos de reducción», concluye Shapiro.
Pixabay CC0 Public Domain. La Fed, el PIB, la pandemia, el dólar y las elecciones: Estados Unidos gestiona una coctelera de riesgos en su horizonte
Estados Unidos ha sido uno de los protagonistas de esta semana. La lista de riesgos sigue creciendo para Donald Trump, quien ya ha sugerido en sus tuits aplazar las elecciones presidenciales de noviembre. En el lado de la balanza de las noticias negativas, esta semana deja un dólar que se debilita, una contracción anualizada del 32,9% de su PIB, 150.000 fallecidos a causa del coronavirus, las tensiones diplomáticas con China y una reunión de la Fed de esta semana no trajo novedades. Ante esta lista, ¿qué valoración hacen los expertos de las gestoras?
En primer lugar, los analistas han compartido su visión sobre la reunión de Fed, poniendo el acento en que la institución financiera sigue dispuesta a usar todas las herramientas que sean necesarias para dar soporte a la economía estadounidense. En opinión de Christian Scherrmann, economista para EE.UU. en DWS, la Fed está en una posición muy cómoda.
“Los mercados han entendido bien que la política monetaria acomodaticia está aquí para quedarse. Esto apoya la incipiente recuperación, sin que la Fed tenga que hacer todo eso ahora mismo. Además, no es el momento de confundir a los mercados con consejos crípticos sobre cómo se podría enmarcar en algún momento la orientación futura de las compras y los tipos de interés; o qué esperar de la larga revisión del marco en curso. Para decirlo de manera más sencilla: las condiciones financieras sólidas son de suma importancia y la Reserva Federal ajustará el ritmo de las compras solo al alza para apoyarlas, en caso de que surjan riesgos”, explica Scherrmann.
En este sentido, los diferentes análisis sobre la última reunión de la Fed coinciden en que la economía estadounidense dependerá, en gran medida, de la evolución del virus. “No obstante, Jerome Powell enfatizó que la perspectiva económica de los Estados Unidos depende en gran medida de la ruta del virus, con riesgos muy significativos de desaceleración debido a los recientes brotes. Aunque la Fed se mantuvo en pausa por el momento, este pronóstico advierte sobre una posible expansión monetaria que, a nuestro juicio, podría insertarse bajo la forma de mayores compras de activos, un fortalecimiento de la guía de política y/o el control de algunos tramos de la curva de rendimientos de los bonos del Tesoro. Dada la realidad de la segunda ola de infecciones es poco probable que el FOMC tenga el lujo de esperar mucho más tiempo antes de usar estas herramientas”, señalan los analistas de Monex Europe.
Los analistas también destacan que tras la reunión de la Fed el dólar logró reducir algunas de las pérdidas de esta semana. “El debilitamiento del dólar pone de relieve la preocupación de los inversores en torno a una segunda ola de coronavirus en los Estados Unidos. Sin embargo, las caídas están estimulando las inversiones en áreas del mercado que se convierten en buen valor a medida que el valor de la principal divisa mundial disminuye”, explica Simon Peters, analista de mercado de eToro.
Según las expectativas de Tiffany Wilding, economista de PIMCO en América del Norte, de cara a septiembre, la Fed anunciará algo más cercano a la estrategia de «reflación oportunista». «En la práctica, creemos que la Reserva Federal podría lograrlo actualizando su orientación futura para comprometerse explícitamente a dejar las tasas en cero hasta que la inflación vuelva a ser sosteniblemente del 2%, lo que implica una tolerancia e incluso la voluntad de permitir que la inflación se sobrepase», apunta.
Aunque la actividad económica se recuperó un poco, el futuro de la economía sigue siendo «extraordinariamente incierto», en palabras de Scherrmann, y la pandemia está marcando la velocidad de la recuperación. A estos posibles riesgos se refiere Anna Stupnytska, responsable del área de macroeconomía global y estrategia de inversión de Fidelity, quien los identifica claramente. “Mirando al futuro, los riesgos relacionados con estos rebrotes en EE.UU. y otros lugares, las negociaciones en curso sobre el próximo estímulo fiscal, las elecciones de noviembre, la débil recuperación global y las tensiones comerciales continuarán complicando la recuperación”, apunta Stupnytska.
Impacto económico
Para Chris Iggo, CIO Core Investments de AXA Investment Managers, el impacto económico del virus podría ser peor y más prolongado en los EE.UU. que en la UE, ya que «la situación política y de salud en los Estados Unidos está empezando a socavar la confianza de los inversores», apunta.
Sin embargo, aunque el experto indica que «hay razones para preocuparse por los EE.UU.», señala que la realidad es que, en general, «los bancos son más fuertes y la tecnología está allí». Así las cosas, Iggo prevé que «la UE podría superar por un tiempo a EE.UU. si conseguimos una recuperación cíclica basada en el valor y la cristalización de las preocupaciones políticas en los Estados Unidos» algo que, tal y como comenta, «podría ser bastante perjudicial para los inversores de renta variable que entran en el cuarto trimestre» dada la fragilidad de la recuperación económica y la necesidad de que la confianza de los inversores continúe siendo respaldada por un mayor apoyo político.
El último dato de PIB del país es una clara señal del impacto económico del COVID-19 en su economía. Según puntualiza Scherrmann, aunque la caída fue algo menos de lo que temían los economistas, la publicación del PIB del segundo trimestre sigue siendo un récord que vale la pena recordar.
“La actividad económica cayó un 32,9% trimestre tras trimestre en términos anualizados (o un 9,5% interanual), el mayor descenso en la historia posterior a la Segunda Guerra Mundial. Aunque obviamente impulsado por las medidas contra la pandemia, el consumo personal, que refleja la mayor parte del PIB, se desplomó en un 34,6% trimestral anualizado (o en un 10,7% interanual). Los esfuerzos de reapertura temprana podrían haber apoyado un poco la actividad económica en el segundo trimestre. Sin embargo, este apoyo tiene un coste, como sugiere otra publicación de datos de hoy. Las solicitudes iniciales de subsidio de desempleo, la medida de alta frecuencia preferida por el mercado sobre el estado de la economía en estos días, aumentaron por segunda semana consecutiva. Esto indica que la economía en efecto cambió hacia un camino de recuperación más superficial”, sostiene el economista de AXA IM.
Asuntos políticos
Por último, y pese a los últimos tuits de Trump, en el calendario sigue marcado la fecha de las próximas elecciones presidenciales: 3 de noviembre. “Las elecciones presidenciales de EE.UU. podrían estar más reñidas que lo que sugiere la ventaja del candidato demócrata Biden en las encuestas. Los índices de aprobación del Presidente Trump descendieron como consecuencia de su gestión de la crisis de Covid-19, la consiguiente recesión económica y los disturbios raciales que han resurgido estos últimos meses, sin embargo, no han caído por debajo del nivel medio de su mandato”, apunta el banco privado suizo Julius Baer en su último análisis.
En el ámbito político, también ha destacado esta semana las tensiones diplomáticas entre Estados Unidos y China. Al inicio de la semana, China tomó represalias frente al cierre de su consulado y hace lo mismo con la Embajada de Estados Unidos en Chengdu. Las condiciones del cierre de la embajada son idénticas a las dadas por las autoridades estadounidenses el miércoles pasado, es decir, se dan 72 horas para cesar las actividades y un mes para la marcha de los diplomáticos. “El consulado tiene una importancia similar al de Houston y se encarga de la región suroeste de China que incluye a la región del Tibet”, matizan los analistas de Banca March.
En EE.UU., las negociaciones políticas sobre la ampliación de las medidas de apoyo, las crecientes tensiones con China y los indicios de que la recuperación económica está perdiendo impulso debido al elevado número de contagios de Covid-19, siguen pesando sobre las bolsas. Las acciones de crecimiento de EE.UU., lideradas por el sector tecnológico, tuvieron un rendimiento inferior, mientras que las acciones cíclicas lo hicieron mejor”, concluye el último análisis de Investment Desk de Bank Degroof Petercam.
Los analistas consideran que también será relevante para la economía norteamericana el, todavía probable, paquete de estímulo fiscal adicional.«Esperamos que el Congreso apruebe otros 1,5 a 2 billones de dólares en apoyo económico adicional. Estos dos factores tienen implicaciones compensatorias para las perspectivas de crecimiento a corto plazo, lo que apoya la decisión de la Reserva Federal de ser paciente en la reunión de julio y esperar una mayor claridad», ha recordado Wilding.
Pixabay CC0 Public Domain. Aegon y Santander completan la expansión de su acuerdo en España
Tras cumplir todas las condiciones, incluida la finalización de las alianzas existentes, Aegon y Santander han completado la expansión de su acuerdo en España. Ambas entidades acordaron expandir su sociedad de seguros de vida y no vida en España tras la adquisición de Banco Popular por parte de Banco Santander.
Según han explicado en un comunicado, las empresas conjuntas de seguros constituidas por Aegon y Banco Santander en España completaron la adquisición de la cartera de seguros de vida riesgo vendidos previamente a través de las sucursales de Banco Popular, así como el derecho a comercializar nuevas pólizas de vida riesgo y ramos específicos de no vida a través de las antiguas sucursales de Banco Popular, ahora propiedad de Banco Santander.
La contraprestación total por la participación del 51% de Aegon en la alianza de Bancaseguros con Banco Santander consiste en una cantidad inicial de 187 millones de euros, algo menor de los 215 millones de euros comunicados en julio de 2018, principalmente debido a que hasta el cierre los resultados de la cartera adquirida pertenecen a Santander, a lo que se añade el pago acordado previamente de hasta 75 millones de euros en 2024, sujeto al rendimiento de la alianza. La transacción tendrá un impacto negativo de 3 puntos porcentuales en la ratio de Solvencia II de Grupo Aegon y la solvencia de Aegon España permanecerá por encima del 200% tras financiar parte de la transacción.
«Con esta adquisición Grupo Aegon apoya de nuevo el desarrollo de Aegon España. Supone una importante aportación de fondos propios que nos permitirá seguir financiando nuestro crecimiento y el desarrollo de nuestro negocio, especialmente nuestra alianza con Banco Santander. Nuestra prioridad es seguir dando el mejor servicio a nuestros asegurados y a nuestros socios de distribución», ha señalado Tomás Alfaro, consejero delegado de Aegon España.
Las acciones subieron ligeramente en junio, ya que los inversores siguen siendo optimistas sobre los beneficios de la reapertura de la economía. Sin embargo, un número creciente de rebrotes de la COVID-19 en varios estados de Estados Unidos ha amenazado el impulso de una economía en recuperación y ha creado una preocupación por el posible resurgimiento de la pandemia en los estados en recuperación. Las acciones de tecnología de la información continuaron su éxito de los meses anteriores y las empresas de consumo discrecional se beneficiaron de los alentadores datos de los proveedores de automóviles y los constructores de viviendas.
Las tensiones siguieron aumentando entre la relación de los Estados Unidos y China. Existe incertidumbre entre los principales diplomáticos chinos y los funcionarios estadounidenses sobre sus compromisos en materia de acuerdos comerciales. La atención de los inversores se centra cada vez más en las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos entre el presidente Trump y el presunto candidato demócrata, Joe Biden.
La Reserva Federal ha señalado su objetivo de seguir apoyando la recuperación económica. Tanto el Congreso como la Casa Blanca expresaron sus intenciones de otra ronda de financiación de estímulo. La posibilidad de ampliar los beneficios de desempleo, los recortes fiscales o el estímulo específico de una industria podría proporcionar ayuda directa a los hogares y ayudar a impulsar la economía.
Mientras que los inversores esperan ansiosamente más noticias sobre la aparición de una vacuna, los mercados han sido volátiles y frágiles durante esta recuperación desigual. Seguimos aprovechando esta volatilidad como una oportunidad para comprar empresas atractivas, que tengan flujos de efectivo libres positivos y balances saludables, a precios descontados, y buscamos empresas que puedan tanto soportar las continuas consecuencias económicas de la pandemia como prosperar cuando ésta termine.
En el mundo del arbitraje en fusiones y adquisiciones (merger arbitrage), los retornos en junio fueron impulsados en gran medida por los acuerdos completados, así como por el progreso continuo de los acuerdos en curso. Notablemente, hemos visto algunos márgenes revertirse a los niveles anteriores a la Covid. Estamos reteniendo algo de polvo seco, pero seguimos desplegando capital en situaciones que presentan la mayor probabilidad de éxito y certeza de valor.
Estamos viendo los primeros signos de un regreso a la creación de tratos a medida que nos movemos más allá de la bolsa de aire creada por COVID-19. La Reserva Federal y otros bancos centrales han desatado una liquidez sin precedentes que debería proporcionar un mercado acomodaticio para nuevas emisiones y fusiones y adquisiciones. Los directores generales y los consejos de administración siguen buscando formas de crear valor para los accionistas en un mercado cada vez más global, al tiempo que compiten con los perturbadores y una base de consumidores que está cambiando en línea a un ritmo cada vez mayor. Esto incluye tanto las fusiones y adquisiciones como la ingeniería financiera, que pueden estimular la actividad de las operaciones. Anteriormente mencionamos que Grubhub y Uber estaban en conversaciones para llegar a un acuerdo, lo que llevó a dos transacciones separadas en el espacio del sector de la entrega de alimentos, impulsadas por la evolución del entorno de los consumidores: Grubhub/JustEat y Uber/Postmates.
Columna de Gabelli Funds, escrita por Michael Gabelli.
Para acceder nuestra metodología de inversión y cartera de arbitraje de fusión dedicada, ofrecemos los siguientes fondos UCITS en cada disciplina:
Gamco arbitraje de fusión
GAMCO Merger Arbitrage UCITS Fund, lanzado en octubre de 2011, es un fondo abierto incorporado en Luxemburgo y que cumple con la regulación UCITS. El equipo, la estrategia dedicada y el registro datan de 1985. El objetivo del Fondo de Arbitraje de Fusión GAMCO es lograr un crecimiento de capital a largo plazo invirtiendo principalmente en transacciones anunciadas de fusiones y adquisiciones de acciones manteniendo una cartera diversificada. El Fondo utiliza un enfoque de inversión altamente especializado diseñado principalmente para beneficiarse de la finalización con éxito de las fusiones, adquisiciones, ofertas públicas, adquisiciones apalancadas y otros tipos de reorganizaciones corporativas propuestas. Analiza y supervisa continuamente cada transacción pendiente por posibles riesgos, incluidos: reglamentación, términos, financiación y aprobación de los accionistas.
Las inversiones de fusión son una alternativa altamente líquida, no correlacionada con el mercado, probada y consistente con los valores de renta fija y de renta variable tradicionales. Los retornos de fusión dependen de los diferenciales de oferta. Los diferenciales de oferta son una función del tiempo, la prima de riesgo de transacción y las tasas de interés. Por lo tanto, los rendimientos están correlacionados con los cambios en las tasas de interés a mediano plazo y no con el mercado de valores en general. La perspectiva de un aumento de las tasas implicaría un mayor rendimiento de las fusiones a medida que los diferenciales se amplíen para compensar a los arbitrajistas. A medida que disminuyen los mercados de bonos (aumentan las tasas de interés), los rendimientos de las fusiones deberían mejorar a medida que las decisiones de asignación de capital se ajustan a los cambios en los costos del capital.
La volatilidad del amplio mercado puede conducir a la ampliación de los diferenciales en las posiciones de fusión, que, junto con nuestras carteras de fusiones bien documentadas, ofrecen el potencial de TIR mejoradas. Las fluctuaciones diarias de la volatilidad de los precios junto con un capital menos propietario (la regla de Volcker) en los Estados Unidos han contribuido a mejorar los diferenciales de las fusiones y, por lo tanto, los rendimientos generales. Por lo tanto, nuestro fondo está bien posicionado como alternativa de sustitución de efectivo o renta fija.
Nuestros objetivos son acumular y preservar la riqueza a lo largo del tiempo, sin dejar de estar correlacionados con los amplios mercados globales. Creamos nuestro primer fondo de fusión dedicado hace 32 años. Desde entonces, nuestro rendimiento de fusión ha aumentado los activos de los clientes a una tasa anual de aproximadamente 10,7% bruto y 7,6% neto desde 1985. Actualmente, administramos activos en nombre de clientes institucionales y de alto patrimonio global en una variedad de estructuras de fondos y mandatos.
Gamco all cap value
El Fondo UCITS GAMCO All Cap Value, lanzado en mayo de 2015, utiliza el PMV patentado de Gabelli con una metodología de inversión Catalyst ™, que funciona desde 1977. El Fondo busca rendimientos absolutos a través de la inversión de valores impulsada por eventos. Nuestra metodología se centra en la inversión con un enfoque fundamental y bien investigado para conseguir las mejores oportunidades, con un enfoque en valores de activos, flujos de efectivo y catalizadores identificables para maximizar los rendimientos independientemente de la dirección del mercado. El fondo se basa en la experiencia de su equipo de cartera global y más de 35 analistas value.
GAMCO es un inversor activo de valores con enfoque bottom-up que busca lograr una apreciación real del capital (en relación con la inflación) a largo plazo, independientemente de los ciclos del mercado. Nuestro proceso de selección de valores orientado al valor se basa en los principios fundamentales de inversión articulados en 1934 por Graham y Dodd, los fundadores del análisis moderno, y aumentados por Mario Gabelli en 1977 con su introducción de los conceptos de Private Market Value (PMV ) con un Catalyst ™ en el análisis de la renta variable. PMV con Catalyst ™ es nuestra metodología de investigación única que se enfoca en la selección de acciones individuales identificando empresas que se venden por debajo del valor intrínseco con una probabilidad razonable de realizar sus PMV, que definimos como el precio que un comprador estratégico o financiero estaría dispuesto a pagar por la totalidad empresa.
Los factores de valoración fundamentales es utilizada para evaluar valores antes de la inclusión / exclusión en la cartera, nuestro enfoque, impulsado por la investigación, considera el análisis fundamental como un enfoque de tres frentes: flujo de efectivo libre (ganancias antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización, o EBITDA, menos los gastos de capital necesarios para crecer / mantener el negocio); tendencias de ganancias por acción; y el valor de mercado privado (PMV), que abarca los activos y pasivos dentro y fuera del balance. Nuestro equipo llega a una valoración PMV mediante una evaluación rigurosa de los fundamentales de la información disponible al público y el juicio obtenido de la gestión de reuniones, que abarca empresas de todos los tamaños a nivel mundial y nuestro amplio conocimiento acumulado de una variedad de sectores. Luego identificamos negocios para la cartera con un margen adecuado de seguridad y respaldado por nuestra investigación profunda.