El próximo mes de octubre se llega a 11 años de la primera emisión de un CKD en el mercado mexicano. RCOCB_09 emitido por Red de Carreteras del Occidente (sector infraestructura), fue el primer CKD que se colocó en la Bolsa Mexicana de Valores que le dio acceso al inversionista institucional al capital privado a través de un vehículo público. RCOCB_09 presenta una TIR neta en pesos del 15,2% y si se consideran las entradas y salidas al tipo de cambio de cada movimiento la TIR neta en dólares es del 10,3% de acuerdo con estimaciones propias elaboradas con información pública del emisor. Estas TIR son buenas considerando que lleva 11 años la inversión y que vencerá en abril de 2038, es decir en 18 años más.
Así como tenemos esta historia de éxito para los 164 CKDs y CERPIs al 31 de agosto, tratar de evaluar el desempeño de toda una industria que vale 31.538 millones de dólares (mdd) en capital comprometido de los cuales ha sido llamado poco más de la mitad (57%) que equivalen a 18.012 mdd; el tema se vuelve más complejo ya que al ponderar a todos los CKDs y CERPIs, la TIR neta en pesos no llega a los dos dígitos ya que son diferentes los requerimientos de recursos y distribuciones y por supuesto la valuación de las inversiones que generan en lo individual los emisores y los diferentes sectores (7) a los que pertenecen. Aunado a lo anterior se tiene la problemática que en los tres primeros años (2009 a 2012), los CKDs fueron pre fondeados al 100%.
Hasta el momento solo han vencido dos CKDS y se identifican otros seis que podrían vencer este año por lo que estos dos CKDs y seis por vencer no pueden contar la historia de los 164 que hay. No se puede descartar que algunos de estos CKDs ejerzan la posibilidad que tienen de posponer su vencimiento.
A nivel agregado, en toda la vida de los CKDs los mejores años han sido 2009, 2013, 2014, 2018 y 2019 que presentan una TIR entre el 7 y el 10% la cual se ha venido mejorando conforme pasa el tiempo. Los años de 2009 y 2013 prácticamente ya llamaron el 100% del capital comprometido (100 y 96%), mientras que en 2014 van en el 71% y en 2018 y 2019 están entre el 30 y el 25% del capital llamado por lo que en la medida que se hagan las nuevas inversiones se modificarán las TIRs observadas.
Los sectores que mejor TIR en pesos presentan son los sectores de fondo de fondos, crédito, infraestructura y bienes raíces al 31 de agosto.
Al revisar las 15 TIRs sectoriales más altas por año desde 2008 a la fecha se tienen TIRs que están entre 8,0% y 16,5%. El sector infraestructura es el que ha tenido cuatro años muy buenos como fue 2009, 2010, 2012 y 2015. El sector de crédito ha tenido tres años buenos (2012, 2014 y 2019), y con dos años buenos están los sectores de bienes raíces, energía y capital privado.
Si bien las TIRs que se muestran aun no son sobresalientes en los promedios, existen 36 CKDs (al 31 de agosto) que presentan TIRs superiores al 10% que representan el 22% de los 164 CKDs. Otro dato interesante es que solo 46 CKDs han llamado el 100% del capital comprometido que significan 28% de la oferta total de CKDs y CERPIs.
Varios factores hacen ver a los CKDs con un bajo desempeño hasta el momento:
Para que el inversionista institucional (aseguradoras y AFOREs, entre otros), pudieran participar en capital privado fue necesario crear un instrumento público que estuviese listado en bolsa. Esto significó incurrir en los gastos de emisión y colocación entre otros, que un fondo de capital privado a nivel global no incurre.
El dinero no ha sido llamado al 100% por lo que muchas de las inversiones aún están en su fase inicial. A todos los CKDs y CERPIs las faltan 9 años en promedio donde 57 comenzarán a vencer a partir del 2030.
Se tienen 29 CKDs que fueron pre fondeados (100% del capital llamado en su colocación).
La oferta de CKDs promedio es de 13 por año donde se tuvo por ejemplo el caso que en 2018 se colocaron 38. Ese año la oferta fue importante ya que se permitió a los CERPIs invertir el 90% de sus recursos de forma global.
Por supuesto que hay años buenos y malos; hay sectores que requieren más tiempo para presentar resultados y también hay que reconocer que ha habido buenos y malos CKDs, pero esos solo se pueden ver conforme venzan. Las TIRs observadas seguirán cambiando y poco a poco se verán resultados.
Esto es necesario en aras no solo de la sociedad, sino también de los inversores. Pero para poder prosperar a largo plazo, una empresa no solo debe tener un propósito claro: también necesita alcanzarlo.
¿Qué significa tener un propósito?
De la misma manera que ganar dinero no suele ser motivación suficiente para prosperar en nuestra carrera, es poco probable que el mero ánimo de lucro conduzca el éxito sostenible de una compañía.
Un propósito puede adoptar muchas formas. Mientras que algunas empresas aspiran a transformar la vida de la gente en todo el mundo, otras pueden tener aspiraciones más humildes. Algunas están comprometidas a encontrar una cura para el cáncer, mientras que otras se proponen desarrollar baterías que duren más, o prestar servicios financieros a sus clientes.
Por parafrasear a Alex Edmans, de la London Business School, toda compañía debería responder la pregunta siguiente, sea cual sea su propósito: “¿Cómo contribuye nuestra existencia a hacer del mundo un lugar mejor?”.
Un propósito definido con claridad puede ser una fuerza motivadora para que el personal impulse a la compañía hacia el éxito. Su equipo directivo también debería utilizarlo como base a la hora de establecer y perseguir objetivos empresariales. Tiene sentido que los beneficios que genere este éxito se utilicen principalmente para respaldar la consecución de ese propósito.
Para que los trabajadores y la dirección compartan un sentido de misión, deben creer en él. Así, el propósito de una empresa debe estar en su ADN, consagrado como parte de su razón de ser. Un número cada vez mayor de compañías con la “certificación B Corp” llevan esto un paso más allá e incorporan en sus estatutos sus responsabilidades ante sus distintos grupos de interés.[1]
Tales aspectos gozan de un reconocimiento creciente en el mundo empresarial. En agosto de 2019, los consejeros delegados de 181 de los mayores grupos estadounidenses firmaron una nueva “Declaración sobre el propósito de la empresa [2]”. Este documento asevera que las compañías comparten un compromiso fundamental con todos sus grupos de interés —incluidos clientes, empleados, proveedores, comunidad y medio ambiente— en el marco de sus esfuerzos por crear valor a largo plazo para sus accionistas.
¿Cómo podemos distinguir entre propósito y relaciones públicas?
Está muy bien ver promesas audaces, pero al mismo tiempo es sano tomarse los enunciados de propósito corporativo con escepticismo. En el año transcurrido desde que se lanzara esta Declaración ha habido pocas acciones concretas, incluso durante un periodo en que la crisis ha brindado a estas compañías la oportunidad (y podría decirse que el deber) de mostrar un apoyo muy necesario a sus grupos de interés.
Resulta alentador que cada vez más empresas adopten objetivos no financieros para transmitir una idea de propósito social, pero estos compromisos tienen que ser más que un mero ejercicio de tachar casillas.
Por ejemplo, veremos seguramente a muchos proclamar cuánto han reducido su impacto ambiental durante 2020, pero, ¿quiénes de ellos habrán realizado este cambio de manera intencional y no obligados por las circunstancias? ¿Cuántos están comprometidos a realizar mejoras una vez cesen las restricciones del confinamiento?
Como inversores que intentan cribar las promesas audaces a fin de encontrar empresas que estén cumpliendo de verdad su propósito, necesitamos buscar indicadores de autenticidad. Los objetivos no financieros claramente definidos e integrados en la articulación de la estrategia principal de la compañía son un buen comienzo. Para evaluar lo bien que están alcanzando estos objetivos no financieros, debemos medir su progreso a largo plazo en base a parámetros relevantes.
A modo de ejemplo, supongamos que una empresa de logística global declara que su propósito es transportar mercancías de manera más sostenible. Sería razonable esperar que esta compañía demuestre lo bien que lo está haciendo a este respecto publicando indicadores de prácticas sostenibles, como el ahorro en emisiones de carbono y en árboles mediante palés reutilizables.
Cuanto más transparente sea una empresa respecto a sus objetivos y su desempeño, más probable será que esté comprometida con su propósito. Igual de importante es lo ambiciosos y relevantes que sean los objetivos fijados desde un principio. Comparar objetivos con los de sus homólogas puede ser un modo útil de evaluar lo seria que es una compañía en cuanto al logro del cambio.
A la hora de invertir con impacto positivo, mis colegas y yo buscamos un propósito corporativo claro y auténtico, articulado por una misión y una declaración de intenciones que sea a la vez ambiciosa y alcanzable, diseñado para inspirar al capital humano de la empresa.
La clave es identificar las acciones que respaldan las palabras. ¿Están los incentivos de la dirección alineados con el cumplimiento del propósito? ¿Mencionan los directivos el propósito con claridad y regularidad? ¿Influye esto de manera genuina en la estrategia de la compañía?Existe un movimiento hacia la emisión de una “declaración de propósito” estatutaria, firmada por el consejo de administración y comunicada ampliamente a los grupos de interés. Esta es una idea que respaldamos sin reservas.
¿Muestra el propósito el camino hacia el beneficio?
Dar prioridad a los intereses de grupos de interés como los empleados y la comunidad no solo gira en torno a tener una brújula moral. Cada vez más casos demuestran que hacerlo redunda positivamente en los resultados.
Estudios académicos han revelado que contar con un propósito puede ser determinante para el éxito a largo plazo, o como mínimo contribuir al mismo. Un estudio de Alex Edmans concluyó que las empresas con niveles elevados de satisfacción entre los empleados generaron rentabilidades de inversión de 2,3 a 3,8 puntos porcentuales superiores a las de sus homólogas cada año durante casi tres décadas[3].
En un estudio independiente[4], académicos de las escuelas de negocios de Columbia, Harvard y Wharton utilizaron las percepciones que tienen los trabajadores de sus empleadores para hacer un retrato del propósito de dichas compañías. Descubrieron que las empresas con un gran sentido de propósito —y, sobre todo, una gran claridad del mismo— registraron de forma sistemática un mejor rendimiento financiero y de inversión que aquellas que no lo tenían.
Esto se traduce asimismo en éxito comercial, ya que los consumidores se sienten atraídos por productos que reflejan sus propios valores personales. Por poner un ejemplo concreto, las “marcas de vida sostenible” del grupo de bienes de consumo Unilever (que respaldan activamente un cambio positivo para las personas y el planeta) crecieron un 69% más rápido que el resto de la compañía en 2018.[5]
Así, los datos apuntan a que las empresas que tienen un propósito más allá de los beneficios tienden a generar rendimientos superiores en el largo plazo. De cara al futuro, no veo por qué debería cambiar esta tendencia.
A lo largo de la última década, la sociedad ha exigido cada vez más a las empresas. Se espera que las compañías participen de manera responsable en la economía global, y que lo hagan sin menoscabo del planeta y de las personas, incluidos los trabajadores y las comunidades en las que operan.
Las empresas que ignoren esto podrían acabar viendo revocada su licencia social para operar. Y los inversores que hagan caso omiso del valor del propósito corporativo no solo se arriesgan a sufrir pérdidas, sino que podrían asimismo perderse la rentabilidad a largo plazo que pueden brindarles las compañías con propósito.
Por citar a Alex Edmans de nuevo, “para llegar a la tierra de los beneficios, hay que seguir el camino del propósito”.
Columna de Ben Constable-Maxwell, director de inversión sostenible y de impacto en M&G Investments.
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Las compañías Clairmont Advisors (Cayman) Ltd. y Octogone Group han establecido una alianza estratégica para brindar servicios de wealth y asset management para sus clientes privados, institucionales y corporativos con sede en las Islas Caimán.
A través de su inversión en Octogone Advisors (Cayman) Ltd. el grupo expande su presencia en las Islas Caimán y ofrece a los clientes locales una línea más amplia de servicios, custodios e instituciones asociadas de muchas otras ubicaciones donde el grupo ya está presente, como Ginebra, Luxemburgo, Miami, Santiago, Panamá y Nassau.
Sumado a la estrategia de crecimiento de Octogone, la mayoría de los managers y la alta gerencia de la empresa hermana de Clairmont Cayman en Miami se han unido a Octogone NA, Inc. en la misma ciudad.
Octogone y sus clientes se beneficiarán del espectro financiero regulado de las Islas Caimán y su conocida y altamente competente fuerza laboral de abogados, banqueros y contadores que convierte a las Islas Caimán en uno de los diez principales centros financieros internacionales desde los que Octogone ahora también operará.
Octogone Group, fundado en Ginebra en 1995, con más de 4.200 millones de dólares en AUM, gestiona los activos de familias e instituciones de Europa, Estados Unidos y América Latina.
«Buscamos trabajar con los mejores especialistas en wealth and asset management dondequiera que se encuentren en el mundo», dijo el CEO de Octogone Group, Jean-Marc Tornare.
Fundada en 2017 y dirigida por Nic Corsetti, Paul-Martin Seguin y Benjamin Hein, Octogone Advisors (Cayman) Ltd., anteriormente Clairmont Advisors (Cayman) Ltd., está registrada como una empresa de gestión de inversiones por CIMA (Cayman Islands Monetary Authority), conforme a la Ley Comercial de Inversiones en Valores.
Loomis, Sayles & Company, una filial de Natixis IM, anunció a Maurice Leger como director de servicio global institucional para iniciar de inmediato la transición ante el retiro de John Gallagher, vicepresidente ejecutivo y director de servicios institucionales, para marzo de 2021.
En este cargo, Leger será responsable de las funciones de distribución y asesoría a clientes, que incluye ventas, gestión de relaciones, relaciones con consultores, marketing y gestión de producto.
Leger, que previamente lideró la gestión de producto y planeación estratégica de la firma, es también miembro del consejo directivo de la firma.
“Me gustaría agradecer a John por su visión, liderazgo y sentido del humor, los cuales ha compartido con nosotros desde que me integré a la firma en 2009. El grupo de servicios institucionales que John creó está bien posicionado para ayudar a la firma a superar los retos de una industria rápidamente cambiante y capitalizar las oportunidades”, dijo Leger, en un comunicado al que accedió Funds Society.
Adicionalmente, Christopher Perkin ha sido nombrado director administrativo de desarrollo de negocios en Norteamérica. Como fundador y líder del equipo de relaciones estratégicas de Loomis Sayles, Perkin ha establecido un modelo operativo potente basado en el trabajo en equipo que has aumentado el negocio global de asesoría de la firma de 14.000 millones de dólares a más de 60.000 millones desde el 2012.
Loomis Sayles ahora está posicionado en el número 12 entre 655 gestoras en el mundo. Perkin continuará liderando el negocio de asesoría global y también asumirá la supervisión de fondos públicos, corporativos, alternativos, dotes y desarrollo de fundaciones en Norteamérica.
Por otro lado, Gene Morrison fue nominado director de gestión de producto de la firma.
Anteriormente, Morrison lideró los esfuerzos del equipo de retorno relativo en gestión de producto, ayudando a expandir el legado de global de la plataforma e incrementar los activos bajo gestión de la plataforma de $44 mil millones a $101 mil millones desde su integración en junio de 2014. Gene y Perkin reportarán a Leger.
En el caso de Gallagher, se retira en marzo del año que viene luego de 31 años con la empresa.
Como director de servicios institucionales, supervisaba ventas, manejo de relaciones, relación con consultores, marketing y desarrollo de nuevos negocios para la firma.
Cuando Gallagher se integró a Loomis Sayles, la empresa acumulaba una gestión de 20.000 millones de dólares de valor principalmente dedicado a gestionar cuentas patrimoniales. Actualmente gestionan 310.900 millones de dólares en activos bajo administración para una base de clientes realmente global.
Allianz Global Investors y Aiva Wealth Management han anunciado este viernes 18 de septiembre una asociación para ampliar aún más el alcance de distribución de AllianzGI en Uruguay, Argentina y Paraguay.
“En los 18 meses transcurridos desde el inicio del canal comercial minorista latinoamericano y de no residentes de AllianzGI en EE. UU., nos hemos centrado profundamente en ampliar el alcance de nuestra actividad y el alcance de nuestras capacidades”, dijo Alberto D’Avenia, director de EE. UU. NRB y LatAm Retail en Allianz Global Investors.
“Ahora más que nunca, estamos concentrados en ampliar nuestros socios de distribución y priorizar la proximidad. La asociación con Aiva nos ayuda no solo a mejorar nuestro soporte local para tres mercados prioritarios en Argentina, Paraguay y Uruguay, sino también a hacer crecer nuestra presencia en mercados adicionales que brindan oportunidades prometedoras para una mayor expansión ”, añadió D’Avenia.
El acuerdo de distribución brindará soporte y servicios locales a los socios de AllianzGI en el Cono Sur de América Latina y permitirá a la firma posicionar plenamente su riqueza de capacidades de inversión y asesoría a administradores de patrimonio locales, banqueros privados, corredores de bolsa independientes y family offices.
“Estamos orgullosos de anunciar la asociación con un administrador de activos que tiene una excelente reputación global y capacidades de inversión. Creemos que AllianzGI agregará un gran valor a nuestros clientes en estos tiempos inciertos, brindando amplias soluciones de inversión que pueden cumplir con los diferentes objetivos de los clientes. Desde un objetivo de ingresos estables y crecimiento de capital para inversionistas más conservadores, hasta estrategias más temáticas como el Cambio Climático o las capacidades de Inteligencia Artificial, AllianzGI tiene un historial probado en la mayoría de las clases de activos ”, dijo Santiago Queirolo, director gerente de Aiva Distribución de Fondos.
Allianz Global Investors es una gestora con 760 profesionales de inversión en 25 oficinas en todo el mundo, que tiene 604.000 millones de dólares en activos bajo administración para individuos, familias e instituciones. Activo es la palabra más importante de nuestro vocabulario.
Aiva es un grupo de Wealth Management que brinda soluciones, servicios y plataformas digitales a asesores financieros en América Latina con más de 25 años de experiencia. Aiva cubre diferentes áreas de la Gestión Patrimonial como Inversiones, Ahorros, Gestión de Activos, Vida y Seguros de Salud. Su casa matriz tiene su sede en Zonamerica en Montevideo-Uruguay, donde emplea a alrededor de 100 profesionales y está licenciada como Gerente de Activos y Asesor Financiero por el Banco Central de Uruguay.
En el noveno mes de un año loco, pensé que este sería un buen momento para recordar las lecciones que podemos aprender al observar la economía china y las relaciones entre Estados Unidos y China. Me centraré en las conclusiones de cinco temas: el enfoque de China para controlar el coronavirus; Fuerte recuperación económica de China después de la pandemia; los riesgos de que la naturaleza de esa recuperación agrave los problemas de desigualdad de China; El enfoque equivocado de Washington hacia China y el impacto potencial en la innovación en Estados Unidos; y los errores que está cometiendo Pekín al intentar desempeñar un papel más importante en el escenario mundial.
Lección 1: Tomar COVID-19 en serio salva vidas
Como he escrito muchas veces este año, mantener el coronavirus bajo control es clave para la recuperación económica de cualquier país. En China, hay razones para ser optimistas. En los EE. UU. y en muchos otros mercados importantes, bueno, no tanto.
Al 14 de septiembre, China no había informado de un solo caso de COVID-19 transmitido localmente en 30 días. El 14 de septiembre, solo había 142 pacientes de COVID-19 en hospitales chinos, frente a 655 un mes antes y 58.016 en el pico del 17 de febrero.
Desde que comenzó la pandemia, Estados Unidos, que tiene aproximadamente el 4% de la población mundial, ha registrado el 21% de las muertes por COVID-19 en el mundo. China, hogar de aproximadamente el 18% de la población mundial, ha registrado el 0,5% de las muertes por COVID-19.
Recientemente, la imagen de la evolución de la pandemia en los EE. UU. ha mejorado, pero parece haberse estancado a un nivel inaceptablemente alto. En los primeros 12 días de septiembre, hubo un promedio diario de 868 muertes en los EE. UU., O 3 muertes por cada 100,000 habitantes durante ese período de tiempo. (En comparación, durante el mes de agosto, el número promedio diario de muertes por COVID-19 fue de 986). Desde que comenzó la pandemia, EE. UU. ha registrado 59 muertes por cada 100.000 habitantes.
Sin duda, algunos de los métodos utilizados por el gobierno chino para combatir con éxito el COVID-19 serían difíciles de implementar en una democracia. Mi colega Julia Zhu ha escrito un excelente artículo sobre su experiencia reciente con la cuarentena cuando regresó a China para visitar a sus padres.
Taiwán y Corea del Sur se tomaron en serio el coronavirus en enero y los resultados son claros. Taiwán no ha informado de una muerte desde el 11 de mayo y una tasa de mortalidad de 0,03 por 100.000 habitantes. Corea del Sur ha reportado solo 31 muertes en los primeros 12 días de septiembre y una tasa de mortalidad general de menos de 1. Japón ha reportado 144 muertes este mes y una tasa de mortalidad general de 1.
Sé que algunos inversores se preguntan si se puede confiar en los datos del gobierno chino. Creo que hay dos razones para creer que, desde el 23 de enero, cuando el gobierno cerró la ciudad de Wuhan, donde se identificó el virus por primera vez, y que tiene una población mayor que la de la ciudad de Nueva York, el gobierno chino no ha falsificado deliberadamente sus datos.
Primero, si el número de hospitalizaciones y muertes fuera significativamente mayor que las estadísticas oficiales, estaríamos escuchando sobre ello en las redes sociales por parte de familiares y amigos de esos pacientes. En segundo lugar, las cifras informadas por China han sido consistentes con los datos de otros lugares de la región que realizaron esfuerzos igualmente agresivos para controlar el virus.
Lección 2: Tomar el COVID-19 en serio es clave para la recuperación económica
Con la pandemia en gran parte bajo control, la vida en China ha vuelto gradualmente a la normalidad desde marzo, y agosto fue el sexto mes consecutivo de una recuperación económica en forma de V.
La economía de China está cada vez más impulsada por la demanda interna, por lo que es importante que el gasto de los consumidores se haya recuperado. El año pasado fue el octavo año consecutivo en el que la parte de consumo y servicios (o terciario) del PIB de China fue la mayor parte. Aunque es probable que el gasto de los consumidores se mantenga más bajo de lo habitual hasta el próximo año, en términos relativos, es probable que China siga siendo la mejor historia de consumidores del mundo.
Los atascos y las largas colas fuera de los restaurantes populares han vuelto. Las ventas de automóviles han registrado un crecimiento interanual de dos dígitos durante cuatro meses consecutivos, y las ventas en línea de bienes aumentaron a un ritmo interanual de dos dígitos en cada uno de los últimos seis meses. Las ventas de viviendas nuevas han registrado un crecimiento interanual, en términos de volumen, durante cuatro meses consecutivos, luego de haber disminuido un 39% interanual durante los dos primeros meses del año. La producción industrial se ha recuperado por completo.
Las ventas en los servicios de alimentos y lugares para beber están comenzando a recuperarse, pero aún cayeron un 7% interanual el mes pasado, debido a los temores persistentes que tienen muchas personas de reunirse en interiores. Es probable que esta parte de la economía, así como otras empresas que requieren que los clientes se reúnan en espacios reducidos, tarden mucho en recuperarse por completo.
Es por eso que espero que la actividad económica de China regrese a alrededor del 80% de lo normal para fines de este año, y que el 20% final de la recuperación sea poco probable hasta después de un período prolongado de tiempo con muy pocos casos nuevos de coronavirus en China. pandemia bajo control, o el desarrollo y uso generalizado de una vacuna eficaz.
Lección 3: exacerbación del problema de desigualdad en China
La economía china se ha recuperado del coronavirus sin un drástico estímulo gubernamental. En la mayoría de los aspectos, esto es algo bueno. Pero, el gobierno no proporcionó una red de seguridad social adecuada para muchos de los más afectados por el impacto económico del coronavirus, que probablemente agravará el problema de desigualdad de ingresos del país.
Las empresas privadas de muy pequeña escala, representan aproximadamente el 28% del empleo no agrícola, y estas empresas representan aproximadamente las tres cuartas partes de los restaurantes, bares y empresas de servicios domésticos que más han sufrido por el COVID-19.
El gobierno no parece haber hecho lo suficiente para ayudar a estos trabajadores a sobrevivir al cierre y la continua renuencia de muchas personas a patrocinar negocios que se sienten riesgosos, a pesar de que la pandemia está en gran parte bajo control.
En el primer semestre del año, los ingresos netos por transferencias representaron el 18,8% del ingreso per cápita, apenas varió con respecto al 17,7% de hace un año, lo que refleja el esfuerzo mínimo del gobierno para reemplazar los salarios perdidos. En Estados Unidos, por el contrario, los beneficios sociales del gobierno representaron el 27,6% de los ingresos personales en el segundo trimestre de este año, un fuerte aumento desde el 16,6% del año anterior.
Otra forma de verlo es que los ingresos mensuales de los 178 millones de trabajadores migrantes de China, que son la columna vertebral de los sectores que más sufren el impacto, disminuyeron un 6,8% interanual hasta finales de junio, en comparación con un aumento de 6,9. % Hace un año.
Si bien no es una amenaza inmediata para el crecimiento económico o la estabilidad social, esta desigualdad es un desafío significativo a largo plazo.
Lección 4: el enfoque equivocado de Washington hacia China
En mi opinión, el enfoque actual del gobierno de Estados Unidos hacia China está equivocado y es casi seguro que dañará, en lugar de ayudar, a la economía estadounidense.
El enfoque está equivocado en parte porque no reconoce que, durante los últimos 40 años, el compromiso entre los dos países ha conducido al progreso. La mayoría de los chinos tienen una vida más sana y cómoda, y disfrutan de una libertad personal mucho mayor. China ha apoyado los esfuerzos de Estados Unidos para limitar la propagación de armas nucleares y resolver la disputa en la península de Corea.
Si bien China claramente no ha cumplido con todos sus compromisos con la OMC, ha hecho lo suficiente para permitir que GM venda más automóviles en China que en los EE. UU. Antes del brote de COVID-19, Nike disfrutó de 22 trimestres consecutivos de crecimiento de ingresos de dos dígitos. en China. Y China es especialmente importante para la industria estadounidense de semiconductores. Las ganancias de las ventas a China ayudan a financiar la I + D de las empresas tecnológicas estadounidenses.
Desde que China se unió a la OMC en 2001, las exportaciones estadounidenses a ese mercado aumentaron más del 500% en 2017, en comparación con un aumento del 100% para el resto del mundo. Antes de la disputa arancelaria actual, China era el mercado extranjero más grande para productos agrícolas estadounidenses, con un aumento del 1.000% desde que se unieron a la OMC.
La estructura de la economía china también ha cambiado para mejor. Cuando trabajé por primera vez en China, en 1984, no había empresas privadas; todos trabajaban para el estado. Ni siquiera se podía encontrar un restaurante de gestión privada. Hoy en día, casi el 90% del empleo urbano se encuentra en pequeñas empresas empresariales de propiedad privada.
De manera más general, debemos reconocer que no es posible desvincularse de la economía de China, que el año pasado representó el 40% del crecimiento económico mundial, mayor que la participación combinada del crecimiento mundial de Estados Unidos, la UE y Japón. Además, será muy difícil para Estados Unidos abordar problemas globales como el cambio climático, la proliferación nuclear y el tráfico de drogas sin la cooperación del gobierno chino.
Me gustaría discutir un ejemplo de cómo es probable que un enfoque diseñado para aislar o contener a China sea contraproducente para la economía estadounidense. El enfoque de la administración actual hacia la inmigración y los estudiantes extranjeros ya ha llevado a una fuerte disminución en la emisión de visas de estudiantes, y si esta tendencia continúa, es probable que resulte en menos innovación y menos creación de empleo en los EE. UU.
El Departamento de Estado de EE. UU. informa que la emisión de visas de estudiante (F-1) a solicitantes chinos disminuyó en un 29% en el año fiscal 2019 del gobierno en comparación con el año fiscal 2016. Y no solo los estudiantes chinos decidieron irse a otro lugar: durante el mismo período, las visas F-1 emitidas a estudiantes indios disminuyeron en un 30% y la emisión total de visas F-1 disminuyó en un 23%.
Un nuevo estudio publicado por la Oficina Nacional de Investigación Económica explica una de las razones por las que esta tendencia es preocupante: «los inmigrantes parecen ser muy emprendedores» y «los inmigrantes en los EE. UU. también tienen una probabilidad desproporcionada de tener STEM [ciencia, tecnología, ingeniería, matemáticas ] grados ”.
El estudio, escrito por profesores de las escuelas de negocios del MIT, la Universidad de Pensilvania y la Universidad de Northwestern, junto con un economista de la Oficina del Censo de EE. UU., encontró que “los inmigrantes crean empresas a tasas más altas que las personas nativas. En segundo lugar, los inmigrantes no simplemente inician pequeñas empresas. Más bien, tienden a iniciar más empresas de todos los tamaños, en comparación con las personas nacidas en Estados Unidos «.
“En general”, escriben los autores, “la inmigración en la red parece ser un generador de empleo neto en la economía de los Estados Unidos cuando se incluyen inmigrantes no autorizados. . . estos hallazgos sugieren que los inmigrantes-fundadores no solo son importantes creadores de empleo, sino que tampoco parecen crear empleos con salarios más bajos”.
Los inmigrantes también son importantes para la innovación estadounidense. “Los inmigrantes representan actualmente alrededor del 14% de la fuerza laboral de EE. UU., pero representan más cerca de una cuarta parte de las patentes de EE. UU... Las empresas con un fundador inmigrante tienen aproximadamente un 35% más de probabilidades de tener una patente que las empresas sin fundadores inmigrantes «.
Estos hallazgos son consistentes con los reportados en un estudio de 2019 de datos de la Oficina de Patentes de EE. UU. realizado por investigadores de la Universidad de Stanford: “Encontramos que, en el transcurso de sus carreras, los inmigrantes son más productivos que los nativos, según se mide por el número de patentes, citas de patentes y el valor económico de estas patentes. Los inventores inmigrantes también parecen facilitar la importación de conocimientos extranjeros a Estados Unidos, y los inventores inmigrantes dependen más de tecnologías extranjeras y colaboran más con inventores extranjeros «.
Un estudio de 2016 publicado en el Journal of Economic Perspectives encontró que «La migración global de inventores y la concentración resultante en un puñado de países han sido bien documentadas». Basándose en los registros de patentes de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, los autores concluyeron: «Estados Unidos ha recibido un enorme excedente neto de inventores del extranjero, mientras que China e India han sido los principales países de origen».
Lección 5: Beijing también está cometiendo errores importantes
China ha llegado claramente al escenario económico mundial. Como se señaló anteriormente, el año pasado China representó el 40% del crecimiento económico mundial.
Si el gobierno chino quiere un papel de liderazgo global acorde con su estatura económica, debe seguir los principios aceptados globalmente, tanto para el comercio como para la forma en que trata a sus propios ciudadanos.
Con respecto al comercio, señalé anteriormente que China ha cumplido muchos de sus compromisos con la OMC. Pero hay muchos otros compromisos no cumplidos.
Hace más de 20 años, el gobierno chino firmó el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (ICCPR). Beijing aún no ha ratificado este tratado, pero al firmar el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, el gobierno manifestó su aceptación de las mejores prácticas globales de gobernanza, incluida la protección de los derechos a la libertad de pensamiento, conciencia y religión; los derechos a la libertad de expresión y reunión pacífica; y protección de los derechos de las minorías étnicas, religiosas y lingüísticas. Al cumplir con estos compromisos, el gobierno chino se aseguraría un papel mucho más importante para sí mismo en la comunidad global.
Cuando el índice S&P 500 repuntó más de un 12% desde mediados de junio hasta finales de julio, los inversores empezaron a preguntar si el mercado había tocado fondo. Aunque resulta imposible responder a la pregunta sin analizar la situación con la distancia necesaria, exponemos a continuación algunas observaciones históricas para brindar algo de perspectiva.
Un repunte de mercado representa un acontecimiento que se asemeja en muchos aspectos a una fiesta. Una vez que el impulso cobra forma, todo el mundo quiere sumarse. Los últimos en hacer acto de presencia desconocen lo que están celebrando, solo saben que están en el lugar adecuado y relegan las consecuencias a un segundo plano.
Por su parte, los puntos mínimos del mercado representan un proceso más que un acontecimiento y, al igual que las resacas, exigen un tiempo de recuperación y suelen tener un regusto a arrepentimiento. El proceso que lleva al mercado a tocar fondo permite acabar con el apalancamiento excesivo y con aquellos actores que han permanecido demasiado tiempo en la fiesta. Lo sucedido tras el estallido de la burbuja de las «puntocom» entre 2000 y 2002 y las consecuencias de la crisis financiera mundial en 2008 y 2009 constituyen buenos ejemplos de ello.
Si bien los datos sobre las posiciones sugieren que las instituciones (fondos de inversión, hedge funds, planes de pensiones, etc.) disminuyeron con creces el riesgo en sus carteras en 2021 y han hecho lo propio en 2022, la renta variable que mantienen los hogares estadounidenses sigue situándose cerca de máximos históricos, según la Reserva Federal estadounidense. Históricamente, los procesos que llevan al mercado a tocar fondo han constituido mecanismos de saneamiento. Durante el proceso de saneamiento, todo el mundo acusa el dolor, pero me pregunto si hemos sentido todo el que teníamos que sentir.
Unos desequilibrios excesivos
Los ciclos económicos suelen terminar cuando los desequilibrios pasan a resultar demasiado grandes y se corrigen de forma drástica. A finales de la década de 1990, encontrábamos los excesos en el segmento del hardware tecnológico. Fabricamos demasiados ordenadores personales y enrutadores y tendimos un volumen excesivo de cableado de fibra óptica, entre otros factores, lo que impulsó el auge de Internet. Al cambiar de siglo, este exceso de fabricación se corrigió de forma dolorosa en el conjunto de la economía en general y en los valores tecnológicos y de Internet en particular. Unos años después, asistimos al surgimiento de una nueva burbuja en forma de concesiones de crédito excesivas a consumidores estadounidenses, especialmente a prestatarios hipotecarios, lo que, como cabía esperar, se tradujo en excesos de gran calado tanto en el sector bancario como en el sector inmobiliario residencial, y su corrección desencadenó la crisis financiera mundial.
Desde un prisma histórico, ha existido un patrón constante de desequilibrios económicos y de mercado recurrentes. No obstante, en ocasiones resultan difíciles de detectar para el observador profano al no concentrarse en un sector concreto, como el tecnológico o el de la vivienda.
Desde el final de la crisis financiera mundial hasta el estallido de la pandemia a principios de 2020, las sociedades no bancarias recibieron una cantidad excesiva de crédito (tanto público como privado). Sin embargo, no emplearon ese capital para incrementar la producción de bienes o servicios, como demuestra el anémico crecimiento de la década de 2010, la más endeble a efectos de crecimiento en 150 años. En lugar de utilizar el capital para mejorar los ingresos orgánicos y el crecimiento de los beneficios, las empresas financiaron unas distribuciones de dividendos más elevadas, recompras de acciones y operaciones de adquisición para generar un crecimiento inorgánico en todos los sectores, a excepción del financiero. Ello explica por qué la década de 2010 dio lugar a unos beneficios desmesuradamente elevados pero registró una débil expansión económica y una disparidad de riqueza histórica entre los propietarios del capital y la mano de obra. Los excesos de este último ciclo económico fueron el apalancamiento corporativo y los beneficios.
En febrero de 2020, la disponibilidad del crédito se esfumó. Las empresas presentaban una situación de infracapitalización y dio comienzo un proceso de reajuste en la economía y el mercado que las autoridades políticas frustraron. Ello tuvo como consecuencia la creación de más deuda corporativa, así como la reaceleración de los beneficios al ritmo más rápido de la historia.
¿Vamos camino de tocar fondo?
Hasta que se corrijan los excesos descritos anteriormente, a saber, el apalancamiento financiero excesivo, la inversión insuficiente en el plano de la producción y el sobrecalentamiento de los beneficios, me muestro escéptico sobre la posibilidad de que pueda afianzarse una recuperación duradera. Si bien no soy economista, no hace falta serlo para saber que los estímulos del periodo de la pandemia no permitieron reponer unas reservas de capital que habían quedado agotadas y tampoco se tradujeron en inversiones en activos productivos, lo que habría sentado las bases para registrar un crecimiento económico sostenible. En lugar de invertir en inmovilizado material o en investigación y desarrollo, el Gobierno emitió unos volúmenes de deuda que antes resultaban inconcebibles para que los consumidores pudiesen comprar más bienes de los que la economía era capaz de producir. ¿Cuál ha sido el resultado? Tenemos una inflación del 9%*.
En mi opinión, a medida que el crecimiento siga disminuyendo, también lo harán los ingresos de las empresas. Las empresas presentan costes fijos que deben cubrir con los ingresos, y dichos costes son ahora estructuralmente más elevados que antes gracias al aumento del coste de la mano de obra, los intereses de la deuda y el cumplimiento de los criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ASG). A nuestro juicio, ello conllevará unos menores márgenes de beneficios y un ajuste en los precios de los activos para reflejar esta realidad cuya materialización se ha demorado considerablemente.
¿Cuándo lo sabremos?
Históricamente, los mercados han solido tocar fondo cuando los inversores se dan por vencidos (es decir, cuando dejan de mostrar interés, prometen no volver a invertir jamás y ya no preguntan si estamos en el punto mínimo). He vivido dos veces ese momento y no creo que hayamos llegado aún a ese punto. No obstante, cuando los inversores dejen de preguntar si hemos tocado fondo, querrá decir que hemos llegado a él.
Foto cedidaDarío Valdizán, director de Buy Side Research, Renta Fija, Renta Variable y Soberanos en Credicorp Capital y autor del informe . América Latina: Esperanza Renovada
El incremento de deuda relacionada al COVID-19, unido a los altos niveles de contagio de la región y las importantes reformas estructurales debatidas por actores políticos en Latinoamérica hacen que el futuro de la región se enfrente a ciertos desafíos. No obstante, desde Credicorp Capital subrayan que, a pesar de que el horizonte se mantiene volátil, aún ven atractivas oportunidades de inversión.
Darío Valdizán, director de Buy Side Research, Renta Fija, Renta Variable y Soberanos en Credicorp Capital y autor del informe, destaca que la continua recuperación en China, en combinación con la debilidad del dólar, ha incrementado los precios de las materias primas. Esto, a su vez, ha beneficiado a las monedas latinoamericanas. Sin embargo, recuerda que es necesario ser muy selectivos debido a la incertidumbre relacionada a niveles de deuda y dinámica fiscal.
Crecimiento de China y materias primas
En cuanto a la inversión en activos fijos, la gestora espera que, aquellas relacionadas al crecimiento en China, sean el soporte de una creciente demanda de cobre y mineral de hierro, favoreciendo a países como Chile y Perú. Por el lado de la demanda interna, la combinación de un despliegue más eficiente de los programas de apoyo del gobierno en Brasil y una mayor penetración del comercio electrónico, será un soporte a los productos de consumo básico.
Por otro lado, el fin de la primera ola de contagios ha comenzado ya en la región, favoreciendo un aumento en la movilización y en la recuperación de las economías. No obstante, la posibilidad de una segunda ola de la pandemia sigue siendo una preocupación.
Análisis de deuda soberana y corporativa
Del mismo modo, el informe advierte que se producirá un deterioro en las métricas crediticias de los bonos soberanos de América Latina, no obstante, descartan que pierdan su Grado de Inversión (GI) a excepción de México y Colombia. Para estos dos países, el estudio prevé que la pierdan en los próximos 18 meses.
“Por el lado de la deuda corporativa, las compañías Latinoamericanas estaban mejor preparadas para afrontar la crisis con niveles de endeudamiento bajos y balances sólidos. En la actualidad, los spreads corporativos en Latinoamérica son más atractivos que los de Estados Unidos u otros mercados emergentes” explica el informe. En este sentido, creen que los activos latinoamericanos ofrecen una propuesta de riesgo-retorno atractiva.
Un mundo con tasas bajas
No obstante, el informe destaca que el golpe económico resultante de la crisis causada por el COVID-19 llevará a un mundo que opera con tasas de interés reales más bajas, impulsando precios más altos de los activos. La eficacia de los programas de transferencia de ingresos y el incremento en el gasto público para mitigar el cierre repentino de la actividad económica refuerza la tesis de que estos instrumentos serán utilizados para alargar los ciclos económicos.
“En América Latina, hasta ahora, solo Brasil va por ese camino. En las otras economías, principalmente Perú, la crisis ha sacado a relucir ineficiencias estructurales que limitan la capacidad del gobierno de identificar y alcanzar a la población más vulnerable. Por lo tanto, se hace evidente la necesidad de inversión en infraestructura digital, sanitaria y pública si se quiere materializar el PIB potencial”, explica Valdizán.
Por un lado, los andinos (Chile, Colombia y Perú) encuentran apoyo en la recuperación de la demanda externa impulsada por el estímulo de China, lo que implicaría mejores resultados en sectores de materia prima y manufactura. Por otro lado, las grandes economías (Brasil y México) se suman a las plataformas de comercio online, minoristas, financieras, inmobiliario industrial y exportadoras. En este escenario desde la gestora subrayan oportunidades atractivas en una combinación de sectores relacionados a la exportación y nombres de consumo con plataformas tecnológicas sólidas.
“Respecto a la renta fija, todavía vemos los spreads corporativos de América Latina más atractivos en comparación con Estados Unidos u otros mercados emergentes, incluso considerando la rápida recuperación de 880pbs versus el pico en marzo. Adicionalmente, la mayoría de las empresas latinoamericanas estaban bien preparadas para la crisis, con menores niveles de apalancamiento y mayores niveles de solvencia en comparación a la crisis anterior”, asegura el informe. En este sentido, desde la firma prefieren elegir nombres en la industria de consumo no discrecional y los servicios públicos por su resiliencia durante la crisis.
Así, en una región donde la incertidumbre es constante, la gestora aboga por un proceso de inversión disciplinado con una investigación paciente y enfocada en las bases. “El COVID-19 está retrocediendo, la ansiedad ha exacerbado las reformas populistas, pero no ha descarrilado la región, ni creemos que lo hará. Nos alientan ciertas tendencias que se pueden ver en sectores con crecimiento secular y empresas con balances saludables”, concluye el informe.
Pixabay CC0 Public DomainJohn Pattullo, codirector de renta fija estratégica de Janus Henderson Investors. John Pattullo, codirector de renta fija estratégica de Janus Henderson Investors
John Pattullo, codirector de renta fija estratégica en Janus Henderson Investors, explica en esta entrevista cómo la supresión de la volatilidad por la Reserva Federal estadounidense durante la crisis del COVID-19 ha provocado la «japonificación» del mercado de deuda corporativa de EE.UU.
P: ¿Cuáles son las principales ideas que han barajado en los mercados de renta fija en Janus Henderson?
R: Me gustaría hacer un breve repaso sobre las ideas de nuestro equipo. HSBC acuñó la expresión «la década de la negación», que se refiere a los tipos más bajos durante más tiempo, la menor inflación, el menor crecimiento y los menores rendimientos de los bonos, que muchos niegan, sobre todo en Estados Unidos y no tanto en Europa. Esa nuestra perspectiva desde 2013, cuando empezamos a hablar sobre la tesis del estancamiento secular de Richard Koo [de Nomura]. Ahora bien, no anticipamos ni la crisis del COVID-19 ni la crisis del petróleo. Evidentemente, la evolución seguida por los rendimientos de los bonos no nos sorprende, aunque sí nos extraña algo la velocidad.
P: ¿A qué se refiere con que la «japonificación» ha llegado a EE.UU.?
R: La «japonificación» de Europa era una cuestión importante y ha funcionado bien para nosotros y para nuestros inversores. Creemos que se está extendiendo de verdad y que ha llegado a los mercados de bonos corporativos estadounidenses. Si nos fijamos en Japón, lo que ha hecho es banco central es suprimir totalmente la volatilidad. Se trata de un entorno casi ideal, idílico, para la inversión en bonos corporativos investment grade. A ello hay que añadir el respaldo de la Fed [Reserva Federal estadounidense] al investment grade y, en menor medida, un cierto riesgo de impago del high yield con la compra de bonos corporativos investment grade y high yield. Por si fuera poco, una búsqueda de rendimiento masiva, casi desesperada… Llevo en esto ya 20 años y lo único que me dicen es «dame rendimientos fiables y razonables».
P: ¿Qué movimientos han predominado en el mercado? Flujos inusualmente importantes y existencias muy limitadas
Además, como he comentado, ha habido importantes entradas de capital y existencias muy limitadas disponibles, con una gran participación de los compradores extranjeros en los mercados de bonos corporativos estadounidenses, pues la cobertura de los costes en su divisa local se ha reducido debido a la caída de los tipos de interés. De hecho, creemos que los bonos corporativos estadounidenses son bastante baratos en términos relativos a escala internacional y creemos que la búsqueda desesperada de rendimiento seguramente va a continuar. Si nos fijamos en Japón, donde está la prueba, la supresión de la volatilidad y las caídas del MOVE y del VIX sugieren que los bancos centrales han eliminado la volatilidad. Se trata de un entorno excelente para la inversión en bonos corporativos.
En cierto modo, los bonos de calidad con rendimientos razonables se han convertido prácticamente en los nuevos bonos soberanos, son casi el nuevo tipo libre de riesgo. Los valores conocidos son ahora prácticamente los nuevos soberanos, el nuevo tipo de referencia, ya que la curva de deuda soberana se ha hundido completamente. Esto es exactamente lo que vimos en Europa y justo lo que está sucediendo en Estados Unidos y, además, de forma muy rápida. Pero aun así, creemos que algunos siguen infraponderando los bonos y los flujos son realmente impresionantes, casi escalofriantes, aunque llevo en esto desde hace mucho tiempo.
P: ¿Cuáles son las ideas más recientes y qué análisis está realizando el equipo?
R:Por último, me gustaría comentar algunos aspectos destacados del análisis realizado recientemente por el equipo. Escribí un artículo titulado «Entonces… ¿qué pasa con la inflación?». Y creo que la gente no debería confundir el aumento cíclico inevitable de los retrasos y la volatilidad de los precios en las materias primas, la madera, el oro y el cobre —un respiro cíclico— con un cambio secular o estructural. Y ese será probablemente el debate del año que viene. He mencionado el artículo de Nick «De exceso de bonos a escasez de bonos» y Jenna [Barnard] ha escrito junto con Nick un nuevo artículo hace poco sobre la ruptura del vínculo entre las caídas del PIB y las tasa de impago.
En EE.UU., las tasas de impago aumentarán, porque los componentes del índice están peor en general y hay menos rescates por parte del gobierno. Mientras tanto, en Europa, creemos que las tasas de impago podrían ser bastante bajas: zombificación de los valores, pero con un masivo apoyo de los gobiernos. Alemania, por ejemplo, ha aportado a TUI casi 3.000 millones de euros a través de varios organismos. Han dado 9.000 millones a Lufthansa y, a diferencia de EE.UU., en Europa hay una gran socialización del riesgo. Una diferencia desde luego interesante.
Por tanto, en resumen, seguimos siendo bastante optimistas. Los diferenciales de los bonos corporativos han avanzado mucho, pero la supresión de la volatilidad, al igual que sucedió en Japón, es lo más importante.
Nota:
El rescate público de Lufthansa ascendió a 9.900 millones de dólares (8.300 millones de euros), al tipo de cambio del 14 de agosto.
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Emitido por Janus Henderson Investors. Janus Henderson Investors es la denominación con la que ofrecen productos y servicios de inversión Janus Capital International Limited (número de registro: 3594615), Henderson Global Investors Limited (número de registro: 906355), Henderson Investment Funds Limited (número de registro: 2678531), AlphaGen Capital Limited (número de registro: 962757), Henderson Equity Partners Limited (número de registro: 2606646) (registradas en Inglaterra y Gales, con domicilio social en 201 Bishopsgate, Londres EC2M 3AE y reguladas por la Autoridad de Conducta Financiera) y Henderson Management S.A. (número de registro: B22848, con domicilio social en 2 Rue de Bitbourg, L-1273, Luxemburgo y regulada por la Commission de Surveillance du Secteur Financier).
Foto cedidaEric Varvel, Global Head of Asset Management and Chairman of the Investment Bank at Credit Suisse. Credit Suisse AM and Qatar Investment Authority Partner to Create a Private Credit Platform
Credit Suisse y la Autoridad de Inversiones de Qatar (QIA) han anunciado un acuerdo estratégico por el cual QIA se asociará con Credit Suisse AM para formar una plataforma de crédito privado directo de varios miles de millones de dólares. Según explica, la finalidad es proporcionar financiación principalmente en forma de préstamos garantizados de primer y segundo nivel a empresas de mediana y gran capitalización y las empresas más grandes de los Estados Unidos y Europa.
La plataforma forma parte del Credit Suisse Asset Management’s Credit Investments Group (CIG), que está dirigido por el director global y CIO, John Popp. El equipo de CIG es uno de los más grandes y experimentados proveedores de soluciones de financiación apalancada del sector, con aproximadamente 60.000 millones de dólares en posiciones crediticias sin grado de inversión. Durante más de 20 años, a través de varios ciclos de mercado, CIG ha mantenido un enfoque disciplinado y ha demostrado una experiencia líder en la obtención y el servicio de relaciones crediticias.
“Creemos que esta asociación estratégica con QIA ofrece oportunidades únicas para los prestatarios que buscan soluciones de crédito para asociarse con nuestras firmas de gestión de activos y banco de inversión. Credit Investments Group, dentro de Credit Suisse Asset Management, cuenta con amplias relaciones industriales y crediticias que, combinadas con los negocios de financiación apalancada de Credit Suisse, nos posiciona para proporcionar capital y liquidez al mercado crediticio privado», explica Eric Varvel, responsable global de gestión de activos y presidente de banca de inversión de Credit Suisse.
Por su parte, Mansoor Al Mahmoud, director general de QIA, ha destacado la oportunidad que ve en esta operación. «Vemos un potencial significativo en el creciente mercado de crédito privado y estamos entusiasmados por trabajar una vez más con Credit Suisse. Esta asociación estratégica, con uno de los principales firmas de gestión de activos, está en consonancia con los objetivos de QIA como inversor diversificado en todas las clases de activos».
“Esta plataforma de crédito privado es una extensión natural de nuestro negocio como proveedor líder de soluciones de capital para empresas sin grado de inversión en los EE.UU. y Europa Occidental. El entorno actual del mercado presenta un punto de entrada ideal en el espacio de crédito privado, con el capital y la liquidez premium”, ha añadido Popp.