Pixabay CC0 Public Domain. Union Bancaire Privée anuncia la adquisición de Millennium Banque Privée - BCP
Credit Suisse Asset Management ha anunciado la transformación del fondo Credit Suisse (Lux) Small and Mic Cap Europe Equity Fund hacia una estrategia enfocada en las empresas familiares europeas. Según informa la gestora, el fondo pasará a denominarse Credit Suisse (Lux) European Entrepeneur Equity Fund, y tratará de “captar el potencial de este atractivo segmento de mercado”.
El fondo, lanzado originalmente en 1994, ha invertido tradicionalmente alrededor de dos tercios de sus activos en negocios europeos de pequeña y media capitalización, favoreciendo empresas familiares. Desde el 14 de enero de 2021, el fondo se enfocará predominantemente en este atractivo segmento de mercado, que incrementará su alcance para incluir empresas en todos los rangos de capitalización.
Desde la gestora indican que, con este cambio de enfoque, el universo de inversión se ampliará para incluir empresas de todas las capitalizaciones de mercado. El fondo rebautizado, dirigido por Gianfranco Iafigliola, también incorporará en su proceso de inversión los criterios ESG definidos en el Marco de Inversión Sostenible de Credit Suisse.
«Como banco líder para empresarios, en Credit Suisse tenemos una larga tradición de apoyo y trabajo con empresas familiares. Las empresas familiares como grupo han superado en general los mercados de valores más amplios en todo el mundo en las últimas décadas, y la diferencia es especialmente grande en Europa. Esto se debe principalmente a la propiedad comprometida de los empresarios en sus negocios, a un mejor rendimiento corporativo, a un menor apalancamiento y a un fuerte enfoque en las decisiones de inversión a largo plazo, que permiten a estos negocios mantenerse resistentes en situaciones de mercado adversas y luchar por un crecimiento sostenible a largo plazo”, ha destacado Filippo Rima, director de renta variable de Credit Suisse Asset Management.
Desde la gestora matizan sobre el fondo: “Domiciliado en Luxemburgo, el Credit Suisse (Lux) European Entrepreneur Equity Fund cumple con los requisitos de los OICVM y proporciona liquidez diaria”.
Pixabay CC0 Public Domain. Así es el camino de vuelta de EE.UU. al Acuerdo de París y sus consecuencias para la inversión sostenible
El universo de los ETFs sigue creciendo. Según las estimaciones de Cerulli Associates, en el mercado estadounidense, los activos gestionados por estos vehículos de inversión podrían multiplicarse de aquí a 2030. “En EE.UU. el mercado siguió creciendo durante 2020 y, pese a la situación de la pandemia, alcanzó los 5 billones de dólares”, apunta la firma.
Según sostiene en su informe U.S. Exchange-Traded Fund Markets 2020: Broadening Product Use, a medida que la industria crece, y se espera que se multiplique en la próxima década, “los emisores tendrán la oportunidad de generar ingresos significativos a través de una mayor variedad de exposiciones diferenciadas más allá del núcleo de productos básicos”.
En su opinión, la industria de los ETF está experimentando un cambio trascendental. Según indican el 79% de los emisores de ETFs en Estados Unidos están desarrollando o trabajando para ofrecer vehículos activos más transparentes, a pesar de que solo un 3% de ellos cuenta ahora mismo con este enfoque.
En cuanto a las categorías, en el mercado estadounidense, el desarrollo de productos se sigue centrando en los productos de renta fija y de renta variable. Por ello, desde Cerulli Associates advierten de que es muy posible que estas dos categorías de productos ya estén muy saturadas. En cambio, los emisores pueden tratar de lanzar productos temáticos y bajo criterios ESG, según desvela su última encuesta. «Estos productos permiten una mayor diferenciación y atractivo para los inversores y asesores más jóvenes», afirma Daniil Shapiro, director asociado de Cerulli Associates. Además, añade que los asesores también están más dispuestos a utilizar ETFs de renta fija, tanto pasivos como activos, después de “superar la prueba” de volatilidad que ha supuesto el COVID-19.
Según el documento, varios catalizadores ayudarán a hacer crecer tanto los ETFs activos como el dinero que gestionan: la dinámica más competitiva del mercado, una regulación más sencilla y la voluntad de los asesores de utilizar una mayor variedad de ETFs. Eso sí, en sus conclusiones deja una advertencia: lo fundamental será diferenciarse del resto de ETFs del mercado.
«A medida que los emisores perciben cada vez más que el panorama pasivo de los ETFs está saturado de productos y comprimido por las comisiones, la capacidad de diferenciarse será clave para generar ingresos», señala Shapiro. La regulación, es decir, la aprobación de la Regla 6c-11, facilita a los emisores el lanzamiento de ofertas activas transparentes. Además, los asesores indican una mayor apertura a la utilización de ETFs activos más transparentes o al menos así lo afirma el 50% de los encuestados.
Desde Cerulli indican que, a medida que los ETFs se transforma y se convierten en un vehículo más allá de sus posiciones pasivas, los inversores podrán usarlos para lograr más de sus objetivos financieros, y sugieren que los emisores deberían pensar en su papel de atender las necesidades de los clientes a lo largo de su ciclo de vida, ya que hay mucho espacio para la innovación dentro de este mercado.
Aun así, advierte que la saturación del mercado en torno a ETFs de activos tradicionales puede reformularse con un nuevo enfoque. “Las gestoras que quieran tener éxito tendrán que asegurarse de que los productos se lanzan con intencionalidad y se dirigen a segmentos de mercado distintos, y no simplemente por la urgencia de actuar», concluye Shapiro.
BBVA México actuó como Intermediario Colocador en la emisión del bono verde de Fibra Prologis por la cantidad de 375 millones de dólares. De esta manera la compañía debuta en el mercado mexicano de deuda con el primer bono verde dolarizado de una Fibra emitido en México.
La transacción consistió en un bono, denominado en dólares, a 12 años a tasa fija, amortizable en partes iguales en el año 8, 10 y 12. El bono pagará cupones fijos de 4.12% durante su vigencia.
La operación fue bien recibida por la comunidad inversora al participar importantes inversionistas institucionales, logrando una demanda total de 1.9 veces el monto objetivo de la transacción.
Este bono es parte del Marco Sustentable Global de Prologis, por el cual Sustainalytics emitió una opinión favorable. La misma se puede consultar en la página web de la compañía. Este tipo de instrumentos financieros, contribuirá a que Fibra Prologis siga invirtiendo en instalaciones verdes que permitan eficiencias energéticas a través del uso de energías renovables.
Álvaro Vaqueiro, director general de Banca Corporativa y de Inversión, comentó: “Este es un proyecto en el que BBVA y Prologis veníamos trabajando desde hace varios meses y finalmente se ha concretado exitosamente. Felicitamos y reconocemos el liderazgo de Prologis dentro de la industria de Fibras en México, así como en el mercado de logística en el mundo”. El directivo también señaló que esta operación se enmarca en la importante estrategia de sustentabilidad del Grupo BBVA a escala global.
FIBRA Prologis es un fideicomiso de inversión en bienes raíces especilizado en inversión y administración de inmuebles industriales clase A en México. Al 30 de septiembre de 2020, FIBRA Prologis consistía de 201 inmuebles destinados a logística y manufactura ubicados en seis mercados industriales en México, con una Área Rentable Bruta total de 39 millones de pies cuadrados (3,6millones de metros cuadrados).
BBVA México ofrece servicios bancarios a 22,2 millones de clientes. Cuenta con la infraestructura bancaria integrada por 1.814 sucursales, 12.923 cajeros automáticos y 469.55 terminales punto de venta totales (cifras de agosto de 2020).
¿Qué fuerzas darán forma a la década?, se preguntan los analistas y expertos de Julius Baer en su Secular Outlook 2020-2029. El banco suizo ha identificado quince tendencias que están cambiando el mundo a largo plazo y en un informe presenta tres de ellas.
Estamos pasando de la era neoliberal al «capitalismo patrocinado por el Estado»
La era neoliberal, que comenzó hace 40 años bajo las administraciones de Reagan y Thatcher, definitivamente ha terminado. Ahora estamos en una vía rápida hacia un sistema que puede describirse mejor como «capitalismo patrocinado por el Estado». Este nuevo paradigma es una respuesta directa a los cambios colosales que la globalización, la liberalización, la extrema financiación y la digitalización trajeron a las sociedades occidentales.
Tendencia 1: aumento de los desencadenantes políticos y disminución de las señales del mercado
En la era del capitalismo patrocinado por el Estado, las señales del mercado endógeno se difuminan, ya que las intervenciones del gobierno dirigen el costo del capital. Estamos en el proceso de perder mercados libres, ya que los bancos centrales extienden sus compras de activos cada vez más a lo largo del conjunto de oportunidades de inversión. Al mismo tiempo, el riesgo político y la incertidumbre de las políticas han aumentado drásticamente, eclipsando gradualmente las señales tradicionales del mercado y aumentando la volatilidad y el ruido del mercado a corto plazo. Este fenómeno se ha visto reforzado por la creciente importancia del comercio algorítmico y sistemático.
En este entorno, la sincronización del mercado, que de todos modos era una mala estrategia de riesgo/recompensa, se está volviendo aún peor, ya que los movimientos tácticos se vuelven más riesgosos y más difíciles de implementar de manera rentable. Como resultado, los beneficios de ceñirse a una asignación de activos estratégica sólida que se inclina hacia fuertes tendencias estructurales han aumentado.
Tendencia 2: China asciende al estatus de clase de activo principal
A medida que China continúa separándose de los EE. UU. e invirtiendo en su cambio estratégico de una economía industrial impulsada por las exportaciones a una que se basa en los servicios y la demanda interna, sus méritos como una clase de activo central separada continúan creciendo.
A diferencia de la mayoría de los países emergentes que tienen demasiado de un factor de producción específico, es decir, mano de obra barata, China tiene una población cada vez más educada y fomenta las inversiones en investigación y desarrollo, y tecnología.
Además, si bien la falta de apoyo a los derechos de propiedad de los inversores sigue siendo un riesgo y el renminbi aún carece de convertibilidad, el gobierno chino está decidido a la liberalización e internacionalización gradual de su moneda. A esto contribuye la apertura de los mercados financieros de China, que ya es el segundo más grande del mundo, a los inversores extranjeros.
Además, en un mundo donde todos los principales bancos centrales de los países desarrollados están participando en la represión financiera, la combinación de políticas de China sigue siendo sorprendentemente convencional, lo que hace que el mercado de deuda chino sea muy atractivo a medida que los inversores continúan persiguiendo el rendimiento.
Tendencia 3: disrupciones en las ciencias biológicas
Las áreas de atención médica que están relacionadas con la salud digital, la genómica y la longevidad prolongada deberían ver un mayor potencial alcista a largo plazo, dados los vientos de cola políticos, los cambios demográficos trascendentales en todo el mundo, la aparición de enfermedades crónicas asociadas con el envejecimiento y los costos médicos en constante aumento.
La pandemia de COVID-19 bien puede ser un momento decisivo para la industria de la salud, ya que ciertamente ha puesto al descubierto la debilidad de toda la cadena de valor de la salud, desde los ciudadanos hasta las instituciones de salud internacionales.
En el espacio genómico, en particular, China se está poniendo rápidamente al día con Estados Unidos y Europa en términos de número de publicaciones científicas, aunque el número de citas por publicación y patentes relacionadas con la biotecnología sigue siendo menor.
¿Qué deberían hacer los inversores?
Entonces, ¿cómo deberían posicionarse los inversores en este contexto?
1. Sea consciente de las tendencias seculares. Nade con la marea, no en contra.
2. Pase tiempo en el mercado. El 100% del rendimiento se cristaliza el 20% del tiempo. Sin embargo, tienes que pasar el 100% del tiempo en el mercado si quieres capturar ese 20%.
3. Las primas de riesgo crediticio siguen siendo atractivas. Para aquellos que invierten en renta fija: sean pacientes, diversifiquen su riesgo crediticio y cosechen ese rendimiento.
UBS acaba de publicar un extenso trabajo de previsiones y análisis para 2021 que se puede leer en 8 idiomas. En esta nota resumimos uno de los capítulos del extenso informe que habla de 2021 como un año de renovación.
“El año 2020 trajo consigo cierres sin precedentes de la actividad económica, una fusión de las políticas monetaria y fiscal y unas elecciones que dieron lugar a un cambio de gobierno en Estados Unidos. El año 2021 será cuando comencemos a volver a las normas previas a la pandemia, a la vez que aceleramos la entrada en el futuro posterior a ella”, anuncian los expertos de UBS.
“Pensamos que la aprobación y distribución de una vacuna contra el coronavirus para el segundo trimestre, las medidas de política fiscal y el estancamiento legislativo salido de las urnas en Estados Unidos posibilitarán que para el final del año los beneficios de las empresas de la mayoría de las regiones se hayan recuperado, para situarse en los niveles previos a la pandemia. Prevemos que los mercados y sectores más sensibles a la evolución económica, muchos de los cuales quedaron rezagados en 2020, despuntarán en 2021. Nuestras áreas preferidas incluyen los valores de pequeña y mediana capitalización, determinadas empresas financieras y de energía y los sectores industrial y de consumo cíclico”, añaden.
Una renovada búsqueda de rendimientos
Para los analistas de UBS las bajas tasas de interés y el alto gasto público persistirán ya que los responsables de las políticas intentarán mitigar los efectos económicos de las medidas de control de la pandemia: “A corto plazo, con la amenaza de una inflación reducida, pensamos que los inversores aún pueden encontrar rentabilidades reales positivas en bonos soberanos de mercados emergentes (ME) denominados en dólares, deuda de alta rentabilidad asiática y determinados bonos crossover con calificaciones crediticias BBB y BB. A más largo plazo, la amenaza de que el gasto público vaya demasiado lejos, o no suficientemente lejos, significa que los inversores podrían tener que prepararse para mayores riesgos inflacionistas y desinflacionistas en las diversas regiones”.
Un nuevo liderazgo en Estados Unidos
“El año 2021 traerá una diferente combinación de dirigentes políticos en Estados Unidos y creemos que a ello le seguirá un nuevo liderazgo en los mercados. Prevemos que el estímulo fiscal y unas relaciones exteriores más predecibles apuntalarán a los valores cíclicos, incluidos los industriales y las empresas de mediana capitalización. Por otra parte, también pronosticamos que unos déficits más altos debilitarán al dólar”, señala el informe.
Un futuro nuevo y renovable
Desde UBS se considera que la pandemia de coronavirus ha acelerado la mayoría de las tendencias a largo plazo que ya estaban en curso: “Divisamos un mundo más endeudado, más desigual y más local y que resultará en rentabilidades a largo plazo inferiores a la media en todas las clases de activos tradicionales. Pero creemos que los inversores sí tienen la oportunidad de obtener rendimientos más altos posicionándose para un futuro más digital en el 5G, la tecnología financiera y la tecnología sanitaria, y para uno más sostenible en la tecnología verde”.
La recuperación económica mundial se fortalecerá y se volverá más segura a partir de mediados de 2021 a medida que se implementen las vacunas contra el coronavirus y el distanciamiento social comience a disminuir, dice Fitch Ratings en su último Global Economic Outlook (GEO).
Fitch ahora espera que el PIB mundial caiga un 3,7% en 2020 en comparación con el 4,4% en el GEO de septiembre. Esto a pesar de la expectativa de nuevas caídas del PIB en el 4T20 en la eurozona y el Reino Unido, tras el reciente endurecimiento de las restricciones, y refleja el hecho de que la actividad mundial se recuperó mucho más rápido de lo esperado en el 3T20.
«El camino de la recuperación global está resultando más accidentado de lo esperado ya que la segunda ola del virus genera nuevas restricciones, pero las noticias sobre vacunas son muy positivas para las perspectivas económicas durante los próximos dos años», dijo Brian Coulton, economista jefe de Fitch Ratings.
Fitch ha revisado al alza su pronóstico de crecimiento global para 2021 a 5,3% (desde 5,2%) con un crecimiento más fuerte hasta el 2S21 parcialmente compensado por la debilidad en los próximos meses inmediatos. Se prevé que el PIB de EE. UU. se expanda un 4,5% (frente al 4,0%) y China un 8,0% (frente al 7,7%), pero el crecimiento de la eurozona se prevé ahora en un 4,7% (por debajo del 5,5%) a medida que las renovadas medidas de bloqueo cobran su precio. actividad durante los meses de invierno.
Fitch también ha revisado al alza sus pronósticos de crecimiento global para 2022 a 4,0% desde 3,6%, lo que refleja la anticipación de una reducción de las interrupciones del distanciamiento social una vez que los programas de inmunización se hayan ampliado.
Las previsiones de la calificadora para 2022 ahora también incorporan los desembolsos de subvenciones previstos del fondo de recuperación de la UE. Es probable que proporcionen un impulso considerable a la inversión pública y por eso Fitch eleva su previsión de crecimiento de la eurozona para 2022 al 4,4% desde el 3,2% del GEO de septiembre. Ahora se espera que el PIB de EE. UU. crezca un 3,5% en 2022 (frente al 3,0%).
Los acontecimientos de los últimos meses han arrojado más luz sobre los impactos económicos sin precedentes de la pandemia. Las recuperaciones fuertes y más rápidas de lo esperado en el 3T20 ilustraron el impulso a la actividad desde la reapertura, incluso si un verdadero repunte en forma de ‘V’ seguía siendo difícil de alcanzar.
Si bien la reciente segunda ola de bloqueos no está comprimiendo la actividad tan drásticamente como en abril, los efectos base impulsarán el crecimiento secuencial de manera notable cuando se alivien las restricciones en 2021.
También se ha vuelto más claro el papel sin precedentes de la flexibilización de las políticas macroeconómicas y el apoyo soberano para amortiguar el impacto de la pandemia. Los ingresos disponibles agregados del sector de los hogares se han mantenido en general estables en Europa, y han aumentado significativamente en los EE. UU., debido a las enormes transferencias fiscales. Las tasas de desempleo en Europa han aumentado solo modestamente debido a la extensión de los esquemas masivos de licencias, y las fallas de las pequeñas empresas aún no han aumentado.
«La flexibilización masiva de las políticas ha tenido como objetivo proporcionar al sector privado un ‘puente’ hacia el otro lado de la crisis sanitaria. Con las noticias sobre vacunas proporcionando un punto final más claro, parece probable que se amplíe el apoyo a corto plazo «, agregó Coulton.
Los problemas o retrasos en el lanzamiento de vacunas son el principal riesgo a la baja para el pronóstico y podrían resultar en repetidas restricciones de interruptores automáticos y un extenso distanciamiento social hasta 2021, lo que pesa fuertemente en el PIB. En los próximos meses, podría producirse un debilitamiento de la actividad estadounidense más pronunciado de lo previsto debido a restricciones más estrictas de distanciamiento social, lo que provocaría una caída del PIB en el 1T21. La posible interrupción por no llegar a un acuerdo de libre comercio entre el Reino Unido y la UE también podría tener un impacto más severo que el que se incorporó a nuestras previsiones del PIB del Reino Unido.
El informe completo, Global Economic Outlook: Light at the End of the Tunnel, está disponible en www.fitchratings.com
Después de un decepcionante informe de empleo de noviembre, los primeros indicios apuntan a que diciembre será aún peor, podría verse una caída en el empleo, dice un informe de ING Bank.
El creciente número de casos de Covid-19 y las medidas de contención resultantes están causando una vez más estragos en la economía, asegura el informe. Con un número cada vez mayor de empresas obligadas a cerrar, el número de despidos está aumentando con el informe inicial de reclamaciones para la semana del 5 de diciembre que muestra un salto de 716.000 a 853.000.
Esta es la cifra más alta desde mediados de septiembre, mientras que la expectativa de consenso era de 725.000. Los reclamos continuos también aumentaron, lo que indica que el mercado laboral se enfrenta cada vez a más estrés.
Desafortunadamente, es probable que las cosas empeoren en los próximos meses. Desde ING tienen fuertes sospechas que las medidas de contención de Covid-19 se intensificarán y se extenderán a más y más estados. El número de visitas a restaurantes se está desplomando, mientras que las reservas de hotel están en su nivel más bajo desde mayo y los viajes nacionales también están experimentando debilidad. Esto significa que se corre el riesgo de que se produzcan más pérdidas de puestos de trabajo importantes en la industria del ocio y la hostelería, mientras que el potencial de cierre de minoristas no esenciales aumenta las preocupaciones sobre el mercado laboral.
Si bien la vacuna está cada vez más cerca, pasará algún tiempo antes de que se distribuya a un número suficiente de personas para permitir un retorno total a la «normalidad». Esto significa que debemos estar preparados para una ventana de quizás 3 o 4 meses donde las restricciones pesarán sobre la actividad económica. En consecuencia, vemos una probabilidad creciente de que el empleo disminuya en los próximos meses y no solo en aquellos sectores que se centran en el servicio al consumidor y que tienen más probabilidades de experimentar restricciones directas.
Sin duda, esto mantendrá a la Fed muy moderada en el FOMC (Federal Open Market Committee) de la próxima semana, pero lo fundamental es si este flujo de noticias desencadena una acción en Washington sobre un programa de apoyo fiscal para los hogares y empresas afectados. Si eso no se materializa, las noticias sobre la economía podrían ser aún peores, concluye ING.
Uno de los activos más interesantes de cara a los próximos 6-8 meses (en el contexto de una reaceleración económica a nivel global) lo encontramos en acciones emitidas por empresas de baja capitalización bursátil o small caps. Si bien es cierto que podemos encontrar argumentos que lo pongan en duda, parece evidente que la suerte de la economía y de la bolsa mantienen una relación muy estrecha.
Utilizando una cesta de acciones globales (“mercado”) -y midiendo su rentabilidad a lo largo de los años- observamos pautas de comportamiento que se repiten en un ciclo económico en función del estado en que este se encuentre (en base a 60 años de datos: dos trimestres consecutivos de contracción definen la recesión, crecimiento positivo pero por debajo del potencial o desaceleración, recuperación y etapa de crecimiento por encima del tendencial 24 meses después del suelo de la recesión).
Históricamente en entornos de contracción (solo un ~11% de todos los periodos observados) el mercado de acciones (y en particular los títulos value y los de small caps) presenta en media rendimientos negativos mientras que el comportamiento relativo es satisfactorio para temáticas menos ligadas al ciclo (o defensivas, como beta inferior a la del mercado, calidad de balance o inversión en CAPEX disciplinada). Por el contrario los factores con apalancamiento operativo más elevado se desmarcan favorablemente del pelotón cuando la demanda agregada rebota (como señala Barron’s), y son los preferidos de los inversores que financian sus compras de compañías de menor capitalización, más ilíquidas o baratas y con mayor beta, vendiendo las menos sensibles a las fluctuaciones en el ciclo (las defensivas). Un entorno menos incierto estimula -como explican en este artículo gestores de DWS, Amundi o Muzinich– la toma de riesgo.
Después de una recuperación en “V” desde lo mas profundo de la recesión en marzo, nos encontramos ahora en modo expansivo (aunque a uno-dos meses vista el incremento en contagios y el endurecimiento en medidas mitigantes pueda restar cierta inercia, la tendencia de fondo es clara y se beneficia de políticas fiscales y monetarias muy laxas); como vemos en la tabla, que presenta los factores de más a menos rentables en las distintas etapas de un ciclo económico completo -y aunque la historia no se repite pero sí rima- este es el momento para plantearse poner algunas fichas en el mercado de small caps.
La composición de los índices de small capsesta más alineada con nuestra perspectiva en el medio plazo respecto a cómo posicionar un portafolio a nivel sectorial (como expresamos aquí y aquí); la ponderación en industrias defensivas y de momentum (como tecnología o farmacéuticas) es sensiblemente inferior a la que presentan los benchmarks de sus hermanos mayores (referencias large cap como el S&P 500). Adicionalmente, como explicamos más arriba, su mayor apalancamiento operativo las favorece en entornos de pujanza en el precio de los metales industriales (y de debilidad del dólar).
Curiosamente, los inversores se han mostrado hasta ahora más a gusto incrementando el perfil de riesgo de sus carteras a través de una participación mas activa en high yield; la valoración de las acciones de pequeña capitalización -incluso después del rally de noviembre- y el magnífico comportamiento de los bonos de alto riesgo (agresivos, con calificación CCC e inferior) a partir del segundo trimestre, afianza una aproximación constructiva a las small caps.
El Russell 2000 de small caps se ha apreciado un 20% en el mes de noviembre y es probable que a corto plazo se tome un respiro; la encuesta llevada a cabo por Natixis entre gestores profesionales ilustra la cautela con la que se disponen a iniciar el 2021. No obstante -de acuerdo a los cálculos de Morgan Stanley- y fijándonos en las recesiones estadounidenses de 1990, 2001 y 2009, una pausa o corrección en la tendencia al alza abriría una oportunidad interesante para acumular en la clase de activo. La rentabilidad media en small capsrelativa al S&P 500en el transcurso de la recuperación de estos tres episodios de retroceso económico apunta a más rendimiento (39,7% vs el 19% registrado hasta la fecha).
Pixabay CC0 Public Domain. Amundi amplía su gama de ETFs ESG con una nueva estrategia de renta variable alemana
Amundi amplía su gama de ETFs ESG con la incorporación de un nuevo vehículo de inversión pasiva que ofrece una gran exposición al mercado de renta variable alemán, al mismo tiempo que incorpora criterios de inversión sostenible.
El nuevo fondo, el DAX 50 ESG UCITS ETF, está listado en Xetra y, según indican desde la gestora, “se ofrece a un precio competitivo, con unos gastos corrientes de 0,19%”. Según explica, el fondo está compuesto por las 50 mayores compañías alemanas con sólidos perfiles sostenibles. Además, replica un índice que excluye a todas las compañías que violan los estándares internacionales y están involucradas en armas controvertidas, así como algunos sectores como el tabaco y el carbón térmico.
Amundi ofrece una amplia gama de ETF diseñados para hacer que la inversión sostenible sea accesible a los inversores, independientemente de sus requisitos de integración ESG y de su presupuesto de riesgo. Este enfoque permite a los inversores reflejar sus objetivos y valores individuales dentro de sus asignaciones ESG a un coste competitivo.
Según Fannie Wurtz, directora de Amundi ETF, Indexing and Smart Beta, “estamos encantados de mejorar nuestra oferta de ETF de inversión responsable, proporcionando a los inversores las opciones que necesitan para implementar carteras con criterios de inversión ESG con un coste competitivo. Aprovechando nuestra gama actual de ETF ESG core, estamos ampliando nuestra oferta a través de exposiciones a los principales países, como el S&P 500 ESG y ahora el DAX 50 ESG».
Por su parte, Juan San Pío, Director Comercial de Amundi ETF, Indexing & Smart Beta para Iberia y Latinoamérica, ha señalado que “con la ampliación de nuestra gama, ponemos a disposición de los inversores nuevos instrumentos que les permiten construir y diversificar sus estrategias ESG ayudando a satisfacer sus necesidades de inversión sostenible con una solución sencilla, transparente y eficiente en coste”.
Foto cedidaChristine Lagarde, presidenta del BCE.. El BCE amplía el apoyo a la economía, reafirma su posición acomodaticia y marca como horizonte 2022
El Banco Central Europeo (BCE) cumplió ayer con las expectativas extendiendo las ayudas y el soporte para la economía europea, algo que hoy recogen las bolsas. Según la valoración que hacen las principales gestoras, el BCE garantiza la financiación “barata” para los Gobiernos, amplía las condiciones favorables de crédito a la banca y alivia el “sufrimiento” del sector bancario ante un entorno de tipos de interés muy bajos.
Según resume Konstantin Veit, gestor senior de carteras en PIMCO, esta última reunión de 2020 se centró, una vez más, “en la compra de activos y en las generosas provisiones de liquidez para el sector financiero en lugar de seguir bajando los tipos de interés oficiales, en consonancia con nuestra opinión de que el BCE está cerca del límite inferior efectivo del tipo de la facilidad de depósito”. En concreto, ayer el BCE dio a conocer un paquete de medidas de política monetaria que en general se ajusta a las expectativas del mercado. El paquete incluía:
500.000 millones de euros adicionales de compras de activos netos a través del programa de compras de emergencia para pandemias (PEPP) hasta por lo menos el final de marzo de 2022, llevando el PEPP a 1,85 billones de euros. Esta cantidad se sumará a los 20.000 millones de euros mensuales de compras de activos netos de duración indefinida.
Una TLTRO adicional (operaciones de refinanciación a más largo plazo dirigidas) más allá de marzo de 2021, así como una ampliación del período de tipo de interés preferencial del -1% en el marco de la TLTRO-III hasta junio de 2022.
Operaciones de financiación a plazo más largo adicionales de emergencia por pandemia (PELTRO), una prórroga de las medidas temporales de alivio de las garantías hasta junio de 2022, y la continuación de las operaciones de préstamo regulares como procedimientos de subasta a tipo de interés fijo con adjudicación plena.
En opinión de Veit, confiar menos en los tipos de interés y más en la compra de activos significa que, al igual que el Banco de Japón, “el BCE ha subordinado de facto la política monetaria a los responsables políticos de los Gobiernos encargados de la política fiscal. Dado que la política fiscal se considera el instrumento preferido en un entorno de elevada incertidumbre cerca del límite inferior efectivo, el papel del BCE consiste principalmente en posibilitar la política fiscal y garantizar unas condiciones de financiación favorables para los sectores público y privado de la economía de la zona del euro”.
Anna Stupnytska, economista global de Fidelity International, considera que “el BCE se siente cómodo con el actual nivel de las condiciones financieras y su impacto en la economía”. Sin embargo, la presidenta Christine Lagarde hizo hincapié en la flexibilidad del BCE para adaptar las compras de activos en función de las condiciones financieras, ya sea aumentando la dotación del PEPP o, por el contrario, no utilizando por completo la existente.
“A medida que se acerca el final del año 2020, y teniendo en cuenta las noticias positivas sobre las vacunas, el BCE tendría razón si fuera cautelosamente optimista sobre las perspectivas de crecimiento de la zona euro en 2021. Sin embargo, la incertidumbre sigue siendo elevada y una serie de riesgos relacionados con las cicatrices que ha dejado la pandemia, desde la eficacia de las vacunas hasta la geopolítica, pueden hacer descarrilar fácilmente la recuperación. No cabe duda de que el BCE tendrá que seguir ofreciendo un sólido acomodo en el futuro inmediato”, señala Stupnytska.
Las gestoras también llaman la atención sobre los dos asuntos que más preocupan al BCE: la inflación y la revalorización experimentada por el euro. “El BCE subrayó que seguiría de cerca la evolución de los tipos y su impacto en la inflación, lo que debería ser una señal suficiente para el mercado de divisas. Obviamente, el BCE no se sentiría cómodo con una mayor apreciación del euro, ya que ello ejercería presión sobre la ya moderada tendencia inflacionaria. La inflación ya se ha visto deprimida por el nuevo bloqueo, aunque se espera que el impacto económico sea menos grave que en primavera. No obstante, el banco central pinta un cuadro muy cauteloso del desarrollo económico. Las expectativas de crecimiento para 2021 se han revisado a la baja, al igual que la trayectoria de la inflación. Para 2023, también, el BCE espera que la inflación aumente sólo un 1,4 %, alejándose más del objetivo de inflación. En este contexto, Lagarde reiteró varias veces que la atención seguirá centrada en garantizar condiciones de financiación muy favorables para toda la economía a largo plazo. Y eso significa en última instancia que el BCE seguirá siendo expansivo y las compras de bonos continuarán. Lo que comenzó como una novedad en 2015 con las compras de bonos del gobierno se ha convertido desde hace tiempo en la nueva normalidad”, explica Ulrike Kastens, economista para Europa de DWS.
“Para aquellos que esperaban pistas más jugosas sobre la postura del BCE en relación a la apreciación del euro, Lagarde rebatió cualquier indicio de especulación al referirse al tema con una respuesta de manual: el tipo de cambio no es un objetivo específico de la política monetaria, aunque su impacto sobre la inflación es estrechamente monitoreada por el BCE. Nuestra lectura al respecto es que el BCE mantendrá un bajo perfil de atención sobre la apreciación del euro, a menos que esta sea muy sostenida y rápida y su efecto de traspaso sobre los precios domésticos sea considerable. El par euro/dólar osciló poco menos de medio punto porcentual sobre los comentarios de Lagarde durante la conferencia de prensa, indicando que los mercados parecen creer lo mismo”, añaden los analistas de Monex Europe.
El impacto de las medidas
Según la valoración de Andrew Mulliner, gestor del equipo de renta fija de Janus Henderson, es cierto que el anuncio del BCE se ajustó a las expectativas, sin embargo, “los matices de la declaración pusieron de manifiesto que el BCE está menos convencido de su postura de lo que indican los titulares”. Para Mulliner, se observó que si bien el programa PEPP podía ampliarse más y que no era necesario utilizar plenamente la actual dotación de compras. “Mientras que la intención es la de preservar una postura acomodaticia, parecía poco en las políticas o la intención que indicaba que el ECNB sentía que necesitaba aumentar el nivel de acomodación de los niveles actuales”, matiza.
Paul Diggle, economista senior de Aberdeen Standard Investments, reconoce que el anuncio de las medidas no ha tenido un gran impacto dado que estuvieron más o menos en línea con lo que se esperaba. “En todo caso, la comunicación en la conferencia de prensa le dio a todo el evento un toque poco útil de halconería. Los pronósticos económicos a la baja del BCE, adoptando una visión relativamente cautelosa sobre la velocidad con la que las vacunas permiten el retorno a la normalidad, significan que probablemente no sea la última incursión en el estímulo monetario de este ciclo”, señala Diggle.
En este sentido, Andreas Billmeier, analista de deuda pública de Western Asset (gestora de inversión especializada en renta fija de Franklin Templeton), apunta que, una vez más, la institución ha evidenciado su intención de ser una contraparte segura y solidaria para con sus Estados Miembro. “La reacción del mercado tras las declaraciones fue más bien comedida. El BCE quiere trasladar la imagen de un banco central que busca reducir la incertidumbre para el sector privado y, al mismo tiempo, mantener las condiciones financieras inalteradas: un objetivo que ha cumplido hoy”, comenta Billmeier.
Por su parte, Aaron Anderson, vicepresidente senior de análisis de Fisher Investments, considera que Christine Lagarde y otros responsables de bancos centrales han emitido un mensaje claro: no tienen ninguna prisa por cambiar las políticas monetarias ultra acomodaticias a corto plazo, especialmente teniendo en cuenta la segunda oleada del COVID-19 y los nuevos confinamientos. “Sin embargo, sería un error pensar que estas políticas están sustentando la economía o los mercados de valores. Los responsables de los bancos centrales han inundado las hojas de balance de los bancos, pero esos fondos no están fluyendo a través de la economía de la manera habitual. Dicho de otro modo, aunque la cantidad de dinero en efectivo ha aumentado, la velocidad ha descendido considerablemente, lo cual ha silenciado el impacto económico”, advierte Anderson.
Para Samy Chaar, economista Jefe de Lombard Odier, el BCE ha demostrado que tiene una “clara preferencia” por los programas de compras y las operaciones de refinanciación como instrumentos de su política monetaria, en vez de abrirse a más recortes en los tipos de interés. En su opinión, “esto ayuda a anclar los tipos de interés en territorio negativo y a mantener bajo control los diferenciales de crédito periféricos. Asimismo, las últimas acciones del BCE deberían contribuir a asegurar la recuperación de la pandemia gracias a unas condiciones de financiación todavía extremadamente favorables, y limitar los daños económicos de la segunda ola, especialmente en un contexto de apoyo fiscal más expansivo a través del Fondo Europeo de Recuperación”.
“Los tipos de interés podrían permanecer como están hasta 2024 o incluso más tiempo, si el Banco Central Europeo quiere evitar otra crisis de deuda soberana. Con los niveles de deuda pública aumentando fuertemente, el BCE podría verse obligado a seguir añadiendo más estímulos, sólo para evitar el riesgo de otra crisis de deuda soberana. Además, parece que el BCE no quiere que el QE pierda fuerza antes de que los gobiernos de la UE hayan tenido la oportunidad de hacer uso del fondo de recuperación de la UE”, añade Azad Zangana, economista senior para Europa de Schroders, a este análisis.
Perspectivas sobre la UE
La reunión del BCE no ha sido lo único relevante esta semana para la Unión Europea. En su agenda tenía dos “citas” más determinantes para la estabilidad del proyecto comunitario y la recuperación de su economía: el Brexit y el desbloqueo del fondo de recuperación. Sobre este primer asunto, Marilyn Watson, Head of Global Fundamental Fixed Income Strategy de BlackRock, las negociaciones continuarán a lo largo de este fin de semana a la espera de “lograr un acuerdo antes de la fecha límite, el 31 de diciembre”.
De cara a la recuperación económica de la zona euro, será muy importante el fondo de recuperación desbloqueado desde ayer. Los analistas de BancaMarch apunta que, tras doblegar doblegar el veto de Hungría y Polonia, “se aprobará el mayor esfuerzo financiero de la historia de la Unión Europea, con 1,07 billones de euros en el marco presupuestario 2021-27 y 750.000 millones adicionales en el fondo de recuperación para paliar los efectos de la pandemia”. Las ayudas de este fondo, distribuidas en forma de subsidios y préstamos, podrían comenzar a llegar a partir de junio del 2021.
Sin duda, estos dos aspectos pesan en las perspectivas que hay sobre la región. Ayer el BCE mostró unas previsiones más “sombrías” que las de septiembre y con una caída del PIB para este año inferior, del -7,3% vs. -8% previo, pero asociada a una recuperación con menos impulso, del 3,9% vs. 5% previa.
“En cuanto a las previsiones de inflación, el BCE calcula un 0,2% este año y sin alcanzar el objetivo del 2% al menos en los tres próximos años. Por último, la institución reiteraba que las políticas monetarias por sí solas no son suficientes y que la política fiscal debía tomar el relevo. En cuanto a retomar el pago de dividendo, la decisión podría llegar la próxima semana y la institución podría mantenerse por mantener, a nivel general, el veto al pago de dividendo salvo en aquellas entidades que cuenten con el músculo financiero suficiente”, concluyen desde BancaMarch.