¿Qué tienes para dar? El enfoque de las cuatro T para la filantropía

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La filantropía eficaz requiere un enfoque sincero pero estratégico. “Las buenas intenciones no son suficientes”, explica la asesora de filantropía Caroline Piraud. «Como filántropo, quieres ser un apasionado de dar sabiendo que realmente está logrando un impacto positivo». No importa su situación financiera, ella cree que el regalo de dar es accesible para todos. Aquí está su enfoque de las cuatro T para canalizar al filántropo que llevas dentro.

Paso uno: encuentra tu causa

¿Qué hay cerca de tu corazón? Caroline Piraud les hace esta pregunta a los clientes mientras convierten sus valores y pasiones personales en impactantes actos de filantropía. Las tendencias globales entre los filántropos ricos incluyen la educación, la salud, las artes, la cultura y el deporte y el medio ambiente. Pero, como Caroline se apresura a señalar: “No se necesita mucho dinero para ser filántropo, porque todos tienen algo que dar. Todo el mundo puede ser filántropo, incluso los niños «.

Entonces, ¿qué los mueve a usted y a su familia? ¿Qué temas dominan las discusiones durante la cena y provocan un debate sincero? “Los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas son una gran fuente de inspiración”, sugiere la experta.

«La filantropía se trata de un cambio positivo y, aunque probablemente haya un legado que desee dejar, es una gran idea entrevistar a sus hijos sobre el futuro en el que desean crecer». Es importante destacar que nos recuerda acerca de un peligro potencial del trabajo caritativo: «Recuerde consultar con los beneficiarios sobre lo que realmente se necesita. No importa cuán bien intencionadas sean, nuestras perspectivas de afuera hacia adentro no siempre coinciden con la realidad de lo que es una prioridad, lo más impactante o incluso beneficioso «.

Paso dos: sus cuatro T personales

El siguiente paso en su viaje filantrópico personal es considerar todos sus recursos filantrópicos, más allá de los financieros. Este es el momento de preguntarse: ¿Qué tengo que dar? Aquí entran en juego las cuatro T: su tiempo, su talento, sus tesoros y sus “ties” (vínculos).

Tiempo: “Dar tiempo es tan importante como dar dinero”, explica Caroline. “En primer lugar, está el regalo de su presencia, que no debe subestimarse en un mundo donde la soledad a menudo se conoce como una epidemia con impactos sociales, sanitarios y económicos reales. Y en segundo lugar, no hay escasez de tareas que necesitan voluntarios, como comprar para aquellos en un grupo de riesgo «.

Talento: su combinación de talento es única para usted. Si bien la contabilidad, la experiencia en la junta y la recaudación de fondos son habilidades frecuentemente asociadas con la filantropía, vale la pena extender la red mucho más. El cuidado de ancianos a menudo da la bienvenida a los artistas invitados, los padres de los recién nacidos aprecian los trenes de comidas y los programas de tutoría buscan mentores diversos y con conocimientos. «Centrarse en el talento es una excelente manera para que los niños flexionen sus músculos filantrópicos», dice Caroline. «Los panaderos entusiastas podrían regalar golosinas a vecinos socialmente aislados, los músicos en ciernes podrían organizar una recaudación de fondos y los niños mayores podrían transmitir las habilidades que han dominado».

Tesoro: quizás su presupuesto filantrópico asciende a cientos de miles o tal vez su hijo tenga la suma total del dinero de bolsillo de esta semana para dar. Se trata de maximizar el impacto positivo de lo que puede gastar, incluso si eso es simplemente alinear los flujos de salida existentes con su causa, como compras pequeñas o locales. Otro consejo de Caroline es pensar de forma amplia: “¿Las donaciones puntuales y puntuales tendrían más impacto en el extranjero debido a las tasas de conversión de divisas? Investiga y sé inteligente sobre lo que tienes para dar y las causas que te apasionan «.

• Ties (vínculos): hay una razón por la que existe el dicho «No es lo que sabes, sino a quién conoces». Caroline sugiere evaluar su red personal de familiares, compañeros deportivos, amigos y colegas de trabajo para ver con quién puede unir fuerzas. «Aprovechar las habilidades y las redes de los demás puede amplificar su impacto», explica. “O quizás su papel sea ser el catalizador, conectar a las personas que juntas pueden generar un gran cambio”.

Paso tres: uniendo todo

Al compartir sus dones con el mundo, vale la pena ser lo más claro y estructurado posible. Conozca sus metas, su enfoque personal y su estrategia de donación, y verifique que sus acciones sean tanto impactantes como positivas. “Una estrategia clara define los montos de inversión y los plazos. Vea si tiene sentido establecer su propia estructura benéfica, considere su preferencia por compromisos a corto o largo plazo, sepa cómo detener las emociones y las decisiones abrumadoras e identifique quién vigilará su seguridad financiera ”, recomienda Caroline . “Además, tenga la mayor experiencia posible sobre cómo encontrar el socio o la organización benéfica adecuada, los pros y los contras de la participación local frente a la global, cómo medir eficazmente su impacto y las implicaciones fiscales”.

Una vez que haya trabajado en estos pasos, queda claro que todos tenemos algo para dar, sin importar nuestra edad o situación financiera. La capacidad de convertir su tiempo, talento, tesoros y vínculos en un impacto positivo para los demás es empoderador. Y, como continúa recordándonos Caroline, nunca es demasiado pronto para empezar.

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Argentina: el 70% cree que la economía va a seguir igual o peor en 2021

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Pixabay CC0 Public DomainBuenos Aires, Argentina. ,,

El 38% de los encuestados por el Centro de Opinión Pública (COPUB) de la Universidad de Belgrano cree que la economía va incluso a empeorar en 2021 respecto del año en curso, para el que el Banco Mundial calcula una caída del PBI superior al 12%, azuzada por la pandemia de COVID-19.

En tanto, el 32% cree que la actividad se mantendrá en la Argentina en los mismos pobres registros de este 2020. Apenas el 26% de los participantes del sondeo pronostica una mejora económica.

A la hora de explicar las razones de estas expectativas pesimistas, el 59% entiende que el dólar seguirá subiendo y el 22%, que se mantendrá en los elevados niveles actuales. Sólo el 9% considerará que el precio de la divisa estadounidense podría bajar.

En el mismo sentido, el 32% de los encuestados en el último sondeo del COPUB prevé un alza aún mayor de la inflación. El 43% cree que se mantendrá en torno a los registros de este año, cercanos al 40%. Apenas el 12% opina que puede darse a una baja de los precios minoristas.

Como evidentemente la pandemia determinó la dinámica del 2020, el sondeo del COPUB también abordó las expectativas de la opinión pública al respecto para el año próximo. El 54% de los encuestados considera que la situación sanitaria mejorará en 2021, aunque la mayoría condiciona dicha mejora a la campaña de vacunación contra el coronavirus.

En el mismo sentido, el 51% es optimista y entiende que, para junio próximo, la vacuna contra el COVID-19 estará masivamente aplicada en nuestro país. A pesar de ello, el 56% entiende que podría darse una segunda ola de contagios, como está ocurriendo en Europa por estos días.

“A pesar de que la mayoría de los encuestados confía en que la pandemia esté un poco más controlada en 2021, el contexto es marcadamente pesimista en lo referido a las cuestiones económicas y sus principales variables”, concluye Orlando D’Adamo, director del Centro de Opinión Pública (COPUB) de la Universidad de Belgrano.

La encuesta tuvo un universo de ciudadanos mayores de 18 años de edad de Ciudad de Buenos Aires, con una muestra de 450 personas interrogadas por teléfono del 9 al 11 de diciembre de 2020.
 

Creada en 1964, la Universidad de Belgrano (www.ub.edu.ar) es una entidad privada sin fines de lucro con autonomía académica e institucional. Cuenta con Facultades de Arquitectura y Urbanismo; Ciencias Agrarias; Ciencias de la Salud; Ciencias Económicas; Ciencias Exactas y Naturales; Derecho y Ciencias Sociales; Humanidades; Ingeniería y Tecnología Informática, y Estudios a Distancia, junto con escuelas de Hotelería, Gastronomía y Turismo, y de Lenguas y Estudios Extranjeros, y un Departamento de Estudios de Posgrado y Educación Continua.

 

Las tensiones que definirán el futuro del gobierno argentino, según el análisis de Ecolatina

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Wikimedia CommonsLa Casa Rosada, sede de la presidencia argentina. ,,

El Frente de Todos es una coalición conformada por necesidad más que por afinidad. Su naturaleza es inestable (se conformó tres meses antes de la elección primaria de 2019) y convive con tres grandes tensiones que condicionan su accionar frente a los desafíos políticos y económicos que tiene por delante, consideran los analistas de Ecolatina.

La primera de ellas es la tensión económica

“El FDT tiene la disyuntiva de ordenar la macroeconomía y distribuir recursos satisfaciendo la demanda social. En el primer caso un ajuste en las cuentas públicas es condición necesaria para un crecimiento genuino y sostenido en el tiempo. El segundo, implica responder al mandato electoral de “llenar la heladera, prender la parrilla y encender la economía” en un contexto social desesperante con más del 40% de la población sumida en la pobreza”, señala el informe.

La segunda tensión es la judicial y se encuentra directamente asociada con la génesis de la coalición

“La figura central que sostiene el poder real del oficialismo (sus votos) cedió el poder formal para garantizar el triunfo electoral, con el objetivo de revertir su delicada situación judicial en las múltiples causas que la involucran. A partir de la victoria en las urnas, Cristina Ferández de Kirchner reclama resolver sus problemas judiciales. Sin embargo, el presidente entiende que buena parte de la sociedad monitorea su accionar para determinar si él interfiere en dichos procesos para garantizar la impunidad de los acusados o facilita que se haga justicia sin interferencia alguna”, asegura Ecolatina.

Si el desafío económico-social y judicial es retador, se vuelven más desafiantes aún cuando se analizan las condiciones políticas.

Por esto, en tercer lugar se encuentra la tensión política, la cual no se debe a una situación carente de condiciones de gobernabilidad, sino por tratarse de una gobernabilidad carente de liderazgo político.

“Un ejemplo de esto es lo sucedido con los cambios en la ley de movilidad jubilatoria. En línea con las demandas del FMI a la hora de renegociar la deuda, en 72 horas el Senado cambió una decisión que le tomó casi un año formularla a Alberto Fernández. Si bien el FDT cuenta con fuertes mayorías en el Congreso, apoyo de todo el arco sindical, movimientos sociales, mayoría de los gobernadores y legitimidad popular, la gobernabilidad no está bajo el comando de AF. Aún más, pareciera que para tener el apoyo de toda la coalición debe negociar puertas adentro cada una de las decisiones a tomar. Incluso existen situaciones donde ni siquiera puede hacerlo, como por ejemplo los recientes cambios en la ley que modifica la movilidad jubilatoria”, explican los expertos.

“La cuestión de fondo que radica en determinar si la Coalición de Gobierno será una continuidad del Frente para la Victoria, o si se trata de un proceso político que busca construir una nueva identidad que tenga matices con muchos de los aspectos identitarios del FPV que gran parte de la sociedad rechazó en su momento.Estas definiciones aún no saldadas entre los miembros de la coalición contribuyen a que el público comience a mirar a este proceso político con más dudas que certezas, con más interrogantes que respuestas”, concluye Ecolatina.

 

 

 

 

Primer año del gobierno argentino de Alberto Fernández: pandemia, crisis y perspectivas 2021

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Wikimedia CommonsAlberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner durante la toma de posesión en diciembre de 2019. ,,

Se cumplió el primer año de gestión de Alberto Fernández como presidente de Argentina. La pandemia puso patas arriba a la economía global y local, trastocando todos los objetivos que tenía el nuevo gobierno. Recordar las primeras medidas y realizar un diagnóstico de la situación actual nos permitirá anticipar cómo podría ser un 2021, esperemos, un poco menos marcado por la pandemia.

Al momento de asumir, el equipo económico se proponía recomponer el salario real, que acumulaba una caída de 20% en 2018 y 2019, para de esta manera reactivar una economía que había retrocedido 4,5% en dos años. A la vez, tenía la difícil misión de bajar una inflación que había promediado 50% anual en el bienio anterior. Como si todo esto fuera poco, se enfrentaba con importantes restricciones fiscales: aunque la salud de las cuentas públicas había mejorado durante la gestión Cambiemos, las exigencias de la reestructuración de la deuda y el nulo acceso al crédito frenaban las posibilidades de que el sector público encabezara la recuperación.

A comienzos del mandato, el gobierno aumentó las retenciones a las exportaciones agropecuarias, endureció las alícuotas de bienes personales y cambió la fórmula de movilidad jubilatoria aprobada a fines de 2017 por aumentos discrecionales para la seguridad social -subas en línea con la inflación para los haberes mínimos jubilatorios y por debajo para quienes cobren más de 30.000 pesos-. De esta forma, el resultado fiscal se aprestaba a encarar un 2020 equilibrado.

Este margen le permitió al Poder Ejecutivo congelar las tarifas de servicios públicos durante el primer semestre de 2020, en vistas de relajar presiones inflacionarias. Además, se otorgaron aumentos salariales de 3.000 pesos en enero y 4.000 en febrero (a cuenta de paritarias) por decreto, en virtud de apuntalar el poder adquisitivo de los trabajadores de menores recursos, ya que este tipo de ajustes se diluyen a medida que se escala en la pirámide de ingresos. Como resultado, el salario real creció 5,5% en el primer trimestre del año, mostrando algunas señales de recuperación.

Sin embargo, cualquier atisbo de mejora desapareció en marzo. La llegada de la pandemia forzó a restringir la producción y dejó a mucha gente sin ingresos. En respuesta, el gobierno expandió su gasto en medio de una caída inédita de la recaudación. El aumento del déficit fiscal fue moneda corriente a lo largo del mundo; sin embargo, fuimos la excepción a la hora de financiarlo: casi íntegramente con emisión, dado que los mercados de crédito seguían cerrados.

El Banco Central comenzó a asistir al Tesoro, y arreciaron presiones cambiarias. A partir de abril, la emisión se disparó, dando lugar a un exceso de liquidez -no absorbido en un primer momento-, que presionó tanto al dólar oficial como a las cotizaciones paralelas. En respuesta, la brecha escalaba semana tras semana.

En un primer momento, el equipo económico caracterizó a estas presiones como transitorias, asociadas a la incertidumbre que generaba la pandemia a nivel global y una reestructuración de la deuda abierta. Por lo tanto, el Banco Central vendió Reservas para de esta forma contrarrestar el exceso de demanda de divisas sin devaluar.

En simultáneo, la economía se derrumbaba, cayendo a tasas de dos dígitos interanuales y se destruían alrededor de un quinto de los puestos de trabajo. Aunque una parte no menor de esta dinámica obedeció a las restricciones operativas, los problemas de demanda no tardaron en aparecer. Por lo tanto, la incertidumbre local no obedecía solo a la renegociación de la deuda, sino también a que la crisis económica y social se agudizaba.

De esta forma, llegábamos a mitad de año con fuertes desafíos. Por un lado, una crisis sanitaria que no cedía. Por otro, una crisis económica y social que se agravaba con la pandemia. Por último, un desequilibrio fiscal inédito financiado con emisión en medio de una reestructuración de la deuda con acreedores privados.

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A fines de agosto, el Ministerio de Economía reestructuró su deuda con los acreedores privados, logrando un buen acuerdo en materia de plazos de pago y reducción de intereses. Sin embargo, la negociación no alcanzó para desalentar la dolarización ni reabrir el financiamiento externo. Por el contrario, en un contexto donde las Reservas netas retrocedían a diario, las presiones se agravaron.

En este marco, la autoridad monetaria endureció el cepo a mediados de septiembre, en pos de frenar la demanda de divisas. Lamentablemente, las medidas de “garrote” no tuvieron los resultados buscados, sino que, por el contrario, agravaron los problemas iniciales: la brecha se disparó, dando lugar a más percepciones de atraso y alimentando en el camino las expectativas de devaluación.

En respuesta, el Palacio de Hacienda cambió su estrategia desde octubre, apelando más a la zanahoria que al garrote. En lugar de endurecer los controles, comenzaron a apuntalarse los incentivos: se relajaron -levemente- las retenciones, se mostraron algunas señales de mayor austeridad fiscal y se ofrecieron algunos instrumentos atractivos de ahorro en pesos (bonos dollar linked, CER o tasa de política monetaria).

En sus primeros días, estas medidas no surtieron grandes efectos, y el dólar paralelo continuó su escalada, y se acercó peligrosamente a los 200 pesos. Más preocupante todavía, las reservas netas siguieron en caída libre. Sin embargo, hacia fines de octubre algo cambió: la ANSES y el BCRA empezaron a intervenir en los mercados paralelos, vendiendo bonos contra pesos -operación inversa del contado con liquidación-, y contrarrestaron parte de las tensiones.

No obstante, las reservas siguieron en rojo durante noviembre. Aunque la caída se atenuó, no se revirtió el derrotero. Por lo tanto, aunque las tensiones en los mercados paralelos se relajaron, las posibilidades de una devaluación continúan latentes: mientras que el poder de fuego del Banco Central no se recupere, las chances de un salto cambiario permanecerán.

De esta manera entramos a 2021 con una economía un poco menos golpeada, e incluso algunas perspectivas de recuperación por el lado real, pero con un stock de reservas netas por debajo de los 4.000 millones de dólares que provoca mucha incertidumbre. Asumiendo una rápida y efectiva campaña de vacunación, la suerte del año próximo dependerá de la batalla cambiaria: si la corrida no frena y hay una devaluación, las tibias señales de mejora desaparecerán una vez más; en cambio, si la estrategia del Banco Central termina siendo exitosa y se evita el salto del dólar oficial, es probable que la recuperación se fortalezca mes a mes. Paso a paso, ¿llegaremos a destino?

 

 

Renta variable sostenible: el futuro es verde y digital

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Hamish Chamberlayne, director de renta variable sostenible global en Janus Henderson Investors. Hamish Chamberlayne, director de renta variable sostenible global en Janus Henderson Investors

2020 ha sido un año turbulento e imprevisible y, aun así, se han visto avances en materia de sostenibilidad. A pesar de las consecuencias evidentes y devastadoras del COVID-19, la pandemia ha acelerado la inversión en digitalización, algo que Hamish Chamberlayne, director de renta variable sostenible global en Janus Henderson Investors, cree que será un factor clave para la sostenibilidad.

Por su naturaleza, la digitalización conlleva un menor impacto físico en el planeta. La virtualización de actividades físicas como los viajes o el uso de productos físicos tangibles, son solo un ejemplo. La digitalización también resulta clave para avanzar en los objetivos sociales relacionados con el intercambio de conocimiento y el fortalecimiento y desarrollo económico. Ante las noticias sobre potenciales vacunas y una “vuelta a la normalidad”, es fácil ignorar el impacto duradero que la pandemia podría tener en la forma de vivir y trabajar de la población. Sin embargo, Chamberlayne cree que habrá un cambio permanente. De la telemedicina al teletrabajo, la digitalización ha ofrecido soluciones a varios de los problemas que surgieron en 2020 y se espera que muchos de estos cambios sociales se mantengan en 2021 y más allá.

Pronto, el desarrollo sostenible recibirá probablemente un mayor apoyo en EE.UU., gracias a la victoria electoral de Joe Biden. Se espera que EE. UU. vuelva a sumarse al Acuerdo de Paris sobre el clima y adopte compromisos similares a los expuestos en el “Green Deal” de la Unión Europea (UE). Biden ya ha propuesto planes ambiciosos para lograr una producción de electricidad libre de emisiones de carbono en EE.UU. para el año 2035 y alcanzar cero emisiones netas en el país para 2050. Sin embargo, cabe destacar que, incluso con Donald Trump como presidente, EE.UU. ya dio pasos de gigante en favor de las energías renovables. Durante esos cuatro años, el consumo de energías renovables en EE.UU. superó al carbón por primera vez en más de 130 años (1) (véase el gráfico 1). Si durante una administración que no valoraba la necesidad del desarrollo sostenible se lograron dichos avances, entusiasma ver cuáles serán los progresos con un gobierno a favor.

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Dado que los países están asumiendo la necesidad de bajas emisiones de carbono, la próxima década se caracterizará por la adopción a gran escala de los vehículos electrónicos (véase el gráfico 2). En el Reino Unido, los planes para dejar de vender coches y furgonetas de gasolina y gasóleo se han adelantado a 2030, una década antes de los previsto inicialmente. Además, Noruega, Canadá y Alemania se han fijado objetivos del 100% de ventas de vehículos eléctricos de pasajeros para los años 2025, 2040 y 2050, respectivamente (2). Solo en Europa, en 2019 se invirtieron 60.000 millones de euros en vehículos eléctricos y producción de baterías, 19 veces más que el año anterior (3). Mientras tanto, China también se ha subido a bordo, para cumplir su nueva y ambiciosa estrategia de desarrollo con bajas emisiones de carbono, con un objetivo de ventas de coches eléctricos del 25% para 2025 (2).

Existe, claramente, un gran interés por los vehículos eléctricos entre los consumidores. En septiembre, nada más y nada menos que 3 millones de personas se conectaron para ver la presentación del “Battery Day” de Tesla, en el que la compañía desveló su hoja de ruta tecnológica y planes de inversión para la próxima década. Tesla desea incrementar la producción de baterías en un 100% y ha descubierto innovaciones para mejorar la longevidad de las baterías y la gama de vehículos. Y quizá lo más importante, se espera que los ambiciosos planes de Tesla impulsen el ritmo de inversiones en todo el sector del automóvil. De hecho, algunas compañías ya han empezado a moverse. Volkswagen anunció recientemente una inversión de 73.000 millones de euros en electrificación, sistemas de propulsión y tecnología digital para los próximos cinco años. Y lo que es más, casi la mitad de esa inversión se ha reservado para vehículos de batería eléctrica en una “carrea con Tesla”, según el consejero delegado de Volkswagen, Herbert Diess.

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De acuerdo con los compromisos políticos para una economía sostenible y el rápido ritmo de innovación, en Janus Henderson esperan un futuro inteligente, conectado, digital y verde. Ven una década de energía limpia y electrificación, con avances en la tecnología de baterías y una adopción generalizada de los vehículos eléctricos. Ven también una década de digitalización y conectividad que permitirá nuevos modos de organizar las economías y promoverá una mayor eficiencia y circularidad en diversos sectores.

Con unos tipos de interés bajos y una economía débil, se cree que es mejor invertir en empresas con potencial para crecer de forma exponencial a lo largo del tiempo y las oportunidades más atractivas se darán en empresas expuestas a las dos tendencias de inversión seculares: la ecología y la digitalización. Estas dos tendencias se corresponden con las diez temáticas de inversión de desarrollo sostenible de Janus Henderson ―que incluyen Conocimiento y tecnología, Eficiencia y energía limpia― y sirven de base a su proceso de generación de ideas. Por tanto, su enfoque de inversión para 2021 seguirá igual. Al centrarse en sus temáticas de desarrollo sostenible, en Janus Henderson creen que pueden encontrar empresas resilientes expuestas a oportunidades de crecimiento secular.

 

 

 

Notas a pie de página:

(1) Administración de Información Energética de EE. UU. (EIA), 28 de mayo de 2020

(2) The International Council on Clean Transportation, “Update on the global transition to electric vehicles through 2019”, julio de 2020

(3) Comunicado de prensa de Transport and Environment.org, 25 de mayo de 2020

 

Información importante:

Este documento recoge las opiniones expresadas por el autor en el momento de su publicación y podrían ser diferentes de las de otras personas y otros equipos de Janus Henderson Investors. Los sectores, los índices, los fondos y los valores que se mencionan en este artículo no constituyen ni forman parte de ninguna oferta o invitación para comprarlos o venderlos. La rentabilidad pasada no es indicativa de rentabilidades futuras. El valor de las inversiones y las rentas derivadas de ellas puede disminuir y aumentar y es posible que los inversores no recuperen la cantidad invertida inicialmente. La información recogida en este artículo no reúne las condiciones para considerarse recomendación de inversión.

Emitido por Janus Henderson Investors. Janus Henderson Investors es la denominación con la que ofrecen productos y servicios de inversión Janus Capital International Limited (número de registro: 3594615), Henderson Global Investors Limited (número de registro: 906355), Henderson Investment Funds Limited (número de registro: 2678531), AlphaGen Capital Limited (número de registro: 962757), Henderson Equity Partners Limited (número de registro: 2606646) (registradas en Inglaterra y Gales, con domicilio social en 201 Bishopsgate, Londres EC2M 3AE y reguladas por la Autoridad de Conducta Financiera) y Henderson Management S.A. (número de registro:  B22848, con domicilio social en 2 Rue de Bitbourg, L-1273, Luxemburgo y regulada por la Commission de Surveillance du Secteur Financier).

Janus Henderson, Janus, Henderson y Knowledge. Shared son marcas comerciales de Janus Henderson Group plc o de una de sus sociedades dependientes. © Janus Henderson Group plc.

Riesgo en Inversiones Privadas (Parte 6): «Mira tu alrededor, ¿Qué ves?

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Wikimedia CommonsFoto: clinkey70. Foto:

¿Te ha funcionado todo? Despierta, haz tus cuentas, sé honesto.

¿Eres un apostador(a)? ¿Posees fondos inmobiliarios con carteras de oficinas y hoteles que estuvieron expuestas a las cuarentenas de Covid-19? Que pena. ¿Posees fondos de capital privado que utilizan apalancamiento superior a 7 veces los flujos de caja en empresas que están pasando momentos difíciles durante esta crisis? Que pena. ¿Has invertido en empresas respaldadas por capital emprendedor (venture capital) en etapas iniciales que no tienen un camino seguro hacia la liquidez? ¡Qué pena! Realmente es una pena cuando inversores apuestan y juegan con riesgo.

La crisis de Covid-19 expuso el riesgo que la mayoría de los inversores nunca anticiparon al poseer carteras apalancadas de oficinas y hoteles que tardarán años en recuperarse, si sobreviven a las presiones financieras impuestas por la crisis. La mayoría de los inversores nunca previeron que sus empresas de cartera altamente apalancadas verían desaparecer sus ingresos durante ese período. Inversores nunca imaginaron que las empresas que les gustaban respaldadas por capital emprendedor (venture capital) en etapa inicial estarían luchando por conseguir capital para sobrevivir durante los últimos 12 meses.

Al contrario, aquellos inversores que se preocuparon por la gestión de riesgo y eligieron estrategias que minimizaban el uso del apalancamiento se sienten mucho más seguros y esperanzados. Si bien las temáticas de inversión impulsados ​​por el PIB son cíclicas y luchan durante las recesiones, las recesiones y las pandemias globales, nosotros aconsejamos a nuestros clientes que ignoren las tentaciones y se comprometan con gestores disciplinados que crean valor real, evitando riesgos innecesarios.

Durante los últimos dos años compartimos lo siguiente con nuestros clientes y estos temas han servido bien. ¿Por qué? Porque todos tienen algo en común. Es decir, todas son estrategias que consideran riesgo primero y se mitigan.

¿Cree que los tratamientos biotecnológicos innovadores y probados nos llevarán a resultados revolucionarios? Si, lo pensamos.

¿Cree que las oportunidades inmobiliarias impulsadas por la demografía presentan un riesgo cíclico menor? Si, lo pensamos.

¿Cree que las empresas con crecimiento comprobado antes de salir a la bolsa de valores tienen la oportunidad de capturar un valor que las transacciones de compra apalancada no pueden? Si, lo pensamos.

¿Cree que merece nuestra atención el crédito privado de alta calidad, de nicho, sector específico y sin mucha competencia? Si, lo pensamos.

¿Cree que una alternativa altamente disruptiva a los proveedores de liquidez secundarios merece una inversión? Si, lo pensamos.

¿Cree que tener participaciones minoritarias en una cartera de empresas de gestión de inversiones privadas grandes y en crecimiento es algo bueno? Si, lo pensamos.

¡Esperamos que le haya funcionado! Esperamos que haya descubierto una mejor manera (better way) de invertir en fondos de inversión privados al entender a fondo sus perfiles de riesgo y elegir opciones de menor riesgo. ¿Cuántos golpes más debemos experimentar antes de despertarnos y comenzar a tomar en consideración riesgo más en serio? Con suerte, todos sabemos ahora cómo invertir prestando más atención al riesgo subyacente porque 2020 ha sido una llamada de atención necesaria para muchos inversores de capital privado.

Columna de Alex Gregory

Inflación y política monetaria 2021: un ejercicio de flexibilidad mental

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Foto cedida. Foto:

Si el 2020 fue un ejercicio de paciencia y un reto para la mayoría de las personas en el mundo, el 2021 tendrá la misma tónica. En ese sentido, que no nos extrañe que, metafóricamente hablando, el 2020 tenga más de 366 días.

En 2021 la recuperación no será fácil, y no estará exenta de sorpresas. La toma de decisiones será contingente a una cantidad enorme de datos, y el ambiente económico y financiero tenderá a cambiar constantemente. Dado esto, 2021 no será un año para ser complaciente o para navegar un mar tranquilo y sin sobresaltos, y para lograr sobrellevarlo de la mejor manera tendremos que perfeccionar el esquivo y sutil arte de “cambiar de opinión” cuando sea necesario.

Me gustaría ejemplificar lo que menciono arriba con un tema que hará correr ríos de tinta durante el primer semestre del siguiente año: la inflación y la política monetaria.

La junta de gobierno de Banxico cambiará de composición el primero de enero. Con la salida de Guzmán (con sesgo restrictivo) y la entrada de Borja (creemos que podría tener un sesgo más acomodaticio), las voces que buscan mantener las tasas bajas en el banco ganarán fuerza. En este sentido, es probable que veamos a un Banxico más propenso a bajar tasas, o a mantenerlas bajas por más tiempo.

La mayoría de los analistas piensan (y concuerdo con ellos), que Banxico reanudará su baja de tasas en la junta del 13 de mayo, para tener una “última” racha de recortes en las siguientes 2 juntas, y observar una tasa terminal de 3.50%. Esto iría en línea con la trayectoria de la inflación esperada para los siguientes 12 meses (Gráfica 1)

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Es importante observar que durante los primeros 4 meses del año veremos una inflación creciente, para después verla converger a niveles “más normales” y dentro del rango en el que Banxico se siente cómodo.

Sin embargo, si algo nos enseñó el 2020 es que debemos tener la mente abierta, pues todo puede pasar. Dado esto, ¿Cuáles serían los riesgos a este escenario? Puesto de otra forma, ¿Qué podría hacer que la inflación no termine convergiendo al rango objetivo de Banxico?

Parado en diciembre 2020, puedo identificar al menos 3 riesgos importantes:

  1. El precio de la gasolina
  2. El precio de los alimentos
  3. El aumento en los salarios

El precio de las gasolinas será el riesgo más importante para la inflación durante el 2021. Actualmente el precio de la gasolina ha permanecido bajo los últimos meses, sin embargo, no hay que desestimar el efecto que tendrá la recuperación económica en el precio de los hidrocarburos. De tener un efecto importante, el precio de la gasolina podría subir hasta 15.7% antes de que el gobierno tome cartas en el asunto y lo empiece a “regular”. ¿Por qué? Porque la promesa de campaña del gobierno actual fue no aumentar el precio de la gasolina por encima de la inflación, lo cual implicaría que el precio actual de la gasolina no debería sobrepasar $20.55 por litro a cierre de noviembre. A este precio se le conoce como precio base (o precio ajustado por inflación). Por otro lado, el precio de mercado a cierre de mes era de $17.76, muy por debajo del precio base (Gráfica 2).

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Entonces, de concretarse este aumento, estaríamos viendo un impacto en la inflación de entre 0.5%-0.8% por el puro efecto del aumento de precio. A eso habría que sumarle efectos de segundo orden que podrían existir en otros bienes y servicios.

En segundo término, tenemos el precio de los alimentos. Históricamente, el precio de los alimentos en EE.UU. ha tenido una incidencia en la inflación mexicana. En la Gráfica 3 podemos observarlo. En la mayoría de las ocasiones, cada vez que hay un aumento en el precio de los alimentos, la inflación local tiende a repuntar, en mayor o menor medida.

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Actualmente, el precio de los alimentos se encuentra en un máximo histórico de 6 años, por lo que, de seguir aumentando, podríamos ver un repunte en la inflación local durante el siguiente año.

Por último, otro efecto que no carece de relevancia es el tema del aumento en el salario mínimo. Los últimos años hemos observado un aumento importante en el salario mínimo, y dicho aumento ha permeado, en menor medida, a los salarios generales (Gráfica 5)

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Esto podría mantener la inflación subyacente alta (como lo hemos visto en los últimos años), dificultándole a Banxico su, de por sí, complicada tarea.

Dado todo lo anterior, y muchos otros eventos que seguro se darán en 2021, el panorama inflacionario aún permanece incierto, y Banxico lo sabe. Y tan lo sabe, que decidió pausar el ciclo acomodaticio de tasas para terminar de convencerse que la inflación tenderá a bajar. Si estuviera seguro, no se hubiera detenido.

Como podemos observar, estos son algunos ejemplos de eventos que podrían mover nuestro escenario base, y por lo que tendremos que estar atentos para poder hacer los ajustes pertinentes en un año que se espera bastante complicado. Como decía al inicio, navegar 2021 requerirá de todas las herramientas que tengamos a nuestra disposición, siendo una de las más importantes, la flexibilidad mental en el proceso de toma de decisiones.

Columna de Franklin Templeton México escrita por Luis Gonzali, CFA. VP/co-director de Inversiones

Sartor AGF inicia su transformación digital y anuncia el nombramiento de un nuevo presidente

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Foto cedidaMiguel León, presidente Sartor AGF. Sartor AGF inicia su transformación digital y anuncia el nombramiento de un nuevo presidente

Sartor AGF, enfocada 100% en activos alternativos, ha comunicado mediante un hecho esencial a la Comisión para el Mercado Financiero de Chile (CMF), el ingreso de Miguel León al directorio, quien asumió la presidencia de la cuarta mayor administradora del mercado en términos de patrimonio administrado de deuda privada local. León reemplaza a Oscar Ebel, que se seguirá formando parte del directorio.

Este cambio de liderazgo coincide con “una nueva etapa, marcada por la expansión de sus operaciones y la transformación digital”, según un comunicado emitido por la firma.

“Estoy muy agradecido por la confianza depositada en mí, tanto por el directorio de la Administradora General de Fondos como también por Sartor FG, para formar parte de un proceso que será especialmente desafiante en términos de innovación y transformación digital, áreas en las que creemos se puede generar un tremendo valor agregado para los inversionistas y para la economía del país”, afirmó León.

Por su parte, Pedro Pablo Larraín, director ejecutivo de Sartor FG y quien también integra el directorio de la AGF, destacó la importancia estratégica del ingreso de León, quien posee una destacada trayectoria relacionada al mercado fintech. 

“Estamos seguros de que el sostenido crecimiento que hemos experimentado en los últimos años, que nos ha llevado a conquistar el cuarto lugar del mercado en patrimonio administrado en deuda privada local, se verá potenciado con el desarrollo de nuevas soluciones financieras y tecnológicas para nuestros clientes”, comentó Larraín. 

León, quien también es director de AtlasBank Panamá, es reconocido por su trayectoria en el mercado financiero. Fue integrante del Directorio de Tanner Asset Management y Decano de la Facultad de Economía de la Universidad Finis Terrae, además de haber ejercido como Presidente del Club Monetario. También fue Socio Líder del área de Advisory de KPMG Chile. Es Doctor en Management Sciences de la Universidad de ESADE, MBA e Ingeniero.

SURA Investment Management presenta su primer fondo de inversión domiciliado en Luxemburgo

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Foto cedidaGonzalo Falcone, director Ejecutivo de Distribución de SURA Investment Management . SURA Investment Management presenta su primer fondo de inversión domiciliado en Luxemburgo

SURA Investment Management, filial de SURA Asset Management, compañía especializada en la gestión de inversiones para clientes institucionales, ha presentado su primer fondo de inversión domiciliado en Luxemburgo, Latin America Corporate Debt USD, con el que fortalece la oferta de valor para sus clientes.

Este fondo, Latin America Corporate Debt USD, estará enfocado en deuda corporativa latinoamericana en moneda dura. Además, tomará como referencia el JP Morgan CEMBI Latam Broad Diversified Index, un índice con un nivel de diversificación que permite obtener rentabilidades acordes a la estrategia de inversión de la Compañía.

Para la creación de este fondo, SURA Investment Management surtió un trámite de autorización ante la Comisión de Supervisión del Sector Financiero (CSSF) de Luxemburgo. Esto representó el primer paso del proceso de consolidación que adelanta la Compañía para acompañar a sus clientes con una oferta integral de soluciones de inversión en la región.

Al respecto, Gonzalo Falcone, director Ejecutivo de Distribución de SURA Investment Management comentó: “Este es un hito muy importante para la Compañía. El ingreso a este mercado nos permite seguir consolidando nuestro crecimiento y fortalecer nuestra oferta de valor para clientes. Además, para América Latina, región en la que invertimos, es un mensaje positivo dada la confianza y perspectivas que tiene la región para los inversionistas”.

En el actual contexto de tasas de interés bajas a nivel mundial, la deuda corporativa en Latinoamérica sigue ofreciendo tasas de interés atractivas con un nivel de riesgo balanceado. Con este fondo, SURA Investment Management busca alcanzar uns rentabilidad promedio del 5% con una duración objetivo menor a los 6 años, lo cual resulta atractivo si se considera que las tasas del tesoro americano a diez años se encuentran actualmente por debajo del 1%.

La presencia extendida de los equipos de SURA Investment Management en las economías más importantes de la región como: México, Chile, Colombia, Argentina, Perú y Uruguay, le otorgan la ventaja de ser un conocedor profundo de estos países al tener equipos que gestionan dichos mercados.

Emergentes y China: salto de fe para 2021

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Pixabay CC0 Public Domain. F10 lanza de la mano de BME y Renta 4 Banco el primer Programa de Aceleración de WealthTech y RegTech en España

BofA publicó el pasado 15 de diciembre el último Fund Managers Survey (FMS) de 2020, una encuesta en la que en esta ocasión participaron 190 gestores de fondos, estrategas y CIOs  que aglutinan un total de 534.000 millones de dólares de activos bajo gestión.

El optimismo con el que se fotografían en esta ocasión los inversores profesionales queda evidenciado por la infraponderación en liquidez que mantienen en sus carteras (por primera vez desde 2013), que se distingue como una de las más reducidas de los últimos 10 años (4,0%), y que de acuerdo a este banco habría activado una señal de venta para la renta variable.

Esta euforia, de la que ya hemos hablado en ediciones anteriores, no debe sorprender a nadie considerando el enorme sostén para el sentimiento inversor que ha supuesto el anuncio en noviembre de las vacunas de Pfizer y Moderna, y la generosidad de banqueros centrales y gobiernos.

A pesar de los réditos que un crecimiento más dinámico y sincronizado debería aportar a las economías en desarrollo, me sorprende observar que el porcentaje de managers largos en mercados emergentes aumentó respecto al último informe un sorprendente 19% (desde 36% hasta 55%, la cifra más alta desde 2010) distinguiendo a la región como la preferida por los profesionales, que pronostican que su mercado de acciones será -de forma muy destacada- el activo más rentable 2021.

Gráfico 1

Con las inyecciones permitiéndonos alcanzar la inmunización grupal (o acercarnos a ella) en 2021, la aceleración en actividad industrial, el repunte en el precio de las materias primas, un dólar más débil y la búsqueda de retornos a la inversión son argumentos que favorecen una posición constructiva hacia activos emergentes en el medio/largo plazo.

No obstante, ¿hasta qué punto el mercado ya ha puesto esto en valor? ¿Es posible que la bolsa y el crédito no desarrollado frene sus avances en el corto plazo a la espera de constatar estas buenas sensaciones?

La gráfica de precio del índice MSCI de mercados emergentes nos muestra que nos encontramos ante una zona de resistencia que viene obstaculizando desde 2009 los intentos de construir una senda alcista más duradera. La media móvil de largo plazo, con pendiente positiva, y la hipotética recuperación en demanda agregada nos animan a apostar por una ruptura al alza, aunque existen factores que exigirán algo de paciencia antes de que esta figura técnica se resuelva favorablemente.

Gráfico 2

Además de la complacencia del inversor, no podemos descartar que -dentro de una tendencia de depreciación de fondo- el dólar norteamericano repunte un 3% – 5% después de la fuerte caída desde los máximos marcados el primer trimestre, algo que no sería bien recibido por los compradores de acciones y crédito emergente; las posiciones especulativas (netas cortas) sobre el billete verde reflejan un exceso de pesimismo y ofrecen poco margen para justificar que siga retrocediendo con la misma inercia, las tasas reales en dólares han subido acentuando su atractivo relativo y la reciente correlación negativa -casi perfecta- entre la cotización del USD respecto a una cesta de divisas globales (índice DXY) y el precio del S&P500 podría potenciar la demanda de esta divisa ante una consolidación en los mercados bursátiles.

En términos absolutos, la valoración (ajustada al ciclo y a la inflación, siguiendo el cálculo de Robert Shiller) estaría ya descontando fielmente la realidad fundamental y haría falta un salto de fe respecto al crecimiento potencial en beneficios por acción para justificar cotizaciones muy por encima de las actuales; por último, la tasa (interanual) de apreciación del cobre -como termómetro de la actividad industrial- ha comenzado a moderarse y anticipa ya un incremento sustancial en la pendiente de la curva EE.UU. que aún está por producirse.

En este contexto merece la pena recordar que de acuerdo a la confección del índice MSCI EM, China (A-shares) es con diferencia el componente más relevante (con un peso del 38,8%). Como muestra la gráfica, China (y otras economías del sudeste asiático) han podido contener con más rapidez la propagación del COVID-19 acercándose a 0 en el número de nuevos contagios por cada 100 millones de habitantes.

Gráfico 3

El resultado de este ejercicio de eficiencia sanitaria se traduce en el caso de China en un aumento del 21% en sus exportaciones (en tasa interanual) y en indicadores de actividad manufacturera y de servicios en fuerte expansión (Caixin PMI 54,9 y PMI Servicios 57,8) por más de 9 meses. Esta recuperación en crecimiento, mucho más dinámica que en el resto de países, ha traído consigo un repunte en tasas de interés y en la cotización del yuan (CNY) que tensionan los índices de condiciones financieras. De hecho, la divisa china podría continuar fortaleciéndose al ser este el único país del G10 que aún ofrece tasas reales positivas (medidas como rentabilidad de notas a 1 año ajustada por el deflactor de PIB)

Gráfico 4

La normalización en crecimiento (que se consolidará en 2021 con un PIB de ~10%) permitirá a las autoridades chinas reenfocarse en afianzar la transición de su modelo económico; esto significa, como explica David Rees de Schroders el abandono paulatino de los cuantiosos estímulos que han venido extendiéndose a lo largo de los últimos meses.

Aunque el centenario del Partido Comunista dará material para muchos titulares, en mi opinión no cambiará la foto de fondo; a partir del 1er trimestre de 2021 la velocidad de expansión del crédito va a moderarse -como ya sucedió en 2016-2017- limitando la aceleración económica y frenando el potencial de crecimiento en beneficios corporativos y la rentabilidad esperada de la bolsa. De hecho, de acuerdo a Bloomberg el proceso puede haber comenzado ya.

Históricamente, la economía china comienza a enfriarse 6-9 meses después de haberse marcado un punto de inflexión en el indicador de impulso de crédito (crédito nuevo emitido como % de PIB, o aceleración en el volumen de crédito en ventanas de 9-12 meses). Con el P/E 12 meses (para A-shares y offshore) por encima de las cotas alcanzadas en 2017, parece prudente no incrementar – de momento- las posiciones en bolsa emergente manteniendo una posición más neutral.

Gráfico 5

¡Feliz navidad a todos nuestros lectores! Nos vemos otra vez en 2021