Foto cedida. Alexandre Lefebvre, nuevo consejero delegado de Sabadell AM
Amundi ha nombra a Alexandre Lefebvre nuevo consejero delegado de la gestora española Sabadell AM, entidad que compró en enero de este año. Según ha trascendido, Amundi ha comenzado a plantear un nuevo organigrama para gestora, poniendo al frente a Lefebvre en sustitución Crius Andreu.
Respecto al resto del equipo de Sabadell AM, Antonio Hormigos de la Casa continuará como director de inversiones en acciones, Félix Sánchez Velázquez como dirección de inversiones multimanager, y Mario Oberti en el cargo de dirección de inversiones en renta fija.
Alexandre Lefebvre cuenta con una dilatada experiencia en la industria de inversión. Dentro de Amundi lleva 21 años y actualmente trabaja en la sede de la gestora en Londres, desde donde lidera las carteras institucionales de la plataforma Amundi Emerging Markets. Además, hasta 2018 fue el responsable del equipo inversor de renta fija global de Amundi.
Pixabay CC0 Public DomainFoto: Paula Porto. Foto: Paula Porto
En el largo plazo, los ingresos son el motor dominante de los rendimientos de la mayoría de las clases de activos. Para algunas clases de activos, como los bonos corporativos high yield, los ingresos recibidos pueden incluso superar el rendimiento total, debido a que una parte del capital puede perderse si el emisor incurre en impagos. Incluso en el caso de la renta variable, los dividendos reinvertidos suelen ser responsables de más de la mitad de los rendimientos totales acumulados a lo largo del tiempo.
En ese sentido, John Stopford y Jason Borbora-Sheen, cogestores de la estrategia Global Multi-Asset Income de Ninety One, gestora internacional de origen sudafricano anteriormente conocida como Investec AM, argumentan que esto subestima la importancia de los ingresos para los inversores de renta variable. Es más, las recompras de acciones proporcionan una ruta adicional por la cual el efectivo regresa a los accionistas.
Dada la importancia de los ingresos, la disminución de los rendimientos de la mayoría de las clases de activos desde la Crisis Financiera Global (GFC) y la nueva caída durante la crisis de la COVID-19, parece ser un mal augurio para el potencial del rendimiento a futuro. Los bancos centrales han duplicado el uso de una política monetaria cada vez más laxa para estimular la actividad económica. Los tipos de interés oficiales se han reducido a niveles muy bajos o negativos en la mayoría de los países desarrollados y han utilizado sus balances para comprar bonos, lo que ha hecho que los rendimientos de los gobiernos se acerquen a cero o incluso se sitúen por debajo en muchos casos.
La definición de locura
Una definición de locura es repetir la misma acción, pero esperando un resultado diferente. Eso no ha impedido que los responsables políticos crean que una política más flexible generará finalmente un mayor crecimiento e inflación. Para que esta estrategia funcione, ahora creen que probablemente se necesitarán unas tasas de interés aún más bajas y una flexibilización cuantitativa en el futuro inmediato. El Comité Federal de Mercado Abierto de los Estados Unidos, por ejemplo, espera no aumentar los tipos de interés a lo largo de todo su horizonte de previsión de tres años.
Las mejores primas de rendimiento en años
Sin embargo, la buena noticia es que todavía hay atractivas primas de rendimiento que se pueden obtener en una serie de mercados de activos y títulos. La ventaja del rendimiento sobre los bonos del Estado que ofrecen los bonos corporativos y la deuda de los mercados emergentes está aproximadamente por encima del nivel medio que ha prevalecido en los últimos veinte años.
Además, la prima de ingresos por ganancias que ofrecen las acciones globales también está por encima de la media observada desde la Crisis Financiera Global y muy por encima de los niveles que prevalecieron durante las dos décadas anteriores. Incluso en los mercados de bonos del Estado, hay oportunidades de obtener rendimientos relativamente atractivos en los bonos estatales y provinciales, así como, de manera selectiva, en los vencimientos a más largo plazo dadas las curvas de rendimiento con una inclinación ascendente.
¿Cuál es la respuesta?
Entonces, la respuesta, según indican los gestores de Ninety One, es ser selectivo en lo que se debe poseer y lo que se debe evitar en una cartera. La historia muestra que los activos de mayor rendimiento a menudo se ven comprometidos y pueden ofrecer rendimientos decepcionantes con riesgos significativos. Los rendimientos que ofrecen son esencialmente ilusorios, porque sus activos subyacentes luchan por generar suficiente efectivo para cubrir sus pagos de rentas. Por lo general, se pueden obtener mejores rendimientos con menos riesgo en los valores de rendimiento moderado, en los que los rendimientos están debidamente respaldados por un resistente exceso de flujo de efectivo. En el ámbito de los valores hay muchas oportunidades de este tipo, sólo hay que buscarlas.
Busca los oasis, no los espejismos
En esencia, los inversores deben distinguir entre los oasis de inversión y los espejismos de inversión. En el mercado de renta variable, es más probable que los primeros se encuentren en empresas con una mezcla de dividendos superiores a la media, apoyados por un exceso de flujo de caja, pero con un apalancamiento menor y una rentabilidad mayor que la de sus pares, lo que proporciona una capacidad de recuperación de los dividendos, cotizada en valoraciones que sugieren que existe un potencial de incremento del capital o, al menos, de estabilidad. Esto contrasta con la típica estrategia de dividendos que se centra en el nivel absoluto de rentabilidad por dividendo y en su consistencia. Este último enfoque puede resultar un espejismo y dejar a los inversores expuestos a empresas que simplemente han apalancado sus negocios para mantener unos altos dividendos.
En el mercado actual, por ejemplo, dentro de los sectores de la salud y de los productos básicos hay una serie de acciones que ofrecen rendimientos superiores a la media, pero con un crecimiento de los beneficios orgánico y relativamente estable. Esto proporciona un respaldo a sus dividendos, con valoraciones que se han reducido significativamente en los últimos tiempos.
Sin embargo, podemos encontrar pocas oportunidades similares entre las acciones de mayor rendimiento en los sectores de servicios públicos, telecomunicaciones y la banca europea, en los que muchas empresas están sujetas a restricciones reglamentarias sobre el pago de dividendos, o que han acumulado altos niveles de deuda para apuntalar el pago de dividendos a pesar de que los bajos y volátiles beneficios reducen su resistencia a largo plazo.
En los mercados de renta fija, se aplica el mismo enfoque. Del mismo modo, se busca una generación sostenible de flujo de efectivo para apuntalar los rendimientos. En la actualidad, los gestores de Ninety One observan un valor decente en una serie de bonos emitidos por prestatarios con calificación de grado de inversión de mercados desarrollados, que están respaldados por balances sólidos e ingresos resistentes, así como por algunos emisores equivalentes en los mercados emergentes. Las primas de rendimiento de estos últimos, por lo general, siguen siendo muy superiores a las de los emisores desarrollados de calidad crediticia comparable. Las empresas emergentes entraron en la crisis de la COVID-19 con buena salud y sus equipos directivos tienen experiencia previa en la gestión de la volatilidad y el apalancamiento del mercado a través de las dificultades económicas.
En cambio, muchos bonos high yield con calificación BB tienen un margen limitado de ganancias de capital por cualquier nueva caída de los rendimientos, debido a las características de opciones call incorporadas, pero siguen expuestos a pérdidas en el caso de que aumenten los rendimientos, se reduzcan las calificaciones o se produzcan incumplimientos.
Así pues, para los gestores de Ninety One, la clave para prosperar en este desierto de ingresos es construir una cartera diversificada que seleccione bonos individuales a precios atractivos y acciones que ofrezcan rendimientos decentes, pero cuyos pagos de ingresos estén bien cubiertos por flujos de caja sostenibles: se trata de invertir en los oasis, no en los espejismos.
Pixabay CC0 Public Domain. Refinitiv amplía sus capacidades digitales con la adquisición de Advisor Software Inc
Refinitiv ha anunciado la adquisición de activos estratégicos de Advisor Software Inc. (ASI). Una tecnología que le permitirá añadir funcionalidades digitales clave en su oferta de gestión de patrimonio, incluyendo capacidades mejoradas de asesoramiento digital y análisis de carteras digitales.
La tecnología de ASI es interoperable, está habilitada para la nube y se integrará en el recientemente lanzado Refinitiv Digital Investor. Esta adquisición reafirma el compromiso de Refinitiv con la construcción de soluciones de gestión de patrimonio digital, según la firma.
Los activos de ASI proporcionan a Refinitiv una plataforma de asesoramiento digital que permite el reequilibrio de carteras con conciencia fiscal (tac-aware portfolio rebalancing), el seguimiento del progreso basado en el método de Monte Carlo, el análisis de los flujos de caja y de la cartera, el modelado de inversiones y la generación de propuestas. ASI también ofrece una serie de APIs portátiles, ajustadas y personalizables para permitir que las empresas de gestión patrimonial construyan su propia experiencia de asesoramiento digital. Con estas herramientas, las instituciones financieras, los gestores de patrimonio y los asesores pueden ofrecer asesoramiento de una forma más flexible y eficiente.
La transformación que se está viviendo en la industria de gestión patrimonial es el resultado de la búsqueda de los clientes de experiencias digitales convincentes. Este cambio ha afectado a la forma en la que los clientes se comunican con los asesores y, a su vez, ha creado un mercado de modelos de asesoramiento digital en el que los clientes se comunican a través de canales digitalizados y automatizados.
Para Joe Mrak, Global Head of Wealth Management en Refinitiv: «En lo que sigue siendo un año lleno de acontecimientos para el grupo de Wealth Management de Refinitiv, me complace compartir la noticia de nuestra adquisición de ASI. Las capacidades digitales que ASI aporta a nuestra actual plataforma Refinitiv Digital Investor complementan perfectamente nuestro creciente conjunto de widgets y APIs. Seguimos centrados en ofrecer una mejor oferta digital a la industria de la gestión de patrimonio y a nuestros clientes a medida que continúa la digitalización y personalización de la gestión de patrimonio».
Por su parte, Ashley Longabaugh,Wealth Management Senior Analyst at Celent, ha añadido: «Una experiencia superior del cliente es un verdadero diferenciador para las empresas y plataformas de gestión en el mundo digital y altamente comercializado de hoy en día. La experiencia del cliente consiste en crear una relación proactiva y atractiva entre este y el asesor. La adquisición de ASI por parte de Refinitiv demuestra el enfoque de Refinitiv en el fortalecimiento de la experiencia del cliente-asesor al atender las necesidades de ambos».
Según una encuesta mundial de consumidores realizada en abril de 2020, el 24% de los encuestados asegura que aumentará su uso a largo plazo de la tecnología digital y el 61% espera utilizar tanto los canales digitales como los no digitales.
Las investigaciones demuestran que la adquisición de capacidades digitales avanzadas sigue siendo un desafío permanente para la industria, agravado por la forma en la que el COVID-19 ha cambiado para siempre la relación entre las empresas financieras y sus clientes. En Refinitiv, estos son los desafíos que les impulsan a habilitar tecnologías como el Digital Investor y ASI.
Refinitiv tiene una rica historia de servicio a la industria de la gestión de patrimonio desde el front office hasta el back office. Durante el último año, la empresa ha invertido fuertemente en el negocio y se ha comprometido a llevar las soluciones más avanzadas al mercado. La transformación de la firma incluye adquisiciones estratégicas como Scivantage y el lanzamiento de Refinitiv Digital Investor.
Pixabay CC0 Public Domain. La recesión tras el COVID-19 tendrá un severo impacto en los niveles de morosidad de la banca
La crisis sanitaria provocada por la pandemia del COVID-19 podría derivar en una crisis de solvencia financiera con mayor rapidez que en recesiones anteriores. Así lo apunta el último informe de Bain & Company sobre el impacto del coronavirus en el crédito del sistema bancario europeo.
Además, los datos de la consultora sugieren que la recesión económica que vendrá con el virus podría tener un impacto global “severo” en los niveles de morosidad de la banca. En España, por ejemplo, debido a la caída esperada del PIB (de entre un 9,5% y 12,4% según las últimas estimaciones del Banco de España), se podría alcanzar entre 2 y 3 veces más volumen de nuevo crédito moroso del registrado en 2009. Esto implicaría un nivel de mora de entre el 5% y el 7%, y podría alcanzar un 10% en el caso de crédito a empresas hacia final de año, según el informe.
Además, el informe apunta que esta crisis ejercerá una presión de liquidez sobre los bancos. Por un lado, se incrementarán los niveles de morosidad y disminuirán los de depósito. A la vez aumentará la demanda de préstamos por parte de personas y empresas para pagar obligaciones o sostener niveles de vida y actividad empresarial. Algunas entidades ya están tomando medidas, como el aumento marginal de la tasa de depósitos para generar liquidez, más allá de la proporcionada por el Banco Central Europeo.
“Si bien el referente previo para la crisis económica a la que nos enfrentamos podría ser la iniciada en 2008, ambas recesiones son diferentes tanto en su punto de partida como en su velocidad de desarrollo”, subrayan desde la consultora.
Por otro lado, el coronavirus se propagó a nivel mundial en menos de tres meses, seguido de un confinamiento inmediato en gran parte de los países afectados, mientras que el efecto dominó que produjo la crisis de 2008 duró casi 2 años. “Para gestionar con éxito una crisis como ésta, es necesario un plan de choque por parte de los gobiernos y las autoridades monetarias que incluya acciones concretas destinadas a romper una espiral negativa que exacerbe la crisis”, asegura Santiago Casanova, socio de Bain & Company en Madrid y coordinador de este estudio.
Concretamente Casanova afirma que estas acciones deberían incluir estímulos fiscales para individuos y empresas, ayudas crediticias en forma de préstamos y avales, programas de refinanciación bancaria a largo plazo e incluso reducción de tipos de interés. Aunque añade que, en el caso de Europa, “hay ya poco margen de maniobra en este sentido”.
Pixabay CC0 Public Domain. La incertidumbre, el dólar y las tasas reales: los principales motores que están detrás del rally del oro
El oro ha marcado un nuevo récord esta semana al alcanzar la cota de los 2.000 dólares. Los analistas señalan que es un hecho histórico, pero no una sorpresa, ya que el precio del metal precioso ha estado empujado por las tensiones entre EE.UU. y China y los temores sobre el impacto económico de la pandemia del coronavirus.
Una tendencia alcista que ya explicaban la semana pasada los analistas y que, en opinión de Steven Dunn, Head of Exchange Traded Funds de Aberdeen Standard Investments, seguirá contando con los mismos factores catalizadores. “A medida que los inversores siguen enfrentando la volatilidad y la incertidumbre, el atractivo de los activos refugio seguros como el oro y la plata sólo aumentará», apunta Dunn.
Como consecuencia, explican desde Monex Europe, “el atractivo del oro como reserva de valor se fortalece, ya que los mercados se enfrentan a la perspectiva de una prolongada recuperación global y la degradación de las monedas fiduciarias tras la notable expansión monetaria y fiscal, incluyendo al dólar”.
En este sentido, Jack Janasiewicz, gestor de carteras de Natixis IM, señala que el dólar es otro de los factores que está impulsando el oro. “El dólar ha empezado su contracción ante muchas de las principales divisas en el mundo. Y si bien algo de esto podría ser más en función de la fortaleza del euro, un dólar más débil también actúa como un catalizador para el oro a la vez que los inversores buscan una vez más un activo en el cual retener su poder adquisitivo”.
Ahora bien, ¿cómo le afectará al oro que el dólar se debilite? Según matiza Janasiewicz, cualquiera que sea la razón que se quiera citar para la debilidad reciente del dólar, este es solo otro catalizador para que el oro escale más. “El oro cotiza en dólares y si el dólar cae en valor, el oro se vuelve más barato para la compra”, explica.
Otros tres catalizadores
Dejando a un lado el efecto que tienen el dólar en el oro, Janasiewicz apunta otros tres factores que explican el rally del metal precioso. El primero son las tasas reales: “Como el oro no produce rendimientos, este siempre ha sido un argumento en contra del oro para mantener el activo. Con las tasas nominales de los títulos de renta fija tradicionales tan bajas y los rendimientos reales ahora negativos, y en movimiento más negativo aún, ese argumento ya no es un viento en contra”.
En segundo lugar, y relacionado, la oferta de activos de renta fija de refugio seguro que poseen un rendimiento negativo está aumentando cada día últimamente. En este sentido, a medida que la oferta de activos que ya no tienen un rendimiento positivo sigue aumentando, se ejerce más presión alcista sobre los activos de refugio alternativo como el oro.
Por último, desde la perspectiva de la construcción de la cartera, con los rendimientos nominales de los bonos disminuyendo, la funcionalidad de la renta fija para servir como contrapeso de la cartera y compensación del riesgo de la renta variable sigue disminuyendo.
“A medida que los bonos del Tesoro de EE.UU. se acercan cada día más al límite inferior cero, la capacidad de que los rendimientos aumenten bruscamente en tiempos de volatilidad de la renta variable se hace más difícil; es algo parecido a la convexidad negativa de los títulos hipotecarios, por ejemplo. Hay mucho más espacio para que los rendimientos se recuperen cuando están en el 4%, por ejemplo, frente a cuando están en el 0,5%.Como resultado, la utilidad que la renta fija proporciona en un contexto de construcción de carteras es cada vez menor cada día. Los bonos soberanos no están proporcionando rendimientos reales, a medida que se acercan al límite inferior en términos de su capacidad para compensar el riesgo de la renta variable en tiempos de tensión. En consecuencia, los inversores están recurriendo a otros medios de compensación del riesgo de la renta variable y el oro es una de las opciones”, explica Janasiewicz.
¿Dónde está el techo?
Ya sabemos lo que impulsa el precio del oro, pero ¿hasta cuánto podría avanzar? Janasiewicz lo ve claro: “Hasta que estos cuatro catalizadores no disminuyan, es difícil ver alguna presión significativa en la historia del oro”.
Para entender lo que está ocurriendo hay que tener en cuenta que la base de compradores de oro es un tanto diferente que aquella de los compradores tradicionales de renta fija. “El oro todavía conlleva una base más especulativa de inversionistas, una que lo cotiza como una materia prima y una posición de renta y no necesariamente como una inversión de largo plazo per se. Un ligero sesgo en este aspecto, lo cual le otorgará el potencial para una mayor volatilidad si se compara con un activo competidor como la renta fija soberana que actúa también como refugio. Debido a esto, el oro pareciera mucho más sensible a las posiciones de los inversionistas y al sentimiento que los bonos del Tesoro y activos de refugio por ejemplo, y ciertamente hemos visto un fortalecimiento constante de las posiciones en oro durante los últimos meses”, concluye el gestor de Natixis IM.
Foto cedidaKlaus Kaempfe, director de portfolio solutions de Credicorp Capital Asset Management. Klaus Kaempfe , de Credicorp Capital, analiza los efectos en los mercados financieros del uso de los fondos de pensiones para paliar los efectos de la pandemia
Klaus Kaempfe, director de portfolios solutions de Credicorp Capital AM, analizó los efectos en los mercados de las medidas aprobadas en la región andina que permiten el retiro de los ahorros de los fondos de pensiones para paliar los efectos de la pandemia en el podcast del canal de Spotify de Credicorp Capital Asset Management.
La experiencia peruana: un indicador para el caso chileno
En Perú, donde se ha permitido el retiro de hasta el 25% entre los meses de abril y mayo, el efecto en los mercados ha sido menor de lo esperado porque “las liquidaciones se hicieron en los activos más líquidos y en parte también por el apoyo del Banco Central que se dedicó a inyectar liquidez, toda la liquidez necesaria para que los fondos de pensiones pudieran realizar sus pagos”, explica Kaempfe.
El caso chileno es, sin duda, más llamativo porque es la primera vez que se aprueba alguna forma de retiro de los saldos acumulados. Para Kaempfe, el hecho de que muchos de los ahorradores puedan retirar el 100% de su saldo debido a los limites fijados, da lugar a un cambio fundamental en el papel que juegan las AFPs en el sistema.
“El mayor problema de largo plazo para el sistema de pensiones en Chile es que el 27% de los ahorradores, por estar bajo los mínimos, podrían retirar el 100% de sus ahorros y por lo mismo las AFPs dejaran de tener este contexto trasversal que hoy tienen y se acercaran más a un ahorro privado solamente de algunos grupos de la población “, augura el directivo.
En el corto plazo, y para prever el impacto en los mercados financieros chilenos, la experiencia peruana puede servir de guía. En concreto, los fondos de pensiones chilenos están invertidos mayoritariamente en renta fija local y acciones internacionales, y para Kaempfe el impacto en estos activos será acotado debido a las medidas de apoyo que puede implementar el Banco Central de Chile y por la profundidad de los mercados de renta variable internacionales.
“El Banco Central de Chile ya se encuentra en un programa de estímulo monetario que incluye recompra de bonos del mismo banco central y bonos bancarios. A este programa le quedan todavía entre 4.000-5.000 millones de dólares pendientes que podrían ponerse a disposición en caso de ser necesario”, afirma el experto.
De esta forma, el único impacto que prevén desde Credicorp es una apreciación del peso chileno como resultado de la venta de activos internacionales que no tienen cobertura cambiaria. “Perfectamente podríamos ver el peso chileno acercarse o romper el piso de los 750 pesos /dólar, o incluso estar en niveles más bajos, por un periodo corto. Hay que considerar que probablemente las AFPs van a estar repatriando entre 3.000-7.000 millones descubiertos y eso sería una presión importante si se realiza en una o dos semanas”, afirma Kaempfe.
Posibles medidas similares en Colombia
En Colombia, desde hace semanas el Congreso esta debatiendo medidas similares al retiro del 10% pero con matices. El retiro estará limitado solo para aquellos trabajadores inactivos, es decir que no hayan cotizado en el mes de julio, y que además no hayan recibido ningún tipo de ayuda gubernamental, y en opinión de Kaempfe, “estos matices le restaran impacto”.
A pesar de que la aprobación es mas sencilla que en Chile al tratarse de una ley simple, desde Credicorp Capital Asset Management prevén una demora mínima de 10 semanas en la tramitación y su escenario base es que “ el proyecto pueda continuar en tramitación todo este año e incluso alargarse incluso más allá de marzo de 2021 en caso de no llegar un consenso rápido”.
En cuanto al efecto en los mercados, en caso de ser aprobado, Kaempfe piensa que las AFPs colombianas harán uso del efectivo que disponen (3% de los fondos) y liquidarán activos de deuda pública y acciones internacionales para hacer frente a los posibles pagos. De manera similar a su previsión para el peso chileno, creen que “estas liquidaciones podrían generar una apreación significativa en el peso colombiano”.
Deuda corporativa latinoamericana, renta variable y alternativos
Para el experto, el principal problema para las AFPS desde el punto de vista de inversiones es obtener rentabilidades reales de forma sistemática por encima de la inflación en entornos de tipos de interés como los actuales, cercanos a cero.
Así, desde su punto de vista, activos como la deuda corporativa latinoamericana y la renta variable jugarán un papel muy importante para aumentar la rentabilidad en el largo plazo. De la misma manera “inversiones menos liquidas, como capital privado, deberían incrementarse y seguir ganando espacio para apoyar el desarrollo de nuestros países y al mismo tiempo seguir generando rentabilidades positivas”, concluye Kaempfe.
Wikimedia Commons. Andrés García será el nuevo gerente de inversiones de AFP Cuprum
Andrés García ha sido nombrado gerente de inversiones de AFP Cuprum, en sustitución de Gustavo Price que se desempeñaba en el cargo desde febrero de 2018. El cambio será efectivo a partir del próximo 1 de septiembre.
Con una amplia experiencia de más 20 años en la industria financiera chilena, García se incorpora desde AFP Provida, entidad para la que ha trabajado desde enero de 2017 y donde ha ocupado los cargos de gerente de estrategia y más recientemente de gerente de renta variable.
Con anterioridad, ha colaborado para distintas entidades habiéndose desempeñado, entre otros, como gerente general de Itaú Chile AGF, gerente de la división de administración de activos de Corpbanca, Chief Investment Officer en BBVA Asset Management AGF, y Head of Equities y Portfolio Manager en Santader Asset Management, según su perfil de Linkedin.
García es ingeniero comercial por la Pontificia Universidad Católica de Chile y posee un Msc en finanzas por la London Business School.
Foto cedidaChristophe Braun, director de inversiones de Capital Group.. Christophe Braun: “En cierto modo, parecerse a Japón puede no ser tan malo”
El hecho de que gran parte del mundo desarrollado se encamine hacia una situación parecida a la de Japón -un mundo de bajo crecimiento, tipos bajos y deflación- es un debate que se ha planteado con cierta regularidad desde que los tipos de interés comenzaron su implacable ruta descendente, hace una década más o menos. Si los mercados desarrollados se mueven hacia esa situación conocida como «japonización», ¿qué deberán esperar los inversores? A esta y otras preguntas nos ha contestado Christophe Braun, director de inversiones de Capital Group.
P: Se espera que Europa siga en este entorno de bajos rendimiento durante años. ¿Qué podemos aprender de Japón, que ya vive en un contexto similar desde hace mucho más tiempo?
R: Los inversores deberían esperar unos tipos bajos durante un prolongado espacio de tiempo y un rendimiento de los bonos del Tesoro de EE.UU. a 10 años de entre el 0% y el 1% durante varios años. Las perspectivas de inflación serían más inciertas y estarían cada vez más relacionadas con el tamaño del gasto y la intervención de los gobiernos. Si, a diferencia de lo que ocurre en Japón, el gasto y la monetización de un gobierno son excesivos (es decir, superan la capacidad productiva de un país), podría dar lugar a un alto nivel de crecimiento nominal y a una rápida inflación a largo plazo. Esto podría causar problemas internos, así como problemas externos para los países sin estatus de moneda de reserva o sin la capacidad de compensar los movimientos de divisas. Nuestro economista cree que el Reino Unido, Australia y Canadá son quizás los que más riesgo corren entre los mercados desarrollados. En cierto modo, parecerse a Japón puede no ser tan malo. El país podría adoptar políticas más orientadas al mercado en muchas áreas y trabajar en pro de una mayor flexibilidad de los mercados laborales. Pero Japón tiene muchos elementos positivos. Es un país rico, su tasa de desempleo está entre las más bajas del mundo y disfruta de una desigualdad de ingresos relativamente baja. También hay mucho que admirar en sus compañías. Cuando se compara con sus homólogos occidentales, la percepción es que hablamos de un tejido empresarial resistente y benevolente.
P: ¿Qué efecto tienen los tipos tan bajos?
R: Los tipos cero permiten que el sector público aumente su balance para absorber el choque de la demanda y las pérdidas asociadas a esta circunstancia. En el peor de los casos, la política fiscal y monetaria podría unificarse, y los mercados de bonos soberanos podrían desaparecer, como defiende la Teoría Monetaria Moderna. Se puede decir que Japón va por este camino, ya que su banco central posee más del 40% de los bonos del gobierno japonés. El comportamiento del sector privado puede cambiar de forma permanente con una relajación monetaria prolongada. Por ejemplo, los períodos prolongados de bajos tipos de interés pueden permitir a las empresas que se encuentran al borde de la quiebra sobrevivir con una financiación barata del mercado. Mientras tanto, la rentabilidad de los bancos se debilitaría, lo que daría lugar a una menor creación de crédito (especialmente para las pymes) y a una menor productividad. Con tipos de interés cero o negativos los hogares se verían incentivados a ahorrar más. Y todo esto contribuiría a una mentalidad deflacionaria.
P:¿Cuáles son sus expectativas para la bolsa japonesa?
R: Dado que la pandemia de la COVID-19 parece haber alcanzado su punto crítico en Japón, se espera que la actividad económica se recupere gradualmente y muchos inversores se han adelantado a esta recuperación. Además, las fuertes inyecciones de liquidez y las medidas de estímulo fiscal también han contribuido a aliviar las preocupaciones económicas y a estimular el sentimiento de los inversores. La combinación de estos diferentes factores ha impulsado al mercado japonés a recuperarse antes que los resultados de las compañías. Sin embargo, los beneficios podrían tocar fondo en los próximos meses junto con la reanudación de la actividad económica. En el entorno actual, podrían persistir las condiciones que conducen a la deflación, ya que la demanda interna se ve especialmente afectada por la crisis del coronavirus. Pero la demanda interna tiene menos impacto en la bolsa japonesa que la demanda global.
P: ¿Cuáles serán sus principales catalizadores?
Algunas cosas no han cambiado a pesar de las condiciones del mercado. Hablamos de situaciones como la guerra tecnológica entre EE.UU. y China por el 5G, y la competencia dentro del espacio de los semiconductores para satisfacer las demandas de un mundo siempre conectado. Estas son las áreas en las que las compañías japonesas podrían jugar un papel importante como suministradores de tecnología clave. Estas compañías constituyen una porción considerable del mercado de valores japonés y son cruciales para la economía global, ya que sus productos y servicios contribuyen a la transformación digital que vemos en el mundo. La gran transición de lo analógico a lo digital es un proceso que ya lleva mucho tiempo en camino, pero ahora la tecnología se está acelerando. Además del cambio que podemos ver en la robótica, los sensores y el impacto de la nube, los trabajadores japoneses son excepcionalmente hábiles en la fabricación de precisión como resultado de su tradición artesanal y la atención al detalle. Su capacidad para centrarse en un área durante años o incluso décadas es algo que es difícil de encontrar en otras fuerzas de trabajo. Esto los posiciona muy bien para ayudar a crear la infraestructura necesaria para avanzar hacia un mundo más digital. Mirando desde esta perspectiva, uno debería ser capaz de ver el lado bueno del mercado de valores japonés.
P: Japón es un mercado para selectores de valores, pero si nos fijamos en los fondos gestionados de forma activa, parecen tener muchas dificultades para superar el índice de referencia, si los comparamos, por ejemplo, con los fondos de renta variable europeos. ¿Cuáles son las razones?
R: No se debe hacer una comparación entre la bolsa japonesa y la de otros países o regiones sin tener en cuenta el peso de cada industria en los respectivos índices. Por ejemplo, un índice de acciones europeo está compuesto principalmente por grandes compañías farmacéuticas entre sus principales holdings. Por otra parte, los inversores que busquen un índice de acciones japonés encontrarán que entre sus grandes compañías hay una gran presencia de la «vieja economía», incluidos bancos y fabricantes de automóviles. En este nuevo mundo, hay cotizadas que podrán beneficiarse y prosperar, así como otras que han sido perjudicadas o lo serán una vez que la pandemia haya terminado. Dado que un índice es una colección de esos diferentes elementos, uno estará expuesto tanto a lo bueno como a lo malo al invertir en el índice a través de estrategias pasivas. La diferenciación entre los posibles ganadores y perdedores requiere un análisis fundamental en profundidad.
P: Cuando hablamos del mercado japonés, a menudo se menciona como crucial la diferencia entre las compañías orientadas a la importación y aquellas más ligadas a la exportación. ¿Es importante esta diferencia para usted a la hora de realizar la selección de compañías que entran en cartera?
R: La economía japonesa orientada a la exportación está dominada por prolíficos fabricantes de automóviles y empresas de tecnología innovadora. Muchas compañías japonesas dependen ahora de oportunidades fuera de la región para obtener una parte sustancial de sus ingresos y se ven cada vez más desafiadas por competidores no japoneses tanto dentro como fuera del país. Los analistas de Capital Group a menudo cubren múltiples regiones geográficas, por lo que un analista del sector sanitario con sede en Estados Unidos también estaría buscando compañías de la industria en Europa o Japón y viceversa. Esto hace que sea más fácil encontrar comparaciones entre cotizadas internacionales.
Tom Ross, miembro del equipo de Crédito Corporativo Global de Janus Henderson Investors. Tom Ross, miembro del equipo de Crédito Corporativo Global de Janus Henderson Investors
Tom Ross, gestor de carteras de crédito corporativo en Janus Henderson Investors, explica a continuación por qué considera improbable que los diferenciales de los bonos high yield vuelvan a alcanzar los máximos de marzo.
¿Qué ha provocado el reciente repunte de los bonos high yield?
En primer lugar, creo que el optimismo acerca de la recuperación de la economía en todo el mundo ha sido mucho mayor de lo que el mercado esperaba inicialmente, lo que coincide más o menos con nuestra perspectiva reciente. Parece que el virus está más controlado. Hay ciertos riesgos relacionados sobre los que hablaremos enseguida, pero se debe más a que las economías de todo el mundo se están abriendo en mayor medida de lo que pensábamos inicialmente. Y creemos que una de las razones es el enorme estímulo fiscal, que ha hecho que, aunque hayamos visto un aumento del desempleo, los planes de baja laboral temporal han permitido que el consumo esté muchísimo mejor que durante una crisis normal.
¿Cuáles son los principales riesgos para el mercado?
Lógicamente, se habla mucho del riesgo de una segunda ola y desde luego reconocemos que ese riesgo sigue presente, pero yo diría que una segunda ola del virus no tiene por qué provocar el mismo grado de confinamiento y de impacto económico que vimos en la primera fase. En primer lugar, la mayoría de los países están mejor preparados esta vez. Pero, además, como empieza a demostrarse, la distancia social también está logrando controlar el virus igual que un confinamiento total. Por tanto, creemos que es improbable que volvamos a un periodo de confinamiento total, lo que implica que es poco probable que volvamos a ver los amplios diferenciales de crédito de marzo en un futuro próximo.
¿Hasta qué punto ha sido eficaz la política de los bancos centrales?
Han sido muy importantes. Los bancos centrales han ofrecido una enorme cantidad de estímulo: la Reserva Federal estadounidense ha proporcionado casi dos veces y media más de estímulo que durante la crisis financiera global. Es muy importante y han «engrasado» cada una de las piezas del mercado para asegurarse de que no hay problemas de liquidez. Ha ayudado bastante a la reapertura del mercado. Ese es el factor clave.
El mercado puede repararse por mismo con el respaldo de la Reserva Federal y otros bancos centrales, que ha permitido la reapertura del mercado de nuevas emisiones. Y eso es lo que ha permitido a las empresas conseguir la financiación que necesitan para cerrar la brecha del fuerte impacto económico. Por tanto, las medidas han sido muy importantes. Y también añadiría, otro motivo del sólido repunte reciente, que Europa parece de verdad mucho más unida ahora. Y, con el anuncio del plan de recuperación para Europa y la ampliación del Programa de compras por la emergencia de la pandemia (PEEP), ha sido realmente clave para asegurar que Europa se consolida unida y se reducen las diferencias entre norte y sur.
¿Parecen atractivas las nuevas emisiones?
Lamentablemente, no tan atractivas como a principios del nuevo ciclo de emisiones. Es lo que pasa normalmente. Pero sigue habiendo algunas oportunidades selectivas. Ahora bien, algunas de las concesiones de las nuevas emisiones se han reducido mucho y, en algunos casos, hemos visto incluso emisiones con niveles más reducidos que en el mercado secundario, lo que en realidad nos indica que el mercado secundario es excesivamente amplio y pone de manifiesto la búsqueda de rendimiento. Pero, en general, de forma selectiva, sigue habiendo oportunidades excelentes para aumentar el riesgo a través del mercado de nuevas emisiones, especialmente en el high yield europeo, donde la oferta no ha sido enorme y sigue habiendo oportunidades muy buenas.
¿Es favorable el contexto técnico?
En general, el contexto técnico sigue siendo muy sólido. Hemos visto que los inversores han aumentado el riesgo, pero más hacia posiciones neutrales y reduciendo infraponderaciones, en lugar de sobreponderar mucho el riesgo en el mercado. Y, como llevamos diciendo desde hace mucho tiempo, estamos convencidos de que los inversores finales tenían poca inversión en high yield, por lo que vemos inversores que tratan de invertir en el mercado y sus flujos también están generando una demanda adicional del sector. Por tanto, desde esa perspectiva, la dinámica del mercado sigue siendo bastante positiva.
Glosario:
Rendimiento: ingresos que paga un bono como porcentaje de su precio. Un bono que pague 3 euros al año con un precio de 100 euros tendría un rendimiento del 3%. Bonos high yield: bonos emitidos por empresas con calificación inferior a la categoría de inversión (sub-investment grade) otorgada por las agencias de crédito, ya que existe mayor riesgo de que la empresa emisora no pueda cumplir sus obligaciones con los titulares de los bonos. Los bonos suelen tener un rendimiento elevado para atraer a los inversores. Diferenciales de crédito: diferencia de rendimiento entre un bono corporativo y un título de deuda pública del mismo vencimiento. Ampliación de los diferenciales: cuando aumenta (se amplía) la diferencia (el diferencial) entre el rendimiento de un bono corporativo y la de un título de deuda pública equivalente, normalmente durante periodos de incertidumbre económica y aversión al riesgo cuando los inversores exigen un rendimiento relativamente mayor a los bonos corporativos. Reducción de los diferenciales: cuando la diferencia disminuye, normalmente debido al optimismo relacionado con la economía y las perspectivas de una empresa. Estímulo fiscal: gasto público y/o menor fiscalidad para ayudar a impulsar la economía. Planes de baja laboral temporal: planes para conservar el empleo por los que el gobierno paga parte o la totalidad del salario de los trabajadores mientras estos no pueden trabajar debido a las restricciones provocadas por el coronavirus. Estímulo de la Reserva Federal estadounidense: el banco central de EE. UU. aumentó su balance en más de 2,9 billones de dólares en los primeros meses del coronavirus (del 9 de marzo al 1 de junio de 2020) para respaldar la economía estadounidense, comparado con un aumento de 1,3 billones de dólares durante la fase de pánico (del 15 de septiembre al 15 de diciembre de 2008) de la crisis financiera global. Fuente: Refinitiv Datastream, activos totales de la Reserva Federal estadounidense. Plan de compras por la emergencia de la pandemia: plan de política monetaria de emergencia creado por el Banco Central Europeo para contrarrestar algunos de los riesgos financieros que plantea el coronavirus para el sistema económico. Permite al BCE comprar activos a través del PEEP (hasta 1,350 billones de euros) para respaldar la economía. Plan de recuperación para Europa: fondo propuesto por la Comisión Europea, por un importe potencial de hasta 750.000 millones de euros, en subvenciones y préstamos para respaldar la economía de la UE. Prima de nuevas emisiones: las nuevas emisiones de bonos suelen ofrecer un rendimiento superior al de bonos similares en el mercado secundario (bonos ya emitidos) para animar a los inversores a comprarlas. Factores técnicos del mercado: situación de la oferta y la demanda de bonos, que contribuye al precio de mercado de estos. Sobreponderaciones e infraponderaciones: inversor en el mercado con una sobreponderación en bonos high yield aumentaría su ponderación por encima de la del índice de referencia habitual para la clase de activos en su cartera; y al revés para la infraponderación. Inversores finales son inversores particulares o minoristas, lo contrario de emisores institucionales.
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Pixabay CC0 Public Domain. AllianzGI recibe la máxima calificación por parte de los Principios de Inversión Responsable
La falta de normas comunes e internacionales para los factores medioambientales, sociales y de buen gobierno (ESG, por sus siglas en inglés) continúa complicando la calificación de las compañías en un negocio que, en los últimos años, ha crecido rápidamente hasta convertirse en un mercado multimillonario. Por ello, el Grupo Scope ha desarrollado un nuevo sistema de evaluación ESG independiente que incluye las cadenas de suministro mundiales y asigna valores monetarios específicos a los factores ESG.
“La inversión en ESG se ha convertido en un mercado multimillonario. Sin embargo, evaluar la sostenibilidad de cualquier empresa enfrenta tres desafíos principales”, explica Diane Menville, directora de ESG en Scope y ex-especialista en riesgo de mercado del Banco Mundial. En primer lugar, las puntuaciones existentes se basan en lo que las empresas dicen sobre sus propias actividades. Además, los informes de sostenibilidad de las empresas tienden a excluir los efectos de las actividades de los proveedores de la empresa en materia ESG y, por último, es difícil, sino imposible, «realizar una comparación de los diferentes impactos entre sí y una comparación de los impactos de diferentes empresas y sectores sin contar con indicadores estandarizados”, aseguran desde la agencia de calificación.
“Las puntuaciones de sostenibilidad se basan en la auto divulgación no estandarizada por compañías. Por otro lado, una parte clave del impacto ambiental y social proviene de las cadenas de suministro, pero los informes de sostenibilidad corporativa no pueden integrar toda esta información. Tercero, los diferentes indicadores y la ponderación desigual dificultan la comparación de resultados”, añade Menville.
El nuevo modelo de Scope busca sortear el problema del greenwashing con el uso de múltiples fuentes de datos independientes, en lugar de confiar en las evaluaciones ESG de las propias empresas. Asimismo, se aplicará un enfoque descendente, basado en datos, para evaluar las externalidades ambientales, sociales y de gobernanza para todas las actividades de la cadena de suministro de una empresa. Por último, la nueva estrategia calculará también el coste financiero de cada impacto ESG para crear una puntuación que represente la gravedad de estos en cualquier empresa o sector, de manera que puedan ser fácilmente comparados.
“Brindar a los inversores y emisores un análisis transparente basado en datos y calificar los impactos ESG completos de las empresas, incluidas sus cadenas de suministro, nunca ha sido tan importante como lo es hoy. Es vital para ganarse la confianza de los inversores y apoyar la transición a una financiación sostenible a largo plazo «, asegura Florian Schoeller, fundador y director ejecutivo de Scope Group.
Scope ofrece a los inversores su análisis ESG a través de la plataforma digital ScopeOne, que comprende más de 1.600 empresas en el índice MSCI del mercado de valores mundial. La metodología ESG de Scope es aplicable a todo el universo de empresas, desde pequeñas y medianas empresas, hasta grandes multinacionales cotizadas.
“Scope, como la principal agencia de calificación europea, tiene un papel crucial que jugar para facilitar la inversión sostenible a largo plazo, alzando la voz europea sobre las finanzas sostenibles», concluye Schoeller.